Eres un rayo de luz que ilumina mis días,
con una sonrisa que despierta alegrías.
Tus ojos brillantes, dos estrellas en el cielo,
me transportan a un mundo mágico y bello.
Tu piel suave como terciopelo al tacto,
es un lienzo en el que mi amor deseo plasmar.
Tu risa contagiosa, melodía celestial,
hace vibrar mi ser y me hace volar.
Tu presencia es magnetismo, un imán para mi corazón,
una fuerza irresistible de atracción y emoción.
Tu esencia es única, fascinante y genuina,
cada pensamiento en ti se convierte en poesía divina.
Eres esa mujer hermosa que llena de vida mi existir,
mi musa inspiradora, mi razón de sonreír.
En cada verso trato de describirte en toda tu plenitud,
pero palabras no alcanzan para expresar tu magnitud.
En este poema quiero decirte, mujer encantadora,
que tu belleza y tu carisma son dignos de adorar.
Eres un ser maravilloso, una joya preciada,
y mi mayor deseo es poder siempre a tu lado estar.
Eres un rayo de luz que ilumina mis días,
con una sonrisa que despierta alegrías.
Tus ojos brillantes, dos estrellas en el cielo,
me transportan a un mundo mágico y bello.
Tu piel suave como terciopelo al tacto,
es un lienzo en el que mi amor deseo plasmar.
Tu risa contagiosa, melodía celestial,
hace vibrar mi ser y me hace volar.
Tu presencia es magnetismo, un imán para mi corazón,
una fuerza irresistible de atracción y emoción.
Tu esencia es única, fascinante y genuina,
cada pensamiento en ti se convierte en poesía divina.
Eres esa mujer hermosa que llena de vida mi existir,
mi musa inspiradora, mi razón de sonreír.
En cada verso trato de describirte en toda tu plenitud,
pero palabras no alcanzan para expresar tu magnitud.
En este poema quiero decirte, mujer encantadora,
que tu belleza y tu carisma son dignos de adorar.
Eres un ser maravilloso, una joya preciada,
y mi mayor deseo es poder siempre a tu lado estar.
Eres un rayo de luz que ilumina mis días,
con una sonrisa que despierta alegrías.
Tus ojos brillantes, dos estrellas en el cielo,
me transportan a un mundo mágico y bello.
Tu piel suave como terciopelo al tacto,
es un lienzo en el que mi amor deseo plasmar.
Tu risa contagiosa, melodía celestial,
hace vibrar mi ser y me hace volar.
Tu presencia es magnetismo, un imán para mi corazón,
una fuerza irresistible de atracción y emoción.
Tu esencia es única, fascinante y genuina,
cada pensamiento en ti se convierte en poesía divina.
Eres esa mujer hermosa que llena de vida mi existir,
mi musa inspiradora, mi razón de sonreír.
En cada verso trato de describirte en toda tu plenitud,
pero palabras no alcanzan para expresar tu magnitud.
En este poema quiero decirte, mujer encantadora,
que tu belleza y tu carisma son dignos de adorar.
Eres un ser maravilloso, una joya preciada,
y mi mayor deseo es poder siempre a tu lado estar.
Eres un rayo de luz que ilumina mis días,
con una sonrisa que despierta alegrías.
Tus ojos brillantes, dos estrellas en el cielo,
me transportan a un mundo mágico y bello.
Tu piel suave como terciopelo al tacto,
es un lienzo en el que mi amor deseo plasmar.
Tu risa contagiosa, melodía celestial,
hace vibrar mi ser y me hace volar.
Tu presencia es magnetismo, un imán para mi corazón,
una fuerza irresistible de atracción y emoción.
Tu esencia es única, fascinante y genuina,
cada pensamiento en ti se convierte en poesía divina.
Eres esa mujer hermosa que llena de vida mi existir,
mi musa inspiradora, mi razón de sonreír.
En cada verso trato de describirte en toda tu plenitud,
pero palabras no alcanzan para expresar tu magnitud.
En este poema quiero decirte, mujer encantadora,
que tu belleza y tu carisma son dignos de adorar.
Eres un ser maravilloso, una joya preciada,
y mi mayor deseo es poder siempre a tu lado estar.
Eres un rayo de luz que ilumina mis días,
con una sonrisa que despierta alegrías.
Tus ojos brillantes, dos estrellas en el cielo,
me transportan a un mundo mágico y bello.
Tu piel suave como terciopelo al tacto,
es un lienzo en el que mi amor deseo plasmar.
Tu risa contagiosa, melodía celestial,
hace vibrar mi ser y me hace volar.
Tu presencia es magnetismo, un imán para mi corazón,
una fuerza irresistible de atracción y emoción.
Tu esencia es única, fascinante y genuina,
cada pensamiento en ti se convierte en poesía divina.
Eres esa mujer hermosa que llena de vida mi existir,
mi musa inspiradora, mi razón de sonreír.
En cada verso trato de describirte en toda tu plenitud,
pero palabras no alcanzan para expresar tu magnitud.
En este poema quiero decirte, mujer encantadora,
que tu belleza y tu carisma son dignos de adorar.
Eres un ser maravilloso, una joya preciada,
y mi mayor deseo es poder siempre a tu lado estar.
Eres un rayo de luz que ilumina mis días,
con una sonrisa que despierta alegrías.
Tus ojos brillantes, dos estrellas en el cielo,
me transportan a un mundo mágico y bello.
Tu piel suave como terciopelo al tacto,
es un lienzo en el que mi amor deseo plasmar.
Tu risa contagiosa, melodía celestial,
hace vibrar mi ser y me hace volar.
Tu presencia es magnetismo, un imán para mi corazón,
una fuerza irresistible de atracción y emoción.
Tu esencia es única, fascinante y genuina,
cada pensamiento en ti se convierte en poesía divina.
Eres esa mujer hermosa que llena de vida mi existir,
mi musa inspiradora, mi razón de sonreír.
En cada verso trato de describirte en toda tu plenitud,
pero palabras no alcanzan para expresar tu magnitud.
En este poema quiero decirte, mujer encantadora,
que tu belleza y tu carisma son dignos de adorar.
Eres un ser maravilloso, una joya preciada,
y mi mayor deseo es poder siempre a tu lado estar.