Está en la página 1de 2

1.

Dios escucha el clamor de su pueblo


2. Dios llama a Moisés a liberar a su pueblo, un hecho real, que también al mismo tiempo
es profético.

3. Vengan a mi todos los que estén cansados y agobiados yo los hare descansar.

¿Por qué agobiados? ¿No es el solo el agobio de los asuntos temporales?


No es la religión un analgésico, una solución a los problemas temporales, como muchas sectas
venden a los cristianos.

Es el agobio del pecado, la verdadera esclavitud del ser humano, triple esclavo, del mundo, del
demonio y de la carne.

De entre el llamado generar a la santidad a todo cristiano, la vida religiosa es, pues un descanso
es el salir de los agobios de la esclavitud del pecado a la vida de Dios, en la paz de Dios.

“¡Qué ideas tiene la gente sobre lo que es una Trapa!... ¡Cuántos habrá que me
compadezcan, e incluso se asusten de mi vida, sin sospechar siquiera que aquí, en el
propio renunciamiento a sí mismo y en la entrega total a Dios se encuentra lo único
que merece la pena vivir…., que es la paz de Dios!
Lo que me da más alegría es pensar que esta paz será eterna, pues el día que me
muera, lo único que haré será aumentarla en tal alto grado que no lo puedo
sospechar.

Dios también ha tenido compasión de nosotros y nos ha hecho el gran don inmerecido de
llamarnos a salir del mundo, para darle culto en el desierto, es decir en un lugar fuera del
mundo.

Jesús llama y dice que su yugo es llevadero y su carga es ligera: ¿Qué yugo y que carga?
Se refiere a su palabra al evangelio, que para nosotros esta expresado en nuestras
constituciones. “El deber de todo religioso es el seguimiento de Cristo tal cual se muestra en los
evangelios y es expresado en las constituciones”. CC.

Pero ¿Cómo puede ser suave y ligero algo que va en contra de las inclinaciones naturales?

Jesús muestra la clave para poder vivir y seguirle, aprender de mí: “No a crear el mundo, no a
hacer en él grandes prodigios, sino aprended de mí a ser manso y humilde de corazón. ¿Quieres
ser grande? Comienza entonces por ser pequeño. ¿Tratas de levantar un edificio grande y
elevado? Piensa primero en la base de la humildad. Y cuanto más trates de elevar el edificio,
tanto más profundamente debes de cavar su fundamento. ¿Y hasta dónde ha de tocar la cúpula
de nuestro edificio? Hasta la presencia de Dios”. San Agustín

La llave para seguir a Cristo es la humildad, solo mediante ella se puede seguirle y por tanto
encontrar la paz que anhelamos.

Me voy dando cuenta de que la virtud más práctica para tener paz en la vida de
comunidad es la humildad.
La humildad delante de Dios, nos ayuda a la confianza, pues humildad es conocimiento
de sí mismo, y ¿quién que se conozca a sí mismo, puede esperar algo de si?… Loco sería
si no lo esperase todo de Dios.
La humildad llena de paz nuestro trato con los hombres. Con ella no hay discusión, no
hay envidia, no hay ofensa posible… ¿Quién puede ofender a la misma nada?

Cuantos dramas se solicitarían en nuestras comunidades si cada uno de nosotros fuera


un poco más humilde ¿Quién puede ofender a la misma nada? ¿Cuántas
susceptibilidades? ¿Quién realmente nos podría ofender si nos tuviéramos por nada?

Le pido encarecidamente a María, me enseñe en lo que Ella fue maestra…, humilde ante Dios y
ante los hombres. ‘Hágase’”.

Pidámosle a la Maestra de humildad, a María que nos ayuda ser mansos y humiles para que
podamos disfrutara de la paz prometida, preludio de la paz eterna.

También podría gustarte