Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La Expresión Cultural de Una Cosa: El Juguete Popular: Gabriel Medrano de Luna
La Expresión Cultural de Una Cosa: El Juguete Popular: Gabriel Medrano de Luna
el juguete popular
Resumen: Las diversas expresiones del arte popular mexicano son una clara muestra del papel y
relevancia de la cultura en la vida material de los pueblos, tal es el caso del juguete popular por
medio del cual podemos apreciar su presencia al constituir parte de la tradición familiar de quie-
nes lo manufacturan. Se emprende la artesanía en México dentro de un contexto histórico para
continuar con el arte popular de Guanajuato y particularmente del juguete popular, retomando
opiniones de autores clásicos como el Dr. Atl y Daniel Rubín de la Borbolla, y sobre todo a los arte-
sanos consultados para esta investigación
Palabras clave: cultura, juguete popular, arte popular, folclore.
Abstract: The various means of expression of Mexican popular art are a clear demonstration of
the role and relevance of culture in people’s material life. Such is the case of the popular toy,
through which we can appreciate its presence as part of the family traditions of those who manu-
facture them. We approach the topic of crafts in Mexico within a historical context, and then move
on to the study of popular art in Guanajuato state and particularly of the local popular toy, using
the opinions of classical authors on folk art such as Dr. Atl and Daniel Rubín de la Borbolla, and
above all, of the artisans consulted for this research.
Key words: culture, popular toy, popular art, folklore.
L
as diversas expresiones del arte lidad radica precisamente en su aspec-
popular mexicano son una clara to lúdico; en la actualidad el juguete es
muestra del papel y relevancia también objeto de valor para coleccio-
de la cultura en la vida material de los nistas de arte popular, o para exhibirse
pueblos; en el caso del juguete, su exis en museos y colecciones particulares.
tencia nos permite apreciar la importan En este texto hablaremos del jugue-
cia de ese objeto como símbolo, al ser te popular, particularmente del creado
parte de la tradición cultural de quie- en Guanajuato, y en principio lo identi-
nes lo manufacturan. ficaremos como un elemento del arte
Es sabido que en todos los países y popular. En segundo lugar nos aboca-
todas las culturas han existido los ju- remos a entender al juguete como arte
guetes y los juegos, cuyo sentido y fina- sanía, pero nos concentraremos en el
análisis de los procesos a través de los
cuales los artesanos dotan de sentido a
* Universidad de Guanajuato. sus creaciones en función de los diver-
115
del pueblo, muchos de los cuales no Lameiras, 1995; Giménez, 2005: 17).
asistieron a instituciones académicas A través del juguete popular podemos
para aprender técnicas y diseños con la evidenciar cómo los artesanos constru-
finalidad de elaborar sus juguetes –ca yen una tradición cultural que conlleva
be precisar que se dan casos en que sus una identidad local; es decir, el conjun-
diseños son copias de juguetes que han to de elementos comunes que diferen-
sacado de libros o revistas–. No es el cia e identifica tanto al artesano como
objetivo de este estudio realizar un al grupo social. Al hablar dentro de un
análisis basado en la técnica y el dise- plano de los grupos y las colectividades,
ño de los juguetes. Su riqueza radica este mismo autor señala que la identi-
en el lenguaje transmitido, en tanto dad es “la (auto y hetero) percepción co
refleja el escenario sociocultural como lectiva de un ‘nosotros’ relativamente
una tradición e identidad del grupo al homogéneo y estabilizado en el tiempo
que pertenece el artesano. (in-group), por oposición a ‘los otros’
La tradición es la vivencia en el pre- (out-group), en función del (auto y hete
sente de ciertos elementos culturales ro) reconocimiento de caracteres, mar-
que se han transmitido de una genera- cas y rasgos compartidos (que funcio-
ción a otra, a partir de la reiteración de nan también como signos o emblemas),
aquello que se transmite en el tiempo así como de una memoria colectiva co-
por el grupo social. La tradición sirve mún” (Giménez, 2005: 90).
para dar identidad, cohesión y unidad Si la identidad social se afirma en
al grupo social al que pertenece y por la diferencia, algo significativo es que
ello no puede ser un proceso aislado, tanto en la elaboración como en los dise
sino forma parte de un contexto que so- ños, colores y formas del arte popular
brepasa la existencia finita del hombre. mexicano aún perviven ciertas tradicio
Etimológicamente, tradición pro- nes prehispánicas que siguen latentes
viene de traditio y significa la acción y hasta nuestros días, por ejemplo en
el efecto de entregar o transmitir (He- los textiles. En otros objetos artesana-
rrejón Peredo, 1994: 135); asimismo, la les también se advierten raíces cultu-
tradición se entiende “... como lo que rales mexicanas y españolas, sin dejar
persiste de un pasado en el presente, de lado la influencia africana y asiáti-
donde ella es transmitida y permanece ca: la mayólica, las máscaras hechas en
operante y aceptada por quienes la reci Purísima de Bustos o las danzas de con
ben y a su vez la transmiten al correr de quista realizadas en distintas regiones
las generaciones” (Bonte, Izard, 1991); de Guanajuato. No se trata de un tras
(véase también Pérez Martínez, 1997; lape de aquello que existía desde el siglo
Zavala y Ochoa, 1995). xvi tanto en el mundo indígena como en
Para Gilberto Giménez la identidad europeo, sino de objetos resultado del
es la “internalización de la cultura por sincretismo de ambas culturas, mani-
los actores sociales [como los artesa- festaciones que a través del tiempo se
nos] como matriz de unidad (ad intra) han ido ajustando a procesos sociocul-
y de diferenciación (ad extra)” (Seneff y turales de cambio.
Tratar de comprender los “por qué” por autores como Guillermo Bonfil Ba-
de la cultura ha sido una constante en talla o Victoria Novelo; tiempo después,
los estudios antropológicos desde que en la mitad de 1990 la perspectiva fue
esta disciplina surge en el horizonte de duramente criticada, principalmente
la cientificidad; las más de las veces la por sus lineamientos de base marxista
respuesta llegaba en medio de un mar y una tajante división entre cultura po
de perspectivas prejuiciadas que difi- pular/alta cultura, que los llevaba a ig
cultaban una mirada abierta a otras norar el sinfín de particularidades de
realidades. Sin embargo no todos los eso que ellos englobaban bajo la catego
ejercicios fueron estériles: hubo algu- ría de “pueblo”.
nos estudiosos que con el paso del tiem Antonio Gramsci fue una de las prin
po lograron acercarse a la comprensión cipales influencias de la antropología
de diferentes formas de expresión cul italiana; a pesar de no ser un estudioso
tural, aunque siempre partiendo del “científico” del folclore, señaló que éste
contexto de su propio sistema de signi- había sido considerado como un elemen
ficados. to pintoresco que formaba parte de una
Así sucedió, por ejemplo, con la an “ciencia del folclore”, y consistía esen-
tropología cultural italiana. Investiga- cialmente en los estudios de método
dores como L. M. Lombardi Satriani, para recoger, seleccionar y clasificar
Amalia Signorelli y Alberto Cirese dieron materiales provenientes del pueblo; se
un fuerte impulso a este esquema, el trataba de estudiar –siguiendo princi-
cual es importante para entender mu- pios empíricos– un aspecto particular
cho de lo que en la actualidad se escribe de la historia. Gramsci propuso estu-
en torno a la cultura popular, así como diar tales elementos considerándolos
para construir propuestas vinculadas como una concepción del mundo y de la
a la producción de elementos folclóri- vida implícita en gran parte de ciertos
cos en un grupo sociocultural. Por lo estratos de la sociedad, que se delimi-
anterior, en el siguiente apartado ha- taban según el tiempo y el espacio y se
blaremos de los lineamientos básicos oponían a las concepciones “oficiales”
de la perspectiva de la antropología del mundo, es decir, a la concepción del
italiana, lo cual nos llevará a hurgar en mundo surgida de los sectores cultos
las raíces del concepto de “pueblo” en el de la sociedad, los cuales estaban his-
marco del romanticismo alemán. tóricamente determinados (Gramsci,
1976: 239).
Conceptos y propuestas Gramsci analizó las diferencias en-
teóricas sobre el folclore tre grupos sociales basándose no sólo
y la cultura popular en cuestiones materiales, consideró
también el aspecto inmaterial cuando
La propuesta de la antropología italia- estableció que en la sociedad existen
na fue elaborada a principios de la déca clases hegemónicas y clases subalter-
da 1970, pero continuó en boga hasta nas que mantienen una constante opo-
bien entrados los años 1980 impulsada sición. Además, introduce el concepto
(Estatuto Legal del Gremio) entre los París en 1889 el gobierno de Porfirio
artesanos de la seda (ibidem). Díaz deseaba exponer objetos que mos-
traran la riqueza de las tradiciones na-
Sabemos que en el México prehispá cionales y al mismo tiempo fueran de
nico los indígenas se distinguieron por interés para los europeos (Mejía, 2004:
tener gran habilidad manual y apren- 103). Estas exposiciones fueron espa-
der rápidamente los oficios enseñados cios importantes para mostrar parte de
por los españoles; también se mencionó la riqueza cultural de México, tanto en
que los talleres artesanales se consti- el ámbito nacional como internacional.
tuyeron en gremios que sólo fueron Esa valoración se incrementó al final
abolidos a principios del siglo xix; cabe de la Revolución mexicana, y sobre todo
mencionar que después de la guerra de en la etapa posrevolucionaria, como
Independencia hubo interés por revalo menciona Mercedes Iturbe:
rar “lo mexicano” y la artesanía jugó un
papel importante en ese contexto, ya En el último periodo revolucionario,
que a través de la misma se podría mos de 1915 a 1917, se despertó en toda la
trar la riqueza del pasado indígena. República y particularmente en la ca
Mauricio Tenorio Trillo expone que pital, una tendencia a valorizar las
las manifestaciones tradicionales tam- manifestaciones de las artes popula-
bién tuvieron un reconocimiento duran- res. Ésta se intensificó en 1921, fecha
te el porfiriato, pues en la Exposición de del Centenario de la consumación de
produce cuerpos celestes como el Sol, anónimo que tiene interés en guardar
la Luna y las estrellas; las aves, como un recuerdo de cosas típicas o curiosas”
el águila bicéfala, el gallo y el guajolo- (Turok, 1988: 28-29). Hay otros facto-
te o pavo mexicano; los peces, las es- res que también repercuten en la pro-
trellas de mar, el coyote, las mariposas, ducción artesanal, como los culturales,
la serpiente, el conejo, el león, el perro, económicos o históricos. Por ejemplo,
el caballo, las flores y plantas que le muchos artesanos dejan de elaborar
rodean y varios otros motivos produc- artesanías para buscar nuevas oportu-
to de su invención, casi siempre oníri- nidades de trabajo más redituables
ca. [...] Por lo que respecta al color, económicamente, otros emigran de sus
aplican una serie de conocimientos comunidades a las ciudades y muchos
empíricos. Cuentan con los mismos prefieren emigrar a Estados Unidos.
materiales, técnicas y procedimientos Asimismo, es conveniente señalar
empleados por los mexicanos aboríge- el proceso de resignificaciones por el
nes. Usan la cochinilla, el caracol, la que ha pasado el arte popular, y que la
raíz de peña, las charandas y distintas riqueza artesanal está precisamente
tierras colorantes, el añil vegetal y en esa fusión de culturas en la que se
otras plantas cuyas cualidades de tono dieron aportaciones en diseño, color,
y permanencia son insustituibles y materiales, técnicas y formas, aspectos
superiores a las técnicas más avanza- que gracias a la tradición podemos ob-
das de la industria alemana, pues se servar actualmente en las artesanías
garantizan contra cualquier fenóme- mexicanas. Hasta aquí hemos brinda-
no físico, ya sea de tiempo, de luz o de do un panorama general del arte popu-
agua. Aplican, además, colorantes quí- lar, pasemos ahora a ver el caso concre-
micos, productos de la industria, y en to de Guanajuato, que también forma
estos procedimientos se refleja igual- parte de ese gran mosaico de diversi-
mente su sensibilidad artística innata, dades culturales y cuenta, como los
en combinaciones de tonos y diseño demás estados de la República mexica-
que nada tiene que envidiar de las al- na, con una gran riqueza artesanal.
tas escuelas de pintura (ibidem: 29).
El arte popular de Guanajuato
Otra forma de entender la artesa
nía es en el sentido de Marta Turok pa El caso de Guanajuato en torno al arte
ra quien más allá de la desaparición de popular es muy peculiar por la geogra-
la actividad artesanal, “se adapta a las fía misma del estado, representada en
condiciones que le impone el mercado sus cuatro zonas: el Bajío, la Sierra Cen
actual y a las necesidades que el arte- tral, los Altos y la Sierra Gorda. José N.
sano tiene y que pretende satisfacer Iturriaga señala que “en las artesanías
con la comercialización de sus produc- guanajuatenses inciden las culturas in
tos. En este sentido, las artesanías son dígenas otomí, purépecha o tarasca y chi
producidas, en su mayoría, para la sa- chimeca jonáz, amén de las de los pue-
tisfacción de los gustos de un público blos mestizos” (Iturriaga, 2005: 580).
existan estas motivaciones en los artesa- parar comida de alguna manera ense-
nos, seguirá perviviendo el arte popular, ñaban un “deber ser”: desde temprana
y por consiguiente el juguete popular. edad aprendían las labores femeninas,
Hoy en día, además de ser objeto de e independientemente de las críticas “fe
diversión para los niños, el juguete po- ministas” considero que estos juegos
pular ha recibido una función adicio- fomentaban la imaginación, la creati-
nal: formar parte de algún museo o de vidad y los vínculos sociales.
colecciones particulares; también se ha Hasta ahora se ha expuesto un re-
enfrentado a una industria juguetera corrido general por el juguete popular
de mayor volumen a la que señalaba mexicano, mismo que, como bien seña-
Gabriel Fernández, industria enmar- la la maestra Teresa Pomar, tiene cier-
cada por el mundo de la electrónica y tas características generales, entre
los juegos individualizados. ellas como “su honradez intrínseca, su
Si algo hay que valorar del juguete gran sentido imaginativo en formas y
y los juegos tradicionales, es precisa- colores alegres comprensibles para el
mente que fomentan la colectividad, la niño, que contribuirán indiscutible-
no violencia, los valores y la tradición. mente a desarrollar su imaginación, su
Para jugar se necesitaban mínimo dos habilidad manual y su destreza en la
personas, además de que debían respe- vida” (Pomar, 1992: 21).
tarse ciertas reglas, de lo contrario ha- El contexto anterior permite aden-
bría algún castigo. Muchos juegos no trarse en el tema del juguete popular de
necesitaban inversión económica, como Guanajuato, ya que si bien muchas afir
el caso del juego conocido como “chan- maciones de este apartado conciernen
gay” (Aguascaliente) “capirucho” (Gua- a dicho estado, creo pertinente señalar
najuato), para el cual bastaba extraer algunas particularidades del juguete
de la escoba dos palos de distinto tama guanajuatense.
ño para poder jugarlo; para jugar a la
“matatena” las niñas sólo necesitaban El juguete popular de
recoger algunos huesos de durazno, o Guanajuato
simples piedras, para ponerse a jugar.
Otros juegos como los encantados, las Si el juguete es un objeto hecho princi-
escondidas, el bebeleche –que en mu- palmente para jugar y sus destinatarios
chas parte se le llama “el avión”–, las son esencialmente los niños (Álvarez,
choyas –en otras regiones conocido 1996: 4554), lo mismo sucede con los
como los “quemados”–, las “cebollitas”, juguetes populares de diversos munici-
el brinquete burro, brincar la cuerda, el pios de Guanajuato. Es importante se-
yoyo, las canicas, las comiditas, el trom- ñalar que muchos de estos juguetes no
po, rondas infantiles, el balero, el tacón, tienen su origen en el estado, sino que
la rayuela, etcétera, fomentaban el vín- resultan de una serie de influencias me
culo entre niños y niñas. xicanas y extranjeras en las que tam
Los juegos de las niñas como las mu bién prevalece la herencia prehispánica,
ñecas o los juegos de té para jugar a pre como puede apreciarse en el arte popu-
lar mexicano de hoy en día. Lo valioso tal del estado residen Guillermo Chá
del juguete popular es que posee cier- vez –quien manufactura el “juguete de
tas particularidades que lo vinculan arroz”, llamado así porque son piezas
directamente con el contexto sociocul- de barro que miden menos de 20 mm–
tural al que pertenece, forma parte de y Ramón Suárez, ya fallecido y quien
la identidad local y, por ende, es como trabajó la hojalata, mientras Mauricio
un espejo en el que se refleja la tradi Hernández Colmenero se dedica a la car
ción familiar de una comunidad espe- tonería. En Silao se entrevistó a Martín
cífica. Medina Gasca, que hace juguete en
En este apartado se mostrará sólo madera; en Juventino Rosas vive Gu
una parte de los muchos artesanos que mersindo España, mejor conocido como
se dedican a la fabricación del juguete Sshinda y quien manufactura juguete
popular; dado que la división geográfi- en madera; de Celaya se incluyó al car-
ca del estado presenta cuatro zonas: el tonero Martín Lemus y a Maximino Ri-
Bajío, la Sierra Central, los Altos y la vera, quien elabora juguete de lámina.
Sierra Gorda, sería casi imposible in- La función de los juguetes se ha
cluir a todos los artesanos en el texto, mantenido hasta nuestros días, pero la
por lo que se decidió tomar sólo algu- percepción que las distintas sociedades
nos del Bajío porque ahí se encuentran han tenido sobre los juegos y los jugue-
los más destacados artesanos del ju- tes ha cambiado a través del tiempo.
guete popular, sin con ello demeritar el También ha influido el hecho de si dichas
trabajo de otros creadores. En la capi- sociedades son industrializadas o no,
ras, señala don Guillermo, servían pa primeramente a trabajar lo que era
ra que las niñas comenzaran desde juguete de día [de] muertos, que es el
temprana edad a enseñarse a los que juguete con elaboración de cajitas de
haceres del hogar: “con esos juguetes cartón, con una banda donde caminan
jugaban las niñas a las comiditas y ya la procesión de los difuntos sobre una
desde ahí empezaba el gusto por la co- banda, [...] Empezamos con el juguete
cina y las actividades domésticas”. de día de muertos porque era el que
Daniel Rubín de la Borbolla señala estaba ya totalmente desaparecido,
que “el centro comercial del juguete es posteriormente fuimos incursionándo-
la ciudad de Celaya, a donde llegan a nos a esa área de la artesanía, estuvi-
vender su producto los jugueteros de mos visitando algunas partes de donde
muchas poblaciones. Además del consu había talleres que elaboraban piezas
mo local, durante el año se hacen fuer- similares de otro tipo de artesanías,
tes ventas para la fiesta de Corpus, pa pero ya tratamos de rescatar de las
ra la Navidad, pero muy especialmente que nos acordábamos que había en
para el Día de Reyes” (Rubín, 1961: 59). nuestra infancia, no nada más fue la
En Celaya sobresalen los juguetes de cartonería, estuvimos incursionando
lámina, pero sobre todo los de cartón, en la piñatería, en el papel picado, en
destacando los “Judas” creados para la el modelado de barro que era la minia-
época de Cuaresma; otros municipios tura, estuvimos viendo también el al-
en los que se trabaja la cartonería son feñique, un poquito de lo de plomo, que
San Miguel de Allende, Cortázar, Ju son las artesanías que más o menos
ventino Rosas, Irapuato y Guanajuato. estamos incursionando un poquito.
En la capital del estado hay varios
artesanos dedicados a la cartonería, En Celaya también sobresale la car
pero uno de los más sobresalientes es tonería, pues muchos autores dan cuen
Mauricio Hernández Colmenero, y aun ta de la importancia de esta ciudad co
cuando no proviene de padres y abue- mo productor de juguetes de cartón,
los artesanos, su interés por rescatar y entre ellos Pedro Martínez Massa, quien
preservar las tradiciones guanajuaten- afirma que “en México gozan de gran
ses lo motivaron al oficio de la cartone- predicamento las muñecas de cartón
ría, como él mismo señala: de Guanajuato. Estas muñecas son de
cartón, realizándose con molde y pin
[...] surgió la inquietud de tratar de tándose con anilina. También con car-
rescatar piezas que ya no se hacían tón se realizan máscaras y alebrijes, que
aquí en Guanajuato, entonces empeza- son figuras fantásticas. Las máscaras
mos a hacer una pequeña investiga- se regalan a los niños en carnaval (Mar
ción muy personal, muy empírica, tínez Massa, 1992: 21). Francisco Ja-
nada más únicamente, y empezamos
Entrevista a Mauricio Hernández Colmene-
Entrevista a Guillermo Chávez Noriega,
ro, 7 de julio de 2005. La obra de este artesano está
de 10 de agosto de 2005. incluida en el libro de VV.AA. (2001: 474-477).
lar y teoría socialista, Barcelona, Crítica. Villegas, Víctor Manuel (1964), Arte popu
Rubín de la Borbolla, Daniel F. (1974), Arte lar de Guanajuato, México, Banco Nacio
popular mexicano, México, fce (Archivo nal de Fomento Cooperativo/Fondo de
del Fondo). Fideicomiso para el Fomento de las Ar-
_____ (1961), Las artes populares guanajua tesanías.
tenses, Guanajuato, Gobierno del Es Zavala, Agustín Jacinto y Álvaro Ochoa Se
tado de Guanajuato. rrano (coords. (1995), Tradición e iden
Seneff Andrew, Roth y José Lameiras (eds.) tidad en la cultura mexicana, Zamora,
(1995), El verbo popular, Zamora, El Co El Colegio de Michoacán/conacyt.
legio de Michoacán/iteso. Zubieta, Ana María (coord.) (2000), Cultura
Steele Boggs, Ralph (ed.) (1957), Folklore popular y cultura de masas. Conceptos
Americas, vol. xvii, núm. 2. recorridos y polémicas, Buenos Aires,
Turok, Marta, 1988, Cómo acercarse a la Paidós (Estudios de Comunicación).
artesanía, México, Plaza y Valdés/sep.
VV. AA. (2001), Grandes maestros del arte po
pular mexicano. Colección Fomento Cul Entrevistas
tural Banamex, México, Fomento Cultu
ral Banamex, A.C. Chávez Noriega, Guillermo, 10 de agosto de
VV. AA. (1995), Artesanías de Guanajuato, 2005 en Guanajuato, Gto.
Guanajuato, Gobierno del Estado de España Olivares, Gumersindo, 23 de junio
Guanajuato. de 2005 en Santa Cruz de Juventino Ro-
VV. AA. (1991), De Superman a Superba sas, Gto.
rrio. Comunicación masiva y cultura Fernández del Real, Virgilio, enero de 2006,
popular en los procesos sociales de Amé entrevista por Gabriel Medrano de Luna
rica Latina. Actas del Encuentro Lati y Rolando Briseño León en la Casa Mu-
noamericano de Cultura y Comunica seo Gene Byron, Guanajuato, Gto.
ción Popular, Panamá, Centro de Estudios Hernández Colmenero, Mauricio, 7 de julio
de Acción Social Panameño/Consejo de de 2005 en Guanajuato, Gto.
Educación de Adultos de América Lati- Pomar, Teresa, 20 de enero de 2006 en Gua-
na/Instituto Mexicano para el Desarro- najuato, Gto.
llo Comunitario. Suárez Aguayo, Ramón, noviembre de 2005,
VV. AA. (1981), Cuarenta siglos de arte me entrevista por Gabriel Medrano de
xicano. Arte popular, México, Herrero/ Luna y Rolando Briseño León en Gua-
promexa. najuato, Gto.