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UNIDAD 7: ASPIRACIONES UNIVERSALISTAS Y MONARQUÍAS FEUDALES

1. LA LUCHA POR EL “DOMINIUM MUNDI”.


CAPITILO 20: EL IMPERIO UNIVERSAL: EL “DOMINIUM MUNDI” (VICENTE ALVAREZ PALENZUELA)
El concordato de Worms terminaba la cuestión de la investidura laica pero no resolvía la
estructura interna de la comunidad cristiana. Quedo inconcluso cual poder si el temporal o el
espiritual era el que tenía la primacía. Por esto se enfrentarían por el “Dominium mundi” que
concluye más allá de los limites cronológicos de este tema.
El imperio entra en un periodo de debilitamiento en la primera mitad del siglo XII, esta se debe a
las dificultades políticas internas y a la solución arbitrada en Worm limitaba la capacidad de
intromisión del poder político en las elecciones eclesiásticas. Este asunto era grave ya que la
dignidad de emperador era de carácter electivo y podía ser impuesto el elegido del emperador.

1. DECLIVE DE LA AUTORIDAD IMPERIAL:


Con la muerte de Enrique V (1106-1125) el cual no tenía hijos, se presentaba un panorama
favorable para que los electores rompieran con la tendencia hereditaria que había tomado las
últimas sucesiones imperiales.
El heredero era su sobrino Federico el Tuerto pero la Dieta imperial reunida en Maguncia eligió a
Lotario III (1125-1137), duque de Sajonia.

1.1. LOTARIO III (1125-1137)


Él fue electo por ser el elegido de la Iglesia y esto lo pago consintiendo absoluta libertad en las
elecciones canónicas y renuncio a intervenir en las elecciones discutidas y a recibir el juramento de
fidelidad de los nuevos prelados. En 1131 en su entrevista con Inocencio II (1130-1143) realizo
gestos protocolarios que implicaban cierta subordinación al Papado.
Esta elección dividió políticamente al Imperio. Lotario III reclamo a Federico la entrega de algunos
feudos, ya que el poder de su familia, los Hohenstaufen, podría ser una amenaza. Los
Hohenstaufen y de sus partidarios elevaron como rey de Romanos, en 1127 a Conrado III (1127-
1152), hermano de Federico, el cual apoyado por partidarios en Lombardía lograron coronarle rey
de Italia.
Este enfrentamiento entre Lotario III y Conrado III provoco una división en Alemania entre los
Welf, liderados por Enrique el Soberbio y los Hohenstaufen, o Waiblinguen. De estos nombres
harán los italianos, gueli y gibelini (güelfos y gibelinos), conceptos alejados de la cuestión imperial.
Otro factor de disputa fue la herencia de la condesa Matilde de Toscana. Que no tenía hijos por lo
que los feudos imperiales fueron devueltos al emperador pero sus dominios privados feudos de la
Sede Apostolica con libertad de transmitirlos fueron legados por testamento al emperador Enrique
V.
Estos últimos dominios fueron disputados entre Conrado III, heredero de Enrique V, y el
Pontificado que consideraba derecho propio infeudarlos a quien estime oportuno.
La división alemana se profundiza con la doble elección pontificia que tenía lugar a la muerte de
Honorio II (1124-1130), esta se da en el habitual enfrentamiento de las familias nobles romanas;
los cardenales reformadores, apoyados por los Frangipani, tenían como elegido a Inocencio II;
mientras que sus oponentes los Pierleoni a Anacleto II (1130-1138). Inocencio II también recibió el
apoyo de Lotario III, los güelfos y Anacleto II fue apoyado por Roger II, rey de Sicilia y Nápoles
(1113-1154) y busco protección de los gibelinos.
Lotario III realizo una primera campaña a Italia (1132-1133) para entronizar en Roma a Inocencio II
y someter a las ciudades del norte. Cumplió su proyecto con el papa y fue coronado emperador,
pero tuvo que volver a Alemania.
Logro un supuesto sometimiento de los gibelinos (1135) y entrego a su yerno el ducado de Suabia
que unía al de Baviera. Pero su suerte cambio con la segunda expedición a Italia cuando no pudo
someter a Roger II ya que el Pontificado no lo apoyo. Esto se debe a que el Pontificado se oponía a
que un único poder encontrase toda Italia.
Con este fracaso vuelve a Alemania donde muere en 1137. El candidato a sucederle era su yerno
Enrique el Soberbio, jefe de los Welf. La nobleza laica no veía bien esta sucesión dinástica y
además Enrique contaba con mucho poder; este tampoco era de confianza para la jerarquía
eclesiástica.

1.2. CONRADO III:


En 1138, la Dieta imperial elegio a Conrado III de Hohenstaufen. Fue elegido por su menor fuerza y
su hostilidad a los güelfos.
Este hizo aprobar que nadie pudiera gobernar dos ducados simultáneamente. Con esto le arrebato
a Enrique el Soberbio el ducado de Sajonia, el cual le dio a Alberto el Oso. Cuando el güelfo
protesto le confisco el ducado de Baviera que entrego a Leopoldo de Austria (era la guerra civil).
Enrique recupero el ducado de Sajonia pero no el de Baviera debido a su muerte. Dejo como jefe
de la familia Welf a su hijo Enrique el León, de solo diez (10) años. En 1142 Enrique el León era
reconocido como duque de Sajonia pero no de Baviera, pero cinco (5) años después reclamaba la
totalidad de su herencia.
Conrado III participó de la segunda cruzada que si bien fracaso le dejo proyectos en Italia, los
cuales eran apoyados por Inocencio II que necesitaba ayuda para enfrentar a la nobleza romana,
Roger II y a una naciente burguesía en la ciudad que acabo sublevándose contra el Pontífice, le
expulso de Roma y proclamo un régimen comunal dirigido por un senado.
La revolución romana fue dirigida desde 1146 por Arnoldo de Brescia un presbítero reformador.
Este había participado en una revuelta contra el obispo de su ciudad natal en 1137, comienza a
desarrollar sus ideas de la reforma del clero, la lucha contra la corrupción y las posesione
temporales de la Iglesia.
Fue condenado por Inocencio II en 1139, en Francia volvió a ser condenado junto a su maestro y
expulsado de Francia. Se reconcilio con Eugenio III (1145-1152) que le envió a Roma donde se
convirtió en dirigente de la comuna romana y siguió con sus ideas.
Conrado III no pudo intervenir en Italia porque debia atender los problemas en Alemania con
Enrique el León que quería recuperar sus estados. Esto siguió hasta la muerte de Conrado en
febrero de 1152. El enfrentamiento entre güelfos y gibelinos se incrementó.

2. LA ESTRUCTURA DEL IMPERIO:


A mediados del siglo XII integran el imperio Alemania e Italia con interese y problemas diversos.
Esas diferencias agravan las tensiones políticas enunciadas.

2.1. ALEMANIA:
Presentaba objetivos políticos contrapuestos: en el este se desarrollaba una tarea de colonización,
conquista y germanización dirigida por los Welf y el sur foco de los Hohenstaufen, ellos deseaban
llevar a cabo una política imperial en Italia.
Territorialmente estaba dividida en numerosas circunscripciones: ducados con fuerte personalidad
y numerosos condados, marcas y señoríos eclesiásticos dotados de una gran independencia en el
ejercicio del poder. También varias ciudades con impulsos del tráfico comercial y del crecimiento
demográfico mantienen un esfuerzo de independencia dirigido por una enriquecida burguesía.
Sobre ellos ejerce autoridad teóricamente el rey de Romanos, limitado por su condición electiva,
por el uso de sus recursos privados carece de administración propia y solo ejerce autoridad por
resortes feudales. Pero tiene un puesto preeminente por el ejercicio de la justicia y su misión de
ser garante de la paz.

2.2. ITALIA: compuesta por el Reino de Italia, el Estado Pontificio y el Reino de Sicilia.
2.2.1. REINO DE ITALIA:
Es el único que está unido al imperio. Al igual que Alemania tiene una nobleza feudal que controla
circunscripciones territoriales, favorecida por el debilitamiento del poder real. Pero se diferencia
de Alemania, en este reino se había mantenido la estructura urbana más integra de toda Europa,
había comenzado más temprano el renacimiento urbano y comercial.
Estas ciudades tienen una burguesía rica, numerosa y organizada que aspira al gobierno de su
ciudad con independencia de la aristocracia. Tienen instituciones propias, ejercen soberanía sobre
los antiguos condados y han usurpado derechos y prerrogativas de los reyes. El poder corresponde
en teoría a una Asamblea general de los ciudadanos, pero gobierna un Consejo, que confía
anualmente el poder a unos funcionarios, cónsules.
El panorama político es complejo: hay recelos políticos y las rivalidades comerciales que oponen a
las ciudades entre si permitían una intervención de la autoridad imperial.

2.2.2. ESTADO PONTIFICIO:


También integrado por diversos territorios. El primero es el Patrimonio de San Pedro: tiene en el
sur una fuerte nobleza feudal y en el norte mayor desarrollo urbano. En la ciudad de Roma exite
una fuerte nobleza y una burguesía, capaces de amenazar al Pontificado forzándolo al abandono
de la ciudad y a solicitar el apoyo imperial.
También domina Romaña (antiguo Exarcado de Ravena) ; la Marca de Ancona, que formo parte de
los antiguos Estados dela Iglesia con el nombre de Pentápolis y de modo discutible el ducado de
Spoleto. Sobre ellos hay una indefinición si están o no en el Reino de Italia.
La relación entre los pontífices y emperadores se ve afectada por la herencia de la condesa
Matilde.

2.2.3. REINA DE SICILIA:


En el sur de Italia, ahí se instalaron normandos, mercenarios desde comienzo del siglo XI, que
redujeron a el dominio bizantino a solamente alguna ciudades: Bari, Brindisi o Tarento.
Los acontecimientos del sur son decisivos en la ruptura entre la Iglesia Romana y la Oriental. La
protección de la Sede Romana sobre los normandos que va desde el reconocimiento de su
dominio en Apulia y Calabria, al otorgamiento de Sicilia y la ratificación de Reino por Inocencio II
en 1139.

3. FEDERICO BARBARROJA: PRIMERAS ACCIONES DE GOBIERNO:


La elección de 1152 enfrentaba nuevamente a las dos (2) familias rivales de 1125, Welf y Staufen.
Los Welf liderados por Enrique el León, duque de Sajonia y por los Staufen Federico Barbarroja,
hijo de Federico el Tuerto y de Judit hermana de Enrique el Soberbio.
Fue elegido porque ven en él las esperanzas de reconciliación en el Imperio: ya que une ambas
familias por sus padres. Además de que su rival le da temor a la nobleza.
Era el candidato adecuado por edad (rondaba los treinta años), su conocimiento de gobierno en la
administración de sus estados y la colaboración con su tío en el gobierno de Alemania, sumado a
su experiencia militar y prestigio personal por su participación en la Segunda Cruzada.
Tenía como proyecto restablecer el poder monárquico en Alemania y devolver a la dignidad
imperial su prestigio en ambas entidades territoriales.
Contaba con recursos escasos. Los recursos económicos procedían de sus propiedades privadas
pero contaba con cuatro (4) instrumentos de acción: por su título era el árbitro de las querellas y
podía ejercer la justicia; por el concordato de Worms tenía posibilidades de intervenir en asuntos
eclesiásticos; cooperación con la nobleza; y los recursos que ofrecía el derecho feudal.
Al Pontificado le prestaría apoyo pero esperaba lo mismo de él para cumplir con sus aspiraciones
en Alemania e Italia. También aspiraba a someter al reino normando.
En su primera carta a Eugenio III le comunico su elección sin pedirle confirmación, su deseo de
apoyarle frente a sus enemigos además de su intención de restaurar en su plenitud la dignidad del
Imperio.
Por su parte Eugenio III solo recordó su petición de ayuda. Federico no podía abandonar Alemania
por lo que solo expreso sus intenciones al Pontífice y mostro su respeto a la opinión de la nobleza.
Comenzó a afirmar su autoridad en Alemania luchando contra el desorden, utilizando los resortes
previstos en el acuerdo de Worms, construyendo castillos y haciendo presente su autoridad en
todas partes mediante agentes fieles a su persona.
En marzo de 1153 firma el acuerdo de Constanza con tres (3) puntos esenciales: cooperación en la
mutua defensa y reconocimiento de las respectivas esferas de poder espiritual y temporal; alianza
contra Bizancio al que nunca se permitiría que dispusiese de nuevo territorios en Italia; y poltica
común en Italia con apoyo al Pontífice frente a sus súbditos rebeldes y compromiso de no acordar
por separado con el reino normando.
Esta idea de una nueva expedición a Italia tenía resistencias de la nobleza alemana para quien la
empresa resultaba incomprensible. Recién en octubre de 1154 pudo hacer acto de presencia en
Italia al frente de una brillante pero escasa expedición, sin dificultades pero tampoco con cálidas
recepciones.
Instalado en Roncaglia reunió una Dieta, en diciembre, con objeto de dar un primer orden a Italia.
Pretendía reforzar a ala alta y baja nobleza, para así robustecer la monarquía. También recogió las
quejas de algunas ciudades contra Milán, con el propósito de limitar los ambiciosos proyectos de
la ciudad lombarda.
Lo primordial era la coronación imperial. El nuevo pontífice, Adriano IV (1154-1159) tiene una
prevención del rey de los Romano, aunque sobre animo pesa la mala situación de Roma y el
deterioro de sus relaciones con los normandos, que derivan en guerra abierta desde junio de
1155.
Federico era coronado rey en Pavía (abril de 1155) y Adriano IV decretaba el entredicho contra la
ciudad de Roma y se retiraba a Viterbo. El senado para no perder peregrinos prometió abandonar
las instituciones republicanas y condeno al exilio a Arnaldo de Brescia.
Federico rechazo propuestas de los romanos de que recibiese la corona imperial de manos de los
funcionarios de la ciudad y no de las del pontífice, aunque se debe tener en cuenta que para él no
tenía sentido recibir la corona de manos de sus súbditos.
Federico y Adriano se entrevistaron a comienzos de junio en Sutri. Allí se preparaba la coronación
imperial, que se realizó días después en Roma en un ambiente hostil.
Al día siguiente de su coronación cumplidos sus objetivos en Italia, salió de Roma seguido del
Pontífice. No atendió a las peticiones pontificias, ni a las propuestas bizantinas de una acción
conjunta contra el reino de Sicilia. Solo adopto medidas militares contra Spoleto, que pago sus
impuestos en moneda falsa, y administrativas contra Milán.
En septiembre de 1155 estaba de regreso en Alemania habiendo sido coronado en Italia además
de poder conocer su realidad, concluyo que cuando regresara debía hacerlo acompañado de
demostraciones de fuerza y dejando atrás una Alemania pacificada.

4. EL PROGRAMA DE RONCAGLIA:
Resuelve el enfrentamiento con los Welf devolviendo Baviera a Enrique el León. Se casó con la
condesa de Borgoña, Beatriz (junio de 1156), lo que le permitiría intervenir en los asuntos de este
condado.
En Italia un sector de la Curia opinaba que el Concordato de Constanza no favorecía al Pontificado
además lo dejaba desprotegido ante las ambiciones del emperador. Y para ellos la solución a esto
era un acercamiento con los normandos para solucionar los problemas con ellos, obtener su
protección y fijar un límite a los planes del emperador.
El nuevo monarca normando, Guillermo I (1154-1166) ofrecía una postura conciliadora y solicitaba
negociaciones que llegaron luego de acciones de fuerza por parte de los normandos.
Firmaron el concordato de Benevento en 1156 que violaba el concordato de Constanza. El acuerdo
reconocía a Guillermo I y a la totalidad de sus estados, también recogía la superioridad del
Pontífice y su autoridad sobre las iglesias de la península.
Este acuerdo enojo a Federico que debía actuar sobre Italia, la nueva expedición tenia como
objetivo esencial a Milán.
Pero antes adopto medidas de tipo económico y político para cerrar los problemas a sus espaldas
y tener recursos para la expedición. Con esto en mente reunió a la Dieta imperial en Besacon,
donde fue en febrero de 1157 para tomar posesión del patrimonio de su esposa.
Durante sus sesiones se produce un incidente diplomático con la Sede Romana, provocado por el
Pontífice que no quería una postura conciliatoria porque eso le facilitaría al emperador el dominio
de Italia.
El incidente consistió en la prisión de un obispo sueco, arzobispo de Lünd, por un borgoñón vasallo
de Federico, el cual no intervino a pesar de las peticiones pontificias. Ante esto el pontífice le envió
una carta a la Dieta recapitulando sus obras por el emperador y asegurando mayores beneficios si
se le presta ayuda.
El Pontífice resalta que la corona fue entregada por él por lo que puede ser quitada, además de
que el termino beneficium podía tomarse en sentido técnico y restringido de feudo, lo que
convertía al emperador en vasallo del Pontífice. Por esto se les pidió a los enviados que salieran
del reino.
Estos sucesos mostraban la irritación de Federico y acusaba al Papa de turbios manejos contra su
proyecto político. Pero el episcopado alemán convencido de la violación del concordato de
Constancia y de la mala voluntad pontificia no cambio de opinión en favor del Papa ni la nobleza
alemana.
El Pontífice tuvo que retroceder y explicar la ambigüedad del termino beneficium mientras
Federico seguía preparando la expedición a Italia, llegando con el gran ejército imperial en julio de
1158.
El objetivo era someter a Milán y organizar Italia del norte con la menor resistencia posible. Milán
se rindió luego de un sitio de tres meses. A cambio Milán mantendría sus cónsules elegidos pero
investidos por el emperador.
Para la organización del norte de Italia convoco a la Dieta de nuevo en Roncaglia, en octubre de
1158. Ella realizo una serie de decretos que organizaban la organización del reino, con el
gobernador se nombraba un archicanciller, se prohibían ligas urbanas y se situaba un podestá
imperial al frente de cada institución municipal.
Se pidió a juristas de Bolonia la redacción de derechos imperiales que habían sido usurpados,
presentando la lista el 11 de noviembre. Eran beneficiarios de ellos quienes pudiesen acreditarlo
con documentación o quienes lo recibieron de modo gracioso. La medida afecto sobre todo a las
ciudades, menos a los obispos, pero esto no preocupaba a Federico que pretendía controlar en
adelantes las elecciones.
Como eco de las medidas algunas ciudades se situaron de lado del imperio; otras las admitieron
por su carácter transitorio, la mayor parte lo vio como sometimiento de Italia al Imperio. También
hubo las que iniciaron revueltas, Milán entre ellas.
El Pontificado por supuesto lo vio como una amenaza por lo que Adriano IV reforzó su relación con
Guillermo I que aporto recursos para fortificaciones de Roma. También intento atraer al
emperador bizantino, al círculo de enemigos de Federico y alentó la resistencia de las ciudades del
norte.
En 1159 dos cardenales presentaron en nombre del Papa unas peticiones que eran un ultimátum:
libertad de los Estados Pontificos y la no prestación de vasallaje por parte de los obispos italianos.
La Curia estaba dividida un sector minoritario, alemán, partidario de un acercamiento con
Federico, otro mayoritario, italiano, a favor del enfrentamiento. En este contexto muere Adriano
IV siendo su sucesión de gran importancia.

5. LA CULMINACIÓN DE DOMINIUM MUNDI:


Reunidos los cardenales el 7 de septiembre, se notaba la división con Rolando Bandinelli
encabezando la mayoría italiana y a Octaviano de Montecelli jefe del sector minoritario alemán.
Bandinelli tomo el nombre de Alejandro III y Monticelli el de Víctor IV. El panorama se complicó:
los partidarios de Víctor IV lograron revestirle del manto pontificio y presentarle a la aclamación
de los fieles mientras los partidarios de Alejandro III se refugiaron en Trastévere y luego huir de
Roma.
Federico aprovecho esta doble elección para ejercer su papel de emperador, para esto pidió
opinión de los obispos italianos y alemanes y escribió a los soberanos cristianos para tomar una
decisión conjunta en Pavía en enero de 1160.
Las sesiones comenzaron el 5 de febrero, la asistencia fue escasa y dentro de la jerarquía alemana
hubo ausencias importantes. Estuvieron a favor de Víctor IV debido a las acciones contrarias del
Pontífice contra el imperio.
Aunque este papa imperial no tuvo partidarios fuera de Alemania y varios sectores dentro de ella
se le oponían. Pero lo que le importaba a Federico es que ya contaba con un papa al que defender,
además de que Alejandro III lo sentencio con la excomulgación.
Los proyectos de Federico eran asentar su autoridad en el reino de Italia, aislar a Alejandro III,
dominar Roma e instalar a Víctor IV allí, también debía resolver el problema de Sicilia.
Durante 1160 Federico combatió Lombardía, desde mayo de 1161 cerco a Milán que resistió hasta
el 1 de marzo de 1162, que fue totalmente destruida y sus habitantes evacuados. Toda Lombardía
se sometió y se aplicó lo acuerdado en Roncaglia.
Ahora Federico tenía como objetivo el reino de Sicilia pero su campaña se canceló porque a
Alejandro III se trasladó a Francia para huir y obtener el apoyo de las monarquías cristianas. Por
esto el emperador tuvo que ver la manera de neutralizar la iniciativa diplomática de su oponente.
Se acordó realizar una entrevista pero Luis VII (1137-1180) no acudió porque ya había decido de
antemano a que papa apoyar ya que el concepto de imperio de Federico lesionaba las monarquías
nacionales. Alejandro III fue reconocido por Luis VII y Enrique II (1154-1189).
Federico vivió a Alemania para obtener apoyos y dejar resueltos posibles problemas antes de
intentar nuevamente entrar en Italia.
Comenzó combatiendo a unas ciudades que habían formado una liga inspirada por Venecia que
temía las consecuencias para sus intereses comerciales de la presencia alemana en el sur de Italia
y de los acuerdos imperiales de Génova.
En abril de 1164 el papa imperial, Víctor IV, había fallecido y fue reemplazado por un cardenal de
su facción que tomo el nombre de Pascual III (1164-1168).
Un conflicto entre Enrique II y el arzobispo de Canterbury, Thomas Becket, antiguo canciller
permitió una ofensiva diplomática que Federico emprendió con una postura conciliadora.
Enrique II no pudo aceptar directamente lo propuesto por Federico pero dejo claro que podian ser
aceptadas. En la Dieta de Wurzburgo reunida por Federico en mayo de 1165, juro no reconocer a
Alejandro III ni a sus sucesores y le pidió o mismo a los suyos.
La Dieta constituye la formulación del dominium mundi: Federico era el heredero directo de los
Cesares romanos y carolingios. Se exalto la figura de Carlomagno que fue canonizada el 25 de
diciembre de 1165 por Rainaldo de Dassel. A Pascual III se le pidió asistir.
En noviembre de 1165 volvió Alejandro III a Roma. Y comenzó a tomar decisiones en contra del
imperio: nombro un arzobispo de Milán cuanto esta ciudad había sido destruida, estrecha
relaciones con el imperio bizantino y trata de estabilizar el reino de Sicilia.
Para Federico era importante llegar a Roma pero para ello debía resolver problemas en el norte de
Italia, logro llegar a finales de julio.
Federico propone la abdicación de los dos papas para realizar la elección de uno nuevo. La prevista
negativa de Alejandro III fue utilizada como propaganda imperial, por lo que debió huir y el
emperador aprovecho para ser nuevamente coronado en San Pedro.
Tuvo un éxito corto debido a que una peste azoto a comienzos de agosto al ejército alemán. Ante
estos tuvo que retirarse hasta Pavía y dejaba un ambiente de rebeldía.

6. FRACASO DE LOS PROYECTOS ITALIANOS:


El foco de agitación era Lombardía: Barbarroja tenía los enemigos de siempre y los que
reconociendo sus derechos en la Península estaban descontentos con los métodos empleados.
Al llegar a Pavía se le informo que habían sido expulsados de las ciudades muchos gobernantes
alemanes; se ha decidido la reconstrucción de Milán y se ha constituido una nueva Liga lombarda
que perseguía la restauración de las libertades ciudadanas en la forma en que se hallaban en la
época de Enrique V, Lotario III y Conrado III.
A esta declaración de guerra Federico no podía hacer frente. Detecto en su reino de Borgoña en
marzo de 1168 un clima favorable para Alejandro III además de también internacional se
debilitaba su posición.
En su estancia de seis (6) años en Alemania trato de garantizar el futuro de su dinastía para lo que
logro la elección como rey de los Romanos de su hijo Enrique.
En esos seis (6) años creció y se fortaleció la liga longobarda y manifiesta su solidez con la
fundación de una ciudad a la que llamarían Alexandria. Funcionarios municipales y clérigos fieles a
Alejandro III sustituían a los imperiales.
Los defensores del poder pontificio sobre el imperial eran los güelfos que también defendían las
libertades urbanas, provenientes de la burguesía basada en la actividad comercial. En cambio los
gibelinos eran la nobleza que sostiene los valores feudales, defendían además la primacía del
poder imperial.
En Italia el poder de Alejandro III se fortalecía pero no podía dominar Roma donde se reinstalaba
en 1168 Pascual III que sería sucedido por Calixto III (1168-1178). La liga peligraba por los intereses
contrapuestos de sus miembros.
En 1174 Federico volvía por quinta vez a Italia. Cercó Alexandria la cual resistió. Con la llegada de
un ejército de la liga tuvo que retirarse a Pavía donde llego a un armisticio en abril de 1175.
En la reorganización de su ejército sufre de falta de recursos económicos y de falta de ayuda de los
nobles alemanes.
Emprende la guerra en la primavera de 1176, pretendía atacar Milán pero los ejércitos se
encontraron antes. El ejército imperial fue derrotado por lo que Federico busca una solución
negociada.
Logro un acuerdo con el Pontífice en el que se comprometía a reconocerlo como legitimo papa y
devolverle a la Sede Romana la herencia de la condesa Matilde, a cambio de la aceptación de los
nombramientos que el emperador había hecho durante la ruptura y se acordaban negociaciones
entre él y las ciudades. Se anulaban sentencias, excomuniones, se liberaba prisioneros y se
devolvía territorios ocupados.
Federico hacía concesiones importantes pero adquiría fuerza y apoyo para negociar con las
ciudades longobardas. Federico buscaría acuerdos con algunas ciudades de la liga y así minar la
solidez de las más reacias en llegar a acuerdos.
En julio de 1177 se acuerdan unas treguas conocida como la Paz de Venecia. En ella establecen
treguas de quince (15) años con Sicilia y de seis (6) con la liga, se reconoce a Guillermo I como rey
de Sicilia y se ratifica el contenido de la Paz de Anagni. Con la Paz de Venecia la autoridad imperial
salía reforzada y la liga debilitada.

7. UNA NUEVA ORIENTACION POLITICA:


La paz de Venecia abría una nueva etapa de la política imperial. Federico recorre triunfante su
reino de Borgoña y su reino italiano y regresa a Alemania en octubre de 1178. Allí pretendía
castigar a Enrique el León que no lo ayudo, este debía ser ejemplarizante pero irreprochable en su
legalidad.
La aplicación de la paz de Venecia creaba problemas especialmente en Alemania donde muchas
sedes tenían duplicidad de obispos uno de cada obediencia y los reajustes eran complejos.
Ante la Dieta de Spira, en 1178, varios nobles vasallos de Enrique el León se quejaban del trato
recibido por su señor. Ante esto emperador decidió intervenir como garante de la paz; al hacerlo
dejaba de lado la actitud conciliadora que había permitido un acercamiento entre ambas familias.
Pero esta era la oportunidad de castigar al jefe de los Welf.
Emprendió un doble proceso contra su primo. El primero territorial basado en quejas de nobles de
usurpaciones, como rey lo declaro enemigo de la paz pública y fue condenado al destierro. El
segundo es feudal ya que como vasallo del emperador venia actuando en su contra, como castigo
se le confiscaron los feudos y sus alodios (enero 1180).
S produjo un reparto de los bienes confiscados que suponía una reorganización de Alemania.
Sajonia para Bernardo de Anhalt; parte occidental de Sajonia se unía al arzobispado de Colonia,
convirtiéndose en ducado de Westfalia, adscripto a la sede arzobispal y unido a la corona; Baviera
fue para Otón de Wittelsbach, Lübeck se convertía en ciudad imperial.
Enrique apelo a las armas pero no fue muy secundado por lo que fue vencido con facilidad. Solicitó
el perdón imperial en la Dieta de Erfurt en noviembre de 1181 pero Federico no le podía perdonar
porque no podía devolverle los feudos ya distribuidos. Le devolvió sus alodios de Brunswick y
Luneburgo pero mantuvo el destierro por tres (3) años. Cuando vuelva en 1185 el jefe de Welf
habrá dejado de ser peligroso.
Con la preocupación en Alemania se mantuvo corteses relaciones con Sicilia, en Lombardía actúa
gran parte de agentes imperiales. Con la muerte de Alejandro III en 1181 se volvió más fluida las
relaciones con la Sede Romana.
A finales de 1182 para alcanzar un orden al norte de Italia se destruyó simbólicamente y tuvo una
nueva fundación, la ciudad de Alexandria, con el nombre de Cesarea.
La paz definitiva era publicada en la Dieta de Constanza en junio de 1183. Se reconocía la fuerza
del hecho urbano pero el poder imperial mantenía su autoridad y reforzaba el papel arbitral, que
le daba ventaja para la negociación con el Pontificado.
En cuanto al reino de Sicilia se acuerda reconocer la monarquía normanda y le promete apoyo
frente a acciones de los bizantinos. Además se concierta el matrimonio con Constanza tía de
Guillermo II y heredera del trono.
Se inician conversaciones con Lucio III (1181-1185) sin avances, este muere y es sucedido por
Urbano III (1185-1187) que proveniente de Milán no plantea una mejora. Pero con la muerte de
Urbano III el ambiente se suaviza con Gregorio VIII (octubre- diciembre de 1187) y se normaliza
con Clemente III (1187-1191).
La cruzada venía a ser la culminación de su programa imperial de dominuim mundi.

8. LA CRUZADA:
El 4 de julio de 1187 el sultán Saladino vencía a los cristianos de Tierra Santa en la llanura de
Hattin, tras ella se rendían las posiciones fundamentales del reino de Jerusalén. Estos
acontecimientos sacudieron la conciencia europea.
Pero antes de solucionar eso se debía pacificar el occidente, entre Felipe Augusto de Francia y
Enrique II de Inglaterra; entre el papa y el emperador. La buena situación con el Pontificado
favorecía a Federico que en diciembre de 1188 decide tomar la cruz. Comenzando la organización
de esta empresa y la organización del gobierno en su ausencia los próximos meses.
Como decidió el camino terrestre realizo una previa acción diplomática para evitar los males de la
segunda cruzada en relación con el abastecimiento de los expedicionarios y las relaciones con las
poblaciones situadas en el itinerario.
20 mil hombres se reúnen en Ratisbona en mayo de 1189, respondiendo al llamado del
emperador. En el camino algunos ataques de siervos y búlgaros retrasaron el avance aunque
llegaron a la frontera bizantina en agosto sin incidentes importantes.
En este trayecto empezaron las dificultades el emperador bizantino Isaac Angel temía que el
alemán quisiera conquistar Bizancio. Además de que su presencia afectase sus contactos con
Saladino que prometían ampliar su territorio y ver reconocidos sus derechos sobre los Santos
Lugares.
La tensión se resolvió mediante negociaciones: los griegos pusieron a disposición de los
expedicionarios, que no pasarían cerca de Constantinopla, víveres y barcos para pasar a Asia.
En Asia Menor los problemas se dieron con el sultanato de Iconio, que advertidos por Saladino
veían a los cristianos como una amenaza. La expedición cruzada tomo Iconio al asalto y forzó al
sultán a proporcionar víveres y garantizar el paso a los cruzados. Todo parecía resuelto pero
cuando el ejército vadeaba el rio Selif el emperador cayó de su caballo y murió ahogado.
La muerte de Federico marcaría el fin de la expedición que significaba la culminación del
dominium mundi. Su vida y muerte proporcionarían elementos esenciales para la construcción de
la leyenda del emperador de los últimos tiempos.
Su muerte le permitió quedar como gran vencedor ya que sus empresas no podían ser concluidas:
la cruzada no podía ser exitosa debido a que quizás conquistaba Jerusalén pero no podría
defenderlo; mientras que el dominium mundi va a propiciar años de enfrentamiento entre el
Pontificado e Imperio para acabar eclipsándose como formulaciones de poder universal.

2. LAS MONARQUÍAS FEUDALES.


CAPITULO 19: LAS MONARQUÍAS FEUDALES (PRIM BERTRÁN ROIGÉ)
A partir de mediados del siglo XI, tras el fin de las segundas invasiones, los territorios de Europa
occidental van aparecer nuevas orientaciones políticas e ideológicas. La iglesia se emancipa del
poder laico, mientras el Papado reafirma su autoridad por encima de reyes y el emperador,
abriendo así la “querella de las investiduras”. En lo político se destacan nuevos poderes surgidos
de la desintegración del imperio carolingio de las incursiones normandas en Inglaterra o Sicilia.

1. LOS PRIMEROS CAPETOS:


En Francia a finales del siglo X se realizaría la elección de Hugo Capeto en 987 que aseguraba la
unidad moral de un territorio distribuido en varios principados, algunos tan o más importantes
que los dominios reales. El espacio francés conoció y padeció el proceso de usurpación de regalías,
que algunas quedaron en manos de los príncipes territoriales.
Los primeros Capetos (Hugo y Roberto) consolidaron su dominios territoriales situados entre
Soissons y Orléans, zona fértil y atravesada por rutas comerciales. También asociaron al trono a
sus hijos asegurando su sucesión y conservaron la alianza con la Iglesia. También lograron realizar
una biografía que los presentaba como monarcas modélicos e incluso con poderes taumatúrgicos
para acrecentar el prestigio popular de la monarquía y la consolidación de su autoridad.
El hijo y sucesor de Roberto, Enrique I (1031-1060) se enfrentó a una guerra civil causada por sus
vasallos, conto con la ayuda del duque de Normandía que luego cambio por el conde de Anjou.
Pero este cambio de alianzas le costó las derrotas de Mortemer (1054) y Varaville (1058). Le
permitió garantizar la continuidad dinástica coronar a su hijo Felipe y colocarlo bajo la tutela de su
cuñado Balduino V de Flandes.
Pero el largo reinado de Felipe I (1060-1108) puede considerarse como problemático y de
debilidad monárquica. Utilizó sus derechos soberanos para acrecentar sus dominios. Tomo
iniciativas en el proceso de restauración y consolidación de la autoridad real al rechazar la
suscripción de sus diplomas por los nobles y sustituirlos por la firma de los altos oficiales palatinos
que no representaban otro poder que el de la corona. Pero se equivocó al enfrentarse a la Iglesia y
ganarse la enemistad del papa reformador Gregorio VII y de gran parte del clero francés por el
rapto y adulterio con Bertrada de Montfort, esposa de Fulco Rechin, conde de Anjou. Solo
enfermo y anciano decidió cederle el trono a su hijo Luis VI (1108-1137).
Este monarca inicia la recuperación definitiva del poder y el ascenso de los Capetos en el trono de
Francia. Adopto medidas convenientes de cada momento. Supo elegir a sus consejeros, el
corrupto Étienne de Garlande y luego el abad Suger de Sait-Denis, restaurador y administrador del
patrimonio real además de cronista oficial del reino.
Luis VI supo defender y consolidar una indiscutida preeminencia ante la pequeña y alta nobleza. El
triunfo sobre los nobles que aterrorizaban a clérigos y campesinos, intervención en los feudos y
principados, defensa y aplicación de la justicia real cancelaba una etapa de ilegalidades que era
sustituida por el nuevo orden feudal. De esto nacía cierta lealtad real. Se puso a prueba en agosto
de 1124 cuando Enrique V invadió tierras del reino, el país entero se levantó y fue considerado
como el primer indicio colectivo de sentimiento nacional.
Favoreció las aspiraciones del movimiento comunal, siempre y cuando fuera el de las grandes o
pequeñas señorías laicas o eclesiásticas; de esta forma colaboraba a su debilitación.
Protector de la Iglesia y de los papas reformadores, no dudo en acoger dentro de su país a los
pontífices perseguidos por el emperador, favoreció la expansión de las nuevas órdenes monásticas
dentro de su territorio, pero mantuvo el control de las elección de obispos o la costumbre de
apropiarse de las rentas eclesiásticas en periodos de vacante de sus titulares.
Antes de morir casó a su hijo futuro Luis VII (1137-1180) con Leonor heredera de Guillermo X el
señor mas importante de su reino.
Luis VII contaba con todas a su favor sin embargo decidió enfrentarse al papado por el control de
la sede episcopal de Bourges, defendió el proceso de reforma de reforma de la Iglesia y acogió al
papa Alejandro III cuando fue expulsado de Italia por Federico Barbarroja.
Dentro de sus errores esta su permanencia excesiva en oriente durante la segunda Cruzada, pero
el más grave fue el repudio de su esposa Leonor de Aquitania que luego se casaría con Enrique
Plantagenet conde de Anjou y duque de Normandía.
El balance puede considerarse positivo teniendo en cuenta que atrajo la voluntad y fidelidad de
diversos sectores sociales. Dejaba a su heredero, Felipe II Augusto (1180-1223) una monarquía
consolidada, aceptación de los vinculados feudales presididos por la corona, administración
saneada y unos mecanismos de intervención en la vida política sobre los que se apoyaría el nuevo
monarca. Plenitud de la etapa denominada “monarquía feudal”.

2. LA MONARQUÍA ANGLONORMANDA:
Con el fin de la tutela danesa Inglaterra deja de ser el referente del Imperio escandinavo. En 1042
se eligió como rey a un hijo del anglosajón Etelredo, Eduardo el Confesor (1042-1066) el cual paso
su infancia refugiado en Normandía. Su carácter débil y su desconocimiento del reino lo hacían el
menos indicado. Fue manipulado por la nobleza sobre todo por Godwin y sus hijos, siendo uno de
ellos, Harold quien gobernando en su nombre asume como rey al día siguiente de su muerte, 6
enero 1066; robándole el lugar a Guillermo el Normando que era el heredero legítimo.
Guillermo estaba capacitado para asumir su corona por lo que organizo una empresa bélica, esta
salió bien por lo que tras imponerse sobre la nobleza local y conseguir el apoyo del consejo fue
coronado la navidad de 1066, Guillermo el Conquistador (1066-1087).

3. LA OBRA DE GUILLERMO I:
Tuvo que reorganizar el territorio que estaba en manos de la nobleza fiel a Harold. Esto implicó un
cambio social, ya que aplico desde arriba el orden feudal siguiendo lo impuesto en Normandía.
Sustituyo a los barones ingleses por normandos y franceses. Creo una administración
complementaria confiada a personas de probada fidelidad, los sheriff, cuya función equivalía a la
de los vizcondes.
De su gobierno se conserva el “Domesday Book” inventario redactado en torno al 1086 por orden
real, del cual se destaca el detallismo en diferentes datos como el reparto e importancia de
dominios, numero y distribución de los hombres, etc.
Para Guillermo I también fue importante la Iglesia a la cual reforma persiguiendo las practicas
simoniacas y nicolaístas y liberando al clero de la tutela o control de la aristocracia. El papado no
interfiere en las decisiones debido a que estas siguen la línea reformista impulsada desde Roma.

4. LOS SUCESORES DE GUILLERMO EL CONQUISTADOR (1087-1154):


La herencia quedo repartida entre los dos (2) hijos mayores. El primogénito Roberto Courtheuse
recibió el ducado de Normandía mientras el segundo Guillermo II el Rojo (1087-1110) los dominios
de Inglaterra.
Para barones del reino y del ducado la división no era buena idea pero los rebeldes no tuvieron
apoyo por lo que Guillermo II pudo controlar la situación.
Guillermo II tuvo la ampliación territorial del reino de Inglaterra a costas de sus vecinos escoceses
y galeses. En Escocia opto por colocar en el trono al aliado y vasallo Edgar para asegurar la frontera
que llegaba hasta Solway. En Gales la expansión normanda corrió a cargo de los lores de frontera
que penetraron y dominaron en zonas de Gales del sur.
En cuanto a la Iglesia aplico tasas desorbitadas, confisco territorios de forma ilegal y arbitraria para
satisfacer su autoritarismo y sus necesidades monetarias, además de utilizarla para sus fines
políticos.
Este monarca murió en una cacería por una flecha disparada por “accidente” siendo elegido como
sucesor el hijo más joven del Conquistador, Enrique I Beauclerc (1100-1135). Este actuó con
rapidez para que su hermano mayor Roberto no pudiera reclamar. Roberto intentaría
desembarcar pero al no poder fue tomado como prisionero de por vida luego en la batalla de
Tinchebrai (28 de septiembre de 1106). Así quedarían reunificados los dominios de Guillermo el
Conquistador. Enrique I se queda en Normandía para reprimir deslealtades nobiliarias y pacificar el
país, confiando el reino de Inglaterra al obispo de Salisbury, el normando Roger, quien creo un
sistema fiscal innovador y un sistema de justicia con jueces itinerantes que eran ayudados por los
sheriffs locales.
Gravo la renta de un centenar de burgos diseminados por todo el reino por eso les permitió
constituirse en sociedades o gremios de mercaderes para regular el comercio, satisfacer los
tributos exigidos y contar con su propia justicia que entendían en asuntos de su incumbencia,
aunque este último con poca vigencia.
En su proyecto político supo atraer la voluntad de los barones tras promulgar una ley de
coronación que preveía la necesaria enmienda de agravios presentados por los barones nobles y
eclesiásticos. Enfrento a linajes fomentadores de discordia con confiscaciones y destierros como
lo hizo con el normando conde de Shrewsbury o el conde de Mortain. Medidas que garantizaron
paz con la nobleza. Además se casó con la sobrina de Edgar Atheling, antiguo candidato a la corona
de Inglaterra. Este acto fue un gesto de acercamiento de conquistadores normandos y
conquistados anglosajones además de una unión entre la nueva dinastía y la antigua casa real.
Se enfrentó a la reforma gregoriana y con el papa Pascual II. También creo nuevas diócesis en
Carlise y Ely, y permuto el servicio militar por los feudos eclesisticos a cambio del scutage o
compensación monetaria.
En 1120 murio su único descendiente masculino Guillermo de Atheling, lo que fue un problema. Su
única hija Matilde casada con Godofredo de Anjou (o Plantagenet) era mal vista por los barones.
Esto explica que a la muerte de Enrique los barones normandos optaran por el sobrino Esteban de
Blois (1135-1154).
Este contaba con el apoyo de un gran sector de la Iglesia. Supo aprovechar a su valor el hecho de
ser nieto de Guillermo el Conquistador y que su esposa estaba emparentada con Edgard Atheling.
Apoyo a los eclesiásticos, concedió fueros, exento de numerosos y honerosos tributos, le supuso el
apoyo y reconocimiento de Inocencio II. En 1137 consiguió ser investido del ducado de Normandía
por el rey Luis VI de Francia.
Hubo una crisis monárquica manifestada en revueltas como la protagonizada por Roberto de
Gloucester en 1138 en Inglaterra y Normandía, o en la expansión escocesa hasta el Tees y el Eden.
Le siguieron años de anarquía que se agravo con el enfrentamiento con el obispo Roger de
Salisbury. La una enemistad con la Iglesia supuso también la ruptura con el papado y la negativa
del arzobispo de Canterbury de coronar a su hijo que era un niño. Su actitud cambiaria cuando la
nobleza tomara partido por la legítima heredera Matilde. Esteban seria derrotado y capturado en
la batalla de Lincoln (1141) y su heredero fallecería, esto favoreció al hijo de Matilde Enrique. Este
Fue proclamado rey con un imperio más grande que el de su abuelo Guillermo el Conquistador.

5. ENRIQUE II PLANTAGENET (1154-1189) Y LAS VICISITUDES DEL IMPERIO ANGEVINO:


Personaje interesante de la Europa del siglo XII y de la historia de Inglaterra. Con capacidad
política, su carácter singular, sus dotes diplomáticos y habilidad de rodearse de los consejeros y
colaboradores adecuados a cada circunstancia. En Francia recibió una educación caballeresca y fue
buen jurista.
Primeras medidas orientadas a restaurar el orden de los tiempos de Guillermo I y de Enrique I
Beauclerc. Obligo a destruir a barones muchísimos castillos construidos en los tiempos de Esteban
I. a partir de 1166 envió por todo el territorio a jueces formados y reclutados en palacio a ejercer
justicia en nombre del rey, recaudaran impuestos e inspeccionaran la administración de los
condados.
Promulgo las Writes, conjunto variado de normas dirigidas a los sheriffs, y las Assises decretos
promulgados en los tribunales regios de carácter propio y similar a los capitulares carolingios.
Controlo mucho más a los sheriffs y funcionarios de los diversos condados, hasta el sustituirlos por
curiales de fidelidad probada.
Las constituciones de Clarendon (1164) desataron un enfrentamiento con el arzobispo de
Canterbury Tomás Becket, por la disposición que preveía que determinados delitos de los clericós
podían ser juzgados y castigados por tribunales civiles y que no pudiesen apelarse ante el papa sin
permiso del rey. El arzobispo fue obligado a irse de Inglaterra. Enrique II continuo las ofensas
haciendo coronar a su hijo por el obispo de York. Intervinieron el papado y Francia permitiendo
que Becker regresara pero un grupo de caballeros lo asesinaron (29 de diciembre 1170). Ante esto
el monarca realizó penitencia pública y a retractarse de varias disposiciones de las constituciones
de Clarendon y la intervención pontificia en los asuntos de la Inglaterra se hizo más frecuente. La
tumba de Becket se convirtió centro de peregrinajes.

6. LOS PROBLEMAS DOMESTICOS:


Los territorios continentales de Enrique II se denominaron Imperio angevino: estrecho de Calais
hasta los Pirineos. Los hijos del rey recibieron competencias y títulos sobre algunos dominios:
ducado de Aquitania Ricardo (1167), ducado de Normandía y de Anjou Enrique (1170) y Juan lord
de Irlanda (1185). Aun con la fidelidad de un sector de la nobleza y de la burguesía urbana, las
conjuras y revueltas lo acompañaron hasta el fin de su reinado (1189).
Tomo prisionero al rey escoces que apoyo revueltas de condes vecinos, en 1173 y obligo a firmar
un acuerdo en el que se reconocía como vasallo del inglés. Con una bula de Adriano IV se hizo
investir de rey de Irlanda (1169) aunque su dominio no iba más allá de los actuales condados de
Dublín, Meath, Louth y Kildare.

7. REINO NORMANDO DE SICILIA:


En la formación de este reino no hubo operación militar sino que fueron una continuada
intervención de grupos de aventureros normandos sobre regiones política y culturalmente
diversas.
Primera presencia en Italia, 1015, coincidiendo con revueltas antibizantinas en Apulia por
príncipes lombardos o líderes de las ciudades de la Campania. Otros acudieron como ayuda al
duque de Nápoles en lucha con el príncipe de Capua. Dentro de estos grupos la familia Altavilla fue
ganando favores y se convirtieron en los jefes de los normandos. Con ellos la presencia y
dominación normanda se hicieron definitivas. Los papas reformistas los reconocieron a cambio de
que ayudaran al Papado en su lucha contra el Imperio y la práctica de las Investiduras.
La conquista de Palermo (1072) le dio mayor prestigio a los Altavilla, isla riquísima que convertirían
en capital. Al dominio continental e insular en el norte europeo y en el sur de Italia, se le sumaria
la ciudad de Durazno conquistada en 1081 tras derrotar a los bizantinos de Alejo Comneno.
El territorio se dividió tras la muerte de Roberto Guiscardo, pero con Roger II el Grande (1101-
1154) reunifico los territorios normandos continentales e insulares y fue reconocido como rey de
Sicilia por Inocencio II. Entre sus proyectos estaba la consolidación de una especie de talasocracia
(dominio político y económico basado en el dominio de los mares) mediterránea, teniendo el
dominio de los puertos de Sicilia y los de la Apulia y Calabria emprende la conquista de la costa
africana desde Trípoli a Bona.
En la corte de Roger II se hablaba y escribía en latín, griego y árabe pero se utilizaba normalmente
el francés normando.
Con la heterogénea realidad de sus súbditos y territorios Roger II no impuso un sistema
administrativo uniformizado ni centralizado ya que había pactado en la conquista la conservación
de privilegios, libertades y costumbres, garantizando autonomías gubernativas y costumbres
locales que no siempre fueron respetadas. Al igual que Inglaterra un feudalismo impuesto
mediante conquista fue capaz de favorecer la organización y equilibrio con más solidez que en los
países de origen del sistema feudal.
Su hijo y sucesor Guillermo I el Malo (1154-1166) abandono el gobierno en manos del almirante
Maio de Bari, odiado por los barones normando. Este se enfrentó con Adriano IV con el que se
tuvo que aliar para frenar las ambiciones de Federico. Perdió el dominio del norte de África por la
expansión almohade. El sucesor seria su hijo Guillermo II el Bueno (1166-1189) que su reinado se
puede calificar como la edad de oro por la paz interna del reino. Al morir sin hijos el trono paso a
su tía Constanza que se había casado con Enrique, príncipe alemán hijo de Federico I, sería el hijo
de ellos, Federico II quien accedería y conservaría el trono siciliano y la dignidad imperial con el
apoyo del para Inocencio III.

3. LA EXPANSIÓN EUROPEA: LAS CRUZADAS.


Ballard, Alvarez Palenzuela, García de Cortázar y Sesma Muñoz, Mitre Fernández
● Concepto de cruzada
La cruzada es una operación militar cuyo objetivo es religioso, en este caso, auxiliar a la
cristiandad oriental amenazada por el Islam. Se trataba de una empresa que concernía al conjunto
de la cristiandad (oriente y occidente), que pretendía rescatar la antigua herencia y los lugares
santos que se encontraban en este territorio.
● Antecedentes
La situación en oriente se caracterizaba por la existencia de estados poderosos, con una gran
cohesión territorial y una civilización urbana desarrollada. El Imperio Bizantino, en el siglo XI, se
vio debilitado por una lucha entre la aristocracia civil y militar, además se produjeron cambios
dinásticos y tenían que enfrentarse a la amenaza del avance seléucida. Por otro lado, los califatos
árabes comenzaron a desmoronarse por este mismo avance, los turcos seléucidas se apoderaron
de Siria, Palestina y Asia Menor, tras lo cual comenzó una vejación contra los cristianos.
En la Península Ibérica se habían realizado “pre-cruzadas”: la toma de Barbasto en el 1064 y la
encabezada por Eblo de Roucy a instancias del papa Gregorio VII.
● Causas
Las causas materiales están relacionadas a la posibilidad que tuvieron los comerciantes de ampliar
su campo de actividades para comerciar sin mediación de bizantinos y musulmanes. Por otro lado,
los caballeros sin tierra y campesinos vieron en esta empresa la satisfacción de sus deseos de
aventura, el escape del control señorial y la posibilidad de conseguir feudos o tierras, ya que la
presión demográfica en occidente no se los permitía.
Entre las causas ideológicas encontramos, el deseo de acercarse a Bizancio con la intención de
expandir la primacía romana en oriente, atendiendo también el pedido de ayuda militar hecho por
el emperador Alejo Comneno. También la idea de cruzada como una guerra santa y una
peregrinación en armas, las peregrinaciones eran entendidas como ritos penitenciales de
purificación, por lo tanto todos los que participaran de la liberación de lugares santos recibirían el
perdón de sus pecados y quien muriera sería recordado como un mártir
● Las primeras cruzadas
La primera cruzada (1096 - 1099) fue convocada por el Papa Urbano II en el Concilio de Clermont,
a través de una bula pontificia lanza una llamada a soberanos, nobles y caballeros para
embarcarse en esta empresa, cuyo principal objetivo era la reconquista de Jerusalén. Acudieron
altos nobles, sobre todo de la Francia meridional, entre ellos estaban Raimundo conde de Tolosa,
Tancredo, Bohemundo, Roberto Curthese duque de Normandía, Godofredo de Bouillon y Esteban
de Blois; todos formaron un contingente nobiliario del cual fueron exceptuados Inglaterra, por su
mala relación con el papado, y España porque tenían su propia cruzada en la misma península.
El proyecto de las cruzadas también fue acercado a las clases más bajas por el bajo clero, Pedro el
Ermitaño logró juntar masas rurales y urbanas para que participaran a pesar de la oposición del
Papa. Estas masas partieron antes que el otro contingentes, en el camino atacaron varias
comunidades judías, pero luego serían masacrados cuando se enfrentaron a los musulmanes.
En el 1096, partió el contingente de nobles, había dos vías para llegar a Jerusalén, la terrestre por
el Danubio, Serbia, Tracia, Constantinopla y Asia Menor, y la marítima desde Génova, Marsella y
Venecia; esta última era la más utilizada por su mayor seguridad. Para 1097, la mayor parte de los
contingentes estaban acampando afuera de la capital bizantina, fue entonces cuando comenzaron
los primeros roces con el imperio, ya que Bizancio no tenía los mismos objetivos a atacar que los
cruzados. El primero objetivo de estos últimos fue el Sultanato de Rum con capital en Nicea, que
impedía el acceso a Asia Menor, la ciudad fue asediada y finalmente cayó, pero el imperio impidió
la toma de botín, lo cual generó más conflictos.
El segundo objetivo fue Antioquía, para abrir el camino a Siria, se inició un asedio pero
comenzaron a haber conflictos por ver quienes iban a controlar el territorio una vez que cayera,
además los cruzados fueron atacados por la retaguardia y esto los debilitó ya que luchaban sin
ayuda bizantina. Finalmente se llegó a un impasse y se decidió que Bohemundo sería el señor de la
ciudad. El último objetivo fue Jerusalén, dominado por los fatimíes egipcios, los cruzados llegaron
rápidamente siguiendo la líne de la costa y conquistaron la región en 1099, devolviéndola a manos
cristianas.
La segunda cruzada fue convocada en el 1146, la misma estuvo dirigida por los monarcas Luis VII
de Francia y Conrado III, pero fracasó al intentar tomar Damasco.
● Los estados latinos de Oriente
Tras la conquista de Jerusalén varios cruzados retornaron a Occidente, los latinos que quedaron en
el territorio oriental, también llamado Ultramar, estaban rodeados por un litoral hostil pero
comenzaron a organizarse en distintas unidades políticas, que se convirtieron en núcleos feudales.
El Reino de Jerusalén fue entregado a Godofredo de Bouillón, nombrado protector del reino; a su
muerte asumió su hermano Balduino I, quién tomó el título de rey, estableció una configuración
feudal y conquistó varios núcleos costeros de Palestina. También se creó el Principado de
Antioquía y el de Edesa, el condado de Trípoli, la pequeña Armenia y el Reino de Chipre (este
último por Ricardo corazón de León).
Los nuevos señores de cada una de estas regiones recibieron títulos de feudo por el basileus, pero
en casi todos había poca población europea presa de las murallas para evitar el avance musulmán.
El principal objetivo que tuvieron con la formación de estos estados latinos fue la subsistencia de
los mismos, pero en 1187 el sultán Saladino tomó nuevamente Jerusalén ante lo cual en occidente
se convocó a la 3° cruzada.
Federico I Barbarroja decidió tomar la cruz en el 1188 y se embarcó a la cruzada por vía terrestre.
El emperador bizantino temía que se desviará y tomara la ciudad de Constantinopla, pero Federico
solo llegaría a tomar Iconia y moriría en 1190. A pesar de esto, la empresa fue continuada por
Felipe el Augusto y Ricardo corazón de León, estos lograron recuperar algunos territorios pero no
consiguieron una victoria en Jerusalén; aunque sí un acuerdo, Ricardo pactó con Saladino para que
se les permitiera el ingreso a los peregrinos.
● Las cruzadas del siglo XIII
En este siglo tenemos la máxima proliferación de cruzadas, pero también el desgaste de los ideales
de las mismas y la decadencia de los estados latinos en Siria y Palestina. La 4° cruzada fue invocada
por Inocencio III para la recuperación de Jerusalén, pero se terminaría desviando a Constantinopla
que cae en manos de occidente en el 1204 y pasa a formar parte de la órbita de obediencia
romana. Tras un asedio y asalto se saqueó el territorio y se estableció una nueva dinastía a cargo
de Balduino conde de Flandes. Recién en 1261, los bizantinos recuperaron la capital con Miguel
Paleólogo.
La 5° cruzada estuvo a cargo del rey húngaro Andrés II, quien fracasó en el monte tabor, también
el rey consorte de Jerusalén dirigió una empresa hacia el Nilo, pero fracasó. La 6° fue dirigida por
Federico II, quien pretendía establecer un condominio religioso y pacífico entre Jerusalén, Belén y
Nazareth; por otro lado, buscó poner orden a la situación anárquica de latinos en tierra santa.
La 7° cruzada la dirigió Luis IX de Francia a Egipto, apuntaló posiciones en la Siria Franca, pero cayó
prisionero y para ser liberado tuvo que devolver el territorio de Damieta. La 8° también fue
dirigida por él, Túnez era el objetivo, pero la disentería acabó con gran parte del ejército y con el
mismo rey. Para 1250, la Siria Franca tuvo un respiro de la presión del Islam, por la presión que
ejercían los mongoles sobre estos últimos, pero los mamelucos egipcios pusieron en peligro
nuevamente las posesiones latinas. En 1265 el sultán Baibars inicia una ofensiva contra las plazas
de occidente y para 1291 logra la caída de San Juan de Acre (Jerusalén) y la evacuación de Tiro,
Beirut y Sidón, poniendo fin a la presencia occidental en el territorio oriental.
● Repercusiones y valoración
En el ámbito político, a partir de las cruzadas se da la creación de varios estados latinos en oriente,
en la primera se crea el principado de Antioquía (1098 - 1268), el condado de Edesa (1098 - 1144),
el de Trípoli (1099 - 1289) y el Reino de Jerusalén (1099 - 1291) donde se logró establecer una
corona hereditaria y una jerarquía de oficiales y funcionarios. En la tercer cruzada Ricardo corazón
de León arrebató el territorio de Chipre a Bizancio y fundó un reino; y en la cuarta cruzada con la
conquista de la capital del imperio oriental se crea el Imperio latino de Constantinopla.
Desde el punto de vista económico se puede observar el desarrollo de órdenes militares
(templarios y hospitalarios) que alcanzaron gran autonomía y poder financiero, se impulsaron aún
más los intercambios y el comercio de productos entre oriente y occidente, las ciudades marítimas
italianas ampliaron su capacidad de navegación para el transporte de peregrinos y cruzados, y se
enriquecen los intermediarios, pero también se produjo el empobrecimiento de quienes
marchaban a oriente y tenían que vender sus bienes.
En los cultural e ideológico, aumentó el conocimiento de la cultura oriental, se abrieron nuevos
horizontes intelectuales con la ciencia musulmana y el redescubrimiento de la antigüedad griega.
La iglesia latina llega a oriente junto con las órdenes mendicantes, pero se terminaría acentuando
el odio entre la cristiandad latina y la griega; además las cruzadas comenzaron a ser utilizadas por
los pontífices, no sólo contra los infieles, también contra cristianos cismáticos, heréticos y
enemigos domésticos.
● El Islam al término de las cruzadas.
El Islam tuvo que enfrentarse a la amenaza de los mongoles dirigidos por Gengis Kan. En el 1291
lograron expulsar a los francos de Siria y pusieron fin a los intentos de dilatar la cristiandad en
oriente, pero en Hispania su presencia se fragmentó por el avance y reconquista de los reinos
cristianos. Mientras que la dinastía ayyubi en Egipto logró organizar un ejército de mercenarios y
recuperaron el poder en varias zonas de oriente.

4. BIZANCIO EN LOS SIGLOS XI AL XIII.


CAPITULO 17: BIZANTINO: DINASTÍA MACEDÓNICA (JAVIER FACI LACASTA)
LA EPOCA DE BASILIO II “BULGARÓCTONOS” (976-1025):
Este reinado se considera la culminación de esta fase ascendente de la historia imperial. Su figura
se convirtió en un paradigma del buen gobernante. Esto se debió al éxito de sus campañas,
principalmente la que termino con el primer reino o imperio búlgaro, además de su administración
sabia y moderada.
Los primeros años de su reinado estuvieron dominados por revueltas de grupos aristocráticos
feudales que se habían acostumbrado rápidamente al disfrute del poder directo, que otorgaba la
magistratura imperial.
El momento más grave de las revueltas tuvo lugar en 987, cuando Bardas Skleros y Bardas Focas
volvieron a unir sus fuerzas apoyados por la alta aristocracia terrateniente que se oponían a las
actuaciones del joven Basilio. La situación se salvó por la intervención de la compañía de seis mil
hombres llegados a Constantinopla. Los rebeldes fueron vencidos por Basilio y la ayuda de los
rusos, empezando una etapa de colaboración entre bizantinos-rusos, que se manifestó con la boda
del príncipe Vladimir y la princesa Ana, hermana de Basilio.
Realizo campañas hacia la Mesopotamia pero su preocupación estaba en el dominio de la
península balcánica nunca conseguida por Bizancio desde las invasiones eslavas. Alterando la
historia y política militar del Imperio que tuvo hasta ese momento a Anatolia como centro
neurálgico del mismo. Se establece un equilibrio entre provincias europeas y asiáticas, con más
control en las primeras. Esto se rompe con la intervención de los turcos selchuquíes por Oriente
desde mediados del siglo XI. Los reinos eslavos de la Península balcánica no se integrarían al
Imperio y recuperaran en diferentes momentos sus deseos de independencia.
Basilio implementaría una política exterior ofensiva contra los búlgaros, de allí que le llamaran
Bulgaróctonos (exterminador de búlgaros). Su objetivo era la destrucción del Imperio búlgaro
reconstruido por el nuevo zar Samuel, perteneciente a una nueva dinastía. La guerra se prolongó
durante casi treinta (30) años. Basilio dirigía personalmente en ejército pasando fuera de
Constantinopla varios años. Fueron recuperando ciudades y la batalla decisiva fue en el verano de
1014. El ejército búlgaro fue vencido y se produjo el envió de una comitiva de prisioneros casi
todos ciegos. El zar se debilito al presenciar esto y murió poco después siendo seguido luego de la
liquidación del Imperio búlgaro.
Esto ocasionó una reorganización administrativa en la península balcánica dentro de la cual se
produjo la integración completa pero no definitiva de Bulgaria al Imperio.
Basilio moría en diciembre de 1025 tras un largo reinado, dejando un Imperio restablecido y
consolidado aunque frágil en muchos aspectos. Al final de su vida quiso intervenir en Italia y
restablecer las posesiones bizantinas en el sur de Italia. Intento sujetar a la aristocracia militar con
una legislación agraria y fiscal. Fue uno de los últimos emperadores con una visión “tradicional” de
su función, como cabeza de un Estado poderoso y organizado, que iba camino al debilitamiento
del mismo. Su autoridad y prestigio garantizo la continuación de una dinastía que no vería ningún
personaje de su categoría.
LOS ULTIMOS AÑOS DE LA DINASTÍA (1025-1056):
Poco después de la muerte de Basilio fallecía su hermano menor Constantino que dejaba a sus dos
(2) hijas, Zoe y Teodora, quienes llenan los últimos años de la dinastía macedónica.
Los emperadores fueron personajes insignificantes destacando el último marido de Zoe,
Constantino IX Monómaco (1042-1055), solo por durar más años. El primer esposo de Zoe,
Romano III (1028-1034) murió por instigación de su mujer. Le sucede Miguel IV (1034-1041), que
fue sucedido por un año por Miguel V que quiso acabar con las hermanas y fue castigado por el
pueblo. El tercer matrimonio de Zoe fue con Constantino IX Monómaco. El último año de la
dinastía fue gobernado por Teodora sola que moriría en septiembre de 1056 marcaría el fin de una
de la más gloriosa de las dinastías bizantinas.
Esta etapa a pesar de sus deficientes gobernantes gozo de estabilidad del poder, mantenimiento
como una gran potencia, una situación económica al parecer estable y una de las más brillantes
generaciones culturales e intelectuales de la historia bizantina. La interrupción turca y la derrota
de Matzikert en 1071 será una manifestación de que este Estado era un gigante con pies de barro.
Fue importante en esta fase el cisma entre las Iglesias romana y griega, que termino con la ruptura
entre las mismas, con la excomunión del patriarca por legados papales en el verano de 1054. Esta
ruptura no dio señales de ser definitiva, como lo fue. Las fuentes latinas dieron gran importancia a
lo sucedido mientras las griegas ni se ocuparon de la cuestión.
Hasta 1081 en que llegue al poder Alejo I Comneno, no se consolidaría ningún otro grupo familiar
en el trono de Constantinopla. En el periodo de transición se llevó a cabo una lucha entre lo militar
y lo civil. Por esto cuando los turcos selchuquíes o seléucidas que se apoderaron de Bagdad en
1055, e iniciaron una expansión hacia occidente no encontraron la maquina militar que había
dejado Basilio II. La batalla de Mantzikert (1071) significo el inicio de un proceso en que Bizancio
dejó de ser una gran potencia.
BALANCE DE UN LARGO PERIODO:
LA SITUACION ECONOMICA Y SOCIAL: EL PROBLEMA DEL “FEUDALISMO BIZANTINO”:
En este periodo Bizancio tuvo una prolongada coyuntura económica favorable, además de un
crecimiento demográfico que debió ser consecuencia y estímulo para un largo proceso expansivo.
Aunque la economía bizantina conserve en mayor medida la economía urbana, del artesanado y el
comercio nunca dejo de ser abrumadoramente agraria.
El “libro de Eparca” manifiesta la vitalidad de la economía artesal y comercial bizantina. Parece
que la estabilidad monetaria se mantuvo a lo largo del siglo X y gran parte del siglo XI a pesar de la
pequeña devaluación de Nicéforo Focas. Se supone que la prosperidad relativa afectaba al mundo
agrario como al urbano, por la interacción de existente ambos ámbitos económicos.
En torno al problema del feudalismo bizantino con “Historia del Estado Bizantino” de Ostrogorsky
de 1939 aparecía una categorización clara, con una interpretación global y completa de la cuestión
y cuya conclusión era que en el periodo de auge de la dinastía macedónica habían ido
imponiéndose fuerzas feudales de una aristocracia militar que habrían ido minando las estructuras
profundas del Imperio, siendo estas fuerzas las responsables de la posterior decadencia bizantina.
Interpretación ubicada en la órbita de las interpretaciones de Marc Bloch y la Escuela de Annales.
Resulta claro que existen elementos feudales en la sociedad bizantina que alcanzan su completa
maduración. La legislación agraria de los emperadores macedónicos persigue el objetivo de frenar
a esta nobleza militar con rasgos feudales. La conquista del poder por parte de Alejo I Comneno,
en 1081, marca el triunfo de este grupo militar.
En lo que si hay acuerdo es en las peculiaridades de este feudalismo bizantino y en necesidad de
no acudir a modelos esquemáticos y mecanicistas.
LAS INSTITUCIONES POLITICAS: LOS ALBORES DE UN NUEVO ESTADO:
La evolución económica tuvo un reflejo institucional en todos los ámbitos de la vida política,
militar, administrativo o fiscal. El estado themático, gran creación bizantina iniciada en el siglo VII y
que habría culminado en el siglo IX había ido evolucionando desde dentro y liberando una serie de
fuerzas contradictorias con la supervivencia del mismo. Una estructura más descentralizada que
había salvado algunos elementos del estado centralizado romano, como el aparato fiscal fuerte y
relativamente bien organizado. Sustitución de las antiguas provincias por los nuevos thémata. Los
logothétas habían sido en la administración central lo que los strategoi, o generales en jefe de los
thémata con concentración en su persona del poder militar y civil, en la nueva administración
territorial. El estado defendía la pequeña propiedad campesina, civil y militar, concentrada en el
jorión o comunidad campesina, ya que su fuerza y autonomía dependía tanto la defensa como los
impuestos.
Esta protección de la pequeña y mediana propiedad había frenado eficazmente a la gran
propiedad aristocrática, que no dejo de existir.
Las tropas themáticas de soldados-campesinos eran adecuadas para una guerra defensiva, pero no
para una guerra de agresión. Los contingentes móviles apropiados para estos fines y heredados de
las tropas comitatenses habían disminuido su importancia. La expansión militar fue acelerando
este proceso de conversión de tropas fijas en móviles que comenzó en el siglo VIII con Constantino
V. Estos soldados al parecer habían perdido sus parcelas militares por lo que pasaban a depender
de un magnate militar, es decir, que el antiguo aparato militar del estado pasaba a manos de
particulares. Esto ocurría también con las comunidades campesinas que pasaban a depender de
estos mismos señores.
La quiebra casi completa del viejo estado themático se aprecia en el siglo XI.
ASPECTOS RELIGIOSOS Y CULTURALES:
La época macedónica se abre y se cierra con un cisma con la Iglesia romana. Ambas rupturas
tienen sus semejanzas. Son protagonizadas por patriarcas enérgicos (Focio y Miguel Cerulario) con
voluntad de poder y de autonomía respecto al emperador.
Pensemos que esta Iglesia y esta jerarquía jugaran un papel importante en los trágicos años del
imperio latino de oriente así como en la propia recuperación del Imperio en 1261.
En cuanto a lo cultural e intelectual los siglos XI y XII son dos grandes centurias de la cultura
bizantina. Se puede sintetizar este proceso de cambio comparando las figuran de Focio y de
Miguel Psellos que también abren y cierren el periodo macedónico. El primero un enciclopedista,
almacenador de conocimiento. Estamos ante un humanismo cristiano en el que el conocimiento
de las Escritura es más importante que el de los clásicos. Mientras Psellos significa el renacimiento
del platonismo cristiano, pero con concesiones a la estética y al contenido del mundo clásico
pagano. Inaugura una línea de interés por las letras clásicas en su dimensión más pura, aunque
integradas al mundo de valores cristianos.
En medio podemos situar la obra de Constantino VII Porfirogéneta, “libris incumbens” del que
habla de Liudprando de Cremona. Con pomposos títulos latinos, con rituales ceremoniales
imperiales, intento de reconstrucción sistemática de la reforma iniciada por Heraclio y los
conjuntos de consejos dados a su hijo sobre la administración y la vida política. Cerrando su
producción la biografía de su abuelo antes mencionada.
CAPITULO 5 LAS CULMINACIONES Y LOS CAMBIOS EN BIZANCIO Y EL ISLAM (GARCIA DE CORTAZAR
Y SESMA MUÑOZ):
1.2.1 UNAS COMUNIDADES CAMPESINAS EN DEBILITAMIENTO:
Se fortalecimiento de la aristocracia territorial con el paralelo debilitamiento de las comunidades
aldeanas y el aumento de rentabilidad de las grandes explotaciones agrarias, lo que estimulo un
comercio en que los mercaderes latinos participaron en proporción creciente.
- La redistribución espacial de la población: aumento de la demografía en los Balcanes y una
disminución en Asia Menor. La zona oriental del Imperio se fue convirtiendo en un espacio
colonial. La aristocracia laica se vio favorecida por la emigración o la encomendación de
los pequeños propietarios, convirtiéndose en grandes explotadores de la tierra.
- El fortalecimiento de la aristocracia territorial: Basilio II legislo a favor de las comunidades
campesinas y trato de defender la pequeña propiedad pero su política militar exigió
aumentar los recursos del Estado. Este aumento de recursos se dio pidiendo colaboración
a los grandes propietarios a cambio de concesiones y la solidaridad de las comunidades
campesinas en el pago de impuestos por las tierras abandonadas para evitar que cayeran
en manos de la aristocracia, esto último debilito a las aldeas porque fue el Imperio el cual
se debió hacer responsable de aquellas tierras.
- El desarrollo del comercio: resultado de la redistribución de la población y constitución de
una economía colonial en Asia Menor, y también de la dinámica militar, que exigía
movilizar grandes recursos. Los beneficiados fueron los grandes propietarios rurales
además de los artesanos, comerciante y cambistas de las ciudades.
El éxito de armadores, marinos, negociantes y empresarios se tradujo en reivindicaciones
sociales y políticas. Gracias a su fortuna los comerciantes accedieron a la venta de cargos y
dignidades palatinas.
1.1.3. UNA CULTURA BIZANTINA EN LA ESCUELA Y EN LA IGLESIA:
Reinado de Constantino VII fue una de las cimas intelectuales de la historia del Imperio. Luego de
su muerte volvió a alcanzar un nuevo esplendor entre los años 1042 y 1054 con Constantino IX
Monómaco. La cultura tuvo signos de una progresiva intervención por parte de la iglesia, viéndose
esta intervención también en el ámbito de la enseñanza.
Los centros de estudio creados en el Imperio como la escuela palatina gozaban de gran prestigio
en la primera mitad del siglo X para caer en decadencia después.
1.2. La egeización del Imperio y la primera muerte de Bizancio.
La historia del Imperio bizantino entre mediados del siglo XI y mediados del siglo XIII se suele
dividir en tres etapas por motivos políticos y militares. Primera cierre de la dinastía macedónica y
prologo de los Comneno, entre los años 1054 y 1080. Segunda el siglo de los Comneno entre 1080
y 1185. Tercera la Partatio Romaniae con la intervención latina en el imperio bizantino,
nacimiento de la resistencia griega en Nicea y la expulsión final de los latinos, entre 1185 y 1261.
1.2.1. LA REDUCCION FÍSICA DEL IMPERIO:
En 1056 macedónica se extinguió y al año siguiente Isaac Comneno dio un golpe de Estado, al que
siguieron turbulencias que encumbraron y desposeyeron del trono a cuatro emperadores que no
fueron capaces de afrontar las dificultades que se le presentaron. En 1071 la derrota de Manzikert
en tierras armenias puso en jaque al imperio.
El cuanto a la política interna la aristocracia terrateniente se enfrentó a la de los comerciantes, los
poderes regionales aprovecharon para mostrar su relativa independencia.
1.2.2. EL SIGLO DE LOS COMNENO:
Entre los años 1080 y 1185 la familia Comneno se instaló en el trono de Bizancio y aseguro una
línea de legitimidad dinástica. Su continuidad fue un reflejo de una cierta recuperación del
imperio. Los primeros signos fueron el crecimiento de la población. Se amplió la superficie de las
tierras puestas en explotación que estaban mayormente en manos de los grandes terratenientes
favorecidas por las reformas fiscales. Por el impulso que dio a dos instituciones pronoia (cesion en
usufructo de una tierra de titularidad publica y sus parecos o colonos “demosiarios” a un gran
propietario a cambio de su compromiso de explotarla y en caso de guerra aportar hombres y
equipo militar) y la charistiké (cesion por parte de las autoridad imperial del usufructo de un bien
de propiedad eclesiástica a un laico, a cambio de restaurarlo y de sostener a los monjes).
Con la explotación agraria incrementada por el crecimiento demográfico también aumento la
demanda de productos textiles, metálicos o de la construcción y animo a mercaderes venecianos,
genoveses y pisanos a instalarse en núcleos urbanos más desarrollados reactivando así el
comercio.
En el aspecto social se vivio el doble fortalecimiento de las relaciones horizontales (las solidarias)
de la aristocracia bizantina y de los vínculos de dependencia vertical (relaciones feudales).
Con la amenaza turca e italiana la situación se complica con la llegada de cruzados latinos que
primero asustaron a los bizantinos mientras los caballeros fueron extorcionadores y los nuevos
guerreros saqueadores. Estos saqueadores acabaron instalándose en comarcas del imperio o que
este aspiraba a recuperar.
Estos rasgos caracterizaron la historia bizantina del siglo XII pero el que le dio continuidad fue la
restauración de la autoridad imperial por medio del primer Comneno Alejo I, entre 1081 y 1118, y
sus dos sucesores, sobre todo por parte de Manuel I (1143-1180) testigo del florecimiento cultural
de tintes nacionalistas, con una autoafirmación bizantina plasmada en la obra de Ana Comneno,
hija de Alejo I, Alexiada.
Esto fue frenado en 1171 cuando tuvo que renunciar a sus intentos por reinstalarse en el sur de
Italia, cuando se le confiscaron los bienes a los venecianos y Manuel I fue derrotado por los turcos
en la batalla de Miriocefalón que le sirvió al sultán Kilij-Arslan II (1156-1192) para consolidar su
sultanato y poner las bases de lo que acabo siendo Turquia.
1.2.3. LA PARTITIO ROMANIAE: IMPERIO LATINO DE CONSTANTINOPLA E IMPERIO GRIEGO DE
NICEA:
La muerte de Manuel I y la entrada de Miguell VIII en Constantinopla luego de vencer a los latinos
en 1261 sirven de hitos de un nuevo periodo de la historia del Imperio de Bizancio.
Entre 1185 y 1195, la pugna por el trono imperial se saldó con dos golpes de Estado que
debilitaron al Imperio del cual se separaron búlgaros y serbios, mientras los italianos recuperaban
sus antiguos privilegios. En este contexto fue que guerreros latinos que constituían la cuarta
cruzada con destino a Egipto llego a Constantinopla e impusieron en el trono al emperador
depuesto y a su hijo Alejo IV. Las concesiones a los latinos despertaron la furia de los bizantinos.
Esto fue usado por los venecianos en abril de 1204 para asaltar y saquear la ciudad.
El hecho trajo consecuencias trascendentales y el Mediterráneo. Cuatro fueron significativas: la
desaparición del espíritu de cruzada, la exacerbación del antioccidentalismo de los bizantinos, el
enriquecimiento de Venecia y su fragmentación.
El imperio que las fuentes latinas llamaban Romania fue objeto de un reparto: la partitio
romaniae. En Constantinopla los venecianos impusieron un emperador latino, Balduino de
Flandes. Los Comneno lo consiguieron en Trebisonda y los Laskaris en Nicea. En el mismo año del
saqueo Constantino Laskaris, al ser reconocido como emperador por la nobleza y el patriarca de la
capital, quedo convertido en el depositario de la legitimidad imperial. En 1261 Miguel Paleólogo se
proclamó emperador griego de Nicea entró en Constantinopla y fue coronado nuevamente. Con
Miguel VIII se iniciaba la dinastía de los Paleólogo.
CAPITULO 26: DESMEMBRACIÓN DEL IMPERIO BIZANTINO Y APARICIÓN DE LOS MONGOLES (Angel
MOLINA MOLINA):
1. EL DESASTRE DE LA CUARTA CRUZADA:
En 1195 Isaac II fue depuesto, cegado y encerrado en prisión por su hermano Alejo III. Un hijo del
emperador depuesto también llamado Alejo marcho a Italia donde el papa Inocencio III anunciaba
una nueva cruzada, para la que contaba con el apoyo marítimo de Venecia. Fueron los venecianos
y jefes de la empresa, Bonifacio de Montferrato y Balduino de Flandes, los que decidieron desviar
el objetivo y encaminar la expedición a Constantinopla.
Venecia pretendía asegurar su presencia en Bizancio y ponerla al abrigo de los sobresaltos que
habían sufrido en el pasado, los caballeros cruzados actuaban movidos por una animadversión que
se había creado en Occidente con respecto al imperio bizantino además de su ambición personal.
Mientras el papa veía esto como oportunidad para una reunificación de las iglesias y un mayor
compromiso bizantino en la cruzada.
Constantinopla se rindió en julio de 1203. El emperador Alejo III y Alejo IV fue proclamado
coemperador junto a su padre Isaac II. El problema surgió cuando los caballeros cruzados y
venecianos reclamaron lo prometido y el emperador encontró el tesoro vacío. La situación era
compleja, un complot termino con la vida del emperador y fue sucedido por Alejo V. Como
solución se fimo un tratado según el cual Venecia tendría derecho a ganancias territoriales en el
Imperio, y que el nuevo emperador elegiría entre los jefes de la cruzada.
La ciudad fue asaltada en abril de 1024 sin que Alejo V pudiera impedirlo. Este hecho quedo
registrado por muchos coetáneos entre ellos Nicetas Coniates. El papa Inocencio III acuso a los
venecianos de corromper los objetivos de la cruzada.
Los caballeros cruzados eligieron como emperador de los romanos a Balduino de Flandes y como
patriarca latino a Tomas Morosini. Esto hizo que la ruptura entre las iglesias fuera definitiva
además de incitar el patriotismo bizantino que impulso la recuperación que consiguieron los
emperadores de Nicea y los miembros de la dinastía Paleólogo.
2. EL REPARTO DEL IMPERIO:
Luego de la toma y el saqueo el imperio fue repartido siendo protagonista del mismo el dux
veneciano. El nuevo emperador latino Balduino obtenía una cuarta parte, del resto una mitad era
para los venecianos y la otra para los caballeros como feudo.
Bonifacio de Montferrato fundo un reino propio que tenía como centro la ciudad de Tesalónica
abarcando Tesalia y Macedonia. Este reino tendría poca duración por el fallecimiento de Bonifacio
en 1207 contra los búlgaros. Pasando este a manos de los déspotas de Epiro en 1224.
Los venecianos fueron los más beneficiados ya que basaron su poder en la anexión de los más
importantes puertos e islas. Había surgido un imperio colonial de Venecia en Oriente. Dominaban
la vía marítima tenían en sus manos los estrechos y controlaban la entrada a Constantinopla.
Con esta concentración de poder aparece la debilidad del dominio franco. El imperio latino se
desintegro en numerosos principados de mayor o menor tamaño. En la Grecia central y meridional
surgieron principados de considerable extensión cuyo lazo de unión con el Imperio de Balduino
era muy precario ya que sus gobernantes no eran vasallos inmediatos del emperador, sino del rey
de Tesalónica.
La pérdida de centralización originaria y el sistema económico y militar con infraestructura feudal
facilitaron el desarrollo del dominio latino.
La conquista de Constantinopla por los cruzados modifico por completo el panorama político,
social y económico del Mediterráneo oriental y tuvo varios efectos para el futuro. Pone fin al
carácter universal que tenía el imperio, produce en los griegos animadversión hacia occidente que
genera un sentimiento de patriotismo con el cual deseaban volver a sus tradiciones bizantinas. Se
afirma el espíritu griego frente a lo latina y se convierte en una obsesión el deseo de recuperar
Constantinopla para “instaurar el trono de Constantino el Grande allí donde Dios decidió, desde un
principio, que estuviera”.
3. LA RESISTENCIA GRIEGA FRENTE A LOS LATINOS:
Una parte del territorio continúo en manos griegas, estos se ocuparon como núcleos de resistencia
donde se conservaban las tradiciones bizantinas de forma pura.
De forma simplificada, la resistencia se organizó en el Imperio de Trebisonda, donde Alejo y David
Comneno fundaron un estado independiente a causa de la conquista de esa ciudad en abril de
1204. Este imperio surge por un movimiento secesionista que experimento Bizancio durante el
gobierno de la dinastía Angel. David Comneno extendería los dominios a Paflagonia movimiento
frenado por el emperador de Nicea, Teodoro Láscaris. El segundo núcleo se formó en la costa
occidental de Balcanes, un pariente lejano de Isaac III llamado Miguel Angel formo el despotado
de Epiro que luego sería gobernado por Teodoro Angel. Y en tercer lugar Teodoro Láscaris, yerno
de Alejo III, hizo su núcleo en la región de Nicea.
3.1. EL IMPERIO DE TREBISONDA:
Ubicado en la costa sureste del mar negro se había ocupado en abril de 1204 el centro comercial
de Trebisonda por Alejo y David Comneno. Ellos recibieron apoyo de su pariente, la reina Tamara
de Georgia, quien le dio asilo en su corte en la huida del levantamiento nacional de 1185. Alejo se
estableció como emperador mientras David recorrió la costa oriental y fue derrotado por Teodoro
de Láscaris en 1205.
3.2. EL IMPERIO DE NICEA:
Por su cercanía a Constantinopla fue punto de reunión para dignatarios y religiosos que se
rebelaban al dominio latino. Teodoro fue coronado como emperador en el 1208 cuando pudo
elegir a un nuevo patriarca. Este emperador se vio favorecido por la desaparición de los
protagonistas de la cruzada, por esto pudo frenar el avance de los turcos hacia el oeste.
En 1214 firmó un acuerdo con el Emperador latino Enrique I donde delimitaron la frontera entre
ambos imperios.
3.3. TEODORO ANGEL Y EL ESTADO EPIROTA:
Miguel I, primo de Isaac III y de Alejo III sirvió a Bonifacio de Montferrato en su marcha hacia el
norte de Grecia y luego acudió al llamado de un gobernador bizantino de la costa del Epiro. Allí
levanto su reino que también fue lugar de reunión de la tradición griega.
El segundo de los déspotas Teodoro Angel (1214-1230) extendió su influencia por Tesalia,
Macedonia y el antiguo reino de Tesalónica.
3.4. DE JUAN III VATATZES (1222-1254) A LOS PALEÓLOGO:
Con la desaparición del reino de Tesalónica el imperio latino estaba amenazado por los flancos por
dos emperadores griegos y el zar de los búlgaros.
Juan III Vatatzes desplego su reinado motivado por tres objetivos: reconquistar la mayor parte del
territorio de Anatolia que quedaba en poder de los latinos, conseguir el dominio de las principales
islas situadas al litoral de la península y establecer una cabeza de puente en los Balcanes para
amenazar desde allí Constantinopla. Sus éxitos provocaron la alianza entre Teodoro Angel y el zar
búlgaro, Juan Asén II (1218-1241), este entendimiento duro poco. En 1230 el zar ataco y venció a
Teodoro Angel, a quien tomo como prisionero.
En 1254 con la muerte de Juan III Vatatzes, a excepción de la Grecia Meridional y Constantinopla,
en manos de los latinos, el antiguo imperio bizantino quedaba sustancialmente restablecido. Seria
Miguel VIII Paleólogo quien, luego de los reinados e Teodoro III (1254-1259) y Juan IV (1259-1260),
concluyera el proyecto de sometimiento de Constantinopla (1261). Con ello se pone in al imperio
latino y también al de Nicea, pues el emperador bizantino vuelve a trasladar su corte al otro lado
del Bósforo a la ciudad que durante 57 años había sido la meta de sus antecesores.
1. LA EUROPA ORIENTAL, NÓRDICA Y PENINSULAR EN LOS SIGLOS XI AL XIII.
CAPITULO 27: LAS MONARQUIAS ESCANDINAVAS Y LA EXPANSÓN ALEMANA (Maria ASENJO
GONZALEZ):
1. LOS TERRITORIOS DEL BALTICO A FINES DE LA EDAD MEDIA:
Hablamos de los territorios ubicados al borde del mar Báltico que abarca la península escandinava
y los costeros de la gran llanura europea. Estos territorios poseen bosques inmensos, llanuras
favorables para la agricultura y tierras pantanosas. Tienen riqueza minera aun sin explotar.
En cuanto agricultura desde el siglo XIV se encontraba presente en su economía cada fase del
desarrollo económico de dicha actividad. La especialización agraria estaba extendida pero no era
completa y las economías se adaptaban a la práctica del pastoreo o la artesanía. La pesca de
arenques era importante tanto para su consumo como para la exportación y lo mismo ocurría con
los recursos madereros. En estas tierras aún se mantenía el arado romano que solo arañaba las
tierras arcillosas. El rendimiento mejoraba con el uso del arado pesado con reja de hierro que se
usaba en las áreas del Elba y donde se asentaban colonos alemanes.
El surgimiento de las ciudades ayudo a que la economía se dinamizara por el incremento de los
intercambios y el despegue de la artesanía.
Las relaciones serviles se volverían comunes y se reforzarían por el poder que alcanzo la nobleza
en el centro y este de Europa, donde la monarquía se encontraba debilitada a consecuencia de las
rivalidades y luchas políticas de los sucesivos pretendientes al trono. En el siglo XIII muchos
señores habían conseguido inmunidades que excluían la interferencia del poder real entre ellos y
sus renteros.
Las ciudades se vieron afectadas sin el aporte de la corriente de inmigración rural que beneficio a
las ciudades de Occidente.
1.1. LAS CIUDADES EN LA EUROPA CENTRAL Y NÓRDICA:
La historia urbana de estos territorios tiene su complejidad, en un principio las ciudades surgían
donde eran necesarias ubicadas en emplazamientos estratégicos que servían de refugio a los
mercaderes de la zona. Puede que fueran lugar de reunión de mercaderes ambulantes como
aldeas o fortalezas de las tribus germánica, eslavas, escandinavas, además de tener como
referencia monasterios o castillos feudales. Entre los escandinavos estos emplazamientos eran
llamados wik, la mayoría no dieron lugar a ciudades por destrucción o abandono. Entre los eslavos
los grody o ardí eran fortificaciones de tierra usados como refugio en caso de invasiones o guerra.
Entre germanos los burgwalle situados en lugares protegidos por ríos o pantanos, eran rodeados
de foso, talud y empalizada con un solo acceso. Al principio población reducida dedicada a la
manufactura o comercio. Con atracción que generaban en mercares se producían aglomeraciones
que luego tendrían sus propios muros. En algunos casos la ciudad nueva con pobladores del oeste
propiciaban la creación de nuevos barrios que se planificaban alrededor de la plaza de mercado
con calles que se cortaban en ángulo recto. Así surgieron las ciudades de tamaño medio en el siglo
XII.
1.2. INFLUENCIA ALEMANA EN EL MUNDO URBANO DE LA EUROPA BALTICA:
La difusión de lo urbano se potencia desde Alemania durante el siglo XIII, a través de la concesión
de privilegios y de un marco institucional para las zonas menos pobladas de la Europa central. Un
nuevo asentamiento se planificaba en un lugar elegido y se atraían nuevos pobladores con la
promesa de liberarles de las obligaciones arbitrarias, poder disponer de un mercado y contar con
la posibilidad de organizar y administrar sus propios asuntos, e incluso tener un tribunal para
resolver problemas internos. El mercado ocupaba un lugar central ya que era lo más característico.
A pesar de su presencia continua los alemanes se veían separados de los habitantes autóctonos,
ellos en lo político y social constituían una ciudad dentro de una ciudad. La influencia alemana en
Suecia y Dinamarca se mantuvo hasta finales del siglo XV que empezó a declinar, aunque en
noruega siguió hasta el siglo XVI.
2. LOS REINOS ESCANDINAVOS:
A fines del siglo XI había concluido el periodo de invasiones vikingas, las cuales condujeron a sus
nativos a colonizar territorios lejanos más allá de las tierras del oeste y el este de Europa. La
cristianización facilito la aproximación de estos pueblos a las formas de cultura occidente.
Mantuvieron el asentamiento y localización de las tierras en la Península Escandinava y de
Jutlandia, desligándose de los territorios distantes que perdieron contacto en el curso del siglo XII
y XIII. En este primer periodo solo los suecos desplegaron una fuerza ofensiva de expansión que les
llevaron a Finlandia donde había un pueblo de origen tártaro que hablaba una lengua no
escandinava.
Los tres (3) reinos de Suecia, Noruega y Dinamarca tenían en común la lengua y se encontraban
asociados por los vínculos de matrimonios establecidos entre familias nobles y reales. Dinamarca
era una llanura lo que le permitía un excelente contacto con las tierras y hombres alemanes. En los
siglos XII y XIII tenían contactos con otros países europeos pero en el siglo XIV dejaron de
ampliarse para quedar concentrados a sus relaciones con Alemania.
Los reyes daneses controlaban la llanura de Escania al sur de Suecia más allá de los estrechos del
Sund. Y por la proximidad de Alemania quedaron entrelazados con su compleja política. La nobleza
se enriquecía con las tierras y la realeza decaía. Los recursos eran explotados por los alemanes y
generaron una dependencia de los hanseáticos. Mientras Noruega y Suecia con bosques de
coníferas mantenían su riqueza en la minería y las pesquerías.
Desde finales del siglo XIII, en Dinamarca y Suecia, y desde comienzos del siglo XIV en Noruega, los
reyes se vieron obligados a aceptar los derechos absolutos de los magnates que decidían la
elección y el reconocimiento del monarca. Solo en Noruega estaba aceptado el principio
hereditario de sucesión.
La corona danesa entra en un periodo de inestabilidad con la muerte de Eric el Cercenador. Le
solicitaron ayuda al rey de Suecia, dando paso a la unión de ambos reinos. La recuperación danesa
fue lenta y difícil, se retaso por la peste negra (1348-1349) hasta casi medio siglo después, pero
una vez lograda y por la unión de los reinos nórdicos Dinamarca pasó a ocupar el liderazgo en la
zona.
La debilidad de Dinamarca favoreció la unión de Calmar que impulsa Magnus VII Eriksson hijo de
Eric rey de Noruega hermano del rey de Suecia. Con la muerte de ambos parientes mencionados
Magnus VII ve su oportunidad pero solo comienza una contienda entre nobles y miembros de la
realeza. La unión Calmar se alcanzaría en 1397 con el heredero de Alberto de Mecklemburgo y
Margarita, Eric de Pomerania. Esta unión no duraría mucho porque para los suecos simbolizaba el
dominio danés.
Si bien la unidad fue precaria, le unión de Calmar sirvió para contrarrestar la influencia alemana en
Escandinavia y reforzó posiciones y recupero tierras.
3. LA PRESENCIA ALEMANA EN EL BÁLTICO:
El avance alemán sobre las tierras bálticas y de Europa Central responde a su empuje social y
económico detectado en su territorio y que contaba con el respaldo militar de la presencia de
la Orden Teutónica en la zona.
3.1. LA HANSA:
El comercio alemán no sucedió al comercio frisón en la Europa del norte ya que en los siglos XI y
XII solo jugaba un papel menor, debido a que los escandinavos eran países autosuficientes además
de que sus mercaderes frecuentaban las rutas que llevaban a Rusia e Inglaterra.
La presencia alemana se empezó a extender a mediados del siglo XII, donde los alemanes
fundaron la ciudad de Lubeck en 1158. A fines de este siglo ya habían convertido en un mar
alemán. El mercado del pescado fue el punto de arranque para construir un enorme centro
comercial alemán en el sudoeste de Escania.
Despegado ese comercio en expansión, el origen de la Hansa se encuentra en la iniciativa de unos
mercaderes y sectores del patriciado urbano que decidieron ampliar sus redes de intercambio y
desarrollaron un marco informal, heterogéneo y complejo en el territorio de Alemania. Sería la
ciudad de Lubeck la que dio el primer paso hacia esa organización y abrió la posibilidad de una
implantación a lo largo de las costas que posibilitaría la penetración hacia el interior de Europa
septentrional y central. Esta liga va prosperar por la solidaridad étnica capaz de conciliar las
actitudes de individualismo con las de ciudadanía. Su éxito se explica como consecuencia de una
actitud de conquista.
Con el tiempo y al participar en la rueda de las ligas urbanas y regionales la Hansa fue perdiendo
poco a poco algunos de sus caracteres originales. Tras casi un siglo de liderazgo comercial de
Lubeck y durante el interregno alemán por la muerte del emperador Federico II, las ciudades
alemanas iniciaron un proceso de transformación de la asociación comercial simultaneo a la
constitución de ligas temporales. Entre 1270 y 1470 se sitúa la fase más larga y una de las más
brillantes de la historia hanseática.
Su medio social era uno refinado, elitista semejante al de la aristocracia cabarrellesca. Este medio
social fue golpeado por las pandemias del siglo XIV.
La solidaridad de asociación expresada en el término liga se recogía en los registros de impuestos
(pfundzoll) recaudados en circunstancias excepcionales o momentos de crisis exteriores o
interiores, tanto en las factorías del extranjero como en puertos o en controles fluviales, que
colocaban las ciudades hanseáticas.
Desde el punto de vista mercantil se mostraba sensible a las variaciones de la coyuntura y de los
cambios y la reacción era muy rápida gracias a la red de informadores. Esto permitía un
enriquecimiento rápido por los reveces que sufría la competencia representada por ingleses y
flamencos. La historia de los tratados y de las relaciones oficiales de la Hansa con las potencias
marítimas del norte, pone de manifiesto la buena capacidad de adaptación a situaciones que
cambiasen bruscamente.
3.1.1. LA COMPETENCIA INGLESA
La diplomacia y política comercial de Eduardo III y Eduardo IV, reyes de Inglaterra, interfirieron y
perjudicaron la actividad de la Hansa que se vio obligado a tomar actitudes defensivas. Si bien
sufrieron las consecuencias de la política inglesa por la “Guerra de los cien años” las divergencias
recién aparecieron en el siglo XIV con el espíritu mercantilista inglés.
A partir de una amistad con los príncipes de alemanes y de rivalidad con la Hansa por el control de
los estrechos daneses, Inglaterra solo se interesaba por la parte noroccidental de Alemania. Sin el
apoyo de los príncipes alemanes, ni la intervención del pontificado la liga tuvo que defenderse por
sí misma.
3.1.2. EL DECLIVE DE LA HANSA:
La paz de straldsund, en 1370, supuso el sometimieto de Dinamarca que había sido la principal
amenaza para el control hanseático de la ruta Novgorod-Lubeck-Brujas y constituyo el gran éxito
de la Hansa que controlaría el comercio danés y se favorecía de los derechos especiales de
Schonen.
En el curso de los siglos XIV y XV comprobamos que la influencia alemana en el Báltico se batía en
retirada. Se tuvo que enfrentar a una Polonia y a una Lituana más fuerte, el empuje de los reyes de
Inglaterra y del duque de Borgoña en el mar del Norte.
3.1.3. FIN DE LA PREPONDERANCIA ALEMANA EN EL BÁLTICO:
La retirada de la influencia alemana no responde a un ataque organizado, ya que el rey danés
adquirió Holstein era un príncipe alemán, que había sido puesto en el trono por los Holstein
duques de Slesvig; y es igualmente cierto que la nobleza de Suecia y Dinamarca, y las ciudades
escandinavas, se veían enriquecidas con la aportación de las familias alemanas.
3.2. LA ORDEN TEUTÓNICA:
Tras la caída de los territorios latinos en Siria, algunos caballeros de Francia e Inglaterra se
incorporaron a la campaña prusiana y si en Prusia se asentaron los caballeros de la Orden
Teutónica a fines del siglo XII, los caballeros Porta Espada lo hicieron en Livonia pero su poco
patrimonio se integró en el de la Orden.
Las órdenes militares que nacieron en los tiempos de las primeras cruzadas estaban formadas por
caballeros que se instalaron en los extremos de la cristiandad. Ese fue el caso de la Orden
Teutónica volcada en la expansion del cristianismo y el dominio militar fue debilitando.
En cuanto a su estructura social, acabaron convirtiéndose en coto cerrado para las buenas familias
que se repartían los cargos en sus tres categorías de miembros de pleno derecho: caballeros,
capellanes y sargentos. Desde el principio su característica fue la capacidad de compatibilizar
compromiso de la cruzada con las actividades de comercio en el área del Báltico.
3.2.1. LOS COLONOS:
Muchos inmigrantes alemanes en las nuevas tierras de colonización se instalaron en ciudades y se
acogieron a la protección de las leyes municipales que ofrecían mejores garantías al poblador de
las que hubiese encontrado en la mayor parte de Alemania occidental. A cambio de pagar una
renta anual y realizar un servicio militar el nuevo poblador se convertía en vecino y casi en
propietario de una parcela urbana o de una tierra de labor. La sociedad prusiana era
fundamentalmente feudal.
4. CULTURA Y CIVILIZACION EN EL BALTICO:
La religión cristiana difundida por medio de la conquista favoreció la proximidad de las orillas
del Báltico entre si al tiempo que las vinculaba a Europa occidental. Finlandia por ejemplo
empezó siendo pagano y analfabeto con una sociedad fragmentada e ingobernable y en dos
centurias se transformó en una pacífica sociedad católica.
En los reinos escandinavos la formación de clérigos se orientaba hacia la Universidad de Paris,
ciudad a la que se tenía como la metrópoli intelectual del norte europeo hasta el siglo XV en el
cual prosperaron las universidades propias.
Desde el siglo XI los dialectos nórdicos adquirieron fisonomía propia aunque a principios del
siglo XIII mantenían gran semejanza.
La evolución literaria y artística se ajustaba en estos países a los gustos del occidente europeo.
En el arte religioso se constata el predominio del gótico de factura francesa en arquitectura
que se ornamentaba con esculturas y pinturas de maestros alemanes de Hamburgo o Lubeck.
El arte laico ofrece algunas muestras propias en las residencias nobiliarias y castillos
construidos con ladrillo. Las ciudades se atienen al estilo germánico desde el plano hasta las
viviendas.

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