Hijos de la loba

Capítulo 1: El rescate

La noche era oscura y silenciosa, solo iluminada por la luz de la luna llena. El castillo se alzaba
imponente y sombrío, rodeado de un espeso bosque. El castillo era el objetivo de la misión.

En el bosque, cerca del castillo, se movían unas sombras. Eran los miembros del escuadrón
Alfa, Eran hombres lobo, pero no como los demás. Eran especiales. Eran los hijos de la loba.
Tenían collares y relojes que les permitían controlar su transformación. También tenían armas y
equipos que les ayudaban en sus misiones. Eran los mejores. Eran los más temidos. Eran los
más respetados.

El líder del escuadrón era Alfa, cabello blanco y ojos azules. Era el más inteligente y el más
valiente. Había nacido en una familia de cazadores, pero se había convertido en uno de ellos
cuando su familia fue atacada por una manada de lobos blancos. Había decidido usar sus
dones para el bien y se había unido a una organización secreta que luchaba contra el mal. Su
arma preferida era un revólver de 6 tiros.

El más grande y el más viejo del escuadrón era Bravo, pelo corto y negro, ojos café y barba
corta. Era el más fuerte y el más experimentado. Había sido el maestro y el reclutador de Alfa,
y lo consideraba como un hijo. Había sido un soldado en el ejército francés, pero se había
convertido en un hombre lobo cuando fue herido en una misión. Su arma preferida era una
escopeta de repetición.

La mujer del escuadrón era Charlie, una mujer con cabello largo ondulado y negro, ojos verdes
y una figura esbelta. Era la más ágil y la más bella. Había tenido una relación afectiva con Alfa
hace un tiempo, pero ya había terminado. Aunque seguían siendo amigos. Había nacido en una
ciudad grande y moderna, pero se había convertido en una mujer lobo cuando fue atacada por
una pandilla llamada 'los lobos negros'. Su arma preferida era una Magnum calibre 44.

El más joven del escuadrón era Delta, un hombre lobo parecido a un Akita, una raza de perro
muy cercana al lobo. cabello rubio cobrizo, ojos azules y una sonrisa inocente. Era el más
simpático y el más divertido. Lo habían salvado de unos hombres lobo sintéticos que lo
atacaron a la salida del cine. Había nacido en una familia normal y feliz. Su arma preferida era
un subfusil rojo.

Los cuatro se acercaron al castillo, siguiendo el plan que habían trazado. Se dividieron en dos
parejas: Alfa y Bravo fueron por el frente, mientras que Charlie y Delta fueron por la parte
trasera. Su objetivo era infiltrarse en el castillo, localizar el calabozo donde estaba Eco, liberarlo
y escapar. Si los descubrían, usarían sus habilidades de hombres lobo para luchar. Si había más
guardias de los que esperaban, se abrirían paso a la fuerza. Estaban decididos a cumplir su
misión.

Alfa y Bravo se enfrentaron a los guardias del frente del castillo. Usaron sus garras, sus colmillos
y su fuerza para eliminarlos sin hacer mucho ruido. Lograron entrar al castillo y buscar el
calabozo. Charlie y Delta hicieron lo mismo por la parte trasera, pero se encontraron con más
resistencia. Tuvieron que luchar contra varios mercenarios que les disparaban con rifles y
pistolas. Esquivaron las balas y los atacaron con furia. También lograron entrar al castillo y
buscar el calabozo.

Alfa y Bravo llegaron al calabozo y encontraron a Eco. Estaba encadenado a la pared y tenía
signos de tortura. Lo liberaron y le quitaron el collar que le impedía hablar. Eco les agradeció y
les dijo que tenía que entregarles un disco duro con la información que robó al enemigo. Les
dijo que lo escondió en una de las torres del castillo y que tenían que ir a buscarlo. Alfa y Bravo
aceptaron y le dijeron que lo siguiera. Charlie y Delta llegaron al calabozo y se reunieron con
ellos. Se pusieron al día y decidieron ir juntos a la torre.

Capítulo 2: escape

Los cinco subieron a la torre donde estaba escondido el disco duro. En el camino, se toparon
con más guardias y los eliminaron. Llegaron a la habitación y recuperaron el disco duro. Sin
embargo, en ese momento, se activó una alarma y el castillo se iluminó con luces rojas. Una
voz por los altavoces dijo que habían sido descubiertos y que estaban rodeados. Los cinco se
decidieron a salir del castillo a toda velocidad.

Saltaron por la ventana hacia el vacio y corrieron al bosque. Sin embargo, los enemigos no se
dieron por vencidos y los siguieron en vehículos blindados y motocicletas. Los cinco tenían que
cruzar el bosque hasta el claro donde estaba el helicóptero que los esperaba.

El helicóptero era un modelo como los que usaba Estados Unidos en la guerra de Vietnam. Era
de color verde y tenía un lobo blanco en el costado. El piloto era un hombre de mediana edad,
Sigma. con bigote y gafas de sol. Era un veterano de guerra y un experto en vuelos de rescate.
No era un hombre lobo pero por sus habilidades de supervivencia lo conocían como Sigma el
inmortal, Era el contacto que les había asignado su jefe: "luperca", líder de la fuerza mercenaria
conocida por pocos como 'los hijos de la loba', cuando los gobiernos no pueden resolver
conflictos que requieran un alto nivel de sigilo y/o resolución rápida, es cuando contactan a la
organización.

El piloto vio a los cinco llegar al claro y les hizo señas para que se subieran. Sin embargo, los
soldados enemigos también llegaron y les cortaron el paso. Se produjo un tiroteo entre los
cinco y los mercenarios. Los cinco lograron subir al helicóptero, pero no sin bajas. Uno de ellos,
bravo, recibió un disparo mortal y se quedó en el suelo. Los demás le gritaron y le juraron
venganza. El piloto despegó y el helicóptero se alejó del castillo y del bosque.

Los cuatro sobrevivientes y Eco estaban a salvo, pero tristes por la pérdida de su compañero.
Eco les entregó el disco duro que contenía información sobre el plan del Rey Lobo para
dominar el mundo con una máquina que podía crear a hombres lobos artificiales.