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Caso Lituania
Caso Lituania
Este trato contrasta brutalmente con la benevolencia con la que las personas que huían
de la guerra de Ucrania han sido recibidas en la Unión Europea (UE).
“En Irak oímos hablar de los derechos humanos y los derechos de las mujeres en
Europa, pero aquí no hay derechos”, afirmó una mujer yazidí que estaba recluida en el
centro de detención de Medininkai, cerca de la frontera con Bielorrusia.
“Todas las personas que solicitan protección deben ser tratadas con igualdad y respeto.
Sin embargo, las personas con las que hablamos en Lituania han permanecido meses
recluidas de forma ilegítima en condiciones pésimas y han sido sometidas a tratos
degradantes, incluidos los malos tratos físicos y psicológicos. Todas las personas que
están en estos centros de detención deben quedar en libertad inmediata y tener acceso a
procedimientos de asilo justos”, ha declarado Nils Muižnieks, director regional de
Amnistía Internacional para Europa.
“Aunque Lituania ha ofrecido con razón una cálida bienvenida a decenas de miles de
personas que huían de Ucrania, la experiencia de las personas detenidas con las que
hablamos no podría ser más diferente. Esto plantea motivos serios de preocupación
sobre el racismo institucional que está arraigado en el sistema migratorio de Lituania.”
Actualmente hay cientos de hombres detenidos en el centro de Kybartai, que era una
prisión hasta que las autoridades comenzaron a utilizarlo en septiembre de 2021 para
recluir a personas refugiadas y migrantes. El centro tiene ventanas enrejadas, puertas de
seguridad y un alto muro perimetral. Los detenidos tienen restringida la movilidad,
incluso en el interior del centro, y sólo pueden ducharse con agua caliente dos veces por
semana. Las instalaciones han estado desbordadas durante meses y los lavamanos,
retretes y duchas están en condiciones sórdidas.
“Josephine”, una joven procedente de África subsahariana afirmó: “El guardia dijo que
nos enviaban al bosque a cazar. Aquí todo es racista, todos los guardias son muy
racistas. Cuando enfermas y pides una ambulancia, dicen que sólo la llaman si te
desmayas. No nos gusta estar aquí. ¿Porqué a nadie le gustan las personas negras?”.
“Este sistema ad hoc se basa en un grave riesgo de conflictos de intereses. Los abogados
supuestamente contratados para asesorar y defender a las personas refugiadas y
migrantes nunca las apoyan, y a veces incluso actúan en su contra en los tribunales. Este
engaño es un obstáculo más para las personas que buscan protección”, ha explicado Nils
Muižnieks.
El apaciguamiento europeo
La UE ha permitido que en los últimos meses se haya creado un sistema de dos niveles.
Las personas ucranianas reciben en la UE protección y el trato humano que merecen,
pero las que huyen de otros países son encerradas y se enfrentan a innumerables
obstáculos en un sistema que está vergonzosamente empañado por el racismo y otras
formas de discriminación.
“Un año después de que Lituania intentara legalizar lo ilegal, la Comisión Europea
sigue sin tomar medidas para que la legislación lituana se armonice con el derecho de la
UE. Mientras permanezca inactiva, la Comisión Europea transmite a los Estados
miembros el mensaje de que las leyes de la UE pueden violarse con impunidad”, ha
señalado Nils Muižnieks.