La metacognición se define como la capacidad que tenemos los seres humanos para autorregular nuestro aprendizaje, es decir, de planificar cada una de las estrategias a manipular en cada situación, aplicarla, controlar y evaluar las posibles falencias para mejorarlas, de igual modo, poder encontrar fortalezas y usarlas como base para un progreso general. La metacognición, se lleva a cabo por medio de diferentes métodos y estrategias que se desarrollan mediante las experiencias y técnicas de aprendizajes adecuadas. Estas estrategias son muy importantes, ya que son los procesos mediante el cual se logra abarcar ampliamente la obtención del conocimiento, pues son acciones específicas que se toman para mejorar el aprendizaje frente a problemas de formación, por esta razón, las estrategias siendo una herramienta vital, nos permite aprender a aprender, es decir, aprender cosas nuevas que nos enseñan a aprender y a solucionar problemas de nuevos conocimientos. Para concluir, la metacognición también se puede entender como un acto reflexivo, este se relaciona estrechamente con la acción de pensar, o sea, es el proceso de como y que tanto conocemos, que pensamos y cómo lo hacemos, teniendo la capacidad de adquirir habilidades para dominar y regular de manera responsable nuestros procesos mentales y de aprendizaje.