Las organizaciones políticas, sociales, gremiales, ambientales y de la
sociedad civil en general, junto a personalidades, vecinas, vecinos y vecines de la ciudad de Paraná, abajo firmantes, le peticionamos que tenga bien desistir de la denuncia penal y su ampliatoria formulada ante la fiscalía provincial de éste ciudad contra los vecinos, vecinas, vecines, asambleísta y miembros de las organizaciones ambientales, sociales y/o políticas, e interpuesta en el marco de las protestas sociales sobre la Obra de ensanchamiento del Bv. Racedo de la ciudad de Paraná.
Que entendemos que la protesta social es un elemento esencial para la
existencia y consolidación de las sociedades democráticas y se encuentra protegida por un amplio abanico de derechos y libertades de orden constitucional y convencional y que el sistema interamericano y universal de Derechos Humanos garantiza tanto en la Declaración Americana de los Derechos y Obligaciones del Hombre como en la Convención Americana de Derechos Humanos, como en la Declaración de Derechos Humanos de ONU.
El derecho a la protesta y a la manifestación está contemplado en nuestra
carta máxima como forma de libertad de expresión (art. 14 CN) y en varios tratados internacionales, como la Declaración Universal de Derechos Humanos, que reconocen la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión (art. 18) , la libertad de opinión y de expresión(art. 19) y la libertad de reunión y asociación pacífica (art. 20).
De tal forma, Sr. Intendente, los derechos a la libertad de expresión, reunión
pacífica y asociación garantizan y protegen diversas formas -individuales y colectivas- de expresar públicamente opiniones, disenso, demandar el cumplimiento de derechos sociales, culturales y ambientales. La protesta también juega un papel central en la defensa de la democracia y los derechos humanos. Asimismo las denuncias cuyos desistimientos interesamos se dieron en el marco de una mesa de diálogo entre el Municipio y la Asamblea de Vecinos abierta en la Defensoría del Pueblo, en las que se consintieron por parte de la gestión Municipal no solo la mesa de diálogo y la mediación sino que también cambios al proyecto primigenio lo que sienta a las claras un antecedente negativo para la resolución de futuros y eventuales conflictos sociales, culturales o ambientales, obturando de tal forma las solución pacifica de ellos.
Que al respecto la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos tiene dicho que los Estados miembros (nacionales y subnacionales – Municipio- ) tienen la obligación de gestionar el conflicto social desde la perspectiva del diálogo.
Asimismo hacemos saber que éste 22 de abril de 2021 entró en vigencia el
Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, más conocido como “Acuerdo de Escazú”, del que nuestro país es parte, siendo el primer acuerdo regional ambiental de América Latina y el Caribe y el primero en el mundo en contener disposiciones específicas sobre defensores de derechos humanos en asuntos ambientales; y que a su art. 9 compromete la garantía de las Partes de propiciar un entorno seguro a personas, grupos y organizaciones que promueven y defienden los derechos humanos en asuntos ambientales, para que estos puedan actuar sin amenazas, restricciones e inseguridad.
Por todo ello entendemos que la criminalización ya sea penal,
administrativa o civil conculca contra estos derechos y por eso los abajo firmantes solicitamos que desista de la denuncia penal oportunamente formulada y asimismo de cualquier reclamo civil y/o administrativo contra vecinos, vecinas, vecines, grupos y /u organizaciones de la sociedad civil .