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https://archiveofourown.org/works/5732746.
Rating: Mature
Archive Warning: Major Character Death
Category: F/F, F/M, M/M
Fandom: Marvel Cinematic Universe, Marvel (Comics),
Avengers Academy (Video Game), Avengers:
Earth's Mightiest Heroes, Marvel Noir, Marvel
Ultimates, Marvel 3490, Marvel 1872
Relationship: Steve Rogers/Tony Stark, Steve
Rogers/Natasha Stark, Minor or Background
Relationship(s)
Character: Steve Rogers, Tony Stark, Natasha Stark, Steve
Rogers (Ultimates), Tony Stark (Ultimates),
Tony Stark (Marvel Movies), Steve Rogers
(Marvel Movies), Stephanie Rogers, 1872
Steve, 1872 Tony, superior iron man -
Character, Captain Hydra - Character
Additional Tags: Getting Together, Angst, Fluff and Angst,
Drama, Character Death, Minor Character
Death, Porn With Plot, Porn with Feelings,
Marvel 616/MCU Crossover, Comics/Movie
Crossover, Comic Spoilers, Avengers Earth's
Mightiest Heroes Comic, Fanart, Angst with a
Happy Ending, Avengers Assemble -
Freeform, Avengers Academy - Freeform,
Alternate Universe - Canon Divergence
Series: Part 1 of Multiverse
Stats: Published: 2016-01-16 Completed: 2017-05-09
Chapters: 52/52 Words: 291199
Steve-Tony Verse.
by Shell_head
Summary
Es así, como en una carrera contra reloj, Natasha, Tony y Steve (de
ese universo) viajan por las diferentes realidades, intentando salvar
a sus diferentes versiones.
Notes
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Portada
Todo sucedió tan rápido que Steve vagamente recordaba qué carajos
pasó.
Tony.
Iron Droid estaba con él presente en la sala antes del ataque así que
probablemente estaría cerca o herido al igual que él.
No.No.
El corazón de Steve empezó a correr a mil por hora con la sola idea de
Tony herido o peor aún muerto. Así que reuniendo todas sus fuerzas se
irguió completamente y empezó a caminar tratando de ver algo entre la
neblura.
Demonios.
—Ste- Steve —respondió una voz apagada justo detrás de él—. Hu-
huye...
El asesino.
Steve se giró sólo para encontrar la extraña figura cubierta por una
capucha y ropaje negro, ni siquiera podía distinguir su rostro u ojos. O al
menos, no con tanto humo.
—Steve, sabes que te amo ¿cierto? —Tony luchaba por pronunciar las
palabras, con el poco aire que seguramente le quedaba.
—Lo sé, Tony. Lo sé. —Steve no pudo evitar sonar angustiado, lágrimas
cálidas ya cayendo por sus mejillas.
Steve estaba a punto de decirle a Tony cuánto más lo amaba él, cuánto
habían significado todo estos años juntos; las peleas, los malos
entendidos, los momentos tristes pero más que nada todos los momentos
felices que vivieron juntos. Cada maldito segundo, que valió tan
malditamente tanto para él. Tony volvía loco a Steve, al punto de querer
golpearse contra la pared más cercana, pero también lo amaba con cada
fibra de su ser y no alcanzarían nunca las palabras ni cada minuto de su
existencia para demostrárselo, porque nada podía definir cuán grande
eran los sentimientos que producía el arrogante Iron Droid en el
Comandante América.
Pero ante la mirada de horror de Steve, el sujeto demostrando una gran
fuerza y agilidad rompió el cuello de Tony con un enfermizo crack que
Steve estaba seguro recordaría incluso en sus sueños más dulces.
—¡NOOO! —gritó Steve mientras caía de rodillas y cerraba los ojos con
fuerza para evitar ver la última expresión de Tony, la cual seguramente
reflejaría el dolor y terror de sus últimos momentos de vida. Steve no
quería recordarlo así. No sería justo. Tony siempre lucía confiado y
sonriente. Ése era el hombre que Steve quería y el que mantendría en su
memoria.
Sin decir palabra alguna el extraño individuo tiró lejos el cuerpo sin vida
de Tony y Steve quiso correr lejos y alcanzarlo, pero ya todo era en
vano. El sujeto entonces se acercó lentamente a Steve con sepulcral
silencio, sin siquiera mostrar indicios de culpa o arrepentimiento.
Con su sentencia dictada, Steve cerró los ojos aún llenos de lágrimas y
se dispuso a aceptar su destino. Después de todo ya no le quedaba nada
en este mundo.
Bien, este capitulo ya estaba listo así que lo publico de una vez,
espero lo disfruten.
Notas aclaratorias:
─¡Nat, despierta!
Esto no era nuevo para ser honestos, a veces algún maniaco con aires de
grandeza decidía que su mundo no era suficiente para conquistar y
entonces procedía a saltar por el multi-universo atacando y destruyendo
Tierras sin piedad. Sin embargo estos casos eran raros y por lo general el
villano era detenido uno o dos mundos continuos. Pero quien sea que
fuera este sujeto, ya había causado estragos en unas diez Tierras en total.
Al principio Natasha pensó que el móvil del asesino era eliminar a los
líderes de los vengadores y así debilitarlos, pero luego fue evidente que
el homicida, una vez finalizada su labor, se desplazaba a la siguiente
dimensión sin siquiera molestarse por los demás miembros del equipo,
así que desechó la idea rápidamente. Entonces pareció que su objetivo
era simplemente acabar con Capitán América y Iron Man de cada
universo, un asesinato por motivos personales, tal vez. Sin embargo las
Tierras donde alguno de los dos no existía o ya había fallecido por
cualquier motivo, habían sido ignoradas y permanecido a salvo.
Hasta ahora.
Algo andaba mal. Steve se negaba a mirarla fijamente, sus ojos azules
enfocados en la puerta del laboratorio.
—¿Dónde está Reed? —dijo Nat, llevándose los dedos a sus sienes por
la eminente jaqueca que se avecinaba y preguntándose cuánto tiempo
había permanecido inconsciente.
Steve y ella se conocían bien, llevaban más de seis años como pareja y si
bien Steve siempre admiraba el coraje de Natasha y la respetaba como
una igual, como un Vengador más, nunca parecía romper el viejo hábito
de preocuparse de más cuando se trataba de la vida de su esposa.
─Está aquí —fue la única respuesta que dio Steve. Éste nunca había sido
un hombre de muchas palabras, pero años de convivencia y
conocimiento mutuo les permitían a ambos llenar los espacios
silenciosos con comprensión, así que eso fue lo único que Natasha
necesitó para juntar las piezas del rompecabezas y comprender la
gravedad del asunto.
—Richards me dio acceso a todos los lugares del edificio en caso de una
emergencia. —Steve tomó de la mano a Natasha y la condujo hasta lo
que parecía ser otro laboratorio, con paredes de vidrio traslúcido que
dejaba ver todo su interior, muy parecido al que Natasha solía usar en
sus años de soltería.
—¿Ah sí? ¿Y qué más te dio Reed que yo no sepa? Estuviste conmigo
en todo momento, ¿desde cuándo eres tan sigiloso? —Natasha observó a
Steve dirigirse hasta el fondo de la habitación, donde había lo que
parecía una cámara hermética, con puertas de vidrio polarizado.
—Desde que vivo con una Stark que no entiende qué es la privacidad ni
espacio personal. —Steve seguía serio y concentrado en su labor
(cualquiera que fuese), pero al parecer ya estaba de humor para
permitirse bromear un poco.
—Te repito, vivo con una Stark —dijo Steve sonriendo ampliamente—.
Pero te sugiero que lo firmes después de que salve tu metálico trasero,
Iron Woman.
Otro golpe más fuerte llenó la habitación y lo que parecía ser un metal
indestructible se resquebrajó como simples cáscaras de huevo. Éste
parecía el momento, pronto se confrontarían cara a cara con el asesino.
—¿Escapar? ¿De qué hablas, Steve? —Iron Woman frunció el ceño con
molestia. Los golpes en la puerta se detuvieron, pero la energía del lugar
empezó a fallar. Están hackeando el sistema, pensó Natasha—. Steve no
hay tiempo para juegos, en menos de dos minutos estarán acá adentro,
así que sácame de una maldita vez de aquí. —Natasha intentó en vano
romper el vidrio con los guantes metálicos de la armadura, usar los
repulsores no sería buena idea en un lugar tan cerrado.
Natasha comprendió cuál era su plan, podía sentir el reactor arc girando
más rápido para mantener funcionando su acelerado corazón. Steve no
tenía intenciones de irse. Steve se quedaría justo donde estaba tratando
de ganar tiempo para su partida.
50 segundos.
30 segundos.
—Steve, yo... no puedo hacer esto sin ti. —Natasha se sentía al borde de
las lágrimas, jamás pensó que la situación se saldría de sus manos. Ella
siempre tenía el control, era una chica lista. Sólo necesitaba tiempo para
resolver esto.
10 segundos.
3, 2, 1.
∞∞∞∞∞∞∞
Natasha aterrizó estrepitosamente de cara contra el pavimento. Sin el
casco puesto no evitaría el gran hematoma que seguramente estaría en
unos minutos adornando su rostro.
—Me temo que usted no está autorizada para darme órdenes, señorita.
No se cómo tuvo acceso a mis sistemas o la armadura, pero debo
informarle al señor Stark que...
¿Tierra 616?
Oh no.
Earth 3490- Steve's POV
Chapter Summary
Chapter Notes
Hello,
Notas Aclaratorias:
La pobre chica llevaba trabajando junto a Reed dos días sin descanso.
Era por esta razón que Steve nunca se separaba de ella mucho tiempo.
Aún cuando sabía bien que en estas ocasiones su presencia no era
indispensable, ni siquiera requerida. Después de todo Natasha era el
cerebro y él simplemente los puños. Un gran equipo y todo eso.
Sin embargo, Steve también conocía bien a Nat, quien era tan
apasionada con su trabajo, siempre tan concentrada en el proyecto de
turno que podía perderse en sí misma durante días, y las duchas, siestas
o comidas no estaban regularmente en su itinerario, por lo que Steve se
hacía cargo de ella cual niñera.
Bueno, sí, Steve se excitaba un poco con todo eso y tenía que admitir
que varias veces terminó tumbando a la castaña sobre el escritorio del
laboratorio porque no podía soportar su dolorida erección. No era que a
Nat le importará la interrupción, Steve sabía que ella secretamente
disfrutaba provocarlo.
Natasha llevaba dos semanas sin pensar en otra cosa, no desde que había
descubierto el patrón del asesino. Nat estaba tan preocupada que a duras
penas y le dirigía la palabra a Steve o cualquier otro vengador. Es por
eso que fue él mismo quien aconsejó monitorear la situación con ayuda
de Reed. Dos súper cabezas piensan mejor que una después de todo.
¿Por qué?
Steve no era tonto y sabía bien que el cruel destino que sufrieron sus
otras versiones muy pronto tocaría su puerta. Necesitaban estar
preparados. Nadie tocaría a Nat, no mientras él viviera.
Esto cambiaba todo. Cualquier motivo por el cual estaban ocurriendo los
asesinatos era más complejo de lo que ellos habían esperado y lo que era
peor, ahora no tenían ninguna pista de cuál podría ser la razón.
─Viene hacia acá, Cap ─soltó sin más preámbulos Míster Fantástico,
con sus ojos reflejando la seriedad de sus palabras. Steve dejó
finalmente a Natasha en el piso y se levantó estrepitosamente para
acercarse a Reed.
─Tú sabes bien quién. ─Reed miró a Steve con aflicción y luego dirigió
su mirada a Iron Woman tirada en el suelo─. El mensaje de T’challa
dice que el asesino… que él descubrió lo que Natasha está haciendo, lo
que ella sabe… La eliminará, Steve. ─Reed entonces le facilitó una
tablet donde aparecía la clara letra de Black Panther en una rápida nota.
Maldita sea.
─¿Qué debemos hacer? Sabes que no dejaré que muera, tenemos que
sacarla de acá, Reed. No importa lo que pasé conmigo, sólo… Sólo
sácala de acá. ─Steve estaba a punto de arrodillarse e implorar si era
necesario. Natasha lo era todo para él, no sólo su amiga, su esposa, su
familia. Fue ella quien le dio un lugar en este nuevo y complicado
mundo para el viejo soldado, una misión, un hogar y amigos en los
cuales confiar con su vida.
─Sabía que dirías eso. ─Reed le dirigió una triste sonrisa─, es por eso
que desde hace diez horas aproximadamente, ideé un plan de escape
hacia otro universo, para ambos.
Gracias a todos los dioses del cielo, pensó Steve cerrando los ojos con
alivio.
─Sí, como sea. El punto es que Nat también alertó a unas cuantas tierras
más, las que podrían ser las siguientes en recibir un ataque. Nada
profundo, ya sabes, sólo un: “Hola,¿saben? Un maníaco asesino podría
ir a visitarlos pronto, escondan a su Capitán América y Iron Man y
permanezcan alerta. Con cariño, Tierra 3490”. ─Reed regresó a su
estado no-elástico y se posó al lado de Steve señalando uno de los
monitores─: Yo por mi parte me tomé el atrevimiento de ir más allá,
sospechaba que lo que hacíamos sería descubierto por el asesino muy
pronto y contacté con mi yo de otra tierra.
Jodidamente malo.
─Tierra 1610 ─respondió Reed mientras ampliaba un holograma con las
características de dicha tierra─. Aunque se llaman a sí mismos
Ultimates. Es una de las tierras más poderosas. Los cuatro fantásticos de
esa dimensión son jóvenes, ¡oh!, deberías verme. Quiero decir, su Reed
es ciertamente muy...
Steve pensó que eso no era el fondo del asunto, pero hizo caso omiso
pensando que la explicación de Míster Fantástico era suficiente.
─No esperaba su llamada tan pronto, a decir verdad. ─Ult Steve levantó
una ceja en dirección a su otra versión, pero no le dio mayor importancia
al hecho de estar viéndose a sí mismo en una realidad alterna.
Ult Steve, al escuchar el nombre del aludido, sonrió dulcemente sólo por
unos cuantos segundos, tan rápidamente que Steve pensó que tal vez
había imaginado el gesto en su cabeza.
─Así que… ¿ustedes están juntos? ─A 3490 Steve no se le pasó por alto
que la pregunta fue formulada con cuidado, ¿qué acaso era
sorprendente que estuviera con Natasha?
─Sí, es mi esposa desde hace más de seis años. Es una larga historia.
─Steve sonrió tontamente al recordar las peculiares circunstancias de su
relación con Nat y luego su aún más extravagante boda─. ¿Por qué la
pregunta?
─No es nada, sólo... es curioso. ─El Steve holográfico llevó sus dedos al
frente tocando suavemente sus labios. Oh, al parecer ésta era una manía
que tenían en común los Steves, pensó el rubio.
3490 Steve sintió cómo el peso del gran elefante que pareció alojarse en
su pecho al recibir la noticia de que el asesino estaba ahora cazando a su
esposa, se iba. Debía aceptarlo, su otra versión era tan imponente y
seguro de sí mismo que Steve estaba convencido de que su promesa de
mantenerlos a salvo era muy real. Y era realmente lo único que le
importaba saber en estos momentos.
─Uhm, ¿qué hay de Tony? ¿Está él al tanto de todo esto? ─se atrevió a
preguntar, sintiéndose culpable nuevamente de estar tramando todo esto
sin siquiera pedir la opinión de Natasha. Ésta no era la manera en la que
ellos solían trabajar. Eran un equipo, pero protegerla era más importante.
Ult Steve asintió con la cabeza, sopesando las palabras del soldado.
Oh.
─Oh no, para nada, lo siento. Es sólo que Reed dijo que teníamos algo
en común y no pensé que fuera esto, la verdad. ─Steve sonrió con
simpatía. Sonrisa que el Capitán Rogers no compartió.
─Bien, entonces nos veremos pronto, 3490 Steve Rogers. ─Sin dar
mayor explicación, la imagen del soldado desapareció del holograma y
dejó a un confundido Steve parado en la habitación sin mucho más por
hacer.
Bueno, al menos eso salió bien, ¿no? Tenían adónde ir y fuertes aliados.
Las cosas estarían mejor ahora. Satisfecho, Steve se dispuso a levantar a
Natasha del suelo, pronto despertaría o si no Reed estaría en serios
problemas.
Una explosión azotó en lo que Steve suponía era la sala oeste del
edificio.
─Me temó que estamos bajo ataque, señor. ─Steve y Reed compartieron
la misma expresión de estupor. Todo se estaba moviendo muy rápido.
─Steve, no tuve mucho tiempo para hacer los ajustes necesarios, hay un
margen de error en la máquina. ─Steve le miró confundido, así
que cambió su explicación─. La máquina necesita un poco de tiempo
para abrir el portal, unos tres minutos máximo, no estoy seguro. Haré
tiempo para que puedan escapar, pero mi familia… mi familia es mi
prioridad también. ─Reed agachó la mirada, parecía avergonzado en
pronunciar las palabras, pero Steve captó bien el mensaje: Reed
intentaría frenar la amenaza, pero no lo suficiente si esto significaba la
seguridad de los cuatros fantásticos y sus hijos.
Con una última mirada y un “buena suerte” por parte de Reed, las
puertas se deslizaron y Steve terminó nuevamente solo con Natasha en
el laboratorio. El Capitán América tomó un profundo respiro, sostuvo el
escudo de su espalda y se arrodilló frente a la castaña.
─¡Nat, despierta!
∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Para ser sinceros, a Steve le tomaron unos cuantos segundos después de
la tercera explosión para darse cuenta de que el plan de escape tal vez, y
sólo tal vez, se había ido a la mierda.
Lo último que 3490 Steve Rogers vio, fue la figura de Natasha aún en la
cámara hermética, siendo arrastrada por un portal detrás de ella mientras
él caía sobre lo que suponía era su propia sangre.
Lo logró, pensó.
Notas aclaratorias.
Tierra 616.
-Tony tiene los ojos azules, y es mucho más alto y fornido que el de
mcu. De hecho hay una persona que se parece muchisimo -->
David Gandy
-Él mejor amigo de Steve en los comics es Tony *se lo dice cada 5
seg* Bucky es como su hermano.
Chapter Notes
See the end of the chapter for notes
“Empezó con dos hombres, uno era vida (Steve) y el otro era muerte
(Tony)”
—¿Qué tienes que decir a tu favor? Amigo. —Steve escupió las palabras
con ira contenida, parado a unos metros frente a él.
El aludido miró a Tony con una mezcla de furia y decepción en sus ojos
azules que hizo a Iron Man tragar con dificultad. No podía negarlo; esto,
contrario a lo que Steve podría pensar, le dolía.
A Tony le importaba.
—¡Me has usado todo este tiempo, Tony! Tú lo sabías… —Tony le miró
fijamente sin decir nada, ambas miradas azules enfrentadas.
Steve estaba enfadado, mucho esta vez. Tony se preguntó cómo es que
todo terminó así, cómo es que siempre las cosas terminaban así con
Steve. Aunque para ser honestos, si pensaba en el número de veces que
esto había sucedido, no debería sorprenderle ya este tipo de
confrontaciones. Pero la verdad era que lo hacía.
Discutir con Steve nunca era fácil, al menos no para Tony, quien
siempre trataba de hacerle entender, de hacerle escuchar. Pero Steve
nunca entendía, nunca escuchaba.
—Se trata de nosotros, Steve —respondió sin más preámbulos Tony, sus
ojos azules enfocados ahora en el ceño fruncido del rubio—. Nos están
asesinado a nosotros, bueno; a nuestras versiones de otras tierras.—Tony
elevó su mano y amplió lo que parecían fotografías, no muy claras, pero
mostraba cadáveres. Las imágenes eran atroces y Steve no pudo evitar
desviar la vista.
Era por esta razón que este estúpido equipo no funcionaba. Demasiados
conflictos entre los miembros.
Estos idiotas.
—Creo que es un poco apresurado decir tal cosa, ¿qué hay de los
Vengadores? Tal vez simplemente quiere sacarlos del camino. Sin Steve
y Tony, las cosas se descontrolarían un poco —señaló Stephen
suavizando un poco la afirmación, no queriendo aumentar el ego de
ambos líderes. Él sabía bien que sin el Capitán y Tony, las cosas se irían
rápidamente al demonio.
—Es lo extraño de todo el asunto: los únicos blancos parecen ser ellos
dos —replicó Reed—, pero no por ello deja de ser algo peligroso.
—¿Tal vez el motivo se deba a que alguien quiere conquistar las tierras?
Generar cambios bruscos en el multi-universo puede generar la muerte
temprana de alguna realidad.
—Me ofende que creas que alguien puede siquiera llegar a vencernos.
¿De verdad, Strange? —Tony llevó una mano a su pecho fingiendo
dolor.
—Es mejor estar precavidos. —Stephen sonrió un poco.
Oh Oh.
Tony cerró los ojos con calma, contando los segundos para lo que —
estaba seguro— pasaría. Él conocía bien a Steve. Demasiado bien para
su gusto.
—No apoyo esta idea, Reed. —Steve se puso de pie, mirando duramente
a Richards. Reed suspiró y trato de defender su punto.
—Nos dará una ventaja, Steve. Nos permitirá tener un poder ilimitado
para enfrentarnos lo que sea que esté pasando, cualquier consecuencia
que esto traiga...
—Usaremos el guantelete del infinito, piénsalo Steve; nos dará una clara
ventaja por sobre las otras tierras. —Reed se acercó para posar una
mano sobre el rígido hombro del Capitán. Steve sin embargo no apreció
el gesto y se hizo a un lado.
Mierda.
—Ah… yo... —Tony tartamudeó las palabras. La expresión de Steve
cambió radicalmente, sus ojos implorándole a Tony que lo apoyara en
esto, que le diera la razón.
Demonios.
—Tony, créeme cuando te digo que esto es lo mejor que podemos hacer:
protegernos a nosotros y esperar que los demás lidien con el problema a
su manera. Si interferimos podríamos agravar todo. —Reed le miró
seriamente y éste supo que Míster Fantástico no mentía. Ésta era la
mejor decisión, Steve tendría que entender. Pero Tony sabía bien que a
Steve no le gustaría. Tal vez podría pensar en un mejor plan de refuerzo
más adelante, pero éste sería el que tendrían hasta entonces.
Tony siempre le daba a Steve todo lo que quería, pero esta vez no se lo
podía permitir, se trataba de la vida de todo un planeta.
—¡Tony! —El grito del Capitán, fue lo último que escuchó Iron Man
antes de salir de la sala, sin poder identificar si la voz del Cap reflejaba
agonía o enfado. No le importaba, quería salir de allí cuando antes.
Tony necesitaba pensar y respirar. Tony sabía bien, que lo que acaba de
hacer le traería serías consecuencias en su amistad con Steve, si es que
éste llegaba a recordar algo de lo que acaba de acontecer.
∞∞∞∞
Cooperación.
Lo que quería Steve realmente no era tan difícil de realizar. Pero Tony lo
haría a su manera, claramente. Tony podía darle esto a Steve y dejar que
creyera que fue su idea, así al menos se quitaría esa horrible sensación
que se alojaba en su pecho cada vez que pensaba en lo que había hecho.
Ya estando frente a la puerta del cuarto, Tony sintió de nuevo cómo los
nervios lo invadían. Estuvo a punto de darse la vuelta e irse pero
entonces escuchó a Steve gritar.
¿El hechizo había salido mal? ¿Steve estaba sufriendo por su culpa?
∞∞∞∞
Tony pensaba que tal vez este equipo podía secretamente encontrar al
dichoso asesino, quien aún después de tanto tiempo seguía haciendo
estragos en el multi-universo.
Sin embargo, tan sólo dos meses después del “accidente” —como Tony
empezó a llamarlo—, Steve recordó. Tony no supo realmente porqué.
Tal vez su estúpido suero de súper soldado también era un suero anti-
magia, pero el asunto fue que un día Steve se presentó en su laboratorio
escoltado por algunos miembros del equipo: Clint, Natasha y la nueva
Thor.
—No tengo nada que oír, lo sé todo. Lo recuerdo todo. —Steve se llevó
las manos a la cabeza con una expresión de dolor.
∞∞∞∞
Y fue así como Tony terminó en la calle continua a la Torre casi sin la
mitad de su armadura, siendo golpeado por su ex-mejor amigo en medio
de ciento de espectadores.
—¡Siempre te crees tan perfecto, el mejor de los dos! ¡No eres nada sin
tu suero de súper soldado, Rogers! —Tony notó los afilados ojos de
Steve lanzarle dagas, endureciendo su agarre en él, pero eso tampoco lo
detuvo—. ¡¿Crees que no sé quién eres?! Te conozco, ¡eres un maldito
imbécil! —Steve tomó el escudo en sus manos y le dio un golpe a Tony
justo en el rostro, lo cual lo hizo sangrar y arruinó aún más su
magullada nariz. Después de esto, Steve le debía una buena cirugía
plástica a Tony.
Tony se sentía como la mierda que seguramente Steve pensaba que era.
El sólo quería lo mejor para todos, quiso hacer algo bueno en verdad,
pero no era tampoco como si hubiera detenido el plan de Reed —el cual
seguía en pie—, y tampoco había detenido a los otros de borrarle la
memoria a Steve.
Sin embargo, la voz que llamaba a Steve se hizo más clara y cercana, y
en poco tiempo vieron aparecer —para sorpresa de ambos— a una
hermosa mujer de cabello castaño, ojos azules y un feo golpe en la
frente. Pero eso no fue lo que asombró a Steve y Tony, no: la extraña
chica tenía puesta una armadura de Iron Man. Un Mark unos números
bastante atrás, por el rápido juicio que Tony pudo hacer, pero aun así era
su jodida armadura.
—¡Oh, por favor! ¿Yo recibo los golpes y tú los besos? —protestó Tony
tratando de recuperar el aliento y levantarse del piso.
Mirándola más de cerca, Steve se percató de que era muy hermosa y que
le parecía extrañamente familiar, pero no podía recordar de dónde o
porqué.
La chica lo miró como si fuera una broma, pero luego entrecerró sus
ojos y lo observó más de cerca. La expresión de la mujer fue de
incredulidad hasta lo que Steve pudo identificar como completo pánico.
—¿Quién eres tú? ¿Dónde está Steve? —gritó la castaña, levantando los
repulsores hacia el Capitán—. ¡Respóndeme! ¡¿Quién demonios eres?!
─Hey tú ─dijo Nat, su voz ronca por los estragos del cansancio que aún
sentía su cuerpo.
—¿Ah, sí? —Steve seguía besando sus manos con cariño—. ¿Y de qué
iba este sueño atroz? —preguntó divertido el soldado.
Nat cerró los ojos con fuerza y trató de veras de estrujar el recuerdo de
su cabeza pero el esfuerzo fue en vano. Fuera lo que fuese, parecía que
había quedado en el olvido. Tal vez no era tan importante después de
todo.
—No lo sé, pero creo que tenía que ver contigo —dijo sin embargo ella.
—No tienes de qué preocuparte cariño, sabes que siempre estaré acá
para ti. ¿Lo sabes, verdad? —le aseguró Steve sin pausar las caricias.
Natasha sintiéndose más aliviada se apartó un poco para sonreírle de
lado y poner un tierno beso en sus labios.
Natasha rio un poco y lo abrazó con más fuerza. Éste era su hogar, su
familia, su todo. Los brazos de Steve eran el lugar correcto para estar y
no tenía la intención de irse nunca de ellos. Estuvieron en un cómodo
silencio por unos minutos más, sólo los dos sosteniéndose mutuamente
en la privacidad de su habitación. Hasta que Steve habló nuevamente.
—No —susurró Natasha, sus ojos azules dándole una súplica silenciosa
a Steve para que no le hiciera esto, para que no la soltara, no aún.
Se dio cuenta entonces de que estaba vestida con una camiseta blanca –
que parecía de hombre al juzgar por su tamaño- y sólo su ropa interior.
Al menos su reactor estaba en su lugar. Natasha llevó una mano a su
frente tratando de calmarse y no entrar en pánico por todo lo extraño de
la situación. Sin embargo, seguido de la acción pudo sentir cómo un
fuerte ardor le atravesó, haciéndole fruncir el ceño. Tocando
nuevamente con más cuidado, se percató que tenía un pequeño parche
en la frente.
¿Por qué entre todos tuvo que morir Steve? ¡Su Steve!
Natasha pensó ciegamente que esta vez sería feliz. Steve con sus torpes
maneras la conquistó y la llenó de un amor tan incondicional y
verdadero, de esos de los que Nat solía pensar existían solamente en la
imaginación de ingenuas adolescentes que creían en cuentos de hadas.
Pero Steve, él le hizo creer en dicho cuento, la hizo amarlo con todo lo
que tenía sólo para abandonarla también. Como todos antes que él. Su
amor le fue arrebatado justo en el momento de mayor felicidad. Maldita
seguramente debía estar.
Nat calló con sus manos los lastimeros sollozos que salían por su
garganta. La chica Stark sentía entonces nuevamente el dolor punzante
en su pecho, sin saber cómo reaccionar. Esta vez el dolor era más agudo,
quemaba, ardía, ahogaba. Quería gritarle a Steve cuánto lo detestaba por
hacerle sentir de esta manera, pero ni siquiera eso podía.
—¿Qué? —fue lo único que la castaña pudo decir, sin importarle su falta
de modales al dejar en evidencia que no estaba escuchando
absolutamente nada de lo que este hombre decía.
Nat apretó los labios con fuerza, incapaz de empezar a hablar. Era
demasiado pronto para ella. No quería tener que rememorar todo aquello
una vez más en su cabeza y mucho menos tener que decirlo en voz alta
frente a este extraño. Porque sí, tal vez Tony era básicamente ella, pero
Nat acababa de conocer al sujeto y la verdad preferiría guardarse todo
este mar de sentimientos para ella misma antes que ver cómo los demás
la mirarían con lástima, para luego darle condolencias falsas y
lamentarse porque se había convertido en una viuda a tan temprana
edad.
—Oye, hey... calma. —Nat sorbió su nariz con fuerza sin dejar de llorar
—. Creo que podemos dejar la charla para después, ¿es eso lo que
quieres? —Nat asintió lentamente, encontrando sus ojos con los de
Tony.
—¿Qué le hiciste, Tony? ¿Por qué llora? —dijo con reproche Steve,
acercándose más a ellos. Tony resopló molesto.
—¿Que qué le hice? ¿Podrías dejar de pensar que todo lo que pasa en el
universo es mi culpa, Steve?
616 Steve y Tony eran terriblemente ruidosos, Natasha sólo llevaba unos
pocos segundos con ellos pero ya estaba hastiada. Cansada y con una
gran jaqueca, Nat gritó:
—Si necesitas algo sólo tienes que pedírselo a JARVIS. Siéntete libre de
hacer lo que quieras, ir donde quieras —agregó Tony.
—¿Steve?
—¿Sería muy extraño si te pido que no vengas más a verme, por favor?
—Nat miró cómo los ojos de Steve se entrecerraban, su boca a punto de
decir algo, pero las palabras nunca llegaron.
Tony fue sincero al dejar que Natasha tomase el tiempo que necesitara
para poder estar cómoda y hablar con ellos sobre qué demonios estaba
sucediendo.
Sin saber qué hacer la obligó a comer y le informó que a partir de ahora
otras personas tenían permitido entrar a su habitación además de él.
Natasha y Tony tuvieron una fuerte discusión por esto. Sin embargo la
castaña terminó por rendirse, le dio una afilada mirada y le dijo sin
pudor alguno que esta era su maldita casa, por lo que él podía hacer lo
que le viniera en gana.
Fue así como los miembros del equipo empezaron con visitas diarias, ya
sea para tratar de charlar con ella, llevarle algo de comida o simplemente
acompañarla un poco.
Tony no era estúpido, sabía bien que el estado de la castaña tenía que
ver en parte con el Steve de su universo, pero aún no podía descifrar qué
era. Steve por su parte, no siguió mostrando gran interés en averiguar
por qué su presencia era la única que era rechazada y se la pasó la mayor
parte del tiempo pretendiendo que ambos Stark no existían.
Tony revisó inútilmente en los archivos los datos sobre esta tierra, si
Natasha se negaba a hablar, entonces él tendría que averiguarlo por su
propia cuenta, ¿no?
Pero para su sorpresa no había mucha información, era una tierra aislada
y sin eventos notorios salvo el hecho de que la guerra civil nunca pasó
allí. Tony aún no entendía porqué, pero tampoco era como que dicha
guerra sucediera en cada dimensión, así que hizo caso omiso al hecho.
Sabía que dicha tierra era muy parecida a la suya, pero por lo demás
Tony estaba completamente en blanco.
Así que, bueno, aún después de tres semanas desde la llegada de Iron
Woman a la Tierra 616, Tony sabía lo mismo que al inicio:
prácticamente nada.
Era una gran idea, sin embargo después de lo que pasó con Steve, éste le
dejó bastante claro que no tenía intenciones de participar en dicho plan y
mucho menos dejar que Tony lo ejecutara: siquiera atreverse a llevarle
la contraria a Steve en estos momentos desencadenaría otra pelea, y
Tony estaba bastante hastiado ya de todo eso.
Tony llevaba sobrio varios años, Steve y los demás se habían encargado
de eso, apoyándolo con su lenta recuperación. Steve más que nadie, fue
quien estuvo ahí para él, quien incluso lo rescató de su miseria no sólo
en el sentido figurado de la palabra. Steve fue la piedra angular de Tony
en esos años, él siempre estaría agradecido por ello. Pero Steve no
estaría más, Steve lo odiaba ahora.
—¿Qué crees que estás haciendo? —Natasha enfocó sus ojos en Tony y
luego en el firme agarre de éste sobre su muñeca.
Fue ahí que Tony se percató de que estaba más que borracha. ¿Así que
Nat llevaba sentada allí un largo rato?
Tony aún no sabía muchos detalles de la vida de Nat, sobre qué tenían
en común y qué no, pero verla así, perdida y vulnerable, le hizo sentir
miserable también; aún más cuando él se dirigió hasta allí planeando
hacer lo mismo. Ahogarse en alcohol.
¡Por fin!
Por fin había hecho algo bueno por Natasha y sólo eso fue suficiente
para mantenerlo alegre durante toda la mañana.
∞∞∞∞∞
Y fue eso lo que hizo que Natasha no pudiera soportarlo más, fue lo que
la hizo contarles todo; su vida, sus inicios como Iron Woman, su entrada
en los Vengadores, cómo conoció a Steve, su romance, su matrimonio,
el asesino, y finalmente sobre su muerte. Todo lo que había estado
guardándose desde que llegó a este mundo. Rhodey y Pepper fueron
todo oídos, asintiendo con la cabeza y haciendo pausas donde fue
necesario para brindarle a Nat un respiro o un abrazo en las partes del
relato donde más lo necesitó. Sin embargo, lo peor vino cuando Rhodey
le sugirió... No, mejor dicho le exigió contarle todo esto de igual manera
al equipo y sobre todo a Steve y Tony. Después de todo, esto los ponía
en peligro, no es que Natasha no lo hubiera pensado, sabía bien que
debía hacerlo, pero no sabía cómo reaccionarían ellos y la verdad era
que Nat no se sentía lista para lidiar con todo eso tan pronto.
—No seas impaciente, Steve —señaló Carol con su dulce voz—: Nat
hablará cuando esté lista, ¿no es así, linda?
Natasha levantó una ceja curiosa y miró a Clint tragar con dificultad,
Jessica rió entre dientes y Tasha rodó los ojos con hastío. Al parecer
algo pasaba entre Steve y Tony, algo que ella desconocía totalmente y al
juzgar por sus expresiones no era nada bueno.
—Como sabrán ya, vengo de la Tierra 3490 y soy algo así como la
versión femenina de Tony —empezó débilmente ella, capturando la
atención de todos nuevamente. Natasha sintió un nudo en su garganta,
sin embargo, enfocando su vista sólo en Tony (quien era de todos el que
más confianza le daba), prosiguió—: Caí en esta dimensión por
accidente...
La chica Stark cerró los ojos y tragó en seco tratando de calmar un poco
sus nervios, los recuerdos de ese día, de todo lo sucedido; el ataque, los
ultrones, la imagen de Steve desangrándose, la mantenían en vela por las
noches, y Nat en un intento desesperado por ahuyentar los malos sueños,
tomaba todo su peso en alcohol. Era la única manera en la que podía
sentirse en paz consigo misma, al menos durante unos momentos. Tal
vez debió reconsiderar beber un poco antes de hacer esto.
—Tan sólo unas dos semanas antes de llegar acá, noté una anomalía en
el multi-universo; al principio parecía ser nada (al menos nada
importante), pero luego noté que era un hecho recurrente, y bueno… El
asunto es que alguien estaba matando sin piedad a...
—Hace dos meses, Reed y los otros encontraron una anomalía, una
anomalía que estaba cambiando las tierras. —Esta vez fue el turno de
Steve de intervenir—; Un sujeto de identidad y procedencia desconocida
estaba matando a cada Tony y Steve de las diferentes dimensiones,
causando estragos en el equilibrio del multi-universo.
—Tony… —susurró Nat con su voz casi rota—. Dime que no es cierto.
Dime que no hiciste caso omiso a esto… dime que no fuiste tan egoísta.
—Tony sólo desvió la mirada, inseguro de qué decir.
—Nat, yo...
—¡Oh, no! Tony sí hizo algo al respecto —aclaró Steve con una amarga
sonrisa—. Pero lo que no hizo, fue lo correcto.
—No, Nat —Tony la detuvo antes de que ésta pudiera continuar con sus
disculpas—. Tú tienes razón, Steve tiene razón. Yo me equivoqué:
arruiné todo. —Steve levantó una ceja sorprendido antes las palabras de
Tony.
—No, no es así, Tony. Nadie puede culparte por que algún maniaco
decidió ir por allí matando gente en el multi-universo —exclamó Black
Widow con el ceño fruncido, dirigiendo las palabras directamente a
Natasha—. Si lo que quieres es buscar culpables para hacer más
llevadero tu dolor, entonces culpa al asesino, culpa al destino, o tal vez,
no lo sé, ¿mala suerte? Pero puedo asegurarte que Tony nunca actuaría
mal intencionadamente y no tuvo qué ver en lo que sea que le haya
pasado al Steve de tu universo. Lamento lo que te sucedió, pero será
mejor que cuides tus palabras —finalizó la espía con rudeza, no dando
pie a ningún tipo de réplica.
Natasha la miró con sorpresa, ésta era la primera vez que la pelirroja le
dirigía más de tres palabras o si quiera una oración completa, y había
sido nada más y nada menos que para defender a Tony. Pero ¿era eso lo
que estaba haciendo? ¿Tratando de buscar culpables sólo para aliviar
su pérdida? Natasha se sintió asqueada de sí misma, Tony era una buena
persona, ella lo sabía de antemano. Ella cometió un error, un grave error.
Nat sabía bien cómo el rechazo dolía, cómo Tony se debería estar
sintiendo en estos momentos, después de todo ellos no eran tan
diferentes.
—Es sólo que no es tan fácil para mí enterarme de que tú sabías esto
hace tanto… nosotros no tuvimos tanto tiempo para prepararnos. Yo…
—Nat hablaba entre sollozos, tratando de hacerse entender. Tony le
acariciaba dulcemente las palmas de las manos para tranquilizarla—, la
verdad es que sólo estoy celosa, ¿sabes?
Natasha soló frunció el ceño sin comprender qué era lo chistoso de todo
el asunto. Ella acababa de decirles a todos que su esposo había muerto y
estos insensibles bastardos ¿se reían?
—Lo sé, siempre están lanzándose ojitos el uno al otro. ─agregó Jessica,
suspirando.
—La verdad sólo llevo tres semanas aquí, pero estaba totalmente
convencida de que ellos eran una pareja —murmuró la chica Stark,
participando nuevamente en la discusión.
—¿Tensión sexual? ¡Vamos! Creo que todos sabemos bien quién es acá
el que consigue un montón de sexo y quién vive en abstinencia.
—Sí, Steve, ¿pero sabes qué? Tú no serás quien lo haga, nunca —gruñó
Tony y a nadie se le escapó el doble significado de sus palabras.
—Si fuera gay, Stark, créeme cuando te digo que tú serías la última
persona en la que me fijaría.
—¿En serio estamos discutiendo esto? —Steve rodó los ojos, poniendo
sus manos en la cintura.
Steve suponía que el difunto esposo de Nat debía ser bastante similar a
él físicamente, incluso una copia exacta, para que su presencia causara
dicha reacción en ella. Aunque para ser honestos, al principio Steve
supuso que la actitud de Natasha se debía a lo acontecido con Tony, tal
vez un acto de solidaridad con él que en esta tierra era como su hermano
gemelo. Es decir, él no la culparía de ser así, Steve sabía bien que las
cosas habían ido lejos, no a un punto de querer disculparse, pero sí era
consciente de que cruzó la línea con Tony. Su amistad con el hombre de
hierro posiblemente llegó a un punto muerto del que no sabía, si podía o
quería dar marcha atrás.
Si ese era el caso, entonces ¿por qué demonios había accedido a este
disparate? Pensaba el rubio aún inmóvil en la cama. Steve trató
inconscientemente de tomar una posición más cómoda, para darle un
descanso a sus adoloridos músculos. Se arrepintió instantáneamente del
movimiento, el cual hizo a las dos personas recostadas a su lado soltar
un quejido en señal de protesta, pero sin despegarse de él.
Jesús bendito.
Steve también estaba vestido con poca ropa, era verano y las altas
temperaturas en Nueva York no permitían dormir con nada más que
ropa interior o en total desnudez, así que no culpaba a sus “visitantes” al
dormir en tales fachas.
Todo empezó justo después de que la reunión —en la que Steve suponía,
se daría la tan esperada confesión de Natasha sobre por qué había
llegado a la Tierra 616 tan repentinamente— se tornara bastante confusa
para él. Después de que la chica Stark hiciera mención de su relación
amorosa con la versión de Steve de su universo, todo el equipo terminó
discutiendo por qué él y Tony serían una grandiosa pareja, por qué era
obvio que en la Tierra 3490 habían llegado al punto incluso de contraer
matrimonio —pues según todos, era bastante evidente que estaban
locamente enamorados pero eran demasiado cobardes para admitirlo— y
cuáles serían las desventajas y ventajas de una relación entre ellos para
la sana convivencia del equipo.
Steve aún no podía entender por qué había actuado de manera tan
vergonzosa delante de todos, ¡él era el líder de los Vengadores, los
héroes más poderosos de la tierra, el súper héroe más querido de
América, por Dios santo! Pero ahí estaba él, violando varios códigos
morales simplemente porque no podía refrenarse a sí mismo delante de
Tony. Ciertamente Tony tenía un efecto en él que nadie más tenía, no
era siempre un efecto positivo, pero aún así era Tony quien siempre lo
hacía actuar fuera de sus autoestablecidos límites, era él quien lo
impulsaba a ser de la manera en la que Steve no estaba acostumbrado,
porque bueno, Tony era todo lo que Steve no era.
Esto era tal vez lo más emocionante de tener una amistad con Tony, tal
vez ésta era incluso la razón por la que fueron inseparables por más de
diez años, Steve sabía que el sentimiento de libertad que le brindaba
Tony sería bastante apreciado en días mejores. Días en donde no quería
arrancarle la cabeza o partirle toda su engreída cara, porque nuevamente
Tony decidía que era mejor actuar por su cuenta, ocultarle cosas y
llevarle la contraria en todo.
Steve suspiró cansado y dejó de observar el techo para fijar sus iris
azules nuevamente en el pelinegro dormido profundamente a su lado.
Tony.
Todo esto era su culpa. Era su culpa que el asesino estuviera por allí
haciendo de las suyas aún después de dos meses de haberse detectado su
actividad, trayendo muertes innecesarias, así como también la drástica
muerte del esposo de Nat y que ella tuviera que huir, llegando por
accidente a la tierra equivocada.
Si, definitivamente todo esto también recaía en Tony.
No era que Steve ignorara cómo todo esto le hacía sentir a Tony, él se
atrevía a decir que era la persona que más le conocía, y estaba casi
seguro de que sus palabras herían a Tony profundamente, más viniendo
de su boca. Pero es que Steve estaba agotado. Agotado de darle a Tony
su confianza y que éste la arrojara a la basura como si no significara
nada. Agotado de darle a Tony segundas oportunidades y que éste
simplemente parecía seguir sólo sus convicciones. Así que bueno, Steve
pensaba que tal vez Tony no necesitaba su amistad, lo que Tony
necesitaba era una lección, algo que lo hiciera darse cuenta de cuán
equivocado estaba y de las consecuencias que sus acciones impulsivas
traían a los demás.
Tal vez.
Pero es que las palabras no serían suficientes para explicar cuán herido,
decepcionado y confundido se encontró el soldado al descubrir que las
pesadillas que lo asecharon día y noche durante dos tortuosos meses,
eran ciertas. Pesadillas donde Stephen, Namor y los otros lo acorralaban
y jugaban con su mente, mientras Tony lo observaba con perfecta calma
en la distancia. No importaba cuán fuerte gritara Steve o cuánto
suplicara en sus sueños. Su hermano, su mejor amigo; Tony permanecía
inmóvil simplemente observándolo y permitiendo que le hicieran daño.
Steve siempre despertaba estremecido, sudoroso y con la sensación de
que todas estas pesadillas parecían aterradoramente reales. Cuán grande
fue la sorpresa del súper soldado al percatarse, que de hecho, estos
sueños no eran simples sueños, sino recuerdos. Recuerdos de algo que sí
pasó.
Tony se burló de él, justo en sus narices y no habría disculpa que valiera
para hacerle olvidar fácilmente semejante traición.
Steve llevó su mano libre, la mano que Tony no estaba aplastando con
su cuerpo, a su sien, tratando de espantar el dolor de cabeza que desde
hace unas horas le incomodaba. Él sabía bien que debió decir que no,
que debió negarse rotundamente a la petición de Natasha, pero es que
Steve no tuvo corazón para negarle algo a la castaña. Ella ya había
pasado por mucho, estaba sufriendo, pero a la vez estaba tratando de
pelear contra el dolor a su manera. Lo cual era de admirar: ella acababa
de perder a su esposo —el amor de su vida por lo que Steve sabía—,
pero aún así estaba dispuesta a salir adelante, tragarse su aflicción y
trabajar para darle una pronta solución al asunto del asesino.
—¿A dónde crees que vas? —preguntó ella con el ceño fruncido.
—¿Qué acaso no vives acá, como los otros? —cuestionó ella, dirigiendo
su mirada hacia Tony. Este último sólo se encogió de hombros antes de
agregar.
La única razón por la que Iron Man seguía siendo parte del equipo fue
porque unánimemente todos acordaron eso, obviamente Steve estuvo en
contra, pero debido a que éste era un conflicto personal entre ellos, no
había razón por la cual Steve se portara como un déspota dictador e
ignorara el deseo de los demás miembros del equipo sobre conservar a
Tony como un Vengador. Sin embargo, aunque Steve estuvo de acuerdo
en tratar de comportarse y tolerar a Tony como un compañero más, eso
no le impedía poner distancia entre él y el pelinegro. Veinte pisos no
eran suficientes, ni siquiera siete calles eran suficientes.
Steve estuvo en silencio por unos momentos, esperando que tal vez
Natasha diera muestras de que le estaba tomando el pelo, pero ella
permaneció con los brazos cruzados, parada frente a él con una
expresión totalmente sería.
¿Que acaso no había señalado con ahínco cuán desesperado estaba por
evitar la compañía de Tony? ¿Qué en la verde tierra de Dios le hacía
pensar a Natasha Stark que él, Steve Rogers quería tener a Tony Stark
no sólo en su apartamento, sino también en su cama compartiendo el
mismo aire, el mismo espacio?
Maldito cobarde.
Cuando Tony hubo abandonado la sala junto con los demás Vengadores
—que habían permanecido todo este tiempo en primera fila, observando
todo el espectáculo en silencio—, Steve volvió a enfocar su atención en
los ojos azules de Natasha. Ella lo miraba toscamente con el ceño más
fruncido que antes, si es que eso era posible. El soldado dio unos pasos
adelante para quedar frente a frente con ella. Nat irguió su cuello sin
cortar el contacto visual de los filosos ojos de Steve. Él era más alto que
ella por unos buenos centímetros y él no era Tony: él no se dejaría
intimidar por esta desquiciada mujer.
Steve esperó que sus palabras no sonaran tan duras, pero tenía que ser
sincero con ella, tenía que refrenar toda esta locura, tenía que mostrarse
firme en su decisión de permanecer lejos de Tony, de no perdonarle. Sin
embargo, lo que nunca esperó fue que Natasha cambiará radicalmente su
expresión a una muy triste y empezara a llorar débilmente, su labio
inferior temblando suavemente mientras se abrazaba a sí misma y
desviaba la mirada hacia el piso.
—Lo siento, yo… —Nat lo miró con los ojos llenos de lágrimas,
mientras Steve deseaba internamente que el piso se lo tragara.
Dios.
—Sí, lo prometo.
¿Qué carajos?
—Bien, empaqué lo necesario para ti y para mí, Nat. —Tony llegó
delante de ellos, dejando el maletín en el suelo. Natasha lo abrazó
contenta y le dio un beso en la mejilla.
Okay, la verdad era que Steve había sido totalmente burlado por
Natasha.
No era como que él fuera admirir eso en voz alta y mucho menos
enfrente de ella, pero fue así como Steve terminó pasando su noche en
vela, siendo estrangulado por dos Stark —que al parecer se convertían
en osos cariñositos mientras dormían— y mirando fijamente al techo,
contando tuercas y orificios del ventilador.
Antes de que Steve pudiera acercarse un poco más para escuchar mejor,
Nat se levantó estrepitosamente, haciéndolo saltar un poco haciad atrás y
sostenerse de Tony para evitar caer de la cama.
Cuando ella enfocó por fin sus ojos azules en Steve, pareció relajarse un
poco y suavizar su postura. Natasha volvió a mirarlo entonces de esa
manera en la que hacía doler el corazón de Steve.
Steve había decidido dormir con pijama puesto que tendría compañía,
sin embargo en el transcurso de la noche, cuando la temperatura terminó
por sofocarlo, se rindió y volvió a quitarse todo, quedando tan sólo en
ropa interior al igual que Tony. El rubio ciertamente estaba
arrepintiéndose de su decisión puesto que estaba completamente seguro
que Natasha malinterpretó todo al entrecerrar los ojos, mirándolo con
escepticismo, para luego levantarse de la cama e ir al pequeño balcón
del apartamento, cerrando las puertas deslizables tras ella.
Steve rodó los ojos con hastío y sacudió a Tony con fuerza para
despertarlo. Esto también era su culpa. Culpa del estúpido Tony, el
estúpido asesino y estúpido 3490 Steve por ser un debilucho y dejarse
matar.
—¿Así que ahora sientes vergüenza? —dijo Steve apretando los dientes,
sujetando su nariz con fuerza para evitar chillar de dolor por el cabezazo
de Tony—. ¿Quién estuvo pegado a mí toda la noche, eh?
—Creo que tuvo una pesadilla y, puesto que parece que yo sólo la pongo
incómoda, pienso que deberías ser tú quien la consuele —finalizó Steve,
recostándose nuevamente sobre el cojín y dándole la espalda a Tony.
Maldita sea.
Sí, Steve ya podía darse una idea de lo que le esperaba en los siguientes
días junto a Natasha y Tony.
Earth 616-III
Chapter Summary
Notas Aclaratorias.
- Por el contrario todo lo que dice Tony sobre sus origenes, sus
padres, es totalmente canon.
!Disfruten! :3
Chapter Notes
Steve pasaba la noche siendo abrazado casi hasta la asfixia por Tony y
Natasha, y justo cuando el sueño se apoderaba de él y lo vencía, Nat
tenía una pesadilla, despertando sobresaltada y pálida; luego iba a
sentarse en la pequeña sala de la habitación, abrazándose a sí misma y
perdiéndose en sus propios pensamientos. Entonces Steve despertaba a
Tony, el pelinegro por fin soltaba a Steve e iba a consolar a Nat, pero
para entonces Steve ya estaba lo suficientemente frustrado como para
volver a cerrar los ojos y dormir algo, así que iba a desquitar su ira
contra los sacos de boxeo o alguna simulación en la sala de
entrenamientos. Esto se repetía una y otra vez, noche tras noche, casi sin
cambio alguno. A este punto, Steve sospechaba que lo único que lo
mantenía funcionando sin desmayarse todo el día era el suero del súper
soldado.
—Te digo la verdad —decía Tony riendo mientras sostenía uno de los
guantes de la armadura en sus manos—; Steve pensó durante mucho
tiempo que yo era un robot de verdad.
Steve apretó el lápiz en su mano. Ése era un secreto vergonzoso que por
supuesto había compartido con Tony, quien era su mejor amigo, ¿pero
qué podía esperarse de él? Es decir; Steve había despertado confundido
en este nuevo mundo —el siglo XXI, donde había súper héroes y
hombres en armaduras de hierro— después de dormir en el hielo por
setenta años. Pero claro que Tony aprovechó su confusión para burlarse
de él y, aunque había pasado ya mucho tiempo, cada tanto sacaba el
tema a relucir sólo para avergonzarlo.
—Parece que hemos sido atrapados con las manos en la masa, Tony —
dijo sarcástica Natasha, levantando una ceja cuestionadora hacia Steve.
—¿Yinsen?
—Bien, prueba esto. Dispara hacia allí —Tony señaló la pequeña pared
de vidrio blindado a la izquierda. Steve se dispuso a refrenarlos puesto
que no era necesario explotar cosas en el laboratorio para probar las
nuevas armaduras —¡ellos tenían una sala de entrenamiento para tales
cosas, por Dios santo!—, pero antes de que pudiera pronunciar palabra
alguna, Iron Woman levantó la palma de su mano en el aire y envió un
disparo al vidrio, el cual estalló en segundos. El disparo provocó que
Nat saltara hacia atrás, casi cayendo del banco en el que estaba sentada
y, boquiabierta, murmuró:
─Bien, te toca.
—Bueno… fue algo muy parecido a lo que te pasó a ti. —Tony suspiró
cansado, pasándose ambas manos por su alborotado cabello—, pero no
exactamente.
—¿Qué no exactamente?
—Eso sólo prueba una cosa —dijo muy seriamente Natasha, frunciendo
el ceño en dirección a Tony—: eres un idiota.
—Y soy más lista que tú: jamás tuve tal problema con mi corazón. —
Nat señaló de nuevo su pecho. Steve desvió la mirada tratando de no ver
fijamente el busto; él ya la había visto en menos ropa que la delgada
camiseta que ahora llevaba, pero aún así no le parecía correcto.
—¿Qué hay de tus padres? —preguntó Tony con el ceño fruncido. Steve
no pensó que Tony sacará ese tema a relucir con Nat; no tan pronto.
La conversación siguió del mismo modo durante un buen rato, hasta que
Steve no pudo aguantarlo más; necesitaba descansar, su cuerpo
adolorido le pedía a gritos una buena ducha y una buena siesta. Steve
pensó entonces que, tan concentrados como estaban los Stark en su
trabajo y su charla, no notarían su ausencia. Tal vez podría hacerse
camino a la habitación y dormir apropiadamente —en solitario— por
primera vez en días. Sin embargo, apenas hubo puesto un pie fuera del
laboratorio, escuchó a Natasha y Tony seguirle los pasos.
Steve se puso de pie con cuidado, tomando asiento junto a Nat. Ella se
limpió discretamente las lágrimas que ya corrían por sus mejillas,
esquivando la mirada del rubio. Steve suspiró cansado.
—Sé que no soy yo a quien quieres aquí, pero creo que es justo que
también te ofrezca mi ayuda, ¿no?
Nat siguió sin mirarlo, tragando pesadamente. Steve se llevó las manos a
la cara, tratando de calmarse. Él estaba malditamente cansado,
demonios, él nunca tuvo problemas en hacerse escuchar, él era el
Capitán América; nadie nunca lo trató de esta manera —a excepción
claramente de los villanos—. Nadie nunca rechazó su ayuda y buscó la
de Tony en su lugar. Steve admitía que eso último era un pensamiento
tonto de su parte, pero es que él también quería ayudar a Nat; quería que
ella confiara en él de la misma manera en la que confiaba en Tony;
quería que ella le hablara y le dejara saber qué demonios pasaba, al
menos por una vez.
─Mira, Nat. Sé bien que me parezco mucho a tu Steve; sé bien que eso
te produce gran dolor, no soy ciego, lo veo por cómo a veces me miras
cuando crees que no te estoy observando. —Al escuchar esto, la chica
Stark miró a Steve con los ojos muy abiertos, claramente avergonzada.
Steve aprovechó entonces que ya tenía su atención para poder seguir
hablando—; pero creo que debes empezar a superarlo y confiar en mí de
una buena vez, porque como dijiste, tendremos que depender uno del
otro en caso de que algo malo suceda. Entonces me gustaría decir que
puedo confiar en ti para que protejas mi espalda, en vez de apuñalarme
como algunas veces creo que lo harás.
—¿Distinto?
—Distinto a mi Steve.
Natasha calló sus sollozos con la palma de sus manos aún mirando a
Steve fijamente. Esta vez Steve no se contuvo y se acercó a ella con
lentitud, acariciándole las manos.
—Lo siento…
Nat asintió con la cabeza despacio, sonriéndole a Steve. Esta vez, Steve
podía decir que era una sonrisa sincera por la forma en que toda la cara
de Nat parecía iluminarse, contraria a todas esas sonrisas amargas y
comentarios sarcásticos que parecía dirigirle antes. Aunque Steve ya
sabía la razón; no era que Natasha lo aborreciera, era simplemente su
manera de esquivarlo, alejarlo y así no tener que lidiar con el dolor que
sentía al verlo.
—Esto es en realidad una idea de Pepper, ella cree… bueno, ella dijo
que tal vez debería decirte a ti lo que siempre quise decirle a Steve, ya
sabes; porque tú te pareces mucho a él físicamente, pero sería algo así
como terapéutico y me ayudaría a cerrar poco a poco el ciclo. —Nat
tartamudeó las palabras y Steve tuvo problemas para seguir el hilo de la
conversación.
—¿Eh?
—Ya lo sé, es tonto. Eso le dije a Pepper, pero ella insistió y...
¡demonios! —Nat se recostó pesadamente sobre el sofá, mordiéndose
las uñas y jugando con la enorme camisa de la pijama masculina.
Steve no pudo evitar sonreír un poco; Natasha lucía tan joven y frágil en
la ropa de Tony.
—Lo cierto es que nunca dije estas cosas porque pensé que tendría más
tiempo, que siempre estarías allí, que envejeceríamos juntos, porque
sólo Dios sabe por qué me aguantabas y por qué me amabas tanto. —
Nat susurraba las palabras casi como un secreto; un secreto entre ella y
su esposo que ahora también era el secreto de Steve—. Me arrepiento de
tantas cosas, Steve… Me arrepiento de no haberte dicho muchas más
veces que te amaba; me arrepiento de no haber arreglado nunca la
estúpida tostadora como me lo pediste, porque estaba demasiado
ocupada en otras cosas y te dije que compraras otra; me arrepiento de
haber jugado contigo haciéndote esa tonta broma del divorcio, nunca me
separaría de ti, mírame ¡soy un desastre sin ti!; me arrepiento de haberte
dicho que no tendríamos hijos nunca porque no podía, te mentí. La
verdad es que estaba aterrorizada de convertirme en madre y hacerle a
alguien lo que Howard me hizo a mí. —Natasha hizo una pausa tratando
de controlar su agitada respiración. Para este punto, pesadas lágrimas
corrían también por las mejillas del soldado. Steve se sentía como un
imbécil, pero no podía evitarlo. El rubio intentó abrazar de nuevo a Nat,
buscando consuelo para él más que para ella, pero ella le empujó
suavemente, apretando los labios y negando con la cabeza.
Steve escuchó con estupor las palabras de Natasha. Eso último... esa
última confesión sonaba muy parecida a…
Tony.
Steve buscó con la mirada al aludido, sólo para darse cuenta de que éste
estaba sentado tranquilamente en la cama observándolos, su reactor arc
iluminando la habitación.
¿Desde cuándo había estado Tony ahí? ¿Acaso había escuchado todo?
Arrepentimientos.
¿Acaso podría Steve vivir de esa manera? ¿Vivir una vida descuidada y
darse cuenta al final de que desaprovechó todo el tiempo valioso que
pudo vivir junto a las personas que amaba?
Sí, definitivamente él tendía que arreglar las cosas con Tony. Pero no
aún.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
¿El asesino había llegado hasta ellos? ¿Cómo? ¿Estarían muertos los
demás Vengadores?
¿Steve?
—¿Está él…?
Tony no pudo evitar notar que este Steve era un poco más alto y más
rudo que el Steve a su lado. Era evidente que tenía la boca de un sucio
camionero y no la del siempre correcto y educado Capitán América que
él conocía bien.
Eran ellos, sus versiones de otro universo, pero aun así. Era demasiado
perturbador ver a Steve besar a Tony...
Definitivamente no.
—No me dejes, Tony —murmuró el otro Steve tan despacio, que Tony
pensó que tal vez lo soñó considerando su tosca actitud de antes.
—Sus heridas no son tan profundas, él estará bien, no te preocupes. Sin
embargo parece débil, su respiración...
—Steve, por favor; no sé de dónde vengas o qué pasó, pero por favor
debes quedarte acá. Ayudaremos a Tony, pero no podemos dejarte salir.
—Soy del Ultimate, o era puesto que todo el jodido planeta explotó.
Fuimos atacados; todos murieron. Logré escapar con Tony y llegué acá,
la tierra más cercana. Llena el reporte, Rogers, llama al equipo... ¡Haz la
mierda que tengas qué hacer y no te metas en mi camino, porque te
prometo que te patearé el culo!
Les aviso que a partir de acá las cosas empezarán a subir de tono
>:D
Notas Aclaratorias:
Y su opinión no tenía que ver por el hecho del que sujeto lo intimidara,
no.
Absolutamente, no.
Pero Steve podía enumerar las mil y un razones por las que 1610 Steve
era totalmente molesto.
¿Era posible que el asesino fuera tan fuerte como para acabar con un
planeta entero?
Steve prefería pensar que no, y al juzgar por la pálida cara de Tony y
Natasha, estos también esperaban lo mismo.
El otro Steve regresó después de casi dos horas desde que salió soltando
chispas de la enfermería, cargando bolsas clínicas y vestido aún con su
uniforme hecho trizas. Steve, Natasha y Tony inmediatamente se
levantaron de sus asientos expectantes, Steve estaba a punto de decirle
que donde diablos había estado todo este tiempo, pero Ult le hizo un
gesto obsceno con el dedo medio y pasó de él.
¿Quimio?
Ult Steve ignoró las caras de estupor de su otra versión y se posó al lado
de la camilla donde Tony yacía reposando tranquilamente, sacando de su
cargamento una bolsa plástica con un líquido de color rojizo brillante,
que colgó cuidadosamente en el soporte de la intravenosa de Tony.
Luego el rubio se dispuso a lavar sus manos diligentemente, se colocó
guantes quirúrgicos y procedió a inyectarle al otro Tony, algo que Steve
no pudo identificar bien, seguido de esto sostuvo el brazo del pelinegro
delicadamente, dándole vuelta e incrustando la aguja de la bolsa en este,
y manteniéndola firme con parche tegaderm. El soldado se sacó los
guantes y arrojó todos los desechos en el contenedor correspondiente.
A nadie se le paso por alto el que Ult Steve realizara todo el proceso
como todo un experto. Ni siquiera falló en colocar la aguja en la vena de
Tony.
─ ¿Cuántas veces has hecho eso? ─ Nat, por su puesto, fue quien se
atrevió a preguntar, mientras el soldado se sentaba al lado de Ult Tony y
le tomaba de la mano.
─ Más veces de las que quisiera recordar. ─ Admitió Ult Steve soltando
un sonoro suspiro de cansancio, y sacando de su bolsillo una cajeta de
cigarrillos y un mechero.
616 Steve observó con total disgusto como su otro yo posaba en sus
labios un cigarro y aun sin soltar la mano de Tony, lo encendía para
luego aspirar profundamente y dejar salir el humo en un lento suspiro.
─ Si es cierto que Tony tiene tan delicada salud ¿No crees qué sea
estúpido de tu parte hacer semejante cosa justo al lado de él?
─Refunfuñó Steve, apretando los dientes fuertemente.
¿Novio?
Steve tal vez debería sentirse avergonzado por estar más sorprendido al
escuchar la palabra "novio" que "cáncer terminal", pero es que el rubio
pensó que su versión Ultimate había besado a Tony en un arrebato.
¿O sí?
Steve sintió como 616 Tony dejo escapar lo que parecía un ¿gemido?
Mientras se levantaba rápidamente de su asiento y se excusaba diciendo
que tenía que hacer algo importante en el laboratorio, avisando que lo
llamaran solo y exclusivamente si Antonio despertaba.
─ Tienes que entender que lo que sea que le haya sucedido a la tierra
1610, no es algo que te afecte solo a ti o a Tony, sino a todos nosotros. ─
Gruñó Steve claramente harto de la actitud de su otra versión. ─
Entiendo que tal vez estas preocupado por su seguridad, pero tienes que-
Steve aún en shock por la agresiva acción del rubio, trató de calmar las
pulsaciones de su corazón y decidió que lo mejor era no presionar
demasiado el tema. El sujeto irradiaba peligro y sed de sangre, era
evidente que Ult Steve quería desquitarse con algo o con alguien y la
verdad era que él no quería ser ese alguien. Tampoco permitiría que
lastimara a Natasha.
─ Estoy aquí, gracias a él, gracias a su sacrificio. Así que creo, entiendo
perfectamente cómo te sientes, pero tú corriste con mayor suerte, Tony
esta aquí. ─ Señaló ella con la mano.─ Eres afortunado.
─ Nunca sin ti, Tony, nunca sin ti. ─ Afirmó el rubio, continuando con
las caricias, y Steve podría jurar que el sujeto estaba a punto de llorar. ─
¿Necesitas algo, te duele?
─ Sabes que eres lo único que tengo, que mataría por ti y aun así te
empeñas en jugar con tu vida como si no te importara.
Jodidamente extraño.
¿Tan profundo eran los sentimientos de Ult Steve por Ult Tony?
Sin embargo esto no pareció crear el mismo impacto en Ult Tony, quien
solo miraba al soldado con exasperante calma.
─ Sí, lo sé. ─ Respondió este por fin, pasando sus manos por su corto
cabello. ─ Pero sabes bien Steve que desearía que no fuera así.
Ult Tony abrió sus brazos y le hizo una señal a Steve para que se
acercará, este aceptó la invitación gustoso y enterró inmediatamente su
rostro en el cuello del pelinegro, relajándose por fin y dejando escapar
pequeños sollozos. 616 Steve sintió compasión por su otra versión,
decidido a que tendría que disculparse por su anterior trato con él, es
decir, Ult Steve tenía razón. ¿Qué sabía él sobre el infierno que tuvieron
que pasar estos dos?
Fue allí cuando Natasha tomó de la mano a Steve para retirarse, dejando
a la pareja a solas, era evidente que necesitaban privacidad.
Nat y Steve abandonaron la enfermería, no sin antes ver como Ult Steve
devoraba la boca de Ult Tony en un apasionado beso.
Jodidos infiernos.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Y solo por una simple razón, Ult Tony era el jodido amo de todo el multi
universo.
Al tercer día, cuando Ult Tony por fin se sentía lo suficientemente fuerte
para ponerse de pie, y cuando sus heridas lucían mucho mejor gracias a
la mágica medicina asgardiana, fue cuando Tony pudo detallar mejor a
su otra versión. Este era de la misma estatura que él, aunque ligeramente
más delegado, el cabello más corto ─ seguramente por los estragos de la
enfermedad ─ los mismos ojos azules, y una filosa lengua que no temía
usar. De hecho, 1610 Tony en tan solo unas horas había demostrado ser
exactamente como Tony solía ser antes del accidente en Vietnam, pero
sin llegar a ser desconsiderado o egoísta, como él había sido en ese
entonces.
1610 Steve por otra parte, era muy diferente a su otro yo. No solo por su
manera de hablar, comportarse y por qué obviamente estaba enamorado
de otro hombre, otro hombre que resulto ser sorpresivamente Tony. No.
La diferencia también era física, Ult Steve era más alto que 616 Steve,
por unos buenos cinco centímetros, cosa que este no se molestó en
señalar cuando dijo que no usaría la ropa de gnomo de su versión 616,
cuando Steve amablemente se lo sugirió. Y tenía más masa muscular,
cosa que Ult Steve tampoco dejo pasar por alto cuando le pregunto
sarcásticamente al soldado que si acaso el suero del súper soldado había
surgido efecto en él.
Al cuarto día, todos decidiendo que ya era hora de hablar del "gran
elefante en la habitación", se reunieron en el laboratorio. Tony sabía que
era el mejor sitio puesto que los Ultimates parecían no conocer el pudor
y no tenían reserva alguna en mostrarle su afecto al resto del mundo, así
que Tony decidió que necesitaba algo que hacer con sus manos si iba
tener que observarlos besuquearse y manosearse por el resto del día,
como habían demostrado el día anterior en su corta visita a la
enfermería.
Tony salió despavorido de la sala a darse una jodida ducha fría, porque
primero muerto antes que tener que masturbarse pensando en Steve y él
juntos.
Dios lo ayude.
─ Bien como les dije, era una mañana tranquila como cualquier otra. ─
Empezó contando de manera teatral Ult Tony, sentado en el sofá junto a
Ult Steve quien estaba totalmente distraído con un periódico en sus
manos. ─ Stevie boo boo, me dijo que me quedará en la Torre, pero la
verdad era que estaba muriendo de aburrimiento, es decir literalmente
estoy muriendo, pero no quiero morir de aburrimiento, así que me dije,
Hey ¿Por qué no ir a Industrias Stark, molestar un poco a Pepper y a los
demás inversionistas?
─ Sí como sea, el asunto es que justo cuando estaba siendo regañado por
Pepper, recibí una llamada de Reed, pero cuando contesté, no fue su voz
lo que oí, era otra persona, una voz que nunca había escuchado me dijo
con perfecta calma que la tierra 1610 estaba condenada. Luego colgó y
todo el caos empezó.
─ Ella dijo que el planeta no sobreviviría, dijo que vio como la realidad
estaba poco a poco siendo cambiada.
─ Buscamos a la tierra 1610 hace tan solo unas horas. ─ Dijo Natasha
ampliando un holograma frente a ella. ─ Efectivamente ya no hay
rastros del universo Ultimate.
Ult Tony asintió con la cabeza, apretando los labios. ─ Si lo soy, creé la
armadura después de que papá muriera, y cuando empecé a trabajar para
SHIELD, necesitaba ser diferente a él y Gregory.
Nat rodó los ojos, pero no tuvo tiempo de reaccionar mientras era jalada
por el cuello para unir sus labios con los de Ult Tony en un rápido y
casto beso. La castaña pestañó confundida, pero antes de que pudiera si
quiera quejarse por dicho atrevimiento, el pelinegro se movió
rápidamente a su lado y se posó frente a 616 Tony, quitándole la taza de
las manos y mirándolo con malicia. Este se acercó más a él y lo besó
también.
En cuanto los labios de su otro yo, tocaron los suyos, Tony sintió su
cuerpo arder. Su traicionera polla ─ que parecía no entender que estaba
siendo besado por prácticamente el mismo ─ saltó en aprobación,
mientras Ult Tony besaba y lamía los labios de su otra versión. El
pelinegro no pudo resistirse más y dejándose llevar por la curiosidad,
tomó a 1610 por él cuello para profundizar el beso y abrió lentamente
sus labios, permitiéndole al otro entrar. Ult Tony era un gran besador, y
su lengua hizo cosas maravillosas dentro la boca de Tony y gracias a
Dios que este último logró acallar un gemido antes de que sus labios se
separaran por fin.
Inseguro de que más hacer Tony se quedó mirando a los bellos ojos
azules de Ult Tony, que seguía observándolo con una expresión
lujuriosa, mientras se relamía los labios.
¿Pero qué estupidez más grande había hecho? ¿Qué acaso no había ido
al laboratorio para mantener sus pecadoras manitas lejos de los
problemas?
Interesante.
─ Que galán. ─ Ult Tony levantó una ceja insinuantemente, una amplia
sonrisa formándose en su rostro.
Después de todo, fue por culpa de Steve y Tony que las cosas se salieran
de control.
Su velada perfecta.
─ Cariño-
Cuando ambos suspiraron derrotados y Nat pudo ver que de verdad esta
vez la iban a escuchar sin interrumpirla, entonces prosiguió.
─ Bien, creo que hoy hemos aprendido la razón por que nunca hacemos
estos intercambios multi-dimensionales. O tal vez porque no hay más de
dos Steves o Tonys en un solo universo. ¡Todos terminarían por
suicidarse!
Tony llevó sus manos a sus labios y trató de ocultar la carcajada que
amenazaba por escapársele.
Esta cena se suponía que sería una buena excusa para tratar de limar
cualquier aspereza o malentendido entre los Ultimates y los 616,
conocerse mejor, pasar un rato agradable con una deliciosa cena, postre
y una copa de vino.
Nat suponía que tal vez ni ella o Tony necesitarían tal apoyo, Ult Tony
demostró ser bastante cariñoso por sí solo. Pero Steve, era otra historia,
el rubio necesitaba claramente una ayudita extra para poder si quiera
abrir la boca enfrente de Ult Steve sin que este último lo avergonzara o
quisiera saltarle encima para golpearlo.
Así que, si, una cena era la manera perfecta para empezar todo con el pie
derecho. Eso y también la ocasión ideal para por fin lucir bonita y
elegante después de varias semanas solo usando jeans, camisetas y ropa
deportiva.
Pero Natasha era una mujer, y una mujer que estaba acostumbrada a la
diversión y el lujo. Estar encerrada en la torre no le había dado otra
actividad por hacer si no trabajar con Tony en el laboratorio, entrenar
con Steve y charlar con los demás integrantes de los Vengadores cuando
se tropezaba con ellos en las esporádicas reuniones o en la sala común.
Nat obviamente estaba cansada, cansada y aburridísima. Ella llevaba
hace un tiempo viviendo en esta tierra y la verdad era que no había
tenido la oportunidad de ver más allá de estos muros y observar con sus
propios ojos lo que acontecía allá fuera y bueno aunque ella quisiera, no
podría. Era demasiado peligroso exponerse al ojo público y que de
repente todos se preguntaran porque una chica que lucía familiarmente
como Tony Stark, iba por allí con un reactor en su pecho al igual que
Iron Man. Eso sería como ponerse un letrero de neón que le anunciaría
al asesino donde estaba.
Nat pensó que la cena sería un medio de distracción para todos, y para
sus nuevos amigos del Ultimate que aunque solo llevaban unos cuantos
días allí, también empezaron a mostrar señales de aburrimiento. Ellos no
estaban en la misma posición que Nat, es decir, ellos podrían realmente
salir si quisieran, pero las pequeñas diferencias físicas podrían ser muy
obvias para cualquier buen observador, lo cual haría muy difícil de
explicar por qué de repente Tony Stark parecía más delgado y cansado,
y a lo mejor generaría toda clase de rumores sobre el uso de esteroides
por parte del Capitán América.
─ Sí, bueno en realidad soborné a Clint para que fuera a comprarlo por
mí.─ Respondió la castaña sonriendo. ─ Ah, también me encargué de
comprarle algo de ropa para los Ultimates, el Capitán Rogers dejó muy
en claro que si me atrevía a darle ropa de Steve la quemaría.
Todos se veían muy guapos, Nat estaba segura de que una fotografía de
la escena sería codiciada por cualquier revista.
Una suave sonrisa se dibujó en el rostro de Ult Tony, mientras que Ult
Steve jugaba desinteresantemente con la copa de vino en sus manos.
Natasha pensó que tal vez no había sido una genial idea de su parte sacar
el tema, pero Ult Steve parecía totalmente relajado y para nada
sorprendido con la actitud evasiva de Ult Tony, lo que la hizo pensar
que seguramente esto era algo que ya ellos habrían charlado e
indudablemente discutido muchas veces.
─ Creo que más bien estas asustado, digo, considerando el poco tiempo
que te queda de vida. ─ Dijo Tony casualmente, tomando un bocado de
su jugoso filete.
─ Yo-
─ Basta, Tony. ¡Es suficiente! ─ Interrumpió Nat, al ver que Ult Steve
apretaba los puños sobre la mesa y parecía dispuesto a volarle los
dientes a Tony si pronunciaba una palabra más, mientras que 616 Steve
parecía listo para tomar la bandeja más cercana y usarla de escudo por si
una batalla se desataba. ─ No es el momento para hablar de esto.
Natasha cerró los ojos e imploró a todos los dioses del cielo que la
escucharan y le dieran a Steve las fuerzas necesarias para evitar la
provocación del su versión Ultimate, mientras que ambos Tony pararon
de comer al instante.
─ ¿Ah sí? ─Bufó 616 Steve. ─ ¿Con que cara te atreves a decir tal cosa?
Y era por esto que Natasha solo creía en un solo dios, Thor.
─ Di, lo que tengas que decir, Rogers. ─ Gruñó Ult Steve levantándose
de la silla con furia.
─Digo, que eres un hombre gay, bastante hipócrita. ¿Estás seguro que
aún no estas dentro del closet?
─ No sé de qué hablas, nadie tiene nada contra ti, es evidente que eres
demasiado perfecto. ─ Ult Steve hizo comillas en el aire y Nat observó
las fosas nasales de Steve agrandarse por su agitada respiración.
Natasha acalló un chillido con sus manos, mientras que Ult Steve hizo
una expresión rara, como si alguien le hubiera disparado a su perro y
pateado el cadáver en el suelo.
Y eso fue la última cosa más o menos coherente que Natasha logró
escuchar antes de que todo se fuera al demonio. Los golpes no se
hicieron esperar, Ult Steve arrojó a su versión del 616 sobre la mesa y de
allí en adelante todo fue un gran borrón en su memoria. Nat vió la
comida volando en algún punto, mientras que por alguna razón que ella
aun desconocía Antonio y Tony también empezaron a pelear (aunque
verbalmente), mientras que la cara de Steve era molida a puñetazos por
un desquiciado Ultimate Steve. En un intento desesperado por separarlos
a todos, Nat se puso entre medio de sus versiones masculinas, cuando la
gran charola con el salmón, cayó completamente sobre su inmaculado
vestido blanco, bañándolo con la salsa que Clint describió que estaba
como para morirse.
Perfecto, porque la chica Stark se sentía morir en ese momento.
─ Tony fue quien mencionó lo del cáncer y ¿tú quieres que sea yo quien
se disculpe?
─Que lindo Steve, siempre supe que eras esa clase de niño envidioso
que acusaba a sus compañeros de clase. ─ Resopló divertido Tony,
claramente gozando el momento.
Steve quería a Nat, pero no lo suficiente como para recibir dos golpizas
en un mismo día por parte de su versión Ultimate. Menos si podía
evitarlo, al menos hasta que las aguas se calmaran entre ellos.
¿Así que 3490 Steve, al parecer el único santo sobre la faz del multi-
universo, estaría decepcionado de él si aún estuviera con vida?
Grandioso.
Steve pasó sus manos por su rostro, debatiéndose si tomar antes una
ducha o no y arrojar el traje (ahora hecho trizas) a la basura.
Él se tensó por el gesto. Desde hace unos días Steve notó como el
contacto con Tony lo ponía nervioso de alguna manera que él aun no
lograba identificar, y esta era la razón por la que había aplazado
indefinidamente la charla que debía tener con el pelinegro, sin embargo
dentro de todo el alboroto del asesino, las misiones con Los Vengadores
y la presencia de los Ultimates en la torre, él no había tenido mucho
tiempo para pensar en ello y aclarar su cabeza. Claro Steve bajaba la
guardia por las noches cuando el cansancio lo derribaba, lo cual daba
como resultado despertar en las mañanas siendo abrazado por Tony y
Nat. Entre tanto roce y contacto con otro ser humano, Steve despertaba
casi siempre con una erección, vamos, que Steve era solo un hombre
después de todo.
No.
─ Bien, JARVIS dice que los chicos están en la sala común, al parecer
no se han movido de allí desde que todo paso. ─ Tony se quitó la
corbata y empezó a desabrocharse el chaleco y la camisa mientras
hablaba.
¿Gemidos?
Movido por una repentina curiosidad, Steve avanzó los pasos que
faltaban y cuidadosamente asomó su cabeza, para dar un pequeño
vistazo.
Gran error.
Steve quería darse vuelta y olvidar esto, tal vez volver más tarde o
postergar la disculpa para mañana en la mañana, era lo más correcto.
Pero la verdad fue que el rubio no podía apartar los ojos de la escena. El
soldado se encontró allí parado preguntándose a sí mismo si a lo mejor
tendría un fetiche voyerista que tal vez él desconocía.
Ult Steve le dio una larga lamida a la polla roja y endurecida. Ult Tony
dejo escapar un sonido entrecortado de su garganta antes de que el rubio
lo tragara entero, quien a su vez rodeo con sus manos el miembro y
empezó a bombearlo rudamente.
¡Dios Mio!, Pensó Steve, mientras se mordía con fuerza los labios para
evitar jadear.
Ult Tony cayó hacia atrás, una sonrisa tonta dibujándose en sus labios.
─ Odio esa mierda de bebé. ─ Gruñó Ult Steve rodando los ojos.
1610 negó lentamente con la cabeza antes de agregar. ─ No, creo que
hay alguien acá que me busca. ¿No es así, Rogers?
─ Sal de una buena vez, Rogers. Sé que llevas allí un buen rato, te
escuché desde que saliste del ascensor.
Maldita sea.
Steve totalmente acorralado, no tuvo más remedio que salir de su
escondite, no sin antes tratar de ocultar su propia reacción física,
revelando su enrojecido rostro a sus huéspedes de la tierra 1610.
Ult Tony le sonrió con malicia y Steve apartó la mirada ─ Bien, supongo
que entonces me iré a dormir. Buenas noches, Steve.
Ult Steve dio dejo escapar un sonoro suspiro, y quedó pensativo por un
instante mientras 616 Steve se balaceaba incomodo entre un pie y el
otro. Justo cuando Steve pensó que 1610 se negaría, este se dirigió
entonces al ascensor.
─ ¿Cómo fue que… como fue que empezaron a salir? ¿Cómo te diste
cuenta de que sentías algo por Tony? ─ Preguntó indeciso Steve, él aún
estaba muy curioso por saber la historia detrás de los Ultimates, y
aunque tal vez Ult Steve lo mandará al demonio, él no podía
desaprovechar esta oportunidad, no cuando Ult Steve parecía dispuesto a
charlar y compartir sus emociones con él.
Ult Steve asentó con la cabeza y le brindó una pequeña sonrisa, dándole
otra calada a su cigarrillo.
─ Bien, pero antes déjame hacerte una pregunta Rogers. ¿Te has puesto
a pensar alguna vez que significa Tony en tú vida?
─ Mejor aún, Steve. ¿Te has preguntado alguna vez como sería tú vida
sin Tony?
Cambié de opinión sobre el nombre del capitulo, por que decidí que
lo dividiría en dos.
https://www.youtube.com/watch?v=f5oIXBhJTDw
Notas aclaratorias.
En fin, a leer.
Chapter Notes
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Steve estaba de pie desde hace más de una hora frente a la tumba que
ahora llevaba el nombre de “James Buchanan Barnes” grabado para
siempre en la reluciente lapida.
Él aún no entendía como había logrado pasar por todo el funeral sin
derramar lágrima alguna y mucho menos como es que continuaría
viviendo ahora que la única persona cercana a él se había ido, dejándolo
solo y confundido en este nuevo siglo en el cual despertó hace tan solo
un año atrás.
Fue el cáncer.
Cáncer de pulmón, para ser más precisos, lo que mató al viejo soldado
que en ese entonces fue su camarada, quien fue y sería siempre su mejor
amigo, su hermano, la única familia que le quedaba.
Mirando aun a la tumba, leyó una vez más las palabras grabadas en una
delicada letra cursiva:
El peso de la soledad cayó con más fuerza sobre él. Steve quería gritar,
llorar, revolcarse en la sucia tierra ahí mismo y dejarse morir de una
buena vez.
Pero la realidad fue que Steve se dio cuenta muy pronto que realmente
no podía encajar, que no pertenecía a este raro país en el que despertó.
Que no pertenecía a ningún lugar y que ahora estaba totalmente solo.
Las únicas personas que lo entendían, las únicas personas con la cual
podía desahogarse, sentirse mejor y que le dieron un impulso para vivir
fueron Bucky y su ex prometida Gail ─ quien después de la desaparición
de Steve, se casó con Barnes ─ No que a él le importará, para ser
honestos, a Steve le hizo feliz saber que las dos personas que más quería
en ese entonces, lograron construir una vida juntos y ser felices.
Sin embargo, ahora ambos yacían muertos. Enterrados uno al lado del
otro, como así lo dispusieron.
─ Creo que he llegado a la edad donde conozco más personas que están
muertas, que vivos caminando sobre la tierra. ─ Confesó con amargura
Steve, limpiándose las lágrimas.
Steve empujó a Tony con brusquedad, haciendo que este último cayera
sobre la grama, jadeando y evidentemente sorprendido por el ataque.
Steve no le permitió decir palabra alguna o hacer cualquier movimiento
para levantarse, cuando ya se había arrojado sobre el más pequeño,
lanzado el primer puñetazo en la cara de Tony.
─ Que más quisiera, cariño. ─ Tony frunció el ceño. ─ Pero dado que
Fury está sobre mi todo el tiempo, tengo las manos atadas y prometí que
me haría responsable. Y por cierto, me debes una botella de whisky.
Steve acababa darle una golpiza al tipo, insultarlo y ¿él solo podía
pensar el crear seriamente un portal dimensional para follarse?
Steve hizo algo que nunca pensó hacer, no al menos en este día, frente a
la tumba de su mejor amigo y mucho menos frente al sujeto más
fastidioso de esta tierra.
Y fue así como pasó, fue así como Steve decidió que tal vez Tony no era
tan malo después de todo. Y fue así como ─ más que nada por el
mandato de Fury─ que ambos hombres empezaron a pasar más tiempo
juntos.
No.
Steve sabía que Tony era más que solo el hombre de hierro. Steve sabía
que a veces Tony no podía dormir porque estaba aterrorizado de que
algo malo les pasará a los miembros del equipo, que aunque este último
lo negara, le hacían sentir como si fuera su familia, la que nunca tuvo a
lo largo de su niñez. Steve sabía que Tony sufría de depresión con
episodios maniacos y se ahogaba en alcohol para sobrellevar el dolor. Él
más que nadie sabía que Tony era un hombre frágil, lleno de
inseguridades y demonios con los que batallaba día a día, buscando ser
una mejor persona. Steve sabía que Tony se sentía mejor dentro de la
armadura metálica que dentro de su propia piel, porque el verdadero
Tony estaba lleno de defectos ─ como cualquier otro ser humano ─ pero
que Tony alegaba eran imperdonables para alguien como él.
Tony era un genio, y eso por el contrario a lo que muchos podrían creer
no lo hacían una persona aventajada sobre los demás. La realidad era
que Tony veía el mundo de un modo distinto ─ cosa que Steve
encontraba emociónate ─ y eso también incluía su manera de
relacionarse con otros, lo cual hacía muy difícil crear verdadera
conexiones con los demás.
Cualquiera diría que el Tony real, era aquel millonario borracho, que iba
de fiesta en fiesta, con una agitada vida social. Pero Steve conocía al
verdadero Tony. Aquel que se reía sin control de sus estúpidas bromas,
aquel que le encantaba en secreto cualquier comedia romántica de
Hollywood, aquel que en medio de la noche lo sacaba de la cama solo
con la excusa de que quería mostrarle alguna película, o cualquier loca
experimento que se le ocurriría en el momento, cuando en realidad se
sentía solo.
Steve en el fondo sabía que Tony valoraba mucho su compañía, y
sospechaba que a lo mejor él era el primer amigo real que Tony hizo sin
necesidad de tener que pagarle antes para soportarlo, como fue el caso
de Pepper y Happy.
Y quién lo diría, pero Tony resultó ser una bendición para Steve, este le
daba un toque nuevo y diferente a sus días. Y Steve estaría siempre
agradecido de la paciencia y comprensión que Tony le brindó cuando el
rubio le contó de sus propios problemas.
Tony le dirigió una extraña mirada, una que Steve nunca había visto
antes, lo que le hizo sentir cosas raras en su estómago. Desarmado, el
rubio se encontró allí parado boquiabierto y con el extraño deseo de
borrarle esa socarrona sonrisa a Tony con sus labios.
¿Qué jodidos?
Steve sabía que eso estaba mal, años de educación religiosa por parte de
su madre, le habían dejado bastante claro que los hombres que yacían
con otros hombres o que tenían ese tipo de pensamientos hacía personas
de su mismo sexo se iban directamente al infierno.
Claro que Steve había aprendido que en este nuevo siglo, las personas
eran más tolerantes y que en varios lugares gay y lesbianas podían
contraer matrimonio, formar una familia y acceder a todos los derechos
civiles que cualquier persona o pareja heterosexual podía. Él mismo
Tony, incluso le había confesado una vez que él no le importaba con
quien compartía cama y en enserio él no tenía ningún problema con que
Tony fuera de esa manera, pero Steve no pensaba que eso podía
aplicarse a sí mismo o esa basura Bi que Tony le explicó.
Fue así como Steve empezó a pasar cada vez más tiempo entre misiones
con SHIELD y menos tiempo con los Ultimates, en un intento de poner
un poco de distancia entre él y Tony para aclarar su cabeza y eliminar tal
impuros deseos. Sin embargo, eso no detuvo a Tony de estar muy al
tanto de él, siempre llamándolo y haciéndole invitaciones para que se
mantuvieran en contacto como siempre.
La solución bajó del cielo para Steve, cuando Janet Van Dyne se separó
por fin de su muy abusivo esposo Hank Pym. A Steve siempre le había
parecido muy atractiva la científica y sin desaprovechar oportunidad
empezó a salir con ella.
Los meses pasaron y Steve por fin se sentía en paz, sintió que pudo
respirar con normalidad otra vez al descubrir que de hecho si se podía
excitar aun por una mujer, y vaya que mujer. Janet era perfecta para él,
inteligente, divertida y sobre todo una súper heroína, la cual entendía y
se ajustaba a su alocado horario combatiendo súper villanos.
Sin embargo, nada lo preparó para el shock que sufrió al descubrir que
durante su tiempo alejado de Tony, este no desaprovechó el tiempo y
encontró el amor en nada más y nada menos que los brazos de Natasha
Romanova, La viuda negra de SHIELD, quien también disponía de un
suero de súper soldado como él corriendo por sus venas. Steve no pudo
evitar pensar tontamente que Natasha era básicamente él versión mujer.
Los estúpidos celos se apoderaron de él, enfureciéndolo más.
Sintiéndose herido y traicionado, cual ex novia celosa y sin brindarle
mayores explicaciones al pelinegro, decidió cortar todo lazo con Tony.
La depresión volvió con más fuerza que antes, y Steve se preguntó por
qué demonios había sido tan estúpido al pensar nuevamente que podía
encajar. Los pensamientos sobre Tony ─ los cuales realmente nunca se
marcharon─ volvieron, él sospechaba que tal vez su mente jugaba con
él, o trababa de hacerle ver de que necesitaba a su amigo ahora más que
nunca.
Él solo quería regresar, arrastrarse y pedir perdón, pero sabía que las
cosas no eran tan sencillas.
Así que Steve tuvo que asistir al funeral y ver como Tony lloraba sin
consuelo sobre la tumba de un hermano que nunca lo quiso, rodeado de
gente estirada que tampoco se preocupaba mucho por él, sin poder hacer
nada al respecto.
Es decir, ¿qué más podía ser si no amor este miedo? ¿Qué más podía
significar el hecho de que tan solo unos meses con Tony fueron
suficientes para erradicar de él todo dolor previo y hacerle tan
malditamente feliz como nunca nadie lo había hecho?
Así que Steve, como el idiota que era, tendría que callarse sus
sentimientos y ver como el amor de su vida, el maldito idiota que lo hizo
bisexual, caminaba hacía el altar en pocos meses.
Steve se maldijo una vez más a sí mismo, por que puso nuevamente su
propio bienestar emocional por encima de la persona que decía amar. Y
es que Steve no regresó a las Ultimates por que no soportó ver a Tony
feliz con Natasha. No soportó saber que la sonrisa sincera en el bello
rostro de Tony, no era a causa de él. Él resolvió por seguir poniendo más
barreras, más distancia entre él y su amigo, porque estaba malditamente
seguro de que terminaría por asesinar a la mujer.
Natasha escapó, huyendo a Dios sabrá donde, mientras que Barton sin
siquiera perder el tiempo en llorar sobre la leche derramada, se marchó a
darle caza a la pelirroja para vengar a su esposa e hijos. Tony, quien no
contaba con la misma fuerza de voluntad de Barton, se encerró en sí
mismo, volviendo a su vieja rutina autodestructiva de fiestas, sexo y
alcohol.
Fue allí cuando Steve decidió dejar de ser un idiota y regresar a vivir
con ellos en la torre, puesto que aunque Tony seguramente no lo querría
allí y no lo necesitaba para nada, Steve no podía evitar pensar que tal
vez él podría devolverle el favor a Tony, hacerlo reír y sentirse mejor
como cuando Bucky murió.
Steve se quedó mirándolo porque la verdad no sabía que otra cosa hacer.
Bueno, en realidad él tenía detalladas imágenes en su cabeza de lo que
quería hacer, pero no era el momento.
Steve tenía que luchar contra esto, tenía que ser fuerte y enterrar sus
malditos sentimientos porque Tony no necesitaba eso de él. Tony
necesitaba a Steve, su compañero de equipo, Steve su amigo.
Tomándolo del hombro, Steve le hizo dar vuelta a Tony, este se negaba
a mirarlo a los ojos pero él pudo ver sus enrojecidos ojos azules y las
ojeras debajo de sus ojos. Steve vacilando un poco rodeó a Tony con sus
brazos y lo acercó para finalmente sostenerlo en un fuerte abrazo. Tony
lloró desconsoladamente sobre el hombro de Steve, mientras que este le
masajeaba la espalda y le decía palabras de aliento al odio.
Tan solo con eso, Tony olvidó cualquier rencor que tuvo hacía Steve y
le permitió poco a poco recuperar la confianza perdida. Steve prometió
no desaprovechar estar segunda oportunidad y decidió que sus
sentimientos por Tony tendrían que morir tarde o temprano.
Tony.
El rubio sintió su pulso acelerarse como cada vez que Tony estaba cerca,
los días conviviendo con Tony en nuevamente no hicieron más que
alimentar sus sentimientos por él, todo lo contrario a lo que él quería que
pasará. Sin embargo, Steve no podía evitarlo, aun se sentía incorrecto
amar a Tony de esta manera, más cuando Steve sabía perfectamente que
Tony solo sentía un cariño fraternal hacía él, pero en el fondo, era ese
amor a Tony que lo mantenía de pie.
Bastaba solo con que Tony le dirigiera un saludo, una mirada, o una
sonrisa para que Steve sintiera nuevamente su corazón latir de felicidad
y creer tontamente que para Tony, él era especial de alguna manera
porque nadie era tan cercano a Tony como él.
Pero en el momento en que Tony ingresó en la sal pálido, con los ojos
inyectados en sangre y luciendo horriblemente cansado, Steve confirmó
sus terribles sospechas.
Notas aclaratorias.
A leer :)
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Y quiso vomitar.
Steve salió del edificio en busca de aire o al menos para alejarse y llorar
en privado.
Steve no notó nada inusual, nada que le diera una pista de que Tony
estaba enfermando, o de que Tony estaba muriendo.
Maldita sea.
Al diablo todo.
Steve fumó una cajetilla entera ese día, lloró sin parar por más de dos
horas sentado en un mugroso bar, que encontró caminando sin rumbo
fijo por las calles de Nueva York, tomó unas quince cervezas ─ que
evidentemente no lo noquearon como esperaba─ y después de pensarlo
un poco aceptó la propuesta indecente de una prostituta, a la que se follo
rápidamente en el callejón de atrás, aun con las lágrimas en los ojos y
rezándole a Dios que le dejará tener alguna enfermedad venérea y morir
también.
Steve levantó una ceja en dirección a Tony, apoyándose sobre sus codos
para mirar fijamente al otro hombre.
─ ¡Y por eso mismo maldita sea, es que necesito que actúes como el
líder del equipo y me prometas que no huiras como siempre Steve! ─
Gritó Tony con sus ojos brillando de dolor, sus labios temblando
levemente. ─ ¡Necesito que estés acá, para mí, para todos! No quiero
tener que preocuparme de más pensando que el equipo se desintegrará
por esto… No lo permitiré. Los Ultimates es lo único que he hecho bien
en mi vida y es lo único que espero que permanezca después de irme.
Steve apretó los labios con fuerza, sintiendo toda la bilis de su estómago
revolverse y alojarse en su garganta, amenazando con salir en cualquier
momento.
“Después de irme”
¿Así tan fácil Tony aceptaba la muerte? ¿Así de fácil era dejarlo todos
atrás? ¿Dejarlo a él?
Steve solo quería recostarse, cerrar los ojos y despertar de esta maldita
pesadilla en la que se había convertido su vida. Steve deseaba con todas
sus fuerzas que alguien le dijera que nunca había ido a la guerra, que
nunca se había quedado atrapado en el hielo, que no había despertado
setenta años después en un nuevo mundo cada vez más confuso donde
se enamoraba perdidamente de otro hombre y su mejor amigo, que
simplemente estaba en casa con Gail, criando la manada de niños que se
supondría tendrían y que habían sido jodidamente felices, muerto el
mismo día, enterrados el uno al lado del otro.
─ Tal vez… tal vez haya una solución. ─ Dijo él lentamente por fin,
apartando la mirada de los ojos azules de Tony. ─ Podemos buscar una
cura, Reed o Strange-
Ahí estaba él, con el alma hecha pedazos, dándose cuenta que la persona
que más quería en el mundo entero no tenía ninguna intención de vivir y
seguir, ni siquiera por él. Esto no hizo más que asegurarle que Tony no
lo quería, no de la manera en la que Steve le gustaría y la que
evidentemente ya nunca pasaría. Steve sintió ese viejo y familiar
escozor en el pecho que nunca parecía abandonarle y lloró con más
fuerzas.
Steve entre hipos y balbuceos, asentó con la cabeza para hacerle saber a
Tony que estaba bien, que respetaría su decisión, aun si no la apoyaba y
aun sabiendo que la muerte de Tony lo mataría a él en el proceso.
Y como Tony lo dijo, las cosas no cambiaron mucho, más que nada por
la voluntad de hierro de este al actuar como si realmente nada hubiera
pasado. Por un tiempo la enfermedad del pelinegro fue como una
presencia fantasmagórica en sus vidas. Por supuesto estaban las
secciones de quimioterapia de Tony, a las cuales Steve iba sin falta, a lo
cual el menor le aseguró que no era necesario pero Steve se negó a
ceder.
Pero en el fondo, Steve estaba aterrorizado, aterrado por solo la idea que
Tony no despertará, de que muriera mientras él iba por café o al baño.
Así que Steve permaneció allí, observándolo fijamente, escuchando la
lenta respiración de Tony, el ruidoso “beep” de sus signos vitales, y
asfixiándose por sus propios sentimientos de miedo, amargura y amor.
Cuando Tony por fin despertó, este le sonrió como si no hubiera estado
prácticamente en coma por unos días y le dijo casualmente que a lo
mejor deberían ir por donas. Steve con lágrimas en los ojos le susurró un
sí y silenciosamente elevó una plegaría al cielo dando gracias por
brindarle más tiempo con este idiota que le hacía doler el corazón.
Y era por esa razón por la cual Steve decidió que confesarse no era una
opción. Si el anuncio de una enfermedad terminal fue lo que necesitó
para estar en paz consigo mismo y sus sentimientos, entonces quería
decir que él no era merecedor del amor de Tony (en el caso remoto de
que este lo quisiera), es decir, ¿Con que cara podría?
Steve apretó la quijada y junto sus manos con fuerza por que estaba
seguro de que tendría un ataque de ira ahí mismo si no se calmaba
pronto.
─ ¿Qué te hace pensar que dinero es lo que quiero de ti, Stark? ─ Steve
escupió el apellido de Tony sin evitar sonar molesto y herido como se
sentía. ¿Qué demonios pasaba por la cabeza de Tony como para pensar
tan mal de él o de sus intenciones?
─ ¿Qué otra cosa podría querer alguien de mí, Rogers? Estoy seguro que
en el fondo Pepper me quiere, pero también le gusta mucho el jugoso
salario que le doy y no creo que Thor necesite más riquezas de las que
tiene pero él es un hippie* así que no cuenta. ─ Tony dejo de sonreír,
solo para añadir amargamente. ─ Creo que Natasha solo estuvo conmigo
por eso también.
─ Steve-
Tony negó con la cabeza lentamente mirando con sus ojos asombrados a
Steve y con sus labios parcialmente abiertos. Steve se percató entonces
que estaba peligrosamente cerca del rostro de Tony y se quedó
observando esos tentadores labios por unos instantes. Sin pensarlo dos
veces, acortó la distancia entre él y Tony, tomándolo del cuello y
estrellando rudamente su boca contra la del pelinegro.
Steve lamió y besó los labios de Tony, extasiado de sentir por fin esa
boca que lo había vuelto loco durante tanto tiempo. La realidad era
mucho mejor que todos esos sueños explícitos que lo habían llevado
hasta la vigilia gritando el nombre de Tony por las noches. Tony por su
parte no respondió al beso, más bien se quedó allí inmóvil dejando que
Steve lo saboreará, pero no paso mucho tiempo antes de que este tomará
a Steve de su cortó cabello rubio y abriera más su labios para enredar su
lengua con la del soldado. Steve pensó que podría morir ahí mismo y
correrse solo por la sensación de la boca de Tony sobre la suya.
Esperando un puñetazo que nunca llegó, Steve miró por fin a Tony a los
ojos sintiéndose expuesto y avergonzado por haber dejado que sus
sentimientos se apoderaran así de él. Tony tenía la respiración acelerada,
con los labios enrojecidos por el beso y con una expresión indescifrable
en el rostro.
¡¿Qué?!
Steve pensó que tal vez debería exigir unas cuantas respuestas, pero
cuando Tony le acarició la polla por encima de la tela de su ropa
interior, Steve se sobresaltó y cualquier otro pensamiento que no fuera
follar a Antonio Stark ahora mismo, voló lejos de su cabeza.
Fue esta vez Tony, quien se acercó y besó a Steve, sin dejar sus
atenciones sobre el miembro del soldado. Steve gimió sin pudor alguno
sobre la boca de su mejor amigo, sintiendo su distintiva barba rasparle la
piel y se dejó deleitar con todas las sensaciones que le abarcaban en ese
instante.
Steve no supo cómo Tony se las arregló para dejarlos a ambos desnudos
con una sola mano y sin dejar de besarlo, pero sospechaba que este tal
vez era el súper poder secreto de Iron Man. Tony restregó su desnuda
erección contra el grueso miembro de Steve y este juró que vio estrellas
detrás de sus ojos.
Por Dios.
Tony le arrojó a Steve un condón y este lo puso sobre su eje con rapidez.
Tony dejo escapar una risita tonta, mientras bañaba sus dedos con
lubricante y los llevaba hacía su culo, para prepararse.
─ Calma, cap. ─ Dijo este antes de lamer sin previo aviso el pezón
izquierdo de Steve. El rubio soltó un grito entrecortado, casi saltando de
la cama. ─ Hace mucho que no hago esto con un hombre.
Tony lamió el otro pezón del soldado, más lentamente esta vez y Steve
solo pudo balbucear incongruencias y apretar las sabanas con fuerza. El
pelinegro continuó con las caricias por el musculoso cuerpo de Steve,
mientras que este no podía más que hacer que gemir y convertirse en
una masa débil bajo las calientes y callosas manos de Tony, las que le
recordaban que estaba haciendo esto con un hombre, que estaba en
verdad haciendo esto con Tony.
Steve tembló de anticipación cuando Tony por fin dejo de trabajar los
dedos en su agujero y se posó sobre la dura polla de Steve, deslizándose
lentamente hacia abajo. Steve sintió repentinamente un calor rodearle el
miembro y los firmes músculos de Tony apretarle.
Steve sintió su cuerpo arder con más vigor y empezó a empujar de ida y
regreso dentro de Tony. El rubio sintió como el éxtasis en su cuerpo se
incrementaba a medida que los gruñidos y jadeos de Tony hacían eco en
la habitación.
La sola imagen de Tony debajo de él, con los ojos cerrados de placer,
mientras bombeaba su propio eje, fueron suficientes para llevarlo a la
locura.
¿Pero qué estúpido había sido? ¿Qué demonios acababa de hacer? ¿Es
que acaso pensó que acostarse con Tony le traería alguna paz?
No.
Steve lo sabía ahora, Steve tenía total conocimiento ahora de cómo era
besar a Tony, tocarlo y follarlo. Steve ahora sabía la expresión de Tony
al perderse en el placer sexual. Steve sabía ahora la forma en que Tony
gruñía y gemía durante el sexo.
Tony no hizo ninguna señal de haberle escuchado, así que Steve repitió
la afirmación nuevamente.
─ Tony, te amo.
─ ¡No!
─ ¿Así que me dices que una buen polvo basto por hacerte gay y
repentinamente amarme? ─ Tony le miró con sospecha, entrecerrando
los ojos. ─ ¿Tú, el hombre más heterosexual de Estados Unidos? No me
hagas reír, Rogers.
Steve sonrió de lado, lamiendo sus propias lagrimas que ya caían por sus
mejías y labios.
Sintiéndose como una mierda, Steve decidió que tal vez debía tomarse el
resto del día libre e ir a buscar problemas en cualquier puto bar de
Nueva York. Alguien con quien desquitarse el dolor y la ira. Por fin
había tenido a Tony, como tanto había querido pero solo para que este lo
mandara al diablo justo después de haberle confesado sus sentimientos
por él.
Pues al demonio.
Steve regresó esa noche, sudado, sucio de tierra y sangre (del maldito
súper villano que tuvo la mala suerte de a travesársele en el camino),
totalmente decidido a que estaría bien, se mudaría lo más lejos posible,
metería un poco de sentido a su cabeza y así olvidaría al bastardo sin
problemas.
La actitud optimista le duro tan solo cinco segundos antes de ver a Tony,
vestido elegantemente, esperándolo nuevamente es su habitación.
─ Lo siento, fui un idiota, me tomo como dos horas darme cuenta que si
quiero esto. ─ Susurró Tony contra los labios de Steve.
─ Esto no es algo solo sexual Tony, no para mí, así que si solo quieres
un folla-amigo es mejor que-
Por Dios, él tendría a Tony para él, podría tocarlo, besarlo y profesarle
su amor sin represiones.
Pasando sus días con Tony, yendo a las misiones de los Ultimates
juntos, acompañando al menor al hospital para su tratamiento,
escoltándolo de vez en cuando para atender algún asunto en industrias
Stark y pasando las noches haciéndole el amor lentamente.
Steve era nuevamente feliz aunque sabía que cada día que pasaba
significaba que el cáncer estaba alejando a Tony más y más.
Steve sabía que lo perdería, perdería lo único por lo que realmente vivía
y la única persona que sentía podía ser para él. Él sabía que muchas
cosas podrían cambiar en el día a día. El futuro era algo incierto.
∞∞∞∞∞
Su versión del 616 había empezado a llorar solo justo después de que
Steve le contara sobre la muerte de Bucky. Ult Steve rodó los ojos y se
preguntó si este idiota había realmente escuchado todo lo que le acababa
de contar.
616 Steve miró hacía el paisaje de la ciudad con las mejillas rojas de
vergüenza.
616 Steve le miró incrédulo, casi seguro de que Ult Steve le estaba
jugando una broma como siempre.
─ No entiendo… como puedes ser tan valiente. Es decir, aun cuando
sabes que lo perderás tú-
─ ¿Crees que hay otros Steves y Tonys enamorados uno del otro? ─
Preguntó suspicaz 616.
─ Puedes apostarlo. ─ Bufó Ult Steve, como si fuera la más obvio del
mundo. ─ El punto es que me di cuenta de algo… Tony y yo estábamos
destinados a estar juntos, pero estoy jodidamente seguro que no estamos
destinados a ser felices. Pero estoy bien con ello, solo necesito a Tony,
después de eso, se acabó para mí. ─Ult Steve se encogió de hombros.
─ Así que… ¿estás seguro? ─ 616 Steve hizo un vago movimiento con
las manos. ─ Quiero decir… de que lo tuyo con Tony es real.
─ Tan real como que Antonio se aparecerá por esa puerta en cualquier
momento inventadose una excusa tonta para que me vaya con él, porque
en realidad me extraña y no puede dormir sin mí.
616 Steve iba a decir algo más, cuando casi por arte de magia Ult Tony
atravesó la puerta de la azotea, luciendo unas pijamas oscuras y
descalzo, como si hubiera salido rápidamente de la cama.
Ult Steve le dirigió una mirada de “te lo dije” a 616 Steve, quien seguía
aun tocado por todo lo que ahora sabía.
─ ¡No puede ser! ─ Dijo en un tono totalmente sorprendido Ult Steve y
616 Steve pensó que podría morir de risa ahí mismo. El rubio del
Ultimate se puso de pie, haciéndose camino al lado de su pareja.
─ Si, lo sé. ─ Agregó Ult Tony negando con la cabeza. ─ Necesito que
me ayudes a mover esa horrorosa cosa y quemarla, ahora.
Notas Aclaratorias.
Y es que desde que Steve regresó esa noche, después de irse como alma
que lleva el diablo para disculparse con su versión Ultimate, Tony notó
algo extraño en él.
No.
Fue que Steve regresó esa noche, con la mirada rota, hecho un manojo
de nervios y le había jodidamente abrazado apenas puso un pie dentro de
la habitación, sin ninguna razón aparente, mientras murmuraba cosas sin
sentido sobre que por favor no muriera y que pronto irían al médico para
asegurarse.
Tony sin saber que hacer o cómo reaccionar, le respondió con una
palmadita en la espalda y murmuró que lo que sea que lo hiciera feliz,
pero que por favor dejara de llorar o despertaría a Natasha.
Steve le hacía cumplidos a Tony cada vez que podía, sobre qué bien se
veía su cabello, o como la ropa que usaba ese día le hacía ver más
elegante, o le alagaba cuando tomaba una decisión acertada en el campo
de batalla, o sobre los nuevos diseños de las armaduras.
Tony estaba muy seguro cual era la opinión de Steve sobre el tema, su
mandíbula aun le dolía a veces, recordándole bien lo que Steve pensaba
de esto, por lo que cuando llego la hora de la votación, Tony casi se
ahoga en su café cuando escuchó a Steve muy calmadamente decir que
él haría lo que Tony decidiera hacer.
Tony lo miró incrédulo, mientras todo los demás miembros del equipo y
Natasha Stark miraban al Capitán boquiabiertos por sus palabras.
¿Qué demonios?
Fue allí donde el pelinegro concluyó que es cierto lo que dicen: ¿Quién
puede conocerte mejor si no tú mismo? Es decir, tanto Antonio y
Natasha eran muy inteligentes, divertidos y especialmente personas que
lo comprendían en todos los sentidos; su sentimientos sus traumas, sus
miedos, su palabrería científica, y principalmente que entendían que era
ser Iron Man, el simple humano rodeado de dioses con una armadura de
hierro para defenderse.
Si bien era cierto que cada uno de ellos habían pasado por cosas distintas
y luchaban internamente con diferentes demonios del pasado, presente y
futuro. Eso no quitaba el hecho de que en realidad eran prácticamente la
misma persona.
Así que, sí, los días en el laboratorio en compañía de Ult Tony y 3490
Toni ─ como Antonio burlonamente se refería a Nat ─ eran los
momentos más especiales en el día del millonario.
Los Stark estaban hablando animadamente sobre una genial idea que se
le había ocurrido a Ult Tony sobre el protocolo Avengers World y cómo
utilizar el algoritmo del programa para calcular otras posibilidades, no
solo encontrar los superhéroes más fuertes en todo el multi-universo,
cuando Ult Steve y 616 Steve entraron en la sala.
Desde aquella noche ambos rubios pasaban más tiempo juntos y parecía
que incluso estaban formando poco a poco una amistad. Los soldados
estaban sudados y sofocados, seguramente regresando de su sección de
entrenamientos en el gimnasio, ─ el lugar favorito de cualquier Steve al
parecer ─ cuando Tony se percató de que Ult Steve estaba sin camiseta,
luciendo esos perfectos abdominales ─ que Tony apostaba toda su
fortuna, serían un genial lavadero─ y con unos cortos shorts de ejercicio.
Maldición.
Tony aun no lograba entender por qué el rubio del Ultimate lograba
ponerlo de esta manera y generarle tan confusos sentimientos.
Bueno, Tony estaba seguro que no. Él sabía bien porque se sentía
atraído al soldado, después de conocer a Nat, y la relación de los
Ultimates, Tony sabía perfectamente que había muchos Tonys por allí
enamorados o babeando por algún Steve. Alguna regla o ecuación
común que parecía regir el multi-universo. Como si cada Tony debía
estar con cada Steve o al menos querer estarlo.
¿Destino o karma?
Ult Tony levantó una ceja y con una expresión en el rostro que decía
claramente ¿Estas de broma? No engañas a nadie, mientras que Ult
Steve intentaba ocultar sin éxito, la pícara sonrisa que se formaba en sus
labios.
Ult Tony rio entre dientes. ─ ¿Ah sí? Eso explica por qué siempre se lo
folla con la mirada ¿No?
El repentino silencio pareció ser suficiente para 616 Steve por que la
expresión incrédula de este se convirtió repentinamente en una de
sorpresa como si hubiera descubierto algo, o por lo menos atado cabos.
Pero antes de que poder darse si quiera la vuelta, Steve susurró casi
dolorosamente. ─ ¿Entonces por qué no te gusto yo?
Steve pareció darse cuenta de lo que dijo en voz alta, porque pestañó
confundido, un tierno rubor lo abordó de pies a cabeza y salió casi
corriendo del laboratorio, mientras Ult Steve le gritaba que recordará su
conversación en la azotea y que dejara de romperle las pelotas.
Viles mentiras.
La visita a sus amigos del Ultimate no sirvió para nada más que para
dejarlo con más interrogantes que respuesta y con una dolorida erección
en sus pantalones.
Oh Dios no, ¿Lo hará? ¡Dirá que está enamorado de mí y luego tendré
que rechazarlo y romperle corazón! ¡Le romperé el corazón al Capitán
América!
─ Por cierto ¿Qué querías decir antes? ─ Susurro Steve contra el cuello
de Tony, haciéndole a este tragar con dificultad.
─ ¿Seguro?
Steve se soltó de repente del abrazo, sus ojos azules brillando con temor
e inmediatamente se ruborizó.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Su misión.
─ Te quedas aquí, iré por Tony. ─ Repitió Nat sin dar pie a replicas y
marchándose del laboratorio.
Tan solo unos quince minutos después Nat regresó en compañía de 616
Steve y Tony, quienes por alguna razón parecían tensos e incomodos,
pero no enojados. Al parecer la chica Stark no le había comentado nada
aun a su versión del 616.
Ult Tony tecleó unos cuantos dígitos más y el programa empezó a correr
con éxito. Antes de que cualquiera de ellos pudiera entender que estaba
pasando, un gran holograma con el mapa del multi-universo se expandió
frente a ellos.
─ ¿Qué demonios le hiciste a mi programa? ─ Susurró 616 Tony
mirando aturdido las miles de tierras proyectadas frente a él, muchas
marcadas por puntos azules, algunas con amarillos, y otras pocas con
puntos rojos. Ambos Steve observaban a los Stark como buscando
respuestas, mientras que Natasha a su lado examinaba cuidadosamente
cada una de ellas, la castaña pareció ubicar la tierra 3490, su hogar, la
cual tenía un brillante punto amarillo en el medio, sus ojos brillaron con
repentino entendimiento. Al parecer la mente de su versión femenina
trabajaba un poco más rápido que la de su versión del 616.
─ Claro que no Rogers, si pensaron eso fue porque son unos ingenuos.
─ Aclaró Ult Steve a su lado, mientras Nat y 616 Tony fruncían el ceño.
─ Wanda dijo que tuvo una visión, dijo que nuestro medio de salvación
estaba en la tierra 616. Y es por eso que acá estamos.
─ Steve tiene razón. ─ Afirmó 616 Tony, mientras Nat seguía sin decir
una palabra más, claramente enfocando su vista en el punto amarillo que
le señalaba su tierra, ahora que sabía que significaba.
─ ¿En serio? Les acabo de decir que tenemos una solución perfecta y
¿esto es todo lo que tienen que decir? ─ Reprochó Antonio sintiéndose
repentinamente muy agotado y masajeando levemente sus sienes, un
nuevo dolor de cabeza se avecinaba.
─ Estas demente. ─ Exclamó casi sin aliento 616 Tony. ─ ¿Crees que no
se darían cuenta de su repentina desaparición? ¿Crees que el asesino no
notaría que de repente hay Tonys o Steves faltantes? Y más si son tierras
que están a punto de ser atacadas ¡Además eso pondría en peligro
nuestro propio hogar!
616 Tony echo un vistazo entre sus amigos, antes de abrazar a Natasha y
plantarle un suave beso en la frente y hacerle una seña con la cabeza a
616 Steve. Dirigió su atención entonces a sus visitantes del universo
1610 antes de hacer un leve asentamiento y poner una expresión seria.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Steve seguía mirándole, pero esta vez sus ojos reflejaban algo distinto,
reflejaban dolor. Tony se sintió como una mierda. Steve acababa de
decirle algo importante, él trataba duramente de no leer entre líneas,
pero muy en el fondo sabía que algo andaba mal. Como si estuviera
omitiendo una pieza del rompecabezas y Steve estaba tratando
desesperadamente de darle la respuesta.
Ambos hombres dirigieron su atención hacia el ruido solo para ver como
de la nada aparecían tres figuras enfundadas en armaduras de Iron Man,
o lo que parecían serlo, puesto que los diseños eran distintos y Tony ─
quien no sabía si sentir miedo o envidia ─ estaba jodidamente seguro
que nunca había hecho esos.
El primer sujeto vestía una muy parecida a la suya, estilizada, con los ya
familiares colores, rojo, amarillo y plateado. La siguiente persona a su
lado, al juzgar por la armadura, plateada y morada con forma femenina y
pechos, sugería que quien estaba dentro era una mujer, y el tercero tenía
forma masculina un poco más alto que las otras dos, adornada con los
emblemáticos colores de la bandera de los Estados Unidos y un escudo
pegado a la parte trasera.
¿Qué carajos?
Earth 199999 MCU I
Chapter Summary
Notas aclaratorias.
!A leer!
Chapter Notes
Ambos hombres estaban al final de la sala, de pie uno al lado del otro,
con los brazos cruzados en sus pechos y mirándolos con sigilo, como si
estuvieran esperando que alguien les atacara. Ninguno de ellos se había
retirado aun la armadura completamente.
Steve les echó otra mirada discreta, sin poder contener su curiosidad.
Era Tony sin lugar a dudas, pero no exactamente, ya que este sujeto
tenía los ojos más azules y encantadores que Steve había visto en su
vida, el pelo totalmente negro, apuntando en todas direcciones y
evidentemente era más alto y más fornido que él Tony a su lado. Pero su
rostro, su actitud, la manera en la que se paró erguido, confiado al lado
del “otro Steve” y le apretó la mejilla, mientras le reprendía
burlonamente, le dijo todo. El otro rubio torció los ojos, en un gesto tan
familiar y tan enraizado en sus propios patrones de comportamiento ─
especialmente cuando estaba en presencia de Tony─ que Steve no le
quedo dudas de que estos sujetos estaban diciendo la verdad.
─ Si, pero los primeros hombres solo eran recolectores de fruta, sin
embargo hoy en día... ─ Le respondió Natasha repentinamente,
mirándolo de pies a cabeza nuevamente. ─ Querido, estoy segura que tú
no podrías alcanzar ninguna manzana.
Demonios, mirar a 616 Tony era demasiado para él, y ni que decir de la
despampanante Natasha. Al parecer Tony se las arreglaba para ser más y
más desconcertante en cada universo.
─ ¿Reed Richards? ─ 616 Iron Man hizo sonar el nombre como si fuera
alguien que Steve debería conocer. Pero tanto Tony como él negaron
con la cabeza, luciendo confundidos.
─ ¿Qué hay sobre Susan Storm? ─ Natasha también hizo ese raro gesto
que su otra versión masculina del 616. ─ ¿Los cuatro fantásticos?
─ Así que, ¿los Vengadores son los únicos héroes de todo este universo?
¡Yo enloquecería con tanto trabajo! ─ Habló el pelinegro del 616 con un
tono de voz totalmente incrédulo y las cejas arqueadas. Esta vez Steve
hizo un leve asentamiento con la cabeza, pero solo sirvió para que 616
Tony suspirara ansioso y pasara sus manos por su cabello revuelto. ─
Con razón los matarán, esta tierra es débil y nueva. Te aseguró que hasta
el pobre Spider-man se aburrirá acá.
Steve observó atónito como su otro yo, miraba al pelinegro casi como si
lo fuera a besar ahí mismo delante de todos.
─ Por supuesto, Winghead. ─ 616 Tony arqueo una ceja. ─ Lo que sea
por ti.
616 Steve abrió la boca para decir algo, pero la castaña simplemente
negó con la cabeza antes de agregar. ─ Solo hazlo.
616 Tony por su parte soltó una carcajada, sus ojos arrugándose en las
esquinas, como recordando algo en verdad muy divertido, pero el
soldado del 616 no compartió su humor y rodo los ojos. ─ Capitán
guapo, rocanroleando en la 45*.
─ ¿Qué demonios, Nat? ─ Protestó 616 Steve, pero ella levantó una
mano para acallarlo.
─ Sí, casados desde hace más de diez años, dos divorcios y contando. ─
Le aseguró la castaña, cruzando las piernas aburridamente. ─ ¿No me
creen? Llévenos a un lugar seguro y verán lo que Steve y Tony son… de
cerca ─ A nadie se le escapo el doble sentido de las palabras de la chica
Stark y Steve no pudo evitar sonrojarse. ─ Nosotros los protegeremos y
ustedes podrán preguntarnos lo que quieran y obtener sus respuestas, de
ya saben... La relación de Steve y Tony.
Sin decir una palabra más y dejándolo con la extraña sensación de que
había metido la pata de alguna manera en la que él no podía descifrar,
Tony salió de la sala no sin antes dar un portazo que le hizo casi saltar
de la silla.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
─ Nat, les dijiste que estábamos casados. Tony y yo. ¿Por qué demonios
hiciste algo así? ¿Cuál es el punto de todo eso? ─ Steve puso sus brazos
en jarra sobre su cadera. ─No servirá de nada sostener semejante
mentira.
La castaña le miro con esos bellos ojos azules que le recordaban tanto a
Tony y sacudió la cabeza un poco.
─ ¡Tony! ─ Le reclamó Steve sin poder evitar mirar hacía a un lado para
no tener que repasar el cuerpo de Tony con esas ansias hambrientas que
lo asechaban últimamente. Esto era ridículo ¿Por qué querría él mirar y
detallar el cuerpo de Tony? No era como si nunca lo hubiera visto en
poca ropa, por no decir desnudo, y tampoco era como si Steve no
supiera a la perfección cada rincón y firme musculo del cuerpo de Tony,
es decir, el mismo puso esos músculos allí, en los entrenamientos
matutinos que él solía darle al pelinegro para que aprendiera a
defenderse sin la armadura y con la reciente rutina de compartir la cama
juntos, abrazarse por las noches y pretender que nada pasaba en las
mañanas, Steve ya estaba seguro que aun con los ojos vendados, sus
manos podrían reconocer cada cicatriz, lunar o textura en la piel de su
amigo.
─ Tony, felicidades estas casado con Steve. Nos vemos abajo, adiós.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
El pelinegro del 616 apretó los labios casi con sufrimiento y a Tony se le
cayó un champiñón de la boca.
Estos idiotas.
Steve se sonrió.
─ Lo siento, es que en verdad amo estas cosas. Gracias Shellhead.
Nat rodó los ojos con hastió. Ella esperaba de verdad que su plan diera
resultado.
─ Aun no sabemos quién es, o sus motivos. Lo único que sabemos con
seguridad es que no actúa solo, que conoce a sus víctimas y sobre todo
que no temé liquidarlos. ─ Explicó ella ganando la atención del resto de
ellos.
─ ¿Eso quiere decir que ya hay víctimas? ─ Preguntó cuidadosamente
Tony.
─ Sí las hay, muchas de hecho. Todos Steves y Tonys a través del multi-
universo.
Dirigiendo sus ojos cafés hacía ella, Tony le dijo en un tono calmado y
sincero. ─ Lo siento, lamento mucho tu perdida.
Sin embargo las expresiones de MCU Steve y Tony no hicieron más que
hacerla reír más. Ambos hombres les miraban incrédulos con sus ojos
muy abiertos de la impresión, como si dudarán de que lo que ellos
decían era cierto o simplemente una broma compartida que claramente
ellos no entendían.
─ Sí, así es. ─ La castaña dirigió sus azulados ojos hacia sus
compañeros del 616. ─ ¿No es así, Tones, Steve?
─ Sí, así es. ─ Afirmó 616 Tony, colocando un brazo alrededor del
soldado del 616. ─ El día en que Steve despertó, que por cierto es el día
favorito de toda mi vida*, me di cuenta que no podría vivir sin él nunca
más. ─ El pelinegro suspiró dramáticamente y mirando a Steve
expectante, incitándolo a que dijera algo.
─ Vaya. ─ Susurró casi sin aliento MCU Tony con una expresión rara
en el rostro.
Tanto Nat como los hombres del 616 se alejaron un poco de ellos en
caso de que empezaran a arrojarse comida entre ellos. Ya tenían malas
experiencias que no pensaban repetir nuevamente.
─ Oh, ¿entonces por que acabamos de pasar por todo este drama en
Sokovia? ─ MCU Tony frunció el ceño profundamente. ─ ¿Te recuerdo
acaso la razón por la que creé a Ultron? ¡Es porque estaba aterrado de
perderlos a todos ustedes! ¡Mis amigos! ─ Le señaló acusadoramente
este. ─ Pero la verdad es que tú y yo nunca seremos amigos ¿No es así,
Rogers? ¡Entre nosotros nunca ha habido ni habrá nada!
─ Así es amigos. ─ MCU Tony alzó las manos y dirigió sus ojos cafés
hacía sus visitantes, estos brillando con aflicción y decepción. ─ Entre
este anciano y yo no hay absolutamente nada, ni jamás lo habrá. Lo
único que siempre existirá entre Rogers y yo será aire.
MCU Tony apretó los labios en una delgada línea y se acercó más al
rubio, pegando casi su nariz con este.
La tensión sexual entre MCU Steve y Tony hacían ver la de 616 como
un bebé en pañales.
Esto era un record, le tomo tan solo unas cuantas horas solucionar la
evidente atracción que sentían MCU Steve y Tony.
Que el asesino temblara, pues sin dudas Natasha Stark era la mujer más
audaz de todo el multi-universo.
Earth 199999- MCU II
Chapter Notes
No quiero que eso los asuste, en realidad este fic esta planeado en
casi toda su totalidad, soy muy organizada y ya tengo notas de
prácticamente todo el fic y lo que pasará en cada capitulo, así que
no piensen que me saco cosas de la nada haha. También recuerden
eso mucho más adelante cuando se revele quien es el asesino, sus
motivos y especialmente quienes mueran o resulten heridos. No
vayan a decir ¿Por que hiciste eso? !Que cruel! haha osea si lo
pueden decir pero recuerden que ya todo esta planeado y no
cambiaré nada.
Notas Aclaratorias.
- Tal vez muchos reconozcan esta frase de los comics "It wasnt
worth it", para quienes lo hagan no sera tan duro la parte de la
conversación de los Tony, pero para quienes no, bienvenidos sean a
un nuevo martirio. De los mismos creadores de "You gave me a
home" y "So Was I" les traigo la frase más desgarradora de todo la
civil war de los comics, significa "No valió la pena" y entenderán
su significado en un espacio muy breve que le dedique en este
capitulo.
Tony por su parte aún seguía con los ojos cerrados fuertemente tratando
de retener la sublime experiencia por la que acababa de pasar antes de
tener que afrontar la realidad. Ni en sus más salvajes sueños Steve le
besaría. Así que seguramente estaría en su cama soñando.
Mierda.
Sin poder detener más la confrontación que seguro tendría con Steve
después de esto, abrió lentamente los ojos solo para encontrarse con el
capitán rígido frente a él con los ojos abiertos y brillando con temor.
Tony quería derretirse ahí mismo en el piso.
616 Steve se marchó enseguida casi corriendo fuera de la sala y con una
expresión indescifrable en el rostro, mientras que 616 Tony lucía en
shock y como si quisiera realmente quedarse más tiempo y exigir unas
cuantas respuestas, pero Natasha lo tomó del brazo y lo arrastró con ella.
Perfecto.
Los muy bastardos los abandonaban cuando más los necesitaba. ¿Qué no
estaban allí para protegerlo?
─ Fue un… ¿Espera que? ─ Tony entrecerró los ojos y creyó que tal vez
se había golpeado la cabeza repentinamente, porque probablemente
estaba alucinando. ¿Acaso Steve había dicho lo que él creía que dijo?
Oh.
─ Creo que sería una muy buena idea si vamos a la habitación ahora
mismo, te enseñaré como podemos divertirnos más, Cap. ─ Tony arqueo
las cejas, su tono de voz insinuante dejando en claro cuál eran sus
intenciones; llevar esto al siguiente nivel. Después de todo, él no era
alguien que desaprovechara oportunidades como estas.
─ No. ─ La voz de Steve sonó firme y clara en sus oídos, justo como
cuando daba órdenes en el campo de batalla.
Un Stark.
Si bien era cierto que Tony había madurado y aprendido miles de cosas
en el camino, principalmente desde el momento en que su vida corrió
peligro al ser capturado por los Diez Anillos en Afganistán. El cambió
más grande, la persona que más lo había influenciado en toda su vida
había sido Pepper. Y aunque no pudieron hacer que su relación
funcionara como esperaban y a pesar de que realmente seguían siendo
amigos, su tiempo con la pelirroja le había dejado muchas lecciones
valiosas, la más importante de ellas:
Para nadie era un secreto que la primera impresión que tuvieron ambos
del otro fue muy mala. Las peleas y desacuerdos no se hicieron esperar.
Era como si ambos adoraran la confrontación. Con el paso del tiempo y
cuando el equipo se conoció mejor ─ las experiencias con alienígenas
que querían dominar el mundo cambiaban a cualquiera─ Steve y Tony
aprendieron a ser compañeros de equipo. El trabajo como Vengadores
los llevo lento pero seguro a una tranquila amistad. No seguramente tan
cercana como los del 616, quien habían llegado incluso a casarse, ─ Por
Dios santo─ pero realmente su relación con Steve ya no era tan hostil
como lo fue en un principio.
Incluso desde unos meses para acá, Tony notó que Steve buscaba más su
compañía con cualquier excusa tonta y Tony jamás se negaría a pasar
tiempo de calidad con el Cap. Él adoraba al sujeto en secreto.
Pero para ser honestos, siembre hubo algo allí. Algo entre ellos, como
una especie de energía invisible que parecía unirlos o hacerlos chochar
con frecuencia. Tony siempre sospecho que se debía solo a una gran y
acumulada tensión sexual. Vamos que no era ciego.
Sin embargo nada de eso le hizo imaginarse que lo que todas esa
miradas, esas palabras, los actos de Steve para con él llevaran un
mensaje oculto.
¡Al diablo el asesino, porque MCU Tony se moriría ahí mismo sin la
jodida ayuda de nadie!
Tony esperó que tal vez eso apagara cualquier esperanza que Steve
tuviera sobre la posibilidad de algo serio con él. Que lo ayudará a salir
de este embrollo lo más rápido posible. Sin embargo eso no fue lo que
paso.
─ Si, lo entendí. ─ Dijo rápidamente él, aun sin creerlo realmente, pero
Steve negó con la cabeza.
Sin embargo esa visión que tuvo y de la cual nunca habló con los demás,
donde vio morir no solo a sus amigos, su familia, sino también a Steve,
le hizo atormentarse tanto al punto de la obsesión. Era por esa razón que
creó a Ultron, él necesitaba proteger lo que le importaba, lo único que le
daba fuerzas para vivir, ese era Steve.
Y era por esto que Tony sentía miedo. Más que eso, él estaba
aterrorizado.
Amar a Steve implicaría un “game over” para él. Un inicio y un final.
─ Así que, ¿Qué dices Tony? ─ Pregunto este con la voz temblorosa.
Demonios.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Tony no durmió una mierda.
Al juzgar por todo lo que paso ayer, Tony esperaba que las sorpresas
hubieran terminado allí. Su cuerpo no soportaría tantas emociones
juntas, nunca más. Él se estaba haciendo viejo.
¿Qué demonios?
Aun con una gran sonrisa en sus labios, 616 leyó rápidamente las
primeras páginas, mientras que con su mano libre seguía empujando a
MCU Tony hacía atrás para que no lo alcanzará. Sin embargo la
expresión del pelinegro se ensombreció y su respiración se aceleró
repentinamente, llamando la atención del más pequeño.
Tony observó expectante como su otro yo, dejaba los juegos y tomaba
firmemente el libro en sus manos temblorosas, sus ojos azules brillando
con lo que solo podía ser pánico puro.
MCU Tony abrió los ojos con sorpresa, claramente no esperando tan
exagerada reacción.
Para este punto los ojos de 616 Tony brillaban con pequeñas lágrimas en
sus ojos, reflejando el dolor y la crudeza de sus palabras, dejando a
MCU asustado y sin aliento.
616 Tony llevó sus manos a su cabello, jalándolo hacia atrás con
desesperación mientras seguía balbuceando. ─ Le dirás que jamás en la
vida volverás a beber, y cumplirás tu promesa, lo harás sin falta, porque
ya no podrás vivir con lo que hiciste. Le dirás que sabías que serías
considerado el chico malo de la historia, y que sabías con total seguridad
de que jamás volverían a hablar otra vez, ser amigos o incluso
compañeros de equipo. Te encontraras allí, solo, angustiado y roto,
gritándole que no podrás vivir con esto nunca y créeme no lo harás
porque te borraras los recuerdos, porque jamás volverás a hacer el
mismo, jamás te recuperaras de esto, Steve se llevará todo. ¡Y tú Tony,
terminarás en una sala de SHIELD, gritándole al frio cadáver de Steve
sobre la mesa que no valió la pena!
La sola idea le hizo enfermar y pensar que si algo así llegara a pasar, se
mataría con toda seguridad. Entregarse a los brazos de la muerte sería
mejor consuelo que vivir en un mundo donde Steve no existiera, donde
Steve y él se enfrentarían. Peor aún, donde Steve moría por su jodida
culpa.
─ Tony, tú-
616 Tony le brindó una risa de alivió y negó lentamente con la cabeza.
MCU Tony le devolvió el gesto amistoso y se encogió de hombros.
─ Te deseo lo mejor con Steve, de verdad. ─ Dijo repentinamente 616
con una expresión melancólica en su rostro que MCU Tony no logró
entender.
El asesino.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Y vaya que fue una gran confesión, es decir, él había besado al hombre
de hierro ahí justo en medio de la sala común, enfrente de sus versiones
de otras dimensiones, aun cuando pensó que jamás en la vida podría
ocurrir algo así. Ciertamente lo único que necesito fue ver a 616 Steve y
Tony tratarse con cariño, saber que al parecer casi todas sus versiones
existentes en el multi-universo estaban juntos como pareja e incluso
casados, para tomar valor y enfrentarse de una vez por todas a sus
sentimientos.
Así que con el ánimo por las nubes y la confianza renacida, Steve se
dirigió a la cocina para prepararles el desayuno a todos. El rubio estaba
silbando una tonada de una canción popular de su época, mientras abría
la puerta del refrigerador en busca de los ingredientes, cuando una
profunda voz lo tomó por sorpresa.
─ Yo-
─ ¿Cómo sabes-
Bucky aprovechó la confusión de Natasha para darse vuelta
rápidamente, darle una patada en medio del estómago cubierto por la
armadura, pero que aun así la mando a volar lejos de ellos. Steve entró
en pánico con la idea de Nat herida, la adrenalina corriendo por sus
venas, mientras que tomaba a Barnes por detrás, haciéndolo arrojar el
arma e intentaba que este no se acercara a Natasha.
MCU Steve ayudó a Nat a levantarse del suelo mientras que 616 Steve
se posaba frente a ellos para protegerlos con el escudo.
MCU Tony sostuvo a Steve con todo fuerzas, pasando su brazo por
encima de sus hombros para arrastrarlo cerca de su salida y escapar de
una jodida vez de esta tierra que evidentemente ya no era segura.
─ ¡Tú no iras detrás de nadie idiota! ─ 616 Tony gritó con furia,
mientras que ayudaba a MCU Tony a cargar el peso muerto en el que se
había convertido Steve.
─ Armadura, autodestrúyete. ─ Ordenó el pelinegro antes de saltar por
el portal.
Ese debía ser el Ult Steve del que tanto hablaban, pensó internamente el
soldado del MCU.
MCU Tony posó a Steve en el suelo, para que examinarle mejor. Steve
acalló un quejido en su garganta. Esto dolía como el demonio, cada
musculo de su cuerpo estaba tenso y acalambrado. La sensación de
euforia y peligro que siempre lo acompañaba en la batalla aun no le
abandonaba, haciendo peor toda la situación.
─ Steve, por favor háblame ¿estás bien? ─ Le rogó casi llorando MCU
Tony, mientras le acariciaba la mejilla.
Steve quiso responderle con palabras, pero lo único que salió de sus
labios fue un extraño sonido casi como un chillido, así que opto por solo
parpadear. El gesto pareció aliviar un poco a Tony quien se dejó caer en
el piso y besando a Steve en sus tiesos labios.
─ Te amo Cap. ─ Confesó este sin previo aviso con una gran sonrisa en
los labios.
MCU Steve le miró dudoso por un momento, mientras que Tony asentía
suavemente con la cabeza. El rubio se llenó de regocijo y se maldijo así
mismo por haber sido tan descuidado, y permitir que le inmovilizaran de
esa manera. Joder el necesitaba tocar a Tony ahora mismo o moriría en
verdad. Sin embargo ambos optaron por mirarse con ternura el uno al
otro.
─ Calma Tony, seguro Rogers tiene sus razones. ─ 616 Steve se puso en
medio de ambos tratando de evitar el confrontamiento.
Su versión del 616 pareció entender que algo malo pasaba. ─ ¿Dónde
está Antonio, Steve?
Ult Steve, llevó sus dedos al puente de su nariz y apretó los ojos con
fuerza.
Hola!
Notas Aclaratorias.
-Se que dejé alguno que otro cabo suelto en este cap, pero quiero
que sepan que eso fue adrede por que lo colocaré en el siguiente o
más adelante.
Antonio sabía que hoy era el importante día. El día del viaje inter-
dimensional de Natasha y 616 Steve y Tony. Ellos debían estar en el
laboratorio seguramente. Pero eso no le importaba realmente en estos
momentos, no con el dolor acribillándoles las sienes.
Steve trago en seco y Tony intentó sonreírle, pero el vértigo le pudo más
y sintió sus piernas fallarle. Sin embargo el rubio fue más rápido y lo
atrapó en media caída, rodeándolo con sus brazos inmediatamente y
posando su cabeza en el cuello del menor.
─ Ya hemos pasado por esto varias veces… es solo una crisis más. ─ Le
recordó Steve con la voz entrecortada y apretándolo más contra él, como
si aferrarse al cuerpo de Tony le brindaría más tiempo.
Antonio apretó los labios e intentó darle consuelo a su pareja, pero nada
parecía salir de su garganta, nada al menos alentador para tranquilizar a
Steve.
Antonio lo besó con furia, tomándolo de sus cortas y rubias hebras con
rudeza, mientras que introducía su lengua en la boca ajena. La sensación
de los labios de Steve sobre los suyos no hizo más que incrementar la
sensación de mareo en sí mismo, se aferró entonces a los hombros del
soldado buscando apoyo y profundizando el beso.
Tony pensó que se había salido con la suya e intentó que Steve le dejara
quitarle el resto de sus vestiduras, pero Steve nuevamente frustró sus
planes.
Ambos hombres miraron hacia un lado para ver a Nat con las manos
sobre el pecho y la cara enrojecida.
Steve rodeó con sus fríos dedos la erección de Antonio y este casi grita
por la sensación, pero sin ni siquiera darle tiempo de formar una
respuesta coherente en su cabeza, Steve ya estaba restregando su
desnudo miembro contra el culo de Tony.
─ ¿Así que quieres morir follado? ─ Le dijo Steve en su oído, sin parar
de masturbarle. ─ ¿Quieres que te entierre justo después de que te haga
gritar como una perra en celo y llene tú culo con semen? ¡¿Eso quieres
idiota?!
─ Pon tus manos contra la mesa y abre tus piernas para mí, Antonio. ─
Exigió él.
Mierda.
─ Yo, Steve-
La débil confesión de Tony fue acallada por el puño de Steve cerrándose
nuevamente sobre su caliente polla, mientras que se deslizaba arriba y
abajo en un ritmo torpe y apresurado. Steve le besó nuevamente con
hambrientas ansias mientras que susurraba contra su boca que se
corriera para él.
Tony sintió como si miles de bloques de cemente cayeran uno por uno
en su cabeza, y se mordió los labios con fuerza para tratar de no gritar
más. Lo siguiente que vio fue la oscuridad rodearle y Steve gritar su
nombre esta vez con profundo miedo.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Obscuridad.
Sufrimiento.
Gritos.
El pelinegro sintió unas manos acariciarle sus cabellos y ese fue todo el
impulso que necesito para poder abrir sus ojos lentamente. La luz de la
habitación le cegó por un leve momento pero logró enfocar su vista en
quien estaba frente a él, llorando sonoramente, con los ojos enrojecidos
y sorbiendo su nariz.
Steve era hermoso, incluso cuando lloraba. Tony debería sentirse como
un bastardo por poner esas lágrimas en los bellos ojos de Steve, pero la
verdad era que no lo hacía. Tony era egoísta, Tony quería a Steve para
sí, incluso sabiendo que Steve no sería feliz cuando él se marchara.
Y luego, nada.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Tiempo actual
616 Tony suspiró pesadamente mientras Ult Steve relataba todo los
hechos ocurridos con el alma colgando en un hilo.
Perfecto.
No que Tony no se preocupara por su versión Ult, pero todo esto era
más de lo que podía manejar en un solo día. Por suerte no estaban solos
ahora.
─ Prioridades.
─ ¡Lenguaje! ─ MCU Steve habló por primera vez, sentado aun al lado
de MCU Tony, quien estaba muy mimoso con el rubio.
─ No, linda. Insinúo que tienes más bolas que todos nosotros juntos.
─ Sin embargo Rogers, creo que somos más idiotas en cada universo. ─
Expresó seriamente 1610 Steve al parar de reír y 616 Tony fue
quien rió fuertemente esta vez.
─ ¡Tony! ─ Dijo casi sin aliento MCU Steve, sonrojado como una
virgen de pueblo.
MCU Tony levantó la barbilla lo más que pudo sin romper contacto
visual con el rubio, con esa actitud tan altiva y desfachatada que lo
caracterizaba bien.
─ Si, ¿Tienes algún problema con ello gorila? ─ Repuso el Tony enano
y de acuerdo, 616 Tony tenía que reconocer que su versión del MCU
tenía pelotas al enfrentarse así a Ult Steve.
─ ¡Dije que no! ─ La chica Stark golpeo su pie contra el piso apretando
los puños a su lado. ─ No soy una muñeca de porcelana, estoy
entrenada. ¿Recuerdas con quien estuve casada? Mi Steve me enseñó
toda clase de combate cuerpo a cuerpo, se usar armas, tengo mis
armaduras y definitivamente puedo contar con mi cerebro cuando nada
de eso sea suficiente.
Natasha sonrió triunfante hacía ambos hombres del 616, levantando una
ceja.
Una vez que el trio desapareció de su vista 616 Tony tiró su cabeza
sobre el escritorio casi golpeándose a sí mismo en el proceso.
─ Podrán chuparse los pitos cuando estén solos, ahora díganme cual es
el siguiente paso. ─ Por supuesto Ult Steve tenía que arruinarlo todo,
616 Steve se revolvió incomodo en su silla y se aclaró la garganta
mientras evitaba mirar a Tony nuevamente.
Tony deslizó sus manos por los paneles del escritorio, tecleando unos
cuantos dígitos que al instante revelaron los hologramas del
protocolo “Stevetony Verse”, con el mapa del multi-universo y todas las
tierras con los pequeños puntos de colores. Tony llevó sus dedos a sus
labios pensando cómo proceder ahora.
─Así que… - Dijo dudoso el rubio del 616. ─ ¿Debemos elegir una al
azar o qué?
─ No seas estúpido, Rogers. ─ Ult Steve tomó asiento nuevamente y
activo los paneles de su lado de la mesa. ─ Antonio me enseñó unos
cuantos trucos, por si algo le pasaba a él. ─ Dijo este con orgullo al
entender más el programa que su versión del 616, Steve solo hizo una
mueca.
─ Esta por ejemplo. ─ Ult Steve señaló la tierra con la punta de sus
dedos. ─ Según las probabilidades, esta dimensión tiene un 99% de
probabilidad de ser atacada pronto, creo que esta debería ser nuestra
siguiente jugada.
─ Puedes contar con ello, Stark. ─ Le aseguró el otro con un tono de voz
firme.
Tony le dirigió una pequeña sonrisa antes de tomar una postura erguida
y poner las manos en sus bolsillos. El pelinegro enfoco su vista en la
tierra que sería su siguiente parada.
Holis!
Acá estoy con la actualización semanal, he estado muy ocupada
pero al menos saqué tiempo para re-leer el fic, corregír la ortografía
los signos de puntuación y hacer que todo quedará más organizado
y bonito para quienes quieran leerlo de nuevo y por supuesto para
quienes apenas empiezan y así logren entender más.
Corté el capitulo en dos por que sentí que era demasiada
información para uno solo y sobre todo para que les de chance de
conocer esta versión.
Notas Aclaratorias.
En fin, a leer.
─ ¿Entonces esta tierra tiene una línea temporal parecida al viejo oeste,
en el año 1872? ─ Preguntó Natasha con entusiasmo, paseando de un
lado a otro, vestida solo con una pequeña camiseta de Industrias Stark y
su ropa interior. ─ ¿Y tú eres el sheriff del pueblo? ─ Natasha estaba
leyendo la información obtenida de la base de datos del programa de
“Stevetony –verse” en su tablet con total concentración.
El rubio entrecerró los ojos y trató de ver más allá de dicha frase, pero
nada vino a su mente.
─ ¿A qué te refieres?
─ ¿Te gustan? Puedo decirte donde los conseguí. Eres bastante popular
en productos de lencería también. ─ Dijo el menor, recostándose por fin
en la cama, pero Steve pareció perder toda la capacidad de habla,
moviéndose simplemente en piloto automático, acercándose al pelinegro
como una polilla al fuego y recostándose al lado de este, es decir, en el
medio de la cama donde ambos Stark podían disponer de su cuerpo para
estrangularlo como quisieran.
Ver a Tony dormir siempre era un momento alucinante para Steve, era el
momento del día donde él podía apreciar una faceta de Tony que no
había conocido. El pelinegro bajaba todas sus defensas, se relajaba y se
permitía lucir como en verdad era; un hombre cualquiera.
Steve apretó los dientes con fuerza para evitar gemir, pero sonrió
satisfecho cuando se percató de que no había sido descubierto. El rubio
abrazó a Tony con más fuerza, no importándole nada más. Él estaba
terriblemente asustado. No solo por lo acontecido en el MCU, la batalla
con el Bucky de origen desconocido, por todo lo que pasaba con los
Ultimates, sus propios e inexplicables deseos y sentimientos por su
mejor amigo; si no también lo que sucedería mañana y la inquietud de lo
que sucedería después de eso.
─ Sabes que Tony podría morir mañana ¿no es así? ─ Dijo Natasha
repentinamente. Steve tragó en seco, sintiendo su corazón dar tumbos en
su pecho. ─ De hecho todos podríamos morir mañana.
─ Basta-
¿Qué pasaría si este repentino deseo por Tony no era real, si no tan
solo el miedo de perderlo? ¿Qué pasaría si lo fuera y Tony no sintiera
lo mismo? ¿Dañaría esto su amistad para siempre?
Steve no estaba seguro si era eso lo que él quería para sí con Tony, o sí
esto siquiera significaba algo, así que ¿porque complicar las cosas más
de lo que ya lo estaban por toda la situación de los asesinatos multi-
dimensionales?
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Tony puso las manos en sus bolsillos y dejó escapar un leve suspiro,
mirando a sus otras versiones nuevamente, quienes ahora estaban riendo
de algún chiste que MCU Tony había contado.
─ ¡Les juro que odio este vestido con todas mis fuerzas! ─ Refunfuñó
repentinamente Natasha, entrando en el laboratorio, vestida con un largo
traje de época color rojo, entallado casi dolorosamente en su cintura y
con muchos encajes, su cabello totalmente rizado y semi recogido,
mientras que daba tumbos enfadada con sus botas de cuero.
MCU Tony abrió la boca para decir otra broma, pero la chica de hierro
habló primero.
616 Tony se acercó con una amplia sonrisa a Nat, y pasó su brazo por
sus hombros atrayéndola hacía él.
─ Pues para eso llevo estos. ─ Indicó 616 Tony señalando el reloj con
los colores de Iron Man en su muñeca. ─ Steve y Nat tienen unos
también, son máquinas inter-dimensionales portátiles, nos permitirán
abrir portales donde sea, cuando sea y escapar si es necesario.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
~ Earth 1872
Sin embargo este era el hogar del hombre más terco que haya pisado la
faz de la tierra, él era un héroe a los ojos de todos, pero también un
hombre lleno de enemigos en un pueblo que solo conocía la venganza y
el sudor. El alguacil del pueblo, Steven Rogers.
Steve estaba en el único bar que tenía Timely, como todas sus rutinarias
mañanas desde que Wilson Fisk había tomado el mando del pueblo,
recostado contra la vieja barra de madera y charlando con el mismo
sujeto de siempre, como todas las malditas mañanas; Anthony Stark.
─ Creo que ya has sacado suficientes corchos por hoy Stark, y no son ni
siquiera las nueve de la mañana. ─ Le dijo Steve, cambiando su peso de
un pie a otro, mientras levantaba una ceja en dirección a Tony.
Steve solo rodó los ojos con hastió. Él no entendía como aun totalmente
ebrio Tony se las arreglaba para arrojarle comentarios tan inteligentes y
hacerle callar.
El sheriff miró por encima de su hombro, solo para observar como una
mujer castaña, se acercaba refunfuñando hacía la barra e ignorando
todos los murmullos que empezaban a crearse a su alrededor. La extraña
estaba vestida con un hermoso vestido rojo, rizos alborotados cayendo
por sus hombros e incluso por su rostro, los ojos más azules y filosos
que Steve había visto en toda su vida.
Esa mujer era todo un ejemplar. Steve estaba jodidamente seguro que
ella no era de por allí, al juzgar por su piel tan delicada (nada bronceada
por el sol infernal que azotaba a Timely), sus finas ropas, y sobre todo
porque ninguna señorita en su sano juicio entraría sola a este bar de mala
muerte atiborrado de hombres sucios y malolientes, que solo buscaban
sexo, problemas y licor.
Steve levantó una ceja sorprendido al escuchar el nombre del sujeto que
estaba tan solo sentado allí a centímetros suyos, totalmente concentrado
en ahogarse en alcohol y nada más. Tony al parecer no se había
percatado ni siquiera de la presencia de la castaña, porque no pareció
reaccionar al sonido de su propio nombre. La curiosidad de Steve creció
más y le dio otro repaso a la hermosa chica. Algo en ella parecía
levemente familiar, pero él aun no podía descifrar que era. Steve volvió
a mirar a Tony a su lado, luego a la mujer y repitiendo el proceso varias
veces.
─ Por supuesto que sí, señorita. Soy el sheriff del pueblo, será todo un
placer para mí ayudarle. ─ Respondió Steve usando su acento irlandés
que nunca fallaba con ninguna mujer, y posándose al lado de ella para
ofrecerle su brazo en señal de cortesía.
─ No, Stark jamás sale de acá a menos que sea para dormir. ─ Dijo él
mientras que Tony asentía con la cabeza y se servía más licor de la
botella, emitiendo un pequeño “ujum”.
Actuando por su viejo instinto como hombre de la ley, Steve sacó una de
sus pistolas del cinturón y tomó a Natasha por el cuello, sola para
hacerla darse vuelta y apuntar al extraño sujeto. Un hombre como Steve
tenía que cuidarse la espalda siempre, él no podría permitirse otro error
como el ocurrido con Barnes, donde este último terminó siendo
asesinado.
Steve estaba tan aturdido por el pisotón que le tomó un momento darse
cuenta de lo que acababa de pasar.
Ambos extraños optaron entonces por hacer lo que se les pedía, alzando
sus manos en señal de rendición, Steve estaba a punto de exigir las
malditas respuestas que quería, cuando una voz conocida lo sorprendió
por detrás.
─ ¡Hey Danny boy!* ─ Dijo Stark, llamándolo por ese estúpido apodo,
que le había inventado a Steve por su descendencia irlandesa. ─ Creo
que tenemos un problema.
Steve le miró sin alejar los dedos del gatillo, aunque por poco arroja el
arma al suelo solo por la impresión de ver a una copia exacta suya
sosteniendo un arma junto a la mejilla de Stark, mientras que lo sujetaba
firmemente de la chaqueta para que no escapara.
─ ¿Qué demonios haces aquí? ─ Preguntó Ult Steve con un tono de voz
casi venenoso, entrando en la habitación.
─ Eh… Nada, solo revisaba sus signos vitales, es decir, ¡míralo! Él está
muy-
─ Aléjate de él. ─ Ordenó el rubio del 1610, apretando los puños a su
lado y pronunciando lentamente las palabras. ─ No lo repetiré otra vez.
Sin embargo, Tony no dejaría esto así como así, él necesitaba saber.
Aunque claro él sí que sospechaba a que se debía la actitud de Ult Steve
con él. Tony no era idiota, sabía bien que seguramente todo era a causa
de esa maldita cosa que le dijo Barnes antes de escapar de la tierra
199999. No que él no haya pensado día y noche sobre eso, pero es que
aun así, él no le encontraba sentido a tal acusación. Él literalmente no
tenía ni idea de nada.
─ Fue tu Steve.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Mientras tanto ~ Earth 1872.
─ ¿Por qué no usas tu magia con ellos? ─ Le cuestionó 616 Steve. ─ Así
irán con nosotros sin poner resistencia.
─ Primero que nada Rogers, estos sujetos no son gays. ¡Es el año 1872!
¿Acaso te diste cuenta como tu versión me miró? Y sobre este Tony,
creo que está más enamorado del licor que otra cosa. Segundo, ¡mi
misión no es juntarlos a ustedes par de idiotas, es salvarles el trasero!
El de ojos grises le dirigió una cansada mirada. Por supuesto que él tenía
un arma oculta, este era Timely, el pueblo más corrupto y olvidado por
Dios y el demonio en el salvaje oeste ¿quién en su sano juicio podría
salir por allí desarmado? Incluso el doctor Banner llevaba una consigo
todo el tiempo, y qué decir de la viuda de Barnes; Natasha, quien el mes
pasado mató a un ladrón con una escopeta.
Sin embargo Tony había hecho una promesa, Tony había aprendido su
lección tiempo atrás. Él vio la destrucción que sus invenciones y sus
armas podrían lograr. Todas esas muertes, todos esos cadáveres
producto de su ingenio.
Él llevaba esa vieja pistola consigo más por costumbre que por otra
cosa. Y era por esta razón que él no podía mantenerse sobrio, aun si lo
quisiera. Demasiadas cosas en su cabeza: las voces, el estrés, los ataques
de ansiedad. No que el alcohol fuera un buen remedio, de hecho no
hacía más que empeorarlo todo. Pero al menos le dejaba pretender que
todo estaba bien por unos momentos. Aunque Tony no estaba bien y
nunca lo estaría.
― Lo siento, sheriff. Pero quemé todas mis armas hace un tiempo atrás.
― Dijo él brindándole una sonrisa al rubio que ahora le miraba con el
ceño fruncido. ― Prometí que primero moriría antes que usar una de
esas cosas.
El rubio pareció hacerle caso y dejarlos en paz, puesto que Tony dejó de
escuchar los zumbidos de las balas cerca de él pero la adrenalina no le
permitía darse vuelta para cerciorarse. Tony Stark moriría, pero no sería
este día.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Tony dirigió sus ojos grises hacía el alguacil, haciéndole una mueca de
disgusto. ─ Por favor Steve. Esta es la tercera vez en la semana que casi
muero. ¿Crees que me importe?
Mientras que Steve se refugiaba tras la pared más cercana y sin perder
tiempo alguno, desenfundaba sus armas y empezaba un cruce de
disparos entre Bullseye y él, quien parecía tener una muy buena
puntería.
¡Santo cielos!
Pero antes de que la ninja pudiera enterrarle la filosa arma en sus cuello,
fue golpeada fuertemente en la quijada por el puño de una irascible
Natasha, quien estaba con el cabello desgreñado, el vestido rasgado
desde las rodillas hacía abajo, y una furiosa expresión en su bello rostro.
─ ¿ R-63*?
En la lejanía Nat y 1872 Tony pudieron ver como 1872 Steve ya había
acorralado al tal Bullseye, pidiéndole que arrojara el arma descargada al
suelo y colocará sus manos donde pudiera verla.
─ ¡NATASHA!
Hola de nuevo!
Notas Aclaratorias.
*Antes de que lean, creo que saben que este fic es sobre stevetony
en todo el multi-universo, muchas tramas en una, podría ser incluso
historias separadas si así quisiera, pero todo lo que planeé para cada
personaje dentro de su "mini-historia" esta conectado con muchas
otras cosas, que al final de cuentas si tendrá que ver con la trama
principal, que es la del asesino. Es decir, todo pasa por una razón,
no le disparé a Nat por que sí no más, poco a poco descubrirán por
qué pasó y que desencadenará eso más adelante.
* Creo que lo dije antes, no lo sé. Pero este fic explorará varios
tipos de relaciones entre Steve y Tony, no todas serán románticas
eso sería muy aburrido y repetitivo; hay relación de amigos, bros,
amor no correspondido, odio-amor, divorciados, y así. Poco a poco
descubrirán quien esta en cada categoría.
*Sepanlo desde ya, este fic tendrá Top Tony, se que a muchos les
disgusta, no entiendo por que, !vamos que a Steve también le gusta
que le den!
!A leer!
¿Steve, su Steve?
El sujeto que tan solo un mes atrás se molestó con él por haber actuado
por su cuenta y crear a Ultron, el mismo Steve que le dio todo un
discurso sobre la confianza y como debían hacer todo en equipo, pelear
en equipo, caer como un equipo y morir como uno.
¿Pero esto?
─No lo sé, creo que ambos no nos decimos ciertas cosas últimamente
¿no es así? ─ El castaño escupió las palabras con toda la rabia y tristeza
que sentía en esos momentos, esperando que Steve captara la
indirecta.
Tony se apartó del rubio y caminó unos pasos hacía el otro lado de la
sala tratando de poner un poco de distancia entre él, Steve y todo sus
difusas emociones. La confusión en el rostro del Cap se incrementó
más.
─ ¿Eso fue todo lo que te dijo Ult Steve? ─ Preguntó con la voz firme y
tragando en seco.
Antes de que cualquiera pudiera decir algo más, 616 Steve apareció
cargando a una pálida Natasha, quien estaba bañada en sangre desde la
cintura hacía abajo. Ambos hombres del 616 salieron corriendo
velozmente fuera del laboratorio y en dirección a la enfermería. Nadie lo
pensó dos veces, MCU Steve, Tony y los nuevos integrantes del 1872
corrieron detrás de ellos, siguiéndole los pasos.
─ ¡¡Llamen a Jane inmediatamente!! ─ Ordenó 616 Steve, mientras que
colocaba a Nat en la camilla y le rasgaba lo que quedaba del resto del
vestido para mirar la herida. ─ ! Alguien traiga gazas y agua caliente!
─ ¿Esta ella-
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
─ Sé que estas asustado ahora mismo, sé que temes perderla. Pero debes
saber que esto no es tu culpa. ─ Le prometió Steve, limpiándose las
manos y abriendo el kit médico. Pero sus palabras lejos de tranquilizar a
Tony no hicieron más que enfadarlo.
─ Tony, basta. ─ Steve pronunció las palabras con lentitud apoyándo las
manos en la camilla entre medio de Tony. Para cuando este volvió a
abrir los ojos tenía la respiración agitada y le miraba fijamente con esos
penetrantes ojos azules que le recordaban al cielo y al mar. Su bello
rostro peligrosamente cerca al suyo, haciéndole sentir como si pudiera
ver atreves de él, como si pudiera saber todo de él solo con mirarlo. Su
corazón se agitó y su enfado se acrecentó.
Tony vio atónico como Steve tartamudeaba las palabras, como nunca lo
había hecho en toda su vida, o al menos no desde que Tony lo conocía.
El rubio se quebró y empezó a sollozar suavemente, alejándose de él y
caminando hacia el otro lado, agachando la cabeza medio avergonzado.
Tony tragó en seco y sintió un feo nudo formarse en su garganta.
Tony quiso hablar otra vez pero nada salió de su garganta, nada más que
un lastimero sollozo, acompañado de las pesadas lágrimas que caían de
sus ojos. Steve por su parte respondió al abrazo enterrando su rostro en
el cuello de Tony y rodeándole la cintura con sus brazos
completamente.
Claro que eso fue hasta que Ult Steve entró abriendo la puerta de un
golpe.
Así sin más explicaciones el soldado del Ultimate salió tan rápido como
entro, mientras que 616 Steve y Tony lo seguían asustados como la
mierda, sin saber que les deparaba ahora tanto a ellos como a la castaña.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
~ 2 días después.
Sin embargo cuando Nat abrió los ojos esta vez, las resplandecientes
luces blancas la cegaron por un momento, pero parpadeó varias veces
para luego enfocar su vista en las personas que hablaban a su lado.
Lo primero que vio fue a quien parecía ser 1872 Tony ─ ella lo sabía por
su particular bigote en punta y sus ojos grises ─ pero estaba vestido con
ropas modernas, por lo que podría ser confundido fácilmente con 616
Tony, sentado en lo que parecía ser su cama. El pelinegro se sobresaltó
emocionado y enseguida llamó la atención de los otros en la sala.
─ Eres muy valiente, Natasha Stark. ─ 1872 Tony, una pequeña sonrisa
curvada formándose en sus labios. ─ Hacer eso por Steve, fue… ─ Él
pareció quedarse sin palabras, mientras que miraba al rubio a su lado.
─ ¿Así? Entonces, explícame que fue lo que paso. Hasta donde sé,
vencimos a los malos, rescatamos a 1872, volvimos a casa, salí herida,
sí, pero no es como que no me haya pasado antes. Soy Iron Woman,
¿recuerdas?
Natasha le sonrió, pero Tony seguía con esa cara de piedra, apretando
los puños a su lado. El aire se llenó de tensión en tan solo un momento.
Natasha estaba segura de que si decía una palabra más iniciaría una
confrontación con su versión masculina.
Sin embargo fue 616 Steve quien intervino esta vez, salvándola de la
inminente pelea.
─ Aja. ─ Dijo ella a secas enfocando sus orbes azules hacia el rubio y no
entendiendo realmente a donde quería llegar Steve con todo esto.
─ ¿Y? ─ Insistió ella aún más confundida, era obvio que había algo que
le estaban ocultando, pero ella aun no entendía que, lo que la empezó a
poner un poco nerviosa.
─ Ellos tuvieron que retirar la bala Nat. ─ Explicó él por fin, mirándola
fijamente con una expresión cerrada. ─ Pero hubo daños internos y el
sangrado no se detenía, así que Jane tuvo que realizarte una
histerectomía*… Nat, ¿entiendes lo que eso significa? Tú…tú no podrás
tener hijos jamás.
Ella escuchó todo el balbuceo de Steve muy atenta, pero ante tal cosa
Natasha solo atinó a soltar una risa incrédula.
Nat volvió a mirar a Steve, buscando una confirmación, esta vez con
lágrimas en los ojos al tiempo que el rubio apretaba los labios en una
delgada línea y afirmaba con la cabeza.
Steve pareció querer levantarse y salir detrás de Tony pero Ult Steve le
hizo una seña con la cabeza indicándole que no lo hiciera, por lo que
este permaneció en su sitio.
1872 Steve pestañó confundido por las palabras pero hizo un leve
asentamiento con la cabeza, antes de partir por fin.
Mierda.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
¿Qué acaso no le dejó bastante en claro que él no quería lidiar con esto
solo, que también estaba asustado? Steve derribó todas sus defensas y le
mostró a Tony cuan humano podía ser también, cuanto le afectaba todo
esto al igual que él, pero ¿qué hizo Tony? Le dejó solo.
Perfecto.
Los tres rubios estaban sentados en un gran sofá, ─ que al parecer ellos
mismo habían movido hasta allí ─ vestidos en ropas casuales, a
excepción de Ult Steve quien solo traía puesto unos ligeros pantalones
negros y rodeados de comida chatarra, botellas vacías de cerveza, vino y
whiskey, mientras que sostenían bebidas en sus manos.
Steve impresionado vio como Ult Steve se reía de algo que 1872 Steve
le decía. El rubio del 1610 había estado decaído en estos días, y no era
para menos considerando la condición de Antonio, pero para ser
honestos Steve jamás lo había visto reír así en compañía de nadie que no
fuera el pelinegro.
─ Hey, ¿qué están haciendo aquí? ─ Preguntó él con tono perplejo al ver
todo ese desastre. Esto parecía una fiesta privada con Steve Rogers
como único invitado.
Los tres hombres centraron su atención en él, mientras que MCU Steve
terminaba de tomar de su botella y le hacía una seña para que se
acercara.
─ Vaciando todo el alcohol que existe en esta torre, algo me dice que los
Stark empezarán a tomar muy pronto. ─ Manifestó el sheriff con
preocupación.
─ Hasta donde sé, el alcohol no afecta el suero del súper soldado. ¿Pero
qué hay de ti alguacil? ─ Cuestionó 616 Steve, hablando directamente
con el nuevo invitado. ─ Esto parece suficiente licor como para derribar
a Hulk.
El otro rubio rió con ironía. ─ Si claro. Nadie te cree Rogers, a decir
verdad creo que él único que no se da cuenta de lo obvio que eres, es el
mismo Tony.
Steve se le paró el corazón cuando vio a sus otras versiones asentir para
corroborar lo que Ultimate estaba diciendo. Incluso 1872 Steve asintió.
─ Por favor ¡tú solo llevas tres días acá! ¿Cómo puedes decir eso? ─ Le
reclamó él aun de pie y colocando sus manos en jarras sobre sus caderas.
─ ¿Qué? No… No. ─ Steve dejó escapar una risa nerviosa. ─ ¿Qué hay
de ti sheriff?, seguramente te gusta Tony, ¿cierto?
616 Steve entendió entonces a donde querían llegar sus otras versiones
con toda esa habladuría. Ellos estaban tratando de animarlo, de hacerle
entender que amar a Tony en la manera que fuera no estaba mal, que no
debía tener miedo porque ellos se sentían igual con respecto al Tony de
su universo.
Los otros Steves respetaron su silencio sin decir nada más o presionar el
tema.
─ ¿Así que de eso se trata todo esto? ¿Es por tu falta de experiencia con
hombres que estás tan asustado? No me jodas ─ Maldijo Ult Steve,
dejándose su cerveza a medio tomar encima de la mesa, mientras que se
ponía de pie y se paraba enfrente del rubio. ─ Lo hubieras dicho antes,
MCU Steve tenía el mismo problema y lo solucioné.
¿Qué jodidos?
El rubio del 1610 dibujó una caliente sonrisa en sus labios, mientras que
se acercaba nuevamente a un muy mareado 616 Steve y le mordía
fuertemente el labio inferior.
Steve lo empujó de nuevo, teniendo existo esta vez. ─ ¡Me mordiste hijo
de puta! ─ Exclamó llevándose los dedos a su boca, solo para darse
cuenta de que estaba sangrando.
¡Joder!
Ult Steve soltó una desvergonzada carcajada antes de mirar a sus otras
versiones y recoger su botella nuevamente.
─ Bueno, si alguno de ustedes perdedores necesita mi ayuda pueden
encontrarme en mi habitación. Ya que a diferencia suya, y aunque mi
novio este en coma, al menos puedo compartir la cama con él.
Dicho eso el sujeto salió por las escaleras, dejando a un muy confundido
616 Steve Rogers, un sonrojado MCU y un sorprendido 1872 en la
azotea.
MCU Steve casi deja caer la botella de sus manos, mientras que se
sonrojaba aún más.
Notas Aclaratorias
* Incluí los nuevos uniformes que tienen 616 Steve y Tony en los
comics actualmente por que son muy geniales, acá una imagen.
Steve Tony
* Tierra 1020 - No existe en el universo Marvel-
616 Steve enfocó su vista en Tony, quien seguía hablando sin parar,
aunque para ser honestos sus pensamientos estaban a millas de ahí,
demasiado concentrado en el movimiento de los labios del pelinegro
como para prestarle atención a algo más.
¿Sería distinto?
Steve tenía que ser honesto consigo mismo, aquello con Ult Steve fue
bastante caliente, pero ¿se sentiría igual o mejor experimentarlo con
Tony? ¿Qué se sentiría el roce de la barba de Tony sobre su piel? ¿Sus
labios serían tan dulces como parecían ser?
Ante tal gesto, Steve se relamió los labios, sintiendo la boca seca como
un desierto.
Steve sudó frio y vio horrorizado como los otros Steves desviaban la
mirada hacia Ult Steve y reían suavemente entre dientes.
616 Steve cerró los ojos con fuerza y trató de calmar su respiración.
Los Tonys miraron a su alrededor cada uno con una cara de confusión.
El pelinegro del 616 inclinó levemente la cabeza, mientras entrecerraba
los ojos y les daba un vistazo a los rubios.
─ ¡Basta ustedes dos! ─ Exclamó 616 Tony, llevando las manos al aire y
deteniendo sus alaridos. ─ No tenemos tiempo para sus problemas
maritales, tenemos que seguir con esto.
Tony lucía tan cansado, y no era para menos debido a todo el tiempo que
había pasado encerrado en el laboratorio. Él incluso había preparado
todo el informe por si solo y Steve sabía cuánto Tony odiaba hacer el
papeleo. Steve lo observó mientras que el menor terminaba de reprender
a sus versiones del MCU, percatándose de las feas ojeras que ya
adornaban el rostro de su amigo.
─ Como decía Tony. ─ Repitió el soldado del 616 con voz firme. ─ Lo
que pasó en 1872 no puede repetirse nuevamente, es mejor tomar a estos
sujetos en custodia y sacar la mayor información posible. ─ Dijo
dirigiéndose a ambos hombres del viejo oeste. ─ No sé cómo operan en
las otras tierras, pero no es así como lo hacemos acá en el 616.
Tanto MCU Tony como MCU Steve asintieron con la cabeza en señal
de total acuerdo.
1872 Tony dejó escapar una risa fingida, mientras que sacaba lo que
parecía ser una pequeña cantimplora de su bolsillo, desenroscando la
tapa y tomando un largo trago de lo que seguramente sería whiskey.
Ellos habían literalmente agotado todo el alcohol existente en la torre,
pero parecía que este Tony era experto en encontrar más provisiones.
1872 Steve apretó los puños a su lado.
─ ¡Eres muy suave con él, tiene que dejar la bebida ahora! ─ Le exigió
el soldado, haciendo un gesto con la mano. ─ ¡Ultimate!
Ult Steve levantó a 1872 Tony, quien tragó en seco, mirándolo con
temor y expectante, como un pequeño hámster tembloroso.
─ Es por su bien. ─ Le recordó 616 Steve mientras que ponía una mano
sobre el hombro de 616 Tony, el menor se tensó al instante. ─ Lo sé por
experiencia propia.
El rubio quedó de pie allí viendo como un idiota el pasillo por donde
Tony se había marchado y sin realmente saber qué hacer.
─ ¿Y luego qué?
Ult Steve le brindó una arrogante sonrisa antes de llevar uno de sus
dedos para delinear el labio maltratado de su otro yo, sabiendo bien que
él había sido el causante del moretón en su boca.
El rubio del 616 lo hizo a un lado, poniendo los ojos en blanco. ─ Por
supuesto que no, quítate de mi camino.
Ult Steve rió con ganas antes de palmearle el culo al otro soldado. Steve
apretó los dientes, casi mordiéndose la lengua en el proceso.
¿! Pero qué?!
Tierra 1020, señalaba la pantalla con un gran punto rojo en el medio del
pequeño planeta. Esta era una de las tierras en peligro de ataque.
Oh no, Tony.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
─ Yo también lo extraño…
─ Eso es tu medicina.
Ugh.
La chica de hierro arrugó la nariz al instante. De ninguna manera
Natasha tomaría eso por su propia voluntad, no importaba cuan
adolorida estuviera. La cara que de mortificación que puso la castaña
debió ser muy cómica porque Ult Steve rió nuevamente, esta vez casi
cayéndose de la cama, sosteniéndose a duras penas de los bordes,
mientras que se limpiaba las pequeñas lágrimas en la esquina de sus
ojos.
─ Por favor, todos ustedes preferirían ver a sus Tony llevando una de
esas horripilantes tangas para hombres que a mí.
Ult Steve soltó nuevamente una carcajada imaginándose seguramente el
hecho, mientras que le revolvía cariñosamente el cabello a Nat, como si
de una niña pequeña se tratase.
─ Creo que 616 le encantaría eso, yo por mi parte prefiero a mi Tony sin
nada puesto. ─ Dijo con una mirada picara. ─ Sin embargo 1872 Steve,
creo que estaría totalmente concentrado en ti.
Dicho esto el rubio se puso de pie sin más y caminó hacia la puerta
nuevamente, dejando a Natasha muy confundida.
─ Espera ¿Qué significa eso? ─ Gritó ella antes de que Ult Steve
pudiera desaparecer por la puerta.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Earth 1020 ~
Fuego
Tony aun protegido por la armadura metálica, podía sentir el calor del
abrasador fuego rodearle. Angustiado intentó apagar parte del incendio
con los extintores de su traje, pero era demasiado para contenerlo un
solo hombre.
Esta tierra era una de las pocas de las cuales había permanecido a salvo
hasta ahora. Tony lo sabía bien puesto desde que Natasha fue
gravemente herida, él se había obsesionado en verdad con todo el
asunto, estudiando día a día el protocolo “Stevetony-verse”,
memorizando cada tierra que no había sido atacada y aquellas como esta
que presentaban cambios drásticos salidos de ninguna parte. Al parecer
la tierra 1020 había sido uno de esos desafortunados universos que
sufrían ataques devastadores e impredecibles.
Sin pensarlo dos veces Tony se elevó en el aire con sus repulsores
llegando al punto señalado por la I.A en menos de un pestañeo. El
pelinegro giró su cabeza de un lado a otro buscando a quien se suponía
estaba vivo entre tantas llamaradas, humos y cenizas. Tony pudo
distinguir prontamente una figura difusa que se movía torpemente entre
los escombros.
Una rubia de cabello corto apareció frente a él, vestida a duras penas con
lo que parecía ser un largo vestido de fiesta, o lo que quedaba de él,
puesto que estaba hecho trisas y chamuscado en gran parte. La chica le
dirigió una mirada cargada de confusión, detallándolo de arriba hacia
abajo.
Steph abrió sus ojos con temor, se mordisqueó sus labios un poco,
apartando la mirada de Tony y llorando más.
─ Stepha─
─ ¡TONY CUIDADO!
!Maldita sea!
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
El aludido salió del oscuro rincón solo para revelar su rostro finalmente.
El rostro del presunto soldado muerto de la tierra ya nombrada.
─ Sí, emperador.
─ Llámame-
Continuará.
Battle Cry II
Chapter Notes
Notas aclaratorias.
En fin, a leer!
Ultimate Steve estaba recostado contra el frio vidrio del gran ventanal en
la sala común de la torre, tratando de calmar su respiración.
Cada día que pasaba se le hacía más difícil actuar como si nada, tratar de
mostrarse optimista frente a su situación y la de Antonio.
Sorpresivamente sus otras versiones lo habían ayudado mucho de hecho,
él había reído con sinceridad y disfrutado mucho de sus encuentros con
ellos.
Pero cada día que pasaba era cada vez más doloroso que el anterior.
Antonio llevaba una semana en ese estado. Y eso era mucho más tiempo
que cualquier coma en el que el pelinegro había estado antes. Los
sedantes habían sido reducidos hace mucho tiempo, Thor había dejado
en claro que ya era seguro, debido a que la inflamación en su cerebro
había disminuido considerablemente y por lo tanto era tiempo de sacarlo
de su estado de letargo.
616 Tony había mencionado que todos los Vengadores habían salido de
la torre esa mañana, por lo que ciertamente la presencia de la mujer
araña era todo una sorpresa.
Ella abrió los ojos ampliamente, no esperando tal cosa, pero la confusión
en su rostro no duro mucho tiempo cuando haciendo uso de su
impresionante fuerza arácnida, se zafó del agarre y le hacía una poderosa
llave de lucha que lo derrumbó en el suelo al instante.
Joder.
─ JARVIS.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Drew le haló del cabello de nuevo para levantar su cabeza, mientras que
sacaba una navaja de su bolsillo.
─ Tengo maneras de sacarte lo que quiero mucho más fácil y rápido que
esto, pero quiero verte sufrir. ─ Le decía al tiempo que restregaba la
navaja por su mejilla, abriéndole una herida. ─ ¡Ustedes bastardos
quemaron a Bucky vivo!
El soldado del 1610 pensó entonces que esta Spider-Woman debía estar
más loca de lo que aparentaba, al decir semejante disparate con esa
expresión seria en el rostro. La pelinegra se irguió nuevamente con una
actitud confiada, mientras que levantaba una ceja socarronamente. Steve
no entendió realmente que pasaba hasta que sintió ese horrible aroma de
feromonas invadir sus fosas nasales.
Oh mierda.
Steve sintió el pánico correr por sus venas, al tiempo que trataba de
contener la respiración. Si inhalaba un poco más del empalagoso olor
estaría totalmente jodido, por lo que él sabía, solo las mujeres podían
resistirse a las toxinas de Spider-Woman en todos los universos
conocidos y para la mala suerte de Steve, él tenía pelotas.
─ ¡No! ─ Grito por su parte Ult Steve, cayendo al suelo con todo y silla,
aun bajó los efectos de las feromonas en su sistema.
─ ¡Despierta de una maldita vez! ─ Exigió una voz que Steve conocía
perfectamente, haciéndole por fin levantar la vista.
Antonio estaba parado allí frente a él, aun con las pijamas puestas,
tembloroso y desaliñado, pero sin lucir pálido y casi muerto como él lo
había visto todos estos días. Steve parpadeó confundido, sin poder creer
lo que sus ojos le mostraban, él debía estar alucinando, o afectado por
las toxinas de Spider-Woman, porque de ninguna manera ese podía ser
Antonio, solo había pasado una hora por mucho desde la última vez que
vio lo vio, tendido en su cama y en coma.
El rubio sin embargo rompió el beso repentinamente para darle una dura
mirada.
─ ¡Me asustaste mucho esta vez estúpido! ¡Te juro por Dios que te
follaré tan fuerte esta noche que entraras en coma nuevamente! ─ Ult
Steve sacudió al más bajo para enfatizar su amenaza.
─ No hay tiempo para esto Stevie. ─ Dijo el otro con tono burlón, sin
despegar la vista del frente. ─ Te explicaré luego, pero necesitamos con
urgencia llegar a estar coordenadas precisas, si no, mi plan se irá al
demonio.
─ ¿Qué hay sobre 616 Steve y Tony? ─ Preguntó con el ceño fruncido el
rubio.
El mismo sonido hueco se dejó escuchar, pero esta vez más cerca de la
puerta.
Nat le hizo una seña con los dedos a su versión del 1872 para que
abriera la escotilla, mientras que ella apuntaba los repulsores hacía esta.
El de ojos grises así lo hizo, tomando una larga bocanada de aire y
abriendo la puerta en un brusco movimiento que le hizo casi caer hacía
atrás. 1872 Steve dio dos largos pasos hacía en frente apuntando su arma
cargada, mientras que MCU Tony y Nat estaban más que listos para
rostizar a los muy malditos.
Ult Steve trató en vano de alejar al intruso arrojando su escudo, pero fue
esquivado con facilidad, mientras el otro hacía lo que parecía una danza,
mofándose de él.
Ult Tony balbuceaba cosas enfadado desde la cabina, mientras trataba de
seguir piloteando la nave hacia el lugar planeado, al ver todo el alboroto
1872 Tony prefirió ayudarle.
─ ¿Qué tenemos acá? ─ Exclamó este, dándole una patada a 616 Steve
en el estómago y tirándolo al suelo. ─ ¡BINGO! Señoras y señores he
aquí el premio mayor. ─ Dijo este imitando el tono de voz de un locutor
de radio, y sacando un látigo que se enrollo en el cuello metálico del
traje de MCU Tony. En menos de un parpadeó el mercenario se arrojó
por la escotilla hacía el océano sobre el que sobrevolaban ahora mismo,
arrastrando consigo al Stark del 199999.
─ Ayuda a los demás a escapar. Yo iré por él, lo prometí ¿no es así? ─
Señaló el soldado mirándole con seguridad. ─ Antonio sigue el plan, no
se retrasen por nosotros.
616 Tony, quien era el único con una armadura operable, tomó a Ult
Steve de la cintura y sin dar mayores explicaciones o mirar hacia atrás,
salió volando por la escotilla en dirección hacia donde se había
marchado Deadpool con el castaño.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
616 Steve abrió lentamente los parpados.
Cuando Rogers se encontró por fin fuera, notó de inmediato que donde
sea que se encontrasen ahora, no era la tierra 616 evidentemente. Este
lugar desconocido era realmente encantador. La noche ya había caído,
dejando ver el cielo con más estrellas de las que Steve había visto en
toda su vida, una pequeña plazoleta se distinguía a lo lejos, adornada por
lo que parecían ser plantas de extrañas formas y colores. Las figuras
sentadas en el lugar eran nada más ni nada menos que las personas que
Steve estaba buscando.
Natasha estaba recostaba a uno de los árboles, en tan solo ropa interior
negra, con una de sus manos sobre la venda que ya tenía una pequeña
mancha de color rojo sobre esta. Nat tenía una expresión de dolor, la
cual se acrecentó cuando 1872 Steve le ayudó a cambiar de posición
para desenvolver gasa, para examinar la herida.
MCU Steve caminaba nerviosamente de un lado hacía otro
sosteniéndose el pelo con fuerza, y con los ojos enrojecidos, mientras
que 1872 Tony y Antonio estaban sentados calmadamente uno a lado del
otro. A 616 Steve le bastó tan solo un segundo para entender que los
otros no habían regresado, exasperado se dirigió hacía Ult Tony.
Antonio al ver al soldado levantó una ceja y estuvo a punto de decir algo
pero 616 Steve ya había levantado su puño, dejándolo caer con fuerza en
la nariz del otro hombre. Antonio aulló de dolor y por poco cae hacia
atrás de no ser porque el mecánico Stark lo sostuvo.
¿De qué otra manera se explicaría que no estuviera allí con ellos? Tony
siempre tenía un plan, Tony siempre pensaba en algo, y aunque a veces
sus métodos eran bastante estoicos y alocados, siempre funcionaban.
“¿Te has preguntado alguna vez que sería de tu vida sin Tony?”
¡No, demonios!
Steve limpió inútilmente las lágrimas de sus ojos. Él no quería estar allí,
de hecho Steve no quería estar en ninguna maldita parte donde no
estuviera Tony.
Ult Tony fue el siguiente en levantarse de su sitio, Ult Steve abrió los
brazos para recibirlo, pero eso no parecía estar en los planes del
pelinegro, quien lo miró disgustado y le apretó las bolas al soldado. Ult
Steve dejó escapar un jadeo de dolor.
─ ¿Dónde está-
─ Bueno, creo que eso fue suficiente emoción por un día, si me permiten
me arrojaré acá en el suelo y dormiré por dos días enteros.
Por Dios, el beso de Ult Steve era nada comparado con esto pensó,
mientras que tomaba a Tony por la cintura metálica y lo apretaba contra
si en un poderoso abrazo que seguramente le rompería los huesos de no
ser porque llevaba puesta la armadura de Iron Man.
Steve seguramente debía preocuparse un poco por estar besando a su
mejor amigo de esta manera tan salvaje y casi desesperada,
exponiéndose a sí mismo delante de todos sin realmente hablar antes del
asunto con Tony, pero el mar de sentimientos que se arremolinaron en
su pecho y el hecho de que pelinegro hizo una cosa loca con su lengua
dentro de su boca, envió el pensamiento lejos de su cabeza en un
pestañeo.
─ Si alguien esta tan confundido como yo, por favor levante la mano. ─
Dijo 616 Tony, su aliento chocando muy cerca aún de Steve y este se
percató de que aún no lo había soltado si quiera.
Steve realmente no quería dejarlo ir, no después del terrible miedo que
sintió cuando lo creyó muerto. Steve quería seguir besando a Tony,
rogarle por más, ponerse de rodillas y chuparle la polla o lo que sea que
le pidiera, pero él no creía que Tony estaría dispuesto a tal cosa, no al
juzgar por su respuesta. Con lo que acababa de hacer no solo había
asustado a Tony, si no que también había confirmado sus terribles
sospechas; él estaba irrevocablemente atraído hacía el otro hombre.
En un acto de cobardía Steve se dio media vuelta sin ni siquiera
enfrentar a Tony o a nadie y caminó hacía el Quinjet, decidido a
ocultarse allí hasta que el próximo ataque ocurriera o al menos hasta que
pasaran setenta años más y Tony se olvidará de todo el asunto.
Okay, mierda.
One and Only
Chapter Notes
Hello!
!A leer!
~ 1 semana después.
Él junto a los demás Tonys estaban dando los últimos ajustes a lo que
sería su nueva base, cada uno concentrado en su trabajo asignado. El
pelinegro del 616 estaba tratando de instalar a JARVIS y FRIDAY en
este viejo edificio que encontraron abandonado muy cerca de lo que
sería Central Park en esta tierra, donde habían aterrizado ya una semana
atrás, escapando del ataque sorpresa del asesino y sus misteriosos
secuaces. MCU Tony estaba revisando la nueva computadora central
junto con el nuevo integrante del equipo; Noir Tony, proveniente de la
tierra 90214, quien había sido rescatado junto con Noir Steve tan solo
dos días atrás.
Desde que habían arribado a la Tierra 13, nadie había tenido descanso
alguno, demasiados ansiosos y preocupados de que algo así les pudiera
pasar nuevamente. Durmiendo prácticamente en la intemperie o en el
Quinjet y realizando guardias cada tanto, pues era mejor estar
precavidos, no importaba cuanto insistiera Ultimate Tony de que esta
tierra no era nada fácil de localizar y que no habría manera de que los
encontrarán pronto.
Y hablando de Ult Tony, hace un rato que el mecánico del viejo oeste no
lo había visto por ningún lado. Este se suponía debería estar trabajando
en la construcción del nuevo algoritmo y actualizaciones del protocolo
Stevetony-verse, pues el anterior programa fue destruido por mandato
del mismo Antonio antes de escapar, para evitar que el asesino posará
sus manos en este y se diera cuenta de lo que ellos habían estado
haciendo todo este tiempo y como lo habían estado haciendo.
Steve.
Bueno todos los Steves para ser más exacto. Ellos se habían encargado
de mover las cosas pesadas, re-acomodando toda la maquinaria, los
pocos trajes de Iron Man y armas que habían traído consigo,
desasiéndose de los escombros e incursionando cada tanto a la ciudad
abandonada que se encontraba a unas cuantas millas de allí, para traer
las que cosas necesitaban, como comida, agua y suplementos. Es decir,
los Tonys se encargaron de actualizar el lugar e instalar toda la
tecnología necesaria, mientras que los Steves se preocuparon más por
mantenerlos a todos a salvo.
─ ¡Por supuesto que sí! ¡Solo mira todo esos músculos! ─ Respondió el
otro señalando directamente a Ult Steve.
Ult Tony se limpió una lágrima falsa de los ojos, mientras tomaba al
mecánico de la cintura.
El pelinegro del 1610 rodó los ojos como siempre que el mecánico decía
lo mismo, como si realmente no le creyera.
─ ¿Es otra vez ese video que colocaste en todo el edificio de ti y Steve
teniendo relaciones sexuales? ─ Cuestionó Natasha, levantando una
ceja y colocando una mano en su cintura.
Antonio rió más fuerte, hasta llegar a las lágrimas, mientras que Natasha
y 1872 Tony le miraban boquiabiertos.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
─ ¡¿Qué, Que?! ¡Acá estamos! ─ Natasha llegó vestida con las pijamas
de 616, con un repulsor conectado a su reactor, mientras que el sheriff
apuntaba una de esas grandes pistolas modificadas que habían preparado
para él, Ult Steve estaba totalmente desnudo solo llevando el escudo en
sus manos y listo para matar. Los demás se mantuvieron atrás tratando
de ver donde estaba el dichoso enemigo.
MCU Steve resopló con cansancio, alzando las manos para calmar a
todos. ─Falsa alarma chicos, fue solo Tony, parece que lo asusté un
poco.
─ ¿Un poco? ─ Cuestiono el de ojos café, con voz dura. ─ Casi me meo
en mis pantalones Rogers ¿en qué demonios estabas pensando?
─ ¿En verdad tenemos que charlar de esto ahora? ─ Preguntó Steve con
la voz entrecortada, colocando pequeños besos en los labios del más
bajo cada vez que hablaba. ─ Esta es nuestra primera noche juntos
después de tanto tiempo y necesito en verdad hacer el amor contigo,
Tony.
Steve dibujo una leve sonrisa en sus labios, brindándole una caliente
mirada que Tony estaba jodidamente seguro le hubiera hecho mojar y
arrancar sus bragas si es que usara alguna.
¿Pero de dónde había salido este Steve Rogers, dios y maestro del sexo?
Steve le brindó una mirada confiada y dura, mientras que los ojos de
Tony brillaban con emoción y excitación. El rubio se acercó nuevamente
para un beso, puliendo el interior de la cavidad de Tony con su lengua,
arrancándole sonidos entrecortados de su garganta. Instintivamente el
castaño abrió las piernas, permitiéndole al otro acomodarse entre ellas y
por Dios santo, todo su cuerpo vibró de placer con la sensación de la
cálida y dura polla de Steve sobre la suya. El solado sin poder evitarlo
movió sus caderas para aumentar la fricción entre ambos miembros,
haciéndolos gemir a ambos.
Steve aún sin despegarse de los labios del otro hombre, deslizó sus
dedos sobre el pene de Tony y le dio unos suaves tirones.
¡Santo Dios!
El cuerpo de Tony sobresaltó y se revolvió incomodo en la cama,
tratando de alejarse de Steve más por el exceso de placer que le recorrió,
que por vergüenza. Pero el rubio ejerciendo un fuerte agarre sobre las
caderas de Tony, lo mantuvo quieto en su lugar, continuando con sus
atenciones.
─ ¡Joder Steve, follame ya! ─ Imploró Tony casi llorando por ello.
─ Si, si ya entiendo, eres una amante muy paciente y todo, ahora empuja
tu polla dentro de mí o tendré que llamar a alguien más para que lo haga.
─ Exigió el menor apretando los dientes con fuerza y tratando de
concentrarse para no tener que correrse tan solo con eso.
─ Te amo Tony, eres insufrible lo juro por Dios, pero aun así te amo
más que nada, si algo llegará a pasar quiero que recuerdes eso. ─ Las
dulces palabras de Steve hicieron cosas raras en el corazón de Tony,
grabándose en su cabeza y en su piel, calentándolo mucho más, como si
eso fuera realmente posible. El rubio no esperó por respuesta alguna
cuando se empujó con fuerza dentro de Tony.
Steve cerró los ojos con fuerza, balanceando sus caderas hacía la entrada
de Tony y amasándole el trasero con su mano libre, llegando a su límite.
El rubio hizo una pequeña “o” con sus labios y se corrió con fuerza,
vertiendo su líquido dentro de Tony, su respiración agitada, ambos
cuerpos bañados en sudor y semen.
─ ¿A qué te refieres?
─ Dijiste que nunca habías estado con un hombre, pero estoy seguro que
es mentira ya que parecías saber perfectamente lo que hacías mientras
me jodias. ─ Tony rió entre dientes, recogió su camiseta para limpiarse
un poco, mientras Steve se sentaba en la cama y le miraba con una
expresión rígida.
─ Habla ya, no tengo todo el día, por si no lo sabes tengo problemas más
urgentes ahora mismo ¿de acuerdo? Me la he pasado todo el puto día
llorando cual adolescente porque Antonio no despierta. Tengo las
pelotas azules por que no he tenido sexo en días y estoy listo para
degollar a alguien. ─ Ult Steve le dirigió una afilada mirada, apretando
el cigarrillo con sus labios. MCU se intimidó y tragó en seco, decidido
entonces a soltar todo de una buena vez.
─ Bueno verás, por alguna extraña razón el Bucky que nos atacó, dijo
que el asesino vendría personalmente por Tony, al parecer quiere algo
de Stark o podría tener una conexión con él que aún desconocemos. No
lo sé. ─ El soldado del MCU se restregó la cara con ambas manos,
tratando de pensar con claridad, esto en verdad le asustaba. ─ Estoy
tratando de encontrarle algún sentido a todo este asunto, pero solo he
obtenido una gran jaqueca. Sin embargo, me percaté de algo, y bien sé
que el ataque nos tomó por sorpresa a todos... ─ MCU Steve miró
fijamente a su versión Ultimate, con una expresión seria. ─ Pero basto
para hacerme entender que no soy suficientemente fuerte para proteger a
Tony, si no hubiera sido por Nat y los 616, estaríamos muertos los dos.
─ Quiero que tú protejas a Tony también, entiendo que tienes las manos
bastantes ocupadas con tú situación con Antonio, pero tú eres
probablemente uno de los más fuertes de nosotros y me gustaría poder
en verdad contar contigo si algo me pasa o si las cosas se salen de mis
manos, por favor. ─ Imploró por fin, sintiendo su garganta cerrarse y su
corazón en un puño, el futuro de la persona que más amaba dependía en
parte a lo que decidiera el soldado del 1610.
─ De acuerdo.
─ Claro que no, he estado con mujeres antes, pero Tony es el primer
hombre con el que estoy en una relación, de hecho creo que Tony es mi
primera relación seria en mucho tiempo. ─ Confesó él sintiéndose
avergonzado sin motivo aparente. ─ Todo eso, me intimida un poco
¿sabes? Es por eso que decidí no dormir con él en la misma habitación,
es decir, Tony seguro tiene un montón de experiencia con todos sus años
de playboy pero yo-
¿Qué?
─ ¿Qué fue eso? ─ Preguntó aterrado cuando Ult Steve le dejó respirar
por fin.
Ult Steve dibujó una peligrosa sonrisa en sus labios y lo arrojó contra la
cama, abalanzándose sobre él nuevamente.
Oh Dios mío, Ultimate lo iba a violar, pensó él abriendo los ojos como
platos.
Dicho esto Ult Steve se inclinó levemente para compartir un último roce
de labios con su otro yo.
Fue así como su contra parte se marchó, no sin antes darle un guiño,
dejándolo abochornado, pegajoso y sucio.
─ ¡Oh Dios! Estás enojado, sabía que esto pasaría. ─ Empezó él,
pasándose una mano por el cabello. ─ Lo siento mucho Tony, entiendo
que te sientas herido después de semejante cosa…
Tony le sonrió de lado, aún desnudo sentado sobre la cama. ─ Dije, que
si Antonio obtiene una copia de la cámara de seguridad, yo también
quiero una.
─ Gracias Steve. ─ Susurró Tony con los ojos cerrados, contra la boca
de Steve. ─ Gracias por preocuparte tanto por mí, te prometo que
resolveremos esto juntos, pase lo que pase permaneceremos unidos sin
importar que.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
─ ¿Estas totalmente seguro? ─ Manifestó el misterioso sujeto,
dirigiéndole la pregunta directamente a Wade. Jessica, quien estaba
parada al lado de este, con el rostro lleno de rasguños por el último
enfrentamiento que tuvieron con aquellos Steves y Tonys, levantó una
ceja socarronamente, disfrutando realmente no ser ella quien tuviera que
darle semejante noticia al emperador.
─ Sí, es igual a él, estoy seguro que es él. ¡Lo vi con mis ocho ojos! ─
Bromeó el mercenario, alzando las manos. ─ Ojos cafés, cabello
castaño, no más de 1.70 cm.
─ Alto ahí Wade. ─ Por supuesto que él, lo detendría. ─ Sabes que lo
necesitamos.
─ Pero S-
Nos matará.
Deadpool pensó que ya había hecho suficiente daño por un día y caminó
en puntitas hasta la salida, decidido a escapar.
Mierda.
─ ¿Sí?
!Actualización!
Muchas gracias por el apoyo que me han dado con esta complicada
historia, sigo muy sosprendida por el recibimiento que ha tenido, la
verdad no pensé nunca que iba a gustar así. Yo la empecé a escribir
más que nada para agotar todas las fantasias que tengo con
SteveTony haha, por qué no se la verdad si pueda escribir más.
Gracias en serio, me motiva a escribir mejor y actualizar seguido.
Notas Aclaratorias.
* Noir Tony, olvidé dejar una imagen de él para que se haga una
idea.
Ahora si a leer!
Steve le besó, sí, pero la palabra beso era demasiado corta para lo que el
rubio le había hecho. Steve succionó el aire y la vida de Tony en una
manera tan exquisita y necesitada, dejándolo caliente y ansioso por más.
Claro que Tony sospechaba (conociendo a Steve tan bien como lo hacía)
que las razones del rubio para hacer aquello podría ser guiadas más por
algo sentimental que por otra cosa, y Tony estaba malditamente seguro
no querer pisar ese viscoso y peligroso terreno nunca más, menos con
Steve quien últimamente le ponía la piel de gallina con tan sólo una
mirada.
El pelinegro sacudió la cabeza alejando los pensamientos tormentosos
sobre su amigo, enfocando su atención una vez más en sus
acompañantes mientras se aclaraba la garganta.
Natasha volvió a poner los ojos en blanco y posó una mano en su cadera,
en esa actitud que siempre tenía cada vez que estaba terriblemente
enojada.
Tony bufó.
El pelinegro del 616 sintió sus mejillas arder. Natasha era como una
odiosa hermana mayor que le encantaba avergonzarlo enfrente de sus
amigos.
─ Nat yo no-
─ ¿Tony? ─ Fue lo primero que dijo Steve al verlo entrar, este estaba
levemente recostado en la cama, con su uniforme de Capitán América,
aparentemente haciendo nada más que mirar el techo.
─ Hey Steve. ─ Saludó el pelinegro tratando de sonar lo más casual
posible y eliminar la tensión que ya se palpaba en el aire, Steve
simplemente le miraba con esos ojos de cachorro, cada musculo de su
cuerpo parecía estar dolorosamente rígido.
─ ¿Gay Chicken?
─ Si, ya sabes, ese tonto juego donde alguien te reta a hacer cosas gays y
el que gané es quien tiene más pelotas, metafóricamente. ─Explicó el
rubio casi tartamudeando las palabras. ─ Ultimate Steve fue quien me
retó, dijo que sabía que yo era una gallina y que jamás podría superarlo
en esto. Él lo hace todo el tiempo con Antonio, tú eres mi mejor amigo,
así que lo hice contigo, por favor no me odies. ─ La preocupación se
veía reflejada en la cara de Steve, en sus manos sudorosas y en sus
músculos agarrotados.
─ Pero Antonio y él son pareja. ─ Señaló Tony, todo esto le parecía tan
estúpido. ─ No tiene ningún sentido-
─ Antonio dijo que tú tampoco podrías hacerlo y que por eso él era el
rey del Gay Chicken.
─ ¿Disculpa?
∞∞∞∞∞∞∞∞
Tony fue el primero en separarse de él, dejándolo con las mismas ansias,
a la espera de más, como el primer beso que compartieron.
Dios, ahora Steve entendía por qué Ultimate parecía querer devorar a
Antonio todo el maldito tiempo. Tony debería ser ilegal. Tony era como
la más adictiva de las drogas.
Steve pensó que tal vez Tony podía sentirse un poco extraño por todo el
asunto, es decir, ellos habían sido cercano por mucho tiempo, pero esto
era totalmente nuevo.
Sin embargo, Tony lo rodeó con sus brazos y abrió su boca sin problema
alguno, invitándolo a entrar. Steve cerró la distancia entre ellos,
encajando sus pechos, uno contra el otro. Él nunca había pensado en
cómo serían dos cuerpos masculinos chocando entre sí, musculo contra
musculo rozando suavemente, la barba de Tony acariciándole la barbilla
en una deliciosa fricción, pero joder si Tony no lo estaba calentando más
que cualquier mujer con la que Steve había estado antes, y la lista no era
para nada pequeña.
El rubio abrió los ojos por curiosidad, simplemente por el deseo de ver
que esto le estaba afectando a Tony de alguna manera, de la misma
forma como estaba haciendo estragos y comiéndoselo por dentro a él. El
millonario tenía los ojos fuertemente cerrados, lamiéndole los labios con
ahínco, pequeñas caricias repartidas en la parte baja de su espalda. Steve
tanteó un poco el terreno, metiendo sus manos en la camiseta de Tony,
para acariciarle los abdominales. Él había puesto esos ahí con sus
entrenamientos, él tenía derecho a tocar algo de su arduo trabajo después
de todo. Tony por su parte hizo un sonido ahogado, que se sintió como
un coro celestial en los oídos del soldado. Llamas le lamieron la
columna vertebral, él iba a correrse. Iba a correrse en sus calzoncillos
sólo que Tony le estaba besando de esta manera.
El soldado no sabía que estaba pasando por la cabeza del otro en este
instante, pero si lo dejaba tocarlo así por más tiempo, al carajo todo lo
demás. Steve estaba desesperado cual naufrago sediento perdido en el
mar, dispuesto a hundir la cabeza en el agua salada sólo por el deseo
angustiante de calmar la sed, aun si eso lo matara.
Fue Tony quien rompió el contacto otra vez, y Steve estaba jodidamente
decido a callarlo, él no entendía por qué el otro insistía tanto en usar su
osada boca para hablar, cuando podría estar dándole mejores usos como
devorarle los putos labios y nada más.
─ Si, bueno… Prepárate para ser más gay que nunca Steve.
─ No lo sé, Tony. ¿No crees que hemos ido demasiado lejos? ¿Estás
seguro de esto?
Esto lo cambiaría todo entre ellos, no era sólo sobre el sexo, lo era sobre
todo. Steve tenía toda la certeza del mundo que esto los separaría o los
uniría para siempre. No habría punto medio.
¡Santa mierda!
─ Como desees.
Steve estaba embriagado por amor y deseo, pero sobre todo deseo.
En el siguiente empuje, Tony dio con ese lugar de nuevo. Steve no pudo
evitar temblar descontroladamente.
─ ¡Sí, sí, por Dios! ¡Deja que te folle! ─ Exclamó y rogó el soldado,
empalándose a sí mismo con desesperación.
Tony así lo hizo, empujando adelante y hacía atrás con todo lo que tenía,
gimiendo y respirando pesadamente, cada célula de su ser hirviendo
dentro de su cuerpo.
A los pocos instantes y con unos cuantos empujones más, Tony culminó,
mordiéndole en el hombro. Y eso fue todo. Steve vio todos los ángeles
del cielo y la entrada al infierno, todo al mismo tiempo, mientras se
corría con fuerza sin que nadie jodidamente le tocara.
Steve miró fijamente los ojos azules de su amigo y sólo pudo ver cosas
malas y calientes allí.
Ahora no sólo todos sabían lo que había pasado, si no que los habían
visto desnudos, sudados y pegajosos por los fluidos corporales
desparramados por las sabanas y sobre ellos mismos. Nada que ocultar,
ninguna excusa que inventar
─ Pero mira que tenemos acá. ─ Le dijo este a Antonio, quien lucía
igual de divertido. ─ Los líderes del escuadrón chupa pollas.
¡Oh maldición!
Fue así como 616 Steve y Tony tuvieron su primera vez, con todos allí
discutiendo sobre qué tipos de señales dar cuando estuvieran
enfrentándose a una amenaza real, con los gritos 616 Steve retumbando
en las paredes mientras que les pedía a todos que se largaran, la risa
descontrolada de los Ultimates y del mismo 616 Tony rodeándoles y la
advertencia de Natasha sobre que quemarían esas sabanas antes de
dormir.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞
~ Earth-28
La rubia no llegó muy lejos puesto que casi todo su pie se enterró de
lleno en el bulto de tierra. Inútilmente intentó de controlar su respiración
agitada y limpiarse el polvo, pero tenía granitos de arena en lugares que
ella prefería ni siquiera mirar.
Ella no quería morir sin saber que había pasado con Nat desde aquella
noche en la que fueron atacadas por una Elektra de origen desconocido,
quien salió de la nada, irrumpiendo en su casa y por poco las mata a
ambas, haciéndolas separarse y huir por el multi-universo para reunirse
luego en un punto de encuentro que habían establecido con anterioridad.
Ellas habían recibido hace unos dos meses atrás una alerta de la tierra
3490 sobre el asesino, y ese había sido su plan de contingencia. Pero el
ataque había sido hace casi dos semanas. Stephanie no esperaba para
nada que su estúpido reloj inter-dimensional se averiara por la
tormentosa caída que tuvo en un barranco apenas llegó a esta tierra
desconocida. Ella rogaba al cielo que Natasha hubiera corrido una suerte
mejor que la suya y que estuviera sana y salvo, donde sea que estuviese.
Nada.
¿Pero de donde habían salido estos sujetos? ¿Estaban acá para terminar
el trabajo y matarla?
El tal Tony hizo un gesto con la mano, pidiendo que bajara el arma corto
punzante.
─ ¡Ustedes dos! ¡Están más que muertos! ─ Una voz femenina los hizo
a todos saltar por la sorpresa. ─ Les dije claramente que tendrían que
esperar a que tomáramos una decisión.
Una castaña, con el ceño fruncido, vestida con ropa deportiva ajustada
apareció en su rango de visión.
¿Nat?
Stephanie dejó caer lágrimas de alivio, soltando su arma para llevar sus
manos a sus labios, acallando un pequeño chillido de dolor.
─ No, ella no lo es. Pero yo sí. ─ La dulce voz que ella conocía bien
invadió la sala. Stephanie se dio vuelta solo para encontrar a la mujer de
sus sueños parada en la puerta, siendo escoltada por unas copias exactas
de los hombres enfrente suyo. Su Nat le sonrió ampliamente, sus ojos
color café brillaron con emoción, pequeñas lágrimas empaparon su
rostro nuevamente.
Notas Aclaratorias.
─ ... Una vez Tony peleó con una organización criminal llamada
HYDRA con la ayuda de Rhodey en las lejanas selvas de Sur América,
con sólo un cuchillo y una pistola con tres municiones. Y ¿sabías que
también navegó por los siete mares junto al capitán Namor en busca de
tesoros misteriosos? ─ Noir Steve hacia mímicas con sus brazos
enfatizando cada palabra que salía de sus labios, sus ojos brillando con
emoción y lo que seguramente sería admiración por el sujeto en
cuestión.
Noir Steve no solo le brindó apoyo y motivación para hacer las cosas
bien, para dejar la bebida completamente, sino que también le trajo algo
de esperanza a su vida y eso era más importante que nada.
Tal vez hablar de amor era algo muy apresurado, pero con solo mirar al
rubio, Tony sentía el aliento escapársele del cuerpo, no debido su
apariencia física, vamos, él entendía que al lado de las otras versión con
suero de súper soldados de Steven, Noir lucía como un chico delgado,
escuálido y enfermizo. Sin embargo eso no lo hacía menos hermoso; el
cabello rubio y salvaje, peinado hacía un lado en una manera que lo
hacía ver más joven de lo que realmente era, sus delgados pero firmes
pómulos, la forma en la que pequeños hoyuelos aparecían en sus
mejillas cada vez que esbozaba una amplia y honesta sonrisa, sus ojos
azules brillando con ferocidad y confianza.
Sus ojos.
Eran esos pequeños zafiros azules los culpables de que las piernas del
pelinegro flaquearan cada vez que enfocaban su atención en él o los que
no le permitían concentrarse en las reuniones con el equipo, los que le
hacían desvelarse por las noches, sus pensamientos llenos con cada
palabra o mirada que Noir le había dirigido durante el día.
1872 Tony no estaba nada seguro en que terminaría todo este asunto del
asesino, pero si estaba malditamente seguro de que no importará que
pasase ahora ni mañana, él quería estar con Steven, quería estar junto a
él, y no en una manera amistosa.
El de ojos grises hizo los últimos ajustes, para luego limpiarse las manos
embarradas de aceite.
─ ¿Te gusta? ─Preguntó él con tono inseguro. ─ Se que este Iron Man
no era realmente tan estilizado y avanzado como el de los otros, de
hecho se parece más ese rustico y viejo modelo que MCU creó en
cautiverio.
Steve le echo un vistazo a la armadura enfrente suyo una vez más, solo
para agregar;
Tony se quedó mudo, sin nada más que decir, no después de aquello.
Dios, Noir era tan seguro de sí. A Tony le encantaba todo de él.
“No pierdas el tiempo y ve por él” Fue el claro consejo que le dio
Antonio.
∞∞∞∞∞
Pero ahora que lo pensaba Stark parecía pasar mucho tiempo con el
rubio últimamente. Eso no era nada extraño, es decir, cada uno de ellos
se habían hecho amigos de sus otras versiones de una manera diferente,
después de todo él mismo se había vuelto cercano a Ult Steve y 616
Steve.
Pero las reacciones de ambos hombre cuando entró en la sala, fue como
si los hubiera agarrado con las manos en la masa, como si los hubieran
atrapado haciendo algo que no debían…
Oh.
Pero el rubor que bañó las mejillas de su versión Noir, mientras que este
se excusaba y salía corriendo del laboratorio, no hicieron más que
acrecentar sus temores. El alguacil le permitió al otro marcharse sin
decir palabra alguna, y para cuando estuvieron los dos solos, Steve
confrontó a Tony nuevamente.
─ ¿Estás seguro? Porque déjame decirte que eso no parecía ser nada. ─
Insistió él, con un tono de voz más severo, acercándose al escritorio de
Stark, donde este se disponía a recoger sus herramientas.
─ ¿Te gusta Noir? ─ 1872 Steve entrecerró los ojos, yendo directamente
al grano.
Tony dejó escapar una risita amarga, mientras hacía esa expresión de
dolor una vez más.
─ Claro que me gusta, así como me gustas tú, Nat o Antonio. ─ Señaló
el pelinegro en tono burlón, haciéndose el inocente.
─ ¿De qué demonios hablas? ─ Tony se dio vuelta para encararlo, esta
vez fue confusión lo que mostró su rostro.
─ Hablo de que es muy evidente de que tus sentimientos por Noir no son
correspondidos, a él le gusta Noir Tony. ─ Steve no esperó que sus
palabras sonaran tan duras, pero todo este asunto le daba la impresión de
que terminaría en problemas para Stark, él no estaba seguro si el
aventurero del universo Noir estaba interesado o no de esa manera en
pre-suero Steve, pero incluso si ese no fuera el caso, el chico parecía
bastante enamorado del sujeto.
El sheriff del 1872 sintió la ira apoderarse de él, todo por esa actitud tan
fastidiosa que Stark tenía a veces, como si nada en el mundo le
importará, como si fuera sólo un egoísta de mierda, cuando él sabía bien
que todo eso eran apariencias, una máscara, un show montado por el
mismo mecánico para alejar a todos de él.
─ Tony habló enserio, lo que sea que pase entre ellos dos no es tu
asunto. Si los sentimientos de Steven son unilaterales, no te corresponde
a ti hacérselo ver y romperle el corazón de esa manera tan cruel. ─
Señaló él pausadamente esperando que su amigo entendiera de una vez
por todas. Tony pareció sopesar sus palabras puesto que su expresión
relajada se tensó. ─ No es lo correcto, solo lo harás sentir incomodo o
peor aún, harás que te odie. Y por lo que vi estas muy cerca de hacer lo
primero.
─ Y tú sabes muy bien de eso, ¿no es así Steve? ¡Solo estás enojado
porque Natasha ni siquiera te dirige la palabra! ─ Manifestó el pelinegro
fulminándolo con la mirada, su respiración agitada.
Steve se sintió expuesto y avergonzado. ─ No entiendo de qué hablas,
yo-
Las rudas palabras de Tony le hirieron por supuesto. No era algo que él
realmente no supiera bien. Él más que nadie sabía que Natasha no lo
quería y seguramente jamás lo haría, claro, no en la manera en la que a
él le gustaría. De hecho el alguacil había estado pensando olvidar todo el
asunto y tratar con todas sus fuerzas de ver a la castaña como una
compañera de equipo más, una amiga, una aliada. Sin embargo eso no le
daba el derecho a Tony de restregarle esto en la cara. Especialmente no
Tony, no ahora.
Él no podía creer tal cosa de Tony, no podía creer tal traición de su parte
solo porque era demasiado terco para darse cuenta de que su estúpido
enamoramiento por Noir Steve era totalmente irracional.
Idiota.
∞∞∞∞∞∞∞∞
─ Eres un idiota, ¿sabías eso? ─ Dijo Natasha cruzando sus brazos sobre
su pecho.
─ P-pero Nat-
─ ¿En serio, Rogers? ─ Cuestionó Ult Steve rechinando los dientes casi
dolorosamente. ─ Me hiciste venir acá porque dijiste que era importante,
pero ahora me sales con tus estupideces de siempre, mientras Antonio
esta en cama con fiebre. No puedo creerlo. ─ El rubio posó sus manos
en su cadera y negó lentamente con la cabeza.
─ ¿Antonio está enfermo, de nuevo? ─ Preguntó confundido 616 Steve.
El soldado no sabía si Ult Tony había sufrido una recaída o que había
pasado esta vez, de hecho Steve no sabía nada de lo que había
acontecido en los últimos días con nadie. Él había pasado una
vergonzosa cantidad de tiempo escapándose para ocultarse en los
pasillos, el Quinjet, el laboratorio, cualquier lugar ─ puesto que Natasha
había dejado bastante claro que no quería que tuvieran sexo en su cama,
su habitación o ninguna superficie plana que ella usara ─ que sirviera
para follar o tocar a Tony. Todo con la excusa del Gay Chicken. Era por
esto que él le había pedido a Nat y Ultimate que hablaran en privado por
unos minutos antes de la reunión oficial del equipo, para ponerse al tanto
de todo y también para explicarles como su vil mentira había sido la
única razón por la cual Tony se había convertido ahora en su folla-
amigo.
─ ¿Gay Chicken? ¿Qué tan infantil puedes ser? ─ Ult Steve arrugó sus
labios tratando de no reírse.
─ Lo sé Nat, lo sé. ─ Respondió él, pasando sus manos por sus hebras
rubias. ─ Me acobardé un poco lo admito, Tony quería respuestas y yo
no estaba listo para dárselas.
─ ¿No estabas listos para decirle que lo amabas, pero si para recibir su
polla en tu culo? ─ Indicó el soldado del 1610. Natasha hizo otra
expresión rara, como si fuera a vomitar el desayuno allí mismo, pero
asintió con la cabeza en señal de acuerdo con Ult Steve. ─ Enserio
hombre, me confundes.
─ Definitivamente no lo hará.
Por lo que Steve sabía a Tony le aterrorizaba las relaciones y todas las
cosas sentimentales, él no se daría cuenta, definitivamente no, pero
incluso aunque por algún milagro divino lo hiciera, Tony seguramente
correría despavorido hacía la otra dirección.
¿Por qué demonios no pensó eso antes de arruinarlo todo con el sexo?
Mierda.
─ Hey chicos ¿qué están haciendo aquí? ─ La voz de Tony detrás suyo
lo hizo temblar enseguida, poniéndolo nervioso.
Joder.
Steve quería decirle a Tony la verdad, quería hablar con él, decirle que
lo amaba, arrodillarse en el suelo e implorar perdón, más sin embargo un
feo nudo se formó en su garganta, impidiéndole hablar. El pelinegro
levantó una ceja curioso mientras esperaba.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Todos habían decidido hace unos días atrás que debían cambiar su
estrategia de defensa. Después de lo ocurrido en la tierra 616,
consideraron que debían dejar incursionar deliberadamente en los otros
universos que estaban a punto de ser atacados, los convertía en blancos
fáciles, podría además revelar su nueva posición en la tierra 13, su
nuevo refugio.
Era algo cruel a decir verdad, al menos eso fue lo que consideró
Stephanie, ella estuvo en contra de dicha decisión junto con Noir Steve y
8096* Steve o como lo había empezado a llamar Ult Steve EMH, Earth
Mightiest Homos, los héroes más homosexuales del planeta. La verdad
ella no entendía la referencia, puesto que al parecer EMH Tony y Steve
no estaban juntos de manera sentimental, pero su versión del Ultimate
insistió que el apodo era el correcto puesto que su radar de “chupa
pollas” no fallaba nunca. Nadie se atrevió a llevarle la contraria, así que
lo dejaron ser.
EMH Tony era bastante peculiar, él era un poco más bajo que su versión
original ─ 616 Tony ─ y con un tono de piel más oscuro que todos, sus
ojos de un hermoso color miel. Las diferencias finalizaban en la parte
física puesto que su personalidad demostró ser bastante similar a la de
los demás Tonys, sonriente, bromista, inteligente y audaz. EMH Steve
por su parte era alto como Ultimate Steve, su cuerpo musculoso como
una pared ladrillos y una mirada bastante seria. Él parecía no tener
ningún interés en hablar con los otros o hacer amigos y las únicas veces
que lo habían escuchado hablar había sido para responderle al Tony de
su universo. Ambos habían sido los primeros reclutados por el
escuadrón B, conformado por el Director Stark, Comandante Rogers y
Noir Tony.
Presumidos.
Para cuando la Natasha de ojos azules apareció por fin en el pasillo junto
con 616 Steve y Tony, la soldado estaba sudando excesivamente dentro
de su armadura de American Dream* (como le llamó Antonio) con los
colores de su uniforme, especialmente diseñada para soportar el gas
toxico de la atmosfera de esta tierra a la que se trasladarían.
Era por esto que era primordial traer a los 666 hasta la base, sanos y
salvos. Si fallaban, y Strange los atacaba estarían perdidos.
MCU Tony hizo los últimos ajustes en la armadura del sherrif antes de
hablar por fin;
─ Sí, sí. ─ Respondió con fastidio la castaña del R-63. ─ Nos has
repetido lo mismo una y otra vez por días, hemos entrenado arduamente,
estamos más que listos para esto Mini-me.
MCU Tony apretó los labios en una delgada línea al escuchar el apodo
por el que Natasha había empezado a llamarlo, desde que supo que
probablemente ella era un reflejo del Tony de este universo.
616 Steve y Tony junto con 3490 Natasha se acercaron a ellos en cuanto
vieron que MCU había terminado su trabajo.
─ Les deseo buena suerte, por favor regresen sanos y salvos. ─ Expresó
la castaña del 3490 con honesta preocupación. Ella era muy tierna, o eso
era lo que creía Stephanie.
─ Así que no solo los vamos a secuestrar, sino que además de eso
¿tendremos que lidiar con el posible odio racial que sientan por el otro?
─ Preguntó sorprendido el alguacil.
─ Bueno, creo que eso agitara un poco las cosas por acá. ─ Dijo
burlonamente 616 Tony, detrás de ellos. 616 Steve lo miraba embobado,
Natasha le palmeó en la cabeza para que prestará atención.
¡Oh Dios!
∞∞∞∞∞∞∞
~ Earth 666
Ella sabía cuán importante era esta misión, era su primera tarea
asignada, ella quería demostrarles a todos que su escuadrón era digno de
confiar, que eran los mejores. Fue una suerte poder trabajar con
Stephanie, los grupos fueron designados casi al azar, escuadrones con
tres personas cada uno. Sin embargo había integrantes como MCU Tony
o Antonio, quienes no se les permitían realizar incursiones, el primero
porque al parecer era buscado por el asesino y todos sus secuaces y el
segundo por su enfermedad. De parte de los Steves, fue solo Noir Steve
quien quedó fuera de la designación, él se encargaría de trabajos
pequeños como ayudar con los monitores o los diseños de armaduras y
trajes, al chico por supuesto no le agradó, él quería estar en la acción,
pero Noir Tony pudo convencerlo al final.
Así que sí, Nat quería hacer esto bien, quería ofrecer su ayuda
reclutando a 666 y así retribuir lo que ellos habían hecho por ella al
salvar a Stephanie. Bueno, eso y porque quería patearles el trasero al
escuadrón B, quienes eran unos creídos.
¿Sería posible?
1872 Steve pareció no comprender lo que quería hacer Natasha por que
solo se quedó mirándola. Ella no podía ver su expresión pero
seguramente la estaba viendo como si estuviera loca.
¡Bingo!
─ “Escuadrón C, reportándose.”
─ “18-72 acá”
Nueva actua :3
Notas Aclaratorias.
!A leer!
¡Dios bendito!
─ Anthony, yo-
¡Qué vergüenza!
Antonio pareció notarlo por que levantó una ceja con curiosidad,
dibujando esa arrogante sonrisa en su rostro.
Steve estaba confundido, el olor y la cercanía del otro no hacían más que
hacerlo todo peor. Él jamás había estado así de duro por nadie, así de
interesado por nadie.
─ Vamos, te prometo que no te arrepentirás. ─ Le aseguró Antonio, sus
ojos brillando como llamas ardientes y un tono de voz rasposo que le
dejó bastante claro que él se arrepentiría… vaya que se arrepentiría de
esto.
Mmm.
∞∞∞∞∞∞∞∞
~ 2 días atrás.
No.
Él era Steve –el debilucho─ Rogers, quien estaba a destinado a ser nada
ni nadie.
Steve sospechaba que era Daken (el hijo de Logan con su pareja de vida;
Itsu) quien estaba moviendo los hilos desde las sombras, convenciendo a
todos de que la falta de descendencia e interés de Steve por procrear no
era más que una firme prueba de que este era un Alfa débil o pero aún;
uno estéril.
Bucky, como su mejor amigo y Beta, por supuesto buscó una solución
factible, una que además dejara contentos a todos; casarse con Sharon y
tratar de concebir en un lapso de tiempo no mayor a un año.
Sharon era linda a decir verdad. De todas las mujeres de la manada era
una de las pocas que demostró tener tanta fuerza o habilidad como
cualquier hombre. Steve estaba incluso seguro que en otras
circunstancias, tal vez si su manada no fuera tan machista y tradicional,
Sharon sería una candidata a Alfa. Ella sería una digna compañera en
circunstancias normales. Pero incluso todas sus buenas cualidades, toda
su belleza no lo convencía de hacer esto.
Lo mínimo que le debía Steve era un poco de retribución por lo que ella
había tenido que pasar en todos estos años criándolo y manteniéndolo a
salvo de los lobos más grandes. Así que, no, retirarse no era una opción,
ahora no solo Sarah dependía de él, a pesar de la leve oposición muchos
miembros agradecieron el cambio de Alfa. Logan era un líder
despiadado que no daba lugar a lobos diferentes como Sarah o Bucky,
quien le faltaba un brazo, producto de un accidente que sufrió hace
muchos años. No que Barnes fuera un inútil o menos aguerrido después
de esto, de hecho su nuevo brazo metálico (regalo de una bruja cercana
llamada Wanda) probó ser bastante efectivo como nueva arma a la hora
de luchar.
No obstante Steve era renuente a casarse con Sharon más por miedo que
por otra cosa. Él se conocía bien a sí mismo, sabía que aunque tal vez la
rubia no le atrajera tanto ahora mismo, esa atracción podría crecer y
luego de un tiempo de convivencia estaba seguro que incluso podía
desarrollar sentimientos hacía ella.
Steve se puso de pie y olfateó el aire una vez más para cerciorarse. Él
estaba en lo cierto, eran humanos, muy cerca de sus tierras además. El
rubio sintió sus instintos abrirse paso por sobre su pensamientos
calmados y racionales.
Protege a la manada.
Steve estiró las piernas y se dio cuenta que el espacio en el que estaba
era bastante reducido. El rubio decidió abrir los ojos lentamente soltando
un quejido cuando vio la luz brillante en el techo.
¿Cómo era eso posible? En su tierra siempre había oscuridad, nunca luz.
Siempre era de noche.
Su suave aroma le tranquilizó un poco antes de que esta hablara por fin,
en un tono calmado y suave.
─ Lo siento 666, sé que fue muy rudo de nuestra parte encerrarte de esta
manera y traerte forzosamente desde tu hogar, pero créeme cuando te
digo que fue por tu propia seguridad. ─ Ella sonrió levemente. ─ Te
prometo que te sacaré de allí en cuanto estés más calmado y cuando
estés dispuesto a escuchar lo que tenemos que decirte.
Al parecer debió apretar demasiado fuerte por que la mujer se quejó con
un leve “auch” mientras retiraba rápidamente su mano y la
inspeccionaba. Steve se preocupó por un momento, pensando que tal vez
le había roto un hueso o algo, pero ella simplemente le sonrió.
Fue el rubio que conoció en el bosque quien se acercó por fin al intruso,
arrebatándole a la mujer de los brazos, su cara pálida como la nieve.
Desde donde estaba Steve podía ver muy poco pero su perfil le reveló
que el sujeto era una copia muy similar a los pelinegros presentes, más
sin embargo sus facciones lucían un poco más joven, era más blanco que
ellos, casi pálido y sin barba. También era muy obvio que era más alto
que sus otras versiones (incluso un poco más alto que él) y tenía más
musculatura. Algo en él le pareció curioso pero aún no podía saber que,
él intentó detectar su olor, pero solo podía percibir la sucia peste de la
sangre sobre él.
¿Qué carajos?
─ ¿Stephanie?
─ La chica que estaba con ella… Por Dios dime que sigue allá, dime que
no está muerta. ─ Rogó él rubio en el suelo abrazándose al cuerpo
inconsciente de la mujer.
─ ¿Es acaso esta mujer de la que hablas? ─ Cuestionó el sujeto con voz
impasible y levantando una ceja.
¿Un vampiro?
Steve había odio hablar rumores de ellos, pero nunca había conocido
uno o alguien que alguna vez hubiera visto a uno con vida. Se decían
que eran creaturas casi muertas, de piel y actitud fría como el hielo; que
eran egoístas y arrogantes, seres que solo les importaba arrebatarte tu
sangre. Él había oído historias sobre como en La Gran Guerra, los
vampiros habían sido uno de los más temibles guerreros, destruyendo
todo a su paso y que además habían querido ejercer control sobre los
hombres lobos de ese tiempo.
Por alguna razón Steve se sintió intimidado, algo en este sujeto le decía
que debía mostrar sumisión.
─ Sabía que disponían de varias versiones mías, pero nadie me dijo que
tenían su propio cachorro de werekin solo para ustedes. ─ El pelinegro
se acercó con una sonrisa malvada a la jaula, agachándose antes de
hablar nuevamente. ─ Hace ya varios siglos que no veía uno… Al
menos no con la ropa puesta.
Antonio levanto una ceja insinuante, llevando sus manos cerca de las
barras. La electricidad de estas parecían solo funcionar desde dentro de
esta, la verdad Steve no estaba seguro, pero para su sorpresa Antonio
rompió el panel con una sola mano, mientras que con la otra abría los
lingotes metálicos como si simple barras de caramelos se tratasen. El
rubio no tuvo tiempo de pestañar cuando ya estaba siendo arrastrado
hacia afuera y levantado por Antonio quien lo rodeó con sus fuertes
brazos, encerrándolo en un poderoso abrazo.
Steve esperaba intimidarlo pero lo único que logró fue que Antonio se
riera con fuerza.
El aroma que lo asaltó era delicioso, nada como lo que hubiera olido
antes, dulce como las galletas que su madre solía hacerle de niño. El olor
era encantador y le atrajo de inmediato. Su mente gritó “pareja” y su
polla se levantó con entusiasmo.
Steve jadeó.
─ Dios, cachorro tenemos público, no me hagas tumbarte acá mismo.
La manada lo mataría.
Así que Steve, ignorando con todas sus fuerzas sus instintos salió
despavorido de la sala.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞
Stephanie había aprendido una muy importante lección hoy; ella y los
relojes inter-dimensionales no se llevaban bien.
Actua semanal :)
Notas Aclaratorias.
- Dejo una imagen del juego para que se hagan una idea. Avengers
Academy
- Se que este es un fanfic de tematica yaoi, de relaciones m/m o
como quieran llamarlo, pero en realidad solo hay 4 personajes
propiamente gays, tres de ellos ya los conocen. R-63 Step y Nat,
Noir Steve y hoy conocerán al cuarto. Me gusta la diversidad y eso
es lo que hay en esto, cuando esten todas las versiones que meteré (
solo faltan SIM, Hydra, AA Steve x Tony, xxxx [sorpresa] Steve x
Tony, Baby Steve y Baby Tony) les especificaré la sexualidad con
la cual YO he interpretado a cada uno, sé que se sorprenderán con
la de algunos haha.
Bueno ahora si, a leer.
Al final todos caían a sus pies, es decir, los vampiros estaban diseñados
para ser atractivos, seres dotados de increíble belleza que eran deseados
tanto físicamente como hormonalmente. Ellos eran capaces de producir
un ataque de feromonas que inducían la seducción, lo cual les
garantizaba mayor éxito a la hora de obtener sangre. Era una habilidad
muy sutil que casi nadie notaba, ni siquiera creaturas con un buen olfato
como Steve. Era sin dudas muy eficaz en momentos como estos donde
se moría de hambre.
Antonio incluso sabía que los demás miembros del equipo estaban
experimentando ese extraño magnetismo que se sentía en la presencia de
un vampiro. Sabía que eventualmente cederían y se ofrecerían
amistosamente en darle un poco de sangre. Pero Antonio se reusaba, al
menos por ahora. Él deseaba de sobremanera saborear al joven lobo
primero. Saborearlo en todos los sentidos.
Steve había sido muy escurridizo los últimos dos días, Antonio se
encontró a si mismo tratando de no carcajearse cada vez que se
tropezaba con el rubio en los pasillos o en cualquier sala y sus hermosos
ojos azules brillaban con temor y algo que él no podía identificar, antes
de que Steve corriera despavorido como un pequeño cervatillo
tembloroso.
Steve parecía querer jugar a esta extraña danza de esconderse y atrapar.
Antonio lo había dejado ser, fascinado y entusiasmado por el momento
correcto en el que por fin tendría al cachorro de lobo para sí.
Besar a Steve era como besar un cable de alta tensión. Estaba atrapado,
electrizado y adicto por dulce aroma que provenía de la piel del hombre
y principalmente de su sangre.
El rubio parecía ser bastante joven, a lo sumo unos 25-30 años, nada en
comparación con los 1000 años que pesaban sobre los hombros de
Antonio, por lo que el pelinegro estaba totalmente seguro de que Steve
no sabía la razón por la que sus instintos le pedían correr lejos de él.
Sin embargo los vampiros eran más numerosos. Pronto los seres
inmortales estaban acabando rápidamente con la población de hombres
lobos y con la sociedad vampírica, quien estaba en constante riña por
quien disponía de más esclavos, más lobos, más sangre. Al final se había
optado por un firmar un tratado entre ellos que establecía que no se
tocarían o retendrían a los hombres lobos nunca más. Las reglas eran
importantes para ellos y cualquiera que se atreviera a quebrantarlas
sufría terribles consecuencias.
Steve volvió rudo el beso, pegándose más contra él, como si no tuviera
suficiente. Eso confundió a Antonio un poco debido a su esquiva actitud
hace tan sólo unos minutos atrás, pero cuando escuchó los dulces
sonidos que Steve estaba haciendo mientras le mordisqueaba los labios,
dejó de pensar con coherencia.
El vampiro caminó a ciegas hacia la mesa más cercana para tirar al lobo
y joderlo. Su adolorida polla necesitaba un alivio con desesperación y
por la manera tan desvergonzada en la que Steve estaba restregando su
dura verga contra su estómago, suponía que él también explotaría
pronto.
Antonio encontró una linda mesa de madera y arrojó a Steve contra esta.
La estúpida cosa crujió y se rompió, ambos cayendo uno sobre el otro
sobre los restos.
Steve tenía el pelo enmarañado, los labios hinchados, las mejillas rojas y
sus ojos bañados en absoluto deseo. Algo se estrujó en el estómago de
Antonio.
─ ¿Todos los vampiros son tan suaves como tú? ─ Preguntó con voz
entrecortada el rubio, mientras recorría el pecho desnudo de Antonio con
las manos. ─ Tal vez deba hacer un muestreo para asegurarme.
El vampiro empujó a Steve hacia la mesa reteniéndolo allí con una sola
mano. Él sabía que era más fuerte que el lobo, pero aun así la cara de
emoción que tenía Steve le indicaba que este no parecía querer ir a
ningún otro lugar.
Antonio continuó con las atenciones, enterrando sus dedos tan profundo
como podía y lamiendo cualquier porción de piel desnuda del rubio. Él
olfateó al lobo una vez más, la fragancia que emitía la piel de Steve lo
atraía como una sirena a un marinero desaventurado.
Antonio retiró los dedos de la estirada carne de Steve y este dejó escapar
un gimoteo para quejarse por el repentino abandono. El pelinegro le
compensó cerrando su agarre en el miembro de Steve. La polla del otro
hombre palpitó caliente y lista en la palma de su mano. Antonio le dio
unos suaves tirones y miró fascinado como un sonido entrecortado
escapaba de los labios del rubio, al tiempo que se corría sobre su propio
abdomen.
─ Uhm, tal vez. ─ Fue todo lo que dijo el lobo en un tono de voz
realmente tímido. Al vampiro le pareció muy adorable y se acercó para
un beso.
Antonio se enojó y lo tomó por el cabello con fuerza para encontrar sus
ojos con los de Steve.
─ ¿Sabes lo que significa? ¿Has estado con cambia formas lobos antes?
─ La pregunta sonó más a reproche. Antonio no le gustó ni un poco.
─ Por supuesto que sí, ¿Qué esperabas? Los vampiros somos creaturas
muy sexuales, he dormido con seres de toda clase. ─ En cuanto sus
palabras fueron pronunciadas una expresión dura y casi primitiva se
reflejó en el rostro de Steve.
─ ¡Mío! ─ Steve le lanzó un gruñido casi animal con una actitud muy
distinta a su auto-controlada forma de ser. El rubio se posó entre sus
piernas y tomó el duro miembro de Tony, dirigiéndolo hasta su entrada.
Steve se dejó caer empujando sus caderas hacía abajo con fuerza, un
calor abrazador le rodeó el pene y Antonio entendió que estaba
enterrado bastante profundo dentro del otro.
Cachorro tonto.
Con ese último pensamiento y con el macizo cuerpo de Steve aún sobre
él, Antonio se entregó a los brazos de Morfeo. En un sueño tan profundo
como no lo había tenido en más de 500 años.
∞∞∞∞∞∞∞∞
666 Tony tenía su largo cabello enmarañado, mientras era aplastado por
un lobo gigante de un hermoso pelaje de color amarillo.
El soldado sabía que era mala idea despertar a la bestia, así que decidió
patear al pelinegro del 666 a un costado para llamar su atención. El
sujeto por supuesto se quejó, murmurando cosas sin sentido mientras
restregaba su cara y posaba sus ojos en el rubio frente suyo.
Fue Ult Tony quien los interrumpió llegando al lugar casi corriendo y
con el aliento entrecortado.
Oh no.
∞∞∞∞∞∞∞∞
─ Soy gay, ¿de acuerdo? Tal vez no tan gay como Unión Jack pero si lo
soy. ¡Me gustan los hombres, los penes! ¡Déjame ir, ahora! ─ Tony
balbuceó todo tan rápidamente que Stephanie le costó seguir las
palabras. Confusión se vio reflejada en su delgado rostro.
─ Que puedo decir, soy un genio. ─ Manifestó Tony con esa actitud
engreída que lo caracterizaba.
Él se encogió de hombros.
─ Tú lo hiciste.
─ ¿Ah? ─ Tony estaba cada vez más intrigado, esta mujer seguramente
tenía varios tornillos flojos. Él debía escapar de esta absurda situación lo
más pronto posible.
─ 616 Anthony Stark, Iron Man. Una versión tuya de otro universo fue
el creador de este aparato, ya sabes, el multi-universo, ¿entiendes de lo
que hablo? ─ Stephanie balbuceó vacilando en cada palabra.
─ Por supuesto que sí, el profesor Pym nos hace estudiarlo en su clase.
Máquinas y relojes inter-dimensionales son pan comido para mí. Esta es
una academia que forma jóvenes súper héroes, debemos estar
preparados para lo que sea si queremos salvar el mundo. ─ Explicó
Tony brindándole una sonrisa amistosa a la rubia, ella se relajó aún más,
brincando emocionada para luego darle un caluroso abrazo.
Tony le observó con interés, la chica estaba vestida con una de sus
armaduras de Iron Man, al parecer quien sea que fuera ella parecía tener
acceso a su tecnología y estaba en una misión o algo por el estilo. Una
buena idea cruzó por sus pensamientos, él era alguien generoso pero
tampoco significaba que no podría sacarle provecho a esto.
─ No.
─ ¿Por qué no? ¡Vamos, sabes qué puedo hacerlo! Si no fuera tan
genial, no me hubieras buscado precisamente a mí en primer lugar, ¿no
es así? ─ Se quejó él, levantando los brazos dramáticamente. ─ Además,
si lo que me dices es cierto, parece que soy muy cool en todas las
realidades.
─ Vamos Tony, no me hagas esto. Debe haber otra cosa que quieras,
puedo pagarte de otra manera. ─ Ella estaba casi rogando, Tony sin
embargo solo se cruzó de brazos e hizo un puchero. Él sabía bien que se
estaba comportando muy infantilmente, pero esto era justo lo que
necesitaba para sacarse a Fury de encima y demostrarle a todos que él si
era capaz, que si se graduaría y sería el mejor súper héroe del mundo.
─ ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! ─ Decía ella entre risotadas. Tony aún seguía
mirándola con incredulidad.
─ Por supuesto que no, Rogers ni siquiera sabe que existo, es decir,
compartimos una que otra clase, pero no tenemos amigos en común, es
del último año y por supuesto esta con los más populares de la
academia, esos serían Bucky, Sam, Romanoff y Sharon. La verdad
sospecho que ella es su novia, no estoy seguro… ¡Oh Dios Mío! Lo sé,
es demasiado vergonzoso, he estado observándolo de lejos desde que
entré acá este año, soñando despierto como un adolescente-
─ Lo sé, pero yo nunca actúo de esa manera tan irracional, pero cuando
veo a Rogers mi cerebro parece hacer corto circuito y mi pene, que
parece tener mente propia hace esta cosa de-
─ No, lo que yo haré será acercarte más a Steve, para que puedas
conocerlo mejor. Créeme cuando te digo que se exactamente que le
gusta, demonios incluso podría decirte que está comiendo justo ahora. ─
Ella lucía confiada, pero Tony no estaba del todo convencido. La idea
era tentadora sin embargo.
─ ¡Oh Dios! ¿Steve? ¡¿Eres Steve?! ─ Este día se ponía cada vez mejor,
Tony no podía creer su suerte. ¿Cómo no lo había visto antes? El
cabello rubio, el uniforme con esos colores, la actitud de Stephanie, sus
gestos, su risa; todo gritaba Steve por todos lados. Él estaba frente a una
versión adulta y femenina de Steve Rogers, el chico por el que había
estado babeando por aproximadamente ocho meses.
¿Qué?
∞∞∞∞∞∞
Wade actuó por instinto sacando una de sus katanas para dirigirla al
cuello del sujeto, pero se detuvo al percatarse de quien era. Lo que vio le
cortó la respiración y lo dejo con la mandíbula casi en el suelo.
“!!Estamos salvados!!”
Bueno a leer.
*Advertencia; hay mención de sangre y desmembramiento en este
cap, no fui muy gráfica aunque si lo pensé u.ú
Ella había visto el campus universitario el día anterior, pero cuando era
de noche y este estaba totalmente solo. Ahora en cambio, podía apreciar
mejor los edificios y la masa de estudiantes moviéndose a través de el.
Copias adolescentes de los superhéroes con los que ella había trabajado,
comido, y vivido a lo largo de su vida iban y venían de un lado a otro.
─ Si, lo sé. Desde que hice mi primera armadura, mi objetivo fue entrar
acá. He sido el único estudiante que logró pasar el examen a la edad de
15 años. ─ Expresó el pelinegro colocando sus manos en la cintura con
orgullo.
A su parecer esta versión de Tony era aún muy jovial y alegre, aun
cuando tal vez tuviera problemas con sus padres, ─ como casi todo los
Tonys que ella conocía ─ pero AvAc Tony demostró tener una pizca de
un optimismo refrescante que sus otras versiones habían perdido con el
paso de los años, a medida que más mierda se acumuló en sus vida. Este
Tony era aún inocente y lleno de vida, Stephanie rezó internamente para
que eso se mantuviera así por muchos años más.
─ Sí, bueno… ─ Dijo Tony con un tono de voz inseguro, enfocando sus
ojos café en el camino. ─ Vamos, te llevaré al laboratorio de la Torre
Stark, así podré echarle un vistazo a tu reloj inter-dimensional. ─ Él
cambió el tema y siguió caminando, así que la rubia decidió no comentar
nada al respecto.
A decir verdad, tener la ayuda de Tony era una bendición, incluso si era
un Tony tan joven, hablador y vanidoso. Tenerlo a su lado era un alivio
enorme. Se sentía menos perdida y más animada. Pronto saldría de acá,
pronto estaría con el equipo y calmaría sus angustias por saber qué
demonios había sucedido en la tierra 666 después de su partida y sobre
todo si Natasha estaba bien.
El sitio estaba ocupado por dos estudiantes más. Stephanie alzó una ceja
con curiosidad. Ella conocía a estos dos.
Stephanie no pudo evitarlo y soltó una sonora carcajada. AvAc Tony era
ciertamente muy divertido.
─ ¡Steve!
¡Adorable!
∞∞∞∞∞∞∞∞
Steve giró su cabeza con curiosidad hacia el lugar donde creyó oír a
alguien llamándolo por su nombre. Aunque entre tanta gente y el sonido
estridente de la música era difícil decir si en verdad había escuchado
algo.
Steve continuó viendo entre mesa y mesa para ver si localizaba a sus
amigos, tal vez eran ellos quienes estaban llamándole, después de todo
habían acordado reunirse acá después del entrenamiento en el gimnasio.
El rubio se movió unos cuantos pasos antes de que unos fuertes brazos le
apretaran en el cuello, casi ahogándolo. Steve se zafó al instante
sabiendo perfectamente de quien se trataba.
─ ¿El escudo cayó casualmente sobre el? ¿Lo arrojaste sin querer al
inodoro? ─ Continuó preguntando Bucky entre carcajadas.
Steve frunció el ceño tratando con todas sus fuerzas de ignorar las burlas
de los otros dos. No era su jodida culpa que el aparato siguiera sufriendo
accidentes, el rubio creía fervientemente que la cosa estaba maldita.
Aunque para sus amigos era simplemente que él y la tecnología no se
llevaban bien, Steve pensaba que exageraban pero tal vez eso explicaría
sus desastrosas notas en la clase de ciencias o porque el profesor Pym le
prohibió hacer algo en su clase o si quiera tocar los tubos de ensayo, la
última vez que Steve trató de mezclar los químicos, el laboratorio cerró
por casi un mes por las reparaciones. Steve aún podía escuchar los gritos
de Fury en sus oídos.
Pero para ser honestos Steve estaba acostumbrado a esta clases de cosas,
ya que nunca fue como los demás, siempre más frágil, más pequeño,
más lento. El doctor Erskine le había dicho que había sido escogido
sobre todos los otros para recibir el dichoso suero porque él era especial
y bueno, aun cuando el suero corrigió todo lo que se suponía estaba mal,
si esto fuera una anomalía debió haberse encargado de esto también
¿no?
Con frecuencia Steve se sentía fuera de lugar, como una pequeña pieza
en un gran rompecabezas que simplemente no encajaba con las demás.
Claro que todas estas inquietudes y pensamientos los guardaba con
recelo para sí mismo, no muy seguro de cómo expresarlo o sólo porque
no quería fastidiar a sus amigos con sus tonterías.
Cuando tomaron asiento Natasha estaba allí riéndose de algo que Sharon
le decía. Todos creían vehementemente que Sharon era la novia de
Steve, pero la realidad era que Steve y Sharon se llevaban de maravilla
por que se conocían desde antes de la Academia, en las facilidades de
SHIELD cuando él era aún el escuálido Rogers y ella aún andaba por ahí
en coletas persiguiendo a su tía Peggy por todos lados.
─ Que gusto verte por aquí, Steve. ─ Comentó la rubia cuando terminó
de hablar con la espía rusa, tomando un poco de su soda. ─ ¿Cómo va
todo el asunto del presidente estudiantil?
─ Sí, Anthony Stark. Él habla con casi todos los de sus clases, y seguro
estará más que dispuesto para ayudarte a convertirte en el presidente
estudiantil. ─ Le aseguró la peliroja, sus ojos verdes mirándolo con
intensidad y algo más que Steve no podía identificar. Natasha siempre
parecía actuar con dobles intenciones o ver a través de él, conocer los
secretos de todos y por lo tanto manipular las situaciones para su
beneficio. Sin embargo él sabía que ella tan sólo quería ayudar.
¿Qué demonios?
∞∞∞∞∞∞
Steph notó que Tony estaba nervioso y de vez en cuando miraba con
cautela a sus espaldas, como si tuviera miedo de que alguien los
siguiera, así que ella decidió que lo que sea que haya espantado así a
Tony, era un asunto serio.
─ Dios, ¿lo viste, Steph? ¿Lo viste? ─ Tony parecía histérico lo cual no
hacía más que alarmar a Stephanie, oleadas de temor la invadieron
prontamente.
─ Eres una mujer muy fácil, ¿no lo crees? ─ Le dijo en tono de broma.
─ Pero mira que tenemos acá… un joven Tony de ojos cafés. ─ Wade
examinó dando palmaditas con sus manos y saltando emocionado. ─
¡Oh, Oh! ¡Ya sé! ─ Continuó señalando a Tony, su tono de voz cambió
radicalmente a uno más grave y serio. ─ Te eliminaré antes de que
puedas hacerle daño a alguien.
─ ¡No me iré hasta que me digan quien es este villano y quien eres tú y
por qué te pareces tanto a mi madre Sarah! ─ Stephanie casi gruñe de
frustración. Steve- el terco adolescente- Rogers, tampoco se movió una
pulgada de su lugar y se acercó para atacar a Deadpool y ayudarla.
¡¡No, no no!!
─ ¡Sigue mis órdenes si quieres mantenerte con vida, soldado! ¡Yo estoy
a cargo y digo que nos iremos de una puta vez! ─ Stephanie vio la
indecisión brillando en los ojos del adolescente, pero por fin asintió sin
decir una palabra más.
Stephanie ni siquiera miró atrás para saber que sucedió con Wade, ella
simplemente abrió un portal y se marchó a casa. Esperando que los
chicos tuvieran una enfermería disponible para operar a Tony de
inmediato, ella misma se encargaría de todo.
∞∞∞∞∞∞∞
El mercenario tomó una rápida bocanada de aire antes de dirigir sus ojos
al suelo y hablar otra vez.
Wade apretó los labios, pero no dijo nada más. Era raro verlo así de
callado y serio pero Steve sabía que incluso Wade reconocía cuando la
había jodido en grande.
Incluso antes de ser reclutado para el servicio del hombre que en esta
tierra llamaban “emperador”, Steve se percató de que Wade era la mano
derecha del sujeto, no era un simple mercenario al cual se le pagaba o
que seguía la causa por motivos personales. Wade conocía al hombre
desde hace un tiempo, quizás mucho antes de que todo esto empezara.
La curiosidad por saber más le carcomía por dentro, pero Steve decidió
que tal vez lo mejor era no involucrarse demasiado, después de todo él
era solo un peón más en este cruel juego de ajedrez.
El otro hombre sin embargo no aceptó las disculpas y le dio una risa
sonrisa sínica antes de tomarlo del hombro, empujarlo con fuerza contra
el suelo, haciéndolo arrodillar. Wade miró hacia arriba, buscando los
ojos ajenos, tan solo para descubrir una de sus propias pistolas siendo
arrebatada de su funda, y volarle la cara en pedazos. El cuerpo sin vida
de Deadpool se desplomó sobre el charco de sangre.
Steve se estremeció.
─ Natasha estaba reuniendo una base de datos con las tierras atacadas y
aquellas a las que se les alertaba, estaban tratando de seguir patrones. ─
Él no pudo evitar decir, ellos habían jugado con su cerebro lo suficiente
como para convencerlo de que lo que hacían era lo correcto. ─ Antonio
Stark y Steve Rogers de la tierra 1610 también estaban haciendo lo
mismo. Puede que hayan averiguado una manera de predecir los ataques
con esa información.
3490 Steve asintió, diciendo un “sí, señor” como todo un perro faldero.
El emperador sonrió pero su sonrisa era distinta esta vez, como si fuera
una persona diferente. Steve no entendía para nada al sujeto.
Unstoppable
¿O no?
─ ¿Recuerdas que pasó? ─ Fue el turno del pelinegro de ojos miel para
preguntar, checando las máquinas con los signos vitales.
─ Gracias. ─ Dijo sin saber que más decir, estas personas aparentemente
lo habían salvado, era normal agradecerles primero, antes de obtener la
información que necesitaba. ─ No quiero sonar muy rudo ni nada,
pero… ¿Quiénes son ustedes y donde esta Steve, Stephanie? ¿Soy acaso
su rehén? ¿Tengo derecho a hacer una llamada? ¿Puedo tomar mis
drogas ahora? Me duele todo, por favor. No digan que es tarde, nunca es
tarde para las drogas lo sé-
─ ¿Qué haces aquí, 666? ─ Cuestionó EMH Tony. ─ Pensé que estarías
dormido a esta hora de la mañana.
El sujeto le dirigió una afilada mirada con los ojos más rojos que Tony
había podido ver, pero ahora que lo pensaba, él jamás había visto ojos de
ese color. ─ Lo estaba, pero necesitaba esconderme. ¡Dios, Steve no me
deja en paz! Sigue insistiendo en perseguirme por todas partes como si
fuera… como si fuera mi novio o algo así. ─ Él hizo una mueca de
disgusto.
─ ¡Yo no quería saber eso! ─ EMH Tony miró entre sus otras versiones
negando con la cabeza, como si esto fuera una cosa de todos los días.
AvAc estaba allí con el cuerpo molido, el brazo lacerado y con la boca
abierta.
666 Antonio hizo arcadas como si fuera a vomitar, EMH Tony rodó los
ojos y Ult Tony sólo sonrió cual gato que conocía todos los trucos.
Ult Steve le miró amablemente, pero fue suficiente para hacer que las
rodillas de Tony temblaran. Él estaba seguro que si no estuviera
recostado, se habría caído.
¿Qué se suponía que hiciera con eso? ¿Con quién lo usaría? ¡Él aún era
virgen, por Dios santo!
Los demás parecieron leer sus pensamientos, lo cual lo hizo todo más
vergonzoso, por que pronto estuvieron compartiendo una carcajada.
Tony se sonrojó más, tratando de meterse bajo las sabanas.
─ ¡Tiene 15 años, ustedes serán los peores padres del mundo! ─ EMH
Tony fue el único que no compartió la diversión, tratando de que los
demás se alejaran de AvAc. Él no se quejaba, pero agradecía la ayuda
porque estaba seguro de que no podía soportar más la vergüenza.
∞∞∞∞∞∞∞
Le había tomado una gran cantidad de tiempo para ser honestos. Una
vergonzosa cantidad de tiempo para percatarse del hecho. Tony era
alguien que solía ignorar esta clase de situaciones, empujarlas hasta el
fondo, poniéndolas en la lista de cosas sobre las cuales era mejor no
pensar, allí subrayado con líneas gruesas y marcadas junto a un gran
“no”.
Tony asintió con la cabeza, dándose media vuelta para encarar a Steve.
Sus ojos azules se encontraron prontamente con los azulados orbes del
rubio y este último le sonrió. La sonrisa de Steve siempre era como un
rayo de sol sobre la fría nieve, una porción de cielo que Tony no creía
merecer. Tony por supuesto sonrió de vuelta, no podía evitarlo, no
cuando Steve sonría así, haciendo que todo estuviera bien, el mundo era
un lugar mejor, todo era correcto.
Steve se acercó para plantar un beso en sus labios. Y ahí estaba, ese
corrientazo de energía al que parecía nunca acostumbrarse cuando Steve
le besaba así. Con arrebato, lleno de necesidad, necesidad por sexo
fugaz y desesperado que contrario a satisfacerlos solo les hacía anhelar
un próximo encuentro.
Tony fue quien cortó el roce, antes de relamerse los labios y hablar con
el aliento entrecortado.
─ No tenemos tiempo para esto, Steve. Los chicos esperan que nos
reunamos para diseñar la prótesis de AvAc, el chico querrá tener su
nueva mano lo más pronto posible.
Steve asintió con la cabeza, pero pareció ignorar sus palabras, porque
simplemente le lamió la boca y le hizo dar la vuelta nuevamente. Tony
posó sus manos sobre las frías y húmedas baldosas, al tiempo que Steve
tomaba su erección y derramaba un poco del jabón líquido en sus
dedos.
Las últimas semanas habían sido un gran maratón de sexo que los había
hecho conocerse más, Tony sabía a la perfección en la manera que le
gustaba a Steve, como follarlo, como hacerlo correrse más rápidamente
o cómo hacerlo todo más lento y tortuoso. Steve por en cambio sabía
cómo despertar en él una vena salvaje, casi desquiciada, el sexo rudo,
simple y carnal nunca fue mejor que esto. Era una delicia, una
experiencia abrumadora y sensual.
En algún punto esto dejo de ser un juego, una apuesta. Ambos lo sabían,
aunque acordaron continuar con ello, por el simple acuerdo tácito de no
decir absolutamente nada al respecto. Era así como funcionaba las cosas
entre ellos.
Steve dejó de estimularlo con sus dedos solo para empujar la cabeza de
su miembro dentro de Tony, este se sacudió un poco, no listo aún para
tal intromisión en su apretada entrada. Sin embargo, no tenían tiempo,
esto era un polvo rápido en la ducha. Tony tomó las caderas de Steve y
de un solo empujé se enterró completamente. El grito agudo de Steve y
el gruñido de Tony se evaporaron junto con el agua. Steve no se detuvo,
aumentando las estocadas y Dios, se sentía tan cálido, tan bueno. Steve
envolvió sus manos con las de Tony, y busco su mirada, Steve siempre
hacía eso, no importaba en qué posición follaran. Steve siempre le
miraba, como si necesitara una ratificación de que este era Tony y nadie
más. Era un gesto cariñoso que el pelinegro aún no acaba de entender.
El millonario del 616 tuvo que tomar las medidas de brazo de AvAc
para poder empezar con su labor, desarrollar un remplazo bionico,
parecido a los guanteletes de la armadura. Seria práctico, eficaz y
además lo haría ver como un verdadero hombre de hierro. Ver al
adolescente enfrentarse al hecho del cambio radical que acababa de
sufrir su cuerpo, fue la parte más dura, Stephanie le ayudó al chico a
desprender la venda y este vio con consternación lo que quedaba de su
extremidad derecha. Él aún conservaba gran parte de su brazo, eso era
una buena noticia, pero centímetros debajo de su codo había
absolutamente nada. Sin duda esto sería un cambio duro para él, la
herida, los puntos y los sentimientos aún estaban frescos. Para hacerle
todo más fácil Tony dejó que fuera Stephanie quien lo tocara, él chico
parecía más cómodo alrededor de ella, así que él no quiso inmiscuirse.
Tony se conocía bien, y con todos estos meses compartidos con Natasha,
también la conocía bien a ella. Por lo que estaba seguro que lo mejor por
hacer era darle su espacio y dejar que la chica asimilara las cosas a su
manera, concentrándose en su propio trabajo. No había mucho que él
pudiera hacer, aun si quisiera.
Después del descanso del almuerzo, más trabajo con la prótesis y una
pequeña siesta en el escritorio, Tony decidió que era suficiente. Se
dirigió a su habitación, quitándose la ropa rápidamente sólo para usar
unos cómodos shorts que usaba como traje de baño, tomó su toalla,
bronceador y unas gafas de sol antes de marcharse.
Steve rodó los ojos con fastidio, pero no perdió el tiempo cuando ya lo
estaba abrazando, rodeándolo con sus fuertes brazos, todo el peso del
soldado cayendo sobre su cuerpo. Tony sentía cada musculo ondeante,
firme y cálido sobre sí. Steve depositó un húmedo y desesperado beso en
sus labios, como si nunca lo hubiera visto, como si no lo hubieran hecho
en la jodida ducha tan solo unas horas atrás. Tony abrió la boca
extasiado, le permitió entrar, joderle la boca, sus lenguas enredándose en
una poderosa batalla.
Después Steve hizo esa cosa de nuevo. Rompió el contacto y busco sus
ojos, las yemas de sus dedos le recorrieron la piel, como tocándolo y a la
vez no. Steve lo veía, pero no solo eso, lo estaba detallando centímetro
a centímetro, como si quisiera asegurarse de que no era un sueño, como
si quisiera inmortalizar el momento. Tony le apretó la mandíbula, buscó
su boca nuevamente.
Tal vez fue la manera en la que la luz hacía ver a Steve distinto, o el
ángulo de la lengua de Steve dentro de su boca, o la sensación de júbilo
en su mecánico corazón. Él no lo recordaba bien.
Mierda.
─ ¿Besarnos?
─ Necesito su atención, por favor. ─ Natasha fue esta vez quien apareció
y gracias a Dios ellos aún estaban vestidos. ─ ¿Qué les he dicho Steve,
Tony? Saben las reglas.
─ ¿Vas a alguna parte, Nat? ─ Steve por su puesto quiso acabar el tema
allí y saltó a la primera cosa que se le ocurrió.
Natasha ajustó su cabello hacía atrás y apretó sus labios en una delgada
línea.
─ Si… de hecho, necesito que vean algo. Es una idea que se me ocurrió,
pero creo que necesito su aprobación primero. Nos vemos en el sala de
conferencias en 5 minutos ¿tal vez?
Ambos hombres asintieron con la cabeza, y sin decir nada más, Natasha
se marchó, el sonido de sus tacones altos repicando y haciendo eco por
el lugar.
Tony juntó los dedos en el puente de su nariz, seguro de que quien sea
que fueran este Steve y Tony, no eran personas agradables.
─ Tres meses. Pero escucha Steve, su tierra está a punto de ser atacada
y-
─ ¡No, creo que no lo haces! ─ Ella palmeó las manos con fuerza contra
el escritorio, perdiendo los estribos. ─ ¡Estoy agotada de estar
escondida, Tony! ¡Estoy cansada de ver como nuestros amigos mueren o
se exponen al peligro! Tú viste lo que le hicieron a AvAc, es sólo un
niño, pero ellos… ellos no dudaron ni por un segundo en hacerle daño.
Es evidente que necesitamos ese tipo de frialdad de nuestro lado si
queremos avanzar y dejar de estar ocultándonos de tierra en tierra como
ratas asustadas.
─ Tony, por favor. Sabes que esto es lo correcto, sabes que los
necesitamos. ─ La voz de Nat sonó desesperada, haciendo que el
corazón de Tony se estrujara en su pecho. Él quería ayudarla, pero Steve
tenía razón también, era muy arriesgado. Tony había tomado decisiones
arriesgadas y estúpidas a lo largo de su vida, él no quería arriesgar la
vida de nadie más.
Negando lentamente con la cabeza y sin poder mirar a Natasha a los
ojos, Tony abandonó el lugar.
∞∞∞∞∞∞∞∞
─ Sucede, que ustedes dos han estado tan ocupados lamiéndose el culo
que no se dieron cuenta de que alguien abrió un portal inter-dimensional
e hizo una incursión por su cuenta. ─ Ultimate Steve jaló a 616 Tony del
brazo, haciéndolo levantar para que empezara a caminar. Noir le siguió
los pasos con una expresión de preocupación.
─ ¿Dónde está? Dios, Steve… ¿Qué haremos si le sucede algo? ¡Iré por
mi armadura! ─ Tony ya estaba sudando y viéndose pálido mientras
balbuceaba cosas. Fue Ult Steve quien lo detuvo de correr,
sosteniéndolo como una pequeña marioneta mientras le señalaba las
puertas del laboratorio.
¡Gracias a todos los dioses!, pensó Steve con alivio, respirando con
normalidad nuevamente.
El jodido -991 Tony estaba allí mostrando sus blancos dientes en una
amplia sonrisa, que lo hacía ver como el dueño del mundo. El sujeto
lucia ligeramente diferente al video, su cabello estaba un poco más largo
y desordenado, tenia un solo ojo de un color azul brillante casi irreal,
estaba vestido de traje, pero este estaba sucio, y por si fuera poco estaba
esposado. Junto a él, con el rostro y manos cubiertas en sangre, estaba
Capitán Hydra, en carne y hueso, sosteniendo a Stark de las esposas.
¿Me extrañaron?
Notas Aclaratorias
#Sin-FreeForm #IRegretNothing
Los gritos empezaron antes de que Nat pudiera siquiera tomar asiento. A
consecuencia del alboroto, el pequeño Stevie se había despertado de su
apacible sueño y estaba ahora llorando con toda la capacidad que
permitían sus pequeños pulmones. Natasha, quien tenía cero
experiencias con bebés, trató en vano de arrullarlo, hablarle, o mecerlo
como había visto hacer a otras personas que lidiaban con sus hijos, pero
nada parecía funcionar. El bebé sabía bien que ella no era su madre. La
algarabía de 616 Tony no acabó allí, arrebatándole al Capitán Hydra el
bebé Tony de los brazos. Natasha estaba a punto de decirle que no era
una buena idea, que ella le había dado el infante al rubio por una buena
razón, pero los alaridos del pequeño al ser sostenido por su versión
adulta, les dejándole bastante claro a todos que lo mejor era
devolvérselo a -991 Steve, al menos por ahora.
─ Explicate Nat, y más te vale que sea una buena explicación. ─ Siseó
entre dientes el soldado del 616 cuando la sala se sumergió por fin en un
silencio considerable, sosteniéndose de la poca paciencia que
seguramente le quedaba.
∞∞∞∞Flashback∞∞∞∞
Natasha Stark no era una persona que se diera por vencida tan
fácilmente.
Absolutamente no.
¿Cierto?
Sin embargo a Natasha le bastó tan solo cinco segundos para darse
cuenta que estos dos eran unos imbéciles. La única razón por la que SIM
le siguió fue para huir de la Carol Danvers de su tierra, quien encontró a
Stark ocultó y buscaba venganza porque Steve había decapitado a
Rhodey en un “pequeño” ataque de celos como él mismo lo llamó. El
soldado de Hydra con sacra calma y voz imponente manifestó que iría
solo a donde Tony fuera, porque tenían cuentas pendientes por saldar. El
mismo pelinegro imploró para que dejaran a Steve atrás, y Natasha tuvo
que sobornarlo para conseguir un favor del sujeto a cambio de
asegurarle de que no dejaría por ningún motivo que el Capitán lo matara.
Tony aceptó a regañadientes pero dejo bastante claro que no movería un
dedo más o salvaría a nadie.
¡Menudo lio!
Sin embargo controlar a este par fue más difícil de lo que ella esperó. A
penas arribaron Stark fue esposado por Hydra y le dijo que si se atrevía
a separarse de él tan si quiera unos 50 centímetros, no le temblaría la
mano para volarle los sesos. Steve lo sostuvo por el mentón y le plantó
un rudo beso en los labios, mirando con total devoción. Stark se negó
sacando su armadura platinada hecha con ese líquido viscoso y brillante
que salía por debajo de su piel. Steve le bastó sólo darle una bofetada en
la cara con tanta fuerza que logró sacarle un diente para detenerlo. No
que a Natasha le importara, ella había estudiado un poco los datos
hackeados de la computadora de Tony y sabía bien que el virus
Extremis, con el que estaba fabricado su armadura y el que corría tanto
por las venas de Steve y del mismo Stark, funcionaba como un tipo de
regenerador celular que lograba curar casi todo. Steve al menos tuvo la
gentileza de disculparse, para luego de eso decir con total descaro que
hacía esto porque lo amaba.
Pronto unos ojos cafés y profundos les miraron con desprecio. Natasha
pudo sentir la tensión en cada musculo de su cuerpo, la mirada del
hombre que le recordaba tanto a su abusivo padre le caló hasta los
huesos.
─ Te aseguro que esta tierra estará mucho mejor sin la presencia de una
alimaña como Howard Stark rondando por aquí. ─ SIM fue quien
ofreció las explicaciones, mientras que Steve le pasaba al bebé en
brazos. Tones se revolvió incomodo empezando a gimotear nuevamente.
─ Tal vez este bebé pueda ser un buen secuaz, ¿qué dices Rogers,
deberíamos convertirlo en nuestro sucesor? ¿Enseñarle los beneficios
del lado oscuro? ─ El pelinegro se rió de su propia broma y Steve sonrió
levemente.
─ Ustedes le ponen nervioso, es obvio que no quiere tener nada que ver
con las personas que les recuerdan a sus padres, no te preocupes, yo me
encargaré. ─ Y bien esa era de por si la frase más larga que -991 Steve
había dicho en todo el jodido día y fue extrañamente para decir algo
amable.
Aunque ella odiaba admitirlo, y aunque estos dos necesitaban una seria
reprimenda por sus acciones y a lo mejor una sesión psiquiátrica,
también tenían razón. Debían irse pronto.
La anomalía.
∞∞∞∞Flashback∞∞∞∞
─ Así que… ¿Sus padres están muertos? ─ Comenzó con voz insegura
616 Tony cuando hubo escuchado el relato de Natasha, o gran parte de
él, puesto que ella había omitido intencionalmente la parte donde -991
Steve asesinaba a balazos a el papá de Tones. ─ ¿Son huérfanos?
─ Nat no tienes que cargar con todo esto sola, todos te ayudaremos. ─
Le aseguró 1872 Steve a su lado, mirándola con cariño, posando una
mano sobre la suya para tranquilizarla. Fue solo allí que ella se percató
de que había estado temblando todo este tiempo.
─ Enserio, todos ustedes son tan divertidos. ─ Superior Iron Man rió una
última vez antes de hablar. ─ Toda esta habladuría sentimental me ha
dado una pequeña ulcera estomacal, de hecho creo que estoy a punto de
vomitar.
¿Pero cómo?
Sus manos seguían esposadas y no estaba manipulando ningún aparato
electrónico. Tanto ella como, MCU Tony y 1872 Tony se levantaron
para detenerlo. Hydra se paró sobreprotectoramente delante del
pelinegro y les hizo una seña con la mano para que no lo tocaran.
─ ¿Qué tanto puede curar esta cosa? ¿Puede curar el cáncer? ¿Tumores
cerebrales? ─ Y ahí estaba Ultimate Steve preguntando por fin. Justo
como Natasha esperaba que sucediera. Ella no había hecho un trato con
Superior para tratar también a Antonio debido a que no quería darle
falsas esperanzas a nadie. Ella sabía bien que el extremis en grandes
dosis podría afectar considerablemente el cerebro, el mismo SIM y
Hydra eran una prueba de ello, no era seguro arriesgarse.
─ Por supuesto que sí, tomaría dosis más elevadas de las que se
necesitarían con el mocoso, pero si es posible.
Los ojos de Ult Steve se abrieron ampliamente, su cara se iluminó con lo
que Natasha identificó como esperanza.
─ Lo que sea. ─ Aseguró con voz confiada Ult Steve ignorando las
réplicas de Antonio a su lado.
─ Bien, ¿Qué tal si empiezas por utilizar esa boca tuya para darme una
mamada?
Dicho eso, el pelinegro salió de la sala, dejando a Ult Steve parado allí
en medio de todos con lágrimas en los ojos.
∞∞∞∞∞∞∞∞∞
El maldito hijo de la gran puta que era Antonio, ¿creía que las cosas iban
a terminar así?
Ja!
Steve no tuvo que hacer mucho esfuerzo para encontrar al sujeto, este
estaba solo en la azotea, sentado en una de los sitios de vigilancia,
mirando curioso los alrededores. Su presencia fue inmediatamente
notada. Una expresión burlona fue lo único que recibió por parte del
otro.
─ ¿Planeando huir tan rápido? ─ Comentó Ult Steve posándose al lado
del sujeto.
Coño.
El súper villano del -991 empezó a desnudar a Steve pero este le sostuvo
de las muñecas con fuerza tratando de detenerlo. El tipo era fuerte, pero
no más que él.
─ ¿Tú nunca has dejado que nadie te folle? ¿Ni siquiera Antonio? ─
Superior echó la cabeza hacía atrás para reír. ─ Interesante, los archivos
decían que llevan un tiempo juntos pensé que habían hecho de todo, mi
versión del 1610 es alguien estúpido al parecer. Bien, mejor aún... ─ La
mirada lasciva que el pelinegro le dirigió lo hizo tragar en seco. ─ Seré
tu primera vez, que adorable. ─ Sus ojos desiguales se endurecieron. ─
Ahora, apresúrate si no quieres que cambie de opinión.
Steve amaba tanto a Tony pero el imbécil estaba muriendo. ¿Qué más
podía hacer? ¿Qué otra clase de ruta podría tomar?
La respuesta era ninguna, porque no habría cura para el cáncer, nada que
pudiera hacer lo que el extremis podía.
Sin embargo nada más sucedió, las manos del pelinegro le abandonaron
y nunca más le tocaron. Steve confundido se dio vuelta solo para ver
como el Capitán Hydra le había colocado una mordaza con una bolita
roja en la boca a SIM, el tipo lo estaba halando por el cabello con una
mano, mientras que con la otra le sostenía los brazos hacía atrás. El
pelinegro estaba pataleando y enojado como el demonio, nada contento
de que le hubieran quitado su diversión.
Steve compartió una dura mirada con el otro, no gustándole nada que le
amenazaran.
─ Hice esto por los dos… ─ Steve depositó un beso en su cuello, sintió a
Antonio respirar pesadamente pero no relajarse. ─ Y no, te equivocas no
tuve que hacer nada de lo que piensas para conseguirlo.
Sorprendentemente el maniaco de Hydra me ayudó.
─ ¿A qué te refieres?
─ ¿Tomarás el extremis?
─ Steve, yo-
─ No digas eso, sabes que eres una buena persona. Nuestra relación es
insufrible y a veces quiero huir de esto, porque apesta como la mierda,
pero no lo hago, porque te amo más que a nadie. Y si esto no da
resultado. ─ Steve tragó con dificultad. ─ Si eso sucede siempre estará
nuestro plan inicial. ─ El rubio le limpió las mejillas con las yemas de
los dedos. ─ Disfrutar del tiempo que nos queda y nada más. Solo por
favor, inténtalo una vez más Antonio, solo una vez más. ─ Imploró él.
∞∞∞∞∞∞∞∞
Superior Iron Man sabía bien que Rogers estaría furioso, y que estaba
esperando su oportunidad para realizar su pequeña venganza después de
lo que le hizo, pero no pensaba que la tontería de Steve llegaría a este
punto.
Steve cerró la distancia entre ellos, pegando sus labios para compartir un
rudo beso, lleno de sangre, saliva, mordiscos y maldiciones
entrecortadas. Succionándole el alma, llenándole con promesas vacías
de un amor que él no quería, que no necesitaba.
Notas Aclaratorias.
* Acá estan presente TODOS los Steves por lo que deben hacer de
su memoria para recordar los numeros y detalles de ellos.
* Hay una leve pista del asesino que será detallado en el capitulo
32, que será ya cuando retomemos la trama principa de la historia.
Steve no entendía que podía ser tan chistoso, esto era una labor simple
que no interferiría en las demás tareas de mayor importancia. Un tarea
menor, pero necesaria.
─ 616, por favor. ─ El Comandante Rogers rodó los ojos. ─ Admite que
sólo quieres que espiemos a tu esposito Stark, para que así puedas saber
qué hace mientras no está follando contigo.
616 Steve abrió los ojos como platos. Ult Steve rió más fuerte y los
demás asintieron, incluso Stephanie, quien de todos solía ser la que
nunca se burlaba o reprochaba.
─ Para hacerlo más justo, decidí que era mejor si nos repartimos a
nuestro sujeto de observación al azar. Hacer un reporte del Tony de
nuestra tierra, puede nublar nuestra objetividad en el mismo. ─
Manifestó cuando hubo terminado de recorrer la mesa. Cada uno abrió
su carpeta, revelando así que Tony les había tocado.
─ Sí, como sea. ─ 616 Steve dejó que Ult Steve hiciera lo que quisiera,
hace mucho había aprendido que no debía fastidiar al hombre. ─
¿Alguien más tiene alguna queja con su asignación?
Todos negaron con la cabeza, en señal de acuerdo con la persona que les
había tocado. Todos excepto el Capitán de Hydra, quien levanto la mano
como si de un alumno tímido se tratase. El tipo era tan silencioso en
todo lo que hacía que daba miedo. Steve aún no podía acostumbrarse al
él, es decir, no cabía en su cabeza la idea de que una versión de sí
mismo fuera un súper villano, integrante de una de las organizaciones
nazis más repulsivas que podían existir sobre la faz de la tierra.
─ ¿Si, -991? ─ Preguntó el rubio del 616 sabiendo muy bien que diría el
otro.
─ Bien, eso es todo por hoy. ─ Steve empezó a recoger sus cosas para
marcharse. ─ Los reportes tienen un límite de siete días para ser
entregados, recuerden que no deben ser detalles de que hacen cada uno
en el día. Simplemente escriban las situaciones que consideren son
importantes a resaltar en cada Tony, aspectos de su personalidad que nos
ayuden a entenderlos mejor, o eventos en los que se involucren, los
cuales puedan generar cualquier conflicto entre ellos mismos.
Dicho eso, Steve dio por concluida la reunión, esperando que de verdad
esta vez, sus versiones de otras dimensionas hicieran lo que se les pidió.
∞∞∞∞∞∞∞∞
Steve estaba seguro de que si AvAc Tony pudiera físicamente, ser capaz
de soltar humo como una chimenea para expresar su ira en estos
momentos, lo haría.
Desde que los bebés estaban acá, y como era obvio, tuvieron que
conseguir toda clase de cosas para mantenerlos sanos y activos; comida
para bebé, medicinas, pañales, juguetes, biberones, cunas, mantas, y
cualquier cosa que encontraron en la tienda especializada en una de las
tierras a las que iban por provisiones.
─ ¡Es increíble que AvAc Steve no tenga problemas y haga que Tones
se porté como un ángel, mientras que tú, quien está cuidando a Stevie, lo
malcríes y lo dejes hacer todo lo que quiere!
─ ¿Por qué eres tan amargado? ¿Qué no ves que Stevie estaba pasando
un buen rato? ─ AvAc Tony refunfuñó y acomodó al bebé mejor,
recargándolo en su nueva mano biónica. Cuando su versión adulta no se
relajó, agregó; ─ Viejo, relájate es solo un poco de arte.
─ Tony, el chico tiene razón. Es solo un bebé, no tienes por qué ser tan
duro con él.
─ No, Steve. Somos responsables por ellos ahora y no permitiré que los
malcriemos, lo que aprenden durante sus primeros años de desarrollo los
definirán como personas. Si Stevie sigue así, se convertirá en un
vándalo. ─ Dijo Tony con expresión seria.
Steve sonrió con ternura, porque la verdad nunca pensó que Tony
pudiera ser ese tipo de papá rígido. Tony era el sinónimo de diversión y
chico malo, ¡por Dios santo!
AvAc Tony le dirigió una seña obscena con su dedo robótico antes de
salir a toda marcha de la sala y gritar;
Porque sin duda AvAc Tony sabía lo que hacía con el bebé.
∞∞∞∞∞∞∞∞
Steve jamás había visto a 3490 Natasha patalear como una niña
pequeña.
3490 Nat bufó divertida. ─ Por supuesto que sí, incluso roncas. Te he
escuchado, no sé cómo Stephanie puede dormir contigo, de hecho no sé
cómo puede soportarte.
El soldado del 616 pensó que tal vez su otra versión estaba bromeando y
estuvo a punto de reírse, pero su cara seria le dijo que definitivamente
no lo hacía.
∞∞∞∞∞∞
El rubio suponía que se debía a que ambos eran igual de… retorcidos.
AvAc Steve les escuchó con atención, esperando a ver lo que haría su
versión del 666.
─ Que tierno eres, pero te explicaré. El tocino era solo una excusa, lo
que en realidad le gusta a 666 es la gruesa poll-
616 Steve le tapó la boca a Ult Steve a medio camino, antes de que
pudiera dañar la salud mental de su versión adolescente y la suya.
616 Steve le miro con escepticismo, pero Ult Steve parecía ir enserio.
∞∞∞∞∞
El informe de Capitán Hydra fue tan sexualmente gráfico, que 616 Steve
no pudo ni siquiera terminar de leer el primer párrafo.
∞∞∞∞∞
Lo primero que notó, fue que el pelinegro pasaba demasiado tiempo solo
y en el laboratorio. 1872 Tony no parecía ser alguien tan sociable, pero
tampoco daba la impresión de ser alguien que odiara la compañía.
Steve suspiró cansado, pensando que tal vez este sería una misión de
observación muy aburrida.
El soldado del 5246 creyó que tal vez debería intervenir pronto, por la
manera en la que 1872 Steve apretó la mandíbula y los puños a su lado,
pero no fue necesario puesto que Noir Steve entró en escena. La cara de
felicidad del mecánico y la expresión vacilante de Noir Steve al
percatarse de la presencia del sheriff, terminó por crearle más incógnitas.
El de ojos grises pasó una mano por el cabello del rubio más pequeño de
una manera muy cariñosa y le dijo que regresaría pronto. Cuando
estuvieron por fin solos, el sheriff empujó a Noir Steve levemente y le
advirtió que se mantuviera alejado de Stark si no quería meterse en
problemas.
¡Santa mierda!
Esto se ponía cada vez mejor.
Noir lo fulminó con la mirada y le manifestó que ellos sólo eran amigos,
que no entendía realmente cuál era su jodido problema. El sheriff
refunfuñó y dijo que él sabía bien sobre los sentimientos de Tony, y que
si se atrevía a jugar con él, no le importaría en lo más mínimo si lo
expulsaban del equipo o si lo abandonaban a su suerte, pero se
encargaría de darle una lección que jamás olvidaría. El sheriff salió
entonces del laboratorio, dando grandes zancadas y furioso como el
demonio.
Para este punto el Comandante Rogers pensó que sería buena idea
conseguir un poco de palomitas y cerveza, si tendría que ver más de este
drama por el resto del día.
─ Creo que esto es serio, 5246. ─ Expresó 616 con el ceño fruncido. ─
Los chicos podrían llevar esto a una agresión física y lastimarse de
verdad.
Okay, mierda.
∞∞∞∞∞∞∞
─ ¡Me importa una mierda, hijo de puta! ¡Regresa acá! ─ Steve palmeó
el mesón con fuerza, su polla mostrándose erguida y orgullosa. Su
erección estaba lejos de irse.
Maldito.
616 Steve estaba rojo como un tomate cuando terminó de leer el informe
de su versión Ultimate, apretando el folio con tanta fuerza que sus
nudillos estaban blancos.
∞∞∞∞∞∞∞
─ ¿Me llamabas, Steph? ─ Noir entró a la sala común luciendo tan sólo
una toalla blanca y el cabello empapado. El tipo recién había salido de la
ducha.
A Stephanie se le daba tan mal mentir, pero esto fue lo único que se le
ocurrió para poder sacarle información a Noir Tony o al menos tenerlo
cerca por unas horas y así poder completar su dichoso informe. Ella le
había pedido a su Nat que hablará con su versión masculina, porque la
verdad ella no se creía capaz de lucir confiada frente al otro y sostener la
mentira.
─ Oh sí, Natasha me habló de eso esta mañana. ─ Noir pasó una mano
por su cabello húmedo. ─ No te preocupes, lo haré con gusto.
Oh Oh.
─ ¿Qué carajos? ─ Preguntó Ult Steve abriendo los ojos de par en par. ─
¿Por qué nadie me invitó a la hora de veámosle el pito a Noir?
Antes de que ella pudiera hacer algo, Noir Tony le tomó de la mano y la
llevó hasta su flácido miembro. Stephanie gritó avergonzada. Ella en
verdad jamás había tocado un pene en toda su vida, siempre supo que le
gustaban las mujeres. Sin embargo su vergüenza se transformó en
curiosidad.
─ Pero lo único que parece gustarle mucho es Noir Tony. ─ 666 Steve
habló esta vez.
─ ¿Qué?
∞∞∞∞∞∞∞
El hombre lobo había odiado esta tarea tan estúpida, pero ya que
Antonio se estaba escondiéndose de él, como siempre, decidió que no
tenía nada mejor que hacer.
─ Ahora Tony, quiero que me golpees con todas tus fuerzas. ─ Indicó el
rubio levantando las manos, señalándole a Tony donde quería que le
golpeara. El de ojos miel sin embargo, lucía en verdad aterrado con la
idea.
∞∞∞∞∞
MCU Steve soltó las cartas con cansancio. El castaño a su lado resopló
molesto.
─ Sexo.
─ Por supuesto.
─ Vamos, sólo estas celoso. Ninguno de ustedes dos consigue sexo aquí.
Las únicas chicas cerca son lesbianas y Natasha es intocable. ─
Comentó MCU Steve, sintiendo que al menos llevaba las de ganar en
esto. ─ Creo que deberían reconsiderar su heterosexualidad.
─ Entonces hazlo.
─ Besar a todos los Steves, te daré cien dólares si los besas a todos y me
traes una prueba de ello.
─ Pero deberás hacerlo con el traje de Maid que trajiste para R-63 Nat.
─ De ninguna manera.
─ ¿Ves?
Steve no vio al Director por varios días, pero este siguió enviándole
fotos suyas besando a los demás Steves, él se preguntaba como el sujeto
se las había arreglado para besar a Hydra y no ser asesinado. Pero lo que
Steve si presenció, fue como el pelinegro, aún con el vestido de Maid
puesto, le dio un sonoro beso a AvAc Steve, antes de reclamar su dinero.
Joder.
∞∞∞∞∞∞∞
Noir Steve estaba seguro de lo que estaba viendo. Ahí estaban todas las
señales.
¡Cocinar!
Pero los suspiros. Noir Steve había visto al otro hombre suspirar por lo
menos unas nueve veces en tan solo unos pocos minutos, y también
echar sal a su café. Él lo observó más atentamente.
3490 Natasha quien también estaba allí, le dio un golpe con la espátula.
≠
─ ¡Le falta una página! ─ Dijo desesperado 616 Steve releyendo el
informe de Noir. ─ ¿De quién jodidos está enamorado Tony? ¡Dime!
─ La verdad creo que necesito más observación, pero estoy casi seguro
de que es Ultimate Steve. ─ Afirmó él.
Noir había recibido su dinero por supuesto, pero sin duda la cara de
horror de 616 Steve no tuvo precio.
∞∞∞∞∞∞∞
Y era por esto que el castaño lucía ahora triste y preocupado, mientras
les indicaba todo lo que necesitaban saber sobre esta nueva misión.
─ Ya hemos hecho contacto con ellos, están al tanto de lo que está
sucediendo. Pero su mundo tiene un Tony con ojos cafés y aceptaron
recibir una visita, sólo para saber a detalle a que se están enfrentando. ─
Explicó MCU Tony. ─ Traten de convencerlos de venir acá y unirse a
nosotros.
─ Gracias, grandote.
≠
616 Steve concluyó que tal vez lo de los informes había sido una idea
estúpida. Por lo que mejor redactó un manual con aproximadamente cien
páginas con reglas que controlaran el deplorable comportamiento de su
otras versiones.
Notas Aclaratorias.
- Ya que Avengers Academy tiene muchas cosas que son canon del
616, supuse que AvAc Steve tendría como mejor amigo de la
infancia a Arnie, un personaje que es gay en los comics, si señores,
en los comics Bucky no es el amigo de la infancia de Steve y es por
Arnie que 616 Steve es canonicamente muy tolerante y nada
homofobico, él adora a su amigo.
616 Steve fue al parecer, el autor intelectual de todo. Por lo que 616
Tony había decidido, que sería él quien llevará acabo toda la
organización. Steve no se burlaría de él en su jodida cara. Sabrá Dios
que clase de cosas vergonzosas habrán escrito sobre ellos en su dichoso
reporte.
El bebé Steve estaba abrazado al pelinegro, vestido con nada más y nada
menos que una pijama del pokemón Pikachu. Tony ni siquiera se
molestó en regañar al adolescente por las vestimentas de Stevie, no
después del episodio de los crayones.
─ ¿De dónde sacaste eso? ¡Les juro que no es mío! ¿Quién tendría una
cosa como un diario a esta edad? ─ Comentó el adolescente, con el
aliento entrecortado.
∞∞∞∞
─ Bien, Tony. Dime dónde demonios dejaste el reloj, así podremos salir
a-
¡Oh, Oh!
∞∞∞∞
“Querido diario del pequeño Tony; Me preocupa que 1872 Steve este
enamorado de mí,
El pelinegro del universo Noir, había notado desde hace un par de días,
que el sheriff Steve no le quitaba la mirada de encima, donde sea que se
encontrasen, en cualquier situación; en el desayuno compartido, en la
sala común, a veces en las reuniones grupales, en la piscina, en la
cocina. Donde sea que Tony cruzará su camino con el rubio, este no
despegaba sus ojos de él, como si su presencia borrara todo lo demás a
su alrededor.
─ ¿Qué crees que hago? ¡Saco a pasear a mi jodido perro! ¿No lo ves? ─
Respondió el pelinegro, con un toque de sarcasmo al señalar 666 Steve.
Sin embargo, 666 Steve empujó sus caderas contra la entrepierna del
vampiro, susurrándole cosas al oído, y en un parpadeo la actitud de
Antonio se suavizó, cambiando completamente. Sea lo que sea que le
haya dicho Steve, había funcionado.
¿Qué carajos?
∞∞∞∞
Antonio no podía creer su suerte, cuando por cosas de la vida, tuvo que
dirigirse al sótano del edificio, para que -991 Steve le facilitara la dosis
del extremis necesaria para su próxima inyección. Esta era la manera, en
que habían acordado el intercambio, para evitar así, alguna
confrontación con Superior Iron Man y su Steve, además de que de así
se aseguraba de que el bastardo no sobornara o tocara al rubio.
Lo que Ult Tony no se esperó fue, que al parecer, este era el lugar donde
Stephanie y Natasha venían para tener algún fugaz encuentro sexual. Él
por supuesto tenía algunas grabaciones, ─ Dios bendiga a JARVIS ─
muy explicitas de ambas chicas; en las duchas, el laboratorio y las
escaleras de emergencia, donde acostumbraban a tener besos, toques,
alguna que otra palabrería cursi y por supuesto sexo. Pero esto era
distinto, esto era ver la función en vivo y en directo, con entradas en
primera fila.
∞∞∞∞
─ Sabes, creo que tu Steve quiere ser padre. ─ Comentó él, señalando lo
que creía era muy evidente. Tony sin embargo frunció el ceño, no
esperándose aquello.
─ ¿Tú crees?
─ Claro que sí, es obvio que tu Steve quiere todo el paquete completo,
ya sabes, una boda, una casa en eso que llaman “suburbios”, hijos, una
familia. Tal vez podrían adoptar, digo ¿qué acaso no has pensado que
harán después de que todo esto termine? Quiero decir, es evidente que
no pasaremos toda la vida encerrados y huyendo de esto.
Así que bueno, Tony había decidido que haría su reporte con lo que
sabía, ─ de memoria ─ de la personalidad de Steve, con detalles, que
desde luego le había brindado Stephanie, en su afán de ayudarle a dejar
a un lado su timidez y acercarse al rubio de manera apropiada, para así
entablar una amistad, y confesarle sus sentimientos.
Tan concentrado estaba que no notó que los Ultimates se habían sentado
con él en la mesa, sino hasta que hablaron.
El chico entrecerró sus ojos café, levantando una ceja como diciendo;
“¿De verdad?” “¿Quieres que hablemos de tus videos pornográficos?”
Antonio pareció leer sus pensamientos por llevó un dedo a sus labios, en
señal de guardar silencio.
─ Él te gusta ¿no es así? ─ Indicó el rubio del 1610, más como una
afirmación, que como una pregunta real.
─ S-sí, ¿es muy obvio? ─ AvAc Sintió su pulso acelerarse y sus manos
empezar a sudar. El soldado se rió brevemente antes de limpiarse los
labios con una servilleta y dirigirle una mirada peligrosa y caliente. Las
jodidas piernas de Tony le traicionaron y temblaron.
─ ¿Te importa, Stark? ─ Ult Steve parecía estar pidiendo permiso, para
algo que AvAc no acababa de comprender. Antonio le miró por unos
segundos, luego observó a su alrededor, como buscando algo o alguien.
Al final se encogió de hombros y le sonrió ampliamente.
¡Jodidos infiernos!
Ante aquello, Steve clavó sus ojos azules en Tony, frunciendo el ceño
con preocupación.
─ Por supuesto que no debería. Stark, ser gay no tiene nada de malo, eso
no te convierte en una mala persona, o menos hombre. Mi mejor amigo
de la infancia, Arnie*, es gay y es un ser humano excepcional, de los
mejores que he tenido el placer de conocer. ─ El joven soldado, tomó
asiento al lado de Tony y le palmeó la espalda, de una manera cariñosa y
familiar que hizo que el corazón de Tony empezara a bombear con
mayor velocidad. ─ Si alguien te dice lo contrario o te hace sentir menos
por esto, solo dímelo, te prometo que les daré una paliza. Puedes confiar
en mí Tony, ¿de acuerdo?
¡Whoa! Esta era la primera vez que Steve le llamaba Tony, no Anthony
ni Stark como acostumbraba a hacerlo. El adolescente miró sorprendido
a los Ultimates, quienes le sonreían amablemente, Ult Steve le hizo una
seña con la cabeza para que contestara la pregunta.
Por primera vez en mucho tiempo, Tony sintió, que esto con Steve, que
su estúpido enamoramiento por el Capitán adolescente, avanzaba a
pasos agigantados, de una manera positiva.
∞∞∞∞
─ Claro que sí, pero para cuando llegues seré dueño del lugar, y no te
preocupes, me aseguraré de guardarte algo especial, ¡Un sitio donde te
den por el culo todo los días!
Las palabras del vampiro no tuvieron la reacción esperada por parte del
otro, puesto que Ult Steve re rió con fuerza, echando su cabeza hacía
atrás, pequeñas lagrimas se escapaban de sus ojos.
¡Jodido imbécil!
∞∞∞∞
Natasha había sido entrenada desde muy pequeña, al ser una Stark los
intentos de secuestro eran algo comunes en su familia, por lo que desde
joven aprendió técnicas de defensa personal, las cuales, más adelante
fueron pulidas y mejoradas por su muy sensual novia, Stephanie. Sin
embargo, el rubio de la tierra 8096 les incitó, para que le ayudaran a
practicar con sus otras versiones, o al menos a aquellos que no sabían
absolutamente nada de lanzar un adecuado puñetazo, es decir; EMH
Tony, Ult Tony, MCU Tony, El mecánico de 1872 y el adolescente de
AvAc. Tones estaba allí también, con su equipo de guantes de box, pero
vamos, nadie esperaría que el bebé se defendiera solo, pero al menos
podría divertirse dándole golpes a su niñero, AvAc Steve.
616 Steve se negó a que 616 Tony participará, diciendo que él mismo se
encargaría en privado del entrenamiento de Tony. R-3 Natasha sabía
bien, qué clase de “entrenamiento” le daría el rubio, pero nadie dijo nada
al respecto. El pelinegro de la tierra 666 también se negó a participar,
diciendo que él había ganado una jodida guerra contra toda clase de
creaturas paranormales y que tenía 500 años más de entrenamientos que
cualquiera de ellos juntos, aunque se quedó allí, a observar como los
demás se ponían en vergüenza, al ser noqueados de un solo golpe.
Por suerte EMH Steve intervino, diciendo que esto debería ser
beneficioso para todos, y no generar confrontaciones. Luego de eso,
todos empezaron a combatir en parejas, que rotaban cada quince
minutos. Cuando fue el turno de ambas Natasha para pelear, las cosas se
pusieron serias, ella no pudo evitarlo, 3490 la enfurecía hasta los
cojones. Una mala caída y R-63 Nat terminó con una rodilla raspada y
un moretón en el ojo.
─ ¡Por supuesto que sí! ¡Eso definitivamente dejará una marca! ─ Nat
señaló dramáticamente a la raspadura de su rodilla, la cual no era más
grande que una moneda. Steve se rió por su exageración. El sonido de su
risa masculina, le hizo sentir cosas raras a Natasha, cosas que solo sentía
por Stephanie.
Ella no había interactuado mucho con EMH Steve, de hecho, creía que
nadie realmente lo había hecho, aparte claro del Tony de su universo.
Entre todos los Steves, él era uno de los más reservados, como si de
alguna manera no confiara del todo en ellos.
─ Por supuesto que sí, Nat. ─ Le susurró él, en un tono de voz amigable.
Nat dejó escapar una risita tonta y nerviosa.
∞∞∞∞
Fue una cosa curiosa, que fuera él, precisamente quien presenciara lo
que pasó, lo que lo cambió todo, derrumbando la apacible calma que
disfrutaban todos en su día a día.
─ Steven, yo-
─ Stark, ¿Por qué siempre eres tan terco? ─ Se quejó 1872 Steve,
poniendo sus manos en su cadera, dando pie así, a una discusión con el
pelinegro.
─ Dile a Steven, que será mejor que duerma con los ojos abiertos. ─ El
sheriff se paró de manera desafiante, chocando su nariz con la del
pelinegro.
1872 Tony también se fue, no sin antes dejarle claro a Rogers que no era
necesario que lo defendiera, que él mismo podía defenderse solo. Steve
no le siguió, quedando de pie en medio de la sala, mirando al mecánico
como un cachorro abandonado.
∞∞∞∞
Después de que las cosas se calmaran un poco, por lo ocurrido con los
1872 y los Noir, Superior Iron Man observó divertido, como el
Comandante se acercaba al sheriff para darle una palmadita en el
hombro.
Su pregunta causó, que los ojos azules de Rogers brillaran con malicia.
─ Te apuesto mil dólares a que puedo hacer que Noir Steve cambié de
opinión con respecto a quien quedarse. ─ Sugirió él con un tono de voz
pícaro, los engranajes de su mente planeando ya, la manera para acabar
con este ridículo drama barato.
¡Maldito!
∞∞∞∞
¿Enserio, Steve?
─ Nada, nada. ─ Respondió el pelinegro, enfundándose en la armadura
de Iron Man rápidamente. Él y Natasha estaban a punto de partir de
vuelta a la tierra 616 por provisiones y para tomar algunas cosas del
laboratorio de Tony, que necesitarían. Steve no los acompañaría esta
vez, puesto que, prefirió quedarse y asegurarse de que 1872 Steve y Noir
Tony no empezaran una nueva masacre. Dejar solos a sus amigos más
cercanos, parecía tenerlo muy tenso de todos modos.
─ ¿Estás seguro que no puedes venir con nosotros, Steve? ─ Dijo Nat,
con voz robótica. ─ No somos el escuadrón A si no estás allí. Ultimate
Steve podría quedarse a cargo.
─ Nada, es sólo que… ─ Tanto Nat como MCU Tony cruzaron los
dedos para que su otra versión confesara por fin sus sentimientos. ─
Permanece atento, debes cuidarte, ¿de acuerdo? ─ Fue lo que terminó
por decir. El castaño se palmeó la frente, ¿Qué demonios retenía a 616?
─ ¿Crees que Tony este bien? ─ Habló él por fin, con un tono de voz
preocupado.
─ No, creo que esta estreñido. ─ Respondió MCU Tony tratando de no
reírse. 616 Steve hizo una cara de consternación.
─ ¿Estreñido?
¡Que locura!
Earth 12041 ~ Avengers Assemble I
Chapter Notes
Notas Aclaratorias.
!A Leer!
No era como si pudiera negarse al favor que tan gentilmente Ult Steve le
pidió y decirle a su otra versión que se fuera al demonio, por la simple
razón de que Tony estaba demasiado asustado para dejarlo ir y
permitirle hacer esto. Lo cual era muy normal, es decir, desde el ataque
en la tierra 616, Ni Steve o Tony habían salido a incursión alguna y
difícilmente se alejaban de la seguridad que le brindaban los cuatro pisos
del edificio que usaban como refugio
─ Tony, ven acá, sabes que te amo. Por favor, no puedo irme si estás
enojado. ─ Steve trató de usar un tono suave en su voz, así persuadir al
menor para que le mirara.
Tony suspiró, cruzando sus brazos en su pecho. Pero no dijo nada más.
Steve entonces decidió poner todas sus cartas sobre la mesa. Él había
planeado hacer esto hace un tiempo, pero no en estas circunstancias.
Metió la mano en el bolsillo de su uniforme de Capitán América, para
sacar el objeto que llevaba siempre consigo; un viejo y gastado reloj de
bolsillo que su madre le había regalado antes de morir, el cual a su vez
fue un regalo de su padre, el abuelo de Steve. El aparato realmente ya
no funcionaba, no desde hace muchos años, incluso antes del hielo.
Steve conservaba el reloj más por una razón sentimental que otra cosa.
Era lo único tangible que le quedaba de Sarah, lo único que, ─ gracias al
cielo, y debido a su fuerte manía de llevar consigo el dichoso objeto a
todos lados ─ había conservado con él durante todo el tiempo que
estuvo congelado.
Steve jugó con el aparato unos minutos entre sus dedos, antes de sonreír
y brindárselo a Tony para que lo tomase en sus manos. El menor, por
supuesto, le miró con confusión antes de estirarse y alcanzarlo. Tony,
como un niño curioso, estudió la reliquia con fascinación.
∞∞∞∞∞
─ Basta, no quiero hablar de eso. ─ Él rodó los ojos. Steve estaba harto
ya del tema. Lo habían discutido más veces de las que podía rememorar.
─ Te he dicho una y mil veces que no fue tu culpa, no tienes que
disculparte por nada. De hecho fui yo quien me aproveche de ti, lo
sabes.
Tony dibujó una pequeña y tímida sonrisa en sus labios. Steve odiaba
eso. Odiaba con cada fibra de su ser, que Anthony, el hombre más
seguro y capaz que conocía en todo el multi-universo, se comportara
tímido y de una manera auto-controlada en su presencia, como si Steve
fuera una muñeca de porcelana que merecía un trato especial, porque en
cualquier momento podría romperse. Steve era fuerte, tal vez no
físicamente como sus otras versiones, pero él no le envidiaba nada a
nadie, porque siempre podía contar con su espíritu aguerrido. Steve
nunca había ganado batallas con los puños, él siempre se valió de nada
más que su coraje y su convicción.
Tony lo conocía bien, eran amigos desde lo que parecían siglos. Steve
de hecho trabajaba en la revista Stark, diseñando las portadas de la
misma. La razón por la que se enamoró del otro hombre, fue por que
Tony, a diferencia de otros, veía más allá de su físico, Tony le veía y no
veía a un escuálido chico que casi muere de hambre en la gran
depresión. Tony lo miraba y lo veía a él, a Steve, su igual, su amigo.
Sus preferencias sexuales nunca fueron un secreto para Tony, el mismo
Steve se lo manifestó cuando su amistad se volvió más sólida. La
homosexualidad eran un crimen en su época y Tony necesitaba saberlo
en caso de que esto representara un problema entre los dos. Anthony
nunca dijo nada malo al respecto, su trato considerado hacia Steve nunca
cambió, por lo que el rubio consideró que su amigo le apoyaba.
Dios, este amor estaba mal en tantos niveles que Steve prefería ni
siquiera nombrarlos.
No obstante, todo cambio esa noche. Esa noche en la que Tony bebió de
más, en la que Steve también lo hizo, pero no lo suficiente como para no
saber realmente lo que estaba haciendo, lo que estaba sucediendo.
Tony fue su primera vez con un hombre. Steve no necesitó otra prueba
para saber lo que quería, él le gustaban las pollas, ─ sobre todo la de
Tony ─ no había por que mentirse al respecto. Anthony le folló duro
casi hasta la inconsciencia y él había amado cada maldito segundo de
ello.
Sus sentimientos hacia Tony habían sido puros y honestos, sí, en algún
punto, en algún punto que él ya no podía recordar. Pero ahora esto no se
sentía correcto, se sentía sucio y desleal, se sentía como lodo sobre su
piel, pegajoso y nauseabundo, haciéndole imposible avanzar.
─ Te quiero Steve, sabes que lo hago. Pero no, no me siento así con
respecto a ti, y es una lástima puesto que gracias a los demás he visto
cuan increíble podemos ser juntos. ─ Tony le brindó una sonrisa
amarga, sus ojos brillaban con pequeñas lágrimas. ─ Sin embargo yo-
Hace mucho sabía que lo suyo con Tony no tenía futuro, pero él se había
aferrado con fuerza a ello, porque no sabía que otra cosa hacer. Amar a
Tony se había vuelto natural, una costumbre que se arraigó en su
corazón desde hace mucho, por lo cual, él no sabía cómo detener esto,
como dejar de quererlo.
Necesitaba avanzar, necesitaba tener una vida nueva y hacerlo bien esta
vez.
─ ¿Qué?
Sí, el beso… Steve recordaba eso. Fue tan inesperado y tan salvaje que
lo descolocó un poco. Pero debido a su previa discusión con Tony, él no
le había dedicado un segundo pensamiento.
Steve cerró este capítulo en su vida, con una tranquilidad que no había
anticipado.
∞∞∞∞
Meditaba el rubio del MCU, mientras que veía a la pareja sentados con
ellos en la mesa de la sala de los Vengadores de este universo. AA Steve
y AA Tony ─ como él había empezado a llamarlos en su cabeza ─
estaban casi el uno sobre el otro, susurrándose y riéndose en privado,
devorándose con la mirada y viéndose como la pareja perfecta en todo el
multi-universo.
─ ¡Ay, por Dios! Alguien podría por favor asesinarlos de una buena vez
y ahórrarnos las molestias. ─ Se quejó el Clint de este universo, sentado
al lado del par de tortolos.
¡Jesús!
AA Tony resopló.
─ No creo que eso sea una buena idea, nuestra tierra nos necesita,
necesita a los Vengadores y seguro como el infierno que necesita a
Steve. ─ Respondió él señalando a su esposo. El rubio sonrió.
Hubo una risa detrás de ellos, se dieron vuelta encontrándose así con una
cabezota flotante llamada Modok. El Capitán del MCU no lo conocía
pero parecía que sus otras versiones sí, puesto que se colocaron en modo
defensivo al instante. El sujeto parecía poder controlar la tecnología,
cualquier tipo de tecnología y en un parpadeó transportó a los soldados y
a los Iron Men hacía lo que parecía ser un sótano. El lugar estaba
vagamente iluminado, con varias máquinas que él no podía identificar.
─ Yo no trabajo para ellos. Ellos trabajan para mí. Fue fácil conversarlos
de que me ayudaran, después de todo, soy el único que puede acabar con
ustedes realmente y están muy interesados en deshacerse de los líderes
de los Vengadores. ─ Él colocó el rifle en su hombro, paseándose con
confianza, mientras los estudiaba a detalle.
Mierda.
Steve no podía recordar quien lanzó el primer golpe, pero todo lo demás
que siguió fue producto de la mezcla de confusión y adrenalina bailando
por su cuerpo. Unos tres hombres se abalanzaron sobre él, tratando de
detenerlo, Steve estaba más entrenado y por su puesto pudo quitárselos
de encima. EMH Steve luchaba mano a mano con Red Skull y ambos
Tonys estaban teniendo dificultades para hacer funcionar sus armaduras
con la presencia de Modok allí. El rubio buscó con la mirada al soldado
del invierno, el sujeto que parecía trabajar de cerca con el asesino. Si le
capturaban tal vez tendrían oportunidad de ponerle fin a esto de una vez
por todas.
¿Podría ser?
─ Ríndete, no hay manera que salgas bien librado de esto. ─ MCU Steve
respiraba con fuerza, agotado por el esfuerzo. ─Si cooperas con nosotros
me aseguraré de que nadie te haga daño, tenemos aliados con una
cordura bastante cuestionable y créeme cuando te digo que no tendrán
piedad contigo.
El rubio le lanzó dagas con sus ojos azules, antes de sacar un objeto de
su cinturón. El habló con un tono suave y acusador.
Steve confundido pensó que el ataque se dirigía hacia ellos, hasta que un
grito abrumador lo sacó de su letargo. Era AA Tony. El castaño estaba
en el centro del campo fuerza, flotando en el aire mientras su armadura
era desprendida de él por la tecnopatía de Modok.
¡No!
Steve apretó a Tony con fuerza contra sí, reteniendo las lágrimas que se
amenazaban con escapársele.
El cuerpo de Tony saltó una, dos, tres veces. Ellos repitieron el proceso
atentos a los beeps de la máquina, buscando el pulso de Tony. Un
silencio aterrador fue lo único que llegó. Lo intentaron una vez más.
Nada.
Nada.
MCU Steve dejó caer el escudo a sus pies, los sonidos y los sollozos de
los demás parecían ahora lejanos en su cabeza. ¿Cómo le explicaría esto
a los todos? ¿Cómo miraría a Tony a la cara ahora que había dejado
morir a uno de los suyos?
Aquel soldado del invierno tenía razón… él tenía la culpa, era su culpa.
Demonios.
Earth 12041~ Avengers Assemble II
Chapter Notes
Portada
Talk Me Down
Su Steve.
Era una alucinación, seguro lo era. Nat las tenía con frecuencia. Creía
ver a su esposo en todos lados, en las horas más inusuales. Ella no le
había comentado a nadie tal cosa, por no querer preocuparlos sobre su
delicado estado mental. No era como si ella estuviera caminando sobre
la delgada línea entre la cordura y la locura de todos modos, pero la
realidad era que Nat solía ver a Steve, a su Steve. A veces pasaba en los
lugares más extraños, como cuando un día en la piscina creyó verlo
sentado en el trampolín observándola, o a veces creía que Steve estaba
en la ducha con ella, o cuando se encontraba en el laboratorio haciendo
cualquier trabajo con la armadura y él entraba moviéndose de forma
pausada, como si quisiera sacarla de allí pero no sabía cómo. Steve fue
parte de la vida de Natasha por muchos años y su repentina desaparición
la dejó con un vacío que no supo llenar. Tal vez nunca lo haría. Así que
su mente le jugaba malas pasadas e inventaba una figura parecida a su
esposo donde no la había.
Este espejismo en particular no hacía nada, sólo estaba allí, parado entre
las tumbas, con las manos en los bolsillos analizándola bajo su
inquisidora mirada. Nat empezó a preocuparse, pues sus juegos mentales
casi nunca duraban tanto tiempo.
Ella prefería sostenerse a su fantasía que lidiar con esto sola. Así que le
siguió.
Sin si quiera decir una palabra, él desabrochó con una sola mano los
primeros botones de su camisa, revelando así, una horrenda cicatriz con
líneas blancas y abultadas que tenía en el pecho. Natasha ahogó un jadeo
con sus manos.
El disparo.
Su alucinación dio pasos firmes hacía el frente, con una expresión tosca
y decidida, como si de algún momento a otro fuera a atacarla. Natasha se
quedó estática, insegura de cómo reaccionar, cuestionándose por qué no
tenía control de esta visión.
∞∞∞∞
Nat y Steve no dijeron nada más. Sabían ya que sus palabras no eran
bienvenidas y se evaporarían con el aire. Con un leve asentamiento de
cabeza se despidieron de AA Steve, y se reunieron en la azotea de la
Torre donde ya estaba listo el portal para su partida. Los demás ya
estaban ahí, incluso los Vengadores de este universo se reunieron con
ellos para decir adiós. Nuevamente 616 Steve se sintió terrible por el
giro drástico de los acontecimientos, estas eran buenas personas, buenos
superhéroes y habían perdido a un miembro valioso de su familia.
∞∞∞∞
─ ¿Qué demonios pasó allí, MCU? ─ Preguntó 616 Steve una vez que
todos regresaron. Él por supuesto necesitaba un informe detallado de lo
que sucedió, buscar al responsable, atacar cabos y rezar por que
pudieran al menos estar más preparados la próxima vez.
MCU Steve lucía como la mierda, como si alguien le hubiera dado una
paliza y estuviera sosteniéndose por mera voluntad. No era para menos,
nadie podía culparlo. Su primera misión y todo había salido
terriblemente mal. Le podía pasar a cualquier, en verdad, pero el soldado
parecía estar tomándose el asunto bastante personal.
─ ¿Por qué lo dices? ─ Cuestionó MCU Tony, dibujando una mueca con
los labios. ─ Me es difícil pensar que uno de nosotros podría aliarse con
un asesino serial para acabarnos.
Algo andaba mal con Nat, desde hace un buen rato, desde que la había
encontrado perdida en el cementerio, aparentemente hablando sola.
Steve la observó vacilar con sus palabras al final. Él sabía que Natasha
no estaba siempre contenta como aparentaba estar, a veces la pillaba
mirándole con una expresión cargada de nostalgia y tristeza, como si
deseara que él fuera otra persona, que fuera su Steve. Pero Steve nunca
imaginó que ella estuviera a tan grado de ensimismamiento como para
sufrir delirios con el fantasma de 3490 Steve.
─ Nat, sabes que él está muerto, y aunque fuera real, pudo haberse
tratado de cualquiera, un Rogers que este aliado con el asesino, como
manifestó MCU ¿tal vez? ─ Respondió Steve, acariciándole lentamente
el brazo para tratar de tranquilizarla.
─ ¿Lo ves?
∞∞∞∞
-991 Tony ladeo la cabeza, sin contenerse una engreída sonrisa apareció
en sus labios.
─ Estos boy scouts llevan en esto varios meses y aún no resuelven tal
enigma, ¿qué te hace pensar que tú pudiste hacerlo por ti mismo? ─
Expresó él sin delicadezas, moviendo desinteresadamente los
hologramas con las formas de las tierras.
─ No todas las tierras sufrieron una guerra civil al ser atacadas, tu idea
no es lo suficientemente coherente, bonito. Tal vez deberías
simplemente dejar de pensar en tema de adultos y sólo lucir apetecible
para mí, como un muñeco, o mejor aún como un dildo. ─ Expresó Stark
con una sonrisa despampánate, que sabía bien, le derretían las rodillas al
rubio.
─ Justo eso pasó. Ellos fueron atacados por que estaban metiendo sus
narices en algo que no les concernía ni les afectaba en lo absoluto. Estoy
casi seguro que nunca hubieran sido atacados, no al menos en la
situación en la que se encontraban en ese entonces. ─ El rubio llevó un
dedo a su labio, pensativo. ─ Creo que si Natasha hubiera tenido
conocimiento de esto desde el principio, su participación en esta misión
sería distinta, creo que ella jamás hubiera intervenido.
Stark tenía que admitirlo, no en voz alta, pero si tenía que admitir que
Rogers había hecho un trabajo impresionante al descubrir una pieza
clave de este rompecabezas en tan sólo diez minutos. Él le palmeó la
espalda, como a un perrito al que se le felicita por el trabajo bien
realizado.
∞∞∞∞
El Capitán de Hydra sabía bien que amenazar a Tony no haría más que
elevar sus deseos de hacer justo lo que le pidieron que no hiciera. Era así
como si retorcido cerebro funcionaba. Como era obvio, Tony se levantó
quedando frente a frente de su otra versión.
Antonio tomó del brazo a su otro yo, lanzando su cara contra el piso e
hizo presión en el miembro capturado, echándolo con fuerza hacía atrás.
Stark se quejó de dolor, la paleta roja que tenía en la boca, rodó por el
piso, junto con algo de su baba.
Tony chilló de dolor una vez más, cediendo bajo el tono agresivo de
Antonio.
─ Lo siento Stark, pero creo que te ves increíblemente sexy justo allí
donde estas.
Algún día lograré hacer capítulos más cortos jaja tuve que cortar
este en dos para no sobrecargarlos con información.
Nuevos personajes, los últimos que presentaré de hecho y vienen a
traer problemas.
Notas Aclaratorias.
* Puse una cuenta regresiva dentro del capitulo, por que sépanlo de
una vez, en el cap # 36 ya revelaremos la identidad del asesino y
todo se irá a la mierda.
!A Leer!
El dolor, fue el que de alguna manera, le avisó que seguía con vida.
Con la poca luz que se filtraba en el cielo, muy pronto logró darse
cuenta de quien se trataba. No era Rogers. No era ninguno de sus aliados
o amigos. Era el asesino.
Considerando que el tipo parecía estar obsesionado con él, pensó que
dado el momento de verle, podría reconocerlo y determinar por qué lo
odiaba. La verdad sea dicha, Tony no le conocía, jamás en su vida lo
había visto. Sus ojos de color marrón le observaban con lo que él podía
identificar como completa y total demencia.
─ Tú eres...
∞∞∞∞
¿Qué demonios?
─ ¿616? ─ Cuestionó Steve con una voz rasposa por los estragos del
sueño. ─ ¿Qué haces en mi habitación? ¿Dónde mierdas esta Antonio?
─ ¿Antonio? ─ Dijo más como una afirmación, que como una pregunta
real. Antonio levantó una ceja confundido, pero sacudió su cabeza
diciendo que sí. Steve casi se ahoga en su propia saliva. Antonio se
acercó inmediatamente y le pasó un poco de agua, dándole palmaditas
en la espalda.
Él definitivamente no se quejaba.
─ ¿No crees que primero deberíamos ir por el enano para que te analice?
─ La voz de Steve sonó como la de una rana moribunda por todas las
caricias que estaba repartiendo su pareja. Antonio estaba ahora jugando
con sus pezones. Joder, él era ridículamente sensible en sus pezones.
¿Podría ser?
Mierda.
─ Dime que te casaras conmigo. ─ Pidió por enésima vez, con la misma
seriedad de siempre. Algunos podrían pensar que su propuesta carecía
de encanto o de alguna preparación pomposa, pero después del tercer
intento fallido, Steve había mandado al demonio esa clase de cosas.
∞∞∞∞
Hoy era el turno de 616 Steve para cuidar a los bebés, alistarlos para
mandarlos a desayunar con el resto de ellos. El rubio estaba tratando –
fallando miserablemente ─ de cambiarles el pañal a dos inquietos
infantes que no dejaban de moverse. Su versión infantil era
particularmente muy travieso. Steve no recordaba que su madre se
quejara porque él hubiera sido característicamente de ese modo, pero
considerando que Stevie se estaba criando con ellos y no con Sarah,
como debió, podía entenderlo. Tony, en cambio, era el bebé perfecto,
completamente tranquilo y muy bien portado. Disciplina que parecía irse
a la porra cuando el pequeño rubio estaba a su lado como ahora.
Cuando Tones dejó de tratar de fugarse al lado del bebé Steve, 616 pegó
correctamente las tiras adhesivas de su pañal, sólo para darse cuenta que
Stevie se había orinado sobre el cambiador y ahora le miraba como si
fuera inocente. Él suspiró agotado. Estaba convencido de que Stevie se
convertiría en un busca pleitos algún día.
Demonios.
─ Claro, es por eso, nada que ver con el hecho de que sólo eres un
muchacho. ─ Respondió sarcásticamente Steve, tomando paños
húmedos para limpiar a Stevie nuevamente. ─ Tienes quince años, no
puedes ser el tutor legal de nadie.
Ella rodó los ojos como si se Steve hubiera hecho una pregunta estúpida.
─ Trato hecho.
∞∞∞∞
Mierda.
Este Steve estaba vestido con camuflaje militar de color vede, era alto,
musculoso e inexpresivo. Muy parecido a EMH Steve, pero con un
semblante de amargura que el otro no poseía.
─ No, tú no entiendes. ─ Habló él. ─ Estás completamente loco si crees
que me quedaré encerrado aquí con un montón de versiones de Tony
alrededor y con mi jodido enemigo, para que intente asesinarme
nuevamente y tenga éxito esta vez.
Tony observó a esta versión suya con curiosidad. Era casi de su misma
altura, tenía su distintiva barba en forma de candado, ojos azules, mayor
que él, ─ a juzgar por el cabello blanco y las marcadas líneas de
expresión en su rostro ─ podía decir que tenía aproximadamente 50
años, tal vez un poco más. Se parecía a Howard. Mucho. Pero a
diferencia del hombre que lo crió, 42 Tony tenía un excelente estado
físico, conservado su marcada musculatura.
Vaya, estos dos sin duda tenían muchos problemas sin resolver y estaban
algo... tensos. Por sus palabras, Tony podía decir con certeza que
estaban atravesando por la guerra civil, aunque él no sabía nada de una
bomba que matara a esa cantidad exorbitante de personas. Recuerdos
amargos de la guerra de su propio universo le llegaron. Definitivamente
necesitaba primero meter algo de cafeína en su cuerpo si iba a hacer
esto.
─ De nosotros dos tú eres quien se está favoreciendo con todo esto, ¿no
es cierto, General? ─ El pelinegro del 616 enfocó su atención
nuevamente en sus nuevos acompañantes.
Tony no era alguien que juzgara, pero no entendía en que momento esta
versión suya pudo haberse casado con Steve, él parecía mucho mayor,
de hecho podría pasar fácilmente como el papá de Steve.
─ ¿Ex – esposo? ─ Preguntó casi sin aliento Ult Steve. ─ Oh no, ustedes
dos lárguense, esto es de jodida mala suerte, amigo. Tony está
recuperado del cáncer, yo acabo de comprometerme con él, no vengan a
arruinar mi felicidad, muchas gracias.
─ En una escala de uno a Ultimate Steve, ¿qué tanta mala suerte puedes
tener? ─ El vampiro parecía adorar meterse en problemas,
específicamente con Ult Steve. Tony tenía que darle algo de crédito, 666
era alguien valiente por si quiera atreverse a hacer tal cosa.
─ Por tus palabras, asumo que es cierto lo que oí y estas con ese sujeto.
─ Comentó el hombre arácnido cruzando los brazos sobre su firme
pecho.
─ ¡Te dije que era una pérdida de tiempo! ¡Te dije que no debíamos
jugar a “los chicos buenos” con ese tipejo! ─ Al parecer el General no
estaba bromeando cuando dijo que Peter tenía poca o nula estima por su
padre. Diablos, Tony realmente no quería estar en el lugar de 42 Tony.
∞∞∞∞
─ ¿Quién eres tú? ─ Peter empuñó su arma y se dio media vuelta para
encarar a su misterioso invitado. Él sujeto yacía sentado en el escritorio
del General Rogers, derrochando arrogancia y autoridad por todos lados,
como si el lugar le perteneciera. No vino solo, por supuesto, traía dos
feroces guardaespaldas consigo; un soldado del invierno y Deadpool.
Ambos armados hasta los dientes.
Portada By Misakyo
Impossible
Disfruten!
Steve fue el mayor opositor del divorcio, al parecer Tony incluso había
llegado al punto de falsificar las firmas del rubio para deshacerse de él lo
más pronto posible. Su hijo los conocía mejor que nadie, había una
verdad oculta, allí en algún lado. Tony había amado sinceramente a
Steve, o al menos eso dio a entender en todos esos años, cuando las
cosas aun eran normales. Nadie podía fingir esa mirada de fervor, sus
acciones cargadas de amor, las sonrisas plenas y sinceras. No obstante,
algo sucedió y de repente Tony se levantó un día actuando como si la
presencia de Steve le perturbara al punto de la intolerancia extrema.
Entonces vinieron los gritos que atravesaban hasta las paredes más
gruesas, las miradas frías, las palabras que destilaban hipocresía y los
llantos apenas contenidos. Tony se fue poco tiempo después, dejando
atrás a un Steve destrozado y a Peter para recoger sus pedazos.
Nació Iron y Blue, Este y Oeste separados por muros ideológicos cual
guerra fría. Iron, liderado por Tony, poseía la menor porción de tierra,
pero mayor cantidad de población, se caracterizaba por ser un país
bastante tecnológico y moderno, donde predominaba la ley y el orden, si
obtenías poderes debías registrarte, entrenarte con el gobierno hasta que
eras apto para usarlos a favor de la humanidad.
La solución que ofrecía este sujeto era cruel. Más que eso, era una
acción de alta traición.
∞∞∞∞
No había nadie allí. Era extraño, por lo general esta era la hora donde
todos estaban comiendo o amontonándose frente al televisor para ver
películas. Tony recordó que 666 Antonio y Steve se suponía tenían que
cuidar a los apestosos y frágiles mortales, como ellos le llamaban, pero
no había rastro de ellos en el cuarto de los bebés.
42 Tony Stark.
─ Creo que tú mismo te diste cuenta... Tal vez todo lo hicieron, pero
principalmente tú. ─ Dio un largo trago a su bebida, para luego
limpiarse los labios con la palma de las manos. ─ Tú sabes que mi Steve
no está envejeciendo ni un solo día.
Sí... Tony notó ese detalle. No era algo seguro, pero la idea se le cruzó
por la mente, no le dio mucha importancia, de todos modos, no era algo
que le concernía a él.
Tony enfrascó su mirada en sus manos, que yacían apretadas una contra
la otra. Negó lentamente con la cabeza, aunque sabía perfectamente la
respuesta a esa pregunta.
─ Steve fue un día a verme, sabes, aun en medio de toda la guerra, fue a
buscarme y me rogó, me suplicó con lágrimas en los ojos que volviera
con él. Me prometió que dejaría de liderar a los rebeldes, que dejaría
atrás la idea de los bandos divididos, lo que sea, sólo si regresábamos a
lo de antes. Se veía tan... desdichado y todo por mí. ─ Su otra versión lo
miró directamente al rostro, con ojos cansados y abatidos. ─ Y ahí lo
entendí. No importaba ya lo que hiciera, jamás podría hacerlo feliz,
porque se trata de mí, de alguna u otra manera encontraría el modo de
arruinarlo, de decepcionarlo y arrástralo junto a mi aflicción... ─ Un
dedo acusador le apuntó en el rostro. ─ Y eso es lo que le harás a tu
Steve.
Lo haría ¿cierto?
─ No, tú estás-
∞∞∞∞
Por supuesto que tenía que ser su Steve el que no estaba envejeciendo.
Tony tuvo que tomarse unos minutos para recordar como respirar
nuevamente.
¿Cómo pudo haber omitido algo así? ¿Cómo fue que nunca pensó que
el suero podía hacer algo como esto?
Todo tenía sentido ahora, estaba ahí, claro como el agua. El hielo tuvo
que ver en gran medida con mantener el cuerpo de Steve intacto durante
todos esos años, pero el suero, el maldito suero también había hecho su
parte del trabajo.
Entonces, era cierto, 42 Steve y Tony era una muestra perfecta a lo que
él y su Steve podrían convertirse, más ahora cuando Tony había
aceptado sus sentimientos por el soldado.
Jodida mierda.
Cuando por fin tuvo las fuerzas necesarias para ponerse de pie y que sus
piernas no temblasen por el esfuerzo, caminó hasta la salida, agotado y
moribundo. Allí se encontró a 666 Antonio, luciendo un traje negro
confeccionado a la medida, su cabello largo estaba peinado
elegantemente hacía atrás, cayendo delicadamente por sus hombros. Era
la primera vez que Tony veía a su versión vampírica vestida con ropas
modernas o completamente vestido para ser más precisos. Su look era
bastante formal, como si fuera a ir a una fiesta o algún evento con clase,
pero Tony no preguntó nada al respecto, no le interesaba.
─ ¿Se puede saber por qué llorabas? ─ Preguntó Antonio sin previo
aviso mientras le acomodaba la corbata de color rojo.
─ Sabes que 666 Steve no vivirá para siempre como tú, ¿no? ─
Contrario a lo que Tony pensó, 666 no mostró sorpresa o angustia por
sus palabras. Él simplemente siguió vistiéndolo con calma.
─ No creo que eso suceda en este caso, Steve dijo que eras su
compañero destinado, no sé qué demonios signifique eso, pero parece
bastante importante para él. ─ Tony, ya vestido, fue llevado de la mano
por Antonio, esta vez en dirección a la cafetería.
─ No importa lo que ese cachorro tonto diga, no existe tal cosa como
compañeros destinados para los vampiros y nunca he visto que un
hombre lobo se enlace con un macho, no permanentemente. Esto con
Steve es temporal, sólo sexo, cuando este harto, lo dejaré atrás, como si
nunca hubiera pasado. ─ Manifestó con calma el pelinegro, con las
mismas palabras que, Tony sabía, le habían sido dichas al hombre lobo.
Sus ojos vagaron por el sitio, donde todos le miraban con atención. Tony
empezó a sospechar que él era el invitado de honor. Sospecha que se
hizo evidente cuando la música se detuvo y las luces en el techo
iluminaron el centro de la pista donde apareció Steve, su Steve.
No...
El rubio vestía un traje similar al suyo, pero que de alguna manera lucía
un infierno más caliente que el de Tony; con la chaqueta a medio corte
entre abierta, dejando ver como la camisa blanca de botones se aferraba
a su cuerpo esculpido por los dioses, su cabello rubio peinado
perfectamente hacia atrás con algunos cabellos rebeldes que caían en su
frente, todo el conjunto de infarto era acompañado por la espléndida
sonrisa que rebosaba en los labios del soldado, sonrisa que era dirigida
total y completamente a Tony.
Steve dirigió las manos a sus bolsillos y sacó unas pequeñas tarjetas de
colores.
¿Un discurso?
¡Qué bueno!
Steve tomó lo que pareció ser su último hálito de aire antes de hablar por
fin, concentrándose en leer sus tarjetas.
─ Tony, sé que serán un poco repentinas mis palabras, sé que tal vez
causen un poco de confusión. Han pasado tantos años desde que te
conozco, desde que me sacaron del hielo y desde que nos convertimos
en amigos. ─ Steve hizo una pausa, para proseguir a leer otra tarjeta. ─
Y henos aquí, los mismos de siempre, Capitán América e Iron Man
contra el mundo, aunque algunas veces, muchas en realidad, somos solo
tú y yo, uno contra el otro...
─ ... Los últimos meses nos han cambiado a todos, de alguna manera u
otra, para bien o para mal, pero siento que el cambio más grande lo he
sufrido yo y he tratado de llevar las cosas con calma porque esto... Esto
entre nosotros podría ser más, lo que siempre he estado buscando y...
─ ¿Enserio Noir? ¿Te llevaste las últimas partes? ─ Steve bufó pasando
las tarjetas una a una, al parecer tratando de encontrar la que necesitaba.
El pequeño rubio reía a carcajadas junto con MCU Steve. ─ ¿Sabes qué?
Olvídalo. ─ Steve tiró los papeles a un lado para luego mirar a Tony con
una postura determinada.
Tony iba a tener un infarto pronto. Tenía que alejarse, tenía que huir,
porque por ningún motivo podría pararse allí, escuchar esto y decirle a
Steve algo que seguramente no lo hiriera, algo que lo haría sentir
endemoniadamente peor de lo que él se sentía ahora.
─ Te amo, Shellhead.
Dios, ¿cómo tres palabras bastaban para hacerte tan malditamente feliz y
triste al mismo tiempo?
Esto era lo que él había querido, lo que había deseado. Steve, como
siempre, se las había arreglado para hacer de sus sentimientos un acto
noble, lleno de flores, rodeado por las personas que más les importaban
en el multi-universo y música cliché. Todo lo que Tony secretamente
hubiera querido y más.
─ Jodánse, los odio a todos ustedes. ─ Steve rodó los ojos con fastidio.
─ Claro que a ti no. ─ El rubio procedió entonces a acunar el rostro de
Tony en sus manos, para besarle con una sonrisa triunfante. Tony apartó
la cara en el último segundo.
─ Alto ahí, Rogers. ─ Tony rió sin ganas, colocando sus manos al frente
para ganar un poco de la distancia que necesitaba. La sala se sumergió
en el silencio más estremecedor que Tony haya podido recordar.
No, nunca lo fue, cada caricia, cada beso, fue real, lo más real que
nadie jamás ha visto de mí.
∞∞∞∞
La castaña y AvAc Steve fueron los únicos que se quedaron allí para
reprenderle. Los demás ni se molestaron, se habían marchado dándole
funestas miradas y susurros con palabras soeces.
El corazón de Tony dio un tumbó, y pudo jugar que escuchó los latidos
acelerados de sus otros dos acompañantes.
─ El asesino. ─ Murmuró sin aliento Natasha más como para ella misma
que otra cosa.
616 Tony no podía ver la expresión de este lunático, pero estaba seguro
que debía ser una de completa satisfacción, cuando sin ninguna
vacilación e ignorando las suplicas de Steve, le disparó al Director en la
frente. Su cuerpo sin vida cayó hacía el frente, la sangre saltó a la cara
del Comandante y goteó en el suelo.
─ ¡NO! ─ Bramó el rubio con desesperación. ─ ¡¡Tony!!
Los ojos del Comandante brillaron con odio y luego procedió a escupirle
en la cara al sujeto.
Dios...
Tony sostuvo a Natasha con fuerza en sus brazos, para evitar que viera
tal cosa, pero no pudo hacer nada por el adolescente quien se inclinó en
el piso y vomitó.
Apenas que pudieron salir del estupor, Natasha, Tony y AvAc Steve se
dirigieron a toda prisa a la sala común, donde estaban todos. Era
evidente que ellos habían visto lo mismo. MCU Tony estaba en un
rincón, luciendo enfermo y pensativo, mientras que su Steve trataba de
consolarlo.
─ ¡Tienes que hacer algo, tienen que hacerlo! ─ Exclamaba Noir Steve,
halando del brazo a 616 Steve. Por la mirada del soldado, Tony podía
decir que estaba en su modo de Capitán América, sus ojos enrojecidos
eran la única prueba que quedaba de lo que había sucedido antes.
Era injusto. Más que injusto era un martirio. Aun después de toda la
mierda que Tony arrojó sobre Steve, este seguía preocupándose por él,
como un compañero de equipo, como su aliado, pero ciertamente no
como su amigo. Steve no dijo nada más, se dio media vuelta y empezó a
preguntar dónde demonios se habían metido 666 Steve y Antonio y los
visitantes de la tierra 42.
Así serían las cosas de ahora en adelante. Este sería todo el trato que
Steve le daría. Así estaba bien, Tony tendría que acostumbrarse. El
pelinegro se quedó mirando hacía el pasillo donde 616 Steve
desapareció, al tiempo que las lágrimas empezaron a correr por sus
mejillas.
∞∞∞∞
Sí, eso estaba claro, él haría lo mismo por el sheriff sin pensarlo, pero,
aun así, su mano se negaba a soltarlo, no podía dejarlo ir, porque sabía
lo que pasaría, sabía que jamás lo volvería a ver.
─ Eso lo sé, por eso iré solo. ─ El rubio por fin se soltó y caminó hacía
el portal que había abierto en el laboratorio sin el permiso de nadie.
Steve estaba desesperado, él lo sabía bien. ─ Tengo que hacerlo, no
puedo simplemente abandonarlo a su suerte, no puedo dejar allí y morir
solo en manos de ese psicópata. ─ Su voz se quebró un poco. ─ ¿Qué
harías tú si fuera el sheriff quien estuviera allí?
¡Qué pregunta más estúpida! Tony iría por él. Tony iría hasta el
mismísimo infierno por su amigo.
Sintiéndose inútil, el mecánico del viejo oeste soltó la mano del Steve, y
con ojos llorosos lo vio partir.
Bueno, al final, decidí que publicaría los POV por partes, Los
pequeños pov quedaron muy largos y no quería publicar un cap
eterno y aburrido de leer. Los demás se actualizarán cada dos-tres
días, aunque igual no prometo nada por que realmente estoy muy
ocupada, abajo les explico un poco de eso.
Estos POV son fragmentos que tal vez al principio les parezcan un
poco confusos y los dejen con muchas dudas, pero no se preocupen,
al final se complementarán y armarán un todo, como un
rompecabezas. Deadpool tendrá su propio POV también para que
sepan que esta haciendo el asesino mientras avanza hacía su destino
wuajaja.
─ Así que, ¿es algo así como tener un soulmate? ¿Es un vínculo
mágico? ─ Cuestionó el vampiro, respirando pesadamente. ─ ¿Es
permanente?
Steve no sabía de qué iba todo esto, pero asintió con la cabeza,
respondiendo afirmativamente todas las preguntas.
─ ¿A qué te refieres? ¿De qué viene todo esto Antonio? ─ Exigió saber.
─ ¿Podrías por favor decirme de una vez por todas a que se debe tanto
alboroto?
Joder, era la primera vez que Antonio admitía algo remotamente cercano
a la aceptación desde que se habían emparejado, pero, por supuesto, esto
estaba lejos de ser la situación en la que Steve lo hubiera querido. Su
lobuno corazón, sin embargo, se emocionó un poquito, - mucho - tenía
que admitirlo.
Steve tragó en seco, sin saber que decir. Demonios, Antonio parecía ver
a través de él.
─ ¿Quieres decir que hay tiempo para dar marcha atrás con esta magia?
¿Podemos deshacerlo? ─ Le interrumpió Antonio con una expresión de
felicidad que acuchilló el pecho de Steve.
Antonio, por favor, no me hagas esto, pensó.
Steve quería poner una mano en el hombre metálico del pelinegro, y así,
liberar un poco de su tensión, pero lo dejó continuar, entendía bien que
lo que Tony necesitaba ahora mismo era desahogarse.
"Yo tampoco, me duele hacerlo". Se dijo EMH Steve para sus adentros,
tragando un nudo en su garganta y deseando que Tony no notara el leve
temblor que le produjo la sola idea de perderlo.
─ Creí que todo lo que hacía como súper héroe bastaría para alcanzar la
redención que he buscado desde Afganistán, pero después de escuchar lo
que el soldado del invierno le dijo a MCU Steve, después de lo que ese
sujeto hizo en el video, como nos culpó de ello... creo que yo mismo me
he convencido de que así es., de que tenemos la culpa de esto. ¿Qué
sucedería si la tenemos, Steve? ─ Tony le miró con tristeza,
mordiéndose el labio inferior. ─ Sí, tal vez he enloquecido un poco, pero
Steve, ¿es este es el futuro que estoy construyendo?... Es un futuro
bañado en sangre-
Su piel había estado expuesta, por lo que Steve sabía que Tony
seguramente había recibido un impacto mayor al suyo.
¡Dios, no!
Con el único ojo que podía abrir, Steve se vio frente a frente con el
temido autor de esta tragedia y sus secuaces. Antes de que el rubio
pudiera alertar a los demás del ataque, (no que la explosión haya sido
discreta ni mucho menos) el que parecía ser el hijo de Wolverine; Daken
se posó sobre el cuerpo calcinado de Tony. El pelinegro dejó escapar un
gemido tenso, la única señal de que seguía con vida. Steve estaba a
punto de desmayarse, ya sea por el dolor producto de la quemazón en su
propia piel, o por la imagen de Tony completamente herido e indefenso,
tirado en el suelo, en manos de estos maniáticos, sin que él pudiera
acercarse y hacer algo.
─ ¿Son estos dos los 1872? ¿Son ellos los que mataron a Bullseye? ─
Preguntó el asiático con interés. Wade revisó algo en su muñeca y negó
con la cabeza. Daken les dirigió una mirada aburrida. ─ Oh, entonces,
liberémoslo de su sufrimiento. ¿Puedo? ─ Daken le habló directamente
al auto-proclamado Emperador.
Pero, ¿qué podía hacer él? ¿Qué hubiera podido hacer Tony?
Nada.
─ Por supuesto que sí, no seas estúpido, Steve, esto entre tú y yo jamás
funcionaría. ─ Antonio, descaradamente, le dio un pequeño beso en los
labios. ─ Es obvio que esperas mucho de esta unión de soulmates o
como se llame, y yo no estoy listo para dejar ir mi libertad ni por ti ni
por nadie.
─ ¿Así que no estás listo para entregarte a mí, pero si lo estás para clavar
tu polla en mi culo cada vez que se te antoja? ─ Preguntó Steve más que
indignado. ─ ¿Es eso lo que he sido para ti en estas últimas semanas?
¿Alguien a quien follar y tirar?
─ ¿Es que acaso valgo tan poco para ti? ─ Steve no sabía que más hacer,
no tenía ni la más remota idea de que Antonio pensara tan poco de él. Y
es que a pesar de estar tan renuente al principio, el pelinegro poco a
poco había estado cediendo terreno, o eso es lo que ilusamente había
pensado Steve.
Antonio salió a la fría noche, sólo para enfrentarse a una horda de locos
humanos con pistolas que le estaban apuntando y gritándole que alzara
las manos y se rindiera.
Estaba confundido. Sabía que esto con Steve fracasaría, sabía que una
relación con el rubio, más allá de lo sexual, lo hundiría. Sería afortunado
si le dieran el exilio por tal cosa. Sin embargo, algo en el fondo de él,
estaba tentado a hacerlo.
Antonio no era tonto, a pesar de que lo había negado por mucho tiempo
la presencia de Steve era una constante en sus días, ya podía sentirlo de
alguna manera debajo de su piel, calentando su fría sangre y calándole
los huesos. Era como si… le amara. Pero tales emociones infantiles no
eran bien vistas en la sociedad vampírica, quienes se regían más por la
lucha de poder y por los matrimonios con beneficios de estatus y
económicos.
Era una suerte que los idiotas los habían emboscado en la madrugada,
esta tierra a diferencia de la suya tenía un sol, y él no quería morir
calcinado, muchas gracias.
Raros.
Antonio, curioso, se dio media vuelta solo para encontrar a uno de los
sujetos más temidos, no solo por la comunidad de vampiros, sino
también por todas las creaturas sobrenaturales de la tierra 666. Este
hombre, era uno de los únicos humanos que quedaban en su mundo, uno
de los únicos humanos que se habían acostumbrado a la atmosfera
toxica, y que además, se había especializado en el arte de matar. Lo
llamaban Frank Castle, The Punisher, pero Antonio lo conocía como…
Antonio no lo pensó dos veces, pateó a Steve lo más fuerte que pudo
para alejarlo.
Jodida mierda.
¿De qué otra forma hubiera saltado sin pensárselo dos veces para salvar
la vida del hombre lobo?
Antonio jamás había hecho eso por nadie, ni siquiera por uno de los
suyos. El dio dos pasos vacilantes hacia Steve, esperando morir al
menos en los brazos de alguien que le quería. Lo que no esperó que
pasara, es que un portal salido de ningún lugar, se lo tragara.
Notas Aclaratorias.
A leer!
Imbécil.
Tony le empujó y se apartó, para acomodarse mejor sus finas ropas, las
cuales había usado en la fiesta de la patética confesión de 616 Steve a
616 Tony. Enserio, él se preguntaba con frecuencia que demonios había
hecho mal en su vida para merecer versiones tan cursis y cargadas de
dramas sentimentales.
─ "Denkst du, wir müssen Angst von dir haben?" [¿Crees que
deberíamos tener miedo de ti?] ─ El soldado de Hydra apretó el agarre
en su escudo, con esa mirada determinada que Tony conocía bien, esa
mirada que indicaba que Steve sólo estaba ganando tiempo para estudiar
la trayectoria de su tiro.
Los soldados siguieron apuntándole, pero sin hacer nada más. Tony
perdió la paciencia. Era la hora de que alguien malditamente muriera y
seguro como el inferno que no sería él ni Steve.
Sin dedicarle un segundo pensamiento, el súper villano empezó a
disparar con sus repulsores. A diferencia de sus otras versiones, él no
tenía ningún tipo de cuestionamiento moral. Sus armas estaban
diseñadas para matar y eso hicieron. Un golpe certero en la cabeza del
líder fue lo que bastó para confundirlos un poco. A su vez, Steve
mantuvo los disparos lejos, protegiéndolos con su escudo. El rubio
repartió puñetazos y desgarró gargantas a diestra y siniestra, sin que
nadie pusiera mucha resistencia. Como era la costumbre, Tony se quedó
atrás, defendiéndose única y exclusivamente si era necesario, Steve solía
hacer el trabajo pesado, estos sujetos no eran realmente nada, ellos
deberían preocuparse más por los que yacían afuera del edificio.
Eran muchos, pero no les costó mucho trabajo, puesto que se limitaron a
deshacerse de la basura y no de los súper héroes importantes con
poderes mágicos como Strange, SIM se jactaba de siempre tener un
plan, pero simplemente no tenía uno contra la magia, si el hechicero los
notaba estarían un poco jodidos. Por suerte no lo hizo.
Demonios.
Tony hizo una nota mental para ir poner flores en la tumba de Antonio
cuando esto acabara. El hijo de puta las merecía.
Frank disparó varias veces, pero las balas fueron detenidas por el escudo
de -991 Steve, quien se posó de manera protectora delante de su otra
versión. El hombre lobo no parecía distinguir entre aliados y enemigos,
puesto que con sus garras arañó la espalda del Capitán. Steve gritó
adolorido, y se encontró a si mismo defendiéndose del hombre que antes
protegía.
¡Maldito cobarde!
∞∞∞∞
Armado y listo para la acción llegó a las puertas del recinto, para su
sorpresa, estaban totalmente abiertas y sin ningún tipo de defensa. Al
parecer Stark había dejado de su instinto de auto-protección tirado en
alguna parte en el viejo lejano oeste. Él quiso entrar inmediatamente y
regañarlo por tal imprudencia, pero se dio cuenta rápidamente que Tony
estaba hablando con alguien por medio del inter-comunicador. Echando
un pequeño vistazo se percató de que se trataba de Noir Steve. La
imagen de su versión pre-suero estaba flotando en forma de holograma
justo enfrente del pelinegro.
─ ¿Y acaso sabes que tú, que este trato con ese psicópata pudo hacer
sido todo un engaño? ¿Cierto? ─ Tony dejó escapar una risita irónica. ─
Después de esto, él podría perfectamente ignorarlo e ir por Anthony, lo
sabes bien, ¿no es así? Y aun así tú… tú lo hiciste, ¿Por qué?
El rubio del Noir pareció tomarse un momento para responder, sus ojos
rojos e hinchados, mordiéndose levemente el labio inferior.
─ Y-Yo, no quise que ellos lo hicieran, quiero decir, hubiera sido más
doloroso y creo que no quería eso, realmente, yo… ─ Las palabras del
muchacho no tenían ningún sentido, pero 1872 Steve podía decir, por lo
poco que entendía, que no se trataba de nada bueno. ─ Yo no regresaré a
mi mundo, no me convertiré en el Capitán América, y así, la guerra civil
jamás sucederá en mi tiempo. Tony vivirá tranquilo, jamás lo tocarán.
─ Steven, yo-
Nadie necesitó ser un genio para entender lo que había pasado. Noir
Steve se había ido, había muerto, y ya no regresaría. Él se había auto-
sacrificado por brindarle un segundo chance a su mejor amigo, a la
persona que amaba. Steve sintió un poco de empatía, en verdad, algún
día harían estatuas de Noir por su valentía, en algún lugar, pero no había
tiempo para eso. No permitió que Tony perdiera más tiempo valioso
lamentándose y hundiéndose en la miseria.
¿Qué demonios?
Natasha lucía asustada, mucho, como nunca la había visto antes, era casi
como si conociera al sujeto pero se debatía entre cerrar los ojos, desear
desaparecer o mantenerlos abiertos y torturarse con la imagen. El Steve
de procedencia desconocida, se acercó más a Natasha, violando su
espacio personal en todo el sentido de la palabra, al recorrer con sus
manos las curvas femeninas y llevar sus labios a la mejilla de la castaña.
Natasha no pareció gustarle nada el gesto, estaba tensa y engarrotada,
como si quisiera atacar, pero no hacía absolutamente nada. El rubio del
viejo oeste sabía a la perfección que Natasha era una chica grande, que
sabía defenderse bien, ella estaba con su armadura puesta, pero no hacía
absolutamente nada para luchar contra este abusivo, ni siquiera parecía
respirar, estaba solo allí, congelada, con las lágrimas contenidas en sus
ojos, mientras el tipo hacía lo que quería con ella.
─ No. ─ Indicó firmemente el otro hombre. ─ Dije que nos vamos, nos
permitiré que mueras, tú no. Le he dicho a JARVIS y FRIDAY que
abran portales hacía tierras seguras alrededor del edificio en un radio de
1 kilómetro, les permitirá a los demás escapar, Steve. No tienes por qué
preocuparte.
Era una buena idea, pero al Sheriff no le interesaba eso, lo único que
quería ahora era luchar contra estos villanos y proteger a sus amigos,
proteger a Natasha, quien estaba indefensa a tan solo unos pasos de él.
No obstante, sin previo aviso, la otra armadura que yacía detrás de Tony
lo envolvió, casi tragándoselo. Steve luchó, claro, pero era inútil, frente
a la evidente fuerza del hombre de hierro. Pronto se vio atrapado dentro
de una presión de acero, y antes de que pudiera procesar que demonios
estaba sucediendo, él y Tony, salieron volando a máxima velocidad.
Demonios, Steve entendía, lo hacía, pero aun así, era muy injusto. Tony
no le había hablado en lo que parecía una vida, y ahora, sin más, se
preocupaba por él y lo había alejado del único objetivo que lo había
mantenido cuerdo en todo ese tiempo.
─ ¿Tan poca fe me tienes? ¿Crees que soy débil y que necesito que me
protejas?
─ Claro que no, Steve. ─Tony se puso de pie con movimientos
temblorosos. ─ Sé de lo que eres capaz, sé que te has estado entrenando
duramente, pero también sé que tu terquedad terminaría metiéndote en
problemas de todos modos.
─ Por supuesto que no, Tones solo es un poco más consentido, recuerda
que perdió a su madre muy joven y su padre fue asesinado justo enfrente
de él. Creo que por eso es un poco más demandante que Stevie.
─ Iré a la cocina por su chupete, tal vez solo tenga un poco de comezón
en sus encías. ─ AvAc Steve suspiró entregándole el bebé a su nuevo
amigo. Tones, procedió a llorar con más fuerza, no gustándole para nada
ser cargado por su versión adolescente. Steve aun no entendía por qué,
pero Tones parecía renegar de los suyos.
Él entendía que la situación del asesino estaba jugando con todos ellos
de una manera diferente. No había rastros de su versión del MCU, pero
el adolescente le hizo poco caso al hecho y siguió su rumbo hacía la
cocina.
Steve iba corriendo por las escaleras y pasillos, con el corazón dando
tumbos en su pecho. Él estaba en buena forma, sabía que era ágil y
rápido, - como casi todas sus versiones -estaba seguro que no le tomó
mucho tiempo recorrer la distancia entre el segundo piso y el primero,
(donde estaba la habitación de los bebés) pero sintió su garganta cerrarse
en un apretado nudo al abrir la puerta de la recamara de los chicos, sólo
para encontrarla vacía. No había señales de nadie, ni de Stevie, Tones ni
mucho menos de Tony.
¿Debería esperarlo?
¡Perfecto!
Siendo lo más sigiloso posible - lo más que se podía ser con un bebé
lloroso en brazos - Tony llegó al lugar señalado. Fue rápido, él ya
estaba en el primer piso después de todo. El lugar era un desastre, las
ventanas estaban rotas y era evidente que alguien ya había estado allí
luchando antes que él llegara.
Tan solo en ocho minutos más podría escapar en silencio, sin que nadie
supiera que estuvo allí.
Era posible, los bebés podían aguantar la respiración bajo el agua unos
cuantos minutos. Era una habilidad adquirida gracias a su estadía de
nueve meses en el líquido amniótico, y que además permanecía con
ellos hasta casi el primer año de edad. Los bebés hacían un montón de
mierdas increíbles.
El saber que estaba tan cerca del sujeto que había desfigurado su cuerpo
para siempre, le envió una corriente eléctrica por todo el cuerpo,
erizándole la piel. Él se quedó inmóvil, sus planes de ataque enviados al
caño en unos instantes.
Sin entender aun de que iba todo esto, Tony asintió levemente con la
cabeza y se marchó.
Había estado tan asustado. Por un segundo pensó que los perdería, que
fallaría en la única misión que tenía; proteger a estos dos.
¿Sería posible?
Tony, con lágrimas en los ojos, vio aterrado como un destelló iluminaba
el cielo, llevándose consigo el edificio en el que se había refugiado en
estas últimas semanas.
Steve… No.
∞∞∞∞
Las líneas entre villanos y súper héroes eran delgadas, con frecuencia se
atravesaba de un lado a otro. El asesinato los ubicaría definitivamente
del otro lado de tal línea invisible y eso no estaba en sus opciones, ni
siquiera en una situación de vida y muerte como esta.
Stephanie por fin logró zafarse del poderoso pegante, pero los hombres
que la rodeaban seguían tratando de detenerla.
Clint haló con fuerza el cabello corto Nat, obligándola a aflojar el agarre
en sus manos. Barton, con una sonrisa siniestra en su rostro, ubicó el filo
del cuchillo en la garganta de la castaña.
¡No!
Justo cuando Stephanie creyó que lo había perdido todo. 616 Steve
apareció en su rango de visión y derribó a Hawkeye de un puñetazo,
dejándolo fuera de combate al instante.
─ Tenemos que irnos. ─ Fue lo que dijo Steve cuando se acercó a ella.
Los tres, entonces, corrieron hacía la seguridad del edificio, donde Steve
ya había limpiado los pasillos. Varios soldados, yacían inconscientes en
el suelo.
Un sonido estremecedor interrumpió a Steve. Fue tan fuerte que los hizo
taparse los oídos. Stephanie sintió los vellos de su cuello erizarse al
sentir como las paredes y toda la estructura crujía. Parecía como si un
terremoto estuviera partiendo la tierra en dos. Pronto todo a su alrededor
empezó a resquebrajarse. El techo se vino abajo.
Ella actuó rápidamente, sosteniendo con sus brazos una pieza gigante de
concreto que amenazó con aplastarlos. Steve se movió ágilmente hacia
su lado, tratando de ayudarla, sin embargo ella se lo impidió.
Stephanie la adoraba con locura, por eso tenía que asegurarse de que Nat
estuviera a salvo.
─ Por favor, cariño confía en mí, prometo que te seguiré. ─ Suplicó ella
sosteniendo con más fuerza su pesada carga. En ese momento más
partes empezaron a caer alrededor. Stephanie sabía que no soportaría
mucho tiempo, con suero de súper soldado o no, nada la salvaría de un
desgarre muscular. ─ Váyanse ahora.
Disfruten.
Perdida entre sus pensamientos, Nat apresuró el paso por los pasillos,
donde varios soldados vestidos de negro caminaban. Ella se defendió,
atacándolos a todos con sus repulsores y su reactor.
¿Era acaso este gas algún tipo de droga alucinógena que podía filtrarse
por la armadura?
Ambos quedaron mirándose el uno al otro en silencio. Nat sin saber que
decir, aun en shock por lo que sea que significara esto. Steve,
seguramente, porque no sabía que haría Natasha, él la observaba con
cautela, como si esperara ser atacado. Ella se acercó con pasos dudosos,
quitándose los guanteletes para recorrer con sus dedos las mejillas del
soldado. La cálida piel se sentía extremadamente real, Steve le sonrió
levemente, esta vez, de manera cariñosa y Nat supo en ese instante que
no estaba soñando. Ninguna droga o alucinación podría imitar a la
perfección esa sonrisa.
Esta vez fue el turno del soldado para fruncir el ceño, ladeando la
cabeza, como si en verdad no comprendiera ni una sola palabra de lo
que Natasha le decía. Él recuperó la compostura rápidamente, rodeando
con sus manos el cuello de Nat, ejerciendo presión, cortándole el aire.
─ ¡Tú no eres él! ─ Declaró ella firmemente, con el poco aire que
llegaban a sus pulmones. ─ ¡Aléjate de mí, imbécil!
Natasha le fulminó con la mirada. Este idiota, esta copia barata de Steve
la había engañado por un segundo pero ya no más. Haciendo uso de los
movimientos de defensa personal que su mismo esposo le había
enseñado, se deshizo del fierro agarre del farsante, partiéndole la nariz
en el proceso. Steve retrocedió al instante, evaluando el daño con sus
dedos sólo para ver sorprendido como sus dedos se manchaban de su
propia sangre. Su afilada mirada se llenó de rabia.
Steve pareció consternado por unos momentos, dirigió sus ojos azules a
su puño adolorido, pestañando varias veces como si luchara consigo
mismo, como si las palabras de Natasha le hubieran afectado de alguna
manera. El sentimiento se fue tan rápido como vino, ya que él recuperó
la postura decidida de antes.
Nat no pudo retener las lágrimas más tiempo. Ella deseaba poder
despertar de esta horrorosa pesadilla en la que se había convertido su
vida en tan pocos meses. Steve había vuelto de la muerte, pero Natasha
no podía sentir alivio, ni siquiera felicidad, porque claramente algo le
había pasado a su esposo. Alguien había jodido la mente de Steve, sus
recuerdos, su amor hacia ella, transformándolo en este… monstruo.
Todo este tiempo en el que Natasha lo creyó muerto, todo este tiempo en
el que ella pasó añorándole, Steve había estado planeando como matarla,
odiándola.
─ Sí esto es en lo que te has convertido, Steve. ─ Señaló ella sollozando.
─ Preferiría que estuvieras muerto.
Decir que los nervios se lo estaban comiendo por dentro era poco decir.
La situación se había ido más allá de su control; el asesino los atacó por
sorpresa, él y los demás se habían dividido, no sabía el paradero de
nadie, ya no tenían un hogar, un lugar donde ir. Pero sobre todo, Natasha
había sido atacada brutalmente por nada más y nada menos que su
esposo ya-no-tan muerto.
Ellos habían llegado a lo que parecía ser un bunker militar. Según Jarvis
este era una tierra abandonada la cual sufrió una devastadora guerra
nuclear, dejándola completamente inhabitada. Tony no era idiota, no
abriría la jodida puerta para comprobarlo, así que resolvió por explorar
el refugio y darle un poco de espacio a Natasha para asimilar las cosas
en privado.
∞∞∞∞
MCU Steve había tenido sin fines de fantasías sobre qué haría y que
diría en el momento en el que por fin conociera al dichoso Emperador.
Ninguna de ellas ubicaba al sujeto en cuestión de pie frente a él,
luciendo como si no tuviera ninguna preocupación en el mundo y
hablándole como si nada.
¿Cómo alguien que parecía tan insignificante podía ser tan cruel?
Cada palabra de este hombre, cada cosa que descubría sobre él, sobre
esta situación en general, no hacía más que generarle confusión y más
preguntas. Era como si cada nuevo detalle revelado, guiara a un callejón
sin salida. Nada tenía sentido o una explicación coherente que pudiera
explicar por qué estaba sucediendo esto, porqué él estaba haciendo esto.
Pero Steve no estaba acá para saciar su curiosidad, Steve estaba allí para
proteger a Tony. No debía perder más tiempo, si era visto acá con este
hombre, se levantaría sospechas hacia él y se cuestionaría su lealtad al
equipo.
¿Qué demonios?
Sí, Tony y Steve eran dos polos opuestos que chocaban con frecuencia.
Sí, tal vez ellos eran los que más discutían entre todos los Tonys y
Steves del equipo. Sí, tal vez él y Tony no eran la pareja perfecta, a
veces ambos podían ser bastante cruel el uno con el otro. Pero Steve
estaba seguro que jamás dañaría a Tony, jamás le haría daño al punto en
el que este extraño creyera que Tony necesitaba ser alejado de él, de que
Tony necesitara ser protegido de él.
Si de algo estaba seguro en esta vida era de cuanto amaba a Tony. Sus
sentimientos eran reales, su deseo de salvar y proteger a Tony era
totalmente sincero.
Joder.
No…
¿Sería posible? Todo este tiempo, el autor de todo este desastre era
alguien cercano a ellos, alguien en quien ellos habían confiado, alguien
que los conocía de cerca y que podía destruirlos.
Steve elevó los ojos al techo, tratando de contener las lágrimas y buscar
una respuesta menos dolorosa que esta.
Si era Tony a quien se suponía que debía enfrentar, Steve tenía cero
posibilidades de ganar. No cuando su corazón estaba en juego como
ahora.
Sin más explicaciones Steve fue electrocutado por una ráfaga de energía
que salió de las manos del Emperador. Un gritó angustioso escapó de
sus labios, antes de ser empujado hacia atrás por una patada de
Deadpool. No tuvo tiempo de procesar pensamiento alguno, de quejarse
o pedir más explicaciones, una suave brisa tropical le dejó bastante claro
que ya no estaba en su refugio.
*respira profundo*
Él notó que el ambiente estaba algo pesado entro los Ultimates desde
que 616 Steve les ordenó quedarse allí. La situación no mejoró cuando
MCU Steve se marchó unos minutos atrás, de hecho, pareció ser el
detonante de todo, dándole la libertad a sus otras versionas de expresar
con frialdad lo que parecían estar conteniendo desde hace un buen rato.
─ ¡No actúes como si fueras mejor que yo! ¡Lo único que quieres con
todo este asunto del matrimonio es cumplir los sueños frustrados de tu
vida pasada! ─ Los gritos de Antonio retumbaban en las paredes, MCU
Tony temió, por un segundo, que alguien pensara que los estaban
atacando. Él solo deseaba que su Steve se diera prisa en lo que sea que
estaba haciendo. ─ ¡Admite que sólo quieres casarte porque Gail te
olvidó y se comprometió con otro!
Vaya, los sentimientos y la relación de estos dos eran tan intensa que
MCU Tony sintió sus mejillas arder de vergüenza. Antonio abrió la boca
y dijo algo, pero cualquier cosa que respondió fue imposible de escuchar
por el estremecedor sonido de una explosión.
─ Por favor díganme que han visto a Tony y a los bebés. ─ Fue lo
primero que dijo, tratando de recuperar el aliento. El castaño,
confundido, no pudo hacer más que pestañar.
¿Tan rápidos eran sus atacantes? ¿Quién podía ser tan cruel para meterse
con unos inofensivos bebés?
Demonios.
Los intrusos desviaron su atención hacia él. Aun cuando Ult Steve trató
de refrenarlo, Tony se encontró en pocos pasos frente a frente con su
némesis.
Steve resopló.
Por supuesto que el idiota quería causar una reacción en Steve con lo
que dijo, porque lo que siguiente que supo el soldado fue que estaba
quitándole el seguro a su arma, con los dedos contra el gatillo,
totalmente dispuesto a volarle los sesos al maldito.
Tony había diseñado una bomba para neutralizar a las personas con
súper poderes, no planeaba usarla en Steve, pero si contra el ejército de
Steve.
─ Claro, es lo correcto por hacer, les dará tiempo a los chicos para
combatir con el asesino, para tenerlo indefenso. ─ Tony empezó a
desplegar hologramas frente a él. ─ Quiero que vayas con 616 Steve y le
digas de mi plan, asegúrense de acabar con el maldito, hazlo tu
personalmente si puedes, sabes las tácticas y movimientos perfectos para
pelear contra él, además creo que muchas de nuestras versiones no
apoyan aun la idea de acabar con la vida de nadie, aun si es la vida de un
ser atroz como este señor.
Un silencio incomodo se formó entre los dos. Los únicos que siempre
parecían existir entre ellos desde que su relación terminó.
─ Sí, que salgas de una buena vez de aquí. ─ Tony, entonces, presionó
el botón de la parte frontal del tablero de la bomba. El conteo marcaba
tres minutos. Mierda.
─ ¿Estás hablando enserio? ¡¿Eres idiota?! ¿Por qué estás tan dispuesto
a morir por una causa que no es tuya? ─ Steve se acercó a Tony,
olvidando su arma por completo en el suelo.
─ Steve, lo digo enserio tienes que irte ¡Ahora! ¡No tuve tiempo de
probar esta cosa, pero sé que la explosión será como la de una bomba
normal, no hay manera que sobrevivas a eso! ─ La preocupación en la
voz de Tony sonaba real. De hecho, se veía pálido, como si temiera, de
verdad, por la vida de Steve.
Chistosa manera de demostrarlo, a juzgar por todos los años que habían
pasado peleando uno contra el otro en esta guerra. Tony no debería
preocuparse en lo absoluto por la muerte de Steve, es más, si el General
desapareciera entonces Tony…
─ ¿Estás haciendo esto para que yo pueda ganar? ¿Para que Iron pierda
la guerra? ─ El entendimiento le golpeó con fuerza. Tony estaba
dispuesto a morir no porque se preocupara genuinamente por el asesino
o por sus otras versiones. Tony quería morir para hacerle las cosas
fáciles a él.
─ Steve…
─ Algún día tenía que pasar, sabes que eres mejor líder que yo, sabes
que puedes encargarte de todo. Es mejor de esta manera. ─ Explicó el
presidente mirándolo dulcemente. Un escalofrió recorrió la espina dorsal
de Steve. Tony no le había mirado así en años.
El amor podía doler a veces. Algunas, como una bandita arrancada con
fuerza y sin previo aviso, el daño era tan fugaz que, de alguna manera,
tenías dificultad para recordar si de verdad estuvo allí.
Tony intentó hacer que le dejará ir, le maldijo una y otra vez, diciéndole
cuan equivocado estaba, que él debía salvarse, que no era así como
debía terminar todo. Steve le acalló con un beso, susurrándole al oído,
que era justo así como debía terminar. Tony finalmente sonrió y se
relajó en sus brazos, acusándoles de ser la pareja más cliché de la
historia del multi-universo.
El sonido del temporizador llegando a cero le hizo asustarse un poco. Lo
siguiente que Steve escuchó fue una explosión y luego nada.
Estaba hecho.
∞∞∞∞
Ultimate le hizo correr, le dijo que tenía que moverse lo más veloz y
rápido que podía, que él se aseguraría de lidiar con el problema. Tony
no quería dejarlo atrás, pero sabía bien que Ult Steve había realizado un
gran sacrificio al decidir protegerlo por encima de Antonio, así que
corrió, esquivando lo mejor que podía el material y el concreto que caían
sobre él. Obviamente no llegó muy lejos, quedó atrapado. Esperó
despertar en el infierno, pero para cuando volvió a abrir los ojos, se dio
cuenta que estaba en un área más o menos despejada. Arrastrándose por
el suelo, logró salir a la superficie.
Considerando que el tipo parecía estar obsesionado con él, pensó que
dado el momento de verle, podría reconocerlo y determinar por qué lo
odiaba. La verdad sea dicha, Tony no le conocía, jamás en su vida lo
había visto. Sus ojos de color marrón le observaban con lo que él podía
identificar como completa y total demencia.
─ Hola, Papá.
Notas:
¡No!
Stephanie era una soldado, una guerrera, toda su vida había peleado sin
cansancio por obtener lo que quería y si este era su final, su conclusión
en esta historia, entonces, lo terminaría haciendo lo que mejor sabía
hacer; luchando.
La rubia rompió parte de su uniforme, envolviéndolo rápidamente a su
abdomen para tratar de frenar el hilo de la sangre espesa que brotaba de
allí. Luego, tomó su escudo, protegiéndose lo mejor que pudo mientras
lo que quedaba del edificio se venía abajo. El sonido de cada parte
cayendo era estruendoso, la oscuridad la rodeó y la llenó de miedo.
Pensó por un momento que el concreto caería y caería para siempre,
enterrándola viva. Pero tan rápido como empezó todo, terminó.
Todo era un desastre, parecía un planeta arrasado por una bomba nuclear
donde ella, era la única sobreviviente. Trató en vano de encontrar su
voz, en algún lugar escondido en su garganta pero lo único que
consiguió fue toser más del vital líquido.
─ ¡Por Dios Steph! Estás sangrando mucho... Y-Yo, por favor dime que
hacer, ¿Qué debo hacer? ─ Preguntó desesperado, mirándola de arriba
hacia abajo, sus manos temblorosas e inseguras no sabían donde tocarla.
Steph tomó la mano del chico para tratar de calmarlo.
─ Tony. ─ Dijo ella en el tono que sólo usaba con el chico para hacerle
saber que necesitaba concentrarse porque estaba divagando. ─ No hay
nada que hacer... Es-Estoy muriendo, he perdido mucha sangre, es tarde.
Tony lloró aún más. Sus quejidos agitaron a los bebés que yacían en sus
canguros, haciéndolos quejarse. Tony trató de consolarlos con su mano
libre.
Era tan injusto, era injusto que haya sido Tony el que la encontrara. Él
era tan joven y llenó de vida, y ahora estoy lo cambiaría, estaba segura.
¿O no lo hizo?
¿Quién sabe?
∞∞∞∞
─ Hicimos esto antes en una sucia cueva Nat, podemos hacerlo aquí con
los ojos vendados. ─ Tony seguía intentando alentarla, pero su expresión
revelaba que estaba más asustado que ella.
Ellos tuvieron que tomar medidas, amarrar a Antonio para evitar que se
moviera y entorpeciera todo, pero la verdad es que no fue muy
necesario, pues por suerte el pelinegro se habia desmayado por el dolor
cuando tomaron el equipo de primeros auxilios y empezaron a cortar -
sin anestesia, cabe resaltar - más profundamente en su pecho, para sacar
los pedazos de metralla más grande y por consiguiente ubicar el rector.
Después de lo que parecieron horas, el reactor por fin hizo click dentro
de su chasis y brilló tenuemente. El mecanismo ronroneaba como un
gatito, encargándose de ayudar al maltratado corazón del vampiro a
alejar la metralla de el. El pobre hombre suspiró aliviado en su sueño.
Tony le sonrió a Natasha, felicitándola por un trabajo bien realizado.
El problema era que ellos no sabían dónde había ido a parar 666 Steve,
de hecho, no sabían dónde estaban todos. JARVIS y FRIDAY fueron
desactivados y no habían podido hacer contacto nuevamente.
Mierda.
∞∞∞∞
─ ¿Crees Stephanie este bien? ─ Preguntó la chica Stark del R-63 una
vez que lograron llegar a la orilla de la isla donde habían ido a parar. El
agua estaba helada y por lo tanto la brisa golpeó fuertemente contra su
piel apenas pusieron un pie en tierra firme.
Él suspiró agotado.
∞∞∞∞
AvAc Steve encontró a su Tony sosteniendo aun la mano del cuerpo sin
vida de Stephanie una hora después de que ésta falleciera.
Jesús.
Steve no supo que decir, así que hizo lo que creyó mejor. Le dio otro
pequeño abrazo a Tony para manifestarle lo mucho que lo sentía y tomó
a los bebés en sus brazos para permitirle al otro descansar un poco. El
pelinegro no le respondió, simplemente le brindó una mirada cargada de
emociones que Steve entendió bien.
Permanecieron allí sentados varios minutos, Tony llorando su perdida en
silencio, mientras que Steve consolaba a los inquietos infantes que
seguramente ya estaban hambrientos.
─ ¿Sabes por qué hay docenas de libros sobre la risa y tan pocos sobre el
llanto? ─ Dijo Tony sin ninguna razón aparente. Tony siempre decía las
cosas más extrañas en los momentos más inesperado. Steve ya estaba
acostumbrado la particular personalidad del chico por lo que negó con la
cabeza y le permitió continuar. ─ ¡Es por que llorar es inútil, Steve!
Llorar no tiene ninguna función fisiológica en mi cuerpo, sólo es una
mezcla de estrés y hormonas. Llorar no me traerá a Stephanie de vuelta.
Y aun así... heme aquí llorando.
Steve estaba a punto de decirlo, pero una mirada decidida se cruzó por el
rostro triste de Tony por lo que cerró la boca.
Tony bufó.
─ Tal vez si, tal vez no, ahora no se en que creer. ─ Él adolescente,
entonces se acercó al otro, sus ojos cafés jamás dejaron de mirarle. ─
Pero si me voy Steve, no quiero que me recuerdes como una pequeña
silueta en tu vida que con el tiempo olvidarás, porque tú no eres, ni serás
eso para mí jamás. Eres mi primer amor, ese que estoy seguro que
siempre recordaré, que siempre extrañaré. No quiero que me respondas
ahora, sé que nunca pensaste sobre ello y no quisiera que me rompas el
corazón, sinceramente creo que podría morir aquí mismo si lo haces…
─ Sólo, por favor, ¿podrías pensar sobre ello y darme una respuesta
adecuada cuando estés listo? ─ Preguntó Tony repentinamente tímido. ─
Cualquiera que sea, estará bien, lo juro. ─ Steve con las mejillas
ardiendo asentó varias veces con la cabeza, escudándose detrás de los
cuerpecitos de Stevie y Tones. Tony pasó una mano por su cabello,
mordiéndose el labio. ─ No quisiera que esto cambie nada entre nosotros
aunque probablemente lo haga, pero no te preocupes, yo siempre seré tu
amigo Steve.
─ Lo sé.
Notas aclaratorias.
616 Tony no conocía bien al que todos llamaban AA-Steve, por lo que
jamás pensó que se sentiría tan aliviado de verlo.
Por lo que le contaron, fue 42 Tony quien envió a un herido EMH Steve
y el cuerpo sin vida del Tony del mismo universo hacia la tierra 12041,
dejándole bastante claro al Capitán de que algo no estaba bien. Movido
por la preocupación, el rubio se transportó junto con su equipo a las
coordenadas de donde provinieron los cuerpos, y fue así que encontraron
a 1872 Tony y el sheriff, quienes se encargaron eventualmente de ubicar
a los demás.
El pelinegro del 616 no sabía realmente que había pasado, pero cuando
dio un paso al frente, atravesando el portal, entendió la gravedad de lo
que realmente sucedió.
─ ¡No, no! ─ Gritaba la chica Stark con la voz ronca por el esfuerzo,
apretando con sus brazos el cadáver de su prometida. 1872 Steve trataba
en vano de calmarla un poco. ─ ¡No, no es cierto! ¡Steph por favor
despierta, por favor!
Tony se tensó en su lugar, enlazando sus dedos con los de su Nat. Ella le
dio un fuerte apretón y le brindó una sonrisa amarga. Tony echó un
rápido vistazo por toda la sala para tratar de localizar a su Steve entre
todos los presentes. Logró reconocer a AvAc Steve conteniendo a duras
penas las lágrimas y sentado en el suelo, dándole de comer al bebé Tony
en sus brazos, mientras que el Hulk de ese universo le ayudaba con un
muy emocionado bebé Steve que evidentemente no tenía miedo de él.
Tony les ignoró, echando otro vistazo de un lado a otro. Era evidente
sacar cuentas y saber quiénes faltaban. Podía ser producto de que aún no
habían sido rescatados o porque realmente ya no había nadie que
rescatar, pero eso no impidió que el terror se apoderara de cada célula de
su ser.
Su Steve lució terriblemente aliviado, cuando levanto con solo una mano
el cuerpo de Natasha, permitiéndole que ésta envolviera sus piernas en
su cintura y le rodeara el cuerpo con sus brazos. La castaña enterró
enseguida su rostro lloroso en el cuello del rubio, Steve susurró algo en
el oído de Nat y sonrió. Sus ojos azules pronto se cruzaron con los de
Tony y este último tembló visiblemente, incapaz de recuperar el aliento.
Gracias al cielo, pensó con alivio, pero lo cierto es que hasta ese
segundo se le había olvidado que Steve le odiaba ahora, que Steve y él
jamás volverían a ser amigos o siquiera conocidos.
Tal vez era tarde para arrepentirse, pero es que Tony jamás pensó que
algo como esto sucedería. Deseaba tanto poder correr hacia Steve y
abrazarlo como Nat lo hizo, dejarle saber cuánto le alegraba verle con
vida y en una sola pieza, decirle que lo sentía y que le amaba de vuelta,
que no sabía cómo afrontar la muerte de sus compañeros y que temblaba
por el miedo. Tenía, de hecho, tantas cosas por decir, pero el nudo en la
garganta, por supuesto tenía que surgir.
Tony asintió y cerró la boca, entendiendo que esto no significaba que las
cosas estuvieran bien. Simplemente un; "estoy lo suficiente asustado y
traumatizado ahora mismo como para importarme un comino si
rompiste mi corazón o no."
MCU Tony cerró los ojos con fuerza como si deseara desaparecer.
∞∞∞∞
~ 45 minutos antes.
Antes de que MCU Tony pudiera hacer o decir algo, Deadpool salió
entre los escombros, empujando a Antonio, quien ya no llevaba su
armadura puesta y tenía una cortada en la frente con la sangre fresca aun
escurriendo.
─ ¿Quién demonios eres tú? ¿Por qué te ves... normal? ─ Acusó con
poco aire el castaño. Wade rodó los ojos.
─ ¡Steve no pierdas el tiempo, acaba con esto de una buena vez! ─ Gritó
Antonio, provocando que Deadpool le propinara un buen golpe en la
cabeza, haciéndole caer de rodillas.
─ ¿Es que acaso eres sordo o qué? ─ Exclamó con una expresión de
furia Wade. ─ ¡Suelta a Ben o juro que lo mataré!
Y para refutar sus palabras apretó el mango del cuchillo en sus manos,
totalmente dispuesto en enterrarlo en el cuello de Antonio.
∞∞∞∞
Y es que quien se iba a imaginar que los malnacidos poseían una bomba
que era capaz de anular sus poderes. Le había tomado casi dos horas
completas a su factor curativo para restablecerse y volver a funcionar,
regresándolo a su aspecto original; calvo como un bebé y luciendo como
un aguacate poseído por el demonio.
» Si señor, justo como nos gusta « Le dijo en su cabeza una de las cajas.
─ Es un Steve.
» No, señor «
“Joder, Joder.”
Nadie debería ver a Peter así, no cuando estaba tan vulnerable y fuera de
sí. Wade era el único que sabía el secreto del Emperador sobre su
enfermedad mental, y debía permanecer así porque era peligroso que
alguien más lo supiera. Alguien podría aprovecharse, tratar de sacarlo de
su posición como Emperador Supremo de esta tierra o peor aún matarle
y Wade estaría condenado si permitiera que algo le pasara a su Baby Boy
después de todos estos años.
Él estaba seguro que quien sea que atravesó esa puerta, quien sea que
haya hablado a solas con Ult Steve no era Peter. Y no podía serlo,
porque Peter, el verdadero Peter, no había salido de la prisión que era su
cabeza desde hace un mes completo. O al menos no en su presencia.
Wade tenía la terrible sospecha de que Peter lo estaba esquivando por
algo, pero no podía entender exactamente porque.
Peter jamás lo había dejado tan solo desde que todo esto empezó. Y no
era que Wade se quejara de Ben porque en realidad el chico le agradaba
mucho, pero Parker era otra historia.
Ignorando lo que sea que 3490 Steve estaba diciendo, caminó rumbo a la
habitación del Emperador. Los guardias le saludaron como siempre,
permitiéndole pasar. Cuando abrió la puerta, se encontró con lo peor. El
cuerpo desnudo y lleno de cicatrices de batalla de Peter yacía
inconsciente en el suelo con un frasco vacío de pastillas en su mano
izquierda.
» !Ben! «
─ Es la tercera vez este mes, Ben, tienes que dejar de hacer esto. ─
Reprochó Wade tratando de calmarse.
─ ¡Tú no estás lastimando a nadie, idiota! ¿Por qué crees que estoy
haciéndolo por ti? ─ Wade no pudo contener la rabia y frustración.
Empezó a llorar.
Ben parecía tener ese poder sobre él. Parecía que todo el peso de sus
acciones, el dolor y todo los sentimientos conflictivos que cargaba sobre
si, salían a flote cuando Ben estaba presente. Tal vez se debía a la
lástima que sentía por el chico o simplemente porque Ben, a pesar de ser
más joven, era quien más entendía. Peter no sufría esto, Peter no solía
recordar nada de esto.
Ben lo hacía.
El castaño negó varias veces, con los labios morados y su cuerpo entero
temblando por el agua helada.
─ Peter no quiere saber nada de eso. Yo nací para ayudarlo a lidiar con
el dolor, ¿recuerdas? ─ Susurró con un tono de voz cansado. ─ Pero es
demasiado y ya no puedo más, sólo quiero desaparecer.
“Muchas veces”
Nada funciona.
Wade resopló.
─ Parker puede irse a la mierda, él no me importa y yo no le importó.
Wade frunció el ceño confundido, pero antes de que Ben pudiera decir
algo más, éste pareció desmayarse por unos instantes y recuperarse
inmediatamente.
Por eso él tenía un plan para hacerlo todo mejor. Para él, los demás y
sobre todo para Peter.
∞∞∞∞
Tony tomó una respiración profunda, preparándose para ser el ser más
odiado y repudiado por Steve en todo el multi-universo. Él trató de hacer
cara de piedra, del que no le importaba, como si no le amará, como si no
le doliera ni un poco lo que sea que Steve pensara de él de ahora en
adelante.
─ ¿A qué te refieres?
─ A lo nuestro, por supuesto. ─ Comentó Tony señalándolos a ambos
con un gesto vago. ─ Mira creo que deberíamos dejar de fingir más
tiempo, es obvio que esto no irá a ningún lado.
─ ¿De qué viene todo esto, Tony? ─ Steve apretó los puños a su lado,
cada musculo de su cara parecía estar a punto de estallar.
Steve hizo una expresión rara. Una de dolor que Tony jamás había le
había visto hacer. El soldado, entonces, sacó de su bolsillo derecho el
reloj. Uno idéntico al que Tony tenía en su propio bolsillo. Era
imposible, a menos de que…
─ ¿De qué hablas? ─ Comentó Tony, con la rara sensación de que Steve
y él estaban hablando de algo completamente diferente.
Tony quería explicarse, quería hacerlo, pero no tenía tiempo. Tal vez,
esto era lo mejor. Tal vez si Steve pensaba lo peor de él, no se
preocuparía. Steve no merecía cargar con la culpa de esto. Tony
asumiría el papel del villano, porque eso funcionaba para él y para el
resto del mundo.
∞∞∞∞
Steve estaba allí, de pie frente a 616 Tony y Natasha, vestido con un
nuevo uniforme de Capitán América, sus pocas heridas, claramente,
curadas y debidamente atendidas.
Lo siguiente que Antonio supo fue que Steve le había apartado con
fuerza, con una expresión colérica. Un puñetazo que ardió como una
perra llegó hasta su cara. El tabique de su nariz hizo un crack,
rompiéndose. Tambaleando cayó al piso, su expresión confundida se
unió a la enfurecida de Steve.
¡Oh Dios!
Algo le había pasado a Steve. Ese maldito de Spider-man le había hecho
algo a su preciado Steve.
Steve le dirigió sus ojos azules hacia él. Ni una emoción, ningún
reconocimiento.
Antonio podía jurar que escuchó como cada uno de los presentes
contuvo el aliento.
Disfruten!
Clarity
La canción hace referencia al avance de la relación de 666 Steve y
Tony, escuchanla por favor.
─ ¿Qué sucede, cachorro? ─ Dijo la suave y dulce voz que conocía bien.
Él sabía que los werekin que perdían a sus parejas destinadas tendían a
enloquecer y luego, paulatinamente, morir. Sin embargo, Steve había
esperado poder soportar al menos algunas semanas, las suficientes para
regresar a casa y poner en orden todos sus asuntos pendiente; asegurarse
de que Bucky se convirtiera en el nuevo Alfa, que su madre tuviera una
vida tranquila después de su partida, patearle el culo a Daken por hacerle
la vida miserable todos esos últimos meses y así, irse a algún lugar
tranquilo detrás de la montaña para llorar su perdida en secreto y
simplemente marcharse de este mundo.
Una mano fría le acarició la sien y Steve cerró los ojos, esperanzado.
Pronto el aroma a galletas combinado con su propio olor a especias
invadió sus fosas nasales. Tal vez estaba soñando.
Pero ahí estaba, sentado junto él, totalmente desnudo, luciendo como la
más hermosa estatua del multi-universo con su piel pálida, sus brillantes
ojos rojos que parecían estar envueltos en llamas, ni un rastro de barba y
su cabello negro - ahora corto - peinado hacia atrás.
Steve llevó sus manos a la parte trasera del cuello de Antonio, para
llevar sus labios a su yugular y hacer que le mordiera, pero el vampiro le
tomó de la muñeca para refrenarlo. Steve gimoteó como un cachorrito
de nuevo. La vergüenza que alguna vez pudo haber sentido había
quedado olvidada en alguna parte de la Tierra 666 aparentemente. Su
manada sin dudas se espantarían al ver a su Alfa comportase como una
vulgar zorra necesitada por la atención de un vampiro.
Estaba tan feliz que ni siquiera se lo creía. Antonio estaba allí con vida,
abrazándole y acariciándole como si le importara, como si le quisiera.
Permitiéndole además marcarle con su esencia, cosa que su lobo interno
necesitaba desesperadamente para reafirmar su unión con su compañero.
─ Basta, no me tientes. Ya te he lastimado lo suficiente. ─ Dijo Antonio
con un tono de voz culposo.
─ Si, estaba hecho un desastre por toda la sangre y... no podía soportar
el olor. ─ Aclaró él con la misma expresión de culpa de antes. ─ Era...
era tu sangre, yo...
─ Steve, ¿Es que acaso eres idiota? ─ Antonio se apartó de él, dejándolo
sentarse nuevamente a su lado. La distancia no era mucha pero para su
lobo eran como kilómetros. ─ ¡Se supone que eres un Alfa! ¿Qué acaso
tus instintos no te dicen que no debes confiar en los grandes y malos
vampiros como yo? ¿Cómo demonios ha sobrevivido tu manada con un
Alfa tan descuidado?
¿A dónde?
Poco le importaba, pero ahora más que nunca estaba seguro de que lo
seguiría hasta el mismísimo infierno. Los lobos se apareaban de por
vida. Él siempre sería de Antonio y de nadie más.
─ Tú no me conoces. ─ Dijo.
─ ¿Es por qué soy tu compañero? ¿No te parece eso un poco injusto? ─
Antonio parecía estar totalmente empeñado en hacerle cambiar de
opinión, pero esta vez era diferente, no se sentía como el rechazo de las
semanas previas, sino más bien como si quisiera alejar a Steve porque se
sentía inseguro de sí. ─ ¿No quisieras tener una opción en todo esto?
Una magia retorcida te unió a un vampiro, tu enemigo natural, de por
vida y tú ¿ni siquiera tienes le derecho de negarte, de escoger por ti
mismo?
─ ¡Que no puedo beber sangre de nadie más que no seas tú! ─ Confesó
agitado. ─ ¡Nada sabe tan bien como tú! Lo intenté y sentí como... como
si muriera por dentro, como si me envenenara de a poco, como si... te
engañara.
─ N-No tenía ni idea. ─ Steve miró entonces las mordidas en sus brazos,
y lo entendió. Antonio no había sido cuidadoso al alimentarse porque
realmente no pudo controlarse. Estaba sediento y desesperado... por
sangre. La suya en específico.
¡Dios, estaba muerto! ¡Estaba muerto y esto no era más que un jodido y
cruel sueño!
∞∞∞∞
La otra Nat, limpio las lágrimas con la palma de su mano y luego apretó
el anillo que había pertenecido a Stephanie y que ahora llevaba colgando
en su cuello.
─ Natasha-
Nat quería refutar y decir que ella no tenía una vida esplendorosa ni
mucho menos. Ni siquiera antes de que todo esto sucediera, de hecho,
creía firmemente que si alguien había tenido una vida maravillosa aquí
había sido R-63, pero se abstuvo de decirlo por miedo a causar otro
momento de discordia entre ellas.
─ ¿Por qué haces esto por mí? Desde cuando te importa tanto. ─ Se
encontró diciendo en su lugar.
R-63 Natasha se le quedó mirando con sus ojos rojos por el llanto por
unos segundos, mordiéndose su labio inferior, como si se debatiera entre
contestar esa pregunta o no.
¿Lo hacía?
Mierda.
∞∞∞∞
616 Steve y Tony, uno al lado del otro asesinándole con la mirada.
Ambas Natasha estaban sentadas muy cerca una de la otra, charlando en
voz baja, luciendo como esta clase de chicas populares en la escuela que
te dicen que no puedes sentarte junto a ellas. El sheriff, por su parte, le
susurraba algo al odio a su Tony, dándole palmaditas en su espalda
mientras el otro hombre intentaba no llorar. AvAc Steve sostenía a un
muy dormido bebé Tony; su versión adolescente, en cambio, luchaba
por hacer que el bebé Steve se quedara quieto. AA-Steve estaba
recostado contra la pared, tratando de mantener su distancia y al parecer
de no involucrarse demasiado.
Que desastre.
Oh.
─ Efectivamente.
─ Detalles.
─ Así que, ¿creen que pueden deshacerse de mí, así como así? ─
Reclamó en voz alta. ─ ¿Creen que pueden humillarme como les venga
en gana? Ustedes me trajeron aquí en primer lugar-
Todos parecieron liberar la tensión contenida una vez que SIM se dio
cuenta de que estaba acorralado. Pero eso no significaba que ellos
hubieran ganado, por supuesto que no. De hecho, esto era lo mejor que
podría pasarle, así no tendría nadie quien lo detuviera, nadie que
estuviera vigilando cada movimiento que realizaba. Sería libre para
actuar como quisiera.
─ Esto no se quedará así. ─ Aclaró, antes de dar unos pocos pasos hacia
atrás. ─ Les demostraré a todos ustedes porque soy mejor, porque
soy superior.
Peter hace una pequeña aparición, y se revela por fin a que tierra
pertenece pero no le den muchas vueltas porque no existe en el
universo Marvel, me la inventé con Selene para acomodar allí a
Peter, es una tierra reflejo del MCU con una linea temporal del
futuro.
El olor metálico de la sangre era palpable en el aire con tal solo una
simple olfateada, mientras que el sonido de la víctima suplicante, la
carne rasgándose, los huesos cediendo a la presión y rompiéndose, por
fin, eran música para sus odios.
Fue una de esas personas que lo llevó a parar allí, en una tierra de nadie,
donde el pestilente olor a muerte y putrefacción adornaba el aire, las
calles eran tan inseguras que ni el súper héroe más valiente y audaz se
atrevería a pisar este sitio ni por equivocación. Lo cual lo hacía todo más
perfecto, pues Superior estaba más que harto de sus versiones heroicas,
juzgándole y siguiéndole de cerca para evitar que hiciera algo, para
refrenar su naturaleza violenta y despiadada.
Tony y Steve eran libres ahora, libres para hacer lo que les diera en
gana, libres para ir donde quisiera, libres para conquistar el multi-
universo si así lo querían. Pero dicho plan estaba siendo obstaculizado
por una personita en particular, alguien igual de cruel, decidido e
inteligente que estaba causando estragos desde hace ya un tiempo sin
que nadie pudiera saber su identidad ni mucho menos detenerle.
Pero claro, eso estaba a punto de cambiar, porque para desgracia del
malnacido, -991 Tony y Steve seguían con vida y estaban dispuestos a
dar con él a como dé lugar, aunque fuera lo último que hicieran.
Daken estaba ahora sentado en una silla metálica, atado con el líquido
viscoso del Extremis, el cual hacía imposible que escapara o usara sus
garras de adamantium para liberarse. Su cara estaba desfigurada por los
repetidos golpes que seguía dándole el soldado de HYDRA, la sangre
salía a borbotones por varias heridas: cortadas en los brazos abiertas con
pinzas que impedían que se sellaran con la regeneración con su factor
curativo; un cuchillo clavado en su muslo izquierdo, los pies hundidos
levemente en un ácido que estaba de apoco comiendo su carne y si Tony
no tenía piedad y le electrocutaba una vez más, el chico simplemente se
fundiría en la silla antes de poder darles la información que necesitaban.
Ya habían pasado varias horas en esto, pero el hijo de puta era duro de
quebrar. Tony le concedería al menos eso.
Daken bufó.
─ ¿Qué clase de idiota crees que soy? Es evidente que cuando hable,
mantenerme con vida no te será de ninguna utilidad, me matarás en
cuanto tengas la primera oportunidad. ─ Tony asentó levemente con la
cabeza pensando un poco. Dio un leve vistazo en dirección a Steve,
quien seguía parado allí, luciendo infernalmente caliente. Steve
seguramente notó el interés de Tony, porque levantó un dedo bañado en
sangre para lamerlo obscenamente sin dejar de mirarle.
Distracciones.
Daken apretó los labios en una delgada línea, todos sus músculos de su
cuerpo tensos, pero Tony sabía bien que no era por el dolor. Él estaba en
lo cierto, estaba tocando un punto sensible y Daken estaba molesto por
ello.
Steve caminó junto a él, no sin antes darle una expresión de pocos
amigos a Daken, en clara señal de que lo estaría vigilando y si se atrevía
siquiera a pensar en escapar, él simplemente le destrozaría con
información o no.
─ ¿Crees que de verdad él sepa algo? Bien podría ser un simple peón
que nunca estuvo enterado de nada. ─ Murmuró Steve en voz baja, una
vez que Tony se sentó en el escritorio y enfocó su vista en los datos en
los hologramas.
─ Sí, podría ser, pero tengo la intuición de que, de hecho, Daken sabe
mucho más de lo que anticipé. ─ Manifestó Tony con seguridad. ─
Nadie que sepa nada importante se mantiene tan silencioso en esta clase
de torturas. Él sabe bien que está acorralado, pero parece tenerle más
miedo a lo que el Emperador pueda hacerle si habla con nosotros, así
que debemos convencerle primero de que somos lo suficientemente
malos y fuertes para acabar con esta persona misteriosa antes de que
pueda llegar a Daken.
∞∞∞∞
Tony se puso más nervioso y hacía todo peor el hecho de que sólo Peter
estaba sentado allí, brindándole una mirada amistosa apenas le vio,
sacudiendo su mano en dirección hacia a él para que se acercara.
Cuando Tony no se movió, 3490 Steve le tomó del brazo y le arrastró
hacía la silla al lado de Peter. Tony tomó asiento, como se esperaba que
lo hiciera, y tragó con nerviosismo.
Joder.
Peter, quien estaba vestido como la persona más común del mundo, con
una camiseta sencilla con el logo de una araña en el centro y jeans, se le
quedó observando en silencio, con una mirada inquietante y conocedora
que le hacía querer ir corriendo hacia la salida más cercana. Él chico
sonrió de medio lado y acercó un plato vacío hacía él para que se
sirviera. Tony asentó con la cabeza y empezó a tomar algunas frutas de
la bandeja con cobardía. La repentina amabilidad y timidez de Peter le
inquietaba más que si le estuviera gritando y ordenando cosas.
Era obvio que había una historia detrás de esas palabras, una historia
cargada de resentimiento y si bien, Tony se moría por saber, no estaba
seguro de estar psicológicamente listo para afrontar lo que sea que
descubriría al escucharla.
─ Fui un mal padre, el peor de todos, tal vez desde el comienzo no fue
tan malo, pero en algún punto seguramente traté de compensar con
dinero la falta de cariño, pero eso sólo te generó más inseguridades y
traumas, ahora por supuesto me odias, y por eso estás haciendo lo que
haces. ─ Ni siquiera fue una pregunta, fue una afirmación.
¿Qué jodidos?
Es decir, si, Tony suponía que Peter era de una realidad alterna de la
Tierra 199999. Estaba, además, seguro de que el Tony de Peter estaba
muerto, no había que ser un genio para llegar a esa conclusión. No era
sólo la insistencia del chico por tenerle a su lado, a él, el que sería la
viva imagen de su padre, el que sería su tutor en el futuro, sino también
la manera en la que se refería al sujeto; siempre en pasado, siempre con
cariño, como si hablara de un recuerdo, de un muerto.
Pero jamás se le había pasado por la mente el que Peter haya asesinado a
su propio padre. Peter hablaba de él como si de verdad le quisiera, y
aunque estuviera loco de remate no se imaginaba a este joven matando a
la persona de la que hablaba tan bien, de la que insistía tanto en
proteger.
Dios, este muchacho era simplemente alguien que necesitaba ayuda con
desesperación.
¿Q-Qué?
─ Por supuesto que sí, reconocería esos latidos donde sea, aunque estoy
seguro de que no eres el Tony de este universo. ─ Él ladeó su rostro, en
dirección a donde se encontraba Peter. ─ Pues nuestro Iron Man está
muerto.
─ ¿De verdad esperas que haga eso? ─ Preguntó con una mueca
divertida. ─ Dejémonos de juegos y acaba con mi vida de una buena
vez, ¿no es eso para lo que Wade me trajo ante ti? ¿Para qué fueras tú el
que tuviera el placer de deshacerte por fin de mí? Saber que no te daré
ninguna información, ni aunque intentes sacármela a golpes.
Oh, no.
∞∞∞∞
Steve se encontraba sobre su estómago, con las manos atadas hacia atrás
y gimiendo entre adolorido y extasiado con cada estocada nada delicada
del pelinegro en su resbaladizo agujero. Tony le jaló del cabello con
brusquedad, hundiéndose más profundamente en su culo apretado, lo
cual arrancó otro gemido entrecortado de los labios hinchados del
Capitán.
Era así como le gustaba Steve; dócil, cooperante, usando sus cuerdas
vocales sólo para gritar como la gran zorra que era.
Tony todavía tenía un problemita entre las piernas y si Steve creía que se
no se encargaría de ello, estaba muy equivocado. El pelinegro, entonces,
obligó al soldado a levantarse para luego ponerlo de rodillas y tomarle
de la barbilla con fuerza.
No, no lo era. No era amor lo que había entre ellos, pero si algo más
fuerte, más conveniente, algo que los definía mejor a ambos. Algo que
los hacía diferente a sus otras versiones.
─ Esto es algo más poderoso, Rogers. ─ Tony cerró los ojos disfrutando
como Steve extraía cada gota de placer de su cuerpo con su boca
experta. ─ Se trata de obsesión mezclada con locura y lujuria. Tu y yo
somos iguales, la misma clase.
Okay, si este hijo de puta quería hablar, entonces que hablara. Iba a
morir de todos modos.
Bueno eso hacia las cosas muchísimo más interesantes. Steve y Tony se
miraron entre sí, ambos, compartieron una sonrisa cómplice.
- La canción del cap, tenga cuidado con el video que tiene flashes,
no les vaya a dar epilepsia, no es broma.
Echo
Que sepan que este cap esta larguísimo, tiene casi 10k ( eso es un
one-shot entero) pero bueno, es que se supone que es este el cap
que aclarará todas las dudas o la gran mayoría, si no es así, lo
siento, lo intenté jaja
Aclaraciónes
Les explico sobre el nombre, todos sabemos que cuando Steve dice
en CW "pero el era mi amigo" Tony responde; "Yo también lo era"
que es So Was I en inglés y eso nos marcó para siempre, pero la
verdad yo siempre pensé que Tony debió decir más bien; "So who
the hell was I? - que significa, "Entonces quien demonios era yo?!"
Así que por eso el cap se llama así, pero en el cap esta la linea de la
película.
Disfruten.
Chapter Notes
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─ Sabes que no tienes que hacer eso por él. ─ Dijo Deadpool con voz
suave y cansada apenas entró en la habitación donde Tony yacía ahora
con un muy dormido Peter que apoyaba la cabeza en su regazo.
Tony negó con la cabeza y corrió los dedos por las enmarañadas hebras
del menor. Peter suspiró pesadamente en medio de su sueño.
Desde que había puesto un pie en esta tierra, Tony había tratado de
empujar cualquier pensamiento relacionado a Steve lejos de su mente.
No servía lamentarse o arrepentirse de lo que ya estaba hecho. Pero de
repente, Tony pudo visualizarlo con facilidad; Steve y él sosteniendo a
un pequeño Peter en brazos, riendo, jugando, siendo una familia,
construyendo un hogar juntos, la vida que secretamente siempre
desearon.
Ya bien lo había dicho 1872 Tony, su Steve era alguien que quería el
paquete completo de la relación; un anillo, una casa, hijos.
Ben era un poco más hablador que Peter y obviamente más que Parker,
además de eso, era mentalmente más joven, sólo un adolescente, por lo
que encontraba extraño estar atrapado en un cuerpo que no correspondía
a como él se sentía. Ben era más emocional, lloraba con facilidad y si
bien Tony no era un experto en la materia estaba empezado a entender
que era Ben quien cargaba con los sentimientos de culpa por las
acciones de Parker que Peter claramente no podía recordar.
Tony escuchó atónito cada experiencia dolorosa por la que había pasado
el chico en los últimos meses, el odio a sí mismo, el cansancio, los
intentos de suicidio. Tony prestó atención a cada palabra, dándole una
palmadita de ánimo al joven cada vez que lo necesitó. Ben, por su parte,
se apoyaba en su hombro y sonreía cada vez.
El chico le confesó a Tony que el hecho de que Parker lo trajera allí,
había sido lo único bueno que le había pasado desde que
estaba consciente, como si Tony fuera el premio del primer lugar,
alguien valioso e importante que no podía ser remplazado con nada.
Madre mía.
Bueno Wade podría ser su supuesto esposo, pero Tony era su padre y no
iba a permitir que le separara de él sólo porque Wade odiara al hombre
en el que Tony supuestamente se convertiría.
─ Jessica hacia eso por él. ─ Confesó de la nada el otro hombre. ─ Ellos
dos eran cercanos, claro, no era algo que supieran todos... pero ella se
convirtió en su tutora legal después de que Stark murió.
Tony tembló, como siempre que alguien mencionaba de esa forma tan
casual su muerte. Suponía que ni a Peter o Wade le importaba seguir con
la ley de no entrometerse con el transcurso de las líneas temporales, si es
que la manera en la que estaban alterando las diferentes realidades con
las muertes de sus otras versiones decía algo al respecto.
─ Yo la odiaba, joder, ella era una maldita conmigo todo el tiempo, pero
desde que murió... desde que tus amigos la mataron, él ha empeorado.
Ya no quiere verme, siempre esta estresado, parece que nunca duerme-
─ ¿Por qué?
Un silencio incómodo.
─ Antes que nada quiero aclararte que esta no es una historia de malos y
buenos. No hay héroes o villanos, sólo personas tomando malas
decisiones.
∞∞Flashback∞∞
» Señor, Stark. «
» Capitán. «
Y esta era la parte de la historia que era muy confusa para Wade, porque
no lograba entender como dos personas tan disimiles, amantes de la
discrepancia y llenas de orgullo, pudieron enamorarse y llegar incluso a
casarse.
Peter le dijo que Tony le confesó cuando era pequeño, que sus
sentimientos hacia Steve cambiaron por el miedo que le produjo la sola
idea de perderle. Al parecer, Tony se dio cuenta de lo que Steve
significaba para él en el instante en el que pánico afloró cuando lo creyó
muerto en una visión que le dio Wanda Maximoff. Steve en cambio,
había cruzado la línea de odio-amor muchos meses atrás al evento de
Ultron y fue quien tomó el primer pasó.
Las pocas fotos que aún quedaban como evidencia lo refutaban. Steve
llevaba siempre esa amplia sonrisa en el rostro cada vez que Tony estaba
alrededor, el millonario, por su parte, parecía más maduro, más
centrado, atrás quedaron los días de borracheras y decisiones impulsivas
como organizar fiestas de cumpleaños que terminaban con él volando
cosas con la armadura puesta.
Peter había sido dado en adopción después de que sus padres - ambos
agentes encubiertos de SHIELD - fallecieran en una misión. Sus únicos
familiares cercanos eran May y Ben Parker, una pareja anciana que ya
no tenía la energía y fondos suficientes para hacerse cargo de su sobrino
aun si lo amaban con locura.
A todos les sorprendió, que fuera Tony y no Steve, el que sugiriera la
idea de adoptar a Peter, pues el millonario había demostrado tener cierto
recelo en cuanto al tema de niños se tratase. Pero al parecer, Tony se
enamoró prontamente de la creatura y de su especial situación. Fue
entonces una adopción abierta que le permitió a May y a Ben formar
parte de la vida de Peter de alguna manera, ellos era buenas personas
después de todo.
Fue a los diez años, con la muerte de su tío Ben, que Peter se enfrentó a
la pérdida de un ser querido, un tema que desafortunadamente sería
recurrente en su vida.
Tony empezó a dudar del amor y lealtad Steve. Tony le presionó tanto,
le empujó hasta el límite, que el mismo Rogers terminó por dudar
también. Todos lo notaron de inmediato, este conflicto entre ambos, se
sentía de alguna manera diferente a los demás, no se trataba de una
competencia amistosa, era puro e irracional odio.
Y okay, eso fue un golpe bastante bajo, porque para nadie era un secreto
que Peter Rogers-Stark era más cercano a su padre, porque tenía más
cosas en común con él, que con el que cariñosamente llamaba el capi-
paleta, por lo que la separación terminó por abrir una brecha entre
ambos que Steve - lleno de rabia como estaba - no hizo nada por reparar.
Jodido Jesús, el chico sólo tenía trece años, una edad esencial en la que
necesitaba el apoyo de ambos. Pero Steve y Tony estaban tan ocupados
odiándose mutuamente, tan concentrados en joder al otro de alguna
manera, que dejaron de pensar en lo que era más importante; su propia
familia.
Así que como era obvio, para Peter, Steve se fue convirtiendo poco a
poco en el Capitán América, la figura de poder que veía una vez al mes
y que con suerte se acordaba de sus cumpleaños, que Steve Rogers, su
papá.
Fue una de las cosas que por aquel entonces Tony le enseñó. Y Peter lo
recordaba bien porque, en algún momento de su vida, ese se convirtió en
su mantra del día a día. Peter solía decirle que fue una de las lecciones
más valiosas que le dio. Wade, en cambio, quería revivir al malnacido
sólo para darle un puñetazo por la insensibilidad de tal declaración.
Fue así como Peter se fue cerrando de a poco sin que nadie realmente lo
notara, como se fue convirtiéndose lentamente en otra persona para
tratar de escapar de la realidad que le agobiaba. Su hogar, su familia, su
vida, se caía tristemente a pedazos y ni el mismo Tony sabía cómo
volver a pegarlos.
Empezó la guerra.
Lo normal, ¿no?
La vida de Wade nunca fue sencilla y nadie podía juzgarlo porque hizo
lo que pudo con lo que se le daba mejor, con lo poco que tenía a la
mano. Wade era un sobreviviente, pero sabía bien que tomar el lado de
los rebeldes no era lo indicado para alguien como él. Wade ya había
tenido suficiente de hacer cosas ilícitas en el sótano escondido de un
sujeto llamado como un detergente de piso, muchas gracias.
Sí este era su líder, él dudaba mucho que su bando ganara algo más que
una patada en el culo. Pero claro, nadie pedía su opinión en estos
asuntos y tuvo que permanecer callado.
Fue allí donde también conoció a Peter, el chico tenía quince años en ese
tiempo. Era un nerd total, delgado y con huesos torpes. Wade recordaba
bien que lo vio caminando entre las filas de los nuevos reclutas de
SHIELD y pensó que tenía rasgos de niño aun, el pelo café oscuro y
grueso, del que sabes que es suave al tacto, sus ojos marrones y grandes
le parecieron conmovedores. Fue atracción desde el principio para él,
pero nunca le prestó mucha atención debido a que Peter no era legal y
Wade estaba tratando de limpiar su historial no añadiendo más cosas,
¿okay?
Pero si alguien pensaba que ni Steve o Tony dejarían de hacer las cosas
interesantes, estaban en un completo error.
» Sí. «
» Yo también lo era. «
El equipo de Deadpool no pudo llegar a tiempo, él y el resto del
escuadrón estaban bastante ocupados librando su propia batalla con los
cientos de otros superhéroes que apoyaban a Steve, por lo que Iron Man
se quedó solo enfrentándose a dos súper soldados que ya no estaban
jugando a la guerra, esto fue enserio y resultó en un desastre.
Tony amó a Steve por tanto tiempo que nunca pensó realmente como
vivir sin quererle. Tony nunca imaginó un mundo donde no estuviera
Steve, donde Steve no estuviera alrededor, donde sus acciones lo
condenarían. Pero Steve no estaba, ya no existía y Tony poco a poco
parecía olvidarse de que él si lo hacía, de que tenía una vida, un hijo que
aun esperaba por él en casa.
Cuatro meses después otro disparó le arrebató al ser que más quería.
» ¿Qué estás haciendo, papá?
A medida que pasaban los días, se le veía más pálido de lo normal, más
pequeño, más frágil. Ya nunca sonría, su boca era una marca dura
dibujada en su cara sin ninguna función aparente.
Santos Infiernos.
Ellos no eran amigos, no del todo, siempre hubo una especia de chispa
entre ellos, pero que ninguno sabía cómo llamar.
─ ¿Eres idiota, Wilson? ─ Insistió Peter un día que Wade intentó hacer
chimichangas en la cocina e hizo un desastre. ─ ¿Cómo demonios te
metes a mi casa de todos modos? ¡He cambiado la jodida cerradura tres
veces!
Wade se había vuelto más cariñoso con él desde que había roto su
relación con Gwen hace un año atrás. Y es que el mercenario sabía que
Peter lo necesitaba.
Él solo sabía que, en el fondo, Peter era muy frágil, inseguro y acosado
por sus propios demonios. Tenía días malos, bastantes, y se encerraba en
su propia coraza donde no permitía que absolutamente nadie entrara.
Pero en los días buenos, Peter era alguien chistoso, con un sentido del
humor que rivalizaba con el suyo, alguien valiente y leal, cuya
inteligencia hacia honor a su apellido y superaba a la de Tony.
─ ¡Eres un pervertido!
Peter era adorable cuando sonreía y debería hacerlo más seguido. Pero
no, Peter lloraba, se ahogaba en secreto y se hacía daño cuando creía que
nadie le veía, tenía cicatrices oculta debajo de la ropa que el mismo
Wade trababa de ignorar.
Peter se estremeció y Wade se rió. Lo siguiente que supo fue que los
labios del menor se movían sobre los suyos, devorándole con
insistencia. Peter le tomó de la nuca con una fuerza que no anticipó y
Wade, desarmado, pensó que nunca recordaría como respirar de nuevo.
Él se entregó a ello, enseñándole a los dulces y casi inexpertos labios de
Peter a hacerlo correctamente, a hacerlo con un hombre.
Wade tomó la virginidad del culo de Peter contra el jodido muro más
cercano, las piernas del menor enredadas en su cadera, sin palabras
dulces y sin mucha preparación previa. Fue salvaje, lleno de
desesperación y pasión contenida.
Fue terrible.
Era una buena cosa que Tony estuviera muerto, porque le hubiera
matado ver a su hijo con los labios hinchados, la mirada perdida, un
chupetón del tamaño de una moneda brillando en su cuello y el semen
escurriendo por su glorioso trasero.
Wade no estuvo orgulloso de ello y mucho menos de su deseo de
corromper al chico como se le vino en gana; llevándolo a lugares donde
no debía estar, incitándolo a gastar dinero de más, hacerse un nuevo
traje y salir juntos a cazar desgraciados, escaparse de la escuela sólo
para tener sexo en su sucio apartamento, ser un chico malo por un
tiempo.
Peter necesitaba un respiro, Wade era una mala influencia pero era su
mejor distracción.
Cuando Peter cumplió dieciocho años, Wade lo llevó a las Vegas para
celebrar en grande, le regaló una identificación falsa, compró alcohol, se
emborracharon, apostaron y perdieron dinero en las mesas de juego. Al
final, Peter vomitó sobre sus zapatos y luego le pidió matrimonio, Wade
se carcajeó, se encogió de hombros y dijo; “Hombre, ¿por qué no?”
Ellos no pudieron anular todo el asunto porque Peter era una figura
pública y los medios ya estaban teniendo el momento de su vida,
documentando la vida salvaje de Peter que no hacía más que despejar las
dudas – por si alguien las tenía ─ de que él era un Stark.
Peter le amaba enserio, incluso decía frente a los medios, con una
mirada de niñita enamorada, que estaba casado pero que no revelaría la
identidad de su pareja por proteger su seguridad.
Wade sospechaba que Peter se traía algo entre manos, no era idiota. El
arácnido solía encerrarse en su taller por horas, obsesionado con su
dichoso proyecto del multi-universo, a veces desaparecía por días y
parecía más olvidadizo. Peter no hablaba nunca de Steve ni Tony, con
nadie. De hecho, a veces Wade creía que Peter tenía problemas para
recordarlos, como si nunca hubieran existido, lo único que parecía
conservar de ellos era las armaduras de Tony y el viejo reloj de Steve.
El artículo traía a relucir viejas cosas de las que ya nadie se acordaba, las
orgias en las que Tony participó, sus días de borrachera, todo el dinero
que gastó inútilmente y su participación en la creación de Ultron.
Era una carta de odio, una carta que tenía una foto real y sin censura del
cadáver de Tony en el suelo.
─ ¿Desde cuándo? ─ Preguntó una vez que Peter pareció volver en sí. Él
ni siquiera pestañó cuando vio la sangre sobre su cuerpo, como su esto
pasara con frecuencia.
─ Por supuesto que sí, Peter. ─ Siseó Wade, tomándole del brazo con
furia. ─ ¿Desde hace cuánto has estado mintiéndome? ¡¿Desde cuándo
estas matando gente por diversión?!
Wade no le creyó.
¿Cómo podría?
Él nunca lo supo.
Esa noche Wade hizo algo que no había hecho desde los tristes días en
el que su viejo tío le violaba en el armario.
Él lloró.
Por supuesto que el amor de su vida, el chico por el que daría la vida,
estaba loco. Por supuesto. Sólo así había conseguido que se fijara en él,
¿cierto?
Entonces, le contó todo. Sobre el trauma que sufrió al ver a sus padres
separándose y ser tan violentos el uno con el otro. El suicidio de Tony,
del cual realmente no recordaba y que causó los primeros síntomas de su
TID; sobre Ben principalmente, sobre su obsesión con el multi-universo.
Peter culpaba a Steve de todo, y creía que podría traer a su padre en otra
realidad alterna, una que fuera completamente parecida a esta, le traería
la paz interna que anhelaba.
Peter había estado haciendo esto desde hace unos tres años y nadie se
había dado cuenta de absolutamente nada.
“Asesinar sólo a los culpables”- Era como Dexter, pero a una escala
mucho mayor.
Mierda.
─ Suerte que no tengo que preocuparme por enredarme con alguien que
me terminará odiando, porque yo ya me odio lo suficiente. ─ Bromeó
Peter como si con ello aliviaría la tensión. Las lágrimas en sus ojos
contaban otra historia. Wade le sostuvo con fuerza, el miedo
acuchillándole las entrañas.
─ Te ayudaré.
∞∞Flashback∞∞
El silenció le respondió.
Wade abrazó más fuerte a Peter, posando un pequeño beso en sus labios.
─ Esto dándote un arma para que hagas lo que yo no pude hacer esa
noche, lo que jamás podré hacer.
Porque sí, este era del tipo de amor cursi que te hacía hacer tonterías,
que te hacía crear caos en el multi-universo, que te hacía matar a sangre
fría para protegerle, que te hacía ponerte una bala en la jodida cabeza o
eventualmente… poner una en la cabeza del otro.
Dead Memories
Chapter Summary
Disfruten.
Dead Memories
Chapter Notes
See the end of the chapter for notes
Es que no lograba entender que había hecho mal en su vida para estar
allí sentando, discutiendo esto una y otra vez con sus versiones alternas,
un tema que ya no era relevante.
Durante estos dos últimos días, ellos habían corrido miles de pruebas,
ninguna había logrado explicar que pasó exactamente, por qué Steve no
podía recordar que había sucedido en su vida durante los últimos tres
años y mucho menos durante las últimas horas en las que estuvo
desaparecido. Afortunadamente, aparte de la pérdida de memoria, Steve
se mostraba completamente sano.
Antonio aun podía recordar bien como con su perfecta y hermosa cara le
dijo que no le quería cerca. Al parecer, el asunto del beso le enfadó tanto
que en menos de unos minutos de contacto, Antonio se había convertido
en su persona menos favorita en todo el edificio. Probablemente del
multi-universo entero.
─ Tal vez podríamos seguir haciendo lo que hemos hecho hasta ahora,
contarle de a poco sobre los años que se ha perdido, sobre lo que está
sucediendo ahora mismo y esperar que sus memorias regresen por si
solas. Por ahora ha tomado con calma todo lo que le hemos dicho.
Antonio era un hombre adulto, uno que había pasado por toda clase de
mierdas. Si el cáncer no le mató, esto tampoco. Estaba seguro de que lo
superaría.
Quería llorar.
Antonio miró hacía otro para no tener que verle fijamente. No había
nada para él en los azulados ojos de Steve, ni reconocimiento, ni cariño.
Nada.
Antonio se dijo a si mismo que tenía que ser paciente y considerado con
Steve. Esto no era su culpa, sino la del malnacido de Peter. Ahora que el
soldado no recordaba nada estaba confundido, estaba-
Bueno, dos podían jugar ese juego, Antonio sabía bien como.
Quería salir corriendo, alejarse lo más que pudiera y dejar que el dolor le
consumiera en solitario.
No llegó a ninguna conclusión lógica, sólo sabía que por alguna razón
misteriosa Steve y él no estaban destinados a ser felices, no juntos.
∞∞∞∞
Así que acá estaban ellos, tratando de ignorar el dolor en sus pechos,
jugando a que eran fuertes y no extrañaban a nadie.
A su lado estaba su Tony, aún sobrio, pero con esa expresión en el rostro
que le decía a Steve que estaba en una sola pieza a duras penas. Esa
expresión desolada que no se había borrado de su rostro desde el día que
Noir Steve murió y que Steve, sin importar lo que hiciera, había podido
arreglar.
Las lágrimas no estaban ahí, pero si algo más, algo que le dejaba saber
al vaquero que, aunque Tony superaría esto, no sería el mismo de
siempre. Lo sabía porque lo mismo sucedió cuando el mecánico se dio
cuenta de que sus inventos estaban siendo utilizados para causar muertes
atroces en la guerra. La misma época en la que Tony se volvió un
alcohólico empedernido y dejó de ser el hombre que le respondía con
comentarios inteligentes, presumido y lleno de confianza, su amigo de
toda la vida; para luego convertirse en este cascarón vacío que llevaba
su rostro.
─ Él me hizo prometer que no diría nada, sólo les dije lo necesario para
acabar con él. ─ Antonio hizo caso omiso a la expresión de shock del
soldado frente a él, se levantó para buscar otra cerveza en el
refrigerador. ─ ¿Qué importa de todas maneras? Tú parecías bastante
tranquilo, sacando tus propias conclusiones apresuradas, culpando a
Tony porque siempre te es más fácil hacerlo, ¿no es así?
El Sheriff, apenado, terminó por limpiar todo por sí mismo, para luego
asegurarse de llevar a R-63 a la cama. Ella lloró un rato mientras el
rubio le masajeaba la espalda para que se quedara dormida. Para cuando
regresó a la sala para terminar de acomodar las botellas vacías, las luces
estaban apagadas. Steve se encargó de hacer la labor en silencio, perdido
en sus pensamientos y luego procedió a tomar una última cerveza en la
terraza y disfrutar de la calma que brindaba la noche.
Usado.
Eso era lo que Tony le hizo sentir, lo que estaba haciendo con él. Le
estaba usando como un pedazo de carne, como un cuerpo cualquiera
para olvidarse de Noir. Y era sencillo, puesto que aunque no fueran de la
misma contextura y altura, sus rostros eran similares.
─ Steve, yo-
─ ¿Alguna vez has pensado en cómo me siento? ¿Te has preocupado por
lo que tus acciones impulsivas me hacen? ─ Preguntó al borde de las
lágrimas. Steve odiaba llorar, la última vez que lo hizo fue cuando su
compañero Bucky murió y entendió que era un simple hombre luchando
en solitario contra la corrupción de todo un pueblo. Tony le miró
desolado. ─ Por supuesto que no lo has hecho, ¿cierto? Porque lo único
que te preocupa es por ti, por mantenerme a tu lado a como dé lugar y
usarme aunque a cambio me rompas el alma.
Al parecer los líderes del equipo decidieron que debían prepararse para
afilar sus habilidades, ahora que conocían la identidad del asesino.
Incluso el Spider-man de ese universo se había ofrecido a ayudarles en
cuanto le contactaron y comentaron sobre el asunto.
¿Qué demonios?
Antonio no pudo evitarlo, se echó a reír. Steve dirigió sus ojos azul hielo
hacía él, mirándole como si le mirara por primera vez, antes de relajarse
y reírse junto con él.
Antonio bufó.
─ ¿Pero?
El pelinegro tragó en seco, sin poder evitarlo hizo una mueca afligida.
Era doloroso escucharlo. No era como si no lo supiera ya, pero de todos
modos. Al verle, Steve puso una mano sobre su hombre de manera
amistosa, brindándole consuelo a su manera. El corazón de Antonio se
derritió por el gesto desinteresado.
Aun cuando era Steve quien estaba realmente en problemas, siempre era
Antonio el que parecía necesitar que le salvasen, y de alguna u otra
manera, era Steve quien siempre le salvaba. Recordó las palabras de
Natasha, y se llenó de culpa. Ella tenía muchísima razón.
Aun si nada llegará a pasar, no podía regresar al pasado, tenía que hacer
un esfuerzo y concentrarse en el presente.
Antonio supo, desde ese instante, que Steve sería un amigo de mierda.
∞∞∞∞
Sus compañeros estaban allí, todos con una expresión que se debatía
entre asco y curiosidad. 1872 Steve no supo si contener el aliento o
respirar aliviado cuando se dio cuenta de que la visita inesperada se
trataba de Superior Iron Man y el Capitán de Hydra. Ambos sujetos
estaban cubiertos de pies a cabeza por lo que seguramente sería sangre.
El rubio no quería saber.
─ ¿Qué hacen allí parados? Tenemos un asesino inter-dimensional a
quien cazar. ─ SIM sonrió ampliamente, señal de que su regreso
significaba problemas.
─ ¿Por qué crees que te ayudaríamos? ─ R-63 Natasha cruzó los brazos
sobre su pecho. ─ ¿Por qué crees si quiera que lo haríamos por voluntad
propia?
─ ¿Y quién sería ese? ─ Inquirió saber con voz temblorosa MCU Steve.
─ Wade Wilson.
When We Were Young
Chapter Notes
Quiero decir gracias por los que han sido pacientes y siguen acá
leyendo y apoyando la historia, ya falta muy poco para el final
(sólo 3 cap)
Already Gone
Natasha caminó varios pasos hacía el frente, en dirección hacia él. Steve
pareció palidecer por la cercanía.
─ ¿Qué es lo que quieres Natasha? ¿Por qué estas acá? ¿Por qué estoy
yo acá? ─ Steve la interrumpió con una mueca llena de confusión y
dolor.
─ Estamos acá, porque necesito saber si mi esposo sigue vivo ahí dentro
de alguna manera, porque el monstruo que me hizo esto, es
definitivamente otra persona que no conozco y no quiero conocer. ─
Respondió ella, apuntando con su dedo el horrible hematoma que aun
adornaba su cara y que seguía ardiendo como una perra. ─ Estoy aquí
porque quiero que sepas que no me he rendido contigo y no lo haré, lo
que sea que te hayan hecho lo arreglaré.
Steve echó su cabeza hacía atrás y rió amargamente. Natasha apretó los
puños. Ella nunca había escuchado esa clase de sonido burlesco saliendo
de los labios de su dulce Steve, confirmando una vez más, que él había
cambiado, de que le habían hecho cambiar.
Era un secreto que estuvo bajo llave por la simple razón de que Natasha
era una figura pública, y desde su secuestro, todos sabían sobre la
condición delicada de su corazón. Una debilidad memorable a la hora de
combatir súper villanos. Steve, sin embargo, no lo vio de ese modo y se
enojó por las mentiras contadas, a Natasha le gustaba llamarle más bien,
una leve variación de la verdad.
Tal cosa llevó a que la relación amistosa entre ambos se enfriara mucho,
durante varios meses, Steve no la miró más que con cólera y
desconfianza. No acostumbrada a tener relaciones saludables y estables
en su vida, Natasha le dejó alejarse, culpándose a sí misma de lo que sea
que se haya arruinado entre los dos. Porque si, no podía negarlo, además
del cariño fraternal, ella se había sentido atraída hacia el soldado desde
el primer momento en que lo vio. Nat tuvo su propio y secreto momento
en cámara lenta, donde la damisela de la historia se enamora inevitable y
perdidamente del príncipe con el escudo, justo en el instante en que los
ojos de Steve se enfocaron en la careta de su armadura, ella supo que le
quería.
Pero bueno, John Hughes no estaba dirigiendo esta historia, así que
Natasha no era ninguna damisela en peligro y Steve definitivamente no
era un príncipe de en sueños. Ellos no se soportaban, peleaban, se
enojaban el uno con el otro y argumentaban hasta que el resto del equipo
imploraba por una tregua.
Dios, sí.
Natasha había olvidado lo que se sentía esto. Ella nunca había sido
adicta a drogas de ningún tipo, pero siempre había pensado que besar a
Steve era lo mismo que inhalar una dosis de cocaína. Era crudo, caliente
y adictivo y ella había estado tantos meses en la maldita abstinencia. Se
perdió en el momento, en la boca ansiosa de Steve que la besaba como si
estuviera enojado, con ella o tal vez con el mismo, que importaba.
─ ¿Crees que soy un idiota? ¿Crees que con tus palabras dulces y tus
trucos me harías flaquear y rendirme ante ti? ─ Él se separó primero y
colocó su navaja en el cuello más que expuesto de la castaña. Ella no
tembló ni apartó la mirada, tratando de recuperar el aliento. Curioso, que
a pesar de la amenaza Steve seguía viéndola con ojos hambrientos. Ella
le había afectado. ─ No, Natasha. Tú no lo entiendes, el Emperador tiene
la razón, he visto el bien que puede hacer con su misión, con la que
ahora es mi misión. Somos un mal necesario, todos ustedes merecen ser
aniquilados.
Dios Bendito, Steve estaba totalmente fuera de sí, lo que sea que le
habían hecho era evidente que había trastornado sus recuerdos pero no
los había eliminado del todo como a Ult Steve, porque si fuera el caso,
entonces él no la recordaría, o su relación.
Este Steve estaba diseñado para asustarla, y lo hacía en parte, pero Nat
había tenido tiempo para pensar, para prepararse, tomar las decisiones
correctas, cambiar su estrategia de juego y ganar.
Steve, acorralado, dejó caer su arma al piso y alzó las manos en señal de
rendición. Él miró directamente a su Nat, cualquier rastro de cariño que
había estado allí unos minutos atrás, había desaparecido por completo.
∞∞∞∞
Aun cuando el cuerpo de Steve estaba tan cerca de él, aun cuando su
presencia seguía siendo tranquilizadora, de alguna manera ya no se
sentía cálida como antes.
No.
Mirarle lo hacía todo aun peor, porque Tony era plenamente consciente
ahora de cómo se sentía Steve al respecto, de cuanto le amaba, de cuan
bien funcionaban como pareja, cuan felices podrían llegar a ser. Ellos
eran perfectos juntos, Tony lo sabía bien.
Pero la perfección no mantendría este amor viviendo. No por mucho
tiempo.
La rabia y la culpa le quemaban por dentro, como que deseaba que Steve
lo superara y se enamorara de otra persona, alguien mejor que él,
alguien que no le hiciera llorar como él. Pero a la vez se sentía egoísta,
no quería que Steve olvidara sus toques, sus besos, su amor traicionero,
ni mucho menos que terminara liándose con otra persona, un extraño
que llegara a su vida y se lo arrebatara.
Pese a lo que los demás pensaban, Steve había tenido más relaciones
sentimentales que Tony, y eso lo hacía sentirse inseguro, mucho, pero
creía firmemente que nadie amaría a Steve mejor que él, nadie.
Pero... ¿Cómo se podía decir esto que sentía sin romperse en el proceso?
Tony bufó.
─ Lo recuerdo.
─ Por ti. ─ Susurró Tony, tratando de contener las lágrimas. Steve sabía
malditamente bien que causó su sobriedad.
Habían pasado muchos años, él nunca había roto la promesa que le hizo
al cadáver del rubio después de la guerra civil. Cuando Tony había
enfrentado el hecho de que Steve estaba muerto y que ahora era el
responsable de liderar a la parte ganadora, se dijo a si mismo que Steve
le hubiera prefería sobrio y se mantendría así. Él había mantenido su
palabra, aun cuando Steve no estaba allí para verle cumplir una promesa
que nunca llegó a sus oídos, aun cuando éste regresó.
─ Después de esa batalla que tuve con Red Skull, donde todo el edificio
de los Vengadores terminó reducido en cenizas, tú te negaste a
reconstruirlo porque no tenías el dinero, ¿por qué lo hiciste de todos
modos?
Tony pestañó confundido, pensando por unos minutos sobre ese hecho
en particular, es decir, nunca pensó que fuera algo especial. La mansión
y la Torre habían sido destruidas más veces de lo que podía
rememorar, demonios, más de lo que su bolsillo quisiera recordar.
─ Ese es mi punto. ─ Steve rodó los ojos con una sonrisa en los labios.
─ Todos estos años, has estado ahí para mí, haciendo hasta lo imposible
por hacerme sentir bien, por complacerme, y no es como si yo no lo he
estado para ti, me gusta decir que he sido el amigo que necesitabas en
duras ocasiones... pero tu Tony, tú hiciste algo más que brindarme tu
amistad. Yo no tenía nadie ni nada... ─ Dijo el otro hombre en un
murmuro apagado. ─ Te empeñaste en ayudarme, tú me diste un
propósito, un lugar donde pertenecer, un techo sobre mi cabeza, tú me
diste un hogar... y ahora quieres arrebatármelo.
─ Steve-
¿Era Tony así de transparente o era simplemente que Steve podía leerle
fácilmente?
Aunque que era cierto, en parte, Steve siempre le había hecho sentir
como si fuera inalcanzable, mucho mejor que todos, que él. El hombre
que podía recibir una paliza sin derramar una gota de sudor.
─ Sí, porque eso es lo que es todo esto, Tony. ─ Steve señaló su cuerpo
con las manos en movimientos casi descontrolados. ─ El Capitán
América, pero lo que hay acá dentro... ─ El rubio tomó la mano de Tony
y la colocó con rudeza sobre su firme pecho. ─ Sigue siendo el chico
escuálido de Brooklyn de que está completamente solo.
Tony abrió la boca y la cerró rápidamente como un pez fuera del agua,
aún estaba tratando de asimilar todo. Steve se rió sin ganas por su
expresión y se puso de pie.
Steve tenía razón, no había tiempo para esto, tal vez nunca lo habría.
- En mi cabeza veo a Deadpool como el del 616, así que sus ojos
son azules.
Las canciones;
Beautiful Crime
Bite
La verdad era que Tony aún no sabía qué hacer en cuanto al tema de
toda la dictadura y desgracia que impartía Parker en este universo, por lo
que podría decirse que estaba tratando de ignorar el asunto hasta aclarar
sus sentimientos y pensamientos.
Si bien, todos los que estuvieran ajenos a la relación que llevaban estos
dos podían pensar que Deadpool era un caudillo más dentro de las filas;
y aquellos, que si estaban enterados sospechaban que el mercenario era
alguien importante para el Emperador, nadie seguramente imaginaba - ni
siquiera el mismo Peter - que dentro de toda esta confusión y entre
mañas, Deadpool era en realidad el maestro titiritero.
Tony había visto a Wade sin la máscara antes, pero nunca se había
percatado realmente del color de sus ojos. Ahora, en cambio, podía
distinguir el azul en su iris a varios metros de distancia y todo por la
intensidad con la que parecía arder su mirada. Wade parecía no
importarle la falta de ropa para cubrir su cuerpo magullado o los ojos
curiosos sobre él. Estaba ido, callado e inmóvil y no ponía ninguna clase
de resistencia a las caricias de Parker sobre su piel, pero su expresión
hablaba de la agonía que yacía envuelta en el silencio.
¿Qué?
∞∞∞∞
~ La noche anterior.
─ Eres increíblemente ingenuo sobre ciertas cosas, Wade, pero creo que
has entendido bien que Peter es un cobarde de mierda que no quiere
hablar contigo. ─ El desgraciado entró con calma a su habitación,
quitándose la ropa bañada en sangre para luego arrojarla en el piso.
Wade le siguió de cerca, obligándole a darse la vuelta.
Wade necesitaba que Peter le hablara, que le dijera algo, lo que sea.
Todo dolería menos que este silencio.
Wade sabía que Parker era codicioso por poder. El mismo había le había
ayudado a apoderase de dicha autoridad. Pero siempre había creído que
existía una línea invisible que nadie estaba dispuesto a atravesar, ni
siquiera dentro de la locura en la que podías estar sumergido. Por lo que,
ni en un millón de años se imaginó que Peter permitiría a su alter-ego
lastimar a otros Peters. Y era justamente eso lo que acababan de hacer;
asesinar al Spider-man cósmico para apoderase de su poder en “aras de
un bien mayor”, como explicó Parker cínicamente cuando rompió el
cuello de su otro yo y absorbía un poder que no le pertenecía, que no le
fue concedido y del cual no era digno. Mientras que Deadpool se
quedaba allí parado como un idiota, siendo fulminado con la mirada por
una versión femenina suya que se aferraba con fuerza al cuerpo sin vida
del Peter asesinado.
Wade sabía que su relación con Peter no era algo que se repetía con
frecuencia en el multi-universo. Es más, a veces pensaba que en aquellos
pocos donde sucedía se debía a un error en la matriz o alguna mierda
complicada de esas.
Wade quería gritar para despertar de una maldita vez, pero sabía que
sólo el eco del vacío le respondería.
Entonces lo supo. Nunca esperó obtener una respuesta. Es decir, si, sabía
que había una gran razón por la cual Peter estaba evitándolo, pero
sospechaba que saber la verdad le lastimaría y Dios sabía que su corazón
no podría aguantar más decepciones.
Y era por esa maldita razón por la cual Wade detestaba a Parker. Porque
al final del día, ambos eran la misma basura y Wade no quería
restregarse en más mugre estando tan jodidamente sucio. Wade quería a
Peter, aferrarse a la poca luz que le brindaba a su vida. Si se entregaba a
Parker, dicha luz se convertiría en la oscuridad.
Así que, ¿cómo se atrevía Peter a resignarse y decirle esto como si fuera
la única solución? ¿Cómo se atrevía a jugar con su vida de esta manera?
Como si Wade fuera un trofeo, una cosa que ya no merecía poseer y que
podía pasar al siguiente en la fila porque sí.
A estas alturas, él más que nadie debería entender que no era el caso. La
incapacidad de Wade para ponerle un alto, fue lo que los llevó a estar
allí de pie teniendo esta maldita conversación después de todo.
─ Wa-
∞∞∞∞
Desde que Tony le dejó, desde que Tony se marchó. Steve se había
cuestionado absolutamente todo lo que sabía de sus amigos y sobre sí
mismo. Pero al final de la noche, y aun cuando sabía que estaba siendo
un idiota, se había acurrucado en su cama, dejando la luz encendida con
la esperanza de que Tony regresara.
¿Importaba?
Por supuesto que todo el asunto abrió más interrogantes. Sin embargo, lo
primero que pensó era que el futuro no le había tenido nada bueno
reservado para él y Tony después de todo. Se imaginó que la madre del
chico podía ser una mujer que Tony aún no conocía, pero que sería lo
suficientemente importante para que el castaño se olvidara de él y del
gran amor que decía sentir. Aunque luego vino a su mente otro escenario
más esperanzador, donde en realidad el chico también era suyo.
Steve se sentía vacío, solo y no sabía qué hacer, así que hizo lo que los
demás esperaban que hiciera; dejó de importarle también. El rubio dejó
de preguntar, dejó de pensar e interesarse por lo que pasaba a su
alrededor.
Tan perdido y fuera de sí estaba, que pasó varios minutos antes de darse
cuenta de que otra persona yacía en la habitación con él.
Todos esperarían gran cosa del Capitán América, pero lo cierto es que
Steve no fue la excepción. Steve se llenó de miedo y se congeló.
Steve sabía bien que debía combatir con Wade o llamar a los demás,
aprovechar que la pieza clave de su plan estaba literalmente frente a sus
narices, haciéndolo todo un infierno más fácil para ellos. Pero Wade se
veía cansado, triste, tan… humano y Steve no pudo evitar sentir un
poquito de empatía. Decidió, entonces, sentarse en la cama con cautela y
permitir que el mercenario dijera lo que sea que tenía que decir. Suponía
que debía ser sumamente importante, un mensaje que sólo le
involucraba a él. No por nada Wade se arriesgaría a estar allí.
─ Creo además que al igual que Tony necesitas saber la historia, tú lado
de ella. ─ El soldado no tuvo tiempo para la confusión, porque Wade le
obligó a colocar su mano sobre el aparato y presionó un botón que le
hizo sentir como si su cuerpo se desplazará a otro lugar sin ni siquiera
moverse.
Steve jadeó.
¡Dios mío!
Aún seguía temblando. Las imágenes que ahora tenía en su cabeza, los
sentimientos que se alojaban debajo de su pecho, le hicieron ver y
entender todo con claridad.
Steve lo sabía ahora, la historia completa. Sobre Tony y él, sobre Peter,
sobre la clase de hombre que en la que se hubiera convertido si 616
Steve, Tony y Nat no hubieran intervenido; la separación de Tony y la
manera en la que se arruinaría su familia; el secreto que desconocía que
guardaba; La manera en la que lastimaría a Tony, rompiéndoles a ambos
para siempre; la guerra civil que aún no había batallado pero que ya
estaba condenado a perder.
El arrepentimiento le golpeó como una pared de ladrillos.
Lo sentía por todo. Por no haber prestado atención, por no haber estado
allí, por lo tonto que fue, por haberle alejado, por joderla antes de
siquiera tener conocimiento de que podía arruinar esto, pero sobre todo
por haberle dejado ir.
Dicho eso, Wade se puso de pie y se marchó por donde sea que vino.
Steve ni siquiera pudo preguntar cómo demonios era que Wade sabía la
localización de La Resistencia o que habría una batalla pronto.
∞∞∞∞
─ Estoy cansado de sentir y de luchar contra esto, así que ¡vamos, ven
por mí! ─ Wade se deshizo de sus pantalones y camiseta. Parker abrió la
boca sorprendido. ─ Adelante, seré lo que sea que quieres que sea.
Quién lo diría.
Joder.
Eran los mismos labios a los que ya estaba acostumbrado pero que no
tenían ni una pizca de reparo en succionar todos los secretos malos de su
lengua. Se sintió sucio y excitado, como si estuviera bailando en un
sartén caliente junto al diablo. Parker le escaló como a un árbol,
enredando sus firmes muslos en su cadera, con sus manos le acercaba
más a su cuerpo con desesperación.
Fue vagamente consciente de la mano que hurgaba en su entrepierna,
acariciándole su polla, que claramente no daba una mierda por el TID y
no veía ningún problema en mostrarse interesada por alguien que no era
Peter pero que se veía totalmente como él.
─ Deja que te folle. ─ Pidió Parker casi rogando. Wade levantó una ceja.
─ Sé que no te gusta mucho por tus traumas y eso, pero seré bueno, lo
prometo.
─ No, Wade. ─ Negó con la cabeza, posando sus labios sobre los suyos
─ Esta oscuridad siempre fue la luz.
Parker empezó a repartir besos por su pecho lleno de cicatrices, sin darse
cuenta en la manera en la que su amor le estaba haciendo perder el
control y sofocándole.
Porque al final del día ambos estaban solos, escondidos en las sombras,
quemándose en el fuego. Porque Wade no podía dejarle, aun cuando le
detestaba, aun cuando le había atrapado y convertido en esto. No podía.
─ No tienes por qué estar tan nervioso, Tony. Regresaré en una sola
pieza, lo prometo. ─ Le aseguró el soldado adolescente por lo que sería
la treceava vez, mientras se colocaba su traje de Capitán América. Steve
le brindo una sonrisa suave, como si eso fuera suficiente para aplacar
alguna de sus ansias.
Ninguno ignoraba los gritos que provocaban las pesadillas renuentes que
tenía con el cuerpo pálido y sin vida de Stephanie. No podía sacar de su
cabeza ningún detalle, aún podía recordar claramente su expresión de
resignación y de dolor, la sensación de la sangre pegajosa que de alguna
manera se quedó marcada en fuego lento debajo de su piel, el llanto y
los gritos desgarradores de R-63 Natasha aún retumbaban en sus oídos.
A todos les pareció buena idea, ya que ahora que el sujeto tenía un
reactor arc que podía alimentar una armadura por sí mismo, y así,
aumentar sus posibilidades en combate. Antonio había estado
entrenando con ella, pero AvAc sabía que su versión paranormal
prefería confiar más en sus habilidades sobre-humanas que en la
armadura y que no dudaría de deshacerse de ella en cuanto pudiera.
Antonio rodó los ojos por el gesto. 666 Steve, en cambio, dejó escapar
una risita lobuna.
Tony asentó con la cabeza y con una gran fuerza de voluntad retuvo las
lágrimas. Estaba asustado y no entendía realmente porque estaba
pasando todo esto, porque todo había llegado a este punto. Nadie les
había explicado mucho de la situación, pero por primera vez en su vida
decidió que los adultos tomaran la batuta. Ellos sabían mejor lo que
hacían, confiaba en que 616 Steve, Tony y Natasha los estaban liderando
a una victoria y no a su tumba. Tenía que hacerlo porque si no, lo poco
que quedaba de su valentía se quebraría y jamás dejaría que Steve saliera
por esa puerta.
∞∞
AvAc Steve sintió el aire frio chocar contra su piel desprotegida y trató
en vano de no temblar. Su corazón martillaba con fuerza dentro de su
pecho, pero gracias al cielo la baja temperatura no le permití sudar y
hacer más evidente su miedo.
Sólo ellos tres, pues esta era una misión que debía realizarse rápido y
con la mayor sigiles posible.
Les habían escogido porque los 666 tenían la enorme de ventaja de ser
inmune a la cualquier tipo de magia o fuerza sobrenatural que no
provenía directamente de su mundo, los cual los convertía en las armas
perfectas para derribar la barrera de energía que Wanda Maximoff – una
aliada más del Emperador ─ había colocado desde que la Resistencia se
volvió una oposición poderosa y digna de temer.
Así que el hecho de que su versión 666 y Antonio estuvieran dentro del
grupo de sobrevivientes fue casi milagroso. Ellos eran fuertes,
probablemente los más poderosos del grupo – físicamente hablando ─
pero no eran inmunes a todo tipo de peligros.
Y era por esa razón que Steve estaba allí, era por ello que 616 Steve le
permitió participar. Él no fallaría, no cuando le habían encomendado tan
importante misión; proteger a los 666, mantenerlos con vida o al menos
el suficiente tiempo para eliminar a Wanda y la condenada barrera.
Del éxito de esta tarea, dependía todo lo demás y como Steve lo había
prometido, él se encargaría de llevar a Tony a casa sin importar qué.
Prontamente, llegó 666 Steve, corriendo entre los arbustos. El gran lobo
le hizo un asentamiento de cabeza y AvAc hizo una seña con los dedos
en dirección al pelinegro para indicarle que podía comenzar.
Mierda.
∞∞
Tony, sin embargo, no se dio por vencido, casi trotando para perseguirle.
Steve resopló.
─ ¡Tony! ¿Qué carajos? ─ Dijo sin aliento antes de taclear a uno de los
molestos secuaces de Peter. ─ ¡Deberías estar con Superior y Hydra!
¡Estas rompiendo la formación, estas poniendo en riesgo la misión! ─
Bramó totalmente furioso.
Iron Man empezó a disparar, gritando por encima del ruido para hacerse
oír.
Tony hizo una pausa, para cambiar la forma de la armadura por una más
grande, liberando pequeños cohetes que hicieron volar por varios metros
a los soldados enemigos. Steve observó a lo lejos a Ult Steve
acercándose junto a T'challa y a Sue Storm protegiéndolos con su campo
de fuerza. No había ni un rastro de Ult Antonio por los aires, pero Steve
sospechaba que él ya les había tomado la ventaja y se había adelantado
para encontrarse con la siguiente línea de batalla; 1872 Steve y Tony,
Red She-hulk, Namor, Scott Lang y Hope Van Dyne.
Amar a Tony era intenso en todos los sentidos, como tener una incesante
presión para saltar hacía el vacío. Steve sabía que no todos podrían vivir
con una sensación tan espeluznante como esa.
─ Sí, lo sé, soy el idiota que se le olvidó por un segundo que te amaba y
te lastimó, pero también soy el idiota que hará todo lo necesario para
compensártelo por el resto de tu vida. Claro, si me lo permites.
Tony sostuvo sus manos enguantadas con los guanteletes. Un frio que
no tenía nada que ver con el clima le recorrió la nuca. Se dio cuenta
inútilmente que no estaba preparado para esto.
Steve no había estado listo para que Tony dijera que le amaba, porque
sus dudas le habían hecho flaquear y esperar inconscientemente por el
rechazo.
─ Pensé que habías dicho que no te sentías atraído hacia los hombres.
─ No lo hago, pero con una confesión como esas, joder, como que quise
ponerme de rodillas y chuparle la polla para sacarle de su miseria. ─ La
cruda honestidad provocó que la cara de su otra versión se pusiera
adorablemente roja. Él podría acostumbrarse a este Ultimate tímido. ─
¿Y por qué demonios decir eso se sintió tan natural?
Tal vez esto no terminaría en una tragedia, tal vez si había un final
felices para ellos después de todo.
∞∞
Nat no era ingenua y sabía que, una vez pusieran un pie dentro de esas
puertas, cada integrante en su equipo de mierda se dividiría y tomaría su
propio camino. Cada uno tenía sus propios motivos ocultos para estar
tan cerca de la línea de fuego, pero ella no vio la razón de reventar la
ilusión de la perfecta formación de 616 Steve.
Joder.
Nat extendió sus brazos hacia el frente y desplegó varios microchips que
salieron de su armadura y se pegaron en los cuerpos de sus enemigos,
electrocutándolos y dejándoles inconscientes enseguida. Tenía que salir
de allí inmediatamente y detener al rubio.
Perfecto.
∞∞
¡Por fin!
Aún nada.
Steve cerró los ojos y trató de que sus pulmones se llenaran del aire que,
al igual que en el caso de Tony, parecía negarse a entrar. Estaba a punto
de tener un ataque de pánico, estaba totalmente petrificado.
El Sheriff sabía que era un idiota, aún durante el amargo final, lo era.
Pero lo único que atinó a hacer fue acercar sus labios a la boca ajena,
besándole con demanda, y con posesividad, como un hombre sediento
que acaba de encontrar el santo grial. En sus adentros, sabía que este fue
el peor movimiento que pudo haber hecho, especialmente cuando tan
sólo unas noches atrás le gritó a Tony porque no le quería cerca nunca
más.
Steve había tenido una semana infernal, así que demándenlo si es que no
tenía derecho a tomar decisiones estúpidas en momentos de tensión.
Namor se aclaró la garganta, y esa fue toda la señal que Steve necesitó
para tomar su arma, retirarse y abrir fuego contra los enemigos que aún
seguían de pie.
∞∞
"La única manera en la que tu esposo salga con vida de esta, 3490, es si
estoy muerto antes de llegar a él."
Fue la clara amenaza del soldado el día anterior cuando se les informó a
todos de la formación de los escuadrones de ataque. Así que cuando el
rubio se separó de ellos, claramente encontrando a su objetivo, esto se
convirtió rápidamente en un serio juego donde eras la presa o el
depredador.
No sólo un imperio estaba cayendo hoy, la redención de su alma se
estaba desvaneciendo con cada paso dado. Porque AA-Steve no se
detendría, no se rendiría, si es que el espantoso y ya familiar sonido de
los golpes rompiendo huesos y chocando contra carne fresca era el
indicio de algo.
─ Sabía que tendría que enfrentarme a ti, pero por un segundo creí que
no llegarías a tiempo. ─ Dijo el sujeto, limpiándose los nudillos
ensangrentados para luego tomar su escudo.
Ellos no habían sido bienvenidos acá, pero no tuvieron más opción que
quedarse, que adaptarse, encontrar fuerzas en la más pequeña esperanza.
Steve la había encontrado en la posibilidad de obtener venganza.
Pero prefería morir a tener que ver como su Steve era condenado por
algo que escapó de su control.
Sí, Natasha había sido parte culpable de esta serie de eventos, al ser
parte del problema y no de la solución inmediata. Ella nunca había
permitido que la fea culpa y el odio se arrastrara por su ser, porque no
haría nada más que refrenarla, que entorpecerla en lo que era su misión.
Intentó disparar su repulsor, pero Steve fue rápido y le tomó del brazo,
apretándolo con la suficiente fuerza para romperlo y lastimarle la
muñeca. Natasha gritó de dolor, pero no se rindió, pegándole a Steve en
la cara con la parte frontal del casco, el cual se dobló con facilidad, pero
fue lo suficiente para arrancarle un gruñido a su contrincante.
El golpe le hizo marearse y casi ver estrellas detrás de sus ojos, pero fue
lo suficientemente ágil para deshacerse del casco que, evidentemente, no
servía más. Se vio, entonces, frente a frente con las orbes azuladas de
AA-Steve.
Tuvo que apartar la mirada, porque no podía permitirse pensar que esto
que estaba haciendo estaba mal. Tenía que terminar, ponerle un punto
final, era la única manera.
Disfruten.
Todo pasó tan rápido que Tony ni siquiera recordaba con exactitud
cómo había llegado al salón principal. Él estaba con Peter en el
laboratorio y lo siguiente que supo fue que 3490 Steve los había
obligado a ambos a resguardarse allí, prometiendo que controlaría la
situación y que enviaría a Deadpool lo más pronto posible.
Tony había estado aislado desde hace tantos días que verles le produjo la
extraña sensación de haber estado atrapado en un sueño del que apenas
era consciente. Un sueño que ahora se estaba tornando en una pesadilla.
─ Nos place saber que aún al borde de la muerte conservas tu sentido del
humor, Deadpool. ─ Aclaró SIM con la postura altanera de siempre. El
sujeto estaba disfrutando claramente de esto.
─ Lamento que llegaran tan lejos sólo para encontrarse con el fracaso. ─
La voz de Parker sonó gruesa y confiada. Su padre no necesitaba mirarlo
para saber que estaba sonriendo. ─ Wade no puede morir.
─ ¿De verdad?
SIM, dispuesto a probar su punto chasqueó los dedos y -991 Steve rajó
la cara de Wade por encima de su ojo y éste, con un gritó alarmante,
empezó a sangrar. La herida no cerró ni sanó, siguió goteando el líquido
rojizo y espeso.
─ No te preocupes, Baby Boy, mi vida nunca fue mía para empezar, así
que no me importaría perderla para salvarte porque no la necesito. ─
Aclaró Wade con un tono serio y honesto, antes de que el pelinegro del
-991, con una carcajada, le diera un golpe por detrás y lo hiciera caer de
frente. La sangre de la cara lacerada de Wade salpicó y dejó una mancha
que corrió como un riachuelo sobre la lustrosa baldosa.
Tony se mordió con fuerza los labios para evitar gritar, patalear como un
adolescente. Sabía que su otra versión estaba haciendo esto para
debilitar al Emperador, para obtener una reacción. Pero era evidente que
Superior no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, esto sacudiría a
Peter de la manera errónea.
La clase de amor entre estos dos no era aquel que acabaría con la
muerte, porque Wade era el un loco bastardo que miraría al diablo a los
ojos con orgullo porque se había sacrificado por Peter. Y Peter era la
clase de chico obsesivo que destruiría el infierno y a quien sea que le
separara de lo que creía estaba en su derecho de reclamar como suyo.
Pero Wade no era una posesión, él era más bien su ancla, lo que lo
mantenía de alguna manera conectado con la realidad.
¡Maldita sea!
Cuando Tony logró volver en sí, pudo entender mejor lo que el castaño
estaba diciendo.
─ ¡Wade era mío! ─ Aulló Peter con lágrimas que parecían ser más de
rabia que de tristeza, arrodillado en el piso como el más grande de los
mártires. ─ Él era hermoso, desafiando a la muerte cada vez, lo único
que no podía destruir... Él siempre volvía a mí, Wade siempre volvía.
∞∞
Tomó una de las flechas del arquero y la llevó hasta el patio trasero,
atravesando los pasillos vacíos donde ahora solo reinaba el silencio. Esto
no había terminado, pero la situación estaba lo suficientemente
controlada como para no andarse con tantas prisas.
Porque ya no había nada para ella en este mundo, pero quería que
Natasha tuviera una razón para vivir, para seguir luchando por quienes
la necesitaban.
Nat le acarició el cabello disparejo, para luego pasar la cadena entre sus
dedos por encima de la cabeza de la otra chica, el último recuerdo físico
que poseía de su amada. Besó su frente y limpió sus lágrimas.
Limpió sus rodillas sucias y contuvo sus propias ganas de llorar. Llamó
su armadura.
El chico tenía, claramente, como defenderse, pero sea como sea, Tony
no permitiría que estos dos se salieran con la suya. La rabia le consumía
por dentro, estaba malditamente seguro que Hydra y SIM querían
deshacerse de Peter no por ayudar al multi-universo, sino más bien
porque representaba un estorbo para sus propios planes malévolos. Ellos
le despedazarían - como bien lo dijo Wade - no mostrarían piedad y le
usarían como un trofeo.
Su Steve.
Tony no quiso tragarse tal falsedad con leve sabor a verdad, estaba harto
de que Steve le hiciera creer en todo lo que salía de su boca.
Tony sabía que Peter había sido entrenado por los mejores, pero verlo en
acción era algo totalmente distinto. Su agilidad y flexibilidad a la hora
de realizar movimientos que romperían cualquier cuerpo normal, era
digno de apreciar. Con razón el chico había matado a tantos, era un arma
viviente.
-991 Steve fue a dar al suelo, su cuerpo moviéndose con pequeños tics
nerviosos, sus ojos reflejaban agonía, y el mismo Tony deseó
internamente que Peter le matase ya y parará su sufrimiento.
El Emperador dijo algo que nadie entendió, pero el triunfo en sus orbes
cafés era claro como el agua.
─ ¡Peter, es suficiente! ─ Gritó Steve con coraje. Él soldado se había
movido de su lado y ahora estaba tomando al más joven del brazo. Tony
tenía que admirar su valentía. ─ Dije, que te detengas. ─ Repitió con su
tono de Capitán América.
La misma energía electrizante que emanó del cuerpo del arácnido, les
rodeó, sus ojos se tornaron negros por completo, las cosas se sacudían,
las paredes crujían. Tony temió genuinamente por su vida, se quedó con
las palabras atoradas en la boca, su respiración se volvió áspera, le era
tan difícil pensar. Agachó la mirada y se preparó para lo peor.
El rugir de la batalla en el pasillo le hizo levantar la cabeza.
Sus sospechas eran ciertas, todos estaban aquí, esto no era un ataque al
azar, esto fue premeditado. Sus amigos habían planeado esto, lo había
pensado con detenimiento, enviando primero a las dos personas que no
temían ensuciarse las manos y hacer el trabajo sucio. La expresión de
desconcierto de 616 Steve al ver a Peter aún de pie, le dejó en claro a
Tony que éste quería eliminar el problema de raíz, pero no hacerlo por
su propio puño.
Natasha abría la boca como un pez fuera del agua que luchaba por
aferrarse a la vida y respirar. La sangre se resbalaba por las manos del
soldado que, inútilmente, trataba de hacer presión en la herida y salvarla.
Porque Peter era imparable ahora, porque no tenía nada que perder y
mucho que ganar. Había perdido su conexión y empatía con el mundo.
Su corazón estaba oscuro, podrido y no le importaba.
"─ Esto dándote un arma para que hagas lo que yo no pude hacer esa
noche, lo que jamás podré hacer. Quiero que lo mates."
∞∞
Este nuevo escenario era lo que parecía ser una pradera sin mucho
césped. Había mucho silencio, ni nubes o estrellas y ningún signo de
vida aparte de ellos. Tony observó de apoco como el dolor escaló hasta
los huesos de Peter, dejándole tan exhausto que sólo pudo quedarse allí,
haciendo nada más que existir.
Él lo permitió.
Tony miró el cielo oscuro, pensando cómo decir lo que tenía que decir
sin sonar cruel. No quería hacer esto más doloroso de lo que ya era.
Tony pidió perdón más por formalidad que por creer verdaderamente
que lo merecía. Peter jadeó, se quedó recostado boca arriba. El aire a su
alrededor parecía aprisionarle, como una jaula.
Tony se atrevió a acercarse y entrelazar las manos con las manos frías de
Peter.
Tony no lo entendía.
Tony sólo quería que todo parara, que dejara de doler tanto como lo
hacía. Por qué no podía tener un respiro, un rayo de luz en la oscuridad.
Estaba cansado, sus heridas nunca sanaban porque no le daban tiempo
para poder lamerlas en privado y curarlas.
Con cada respiración dolosamente trabajada de Peter, una parte del alma
de Tony se esfumaba. Se preguntó internamente si quedaría rastros del
hombre que solía ser antes de todo eso y no simple pedazos que nadie
podría ya unir.
─ ¿Cómo?
Peter les sonrió levemente, tomó lo que pareció ser su último halito de
aire, su rostro carecía de color, el veneno corriendo por su sistema
sanguíneo, matándole de a poco, destruyéndolo por dentro.
─ Lo siento, Steve. ─ Tony se ahogó, la vergüenza le impidió mirarles.
Se sentía derrotado, inútil. ─ No pude salvar a nuestro muchacho.
∞∞
~ Tierra 2031
Pocos habían perecido pero había muchos heridos. 666 Steve, era una de
ellos. Su vientre sangraba profundamente y Antonio, angustiado, trataba
de sacarle la bala de plata con sus propios dedos. Superior Iron Man, en
un estado deplorable, tuvo que arrastrar el cuerpo de Hydra, que a duras
penas y respiraba. El mecánico del viejo oeste había muerto por unos
minutos y lucía como la mierda; el Sheriff a su lado tenía varios
moretones, se había roto una costilla y tenía un ojo hinchado. Y
Natasha, con la muñeca torcida en un ángulo que parecía bastante
doloroso, temblaba y se veía como si estuviera a punto de caer con el
próximo soplo de viento que corriera en su contra; su Steve, quien sufrió
una contusión grave en la cabeza, no estaba mucho mejor, Tony ni
siquiera podía reconocer su rostro.
Al menos los Ultimates parecían estar intactos, uno recostado al lado del
otro, mientras veían con una sonrisa en los labios como AvAc Steve
corría a reunirse con su Tony en un cálido abrazo.
¿Qué clase de paz era esta? Sí AA-Steve y R-63 Natasha habían muerto.
Todo por su incompetencia. MCU Steve y Tony desaparecieron frente a
sus ojos, llevándose a Peter lejos sin que ellos pudieran hacer nada.
Saturn
La cruel indiferencia que sentía pudo haber sido el motivo por el que lo
notó, o al menos ese era la explicación que le gustaba dar al extraño
hecho de que sus ojos siempre parecían encontrar al Tony de su universo
sin importar qué. El caso fue que, pronto distinguió al sujeto en cuestión
caminando entre las tumbas, siendo lo más discreto posible para que
nadie notara su ausencia, y él, como siempre desde que le había
conocido – por segunda vez ─ no pudo evitar que sus pies empezaran a
moverse para seguirle a cualquiera que fuese su destino.
Oh.
Steve se posó al lado de él, ignorando las ansias que siempre tenía para
consolar al otro hombre. No había mucho que pudiera hacer por él, lo
que sea que había sentido su antiguo ser por Stark ya no estaba allí, es
decir, él y apenas le conocía, le agradaba sí, pero era distinto hablar de
amor o atracción. Así que Steve no podía mentirle o llenarle de palabras
reconfortantes que no tendrían ningún significado real.
Él no estaba seguro que iba a pasar cuando salieran de la tierra 616, pero
pensó que Antonio tenía un plan y le acompañaría a donde sea que
decidieran ir, ellos eran los únicos sobrevivientes del Ultimate, ¿no se
suponía que debían permanecer juntos?
Estaba perplejo.
Fue esta vez el turno del soldado de desviar la mirada, le aterraba ver la
intensidad que yacía en las profundidades de los orbes azuladas de
Tony, la manera tan cariñosa que siempre le miraba, como si él fuera
una pieza de arte, un tesoro. Le asustaba como el demonio saber que
tenía ese poder sobre alguien más, la capacidad de herir a esta persona
con cualquier palabra que saliera de su boca.
─ ¡¿Crees que es fácil para mi hacer esto?! ¿Crees que fue una decisión
que tomé apresuradamente pensando en mis deseos egoístas? ─ Antonio
apretó la quijada. ─ Estoy haciendo esto porque he aprendido bien que
no importa lo que haga, tú eres como un rio, Steve, siempre en marcha.
─ Una solitaria lágrima cayó por la mejilla de Tony. Steve tuvo la
extraña sensación de que sabía que Tony no era un hombre que llorara a
menudo. ─ Necesitas huir primero, alejarte de mí, hacer tu propio
camino, convertirte en quien sea que quieras ser. Si me quedo contigo
creerás que me debes algo, creerás que debes estar conmigo y no quiero
eso. Este no eres tú, Steve. Estoy dispuesto a tomar el riesgo de perderte
para que puedas darte cuenta de esto por ti mismo.
Él había tratado de evitar ver los retratos, los pocos que había de él y
Tony en solitario. La manera en la que se miraban, la manera en la que
se sonreían con complicidad, con afecto y un montón de mierdas que
Steve estaba seguro querría tener alguna vez en su vida. Su antiguo yo
había sido la mano que sostuvo a Tony por mucho tiempo, pero ese
Steve había desaparecido, no hubo un funeral, un cuerpo que
desapareció debajo de la tierra, pero que de igual manera se había ido
con los demás.
El otro hombre pareció leer sus pensamientos porque pronto acalló sus
miedos;
Y así fue como le vio partir, dejándole solo y con la sensación de que
pasaría un largo tiempo sin verle, acallando la parte irracional de su
cerebro que le decía que le persiguiera, que no conocía una vida sin este
hombre inteligente y egocéntrico.
∞∞
~ Tierra 616
Así que se limitaron a hacer sus pequeños rituales, arrojar las cenizas
simbólicas de Noir Steve en el mar para pudiera realizar su sueño de
viajar por doquier y ser un aventurero; El Sheriff y Natasha se quedaron
con los anillos de Stephanie y Nat, prometieron atesorarlos para
siempre; hicieron una fiesta en honor al Comandante y al Director, pues
ellos así lo hubieran querido; vieron, con gruesas lágrimas que no
pararon en toda la noche, los videos de la hermosa boda de AA-Steve y
Tony; visitaron la Tierra 42 para asegurarse de que la paz soñada entre
el Presidente Stark y el General Rogers, persistiera en su ausencia.
Al igual que 3490 Steve, ellos le devolvieron los recuerdos a Noir Tony,
no de todo lo ocurrido, pues Noir Steve se había sacrificado para que los
horrores de la batalla no le acosaran por las noches, el dolor, el
arrepentimiento que ahora danzaba en lo profundo de los ojos de los que
lamentablemente no podían olvidar.
Una escultura no contaría sobre los horrores, las carcajadas, todos los
lazos que se formaron y que se llevaron con ellos.
Era solo un objeto, una imagen basada en los recuerdos. Pero era lo
único que tenían, lo único que les quedó. Lo demás eran memorias que
se encargarían de atesorar en sus corazones, de no olvidar. Se
asegurarían de contarles también a los que vinieran después de ellos, le
hablarían sobre estos valientes hombres y mujeres que dieron todo para
salvar la vida de unos extraños que se convirtieron en una familia por
accidente.
Así que 616 Tony lo tomó como una aprobación de parte de todos.
Fue por eso que no pudieron ser hipócritas y asistir al funeral del chico -
que sus versiones del MCU realizarían en privado en su propia tierra -
más sin embargo, sí estuvieron allí para despedirles. Todos en línea, en
una especie de calle de honor mientras MCU Tony vestido
completamente de negro y lentes oscuros, transportaba la capsula
flotante en la que yacía el cuerpo de su hijo. MCU Steve, quien no había
dicho una sola palabra desde que todo había sucedido, tenían un traje
similar con chaqueta y corbata, pero dejó al descubierto sus ojos
enrojecidos y cansados.
MCU Tony les miró una última vez, hizo un gesto que seguramente tuvo
la intensión de ser una sonrisa pero que resultó más bien en una mueca,
y atravesó el portal con el mismo voto de silencio. MCU Steve, por otra
parte, fue un poco más abierto y se permitió darle un abrazo a Natasha y
un beso a los bebés en sus brazos, para luego darse la vuelta y seguir a
su Tony.
Fue raro ver a Ult Steve parado allí sin Antonio, listo para irse en
solitario. Ellos habían sido tan unidos que verle el uno sin el otro era
casi como ver dos siameses recién separados.
Ult Steve no podía recordar esa cercanía, pero por la cara que tenía
parecía que al menos se sentía fuera de lugar e incapaz de marcharse por
sí mismo. 616 Steve le salvó de su miseria al abrazarle fieramente,
levantándolo en sus brazos para luego plantarle un gran beso en los
labios, alegando que él había sido su primer beso con un hombre y que
era justo que él también fuera el primero que recordaría de ahora en
adelante. Eso bastó para que Ult se carcajeara y abandonara esa fachada
de inseguridad que realmente no le quedaba. Él se marchó levantando el
dedo medio a todos.
Ellos dos estaban locos y sinceramente Tony sabía que todos dormirían
más tranquilos en las noches sabiendo que su versión súper villana
estaba en un lugar del que no podía escapar y hacerle daño a alguien
más. -991 Steve se despidió de ellos sin mucho sentimentalismo y jamás
dijo a donde se dirigía.
Todo había empezado allí para ellos, era lógico que también finalizara
allí.
─ Prometí que no lloraría y heme acá llorando. ─ Dijo entre hipos 616
Steve, mientras abrazaba a Nat, de tal forma, que provocó que 3490
Steve hiciera una expresión de dudas que luego evolucionó a celos.
Natasha le dio un pequeño codazo en las costillas y rodó los ojos con esa
fachada exasperada, que en realidad significaba que estaba riéndose de
la broma también.
─ ¿Crees que ellos estarán bien, Tony? ─ Le preguntó esa noche Steve
con voz insegura, ambos estaban recostados en la cama, acurrucándose
contra el otro cuando fue evidente que el sueño no llegaría pronto.
Porque empezó con dos hombres, uno era vida y el otro era muerte. Pero
ambos se necesitaban, ninguno podía vivir sin el otro y nunca lo harían.
~ Epilogo.
I’ll Keep Coming.
Natasha Stark.
Una versión alterna del universo 3490, más mayor, de cabello corto y
una mirada fría como el hielo.
Sería una jodida pérdida de tiempo si hubiera hecho todo lo que hizo por
nada. Es decir, hasta había tenido que morir, maldita sea y si le daban
más malas noticias sería demasiado pronto. Otro asesino aparecería y
entonces, todo iniciará de nuevo en otra línea temporal, creando un
círculo vicioso de nunca acabar.
─ Tengo que decir que todo fue mucho mejor de lo que anticipé, la
participación del Capitán Hydra y Superior Iron Man fue bastante
inesperada, por suerte su versión del Extremis era bastante prehistórica y
pude revertirla antes de que tu factor curativo muriera de verdad. ─ La
mujer parecía bastante impresionada, y Wade sabía personalmente que
ella era de pocas emociones. ─ Ellos siempre terminaban muertos antes
de que pudieran siquiera ser reclutados, pero esta vez fueron traídos
directamente por 3490, todo desencadenado por la incursión a TRN562.
Fue una suerte que siempre pude averiar los mecanismos inter-
dimensionales de R-63 Stephanie Rogers, su mal sentido de orientación
ciertamente fue de ayuda.
Era ella quien había estado detrás de todo el misterio, viajado a través
del multi-universo para detener la anomalía que había creado el Peter de
su línea temporal, y quién fue en realidad quien inició esto. Ella fue la
primera Natasha involucrada, quien a diferencia de su contraparte del
3490 acabó perdiéndolo todo, su hogar, sus compañeros, su esposo.
Desde entonces, y con la única motivación de acabar con Peter, esta Iron
Woman no se había detenido hasta probar todas las posibilidades que
arrojó el programa SteveTony-verse, crear de alguna manera una ruptura
que permitiera cerrar el ciclo, alterar el nefasto resultado que siempre
precedía a la masacre del Emperador.
Stevie era una pequeña bola de baba cuyo cerebro aun no podía entender
la importancia que tenía, lo que sus acciones cambiarían todo.
─ Tierra 19999, hora 8:30 P.M, hospital de Queens, Nueva York. Bebé
caucásico, ojos cafés, tres kilos y medio, buena salud. Sus padres le
llamaron Peter Benjamin Parker. ─ Ella leyó los datos de manera fría y
calculada. ─ Todo un campeón, justo como te prometí.
Wade sintió tanto alivió que pensó que lloraría allí mismo. Era lo que
había querido, su Peter ya estaba condenado a morir, lo supo hace
mucho, pero este Peter del pasado tendría una nueva oportunidad, con
sus acciones le habían abierto un camino completamente nuevo a esta
versión del chico.
Ella ladeó la cabeza, en un gesto que pareció más robot que humano. Lo
pensó detalladamente por unos minutos, antes de responder;
Pronto lo descubriría.
~ Fin.
Notas del autor
Chapter Notes
See the end of the chapter for notes
₪₪₪₪
No fue nada fácil escribir este fic, de hecho es mi primer trabajo y estoy
muy orgullosa de como resultó todo. No tengo palabras para describir lo
que significó que ustedes me apoyaran de la manera en la que lo
hicieron para continuarla semanalmente (cuando aún podía publicarlo
así) y los que no dejaron de leer y comentar para cuando se complicó un
poquito todo para mi y actualizaba menos seguido.
De verdad que hay tantas cosas para decir, pero no encuentro las
palabras para expresarlo, fue un viaje largo, más de un año, 600 páginas,
51 capítulos, 290 mil palabras; donde vimos a tantos personajes iguales
pero disimiles en sus desventuras, lágrimas y disparates. Me alegra
mucho que me permitieran hacerles reír y llorar durante todo este
tiempo.
Gracias especiales a las personas que me ayudaron a editar esto cuando
se volvió imposible para mi hacer todo sola; Selene, Soleil, Kari,
Valeria.
A las amig@s que gané y con los cuales pude desahogarme con los
spoilers, llevar una trama coherente y que me animaron siempre; Julio,
Angela Odin y Angela Celeste, Dani.
₪₪₪₪
Aún nos queda un poco para disfrutar con estos personajes, y como
prometí, revelaré entonces las sipnosis de las secuelas, no se preocupen
la historia no se extenderá hasta hacerla imposible y aburrida de seguir,
pero si entiendo que aún hay cosas que contar.
Como soy una maniática del orden cuando se trata de escribir, ya tengo
todo organizado y planeado así que puedo contarles con seguridad de
que tratará.
₪ ₪
Aftermath
Cap 1.
Cap2.
3490 Nat and Steve (Una semana después) Mess is Mine
Cap3.
Cap4.
1872 Steve and Tony (Un mes después) Last Pale Light In The West
Cap5
616 Steve and Tony (6 meses después) - AUN SIN TITULO - Capitulo
Comedia
Cap6.
Cap8.
MCU Steve - Tony (Tres años) The Things That I've Done
Cap9.
Especial fluff-humor
Cap 10.
₪₪₪₪
La segunda secuela me la reservé porque quería sorprenderles, ni
siquiera había dicho el nombre, sólo que planeaba hacerla y ya. La
verdad se me ocurrió a mitad de St-verse y tuve que hacer leves cambios
para que todo se diera de esta manera, espero que no me juzguen
demasiado porque será bastante dramática jaja
Esta tendrá veinte capítulos, pero aunque estará conectada con St-verse,
será bastante AU y los protagonistas algo Ooc. Advertidos desde ya.
₪₪
Hey, Brother!
Sí alguien tenía una vida más complicada que esta, Steve lo quería
saber. Y es que no era normal que sus padres fueran así de sobre-
protectores, que todos le temieran a su mejor amigo porque era (o se
convertiría) en un asesino inter-dimensional.
₪₪₪₪
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