VENGANZA
Todo ha terminado. Creía que en medio de este
caos nunca volvería a verlos. Y, sin embargo,
sobrevivieron para refugiarse en la colonia. La ira
afloró en mí aquel día. Allí estaban. En otro tiempo
me permití amarlos, hoy de ese amor sólo queda un
inmenso odio por lo que me hicieron pasar. Pero
todo eso queda atrás. Han ido cayendo uno tras otro
sin que soltara ni una sola lágrima. Ya no existen.
Pero, a pesar de ello, delante de mi comida caliente
y rodeado de otros colonos, no puedo evitar pensar
que la venganza no me ha traído el descanso que
buscaba. Esta noche ahogaré los resquicios de culpa
que aún me queden con algo de alcohol destilado.
YONQUI
Todos tenemos nuestros vicios. En otros tiempos
hubiera sido alguien marginado por la sociedad por mi
problema... ¿problema? La verdad es que no considero
que tenga ninguna dependencia. Estas pastillas de aquí
han pasado desapercibidas. Y con esta jeringuilla y
algo de ese suero que encontré en el hospital, pasaré
una noche maravillosa. Lejos de gruñidos, aullidos
y rasgar de carne y huesos. ¿Yo un problema? El
problema lo tienen los demás.
 Las cartas de Encrucijada, sumadas a las historias iniciales de las misiones y de los objetivos de
traidor, son unos de los aspectos más destacados de Dead of Winter, acentuando su ambientación a
través de las diversas narraciones.
Historias de Dead of Winter son una serie de microrelatos concebidos para dotar de más
inmersión a nuestras partidas de Dead of Winter, ya que en muchas ocasiones sentimos que éstas
tenían un final muy abrupto teniendo en cuenta lo narrativo del juego.
Historias de Dead of Winter recoge historias para las misiones, objetivos de Traidor, objetivos
de Exiliado y objetivos Generales del juego base y de La larga noche.
 M01 - X semanas de oscuridad
30 De enero
Este lugar está tan muerto como esas cosas que nos acechan. Cuando formamos la colonia
en este lugar, pensábamos que podríamos vivir de la ciudad durante años. Pero no
hemos valorado adecuadamente lo que nos puede ofrecer este lugar. Supongo que otros
supervivientes llegaron antes, y gran parte de los bienes y provisiones que deberíamos
haber encontrado siguen escaseando. Comida enlatada, munición, gasolina... de todo lo que
necesitamos ya queda muy poco. Tenemos que movernos, pero hace demasiado frío. Así que
esperamos rezando para que el tiempo mejore y nos permita poner el convoy en marcha otra
vez para dar un nuevo comienzo a nuestra miserable búsqueda. Parece que cada vez que estoy
dispuesto a pegarme un tiro, surge un nuevo problema y, de pronto, comienzo a luchar como si
vivir fuera lo único que importase.
M02 - MATALOS
15 de enero
Al principio me negaba a creerlo, pero la prueba está ahí para todo el que quiera comprobarlo.
Han pasado veinticuatro horas y Mel todavía no se ha levantado. Está claro que lo han matado los
mordiscos, pero parece haber muerto únicamente por la gravedad de las heridas causadas. Lo que
importa es que los monstruos que lo mataron no tenían la energía necesaria para que el cadáver
se levantase después. El optimismo se extiende por la colonia como un incendio en un bosque seco.
Ya nos preguntábamos por qué las hordas de zombis parecían estar mermando. ¿Podrían llegar
a cumplirse nuestras esperanzas más aventuradas? ¿Se ha extinguido finalmente la energía que
animaba esos cuerpos? Si esto fuera verdad, todo cambiaría. Si tan sólo pudiéramos eliminar a
esos muertos que arrastran sus pies por la ciudad y en torno a nuestros muros, podríamos pasar el
resto de nuestras vidas en paz. ¡Por fi n! No me asusta morir luchando, pero no quiero morir para
convertirme en parte del enemigo que combatía.

ÉXITO X Fracaso ÉXITO X Fracaso

L

Ahora todos entendemos mejor el
significado de la expresión sacar fuerzas
de flaqueza. Ante la adversidad, y no sin
sacrificios, la comunidad ha afrontado estas
largas semanas con solidaridad y valentía.
Contando con la experiencia de algunos
de los nuestros, organizamos un sistema de
exploración y aprovisionamiento propio de
un ejército. Nuestros hombres salen todos
los días, siguiendo un sistema de rotación e
integrados en grupos compensados, donde
todo integrante tiene una habilidad que
aportar. Peinamos poblaciones cercanas,
localizamos fuentes de suministro y
trazamos sobre el mapa todos nuestros pasos.
Dónde quedan alimentos, sitios seguros
donde refugiarse, atalayas de vigilancia y
almacenes de recursos. Gracias a ello hemos
sobrevivido todo este tiempo, y la esperanza
vuelve a brillar en nuestra mirada.
Conforme avanzaba el tiempo cada vez
teníamos menos esperanzas. Los días se
convirtieron en semanas en la monotonía
de la desesperación. Algunos tuvieron los
redaños de decidir ellos mismos cuándo y
cómo morir. Los suicidios aumentaron en
la colonia a la par que los enfrentamientos
violentos. Racionar la comida y el agua sólo
alargó la agonía. Pronto no teníamos ni con
qué encender un simple fuego. Los grupos
de exploración cada vez vuelven con menos.
Y aunque nuestra población mengua a pasos
agigantados, ni así tenemos suficiente para
sobrevivir a este invierno eterno. La última
partida ha salido ahí fuera en busca de algo
que llevarnos a la boca. Los muertos han
dejado de ser un verdadero problema ante
el hambre y el frío. No creo sinceramente
que vuelvan. La noche es hoy más negra que
nunca, y ésta probablemente sea mi última
entrada en el diario. Yo también he tomado
una decisión.
L
No hemos extraído ninguna explicación
concluyente. El caso es que, en efecto, aquello
que convertía a los que habían sido mordidos
en zombis ha dejado de tener efecto. Algunos
se han atrevido a sostener que es el frío, que
ha terminado acabando con los gérmenes
o yo qué sé. Soy un conductor de autobús
escolar metido a saqueador en medio del
apocalipsis, no lo entiendo. Jim y Angus
han perdido una pierna y varios dedos de
la mano, respectivamente, pero aquí están,
vivitos y coleando. Sus familias no podrían
estar más contentas. Y aunque los muertos
siguen acechando, aunque somos igual
de mortales que siempre, el saber que el
compañero que lucha espalda con espalda
no se va a convertir en uno de ellos, es un
alivio. Los zombis son los que son, y cada
día caen más. Pronto habremos acabado con
ellos y podremos reclamar de nuevo nuestro
mundo.
Quizás no sea explicable de forma científica.
Esa es la única conclusión a la que llegamos.
No sabemos si es algún tipo de maleficio,
castigo divino, influencia de un cometa o
vete tú a saber. Lo cierto y verdad es que
hubo un momento en el que pareció que lo
que animaba a los cadáveres se debilitaba.
Mel no se levantó. Eso es un hecho. Hubiera
una conjunción estelar o lo que demonios
fuera. Lamentablemente esto no duró mucho.
Salimos de nuevo ahí fuera, recorriendo
las calles de la ciudad cercana como si
pudiéramos reconstruir de nuevo nuestra
civilización. Nos rodearon. Nos asediaron.
Cassandra cayó delante de mí, y no tardó
mucho en convertirse. Tuve que matar a
mi propia esposa, con el conocimiento
abriéndose paso poco a poco en mi cabeza,
de que no sería la última vez que tendría que
sufrir esa horrible sensación que te asalta
cuando te ves obligado a matar a un ser
querido.
 M01 - X semanas de oscuridad
30 De enero
Este lugar está tan muerto como esas cosas que nos acechan. Cuando formamos la colonia
en este lugar, pensábamos que podríamos vivir de la ciudad durante años. Pero no
hemos valorado adecuadamente lo que nos puede ofrecer este lugar. Supongo que otros
supervivientes llegaron antes, y gran parte de los bienes y provisiones que deberíamos
haber encontrado siguen escaseando. Comida enlatada, munición, gasolina... de todo lo que
necesitamos ya queda muy poco. Tenemos que movernos, pero hace demasiado frío. Así que
esperamos rezando para que el tiempo mejore y nos permita poner el convoy en marcha otra
vez para dar un nuevo comienzo a nuestra miserable búsqueda. Parece que cada vez que estoy
dispuesto a pegarme un tiro, surge un nuevo problema y, de pronto, comienzo a luchar como si
vivir fuera lo único que importase.
M02 - MATALOS
15 de enero
Al principio me negaba a creerlo, pero la prueba está ahí para todo el que quiera comprobarlo.
Han pasado veinticuatro horas y Mel todavía no se ha levantado. Está claro que lo han matado los
mordiscos, pero parece haber muerto únicamente por la gravedad de las heridas causadas. Lo que
importa es que los monstruos que lo mataron no tenían la energía necesaria para que el cadáver
se levantase después. El optimismo se extiende por la colonia como un incendio en un bosque seco.
Ya nos preguntábamos por qué las hordas de zombis parecían estar mermando. ¿Podrían llegar
a cumplirse nuestras esperanzas más aventuradas? ¿Se ha extinguido finalmente la energía que
animaba esos cuerpos? Si esto fuera verdad, todo cambiaría. Si tan sólo pudiéramos eliminar a
esos muertos que arrastran sus pies por la ciudad y en torno a nuestros muros, podríamos pasar el
resto de nuestras vidas en paz. ¡Por fi n! No me asusta morir luchando, pero no quiero morir para
convertirme en parte del enemigo que combatía.

ÉXITO X Fracaso ÉXITO X Fracaso

L

Ahora todos entendemos mejor el
significado de la expresión sacar fuerzas
de flaqueza. Ante la adversidad, y no sin
sacrificios, la comunidad ha afrontado estas
largas semanas con solidaridad y valentía.
Contando con la experiencia de algunos
de los nuestros, organizamos un sistema de
exploración y aprovisionamiento propio de
un ejército. Nuestros hombres salen todos
los días, siguiendo un sistema de rotación e
integrados en grupos compensados, donde
todo integrante tiene una habilidad que
aportar. Peinamos poblaciones cercanas,
localizamos fuentes de suministro y
trazamos sobre el mapa todos nuestros pasos.
Dónde quedan alimentos, sitios seguros
donde refugiarse, atalayas de vigilancia y
almacenes de recursos. Gracias a ello hemos
sobrevivido todo este tiempo, y la esperanza
vuelve a brillar en nuestra mirada.
Conforme avanzaba el tiempo cada vez
teníamos menos esperanzas. Los días se
convirtieron en semanas en la monotonía
de la desesperación. Algunos tuvieron los
redaños de decidir ellos mismos cuándo y
cómo morir. Los suicidios aumentaron en
la colonia a la par que los enfrentamientos
violentos. Racionar la comida y el agua sólo
alargó la agonía. Pronto no teníamos ni con
qué encender un simple fuego. Los grupos
de exploración cada vez vuelven con menos.
Y aunque nuestra población mengua a pasos
agigantados, ni así tenemos suficiente para
sobrevivir a este invierno eterno. La última
partida ha salido ahí fuera en busca de algo
que llevarnos a la boca. Los muertos han
dejado de ser un verdadero problema ante
el hambre y el frío. No creo sinceramente
que vuelvan. La noche es hoy más negra que
nunca, y ésta probablemente sea mi última
entrada en el diario. Yo también he tomado
una decisión.
L
No hemos extraído ninguna explicación
concluyente. El caso es que, en efecto, aquello
que convertía a los que habían sido mordidos
en zombis ha dejado de tener efecto. Algunos
se han atrevido a sostener que es el frío, que
ha terminado acabando con los gérmenes
o yo qué sé. Soy un conductor de autobús
escolar metido a saqueador en medio del
apocalipsis, no lo entiendo. Jim y Angus
han perdido una pierna y varios dedos de
la mano, respectivamente, pero aquí están,
vivitos y coleando. Sus familias no podrían
estar más contentas. Y aunque los muertos
siguen acechando, aunque somos igual
de mortales que siempre, el saber que el
compañero que lucha espalda con espalda
no se va a convertir en uno de ellos, es un
alivio. Los zombis son los que son, y cada
día caen más. Pronto habremos acabado con
ellos y podremos reclamar de nuevo nuestro
mundo.
Quizás no sea explicable de forma científica.
Esa es la única conclusión a la que llegamos.
No sabemos si es algún tipo de maleficio,
castigo divino, influencia de un cometa o
vete tú a saber. Lo cierto y verdad es que
hubo un momento en el que pareció que lo
que animaba a los cadáveres se debilitaba.
Mel no se levantó. Eso es un hecho. Hubiera
una conjunción estelar o lo que demonios
fuera. Lamentablemente esto no duró mucho.
Salimos de nuevo ahí fuera, recorriendo
las calles de la ciudad cercana como si
pudiéramos reconstruir de nuevo nuestra
civilización. Nos rodearon. Nos asediaron.
Cassandra cayó delante de mí, y no tardó
mucho en convertirse. Tuve que matar a
mi propia esposa, con el conocimiento
abriéndose paso poco a poco en mi cabeza,
de que no sería la última vez que tendría que
sufrir esa horrible sensación que te asalta
cuando te ves obligado a matar a un ser
querido.
 M03 - Encuentra una cura
20 de diciembre
Me he quedado muda, en estado de shock. ¿Podría ser tan simple la respuesta? ¿Llegó nuestra
gran especie al borde de la extinción por la mutación de uno de los virus más antiguos y simples? Si
los dioses existieran, seguramente ahora se estarían riendo de nosotros. O al menos se rieron de mí
en cada momento de mi vida en el que no me lavé bien las manos. Pero, ¿y ahora qué? Necesito un
laboratorio mejor. Y suministros. Tengo que contárselo a los demás y pedirles que me traigan todo
lo que puedan. Al menos creo que podré inmunizarnos, o lo que es mejor, creo que podré erradicar
esta plaga con una fumigación aérea. Aún recuerdo aquel verano en el que estaba tan ebria de
juventud y amor que me planteé quedarme en Italia y mandar al infierno la facultad de medicina.
¡Resulta horrible pensar que un novio italiano infiel podría haber sido un factor crítico para el fin
de la mayor catástrofe de la historia de la humanidad!
M04 - Hogar dulce hogar
5 de FEBRERO
Todos nuestros esfuerzos nos han recompensado más de lo que hubiese esperado. Ayer esto
era un campo de refugiados y hoy es una auténtica ciudad. Cuando la gente lo llama “colonia”
no hay una pizca de ironía en sus voces, y eso dice mucho. El único problema es que todo
nuestro duro trabajo ha atraído a una horda de muertos hasta nosotros. Cada nuevo día
atrae nuevos invasores hasta nuestros muros y luego deambulan por las calles de la ciudad,
a la espera de que se presente ante ellos algo que llevarse a la boca. Si tan sólo pudiera
averiguar la manera de acabar con esta invasión, reforzar nuestras defensas y con suerte dejar
de atraerlos... Está claro que probablemente tendremos que lidiar con algunos rezagados
durante el resto de nuestros días, pero cualquier cosa será mejor que la horda con la que nos
enfrentamos ahora.

ÉXITO X Fracaso ÉXITO X Fracaso

L

La gente colaboró con todas sus fuerzas.
Hubo pérdidas, lamentables pérdidas, pero
todos se jugaban el pellejo para salir ahí fuera
y traerme más medicamentos e instrumental
del Hospital de la ciudad. Los días parecían
no tener fin y los primeros resultados fueron
desalentadores. No obstante y como ya ha
pasado otras veces en la Historia, la suerte es
un factor decisivo en estas cosas. Recuerdo
que aquel día abandoné todo para tomar
algo de comida caliente con el resto. Cuando
llegué al laboratorio no era capaz de creer lo
que había pasado. Me había dejado la ventana
abierta y una racha de viento había volcado
la muestra, mezclándose con uno de los
compuestos. Milagrosamente el virus había
dejado de multiplicarse. A partir de ello
pudo extraer nuevas conclusiones. Joe tiene
preparada la avioneta en estos instantes.
Empezaremos fumigando las zonas aledañas
y, pronto, podremos extender el área segura
hasta las ciudades cercanas.
Nunca fui una estudiante brillante. Creí
que podría hacer algo, marcar la diferencia.
Sin embargo, he malgastado recursos en un
callejón sin salida. He arriesgado vidas para
concluir, finalmente, que si esto tiene alguna
cura, no seré yo quien la descubra. Han caído
muchos de los nuestros. Hemos dejado de
buscar comida y combustible con el objeto
de reunir cuanto antes los medios necesarios
para seguir con la investigación. Al racionar
los medicamentos, algunos enfermos que
podrían haber sido salvados han terminado
muriendo. Eso pesa sobre mí. Ahora he de
enfrentarme a la ira de sus padres, hermanos
y amigos. Fuera del laboratorio se congrega
una multitud propia de una novela de
Mary Shelley, gritando que se me aplique
su justicia. No sé si esto terminará conmigo
luchando en el exterior por sobrevivir,
o colgando de una soga en una horca
improvisada.
L
Sobrevivimos al invierno. Hemos reforzado
muros, colocado atalayas y la puerta de
entrada a la colonia es más segura que
nunca. Hemos comenzado a plantar en
nuestro propio huerto, y el depósito rebosa
de agua. ¡Incluso tenemos electricidad en
todos los barracones! Ahora todo el mundo
se refiere a sí mismo como colono. En la
escuela improvisada, los chavales ya han
empezado a idear banderas e himnos, y
todos nos sentimos parte de algo. Salgo a
la calle y saludo a mis vecinos. A Rick, que
se encarga de la seguridad. A Samantha,
la bióloga que controla nuestros cultivos.
Melanie me da algo de café recién hecho y se
lo agradezco con una sonrisa. Esta mañana
hay reunión del consejo de la Colonia.
Vamos a reconstruir las vías de acceso a los
edificios y terminar de limpiar el sistema
de alcantarillado. Por primera vez en mucho
tiempo, vuelve a haber agua caliente en las
duchas, y eso es algo como para celebrar.
Hay hogares y hogares. En tiempos pasados,
la suerte marcaba si crecías en el seno de
una familia acomodada o en un orfanato. La
verdad es que ahora la suerte no influye en
nada en ese destino. Sólo hay una alternativa.
Ésta es la única vida posible. La colonia es
nuestro hogar. Los muros sur y oeste han
caído. Hemos perdido el edificio central y
algunos de los barracones, incluyendo los
aseos. No voy a incidir en lo desagradable
que resulta sobrevivir aglutinados en
unas cuantas habitaciones, con escapadas
ocasionales para conseguir comida y agua.
Lo que pudo ser un idílico refugio se ha
convertido en una prisión mortal. Los que
decidieron aventurarse, alejarse de aquí, no
han tenido mucha fortuna. No pasaron más
allá de las cocinas. Son demasiados como
para contenerlos y no paran de llegar. Hoy
nació el hijo de Ryan y Selena. ¿Qué destino
le espera?
 M03 - Encuentra una cura
20 de diciembre
Me he quedado muda, en estado de shock. ¿Podría ser tan simple la respuesta? ¿Llegó nuestra
gran especie al borde de la extinción por la mutación de uno de los virus más antiguos y simples? Si
los dioses existieran, seguramente ahora se estarían riendo de nosotros. O al menos se rieron de mí
en cada momento de mi vida en el que no me lavé bien las manos. Pero, ¿y ahora qué? Necesito un
laboratorio mejor. Y suministros. Tengo que contárselo a los demás y pedirles que me traigan todo
lo que puedan. Al menos creo que podré inmunizarnos, o lo que es mejor, creo que podré erradicar
esta plaga con una fumigación aérea. Aún recuerdo aquel verano en el que estaba tan ebria de
juventud y amor que me planteé quedarme en Italia y mandar al infierno la facultad de medicina.
¡Resulta horrible pensar que un novio italiano infiel podría haber sido un factor crítico para el fin
de la mayor catástrofe de la historia de la humanidad!
M04 - Hogar dulce hogar
5 de FEBRERO
Todos nuestros esfuerzos nos han recompensado más de lo que hubiese esperado. Ayer esto
era un campo de refugiados y hoy es una auténtica ciudad. Cuando la gente lo llama “colonia”
no hay una pizca de ironía en sus voces, y eso dice mucho. El único problema es que todo
nuestro duro trabajo ha atraído a una horda de muertos hasta nosotros. Cada nuevo día
atrae nuevos invasores hasta nuestros muros y luego deambulan por las calles de la ciudad,
a la espera de que se presente ante ellos algo que llevarse a la boca. Si tan sólo pudiera
averiguar la manera de acabar con esta invasión, reforzar nuestras defensas y con suerte dejar
de atraerlos... Está claro que probablemente tendremos que lidiar con algunos rezagados
durante el resto de nuestros días, pero cualquier cosa será mejor que la horda con la que nos
enfrentamos ahora.

ÉXITO X Fracaso ÉXITO X Fracaso

L

La gente colaboró con todas sus fuerzas.
Hubo pérdidas, lamentables pérdidas, pero
todos se jugaban el pellejo para salir ahí fuera
y traerme más medicamentos e instrumental
del Hospital de la ciudad. Los días parecían
no tener fin y los primeros resultados fueron
desalentadores. No obstante y como ya ha
pasado otras veces en la Historia, la suerte es
un factor decisivo en estas cosas. Recuerdo
que aquel día abandoné todo para tomar
algo de comida caliente con el resto. Cuando
llegué al laboratorio no era capaz de creer lo
que había pasado. Me había dejado la ventana
abierta y una racha de viento había volcado
la muestra, mezclándose con uno de los
compuestos. Milagrosamente el virus había
dejado de multiplicarse. A partir de ello
pudo extraer nuevas conclusiones. Joe tiene
preparada la avioneta en estos instantes.
Empezaremos fumigando las zonas aledañas
y, pronto, podremos extender el área segura
hasta las ciudades cercanas.
Nunca fui una estudiante brillante. Creí
que podría hacer algo, marcar la diferencia.
Sin embargo, he malgastado recursos en un
callejón sin salida. He arriesgado vidas para
concluir, finalmente, que si esto tiene alguna
cura, no seré yo quien la descubra. Han caído
muchos de los nuestros. Hemos dejado de
buscar comida y combustible con el objeto
de reunir cuanto antes los medios necesarios
para seguir con la investigación. Al racionar
los medicamentos, algunos enfermos que
podrían haber sido salvados han terminado
muriendo. Eso pesa sobre mí. Ahora he de
enfrentarme a la ira de sus padres, hermanos
y amigos. Fuera del laboratorio se congrega
una multitud propia de una novela de
Mary Shelley, gritando que se me aplique
su justicia. No sé si esto terminará conmigo
luchando en el exterior por sobrevivir,
o colgando de una soga en una horca
improvisada.
L
Sobrevivimos al invierno. Hemos reforzado
muros, colocado atalayas y la puerta de
entrada a la colonia es más segura que
nunca. Hemos comenzado a plantar en
nuestro propio huerto, y el depósito rebosa
de agua. ¡Incluso tenemos electricidad en
todos los barracones! Ahora todo el mundo
se refiere a sí mismo como colono. En la
escuela improvisada, los chavales ya han
empezado a idear banderas e himnos, y
todos nos sentimos parte de algo. Salgo a
la calle y saludo a mis vecinos. A Rick, que
se encarga de la seguridad. A Samantha,
la bióloga que controla nuestros cultivos.
Melanie me da algo de café recién hecho y se
lo agradezco con una sonrisa. Esta mañana
hay reunión del consejo de la Colonia.
Vamos a reconstruir las vías de acceso a los
edificios y terminar de limpiar el sistema
de alcantarillado. Por primera vez en mucho
tiempo, vuelve a haber agua caliente en las
duchas, y eso es algo como para celebrar.
Hay hogares y hogares. En tiempos pasados,
la suerte marcaba si crecías en el seno de
una familia acomodada o en un orfanato. La
verdad es que ahora la suerte no influye en
nada en ese destino. Sólo hay una alternativa.
Ésta es la única vida posible. La colonia es
nuestro hogar. Los muros sur y oeste han
caído. Hemos perdido el edificio central y
algunos de los barracones, incluyendo los
aseos. No voy a incidir en lo desagradable
que resulta sobrevivir aglutinados en
unas cuantas habitaciones, con escapadas
ocasionales para conseguir comida y agua.
Lo que pudo ser un idílico refugio se ha
convertido en una prisión mortal. Los que
decidieron aventurarse, alejarse de aquí, no
han tenido mucha fortuna. No pasaron más
allá de las cocinas. Son demasiados como
para contenerlos y no paran de llegar. Hoy
nació el hijo de Ryan y Selena. ¿Qué destino
le espera?
 M05 - Partida de saqueo
13 de noviembre
El invierno llegará antes de darnos cuenta y no querremos estar aquí cuando eso suceda. No
parece que hayan saqueado demasiado la ciudad. Es probable que sufrieran un duro ataque.
Estableceremos nuestro campamento en este lugar, después nos haremos fuertes y veremos qué
podemos encontrar. Es preciso que nos movamos rápidamente, y no sólo por el mal tiempo. Los
muertos parecen haber advertido nuestra presencia, y cada día vemos más. Si perdemos gente o
malgastamos provisiones luchando contra estos monstruos, toda esta expedición no habrá servido
para nada. Nuestro principal objetivo es la búsqueda de gasolina, aunque personalmente espero
que haya un buen lote de suministros médicos. Si no me tratan este mordisco pronto, alguien lo va a
notar. Ya tengo una leve fiebre que no desaparece y cuando empiezo a sudar no puedo parar. Todo lo
que necesito son antibióticos o algo así. Lo sé. No pienso acabar como esos imbéciles. No permitiré
que eso suceda.
M06 - Dejalo todo atras
21 de FEBRERO
Partimos una mañana. Sólo unos pocos. Dejamos atrás a abogados y amas de casa, a bebés y
ancianos inválidos. Sólo nosotros, los más aptos. Partimos con la mayor parte de los suministros de
la colonia. Probablemente los hemos condenado a la muerte, sea ésta lenta o rápida. En cualquier
caso eso ya no nos incumbe. En este nuevo mundo, no hay sitio para sentimentalismos. ¿Se siente
culpable el animal que se come a sus propias crías? Cada uno hacemos lo necesario para sobrevivir.
Ahora somos sólo nosotros, los que de verdad nos jugamos el pellejo, los que sabemos cómo actuar
para salir con vida de cada una de las situaciones arriesgadas que todos los días hemos de afrontar.
No obstante, una duda me corroe. He detectado alguna de las miradas de los otros. Esquivas,
escondiendo alguna intención. La última vez que me enfrenté a uno de esos caminantes mi mano
derecha quedó terriblemente mutilada. Nunca más podré utilizarla. ¿No estarán pensando que ya
no...?

ÉXITO X Fracaso ÉXITO X Fracaso

L

Utilizábamos las azoteas para atraer a los
zombis en la dirección que más nos convenía.
Siempre quedaba alguno rezagado, pero no
eran un verdadero problema. Divididos en
varios grupos, fuimos entrando en todas
las tiendas de la calle mayor, recogiendo
todo lo que pudiera ser útil. La farmacia fue
especialmente complicada, con sus cierres
de seguridad y la tozudez de varios de sus
antiguos clientes, pero conseguimos los
medicamentos. Gracias a ellos mantuve la
fiebre a raya, y la herida ha comenzado a
cicatrizar. Volvimos a casa como héroes,
cargados con gasolina, comida. . . ¡hasta
papel higiénico! Durante unas horas todos
estuvimos felices, como si nada hubiera
pasado. Nunca olvidaré la sonrisa del
pequeño Tim cuando coloqué entre sus
pequeñas manos un vaquero de trapo.
Avanzamos con cautela entre los coches
del aparcamiento público. Ya sabíamos
que Arthur no estaba en las mejores
condiciones mentales para esto, pero no
podíamos prescindir de nadie. Rodeados
por un montón de antiguos compradores
compulsivos, cualquier error sería fatal.
Evangeline creyó ver algo. Thomas se
distrajo un momento. Y Arthur. . . bueno,
Arthur vio su antiguo vehículo, un sedán
gris. Prácticamente se abalanzó sobre él,
hipnotizado por la fotografía de su familia
que reposaba sobre el salpicadero. La alarma
estaba puesta. Pronto nos vimos rodeados
de vacilantes cadáveres, anhelantes de
nuestra carne. Aquello fue una locura, una
masacre. Cuando los pocos supervivientes
de la carnicería conseguimos regresar a
la Colonia, fue con las manos vacías. No,
miento. Metimos al enemigo en casa. Alguien
había sido mordido y lo ocultaba desde el
principio. La Colonia estaba perdida.
L
Partimos una mañana. Sólo unos pocos.
Dejamos atrás a abogados y amas de casa, a
bebés y ancianos inválidos. Sólo nosotros, los
más aptos. Partimos con la mayor parte de
los suministros de la colonia. Probablemente
los hemos condenado a la muerte, sea ésta
lenta o rápida. En cualquier caso eso ya no
nos incumbe. En este nuevo mundo, no
hay sitio para sentimentalismos. ¿Se siente
culpable el animal que se come a sus propias
crías? Cada uno hacemos lo necesario para
sobrevivir. Ahora somos sólo nosotros, los
que de verdad nos jugamos el pellejo, los que
sabemos cómo actuar para salir con vida
de cada una de las situaciones arriesgadas
que todos los días hemos de afrontar. No
obstante, una duda me corroe. He detectado
alguna de las miradas de los otros. Esquivas,
escondiendo alguna intención. La última vez
que me enfrenté a uno de esos caminantes mi
mano derecha quedó terriblemente mutilada.
Nunca más podré utilizarla. ¿No estarán
pensando que ya no. . .?
Aquella noche los errores fueron
acumulándose uno tras otro. ¡Mierda! Parece
que los más válidos no siempre son los más
listos. No fuimos precisamente sigilosos, y
cuando intentamos hacernos con la comida
y las medicinas, despertamos más de una
sospecha. La voz corrió y la alarma cundió.
Pronto nos habían rodeado. Los guardias
utilizaron las armas que les habíamos
dado para protegernos de los zombis para
detenernos a nosotros. ¡Nosotros! Sus
compañeros, que tanto hemos hecho por
ellos. Ahora nos han encerrado en una
habitación de uno de los hangares exteriores
y no tengo claro qué harán con nosotros.
Quizás una pantomima de juicio. ¡Qué
absurdo en medio del apocalipsis! Esta gente
no merece sobrevivir, se siguen anclando a
sus vidas pasadas. Vaya, parece que por fin
hay alguien al otro lado de la puerta. Ésta
se abre y. . . ¿escucháis esos gruñidos? ¿han
entrado zombis en este edificio? ¿no irán a. . .?
¿No? ¡No! ¡Eso no!
 M05 - Partida de saqueo
13 de noviembre
El invierno llegará antes de darnos cuenta y no querremos estar aquí cuando eso suceda. No
parece que hayan saqueado demasiado la ciudad. Es probable que sufrieran un duro ataque.
Estableceremos nuestro campamento en este lugar, después nos haremos fuertes y veremos qué
podemos encontrar. Es preciso que nos movamos rápidamente, y no sólo por el mal tiempo. Los
muertos parecen haber advertido nuestra presencia, y cada día vemos más. Si perdemos gente o
malgastamos provisiones luchando contra estos monstruos, toda esta expedición no habrá servido
para nada. Nuestro principal objetivo es la búsqueda de gasolina, aunque personalmente espero
que haya un buen lote de suministros médicos. Si no me tratan este mordisco pronto, alguien lo va a
notar. Ya tengo una leve fiebre que no desaparece y cuando empiezo a sudar no puedo parar. Todo lo
que necesito son antibióticos o algo así. Lo sé. No pienso acabar como esos imbéciles. No permitiré
que eso suceda.
M06 - Dejalo todo atras
21 de FEBRERO
Partimos una mañana. Sólo unos pocos. Dejamos atrás a abogados y amas de casa, a bebés y
ancianos inválidos. Sólo nosotros, los más aptos. Partimos con la mayor parte de los suministros de
la colonia. Probablemente los hemos condenado a la muerte, sea ésta lenta o rápida. En cualquier
caso eso ya no nos incumbe. En este nuevo mundo, no hay sitio para sentimentalismos. ¿Se siente
culpable el animal que se come a sus propias crías? Cada uno hacemos lo necesario para sobrevivir.
Ahora somos sólo nosotros, los que de verdad nos jugamos el pellejo, los que sabemos cómo actuar
para salir con vida de cada una de las situaciones arriesgadas que todos los días hemos de afrontar.
No obstante, una duda me corroe. He detectado alguna de las miradas de los otros. Esquivas,
escondiendo alguna intención. La última vez que me enfrenté a uno de esos caminantes mi mano
derecha quedó terriblemente mutilada. Nunca más podré utilizarla. ¿No estarán pensando que ya
no...?

ÉXITO X Fracaso ÉXITO X Fracaso

L

Utilizábamos las azoteas para atraer a los
zombis en la dirección que más nos convenía.
Siempre quedaba alguno rezagado, pero no
eran un verdadero problema. Divididos en
varios grupos, fuimos entrando en todas
las tiendas de la calle mayor, recogiendo
todo lo que pudiera ser útil. La farmacia fue
especialmente complicada, con sus cierres
de seguridad y la tozudez de varios de sus
antiguos clientes, pero conseguimos los
medicamentos. Gracias a ellos mantuve la
fiebre a raya, y la herida ha comenzado a
cicatrizar. Volvimos a casa como héroes,
cargados con gasolina, comida. . . ¡hasta
papel higiénico! Durante unas horas todos
estuvimos felices, como si nada hubiera
pasado. Nunca olvidaré la sonrisa del
pequeño Tim cuando coloqué entre sus
pequeñas manos un vaquero de trapo.
Avanzamos con cautela entre los coches
del aparcamiento público. Ya sabíamos
que Arthur no estaba en las mejores
condiciones mentales para esto, pero no
podíamos prescindir de nadie. Rodeados
por un montón de antiguos compradores
compulsivos, cualquier error sería fatal.
Evangeline creyó ver algo. Thomas se
distrajo un momento. Y Arthur. . . bueno,
Arthur vio su antiguo vehículo, un sedán
gris. Prácticamente se abalanzó sobre él,
hipnotizado por la fotografía de su familia
que reposaba sobre el salpicadero. La alarma
estaba puesta. Pronto nos vimos rodeados
de vacilantes cadáveres, anhelantes de
nuestra carne. Aquello fue una locura, una
masacre. Cuando los pocos supervivientes
de la carnicería conseguimos regresar a
la Colonia, fue con las manos vacías. No,
miento. Metimos al enemigo en casa. Alguien
había sido mordido y lo ocultaba desde el
principio. La Colonia estaba perdida.
L
Partimos una mañana. Sólo unos pocos.
Dejamos atrás a abogados y amas de casa, a
bebés y ancianos inválidos. Sólo nosotros, los
más aptos. Partimos con la mayor parte de
los suministros de la colonia. Probablemente
los hemos condenado a la muerte, sea ésta
lenta o rápida. En cualquier caso eso ya no
nos incumbe. En este nuevo mundo, no
hay sitio para sentimentalismos. ¿Se siente
culpable el animal que se come a sus propias
crías? Cada uno hacemos lo necesario para
sobrevivir. Ahora somos sólo nosotros, los
que de verdad nos jugamos el pellejo, los que
sabemos cómo actuar para salir con vida
de cada una de las situaciones arriesgadas
que todos los días hemos de afrontar. No
obstante, una duda me corroe. He detectado
alguna de las miradas de los otros. Esquivas,
escondiendo alguna intención. La última vez
que me enfrenté a uno de esos caminantes mi
mano derecha quedó terriblemente mutilada.
Nunca más podré utilizarla. ¿No estarán
pensando que ya no. . .?
Aquella noche los errores fueron
acumulándose uno tras otro. ¡Mierda! Parece
que los más válidos no siempre son los más
listos. No fuimos precisamente sigilosos, y
cuando intentamos hacernos con la comida
y las medicinas, despertamos más de una
sospecha. La voz corrió y la alarma cundió.
Pronto nos habían rodeado. Los guardias
utilizaron las armas que les habíamos
dado para protegernos de los zombis para
detenernos a nosotros. ¡Nosotros! Sus
compañeros, que tanto hemos hecho por
ellos. Ahora nos han encerrado en una
habitación de uno de los hangares exteriores
y no tengo claro qué harán con nosotros.
Quizás una pantomima de juicio. ¡Qué
absurdo en medio del apocalipsis! Esta gente
no merece sobrevivir, se siguen anclando a
sus vidas pasadas. Vaya, parece que por fin
hay alguien al otro lado de la puerta. Ésta
se abre y. . . ¿escucháis esos gruñidos? ¿han
entrado zombis en este edificio? ¿no irán a. . .?
¿No? ¡No! ¡Eso no!
 M07 - RESERVAS
16 de diciembre
Esta mañana subí a la atalaya (no puedo creer que aún no se haya venido abajo) y desde allí observé
la ciudad. Fingía que no podía ver a los muertos que se tambaleaban por las calles y me parecía algo
maravilloso. La niebla se elevaba desde el suelo como jirones fantasmales y la sensación del aire
fresco que llenaba mis pulmones era magnífica. No quiero irme de aquí. El invierno será duro, pero
ya estoy soñando con lo que traerá la primavera. Quizás sea un bobo por encontrar inspiración
en una estación en la que todo se marchita y muere, pero siempre he tenido la sensación de que es
cuando todo comienza de nuevo. Ahora es el momento de mantenerse firme y recoger toda la comida
que podamos. Ahora es cuando construimos los muros que nuestros enemigos no podrán superar. La
nieve se derretirá y todo lo verde brotará y florecerá de nuevo, y cuando esto ocurra la primavera
nos encontrará no sólo vivos sino también exuberantes.
M08 - Ha llegado el invierno
28 de noviembre
Nos ha pillado con los pantalones bajados, tal y como les advertí. Cualquiera que estuviera
dispuesto a mantener los ojos abiertos podría haber visto las señales de advertencia. Las
heladas de la madrugada. Los repentinos cambios del clima. Era sólo cuestión de tiempo.
Ahora el invierno está aquí y hasta ahora sólo nos hemos preocupado de la comida. Los
generadores pueden mantenernos con vida pero son inútiles sin gasolina. Ayer uno de los
chicos se ofreció a llevarnos en coche hasta la ciudad para buscar comida e hice todo lo que
pude para no abofetearlo. ¿En coche? ¿No necesitarás gasolina para eso? Prueba a caminar,
al menos eso te calentará. Que Dios me ayude, esto es como la parábola de la cigarra y la
hormiga, sólo que en esta ocasión la hormiga morirá junto a sus perezosas compañeras.

ÉXITO X Fracaso ÉXITO X Fracaso

L

Fue duro. Durante semanas nos dedicamos
a desafiar a los muertos, al mal tiempo, al
peligro. Reunimos comida, medicamentos y
herramientas. Reforzamos las barricadas y
aguantamos las oleadas de zombis que, como
manadas de animales salvajes, intentaban
abrirse paso en nuestras defensas. Cuando
por fin llegó la primavera, la mayor parte
de nosotros habíamos sobrevivido. Muchas
noches de vigilia dieron su fruto. Cuando
llegó la primavera descubrimos que muchos
de los cadáveres yacían descomponiéndose
en las cercanías de la Colonia. Observamos
con los prismáticos la ciudad y constatamos
que lo mismo había pasado allí. Las filas de
los muertos se veían diezmadas, y aquellos
que quedaban parecían aturdidos, más
desorientados de lo normal. No tenemos una
explicación para ello, pero nos regocijamos
inmediatamente. Hicimos bien en
permanecer. Ahora tenemos un futuro.
El único problema del plan era confiar en
que conseguiríamos suficientes recursos para
aguantar todo el invierno. Nos quedamos
muy cortos, demasiado. Cuando comenzaron
a escasear las provisiones, cuando no
teníamos a mano ni una puñetera aspirina,
los zombis fueron el menor de nuestros
problemas. Nos enfrentamos entre unos
y otros, achacándonos la responsabilidad,
acusándonos de ocultar recursos, robando,
asesinando. Pronto cada barracón pertenecía
a un grupo, independiente, hostil. Ya nadie se
encargaba de proteger el perímetro. Cuando
los muertos comenzaron a llegar a los pies
de nuestros jergones, ya quedábamos pocos.
Delgados, débiles, macilentos, con fuerzas
sólo para lamentarnos de nuestro destino.
L
Encontrar esa gasolinera fue providencial.
Los tanques estaban llenos y habían
sobrevivido al caos de los últimos
días. Hicimos múltiples viajes para
aprovisionarnos. Al principio a pie. Pero
cuando comprobamos que la cantidad de
combustible nos sobrepasaba, utilizamos
vehículos para traerlo de forma más
eficiente. Ello atrajo, lamentablemente, a
los zombis. A algunos de los nuestros se les
ocurrió la idea de guiarlos en otra dirección.
Hacia el valle. Atraparlos. Partieron con
algunas motocicletas y volvieron sin bajas.
Una ventaja más de tener toda la gasolina
que queramos. Ahora el invierno no parece
tan desalentador. Delante de un fuego,
calentando las alubias y escuchando la
música de un viejo tocadiscos, los días pasan
con menos preocupaciones.
Los depósitos de los coches estaban vacíos, las
gasolineras cercanas secas o destruidas. Buscar
combustible empezó a ser una agónica marcha
sin frutos. Con los generadores parados, sin
posibilidad de encontrar una gota más de crudo,
nos vimos obligados a comenzar a quemar
troncos. A pesar de que había bosques cercanos,
descubrimos que no era tan fácil hacer arder
la madera húmeda. Después de que pasaran
las primeras semanas, ni siquiera eso fue una
alternativa. Con nuestras acciones habíamos
atraído demasiados muertos vivientes. Salir de
la Colonia ya no era una posibilidad. Y cada vez
hacía más frío. Comenzamos a alimentar las
fogatas con muebles prescindibles. Cuando se
terminaron, echamos a las brasas la ropa en peor
estado. Pronto descubrimos que era una carrera
contrarreloj. El invierno se recrudecía y cada
vez nuestras posibilidades de supervivencia
eran menores. No pasó demasiado hasta que una
noche, de gélido viento, descubrimos al primer
muerto por congelación...
 M07 - RESERVAS
16 de diciembre
Esta mañana subí a la atalaya (no puedo creer que aún no se haya venido abajo) y desde allí observé
la ciudad. Fingía que no podía ver a los muertos que se tambaleaban por las calles y me parecía algo
maravilloso. La niebla se elevaba desde el suelo como jirones fantasmales y la sensación del aire
fresco que llenaba mis pulmones era magnífica. No quiero irme de aquí. El invierno será duro, pero
ya estoy soñando con lo que traerá la primavera. Quizás sea un bobo por encontrar inspiración
en una estación en la que todo se marchita y muere, pero siempre he tenido la sensación de que es
cuando todo comienza de nuevo. Ahora es el momento de mantenerse firme y recoger toda la comida
que podamos. Ahora es cuando construimos los muros que nuestros enemigos no podrán superar. La
nieve se derretirá y todo lo verde brotará y florecerá de nuevo, y cuando esto ocurra la primavera
nos encontrará no sólo vivos sino también exuberantes.
M08 - Ha llegado el invierno
28 de noviembre
Nos ha pillado con los pantalones bajados, tal y como les advertí. Cualquiera que estuviera
dispuesto a mantener los ojos abiertos podría haber visto las señales de advertencia. Las
heladas de la madrugada. Los repentinos cambios del clima. Era sólo cuestión de tiempo.
Ahora el invierno está aquí y hasta ahora sólo nos hemos preocupado de la comida. Los
generadores pueden mantenernos con vida pero son inútiles sin gasolina. Ayer uno de los
chicos se ofreció a llevarnos en coche hasta la ciudad para buscar comida e hice todo lo que
pude para no abofetearlo. ¿En coche? ¿No necesitarás gasolina para eso? Prueba a caminar,
al menos eso te calentará. Que Dios me ayude, esto es como la parábola de la cigarra y la
hormiga, sólo que en esta ocasión la hormiga morirá junto a sus perezosas compañeras.

ÉXITO X Fracaso ÉXITO X Fracaso

L

Fue duro. Durante semanas nos dedicamos
a desafiar a los muertos, al mal tiempo, al
peligro. Reunimos comida, medicamentos y
herramientas. Reforzamos las barricadas y
aguantamos las oleadas de zombis que, como
manadas de animales salvajes, intentaban
abrirse paso en nuestras defensas. Cuando
por fin llegó la primavera, la mayor parte
de nosotros habíamos sobrevivido. Muchas
noches de vigilia dieron su fruto. Cuando
llegó la primavera descubrimos que muchos
de los cadáveres yacían descomponiéndose
en las cercanías de la Colonia. Observamos
con los prismáticos la ciudad y constatamos
que lo mismo había pasado allí. Las filas de
los muertos se veían diezmadas, y aquellos
que quedaban parecían aturdidos, más
desorientados de lo normal. No tenemos una
explicación para ello, pero nos regocijamos
inmediatamente. Hicimos bien en
permanecer. Ahora tenemos un futuro.
El único problema del plan era confiar en
que conseguiríamos suficientes recursos para
aguantar todo el invierno. Nos quedamos
muy cortos, demasiado. Cuando comenzaron
a escasear las provisiones, cuando no
teníamos a mano ni una puñetera aspirina,
los zombis fueron el menor de nuestros
problemas. Nos enfrentamos entre unos
y otros, achacándonos la responsabilidad,
acusándonos de ocultar recursos, robando,
asesinando. Pronto cada barracón pertenecía
a un grupo, independiente, hostil. Ya nadie se
encargaba de proteger el perímetro. Cuando
los muertos comenzaron a llegar a los pies
de nuestros jergones, ya quedábamos pocos.
Delgados, débiles, macilentos, con fuerzas
sólo para lamentarnos de nuestro destino.
L
Encontrar esa gasolinera fue providencial.
Los tanques estaban llenos y habían
sobrevivido al caos de los últimos
días. Hicimos múltiples viajes para
aprovisionarnos. Al principio a pie. Pero
cuando comprobamos que la cantidad de
combustible nos sobrepasaba, utilizamos
vehículos para traerlo de forma más
eficiente. Ello atrajo, lamentablemente, a
los zombis. A algunos de los nuestros se les
ocurrió la idea de guiarlos en otra dirección.
Hacia el valle. Atraparlos. Partieron con
algunas motocicletas y volvieron sin bajas.
Una ventaja más de tener toda la gasolina
que queramos. Ahora el invierno no parece
tan desalentador. Delante de un fuego,
calentando las alubias y escuchando la
música de un viejo tocadiscos, los días pasan
con menos preocupaciones.
Los depósitos de los coches estaban vacíos, las
gasolineras cercanas secas o destruidas. Buscar
combustible empezó a ser una agónica marcha
sin frutos. Con los generadores parados, sin
posibilidad de encontrar una gota más de crudo,
nos vimos obligados a comenzar a quemar
troncos. A pesar de que había bosques cercanos,
descubrimos que no era tan fácil hacer arder
la madera húmeda. Después de que pasaran
las primeras semanas, ni siquiera eso fue una
alternativa. Con nuestras acciones habíamos
atraído demasiados muertos vivientes. Salir de
la Colonia ya no era una posibilidad. Y cada vez
hacía más frío. Comenzamos a alimentar las
fogatas con muebles prescindibles. Cuando se
terminaron, echamos a las brasas la ropa en peor
estado. Pronto descubrimos que era una carrera
contrarreloj. El invierno se recrudecía y cada
vez nuestras posibilidades de supervivencia
eran menores. No pasó demasiado hasta que una
noche, de gélido viento, descubrimos al primer
muerto por congelación...
 M09 - Demasiadas bocas
10 de febrero
¿Es hoy el día de la marmota? Ya no me acuerdo de nada. Es curioso cómo el hambre le permite a uno
obsesionarse con pensamientos tan triviales. ¿No haría mejor en reservar cada neurona disponible
ahora? Los alimentos enlatados se acabaron hace una semana y el grano poco después. Ya no hay pollos y
tampoco queda nada de la carne de ciervo. Estamos viviendo de los restos que encontramos en la ciudad,
pero no son suficientes. Nunca me he considerado una mala persona pero, que Dios se apiade de mí,
los pensamientos que he tenido últimamente son oscuros. Sé que no soy el único. Simplemente no hay
suficiente comida para todos y es difícil no amargarse cuando tienes que compartirla con gente que no hace
su parte. No debería pensar en estas cosas. Lo sé. No es culpa de nadie que sus habilidades pertenezcan
ya a otro mundo. A otro tiempo. Nuestra capacidad intelectual es lo que nos separa de los animales, pero
cuando no se cubren nuestras necesidades más básicas, resulta difícil no pensar y actuar como animales.
M10 - Necesitamos mAs ejemplares
25 de enero
¡Como si hiciera falta que la colonia oliera aún peor! Ahora guardamos cadáveres en los mismos
cobertizos donde antes almacenábamos nuestras abundantes provisiones. Dios, lo que daría
por saborear una zanahoria de nuevo. Tú-ya-sabes-quién lleva los pantalones una vez más. No
me gustaban los médicos antes de que se acabase el mundo y siguen sin gustarme. Ella dice que
estudiar los cuerpos podría ayudarnos a identificar una forma de detener la plaga. Sí, claro.
Para eso, mejor pasar el tiempo averiguando la forma más rápida y barata de suicidarnos. En
fin. Todos están entusiasmados por ayudar y quizás ése sea el verdadero valor de este pequeño
proyecto. Toda su “investigación” sólo servirá para decirnos lo que ya sabemos: los muertos
vuelven y te intentan comer. ¡Vaya sorpresa! De todas formas, si Su Alteza Real de verdad
encuentra una cura, me pondré el primero en la fila para hacerme con ella.

ÉXITO X Fracaso ÉXITO X Fracaso

L

No hay decisión fácil. A veces lo parece, pero
con el tiempo uno ve las acciones pasadas
con mayor perspectiva. Éramos demasiados.
Cualquiera, agotada la posibilidad del
racionamiento, habría optado por expulsar a
los menos aptos: los mayores, los inválidos,
los enfermos, quizás los niños. Pero una
vez que se empieza a cribar las mieses uno
nunca sabe cuándo parar. Optamos por la
vía valiente, y peligrosa, no dejar a nadie
atrás ni perder nuestra humanidad. Y nos
ha costado, bien lo sabe Dios, pero ahora
todo parece ir mejor. Algunos despertamos
por la mañana con la sombra de una sonrisa
en nuestros rostros. Viendo corretear a los
niños, saludando a nuestros vecinos, esa
agradable pareja de ancianos, compartiendo
nuestro almuerzo, reunidos en torno a una
larga mesa. Será el apocalipsis, pero podemos
combatirlo con nuestras propias manos.
El pánico es mala consejera. Cuando hay
que repartir la escasa comida entre una
multitud, enseguida nos dejamos llevar por
nuestras preferencias, justificadas o no. Para
ti no, que eres un inútil. Para ti tampoco, que
no me caes bien. El racionamiento generó
altercados. Enseguida hubo rumores de que
había favoritismos, de que algunas de las
chicas guapas siempre podían conseguir
algún dulce extra, de que los que estábamos al
mando nos pegábamos la gran vida mientras
que el resto sufría la hambruna. Hicimos
todo lo posible, todo lo humanamente
posible. Y cuando eso falló, intentamos salvar
los muebles. El caos en que desembocó todo
es difícilmente descriptible. Hoy, aunque
todo parece perdido, algunos sobrevivimos
cazando a los pocos animales que quedan
en la zona. Pronto tendremos que buscar
un nuevo lugar, dejando atrás las miradas de
muchas personas muertas por su escaso valor
en estos nuevos tiempos.
L
Al final todo este sacrificio mereció la pena.
Recorrimos la ciudad, abriéndonos paso
entre las hordas, cazando a zombis en trampas
y emboscadas. Conseguimos suficientes
especímenes como para que la doctora
pudiera averiguar algo, algo vital para nuestra
supervivencia. Sí, he tenido que comerme
mis palabras, pero eso no ha evitado que yo
también me vea beneficiado. Ya sabíamos que
la infección no es lo que nos convierte en una
de esas cosas. En realidad, todos podemos
volvernos uno de ellos si nuestras defensas
están lo suficientemente bajas, si morimos
por cualquier otra causa. Ahora podemos
evitarlo. La doctora ha conseguido aislar la
raíz de la causa. Una jerigonza médica que
no soy capaz de entender ¡Ni me importa!
Sólo tenemos que someternos a una pequeña
intervención y tendremos la garantía de que
nuestro amigo, nuestro compañero, nuestro
familiar, no volverá a levantarse si cae ante
una enfermedad o por un mordisco de esos
bastardos podridos. Algo es algo.
Todo el plan era una estupidez. Con el
fin de estudiarlos, introducimos tras los
muros de nuestra segura colonia multitud
de cadáveres. Algunos de ellos aún se
movían, aunque creíamos que no podrían
hacernos ningún daño. Nos encargamos de
ello. La doctora, grandioso genio el suyo,
quería analizar sus cerebros. Los necesitaba
coleando, dijo. Cualquiera con dos dedos
de frente debería haberlo visto venir.
Alguien no tomó las precauciones debidas y
pronto nos encontramos con una infección
descontrolada en el seno de nuestro plácido
y acogedor hogar. Salí por patas de aquella
carnicería. Ahora me enfrento a un páramo
helado, sin saber si sobreviviré para llegar
a otro posible refugio, donde, espero, no
haya ningún idiota al mando, con otra
estúpidamente revolucionaria idea.
 M09 - Demasiadas bocas
10 de febrero
¿Es hoy el día de la marmota? Ya no me acuerdo de nada. Es curioso cómo el hambre le permite a uno
obsesionarse con pensamientos tan triviales. ¿No haría mejor en reservar cada neurona disponible
ahora? Los alimentos enlatados se acabaron hace una semana y el grano poco después. Ya no hay pollos y
tampoco queda nada de la carne de ciervo. Estamos viviendo de los restos que encontramos en la ciudad,
pero no son suficientes. Nunca me he considerado una mala persona pero, que Dios se apiade de mí,
los pensamientos que he tenido últimamente son oscuros. Sé que no soy el único. Simplemente no hay
suficiente comida para todos y es difícil no amargarse cuando tienes que compartirla con gente que no hace
su parte. No debería pensar en estas cosas. Lo sé. No es culpa de nadie que sus habilidades pertenezcan
ya a otro mundo. A otro tiempo. Nuestra capacidad intelectual es lo que nos separa de los animales, pero
cuando no se cubren nuestras necesidades más básicas, resulta difícil no pensar y actuar como animales.
M10 - Necesitamos mAs ejemplares
25 de enero
¡Como si hiciera falta que la colonia oliera aún peor! Ahora guardamos cadáveres en los mismos
cobertizos donde antes almacenábamos nuestras abundantes provisiones. Dios, lo que daría
por saborear una zanahoria de nuevo. Tú-ya-sabes-quién lleva los pantalones una vez más. No
me gustaban los médicos antes de que se acabase el mundo y siguen sin gustarme. Ella dice que
estudiar los cuerpos podría ayudarnos a identificar una forma de detener la plaga. Sí, claro.
Para eso, mejor pasar el tiempo averiguando la forma más rápida y barata de suicidarnos. En
fin. Todos están entusiasmados por ayudar y quizás ése sea el verdadero valor de este pequeño
proyecto. Toda su “investigación” sólo servirá para decirnos lo que ya sabemos: los muertos
vuelven y te intentan comer. ¡Vaya sorpresa! De todas formas, si Su Alteza Real de verdad
encuentra una cura, me pondré el primero en la fila para hacerme con ella.

ÉXITO X Fracaso ÉXITO X Fracaso

L

No hay decisión fácil. A veces lo parece, pero
con el tiempo uno ve las acciones pasadas
con mayor perspectiva. Éramos demasiados.
Cualquiera, agotada la posibilidad del
racionamiento, habría optado por expulsar a
los menos aptos: los mayores, los inválidos,
los enfermos, quizás los niños. Pero una
vez que se empieza a cribar las mieses uno
nunca sabe cuándo parar. Optamos por la
vía valiente, y peligrosa, no dejar a nadie
atrás ni perder nuestra humanidad. Y nos
ha costado, bien lo sabe Dios, pero ahora
todo parece ir mejor. Algunos despertamos
por la mañana con la sombra de una sonrisa
en nuestros rostros. Viendo corretear a los
niños, saludando a nuestros vecinos, esa
agradable pareja de ancianos, compartiendo
nuestro almuerzo, reunidos en torno a una
larga mesa. Será el apocalipsis, pero podemos
combatirlo con nuestras propias manos.
El pánico es mala consejera. Cuando hay
que repartir la escasa comida entre una
multitud, enseguida nos dejamos llevar por
nuestras preferencias, justificadas o no. Para
ti no, que eres un inútil. Para ti tampoco, que
no me caes bien. El racionamiento generó
altercados. Enseguida hubo rumores de que
había favoritismos, de que algunas de las
chicas guapas siempre podían conseguir
algún dulce extra, de que los que estábamos al
mando nos pegábamos la gran vida mientras
que el resto sufría la hambruna. Hicimos
todo lo posible, todo lo humanamente
posible. Y cuando eso falló, intentamos salvar
los muebles. El caos en que desembocó todo
es difícilmente descriptible. Hoy, aunque
todo parece perdido, algunos sobrevivimos
cazando a los pocos animales que quedan
en la zona. Pronto tendremos que buscar
un nuevo lugar, dejando atrás las miradas de
muchas personas muertas por su escaso valor
en estos nuevos tiempos.
L
Al final todo este sacrificio mereció la pena.
Recorrimos la ciudad, abriéndonos paso
entre las hordas, cazando a zombis en trampas
y emboscadas. Conseguimos suficientes
especímenes como para que la doctora
pudiera averiguar algo, algo vital para nuestra
supervivencia. Sí, he tenido que comerme
mis palabras, pero eso no ha evitado que yo
también me vea beneficiado. Ya sabíamos que
la infección no es lo que nos convierte en una
de esas cosas. En realidad, todos podemos
volvernos uno de ellos si nuestras defensas
están lo suficientemente bajas, si morimos
por cualquier otra causa. Ahora podemos
evitarlo. La doctora ha conseguido aislar la
raíz de la causa. Una jerigonza médica que
no soy capaz de entender ¡Ni me importa!
Sólo tenemos que someternos a una pequeña
intervención y tendremos la garantía de que
nuestro amigo, nuestro compañero, nuestro
familiar, no volverá a levantarse si cae ante
una enfermedad o por un mordisco de esos
bastardos podridos. Algo es algo.
Todo el plan era una estupidez. Con el
fin de estudiarlos, introducimos tras los
muros de nuestra segura colonia multitud
de cadáveres. Algunos de ellos aún se
movían, aunque creíamos que no podrían
hacernos ningún daño. Nos encargamos de
ello. La doctora, grandioso genio el suyo,
quería analizar sus cerebros. Los necesitaba
coleando, dijo. Cualquiera con dos dedos
de frente debería haberlo visto venir.
Alguien no tomó las precauciones debidas y
pronto nos encontramos con una infección
descontrolada en el seno de nuestro plácido
y acogedor hogar. Salí por patas de aquella
carnicería. Ahora me enfrento a un páramo
helado, sin saber si sobreviviré para llegar
a otro posible refugio, donde, espero, no
haya ningún idiota al mando, con otra
estúpidamente revolucionaria idea.
 MLLN1 - Despejar la Colonia
13 de agosto
Nos lo han quitado todo. Primero nos expulsaron de las ciudades. Ahora están a punto de
tomar por completo la cárcel que hemos convertido en nuestro hogar. Su incesante asedio ha
debilitado muchos puntos del perímetro. Una noche un cúmulo de errores en la guardia llevó a
que se colaran más de esas cosas de las que podíamos controlar. Tuvimos que abandonar zonas
principales del complejo como los pabellones 1 y 2, la sala de visitas, las oficinas... ahora
nos hacinamos en unas cuantas salas y habitaciones del último módulo. Debemos retomar el
control del interior de la cárcel y reparar los agujeros en la valla. Si nos quedamos inactivos
mucho más tiempo será nuestro fin.
MLLN2 - La noche es oscura
¿4 DE ENERO
Maldita sea... Apenas nos quedan pilas para la linterna y no podemos prescindir de nada
para encender un fuego. El frío nos atenaza y la oscuridad más absoluta nos rodea. La
larga noche a la que hemos de enfrentarnos supone una durísima prueba para la colonia.
De hecho, si no conseguimos salir adelante no habrá un mañana para nosotros. Debemos
aguantar, eliminando a los caminantes que intentan abrirse paso, consiguiendo combustible y
suministros suficientes para sobrevivir a esta noche.

ÉXITO X Fracaso ÉXITO X Fracaso

L

Correr por los pasillos de la cárcel,
esquivando a los no muertos y los cadáveres
de nuestros antiguos amigos, no ha sido
tarea fácil. Algunos de nosotros preparamos
meditadas emboscadas para ir diezmando
sus filas, mientras otros los atraían con gran
riesgo para sus vidas. La última batalla se
libró en el comedor, donde centenares de
esas cosas se habían acumulado siguiendo
nuestro olor. La lucha duró varias horas.
Ahora quemamos en el patio principal los
cadáveres, con una sonrisa de satisfacción en
nuestros rostros. Hemos recuperado la cárcel.
Mañana recuperaremos nuestras ciudades,
nuestro país, nuestro futuro.
Jonah cayó nada más iniciar la ofensiva. A
él le siguieron Sarah y Tim. Hugo tuvo un
final aún peor cuando un grupo de ellos se
abalanzó sobre él desde una de las celdas.
Fue todo muy rápido. Corrimos abriéndonos
paso, asegurando algunas zonas como la
cocina, pero las pérdidas fueron demasiadas.
Durante unos instantes nos miramos
entre nosotros y nos pudimos contar con
los dedos de las manos. Antes éramos
decenas de nosotros. Ahora observamos
nervioso la puerta principal del comedor,
completamente abarrotado de ellos. . . y
nuestros antiguos compañeros. Algunos
están aprovechando estos últimos momentos
para despedirse, para compartir un último
placer o, simplemente, para recuperar el
aliento antes del final. Yo sólo he encontrado
algo de esperanza en escribir estas palabras,
esperando que el día de mañana un semejante
pueda leerlas y rescatarme del olvido. No hay
salida. No hay salida. Cada vez golpean con
más fuerza y pronto cederán las puertas.
L
Las primeras luces del alba significaron el
fin de este infierno de noche. Pareciera que
las hordas de zombis se congregaron en
torno a la Colonia guiados por algún tipo
de inteligencia malidecente. Lo más lógico
es que fuera la simple casualidad, maldita
casualidad. Con esfuerzo hemos aguantado
hora tras hora, a oscuras, sin apenas recursos,
hombro con hombro para defender nuestro
hogar y nuestras vidas. Pera la noche
ha acabado y un nuevo día trae nuevas
esperanzas.
Escucho el arañar de una de esas criaturas
en la biblioteca. No sé donde está. La luz
de la luna que entra por las ventanas es
demasiado exigua como para distinguir nada.
Parece cercano, tan cercano como estaba mi
compañero, que cayó hace unos minutos bajo
el ataque de otra de esas bestias. Nervioso
tanteo el suelo en busca de algo que asir. El
frío suelo de loza es todo lo que hay. Parece
mentira, al comenzar la noche eramos
muchos, supervivientes del caos que siguió a
la caída del gobierno. Ahora debemos quedar
sólo unos pocos, aislados, aterrorizados,
asediados. ¡Sigue ahí! Esa cosa sigue ahí. Dios,
espero poder encontrar una fuente de luz, un
arma, un escondrijo. . . Apenas veo nada.
 MLLN1 - Despejar la Colonia
13 de agosto
Nos lo han quitado todo. Primero nos expulsaron de las ciudades. Ahora están a punto de
tomar por completo la cárcel que hemos convertido en nuestro hogar. Su incesante asedio ha
debilitado muchos puntos del perímetro. Una noche un cúmulo de errores en la guardia llevó a
que se colaran más de esas cosas de las que podíamos controlar. Tuvimos que abandonar zonas
principales del complejo como los pabellones 1 y 2, la sala de visitas, las oficinas... ahora
nos hacinamos en unas cuantas salas y habitaciones del último módulo. Debemos retomar el
control del interior de la cárcel y reparar los agujeros en la valla. Si nos quedamos inactivos
mucho más tiempo será nuestro fin.
MLLN2 - La noche es oscura
¿4 DE ENERO
Maldita sea... Apenas nos quedan pilas para la linterna y no podemos prescindir de nada
para encender un fuego. El frío nos atenaza y la oscuridad más absoluta nos rodea. La
larga noche a la que hemos de enfrentarnos supone una durísima prueba para la colonia.
De hecho, si no conseguimos salir adelante no habrá un mañana para nosotros. Debemos
aguantar, eliminando a los caminantes que intentan abrirse paso, consiguiendo combustible y
suministros suficientes para sobrevivir a esta noche.

ÉXITO X Fracaso ÉXITO X Fracaso

L

Correr por los pasillos de la cárcel,
esquivando a los no muertos y los cadáveres
de nuestros antiguos amigos, no ha sido
tarea fácil. Algunos de nosotros preparamos
meditadas emboscadas para ir diezmando
sus filas, mientras otros los atraían con gran
riesgo para sus vidas. La última batalla se
libró en el comedor, donde centenares de
esas cosas se habían acumulado siguiendo
nuestro olor. La lucha duró varias horas.
Ahora quemamos en el patio principal los
cadáveres, con una sonrisa de satisfacción en
nuestros rostros. Hemos recuperado la cárcel.
Mañana recuperaremos nuestras ciudades,
nuestro país, nuestro futuro.
Jonah cayó nada más iniciar la ofensiva. A
él le siguieron Sarah y Tim. Hugo tuvo un
final aún peor cuando un grupo de ellos se
abalanzó sobre él desde una de las celdas.
Fue todo muy rápido. Corrimos abriéndonos
paso, asegurando algunas zonas como la
cocina, pero las pérdidas fueron demasiadas.
Durante unos instantes nos miramos
entre nosotros y nos pudimos contar con
los dedos de las manos. Antes éramos
decenas de nosotros. Ahora observamos
nervioso la puerta principal del comedor,
completamente abarrotado de ellos. . . y
nuestros antiguos compañeros. Algunos
están aprovechando estos últimos momentos
para despedirse, para compartir un último
placer o, simplemente, para recuperar el
aliento antes del final. Yo sólo he encontrado
algo de esperanza en escribir estas palabras,
esperando que el día de mañana un semejante
pueda leerlas y rescatarme del olvido. No hay
salida. No hay salida. Cada vez golpean con
más fuerza y pronto cederán las puertas.
L
Las primeras luces del alba significaron el
fin de este infierno de noche. Pareciera que
las hordas de zombis se congregaron en
torno a la Colonia guiados por algún tipo
de inteligencia malidecente. Lo más lógico
es que fuera la simple casualidad, maldita
casualidad. Con esfuerzo hemos aguantado
hora tras hora, a oscuras, sin apenas recursos,
hombro con hombro para defender nuestro
hogar y nuestras vidas. Pera la noche
ha acabado y un nuevo día trae nuevas
esperanzas.
Escucho el arañar de una de esas criaturas
en la biblioteca. No sé donde está. La luz
de la luna que entra por las ventanas es
demasiado exigua como para distinguir nada.
Parece cercano, tan cercano como estaba mi
compañero, que cayó hace unos minutos bajo
el ataque de otra de esas bestias. Nervioso
tanteo el suelo en busca de algo que asir. El
frío suelo de loza es todo lo que hay. Parece
mentira, al comenzar la noche eramos
muchos, supervivientes del caos que siguió a
la caída del gobierno. Ahora debemos quedar
sólo unos pocos, aislados, aterrorizados,
asediados. ¡Sigue ahí! Esa cosa sigue ahí. Dios,
espero poder encontrar una fuente de luz, un
arma, un escondrijo. . . Apenas veo nada.
 MLLN3 - No abandonamos a nadie
7 de septiembre
En estos difíciles tiempos a menudo nos asalta la duda de dejar a alguien atrás. La
supervivencia nos vuelve crueles. Valoramos cada nueva incorporación, a cada persona
viva que encontramos ahí fuera, náufragos en medio de un mar de muerte. Alguien que sepa
manejar un arma siempre es bienvenido, un mecánico que arregle el dichoso generador,
un obrero que sepa levantar muros más fuertes y seguros. Cuando nos topamos con un
niño, un anciano, un impedido, algunos de nosotros vacilamos. “Es una boca más que
alimentar” –murmura alguien-. Pero en la Colonia no abandonamos a nadie. Ayudaremos
a todos aquellos que podamos porque no hacerlo significaría perder nuestra humanidad,
convertirnos en nuestro enemigo, esos cadáveres andantes que no tienen asomo de compasión
ni razonamiento.
MLLN4 - Tributo
1 de JULIO
Esos bastardos de Woodvale aparecieron el otro día frente a la puerta de la cárcel. Desde
luego hicieron toda una demostración de fuerza: varias furgonetas llenas de hombres
armados con armas automáticas. El enviado de su líder fue explícitamente amenazador:
“Nos entregaréis un tributo semanal a cambio de nuestra protección” –exigió con una mueca
llena de pretenciosidad. No seremos los primeros en abrir fuego. No queremos enfrentarnos
a una guerra abierta. El consejo de la Colonia ha decidido tras una reñida votación
ceder al chantaje. A partir de ahora tendremos que buscar más y mejor. No sólo debemos
aprovisionarnos para aguantar el largo invierno, sino que además debemos reunir el tributo
exigido.

ÉXITO X Fracaso ÉXITO X Fracaso

L

“Bienvenidos a la Colonia –saluda el alcalde
por el megáfono-, sean todos bienvenidos
a su nuevo hogar”. Le observan atentos
multitud de rostros cansados pero llenos
de esperanza. Los ancianos del asilo que
rescatamos la noche pasada, los niños del
autobús escolar estrellado en la carretera
comarcal y algunos de los enfermos
que pudimos sacar del hospital en sillas
de ruedas. Todos ellos se encontraban
aterrorizados, rodeados de zombis y con
pocas posibilidades de supervivencia. Nos
sentimos orgullosos de decir que estuvimos
allí para ellos. Sufrimos pérdidas, y no
pudimos ayudar a todos, pero todos y cada
uno de ellos son un ejemplo de que la
humanidad tiene futuro.
“Lo intentamos, de verdad que lo intentamos”
–murmuramos ante la dantesca visión.
Pasamos en caravana delante de la residencia
de ancianos, el colegio local, el hospital.
Sus ocupantes han dejado de ser humanos.
Como nosotros. Se nos parte el alma al ver
a los antiguos maestros comiéndose a sus
alumnos. Un tullido intenta, con sus últimas
fuerzas, escapar de la horda. Lori no puede
reprimir las lágrimas. Muchos aceleran
intentando dejar atrás su sentimiento de
culpa. No podemos seguir viviendo aquí,
habiendo dejado morir a tantos. Buscaremos
otro lugar, donde consigamos olvidar la
tragedia. Podríamos haber hecho tanto y
conseguimos tan poco. . .
L
No ha sido fácil, nada fácil. Recorrer la
ciudad, saqueando las tiendas y negocios de
las calles más comerciales, ha supuesto un
riesgo continuo. Hemos tenido que pasar
estrecheces innecesarias a causa de esos mal
nacidos. El futuro se nos presenta incierto.
Esta semana hemos sido capaces de reunir
el tributo, la próxima quizás no tengamos
tanta suerte. No obstante, ese problema ya lo
abordaremos en su momento. Hoy podremos
reunirnos con los nuestros y descansar.
Zombis y bandidos están contenidos.
Hijosdeputa. Cuando volvieron no habíamos
conseguido todo lo que nos habían exigido.
Lo consideraron “una falta de interés
preocupante”. Cinco de los nuestros habían
desaparecido en una de las incursiones.
Los habían encontrado esos matones de
Woodvale. Delante de nosotros, paralizados
por la impotencia, los hicieron arrodillarse.
A continuación taparon sus rostros con
unos sacos. El primer disparo fue de
advertencia. Era el joven Jim. Se lo hizo todo
encima. El segundo no tuvo tanta suerte.
¡Estos psicópatas lo consideraban un juego!
Ejecutaron a los otros cuatro. “¡Os regalamos
la vida del muchacho! –gritó el enviado
pegándole una patada a Jim- Al próximo
error quizás no seamos tan generosos”.
 MLLN3 - No abandonamos a nadie
7 de septiembre
En estos difíciles tiempos a menudo nos asalta la duda de dejar a alguien atrás. La
supervivencia nos vuelve crueles. Valoramos cada nueva incorporación, a cada persona
viva que encontramos ahí fuera, náufragos en medio de un mar de muerte. Alguien que sepa
manejar un arma siempre es bienvenido, un mecánico que arregle el dichoso generador,
un obrero que sepa levantar muros más fuertes y seguros. Cuando nos topamos con un
niño, un anciano, un impedido, algunos de nosotros vacilamos. “Es una boca más que
alimentar” –murmura alguien-. Pero en la Colonia no abandonamos a nadie. Ayudaremos
a todos aquellos que podamos porque no hacerlo significaría perder nuestra humanidad,
convertirnos en nuestro enemigo, esos cadáveres andantes que no tienen asomo de compasión
ni razonamiento.
MLLN4 - Tributo
1 de JULIO
Esos bastardos de Woodvale aparecieron el otro día frente a la puerta de la cárcel. Desde
luego hicieron toda una demostración de fuerza: varias furgonetas llenas de hombres
armados con armas automáticas. El enviado de su líder fue explícitamente amenazador:
“Nos entregaréis un tributo semanal a cambio de nuestra protección” –exigió con una mueca
llena de pretenciosidad. No seremos los primeros en abrir fuego. No queremos enfrentarnos
a una guerra abierta. El consejo de la Colonia ha decidido tras una reñida votación
ceder al chantaje. A partir de ahora tendremos que buscar más y mejor. No sólo debemos
aprovisionarnos para aguantar el largo invierno, sino que además debemos reunir el tributo
exigido.

ÉXITO X Fracaso ÉXITO X Fracaso

L

“Bienvenidos a la Colonia –saluda el alcalde
por el megáfono-, sean todos bienvenidos
a su nuevo hogar”. Le observan atentos
multitud de rostros cansados pero llenos
de esperanza. Los ancianos del asilo que
rescatamos la noche pasada, los niños del
autobús escolar estrellado en la carretera
comarcal y algunos de los enfermos
que pudimos sacar del hospital en sillas
de ruedas. Todos ellos se encontraban
aterrorizados, rodeados de zombis y con
pocas posibilidades de supervivencia. Nos
sentimos orgullosos de decir que estuvimos
allí para ellos. Sufrimos pérdidas, y no
pudimos ayudar a todos, pero todos y cada
uno de ellos son un ejemplo de que la
humanidad tiene futuro.
“Lo intentamos, de verdad que lo intentamos”
–murmuramos ante la dantesca visión.
Pasamos en caravana delante de la residencia
de ancianos, el colegio local, el hospital.
Sus ocupantes han dejado de ser humanos.
Como nosotros. Se nos parte el alma al ver
a los antiguos maestros comiéndose a sus
alumnos. Un tullido intenta, con sus últimas
fuerzas, escapar de la horda. Lori no puede
reprimir las lágrimas. Muchos aceleran
intentando dejar atrás su sentimiento de
culpa. No podemos seguir viviendo aquí,
habiendo dejado morir a tantos. Buscaremos
otro lugar, donde consigamos olvidar la
tragedia. Podríamos haber hecho tanto y
conseguimos tan poco. . .
L
No ha sido fácil, nada fácil. Recorrer la
ciudad, saqueando las tiendas y negocios de
las calles más comerciales, ha supuesto un
riesgo continuo. Hemos tenido que pasar
estrecheces innecesarias a causa de esos mal
nacidos. El futuro se nos presenta incierto.
Esta semana hemos sido capaces de reunir
el tributo, la próxima quizás no tengamos
tanta suerte. No obstante, ese problema ya lo
abordaremos en su momento. Hoy podremos
reunirnos con los nuestros y descansar.
Zombis y bandidos están contenidos.
Hijosdeputa. Cuando volvieron no habíamos
conseguido todo lo que nos habían exigido.
Lo consideraron “una falta de interés
preocupante”. Cinco de los nuestros habían
desaparecido en una de las incursiones.
Los habían encontrado esos matones de
Woodvale. Delante de nosotros, paralizados
por la impotencia, los hicieron arrodillarse.
A continuación taparon sus rostros con
unos sacos. El primer disparo fue de
advertencia. Era el joven Jim. Se lo hizo todo
encima. El segundo no tuvo tanta suerte.
¡Estos psicópatas lo consideraban un juego!
Ejecutaron a los otros cuatro. “¡Os regalamos
la vida del muchacho! –gritó el enviado
pegándole una patada a Jim- Al próximo
error quizás no seamos tan generosos”.
 MLLN5 - Reparar la nave
OBJETIVOS
11 de junio DE TRAIDOR
Cuando encontramos el embarcadero pensamos que habría más barcos anclados. Muchos de

ellos debieron de partir en los días previos a la caída, con las primeras noticias acerca del
brote y sus consecuencias. Quizás aquellos que subieron a ellos fueron más afortunados que
los que quedamos atrás. Quizás no. Debemos correr el riesgo, ya que los recursos se agotan
y no hay visos de que nadie vaya a venir a ayudarnos. Por suerte, hay un velero que quedó
atrás. Necesita múltiples reparaciones en el casco y las velas, entre otras cosas, pero nos
permitirá alcanzar nuevas tierras.
ACEPTA TU DESTINO
Sólo ahora entendéis la maldición que ha caído sobre
nuestra especie. Traté de deciros que no había esperanza,
pero supongo que queríais despilfarrar lo que quedaba
de vuestras vidas trabajando duro. La colonia sólo era
una fantasía infantil. Seguramente en vuestro interior
sabíais que no era sostenible. No hay nada que se pueda
hacer frente a la aniquilación absoluta. Los muertos
seguirán llegando y los pocos vivos que quedaron en
este planeta seguirán engrosando sus fi las sin cesar. Es
mejor marcharse y buscar ya la muerte del modo que
uno prefiera. ¿Yo? Simplemente me tumbaré y esperaré.

X Fracaso
Hacer algo más sería embarazosamente inútil.
ÉXITO
L

Bautizamos la embarcación como “Nueva
Esperanza”. Izamos las velas en medio de un
clima de fiesta. Todo el mundo se encontraba
especialmente alegre ante la perspectiva de
escapar del frío y la muerte. Los primeros
días, no obstante, fueron difíciles. Éramos
muchos a bordo y casi todos nos mareamos.
Al cuarto día una tormenta casi acaba con
nosotros. Justo cuando estábamos a punto
de perder toda expectativa, recibimos una
transmisión por radio. Una isla cercana
estaba completamente libre de la epidemia
y ofrecían refugio. En ese momento toda
la tensión acumulada estalló y no pudimos
evitar celebrarlo entre abrazos, bailes y risas.
El barco había sido nuestra salvación.
Nos hicimos a la mar sin tener
completamente reparada la nave. Dejamos
atrás a parte de la Colonia. Fue una
decisión muy dura, pero la mentira de que
volveríamos con ayuda lo hizo algo más
fácil. Sabíamos que el barco no estaba en las
mejores condiciones, pero tres días después
de iniciar el viaje nos sorprendió por
completo una tormenta. Fue entonces cuando
constatamos que el casco estaba mucho más
dañado de lo que creíamos. No estamos
dando abasto achicando agua. Para colmo de
males, dejamos la vela principal desplegada
y ahora está totalmente rasgada por la fuerza
del viento. Podría haber sido peor y haber
perdido el mástil. En estos momentos no hay
ni uno de nosotros que no quisiera estar en
tierra. Quizás es el castigo que merecemos.
Morir ahogado no parece la mejor de las
muertes.
ASESINOS EN SERIE
Antes de la epidemia, vivía aterrorizado de que
me cogieran. No creo que sea un sádico. A mí
no me pone ver a la gente sufriendo o cosas
enfermas de ese estilo. Sólo me fascina, eso es
todo. Creo que soy una especie de científico. En
realidad sólo necesito estudiar a la gente en ese
precioso momento final. Ver cómo reaccionan
física y emocionalmente al dolor... ver cómo se
enfrentan al descubrimiento de que van a morir.
Creo que Dios entendía lo que yo necesitaba
cuando hizo que el mundo llegara a su fin. Ahora
sólo hay sufrimiento rodeándome: el dolor del
trabajo manual, las punzadas del hambre y, por
supuesto, la violencia causada por los muertos. Y
ahora que ha muerto tanta gente en la colonia, no
creo que deba seguir limitándome a mirar. ¡Tengo
hasta un discípulo! No son suficientes como para
detenernos y tenemos el factor sorpresa de nuestra
parte. Y la sorpresa hará posibles unos estudios
especialmente fascinantes. Todos van a morir en el
momento y de la forma que elijamos. Estamos muy
emocionados. Habrá tanto que ver y aprender.
 MLLN5 - Reparar la nave
OBJETIVOS
11 de junio DE TRAIDOR
Cuando encontramos el embarcadero pensamos que habría más barcos anclados. Muchos de

ellos debieron de partir en los días previos a la caída, con las primeras noticias acerca del
brote y sus consecuencias. Quizás aquellos que subieron a ellos fueron más afortunados que
los que quedamos atrás. Quizás no. Debemos correr el riesgo, ya que los recursos se agotan
y no hay visos de que nadie vaya a venir a ayudarnos. Por suerte, hay un velero que quedó
atrás. Necesita múltiples reparaciones en el casco y las velas, entre otras cosas, pero nos
permitirá alcanzar nuevas tierras.
ACEPTA TU DESTINO
Sólo ahora entendéis la maldición que ha caído sobre
nuestra especie. Traté de deciros que no había esperanza,
pero supongo que queríais despilfarrar lo que quedaba
de vuestras vidas trabajando duro. La colonia sólo era
una fantasía infantil. Seguramente en vuestro interior
sabíais que no era sostenible. No hay nada que se pueda
hacer frente a la aniquilación absoluta. Los muertos
seguirán llegando y los pocos vivos que quedaron en
este planeta seguirán engrosando sus fi las sin cesar. Es
mejor marcharse y buscar ya la muerte del modo que
uno prefiera. ¿Yo? Simplemente me tumbaré y esperaré.

X Fracaso
Hacer algo más sería embarazosamente inútil.
ÉXITO
L

Bautizamos la embarcación como “Nueva
Esperanza”. Izamos las velas en medio de un
clima de fiesta. Todo el mundo se encontraba
especialmente alegre ante la perspectiva de
escapar del frío y la muerte. Los primeros
días, no obstante, fueron difíciles. Éramos
muchos a bordo y casi todos nos mareamos.
Al cuarto día una tormenta casi acaba con
nosotros. Justo cuando estábamos a punto
de perder toda expectativa, recibimos una
transmisión por radio. Una isla cercana
estaba completamente libre de la epidemia
y ofrecían refugio. En ese momento toda
la tensión acumulada estalló y no pudimos
evitar celebrarlo entre abrazos, bailes y risas.
El barco había sido nuestra salvación.
Nos hicimos a la mar sin tener
completamente reparada la nave. Dejamos
atrás a parte de la Colonia. Fue una
decisión muy dura, pero la mentira de que
volveríamos con ayuda lo hizo algo más
fácil. Sabíamos que el barco no estaba en las
mejores condiciones, pero tres días después
de iniciar el viaje nos sorprendió por
completo una tormenta. Fue entonces cuando
constatamos que el casco estaba mucho más
dañado de lo que creíamos. No estamos
dando abasto achicando agua. Para colmo de
males, dejamos la vela principal desplegada
y ahora está totalmente rasgada por la fuerza
del viento. Podría haber sido peor y haber
perdido el mástil. En estos momentos no hay
ni uno de nosotros que no quisiera estar en
tierra. Quizás es el castigo que merecemos.
Morir ahogado no parece la mejor de las
muertes.
ASESINOS EN SERIE
Antes de la epidemia, vivía aterrorizado de que
me cogieran. No creo que sea un sádico. A mí
no me pone ver a la gente sufriendo o cosas
enfermas de ese estilo. Sólo me fascina, eso es
todo. Creo que soy una especie de científico. En
realidad sólo necesito estudiar a la gente en ese
precioso momento final. Ver cómo reaccionan
física y emocionalmente al dolor... ver cómo se
enfrentan al descubrimiento de que van a morir.
Creo que Dios entendía lo que yo necesitaba
cuando hizo que el mundo llegara a su fin. Ahora
sólo hay sufrimiento rodeándome: el dolor del
trabajo manual, las punzadas del hambre y, por
supuesto, la violencia causada por los muertos. Y
ahora que ha muerto tanta gente en la colonia, no
creo que deba seguir limitándome a mirar. ¡Tengo
hasta un discípulo! No son suficientes como para
detenernos y tenemos el factor sorpresa de nuestra
parte. Y la sorpresa hará posibles unos estudios
especialmente fascinantes. Todos van a morir en el
momento y de la forma que elijamos. Estamos muy
emocionados. Habrá tanto que ver y aprender.
CIENTÍFICO LOCO
Son casi perfectos, ¿saben? Los muertos, quiero decir.
Pueden soportar cualquier traumatismo, excepto en
el cerebro, y siguen intentando moverse a pesar del
daño en su tronco o extremidades. Sus únicos defectos
son su naturaleza incontrolable y su absoluta ausencia
de capacidad intelectual. Hasta ahora. Permítanme
presentarles a dos de nuestros camaradas caídos. Antes
de mis experimentos habrían sido condenados a
convertirse en caníbales descerebrados en un estado
de lenta descomposición. Pero mi versión modificada
del llamado virus zombi libra al cerebro de un 35% del
daño que recibe durante el periodo de incubación.
Nuestros amigos aquí presentes sólo sufren la
descomposición celular estándar que experimenta
toda criatura viviente y muchas de sus funciones
cerebrales permanecen intactas. Claro, siguen siendo
autómatas babeantes, pero ahora son capaces de seguir
órdenes rudimentarias y, al mismo tiempo, carecen
completamente de miedo. Así que bajen sus armas,
tarados. Es demasiado tarde. Diluí mi componente
G23 en el agua potable... ayer por la mañana. ¿No han
notado que la conducta de la colonia ha comenzado a
resentirse por ello? ¿No han notado cómo les costaba
seguir mis palabras cuanto más hablaba? Hemos
llegado al final de vuestra aventura y ahora todos me
pertenecéis.
ENCUBRIMIENTO
No estoy orgulloso de lo que he hecho. Pero era
necesario. Si lo hubieran descubierto me la hubieran
arrebatado, y no podía permitirlo. Durante estos días
he ido preparándolo todo, acumulando medicamentos
que pueden ayudarla. No he perdido la esperanza. Ellos
podían seguir adelante, acabando con sus antiguos
seres queridos como si nada. Yo sé que ella sigue
ahí. Sólo es una enfermedad, y con el tratamiento
adecuado remitirá y volverá a ser como era. Ahora por
fin no hay nadie que se interponga. La vigilaré noche y
día. Mi hija se curará.
EL REY DEL NORTE
Todavía se pueden oír los gritos. La Colonia ha
caído y con ella una forma de hacer las cosas. Bueno,
siempre ha habido opresores y oprimidos. Puestos a
elegir, yo soy de los primeros. Les hemos quitado sus
suministros y estamos fuertemente armados. Ahora
los más fuertes sobreviviremos y, entre ellos, yo
gobernaré como me corresponde. “Preparadlo todo.
Limpiad primero los módulos auxiliares y el comedor.
Si encontráis algún superviviente, rematadlo”. ¡Larga
vida al rey!.
EL RITUAL
Los cuatro guardianes situados en los cuatro
puntos cardinales. El círculo ha sido trazado y las
palabras sagradas leídas. Mediante este ritual creo,
fervientemente, seremos capaces de expulsar el mal
que nos asola. Algo escapó de los planos y contaminó
nuestra existencia. El Necronomicón nos guía:
“Muchos y multiformes son los oscuros horrores que
infestan la Tierra desde sus orígenes. Duermen bajo la
roca inamovible; crecen con el árbol desde sus raíces;
se agitan bajo la mar y en las regiones subterráneas,
habitan los reductos más sagrados. Cuando les llega
su hora, brotan del sepulcro de orgulloso bronce o
de la humilde fosa de tierra. Algunos hay de antiguo
conocidos por el hombre; otros, permanecen
ignorados hasta el día terrible de su revelación”.
ES UNA TRAMPA!
Me encanta esa frase de La Guerra de las Galaxias.
Sin duda así debieron sentirse esos idiotas cuando se
vieron atrapados en aquella calle. Lo había preparado
todo para que no fueran capaces de huir por ningún
local o tienda, esquina o resquicio. Toda salida había
sido cegada. Los observé desde una de las azoteas,
luchando por sus vidas contra los bandidos. No
deberían haberse resistido desde el principio. Nos
ofrecieron un buen trato, pero no querían darles
mujeres y comida por su protección. Ahora no tendrán
nada. El líder de los bandidos me prometió un gran
premio por esta traición y voy a cobrármelo. Nunca
pensé que estaría en el lado oscuro, pero supongo que
todo es cuestión de perspectiva.
FUGITIVO
Queridos amigos:
Si todavía no habíais averiguado que estaba
desaparecido, pues ahora ya lo sabéis. Las palabras
no pueden expresar lo mal que me siento por cortar
con vosotros de esta manera, pero espero que me
perdonéis. Me gustaría deciros que mis acciones están
guiadas por unas profundas convicciones o algo así,
pero en realidad sólo soy un cobarde. Y últimamente
he estado asustado. Esta colonia apenas se mantiene
unida. Las últimas semanas he notado muchas
debilidades en nuestro campamento y eso me asustó.
Supongo que podría haber dicho algo, quizás podría
haber ayudado aportando alguna solución, pero creo
que es mejor que me tome un poco de “tiempo para
mí” ahora mismo, ¿no os parece? No es nada personal.
Creo que sois un gran grupo de seres humanos. ¡Os
quiero mucho, chicos!
P.D.: para vuestra información os comunico que tuve
que cortar con una cizalla la valla del este para salir, así
que probablemente ahora mismo estará entrando un
grupo de zombis por ese camino o algo así.
GATILLO FÁCIL
Salid, salid de dondequiera que estéis. Ya he matado a
la mayoría de vosotros y los que quedan no se pueden
esconder. Veréis, no le he disparado a nadie en la
cabeza. Vuestros adorados vecinos y vuestros seres
queridos pronto se levantarán de nuevo y descubriréis
que esta colonia se ha convertido en otra trampa
mortal. ¡Los zombis o yo, chicos! No tenéis a nadie a
quien culpar salvo a vosotros mismos. Yo no podría
haber almacenado todas estas armas si os hubierais
molestado en observar lo que hacía, en reconocer mi
duro trabajo. ¿No habéis visto todas las cosas que he
traído a la comunidad? Si hubierais prestado atención,
no hubiera sido capaz de montar este arsenal. Pero no,
todo lo que hacéis es correr de un lado a otro como
gallinas sin cabeza, pasando de un problema a otro. ¡Los
valientes y autoproclamados líderes de la colonia! Puf.
Sólo otra camarilla exclusiva a la que le importa un
bledo la gente a la que mastica y escupe. Porque se trata
de vuestra historia, ¿verdad? ¡Los demás sólo somos
actores de reparto! ¿No es eso lo que pensáis? Pues,
¡sorpresa! Resulta que se trata de mi historia y que es
una historia de venganza. Así que lo diré otra vez. Salid,
salid de dondequiera que estéis...
GULA
Cada mañana me quedo desnudo frente al espejo
y me sumerjo en la imagen de mi cuerpo. He visto
la delgadez de las caras de los demás y las costillas
marcarse en sus costados. Comen lo necesario para
vivir, pero todos están hambrientos y, aunque no
pueda explicarlo, eso me excita. Todas las noches
acudo a mi reserva secreta y me quedo allí, mirándola.
Algunas veces pruebo estos bocados robados, pero
no puedo comer mucho o todos se darían cuenta. Me
deleito con el pensamiento de que estoy llenando
mi estómago mientras el de todos los demás ruge
hambriento. Cuando me miro al espejo, acaricio
cariñosamente mi piel y toco con regocijo esas partes
de mí mismo que se ven tan rellenas y abundantes.
Adoro mis queridos michelines y la leve barriga que
he estado alimentando. Es un lujo y me excita que
esta opulencia se produzca a expensas de mis vecinos.
Yo tengo y ellos no, y eso me parece dolorosamente
exquisito.
MIRANDO CÓMO ARDE EL MUNDO
El fuego lo purifica todo. Hemos estado luchando
contra lo inevitable, con las estrategias de un pasado
equivocado. Era todo mucho más sencillo. Es cierto
que puede ser moralmente reprochable utilizar a mis
antiguos compañeros como cebo, pero bueno, todos
pensamos en realidad así: lo más importante en la vida
es... nuestro propio bienestar. La horda de zombis se
había convertido en una amenaza continua, un riesgo
extremo y habitual. En lugar de esperar mi turno en
la cola de la muerte decidí garantizar mi salida de ella.
La Colonia arde. El fuego no distingue de vivos o no
muertos, igualándolos. Es tal el resplandor que parece
de día. Es un espectáculo sensacional.
MIS MASCOTAS
Mami perdió a papi, el joven se quedó sin referente,
ella me admira con devoción desde el principio, y tú...
bueno, tú, pequeño bastardo, ya no tienes nada de que
preocuparte. Ahora me tenéis a mí, todos. Regocijaos.
Yo os digo cuando comer, cuando saltar, cuando
respirar. Me debéis todo y os sentís en deuda eterna
hacia mí. Nunca sabréis que os quedasteis sin nada
– precisamente- por mí. Estáis rotos y, una vez rotos
-por dentro y por fuera-, habéis sido moldeados para
divertirme, para servirme. ¡Bailad, mascotas, bailad!
CIENTÍFICO LOCO
Son casi perfectos, ¿saben? Los muertos, quiero decir.
Pueden soportar cualquier traumatismo, excepto en
el cerebro, y siguen intentando moverse a pesar del
daño en su tronco o extremidades. Sus únicos defectos
son su naturaleza incontrolable y su absoluta ausencia
de capacidad intelectual. Hasta ahora. Permítanme
presentarles a dos de nuestros camaradas caídos. Antes
de mis experimentos habrían sido condenados a
convertirse en caníbales descerebrados en un estado
de lenta descomposición. Pero mi versión modificada
del llamado virus zombi libra al cerebro de un 35% del
daño que recibe durante el periodo de incubación.
Nuestros amigos aquí presentes sólo sufren la
descomposición celular estándar que experimenta
toda criatura viviente y muchas de sus funciones
cerebrales permanecen intactas. Claro, siguen siendo
autómatas babeantes, pero ahora son capaces de seguir
órdenes rudimentarias y, al mismo tiempo, carecen
completamente de miedo. Así que bajen sus armas,
tarados. Es demasiado tarde. Diluí mi componente
G23 en el agua potable... ayer por la mañana. ¿No han
notado que la conducta de la colonia ha comenzado a
resentirse por ello? ¿No han notado cómo les costaba
seguir mis palabras cuanto más hablaba? Hemos
llegado al final de vuestra aventura y ahora todos me
pertenecéis.
ENCUBRIMIENTO
No estoy orgulloso de lo que he hecho. Pero era
necesario. Si lo hubieran descubierto me la hubieran
arrebatado, y no podía permitirlo. Durante estos días
he ido preparándolo todo, acumulando medicamentos
que pueden ayudarla. No he perdido la esperanza. Ellos
podían seguir adelante, acabando con sus antiguos
seres queridos como si nada. Yo sé que ella sigue
ahí. Sólo es una enfermedad, y con el tratamiento
adecuado remitirá y volverá a ser como era. Ahora por
fin no hay nadie que se interponga. La vigilaré noche y
día. Mi hija se curará.
EL REY DEL NORTE
Todavía se pueden oír los gritos. La Colonia ha
caído y con ella una forma de hacer las cosas. Bueno,
siempre ha habido opresores y oprimidos. Puestos a
elegir, yo soy de los primeros. Les hemos quitado sus
suministros y estamos fuertemente armados. Ahora
los más fuertes sobreviviremos y, entre ellos, yo
gobernaré como me corresponde. “Preparadlo todo.
Limpiad primero los módulos auxiliares y el comedor.
Si encontráis algún superviviente, rematadlo”. ¡Larga
vida al rey!.
EL RITUAL
Los cuatro guardianes situados en los cuatro
puntos cardinales. El círculo ha sido trazado y las
palabras sagradas leídas. Mediante este ritual creo,
fervientemente, seremos capaces de expulsar el mal
que nos asola. Algo escapó de los planos y contaminó
nuestra existencia. El Necronomicón nos guía:
“Muchos y multiformes son los oscuros horrores que
infestan la Tierra desde sus orígenes. Duermen bajo la
roca inamovible; crecen con el árbol desde sus raíces;
se agitan bajo la mar y en las regiones subterráneas,
habitan los reductos más sagrados. Cuando les llega
su hora, brotan del sepulcro de orgulloso bronce o
de la humilde fosa de tierra. Algunos hay de antiguo
conocidos por el hombre; otros, permanecen
ignorados hasta el día terrible de su revelación”.
ES UNA TRAMPA!
Me encanta esa frase de La Guerra de las Galaxias.
Sin duda así debieron sentirse esos idiotas cuando se
vieron atrapados en aquella calle. Lo había preparado
todo para que no fueran capaces de huir por ningún
local o tienda, esquina o resquicio. Toda salida había
sido cegada. Los observé desde una de las azoteas,
luchando por sus vidas contra los bandidos. No
deberían haberse resistido desde el principio. Nos
ofrecieron un buen trato, pero no querían darles
mujeres y comida por su protección. Ahora no tendrán
nada. El líder de los bandidos me prometió un gran
premio por esta traición y voy a cobrármelo. Nunca
pensé que estaría en el lado oscuro, pero supongo que
todo es cuestión de perspectiva.
FUGITIVO
Queridos amigos:
Si todavía no habíais averiguado que estaba
desaparecido, pues ahora ya lo sabéis. Las palabras
no pueden expresar lo mal que me siento por cortar
con vosotros de esta manera, pero espero que me
perdonéis. Me gustaría deciros que mis acciones están
guiadas por unas profundas convicciones o algo así,
pero en realidad sólo soy un cobarde. Y últimamente
he estado asustado. Esta colonia apenas se mantiene
unida. Las últimas semanas he notado muchas
debilidades en nuestro campamento y eso me asustó.
Supongo que podría haber dicho algo, quizás podría
haber ayudado aportando alguna solución, pero creo
que es mejor que me tome un poco de “tiempo para
mí” ahora mismo, ¿no os parece? No es nada personal.
Creo que sois un gran grupo de seres humanos. ¡Os
quiero mucho, chicos!
P.D.: para vuestra información os comunico que tuve
que cortar con una cizalla la valla del este para salir, así
que probablemente ahora mismo estará entrando un
grupo de zombis por ese camino o algo así.
GATILLO FÁCIL
Salid, salid de dondequiera que estéis. Ya he matado a
la mayoría de vosotros y los que quedan no se pueden
esconder. Veréis, no le he disparado a nadie en la
cabeza. Vuestros adorados vecinos y vuestros seres
queridos pronto se levantarán de nuevo y descubriréis
que esta colonia se ha convertido en otra trampa
mortal. ¡Los zombis o yo, chicos! No tenéis a nadie a
quien culpar salvo a vosotros mismos. Yo no podría
haber almacenado todas estas armas si os hubierais
molestado en observar lo que hacía, en reconocer mi
duro trabajo. ¿No habéis visto todas las cosas que he
traído a la comunidad? Si hubierais prestado atención,
no hubiera sido capaz de montar este arsenal. Pero no,
todo lo que hacéis es correr de un lado a otro como
gallinas sin cabeza, pasando de un problema a otro. ¡Los
valientes y autoproclamados líderes de la colonia! Puf.
Sólo otra camarilla exclusiva a la que le importa un
bledo la gente a la que mastica y escupe. Porque se trata
de vuestra historia, ¿verdad? ¡Los demás sólo somos
actores de reparto! ¿No es eso lo que pensáis? Pues,
¡sorpresa! Resulta que se trata de mi historia y que es
una historia de venganza. Así que lo diré otra vez. Salid,
salid de dondequiera que estéis...
GULA
Cada mañana me quedo desnudo frente al espejo
y me sumerjo en la imagen de mi cuerpo. He visto
la delgadez de las caras de los demás y las costillas
marcarse en sus costados. Comen lo necesario para
vivir, pero todos están hambrientos y, aunque no
pueda explicarlo, eso me excita. Todas las noches
acudo a mi reserva secreta y me quedo allí, mirándola.
Algunas veces pruebo estos bocados robados, pero
no puedo comer mucho o todos se darían cuenta. Me
deleito con el pensamiento de que estoy llenando
mi estómago mientras el de todos los demás ruge
hambriento. Cuando me miro al espejo, acaricio
cariñosamente mi piel y toco con regocijo esas partes
de mí mismo que se ven tan rellenas y abundantes.
Adoro mis queridos michelines y la leve barriga que
he estado alimentando. Es un lujo y me excita que
esta opulencia se produzca a expensas de mis vecinos.
Yo tengo y ellos no, y eso me parece dolorosamente
exquisito.
MIRANDO CÓMO ARDE EL MUNDO
El fuego lo purifica todo. Hemos estado luchando
contra lo inevitable, con las estrategias de un pasado
equivocado. Era todo mucho más sencillo. Es cierto
que puede ser moralmente reprochable utilizar a mis
antiguos compañeros como cebo, pero bueno, todos
pensamos en realidad así: lo más importante en la vida
es... nuestro propio bienestar. La horda de zombis se
había convertido en una amenaza continua, un riesgo
extremo y habitual. En lugar de esperar mi turno en
la cola de la muerte decidí garantizar mi salida de ella.
La Colonia arde. El fuego no distingue de vivos o no
muertos, igualándolos. Es tal el resplandor que parece
de día. Es un espectáculo sensacional.
MIS MASCOTAS
Mami perdió a papi, el joven se quedó sin referente,
ella me admira con devoción desde el principio, y tú...
bueno, tú, pequeño bastardo, ya no tienes nada de que
preocuparte. Ahora me tenéis a mí, todos. Regocijaos.
Yo os digo cuando comer, cuando saltar, cuando
respirar. Me debéis todo y os sentís en deuda eterna
hacia mí. Nunca sabréis que os quedasteis sin nada
– precisamente- por mí. Estáis rotos y, una vez rotos
-por dentro y por fuera-, habéis sido moldeados para
divertirme, para servirme. ¡Bailad, mascotas, bailad!
LA CÁMARA ACORAZADA
He sido muy meticuloso levantando, a espaldas del
resto de la Colonia, un auténtico refugio en la ciudad.
Primero construí barricadas en las ventanas y puertas,
reforzando las paredes y la entrada principal. Luego me
dediqué a mejorar el interior, instalando una cocina
operativa conectada a un generador, una cómoda cama
o una zona de almacenaje. Pensé hasta en la letrina.
También coloqué trampas en torno al perímetro. Diría
que es una auténtica cámara acorazada, inexpugnable,
completamente segura para mí y los míos. Eso ha sido
a costa de otros, claro, pero el mundo actual es cruel.
Hay que adaptarse.
LEVAD ANCLAS
De algo ha servido que frecuentara el club marítimo de
mi ciudad natal. Preparado el yate, habiendo cargado
a bordo todo lo que podré necesitar, abandono los
restos humeantes de la Colonia. Es verdad que he sido
una de las causas principales de la destrucción de la
base y de sus habitantes. No supieron ver la verdad tras
mis palabras. Esto no va a ser cosa de aguantar unos
meses. El mundo ha cambiado. No estaba dispuesto
a cargar con niños ni ancianos, de reservarle un
sitio en el barco a ese creído de Lee o al puñetero
ciego que no para de hablar. Algo de compañía sí que
hubiera encontrado su hueco, pero nadie parecía
muy dispuesto. Que disfruten de sus nuevos amigos
mientras zarpo hacia nuevas tierras, más cálidas y
acogedoras.
LÍDER DE SECTA
¡Ha llegado el amanecer de una nueva era! En el
Antiguo Testamento, Dios envió a sus ángeles para
que castigaran al rebaño. Pero cuando pasaron dos
mil años, el rebaño creyó que no existía el pastor.
Afirmaban que era mitología y se regocijaron con
las comodidades terrenales y los pecados. Pero, ¿qué
son mil años para Dios? ¿Qué serían incluso diez mil
años para el Todopoderoso? Ahora el pastor ha vuelto
su mirada al rebaño y lo ha encontrado enfermo de
corrupción, y ha hecho lo que cualquier buen pastor
haría: sacrificar a los enfermos para que los sanos
puedan vivir. ¡No os equivoquéis, mis discípulos!
Los muertos que deambulan por esta ciudad son
los condenados y buscan a las ovejas que carecen de
arrepentimiento. Nuestro Señor no quiere matar a
sus hijos; de hecho, los ama incluso cuando los golpea.
Pero no tolerará el envenenamiento de sus almas por
más tiempo. Así que damos la bienvenida a los voraces
muertos, esos desdichados que nuestro Señor quiso
enviarnos como justo castigo para un mundo injusto.
OBSESIONADO
Ahora sólo estamos tú y yo. La primera vez que te
vi comprendí lo que significaba estar juntos. Fue
una epifanía de una importancia casi religiosa. ¿Lo
entiendes? Tú estás hecha para mí. Cada matiz de tu
personalidad, cada rasgo de tu encantador rostro, todo
ha llegado a ser así para que fueses perfecta para mí.
Así que puedes entender mi frustración cuando fui
testigo de cómo les profesabas amor a todos excepto
a mí. Debes pensar que estoy ciego y no lo veo. Pero
no puedo alcanzar a comprender el porqué. ¿Sientes
algún placer perverso por negarte a tu propósito en
este mundo? ¿Es crueldad? O quizás, y eso espero, es
alguna especie de prueba. Bien, aquí estamos, mi amor.
Solamente tú y yo, y una pequeña ayuda para que te
quede claro que no puedes huir. ¿Que dónde están
los otros a los que mirabas con lascivia y con los que
planeabas citas secretas? Están muertos o se han ido.
Lo hice yo. Hice esto por ti. ¡Por nosotros! ¡Siempre
por nosotros! Aquí estamos, al final de la prueba. Así
que deja de lloriquear y acepta nuestra nueva vida
juntos. Sólo piensa que no vivirás otro momento en tu
vida en el que yo no esté a tu lado.
SABOTEADOR
Cada vez que salía ahí fuera volvía con las manos
vacías, o casi vacías –que tampoco debían recelar
mucho-. Poco a poco fui sustrayendo valiosos recursos
de las principales tiendas y locales de la ciudad.
Unos botes de penicilina del hospital, un poco de
combustible de la gasolinera, unas latas de comida
del supermercado. Debilitando la Colonia he ido
alcanzando mi objetivo. La moral ha ido cayendo entre
sus habitantes y ahora es el momento para presentarse
como su salvador. El Líder de los Escorpiones Rojos
espera fuera, arropado por sus hombres de mayor
confianza, entre los cuales me cuento. Ahora sólo resta
presentarse ante las puertas de la Colonia y ofrecerles
la salvación, nuestra salvación.
TOMAR EL CONTROL VENENO
En primer lugar, me gustaría que hubiera una ronda No estoy loco. Tampoco soy tonto. Sé de sobra que
de aplausos para todos los que están aquí. Ha sido me estaban dando comida en mal estado esperando
realmente un esfuerzo colectivo. Todos habéis hecho que, finalmente, dejara de darles la lata. Querían acabar
un gran trabajo, ¡enhorabuena! Ahora la colonia no conmigo. No contaban con que yo haría lo mismo con
podría ser más perfecta. Muchas defensas, una gran ellos. Cada noche entraba en la cocina y “aderezaba” la
cantidad de comida... Todo lo que mi equipo y yo cazuela del día siguiente. No lo notaron. Fui sutil. Los
necesitamos para asegurar nuestro confort mientras
esperamos a que acabe el apocalipsis zombi. Ahora, si
días fueron pasando y comenzaron a caer. Creyeron
que era un imbécil y, ahora, bailando entre sus cuerpos,
no os importa, os diré un viejo refrán: no tenéis que río y les escupo. ¿Quién quería envenenar a quién?
iros a casa pero tampoco podéis quedaros aquí. Venga,
no me miréis con esas caras tan tristes. Chicos, habéis
hecho un trabajo bárbaro y seguro que podéis hacerlo
de nuevo. O moriréis. En cualquier caso, yo voy a
estar de maravilla. Lo que ahora necesito es que todos
forméis una fila para que os podamos cachear antes de
que os escoltemos hasta la puerta. No os alteréis tanto.
No somos monstruos. Os dejaremos que os llevéis la
ropa puesta.
TODOS PARA UNO
Vosotros, idiotas, nunca habéis tenido ninguna
posibilidad de sobrevivir. La única razón por la que
algunos de vosotros estáis vivos es porque habéis
tenido suerte o porque alguien más inteligente y fuerte,
como yo, os ha salvado. Quería echarme a reír cada
vez que hablabais de la preparación de las barricadas
o de salir a buscar comida. ¡Qué derroche de energía!
Es sólo cuestión de tiempo que este lugar caiga y, tío, la
hora se acerca. Así que yo he almacenado algunas cosas
y ahora ha llegado el momento de salir de aquí. ¿Qué?
Vamos, por favor. Ya sabía yo que alguien diría eso.
Claro que al llevarme esto probablemente se acelere el
proceso de destrucción de la colonia, pero no me voy
a sentir mal por algo que va a ocurrir de todas formas.
Eso no es culpa mía y tampoco es mi intención.
Apuesto a que cualquiera de vosotros hubiera hecho lo
mismo si no fueseis todos unos imbéciles a los que en
la vida se les podría ocurrir algo así. Ahora... apartaos
de la camioneta o tendré que enseñaros lo peligrosa
que es esta cosa. Estoy harto de que viváis a costa de
mi trabajo.
LA CÁMARA ACORAZADA
He sido muy meticuloso levantando, a espaldas del
resto de la Colonia, un auténtico refugio en la ciudad.
Primero construí barricadas en las ventanas y puertas,
reforzando las paredes y la entrada principal. Luego me
dediqué a mejorar el interior, instalando una cocina
operativa conectada a un generador, una cómoda cama
o una zona de almacenaje. Pensé hasta en la letrina.
También coloqué trampas en torno al perímetro. Diría
que es una auténtica cámara acorazada, inexpugnable,
completamente segura para mí y los míos. Eso ha sido
a costa de otros, claro, pero el mundo actual es cruel.
Hay que adaptarse.
LEVAD ANCLAS
De algo ha servido que frecuentara el club marítimo de
mi ciudad natal. Preparado el yate, habiendo cargado
a bordo todo lo que podré necesitar, abandono los
restos humeantes de la Colonia. Es verdad que he sido
una de las causas principales de la destrucción de la
base y de sus habitantes. No supieron ver la verdad tras
mis palabras. Esto no va a ser cosa de aguantar unos
meses. El mundo ha cambiado. No estaba dispuesto
a cargar con niños ni ancianos, de reservarle un
sitio en el barco a ese creído de Lee o al puñetero
ciego que no para de hablar. Algo de compañía sí que
hubiera encontrado su hueco, pero nadie parecía
muy dispuesto. Que disfruten de sus nuevos amigos
mientras zarpo hacia nuevas tierras, más cálidas y
acogedoras.
LÍDER DE SECTA
¡Ha llegado el amanecer de una nueva era! En el
Antiguo Testamento, Dios envió a sus ángeles para
que castigaran al rebaño. Pero cuando pasaron dos
mil años, el rebaño creyó que no existía el pastor.
Afirmaban que era mitología y se regocijaron con
las comodidades terrenales y los pecados. Pero, ¿qué
son mil años para Dios? ¿Qué serían incluso diez mil
años para el Todopoderoso? Ahora el pastor ha vuelto
su mirada al rebaño y lo ha encontrado enfermo de
corrupción, y ha hecho lo que cualquier buen pastor
haría: sacrificar a los enfermos para que los sanos
puedan vivir. ¡No os equivoquéis, mis discípulos!
Los muertos que deambulan por esta ciudad son
los condenados y buscan a las ovejas que carecen de
arrepentimiento. Nuestro Señor no quiere matar a
sus hijos; de hecho, los ama incluso cuando los golpea.
Pero no tolerará el envenenamiento de sus almas por
más tiempo. Así que damos la bienvenida a los voraces
muertos, esos desdichados que nuestro Señor quiso
enviarnos como justo castigo para un mundo injusto.
OBSESIONADO
Ahora sólo estamos tú y yo. La primera vez que te
vi comprendí lo que significaba estar juntos. Fue
una epifanía de una importancia casi religiosa. ¿Lo
entiendes? Tú estás hecha para mí. Cada matiz de tu
personalidad, cada rasgo de tu encantador rostro, todo
ha llegado a ser así para que fueses perfecta para mí.
Así que puedes entender mi frustración cuando fui
testigo de cómo les profesabas amor a todos excepto
a mí. Debes pensar que estoy ciego y no lo veo. Pero
no puedo alcanzar a comprender el porqué. ¿Sientes
algún placer perverso por negarte a tu propósito en
este mundo? ¿Es crueldad? O quizás, y eso espero, es
alguna especie de prueba. Bien, aquí estamos, mi amor.
Solamente tú y yo, y una pequeña ayuda para que te
quede claro que no puedes huir. ¿Que dónde están
los otros a los que mirabas con lascivia y con los que
planeabas citas secretas? Están muertos o se han ido.
Lo hice yo. Hice esto por ti. ¡Por nosotros! ¡Siempre
por nosotros! Aquí estamos, al final de la prueba. Así
que deja de lloriquear y acepta nuestra nueva vida
juntos. Sólo piensa que no vivirás otro momento en tu
vida en el que yo no esté a tu lado.
SABOTEADOR
Cada vez que salía ahí fuera volvía con las manos
vacías, o casi vacías –que tampoco debían recelar
mucho-. Poco a poco fui sustrayendo valiosos recursos
de las principales tiendas y locales de la ciudad.
Unos botes de penicilina del hospital, un poco de
combustible de la gasolinera, unas latas de comida
del supermercado. Debilitando la Colonia he ido
alcanzando mi objetivo. La moral ha ido cayendo entre
sus habitantes y ahora es el momento para presentarse
como su salvador. El Líder de los Escorpiones Rojos
espera fuera, arropado por sus hombres de mayor
confianza, entre los cuales me cuento. Ahora sólo resta
presentarse ante las puertas de la Colonia y ofrecerles
la salvación, nuestra salvación.
TOMAR EL CONTROL VENENO
En primer lugar, me gustaría que hubiera una ronda No estoy loco. Tampoco soy tonto. Sé de sobra que
de aplausos para todos los que están aquí. Ha sido me estaban dando comida en mal estado esperando
realmente un esfuerzo colectivo. Todos habéis hecho que, finalmente, dejara de darles la lata. Querían acabar
un gran trabajo, ¡enhorabuena! Ahora la colonia no conmigo. No contaban con que yo haría lo mismo con
podría ser más perfecta. Muchas defensas, una gran ellos. Cada noche entraba en la cocina y “aderezaba” la
cantidad de comida... Todo lo que mi equipo y yo cazuela del día siguiente. No lo notaron. Fui sutil. Los
necesitamos para asegurar nuestro confort mientras
esperamos a que acabe el apocalipsis zombi. Ahora, si
días fueron pasando y comenzaron a caer. Creyeron
que era un imbécil y, ahora, bailando entre sus cuerpos,
no os importa, os diré un viejo refrán: no tenéis que río y les escupo. ¿Quién quería envenenar a quién?
iros a casa pero tampoco podéis quedaros aquí. Venga,
no me miréis con esas caras tan tristes. Chicos, habéis
hecho un trabajo bárbaro y seguro que podéis hacerlo
de nuevo. O moriréis. En cualquier caso, yo voy a
estar de maravilla. Lo que ahora necesito es que todos
forméis una fila para que os podamos cachear antes de
que os escoltemos hasta la puerta. No os alteréis tanto.
No somos monstruos. Os dejaremos que os llevéis la
ropa puesta.
TODOS PARA UNO
Vosotros, idiotas, nunca habéis tenido ninguna
posibilidad de sobrevivir. La única razón por la que
algunos de vosotros estáis vivos es porque habéis
tenido suerte o porque alguien más inteligente y fuerte,
como yo, os ha salvado. Quería echarme a reír cada
vez que hablabais de la preparación de las barricadas
o de salir a buscar comida. ¡Qué derroche de energía!
Es sólo cuestión de tiempo que este lugar caiga y, tío, la
hora se acerca. Así que yo he almacenado algunas cosas
y ahora ha llegado el momento de salir de aquí. ¿Qué?
Vamos, por favor. Ya sabía yo que alguien diría eso.
Claro que al llevarme esto probablemente se acelere el
proceso de destrucción de la colonia, pero no me voy
a sentir mal por algo que va a ocurrir de todas formas.
Eso no es culpa mía y tampoco es mi intención.
Apuesto a que cualquiera de vosotros hubiera hecho lo
mismo si no fueseis todos unos imbéciles a los que en
la vida se les podría ocurrir algo así. Ahora... apartaos
de la camioneta o tendré que enseñaros lo peligrosa
que es esta cosa. Estoy harto de que viváis a costa de
mi trabajo.
OBJETIVOS
DE EXILIADO
ACEPTACIÓN
Los seres humanos pueden ser cruelmente irracionales
en situaciones extremas. Cuando todo el mundo
comenzó a preguntarse quién había dejado el generador
sin combustible o por qué la puerta de la despensa estaba
abierta las miradas recayeron en mí. Aquella mañana
los habitantes de la Colonia votaron sobre expulsarme.
No fue, ni mucho menos, unánime, pero aquellos que
veían en mí alguien de quien no podían fiarse ganaron
el pulso. Pero eso no ha hecho que me olvide de las
buenas personas que quedan dentro de las protectoras
vallas de la Colonia. En la medida de mis posibilidades he
ayudado desde el exterior a que salgan adelante. Aunque
un pequeño deseo de venganza pugna por abrirse paso en
mi interior, prefiero que ninguna muerte recaiga sobre
mi conciencia. Quizás ahora comiencen a verme de otra
forma.
EL ELEGIDO
Una voz en medio de la oscuridad susurra mi
nombre. No sé quién es, no sé qué es. ¿Es humano
o es otra cosa? Me dice que soy especial, distinto
del resto. Toda época tiene sus héroes, gente que
en momentos de necesidad, se levanta y lucha,
abriendo camino para el resto. Salgo ahí fuera todos
los días y el peligro me acecha. Casi parece que
lo atraigo. El otro día maté a tres de esos muertos
vivientes con mis propias manos. No tiene sentido.
No soy tan bueno, nunca lo he sido. Hay algo que
me protege, lo siento. Me da fuerzas. He visto caer
a muchos pero tengo la certeza de que yo no caeré.
Alguien o algo me ha elegido, y voy a traer un
nuevo amanecer a aquellos que me sigan. No hay
obstáculo que no pueda salvar.
EXPIACIÓN
Es cierto, cometí errores. Cuando la colonia votó
finalmente para mi expulsión, a pesar de la ira, del
miedo, una parte de mí sabía que me lo merecía.
Escamoteaba comida, presionaba a mis compañeros
para obtener ventaja y más de una vez actué tarde a la
hora de ayudarles. Desde luego no era el primero en
ofrecerme voluntario para nada. Pero ahora que estoy
fuera, solo, aislado, me descubro añorando la compañía,
sintiéndome avergonzado de mis actos. Pude salvar
a Mike cuando nos atacaron en el supermercado. Sin
duda, mi aportación fue mínima al bien común. La
decisión de volver a luchar por hacerme un hueco en
la comunidad no fue algo repentino. Todo el mundo
comete pecados, pero deben ser perdonados cuando
alguien hace tanto por compensarlos como yo. Les he
llevado agua, comida, gasolina, armas. Las dejo cerca de
la entrada de la colonia, en un lugar en alto. La última
vez dejaron una nota. Era de Jennifer.
HÁBIL
Estoy solo, sí. Si me rompo una pierna no va a haber un
médico que me cure. Si tengo que desollar un ciervo,
no va a haber un experto cazador guiándome con el
cuchillo. Nadie va a estar velando durante mi sueño.
Pero nadie nace sabiendo. Poco a poco he aprendido a
hacerlo todo. Soy autosuficiente. Igual puedo preparar
un refugio improvisado para pasar la noche que hacer
un emplaste que ayude a restañar mis heridas. Incluso
en la cueva en la que me refugio he puesto varias
trampas que me alertarán si entra alguien o algo. Aquí
fuera no se está tan mal si sabes cómo sobrevivir. y
he descubierto que soy lo suficientemente hábil para
ello. Casi me dan pena aquellos que me expulsaron,
hacinados entre cuatro paredes, esperando que llegue
su muerte.
MUDAR
Este lugar no es seguro. No he dejado de repetirlo
hasta que han preferido expulsarme. El perímetro
de la Colonia se ha venido abajo en múltiples puntos.
Además, tan cerca de las extrañas instalaciones
bioquímicas o del campamento de esos saqueadores
es evidente que nunca podremos salir adelante.
Los extraños gritos que provienen del interior del
edificio de Raxxon y el continuo chantaje de ese líder
de los bandidos deberían haber sido justificación
suficiente como para que los líderes de la Colonia
así lo decidieran. Pero esos mojigatos acomodados
prefirieron eliminar la voz discordante. Ahora me
he establecido en una granja lejana, con un amplio
vallado de seguridad y suministros suficientes. No ha
sido fácil, pero es una base de operaciones mucho más
segura que la Colonia. El tiempo lo demostrará.
NUEVOS AMIGOS
“Coge mi mano” –le dije a aquel extraño. Estaba
rodeado de muertos, atrapado. Yo había sido dejado de
lado por mis antiguos compañeros, pero cuando vi a
aquel hombre de aspecto cansado, no dudé a la hora de
ayudarle. Mientras nos alejábamos de aquella trampa
mortal en la que se había convertido aquel colegio, él
cojeando, apoyado en mí, supe que había hecho bien.
Se presentó como un antiguo profesor, miembro de
un grupo de una veintena de personas que sobrevivía
en las antiguas instalaciones de los bomberos locales.
Una vez llegados allí, me acogieron y me dieron algo
de comer. El profesor habló a mi favor, describiendo
cómo le había salvado. Dadas mis habilidades, me
adjudicaron un papel en su comunidad. Puedo decir
con satisfacción que me encuentro a gusto con ellos.
Con ellos todo será distinto.
LIBERTAD
La policía dejó de aplicar la ley. Todo el entramado
financiero de la sociedad moderna dejó de tener
sentido. Levantarte a las 6 para ir al trabajo, hacer
tu declaración de la renta o renovar el carnet se
convirtieron en acciones vacías de contenido,
obligaciones inútiles. El caos de la caída del sistema
trajo una nueva era de salvaje libertad. No fue así
para todos. En aquella maldita cárcel yo y algunos
compañeros seguimos cumpliendo una condena que
había dejado de tener significado. Los habitantes de
la Colonia me mantuvieron preso, sin dejarme morir,
pero sin fiarse de mí. Aunque a veces hacía tareas bajo
sus atentas miradas, no dejaban de ser una especie de
trabajos forzados. Cuando por fin me soltaron en el
páramo helado, aullé de pura felicidad, libre. Aquella
noche cené carne fresca y dormí al abrigo de la roca.
Ante mí, un mundo de posibilidades, sin fronteras.
Había una ciudad cercana que siempre quise visitar,
no recuerdo su nombre. Creo que tenía un museo de la
guerra civil. Siempre he querido un sable de esos.
OBJETIVOS
DE EXILIADO
ACEPTACIÓN
Los seres humanos pueden ser cruelmente irracionales
en situaciones extremas. Cuando todo el mundo
comenzó a preguntarse quién había dejado el generador
sin combustible o por qué la puerta de la despensa estaba
abierta las miradas recayeron en mí. Aquella mañana
los habitantes de la Colonia votaron sobre expulsarme.
No fue, ni mucho menos, unánime, pero aquellos que
veían en mí alguien de quien no podían fiarse ganaron
el pulso. Pero eso no ha hecho que me olvide de las
buenas personas que quedan dentro de las protectoras
vallas de la Colonia. En la medida de mis posibilidades he
ayudado desde el exterior a que salgan adelante. Aunque
un pequeño deseo de venganza pugna por abrirse paso en
mi interior, prefiero que ninguna muerte recaiga sobre
mi conciencia. Quizás ahora comiencen a verme de otra
forma.
EL ELEGIDO
Una voz en medio de la oscuridad susurra mi
nombre. No sé quién es, no sé qué es. ¿Es humano
o es otra cosa? Me dice que soy especial, distinto
del resto. Toda época tiene sus héroes, gente que
en momentos de necesidad, se levanta y lucha,
abriendo camino para el resto. Salgo ahí fuera todos
los días y el peligro me acecha. Casi parece que
lo atraigo. El otro día maté a tres de esos muertos
vivientes con mis propias manos. No tiene sentido.
No soy tan bueno, nunca lo he sido. Hay algo que
me protege, lo siento. Me da fuerzas. He visto caer
a muchos pero tengo la certeza de que yo no caeré.
Alguien o algo me ha elegido, y voy a traer un
nuevo amanecer a aquellos que me sigan. No hay
obstáculo que no pueda salvar.
EXPIACIÓN
Es cierto, cometí errores. Cuando la colonia votó
finalmente para mi expulsión, a pesar de la ira, del
miedo, una parte de mí sabía que me lo merecía.
Escamoteaba comida, presionaba a mis compañeros
para obtener ventaja y más de una vez actué tarde a la
hora de ayudarles. Desde luego no era el primero en
ofrecerme voluntario para nada. Pero ahora que estoy
fuera, solo, aislado, me descubro añorando la compañía,
sintiéndome avergonzado de mis actos. Pude salvar
a Mike cuando nos atacaron en el supermercado. Sin
duda, mi aportación fue mínima al bien común. La
decisión de volver a luchar por hacerme un hueco en
la comunidad no fue algo repentino. Todo el mundo
comete pecados, pero deben ser perdonados cuando
alguien hace tanto por compensarlos como yo. Les he
llevado agua, comida, gasolina, armas. Las dejo cerca de
la entrada de la colonia, en un lugar en alto. La última
vez dejaron una nota. Era de Jennifer.
HÁBIL
Estoy solo, sí. Si me rompo una pierna no va a haber un
médico que me cure. Si tengo que desollar un ciervo,
no va a haber un experto cazador guiándome con el
cuchillo. Nadie va a estar velando durante mi sueño.
Pero nadie nace sabiendo. Poco a poco he aprendido a
hacerlo todo. Soy autosuficiente. Igual puedo preparar
un refugio improvisado para pasar la noche que hacer
un emplaste que ayude a restañar mis heridas. Incluso
en la cueva en la que me refugio he puesto varias
trampas que me alertarán si entra alguien o algo. Aquí
fuera no se está tan mal si sabes cómo sobrevivir. y
he descubierto que soy lo suficientemente hábil para
ello. Casi me dan pena aquellos que me expulsaron,
hacinados entre cuatro paredes, esperando que llegue
su muerte.
MUDAR
Este lugar no es seguro. No he dejado de repetirlo
hasta que han preferido expulsarme. El perímetro
de la Colonia se ha venido abajo en múltiples puntos.
Además, tan cerca de las extrañas instalaciones
bioquímicas o del campamento de esos saqueadores
es evidente que nunca podremos salir adelante.
Los extraños gritos que provienen del interior del
edificio de Raxxon y el continuo chantaje de ese líder
de los bandidos deberían haber sido justificación
suficiente como para que los líderes de la Colonia
así lo decidieran. Pero esos mojigatos acomodados
prefirieron eliminar la voz discordante. Ahora me
he establecido en una granja lejana, con un amplio
vallado de seguridad y suministros suficientes. No ha
sido fácil, pero es una base de operaciones mucho más
segura que la Colonia. El tiempo lo demostrará.
NUEVOS AMIGOS
“Coge mi mano” –le dije a aquel extraño. Estaba
rodeado de muertos, atrapado. Yo había sido dejado de
lado por mis antiguos compañeros, pero cuando vi a
aquel hombre de aspecto cansado, no dudé a la hora de
ayudarle. Mientras nos alejábamos de aquella trampa
mortal en la que se había convertido aquel colegio, él
cojeando, apoyado en mí, supe que había hecho bien.
Se presentó como un antiguo profesor, miembro de
un grupo de una veintena de personas que sobrevivía
en las antiguas instalaciones de los bomberos locales.
Una vez llegados allí, me acogieron y me dieron algo
de comer. El profesor habló a mi favor, describiendo
cómo le había salvado. Dadas mis habilidades, me
adjudicaron un papel en su comunidad. Puedo decir
con satisfacción que me encuentro a gusto con ellos.
Con ellos todo será distinto.
LIBERTAD
La policía dejó de aplicar la ley. Todo el entramado
financiero de la sociedad moderna dejó de tener
sentido. Levantarte a las 6 para ir al trabajo, hacer
tu declaración de la renta o renovar el carnet se
convirtieron en acciones vacías de contenido,
obligaciones inútiles. El caos de la caída del sistema
trajo una nueva era de salvaje libertad. No fue así
para todos. En aquella maldita cárcel yo y algunos
compañeros seguimos cumpliendo una condena que
había dejado de tener significado. Los habitantes de
la Colonia me mantuvieron preso, sin dejarme morir,
pero sin fiarse de mí. Aunque a veces hacía tareas bajo
sus atentas miradas, no dejaban de ser una especie de
trabajos forzados. Cuando por fin me soltaron en el
páramo helado, aullé de pura felicidad, libre. Aquella
noche cené carne fresca y dormí al abrigo de la roca.
Ante mí, un mundo de posibilidades, sin fronteras.
Había una ciudad cercana que siempre quise visitar,
no recuerdo su nombre. Creo que tenía un museo de la
guerra civil. Siempre he querido un sable de esos.
PERDÓN
A veces hay que saber perdonar. Cuando el consejo de
la Colonia se reunió y decidió que debía ser expulsado,
juré que pagarían por ello. Pero la ira de aquellos días
se fue enfriando con el gélido viento. La verdad es
que tomaron una decisión difícil en un momento
difícil. Qué demonios, les día suficientes razones para
ello, hay que reconocerlo. Debería de haber sido más
sincero, ya que mis mentiras me convirtieron en
alguien sospechoso, de quien era mejor no fiarse. En
el fondo son mis antiguos vecinos, los amigos con los
que compartía barbacoas de fin de semana. Estaban
en una situación extrema y creyeron que era un
traidor cuando simplemente era un cobarde. Estos
días valiéndome por mí mismo me han hecho darme
cuenta de mis errores. Ahora soy de otra forma. He
cambiado. Así lo defenderé cuando me reúna con ellos.
PREDICAR
El exilio de la Colonia significó el comienzo de mi
senda. Aquellos que te acompañaron en tu expulsión
comenzaron a seguirme como a su guía. Comprendí
que el peor enemigo del ser humano es el ser humano.
Homo homini lupus, como dice en uno de los libros
rescatados de la biblioteca. Los caminantes, infectados,
no muertos o zombis, como queramos llamarlos,
sólo son otro peligro más, como los animales salvajes
del bosque o el frío del invierno. Una prueba de la
naturaleza. “Si cooperamos, hermanos, si anteponemos
nuestro beneficio colectivo al individual, podremos
sobrevivir a esta situación” -exhorto subido a una
roca-. Ahora estoy al frente de una nueva comunidad.
Mis seguidores beben mis palabras y acatan mis
decisiones con devoción. De vez en cuando me acerco
a los límites de la Colonia y espero que alguien más, un
miembro descontento o asustado, se una a mi grupo.
REFUGIO
Una alternativa a la Colonia. Eso es lo que he
construido después de que me desterraran. Un sitio
más justo, donde todos puedan tomar las decisiones
y no sólo unos pocos. En mi vagar en los días
posteriores a mi expulsión, encontré un camping lleno
de caravanas, con una valla protectora alrededor, un
depósito de agua y apenas unos pocos de esos muertos
vivientes. Tenía un laborioso trabajo por delante a la
hora de limpiarlo y preparar sus defensas. No fue fácil,
no mentiré, pero pronto otros escucharán este mensaje
que estoy radiando y se unirán: “Supervivientes, hay
esperanza. Entre las montañas hay un campamento
preparado y dispuesto, autosuficiente y seguro. Todo
el mundo es bienvenido.”
REMORDIMIENTO
Su rostro se me aparece todas las noches. No pensé
lo que hacía. Cuando me encontraron los guardias,
cubierto de sangre, no pude ni defenderme. Había
incurrido en el peor de los crímenes y me merecía
todo lo que pudiera pasarme. Lo era todo para mí. No
pude soportar su traición. No fui capaz de convivir
en el mismo barracón, no después de aquello. Y esa
noche, esa noche... sucumbí a los celos y la ira. El
exilio fue una medida laxa en comparación con lo que
hubiera hecho la justicia de antes de la caída. La silla
eléctrica o la inyección letal. En cambio, el consejo de
la Colonia no fue capaz de hacer una ejecución pública.
Ahora, viviré purgando mi pecado, ya que si no, su
muerte carecería de cualquier sentido. Ojalá encuentre
consuelo en ello.
SUR
Cuando mi grupo tomó la decisión de viajar al norte
no creí que fuera una mala idea. Con el tiempo
descubrimos que el frio no hacía más lentas a esas
cosas y, en cambio, si que nos perjudicaba a nosotros,
obligándoos continuamente a buscar combustible para
el fuego, un refugio entre la nieve. Ahora que estoy
por mi cuenta he decidido ir al sur, a tierras donde
vuelva a sentir el cálido abrazo del sol. Cojo mis cosas
y sueño con una playa tropical, lejos del puñetero
norte y lo que significa. Abres un folleto turístico de la
soleada Florida que ha sobrevivido tirado en el suelo
ensangrentado de una tienda. ¿Florida? ¿Por qué no?
Los jubilados zombis deben ser mucho más fáciles de
esquivar.
TECNOLOGÍA VENGANZA
En los restos de nuestro glorioso pasado está Con todo lo que he hecho por ellos... y me expulsan de
la salvación. Me expulsaron de la Colonia por la Colonia. Escupo sobre ellos, malditos malnacidos.
acumular tecnología, tecnología que no terminan de Acusaciones vacías y una pantomima de votación.
comprender. Ellos ven chatarra donde hay Que si cogí más de lo que me correspondía, que si
valiosos recursos. No hay problema. Ahora que estoy me escaqueaba de mis deberes, que si coaccionaba a
por mi cuenta puedo aplicar sin cortapisas mi plan. mis compañeros. Ah, pero no saben lo que les espera.
Estos días he ido reuniendo todo tipo de componentes
electrónicos. Dispongo de walkie-talkies funcionales,
Volveré allí y les enseñaré que conmigo no se mete
nadie. Se quedaron con mis cosas y me soltaron
un microondas que calienta mis cenas y, sobre todo, prácticamente con lo puesto. A la horda, a la muerte.
un ordenador con conexión. Todavía hay servidores Voy a volver a recuperar lo que es mío y quien se
operativos, Internet no cayó por completo, y he encuentre en mi camino... ja, quien se encuentre en
podido contactar con otras comunidades. De hecho, mi camino, más vale que me suplique por su miserable
el ejército mantiene toda una ciudad segura a varios vida.
centenares de kilómetros al sur. Esta gente morirá
en la Colonia. Yo sólo tengo que terminar de llenar
la camioneta con suministros. Que malgastaba
electricidad decían...
TRUEQUE
Me dieron la espalda, sí, pero eso no quiere decir que
no me sigan necesitando. Y yo a ellos. Aquí fuera
hay muchos peligros, pero está repleto de bienes que
dentro de la Colonia son finitos. A su vez, los colonos
pueden proveerme de artículos manufacturados que
aquí fuera son muy difíciles de fabricar. Podemos
intercambiar cosas. Cuando se va a efectuar un
cambio, enciendo una linterna cerca del viejo árbol.
Entre sus ramas cuelgo lo que me sobra. A la mañana
siguiente recojo el canje. Y sigo con mi vida. Hoy estoy
siguiendo el rastro de un cervatillo.
PERDÓN
A veces hay que saber perdonar. Cuando el consejo de
la Colonia se reunió y decidió que debía ser expulsado,
juré que pagarían por ello. Pero la ira de aquellos días
se fue enfriando con el gélido viento. La verdad es
que tomaron una decisión difícil en un momento
difícil. Qué demonios, les día suficientes razones para
ello, hay que reconocerlo. Debería de haber sido más
sincero, ya que mis mentiras me convirtieron en
alguien sospechoso, de quien era mejor no fiarse. En
el fondo son mis antiguos vecinos, los amigos con los
que compartía barbacoas de fin de semana. Estaban
en una situación extrema y creyeron que era un
traidor cuando simplemente era un cobarde. Estos
días valiéndome por mí mismo me han hecho darme
cuenta de mis errores. Ahora soy de otra forma. He
cambiado. Así lo defenderé cuando me reúna con ellos.
PREDICAR
El exilio de la Colonia significó el comienzo de mi
senda. Aquellos que te acompañaron en tu expulsión
comenzaron a seguirme como a su guía. Comprendí
que el peor enemigo del ser humano es el ser humano.
Homo homini lupus, como dice en uno de los libros
rescatados de la biblioteca. Los caminantes, infectados,
no muertos o zombis, como queramos llamarlos,
sólo son otro peligro más, como los animales salvajes
del bosque o el frío del invierno. Una prueba de la
naturaleza. “Si cooperamos, hermanos, si anteponemos
nuestro beneficio colectivo al individual, podremos
sobrevivir a esta situación” -exhorto subido a una
roca-. Ahora estoy al frente de una nueva comunidad.
Mis seguidores beben mis palabras y acatan mis
decisiones con devoción. De vez en cuando me acerco
a los límites de la Colonia y espero que alguien más, un
miembro descontento o asustado, se una a mi grupo.
REFUGIO
Una alternativa a la Colonia. Eso es lo que he
construido después de que me desterraran. Un sitio
más justo, donde todos puedan tomar las decisiones
y no sólo unos pocos. En mi vagar en los días
posteriores a mi expulsión, encontré un camping lleno
de caravanas, con una valla protectora alrededor, un
depósito de agua y apenas unos pocos de esos muertos
vivientes. Tenía un laborioso trabajo por delante a la
hora de limpiarlo y preparar sus defensas. No fue fácil,
no mentiré, pero pronto otros escucharán este mensaje
que estoy radiando y se unirán: “Supervivientes, hay
esperanza. Entre las montañas hay un campamento
preparado y dispuesto, autosuficiente y seguro. Todo
el mundo es bienvenido.”
REMORDIMIENTO
Su rostro se me aparece todas las noches. No pensé
lo que hacía. Cuando me encontraron los guardias,
cubierto de sangre, no pude ni defenderme. Había
incurrido en el peor de los crímenes y me merecía
todo lo que pudiera pasarme. Lo era todo para mí. No
pude soportar su traición. No fui capaz de convivir
en el mismo barracón, no después de aquello. Y esa
noche, esa noche... sucumbí a los celos y la ira. El
exilio fue una medida laxa en comparación con lo que
hubiera hecho la justicia de antes de la caída. La silla
eléctrica o la inyección letal. En cambio, el consejo de
la Colonia no fue capaz de hacer una ejecución pública.
Ahora, viviré purgando mi pecado, ya que si no, su
muerte carecería de cualquier sentido. Ojalá encuentre
consuelo en ello.
SUR
Cuando mi grupo tomó la decisión de viajar al norte
no creí que fuera una mala idea. Con el tiempo
descubrimos que el frio no hacía más lentas a esas
cosas y, en cambio, si que nos perjudicaba a nosotros,
obligándoos continuamente a buscar combustible para
el fuego, un refugio entre la nieve. Ahora que estoy
por mi cuenta he decidido ir al sur, a tierras donde
vuelva a sentir el cálido abrazo del sol. Cojo mis cosas
y sueño con una playa tropical, lejos del puñetero
norte y lo que significa. Abres un folleto turístico de la
soleada Florida que ha sobrevivido tirado en el suelo
ensangrentado de una tienda. ¿Florida? ¿Por qué no?
Los jubilados zombis deben ser mucho más fáciles de
esquivar.
TECNOLOGÍA VENGANZA
En los restos de nuestro glorioso pasado está Con todo lo que he hecho por ellos... y me expulsan de
la salvación. Me expulsaron de la Colonia por la Colonia. Escupo sobre ellos, malditos malnacidos.
acumular tecnología, tecnología que no terminan de Acusaciones vacías y una pantomima de votación.
comprender. Ellos ven chatarra donde hay Que si cogí más de lo que me correspondía, que si
valiosos recursos. No hay problema. Ahora que estoy me escaqueaba de mis deberes, que si coaccionaba a
por mi cuenta puedo aplicar sin cortapisas mi plan. mis compañeros. Ah, pero no saben lo que les espera.
Estos días he ido reuniendo todo tipo de componentes
electrónicos. Dispongo de walkie-talkies funcionales,
Volveré allí y les enseñaré que conmigo no se mete
nadie. Se quedaron con mis cosas y me soltaron
un microondas que calienta mis cenas y, sobre todo, prácticamente con lo puesto. A la horda, a la muerte.
un ordenador con conexión. Todavía hay servidores Voy a volver a recuperar lo que es mío y quien se
operativos, Internet no cayó por completo, y he encuentre en mi camino... ja, quien se encuentre en
podido contactar con otras comunidades. De hecho, mi camino, más vale que me suplique por su miserable
el ejército mantiene toda una ciudad segura a varios vida.
centenares de kilómetros al sur. Esta gente morirá
en la Colonia. Yo sólo tengo que terminar de llenar
la camioneta con suministros. Que malgastaba
electricidad decían...
TRUEQUE
Me dieron la espalda, sí, pero eso no quiere decir que
no me sigan necesitando. Y yo a ellos. Aquí fuera
hay muchos peligros, pero está repleto de bienes que
dentro de la Colonia son finitos. A su vez, los colonos
pueden proveerme de artículos manufacturados que
aquí fuera son muy difíciles de fabricar. Podemos
intercambiar cosas. Cuando se va a efectuar un
cambio, enciendo una linterna cerca del viejo árbol.
Entre sus ramas cuelgo lo que me sobra. A la mañana
siguiente recojo el canje. Y sigo con mi vida. Hoy estoy
siguiendo el rastro de un cervatillo.
OBJETIVOS
GENERALES
ACAPARADOR
Se reían de mí antes de que llegara el
apocalipsis. Me llamaban loco mientras
almacenaba comida en mi sótano.
“Supervivencialista”. Eran como ovejas
conducidas al matadero. Compré armas,
kits de primeros auxilios, combustible,
todo lo necesario para sobrevivir en
caso de que la civilización se viniera
abajo. Ahora que la muerte campa a
sus anchas, unos cuantos nos hemos
reunido en esta colonia. Una vez más, sé
que lo mejor para mi supervivencia es
reunir todo lo que pueda necesitar en
el futuro. En un sitio que nadie conoce,
bajo una trampilla oculta, víveres y
suministros garantizan que, aunque la
colonia caiga, saldré adelante. Al fin y al
cabo, ¿hay algo más importante que mi
propia vida?
ARMA QUÍMICA
A grandes males grandes remedios.
Hemos combatido a esos seres con
armas convencionales. Funcionan,
pero en el proceso muchos resultamos
heridos, cuando no caemos y pasamos
a ser como ellos. Con esto será
diferente. He revisado varios manuales
de química que han traído de la
biblioteca. Con los componentes de los
que dispongo podré poner a prueba si
la corrosión que espero produzca es lo
suficientemente efectiva. No dejan de
ser seres de carne, músculo y hueso.
Veremos qué pasa con esos incansables
caminantes cuando no puedan
físicamente seguir adelante.
COLECCIONISTA
En tiempos pasados era un enfermo. Cleptómano
me llamaban. Creían que me podían catalogar y
corregirme, curarme con sesiones de grupo y pastillas.
¿Quién va a notar la falta de esa pistola? ¿Quién le va a
dar mejor uso que yo? Hay veces que veo uno de esos
objetos y parece que me voy a ahogar. Me llama por mi
nombre, pide mi ayuda, que lo rescate. ¿Y qué decir de
esa sensación de triunfo, de alivio, cuando lo coloco
junto al resto de mi colección? En un rincón oscuro,
apartando unas viejas taquillas de trabajo, allí descansa
mi tesoro. Que sean cosas útiles para sobrevivir en este
nuevo mundo no deja de ser una feliz coincidencia...
CUIDADOS
El mundo moderno normalizó ciertas afecciones o
enfermedades. En el día a día parecía que la diabetes, el
asma o las alergias eran una simple molestia. Cuando
todo se trastocó, cuando tener un salario o un seguro
médico ya no significaban nada, comenzamos a
verle las orejas al lobo. Los zombis no eran el único
problema. Ahora cada día es una carrera contrarreloj
para conseguir la insulina o el inhalador que tanto
necesitamos. Por eso aquellos que están bajo mi
protección tienen siempre todo lo que necesitan. No
dejaré que nadie muera por algo tan nimio como una
crisis asmática.
DARSE EL PIRO
Pasábamos por casualidad delante de un cine cuando
la vi, aparcada en un descampado. Una auto caravana
de lujo, magnífica. Una familia entera podría vivir allí
sin problemas. Necesitaba de algunas reparaciones y
recambios, y su depósito estaba seco como el desierto.
Le dediqué todo el tiempo que me dejaban libre mis
otras obligaciones, pedí algunos favores a gente más
entendida que yo en mecánica y arriesgué la vida más
de una vez. El fruto de tanto trabajo está
ante mí. Terminamos de subir las provisiones y
arrancamos el motor. Una nueva aventura ante
nosotros.
DESORDEN OBSESIVO
COMPULSIVO
Cojo el plato en el comedor y arrugo la nariz. La
comida de color blanco no debería tocar la de otros
colores. Es un color puro. Es de lógica. Me levanto y
me acerco a las cocinas. ¿Esas latas del almacén no
están desalineadas? No sé quién demonios se dedica
a trastocarlo todo. Entiendo que estamos asediados
por cadáveres revividos, pero hay lugar para todo. ¡Un
momento! Registro mi ropa. No encuentro mi tercera
pistola... debería llevarla encima ¿y si se encasquillan
la primera y la segunda? Maldita sea. El mundo esta
revuelto y nada tiene sentido.
ENCONTRADOS
Esta noche lo celebraremos a lo grande. Abriremos
unas cervezas y contaremos anécdotas de cuando
éramos más jóvenes y el mundo era otro. Nunca pensé
que los encontraría, pero al final aquí estamos. Mis
amigos siempre han sido muy importantes en mi vida.
Me sentía completamente vacío sin ellos, pensando
que habrían caído en los primeros días y que podrían
haberse convertido en esas cosas. Pero verlos por fin
sanos y salvos, compartiendo con ellos un posible
futuro, bueno, me llena de alegría. Ahora vamos a jugar
un par de partidas a un juego de mesa. Le faltan buena
parte de los componentes, pero ya veremos cómo nos
las arreglemos. Total, siempre hago trampas.
EL CAMINO DE VUELTA A CASA
La mayor parte de los miembros de la colonia no
me entienden. Tengo un hogar ahí fuera. Esto es
eventual. Terminé aquí por azar, una conjunción de
circunstancias, pero lejos de mi casa, de mi familia.
Siempre he tenido en mente volver. No sé qué voy a
encontrar, pero tengo la certeza en mi interior de que
he de intentarlo. Necesito comprobar que ha sido de
ellos. Cada noche que duermo aquí sueño con ellos,
gritando por mi ayuda, y no estoy allí para auxiliarlos.
Los últimos días me he dedicado a preparar el viaje y
ahora ha llegado el momento. El largo camino a casa
me espera.
OBJETIVOS
GENERALES
ACAPARADOR
Se reían de mí antes de que llegara el
apocalipsis. Me llamaban loco mientras
almacenaba comida en mi sótano.
“Supervivencialista”. Eran como ovejas
conducidas al matadero. Compré armas,
kits de primeros auxilios, combustible,
todo lo necesario para sobrevivir en
caso de que la civilización se viniera
abajo. Ahora que la muerte campa a
sus anchas, unos cuantos nos hemos
reunido en esta colonia. Una vez más, sé
que lo mejor para mi supervivencia es
reunir todo lo que pueda necesitar en
el futuro. En un sitio que nadie conoce,
bajo una trampilla oculta, víveres y
suministros garantizan que, aunque la
colonia caiga, saldré adelante. Al fin y al
cabo, ¿hay algo más importante que mi
propia vida?
ARMA QUÍMICA
A grandes males grandes remedios.
Hemos combatido a esos seres con
armas convencionales. Funcionan,
pero en el proceso muchos resultamos
heridos, cuando no caemos y pasamos
a ser como ellos. Con esto será
diferente. He revisado varios manuales
de química que han traído de la
biblioteca. Con los componentes de los
que dispongo podré poner a prueba si
la corrosión que espero produzca es lo
suficientemente efectiva. No dejan de
ser seres de carne, músculo y hueso.
Veremos qué pasa con esos incansables
caminantes cuando no puedan
físicamente seguir adelante.
COLECCIONISTA
En tiempos pasados era un enfermo. Cleptómano
me llamaban. Creían que me podían catalogar y
corregirme, curarme con sesiones de grupo y pastillas.
¿Quién va a notar la falta de esa pistola? ¿Quién le va a
dar mejor uso que yo? Hay veces que veo uno de esos
objetos y parece que me voy a ahogar. Me llama por mi
nombre, pide mi ayuda, que lo rescate. ¿Y qué decir de
esa sensación de triunfo, de alivio, cuando lo coloco
junto al resto de mi colección? En un rincón oscuro,
apartando unas viejas taquillas de trabajo, allí descansa
mi tesoro. Que sean cosas útiles para sobrevivir en este
nuevo mundo no deja de ser una feliz coincidencia...
CUIDADOS
El mundo moderno normalizó ciertas afecciones o
enfermedades. En el día a día parecía que la diabetes, el
asma o las alergias eran una simple molestia. Cuando
todo se trastocó, cuando tener un salario o un seguro
médico ya no significaban nada, comenzamos a
verle las orejas al lobo. Los zombis no eran el único
problema. Ahora cada día es una carrera contrarreloj
para conseguir la insulina o el inhalador que tanto
necesitamos. Por eso aquellos que están bajo mi
protección tienen siempre todo lo que necesitan. No
dejaré que nadie muera por algo tan nimio como una
crisis asmática.
DARSE EL PIRO
Pasábamos por casualidad delante de un cine cuando
la vi, aparcada en un descampado. Una auto caravana
de lujo, magnífica. Una familia entera podría vivir allí
sin problemas. Necesitaba de algunas reparaciones y
recambios, y su depósito estaba seco como el desierto.
Le dediqué todo el tiempo que me dejaban libre mis
otras obligaciones, pedí algunos favores a gente más
entendida que yo en mecánica y arriesgué la vida más
de una vez. El fruto de tanto trabajo está
ante mí. Terminamos de subir las provisiones y
arrancamos el motor. Una nueva aventura ante
nosotros.
DESORDEN OBSESIVO
COMPULSIVO
Cojo el plato en el comedor y arrugo la nariz. La
comida de color blanco no debería tocar la de otros
colores. Es un color puro. Es de lógica. Me levanto y
me acerco a las cocinas. ¿Esas latas del almacén no
están desalineadas? No sé quién demonios se dedica
a trastocarlo todo. Entiendo que estamos asediados
por cadáveres revividos, pero hay lugar para todo. ¡Un
momento! Registro mi ropa. No encuentro mi tercera
pistola... debería llevarla encima ¿y si se encasquillan
la primera y la segunda? Maldita sea. El mundo esta
revuelto y nada tiene sentido.
ENCONTRADOS
Esta noche lo celebraremos a lo grande. Abriremos
unas cervezas y contaremos anécdotas de cuando
éramos más jóvenes y el mundo era otro. Nunca pensé
que los encontraría, pero al final aquí estamos. Mis
amigos siempre han sido muy importantes en mi vida.
Me sentía completamente vacío sin ellos, pensando
que habrían caído en los primeros días y que podrían
haberse convertido en esas cosas. Pero verlos por fin
sanos y salvos, compartiendo con ellos un posible
futuro, bueno, me llena de alegría. Ahora vamos a jugar
un par de partidas a un juego de mesa. Le faltan buena
parte de los componentes, pero ya veremos cómo nos
las arreglemos. Total, siempre hago trampas.
EL CAMINO DE VUELTA A CASA
La mayor parte de los miembros de la colonia no
me entienden. Tengo un hogar ahí fuera. Esto es
eventual. Terminé aquí por azar, una conjunción de
circunstancias, pero lejos de mi casa, de mi familia.
Siempre he tenido en mente volver. No sé qué voy a
encontrar, pero tengo la certeza en mi interior de que
he de intentarlo. Necesito comprobar que ha sido de
ellos. Cada noche que duermo aquí sueño con ellos,
gritando por mi ayuda, y no estoy allí para auxiliarlos.
Los últimos días me he dedicado a preparar el viaje y
ahora ha llegado el momento. El largo camino a casa
me espera.
ELIMINAR LAS PRUEBAS
Uno no debería pagar por pecados que cometió sin
conocimiento de causa. Es verdad que sabía que allí
jugábamos a ser dioses, pero mi objetivo nunca fue...
bueno, esto. La gente lo vería de otra forma, por eso
no me he podido arriesgar. Por fin he podido localizar
todos los documentos y fotos que me identifican
como parte del proyecto que desarrollábamos en
la farmacéutica Raxxon. Ahora toda prueba de mi
implicación en el origen de este caso arde en una pira.
Por fin puedo descansar tranquilo.
EL SUPERVIVIENTE DEFINITIVO
Sin duda hay personas que se adaptan mejor que otras
a los cambios. Quién iba a pensar que ése iba a ser yo.
Con la llegada de este particular apocalipsis no he
parado de mejorar mis destrezas. Me he hecho con un
buen equipamiento y mis reflejos y dotes atléticas son
meritorias. Podría decirse que soy el mejor preparado
de todos los habitantes de la Colonia para este nuevo
mundo. Ni el frío ni los zombis podrán conmigo.
ESCAPATORIA
“¿Estamos todos?” –pregunto. “Bien, todos saldremos
en caravana en los vehículos dispuestos en el patio. Si
hay algún problema no pitéis ni hagáis ruido excesivo,
haced señales a los vehículos que os precedan para
que transmitan el aviso hasta el coche que encabeza la
columna”. Tenemos la gasolina suficiente como para
llegar al aeropuerto que indican las transmisiones de
radio. Una vez allí, los militares nos trasladarán fueran
del país, a un sitio seguro, libre de muertos y este
condenado frío.
ESCONDRIJO
“Nos vemos al atardecer donde siempre. Besos”
–reza la nota. ¡Genial! Hoy por la noche no estaré
en la Colonia. La semana pasada encontré un lugar
estupendo, recóndito y fácil de calentar. Nuestro nidito
de amor, me dijo. Quizás su pareja no esté tan contenta,
pero es el único lugar donde podemos dar rienda
suelta a nuestro amor. Me he hecho con algo de comida
para una cena romántica y luego... el amanecer nos
despertará de nuestro dulce ensueño. Un escondrijo
seguro en estos días es un lujo encantador.
ESPERANZA
Sobrevivir no puede ser nuestro objetivo. Pensar
simplemente en vivir un día más no nos conduce a
nada. Por eso he empezado a pensar en medio y largo
plazo. Hemos conseguido estar vivos después de la
caída de toda nuestra civilización. Hemos resistido
el asedio de nuestros fallecidos. Pero no somos
animales que sólo tienen instintos. Debemos tener
metas. Formar una familia. Traer a este difícil mundo
nuevas generaciones. Y debemos planificar cómo
superar todos y cada uno de los obstáculos que surgen
a nuestro paso. Hemos demostrado que podemos.
No hemos de esperar el mañana con miedo, sino con
esperanza.
EXPERTO
Tuve una idea. Necesitaba muchas cosas para ello,
algunas de primera necesidad para la Colonia.
Por ello tuve que hacerlo a escondidas, pero estoy
convencido de que merece la pena. Si funciona, será
un gran avance. La Colonia estará mucho más segura y
dejaremos de preocuparnos por las continuas brechas
que abren los muertos en nuestras defensas. Hoy
mismo lo pondré en práctica. Llamaré a todo el mundo
para que asista y compruebe con sus propios ojos que
los sacrificios de hoy servirán para un futuro mejor.
No tengo ninguna duda de que funcionará.
EXPLORADOR
Cada uno tiene su papel en la Colonia. Hay gente que
se encarga de organizar la comunidad, de reparar las
defensas, de mantener seguros a los colonos. Y luego
hay personas como yo, los que salimos ahí fuera a
traer lo que necesitamos para sobrevivir. Somos unos
pocos escogidos, los más hábiles, no vale cualquiera
ni permitimos que nos acompañe cualquiera. Nos
escabullimos y nos enfrentamos a los peligros
externos en busca de comida, munición, combustible,
hasta algo para distraerse como un libro o un juguete.
Cada vez que regreso me recibe una pequeña comitiva
de colonos anhelantes. A cambio tengo algunos
pequeños privilegios. Como líder de uno de los grupos
de exploradores sé dónde hay que buscar y cómo. La
expedición de hoy ha sido un éxito.
FAMILIA
Mi familia es lo primero. No hay riesgo que no esté
dispuesto a correr con tal de garantizar su seguridad.
Hasta que llegó el apocalipsis no los valoraba lo
suficiente, los altibajos de la rutina. El caos y las
continuas amenazas a su integridad han hecho renacer
mi absoluta devoción hacia ellos. Lamentablemente,
cuando nuestra civilización se vino abajo cada uno
estaba en un sitio. En el trabajo, en el hospital, en
clase. Me faltó el tiempo para recorrer las calles en su
búsqueda, siempre con el miedo de no encontrarlos, de
que hubieran sufrido algún percance, de que hubieran
muerto a manos de esas criaturas. ¡Qué alegría cuando
todos celebramos el reencuentro en el salón principal
de la Colonia! A partir de ahora no nos separaremos
nunca.
FARMACÉUTICO
Aunque los que están al frente de este asentamiento
lo desconozcan, necesitamos tener un laboratorio
operativo. Pronto los medicamentos de la ciudad
se agotarán y entonces tendremos que recurrir
a hacer nuestros propios antibióticos. La Madre
Naturaleza es sabia y siempre provee. Conmigo
al frente, he montado en uno de los barracones
un laboratorio plenamente operativo y ya estoy
elaborando tratamientos tópicos para las heridas y
remedios herbales para combatir la fiebre. Estamos
conquistando nuestra salud futura entre viales.
GANAS DE VIVIR
La vida es un regalo y, en estos tiempos, un regalo
inconmensurable. Lo pienso de verdad. Por la mañana
me levanto temprano para ayudar a servir el desayuno
en el comedor de la Colonia. Luego toca recoger
todo. A la hora del recreo de nuestros pequeños,
siempre me acerco para jugar un rato con ellos. Son
tan alegres. Cuando termino, reviso las provisiones
y paso el informe a mi superior. Las tardes las paso
ayudando en el invernadero, a prepararlo todo
para la próxima primavera. Ah... y los almuerzos y
cenas, todos reunidos al amor de la lumbre, me gusta
amenizarlos con algo de música de mi vieja guitarra.
Ahora a dormir. Mañana también será un gran día.
GERMOFOBIA
Esto se transmite. Nos contagiamos cuando nos
muerden, cuando su saliva, sangre y otros fluidos
entra en contacto con los nuestros. Es un hecho. Que
no entendamos cómo funciona no significa que lo
haga, en efecto. Nos podemos convertir en muertos
vivientes, en zombis, aunque no muramos a sus manos.
Y eso, desde luego, no va a pasarme a mí. La gente de
la Colonia me mira raro, cubierto con ropa acolchada
y plástico, mi rostro cubierto por una máscara. Como
aparte, mi propia comida, nada de lo que hagan en las
cocinas. Sobreviviré porque estoy tomando todas las
medidas de prevención posibles. Ellos, si tienen suerte.
HAMBRE
Sentado en mi jergón vacío las latas con un tenedor,
a toda velocidad. Mi estómago ruge. Apenas mastico.
Alubias, ternera estofada, guisantes... ¿y una lata de
comida para gatos? Da igual. Dios, he pasado tanta
hambre estos días. Mmmh, qué maravillosa sensación
la de volver a tener el estómago lleno. Probablemente
luego sufra las consecuencias de este atracón, pero
soy incapaz de contenerme. Por un tiempo estaré
satisfecho y habré alejado este maldito fantasma de mí.
El hambre... el hambre es mucho peor que el frío. En
eso me parezco a esos descerebrados que nos asedian.
De alguna forma, los comprendo.
HIPOCONDRIACO
¿Es esto una mordedura? ¿Se me infectará este
rasguño? Maldita sea. Creo que me voy a poner otra
dosis por si acaso. Nadie sabe cómo se transmite esta
mierda. ¿Servirán de algo los antibióticos? Me siento
más débil ahora, probablemente esté incubando una
gripe. La gripe de 1918 acabó con casi 100 millones de
personas ¿Lo sabías? ¡Dios! ¿Qué es este grano negro?
Ah, sólo era una pepita de una galleta de chocolate,
menos mal.
ELIMINAR LAS PRUEBAS
Uno no debería pagar por pecados que cometió sin
conocimiento de causa. Es verdad que sabía que allí
jugábamos a ser dioses, pero mi objetivo nunca fue...
bueno, esto. La gente lo vería de otra forma, por eso
no me he podido arriesgar. Por fin he podido localizar
todos los documentos y fotos que me identifican
como parte del proyecto que desarrollábamos en
la farmacéutica Raxxon. Ahora toda prueba de mi
implicación en el origen de este caso arde en una pira.
Por fin puedo descansar tranquilo.
EL SUPERVIVIENTE DEFINITIVO
Sin duda hay personas que se adaptan mejor que otras
a los cambios. Quién iba a pensar que ése iba a ser yo.
Con la llegada de este particular apocalipsis no he
parado de mejorar mis destrezas. Me he hecho con un
buen equipamiento y mis reflejos y dotes atléticas son
meritorias. Podría decirse que soy el mejor preparado
de todos los habitantes de la Colonia para este nuevo
mundo. Ni el frío ni los zombis podrán conmigo.
ESCAPATORIA
“¿Estamos todos?” –pregunto. “Bien, todos saldremos
en caravana en los vehículos dispuestos en el patio. Si
hay algún problema no pitéis ni hagáis ruido excesivo,
haced señales a los vehículos que os precedan para
que transmitan el aviso hasta el coche que encabeza la
columna”. Tenemos la gasolina suficiente como para
llegar al aeropuerto que indican las transmisiones de
radio. Una vez allí, los militares nos trasladarán fueran
del país, a un sitio seguro, libre de muertos y este
condenado frío.
ESCONDRIJO
“Nos vemos al atardecer donde siempre. Besos”
–reza la nota. ¡Genial! Hoy por la noche no estaré
en la Colonia. La semana pasada encontré un lugar
estupendo, recóndito y fácil de calentar. Nuestro nidito
de amor, me dijo. Quizás su pareja no esté tan contenta,
pero es el único lugar donde podemos dar rienda
suelta a nuestro amor. Me he hecho con algo de comida
para una cena romántica y luego... el amanecer nos
despertará de nuestro dulce ensueño. Un escondrijo
seguro en estos días es un lujo encantador.
ESPERANZA
Sobrevivir no puede ser nuestro objetivo. Pensar
simplemente en vivir un día más no nos conduce a
nada. Por eso he empezado a pensar en medio y largo
plazo. Hemos conseguido estar vivos después de la
caída de toda nuestra civilización. Hemos resistido
el asedio de nuestros fallecidos. Pero no somos
animales que sólo tienen instintos. Debemos tener
metas. Formar una familia. Traer a este difícil mundo
nuevas generaciones. Y debemos planificar cómo
superar todos y cada uno de los obstáculos que surgen
a nuestro paso. Hemos demostrado que podemos.
No hemos de esperar el mañana con miedo, sino con
esperanza.
EXPERTO
Tuve una idea. Necesitaba muchas cosas para ello,
algunas de primera necesidad para la Colonia.
Por ello tuve que hacerlo a escondidas, pero estoy
convencido de que merece la pena. Si funciona, será
un gran avance. La Colonia estará mucho más segura y
dejaremos de preocuparnos por las continuas brechas
que abren los muertos en nuestras defensas. Hoy
mismo lo pondré en práctica. Llamaré a todo el mundo
para que asista y compruebe con sus propios ojos que
los sacrificios de hoy servirán para un futuro mejor.
No tengo ninguna duda de que funcionará.
EXPLORADOR
Cada uno tiene su papel en la Colonia. Hay gente que
se encarga de organizar la comunidad, de reparar las
defensas, de mantener seguros a los colonos. Y luego
hay personas como yo, los que salimos ahí fuera a
traer lo que necesitamos para sobrevivir. Somos unos
pocos escogidos, los más hábiles, no vale cualquiera
ni permitimos que nos acompañe cualquiera. Nos
escabullimos y nos enfrentamos a los peligros
externos en busca de comida, munición, combustible,
hasta algo para distraerse como un libro o un juguete.
Cada vez que regreso me recibe una pequeña comitiva
de colonos anhelantes. A cambio tengo algunos
pequeños privilegios. Como líder de uno de los grupos
de exploradores sé dónde hay que buscar y cómo. La
expedición de hoy ha sido un éxito.
FAMILIA
Mi familia es lo primero. No hay riesgo que no esté
dispuesto a correr con tal de garantizar su seguridad.
Hasta que llegó el apocalipsis no los valoraba lo
suficiente, los altibajos de la rutina. El caos y las
continuas amenazas a su integridad han hecho renacer
mi absoluta devoción hacia ellos. Lamentablemente,
cuando nuestra civilización se vino abajo cada uno
estaba en un sitio. En el trabajo, en el hospital, en
clase. Me faltó el tiempo para recorrer las calles en su
búsqueda, siempre con el miedo de no encontrarlos, de
que hubieran sufrido algún percance, de que hubieran
muerto a manos de esas criaturas. ¡Qué alegría cuando
todos celebramos el reencuentro en el salón principal
de la Colonia! A partir de ahora no nos separaremos
nunca.
FARMACÉUTICO
Aunque los que están al frente de este asentamiento
lo desconozcan, necesitamos tener un laboratorio
operativo. Pronto los medicamentos de la ciudad
se agotarán y entonces tendremos que recurrir
a hacer nuestros propios antibióticos. La Madre
Naturaleza es sabia y siempre provee. Conmigo
al frente, he montado en uno de los barracones
un laboratorio plenamente operativo y ya estoy
elaborando tratamientos tópicos para las heridas y
remedios herbales para combatir la fiebre. Estamos
conquistando nuestra salud futura entre viales.
GANAS DE VIVIR
La vida es un regalo y, en estos tiempos, un regalo
inconmensurable. Lo pienso de verdad. Por la mañana
me levanto temprano para ayudar a servir el desayuno
en el comedor de la Colonia. Luego toca recoger
todo. A la hora del recreo de nuestros pequeños,
siempre me acerco para jugar un rato con ellos. Son
tan alegres. Cuando termino, reviso las provisiones
y paso el informe a mi superior. Las tardes las paso
ayudando en el invernadero, a prepararlo todo
para la próxima primavera. Ah... y los almuerzos y
cenas, todos reunidos al amor de la lumbre, me gusta
amenizarlos con algo de música de mi vieja guitarra.
Ahora a dormir. Mañana también será un gran día.
GERMOFOBIA
Esto se transmite. Nos contagiamos cuando nos
muerden, cuando su saliva, sangre y otros fluidos
entra en contacto con los nuestros. Es un hecho. Que
no entendamos cómo funciona no significa que lo
haga, en efecto. Nos podemos convertir en muertos
vivientes, en zombis, aunque no muramos a sus manos.
Y eso, desde luego, no va a pasarme a mí. La gente de
la Colonia me mira raro, cubierto con ropa acolchada
y plástico, mi rostro cubierto por una máscara. Como
aparte, mi propia comida, nada de lo que hagan en las
cocinas. Sobreviviré porque estoy tomando todas las
medidas de prevención posibles. Ellos, si tienen suerte.
HAMBRE
Sentado en mi jergón vacío las latas con un tenedor,
a toda velocidad. Mi estómago ruge. Apenas mastico.
Alubias, ternera estofada, guisantes... ¿y una lata de
comida para gatos? Da igual. Dios, he pasado tanta
hambre estos días. Mmmh, qué maravillosa sensación
la de volver a tener el estómago lleno. Probablemente
luego sufra las consecuencias de este atracón, pero
soy incapaz de contenerme. Por un tiempo estaré
satisfecho y habré alejado este maldito fantasma de mí.
El hambre... el hambre es mucho peor que el frío. En
eso me parezco a esos descerebrados que nos asedian.
De alguna forma, los comprendo.
HIPOCONDRIACO
¿Es esto una mordedura? ¿Se me infectará este
rasguño? Maldita sea. Creo que me voy a poner otra
dosis por si acaso. Nadie sabe cómo se transmite esta
mierda. ¿Servirán de algo los antibióticos? Me siento
más débil ahora, probablemente esté incubando una
gripe. La gripe de 1918 acabó con casi 100 millones de
personas ¿Lo sabías? ¡Dios! ¿Qué es este grano negro?
Ah, sólo era una pepita de una galleta de chocolate,
menos mal.

HISTORIADOR
-Entrada 238. Invierno de 20XX. Por fin he convencido
al resto de que alguien tiene que rescatar nuestra
Historia del desastre. Estamos reuniendo los libros que
podamos encontrar e incorporaré este diario como
crónica de lo sucedido estos últimos meses. Los niños
de la Colonia han de conocer cómo éramos antes de la
caída y yo me encargaré de enseñárselo.
Debemos conservar nuestro legado para cuando
consigamos imponernos sobre los muertos y
recuperar nuestro destino manifiesto.
JUSTICIA
Hemos dejado que las cosas se resuelvan de forma
improvisada. Ninguna comunidad puede sobrevivir
así. Hemos tolerado a ladrones, castigándolos
prácticamente con una reprimenda. Hemos
expulsado a asesinos, que rondan por las cercanías de
nuestro refugio, amenazando a nuestras partidas de
exploración. Un mundo cruel clama por respuestas
crueles. Tampoco es eso lo que pretende. Lo que
persigo, lo que vamos a conseguir, es un sitio justo. El
que a hierro mata a hierro muere. Ojo por ojo. Estos
son preceptos universales y justos. Si tras un juicio
conveniente, un asesino es encontrado culpable,
morirá. Eso, eso es justicia.
MÁRTIR
Una vida no es nada, no significa nada. Si pisas una
hormiga no te paras a lamentarte. Si con una vida
puedo salvar muchas, el saldo comienza a ser positivo.
No tengo más ganas de vivir en este mundo de
crueldad, sufrimiento y muerte. Si con mi sacrificio
puedo hacer que las vidas de otros sean mejores, estoy
dispuesto. Atraeré la horda y así podrán escapar. Lo
tengo todo preparado. Mi vida por muchas otras.
MASOQUISTA
No soy estúpido, no estoy loco. Por supuesto que
prefiero no sufrir daño alguno. Hay quien me llama
despectivamente masoquista, como si fuera alguien
que le gustara el cuero y el dolor. Eso es una tontería.
Simplemente soy una buena persona. Si para ayudar
a alguien tengo que sufrir unos rasguños, pues bien,
los sufriré. Si para salvar a un amigo he de recibir un
disparo de un saqueador, bienvenido sea. Los que me
llaman masoquista son unos cerdos egoístas. Y hablan
por hablar.
MEMORIAS
“Hijo mío,
estas páginas quizás puedan servirte en el futuro para
saber cómo eran tus padres y el pasado de tu familia.
Ojalá todo pueda volver a la normalidad y esté allí para
verlo a tu lado. Pero estos días me han enseñado que
demasiadas cosas escapan a nuestro control. A través
de estas páginas podrás saber cómo era el mundo que
conocimos y, sobre todo, el que tu generación podrá
intentar reconstruir.
Mis mejores deseos, querido hijo.”
MODALES
En estos tiempos difíciles se han perdido los modales.
Por eso la gente necesita que la pongan en su sitio. He
conseguido acabar con las peleas a la hora del reparto
de comida con sutiles referencias al rifle de uno de mis
hombres. Ahora ya no hay asaltos nocturnos ni robos.
Dimos buena cuenta de los transgresores. Algunos no
están muy de acuerdo con estas formas. Por suerte, tras
un par de palos recuerdan la educación que recibieron
antes de todo este follón. Un por favor o un gracias
ahorran muchos problemas ¿verdad?
NOSOTROS O ELLOS
Es una cuestión numérica. Sus filas no han parado
de crecer desde el principio. Cada uno de nuestros
muertos pasaba a engrosar su horda. Pero ahora la
situación está cambiando. Entre los nuevos colonos
que hemos rescatado y el feliz desenlace de algunos
embarazos, por primera vez superamos a esos seres.
Cada día nuestras partidas de exterminio acaban con
más y la presión sobre el perímetro de la Colonia es
menor. Pronto recuperaremos nuestro espacio y ellos
sólo serán un triste recuerdo.
LÍDER
Alguien debía asumir el liderazgo de la Colonia. Al
principio todo funcionaba como si fuera una comuna
utópica, pero eso se demostró poco eficiente. Los
debates se eternizaban y en cuanto se creaban dos
bandos no había quien hiciera nada. Se necesitaba
a alguien fuerte al frente, pero también justo y
equitativo. Esta vez me toca a mí y pretendo hacer
que sobrevivamos todos. Si el día de mañana hay una
alternativa razonable, daré un paso atrás y dejaré a
otro que lleve esta carga. Mientras tanto, tengo mucho
trabajo que hacer.
PRECAVIDO
Pues sí, la Colonia va bien, como no para de decir el
alcalde, pero por si acaso... He preparado una base
secundaria segura en la ciudad, un sitio en el que
refugiarme si pasara algo o me quedara aislado en el
exterior. Confío en mis compañeros, pero aún más en
mi arma y en mis posibilidades. Ojalá nunca tenga que
utilizarlo, pero es bueno tener un escondrijo.
PREPARADO PARA TODO
Hombre prevenido vale por dos. Qué gran verdad.
A lo largo de este tiempo he aprendido que hay que
estar preparado para todo. Mike murió el otro día
por no llevar su arma cuando iba a cagar. Susan se
quedó atrapada en una incursión y no tuvo nada que
llevarse a la boca en tres días. Me he hecho con uno de
esos chalequillos de pescador, un par de bandanas y
una mochila. Conmigo va siempre todo lo que pueda
necesitar: suministros, comida, medicamentos y, por
supuesto, armas. No hay momento para lamentos en el
puñetero fin del mundo.
PRESERVAR UN LEGADO
Nuestros niños y niñas lo son todo. Debemos
garantizar su supervivencia a toda costa. Por ello
les hemos reservado los mejores alimentos, los
mantenemos en la zona más segura de la Colonia e
intentamos que su infancia pueda ser, acaso, similar
a la que habrían tenido antes de todo este caos.
Reciben clases todos los días, celebran cumpleaños
y festividades, por supuesto juegan. Pero también
les enseñamos a defenderse. El día de mañana, si
nada cambia, deberán luchar igual que hoy hacemos
nosotros. Son el futuro de nuestra raza.
PROTECTOR DE LA HISTORIA
Quizás podamos desentrañar qué desencadenó este
horror. En estos días hemos ido recopilando noticias
de periódicos, informes médicos, cartas y misivas, que
ayudan a reconstruir la sucesión de hechos previos al
brote. Toda esta información, estudiada por mentes
más preclaras que las mías, permitirá discernir de
dónde salió esta terrible plaga y, con suerte, cómo
podremos acabar con ella.
PROTEGIDO
Todo el mundo tiene alguien a quien proteger. Mi hija
lo es todo para mí. Mientras otros buscan satisfacer sus
necesidades, he ido aprovisionándome para asegurar
el futuro de mi pequeña. Puede que mañana muera
cuando la Colonia decida que hay que hacer otra salida
en busca de medicamentos o combustible, pero ella
saldrá adelante. Eso es lo más importante. Todo padre
sabe de lo que estoy hablando.
PURISTA
Lo material nos esclaviza. El fin de nuestra
civilización se debe, precisamente, a nuestro
consumismo exacerbado. Lo de los infectados ha
sido una consecuencia más. Con esa firme creencia
me he deshecho de todo lo superfluo y así se lo he
exigido a todos los que me siguen. Si le viene bien
a la Colonia, que la Colonia lo aproveche. Todo lo
demás es preocuparse por acaparar, puro egoísmo.
Juntos crearemos un nuevo mundo en el que solo
emplearemos lo estrictamente necesario. Nada de
lujos.

HISTORIADOR
-Entrada 238. Invierno de 20XX. Por fin he convencido
al resto de que alguien tiene que rescatar nuestra
Historia del desastre. Estamos reuniendo los libros que
podamos encontrar e incorporaré este diario como
crónica de lo sucedido estos últimos meses. Los niños
de la Colonia han de conocer cómo éramos antes de la
caída y yo me encargaré de enseñárselo.
Debemos conservar nuestro legado para cuando
consigamos imponernos sobre los muertos y
recuperar nuestro destino manifiesto.
JUSTICIA
Hemos dejado que las cosas se resuelvan de forma
improvisada. Ninguna comunidad puede sobrevivir
así. Hemos tolerado a ladrones, castigándolos
prácticamente con una reprimenda. Hemos
expulsado a asesinos, que rondan por las cercanías de
nuestro refugio, amenazando a nuestras partidas de
exploración. Un mundo cruel clama por respuestas
crueles. Tampoco es eso lo que pretende. Lo que
persigo, lo que vamos a conseguir, es un sitio justo. El
que a hierro mata a hierro muere. Ojo por ojo. Estos
son preceptos universales y justos. Si tras un juicio
conveniente, un asesino es encontrado culpable,
morirá. Eso, eso es justicia.
MÁRTIR
Una vida no es nada, no significa nada. Si pisas una
hormiga no te paras a lamentarte. Si con una vida
puedo salvar muchas, el saldo comienza a ser positivo.
No tengo más ganas de vivir en este mundo de
crueldad, sufrimiento y muerte. Si con mi sacrificio
puedo hacer que las vidas de otros sean mejores, estoy
dispuesto. Atraeré la horda y así podrán escapar. Lo
tengo todo preparado. Mi vida por muchas otras.
MASOQUISTA
No soy estúpido, no estoy loco. Por supuesto que
prefiero no sufrir daño alguno. Hay quien me llama
despectivamente masoquista, como si fuera alguien
que le gustara el cuero y el dolor. Eso es una tontería.
Simplemente soy una buena persona. Si para ayudar
a alguien tengo que sufrir unos rasguños, pues bien,
los sufriré. Si para salvar a un amigo he de recibir un
disparo de un saqueador, bienvenido sea. Los que me
llaman masoquista son unos cerdos egoístas. Y hablan
por hablar.
MEMORIAS
“Hijo mío,
estas páginas quizás puedan servirte en el futuro para
saber cómo eran tus padres y el pasado de tu familia.
Ojalá todo pueda volver a la normalidad y esté allí para
verlo a tu lado. Pero estos días me han enseñado que
demasiadas cosas escapan a nuestro control. A través
de estas páginas podrás saber cómo era el mundo que
conocimos y, sobre todo, el que tu generación podrá
intentar reconstruir.
Mis mejores deseos, querido hijo.”
MODALES
En estos tiempos difíciles se han perdido los modales.
Por eso la gente necesita que la pongan en su sitio. He
conseguido acabar con las peleas a la hora del reparto
de comida con sutiles referencias al rifle de uno de mis
hombres. Ahora ya no hay asaltos nocturnos ni robos.
Dimos buena cuenta de los transgresores. Algunos no
están muy de acuerdo con estas formas. Por suerte, tras
un par de palos recuerdan la educación que recibieron
antes de todo este follón. Un por favor o un gracias
ahorran muchos problemas ¿verdad?
NOSOTROS O ELLOS
Es una cuestión numérica. Sus filas no han parado
de crecer desde el principio. Cada uno de nuestros
muertos pasaba a engrosar su horda. Pero ahora la
situación está cambiando. Entre los nuevos colonos
que hemos rescatado y el feliz desenlace de algunos
embarazos, por primera vez superamos a esos seres.
Cada día nuestras partidas de exterminio acaban con
más y la presión sobre el perímetro de la Colonia es
menor. Pronto recuperaremos nuestro espacio y ellos
sólo serán un triste recuerdo.
LÍDER
Alguien debía asumir el liderazgo de la Colonia. Al
principio todo funcionaba como si fuera una comuna
utópica, pero eso se demostró poco eficiente. Los
debates se eternizaban y en cuanto se creaban dos
bandos no había quien hiciera nada. Se necesitaba
a alguien fuerte al frente, pero también justo y
equitativo. Esta vez me toca a mí y pretendo hacer
que sobrevivamos todos. Si el día de mañana hay una
alternativa razonable, daré un paso atrás y dejaré a
otro que lleve esta carga. Mientras tanto, tengo mucho
trabajo que hacer.
PRECAVIDO
Pues sí, la Colonia va bien, como no para de decir el
alcalde, pero por si acaso... He preparado una base
secundaria segura en la ciudad, un sitio en el que
refugiarme si pasara algo o me quedara aislado en el
exterior. Confío en mis compañeros, pero aún más en
mi arma y en mis posibilidades. Ojalá nunca tenga que
utilizarlo, pero es bueno tener un escondrijo.
PREPARADO PARA TODO
Hombre prevenido vale por dos. Qué gran verdad.
A lo largo de este tiempo he aprendido que hay que
estar preparado para todo. Mike murió el otro día
por no llevar su arma cuando iba a cagar. Susan se
quedó atrapada en una incursión y no tuvo nada que
llevarse a la boca en tres días. Me he hecho con uno de
esos chalequillos de pescador, un par de bandanas y
una mochila. Conmigo va siempre todo lo que pueda
necesitar: suministros, comida, medicamentos y, por
supuesto, armas. No hay momento para lamentos en el
puñetero fin del mundo.
PRESERVAR UN LEGADO
Nuestros niños y niñas lo son todo. Debemos
garantizar su supervivencia a toda costa. Por ello
les hemos reservado los mejores alimentos, los
mantenemos en la zona más segura de la Colonia e
intentamos que su infancia pueda ser, acaso, similar
a la que habrían tenido antes de todo este caos.
Reciben clases todos los días, celebran cumpleaños
y festividades, por supuesto juegan. Pero también
les enseñamos a defenderse. El día de mañana, si
nada cambia, deberán luchar igual que hoy hacemos
nosotros. Son el futuro de nuestra raza.
PROTECTOR DE LA HISTORIA
Quizás podamos desentrañar qué desencadenó este
horror. En estos días hemos ido recopilando noticias
de periódicos, informes médicos, cartas y misivas, que
ayudan a reconstruir la sucesión de hechos previos al
brote. Toda esta información, estudiada por mentes
más preclaras que las mías, permitirá discernir de
dónde salió esta terrible plaga y, con suerte, cómo
podremos acabar con ella.
PROTEGIDO
Todo el mundo tiene alguien a quien proteger. Mi hija
lo es todo para mí. Mientras otros buscan satisfacer sus
necesidades, he ido aprovisionándome para asegurar
el futuro de mi pequeña. Puede que mañana muera
cuando la Colonia decida que hay que hacer otra salida
en busca de medicamentos o combustible, pero ella
saldrá adelante. Eso es lo más importante. Todo padre
sabe de lo que estoy hablando.
PURISTA
Lo material nos esclaviza. El fin de nuestra
civilización se debe, precisamente, a nuestro
consumismo exacerbado. Lo de los infectados ha
sido una consecuencia más. Con esa firme creencia
me he deshecho de todo lo superfluo y así se lo he
exigido a todos los que me siguen. Si le viene bien
a la Colonia, que la Colonia lo aproveche. Todo lo
demás es preocuparse por acaparar, puro egoísmo.
Juntos crearemos un nuevo mundo en el que solo
emplearemos lo estrictamente necesario. Nada de
lujos.
QUÉMALO TODO
“500.000 dólares por información que conduzca a
su arresto y condena. Cargos de asalto en primer
grado, homicidio y atraco a mano armada. Cuidado,
es peligroso”. Eso es lo que ponen los carteles que
encontré en varios edificios de la ciudad. A pesar de
todo lo que ha cambiado el mundo, mis compañeros
no reaccionarían bien si conocieran esto. Por suerte
he podido quemarlo todo. No he dejado rastro que
conduzca a mi identificación. Ahora puedo estar
tranquilo.
REPOBLAR
Nos lo quitaron todo. Volvimos a un estado cuasi
primigenio, teniendo como de nuevo como objetivo
principal cubrir las necesidades básicas. Pero con ese
planteamiento, la humanidad no llegará muy lejos.
Tengo la convicción de que hay que reconstruir.
Sobre la estupidez de las bestias que nos acechan, el
ser humano ha de imponer su inteligencia. Repoblar
significa recuperar nuestras tierras y asentar allí a
nuestros hijos y nietos. Limpiar la ciudad, reparar
los edificios, levantar una muralla de protección. He
comenzado el camino y seré recordado por ello como
un pionero de esta nueva era.
SEGURIDAD
“Colonos: Para la seguridad de la Colonia y de
aquellos que vivimos en ella, he asumido el cargo
de jefe de seguridad. A partir de este momento,
se seguirán mis directrices, que sólo tienen como
objetivo la pervivencia de nuestro refugio y la
salvaguardia de las vidas de sus habitantes. Todo el
mundo participará en la defensa del perímetro según
los turnos que se establecerán en los próximos días.
Cuando sean llamados, preséntense en mi oficina para
recibir las instrucciones pertinentes. Gracias por su
colaboración.”
SOLDADOS
“Cabo, prepare a los hombres” –ordeno mientras paso
revista. Bajo mi mando estos soldados entrenados se
convertirán en la punta de lanza que el país necesita.
Limpiaremos las poblaciones de las hordas de no
muertos y estableceremos puntos seguros donde
reunir a los supervivientes. Luego, cuando engrosemos
nuestras filas, recuperaremos las granjas. La estrategia
es clara y está condenada al éxito si mantenemos
la cabeza fría y actuamos con cautela y precisión.
“Háganme sentir orgulloso cuando estén ahí fuera” –
les espeto antes de abrir la puerta del barracón.
SOLITARIO
Hay personas que dependen de otras. Ésa es su
debilidad. Yo, desde luego, no necesito a nadie para
valerme por mi mismo. Puede que en momentos
puntuales necesite la compañía de otros, pero esos
instantes son breves y suelen ser fácilmente arreglados
con un intercambio de bienes y favores. Sí, incluso yo
tengo esas necesidades. Pero mi senda es la del lobo sin
camada, y me siento a gusto con mi papel. Los demás
han aprendido a aceptarlo, y así seguiré siendo.
TEÓRICO DE LA CONSPIRACIÓN
Todo tiene sentido. El 24 de octubre del año pasado fue
hospitalizado un alto ejecutivo de la petrolera local. La
habitación asignada, la 13 ¿Casualidad? No lo creo. En
el informe Hopkins de de desarrollo local que publicó
el ayuntamiento la página 13 corresponde al estudio
de urbanización de unos terrenos cercanos a la sede de
la farmacéutica Raxxon. La sede sería ampliada con
lo que define son “laboratorios anexos y auxiliares,
así como instalaciones de almacenaje químico y
biológico”.
TERCO
Lo necesitaba todo de aquel sitio. Cuando por primera
vez llegamos al edificio sabíamos que cualquier
recurso proveniente de él significaría mucho. Otros
fueron partidarios de explorar otros lugares. Me
mantuve inflexible. Deberíamos buscar hasta el último
resquicio del lugar, pues todo sería aprovechable para
la Colonia. Ahora que regreso con las manos llenas,
nadie puede negarme la razón. Algunos me llamaran
terco. Yo, simplemente, tengo razón.
TODO LO QUE NECESITO
SON MIS LIBROS
Mantener la cordura en estos tiempos es algo difícil.
Me rodea un microcosmos social en continua
agitación. Hoy llegan dos nuevos, mañana mueren
tres en el supermercado de la ciudad. No me puedo
permitir tener amigos ni enemigos y los sentimientos
están a flor de piel. Por suerte, siempre puedo confiar
en el pequeño alijo de historias que conservo bajo mi
camastro. Cuentos de otro tiempo, narraciones donde
la normalidad era transformada por la imaginación.
Me hubiera encantado vivir dentro de uno de esos
libros.
TOMAR EL CONTROL
Lo tenía claro. No escucharon ni mis sugerencias ni
mis consejos. Actuaban como si el destino de todos les
perteneciera sólo a ellos, pero todo camuflado con una
pátina de bien común. Las reuniones sólo servían para
perder el tiempo, engañando a todos con la ficción de
que las voces de todos se oían igual, tenían el mismo
peso. Así que hice lo que tenía que hacer. Ahora que
tengo el poder, reside en mis manos el decidir cómo
hacer las cosas. Quizás incurra en los mismos errores
que mis antecesores, pero desde luego no dejaré que un
arribista me quite el control de la colonia. He llegado
para quedarme.
UN NUEVO DESTINO
“La Guardia Nacional de los Estados Unidos de
América informa: El punto de control del Parque
Nacional se mantiene operativo y perfectamente
funcional. Tenemos alimentos y agua, y ofrecemos
refugio a todos los ciudadanos estadounidenses de
la zona”. Esta Colonia se muere lentamente. A veces
hay que buscar nuevos horizontes. La Colonia ha
demostrado que no funciona bien, pero los colonos
que la pueblan pueden sobrevivir sin ellos. Este folleto
es la prueba de que hay lugares mejores. Coged los
macutos.
UN LUGAR PROPIO
Que sí, que la Colonia ha sido nuestra salvación, pero
no me gusta ni un pelo todo este rollo de compartir los
recursos, de las asambleas, de que me ordenen hacer
esto o aquello porque es lo mejor para la Colonia.
Llegó el momento de no tener que dormir en el
dormitorio común, de obtener algo de independencia.
Nos necesitamos, y habrá que seguir tragando con las
decisiones de los líderes de la Colonia, pero ahora me
he buscado un pequeño refugio propio. He preparado
una caseta de guarda para que sea mi nuevo hogar,
un sitio al que volver sin que nadie me moleste. Esta
noche no aguantaré más ronquidos ni lamentos.
UN ROBOT ASESINO
DE HOMBRES!
Parece propio del argumento de una peli de serie B.
Y probablemente lo sea. No sé cuándo exactamente
perdí el contacto con la realidad. Siendo objetivos,
¿quién querría mantenerse cuerdo en esta mierda de
mundo? Es mucho mejor pensar que soy un robot, sin
sentimiento alguno por la pérdida de quienes me son
cercanos, sin necesidades que me debiliten. Soy un
asesino de zombis y disfruto cada día acabando de una
y mil formas con esas desgraciadas criaturas. ¿Estoy
loco? Bah, el amanecer traerá mucha más diversión.
QUÉMALO TODO
“500.000 dólares por información que conduzca a
su arresto y condena. Cargos de asalto en primer
grado, homicidio y atraco a mano armada. Cuidado,
es peligroso”. Eso es lo que ponen los carteles que
encontré en varios edificios de la ciudad. A pesar de
todo lo que ha cambiado el mundo, mis compañeros
no reaccionarían bien si conocieran esto. Por suerte
he podido quemarlo todo. No he dejado rastro que
conduzca a mi identificación. Ahora puedo estar
tranquilo.
REPOBLAR
Nos lo quitaron todo. Volvimos a un estado cuasi
primigenio, teniendo como de nuevo como objetivo
principal cubrir las necesidades básicas. Pero con ese
planteamiento, la humanidad no llegará muy lejos.
Tengo la convicción de que hay que reconstruir.
Sobre la estupidez de las bestias que nos acechan, el
ser humano ha de imponer su inteligencia. Repoblar
significa recuperar nuestras tierras y asentar allí a
nuestros hijos y nietos. Limpiar la ciudad, reparar
los edificios, levantar una muralla de protección. He
comenzado el camino y seré recordado por ello como
un pionero de esta nueva era.
SEGURIDAD
“Colonos: Para la seguridad de la Colonia y de
aquellos que vivimos en ella, he asumido el cargo
de jefe de seguridad. A partir de este momento,
se seguirán mis directrices, que sólo tienen como
objetivo la pervivencia de nuestro refugio y la
salvaguardia de las vidas de sus habitantes. Todo el
mundo participará en la defensa del perímetro según
los turnos que se establecerán en los próximos días.
Cuando sean llamados, preséntense en mi oficina para
recibir las instrucciones pertinentes. Gracias por su
colaboración.”
SOLDADOS
“Cabo, prepare a los hombres” –ordeno mientras paso
revista. Bajo mi mando estos soldados entrenados se
convertirán en la punta de lanza que el país necesita.
Limpiaremos las poblaciones de las hordas de no
muertos y estableceremos puntos seguros donde
reunir a los supervivientes. Luego, cuando engrosemos
nuestras filas, recuperaremos las granjas. La estrategia
es clara y está condenada al éxito si mantenemos
la cabeza fría y actuamos con cautela y precisión.
“Háganme sentir orgulloso cuando estén ahí fuera” –
les espeto antes de abrir la puerta del barracón.
SOLITARIO
Hay personas que dependen de otras. Ésa es su
debilidad. Yo, desde luego, no necesito a nadie para
valerme por mi mismo. Puede que en momentos
puntuales necesite la compañía de otros, pero esos
instantes son breves y suelen ser fácilmente arreglados
con un intercambio de bienes y favores. Sí, incluso yo
tengo esas necesidades. Pero mi senda es la del lobo sin
camada, y me siento a gusto con mi papel. Los demás
han aprendido a aceptarlo, y así seguiré siendo.
TEÓRICO DE LA CONSPIRACIÓN
Todo tiene sentido. El 24 de octubre del año pasado fue
hospitalizado un alto ejecutivo de la petrolera local. La
habitación asignada, la 13 ¿Casualidad? No lo creo. En
el informe Hopkins de de desarrollo local que publicó
el ayuntamiento la página 13 corresponde al estudio
de urbanización de unos terrenos cercanos a la sede de
la farmacéutica Raxxon. La sede sería ampliada con
lo que define son “laboratorios anexos y auxiliares,
así como instalaciones de almacenaje químico y
biológico”.
TERCO
Lo necesitaba todo de aquel sitio. Cuando por primera
vez llegamos al edificio sabíamos que cualquier
recurso proveniente de él significaría mucho. Otros
fueron partidarios de explorar otros lugares. Me
mantuve inflexible. Deberíamos buscar hasta el último
resquicio del lugar, pues todo sería aprovechable para
la Colonia. Ahora que regreso con las manos llenas,
nadie puede negarme la razón. Algunos me llamaran
terco. Yo, simplemente, tengo razón.
TODO LO QUE NECESITO
SON MIS LIBROS
Mantener la cordura en estos tiempos es algo difícil.
Me rodea un microcosmos social en continua
agitación. Hoy llegan dos nuevos, mañana mueren
tres en el supermercado de la ciudad. No me puedo
permitir tener amigos ni enemigos y los sentimientos
están a flor de piel. Por suerte, siempre puedo confiar
en el pequeño alijo de historias que conservo bajo mi
camastro. Cuentos de otro tiempo, narraciones donde
la normalidad era transformada por la imaginación.
Me hubiera encantado vivir dentro de uno de esos
libros.
TOMAR EL CONTROL
Lo tenía claro. No escucharon ni mis sugerencias ni
mis consejos. Actuaban como si el destino de todos les
perteneciera sólo a ellos, pero todo camuflado con una
pátina de bien común. Las reuniones sólo servían para
perder el tiempo, engañando a todos con la ficción de
que las voces de todos se oían igual, tenían el mismo
peso. Así que hice lo que tenía que hacer. Ahora que
tengo el poder, reside en mis manos el decidir cómo
hacer las cosas. Quizás incurra en los mismos errores
que mis antecesores, pero desde luego no dejaré que un
arribista me quite el control de la colonia. He llegado
para quedarme.
UN NUEVO DESTINO
“La Guardia Nacional de los Estados Unidos de
América informa: El punto de control del Parque
Nacional se mantiene operativo y perfectamente
funcional. Tenemos alimentos y agua, y ofrecemos
refugio a todos los ciudadanos estadounidenses de
la zona”. Esta Colonia se muere lentamente. A veces
hay que buscar nuevos horizontes. La Colonia ha
demostrado que no funciona bien, pero los colonos
que la pueblan pueden sobrevivir sin ellos. Este folleto
es la prueba de que hay lugares mejores. Coged los
macutos.
UN LUGAR PROPIO
Que sí, que la Colonia ha sido nuestra salvación, pero
no me gusta ni un pelo todo este rollo de compartir los
recursos, de las asambleas, de que me ordenen hacer
esto o aquello porque es lo mejor para la Colonia.
Llegó el momento de no tener que dormir en el
dormitorio común, de obtener algo de independencia.
Nos necesitamos, y habrá que seguir tragando con las
decisiones de los líderes de la Colonia, pero ahora me
he buscado un pequeño refugio propio. He preparado
una caseta de guarda para que sea mi nuevo hogar,
un sitio al que volver sin que nadie me moleste. Esta
noche no aguantaré más ronquidos ni lamentos.
UN ROBOT ASESINO
DE HOMBRES!
Parece propio del argumento de una peli de serie B.
Y probablemente lo sea. No sé cuándo exactamente
perdí el contacto con la realidad. Siendo objetivos,
¿quién querría mantenerse cuerdo en esta mierda de
mundo? Es mucho mejor pensar que soy un robot, sin
sentimiento alguno por la pérdida de quienes me son
cercanos, sin necesidades que me debiliten. Soy un
asesino de zombis y disfruto cada día acabando de una
y mil formas con esas desgraciadas criaturas. ¿Estoy
loco? Bah, el amanecer traerá mucha más diversión.
VENGANZA
Todo ha terminado. Creía que en medio de este
caos nunca volvería a verlos. Y, sin embargo,
sobrevivieron para refugiarse en la colonia. La ira
afloró en mí aquel día. Allí estaban. En otro tiempo
me permití amarlos, hoy de ese amor sólo queda un
inmenso odio por lo que me hicieron pasar. Pero
todo eso queda atrás. Han ido cayendo uno tras otro
sin que soltara ni una sola lágrima. Ya no existen.
Pero, a pesar de ello, delante de mi comida caliente
y rodeado de otros colonos, no puedo evitar pensar
que la venganza no me ha traído el descanso que
buscaba. Esta noche ahogaré los resquicios de culpa
que aún me queden con algo de alcohol destilado.
YONQUI
Todos tenemos nuestros vicios. En otros tiempos
hubiera sido alguien marginado por la sociedad por mi
problema... ¿problema? La verdad es que no considero
que tenga ninguna dependencia. Estas pastillas de aquí
han pasado desapercibidas. Y con esta jeringuilla y
algo de ese suero que encontré en el hospital, pasaré
una noche maravillosa. Lejos de gruñidos, aullidos
y rasgar de carne y huesos. ¿Yo un problema? El
problema lo tienen los demás.
HISTORIAS DE DEAD OF WINTER
,
Redaccióon
Jack and Oz
,
MAQUETACION
POLINOKER
http://labsk.net/index.php?topic=156579