En un día como cualquier otro Vincent se encontraba

en su habitación, sumido en sus pensamientos, cuando

percibió algo sutil pero inquietante. En la esquina de su
habitación, una araña tejía con cautela una fina
telaraña de seda.

Los días transcurrieron, y Vincent notó con asombro

que la araña crecía con el tiempo hasta adquirir un
tamaño inusual,pero no le importaba. Una noche tras
despertar de una horrible pesadilla, notó la ausencia de
la araña en su esquina habitual. De manera
inconsciente, se acercó al espejo para observarse y se
espanto por lo que su espejo reflejaba en su rostro: se
había transformado en la araña.

Desesperado por despertar de lo inimaginable, intentó

desagradables métodos, pero se vio obligado a dormir.
A la mañana siguiente, se encontró el atrapado en el
cuerpo de la araña, mientras la araña se encontraba
transformada en él.Repitiendo el ciclo Vincent
desorientado, se dirigió una vez más hacia aquella
esquina, preso en un ciclo interminable, sin
comprender cómo escapar de aquella macabra
transformación que ocurría en silenciosamente en su
propio cuarto.