Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En Chile existen unos 30.000 masones, divididos en unas 200 logias, la primera
de ellas fundada en 1852. Afirman ser progresistas, ya que apoyaron la recién
aprobada ley de divorcio y también se expresaron contra el régimen militar que
encabezó el general Augusto Pinochet. Justamente fue Pinochet quien derrocó al
último presidente masón, el socialista Salvador Allende, que se suicidó durante el
golpe militar que lo sacó del poder el 11 de septiembre de 1973.
Unas 5.000 personas integran las logias masónicas en Perú, cuya existencia se
remonta a casi 200 años. Sus actividades son abiertas y mantienen buenas
relaciones con la Iglesia Católica, aunque "no falta algún sacerdote de algún lugar
lejano que piense que somos 'comecuras'", dijo a la AFP Ricardo Noriega
Salaverry, ex secretario ejecutivo de la Confederación Masónica Interamericana.
Los masones de Cuba se reúnen en 300 logias que congregan unas 28.600
personas. Su imagen actual en la sociedad es la de una hermandad con escaso
impacto social. Un texto de la Gran Logia de Cuba admite que "indudablemente, la
masonería ya ha dejado atrás sus momentos más gloriosos, cuando los nombres
de grandes literatos, músicos y pensadores prestigiaban sus filas".
"El rescate de los valores éticos superiores es la gran solución para los problemas
que afronta hoy el hombre", señaló a la AFP el Gran Maestro de la Masonería
chilena, Jorge Carvajal, en la perspectiva de los temas centrales que debatirán las
logias reunidas en Santiago.
"Lo que está en juego es la libertad y la tolerancia", advirtió Carvajal, junto con
indicar que “si aquellos que toman las decisiones no anidan en sus corazones y en
sus espíritus estos valores, las cosas pueden ser peores”.
"Creo que ese el gran desafío del siglo XXI", dijo Lagos, en su discurso en la
ceremonia inaugural de la conferencia. A pesar de la influencia que han tenido a lo
largo de ocho siglos, los masones llegan a esta conferencia sin el ánimo de
plantear órdenes y consignas, adelantó Carvajal.
Sobre esa base, según señalaron, la Masonería intentará tener un papel activo en
los comienzos del siglo XXI, frente a los avances del terrorismo, la droga y otros
males que afectan a la sociedad moderna, incluyendo las consecuencias de
inequidad y la "brecha tecnológica" que se proyecta con la globalización.
"Creo que ése el gran desafío del siglo XXI", dijo Lagos.