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Tips de aprender a aprender: cómo entrenar la lectura para estudiar mejor

¿Querés leer más cosas o tenés mucho material para estudiar y necesitas tiempo en tu vida
para todo lo demás? Acá te damos una serie de tips para que puedas ser más efectivo con
tu lectura y con tu tiempo.

La clave principal de los grandes lectores es tener una actitud activa. Esto significa que
antes de abordar un texto, te conviene explorarlo.

En la primera exploración, observá cuántas páginas tiene, si las páginas contienen gráficos,
dibujos o imágenes, cada cuánto se presentan los títulos, si hay subtítulos u otras
divisiones, cuales son los capítulos principales y sobre que temas tratan.

En una segunda exploración, concéntrate en leer palabras (sólo palabras) salteadas de los
capítulos. Siempre comenzá por el principio: la tapa; y paradójicamente continúa por el final:
la contratapa. Nuevamente, lee a conciencia los títulos, seguí así sucesivamente por las
partes del libro que te interesa leer ese día y lee de estos capítulos las palabras y títulos
principales.

Luego de la exploración, viene la etapa de interrogación. Preguntate qué información previa


tenés del tema que trata el libro o capitulo. Interrogate: ¿Qué sabes ya del tema? ¿Conoces
lo leído de otras fuentes? ¿Es verdad lo que dice el autor? ¿Existe ya la misma tesis o
antítesis? Luego del interrogatorio, planteate cuáles son tus expectativas. Pensá en lo que
esperás recibir de la lectura, cuáles son tus objetivos, que información querés obtener.

Puede ser que esta técnica te parezca extraña pero tené en mente que las personas que
leen de forma activa entienden más y prestan más atención a los temas y conceptos del
texto que un lector pasivo.

Otro tip que te puede resultar de ayuda es subrayar las ideas más importantes y hacer
notas al margen, es decir, anotar en los márgenes del libro los conceptos relevantes. Este
dato es útil para cuando tengas que buscar la información del texto más adelante.

Además de convertirte en un lector activo, es clave ser organizado con tu lectura y con tu
tiempo, es decir, fíjate plazos. Pensá en cuánto tiempo te puede llevar leer cierto capítulo y
poné un deadline para terminarlo. Intentá respetar el tiempo señalado.

Tené en cuenta que cada tipo de texto (novela, material científico, ensayos, diarios, revistas)
tiene un estilo de lectura diferente. No trates de leer un texto científico como una novela, ni
una revista de moda como un ensayo de economia. Cada material, tiene su estilo y cada
uno debe encontrar la forma de abordar los diferentes tipos de textos. Por ejemplo: Los
periódicos se ordenan en diferentes secciones. Para leerlo de forma veloz y efectiva podés
ojearlo en su totalidad sin profundizar en ningún artículo pero marcando las secciones o
artículos de tu interés. Una vez que tenés una noción general del contenido del diario,
podés proceder por leer los artículos que desde tu punto de vista valen la pena leer.

No te olvides del cuidado de tus ojos. Mientras leés descansá tu vista cada 30 minutos
apróx. mirando a la distancia. La concentración es otro dato a tener en cuenta a la hora de
abordar lecturas. Intenta estar en lugares con muy buena luz, libre de ruidos molestos y
lejos de distracciones que puedan perturbar la lectura.

Te deseamos que puedas disfrutar más tus lecturas y que con estos tips logres no sólo leer
de forma más rápida y efectiva, sino también ser más organizado con tu tiempo sacando
mayor provecho de la vida en general y de unos de los más sabios y fieles compañeros de
ruta: los libros.

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