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UNIDAD JUDICIAL ESPECIALIZADA DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER O MIEMBROS DEL NÚCLEO

FAMILIAR E INFRACCIONES CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL Y REPRODUCTIVA.

En el Juicio No. 0111111111111, hay lo siguiente:

VISTOS: Ab. Diego Figueroa Sozoranga, en mi calidad de Juez de Violencia Contra la Mujer y miembros
del núcleo familiar del Cantón Machala, he avocado conocimiento de la Contravención de Violencia contra
la Mujer o Núcleo del miembro Familiar Nro. 07571-2022-0020, iniciada por ALBERTO JAVIER PALAS
BARRERA, contra de MARÍA JOSÉ GUERRERO OCHOA, por haber presuntamente adecuado su conducta
al acto típico, descrito en el Art. 159 inciso primero del Código Orgánico Integral Penal, y siendo el
momento procesal oportuno se tiene que dictar la sentencia por escrito, al tenor de lo que expone los Art.
560, 622, 643, 644 ibídem, así como al tenor de lo expuesto en los Arts. 168 numeral 5 y 169 de la
Constitución de la República, que guardan perfecta armonía con lo dispuesto en los Arts. 4, 5, 6, 19 y 20
del Código Orgánico de la Función judicial que trata sobre los principios de concentración, eficacia,
economía procesal, simplificación, celeridad, y supremacía constitucional. En audiencia Oral, Pública y
Contradictoria de Prueba y Juzgamiento donde el suscrito juez habiéndose evacuado la prueba, y
anunciándose sentencia ratificatoria de inocencia a favor de MARÍA JOSÉ GUERRERO OCHOA, el trámite
ha llegado al estado de fundamentar la respectiva sentencia por escrito, por lo que se considera:

PRIMERO: Jurisdicción y competencia.- De conformidad a lo que exponen el Art. 232 del Código
Orgánico de la Función Judicial, el suscrito juez tiene funciones jurisdiccionales, así como también es
competente para tramitar y resolver el presente caso de acuerdo a la C.R.E. en su Art. 167.

SEGUNDO: Validez Procesal.- La presente causa se ha tramitado conforme a lo dispuesto en el Título VII,
Procedimientos Especiales, Capítulo Único, Párrafo Segundo, Art. 643 del Código Orgánico Integral Penal
y al no existir vicios de procedimiento, ni omisión de solemnidades sustanciales que pudieran influir en la
decisión de la causa, habiéndose observado las garantías del debido proceso, así como lo dispuesto en
los artículos 75, 76 y 169 de la Constitución de la República se declara la validez de todo lo actuado.

TERCERO: Datos de la denunciada.- Responde a los nombres de MARÍA JOSÉ GUERRERO OCHOA, con
cedula de ciudadanía No. 0705039949, ecuatoriana, mayor de edad, de formación: superior, de profesión:
Bioquímica, domiciliado en esta ciudad de Machala.-

CUARTO.- ÁMBITO DE APLICACIÓN.- El Art. 155 del Código Orgánico Integral Penal, considera a
miembros del núcleo familiar a la o al cónyuge, a la pareja en unión de hecho o unión libre, conviviente,
ascendientes, descendientes, hermanas, hermanos, parientes hasta el segundo grado de afinidad y
personas con las que se determine que el procesado o la procesada mantenga o haya mantenido vínculos
familiares, íntimos, afectivos, conyugales, de convivencia, noviazgo o de cohabitación; en el caso que se
juzga se observa que el presunto contraventor, forma parte del núcleo familiar de la presunta víctima.-

QUINTO: ANTECEDENTES.- 5.1. La relación precisa y circunstanciada del hecho punible es la siguiente:
La presente causa contravencional se inicia en base a la denuncia presentada por el señor ALBERTO
JAVIER PALAS BARRERA, quien en lo principal refieren lo siguiente: “Es el caso señor Juez, que me
encuentro separada de mi (ex) conyugue señora MARIA JOSE GUERRERO OCHOA desde hace más de un año
(Específicamente Noviembre del año 2017) cuando abandone el hogar que lo teníamos formado en La
URBANIZACIÓN LAS BRISAS REAL ETAPA 2,CASA #13, de esta Ciudad de Machala Cantón Machala Prov. de
El Oro. Por la actitud hostil y no comprensión que manteníamos en el hogar que en su momento lo habíamos
formado. Desde esa fecha me traslade a vivir solo en la urbanización las crucitas, desde que abandone el
hogar soy víctima de acoso y seguimiento de mi ex conyugue Sra. GUERRERO OCHOA MARIA JOSE, insultos
y amenazas tales; (maldito hipócrita acercándose con temeridad hacia mi persona e indicándome mírame,
mírame, situación que en los ojos refleja rabia y verla causa desasosiego): he venido siendo víctima, ante ello
he optado en dar un queimportismo a los reiterados hostigamiento lo eh hecho por el amor a mis hijas y
para que no perpetren los acontecimientos que hace la madre conmigo y así darles cariño y atención por el
hecho que son niñas. Esto como primer antecedente... luego en el mes de julio del año 2021 me cambie de
departamento viviendo en la actualidad en la ciudadela las brisas Manzana F4 Villa 3, conjunto residencial
que se puede acceder a los domicilios solo con llave. Mi ex conyugue señora MARIA JOSE GUERRERO OCHOA
pese a los reiterados insultos y amenazas opto por ingresar al conjunto residencial a buscar si en realidad
vivo ahí, situación que me lo comento la señora dueña de la casa quien me indico que llego una señora a
buscarme, situación que lo comprobé con las cámaras del conjunto donde observe a mi ex conyugue Sra.
GUERRERO OCHOA MARIA JOSE merodeando y buscando mi departamento, Esto como segundo
antecedente…Luego cada vez que visto la casa de ella donde vive con mis hijas a visitarlas como padre que
soy sale con la misma actitud no importándole que están mis hijas logrando que me retire del lugar sin ver
y estar con mis hijas e impide el acercamiento hacia; como último antecedente señor juez debo manifestar
que en la actualidad mantengo una relación estable con la señorita María del Carmen Maldonado relación
pacífica y tranquila, que la hago mención por lo siguiente; el día sábado 12 de febrero del 2022 a las 15.30
aproximadamente en las instalaciones del HOSPITAL IESS, SEGUNDO PISO HOSPITALIZACION CLINICA 1
HABITACIÓN 5, mi novia María del Carmen Maldonado se encontraba hospitalizada por salir de una cirugía
y estaba en la habitación con mi compañía por cuanto no podía realizar sus actividades sola y le estaba
ayudando en lo que se requiera del post operatorio, cuando de pronto abren la puerta donde estaba con mi
novia de una forma fuerte y veo que es otra vez mi ex conyugue Sra. GUERRERO OCHOA MARIA JOSE, de
una manera hostil y amenazante a increparme omitiendo el estado de salud de la paciente Señorita María
del Carmen Maldonado, y el personal del Hospital tanto enfermeros como doctores le solicitaron a la paciente
que se tranquilice y pidiendo disculpa por lo acontecido ya que indicaron que los únicos autorizados a ingresar
a la habitación son los doctores y enfermeros; No obstante a lo acontecido en ese día en el Hospital del IESS,
opte por retirarme a mi departamento y evitar algún conflicto y en horas de la noche salí a merendar a al
restaurant OASIS ubicado en la calle arizaga, cuando de pronto veo que ingresa al local mi ex conyugue Sra.
GUERRERO OCHOA MARIA JOSE, con las misma actitud amenazantes a tratarme mal y esta vez no vino sola
si no que llego con mis pequeñas hijas.”.-

SEXTO.- FUNDAMENTACIÓN.- Nuestro sistema procesal conforme lo establece la Constitución de la


República en su Art. 169, es un medio para la realización de la Justicia, y las normas procesales deben
consagrar los principios de simplificación, uniformidad, eficacia, inmediación, celeridad y economía
procesal. Se han cumplido con estos principios y el presunto contraventor no ha quedado en estado de
indefensión, es decir, no ha sido privado del derecho de defensa, consagrado en el Art. 75 y Art. 76 No 7,
Lit. A, de la Constitución de la República, pues desde un principio se le designó un defensor público de
oficio y posterior compareció con la defensa particular de su elección, presumiéndose su inocencia,
conforme lo establece el Art. XXVI de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y
el Art. 8 No 2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o “Pacto de San José de Costa Rica”
así como la Constitución de la República del Ecuador en el Art. 76 Numeral 2, según la cual “Se presumirá
la inocencia de toda persona, y será tratada como tal, mientras no se declare su responsabilidad mediante
resolución firme o sentencia ejecutoriada”; en consecuencia, para que se haga posible la imposición de
penas o sanciones administrativas, el principio de presunción de inocencia debe ser desvirtuada por el
Estado o por el acusador particular, recayendo sobre estos la carga de la prueba, pues la duda beneficia a
la persona procesada. Se ha respetado el debido proceso, garantizado por el artículo 76 de la Constitución
de la República, que es un principio fundamental, siendo el conjunto de derechos propios de las personas
y condiciones, de carácter sustantivo y procesal, que deben cumplirse en procura de que quienes sean
sometidos a juicio gocen de las garantías para ejercer su derecho de defensa y obtener de los órganos
judiciales y administrativos un proceso justo, pronto y transparente, lo cual guarda relación también con
el derecho de seguridad jurídica, derecho que se encuentra garantizado en el artículo 82 de la Constitución
de la República del Ecuador, el mismo que se fundamenta en el respeto a la Constitución como norma
suprema y en la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y aplicadas por las autoridades
competentes; al respecto la Corte Constitucional en la Sentencia No. 020-14-SEP-CC, caso No. 0739-11-
EP. Señala que “…el derecho a la seguridad jurídica conlleva la confiabilidad en el orden jurídico que garantiza
la sujeción de todos los poderes del Estado a la Constitución y a la ley. Es la garantía que da la convicción,
certeza o seguridad a las personas en el sentido de que las autoridades investidas de una potestad
jurisdiccional aplicarán y darán cumplimiento a lo previsto en la Constitución y en la normativa vigente…”;
lo cual se encuentra íntimamente ligado con la tipicidad, reconocida en el artículo 76 numeral 3 de la
Constitución de la República, que es un elemento fundamental en materia penal, toda vez que a través de
esta garantía los miembros de la sociedad tienen la certeza de la existencia de conductas configuradas
como infracciones y las sanciones que devienen de estas, precautelando que las personas conozcan con
anterioridad del cometimiento de determinado acto u omisión, las consecuencias jurídicas que estos
producirán.

El precepto legal contenido en el Art. 159 del Código Orgánico Integral Penal señala: “Art. 159.-
Contravenciones de Violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar.- Será sancionada con pena
privativa de libertad de quince a treinta días, persona que hiera, lesione golpee a la mujer o
miembros del núcleo familiar, causando daño o enfermedad que limite o condicione sus actividades
cotidianas, por un lapso no mayor a tres días. La persona que agreda físicamente a la mujer o miembros
del núcleo familiar por medio de puntapiés, bofetadas, empujones o cualquier otro modo que signifique uso
de la fuerza física sin causarle lesión, será sancionada con pena privativa de libertad de cinco a diez días o
trabajo comunitario de sesenta a ciento veinte horas y medidas de reparación integral. La persona que realice
actos de sustracción, destrucción, retención de objetos, instrumentos de trabajo, documentos personales o
bienes de la sociedad de hecho o conyugal, en los casos en que no constituya un delito autónomo tipificado
en este Código, será sancionada con trabajo comunitario de cuarenta a ochenta horas y la devolución de los
bienes o el pago en valor monetario de los mismos, y medida de reparación integral. La persona que, por
cualquier medio, profiera improperios, expresiones en descrédito o deshonra en contra de la mujer o
miembros del núcleo familiar, en los casos en que no constituya un delito autónomo tipificado en este Código,
será sancionada con cincuenta a cien horas de trabajo comunitario y se dispondrá el tratamiento psicológico
a la persona agresora y a las víctimas, así como medidas de reparación integral.”. Respecto de la
Tipicidad reconocida en el artículo 76 numeral 3 de la Constitución de la República, que es un elemento
fundamental en materia penal, toda vez que a través de esta garantía los miembros de la sociedad tienen
la certeza de la existencia de conductas configuradas como infracciones y las sanciones que devienen de
estas, precautelando que las personas conozcan con anterioridad del cometimiento de determinado acto
u omisión, las consecuencias jurídicas que estos producirán.-

SEPTIMO.- PRESENTACIÓN DE LOS MEDIOS DE PRUEBA POR LAS PARTES PROCESALES: La audiencia
de juzgamiento, se rige bajo las normas contempladas en los Arts. 563 y 564 del Código Orgánico Integral
Penal. De acuerdo al contenido del Art. 453 del COIP, “La prueba tiene por finalidad llevar a la o al juzgador
al convencimiento de los hechos y circunstancias materia de la infracción y la responsabilidad de la persona
procesada.”. En concordancia con esta disposición, el Art. 455 ibídem establece que “La prueba y los
elementos de prueba deberán tener un nexo causal entre la infracción y la persona procesada, el fundamento
tendrá que basarse en hechos reales introducidos o que puedan ser introducidos a través de un medio de
prueba y nunca, en presunciones.”. Sobre la pertinencia de la prueba el Art. 454 del Código Orgánico
Integral Penal, numeral 5, dice lo siguiente: “Pertinencia.- Las pruebas deberán referirse, directa o
indirectamente a los hechos o circunstancias relativos a la comisión de la infracción y sus consecuencias, así
como a la responsabilidad penal de la persona procesada.”. De igual forma y con fundamento en el “principio
de tutela judicial efectiva”, se garantizó a los sujetos procesales la presentación de sus pruebas en igualdad
de condiciones, y en base al “principio de contradicción”, durante la sustanciación del presente proceso.

En audiencia de juzgamiento las partes procesales han producido los elementos probatorios que se
describen a continuación:

7.1.- A partir de fojas 58 consta Pericia de Trabajo Social, suscrito por la Lic. Yammel Cabrera Rivas, perito
de esta Unidad Judicial, y en cuyas conclusiones ha mencionado lo siguiente: “Después de realizar el
levantamiento de información se ha podido determinar lo siguiente: Presencia de relaciones paternas filiares
conflictivas entre las partes procesales, que generan constantes disconformidades entre ambos. Existencia de
relación conflictiva entre las partes, que generaron presuntas agresiones verbales hacia el denunciante por
parte de la denunciada.”.

7.2.- A partir de fojas 97 consta Informe Pericial Psicológico, suscrito por el Ps. Xavier Briceño Castillo,
perito de esta Unidad Judicial, quien en sus conclusiones ha determinado lo siguiente: “…Sobre la
obtención y valoración del testimonio de la parte actora, el evaluado en su relato refiere dos presuntos
eventos en lo relativo a los hechos denunciados, atribuye la responsabilidad a su ex pareja a quien identifica
como María José Guerrero Ochoa. El análisis sugiere que en el relato del evaluado no se aprecian contenido
asociados a un episodio de victimización de maltrato relacionado a los factores del suceso presuntamente
suscitado en el Hospital General Machala (IESS). El análisis del testimonio sugiere como probabilidad que,
el relato del evaluado en lo relativo a este presunto evento suscitado en el IESS, se conceptualiza desde un
punto de vista de la literatura científica y especializada en la materia como desavenencia, discordia
y/o malos entendidos. El análisis también sugiere que, dentro de los factores de suceso, en un presunto
evento suscitado presuntamente en la noche en la misma fecha de los hechos denunciado. El evaluado
en su relato exterioriza una presunta victimización de agresión verbal atribuyendo como responsable de
la perpetración a la denunciada. No obstante, en el estudio realizado no se aprecia un nexo causal de
afectación psicológica asociado a este presunto evento. (…)”.

7.3.- A partir de fojas 75 consta Informe Pericial de AUDIO Video y Afines No. DINITEC-SZ07-JCRIM-AVA-
PJO22200230-2022-PER, suscrito por el CBOS, de Policía Luis Piloco Toala, Perito Criminalistico JSZC-EL
ORO, y SGOS, de Policía Celiano Robalino Casal, Perito Criminalistico JSZC-EL ORO, el mismo que ha sido
debidamente sustentado en audiencia de juzgamiento.

7.4.- Se recibe el testimonio del denunciante, señor Alberto Javier Palas Barrera, quien ha referido lo
siguiente: “LOS IMPROPERIOS Y FALTA DE RESPECTO FUE CUANDO ESTABA COMIENDO EN EL
RESTANRANT OASIS ELLA ENTRÓ CON MIS HIJAS, MIS HIJAS ME ABRAZARON Y AHÍ ME GRITO HIJO DE
PUTA ASI TE QUERÍA ENCONTRAR, AQUÍ GRABAME, NO LE HICE CASO. PREVIO A ESO LO QUE SUCEDIÓ
EN EL IESS, ELLA ES BIOQUÍMICA LA FUNCIÓN DEL BIOQUÍMICO NO INGRESAR A LA HABITACIONES DE
LOS PACIENTES. CUANDO ESTABA INTERNADA MA. DEL CARMEN NUNCA ENTRO NINGÚN OTRO
BIOQUÍMICO. ANTES DE LA DENUNCIA YA HABÍA OCURRIDO OTRAS COSAS EN PRESENCIA DE MIS HIJAS,
ELLA NO RESPETA A MIS HIJAS NI EL LUGAR DE TRABAJO. LA ACTITUD MAS HOSTIL EMPEZÓ CUANDO SE
ENTERO DE MI RELACIÓN SENTIMENTAL CON LA SRTA. MA. DEL CARMEN MALDONADO. TENGO
GRABACIONES DE ESTO. YO ESTABA EN EL RESTAURANT OASIS, YO LEVANTE LA MIRADA Y LA VI A ELLA
CON MIS HIJAS Y ME DIJO ASI TE QUERÍA VER HIJO DE PUTA, HIPÓCRITA AQUÍ GRÁBAME, YO NO HICE
NADA SOLO ABRACE A MIS HIJAS. EN EL IESS NUNCA ME INSULTO. NO SE PRESENTÉ QUEJA FORMAL,
PERO SE LE INDICO A LAS ENFERMERAS DE LO SUCEDIDO...”.

7.5.- Se ha escuchado la declaración de la testigo CECIBEL BETANCOURT PATIÑO, quien ha referido lo


siguiente: “TRABAJO EN EL IEES-MACHALA, SOY MEDICO TRATANTE Y A PARTIR DEL DIA VIERNES HASTA
EL DOMINGO SOY JEFE DE MEDICINA INTERNA. LA CONOZCO A ELLA, ES COMPAÑERA DE TRABAJO, LA
SRA. MA. JOSÉ LA BIOQUÍMICA DEL PISO, VE QUE SE ADMINISTRE LA MEDICINA A LOS PACIENTES. LAS
MEDICACIONES SIEMPRE TIENEN QUE REGISTRARSE POR LA DRA. BIOQUÍMICA. NO HUBO ESCANDALO,
EN ESE DÍA ESTABA HACIENDO RECLAMAMOS A MI PERSONAL, VI QUE MA. JOSÉ ESTABA EN CADA
HABITACIÓN REALIZANDO LAS VERIFICACIONES E INGRESO A LA HABITACIÓN 5 Y ASÍ COMO INGRESO
SALIÓ DE LA HABITACIÓN. ESTABA A UNOS 2 METROS. NO RECIBÍ NINGUNA QUEJA ESE FIN DE
SEMANA. ELLA VERIFICA LA BOMBA (UNA MAQUINA DONDE PASA EL SUERO) DE QUE SE ESTE PASANDO
LA MEDICACIÓN DE TODOS LO PACIENTES QUE TENGAN ESTA BOMBA DE DIFUSIÓN. SON DOS TIPOS DE
SERVICIOS, NOSOTROS DESCARGAMOS DE LA MEDICINAS Y ELLAS VERIFICAN QUE SE ADMINISTRE. MI
FUNCIÓN ES VERIFICAR QUE VERIFIQUE LA MEDICACIÓN, ESTÁ EN MI PISO SOY LA RESPONSABLE PORQUE
EN FIN DE SEMANA, FUE EL DÍA SÁBADO, YO ASUMÍ QUE ELLA ESTABA HACIENDO LA VERIFICACIÓN E
INGRESO A LA HABITACIÓN NO. 5…”.

7.6.- Se ha receptado el testimonio de la denunciada, señora María José Guerrero Ochoa, quien ha
referido lo siguiente: “SOY LA RESPONSABLE DE LA ADMIRACIÓN DE LAS PACIENTES 24 HORAS. LO
CONOCÍ 2005 EN LA UNIVERSIDAD DE MACHALA, FUIMOS ENAMORADOS 7 AÑOS, DURO NUESTRO
MATRIMONIO 5 AÑOS. DURANTE EL MATRIMONIO HUBIERON AGRESIONES FISICAS Y VERBALES DE
AMBAS PARTES. YO TRABAJO EN EL ÁREA DE CLÍNICA 1 DONDE PASO. VI LLEGAR AL PADRE DE MI HIJA Y
ENTRE A LA HABITACIÓN A HACERLE EL LLAMADO DE ATENCIÓN PORQUE NO LAS VISITAS A SU HIJAS.
SOLO LE DIJE QUE “LAS VISITARA Y QUE TIENE TIEMPO SUFICIENTE PARA VISITAR”. ESE DÍA FUI A
COMPRAR CON MIS HIJAS AL RESUTANRANT. NO LE PRESTE ATENCIÓN FUI A COMPRAR COMIDA. ÉL
TUVO UNA ALZA DE PENSIÓN Y TENÍA QUE TENER LUGAR EXACTO DE DOMICILIO, SOLO FUI UNA ÚNICA
VEZ A ESE CONJUNTO RESIDENCIAL POR LA FOTO. MI HIJA ESTUDIA EN EL PRINCIPITO Y ES LA MISMA
CALLE. EN NINGÚN MOMENTO INDIQUE INGRESE, EN ESA HABITACIÓN SOLO HICE EL LLAMADO DE
ATENCIÓN AL PADRE DE MIS HIJAS PARA QUE LAS VISITE. NO INGRESE SOLO LLEGUE AL PORTAL. LA
FECHA QUE FUI AL LUGAR 11 DE AGOSTO APROXIMADAMENTE A LAS 16H00. ESE DÍA FUI A COMPRAR
COMIDA, AHÍ LO VI. NOSOTROS NOS ACERCAMOS A COMPRAR COMIDA Y LO VIERON A SU PADRE
CORRIERON A ABRAZARLO, YO INDIGNADA FUI A COMPRAR Y EL NOS ESPERÓ. YO NO LO VEO, EL NO
VISITA A SUS HIJAS. NO LO VEO NO LE PUEDO DECIR. NO LO HAGO, MIS HIJAS BAJAN SOLAS, LA ULTIMA
VEZ A EL 25 DE DICIEMBRE DEL AÑO PASADO.”.

OCTAVO.- ARGUMENTACION JURIDICA DEL CASO CONCRETO.- 8.1.- Es el momento procesal del que
dispone el suscrito Juez para dictar su sentencia, por lo que amparado en el Art. 76, numeral 7, literal I), de
la Constitución de la República del Ecuador, que prevé lo siguiente: "Las resoluciones de los poderes
públicos deberán ser motivadas. No habrá motivación si en la resolución no se enuncian las normas
o principios jurídicos en qua se funda y no se explica la pertinencia de su aplicación a los
antecedentes de hecho". Art. 10 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, Art. 8.1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos. Art, 14.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos. Art. 130, numeral 4 del Código Orgánico de la Función Judicial quo dice: es facultad esencial y
debe. "Motivar debidamente sus resoluciones. No habrá motivación si en la resolución no se enuncian
las normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica la pertinencia de su aplicación a los
antecedentes de hecho. Los actos administrativos, resoluciones o fallos que no se encuentren
debidamente motivados se consideraran nulos", teniendo como base, estas disposiciones legales, y con
la finalidad de dar cumplimiento a las mismas; y con fundamento en lo que dispone el numeral 3 del
artículo 129 del Código Orgánico de la Función Judicial, que señala: “Resolver sobre los asuntos sometidos
a su consideración con estricta observancia de los términos previstos en la ley y con sujeción a los principios
y garantías que orientan el ejercicio de la Función Judicial”, por lo que se realiza el siguiente análisis jurídico:

8.2.- El Bloque de Constitucionalidad y Convencionalidad.- Es fundamental recordar en este tipo de


procesos que el principio de Supremacía Constitucional establecida en el Art. 424, es de aplicación directa
e inmediata. La Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer
“CONVENCION BELEN DO PARA” que en su artículo 1 prescribe lo siguiente: “Para los efectos de esta
Convención debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier acción o conducta, basada en su género,
que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como
en el privado.”, la misma convención en su Art. 4 indica: “Toda mujer tiene derecho al reconocimiento, goce,
ejercicio y protección de todos los derechos humanos y a las libertades consagradas por los instrumentos
regionales e internacionales sobre derechos humanos. Estos derechos comprenden, entre otros: a. el derecho
a que se respete su vida; b. el derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral; c. el derecho a
la libertad y a la seguridad personales; d. el derecho a no ser sometida a torturas; e. el derecho a que se
respete la dignidad inherente a su persona y que se proteja a su familia; f. el derecho a igualdad de protección
ante la ley y de la ley; g. el derecho a un recurso sencillo y rápido ante los tribunales competentes, que la
ampare contra actos que violen sus derechos; h. el derecho a libertad de asociación; i. el derecho a la libertad
de profesar la religión y las creencias propias dentro de la ley, y j. el derecho a tener igualdad de acceso a las
funciones públicas de su país y a participar en los asuntos públicos, incluyendo la toma de decisiones.”.
8.3.- Continuando con el mismo análisis jurídico, tenemos que las Garantías del Debido Proceso y
Principios Procesales. según Jorge Zavala Baquerizo en su obra “El debido proceso penal”: “…entendemos
por debido proceso el que se inicia, se desarrolla y concluye respetando y haciendo efectivos los presupuestos;
los principios y las normas constitucionales, legales e internacionales aprobadas previamente, así como los
principios generales que informan el Derecho Procesal Penal, con la finalidad de alcanzar una justa
administración de la Justicia; que le asegure la libertad y la seguridad jurídica, la racionalidad y la
fundamentación de las resoluciones judiciales conforme a Derecho”.- El debido proceso está compuesto de
una serie garantías básicas, entre las que encontramos las previstas en el Art. 76 de la Constitución que
expresa: “Art. 76.- En todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se
asegurará el derecho al debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas: 1. Corresponde a toda
autoridad administrativa o judicial, garantizar el cumplimiento de las normas y los derechos de las partes…
3. Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un acto u omisión que, al momento de cometerse, no esté
tipificado en la ley como infracción penal, administrativa o de otra naturaleza; ni se le aplicará una sanción
no prevista por la Constitución o la ley. Sólo se podrá juzgar a una persona ante un juez o autoridad
competente y con observancia del trámite propio de cada procedimiento…”. Nuestra Carta Magna, establece
los principios de la administración de justicia entre los cuales se encontramos “La sustanciación de los
procesos en todas las materias, instancias, etapas y diligencias se llevará a cabo mediante el sistema oral, de
acuerdo con los principios de concentración, contradicción y dispositivo.”.

8.4.- Así mismo, en su Art. 169 nos dice: “El sistema procesal es un medio para la realización de la justicia.
Las normas procesales consagrarán los principios de simplificación, uniformidad, eficacia, inmediación,
celeridad y economía procesal, y harán efectivas las garantías del debido proceso. No se sacrificará la justicia
por la sola omisión de solemnidades.”.

8.5.- La sujeción al principio de inmediación, celeridad y contradicción, ha dado lugar a que el Juzgador,
con la oralidad del proceso, aprecie la prueba inmediatamente, y en el caso que se juzga se forme un
criterio de valor, de manera objetiva; así también “el juzgador para dictar sentencia condenatoria, debe tener
el convencimiento de la culpabilidad penal de la persona procesada, más allá de toda duda
razonable” [num. 3 art. 5 COIP].

Al respecto dicho convencimiento no se ha logrado, existiendo dudas con relación a los hechos
denunciados en la presente causa, conforme se indica a continuación:

Las partes procesales durante la tramitación de la presente causa, se han encontrado en ejercicio pleno a
su garantía del derecho a la defensa, de anunciar y practicar las pruebas que según su teoría del caso
correspondan, conforme lo establece la Constitución de la República en su Art. 76, numeral 6, literal h),
como garantía del debido proceso, establece lo siguiente: “7. El derecho de las personas a la defensa incluirá
las siguientes garantías: h) Presentar de forma verbal o escrita las razones o argumentos de los que se crea
asistida y replicar los argumentos de las otras partes; presentar pruebas y contradecir las que se presenten
en su contra.”.

Más en la presente causa, el denunciante señor ALBERTO JAVIER PALAS BARRERA, en su denuncia afirma
haber sido agredido por su ex esposa señora MARÍA JOSÉ GUERRERO OCHOA, que el evento se ha
suscitado el 12 de febrero del 2022, en dos ocasiones: la primera a las 15h30 en el Hospital del IESS-
Machala, en el que refiere que la señora María Guerrero Ochoa habría entrado a la habitación 5, en la cual
se encontraba con su actual novia, y que había sido increpado de manera hostil; y la segunda en horas de
la noche (según refiere) en el restaurant OASIS, donde su ex pareja “con una actitud amenazante lo ha
tratado mal”; más al solicitar que aclare su denuncia, indica que en el segundo evento, recibió como
improperio la siguiente frase “así te quería ver hijo de puta, infeliz eres un hipócrita”. Versión que se ratifica
en su testimonio rendido en audiencia de juzgamiento.

Por su parte la denunciada ha negado que haya dirigido improperios en contra de su ex esposo, acepta
que el día 12 de febrero del 2022 se encontró con el denunciante en dos ocasiones, la primera en el hospital
del IESS, lugar donde ella labora en calidad de servidora pública, en la que según refiere únicamente “hizo
un reclamo o llamado de atención al padre de sus hijas” ya que él no las visitas; mientras que, en horas de
la noche del mismo día, también acepta que fue al restaurant OASIS a comprar comida, que fue con sus
hijas, y que coincidió que nuevamente se encontró con el señor Alberto Palas, pero que lo agredió
verbalmente en ningún momento.

En este caso, el análisis de las pericias del equipo técnico se tornan relevantes, al momento de probar la
teoría del caso de la parte acusadora, ya que las conclusiones de las mismas, deberán respaldar la versión
del denunciante. En este sentido, en lo que respecta la pericia de trabajo social, relieva la existencia de
relaciones conflictivas entre las partes, es decir, que no existe un buen ambiente “familiar”, principalmente
en sus relaciones paterno-filiares. Y en lo que tiene que ver al informe psicológico, el perito hace un análisis
de los resultados de los dos eventos acontecidos el 12 de febrero del 2022: en el primer caso (el de horas
de la tarde en el Hospital-IESS) determina que “…desde un punto de vista de la literatura científica y
especializada en la materia como desavenencia, discordia y/o malos entendidos…”; y para el segundo
caso (el acontecido en horas de la noche), concluye que: “…en el estudio realizado no se aprecia un nexo
causal de afectación psicológica asociado a este presunto evento…)”.

Con base en estas acotaciones, corresponde analizar si el testimonio de la parte procesal acusadora, se
constituye en una prueba capaz y suficiente de acreditar la existencia material de infracción y la
responsabilidad penal de la parte denunciada. Recordemos que la Corte Nacional de Justicia, ha
establecido ciertos parámetros a cumplir en esta declaración, ya que por sí sola o aislada, no tendría la
eficacia probatoria que normalmente la parte interesada espera, ya que bajo las reglas de la carga de la
prueba en materia penal, correspondía a la parte acusadora justificar las afirmaciones contenidas en su
denuncia, es decir, debía aportar los elementos de convicción necesarios y suficientes para justificar la
existencia material de la infracción y la responsabilidad penal de los denunciados.

En los casos, como el que estamos analizando, el testimonio de la presunta víctima, tiene una gran
relevancia, el mismo que debe ser analizado en su esencia y ser concordante con los otros medios
probatorios. Y para el efecto, la jurisprudencia penal, ha desarrollado ciertos parámetros a considerar en el
testimonio, a fin de que esta sea considerada una prueba capaz y suficiente para establecer la materialidad
de la infracción y la responsabilidad penal del procesado. Estos requisitos son los siguientes:

Tratándose de las infracciones como la acusada, que doctrinariamente se denominan ocultos, existe como
referente doctrinario, los criterios de la jurisprudencia del Supremo español (argumentos recogidos por la
Corte Nacional del Ecuador), en el sentido que el testimonio de la víctima puede ser suficiente para
derrumbar la presunción de inocencia que ampara al acusado; sin embargo, para ese efecto debe cumplir
con ciertos requisitos, que sin pretender de ninguna manera hacer de ese testimonio una especie de
prueba tasada, determina ciertas cautelas a tomarse, mismas que sin ser absolutas, sirven de alguna de
manera para orientar doctrinariamente el análisis de éste testimonio y que son: “1) ausencia de
incredibilidad subjetiva derivada de las relaciones procesado/víctima o denunciante que pudieran
conducir a la deducción de la existencia de un móvil de resentimiento, enemistad o de otra índole que
privase al testimonio de la aptitud necesaria para generar ese estado subjetivo de certidumbre en que la
convicción judicial estriba esencialmente; 2) Verosimilitud: el testimonio, que no es propiamente tal, en
cuanto la víctima puede mostrarse parte en el procedimiento, ha de estar rodeado de ciertas
corroboraciones periféricas, de carácter objetivo que lo doten de aptitud probatoria. En definitiva lo
fundamental es la constatación de la real existencia de un hecho; 3) Persistencia en la incriminación. Esta
ha de ser prolongada en el tiempo, plural, sin ambigüedades ni contradicciones. (SENTENCIAS T.S. DE 28
DE SEPTIEMBRE DE 1988, 26 DE MAYO Y 5 DE JUNIO DE 1992, ENTRE OTRAS).

Entre estos criterios de referencia, existe la necesidad de analizar la coherencia y persistencia de la


declaración. De un lado, se debe analizar la verosimilitud, entendido por ello no solo la coherencia interna
y solidez de los dichos, sino también la existencia de algún tipo de corroboración periférica; de otro lado,
se hace alusión a la constancia y firmeza de la denuncia; la solidez o fragilidad del testimonio incriminatorio
debe medirse en función de la exhaustividad del relato, sin llegar al extremo de requerir detalles que alteren
la esencia, es decir, el relato de la víctima se debe mantener incólume desde la versión inicial, las entrevistas
proporcionadas al equipo técnico y finalmente en su testimonio rendido en audiencia de juzgamiento. En
definitiva, se trata de valorar la credibilidad de la víctima, y lo más acertado es comprobar si esta
declaración está rodeada del máximo de objetividad posible, analizando cuantos datos o indicios permitan
confirmar la realidad de la declaración incriminatoria de esta parte procesal, y al final concluir si este
testimonio podría ser considerado como suficiente.

Por su parte la “ausencia de incredibilidad subjetiva”, analiza la sinceridad del testimonio; la “verosimilitud”,
permite establecer la existencia de elementos que den veracidad a la declaración de la víctima, más allá de
su propia palabra; y la “persistencia en la incriminación” que valora, si el testimonio ha sido prolongado en
el tiempo, reiteradamente expresado, sin ambigüedades, ni contradicciones en lo esencial, consiste en que
este persista sin contradicciones durante el tiempo que dura la tramitación del proceso. Es decir, se exige
que la víctima mantenga su incriminación en todas y cada una de las declaraciones que rinda (versiones,
entrevistas, testimonio), sin que se ponga en duda la verosimilitud; y si existen algunas modificaciones
en el testimonio, estás habrán de ser mínimas y referidas a datos que no tengan un carácter relevante
o decisivo.

Por lo antes mencionado, el criterio del suscrito juez es que el testimonio rendido por el denunciante, no
cumple con uno de los parámetros establecidos por la Corte Nacional, esto es “la verosimilitud de los
narrado”, ya que el mismo exige que exista relación con otros medios probatorios, y como se ha indicado
en este caso, las conclusiones periciales, no apoyan las teoría del caso presentada por la parte denunciante,
ya que refieren que se trataría de “desavenencia, discordia y/o malos entendidos”, lo cual, no constituye
una infracción.
Sobre la presunción de inocencia, la Corte Constitucional en Sentencia No. 14-15-CN/19, caso No. 14-
15-CN, ha señalado: “Del derecho a la presunción de inocencia se derivan algunos efectos jurídicos
importantes: i) la presunción de inocencia es un derecho que limita al poder punitivo, tanto en lo legislativo
como en lo procesal; ii) se debe presumir la inocencia de cualquier persona y, en consecuencia, se le debe
tratar como inocente antes y durante el proceso penal; iii) la presunción de inocencia debe vencerse mediante
pruebas lícitas de culpabilidad y se la debe declarar en sentencia; y, iv) la carga de la prueba la tiene quien
ejerce las funciones de fiscal o la persona que acuse.”.

Como se ha observado en el párrafo anterior, por regla general, la carga de la prueba en materia penal-
contravencional, le corresponde a la parte denunciante, por lo que la parte denunciada no está obligada a
probar que es inocente. En nuestra legislación constitucional y penal, se encuentra prohibida la confesión
del acusado cuando le puede acarrear responsabilidad penal, más aún, éste tiene el derecho a guardar
silencio, sin que ello pueda ser tomado como indicio de su presunta culpabilidad, acorde a lo
dispuesto en el Art. 76 No. 4 que dice: “Las pruebas obtenidas o actuadas con violación de la Constitución o
la ley no tendrán validez alguna y carecerán de eficacia probatoria”; y Art. 77 No. 7, letras b) y c) de la
Constitución de la República, que disponen: “El derecho de toda persona al a defensa incluye: b) Acogerse
al silencio. c) Nadie podrá ser forzado a declarar en contra de sí mismo, sobre asuntos que puedan ocasionar
su responsabilidad penal.”.

Con este antecedente, se concluye que el denunciante no ha podido justificar la existencia material de la
infracción, ni la responsabilidad contravencional de la denunciada.-

NOVENO: SENTENCIA.- Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y
moral, por consiguiente la violencia intrafamiliar es entendida como tortura, discriminación y por lo tanto
un atentado contra los derechos humanos. Sin embargo, por los considerandos expuestos, y dado que no
se ha practicado prueba alguna en la presente causa, existen dudas en relación a los hechos denunciados
por la presunta víctima, en consecuencia, el suscrito Juez de la Unidad Especializada de Violencia contra la
Mujer y la Familia, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR
Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, RESUELVO: confirmar el
estado de inocencia de: MARÍA JOSÉ GUERRERO OCHOA, con cedula de ciudadanía No. 0705039949. A
fin de precautelar la integridad física y psíquica de los sujetos procesales se dispone mantener únicamente
vigente la medida de protección del numeral 3 del Art. 558 del COIP, por el plazo de tres meses; y de igual
manera, de conformidad con lo establecido en el numeral 9 del Art. 558 ibídem, se ordena el tratamiento
psicológico, debiendo oficiarse al Hospital Teófilo Dávila para el efecto, debiendo además enviar el oficio
con los datos personales de los sujetos procesales, constantes en las portadas de las informes periciales.-
Intervenga en calidad de Secretario de la Unidad Judicial la Ab. Mónica Velepucha Iñaguazo.- CUMPLASE
Y NOTIFIQUESE.-

f: FIGUEROA SOZORANGA DIEGO ALFREDO, JUEZ

Lo que comunico a usted para los fines de ley.

VELEPUCHA IÑAGUAZO MONICA TERESA


SECRETARIA

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