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Excmo. Tribunal:
I. OBJETO
1
de poner un freno a la violencia de genero individual pero también
institucional.
2
de los países de tradición anglosajona: “Ya a comienzos del siglo IX,
en el derecho inglés, se autorizaba la actuación de un extraño a fin
de producir peticiones de un juicio como Amicus Curiae” (de los
considerandos de la decisión de la Cámara Federal de Apelaciones
en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal argentina, en la
causa “Hechos ocurridos en el ámbito de la Escuela Superior de
Mecánica de la Armada”, el 18 de mayo de 1995).-
3
Preámbulo de la Constitución Nacional, entendido como valor no sólo
individual sino también colectivo".-
4
Es dable mencionar que el instituto en cuestión no
solamente ha sido adoptado en su uso por organizaciones no
gubernamentales, sino que incluso un organismo estatal como es
la Procuración Penitenciaria de la Nación ha presentado
numerosos memoriales en calidad de “Amici Curiae”, y
actualmente, de acuerdo a la ley 25.875, posee expresamente dicha
facultad, la cual se encuentra prevista como una de sus
atribuciones.-
5
también argumentos y criterios que han de tomarse en cuenta para
la resolución del caso de autos.-
6
Y decidir V. E si dicha sentencia es arbitraria, en relación a
los puntos en que se absuelve a los aquí imputados por todos o
algunos de los delitos con que fueron imputados.
2- Las materialidades fácticas que conformaron el objeto de la
investigación, y por todas ellas se elevó la causa a juicio. Concretamente,
pese a la oposición y al recurso intentado por la defensa durante la etapa
intermedia, la justicia de garantía resolvió:
"I.- Elevar las actuaciones a juicio respecto de Matías Gabriel
Farías y Juan Pablo Offidani por estimarlos presuntos co-autores del
evento identificado como I, calificado en esta instancia como
constitutivodel delito de tenencia ilegítima de estupefacientes con
fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de
edad (art. 5 inc. c, art. 11 inc. a Ley 23.737)...
II.- Elevar las... actuaciones a juicio con relación a Matías Gabriel
Farías y Juan Pablo Offidani en orden a la presunta comisión del
suceso nomenclado II, que originara el deceso de Lucía Pérez
Montero...provisionalmente calificado como constitutivo «prima facie»
del delito de abuso sexual por acceso carnal agravado por el
resultado muerte y el suministro de estupefacientes en concurso ideal
con femicidio (arts. 124 y 80 inc. 11 del C.P., y 13 de la ley 23.737), y
que le resultara imputado a Matías Gabriel Farías en calidad de autor
probable y a Juan Pablo Offidani como presunto partícipe necesario
(art. 45 del CP), concurriendo en forma material con el hecho anterior
(art. 55 del Código Penal)
III.- Elevar las... actuaciones a juicio respecto de Alejandro Alberto
Maciel, por estimarlo presunto autor penalmente responsable del
episodio identificado como III, calificado provisoriamente com
constitutivo del delito de encubrimiento agravado por la gravedad del
hecho precedente (art. 277 inc. 1º «b» y 3º «a» del CP)...".
7
Abierto el debate, al establecer las líneas de su acusación (art.
354 del C.P.P.B.A.) y siguiendo el orden de los hechos contenidos en
el auto de elevación, el Fiscal prometió demostrar los siguientes
hechos:
Hecho I: Que el día 9 de octubre de 2016, cerca de las 18:30
horas, en la zona de Diagonal Central y Calle 24 del Barrio Alfar de
la ciudad de Mar del Plata, Juan Pablo OFFIDANI y Matías Gabriel
FARIAS, en el interior de la camioneta Fiat Adventure, con dominio
colocado KGB-789 de propiedad del primero de los nombrados,
tenían ilegítimamente bajo su exclusiva esfera de custodia, ya los
fines inequívocos de ser comercializada a terceros, incluyendo
menores de edad, la cantidad de 33,9940 gramos de clorohidrato de
cocaína al 92 % de pureza y 210 gramos de marihuana distribuida
en 9 envoltorios, todo lo que fue constatado al materializarse la
orden de requisa y secuestro expedida por el titular del Juzgado de
Garantías Nº 5, en la I.P.P. Nº 20776/16, el 10 de octubre de 2016.
Hecho 2: Que el día 8 de octubre de 2016, cerca de las 09:00 horas,
Matías FARÍAS, contando con la colaboración secundaria de Juan
Pablo OFFIDANI, en la camioneta de este último antes descripta,
pasaron a buscar a Lucía PÉREZ MONTERO de 16 años de edad, en
cercanías de su domicilio y la trasladaron hasta el domicilio de calle
Racedo 4825 en el que moraba FARÍAS, con la finalidad de abusar
sexualmente de ella, a sabiendas de su condición de menor de edad,
adicta a los estupefacientes.
Que una vez allí, quedándose a solas FARIAS con la menor,
éste le suministró cantidades indeterminadas de cocaína, así como
marihuana y, mediando violencia contra la mujer y en un contexto
de violencia de género, la accedió carnalmente en reiteradas
ocasiones, tanto por vía vaginal como anal, existiendo signos de que
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dicho acceso fue brusco y violento en virtud de una serie de lesiones
vitales que más tarde fueran constatadas en el cuerpo de la
adolescente y de lo que resultó su muerte, a raíz de una asfixia
tóxica, con congestión y edema pulmonar que derivaron en una falla
cardíaca final.
Cerca de las 15 horas y concomitantemente con la descompensación
de la menor, OFFIDANI volvió nuevamente al lugar a bordo del
mismo vehículo a continuar prestando asistencia al autor,
acercándole una nueva caja de preservativos presuntamente a su
pedido y, constatada la situación resultante, colaboró con el autor
trasladando el cuerpo sin vida de la menor hasta la Sala de
Primeros Auxilios de Playa Serena, tras lo cual se retiró del lugar.
Hecho III: Que el día 8 de octubre de 2016, luego de ocurrido el
deceso de la joven Lucía PÉREZ MONTERO en el interior del
domicilio sito en Racedo 4825 de esta ciudad, Alejandro MACIEL
auxilió a Matías FARIAS y a Juan Pablo OFFIDANI a borrar los
rastros del delito, ayudando al acondicionamiento del cuerpo de la
víctima, lavándolo y vistiéndolo, antes de llevarlo a una sala
sanitaria, retirando del lugar las sustancias estupefacientes que se
le habían suministrado a la menor.
El particular damnificado, se adhirio a los lineamientos
transcriptos, aclarando que a diferencia del Fiscal, demostraría que
Juan Pablo OFFIDANI debía responder por el "Hecho 2" a título de
partícipe necesario.
En la segunda jornada del debate, ambas partes acusadoras
ampliamos la acusación en los términos del art. 359 del C.P.P.B.A.
respecto del "Hecho 1", en relación a una circunstancia agravante
de calificación vinculada al delito reprochado, no contenida en el
requerimiento fiscal de elevación: la realización de la conducta típica
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en proximidades de un establecimiento educativo (art. 11 inc. "e" de
la Ley 23.737); ampliación que fue consentida expresamente por la
defensa. Con esta ampliación, quedó fijado el objeto del debate.
3- Al momento de los alegatos el Fiscal peticionó que se condene a
Matías FARIAS como co-autor del "Hecho 1", constitutivo del delito
de "tenencia de estupefacientes con fines de comercialización
agravado por se en perjuicio de menores de edad y en inmediaciones
de un establecimiento educativo (arts. 5 inc. "c" y 11 incs. "a" y "e"
de la Ley 23.737); y autor del "Hecho 2", calificado como "abuso
sexual con acceso carnal (dolo directo) agravado por resultar la
muerte de la persona ofendido (dolo eventual) y favorecido por el
suministro de estupefacientes (art. 124 del C.P. en relación al art. 4
de la Ley 26.485 y al art. 13 de la Ley 23.737), el cual concurre
idealmente con el delito de "femicidio" (art. 80 inc. 11 del C.P.).
Solicitó se le imponga la pena de prisión perpetua.
En relación a Juan Pablo OFFIDANI, solicitó se lo condene como co-
autor del "Hecho 1" (conforme la calificación aludida en el párrafo
anterior); y partícipe secundario del primer tramo del "Hecho 2", es
decir, del delito de "abuso sexual violento con acceso carnal
(dolodirecto) favorecido por el suministro de estupefacientes (art.
124 del C.P. en relación al art. 4 de la Ley 26.485 y al art. 13 de la
Ley 23.737). Limitando su participación secundaria al no hacerlo
responsable penalmente por la muerte. En este esquema, requirió la
imposición de una pena de 18 años de prisión.
El particular damnificado, efectuo acusación por el "Hecho 3"
(desistida por la fiscalía), y apartandoce del criterio de imputación
utilizado por el ministerio público, peticiono que Juan Pablo
OFFIDANI sea condenado como partícipe necesario del "Hecho 2"
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(art. 45 del C.P.) en su integridad; es decir, respondiendo
penalmente incluso por el resultado homicidio.
Por lo cual solicio ; que condene a Matías FARIAS como autor
penalmente responsable de los delitos de "tenencia de
estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser
cometido en perjuicio de menores de edad y en proximidades de un
establecimiento educativo" ("Hecho 1" - arts. 5 inc. "c" y 11 incs. "a"
y "e" de la Ley 23.737), en concurso real con los delitos de "abuso
sexual con acceso carnal, facilitado por el suministro de sustancia
estupefaciente seguido de muerte" y "femicidio", los cuales
concurren idealmente entre sí ("Hecho 2" - art. 124 del C.P. en
relación al art. 4 de la Ley 26.485 y al art. 13 de la Ley 23.737),
imponiéndole la pena de prisión perpetua y el máximo de la multa
prevista para el primero de los delitos, con más accesorias legales y
costas.
Y que condene a Juan Pablo OFFIDANI como autor penalmente
responsable del delito de "tenencia de estupefacientes con fines de
comercialización agravado por ser cometido en perjuicio de menores
de edad y en proximidades de un establecimiento educativo" ("Hecho
1" - arts. 5 inc. "c" y 11 incs. "a" y "e" de la Ley 23.737), y partícipe
necesario de los delitos de "abuso sexual con acceso carnal,
facilitado por el suministro de sustancia estupefaciente seguido de
muerte" y "femicidio", los cuales concurren idealmente entre sí
("Hecho 2" - art. 124 del C.P. en relación al art. 4 de la Ley 26.485 y
al art. 13 de la Ley 23.737), imponiéndole la pena de prisión
perpetua y el máximo de la multa prevista para el primero de los
delitos, con más accesorias legales y costas.
Ae requirió además que se condene a Alejandro Alberto MACIEL
como autor del delito de "encubrimiento por favorecimiento real,
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agravado por la gravedad del delito precedente" ("Hecho 3" - art. 277
inc. 1 "b" y 3 "a" del C.P.), imponiéndole la pena de cuatro años y
medio de presión, con más las accesorias legales y costas.
La defensa por su parte sostuvo……………………..
12
circunstancias comprobadas de la causa (Fallos 328:4580 y
331:1090, entre muchos otros)”.
13
(ej: sentencia que no tiene en cuenta pruebas contundentes; o que
se basa en pruebas inexistentes, etc.) d) Sentencias que incurren en
exceso ritual manifiesto (son sentencias que dejan de lado la
prioridad por la verdad, en su afán de ser muy exigentes en las
formalidades). e) Sentencias que caen en auto contradicción
(sentencias que se contradicen a si mismas).
Podemos afirmar sin duda que la sentencia que se cuestiona
en sus puntos absolutorios cae en todos los supuestos mencionados
con excepción del inciso d.
Además los firmantes consideran que la sentencia por sus
argumentaciones y mirada lo que hay que sumarle que la misma
reviste gravedad Institucional toda vez que lo resuelto en esta
causa excede el mero interés individual de las partes y afecta a la
comunidad.
GRAVEDAD INSTITUCIONAL.
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También la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), el
Pacto de San José de Costa Rica —aprobado por ley nacional N°
23.054 de 1984) y la CEDAW, que han adquirido jerarquía
constitucional a partir de la Reforma de 1994 (art 75,inc. 22), ha
buscado vestirse de instrumentos que le permitan como fin último
la erradicación de la violencia de genero.
La ley nacional no sólo se aplica a la violencia intrafamiliar, sino
a otras modalidades de violencia contra las mujeres ejercidas en
diferentes ámbitos, incluso perpetradas desde el Estado o por sus
agentes: como es el caso de la violencia institucional. Su artículo 3
garantiza todos los derechos reconocidos por la CEDAW, la
Convención de Belem Do Pará, la Convención sobre los Derechos del
niño y la Ley nacional 26.061 de protección integral de los Derechos
de Niñas, Niños y Adolescentes, en especial los referidos a: a)una
vida sin violencia y sin discriminaciones; b)la salud, la educación y
la seguridad personal c) la integridad física, psicológica, sexual,
económica o patrimonial …La Convención sobre la Eliminación de
todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) fue
aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 28 de
diciembre de 1979, ratificada en nuestro país por ley 23.179 de
1985.
La Convención de Belem Do Pará, para Prevenir, Sancionar y
erradicar la violencia contra la mujer fue suscripta en Brasil en el
año 1994 y nuestro país la incorporó al derecho interno mediante
ley 24.632 en el año 1996. Reconoce expresamente la violencia de
género y que ésta constituye una violación a los derechos humanos
de las mujeres. En ella los Estados Partes se comprometieron a
"adoptar medidas jurídicas para conminar al agresor a abstenerse
de hostigar, intimidar, amenazar, dañar o poner en peligro la vida
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de la mujer de cualquier forma que atente contra su integridad o
perjudique su integridad (art. 7, inc. d).
Siendo Argentina parte del Sistema Interamericano de
Protección a los Derechos Humanos a partir de la firma y
ratificación de los tratados mencionados, esta pertenencia implica
un expreso compromiso con los derechos y libertades a los que
refieren, y la adopción de las medidas que resultaran necesarias
para hacerlos efectivos. Sustancialmente se promueve la
modificación de patrones socioculturales discriminatorios y de
prácticas que se basen en la premisa de la inferioridad o
superioridad de cualquiera de los géneros, y se convoca a los
Estados a fomentar la educación y capacitación del personal en la
administración de justicia, policial y demás funcionarios encargados
de la aplicación de la ley, así como del personal a cuyo cargo esté la
ejecución de las políticas de prevención, sanción y eliminación de la
violencia contra la mujer.
Estas incorporaciones legislativas son una expresión y han
tomado estado de leyes fruto de las grandes movilizaciones de las
mujeres que han llevado a la toma de conciencia social sobre la
vulnerabilidad de la vida y de la integridad física de las mujeres en
el seno de la familia y en otros ámbitos de la sociedad, que merecen
atención desde que conforman un problema público y no privado.
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Toda vez que compromete la responsabilidad internacional del
Estado Argentino en materia de prevención, investigación y sanción
de hechos de esa especie.(Discriminación contra la Mujer, Conv. Interamericana
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer -Conv. do Belem so
Pará-, arts. 1, 2, 4, 5, 8, 11, 19 y 25 de la C.A.D.H., C.I.D.H: Fallos: "Gonzalez y otra
(Campo Algodonero) vs. México") "Véliz Franco vs. Guatemala", Velázquez Paíz vs.
Guatemala", "López Soto vs. Venezuela", y Ley 26.485.)
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terminado en convertirse en un claro ejemplo del carácter social de
esa violencia.
“La violencia sexual contra las mujeres […] no es un
problema aislado: es el resultado de una violencia estructural de
género y de patrones socioculturales que discriminan a las mujeres.
La violencia estructural de género responde a un sistema que
justifica la dominación masculina sobre la base de una supuesta
inferioridad biológica de las mujeres, que tiene su origen en la
familia y se proyecta en todo el orden social, económico, cultural,
religioso y político. De esta manera, todo el aparato estatal y la
sociedad en su conjunto son incapaces de asegurar el ejercicio de
los derechos humanos de las mujeres. Los patrones socioculturales,
a su vez, reproducen e incentivan la violencia sexual, enviando un
mensaje de control y poder sobre las mujeres. CIDH. Acceso a la
justicia para mujeres víctimas de violencia sexual en Mesoamérica.
OEA/Ser.L/V/II. Doc. 63, 9 de diciembre de 2011, párr. 45.”
Las instituciones judiciales reproducen con frecuencia
estos patrones socioculturales en sus actuaciones. Policías, fiscales,
jueces, abogados y otros funcionarios judiciales se ven afectados en
su actuación judicial por estereotipos, prácticas y presunciones,
restando valor a actos de violencia sexual. Por ejemplo, pueden
examinar un caso de violencia sexual centrándose en el historial y
vida sexual de la mujer, la supuesta provocación de los hechos por
parte de la víctima y su no virginidad. La CIDH considera que dar
cabida a estos estereotipos al interior del poder judicial es una
forma de legitimar y promover la impunidad. CIDH. Acceso a la
justicia para mujeres víctimas de violencia sexual en Mesoamérica.
OEA/Ser.L/V/II. Doc. 63, 9 de diciembre de 2011, párr. 49.
18
LA SENTENCIA ES ARBITRARIA EN RELACION DE LA
PRETENCION DE LAS PARTES.
La sentencia no dedica un solo párrafo a la diferencia
entre la acusación expresada por el ministerio publico y el
particular damnificado.
A tal punto que de la lectura de dicha sentencia podría
interpretarse que el particular damnificado pidió la absolución del
imputado Alberto Maciel , lo cual no condice con lo sucedido y
acreditado en las actas del juicio.
Los jueces en su dictamen ignoraron en su totalidad la
línea acusatoria expresada por el particular damnificado, lo cual
constituye por si mismo una arbitrariedad, en relación de nada
menos los representantes de la víctima, en esta caso una niña de 16
años, una mujer en formación.
En la presente sentenia los jueces no se pronuncian
sobre cuestiones que si fueron planteadas.
En particular todo lo referente a los antecedentes y el
contexto de los aquí imputados, traficantes de drogas, expecialista
en comercializar las mismas a menores y no solo mayores de edad
sino que se trataba de adultos de 23 años y 43 años cuando la
menor tenia solo 16 años.
Pero también en relación a la acusación particular e
individual de los particulares damnificados, violentando a través de
esta acción a la victima del proceso Lucía Pérez Montero de 16 años de
edad, ya que en los delitos que revestia el carácter de victima se procedio a
las absoluciones apeladas, sin dignarse a abordar un solo planteamiento
efectuado por sus representantes.
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Además los jueces omitieron expresarse en sus
considerandos al fijar la pena, sobre los agravantes invocados por
los acusadores.
SENTENCIAS ARBITRARIAS EN RELACIÓN A LAS
PRUEBAS.
Todos los argumentos y razonamientos desplegados por el
órgano de juicio parten de juzgar la personalidad, la vida y las
actitudes previas de la víctima, en vez de analizar la conducta de los
victimarios, expresando este hecho una palmaria negación de
justicia a Lucia y sus padres.
“La influencia de patrones socioculturales discriminatorios puede
dar como resultado una descalificación de la credibilidad de la
víctima durante el proceso penal en casos de violencia y una
asunción tácita de responsabilidad de ella por los hechos, ya sea por
su forma de vestir, por su ocupación laboral, conducta sexual,
relación o parentesco con el agresor, lo cual se traduce en inacción
por parte de los fiscales, policías y jueces ante denuncias de hechos
violentos. Esta influencia también puede afectar en forma negativa la
investigación de los casos y la valoración de la prueba subsiguiente,
que puede verse marcada por nociones estereotipadas sobre cuál
debe ser el comportamiento de las mujeres en sus relaciones
interpersonales. CIDH. Acceso a la justicia para mujeres víctimas de
violencia en las Américas, OEA/Ser.L/V/II., Doc. 68, 20 de enero de
2007, párr. 155.”
“En el caso K.T. Vertido c. Filipinas, el comité CEDAW recomendó al
Estado filipino que arbitre los medios para “Asegurar que todas las
actuaciones judiciales en casos que incluyen crímenes de violación y
otros tipos de violencia sexual sean imparciales y justos, y no se vean
afectadas por prejuicios o nociones estereotipadas sobre la
20
sexualidad femenina y masculina. Para ello, se necesitan diversas
medidas dirigidas al sistema jurídico, para mejorar la forma en que
los tribunales se ocupan de las causas de violación, así como
formación y educación para cambiar las actitudes discriminatorias
contra las mujeres…Comité para la Eliminación de la Discriminación
contra la Mujer, Comunicación 18/2008, K.T. Vertido c. Filipinas,
16/07/2010.”
Realizando a todas luces una valoración probatoria parcial,
descontextualizada y revictimizante, los sentenciantes no sólo
negaron de manera absurda la existencia del abuso sexual
imputado, sino también toda responsabilidad penal de los acusados
en relación a la muerte de LUCÍA, aún cuando reconocieron que
esta última (una niña de 16 años) murió dentro de la casa de
FARIAS, mientras éste mantenía relaciones sexuales con ella, debido
a la asfixia tóxica derivada del consumo de la cocaína que él mismo
le proveyó; sólo porque "de ello no puede inferirse que la obligó a
consumirla y mucho menos que la obligó a consumirla”.
Negandose a valorar que Matías FARIAS de 23 años de
edad y Juan Pablo OFFIDANI de 43 años de edad), quienes -
además- se dedicaban a la venta de estupefacientes, y su
consecuente relación desigual y de poder, en su carácter de
proveedor de droga, no solo de Lucia, sino expecialista en hacerlo
entre menores de edad.
En su artículo segundo, la Convención [de Belém do Pará]
se refiere a la violencia ejercida fuera del ámbito privado: “Es
importante señalar que si bien la Convención delimita con fines
analíticos las esferas en las que se ejerce la violencia, pone mucho
cuidado en señalar que no es el espacio físico donde se realiza la
violencia el que la define, sino las relaciones de poder que se
21
producen y la naturaleza de las relaciones interpersonales de las
víctimas con sus agresores” Segundo informe de seguimiento a las
recomendaciones del comité de expertas del MESECVI, abril de
2015, párr. 73.
Negandole a la victima todo tipo de reconocimiento de su
vulnerabilidad, a pesar de los dictamenes de los peritos psicólogos.
La Lic. Claudia BERTARINI, Perito Psicóloga I del Cuerpo
Técnico Auxiliar del Fuero Penal Juvenil, sostuvo con sobrada
solvencia durante el debate que un adolescente: "... la vulnerabilidad
y la falta de identidad y la inmadurez en cuanto a rasgos de la
personalidad, son absolutos, esos son universales y atemporales,
porque responden a un cambio biológico... Una chica de 15/16 años
no tiene una identidad ni sexual, ni completa, ni definida... Lo que sí
es común, y yo cuando digo las características de la personalidad de
la joven, propias de su grupo y de su edad, digo que es una
adolescente vulnerable. Inmadura, como todos los adolescentes. La
«anormalidad adolescente», o como dicen algunos autores la
«psicopatología normal del adolescente», todas estas cosas vistas
fuera de contexto, en otras edades, resultarían como más patológicas,
en una chica de 15/16 años no... El mundo es un mundo
de adultos, el mundo como lo ve el adolescente es un mundo de
adultos.
Ellos dejan de ser chicos y no les resulta fácil pasar a ser adultos.
Tienen que pelearse con los padres, romper con los esquemas, sobre
todo en las cosas emocionales. Y no pueden tener desde un mundo
adolescente, relaciones adultas con adultos. Con adultos tienen
relaciones que son distorsionadas, porque ellos emulan ese mundo al
que todavía no han abordado... No puede abordarlo como adulto, lo
aborda con inmadurez, entonces transgrede, lo evita, siente un alivio
22
cuando se encierra así se saca de encima a los adultos, casi todos los
adultos más cercanos de su vida, como son los padres, les resultan
insoportables.
Esas actitudes son las que les pasa a un adolescente cuando trata
con adultos. Tiene malos vínculos porque está indefenso frente al
adulto”.
Negando toda entidad a pruebas periciales que establecen que por lo
menos existían en el cuerpo de Lucia, anomalidades compatibles
con actividad sexual, en la que no se podía descartar o afirmar la
existencia de abuso.
Los peritos afirmaron que las lesiones genitales que presentaba el
cuerpo de LUCÍA, si bien son compatibles con una relación sexual
brusca o enérgica, no necesariamente indican una relación sexual
forzada. Lo cual implica que no puede afirmarse científicamente la
existencia de una violación a partir de las lesiones (por el carácter
anfigológico de las mismas). La Dra. Gabriela TINTO, con toda
lógica, destacó que ellos no pueden hacer un juicio de valor sobre la
voluntad de la víctima, por lo cual la ausencia de lesiones típicas de
abuso, no necesariamente lo descarta.
“Según determinadas pautas internacionales en materia de violencia
contra la mujer y violencia sexual, las pruebas relativas a los
antecedentes sexuales de la víctima son en principio inadmisibles,
por lo que la apertura de líneas de investigación sobre el
comportamiento social o sexual previo de las víctimas en casos de
violencia de género no es más que la manifestación de políticas o
actitudes basadas en estereotipos de género. Corte IDH, Caso Veliz
Franco y otros vs. Guatemala. Excepciones preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia del 19 de mayo de 2014, párr. 209.
(…) esta Corte ha considerado que una negación de la ocurrencia de
23
una agresión sexual denunciada no necesariamente desacredita las
declaraciones donde se indicó que había sucedido, sino que debe ser
analizada tomando en cuenta las circunstancias propias del caso y
de la víctima. Adicionalmente, la calificación jurídica de los hechos
que utilice la presunta víctima en sus declaraciones tiene que ser
valorada tomando en cuenta el significado comúnmente dado a las
palabras utilizadas, el cual no necesariamente corresponde a su
definición jurídica. Lo relevante es evaluar si los hechos descritos, y
no la calificación jurídica dada a los mismos, fueron consistentes.
Corte IDH, Caso J. vs. Perú. Excepción preliminar, fondo,
reparaciones y costas. Sentencia del 27 de noviembre 2013, párr.
324. Adicionalmente, es necesario señalar que la ausencia de señales
físicas no implica que no se han producido maltratos, ya que es
frecuente que estos actos de violencia contra las personas no dejen
marcas ni cicatrices permanentes. Lo mismo es cierto para los casos
de violencia y violación sexual, en los cuales no necesariamente se
verá reflejada la ocurrencia de los mismos en un examen médico, ya
que no todos los casos de violencia y/o violación sexual ocasionan
lesiones físicas o enfermedades verificables a través de un examen
médico. Corte IDH, Caso J. vs. Perú. Excepción preliminar, fondo,
reparaciones y costas. Sentencia del 27 de noviembre de 2013, párr.
329”
24
haber prestado consentimiento -pues era la titular del bien jurídico
integridad sexual protegido por la figura en cuestión- era LUCÍA.
Lucia que con sus 16 años encontró la muerte y no solo su muerte
impidió que pudiera testificar sobre lo sucedido, sino que ha
impedido que fuera violentada nuevamente “post morten” por jueces
que consideran a ella misma responsable de su tragedia.
Reflejando esa aseveración el apartamiento de los jueces de los
principios establecidos en la justicia internacional.
“La CIDH reitera el principio establecido por la Corte Europea de
Derechos Humanos de que los Estados deben considerar el conjunto
de evidencias y el contexto en el que ocurre una violación sexual, no
sólo evidencias directas de la existencia de resistencia física por
parte de la víctima, para efectivamente investigar y sancionar casos
de violencia sexual. En el caso de MC. vs. Bulgaria, la Corte
estableció la responsabilidad internacional del Estado de Bulgaria al
haber cerrado una investigación criminal por un caso de violencia
sexual contra una menor de edad, de 14 años, al no encontrar
evidencias del uso de la fuerza o resistencia física durante la
agresión. La Corte razonó que las autoridades fallaron en considerar
todas las circunstancias que pudieron haber inhibido la resistencia
física por parte de la víctima en este caso, considerando la
particular vulnerabilidad de una menor de edad en casos de
violación y el ambiente de coerción creado por el agresor. La Corte
expresó que: “Aunque en la práctica puede ser difícil probar la falta
de consentimiento en la ausencia de prueba ‘directa’ de una
violación, como trazos de violencia o testigos directos, las
autoridades deben explorar todos los hechos y decidir en base a una
evaluación de todas las circunstancias relacionadas. La
investigación y sus conclusiones deben centrarse en el aspecto de la
25
falta de consentimiento [traducción de la Secretaría]”7. CIDH.
Acceso a la justicia para mujeres víctimas de violencia sexual en
Mesoamérica. Diciembre de 2011, párr. 97”
26
digital de la filmación del debate bajo el archivo "M2U00042.mp4".),
cuya contracción se interrumpió debido a su muerte.
Los jueces terminan concluyendo que por la inexistencia de lesiones
indicadoras, de coacción o de amedrentamiento explícito para
que la menor fuera a la casa de FARIAS, no sólo descartan el abuso
sexual, sino que también toda acción penalmente relevante (como si
no hubiera pasado nada), atenta contra el sentido común y las
máximas de la experiencia.
Es cierto como destaca el Inferior- que fue trasladada por FARIAS,
OFFIDANI y MACIEL a la sala de primeros auxilios de Playa Serena,
pero también es cierto que Offidani tenia toda la información de las
circunstancia de Lucia y las intenciones de Farias, colocándolo
como un participe necesario del hecho II, siendo inadmisible el
tratamiento del tribunal como una persona ajena a los hechos. No
cabe duda que si OFFIDANI no hubiera colaborado brindando el
apoyo logístico y de transporte necesario para concretar el
encuentro, dicho encuentro no se hubiera efectuado.
La misma lógica errónea lógica lleva al Tribunal a negar
directamente la existencia del hecho III.
Alejandro MACIEL auxilió a FARIAS y a OFFIDANI a borrar los
rastros del delito cometido. A esos fines y entre otras cosas, ayudó a
acondicionar (higienizando y vistiendo) el cuerpo de Lucía antes de
llevarlo a la sala sanitaria, así como también a retirar los
estupefacientes del lugar y deshacerse de toda la información
comprometedora que pudiera existir en su teléfono.
Pero el tribunal descarta la oportunidad, Offidani y Maciel se
retiraron de la sala de auxilios al llegar la policía , con la llave de la
casa de Farias. Los olores en los colchones a orina, no se notaron en
el cuerpo de la victima ni en su ropa, dando pautas que su cuerpo
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había sido limpiada. Las pruebas periciales no dejan duda que al
momento de su deseso estaba desnuda, sin embargo los imputados
sostienen que estaba vestida para irse. A pesar de ser un proveedor
de drogas el dueño de la vivienda, estas no se encontraron al
momento de allanar la vivienda para lo cual debieron ir a buscar las
llaves a Officani, quien la tuvo en su poder varias horas desde que
abandono la sala de auxilio.
VI. COROLARIO
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La vara con que analiza, las acciones y los comportamientos
de Faria y Offandi es injustificable, negando su capacidad de
control sobre la victima.
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carnal por la inexistencia de certeza de que las lesiones expresaran
la existencia de abuso, de considerar que una adolescente no es
vulnerable aunque sea adicta” porque no vivía en la calle”, y había
consentido el acto sexual “ porque tenia un fuerte carácter” , y no
existia relación de desigualdad con Farias , “porque ya había tenido
relaciones con hombres de 29 años”.
VII. PETITORIO
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