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Jorge Bosia
Las doce
dinámicas zodiacales
Cómo evolucionamos
Editorial Trenkehué
LAS DOCE
DINÁMICAS ZODIACALES
Bosia, Jorge Emilio
Las 12 dinámicas zodiacales : cómo evolucionamos / Jorge
Emilio Bosia. - 3a ed mejorada. - Ciudad Autónoma de Buenos
Aires : Trenkehué, 2017.
Libro digital, PDF
1. Astrología. I. Título.
CDD 133.5
© Editorial Trenkehué
Imagen de Tapa: Tito Cestona “Así como es arriba es
abajo”; acrílico sobre papel 50 x 70
Diseño de tapa: Editorial Trenkehué
Editorial Trenkehué
Libros de mitos y símbolos
Buenos Aires
INDICE
Parte General 1
Capítulo 1
El sustrato cosmológico 4
Capítulo 2
La lógica de los tres principios primeros 11
Capítulo 3
El cuarto principio como condición 23
Capítulo 4
Más allá de la cuarta Casa 42
Parte Especial
Introducción 81
Dinámica de Aries – La vida es hostil… 83
Dinámica de Tauro – El cerrojo 96
Dinámica de Géminis – Secretos del charango 105
Dinámica de Cáncer – Filosofía de la
114
intrascendencia
Dinámica de Leo – La lógica de la pelota 122
Dinámica de Virgo – Haciéndose la película 130
Dinámica de Libra – Aldana cambia la
139
cerradura
Dinámica de Escorpio – Un camino empedrado
149
de buenas intenciones
Dinámica de Sagitario – Avance retrógrado 157
Dinámica de Capricornio – La mancha 166
Dinámica de Acuario – Nariz imposible 167
Dinámica de Piscis - Sacrificios 184
Notas 191
Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Cómo evolucionamos
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Parte General
Capítulo 1
El sustrato cosmológico
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Capítulo 2
1. Pulsión promotora
2. Pulsión atractora, y
3. Pulsión de permuta
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La pulsión promotora
El Signo zodiacal que el Horizonte intercepte al
momento del nacimiento, indicando la Casa 1, deter-
mina cuál es la cualidad que impregna a la pulsión
promotora, es decir a la actividad creadora, innovadora o
fecundadora de un agente durante toda su vida.
Por el aporte del cielo, entonces, la pulsión pro-
motora no es neutra, sino que viene desde el vamos, a
priori, cualificada por un Signo, y el agente está
motivado desde que nace y siempre, para manifestar
esa cualidad en las decisiones importantes de su exis-
tencia.
La pulsión atractora
Pero de un modo tan originario como la pulsión
promotora (Casa 1), se da en el agente la pulsión
atractora, simbolizada por la Casa 2.
Esta pulsión no aporta algo nuevo, sino que es
una fuerza que resume de modo activo los éxitos
alcanzados por la vida hasta ese momento en la línea
evolutiva del agente (o sea en la línea de la evolución
pre-humana y humana de la que el agente es resulta-
do), para ofrecerlos a la pulsión promotora, a la que
recibe y sostiene.
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La pulsión de permuta
Las dos pulsiones que ponen en acción a los
agentes humanos están cualificadas de antemano, y la
existencia concreta de éstos consistirá en su peculiar
manera de desarrollarlas juntas, a través de sus deci-
siones, es decir: de sus acciones.
Para combinarlas el agente dispone de una tercera
pulsión: la de permuta, representada por la Casa 3 y
que también, por supuesto, está cualificada de ante-
mano por un Signo, el que sigue al de la Casa 2.
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Capítulo 3
La membrana
Siempre ya estamos-aquí-con-otros11, y además
siempre ya nos comprendemos a nosotros mismos, a
los otros y al mundo.
Si esto es existir, se requiere, además de los tres
principios ya desarrollados, un cuarto, que toma la
forma de una condición y que tiene que ver con lo que
llamamos “estar-aquí”.
En efecto, una entidad viviente requiere la opera-
ción coordinada de las tres pulsiones, corporizadas en
distintos órganos que confluyen para formar un todo
separado (de modo relativo) del resto de lo viviente.
La articulación equilibrada de los movimientos
de confluencia y separación que producen los tres
principios, corresponde a la Casa 4 y consiste en el
establecimiento de una membrana. El Signo que halle-
mos en esta Casa aporta la cualidad de esa membrana.
La membrana envuelve, separando y contenien-
do una serie de miembros, que son órganos que actúan
en coordinación, por eso en este punto (Casa 4) esta-
mos ya ante lo que nos permite ser un organismo.
Organismo y psiquismo
Pero, como decíamos arriba, los humanos no so-
mos solo un organismo en un sentido físico, no esta-
mos-aquí sólo en el nivel de los intercambios biológi-
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Formación y maduración
Decíamos que en la Casa 4 convergen las dos es-
tructuras que nos conforman: el organismo físico y el
psiquismo. Sin embargo, esa yuxtaposición presenta
un desfasaje que resulta crucial para nuestro destino:
mientras el organismo físico nace ya formado y sólo le
falta madurar; el psiquismo, en cambio, todavía no está
formado cuando nacemos.
La cuestión es importante porque la formación
completa del psiquismo insume un largo proceso de
28 años de duración.
A su vez, el proceso de maduración psíquica, ni si-
quiera tiene plazo y, lo que es más significativo: no es
un proceso condicionado, sino que requiere de la decisión
libre de cada agente. Esto significa que podría no
producirse nunca en una vida singular. Podemos
mantenernos toda la vida en la inmadurez psíquica.
De hecho, es lo que hacemos por lo general.
Así como para la formación del organismo físico
es condición esencial la constitución de membranas
físicas, la formación psíquica también requiere la
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Recapitulación
Lo desarrollado hasta aquí es lo esencial del pro-
ceso condicionado de formación psíquica, que da lugar
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Especificidad de la pulsión
Dado que hay doce Dinámicas, resultan doce
formas diferentes del deseo. Por tanto, apenas se puede
hablar de deseo en general. Toda pulsión de vida, al
concretarse en una vida singular, asume una de esas
doce formas estructurales diferentes.
Nuestra tesis equivale a decir que hay doce dife-
rentes estructuras o formas del deseo. Estamos acos-
tumbrados a pensar que el deseo es uno y el mismo
para todos, que es una forma universal que sólo tiene
variantes singulares, pero nuestras hipótesis permiten
establecer que el deseo siempre aparece bajo alguna
de doce formas paradigmáticas y es bajo alguna de
estas doce formas que se singulariza en la acción de un
agente determinado.
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Un objeto imposible
Sin embargo, al deslindar los tres sentidos del ob-
jeto de deseo se pone de manifiesto una paradoja. En
efecto: dijimos que todo agente movido de manera
unilateral por su pulsión promotora, se lanza en pos de
asegurar algún elemento concreto –una persona, una
cosa- que él siente que no posee sino de un modo
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Un ejemplo
Vamos a plantear un ejemplo para poder ilustrar
el funcionamiento de las primeras cuatro Casas en los
Circuitos Chicos.
Imaginemos que el Signo de la Casa 1 es Tauro
(ver el diagrama), Signo que dará, pues, su cualidad a
la pulsión promotora. Si es así, la cualidad de la Casa
4 será Leo, la de la Casa 2 Géminis, y la de la Casa 3
Cáncer, como puede verse en la figura.
Entonces el agente quedará determinado a inten-
tar asegurar la cualidad de Leo, y de tres maneras:
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Capítulo 4
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formado por dos líneas ondu-
ladas paralelas y ubicadas en
sentido vertical, una encima de
la otra.
De tal forma, el Signo que
recale allí, será en parte eyecta-
do del nivel de las diferencias
horizontales -los otros once
Signos-, del nivel óntico, corriente, y colocado en un
nivel ontológico, diferente en sentido vertical.
Por tanto, el Signo que se encuentre en la Casa 11
será el que otorgue un sentido general a todos los
otros, es decir, al mundo en general, a todas las dife-
rencias.
Dado que hay doce Dinámicas el repertorio com-
pleto de los sentidos posibles de la vida, según nuestra
hipótesis, consta de doce variantes específicas e
innumerables cristalizaciones particulares de esas
doce. A cada agente le corresponderá alguna de estas
Dinámicas por nacimiento, pero también a toda
situación particular de la existencia siempre que se
encuentre desplegada.
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El papel de la Casa 11
Volvamos a nuestro ejemplo de un agente que
tiene la Casa 1 en Tauro. En ese caso, la Casa 11
corresponderá a Piscis y la Casa 12 a Aries.
Según nuestra hipótesis Piscis es el Signo que da
el significado implícito y general a todas las acciones
que emprenda el agente y por eso lo llamamos
hegemónico.
En el Circuito Grande Piscis remite a la habilidad
de terminar completando, y, a la vez, a la capacidad de
abrirse, de ser permeable. En cambio, en el Circuito
Chico Piscis aparece como tendencia a una globaliza-
ción por homogeneización.
Lo que da sentido general a toda experiencia, in-
sistimos, cualquiera sea ésta, es la cualidad (Signo)
que habita la Casa 11 de la Dinámica que se está
recorriendo. Esta cualidad es, en cierto modo, expul-
sada del conjunto, separada del plano. Esto recae en el
lugar mismo donde reside la diferencia (Casa 11). El
Signo de la Casa 11 polariza así, con los de las otras
once Casas de la Dinámica. Y éstos adquieren signifi-
cado por aquél.
El Signo de la Casa 11 puede imaginarse como el
negativo fotográfico de todo el periplo que hacemos
por la Dinámica, periplo que pasa a ser así la fotograf-
ía, es decir: la escritura en luz de ese negativo.
O, recurriendo a una lenguaje mítico, la Casa 11
podría entenderse como la que revela el rostro de dios
para aquel agente que se interna por la Dinámica.
La cualidad de la Casa 11, entonces, no se mani-
fiesta como tal, sino por medio de la acción de un
agente humano. Es aquello a lo que el plexo total de
su existencia alude sin revelarse de modo directo.
Puede decirse también, adoptando otra metáfora, que
lo que el agente manifiesta a través de sus actos al
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Recapitulación
Al cabo del período de 28 años de formación de
la psique, todo agente cuenta ya con una condición
psíquica estable asentada en esa suerte de dispositivo
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y, a la vez, una
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La ilusión idealizante
Mientras el agente persigue asegurar aquellos ob-
jetos que supone poseedores de la cualidad de la Casa
4 (Circuito Chico), no le queda fuera de cuadro la
cualidad de la Casa 7; pero la percibe bajo la forma de
un ideal corporizado en alguna persona. Se trata del
clásico “príncipe azul”, “la mujer de mis sueños” y
similares, personajes imaginarios que estarán en cada
caso investidos de la cualidad del Signo de la Casa 7
del agente, pero sobredimensionada e idealizada.
Por consiguiente el agente intentará relacionarse
con quien supone portador de la cualidad idealizada
del Signo de su Casa 7 y la demandará. Por ejemplo:
quien circule por la Dinámica de Piscis, y tenga, por
tanto, Virgo en la Casa 7, buscará unirse a alguien que
estará investido por el agente con sus propios ideales
de orden, discreción, trabajo, etc. Es el agente quien lo
verá ordenado, discreto, trabajador, útil o completo,
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Destino de la reducción
Lo que llamamos “reducción” es un fenómeno en
el que un agente arrastra (en su imaginación) al otro, a
la Casa 4 del Circuito Chico de la Dinámica que él está
recorriendo, de modo que el otro pasa a ser un argu-
mento que llena la función de esa Casa.
Y así como la proyección y la ilusión idealizante
están destinadas a caer, también la reducción será un
intento vano.
Es que es casi imposible que el otro se avenga a
someterse a semejante procedimiento reduccionista en
el que es sacrificado en el altar de la pulsión promoto-
ra. Quizá se convierta así en otro pinche tirano, exi-
giéndole que se enfrente con la sombra de su Casa 12;
quizá desaparezca sin más de su vida.
Esta estructura que combina ilusión idealizante,
exigencia, proyección y reducción, tarde o temprano
entra en crisis, pues violenta la tendencia a la integri-
dad que anima a todos los entes vivos. En sentido
potencial somos completos, perfectos; pero el hecho
de que nos atraviesa el tiempo, nos fragmenta y exige
un proceso de integración progresiva del psiquismo
que nos reconcilie todo lo posible con nuestra comple-
tud. La tendencia del Cosmos es integrar respetando
las diferencias, por eso la estructura
proyección/ilusión/demanda/reducción
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Impostación y desajuste
Dijimos que en la medida en que no se han inter-
nalizado las miradas materna y paterna, el yo se
reduce a lo que podemos llamar un ego impostado,
repetidor y demandante. Este ego se construye por
imitación de ciertas figuras o ciertos modos de mos-
trarse, a los que el agente se aferra para tratar de
exhibir ante los otros una identidad, primero dentro
de la familia y luego ante el mundo, donde reproduce
la estructura arquetípica familiar frente a agentes
extra-familiares.
En tal sentido, el Signo de la Casa 5 puede verse –
en el Circuito Chico- como la cualidad peculiar con
que un agente imposta una personalidad, una máscara
para ser reconocido en el ámbito familiar y en el
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Historia de la membrana
Se puede interpretar la Casa 8 como una etapa
clave en la historia de la membrana psíquica, parte
esencial de lo que nos constituye como agentes singu-
lares.
La membrana psíquica se constituye en la Casa 4
y es manifestación del cuarto principio: el de separa-
ción/unión. En esa etapa la membrana tiene escasa
permeabilidad y, en principio, está administrada por
los padres respecto del hijo o hija. La cara interna de la
membrana es la función materna y la cara externa la
función paterna. La membrana separa aquello a lo que
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El compartir
Pero la Casa 11 tiene también el significado de
compartir con los miembros de otras culturas o contex-
tos los logros alcanzados en el seno de la propia
cultura o contexto. La Casa 11 representa el compartir
inter-contextual o inter-cultural. Cuando hablamos de
contextos nos referimos, por ejemplo, al de los médi-
cos, al de los físicos, al de los pilotos de carreras de
automóviles, etc. Cuando hablamos de culturas nos
referimos a los espacios culturales, correspondan o no
con las fronteras nacionales.
En este sentido, la Casa 11 simboliza los vínculos
con extraños, raros, diferentes; pero no ya en el senti-
do de personas diferentes del clan original, que son
simples extra-familiares; sino ahora en el sentido de
diferentes que han tomado plena forma, que son
creadores aportantes a una cultura o contexto.
Y lo que comparten tales agentes son sus logros,
que son, al mismo tiempo, logros de las respectivas
culturas o contextos. Ese compartir es el fundamento
de la amistad.
A menudo se confunde la amistad en este sentido
estricto con una forma de relación que, en verdad,
consiste en generar y cultivar lazos de pertenencia
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Parte Especial
Introducción
En esta segunda parte de nuestro estudio sobre
las formas de acontecer de nuestra existencia, vamos a
desplegar cada una de las doce Dinámicas Zodiacales
a través de un ejemplo.
Algunas de las breves historias con que vamos a
ilustrar el modo en que pueden darse las grandes
encrucijadas de nuestra vida, son casos reales, otras
están inspiradas en casos reales.
El objetivo de esta presentación es darle carnadu-
ra a las líneas generales presentadas en la primera
parte a fin de que el lector pueda hacerse una idea
clara del modo en que funcionan nuestras hipótesis y
aplicarlas así a su propia vida y las de nuestros seme-
jantes/distintos.
Por cierto, lo que presentaremos es solo un caso
dentro de una gama de innumerables posibilidades
que abre cada Dinámica, pero mientras las variantes
respondan a la misma Dinámica, creemos que cual-
quiera podrá adaptar con facilidad el ejemplo a situa-
ciones nuevas en las que la energía vital sigue un
camino análogo.
Nuestra presentación seguirá el siguiente esque-
ma:
1. Planteo de la situación
2. Opción 1
3. Opción 2
4. Comentarios a ambas opciones
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La Dinámica de Aries
Planteo de la situación
Adriana es una mujer madura que ha trabajado
toda su vida como una eficiente enfermera. Terminó
sus estudios con medalla de oro e hizo una brillante
carrera profesional. En la actualidad acaba de retirarse
y desea desarrollar otros aspectos de su vocación,
postergados durante años.
En el cuidado de los enfermos estaba siempre lis-
ta para atender o socorrer a quien lo necesitara; a
menudo debía defender a sus pacientes ante negligen-
cias de los médicos. Esta característica la convertía en
líder y mentora de sus compañeras de trabajo, a
quienes defendió más de una vez ante atropellos de
los gerentes de las empresas médicas o de los mismos
médicos.
Tiene dos hijas ya adultas y convive con su espo-
so y con la menor de ellas. Su matrimonio, una rela-
ción de más de treinta y cinco años, no está pasando
por un buen momento.
Hace seis meses Adriana dejó su trabajo. Justo en
ese momento, su hija mayor Ángela, de 27 años, dejó
la casa materna para ir a convivir con su pareja, un
muchacho de su misma edad. Los siguientes seis
meses pasaron sin mayor novedad; pero hace una
semana Adriana tuvo una sorpresa mayúscula: Ánge-
la llegó llorando, bastante tarde por la noche. Ante las
preguntas alarmadas de Adriana, le confesó que su
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Opción 1
Sin decir palabra y como conteniendo la respira-
ción, Adriana tomó un abrigo y salió con premura de
su casa cerca de la una de la madrugada, dejando que
la puerta se cerrara con un golpe de viento; puso en
marcha el auto, que estaba estacionado junto al
cordón y, a toda velocidad, se dirigió a la casa de su
hija.
Detrás de Adriana salieron de inmediato Ángela
y su padre, que corrieron hasta la esquina y detuvie-
ron un taxi, indicándole al conductor el mismo cami-
no. Llegaron casi al mismo tiempo porque Adriana
tuvo que estacionar a dos cuadras, pero mientras
Ángela pagaba el viaje, ella logró ingresar a la casa
con el juego de llaves duplicadas que su hija le había
hecho.
Cuando, semidormido, el muchacho abrió la
puerta del dormitorio, Adriana comenzó a increparlo
a los gritos. Lo insultó y lo amenazó haciendo esfuer-
zos para no golpearlo, mientras él no atinaba a articu-
lar ninguna reacción, como esperando que la tormenta
amainara.
Adriana, identificada por completo con su hija,
hacía lo que creía que Ángela debía haber hecho, es
decir, defenderse atacando a su agresor con violencia.
Pero no tuvo tiempo de llegar muy lejos en su
escalada de violencia porque enseguida entraron
Ángela y su padre.
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Opción 2
A pesar de sentir una tremenda indignación,
Adriana se mantuvo sin decir palabra hasta que
Ángela se desahogó por completo, lo que le llevó más
de una hora. Adriana escuchó y consoló a su hija sin
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Comentario a la opción 1
Ante todo tomemos nota de los rasgos arianos de
la actitud y acciones de Adriana. Su Ascendente en
Aries se manifestó sobre todo en el modo en que
desarrolló su profesión, aunque también en otros
aspectos muy activos de su vida privada. Crió a sus
dos hijas, cuidó de su madre, que pasó varios años
muy enferma, y lo hizo todo en paralelo con una
profesión tan exigente como la enfermería.
También se aprecia el matiz ariano en el carácter
combativo de su actividad gremial, ya que era la
elegida por sus compañeras y compañeros cuando
había que defender a una colega. Y lo mismo respecto
de los derechos y bienestar de sus pacientes.
Cuando recibe a Ángela esa noche y se entera de
la situación, surge de inmediato ese rasgo combativo.
En la primera opción ella usa esa fuerza belicosa inva-
diendo, intimidando, gritando. Actúa como una
amazona en defensa de su hija en peligro. Está claro
que en esta primera opción ella se deja llevar por la
cualidad de la Casa I en Aries, postergando su propia
Casa 2/Tauro. Toda la acción es encarada desde Aries,
es decir, desde la pelea, desde la lucha.
Adriana siente que cualquier duda (Libra/Casa 7),
cualquier actitud pasiva (Tauro/Casa 2) o indefinición
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Comentario a la opción 2
La opción 2 recorre lo que nosotros llamamos
Circuito Grande y por eso mismo, a nuestro juicio,
supone una mejor resolución de la situación plantea-
da.
Notemos ante todo que en esta opción Adriana
sintoniza de entrada con la energía de la Casa
2/Tauro, es decir, se pone receptiva, calla y escucha
conteniendo.
Al realizar este movimiento, al instalarse en esa
precisa actitud, opera el punto de partida para funcio-
nar según el Circuito Grande.
Enseguida Adriana entra en empatía con su hija,
y luego con el muchacho. Ésta es una forma amorosa,
de comunión, propia de Piscis (Casa 12). Como ve-
mos, posicionándose en la Casa 2/Tauro, se produce
una inmediata remisión y rescate de la cualidad de la
Casa 12/Piscis.
La investigación que Adriana emprende en se-
guida para empaparse del tema de la agresión de
género y la violencia familiar, es una clara manifesta-
ción de su conexión virtuosa con Géminis/Casa 3.
Géminis, en el Circuito Grande, es la forma de articu-
lar en ambos sentidos las Casas I y 2; esto implica una
manera de accionar sin invadir, sino más bien apren-
diendo.
La Casa 4 en Cáncer aparece entonces como coro-
lario natural en la actitud de liberar los recursos
familiares para ponerlos al servicio de la mejor solu-
ción. Permite así que el padre tenga su lugar y recupe-
re el vínculo con la hija, así como también le da lugar
al vínculo fraterno con la otra hija.
De manera natural se entiende entonces cómo re-
cupera también a Virgo/Casa VI, ya que la integra-
ción familiar es una imagen de la integración interna,
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La Dinámica de Tauro
El cerrojo
Planteo de la situación
Desde pequeña Tatiana prefirió la contemplación;
pasaba horas en el jardín observando la forma de las
hojas de las plantas, la estructura y los colores de las
flores, las hileras de hormigas; absorbía con placer el
olor de la tierra y la vegetación, perseguía con la
mirada las mariposas y se deleitaba con el canto de las
numerosas aves. Tatiana disfrutaba con el contacto del
césped y a menudo, de pequeña, llegaba llena de
polvo o barro, con las uñas sucias, pero feliz.
Quizá por eso su padre se sorprendió y disgustó
cuando ella declaró que quería ordenarse como monja
de clausura en una congregación religiosa.
Pero ella se mantuvo firme en su propósito y
cumplidos los 20 años de edad abandonó la casa
familiar e ingresó a un monasterio en las sierras de
San Luis.
Opción 1
No le costó mucho adaptarse a la rutina de la vi-
da monástica. En el grupo de compañeras se sintió
pronto a gusto y llegó a relacionarse muy bien con la
mayoría de ellas, viviendo con alegría el potente
vínculo de hermandad propio de esa situación.
La vida en el monasterio, por completo reglada,
no le exigía tomar ninguna decisión ni requería de su
iniciativa. Consistía en asumir cada una de sus tareas
a lo largo de la jornada. Éstas eran rotativas y ella las
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Opción 2
Luego de tres años de permanecer en el monaste-
rio Tatiana comenzó a sentir que no era ése su lugar.
Ella vislumbraba que el motivo de este desajuste
consistía en que una vez que hubo incorporado todas
las rutinas del convento, comenzó a sentir que ya no
había allí nada que aprender. Durante cinco años
estuvo meditando la posibilidad de irse, pero no se
atrevía. Cruzar la puerta del convento le parecía una
decisión imposible, una traición.
Lo consultó con su superiora, pero ésta le indicó
que era su elección y que ella no podía intervenir ni en
un sentido ni en otro. No podía hablar con su familia,
ya que no los veía sino una única vez al año y en
público, de modo que esa visita se iba en el recuento
de las novedades y algunos regalos, besos y abrazos.
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Comentario a la opción 1
El camino de Tatiana en la opción 1 corresponde
al Circuito Chico. Vemos como ella se acomoda con
facilidad a la vida monástica en la que todo está
pautado, lo que le permite no tomar mayores decisio-
nes (Aries/Casa 12). Ella ha tomado su gran decisión
de ingresar al monasterio, pero a partir de ese mo-
mento, el sistema monástico le permite moverse sin
poner en juego sus apetencias.
El monasterio funciona como una suerte de fami-
lia donde Tatiana siente que, sobre todo, tiene asegu-
rado su rol de “hija” (Leo/Casa 4) de la “madre”
superiora. Lo mismo respecto de su propia familia, ya
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Comentario a la opción 2
En la opción que, a nuestro juicio, corresponde al
Circuito Grande, en cambio, nuestra heroína parte de
la Casa 2, o sea desde Géminis. ¿En qué sentido?
Creemos que aquí se trata de una duda acerca de la
posibilidad de permutar entre dos polos bien marca-
dos: adentro-afuera o clausura-apertura. Por eso
pensamos que el símbolo de su cambio de Circuito es
la gran puerta que, para su sorpresa, permanecía sin
ningún cerrojo.
Está claro que aquí permutar remite ipso facto a
tomar la decisión (Aries/Casa 12) de abrir esa puerta –
una verdadera membrana virtual y física- y cortar de
cuajo con la situación de encierro. Decisión que nadie
iba a tomar por ella, o sea una decisión en verdad
ariana.
Al hacerlo Tatiana invierte la dirección de la
energía de su ser, es decir: su “estar-aquí-en-el-
mundo-con-otros”. Ese acto demuestra a otros y a ella
misma que es capaz de moverse en sentido centrífugo.
Conduciendo su propio cuerpo, sale del convento-
útero, atravesando hacia afuera la membrana protecto-
ra. Observe el lector que el voto de clausura es exac-
tamente lo contrario: se franquea de una vez y para
siempre la membrana hacia adentro y jamás se hace el
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La Dinámica de Géminis
Planteo de la situación
Hermann es matemático, trabaja como jefe de es-
tadísticas de una compañía que asesora a empresas de
seguros. Su tarea es el cálculo de riesgos. Tiene 43
años, es pelirrojo y blanco como un papel. Usa unos
viejos anteojos de grueso marco negro.
Vive solo, ha tenido muchas parejas, pero todas
sin convivencia. Tiene amigos, todos ligados de algún
modo a las matemáticas o la estadística. En realidad,
es un fanático de los datos estadísticos y de las ma-
temáticas en general, que aplica a todo asunto posible,
tanto que sus amigos lo apodan “Número”. También
es aficionado al ajedrez y, sobre todo, a los juegos de
roles por computadora.
Cierto día, mientras hacía una revisación médica
circunstancial, el médico le sugiere que averigüe un
poco más sobre ciertas dificultades que tiene en su
digitación. Así es como luego de varios meses descu-
bren lo que parece ser una enfermedad muy rara, de
la que hay muy pocos casos documentados y todos
son recientes. Se conocen dos casos en Australia, una
docena en Europa, otro tanto en América del Sur y
tres en América del Norte, y se supone que los hay en
China, aunque no se sabe mucho; nada más. No hay
especialistas en su mal, todas son conjeturas. Se sabe
que, tarde o temprano el síndrome es mortal, porque
ataca las conexiones nerviosas al estilo de la esclerosis
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Opción 1
Hermann recaba durante semanas todos los datos
disponibles sobre su dolencia y todas las semejantes,
ya que se trata, en apariencia, de un grupo de afeccio-
nes parecidas y no de un único síndrome.
A pesar de que se afirma que es una enfermedad
novedosa, él descubre que algunos personajes históri-
cos parecen haberla sufrido. Acopia decenas de in-
formes, diagnósticos y estadísticas. Pasa días en
Internet persiguiendo las pistas de aquellos médicos o
investigadores que se han ocupado del tema. Los
rastros se pierden en el tiempo. Por lo que averigua
siempre ha habido afectados, pero escasos y mal
diagnosticados. En algunas épocas no hay rastros,
pero luego los casos aparecen en cualquier lugar y
tiempo. A medida que recoge datos intenta entrar en
contacto con expertos, médicos y hasta con enferme-
ros que logra ubicar por Internet. Poco a poco va
formando un exhaustivo banco de datos. La tarea no
es nada fácil, cada información abre nuevas pistas y
nuevos senderos; además la mayor parte de los exper-
tos que contacta hablan otras lenguas. Esto lo obliga a
servirse de traductores, lo que complica su pesquisa.
Un día descubre que en Australia hay experien-
cias con cierta hierba autóctona que aparentemente ha
dado buenos resultados; pero no consigue que le
envíen las muestras. En otra ocasión, contacta con un
laboratorio suizo que está experimentando una droga
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Opción 2
En su investigación descubre que no es el único
caso en Argentina. Hay un hombre en Jujuy que,
según los indicios de que dispone, está afectado por
los mismos síntomas y desde hace poco, como él.
Toma la decisión de interrumpir por unos días su
búsqueda de datos y viaja a Jujuy a encontrarse con el
afectado. Resulta ser alguien muy humilde y casi
analfabeto llamado Fulgencio Cruz. Averigua que es
empleado del Ministerio de Educación de Jujuy y
quien mantiene en funcionamiento la escuela de
frontera en la que vive, en medio de un páramo en el
que no crece ni una brizna de pasto y a 3000 metros de
altura, en un pueblo que a la distancia se confunde
con el paisaje.
Cuando llega lleno de polvo y con dolores inten-
sos de cintura por el bamboleo de un viejo camión que
lo acerca de favor, pues no hay transporte regular, se
entera que Fulgencio ha bajado a la ciudad de Jujuy la
semana anterior a visitar a un anciano curador. El
camión sigue hacia Chile, así que, a pesar de su deses-
peración, no tiene más remedio que hospedarse en
casa del maestro, a la espera del regreso del camión,
dos semanas después. No hay otro lugar para dormir
que un catre en la habitación de Fulgencio, en la
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Comentarios a la Opción 1
En la primera opción Hermann deja que se im-
ponga su pulsión promotora geminiana: se lanza a la
recolección de datos, quiere controlar todo el conoci-
miento que exista sobre su problema. Sin duda que el
objeto de esta búsqueda es apropiarse de esa masa de
datos y someterlos a procedimientos estadísticos y clasifi-
catorios (Virgo/Casa 4), que es una forma del objeto
específico de deseo en esta Dinámica.
Arrastrado por su pulsión promotora, Hermann
evita toda conexión con la pulsión atractora, es decir,
con Cáncer, el Signo de su Casa 2. Se comporta como
quien quiere adueñarse de la enfermedad misma, reinar
sobre todo lo que se sepa al respecto (Leo/Casa 3). De
hecho en poco tiempo se transforma en el ser humano
que más sabe acerca de esta dolencia en el mundo. Su
base de datos, siempre incompleta, por supuesto, ya
que surgen aquí y allá nuevos casos o variantes, es la
más exhaustiva que existe, pero su salud no mejora en
absoluto.
Ha encontrado toda clase de teorías y tratamien-
tos (Sagitario/Casa 7). Tantos que no sabe cuál seguir
y duda todo el tiempo. Tiene la información que existe
sobre el tema, pero no parece servir de nada. Tiene las
respuestas ya “dadas” sobre su problema, pero no le
sirven para construir un proceso efectivo de superación
de los síntomas (Capricornio/Casa 8), que sería el
resultado esperable de la búsqueda.
Al no intentar ningún otro camino que el “cientí-
fico”, su conducta calza a la perfección con la línea
que relaciona las Casas 1 y 4 (Géminis-Virgo), es decir,
con el Circuito Chico de esta Dinámica. Hermann
expone una falta de compromiso afectivo con su
propio proceso, como si actuase con equidistancia u
objetividad respecto ¡de sí mismo! (Libra/Casa 5).
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Comentarios a la opción 2
La gran decisión de Hermann, en este caso, es
postergar la recolección de datos y lanzarse a buscar a
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
La Dinámica de Cáncer
Filosofía de la intrascendencia
Planteo de la situación
Claudia es una maestra de tercer grado en Barilo-
che. Es muy querida por sus 16 alumnos y ama su
trabajo al que se volcó por completo luego de separar-
se de su esposo, con quien vivió durante 13 años sin
tener hijos.
Todos los años va con sus alumnos a pasar un fin
de semana en la montaña, en medio del bosque. Lo
hacen para celebrar la primavera, pero Claudia prefie-
re ir en Noviembre, cuando el clima es más benigno.
El chofer del micro escolar es Esteban, que también es
maestro en el otro turno de la escuela. Siempre la
acompaña y juntos organizan la excursión, una vez
con los alumnos de ella y luego con los de él.
Esteban es un gran conocedor de los alrededores
de Bariloche, así que se internan por senderos y
huellas que muy pocos conocen.
Sin embargo, cuando están llegando a destino,
Esteban confunde el camino y se pierden, justo cuan-
do se produce una nevada imprevista.
El estado del camino obliga a Esteban a hacer una
mala maniobra y el micro se despeña unos metros, con
tal mala suerte que él se golpea en la cabeza y queda
inconsciente. Hay varios chicos que sufren golpes
leves, pero todos están en general, bien. Claudia y los
niños logran salir del vehículo y sacar a Esteban.
Entonces el colectivo comienza a incendiarse, de modo
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Opción 1
Claudia sabe que las vidas de los alumnos y de
Esteban dependen de ella. Tiene que tomar una
resolución.
Los niños están muy asustados y con frío, algu-
nos lloran. Ella se ocupa de calmarlos y resolver el
problema urgente del frío. Aprovechan el incendio del
vehículo para llevar algunos elementos encendidos a
un claro y comenzar a alimentar una fogata. La neva-
da ha cesado y logran consolidar un buen fuego.
Todos rodean el fuego y se abrazan formando un
círculo. Los niños más serenos le piden que vaya a
buscar ayuda, pero Claudia está muy angustiada, no
se quiere separar de los niños y de Esteban, para quien
han improvisado un refugio precario junto a las
llamas. Siente que no los puede dejar solos, que
dependen de ella, que debe estar allí y correr los
mismos riesgos que ellos.
Los chicos más calmados insisten, se dan cuenta
de la gravedad de la situación y le dicen que alguien
tiene que ir a buscar ayuda; pero ella no permite que
nadie se aleje y se rehúsa a ir ella misma en busca de
auxilio.
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Opción 2
Claudia consuela y organiza a los niños para que
hagan una fogata y reúnan una gran cantidad de leña
lo más seca que se pueda, acomoda a Esteban, aún
inconsciente, del mejor modo posible al lado del
fuego.
Luego pide dos voluntarios para que mantengan
el fuego, administrando la leña de modo que dure
todo lo posible.
Cuando el fuego es vigoroso y todos están ro-
deándolo tomados de los hombros, les plantea a los
chicos la situación tal como ella la ve. Les habla con
afecto, pero diciéndoles la verdad: la única posibilidad
que tienen de ser rescatados a tiempo es que alguien
camine hasta un lugar donde tenga señal de teléfono y
pida auxilio.
La mayoría de los niños concuerdan con ella y le
piden que sea ella quien vaya, pero acompañada por
dos de los niños mayores. Claudia, con gran angustia,
comprende que tienen razón. Ella quiere quedarse a
contenerlos, pero la única solución es esa.
Algunos de los niños se angustian y lloran, de
modo que tiene que encargarle a los más enteros que
contengan a los más asustados.
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Comentarios a la opción 1
En el Circuito Chico, el agente tiende a olvidar
que la regla del cuidado es ante todo la observación
atenta de aquél a quien se está cuidando (Leo/Casa 2).
Muchas veces, en cambio, el agente cree saber a priori
qué es lo mejor para aquél. Por supuesto, hace esto
con “la mejor intención”, pero los resultados a menu-
do pueden ser lamentables.
Quien cuida tiene que percibir (Tauro/Casa 11,
que es el arquetipo operante) con la mayor fidelidad
posible lo que expresa el que recibe el cuidado. Por lo
general, tiende a perder de vista lo que éste puede
aportar por sí mismo (Leo/Casa 2), así como la pers-
pectiva desde la cual mira.
Esto es lo que le pasa a Claudia en la primera op-
ción. No escucha a sus alumnos, siente que debe
permanecer junto a ellos en la emergencia en que se
encuentran; su necesidad de cuidarlos, en trágica
paradoja, la obnubila.
No puede permutar (Géminis/Casa12), que aquí
significaría salir del círculo protector. Por eso ella se ve a
sí misma dentro (Cáncer) de la membrana protectora, y
los cuida desde allí dentro, manteniendo como objeto
de deseo (imposible) el estar en el mismo plano (Libra)
que los niños.
De esa manera Claudia está evitando conectarse
con Capricornio en su Casa 7, que implicaría salir del
círculo protector y tomar la responsabilidad que le
corresponde según la situación. Eso implicaría poner
distancia y separarse del círculo dejando por un
período de tiempo a los niños solos.
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Comentarios a la opción 2
En la segunda opción Claudia toma en cuenta lo
que dicen los chicos (Leo/Casa 2). De ese modo salta al
Circuito Grande. Recupera la capacidad de permutar
confinada en la Casa 12 (Géminis) y, en cierto modo
también, la capacidad de intentar, de probar soluciones,
de arriesgarse. Por otra parte, partir de Leo significa
también salvarse a sí misma, ya que todos corren
peligro en esta situación.
La membrana –que ella tiene la responsabilidad
de administrar (Virgo/Casa 3)– adquiere la suficiente
permeabilidad como para que ella misma la atraviese
hacia afuera.
En esta opción, Claudia trata a los alumnos como
iguales (Casa 4/Libra), ya que ella toma en cuenta sus
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
La Dinámica de Leo
La lógica de la pelota
Planteo de la situación
Luciano es un adolescente apasionado por el
fútbol, juega desde que era muy pequeño y gran parte
de su tiempo y energía lo pasa mirando, practicando o
imaginando jugar. Siempre participó en equipos y en
este tiempo lo hace en uno del campeonato universita-
rio. Sin embargo, muy a menudo la experiencia de
jugar es frustrante para él, pues no logra sentirse parte
del equipo. Cree percibir que sus compañeros evitan
pasarle la pelota e, inclusive, han llegado a excluirlo
algunas veces cuando se reúnen a festejar un triunfo.
Se siente entonces desplazado injustamente, ya que él
sabe que juega bien y puede ser útil al equipo.
Cuando toma la pelota le resulta muy difícil
pasársela a los compañeros. De hecho, es muy buen
jugador, pero él se siente el mejor y está sometido a la
exigencia de demostrárselo a todos, inclusive a él
mismo. Darle la pelota a los otros le parece casi siem-
pre arruinar la jugada, siente que nadie la resolvería
como él. En el fondo siente que los compañeros de
equipo están ahí para que él se luzca, son casi como
una parte más del público. Luciano se siente dueño
del equipo, de la pelota y de los espectadores.
Hasta ahora todos soportaban su modalidad de
juego porque, en efecto, lo hace muy bien, pero en el
actual campeonato están en los últimos puestos, de
modo que algunos compañeros se reúnen sin convo-
carlo y plantean separarlo por su actitud egoísta, a la
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Opción 1
Luciano se siente defraudado y ofendido por sus
amigos, piensa que no debieron haberse reunido a sus
espaldas, y que ponerle condiciones para seguir en el
equipo es intolerable. Imagina que si es separado, a su
equipo le va a ir mucho peor que ahora, pero que se lo
tienen merecido por su deslealtad.
En la reunión, cuando sus compañeros le repro-
charon su forma de actuar individualista, se justificó
con argumentos que para él son muy sólidos: la vida,
según sus razones, es una competencia despiadada en
la que cada uno debe apelar a su habilidad, se trata de
una guerra de todos contra todos y siempre triunfan
los más fuertes. Estas explicaciones hicieron sentir a
sus compañeros que los considera tan adversarios
como a los del equipo contrario, y se lo hicieron saber;
pero ahora siente que esa argumentación es adecuada
y lo contrario sería una muestra de debilidad imper-
donable.
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Opción 2
Luciano sabe que puede cambiar de equipo y se-
guir jugando el campeonato, inclusive en equipos
mejores. Sin embargo, aunque no le ha gustado el
hecho de que se reunieran a sus espaldas, decide
valorar la sinceridad de sus amigos, y darse una
oportunidad. Ha creído entender que sus amigos lo
aprecian y sólo quieren que el equipo mejore.
Además de estudiar psicología, Luciano está to-
mando clases de astrología, y en las últimas semanas,
lo que descubrió sobre su Carta Natal le ha causado
un gran impacto, permitiéndole poner en cuestión su
perspectiva individualista y competitiva a ultranza. Se
quiere dar la oportunidad de comprobar cómo fun-
cionaría un comportamiento más cooperativo con sus
compañeros. Ha podido comprender que cualquier
intervención suya en el juego debería estar al servicio
del equipo y no de sí mismo. Comprende que no tiene
que renunciar a lucirse, sino poner su habilidad al
servicio de los objetivos del conjunto. Para eso debe
aceptar que sus compañeros son tan útiles como él
para conseguir el triunfo, aunque no fueran tan hábi-
les o brillantes en su juego individual. Eso implica
desarrollar una capacidad para contener en su mirada
al equipo como un todo.
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Comentarios a la opción 1
Es fácil comprender que la primera opción co-
rresponde al Circuito Chico. Luciano se siente superior
(Leo/Casa 1) y trata a los demás como verdaderos
súbditos (Virgo/Casa 2). Actúa como si existiera un
acuerdo (Libra/Casa 3) por el cual todos tienen que
jugar para que él se luzca.
El objeto de deseo de la pulsión es controlar la si-
tuación para asegurar su ventaja personal (Escor-
pio/Casa 4); tal objeto de la pulsión a menudo se
encubre con una supuesta “buena intención”: contro-
lar y conducir al equipo para que logre el triunfo. Por
supuesto, tal cosa es imposible.
Ve a sus compañeros casi como un “público” que
debe aplaudirlo; pero que a la vez, le resulta indiferente
(Acuario/Casa 7). Está él por un lado (Leo/Casa 1), y
el equipo, por otro (Acuario/Casa 7). Se trata de la
diferencia típica del Circuito Chico de esta Dinámica,
entre el centro y la periferia.
Todo espíritu de cuerpo, toda cohesión grupal está
ausente, olvidada o despreciada (Cáncer/Casa 12).
Por el contrario, el espíritu de cuerpo del grupo actúa
a sus ojos, como un verdadero enemigo oculto –o
“pinche tirano”: los otros se confabulan para separarlo
o bien en otras ocasiones, para no pasarle la pelota.
El punto débil (Casa 6), el síntoma, es su falta de
responsabilidad (Capricornio) respecto de los resultados
que sufre el equipo, al que le va mal a pesar de su
talento.
En el juego grupal, cuando se requiere la máxima
sinergia entre todos los jugadores (Casa 8) se revela
que no hay ninguna empatía (Piscis) entre Luciano y el
resto; cuando tiene él la pelota, las jugadas se diluyen y
fracasan.
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Comentarios a la opción 2
El punto de partida es que aquí Luciano com-
prende que está participando en un juego de equipo,
en el que lo que cada uno aporta debe ser, ante todo,
útil, funcional al conjunto, en especial a los objetivos
del conjunto (Virgo/Casa 2). Él privilegia esto por
sobre todo brillo personal (Leo/Casa 1), es decir priori-
za la cualidad virginiana con la que se inicia el Circui-
to Grande de Leo.
Al actuar desde esa posición, el sentido de Li-
bra/Casa 3 cambia, ya que entonces sí busca el equili-
brio y la concordia entre las partes del conjunto.
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
La Dinámica de Virgo
Haciéndose la película
Planteo de la situación
Gerardo trabaja en una productora de cine y TV.
Está cien por ciento entregado a su trabajo. No cumple
horario fijo, sus obligaciones siempre están por enci-
ma de sus deseos y necesidades. En apariencia es muy
querido por sus compañeros, pero en realidad, a
menudo abusan de su esfuerzo.
Vive solo, ha tenido vínculos de pareja ocasiona-
les, pero no relaciones estables o de convivencia. Las
experiencias que ha tenido no resultaron porque se
sintió siempre atrapado y sometido por sus parejas, lo
que hace que rehúya comprometerse.
Su jefe, el dueño de la empresa productora, lo
llama a cualquier hora y le encarga los trabajos más
difíciles e incómodos, que él cumple con puntillosi-
dad.
Su sueño es llegar a dirigir una película. Ha estu-
diado dirección y producción, pero nunca tuvo la
oportunidad de filmar para el circuito comercial. Es
muy probable que el dueño de la productora jamás le
dará una oportunidad. Sabe que a su edad sólo podría
realizarlo en forma independiente, lo que supone
invertir una cantidad de dinero que no posee. Hasta el
momento su único plan para lograr este sueño es
comprar un billete de lotería todas las semanas con el
mismo número, cosa que ha hecho con una constancia
obsesiva desde hace 6 años.
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Opción 1
A Gerardo la propuesta le parece una locura y
hasta una suerte de estafa. El gerente de una produc-
tora, para independizarse, le pide dinero a él, que es
un simple empleado y no tiene capital ni experiencia.
Termina por indignarse con su antiguo compañero.
De cualquier manera, le da vueltas y vueltas al
asunto: ante todo pierde un sueldo seguro, lo que lo
pone en riesgo económico. Gerardo alquila y podría
quedar en la calle si no paga. Por otro lado, siente
cierta culpa hacia su jefe, con quien mal o bien, viene
colaborando hace tanto tiempo y le paga un sueldo
razonable.
Encima tiene que sacar un crédito para concretar
su eventual “opera prima”, algo riesgoso de por sí. En
el fondo se da cuenta de que no está seguro de tener la
suficiente confianza en sí mismo como para asumir
semejante desafío.
Luego de cavilar durante dos días termina recha-
zando el ofrecimiento.
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Opción 2
Pese al pánico que significa para él la propuesta
de su ex compañero y hasta ahora competidor, Gerar-
do acepta, luego de meditarlo con mucha angustia,
asociarse. Lo único que lo anima es su anhelo de ser
artista, de filmar una película que se exhiba en el
circuito comercial.
Por tanto, saca el crédito y, ante la sorpresa gene-
ral, renuncia.
Enseguida se lanza al proyecto asociado con su
antiguo amigo.
La negociación con él no es fácil, le obliga a Ge-
rardo a plantear con mucha fuerza ciertas condiciones
para preservar el aspecto artístico del proyecto; de lo
contrario ¿para qué tomaría tantos riesgos? La deci-
sión lo ha afirmado en su sueño y le da fuerzas.
También debe discutir con aspereza por las condicio-
nes económicas del trato, llegando no sin forcejeos, a
una fórmula realmente equitativa.
Un año después ya está realizando la segunda
película con su socio, después del razonable éxito
logrado con la primera, por la que fue premiado en
varios festivales y que le significó una ganancia
económica suficiente para seguir adelante con su
carrera.
Comentarios a la Opción 1
La primera opción corresponde al Circuito Chico
de la Dinámica de Virgo, sin duda. El agente trabaja
en relación de dependencia, no sólo en un sentido técnico
habitual, sino en un sentido recargado, ya que hace
mucho más de lo necesario; tiene una relación muy
subordinada, sufre los abusos de su jefe y hasta de
algunos compañeros de trabajo16.
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Comentarios a la opción 2
Como corresponde a Virgo, no podría estar más
clara la contraposición entre las dos opciones: en la de
Circuito Grande Gerardo se arriesga a un acuerdo, a
una asociación –Libra- partiendo así del Signo de su
Casa 2 y revirtiendo su situación. Es interesante ver
cómo tiene que pelearle de igual a igual a su antiguo
compañero en la discusión del contrato. Nos decía
Gerardo que en la propuesta inicial que le había hecho
quien luego fue su socio, le ofrecía el 30 % de las
utilidades y que tuvo que pelear palmo a palmo hasta
lograr un equitativo 50 %. Cuando la negociación ter-
minó y el contrato quedó a satisfacción de Gerardo,
para su sorpresa, el socio le dijo que si no lo hubiera
peleado de esa forma, nunca más hubiera hecho un
proyecto con él.
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La Dinámica de Libra
Planteo de la situación
Aldana está casada con Flavio desde hace 2 años.
La pareja funciona bien, pero ocurre que la madre de
Flavio, Ester, que ha quedado viuda unos meses atrás,
comienza a intervenir cada vez más en sus vidas. Casi
todos los días va a la casa de ellos con cualquier
pretexto. Tiene la llave y, como ellos trabajan casi todo
el día, entra y les deja preparadas las comidas sin
siquiera consultarlos sobre lo que quieren; por otro
lado, compra y coloca objetos y adornos a su antojo,
de modo que cada vez que llegan por la noche hay
alguna novedad.
Los domingos los pasan en la casa de Ester,
quien, con el pretexto de que se siente sola logra que
Flavio y Aldana concurran siempre. Lo notable es que
van también los otros hermanos de Flavio, sus parejas
e hijos, de modo que cualquiera puede ver que la
supuesta soledad es sólo un modo de manipular a
Flavio. Para peor, cuando se sientan para almorzar,
Ester se ubica siempre entre Aldana y Flavio, en una
actitud que desequilibra a Aldana, y la situación se
repite domingo tras domingo.
Por otra parte, como Flavio gana lo suficiente, Es-
ter lo convenció de que le entregue el sueldo de
Aldana. Ester se dedicó siempre a las inversiones
especulativas, es muy hábil en este rubro y le propuso
hacer inversiones que rinden un rédito mucho mayor
que un plazo fijo. Aldana se siente frustrada cada vez
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Opción 1:
Aldana desearía quedar embarazada, pero toma
pastillas anticonceptivas sin que Flavio lo sepa, por-
que teme que, en caso de tener un hijo, su suegra se
apodere del bebé e invada todavía más sus vidas, algo
que –piensa- no podría soportar y acarrearía una
ruptura con Flavio, a quien ama.
Cada vez que ve la oportunidad, ella intenta de-
mostrarle a Flavio que su madre lo manipula. Lo
exhorta con suavidad a liberarse de ese yugo y a
liberarla así a ella también. Pero él con toda facilidad
pasa a la ira y casi siempre terminan distanciados. A
veces intenta poner en juego la seducción, pero tam-
poco sirve de nada.
También se propuso hacer acuerdos con Flavio;
por ejemplo, ir a la casa de Ester cada quince días, o
aceptar sus comidas solo los fines de semana. Pero
nada de esto le da resultado; Flavio a veces acepta,
pero luego en la práctica no lo sostiene.
En cierta ocasión logra que visiten a un terapeuta
especializado en temas de pareja, pero Flavio se niega
a ir una segunda vez. No obstante, cree que si perse-
vera, tarde o temprano va a convencerlo y él se dará
cuenta de su situación… Mientras tanto, acumula
resentimiento, del que apenas toma consciencia y
mucho menos se atreve a manifestar y, por otra parte,
posterga sus deseos de ser madre.
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Opción 2:
Un sábado, Aldana entiende que tiene que poner
un límite: le propone a Flavio que al día siguiente
vayan a dar un paseo a Tigre y almuercen solos junto
al río. Este programa supone no cumplir con el rito del
almuerzo en casa de su suegra. Flavio reacciona muy
mal, discuten con acritud durante un largo rato, pero
Aldana no cede en su propuesta. En definitiva, el
domingo Flavio va solo a lo de su madre.
Cuando vuelve, por la tarde, ella le confiesa que
está tomando anticonceptivos porque en esas condi-
ciones no quiere quedar embarazada, lo que provoca
una nueva discusión violenta. Él se va a lo de su
madre dando un portazo, Aldana se queda en su casa
y, a la mañana siguiente, bien temprano, hace cambiar
la cerradura, encargando sólo dos copias, una para
ella y otra para darle a Flavio, si es que vuelve…
Flavio regresa por la noche y no puede entrar.
Ella está ausente porque es profesora de historia del
arte y los lunes tiene clases hasta tarde. La espera en la
vereda. Cuando ella llega, Flavio le propone ir a cenar
por allí cerca y conversar.
La conversación no es fácil para Aldana, pero se
mantiene firme: la condición principal es que la madre
de Flavio no tenga llave y que avise antes de venir.
Por otra parte, ella quiere que entre los dos adminis-
tren tanto el dinero que aporta él como el que aporta
ella, por lo que dejará de dárselo a su suegra. La
contrapartida es que, bajo esas condiciones, pueden
pensar en tener un hijo.
Comentarios a la opción 1
La posición de Aldana en la primera opción es a
ojos vista propia del Circuito Chico. Ella prefiere no
entrar en conflicto (Escorpio/Casa 2) con su esposo
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Comentarios a la opción 2
Para circular por el Circuito Grande, como hemos
visto, la clave es partir de la Casa 2, que aquí es Escor-
pio. Y eso es lo que hace Aldana al negarse a ir a la
casa de su suegra y proponerle a Flavio un programa
alternativo más acorde con sus deseos. Con su actitud
va directo a la posibilidad de conflicto, corre ese riesgo.
Y eso es lo que ocurre, pero ella se mantiene en su
posición a pesar de la fuerza que ejerce la pulsión
promotora (Casa 1)-. El valor de su posición reside,
pues, en que logra mantenerse firme, sostener el
conflicto y no ceder ante las agresiones o presiones de
Flavio.
Ella logra así confiar (Sagitario/Casa 3) en la for-
taleza de su relación, o bien, llevando las cosas más
lejos, en la posibilidad de construir una relación con
otra persona en el futuro.
Como sabemos, al partir de la pulsión de la Casa
2, la cualidad de la Casa 12 se manifiesta de modo casi
instantáneo. En este caso se trata de la sensación de
completud relativa (Virgo/Casa 12). Decimos “relativa”
porque se trata de la completud de la persona singu-
lar, y no de alguna completud mística o absoluta. Si
siguiera sintiendo que necesita algo que sólo Flavio
puede darle, no daría este paso fundamental. Pode-
mos deducir entonces que actúa como si fuera un
pequeño todo, remediando así lo que llamamos su
síntoma, su punto débil, que es la sensación de incom-
pletud (Piscis/Casa 6).
Esta actitud la conecta con su libertad personal
(Acuario/Casa 5), al tiempo que le permite reconci-
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La Dinámica de Escorpio
Planteo de la situación
Hugo es un abogado penal acostumbrado, cuan-
do es preciso, a “arreglar” las causas con la mafia
judicial y policial. Él se pretende un justiciero y se
jacta de que con sus métodos salva a muchos inocen-
tes. Su deseo profundo, que solo revela en rarísimas
ocasiones, es no obstante, no tener que recurrir a
procedimientos de esta índole. Quizá por eso, también
tiene una fundación que ampara y encausa a presos
una vez que salen en libertad. Claro que muchos
terminan trabajando para él en condiciones laborales
dudosas, ya que tiene una empresa de remises a
nombre de un testaferro.
Un abogado rival, más rico, poderoso e inescru-
puloso que él, le tiende una trampa para sacárselo de
encima involucrándolo con falsedades en una estafa;
el propósito es hacerse de su cartera de clientes cerca-
nos a la farándula, con los que Hugo ha obtenido
grandes ganancias y fama.
Cuando la causa que lo involucra llega a la
Cámara de Apelaciones, resulta que hay un juez que
está del lado de su enemigo, pues trabaja para él
desde hace mucho; un segundo juez que tiene fama de
honesto y un tercero que acaba de ser nombrado, es
bastante joven y nadie lo conoce.
Justo en ese trance, su hijo, que lo admira y no
conoce los aspectos ambiguos de la actuación de su
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Opción 1
Hugo decide entrar en contacto con el nuevo juez
en forma secreta. Le envía un emisario para sondearlo
y ver si resulta sensible a sus ofrecimientos.
Entretanto acepta que su hijo comience a trabajar
con él, pero le oculta toda referencia a los procedi-
mientos que a veces utiliza; le encarga sólo los expe-
dientes “limpios”. No le cuenta tampoco su situación
con el estudio rival ni su estrategia al respecto.
Tiene la sensación de que si es cuidadoso podrá
controlar todo y mantener las cosas como hasta ahora.
Uno de sus mejores amigos le cuestiona esta es-
trategia de ocultamiento que deja al hijo al margen del
verdadero movimiento del Estudio; sin embargo,
Hugo aduce que tiene que protegerlo, ya que no
desearía que él cayese en sus mismos métodos.
La maniobra sobre el juez recién nombrado fraca-
sa, éste se da cuenta de inmediato de las intenciones
de Hugo y si bien le indica al emisario que no va a
tomar ninguna medida porque no tiene pruebas, le
encarga que le transmita que se cuide, pues no está
dispuesto a tolerar ese tipo de insinuaciones.
Hugo se da cuenta que ha empeorado su situa-
ción; teme que, a pesar de que en este caso es inocente,
el fallo se resuelva en su contra. Además, es probable
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Opción 2
La intención de su hijo de asociarse con él le pro-
duce a Hugo una conmoción que lo lleva a replantear
toda su conducta.
Se decide a hablar con su hijo y explicarle los as-
pectos oscuros de su conducta con la idea sincera de
plantearle abandonar ese tipo de prácticas. Le dice
que no es necesario recurrir a la coima u otros recur-
sos antijurídicos, que el número de juicios que hubiera
ganado y perdido, en caso de no hacerlo, hubiera sido
más o menos el mismo y que quizás no tendría ahora
una situación económica tan holgada, pero que sin
duda viviría muy bien.
El hijo le agradece la sinceridad y comienzan a
trabajar como socios en su propio caso y en todo lo
demás.
Deciden confiar en la honestidad y el criterio del
nuevo juez y argumentar ellos mismos con veracidad.
Tiempo después, la Cámara dicta el sobreseimiento de
Hugo y el fiscal inicia acciones de oficio contra el otro
abogado.
A pesar de haber sido sobreseído, algunos clien-
tes dejaron de confiar en Hugo; otros lo abandonaron
debido a la nueva forma de trabajar. Sin embargo el
Estudio pudo, con el tiempo, capear el temporal
gracias a los aportes y el entusiasmo de su hijo.
Comentarios a la opción 1
Tratándose de Escorpio, las situaciones suelen
tomar un cariz moral. Sin embargo, no es nuestra
intención plantear un dilema moral, ni argumentar a
favor de una de las opciones por el hecho de que sea
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Comentarios a la opción 2
En la opción 2 Hugo parte de la confianza (Sagita-
rio), tanto en su hijo, como en el nuevo juez y, sobre
todo, de la aceptación de la ley, del procedimiento
transparente, luminoso. Esto es lo que le permitirá
recorrer el Circuito Grande.
Como siempre, este salto hacia una decisión car-
gada con la cualidad de la Casa 2 no es algo fácil. Si
Hugo se propusiera simplemente “confiar”, no lo
lograría, ya que está acostumbrado a tomar decisiones
impregnadas de la cualidad de Escorpio (Casa 1). Por
tanto, tiene que decidir su acción “como si” confiara.
Las preguntas claves serían: ¿qué haría yo si confiara?
¿Cómo me comportaría? Confrontado con esas pre-
guntas, es seguro que Hugo obtendría el contenido de
su decisión. El punto es, a partir de ese contenido…
¡hacerlo!
Al poner todas las cartas sobre la mesa frente a su
hijo, se revierte la interpretación que hicimos para la
opción 1, respecto de Leo/Casa 10. Ahora la relación
con su hijo y él mismo se vuelven claros, visibles.
Enseguida construyen una verdadera asociación,
es decir de igual a igual, con su hijo, rescatando la
cualidad Libra de su olvido en la Casa 12. Al mismo
tiempo y en el mismo movimiento rescata su conexión
con los jueces y la justicia institucional, que también
son formas de Libra.
Para todo esto, es evidente que tiene que moverse
según el criterio de lo correcto, según el deber de su
profesión (Capricornio/Casa 3) y, por otro lado, afron-
tar el cotejo con su propia realidad frente a su hijo.
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La Dinámica de Sagitario
Avance retrógado
Planteo de la situación
Enrique es un físico de 39 años de edad. Viene
realizando un trabajo brillante como investigador del
Conicet. Trabaja sin horarios fijos, pero los días de
semana pasa más tiempo en el laboratorio que en su
casa. Al punto de haber improvisado una cama para
aquellas ocasiones en que decide pasar la noche en el
Instituto de Investigaciones.
Domina el área en que investiga y se mueve con
soltura en todo el universo de la Física actual; el
equipo que conduce está a la cabeza en el mundo en
su temática. A menudo viaja a Congresos y da confe-
rencias en diversos países. Tiene artículos publicados
en las mejores revistas internacionales de ciencias.
No es un ser solitario, tiene muchos amigos y una
familia típica; se reserva los tiempos para estar con sus
dos hijas ya casi adolescentes. Jamás trabaja los sába-
dos y domingos, que dedica a su familia y amigos con
exclusividad casi fanática.
Sin embargo, las tribulaciones de Enrique comen-
zaron desde que se hizo cargo de una cátedra del
Doctorado de Física en una prestigiosa universidad
privada. No es que lo necesitara desde el punto de
vista económico, pero el director del Instituto lo
convenció con el argumento de que todos sus colegas
tenían cátedras y que representaba una actitud muy
egoísta no enseñar para transmitir a las nuevas gene-
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Opción 1
Angustiado por esta situación, que no sabe cómo
resolver, Enrique comienza a sentir que el tiempo y la
energía que le insume este conflicto, perjudican los
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Opción 2
Al terminar el curso lectivo, Enrique decide que
tiene que hacer algo para revertir la situación tan
desagradable que se da en sus clases. Le pregunta a
Laura, una profesora que ha conocido hace poco en la
Universidad, que es psicóloga y está muy dedicada a
la temática pedagógica, qué puede hacer.
Laura le asegura que es posible modificar la si-
tuación. Le indica que, dado que él jamás realizó
estudios o prácticas en el área pedagógica, psicológica
o, inclusive sociológica, los resultados son los espera-
bles. Que no se trata de lo que transmite, sino de cómo
lo hace. Que la docencia es una profesión específica
tanto como la física, y que también se aprende.
La profesora se toma unos días y le arma una
suerte de programa de estudios más o menos acelera-
do que, a su juicio, dará un resultado sorprendente.
Incluye asuntos como técnicas para empatizar, técni-
cas de análisis psicológico, técnicas pedagógicas de
base emocional, talleres de variado tipo, algunos con
compromiso corporal, y decenas de cuestiones sobre
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Comentario a la Opción 1
En esta opción, Enrique no acepta que, pese a ser
un investigador notable, carece del conocimiento y el
entrenamiento necesarios para enseñar. Se trata de
una diferencia sutil entre dos formas de Sagitario: el
saber y el enseñar. Enrique se hace fuerte en el saber y
se rehúsa a la posibilidad de aprender (y por tanto,
enseñar).
El utiliza la cualidad de Acuario/Casa 3 para to-
mar distancia de la institución educativa, la Universi-
dad (Capricornio/Casa 2), con lo que, al mismo
tiempo rehúye del conflicto que lo enfrentaba con sus
alumnos (Escorpio/Casa 12). En realidad, los encon-
tronazos con éstos no hacían más que escenificar su
propio conflicto interno fruto de enfrentar una situa-
ción que no podía resolver con su vasto conocimiento
en Física.
La situación planteada en el aula contradice la
ilusión que sostiene este Circuito Chico, que es saberlo
todo (Piscis/Casa 4). Por tanto, Enrique se aleja de esa
situación que lo sume en la angustia, para seguir
sosteniendo esa ilusión.
La posición de Aries/Casa 5 aparece como hosti-
lidad y hasta agresión hacia sus alumnos.
Tauro en la Casa 6 se expresa como una fuerte di-
ficultad para ubicarse en una posición receptiva. Enri-
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Comentario a la Opción 2
La clave de esta segunda opción es que Enrique
acepta los límites (Capricornio/Casa 2) que tiene en
relación con la enseñanza y, sobre todo, toma una
decisión que supone asumir tales límites. Enrique
decide a partir de su realidad, aceptada a regañadien-
tes, pero aceptada al fin.
Esta decisión supone un giro radical (Acua-
rio/Casa 3) que lo devuelve a una situación a la que
estaba desacostumbrado: debe colocarse en la posición
de alumno (Géminis/Casa 7).
Asumir su realidad implica, al instante, enfrentar
la idea de que está envuelto en un conflicto importante
con sus alumnos y, más aún, de que hay zonas oscuras
en él mismo, zonas de soberbia que le impedían darse
cuenta de su propia ignorancia. Eso significa que debe
correr el velo que oculta a Escorpio en su Casa 12.
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
La Dinámica de Capricornio
La mancha
Planteo de la situación
Javier es un economista de 40 años de edad. Ha
hecho una importante carrera en el seno de una
corporación mundial. Es conocido por la eficacia de
sus métodos y la concentración que pone en sus
acciones planificadas al detalle.
En acuerdo con su esposa, y a pesar de sentir un
gran deseo de ser padre, ha esperado diez años para
concretarlo, ya que no quería que las responsabilida-
des de la crianza interfirieran en el desarrollo de su
carrera. Así es que llegado ya a un punto bastante alto
en la jerarquía corporativa, por fin se decidió a engen-
drar un hijo, que llamó Alejandro.
En una de las primeras consultas al pediatra, éste
los derivó a un especialista en desarrollo infantil
porque notó algunos síntomas preocupantes en
Alejandro. El especialista lo sometió a varias pruebas
y les informó que Alejandro tiene un evidente atraso
en muchos de los procesos de aprendizaje típicos de
su edad y que va a requerir de ellos una atención
especial. Les dijo que el niño tiene posibilidades de
aprender y socializarse, pero que siempre va a tener
deficiencias respecto de los otros niños de su edad. El
proceso es irreversible, pero en la adultez las deficien-
cias tienden a minimizarse y suele ser difícil notar la
diferencia.
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Opción 1
Javier se aferra a las últimas palabras del médico
y averigua cuáles son los más acreditados métodos y
tratamientos estimuladores; dedica grandes sumas de
dinero a pagar los costosos tratamientos que se reali-
zan en el extranjero y que, según él cree, son los más
eficaces.
Entabla una suerte de pelea a brazo partido con-
tra la “adversidad”. Envía a su esposa con Alejandro a
pasar largas temporadas en distintas clínicas de
EEUU, Suiza y otros países durante toda la infancia de
aquél.
Planifica con obsesividad sus vacaciones, únicos
períodos en que convive con su hijo y su esposa.
Opción 2
Esta situación imprevista conmueve hasta los
huesos a Javier.
Siente que tiene que acompañar a su hijo desde el
afecto, el diálogo y el sostén. Ante el estupor de sus
amigos, renuncia a su brillante carrera en la corpora-
ción, para abrazar la problemática de su hijo.
Funda una consultoría propia, que funciona en
una oficina muy cercana a su casa, lo que le permite
compartir con Alejandro varias horas todos los días;
jugar con él, llevarlo a la escuela y a un centro especia-
lizado, para reforzar sus aprendizajes. No hace falta
decir que este contacto directo, como le dicen los
psico-pedagogos que lo atienden, es fundamental para
el máximo desempeño de Alejandro y su sentido de
integración a la vida social.
Por otro lado, su mujer, que es arquitecta pero no
había ejercido su profesión, comienza a hacerlo;
quizás no tanto por una necesidad económica, sino
porque al estar Javier tan dedicado a su hijo y más
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Comentarios a la Opción 1
El problema que le plantea Alejandro a Javier no
encaja de ninguna manera con el plan de vida que él
tenía pensado. Es una verdadera irrupción de lo
imprevisto.
El Circuito Chico de esta Dinámica implica que el
agente trata de “normalizar” la situación a la fuerza. Y
es lo que hace Javier, es decir, trata de que su hijo se
ajuste lo máximo posible a los parámetros de lo que él
piensa que debe ser un niño “normal”. Es muy impor-
tante, para el Circuito Chico de esta Dinámica, la idea
de “normalización”.
En esta respuesta Javier se deja llevar por su pul-
sión promotora capricorniana (Capricornio/Casa 1),
tratando de controlar o minimizar lo que de modo
imprevisto ha llegado a su existencia sin buscarlo
(Acuario/Casa 2).
Con la intención de que lo atiendan los más reco-
nocidos especialistas del exterior, envía a su esposa y
su hijo a pasar largos períodos fuera de su hogar. Sin
embargo, esta conducta puede leerse como un recurso
para terminar sacándolos de su existencia, como si
borrara o difuminara (Piscis/Casa 3) a Alejandro de su
vida. Con su actitud, en cierto modo, se autoengaña,
tratando de nivelar por ausencia, la diferencia (Acua-
rio) que la vida le ha propuesto experimentar.
El objeto particular de deseo es derrotar la enfer-
medad de Alejandro que es, por supuesto, un objeto
imposible. Sin embargo, esta actitud lo mantiene en
movimiento, en lucha, en acción, ya que como sabemos,
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Comentarios a la opción 2
Como sabemos, la clave del Circuito Grande es
actuar situándose en la cualidad de la Casa 2, es decir,
en este caso: Acuario. Y es lo que hace Javier al asumir
la realidad de lo imprevisto y tomar las dos decisiones
cruciales que encara: dejar su exitosa carrera corpora-
tiva, y abocarse a la relación personal y directa con
Alejandro. Al punto de que su esposa logra empezar a
desarrollar su profesión por primera vez.
En esta decisión Javier utiliza de dos modos a
Piscis como instrumento (Casa 3): en primer lugar
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La Dinámica de Acuario
Nariz imposible
Planteo de la situación
Ya son 35 los años que lleva intentando no verla;
sin éxito, por supuesto. Siempre allí, esa protuberan-
cia, ese cerro-nariz, presente, sobresaliente, despro-
porcionada, torcida, incomprensible. Ni sus rulos
abundantes ni sus gruesas pestañas, ni siquiera la
belleza de sus ojos verdes, pueden mitigar el choque,
la sorpresa, el estupor que -bien sabe-, produce su
nariz. Su forma de vestir es muy persona,l inclusive
bastante excéntrica, pero tampoco así lo logra.
Termina de dar su clase de yoga, despide a sus
alumnas y se mira en el espejo. Es la quinta vez en lo
que va del día. Nunca dedicó tanto tiempo a evaluar
una situación… es raro... está confundida, desorienta-
da, indecisa. Incluso le disgusta ocuparse del tema, es
más, la avergüenza. Será por eso que, como una
especie de exorcismo, no deja de planteárselo a sus
amigas y amigos ¡y hasta a sus alumnas! Desde hace
días. Y ni que hablar de toda su familia, a la que tiene
aburrida con los detalles de la cirugía.
Ocurre que Yolanda ahora es libre y siente que es,
al fin, el momento de ocuparse de ese “temita” pen-
diente: su imposible nariz.
¡Ya es hora de hacer algo! Acaba de separarse de
su marido después de siete años de matrimonio; es
decir, tiene todo el tiempo disponible y además no
tiene que rendirle cuentas a nadie. Puede hacerlo,
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Opción 1
Es mejor seguir pensando cómo quedará su ros-
tro luego de la estética. Imposible imaginarlo liberado
de su nariz imposible. Una cara nueva, renovada, para
una vida nueva y renovada.
Sí, sin duda ¡ése es el camino! Una nueva cara
que termine por fin con la vieja identidad: “la narigo-
na del 11º A”.
Sí, una nariz como la de Araceli González, por
ejemplo…
¡Ése es el camino! Y ahora mismo, con la fuerza
de esta certeza, se concreta el llamado postergado y
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Marcela Rodas y Jorge Bosia – Las doce dinámicas zodiacales
Opción 2
Pero ¿por qué no llamar a la agencia? Se trata
sólo de devolver un llamado imprevisto. Corresponde
contestar. Además ella es curiosa, siempre lo ha sido.
Y se siente con la fuerza suficiente para recibir por
última vez comentarios no gratos, digámoslo así,
acerca de su nariz. Y ¡nada más, ni nada menos que de
una agencia de publicidad! Va a ser divertido y por
completo nuevo.
La propuesta la desconcierta: una cita en la agen-
cia para sacarle más fotos, ¡jamás pisó un lugar así!
Pero una suerte de bronca añejada, o quizás la
curiosidad –al fin y al cabo, en 30 días su cara ya no
tendrá esa prominencia insoportable- la incitan a
aceptar; es menester llegar al fondo de esto.
Fotos y más fotos. De aquí, de allá, desde este
ángulo, desde aquél, con luz, sin luz; fotos y más fotos
de la cara, con su excéntrica nariz. Termina exhausta,
pero al día siguiente comienza los exámenes pre-
quirúrgicos, y vuelve a excitarse con la idea de la
operación…
Pero a los tres días, la sorpresa: Yolanda es elegi-
da entre cientos de postulantes para promocionar en
todo el mundo una campaña de perfume para mujer.
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Comentarios a la opción 1
Yolanda acaba de separarse y ahora se siente libe-
rada. Quiere verse y que la vean renovada para comen-
zar una nueva vida (Casa 1/Acuario). Su impulso
inmediato la lleva a intervenir su cuerpo (Casa
4/Tauro) a través de una cirugía invasiva (Casa
3/Aries). Pero ella no se deja impresionar, quiere
controlar su imagen, modificándola a su gusto (Casa
2/Piscis), a pesar de la agresión que implica esta
intervención. La energía pisciana se manifiesta enton-
ces también como pérdida de la sensibilidad originada
por la anestesia y luego por los analgésicos.
La pérdida de sensibilidad se puede ver asimis-
mo en lo que ocurre con la cualidad de Cáncer/Casa
6. Lo que se pierde es el cuidado y conservación de su
propia integridad –en especial de su rostro. El sentido
de totalidad, que comparten Piscis y Cáncer, y que
corresponde a la unidad orgánica corporal, queda
entonces excluido o seriamente amenazado.
Su mente no para de pensar en el tema y lo ex-
presa a través de preguntas constantes (Casa
5/Géminis) que se hace a sí misma, y con las que
acosa a los médicos, a sus amigos, alumnos y familia-
res. Duda.
Podemos ver que todo lo que se pone en juego en
esta situación remite a la construcción de una nueva
identidad (Casa 7/Leo). Es fácil deducir que la identi-
dad de Yolanda estaba depositada en su pareja bajo la
forma de “la esposa de…” y que una vez separada
necesite saber quién es ella. Pero reduce esta posibili-
dad pensándose a sí misma sólo como “la narigona”.
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Comentarios a la opción 2
En la opción 2 vemos que Yolanda tiene la intui-
ción que le permite aceptar la invitación de la agencia
de publicidad. Aquí Yolanda, a pesar de sus miedos e
inseguridades, decide sumergirse en el mundo de la
imagen publicitaria (Casa 2 /Piscis) haciendo gala así de
su impulso natural hacia lo nuevo y desconocido
(Casa 1/Acuario). Para ello requiere hacer uso del
coraje y la fuerza de decisión que aporta Aries en Casa 3.
Al hacer este movimiento, consistente en que el
fotógrafo obtenga imágenes (Piscis/Casa 2) de su
peculiar y auténtico rostro (Acuario/Casa 1), ella está
decidiendo una acción desde su Casa 2, que es la clave
para circular por el Circuito Grande de todas las
Dinámicas. Se trata de imágenes, de su imagen corporal y
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La Dinámica de Piscis
Sacrificios
Planteo de la situación
Amanda es una mujer de treinta y siete años, se-
parada. Trabaja en su casa cortando y cosiendo ropa
para diseñadoras independientes.
Vive con sus tres hijos.
Es adicta a las dietas más extrañas; pasa de una a
otra siguiendo consejos de revistas, médicos, informa-
ción de Internet o de alguna amiga.
Por otra parte casi nunca sale, porque siente que
su obligación principal es cuidar a sus hijos. Sus
salidas personales suelen ser concurrir a cursos, que
realiza siempre que coincidan con el horario escolar
de los niños. En su casa cuando puede pinta y la
mayoría de sus estudios se refieren al arte; también
concurre a veces a un taller de arte.
Su ex marido le pasa una mensualidad. No acepta
una niñera porque piensa que tiene que cuidar ella
misma a sus hijos.
Acaba de conocer a un hombre, Esteban, quien no
puede tener hijos. Esteban se muestra muy enamora-
do de ella. Enseguida le ha manifestado que quisiera
vivir con ella y que con gusto tomaría como propios a
sus hijos, pues siempre ha deseado ser padre. Por otra
parte, su hija mayor, que está entrando en la adoles-
cencia, le pide a menudo que forme una nueva pareja.
Pero aunque Esteban le parece un hombre sincero y
afectuoso, ella no se decide. Siente que no tiene tiem-
po, o quizá no tiene ganas. Cuando piensa en la
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Opción 1
Amanda está desesperada y siente que debe
aceptar la propuesta de su exmarido ya que sus hijos
están en primer lugar. Al fin y al cabo –piensa- en la
situación anterior también estaba casi encerrada,
dedicada a ellos y sin hacer otra cosa que trabajar. Allá
tendría una vida de clausura, pero más distendida y
en la abundancia; aquí apenas le alcanza el dinero.
Para peor, ahora su ex marido dejará de pasarle la
cuota por sus hijos.
Su vida perdería todo sentido sin sus hijos, de
modo que decide aceptar la propuesta. Le contesta en
sentido afirmativo al enviado y de inmediato el ex
marido le envía un pasaje.
Opción 2
Amanda, con gran sentimiento de culpa y verda-
dero miedo, le confiesa la situación a Esteban. Está
desesperada pero intuye que contárselo es un riesgo
que debe tomar.
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Comentarios a la Opción 1
En esta opción Amanda sepulta sus propios apeti-
tos (Aries/Casa 2). Como le dice Esteban, se entrega a
una condición que con dificultad se puede distinguir
de la esclavitud. Se inmola, se sacrifica, en función de
sus hijos (Piscis/Casa 1).
Para hacerlo, recurre a la cualidad de Tauro de su
Casa 3, se reduce a la pasividad completa, deja toda
posibilidad de nuevos vínculos, de estudiar (que tanto
le gusta) y, a lo sumo quizá le quede la posibilidad de
pintar en su casa-prisión, si es que el ex marido se lo
permite.
Su identidad se reducirá a ser madre
(Cáncer/Casa 5); pero de un modo esclavizado y sin
brillo ninguno, sin que su fuego personal pueda mani-
festarse (Leo/Casa 6). Será más bien, una suerte de
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Comentarios a la Opción 2
En la segunda opción, Amanda asume el arrojo de
romper con la rutina de su existencia y sale a pelear.
Para eso tiene que poner en juego su capacidad de
lucha e iniciativa (Aries/Casa 2).
Suele suceder con el agente que encarna esta
Dinámica, que pierde de vista su apetecer, es decir:
Aries. Pero sucede que aquí, el apetecer es decisivo, ya
que solo a partir de éste se puede acceder al Circuito
Grande.
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NOTAS
1
Llamamos “esfera celeste” o “esfera del Cielo” a una imaginaria
esfera hueca, concéntrica con la “esfera terrestre”. Esta última es
interior, por supuesto, a aquella.
2
La Eclíptica es el círculo de la esfera celeste donde se producen los
eclipses, de ahí su nombre. Por allí o sus cercanías circulan el Sol, la
Luna y los demás planetas.
3
Esto es perfectamente lícito, ya que no afirmamos que la Tierra no se
mueva, sino que nosotros la consideramos como si estuviera fija.
4
En el desarrollo de estas hipótesis consideramos sistemas regulares de
fases de treinta grados exactos para cada sistema.
5
Utilizaremos el término ‘agente’ en lugar de ‘sujeto’ o ‘individuo’.
‘Sujeto’ está ligado a la metafísica de la Modernidad, que pretendemos
dejar atrás, e ‘individuo’ es inadecuado, ya que los agentes no somos
indivisibles, sino que, precisamente, tenemos una estructura psíquica
compleja, dato central de nuestro enfoque. “Agente” es el que hace, el
que toma decisiones.
6
Como dijimos arriba, estamos considerando al Sistema de Casas
arquetípico, compuesto por Casas iguales de 30 grados cada una.
7
Por todo lo dicho se puede ver que la carta natal no es meramente un
mapa del cielo, sino el de un determinado empalme espacio-temporarl
del cielo con la Tierra.
8
Reiteramos que no estamos hablando de Casas irregulares, como las
que calculan sistemas como el Topocéntrico, el Placidus, etc., sino que
usamos un sistema arquetípico de Casas iguales de 30 grados.
9
Este rasgo se comprenderá mejor cuando analicemos la Dinámica de
Piscis. Los 22 siglos en los que la humanidad circuló como conjunto
por esta Dinámica, hicieron que se enfatizara la reducción a pura
materia inerte, de todo lo que refiera al principio receptor/sostenedor.
10
La mitología griega llama a este tercer principio y su pulsión: Eros; y
Hesíodo lo hace tan originario como la Tierra (Gea) y el Cielo (Urano).
En nuestra tesis, asumimos esta intuición de Hesíodo.
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11
Disentimos con la habitual traducción de la expresión alemana ‘da-
sein’ (= existencia), como “ser-ahí” o “estar ahí”. Tal vez en alemán la
expresión sea significativa, pero nosotros pensamos que nuestro modo
de ser no es ser-ahí o estar-ahí, lo que nos dejaría fuera del mundo,
sino ser-aquí o estar-aquí, los que nos sitúa en aquel lugar donde
precisamente estamos –sea cual sea- y que siempre es algún punto de la
superficie terrestre. El “aquí”, además, lo tomamos en un sentido que
incluye el ahora.
12
Lllamamos forcluido a un significante que no ha sido olvidado o
reprimido sino que nunca se ha inscripto en el “mundo” del agente.
Está fuera de su ser-en-el-mundo.
13
“Promesa” es una palabra compuesta por la partícula “pro” que
significa “hacia adelante”, y un verbo latino que significa “enviar,
soltar, arrojar, lanzar”.
14
La palabra “compromiso”, contiene “promesa” (ver nota anterior)
más la partícula “com”, que significa “en conjunto”, “a la vez”,
“aunadamente”.
15
Otro modo de interpretar la reducción consistiría en que para el
agente, Dios pasa a ser un “rey/padre”, la corona de espinas es un
símbolo de esta reducción.
16
Es interesante comparar la situación de Gerardo, con la de quienes
están transitando el Circuito Chico de la Dinámica de Aries, quienes a
menudo postergan indefinidamente la posibilidad de independizarse.
Eso los mantiene en situaciones de dependencia que, vistas superfi-
cialmente, se parecen a las que suele sufrir quien transita la Dinámica
de Virgo. No obstante, la situación es muy diferente, ya que en la
Dinámica de Aries, el agente tiene generalmente gran libertad y poder,
a pesar de la formal dependencia en que se halla. No suelen ser
mandoneados como les ocurre a los que están en la Dinámica de Virgo.
En Aries hay tensa dependencia, pero no sometimiento; en cambio, en
Virgo encontramos ambas cosas.
17
Meditar sobre el significado del Circuito Chico de la Dinámica de
Acuario, como venimos viendo, aclara la confusión tan habitual en
nuestra época, de entender lo nuevo como joven cuando en realidad, lo
nuevo es madurar y envejecer. Lo viviente siempre es nuevo, porque
está en continua maduración y transformación. Lo conservador es, en
cambio, pretender seguir siendo jóvenes. La cirugía estética, cuando no
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