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14c. Davide Carnevali Si Mañana Tú y Yo Nos Perdiéramos El Uno Al Otro ESP
14c. Davide Carnevali Si Mañana Tú y Yo Nos Perdiéramos El Uno Al Otro ESP
de Davide Carnevali
(2010)
La Mujer coge al Hombre de la mano, como una madre coge de la mano a su hijo.
A sus pies, una sábana.
Detrás de ellos, una ventana se abre por el viento.
Al otro lado de la ventana cae un cuerpo.
La Mujer pone una mano sobre los ojos del Hombre.
Se oye el ruido de un avión.
Al otro lado de la ventana cae una hoja.
II. Terapia de grupo para afrontar el sentimiento de pérdida
HOMBRE Mi mayor pesar es el siguiente: una vez fui de vacaciones a una gran ciudad
llena de rascacielos y no tenía la cámara de fotos, o mejor dicho, la tenía pero se
había roto. Se había caído al suelo justo después de bajarme del avión. No
recuerdo casi nada de esas vacaciones. Es natural.
Silencio.
- la ausencia
- de espacio
- de tiempo
- la medida del preciso momento en que lo animado pierde el alma y adquiere otra,
la medida del preciso momento en que se vuelve imposible entender si el cuerpo
está vivo o no
- el paso
- del mundo real
- fuera del marco
- al mundo ideal
- en su interior
1
En castellano en el original (N. del T.)
- ¿qué permite medir la belleza de una fotografía?
Oscuro.
Dos cuerpos hacen el amor en un sótano y recrean el mundo en su totalidad.
Luz.
Uno de los dos cuerpos es el de la Mujer.
El otro está cubierto con una sábana.
X. Iconofília e interpretación de la imagen
Oscuro sobre una fotografía del Hombre. Luz sobre una fotografía de la Mujer.
Silencio.
Oscuro sobre una fotografía de la Mujer. Luz sobre una fotografía del Hombre.
Silencio.
Oscuro sobre una fotografía del Hombre. Luz sobre una fotografía de la Mujer.
Silencio.
Oscuro sobre una fotografía de la Mujer. Luz sobre una fotografía del Hombre.
Silencio.
Oscuro sobre una fotografía del Hombre. Luz sobre una fotografía de la Mujer.
Silencio.
Oscuro sobre una fotografía de la Mujer. Luz sobre una fotografía del Hombre.
Silencio.
Oscuro sobre una fotografía del Hombre. Luz sobre una fotografía de la Mujer.
Silencio.
Oscuro sobre una fotografía de la Mujer. Luz sobre una fotografía del Hombre.
Silencio.
Oscuro sobre una fotografía del Hombre. Luz sobre una fotografía de la Mujer.
Silencio.
Oscuro sobre una fotografía de la Mujer. Luz sobre una fotografía del Hombre.
Silencio.
Oscuro sobre una fotografía del Hombre. Luz sobre la fotografía de una cámara
de fotos.
Silencio.
Oscuro sobre la fotografía de una cámara de fotos. Luz sobre la fotografía de una
fotografía.
Silencio.
Oscuro sobre la fotografía de una fotografía. Luz sobre la fotografía de una hoja.
Silencio.
Oscuro sobre la fotografía de una hoja. Luz sobre la fotografía de un avión en
miniatura.
Silencio.
Oscuro sobre la fotografía de un avión en miniatura. Luz sobre la fotografía de
una lluvia de hojas.
Silencio.
Oscuro sobre la fotografía de una lluvia de hojas. Luz sobre la fotografía de una
ventana.
Silencio.
Oscuro sobre la fotografía de una ventana. Luz sobre una fotografía de la Mujer.
Silencio.
Oscuro sobre una fotografía de la Mujer. Luz sobre una fotografía del Hombre.
Silencio.
Oscuro sobre una fotografía del Hombre. Luz sobre una fotografía de la Mujer.
Silencio.
Oscuro sobre una fotografía de la Mujer. Luz sobre el Hombre.
Silencio.
Oscuro sobre una fotografía de el Hombre. Luz sobre la Mujer.
Silencio.
El Hombre y la Mujer están los dos iluminados, uno al lado del otro, pero alejados
entre sí.
El Hombre y la Mujer se acercan entre sí, cada vez más, cada vez con más fuerza.
Los dos cuerpos se atraen con una fuerza de intensidad directamente proporcional
al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia
que los separa. Dicha fuerza tiene una dirección paralela a la línea que une los
baricentros de los cuerpos deseados.
XIII. La limitación de la idea de política según Hanif Kureishi (3)
MUJER Dos cuerpos hacen el amor en un sótano. Si logras imaginar los dos cuerpos
uno encima del otro, uno dentro del otro, la forma en que se mueven, la forma
que toman, si logras imaginarlos, si logras hacer de la imaginación una ventana
al mundo, entonces has recreado el mundo en su totalidad.
HOMBRE Pero si en cambio los ves, si ves con tus propios ojos esos dos cuerpos, uno
encima del otro, uno dentro del otro, si miras deliberadamente esos dos cuerpos,
la forma en que se mueven, la forma que toman, si los ves, entonces el mundo
que has creado se encierra en el interior del marco limitado de una sola imagen.
HOMBRE ¿Qué permite medir la belleza de una imagen? ¿El tema que representa, o la
mirada de quien observa?
HOMBRE un hombre baja rápido los pisos de un edificio altísimo. El edificio está en
llamas, por lo que el hombre tiene que usar las escaleras. Corre por las escaleras,
un escalón tras otro, un piso tras otro, al otro lado de la ventana hace un día de
sol espléndido. El hombre baja rápido, ya no cuenta los escalones del edificio y
parece que no haya diferencia entre el punto por donde el hombre está pasando
en ese momento y el punto de donde había salido. La única cosa que lo
diferencia para el hombre es que un piso tras otro su paso se vuelve más lento,
lentísimo, porque le pesan las piernas, le pesa todo el cuerpo. Hasta que el
hombre se ve obligado a detenerse.
Sin embargo el hombre no se ha detenido porque esté cansado.
El hombre se ha detenido porque se han acabado las escaleras. Debajo de él hay
un precipicio que parece no terminarse nunca. Y esa será para él, hasta el final de
su vida, la imagen del fin del mundo.
El hombre da media vuelta, vuelve a subir los escalones uno a uno, lentamente,
sin prisa, porque el camino de regreso siempre es más corto que el trayecto
recorrido en la ida. Poco a poco vuelve a subir todos los escalones y llega al
rellano de donde había salido. Abre la ventana, porque ya cuesta respirar. Al otro
lado de la ventana hace un día de sol espléndido. Ahora en su bajada no pierde
fuerza, sino que gana velocidad.
HOMBRE un hombre baja rápido los pisos de un edificio en llamas. Cada vez más
rápido.