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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES

PROCESOS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA HISTORIA DE

MÉXICO II

PROFESOR: María del Carmen García Venegas

ENSAYO

La industria de la Radio y la Televisión y la política del Estado

mexicano (1920-1960)

Entrega:

Cruz Bonilla Cristopher Alexis


La industria de la radio y la televisión y la política del Estado mexicano (1920-1960)
es un tema de gran relevancia en el contexto histórico y comunicativo de México.
Durante este período, se vivieron transformaciones significativas en la relación entre
los medios de comunicación y el poder estatal. El surgimiento y la consolidación de
la radio y la televisión como medios de difusión masiva estuvieron estrechamente
vinculados a las políticas y estrategias del Estado mexicano.
La influencia de factores políticos, sociales y culturales en el desarrollo de la
radiodifusión y la televisión en México es un aspecto fundamental para comprender
la evolución de estos medios y su impacto en la sociedad. En este ensayo, se
abordará de manera académica la compleja interacción entre la industria de la radio
y la televisión y el entramado político del Estado mexicano, analizando sus
implicaciones en la configuración del espacio comunicativo y en la construcción de
la identidad nacional.
El primer capítulo de la obra “La industria de la Radio y la Televisión y la política del
Estado mexicano (1920-1960)” presenta los orígenes de la radiodifusión en México
y la política del Estado en los años 1920-1928. Durante este periodo, el gobierno
obregonista se caracterizó por el apoyo que otorgó a la radiodifusión nacional, sin
intervenciones del capital extranjero, creando una industria mixta (estatal y privada).
Este proyecto no prosperó debido al auge económico de la burguesía nacional.
En 1921, se fundó la primera estación de radio en México, XEB, que transmitía
desde la Ciudad de México. En 1923, se creó la Secretaría de Comunicaciones y
Obras Públicas, que se encargó de regular la radiodifusión en el país. Durante el
gobierno de Álvaro Obregón, se promovió la radiodifusión nacional, y se creó la
primera cadena de radio en México, la Cadena Mexicana de Radiodifusoras. En
1929, se fundó la XEW, que se convirtió en la estación de radio más importante de
México.
En 1930, se creó la Compañía Mexicana de Radiodifusión, que se encargó de la
producción de programas de radio. En 1931, se fundó la XEQK, que se convirtió en
la primera estación de radio en transmitir en frecuencia modulada (FM) en México.
En 1932, se fundó la XEQ, que se convirtió en la estación de radio más importante
de la Compañía Mexicana de Radiodifusión.
En 1938, se creó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que se encargó
de regular la radiodifusión y la televisión en el país. En 1950, se fundó la primera
estación de televisión en México, XHTV, que transmitía desde la Ciudad de México.
En 1952, se creó la Televisión Independiente de México, que se encargó de la
producción de programas de televisión.
1929 a 1934
La industria radiofónica en México experimentó cambios significativos en su
naturaleza comercial y relación con el Estado. La industria radiofónica nacional se
orientó hacia la obtención de elevadas ganancias, y el capital extranjero invirtió
abiertamente en esta industria. En este contexto, el Estado, principalmente a través
de la política de Miguel Alemán Valdés, únicamente vigiló que no se pusiera en
peligro la permanencia en el poder del grupo gobernante. La industria radiofónica
de México en esta época fue un reflejo de la creciente influencia de factores políticos
y económicos en la región.
La relación entre la industria radiofónica y el Estado mexicano durante este período
fue marcada por tensiones y conflictos. El Estado, al igual que en otros sectores,
buscaba mantener el control sobre la radiofónica y limitar la libertad de expresión.
Esto se evidencia en la unilateral difusión de la ideología oficial por parte del Estado,
lo que generó desconfianza y críticas en la prensa.
La industria radiofónica en México durante la época de 1929 a 1934 también estuvo
influenciada por factores sociales y culturales. La radio se convirtió en una
herramienta importante para la construcción de la identidad nacional y la promoción
de valores y normas culturales. La radiofónica de esta época reflejó la diversidad de
estilos y formatos, así como la creciente importancia de la música y los programas
de entretenimiento en la programación de las emisoras.
En resumen, la industria radiofónica en México entre 1929 y 1934 experimentó
cambios significativos en su naturaleza comercial y relación con el Estado. La
industria radiofónica fue influenciada por factores políticos, económicos, sociales y
culturales, y su evolución durante este período es un ejemplo de la interacción
compleja entre el Estado, la industria y la sociedad en la época.
Periodo cardenista (1934-1940)
La radiodifusión experimentó una transformación significativa bajo la visión del
presidente Lázaro Cárdenas. Se implementaron medidas con el objetivo de
establecer un vínculo directo entre el gobierno y la población a través de la radio,
buscando así utilizar este medio como una herramienta de comunicación masiva
para difundir los logros y programas gubernamentales. Esta estrategia se centró en
crear un acercamiento emocional entre el presidente y la ciudadanía, aprovechando
el poder de la radio como un medio de influencia y persuasión.
Una de las principales acciones llevadas a cabo durante el gobierno de Cárdenas
fue la limitación de la expresión política de los propietarios de los medios de
comunicación. Esta medida se interpretó como un intento de proteger la imagen del
gobierno y de controlar la narrativa mediática en favor de los intereses
gubernamentales. Se buscaba restringir las voces críticas o divergentes que
pudieran cuestionar las políticas implementadas, priorizando así una perspectiva
favorable al gobierno en los contenidos transmitidos por la radio.
La radiodifusión durante este periodo se convirtió en un instrumento clave para la
difusión de los programas y logros del gobierno cardenista, promoviendo la agenda
política y social de la administración. Esta estrategia comunicativa, centrada en el
presidente como figura central, sirvió para consolidar su imagen como líder
carismático y cercano al pueblo, fortaleciendo así su base de apoyo y legitimidad en
la opinión pública.
No obstante, estas medidas también generaron debates y controversias en torno a
la libertad de expresión y la pluralidad de opiniones en el ámbito de la radiodifusión.
La limitación de la expresión política de los dueños de medios planteó interrogantes
sobre la independencia de los medios y sus roles en la sociedad, generando
tensiones entre la necesidad de promover una comunicación cercana entre el
gobierno y la ciudadanía y el respeto a la diversidad de opiniones y libertad de
prensa.
1920-1960
El capítulo cuatro del libro “La industria de la Radio y la Televisión y la política del
Estado mexicano (1920-1960)” presenta el tema del nuevo bloque dominante y los
radiodifusores, periodo de 1940 a 1970. Durante este periodo, la fracción burguesa
dirigente de las organizaciones patronales estuvo muy vinculada a la burocracia
política. Muchos empresarios pasaron a ocupar cargos en la administración pública
y muchos miembros de la burocracia, aprovechando sus cargos, pasaron a formar
parte de la gran burguesía. El caso más conocido ha sido el del ex presidente Miguel
Alemán Valdés.
En este periodo, la radio y la televisión se convirtieron en medios de comunicación
masiva y de gran influencia en la sociedad mexicana. La radio se consolidó como
un medio de entretenimiento y de difusión de la cultura popular, mientras que la
televisión se convirtió en un medio de información y de propaganda política. La
televisión también se convirtió en un medio de entretenimiento y de difusión de la
cultura popular.
Durante este periodo, se crearon nuevas estaciones de radio y televisión en todo el
país. La televisión se expandió rápidamente y se convirtió en un medio de
comunicación masiva. La televisión también se convirtió en un medio de
propaganda política y de difusión de la cultura popular. La radio y la televisión se
convirtieron en medios de comunicación importantes para la difusión de la ideología
del Estado mexicano.
En conclusión, el periodo de 1940 a 1970 fue un periodo de gran importancia para
la radio y la televisión en México. La fracción burguesa dirigente de las
organizaciones patronales estuvo muy vinculada a la burocracia política, y muchos
empresarios pasaron a ocupar cargos en la administración pública. La radio y la
televisión se convirtieron en medios de comunicación masiva y de gran influencia
en la sociedad mexicana, y se crearon nuevas estaciones de radio y televisión en
todo el país.
1940-1950
Durante el decenio, se observó un notable surgimiento de empresas nacionales en
México dedicadas a la producción y fabricación de aparatos electrónicos y sus
componentes. Este período fue marcado por el impulso otorgado por el gobierno de
Miguel Alemán a través de la Ley de Fomento de Industrias de la Transformación,
la cual proporcionó exenciones fiscales a las empresas mexicanas que operaban
como filiales de corporaciones extranjeras como Philips y RCA-Victor.
La implementación de la Ley de Fomento de Industrias de la Transformación
incentivó el establecimiento y crecimiento de la industria electrónica en el país. Las
exenciones fiscales ofrecidas a las empresas nacionales asociadas a grandes
corporaciones extranjeras promovieron la expansión y el desarrollo de la fabricación
de equipos y componentes electrónicos en México. Este impulso fiscal contribuyó
significativamente al fortalecimiento del sector y fomentó la inversión en tecnología
y maquinaria para la producción nacional de dispositivos electrónicos.
El respaldo gubernamental a través de incentivos fiscales fue fundamental para
consolidar un entorno propicio para el desarrollo de la industria electrónica nacional.
El establecimiento de filiales de empresas extranjeras en territorio mexicano,
respaldadas por estas exenciones, permitió la transferencia de conocimientos
tecnológicos y la modernización de la infraestructura para la fabricación de
dispositivos electrónicos en el país.
La concesión de exenciones fiscales a las empresas nacionales vinculadas a
corporaciones extranjeras propició la consolidación de un mercado nacional de
aparatos electrónicos y sus componentes. Este período fue clave para el
crecimiento de la industria de la electrónica en México, sentando las bases para el
desarrollo posterior del sector y consolidando la participación de empresas
nacionales en la producción y fabricación de equipos electrónicos a nivel nacional.
Televisión en México
Desde sus inicios, la televisión en México se erigió como una empresa nacional, sin
otorgar concesiones a inversionistas extranjeros, principalmente debido a la
legislación vigente en cuanto a las comunicaciones eléctricas. Esta decisión
reflejaba la postura del gobierno mexicano de mantener el control nacional sobre
esta incipiente pero prometedora industria.
El interés y la iniciativa de los empresarios mexicanos desempeñaron un papel
crucial desde los albores de la televisión en el país. Desde el inicio, estos
empresarios buscaron asegurar su predominio económico en el mercado televisivo
nacional. Para ello, solicitaron a las autoridades gubernamentales la obtención de
la totalidad de las concesiones disponibles, buscando garantizar su consolidación y
su posición dominante en este emergente sector de la comunicación.
La legislación relativa a las comunicaciones eléctricas fue determinante en la
configuración de la televisión como una empresa de carácter nacional en México.
Esta normativa, que limitaba las concesiones a inversionistas extranjeros,
contribuyó a que la televisión en sus inicios se mantuviera bajo el control y la gestión
de empresarios mexicanos, preservando así un cierto grado de autonomía y
soberanía en el ámbito de las telecomunicaciones.
El interés temprano de los empresarios locales por obtener y consolidar
concesiones televisivas fue un factor crucial en la configuración de la industria
televisiva mexicana. Esta estrategia no solo aseguró un control económico y
empresarial sobre el incipiente mercado televisivo, sino que también sentó las bases
para el desarrollo de una televisión nacional, marcando así los primeros pasos en
la historia de la televisión en México.

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