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Historia de la radio en Jalisco

El impacto que genera una nueva tecnología en una sociedad puede alcanzar
magnitudes colosales o simplemente pasar de largo, a la espera de una verdadera
novedad. En México, la llegada de la radiodifusión coincidió con la época post
revolucionaria que traería consigo cambios en la estructura de gobierno enfocados en la
restauración económica y social del país. Por ello, surgieron interrogantes de ¿cómo se
debe la radio? ¿Para fines comerciales o gubernamentales-culturales?

La radiofonía se desarrolló en México en un contexto de expansión del sistema


capitalista. A raíz de la Primera Guerra Mundial, la necesidad de comunicaciones
inalámbricas con fines militares se hizo más evidente, por lo que se realizó la demanda
de equipos de radio transmisión y radio recepción. A pesar del modelo europeo para
fines estatales, se decidió imitar modelos estadounidenses a través de negociaciones con
Radio Corporation of America. (Aceves, 1989)

Durante el gobierno Plutarco Elías Calles se tuvo que regular el fenómeno


radiofónico, que día con día se volvió más grande, y que no convenía que se saliera de
control. Fue así que en 1926 se decretó en el Diario Oficial de la Nación la primera
“Ley de comunicaciones”, (Hernández, 2007) regulando la proliferación de estaciones
radiofónicas, y permitiendo, más adelante que cadenas extranjeras invirtieran en muchas
de ellas, en especial había dos que participaban activamente NBC y CBS. Con lo
anterior, los tentáculos del capitalismo buscaban afianzarse del naciente mercado
radiofónico mexicano, dando a luz a la radio comercial.

Pero no fue sino hasta 1937, que surgió una radio no comercial en México, con
la propia estación de la UNAM, cuyo contenido era más bien cultural y artístico. Ya que
precisamente estas estructuras adoptadas por la mayoría de las radiodifusoras las
convirtió en un negocio rentable y con una penetración proyectada a futuro que se veía
de manera positiva. (Hernández, 2007) La carrera sobre qué tipo de radio imperará en
México comenzaba de manera muy desfasada por el impulso a la inversión extranjera
de tecnología radiofónica norteamericana.

En sus inicios en México, la radio se pensó para fines culturales, es decir para
objeticos del gobierno. Antes de 1936 se conocía como radio gubernamental. Desde el
reglamento presentado por la Liga Mexicana Central de Radio en 1923 hasta la Ley de
Vías Generales de Comunicación por Lázaro Cárdenas. (Solís, 2015)En este sentido, en
1937 se buscó vincular Radio Universidad con la Universidad Nacional, planteándose la
pregunta: ¿es la radio un servicio público? … Tras numerosos debates se consideró
actividad de interés público, otorgando oportunidad al sector privado de apropiarse de la
radiofonía como negocio.

En Jalisco

La radiofonía llegó a la entidad en la década de los 20’s de forma experimental y


se consolidó a finales de los 30 con la perspectiva de esta tecnología como negocio. En
los terrenos del parque Agua Azul se encontró la primera estación inalámbrica del
Estado. En el curso de 1924 (fecha no precisada) se establece lo que podría llamarse la
primera emisora radiotelefónica en Guadalajara; su forjador fue Wender Cox y constaba
con un transmisor de 5 watts de potencia, instalada en el antiguo hotel de San Francisco,
en las Calles Prisciliano Sánchez y Colón. (Aceves, 1989)

Además, el contexto en el que se desarrolló la radio en Jalisco fuebajo


inestabilidad política, ya que los gobernadores se sucedían constantemente y si se toma
en cuenta la situación de la Cristiada, frenaron un tanto el desarrollo del medio en
distintos sectores de la sociedad tapatía.

Desde 1925 operaban 11 estaciones en el país: 7 en la capital y cuatro en la


provincia. Para 1928 operaban unas en Veracruz, Guadalajara, Tampico, Ciudad Juárez
y San Luis Potosí .La idea de una radiodifusora que trasmitiera permanentemente, data
de 1928, en Guadalajara transmitían en Onda Larga. (Aceves, 1989)

De los primeros dueños de señal radiofónica y que impulsaron este medio como
negocio fueron Arturo Payton y Enrique Ruíz Velasco, quienes compraron sus acciones
a Wender Cox, (un empresario experimental de la radio en Jalisco) y crearon una
sociedad colectiva llamada: W. M. Cox, Sucesores. Ubicando su estación en los altos
del Teatro Degollado, con una potencia de 100 Watts (Aceves, 1989) y transmitía dos
veces por semana de las 7 a las 9 de la noche. Esta actividad radiofónica fue meramente
experimental, a ciencia cierta aún no se definía qué tipo de programación y temática se
transmitirían.
En 1932 existían 42 estaciones en el país: 13 en el D.F; 16 en el norte; y las
restantes distribuidas en Jalisco, Michoacán, Veracruz y Puebla. (Aceves, 1989)

Dentro de los albores de la radiodifusión comercial destacan los inversionistas


Eladio Sauza, Ramón Aréstegui y Lauro Aréstegui, quienes en 1932 decidieron
constituir una sociedad mercantil con el objetivo de explotar la radiodifusión. La
estación que crearon recibió el nombre de Radio Fonográfica de Guadalajara S. A.,
cuya intención era explorar onda larga y onda corta. Estaba ubicada en la Colonia Sn.
Carlos, contando con 500 Watts. Se atisba un primer intento de comercialización al
contar con patrocinadores como Ericsson, General Electric, Casa Bayer, La Casa
Eléctrica, Tequila Sauza, Pigmantina. La programación que ofrecía fue la siguiente:
(Aceves; 2012)

12 a 13 horas de Cocktail

14 a 15hora comercial

18:30 a 20 ópera de payasos

21 a 21:30rúbricas musicales

21:30 a 22:30  boletín de las noticias

A partir del arribo de Lázaro Cárdenas a la presidencia busca explotar la


radiodifusión para estrechar los lazos entre el pueblo y el gobierno. El 1º de enero de
1935 encadena todas las estaciones del país para transmitir un mensaje presidencial.
(Aceves, 1989) En este periodo también se consolida la participación de empresarios en
la explotación de radiofonía. Y se funda la Asociación Mexicana de Estaciones
Radiodifusoras Comerciales (AMERC).

En 1936 Radio fonográfica de Guadalajara S.A. puso en funcionamiento la


XEDQ que transmitía por la banda de 49 metros. A principios de 1937 operaba también
la xecu de la Unión Nacional de Industria y Comercio que difundía en la frecuencia de
los 6075 kilociclos. En el mes de mayo de ese año iniciaba transmisiones la XEBW
perteneciente a la Cámara de Propietarios (Mota, 1985) y finalmente el 31 de julio
efectuaba sus transmisiones de prueba la estación denominada "Radiodifusora del
Pueblo", perteneciente al comité estatal del Partido Nacional Revolucionario. No
obstante su existencia fue corta ya que se enfrentaban a la problemática del
financiamiento, teniendo en cuenta que no se trataba de una estación comercial.

A finales de noviembre de 1938 inició sus transmisiones de prueba XELW


"Radio Occidental", concesionada a Salvador "Papy" Galindo que difundía en la
frecuencia de los 1340 kilociclos. En agosto de 1939, transmitiendo por la frecuencia de
los 1230 kilociclos, comenzó sus trabajos la xehk "Radioemisora de Guadalajara",
propiedad de la sociedad formada por Salvador Núñez y Carmen Villaseñor (Aceves,
2012)

La radio fue perfilándose según los intereses de cada gobernador. Por ejemplo El
gobernador González Gallo dio impulso a la inversión privada, así como al servicio de
radio educación. Por su parte Agustín Yáñez, a pesar de haber sido director de Radio
UNAM, no vio en la radio un instrumento educativo que apoyara su política de
alfabetización. (Solis, 2015)

La respuesta de la sociedad tapatía en general fue de entusiasmo ante este medio.


Aunque hubo posturas conservadoras que consideraban corrosiva la radio, pues
opinaban que corrompía a las nuevas generaciones a través de la transmisión de
programas cuyo lenguaje era irreverente, la música de pésima calidad, grabada y
promocionando ritmos cubanos. (Aceves, 2012) Sin embargo, no se pudo frenar la
diversificación y masificación de este medio, era evidente que la partida había sido
ganada por la radio comercial.

E Jalisco, la existencia de radiodifusoras culturales escasea. Esto se debe a que el


uso comercial tuvo más peso para el gobierno. Además, la implementación de leyes que
regularan la formación de monopolios fue mucho después, de manera que, los dueños
de las radiodifusoras vieron crecer sus acciones en función de la comercialización. Poco
a poco, se fue creando un público receptor de productos fabricados con la intención de
crear dependencia en el público.

La radio cultural se define como aquella que no se quiere en la radio comercial,


pues los fines educativos, culturales, científicos y lúdicos forman parte de un proceso
que aún e la actualidad no se termina y que con la implementación de las nuevas
tecnologías, se generan mayores interrogantes sobre cómo destacar la radio en algo más
allá que lo comercial

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