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En biología evolutiva, la teoría del equilibrio puntuado, también denominado

equilibrio interrumpido, es una teoría que propone que una vez que una especie
aparece en el registro fósil, la población se estabiliza, mostrando pocos cambios
evolutivos durante la mayor parte de su historia geológica. Este estado de
cambio morfológico mínimo o nulo se llama estasis. Según la teoría, los cambios
evolutivos significativos son eventos raros y geológicamente rápidos de
especiación ramificada llamados cladogénesis. La cladogénesis es el proceso por
el cual una especie se divide en dos especies distintas, en lugar de transformarse
gradualmente en otra.

El equilibrio puntuado se contrasta comúnmente con el gradualismo filético, la


idea de que la evolución ocurre generalmente de manera uniforme y por la
transformación constante y gradual de linajes completos (llamada anagénesis).
Desde este punto de vista, la evolución se considera generalmente gradual y
continua.

En 1972, los paleontólogos Niles Eldredge y Stephen Jay Gould desarrollaron


esta teoría en un histórico artículo titulado «Punctuated equilibria: an
alternative to phyletic gradualism» («Equilibrios puntuados: una alternativa al
gradualismo filético»). El artículo se basó en el modelo de especiación
geográfica de Ernst Mayr, las teorías de la homeostasis genética y del desarrollo
de Michael Lerner, y su propia investigación empírica. Eldredge y Gould
propusieron que el grado de gradualismo comúnmente atribuido a Charles
Darwin es prácticamente inexistente en el registro fósil, y que la estasis domina
la historia de la mayoría de las especies fósiles. La hipótesis del pulso de cambio
de Elisabeth Vrba apoya la teoría de Eldredge y Gould.
El equilibrio puntuado se originó como una consecuencia lógica del concepto de
Ernst Mayr de las revoluciones genéticas por la especiación alopátrica y
especialmente peripatrica aplicada al registro fósil. Aunque Mayr propuso e
identificó la aparición repentina de especies y su relación con la especiación en
1954, 12 historiadores de la ciencia generalmente reconocen el artículo de 1972
de Eldredge y Gould como la base del nuevo programa de investigación
paleobiológica. El equilibrio puntuado difiere de las ideas de Mayr
principalmente en que Eldredge y Gould pusieron un énfasis considerablemente
mayor en la estasis, mientras que Mayr se preocupó por explicar la
discontinuidad morfológica (o "saltos repentinos") encontrada en el registro
fósil. Mayr más tarde felicitó el artículo de Eldredge y Gould, afirmando que la
estasis evolutiva había sido "inesperada para la mayoría de los biólogos
evolutivos" y que el equilibrio puntuado "tuvo un gran impacto en la
paleontología y la biología evolutiva".

Para esta organización es importante disminuir la pobreza, el hambre mundial y


aplicar medidas para controlar la sobrepoblación. Esto ha sido planteado como
solución en el objetivo número 18 en esta agenda 2030.
Para el año 2015, las Naciones Unidas propusieron y establecieron 17 objetivos
en la Agenda 2030. Varios países quedaron comprometidos en dar
cumplimiento a los mismos, aunque no cabe duda del compromiso para frenar
el cambio climático, muchos opinan, que falta uno que resulta de gran
relevancia para poder dar cumplimiento a la gran mayoría de estos objetivos
establecidos. Para Suecia el crecimiento de la población es un problema, y es un
asunto que no aparece reflejado en los titulares de la prensa mundial con
importancia. Este argumento en realidad resulta contradictorio, ya que los
medios de comunicación y periodistas nos bombardean con información
constante sobre las consecuencias que trae una sobrepoblación durante el
actual caos climático y los daños que podría traer a largo plazo.
Expertos aseguran que desde el año 1960 al año 2000, la población creció de 3
mil millones a 6 mil millones de personas, originando más contaminación de
lagos, ríos, mares, aglomeración de personas en zonas urbanas, mayor
requerimiento de agua dulce y de tierras agrícolas; causando un desequilibrio
en los ecosistemas. Millones de personas han muerto por hambre en los últimos
40 años, aún con los avances tecnológicos alcanzados. Incluso en los países
desarrollados, el abrupto crecimiento de la población trajo como resultado
pobreza, riesgo de mortandad por enfermedades causadas por sequías,
contaminación o inundaciones. La sociedad sueca como parte de los países
involucrados en el cumplimiento de la agenda 2030, estima que existe una
población de 7.6 millones de personas en el planeta. El cálculo de la ONU para el
año 2.100 es un aumento de 11 mil millones de personas. Con todo lo leído, un
aumento en esta proporción debería ser alarmante ya que acarrearía mayor
contaminación, se necesitaría multiplicar la producción alimentaria, podría
incrementar la pobreza y la desigualdad... pero ¿Es totalmente cierto?
Para los expertos y encargados de formular políticas del crecimiento de la
población mundial, esto es un hecho inminente, y muchas de las personas
comunes están conscientes de ello y de los riesgos que esta situación puede
causar. 82% de científicos estadunidenses entrevistados por Pew Research
Center en el año 2014, informaron que la sobrepoblación era un problema de
gran importancia, porque no habrá suficientes recursos y alimentación para
resolver sus necesidades.
Desde hace mucho tiempo la Élite mundial ha comenzado una ruta
para reducir la población mundial de una manera dramática,
aplicando planes que funcionarían a corto, mediano y largo plazo. Una
de estas estrategias es la «desindustrialización», acabar con las zonas
industriales del planeta para que no podamos subsistir. Como ejemplo
podemos mencionar a la ciudad de Detroit; una ciudad que era el
pulmón industrial de los Estados Unidos y que poco a poco ha sido
reducido a un fantasma de lo que fue. La gran mayoría de las personas
que vivían en Detroit tuvieron que abandonar la ciudad y los que
quedaron vieron su calidad de vida reducirse más de la mitad,
aumentando los índices de desempleo, criminalidad y, obviamente,
mortalidad. Ese escenario, a gran escala, es bastante posible para la
élite.

El control de la población es un tema controvertido que ha generado


debates en varios círculos. Por un lado, los defensores argumentan
que el control de la población puede ayudar a abordar problemas
como la pobreza, el hambre y el cambio climático.
El equilibrio puntuado es un modelo importante sobre cómo
se produce el cambio evolutivo, pero a menudo se ha
malinterpretado. Sugiere que la teoría de la evolución por
selección natural de Darwin está equivocada y que la
conclusión fundamental de la teoría evolutiva, que la vida es
antigua y los organismos comparten un antepasado común,
ya no se sostiene. El equilibrio puntuado predice que una
gran parte del cambio evolutivo tiene lugar en periodos
breves unidos a episodios de especiación.

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