Tercer escrito: cátedra Kaufman. Leandro Fontana Ortiz.

“El Sujeto y el Poder” de Michael Foucault

Me resulta muy interesante el abordaje que realiza Foucault sobre “El Poder”, donde su objeto de
análisis son las relaciones de poder y no el poder en sí mismo. De hecho, el autor dice que “el poder,
en una forma concentrada o difusa, no existe. El poder existe solamente cuando se pone en acción”.
Es decir, en una relación con un otro. Además, propone estudiarlas desde su resistencia o su
antagonismo, y no desde su racionalidad interna.

Michael Foucault analiza el surgimiento de nuevas relaciones de poder con el desarrollo del Estado
Moderno, a partir del SXVI. El autor dice que el Estado combina técnicas de individualización y
procedimientos de totalización, a partir del uso de técnicas de lo que llama “poder pastoral”. En ese
análisis desde la resistencia, Foucault describe los tipos de lucha que buscan atacar no una
institución o clase particular, sino una forma de poder, que categoriza al individuo, le asigna su
identidad y le impone una ley de verdad: “Es una forma de poder que hace sujetos individuales”.

Leyendo el buen trabajo de la compañera Melany Argañaraz, ella se pregunta por los rotulamientos y
etiquetas impuestos por la institución educativa. Ella considera válido reclamar una transformación
de la forma educativa y cuestionar la forma en la que el poder circula y funciona. Con respecto a
esto le preguntaría ¿Actualmente no lo hacemos?

Considero que Foucault cuando analiza que “debemos liberar a las instituciones y al individuo del
Estado” piensa en un Estado represivo, autoritario, disciplinador, donde los individuos no cumplen rol
alguno, como es el derecho al voto. Creo que ese Estado que describe Foucault entra en conflicto
con la figura del “Estado de Bienestar” que revindica la alfabetización, la seguridad social, los
sindicatos, los derechos laborales y la salud y educación pública.

Ahora bien, no cabe duda de que el Estado-Nación se desarrolló bajo una estructura disciplinadora,
homogeneizadora y de supresión de diferencias culturales. Es más, esas características siguen
presentes en mayor o menor medida hasta el día de hoy. Sin embargo, me parece que pensar el
texto al estado de situación de hoy se puede confundir con una perspectiva neoliberal.