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La comunicación en la institución educativa

Toda institución está compuesta por personas que – inexorablemente - se comunican entre sí;
por lo tanto, no es posible pensar en una organización/institución como tal sin una dinámica
comunicacional adecuada, efectiva y ágil.
Una buena comunicación facilita el logro de los objetivos y metas establecidas, su adaptación
a los cambios satisface las propias necesidades y la de los participantes, coordina y controla las
actividades y fomenta una buena motivación, compromiso, responsabilidad, implicación y
participación de sus integrantes y un buen clima integrador de trabajo.
El objetivo de toda comunicación consiste siempre en que el receptor comprenda el mensaje
transmitido, sin interpretaciones inadecuadas y sin agregar nada acerca de sus propias
expectativas. En las instituciones educativas, esta comunicación adquiere características
especiales, si se tiene en cuenta el carácter complejo de los diferentes actores que intervienen en
su funcionamiento.

Específicamente, la comunicación institucional puede definirse como el tipo de comunicación


realizada de modo organizado por una institución o sus representantes, y dirigida a las personas y
grupos del entorno social en el que desarrolla su actividad.
Las instituciones educativas tienen la necesidad de comunicarse con su entorno de manera
integrada, con mensajes coherentes y temas significativos tanto internamente como hacia el
exterior con los que desea tener afinidad. Por lo tanto, la comunicación resulta esencial en la
gestión de cualquier institución. Su función es orientar los tipos de comunicación y alinearlos con
los objetivos, estrategias y cultura de la misma.
Toda manifestación comunicativa de la institución transmite la identidad institucional.
No puede separarse la identidad de una institución, sus valores, del modo de comunicar. Ésta
debe estar en armonía con el contenido, con el modo y con la finalidad de su comunicación.

En toda institución existen relaciones comunicativas tanto dentro como fuera de ellas.
Podemos hablar entonces de una Comunicación Interna (la que se da en el universo mismo de la
organización con sus empleados) y una Comunicación Externa (la que se da en el universo de la
sociedad, de la organización hacia el público en general.

El flujo de la comunicación

En toda institución y/u organización laboral, la comunicación fluye en su interior en varias


direcciones: de manera descendente, ascendente y transversal.

Comunicación Descendente
La comunicación descendente fluye desde las personas que ocupan un alto nivel jerárquico
dentro de la organización hacia las personas que ocupan un nivel inferior dentro de la empresa,
limitándose a seguir la organización jerárquica.
Comunicación Ascendente
Contrario a la transmisión de mensajes de forma descendente, la comunicación tipo
ascendente viaja desde los subordinados hasta los superiores y continúa subiendo hasta alcanzar
los niveles más altos de la jerarquía.

Comunicación Transversal u Horizontal


La comunicación transversal incluye un flujo horizontal del intercambio de la información, este
proceso se produce entre las personas que ocupan un nivel jerárquico igual o similar.

Paralelamente a estos flujos comunicacionales, coexisten dos sistemas de información visibles


en toda institución:
1. FORMAL: es el sistema establecido por la propia escuela, de acuerdo a su
organigrama de trabajo, la determinación de las responsabilidades de cada uno de los actores.

2. INFORMAL: es el sistema que surge de manera espontánea por las afinidades de


trabajo. Las responsabilidades individuales, los liderazgos dentro de los grupos, la circulación de
la información a través de canales alternativos (redes sociales, whatsapp, etc.), constituyen los
aspectos de este sistema de comunicación, que coexiste con el anterior, y que tiene al menos la
misma importancia de éste. Es por ello que se hace necesario atender a sus características y
exigencias, de modo de aprovechar sus posibilidades y evitar consecuencias negativas para la
institución. Este sistema de comunicación es espontáneo y flexible.

Barreras de la comunicación institucional

La complejidad de la comunicación en las instituciones está dada por la simultaneidad y


multiplicidad de barreras que existen tanto en las relaciones entre las personas que conforman la
institución como las que la dinámica institucional impone en los procesos comunicativos.
Las barreras interpersonales las presentamos en el material de lectura “La comunicación”, y a
ellas hay que sumarles las que el propio establecimiento educativo y toda organización laboral
presenta, denominadas barreras administrativas: éstas son aquellas que se originan,
principalmente, por la mala planeación y deficiente operación de los canales.
Las barreras más frecuentes que aparecen en las instituciones son:

1. Deformación o distorsión: consiste en la involuntaria disparidad de apreciación de un mismo


hecho de parte de los diferentes niveles jerárquicos. Puede producirse por alguna de las
siguientes razones:
o Diferentes marcos de referencia en función de cada uno de los niveles de decisión.
o Cuestiones semánticas, en función de los diversos criterios de trabajo en cada uno de los
niveles de decisión.
o Estados emocionales condicionantes, en función de situaciones de trabajo específicas.
o Falta de adecuación de los registros de lengua.
2. Filtración: consiste en la voluntaria manipulación de los hechos, muchas veces con la
intención de favorecer al emisor. Esta situación se produce sobre todo cuando una persona que
trabaja en un nivel jerárquico inferior debe referirse o comunicar fallas o deficiencias en el trabajo
respecto de un superior.
3. Sobrecarga o saturación: se produce cuando el conjunto de la información necesaria
comunicada por el emisor excede las posibilidades de absorción del receptor.
4. Exclusión u omisión: consiste en la supresión lisa y llana, voluntaria o involuntaria, de la
comunicación de información necesaria para el trabajo entre los distintos niveles de la institución.
5. Exceso o redundancia: se trata de la reiteración, voluntaria o involuntaria, de información
transmitida con anterioridad, o de la transmisión de información no pertinente entre los distintos
actores.

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