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Reseña histórica de La Azulita

Para conocer su fundación, se debe tomar en consideración al Padre Moreno,


quien en sus escritos e investigaciones (2018) señaló que: “la Diputación Provisional
de Mérida en su Decreto del 28 de marzo de 1853 considerando que es de gran
importancia la fundación de un pueblo en la Hoya del Molinillos, no solo para
fomentar la nueva vía que se abre hacia Arenales sino para utilizar en provecho de
la Nación los terrenos ejidos”.

Con ese señalamiento, para aquel entonces, gobernantes y empresarios


entendieron la importancia de escoger un lugar cuyas tierras prometieran fertilidad,
buen clima y vegetación exuberante, esto motivó la primera llegada de habitantes a
la región, provenientes de Jají, Ejido, Lagunillas y de la ciudad de Mérida.

Por tanto, se atribuye que el 22 de febrero de 1.865 es su fecha de aniversario,


cuyo nombre (La Azulita) se debe a las montañas azules que descansan en la tierra
llana del sur del Lago de Maracaibo. A 70 kilómetros de la ciudad de Mérida, por
vías sembradas de bellezas naturales, en las que se llega en tres horas a este
hermoso lugar.

En 1.865 es elevado a municipio con el nombre de Tomás Zerpa, ilustre


sacerdote merideño. A los cien años de su fundación se crea el distrito Andrés Bello
con varios municipios en las tierras llanas de su jurisdicción, con los nombres de
Fray Juan Ramos De Lora, Capital Santa Elena de Arenales ( Caño Zancudo), Dr.
Caracciolo Parra y Olmedo, Capital Tucaní y Dr. Eloy Paredes, Capital Guayabo.

Actualmente la región es conocida por ser productora de caña de azúcar,


cambur, mora, tomate, entre otros, pese a que anteriormente era una zona única
cafetalera, siendo conocido como el primer municipio del Estado Mérida en ser
productor de café. La Azulita está enriquecida por poseer todos los climas y
temperaturas adecuadas a sus diferentes cultivos, además, también funcionan para
la cría de animales domésticos, debido a que se encuentra a 1.135 metros de altura
sobre el nivel del mar.

Aunado a ello, también se le reconoce como una zona de alta ganadería,


fábricas de bocadillos de guayaba y de pulpas de frutas, así como también
diferentes comercios de víveres, confitería, pastelerías, entre muchas otras ofertas
que impulsan su reconocimiento y economía.

La Azulita se admira y recuerda por su templo en el ámbito religioso y turístico,


siendo conocida esta región como “la cuna de la vida monástica venezolana”. El
Pbro. Deogracias Corredor Rojas, le dedicó su vida y a él se le debe la magna obra
arquitectónica de la Iglesia y el templo parroquial. Antes siendo evangelizado por el
Pbro. Luis María Gil Chipia, quien en sus tiempos se mencionan los primeros
intentos por construir el templo parroquial, terrenos que fueron donados por los
hermanos Atilio, Marcos y Maximiliano Uzcátegui, descendientes directos de los
fundadores, los hermanos Nepomuceno y Francisco Uzcategui.

La Azulita es una región privilegiada con exuberantes paisajes, compuestos por


entornos de montañas, cascadas, cuevas, miradores, su templo, cultura, tradiciones
y bendecida por su fertilidad para labrar las tierras. Es una zona de turismo que se
distingue por establecer una conexión natural y espiritual, al mantener su armonía
entre cada atracción turística, que hacen destacar a esta región para establecerse
como un recuerdo positivo entre cada persona que decide aventurarse en sus
caminos.

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