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Las aguas continentales son fundamentalmente los ríos, lagos, lagunas, acuíferos y
humedales, en su mayoría de agua dulce. La ciencia que estudia las aguas continentales es la
Hidrografía.
La diversidad hídrica, es un elemento esencial para todos los ecosistemas naturales y para
un gran número de actividades humanas.
Las aguas de lluvia y nieve desaguan a través de unos colectores naturales llamados
ríos. El curso fluvial, es el recorrido de un río desde su nacimiento en la cabecera (las
montañas), hasta su desembocadura en otro río mayor o en el mar. En su recorrido suelen
recoger las aguas de escorrentía o de otros ríos (afluentes).
El cauce es el espacio por donde circula un río.
El estiaje es el caudal mínimo que alcanza un río en una época del año (debido a la
falta de precipitaciones).
Por el contrario la época de crecida de un río corresponde a su máximo de caudal
(época de lluvias o deshielo).
a) El Caudal:
Es la Cantidad de agua que pasa en un segundo en un tramo concreto del río, se mide
en m³/seg.
El tramo con mayor caudal del río suele ser la desembocadura. Los ríos más caudalosos
de España son el Ebro, Tajo y Duero.
El caudal no suele ser regular todo el año: puede presentar crecidas o estiajes.
Los ríos más regulares son los de la vertiente cantábrica y los más irregulares los de la
Mediterránea.
b) El régimen fluvial:
Se calcula en función de la variación del volumen del caudal del río de una estación del
año a otra. Estas variaciones de caudal se deben al relieve, al clima, al tipo de vegetación y al
tipo de suelo (si filtra más o menos el agua).El régimen fluvial puede ser de varios tipos:
b.1.-Ríos con régimen nival: Nacen en alta montaña (nevadas), por tanto su
máximo caudal (crecida) es a finales de primavera e inicios del verana (cuando
se produce el deshielo), mientras que el período de estiaje (mínimo caudal) es
en invierno, donde las aguas quedan retenidas en forma de nieve.
b.2.-Ríos con régimen pluvial: Son la mayoría de los ríos españoles. El caudal
depende sólo de las precipitaciones, de manera que el estiaje es frecuente en
verano, y el incremento de caudal en primavera y otoño (estaciones húmedas).
b.3.-Ríos con régimen mixto: Combinan las características de los dos
anteriores:
- En el nivo-pluvial, predominan las nieves en el aporte hídrico (con máximos
en mayo debido al deshielo), aunque también son importantes las lluvias en
octubre en el aumento del caudal del río.
- En el régimen pluvio-nival, la mayor aportación de caudal proviene de las
lluvias primaverales con ayudas de la fusión de la nieve.
Son territorios formados por un río principal y sus afluentes. Las cuencas
hidrográficas están separadas por una divisoria de aguas (unidades de relieve). Así por
ejemplo, el Sistema Central separa la cuenca hidrográfica del Duero de la del Tajo.
Dentro de la cuenca, los ríos trazan su propio cauce, formando una red jerarquizada
(río principal-ríos afluentes y ríos subafluentes).
Las cuencas hidrográficas españolas son: Miño, Norte, Duero, Tajo, Guadiana,
Guadalquivir, Sur, Segura, Júcar, Ebro y cuencas interiores de Cataluña.
Los ríos de la vertiente atlántica: Como el Tajo, Duero o Guadalquivir, son ríos largos
(nacen en montañas cercanas al Mediterráneo y desembocan en el océano Atlántico)
favorecidos por la inclinación hacia el oeste (Atlántico) de la Meseta.
Tienen poco poder de erosión al ser ríos bastante llanos. Su caudal es abundante pero
irregular (estiaje en verano) y suele sufrir crecidas en la época de más lluvias (otoño y
primavera.).
Los ríos de la vertiente Mediterránea: Como el Turia, Júcar o Segura, son ríos cortos
(nacen en montañas cercanas a la costa mediterránea, pertenecientes al Sistema Ibérico y al
Bético), a excepción del río Ebro, que es un río largo y el más caudaloso de España.
Salvo el río Ebro, el caudal de estos ríos es escaso (debido a las escasas precipitaciones)
y de régimen irregular: fuerte estiaje en verano y crecidas en otoño (asociadas a lluvias
torrenciales que puede provocar inundaciones). Son frecuentes los torrentes (cauces de ríos
que sólo llevan agua cuando llueve) y ramblas (cauces de ríos secos durante años).
Los lagos son acumulaciones de agua dulce o salobre, acumuladas en zonas deprimidas
y que pueden alcanzar cierta profundidad. En España tienen poca importancia como recurso
hídrico debido a sus escasas dimensiones y a su carácter en muchos casos estacional.
En función de su origen los lagos pueden ser:
- Lagos endógenos: originados por las fuerzas interiores de la tierra. Pueden ser
tectónicos o de origen volcánico (sobre cráteres apagados de antiguos volcanes).
- Lagos exógenos: originados por el hielo, agua o viento. Hay varios tipos:
o Lagos de origen glaciar (zonas de alta montaña).
o Lagos de origen cárstico (por disolución de la piedra caliza).
o Lagos litorales o albuferas: lagos salados separados del mar por un cordón de
arena (como la Albufera de Valencia).
o Lagos endorreicos: son los más extendidos en la península y son debido a la
acumulación de agua en zonas deprimidas de zonas áridas o semiáridas,
suelen evaporarse o reducirse bastante.
Son infraestructuras para regular los recursos hídricos y mejorar la calidad de las
aguas, entre las que destacan las siguientes:
c) Trasvases.
Construidos para la distribución de agua desde cuencas excedentarias a cuencas
deficitarias y que en ocasiones originan los “conflictos por el agua” entre Comunidades
Autónomas, como el trasvase Tajo-Segura (entre Castilla-La Mancha y la Comunidad
Valenciana). En la actualidad funcionan un total de 38 trasvases en toda España.
c) Acuíferos.
La construcción de pozos y galerías permite el aprovechamiento de las aguas
subterráneas. Son muy utilizados en el sur, zona mediterránea y las islas. El mayor problema
es la sobreutilización de los mismos que puede provocar su agotamiento.
d) Desaladoras.
Tratan el agua salada del mar para convertirla en agua potable. España ocupa el
primer puesto en la Unión Europea. Se utilizan sobre todo en la zona mediterránea y las islas.
Los mayores problemas que presentan son el elevado consumo de energía que
necesitan y los problemas de contaminación derivados de la eliminación de la salmuera para
hacer el agua potable.
e) Plantas potabilizadoras:
Depuran el agua antes de ser consumida.
f) Depuradoras de agua:
Depuran las aguas residuales de industrias y ciudades.
Por política hidráulica, entendemos todas aquellas medidas y leyes llevadas a cabo
fundamentalmente por el Gobierno Central y las Comunidades Autónomas con el objetivo de
regular y gestionar los recursos hídricos.
La regulación se realiza a través de la Ley de Aguas (1985), donde se establece que la
aguas (superficiales y subterráneas) son de dominio público estatal y cede las competencias en
la gestión del agua a las Confederaciones Hidrográficas.
La gestión se realiza a través de varios Planes Hidrológicos:
- Los Planes hidrológicos de Cuenca. Determinan las necesidades hídricas y de obras en
cada cuenca hidrográfica.
- El Plan Hidrológico Nacional (2001): Coordina los distintos planes hidrológicos, con el
objetivo de:
o Lograr el autoabastecimiento hídrico de cada cuenca, mediante obras
hidráulicas (como los trasvases de agua entre ríos), reparación de
canalizaciones o política de desaladoras (esta última sobre todo en el litoral
mediterráneo).
o Mejorar la calidad de las aguas: construyendo por ejemplo depuradoras.
o Prevenir inundaciones y sequías (acondicionando cauces y reforestando
riberas de ríos) y promover innovaciones tecnológicas a tal fin.
Los principales ríos que abastecen a la Comunidad Valenciana son el Júcar, Turia,
Segura y Mijares. El abastecimiento de agua subterránea tiene poca importancia.
Los recursos hídricos son escasos, mientras la demanda crece continuamente por su
intensa utilización en todas las actividades productivas (regadío agrario y usos urbanos,
industriales y turísticos).
Hay que tener en cuenta que los ríos de la vertiente mediterránea son poco
caudalosos e irregulares, sobre todo en la provincia de Alicante, hasta el punto que la huerta
el sur de la provincia de Alicante depende de las aportaciones hídricas del trasvase Tajo-
Segura.
Teniendo en cuenta estos factores, los paisajes vegetales en España se clasifican en cinco
grandes grupos: paisajes vegetales de clima oceánico, mediterráneo, paisajes vegetales de
ribera (ríos), de montaña y paisajes vegetales propios de las Islas Canarias.
El haya.
Es un tipo de árbol que necesita humedad y no tolera temperaturas extremas. Su
madera, de calidad, es apreciada en la industria del mueble.
Se localiza en cotas altas de la Cordillera Cantábrica y el Pirineo Navarro
El roble.
Es un tipo de árbol que necesita menos humedad que el haya, pero que no soporta los
veranos calurosos. Su madera es resistente, utilizada en la industria del mueble, toneles,
traviesas ferroviarias y para la fabricación de barcos (de gran tradición en Galicia y en el
Cantábrico). En el siglo XX, la sobreexplotación del roble hizo disminuir su superficie, por lo
que hubo que repoblar.
Se localiza en cotas más bajas de la Cordillera Cantábrica y Galicia.
El castaño.
Se aprovecha su fruta y madera. Ha ganado terreno respecto al roble.
Roble Haya
Otros tipos de árboles presentes son el avellano, tilo y el olmo, a los que hay que añadir
especies foráneas repobladas por la acción del hombre: eucaliptos y pino.
En las zonas correspondientes al clima oceánico de transición (al sur de la anterior), los
árboles son menos altos y mantienen sus hojas hasta el nacimiento del nuevo brote, como el
rebollo o el quejigo
La Landa.
Es un tipo de matorral poco denso y de poca altura, que aparece como degradación del
bosque caducifolio. Aparece a partir de los 1600-2000 m. de altitud, allí donde el frío o la
sequedad dificultan el crecimiento del bosque atlántico.
Se utiliza para abono y cama de animales. Sus especies más características son: el
brezo, la retama, y el tojo
El prado.
Es un tipo de vegetación herbácea, y al igual que la anterior, fruto de la degradación
del bosque caducifolio.
Suele ocupar grandes extensiones de terreno en los paisajes oceánicos y se utiliza para
el aprovechamiento ganadero (ganado vacuno principalmente).
La encina.
Es el árbol más extendido por la península, y junto al alcornoque, forma el bosque
típico mediterráneo. Su fruto, la bellota, sirve para alimentar al ganado.
Es un árbol resistente a la sequía y se adapta a todo tipo de suelos. Los bosques de
encinas mejor conservados les encontramos en Sierra Morena, Extremadura y la Sierra de
Guadarrama.
El alcornoque.
Necesita temperaturas suaves, cierta humedad y suelos silíceos. Se utiliza en la
construcción de toneles, barcos y obtención de corcho.
Se localiza en el Suroeste peninsular y Noreste de Cataluña sobre todo.
El pino.
Es el tipo de árbol que mejor se adapta a climas más extremos y a todo tipo de suelos.
Tiene un aprovechamiento en la preparación de resinas, en la construcción y fabricación de
muebles.
Es el tipo de vegetación que se dispone en franjas paralelas a los ríos. Así pues
necesitan bastante humedad.
El tipo de vegetación difiere según la zona climática (más frondosa en zonas climáticas
de mayor humedad). Los árboles más característicos son: el chopo, olmo (menos exigentes a la
humedad) y el alisio o el sauce (cuyas raíces necesitan estar en el agua)
En la montaña del Sistema Central los niveles serían los siguientes: Bosque de ribera,
encina, roble, pino y en la cima la landa y el prado de montaña.
Las islas Canarias presentan unas características peculiares debido a su carácter insular
y su localización cerca de África.
Existen plantas endémicas (propias y exclusivas de Canarias) y reliquias (formaciones
vegetales características de épocas geológicas pasadas).
La vegetación arbórea propia del clima está constituida por la encina carrasca, la
sabina y el quejigo. Estas especies han sufrido una fuerte degradación debido a los incendios
forestales y a las roturaciones agrarias, por lo que actualmente quedan relegadas a las zonas
montañosas. En su lugar se han extendido los pinos, más resistentes a la aridez, y los
matorrales (que también aparecen en las zonas más secas del Sureste).
Aunque su extensión es más reducida, destacan también los alcornoques (sobre los
suelos silíceos de las sierras de la Espina y Espadán), los robledales (en las montañas calizas
por encima de los 1 000 m), algunas reliquias de hayedos (en las montañas de Benifasá) y los
palmerales (en Elche y Orihuela).
Haya Encina
Alcornoque
Pino
Los diversos elementos que integran el medio natural: relieve, suelo, clima, aguas y
vegetación dan lugar a una serie de paisajes naturales que presentan unos rasgos físicos
similares.
4.3.- La Montaña.