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El documento destaca la importancia del patrimonio audiovisual como un valioso capital cultural para las generaciones actuales y futuras, y cómo su explotación online es fundamental para cualquier proyecto cinematográfico nacional. También resalta cómo los festivales de cine nacionales, a pesar de las dificultades recientes, han mantenido la visión de hacer un cine propio y cómo el regreso del Festival de Cine Nacional de Mérida de forma presencial marca el camino para la reconexión del cine venezolano con su público.
El documento destaca la importancia del patrimonio audiovisual como un valioso capital cultural para las generaciones actuales y futuras, y cómo su explotación online es fundamental para cualquier proyecto cinematográfico nacional. También resalta cómo los festivales de cine nacionales, a pesar de las dificultades recientes, han mantenido la visión de hacer un cine propio y cómo el regreso del Festival de Cine Nacional de Mérida de forma presencial marca el camino para la reconexión del cine venezolano con su público.
El documento destaca la importancia del patrimonio audiovisual como un valioso capital cultural para las generaciones actuales y futuras, y cómo su explotación online es fundamental para cualquier proyecto cinematográfico nacional. También resalta cómo los festivales de cine nacionales, a pesar de las dificultades recientes, han mantenido la visión de hacer un cine propio y cómo el regreso del Festival de Cine Nacional de Mérida de forma presencial marca el camino para la reconexión del cine venezolano con su público.
el tema del patrimonio es de poco interés y valor, debe actualizarse. La insaciable demanda de contenidos, multiplicada por el streaming, hace del patrimonio audiovisual un capital sumamente valioso, que a su vez fortalece la identidad cultural de las actuales y futuras generaciones. Ningún proyecto de exhibición y explotación online del cine nacional es posible sin entender ni atender esto. El presente y futuro y productivo de nuestro cine incluye rentabilizar el catálogo nacional.
FESTIVALES NACIONALES. Cuando en 1980 se celebró el Primer Festival de Cine Nacional de
Mérida, organizado por Tarik Souki y la vieja guardia del Departamento de Cine de la ULA que tanto aportó y aún aporta a nuestro cine, el ojo alado, la imagen de su logo, levantó vuelo con una visión que se mantiene en el tenaz empeño del cine nacional por hacer un camino propio, pese a las dificultades de los últimos años, que han afectado la actividad cinematográfica, desarticulando buena parte de la red de muestras y festivales que se venían haciendo en el país, algunos de los cuales sobrevivieron vía online. El regreso del festival a Mérida y en forma presencial, señala el camino a otros festivales y eventos fundamentales para el reencuentro de nuestro cine con el país.