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Tema: El comunismo

Escuela: CBTA N.° 102

Profesor: Liberio Carbajal Merino

Equipo: Numero 2

Asignatura: Modulo profesional II

INTRODUCCION

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Cuando hablamos de comunismo, nos referimos a dos cosas. Primero, a una forma
de organizar la sociedad basándose en el principio “de cada cual, según sus
capacidades, a cada cual según sus necesidades”; y segundo, al movimiento real
hacia dicha sociedad en el mundo actual. Aquí abordaremos ambas visiones,
comenzando con la segunda, que es el significado menos conocido.

En todo el mundo, no son pocos los políticos o grupos políticos que aseguran tener
planos preparados para crear una sociedad más justa. Sin embargo, el comunismo
no es algo que puedan decretar o poner en marcha partidos políticos o políticos
individuales, sino que se debe crear mediante la participación masiva y la
experimentación de la mano de nosotros mismos como trabajadores.

OBJETIVO GENERAL

Dar a conocer el tema del Comunismo y cuales son sus ventajas y desventajas,

Así como cuales son los países en los que se lleva a cabo como forma de gobierno o que tienen
partidos comunistas

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OBJETIVO ESPECIFICO

Concientizar sobre como el comunismo puede ayudar al pueblo siempre y cuando se lleve
a cabo correctamente y no para enriquecer a los mas poderosos como se ha hecho durante
años en distintas naciones mintiendo y engañando al pueblo.

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¿Qué es el Comunismo?
El comunismo es una ideología política y de organización social. Es una forma
de socialismo (ideología política que surgió durante la Revolución Industrial, elaborada por
Karl Marx y Friedrich Engels).

Como propósito principal, el comunismo busca reemplazar de manera total, la propiedad


privada por la propiedad pública y por el control comunitario de los medios de producción.
Además, pretende eliminar las clases sociales para derrocar el poder burgués (la minoría de
la población) sobre la explotación del proletariado (la mayoría de la población).

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El comunismo propone, entonces, una distribución económica equitativa, que se lleva adelante
con el control del Estado en relación con el salario, los medios de producción (fábricas
y empresas), los bienes manufacturados y la propiedad privada. Es decir, una distribución
democrática de las riquezas para que no existan diferencias sociales

Lo cierto es que en la actualidad ninguna nación considerada comunista ha logrado llevar a la


práctica estas ideologías de manera pura debido a la corrupción. El representante de la
autoridad nacional termina abusando del poder en lugar de ayudar a la sociedad a la que sirve
(y se rehúsa a devolver ese poder al pueblo)

Origen del comunismo


El origen estricto del comunismo data de la Antigüedad, y puede rastrearse en
numerosas experiencias de propiedad comunitaria y gestión igualitaria. Todas ellas,
que pueden ser tan diversas como la propiedad de la tierra en el Imperio incaico,
la doctrina espartana en la época clásica o la comunidad de bienes del cristianismo
primitivo, se reúnen bajo el nombre de comunismo igualitario.

De allí en adelante, en cambio, se hablará de socialismo utópico, para denominar a


las doctrinas sociales propuestas por pensadores humanistas, durante el Renacimiento y
luego la Ilustración. Estas ideas jugaron un importante rol en la Revolución Francesa
de 1789 y la caída del Antiguo Régimen en Europa.

Como se verá, el término “comunista” es muy anterior a la obra de Karl Marx, y surgió
en Francia, alrededor de 1840, para denominar a los seguidores de dos tendencias
políticas igualitaristas: la de Étienne Cabet (1788-1856), llamada cabetismo, y la que
reivindicaba el pensamiento de François Babeuf (1760-1797), llamada neo-babuvismo.

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Aunque esos términos ya se habían acuñado, las interpretaciones marxistas dieron al
comunismo y el socialismo una sólida base teórica. Marx y Friedrich Engels (1820-
1895), fundadores en Bruselas del Comité Comunista de Correspondencia, gestaron
una obra que cambió para

siempre la forma de entender al comunismo, que llevó las distintas experiencias


socialistas del siglo XX.

PROPAGANDA COMUNISTA

Propaganda como esta


fue utilizada para
engrandecer a los
partidos comunistas y al
comunismo en si, aun en
la actualidad se utiliza
este tipo de propaganda
ya que,

Sigue existiendo el
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comunismo en la época
actual.
PAISES COMUNISTAS

Actualmente, China es una potencia mundial con un régimen comunista.


A lo largo de la historia, especialmente en el siglo XX y en el marco de la Guerra Fría,
se crearon numerosos estados socialistas o comunistas. La mayor parte estaba asociada
a la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS) o en su mismísimo seno, pero
también se encontraban en otras zonas de Asia, África y América Latina. Pero en su
gran mayoría, estos estados ya no existen hoy en día.

Obviamente, una lista de países con esta orientación ideológica pasa por aquellos que
se han declarado como tal, ya sea que adopten o no el término “socialista”,
“comunista” o “popular” en sus nombres. Entre los proyectos comunistas ya extintos se
encuentran:

 La Unión Soviética (URSS). Nacida en 1922 y disuelta en 1991, en donde se


incluían las siguientes quince naciones, que tras la caída del bloque tienen
ahora una existencia capitalista independiente:
 La República Socialista Federativa Soviética de Rusia. La más
grande, poblada y poderosa de todas las que formaban la unión.

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 La República Federal Socialista Soviética de
Transcaucasia. Formada por las actuales Georgia, Armenia y
Azerbaiyán, y cuya capital era Tiflis, pero sólo existió desde 1922
a 1936. En ese último año se disolvió y sus tres naciones
integrantes se convirtieron en Repúblicas Soviéticas Socialistas
independientes la una de las otras.
 La República Socialista Soviética de Ucrania. Más o menos
equivalente a la actual Ucrania, aunque en la época de la Segunda
Guerra Mundial, su territorio abarcó parte de la actual Polonia.
 La República Socialista Soviética Bielorrusa. Que atravesó
distintas etapas: nació en 1919 y ese mismo año se transformaría
en la República Socialista Soviética Lituano-Bielorrusa, para
volver a llamarse República Socialista Soviética de Bielorrusia en
1920, y continuar siéndolo hasta su disolución junto a la URSS.
 La República Socialista Soviética de Estonia. Incorporada
militarmente a la URSS en 1940 y no reconocida formalmente por
las naciones occidentales, que seguían tratando con los
representantes de un gobierno en el exilio.
 La República Socialista Soviética de Kazajistán. La segunda más
grande en extensión territorial de todas, luego de Rusia.
 La República Socialista Soviética de Kirguistán. Que formaba
parte del territorio de la Rusia zarista y pasó a la Unión Soviética
desde la Revolución de 1918.
 La República Socialista Soviética de Letonia. Ocupada por las
fuerzas militares soviéticas en 1940 y anexionada desde entonces
a la URSS, algo no considerado legal por las potencias europeas,
que trataron a Letonia como Estado independiente.
 La República Socialista Soviética de Lituania.
 La República Socialista Soviética de Moldavia. Inicialmente parte
de Ucrania hasta 1924.
 La República Socialista Soviética de Tayikistán. Parte sureña del
antiguo territorio de la Rusia zarista.
 La República Socialista Soviética de Turkmenistán. Que había
sido parte hasta 1921 de la propia Rusia.
 La República Socialista Soviética de Uzbekistán. Creada por
mandato del propio Iósif Stalin en 1924, sufrió distintas
transformaciones a su territorio a lo largo de los años venideros.
 La República Socialista Federal de Checoeslovaquia. Nacida en 1948 y
disuelta en 1989, en la cual coexistían los actuales Estados de República
Checa y Eslovaquia.
 La República Alemana Democrática. También conocida como Alemania
Oriental, que comenzó a existir luego del fin de la Segunda Guerra Mundial
y la división del territorio alemán bajo control de los Aliados vencedores, en

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1949. Finalmente se disolvió al unirse a su república hermana occidental en
1990.
 La República Democrática de Camboya. Instaurada a la fuerza por el ejército
campesino de los Jemeres Rojos liderados por Pol Pot. Fue el escenario de
uno de los genocidios más atroces del siglo XX. Existió desde 1975 a 1979.
 La República Federativa Socialista de Yugoslavia. Fundada luego de la
Segunda Guerra Mundial bajo la influencia de la URSS, luego se alejó
cuando Iósif Stalin y el dictador yugoslavo Josip Broz Tito tuvieron sus
desavenencias. Tras la muerte de Tito en 1980 las tensiones étnicas del país
comenzaron a desestabilizarlo y finalmente dejó de existir en 1992.

Por otro lado, actualmente existen cinco países bajo régimen comunista:

 La República Popular China. En pie desde que emergiera de la Guerra Civil


China en 1949, bajo el mandato de Mao Zedong, hasta el día de hoy. Luego
de la muerte de Mao, sufrió una serie de reformas hacia el capitalismo en
1978, de la mano de Deng Xiao Ping, que la convirtieron en
una potencia económica e industrial.
 La República Popular Democrática de Corea. Conocida mejor como Corea
del Norte, comenzó a existir tras el fin de la Guerra de Corea, en la que sus
vecinos del sur se independizaron gracias al apoyo estadounidense. Siguen
su propia versión de la ideología marxista-leninista, con añadidos autóctonos
llamados “Juche”.
 La República Socialista de Cuba. Fundada por Fidel Castro en 1961, tras
derrocar la dictadura de Fulgencio Batista, se mantuvo en pie gracias a la
ayuda económica de la Unión Soviética. Tras su desaparición, entró en un
“período especial” de inmensa pobreza, en la que millones de sus habitantes
emigraron en balsas hacia los Estados Unidos. Entonces se vio obligada a
implementar reformas hacia una liberalización del Estado, las cuales se
aceleraron tras la muerte de Fidel Castro en 2016.
 La República Democrática Popular de Laos. Fundada tras una cruenta guerra
civil que culminó en 1975, ha flexibilizado sus preceptos ideológicos para
permitir el surgimiento de la libre empresa desde 1980.
 La República Socialista de Vietnam. Vencedora de la terrible Guerra de
Vietnam contra los Estados Unidos, luego de un conflicto independentista
contra Francia, fue en parte creada por su líder Ho Chi Minh. Esta nación de
la antigua Indochina también ha debido liberalizarse paulatinamente desde
finales del siglo XX, bajo la figura de una “economía de mercado orientada
al socialismo”.

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EL PAIS CON MAYOR CONCENTRACION COMUNISTA

El Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS; en ruso: Коммунистическая партия


Советского Союза, Kommunistíchieskaya pártiya Soviétskogo Soyuza; abreviado como
КПСС, KPSS) fue el único partido político legal de la Unión Soviética y una de las mayores
organizaciones comunistas en el mundo. Perdió su dominio a raíz del fallido intento de golpe
de Estado de agosto de 1991 comandado por un grupo de miembros de la llamada línea dura.
Emergió de la facción bolchevique del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, del cual se
escindió bajo el liderazgo de Vladímir Lenin y encabezó la Revolución de
Octubre de 1917 que derrocó al Gobierno Provisional Ruso y estableció el primer Estado
socialista del mundo (la RSFS de Rusia). Debido a su papel central en la Constitución de la
Unión Soviética, el Partido controló todos los órdenes de gobierno en la Unión Soviética y no

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toleró ninguna oposición. Su organización estaba subdividida en los partidos comunistas de
las repúblicas constitutivas soviéticas, así como en el Komsomol, la organización juvenil de
masas. El partido también fue la fuerza impulsora de la Tercera Internacional.
Dejó de existir tras el intento de golpe de Estado en 1991 y fue sucedido por el Partido
Comunista de la Federación Rusa (PCFR), segunda fuerza política en Rusia, y por los partidos
comunistas de las ahora independientes exrepúblicas soviéticas.
El PCUS era un partido comunista, organizado sobre la base del centralismo democrático. Este
principio, concebido por Lenin, implica una discusión democrática y abierta de las cuestiones
políticas dentro del partido, seguido del requisito de la unidad total en la defensa de las
políticas acordadas. El órgano supremo dentro del PCUS fue el Congreso del Partido, que se
reunía cada cinco años. Cuando el Congreso no estaba en sesión, el Comité Central era el
máximo organismo. Debido a que el Comité Central se reunía dos veces al año, la mayoría de
los deberes y responsabilidades cotidianas correspondían al Politburó (anteriormente
el Presidium), la Secretaría y el Orgburó (hasta 1952). El líder del partido era el jefe de Estado
y ocupaba el cargo de secretario general, primer ministro o presidente del Presídium, o algunas
de las tres oficinas simultáneamente, pero nunca las tres al mismo tiempo. El líder del partido
era el presidente de facto del Buró Político del PCUS y el director ejecutivo de la Unión
Soviética. La tensión entre el partido y el Estado (Consejo de Ministros de la Unión Soviética)
por el cambio de enfoque del poder nunca se resolvió formalmente, pero en realidad el partido
dominó y siempre existió un líder supremo (primero Lenin y luego el secretario general).

Un barrio en la Bahía Kozhukhovsky del Río Moskva con


un gran cartel que promueve el Partido Comunista de la Unión Soviética en Moscú, 1975

Después de la fundación de la Unión Soviética en 1922, Lenin introdujo una economía mixta,
comúnmente conocida como la Nueva Política Económica, que permitió que las prácticas
capitalistas se reanudaran bajo el dictado del Partido Comunista para desarrollar las
condiciones necesarias para que el socialismo se convirtiera en la búsqueda práctica en un país
económicamente subdesarrollado. En 1929, cuando Iósif Stalin se convirtió en el líder del
partido, el marxismo-leninismo, una fusión de las ideas originales del filósofo y teórico
económico alemán Karl Marx, y Lenin, se formalizó como la ideología guía del partido y
permanecería así durante el resto de su existencia. El partido persiguió el socialismo de
Estado, bajo el cual todas las industrias fueron nacionalizadas y se implementó una economía
de mando. Después de recuperarse de la Segunda Guerra Mundial, se implementaron reformas
que descentralizaron la planificación económica y liberalizaron la sociedad soviética en
general bajo Nikita Jrushchov. Para 1980, varios factores, incluida la continua Guerra Fría, la
carrera armamentista en curso con los Estados Unidos y otras potencias de Europa occidental
y las ineficiencias sin resolver en la economía, llevaron a un crecimiento económico muy
reducido bajo Alekséi Kosyguin, y más aún con Leonid Brézhnev y un crecimiento de

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desilusión. Después de que Mijaíl Gorbachov asumiera el liderazgo en 1985 (siguiendo a dos
líderes que murieron rápidamente en sucesión), se tomaron medidas rápidas para transformar
el tambaleante sistema económico soviético en una auténtica economía de mercado.
Gorbachov y sus aliados imaginaron la introducción de una economía similar a la Nueva
Política Económica anterior de Lenin a través de un programa denominado perestroika, o
reestructuración, pero sus reformas, junto con la institución de elecciones libres de candidatos
múltiples condujeron a una disminución en el poder del partido, y después a la disolución de la
Unión Soviética; el partido fue prohibido por el presidente de la RSFS de Rusia, Borís Yeltsin,
que más tarde se convertiría en el primer presidente de la Federación de Rusia.

Las principales características del comunismo son:

 oposición o pensamientos diferentes.


 La economía controlada por el Estado, que administra la propiedad
pública, los salarios y los bienes manufacturados.
 Los bienes son propiedad del Estado y cada persona recibe una parte en
función de lo que necesita.
 La idea de derrocar por completo al sistema capitalista y a la propiedad
privada.
 La abolición del sufragio o la elección popular de los gobernantes.
 El ejercicio del poder comunista se inicia con una El ejercicio del
poder de un solo partido que no tolera la
 revolución violenta de los trabajadores contra las clases medias y altas.

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Representantes del comunismo

Lenin fue el líder del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia.

Entre los principales representantes del comunismo se destacan:

 Karl Marx (alemán). Fue un filósofo, economista y activista revolucionario.


Es considerado el principal representante del socialismo científico, luego de
publicar en 1848 el Manifiesto Comunista junto con Engels. Allí plasmó su
ideología política que instaba a los trabajadores a unirse y derrocar al poder
capitalista.
 Friedrich Engels (alemán). Fue un filósofo, sociólogo, periodista y activista
revolucionario que, a pesar de pertenecer a una familia burguesa, promovió
junto con Marx la ideología marxista o socialista. Engels resultó un hombre
de acción y activismo por sobre los aportes intelectuales que también
resultaron notables para la ideología.
 Vladimir Lenin (ruso). Fue un político, revolucionario y teórico que se
convirtió en el líder del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia. Junto con
otros líderes bolcheviques, como Stalin y Trotsky, adoptó algunas ideas
comunistas de Marx, según su conveniencia. Tras la revolución de 1917, se

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convirtió en el máximo dirigente de la URSS (Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas).
 León Trotsky (ruso). Fue un político y revolucionario que, desde joven,
participó en la oposición clandestina (la Liga Obrera del Sur de Rusia)
contra el régimen autocrático de los zares. Desempeñó un rol crucial durante
el gobierno soviético de Lenin, que lo había designado como su sucesor.
Pero en 1924, tras la muerte de Lenin, la ambición de Stalin impidió que
Trotsky ejerciera su poder.
 Lósif Stalin (ruso). Fue un político y dictador soviético. Tras la muerte de
Lenin en 1924, Trotsky iba a asumir el control total de la URSS. Pero Stalin
lideró una revolución y se quedó con el poder absoluto tras establecer
una dictadura (1927-1953). Stalin estableció un régimen intolerante
y autoritario. Su idea consistía en fortalecer aún más el socialismo en la
URSS y extenderlo hacia todo el mundo. Su abuso de poder terminó
convirtiéndose en una tiranía.
 Mao Zedong (chino). Fue un político, máximo dirigente del partido
Comunista de China y fundador de la República Popular de China. Recibió
influencias del marxismo y del leninismo, que fue adaptando a su
conveniencia. Ejerció gran influencia en los campesinos que conformaron un
sector clave para llevar a cabo la revolución.

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Diferencias entre comunismo y capitalismo

En el capitalismo, la propiedad privada pertenece a los dueños de la producción.

 El rol del Estado


 Para el comunismo. Al no existir propiedad privada, el Estado debe
encargarse (en el mejor de los casos) de la administración, distribución de
los medios de producción y del empleo para que todos los habitantes vivan
en igualdad de condiciones. El Estado forma parte de la superestructura de
la que habla el comunismo.
 Para el capitalismo. El Estado es un ente regulador de la actividad
económica e influye en ella en tanto sea necesario. Existen Estados más
influyentes y otros apenas reguladores de normas básicas pero la figura del
Estado está presente en todo régimen capitalista.
 La propiedad privada de los medios de producción
 Para el comunismo. Para Marx, una persona puede tener bienes personales
(un coche, una vivienda, etc.) pero no puede existir la propiedad privada de
los medios de producción, es decir, las fábricas o las empresas deben estar
en manos del Estado y al servicio del proletariado.
 Para el capitalismo. a propiedad privada de los medios de producción se
encuentra en manos de sus dueños.
 Clases sociales
 Para el comunismo. Debe existir una única clase social: la trabajadora u
obrera.
 Para el capitalismo. Existen dos clases sociales:
 El capitalista o dueño de los bienes y los medios de producción (es
el que percibe la mayor ganancia).
 El proletariado, carente de capital, que solo posee su fuerza
de trabajo.

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 Moneda
 Para el comunismo. Los trabajadores no reciben un pago por su trabajo,
sino que, mediante un acuerdo previo, reciben aquello que necesitan.
 Para el capitalismo. Los trabajadores reciben un pago ínfimo, y la ganancia
mayor la retiene el dueño de la fábrica o empresa (teoría de la plusvalía).

Ejemplos de comunismo

Actualmente solo quedan cuatro países con régimen comunista: Cuba, China, Corea del Norte
y Laos.

EL COMUNISMO EN LA ACTUALIDAD

Hoy, los estados comunistas existentes en el mundo son China, Cuba, Laos, Corea del
Norte y Vietnam. Estos estados comunistas a menudo no afirman haber logrado
el socialismo o el comunismo en sus países, sino que están construyendo y trabajando para el
establecimiento del socialismo en sus países. El preámbulo de la Constitución de la República
Socialista de Vietnam establece que Vietnam solo entró en una etapa de transición entre
el capitalismo y el socialismo después de que el país se reunificara bajo el partido
comunista en 197624y la Constitución de la República de Cuba de 1992 establece que el papel

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del partido comunista es "orientar el esfuerzo común hacia los fines y la construcción del
socialismo".25La Constitución de Corea del Norte ha reemplazado las referencias al marxismo-
leninismo y el comunismo a favor de su propia ideología llamada Juche, aunque el
gobernante Partido del Trabajo de Corea sigue estando ideológicamente comprometido con el
comunismo.
Instituciones

Los estados comunistas comparten instituciones similares que se organizan sobre la premisa
de que el partido comunista es una vanguardia del proletariado y representa los intereses a
largo plazo del pueblo. La doctrina del centralismo democrático, desarrollada por Vladimir
Lenin como un conjunto de principios para ser utilizados en los asuntos internos del partido
comunista, se extiende a la sociedad en general. 26 Según el centralismo democrático, todos los
líderes deben ser elegidos por el pueblo y todas las propuestas deben debatirse abiertamente,
pero una vez que se ha tomado una decisión, todas las personas tienen el deber de dar cuenta
de esa decisión. Cuando se usa dentro de un partido político, el centralismo democrático está
destinado a prevenir el fraccionalismo y las divisiones. Cuando se aplica a todo un estado, el
centralismo democrático crea un sistema de partido único.26 Las constituciones de la mayoría
de los estados comunistas describen su sistema político como una forma de democracia. 26
Reconocen la soberanía del pueblo encarnada en una serie de instituciones
parlamentarias representativas. Tales estados no tienen una separación de poderes y en su
lugar tienen un cuerpo legislativo nacional (como el Soviet Supremo de la Unión Soviética)
que se considera el órgano más alto del poder estatal y que es legalmente superior a los
poderes ejecutivo y judicial del gobierno.26
En los estados comunistas, la política legislativa nacional a menudo tiene una estructura
similar a los parlamentos que existen en las repúblicas liberales, con dos diferencias
significativas. Primero, no se espera que los diputados elegidos para estos cuerpos legislativos
nacionales representen los intereses de ningún electorado en particular, sino más bien los
intereses a largo plazo del pueblo en su conjunto. Y segundo, contra el consejo de Karl Marx,
los cuerpos legislativos de los estados comunistas no están en sesión permanente. Por el
contrario, se reúnen una o varias veces al año en sesiones que suelen durar sólo unos pocos
días.26 Cuando el cuerpo legislativo nacional no está reunido, sus poderes se transfieren a un
consejo más pequeño (a menudo llamado presídium) que combina el poder legislativo y
ejecutivo y en algunos estados comunistas (como la Unión Soviética antes de 1990) actúa
como una jefatura de estado colectiva. En algunos sistemas, el presídium está compuesto por
importantes miembros del partido comunista que votan las resoluciones del partido comunista
para convertirlas en ley.26
Una característica de los estados comunistas es la existencia de numerosas organizaciones
sociales patrocinadas por el estado (asociaciones de periodistas, profesores, escritores y otros
profesionales, cooperativas de consumidores, clubes deportivos, sindicatos, organizaciones de
jóvenes y organizaciones de mujeres) que se integran en el sistema político. En los estados
comunistas, se espera que las organizaciones sociales promuevan la unidad y la cohesión
social, sirvan como enlace entre el gobierno y la sociedad y proporcionen un foro para el
reclutamiento de nuevos miembros del partido comunista.26
Históricamente, la organización política de muchos estados socialistas ha estado dominada por
un monopolio de partido único. Algunos gobiernos comunistas, como los

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de China, Checoslovaquia o Alemania Oriental, tienen o han tenido más de un partido político,
pero todos los partidos menores están o estaban obligados a seguir el liderazgo del partido
comunista. En los estados comunistas, el gobierno puede no tolerar las críticas a las políticas
que ya se han implementado en el pasado o que se están implementando en el presente. 26 Sin
embargo, los partidos comunistas han ganado elecciones y han gobernado en el contexto
de democracias multipartidistas sin buscar establecer un estado de partido único y, por lo
tanto, estas entidades no entran dentro de la definición de estado comunista, por lo tanto, estos
partidos son en la práctica pseudocomunistas ya que no buscan abolir el estado
capitalista pluripartidista y remplazarlo por un estado comunista sino que se limitan a hacer
ciertas reformas estatizadoras de la economía pero en el marco de un estado
capitalista multipartidista, reformas estatistas que obviamente se revertirían inmediatamente si
un partido liberal llegase a ganar las elecciones. Estos partidos, aunque se denominan
"comunistas" en la práctica no se diferencian ni en lo más mínimo de los partidos
socialdemócratas. En la mayor parte de Europa, los partidos comunistas fueron muy populares
y sirvieron en varios gobiernos de coalición durante el siglo XX.

¿QUE ES EL ESTADO COMUNISTA?

Un estado comunista, también conocido como estado marxista-leninista, es un estado


de partido único administrado y gobernado por un partido comunista guiado por el marxismo-
leninismo. El marxismo-leninismo fue la ideología estatal de la Unión Soviética,
el Komintern después de la bolchevización y los estados comunistas dentro del Comecon,
el Bloque del Este y el Pacto de Varsovia.1 El marxismo-leninismo actualmente sigue siendo
la ideología de algunos partidos en todo el mundo. Después de su apogeo cuando se
establecieron muchos estados comunistas, las revoluciones de 1989 derribaron a la mayoría de
los estados comunistas, sin embargo, sigue siendo la ideología oficial de los partidos
gobernantes de China, Cuba, Laos y Vietnam.2 Durante la mayor parte del siglo XX, antes de
las revoluciones de 1989, alrededor de un tercio de la población mundial vivía bajo estados
comunistas.3
Los estados comunistas son administrados típicamente a través del centralismo
democrático por un solo aparato centralizado del partido comunista. Estos partidos suelen
ser marxistas-leninistas o alguna variante nacional de los mismos, como el maoísmo o
el titoísmo, con el objetivo oficial de alcanzar el socialismo y avanzar hacia una sociedad
comunista. Ha habido varios casos de estados comunistas con procesos de participación
política en funcionamiento que involucran a varias otras organizaciones no partidistas, como
la participación democrática directa, los comités de fábrica y los sindicatos, aunque el partido
comunista siguió siendo el centro del poder.45678910
Como término, los historiadores occidentales, los científicos políticos y los medios de
comunicación utilizan el término estado comunista para referirse a estos países. Sin embargo,
estos estados no se describen a sí mismos como comunistas ni afirman haber alcanzado
el comunismo, se refieren a sí mismos como estados socialistas en proceso de construcción del
socialismo.11121314151617 Los términos utilizados por los estados comunistas incluyen estados
nacional-democráticos, democráticos populares, de orientación socialista y de trabajadores y

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campesinos.18 Los académicos, comentaristas políticos y otros académicos tienden a distinguir
entre estados comunistas y estados socialistas democráticos, el primero representando
al Bloque del Este y el último representando a los países del Bloque Occidental que han sido
gobernados democráticamente por partidos socialistas como Reino Unido, Francia, Suecia y
otras socialdemocracias

Todo el poder estatal está unificado en la legislatura de los estados comunistas. Este es un
firme rechazo a la separación de poderes que se encuentra en las democracias liberales. La
constitución es aprobada por la legislatura y solo puede ser enmendada por la legislatura. La
revisión judicial y la revisión extraparlamentaria fueron denunciadas por los teóricos del
derecho soviéticos como instituciones burguesas. También lo percibieron como una limitación
del poder supremo del pueblo. La legislatura, junto con sus subórganos, era responsable de
supervisar el orden constitucional.34 Dado que el poder legislativo es el juez supremo de
constitucionalidad, sus propios actos no pueden, por tanto, ser inconstitucionales.30
El Soviet Supremo fue la primera legislatura socialista y el sistema legislativo soviético se ha
introducido en todos los estados comunistas. 31 El Soviet Supremo se reunía 2 veces al año, por
lo general durante 2 o 3 días cada uno, lo que la convirtió en una de las primeras legislaturas
convocadas con frecuencia durante su existencia.31 La misma frecuencia de reuniones era la
norma en los países del Bloque del Este y en la China actual. 31 La legislatura de China,
el Congreso Nacional del Pueblo (NPC por sus siglas en inglés) se basa en el modelo
soviético.31 Al igual que con su contraparte soviética, el NPC es el órgano más alto del estado
y elige un Comité Permanente (los soviéticos tenían un Presidium), el gobierno y el Consejo
de Estado (la contraparte soviética es el Consejo de Ministros). 31 Además, en todos los estados
comunistas el partido gobernante ha tenido una mayoría clara, como China, o ha ocupado
todos los escaños como lo hicieron en la Unión Soviética en su legislatura nacional.31
Los investigadores occidentales han prestado poca atención a las legislaturas de los estados
comunistas. La razón es que no existen cuerpos significativos de socialización política en
comparación con las legislaturas en las democracias liberales. Si bien los líderes políticos a
menudo son elegidos como miembros de las legislaturas socialistas, estos puestos no son
relevantes para el avance político. El papel de las legislaturas es diferente de un país a otro. En
la Unión Soviética, el Soviet Supremo hizo "poco más que escuchar las declaraciones de los
líderes políticos soviéticos y las decisiones legítimas ya tomadas en otros lugares", mientras
que en las legislaturas de Polonia, Vietnam y Yugoslavia ha sido más activo y ha tenido un
impacto en la forma de hacer las leyes.35
Representatividad[editar]

Tanto Marx como Lenin aborrecían los sistemas parlamentarios de la democracia burguesa,
pero ninguno buscaba abolirlo.35 Lenin escribió que sería imposible desarrollar la democracia
proletaria "sin instituciones representativas".35 Ambos consideraron ideal el modelo de
gobierno de la Comuna de París de 1871 en el que el ejecutivo y el legislativo se combinaron
en un solo cuerpo.35 Más importante aún, Marx aplaudió el proceso de elección por "sufragio
universal en los diversos distritos y la ciudad". 35 Si bien la institución de la legislatura

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socialista puede no ser importante en sí misma, "tiene un lugar en la literatura y la retórica de
los partidos gobernantes que no puede ser ignorado, en el lenguaje de la intimidad del partido
con las masas trabajadoras, de su supuesto conocimiento sobre los intereses de los
trabajadores, de la justicia social y de la democracia socialista, de la línea de masas y del
aprendizaje del pueblo".35
Al tener legislaturas, los partidos marxistas-leninistas tratan de mantener la coherencia
ideológica entre el apoyo a las instituciones representativas y la salvaguarda del papel
dirigente del partido.35 Estas instituciones son representativas y generalmente reflejan a la
población en áreas como la etnia y el idioma, "pero con ocupaciones distribuidas de una
manera sesgada hacia los funcionarios del gobierno". 35 A diferencia de las democracias
liberales, las legislaturas de los estados comunistas no deben actuar como un foro para
transmitir demandas o articulación de intereses. Se reúnen con poca frecuencia para que este
sea el caso.35 El académico Daniel Nelson ha señalado: "Al igual que con el parlamento
británico antes de que la agitación del siglo XVII asegurara su supremacía, los cuerpos
legislativos en los estados comunistas retratan físicamente el 'reino' gobernado por (para
extender una anaología) 'reyes'. Los miembros de las asambleas 'representan' a la población a
la que hablan los gobernantes y sobre quienes gobiernan, convocando a un 'segmento de la
sociedad' más amplio [...] que la propia corte".35 A pesar de esto, no significa que los estados
comunistas utilicen las legislaturas para fortalecer su comunicación con la población. El
partido, en lugar de la legislatura, podría asumir esa función.35
Ideológicamente, tiene otra función, a saber, demostrar que los estados comunistas no solo
representan los intereses de la clase trabajadora, sino todos los estratos sociales. 35 Los estados
comunistas están comprometidos a establecer una sociedad sin clases y usan las legislaturas
para mostrar que todos los estratos sociales, ya sean burócratas, trabajadores o intelectuales,
están comprometidos y tienen intereses en construir tal sociedad. 35 En los estados comunistas,
suele haber una alta proporción de miembros que son funcionarios del gobierno. 35 En este
caso, podría significar que es menos importante lo que hacen las legislaturas y más importante
quiénes son sus representantes.35 Un miembro de una legislatura socialista a nivel central y
local suele ser un funcionario del gobierno o del partido, una figura destacada en su
comunidad o una figura nacional fuera del partido comunista. 35 Esto demuestra que las
legislaturas son herramientas para obtener apoyo popular para el gobierno en el que figuras
destacadas hacen campaña y difunden información sobre las políticas y el desarrollo
ideológico del partido
Después de la muerte de Stalin, varios estados comunistas han experimentado con algún tipo
de supervisión constitucional.34 Estos órganos fueron diseñados para salvaguardar el poder
supremo del legislativo.34 Rumania fue la primera en experimentar con la supervisión
constitucional cuando estableció un Comité Constitucional en 1965. 34 Fue elegido por la
legislatura y destacados juristas se sentaron en el comité, pero solo estaba facultado para
asesorar a la legislatura.34 Keith Hand ha comentado que "no era una institución eficaz en la
práctica".34 Hungría y Polonia experimentaron con la supervisión constitucional a principios
de la década de 1980.34
En 1989, los soviéticos establecieron el Comité de Supervisión Constitucional que "estaba
subordinado únicamente a la constitución de la URSS". 34 Estaba facultado "para revisar la
constitucionalidad y legalidad de una serie de actos estatales de la URSS y sus repúblicas. Su
jurisdicción incluía leyes [aprobadas por la legislatura], decretos del Presidium del Soviet

pág. 20
Supremo, constituciones y leyes de las repúblicas de la unión, algunos decretos
administrativos centrales, explicaciones de la Corte Suprema y otros documentos normativos
centrales".34 Si el comité consideraba que la legislatura ha violado la legalidad, la legislatura
estaba obligada a discutir el tema, pero podía rechazarlo si más de dos tercios votaban en
contra de las conclusiones del Comité de Supervisión Constitucional. 34 Si bien era
constitucionalmente poderoso, carecía de poderes para hacer cumplir la ley, a menudo fue
ignorado y no defendió la constitución durante el intento de golpe de Estado contra Mijaíl
Gorbachov.34
El liderazgo chino se ha opuesto al establecimiento de un comité de supervisión constitucional
debido a su asociación con estados comunistas fallidos de Europa. 34 Ninguno de los estados
comunistas supervivientes (China, Cuba, Laos y Vietnam) ha experimentado con comités de
supervisión constitucional o supervisión constitucional de ningún tipo fuera del marco
existente.

Desarrollo

Durante el siglo XX, el primer estado constitucionalmente comunista del mundo fue Rusia a
fines de 1917. En 1922, se unió a otros antiguos territorios del imperio para convertirse en
la Unión Soviética. Después de la Segunda Guerra Mundial, el ejército soviético ocupó gran
parte de Europa del Este y ayudó a llevar al poder a los partidos comunistas existentes en esos
países. Originalmente, los estados comunistas de Europa del Este estaban aliados con la Unión
Soviética. Yugoslavia se declararía no alineada y Albania tomó un camino diferente más tarde.
Después de una guerra contra la ocupación japonesa y una guerra civil resultando en una
victoria comunista, la República Popular de China se estableció en 1949. También se
establecieron estados comunistas en Camboya, Cuba, Laos y Vietnam. Se estableció un estado
comunista en Corea del Norte, aunque más tarde adoptó su propia ideología llamada Juche. En
1989, los estados comunistas de Europa del este colapsaron después de que se rompió
la Cortina de Hierro como resultado del pícnic paneuropeo, bajo la presión pública durante
una ola de movimientos en su mayoría no violentos como parte de las revoluciones de
1989 que llevaron a la disolución de la Unión Soviética en 1991. La estructura
socioeconómica de China ha sido denominada "capitalismo de estado nacionalista" y el
Bloque del Este (Europa del este y el Tercer Mundo) como "sistemas burocrático-
autoritarios".23

pág. 21
Hoy, los estados comunistas existentes en el mundo son China, Cuba, Laos, Corea del
Norte y Vietnam. Estos estados comunistas a menudo no afirman haber logrado
el socialismo o el comunismo en sus países, sino que están construyendo y trabajando para el
establecimiento del socialismo en sus países. El preámbulo de la Constitución de la República
Socialista de Vietnam establece que Vietnam solo entró en una etapa de transición entre
el capitalismo y el socialismo después de que el país se reunificara bajo el partido
comunista en 197624y la Constitución de la República de Cuba de 1992 establece que el papel
del partido comunista es "orientar el esfuerzo común hacia los fines y la construcción del
socialismo".25La Constitución de Corea del Norte ha reemplazado las referencias al marxismo-
leninismo y el comunismo a favor de su propia ideología llamada Juche, aunque el
gobernante Partido del Trabajo de Corea sigue estando ideológicamente comprometido con el
comunismo.

Instituciones

Los estados comunistas comparten instituciones similares que se organizan sobre la


premisa de que el partido comunista es una vanguardia del proletariado y representa
los intereses a largo plazo del pueblo. La doctrina del centralismo democrático,
desarrollada por Vladimir Lenin como un conjunto de principios para ser utilizados en
los asuntos internos del partido comunista, se extiende a la sociedad en general. 26
Según el centralismo democrático, todos los líderes deben ser elegidos por el pueblo
y todas las propuestas deben debatirse abiertamente, pero una vez que se ha
tomado una decisión, todas las personas tienen el deber de dar cuenta de esa
decisión. Cuando se usa dentro de un partido político, el centralismo democrático
está destinado a prevenir el fraccionalismo y las divisiones. Cuando se aplica a todo
un estado, el centralismo democrático crea un sistema de partido único.26 Las
constituciones de la mayoría de los estados comunistas describen su sistema político
como una forma de democracia.26 Reconocen la soberanía del pueblo encarnada en
una serie de instituciones parlamentarias representativas. Tales estados no tienen
una separación de poderes y en su lugar tienen un cuerpo legislativo nacional (como
el Soviet Supremo de la Unión Soviética) que se considera el órgano más alto del
poder estatal y que es legalmente superior a los poderes ejecutivo y judicial del
gobierno.26
En los estados comunistas, la política legislativa nacional a menudo tiene una
estructura similar a los parlamentos que existen en las repúblicas liberales, con dos
diferencias significativas. Primero, no se espera que los diputados elegidos para
estos cuerpos legislativos nacionales representen los intereses de ningún electorado
en particular, sino más bien los intereses a largo plazo del pueblo en su conjunto. Y
segundo, contra el consejo de Karl Marx, los cuerpos legislativos de los estados
comunistas no están en sesión permanente. Por el contrario, se reúnen una o varias
veces al año en sesiones que suelen durar sólo unos pocos días. 26 Cuando el cuerpo
legislativo nacional no está reunido, sus poderes se transfieren a un consejo más
pequeño (a menudo llamado presídium) que combina el poder legislativo y ejecutivo
y en algunos estados comunistas (como la Unión Soviética antes de 1990) actúa

pág. 22
como una jefatura de estado colectiva. En algunos sistemas, el presídium está
compuesto por importantes miembros del partido comunista que votan las
resoluciones del partido comunista para convertirlas en ley.26
Una característica de los estados comunistas es la existencia de numerosas
organizaciones sociales patrocinadas por el estado (asociaciones de periodistas,
profesores, escritores y otros profesionales, cooperativas de consumidores, clubes
deportivos, sindicatos, organizaciones de jóvenes y organizaciones de mujeres) que
se integran en el sistema político. En los estados comunistas, se espera que las
organizaciones sociales promuevan la unidad y la cohesión social, sirvan como
enlace entre el gobierno y la sociedad y proporcionen un foro para el reclutamiento
de nuevos miembros del partido comunista.26
Históricamente, la organización política de muchos estados socialistas ha estado
dominada por un monopolio de partido único. Algunos gobiernos comunistas, como
los de China, Checoslovaquia o Alemania Oriental, tienen o han tenido más de un
partido político, pero todos los partidos menores están o estaban obligados a seguir
el liderazgo del partido comunista. En los estados comunistas, el gobierno puede no
tolerar las críticas a las políticas que ya se han implementado en el pasado o que se
están implementando en el presente.26 Sin embargo, los partidos comunistas han
ganado elecciones y han gobernado en el contexto de democracias
multipartidistas sin buscar establecer un estado de partido único y, por lo tanto, estas
entidades no entran dentro de la definición de estado comunista, por lo tanto, estos
partidos son en la práctica pseudocomunistas ya que no buscan abolir el estado
capitalista pluripartidista y remplazarlo por un estado comunista sino que se limitan a
hacer ciertas reformas estatizadoras de la economía pero en el marco de un estado
capitalista multipartidista, reformas estatistas que obviamente se revertirían
inmediatamente si un partido liberal llegase a ganar las elecciones. Estos partidos,
aunque se denominan "comunistas" en la práctica no se diferencian ni en lo más
mínimo de los partidos socialdemócratas. En la mayor parte de Europa, los partidos
comunistas fueron muy populares y sirvieron en varios gobiernos de coalición
durante el siglo XX.
Concepción del estado
Según el pensamiento marxista-leninista, el estado es una institución represiva dirigida por
una clase dominante. Esta clase domina el estado y expresa su voluntad a través de él. 27 Al
formular la ley, la clase dominante utiliza al estado para oprimir a otras clases y formar una
dictadura de clase.27 Sin embargo, el objetivo del estado comunista es abolir dicho estado. 27
La Constitución de la Rusia Soviética de 1918 declaró: "El objeto principal de la Constitución
de la RSFSR, que se adapta al período de transición actual, consiste en el establecimiento de
una dictadura del proletariado urbano y rural y del campesinado más pobre, en la forma de un
poderoso Soviet de toda Rusia, cuyo objeto es asegurar la completa supresión de la burguesía,
la abolición de la explotación del hombre por el hombre y el establecimiento del socialismo,
bajo el cual no habrá división de clases ni autoridad estatal".27
El estado comunista es la dictadura del proletariado, donde los elementos avanzados del
proletariado son la clase dominante.27 En el pensamiento marxista-leninista, el estado
socialista es el último estado represivo ya que la siguiente etapa de desarrollo es la

pág. 23
del comunismo puro, una sociedad sin clases y sin estado.27 Friedrich Engels comentó sobre el
Estado, escribiendo: "La interferencia del Estado en las relaciones sociales, se vuelve, en un
dominio tras otro, superflua y luego muere por sí misma. El gobierno de las personas es
reemplazado por la administración de las cosas, y por la conducción de los procesos de
producción. El estado no está 'abolido'. Se extingue".28
La ideología impregna estos estados. 29 Según el erudito Peter Tang, "la prueba suprema de si
un Estado-Partido Comunista permanece revolucionariamente dedicado o degenera en un
sistema revisionista o contrarrevolucionario radica en su actitud hacia la ideología
comunista".29 Por lo tanto, el único propósito ideológico de los estados comunistas es difundir
el socialismo y para alcanzar ese objetivo estos estados deben guiarse por el marxismo-
leninismo.29 Los estados comunistas han optado por dos formas de lograr este objetivo, a
saber, gobernar indirectamente por el marxismo-leninismo a través del partido (modelo
soviético), o comprometer al estado oficialmente a través de la constitución con el marxismo-
leninismo (modelo maoísta de China-Albania).29 El modelo soviético es el más común y se
utiliza actualmente en China

pág. 24
Fuerzas armadas
Los estados comunistas han establecido dos tipos de sistemas cívico-militares. Las fuerzas
armadas de la mayoría de los estados socialistas han sido históricamente instituciones estatales
basadas en el modelo soviético,38 pero en China, Laos, Corea del Norte y Vietnam las fuerzas
armadas son instituciones de partido-estado. Sin embargo, existen varias diferencias entre el
modelo estatista (soviético) y el modelo de partido-estado (China). En el modelo soviético,
las fuerzas armadas soviéticas estaban dirigidas por el Consejo de Defensa (un órgano
formado por el Presídium del Sóviet Supremo de la Unión Soviética) mientras que el Consejo
de Ministros era responsable de formular las políticas de defensa. 39 El líder del partido fue ex
officio el presidente del Consejo de Defensa.39 Debajo del Consejo de Defensa, estaba el
Consejo Militar Principal, que era responsable de la dirección estratégica y el liderazgo de las
fuerzas armadas soviéticas. 39 El órgano de trabajo del Consejo de Defensa era el Estado
Mayor, encargado de analizar las situaciones militares y políticas a medida que se
desarrollaban.39 El partido controlaba las fuerzas armadas a través de la Dirección Política
Principal (MPD por sus siglas en inglés) del Ministerio de Defensa, órgano estatal que
funcionaba "con la autoridad de un departamento del Comité Central del PCUS".40 El MPD
organizó el adoctrinamiento político y creó un mecanismo de control político desde el centro
hasta el nivel de la empresa en el campo. 41 Formalmente, el MPD era responsable de organizar
los órganos del partido y del Komsomol, así como los órganos subordinados dentro de las
fuerzas armadas; asegurar que el partido y el estado conserven el control de las fuerzas
armadas, evaluar el desempeño político de los oficiales, supervisar el contenido ideológico de
la prensa militar y supervisar los institutos de formación político-militar y su contenido
ideológico.41 El jefe del MPD ocupaba el cuarto lugar en protocolo militar, pero no era
miembro del Consejo de Defensa.41 El Departamento de Órganos Administrativos del Comité
Central del PCUS era responsable de implementar las políticas de personal del partido y
supervisaba a la KGB, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa.42
En el modelo chino, el Ejército Popular de Liberación (EPL) es una institución del partido.43
En el preámbulo de la Constitución del Partido Comunista de China, se declara: "El Partido
Comunista de China (PCCh) mantendrá su liderazgo absoluto sobre el Ejército Popular de
Liberación y las fuerzas armadas de otras personas". 43 El EPL lleva a cabo su trabajo de
acuerdo con las instrucciones del Comité Central del PCCh. Mao Zedong describió la
situación institucional del EPL de la siguiente manera: "Todo comunista debe comprender la
verdad, el poder político surge del cañón de una pistola. Nuestro principio es que el partido
controla el arma, y nunca se debe permitir que el arma controle el partido". 44 La Comisión
Militar Central (CMC) es un órgano del estado y del partido, es un órgano del Comité Central
del PCCh y un órgano de la legislatura nacional, el Congreso Nacional del Pueblo. 44
El Secretario General del PCCh es el presidente ex officio del CMC del partido y el presidente
de la República Popular de China es por derecho estatal el presidente del CMC.44 La
composición de la CMC del partido y la CMC estatal son idénticas. 44 El CMC es responsable
del mando del EPL y determina las políticas de defensa nacional. 44 Hay 15 departamentos que
dependen directamente de la CMC y que son responsables de todo, desde el trabajo político

pág. 25
hasta la administración del EPL.45 Es significativo que la CMC eclipsa con mucho las
prerrogativas del Departamento de Órganos Administrativos del PCUS, mientras que la
contraparte china de la Dirección Política Principal supervisa no solo el ejército, sino también
la inteligencia, los servicios de seguridad y el trabajo de contraespionaje.42
A diferencia de las democracias liberales, el personal militar activo es miembro y participa en
instituciones civiles de gobierno.41 Este es el caso en todos los estados comunistas

Memoria

Existen monumentos a las víctimas de los estados comunistas en casi todas las capitales de
Europa del Este y hay varios museos que documentan el gobierno comunista, como el Museo
de Ocupaciones y Luchas por la Libertad en Lituania, el Museo de la Ocupación de Letonia en
Riga y la Casa del Terror en Budapest, los tres de los cuales también documentan el dominio
nazi.7172 En Washington D. C., una estatua de bronce basada en la escultura de la diosa de la
democracia de la Plaza Tiananmen de 1989 fue dedicada como el Monumento a las Víctimas
del Comunismo en 2007, habiendo sido autorizada por el Congreso de los Estados Unidos en
1993.7374

pág. 26
Según la antropóloga Kristen Ghodsee, los esfuerzos por institucionalizar la narrativa de las
víctimas del comunismo, o la equivalencia moral entre el Holocausto nazi (asesinato racial) y
las víctimas del comunismo (asesinato de clase), y en particular el reciente impulso por la
conmemoración de las víctimas del comunismo al comienzo de la crisis financiera mundial,
puede verse como la respuesta de las élites económicas y políticas a los temores de un
resurgimiento de la izquierda frente a economías devastadas y desigualdades extremas como
resultado de los excesos del capitalismo liberal. Ghodsee argumenta que cualquier discusión
sobre los logros de los estados comunistas, incluida la alfabetización, la educación, los
derechos de las mujeres y la seguridad social, generalmente se silencia, y cualquier discurso
sobre el tema del comunismo se centra casi exclusivamente en los crímenes de Stalin y la
teoría del doble genocidio.72 Según Laure Neumayer, esto se utiliza como una
narrativa anticomunista "basada en una serie de categorías y cifras" para "denunciar la
violencia estatal comunista (calificada como 'crímenes comunistas', 'genocidio rojo' o
'clásicoide') y para honrar a los perseguidos (presentados alternativamente como 'víctimas del
comunismo' y 'héroes de la resistencia antitotalitaria')". 75Por contra, autores como Antonio
Escohotado en el tomo III de Los enemigos del comercio, señala que los gobiernos comunistas
no llegan al poder de forma pacífica o democrática y que tienden a suprimir las actividades de
otras opciones políticas. También argumenta que la violencia, la represión y las hambrunas
fruto de la economía planificada han causado millones de muertos, como se demuestra en los
casos de la Unión Soviética, China o Camboya76

Trabajo comunista

Con la edificación del comunismo, todo trabajo en bien de la sociedad pasa a ser no sólo
una obligación, sino también la primera necesidad vital, de la que se tiene plena conciencia,
para cada persona. Según palabras de Lenin, “...el trabajo comunista, en el más riguroso y
estricto sentido de la palabra, es un trabajo gratuito en bien de la sociedad... un trabajo
voluntario, al margen de normas, un trabajo realizado... sin poner condiciones sobre su
remuneración, un trabajo realizado por el hábito de trabajar en bien de la sociedad y de
acuerdo con la actitud consciente (transformada en hábito) ante la necesidad de trabajar para el
bien común y, finalmente, un trabajo como exigencia del organismo sano”

1. En el sentido estrecho y estricto, trabajo en la sociedad comunista madura, que se ha


convertido en iniciativa personal, por lo cual ha pasado a ser la primerísima necesidad de cada
uno, trabajo no vinculado “con ninguna norma establecida por poder o Estado alguno”, “un
trabajo que es ejecutado no para cumplir una obligación determinada, no para recibir derecho
a determinados productos… sino un trabajo voluntario, sin normas, hecho sin tener en cuenta
recompensa alguna…” (V. I. Lenin, t. 40, p. 315). La premisa de ello es el desarrollo máximo
de las fuerzas productivas del hombre, la superación de la división de su actividad (División
del trabajo). En el trabajo diario, el hombre actúa en estas condiciones como personalidad

pág. 27
pública, como artífice de todas las normas y fines, pues no está abrumado ya por la tarea de
asegurarse los medios de existencia. La necesidad de actuar no se manifiesta ya como dictada
desde fuera, sino que adquiere un sentido interior. Sobre esta base “comienza el despliegue de
las fuerzas humanas que se considera como fin en sí, el verdadero reino de la libertad…” (C.
Marx y F. Engels, t. 25, parte II, p. 387). El hombre no busca la libertad imaginaria al margen
de la actividad, pues tiene “la libertad auténtica, cuya manifestación activa es precisamente el
trabajo…” (ibíd., t. 46, parte II, p. 110). El trabajo comunista supera la contrariedad entre el
tiempo de trabajo y el tiempo libre y pasa a ser fuente del deleite estético.

2. En la amplia acepción, conjunto de elementos del trabajo en el socialismo, el desarrollo


de los cuales prepare el paso al trabajo comunista propiamente dicho. Es la tendencia hacia la
transformación del trabajo en creación, hacia el acercamiento del trabajo remunerado al no
retribuido y el crecimiento de la responsabilidad real del individuo. La causa de la aparición de
estas tendencias no radica sólo en el cambio de la conciencia, sino ante todo en el cambio de la
realidad misma, en el cambio de la esencia social del trabajo.

Sistema legal
Todos los estados comunistas se han establecido en países con un sistema de derecho civil.50
Los países de Europa del Este habían sido gobernados formalmente por el Imperio Austro-
Húngaro, el Imperio Alemán y el Imperio Ruso, todos los cuales tenían un sistema legal de
derecho civil.50 Cuba tenía un sistema de derecho civil impuesto por España, mientras que
China introdujo el derecho civil para superponerse con elementos confucianos y Vietnam usó
la ley francesa.50 Desde el establecimiento de la Unión Soviética, ha habido un debate
académico sobre si la ley socialista es un sistema legal separado o es parte de la tradición del
derecho civil.50 El jurista Renè David escribió que el sistema legal socialista "posee, en
relación con nuestro derecho francés, características particulares que le dan una originalidad
completa, en la medida en que ya no es posible conectarlo, como el antiguo derecho ruso, con
el sistema de derecho romano".50 De manera similar, Christoper Osakwe concluye que el
derecho socialista es "un sistema legal autónomo que se distingue esencialmente de las otras
familias de derecho contemporáneas".50 Los defensores de la ley socialista como un sistema
legal separado, han identificado las siguientes características:50

 La ley socialista desaparecerá con la desaparición del Estado.50


 El dominio del partido marxista-leninista.50
 La ley socialista está subordinada y refleja cambios en el orden económico (la
absorción del derecho privado por el derecho público).50
 La ley socialista tiene un carácter religioso.50
 La ley socialista es más prerrogativa que normativa.50
Los funcionarios legales defienden su caso de manera diferente a los occidentales. 50 Por
ejemplo, "la opinión predominante entre los juristas soviéticos en la década de 1920 era que la
ley soviética de ese período era una ley de estilo occidental apropiada para una economía
soviética que seguía siendo capitalista en un grado significativo". 50 Esto cambió con la
introducción de la economía planificada y el término ley socialista se concibió para reflejar

pág. 28
esto en la década de 1930.50 El teórico del derecho húngaro Imre Szabó reconoció las
similitudes entre el derecho socialista y el derecho civil, pero señaló que "se pueden distinguir
cuatro tipos básicos de derecho: las leyes de las sociedades esclavista, feudal, capitalista y
socialista".50
Utilizando la teoría marxista de materialismo histórico, Szabó sostiene que el derecho
socialista no puede pertenecer a la misma familia de derecho ya que la estructura material es
diferente a la de los países capitalistas ya que su superestructura (Estado) tiene que reflejar
estas diferencias.50 En otras palabras, la ley es una herramienta de la clase dominante para
gobernar.50 Como señala Renè David, los juristas socialistas "aíslan su derecho, para poner en
otra categoría, una categoría reprobada, las leyes romanistas y el derecho anglosajón, es el
hecho de que razonan menos como juristas y más como filósofos y marxistas. Es al adoptar un
punto de vista no estrictamente legal que afirman la originalidad de su ley socialista". 50 Sin
embargo, algunos teóricos jurídicos socialistas consideran que la ley socialista es ley civil,
pero es un tipo de ley diferente para un tipo diferente de sociedad.

Derecho socialista, en sentido estricto o restringido, es la denominación de los


diferentes sistemas jurídicos establecidos en los estados socialistas, conocidos también bajo la
denominación de "socialismo real" o países comunistas. En sentido amplio, el mismo término
designa a los ordenamientos jurídicos o leyes características que acompañan la doctrina
política del socialismo, en sus diferentes vertientes.

Derecho socialista en sentido amplio


Dentro del derecho socialista en sentido amplio se incluyen ramas, instituciones y principios
jurídicos que, en muchos casos se han integrado a los sistemas jurídicos de los países
capitalistas, como el llamado "derecho obrero" y los derechos de los trabajadores, el principio
pro operario, el derecho sindical, la contratación colectiva, la responsabilidad objetiva patronal
en los accidentes de trabajo, la noción de justicia social, el constitucionalismo social y
los derechos humanos de segunda generación, el derecho económico social de mercado, la
cogestión obrero-empresarial y la autogestión obrera de las empresas, las normas sobre
nacionalización, estatización y expropiación de empresas, etc. También el derecho
cooperativo está fuertemente ligado al derecho socialista en sentido amplio.

Derecho socialista en Cuba


Dentro del derecho socialista en sentido restringido se incluyen los principios y sistemas
jurídicos establecidos en los estados socialistas, conocido también como "socialismo real", o
simplemente comunistas. En general, todos los sistemas jurídicos conocidos sancionados por
estados socialistas, adoptaron el sistema de derecho continental, el de mayor aceptación
mundial, caracterizado por basarse en la ley, antes que en las decisiones de los jueces. Con
variadas modificaciones, todos los sistemas jurídicos adoptados por los países socialistas, se
inspiran en la ideología marxista-leninista.
Mientras que los sistemas jurídicos continentales capitalistas, tradicionalmente han puesto
gran interés en proteger la propiedad privada, especialmente de los activos productivos y
financieros, a través de detalladas regulaciones de los modos de adquirir, transmitir y perder la

pág. 29
titularidad, los sistemas jurídicos socialistas se concentran en la regulación de la propiedad de
los medios de producción, de modo tal que los mismos estén orientados al bienestar público,
sea estableciendo la titularidad estatal, comunitaria, autogestionada, e incluso privada, según
el sistema específico de qué se trate. La mayoría de los sistemas jurídicos socialistas
establecen subsistemas especiales para la propiedad y gestión de la tierra, adoptando en
muchos casos sistemas cooperativos o comunitarios, como en el caso de
los koljoses soviéticos o las comunas populares chinas.
Un error habitual es la creencia generalizada de que en el derecho socialista no existe la
propiedad privada. Todos los sistemas instituyen el concepto de propiedad personal sobre los
bienes no productivos, y en algunos casos también sobre bienes productivos y empresas,
incluso de gran tamaño, como sucede con el derecho chino comunista moderno.
El derecho socialista también se caracteriza por adoptar instituciones laborales específicas,
como el estajanovismo en la Unión Soviética durante el gobierno de José Stalin, o el trabajo
voluntario establecido en Cuba a instancias de Che Guevara.
Antes del fin de la Guerra Fría, el Derecho socialista era comúnmente incluido dentro de los
principales sistemas jurídicos del mundo. Sin embargo, diversos autores contemporáneos no lo
consideran como tal, debido a las semejanzas con el sistema de Derecho continental y por el
hecho que actualmente no es utilizado en forma extensa —tras la caída de la mayoría de los
estados socialistas—.
Derecho soviético
Artículo principal: Derecho soviético

El primer sistema de derecho socialista en aparecer, fue el derecho soviético, elaborado teórica
y prácticamente por los legisladores y juristas de la Unión Soviética, a partir de la Revolución
rusa de 1917. Entre los juristas más destacados del derecho soviético se encuentran Pēteris
Stučka, Evgeny Pasukanis, Andréi Vyshinski, entre otros.
El derecho soviético sirvió como base para el desarrollo de los sistemas jurídicos de los
subsiguientes países comunistas. Sin embargo, en muchos casos, los mismos se apartaron
considerablemente del derecho soviético, formando sistemas claramente diferenciados, como
sucedió claramente en China y en Yugoslavia.
Es de gran importancia enfatizar en este sistema jurídico socialista, ya que muchos autores
contemporáneos creían que era el modelo ejemplar que seguir para alcanzar valores, justicia y
sobre todo igualdad.
Derecho chino socialista

El sistema jurídico chino socialista, sobre todo desde las reformas jurídico-económicas
realizadas a partir de 1978, tiene características muy particulares. Por un lado, es heredero de
uno de los sistemas jurídicos más antiguos del mundo, el sistema jurídico imperial chino,
caracterizado por su severidad penal y la amplia libertad brindada a los jueces, similar en este
aspecto al common law anglosajón. Por otro lado el sistema socialista de mercado adoptado
por China, ha llevado al desarrollo de una legislación garantista de las inversiones, en base al
principio de la equity del derecho anglosajón.1

pág. 30
Históricamente, el derecho chino estuvo fundado en la tensión entre la fa (ley escrita) y
el li (rito). Esta dinámica, postergada durante las primeras décadas del estado comunista, ha
resurgido después de las reformas de 1978.2
Los rasgos generales del sistema jurídico chino comunista moderno "se caracterizan por
tender a proteger al sujeto fuerte, frente al débil, buscando hacer primar la eficacia en los
negocios".1 El sistema jurídico patrimonial chino se basa en la propiedad colectiva de los
medios de producción, pero a la vez garantiza las inversiones privadas y establece un derecho
de usufructo sobre las mismas por un plazo de 70 años, que también puede ser objeto
de sucesión.1 En 1999, una reforma constitucional, reconoció formalmente el derecho de
propiedad en la economía, a la vez que estableció un derecho al usufructo de la tierra por
períodos mínimos de 30 años, para los campesinos.3
China posee también un muy eficiente y severo sistema de penalización de la corrupción, en el
que el Partido Comunista actúa como poder judicial. La constitución vigente es la sancionada
en 1954 con 31 enmiendas incluidas en 1982. Adopta un
sistema demócrático parlamentario en el que el poder radica en el pueblo, representado en el
parlamento nacional, llamado Congreso del Pueblo. El partido político mayoritario y
dominante es el Partido Comunista, existiendo también ocho partidos legales minoritarios. 1
La necesidad de seguridad jurídica derivada de las reformas de la década de 1980, llevaron a
una revalorización y fortalecimiento del poder judicial y de la profesión de abogado.1 Estos
últimos están organizados en una asociación nacional llamada Abogados de Toda China que
agrupaba en 2006, a unos 120.000 abogados, que reciben una remuneración fija. En el proceso
penal los jueces deben atenerse estrictamente a la ley, en tanto que en el proceso civil, los
jueces están habilitados para hacer uso de la analogía.
Derecho cubano comunista

En Cuba el derecho, si bien inspirado en ideas de raigambre marxista-leninista, a diferencia de


otros Estados otrora del "socialismo real", conserva una fuerte raigambre continental. Las
razones de ello radican básicamente en factores de orden cultural, por los cuales la academia y
la actividad legislativa se resistió fuertemente a la incorporación de los esquemáticos
conceptos jurídicos soviéticos, logrando de algún modo una suerte de imbricación entre las
estructuras formales del sistema de derecho romano-francés, con las tesis y categorías propias
del derecho soviético, los cuales ingresan a la academia cubana por medio de los estudios
doctorales en la Universidad Lomonósov de Moscú. Se establece la propiedad estatal sobre los
medios principales de producción, sin embargo luego del colapso soviético el país se vio
obligado a adoptar formas capitalistas de propiedad como la mixta en la que la propiedad
privada se encuentra mimetizada mediante un sistema de sociedad anónima. Además siempre
se ha garantizado el derecho a la propiedad personal que es una varienta a menor escala de la
propiedad privada, existe la libertad de culto aunque todas las escuelas son laicas y están
prohibidas las actividades religiosas en estos centros aunque se permiten procesiones y cultos
en todo el país.
A tono con la Constitución de 1976, las elecciones son cada cinco años y el presidente es
elegido de manera indirecta como en muchos países incluso capitalistas como Estados Unidos,
el proceso comienza con las elecciones de los precandidatos en reuniones en el barrio en las
cuales participan todos los mayores de 16 años en este momento el voto es público. Una vez
elegidos los candidatos para los diferentes niveles (provincial y nacional) cada cinco años y

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(municipal) cada dos años y medio; se someten al voto popular que es universal, libre y
secreto, los candidatos electos a la Asamblea Nacional se reúnen en sesión pública y eligen de
entre ellos al Consejo de Estado encabezado por un Presidente, un Primer Vicepresidente y
cinco Vicepresidentes, que constituyen la máxima dirección estatal de la República, ya que el
Parlamento se reúne sólo dos veces al año. Con la nueva Constitución de 2019 este sistema
sufrió cambios, pues se crea el puesto de Presidente de la República, aunque su elección sigue
siendo indirecta, y las elecciones locales se amplían a 5 años igual que las generales, entre
otras modificaciones como la creación del cargo de Gobernador y los intendentes, para
provincia y municipio, respectivamente. Vale destacar que aunque existe el Partido Comunista
que es el único legalizado, este tiene prohibido hacer campaña o proponer candidatos a
ninguna instancia del gobierno, sin embargo constituyen la inmensa mayoría en el legislativo
debido a que en las reuniones de vecinos son propuestos constantemente por el pueblo por sus
"méritos y condiciones". Existen en la Asamblea Nacional diputados que no son miembros del
Partido Comunista aunque son minoría.
VENTAJAS DEL COMUNISMO

 Igualdad social: El comunismo busca eliminar las desigualdades económicas y


sociales al garantizar la distribución equitativa de los recursos y la riqueza entre todos
los miembros de la sociedad.
 Acceso a servicios básicos: En un sistema comunista, se busca garantizar el acceso
universal a servicios básicos como educación, salud, vivienda y empleo.
 Eliminación de la explotación: El comunismo busca eliminar la explotación del
trabajo humano, ya que la propiedad y los medios de producción son propiedad común
y no están en manos de una clase dominante.
 Participación ciudadana: En teoría, el comunismo promueve la participación activa
de los ciudadanos en la toma de decisiones políticas y económicas a través de la
democracia directa.
 Eliminación de la pobreza extrema: El comunismo busca erradicar la pobreza
extrema al garantizar la distribución equitativa de los recursos y proporcionar a todos
los ciudadanos condiciones básicas de vida.
 Solidaridad y cooperación: El comunismo promueve la solidaridad y la cooperación
entre los miembros de la sociedad, ya que se basa en el principio de trabajar juntos por
el bienestar común.
 Bienestar social: En un sistema comunista, se busca proporcionar un amplio sistema
de seguridad social que cubra las necesidades básicas de los ciudadanos, como
atención médica, seguridad social y pensiones.
 Eliminación de las clases sociales: El comunismo busca abolir las clases sociales y
construir una sociedad sin divisiones basadas en la propiedad o el estatus económico.

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DESVENTAJAS DEL COMUNISMO

 Falta de incentivos y emprendimiento: Al eliminar la propiedad privada y la


posibilidad de obtener beneficios económicos individuales, el comunismo puede
desalentar la iniciativa individual y la innovación, lo que podría limitar el progreso
económico y tecnológico.
 Control estatal y falta de libertades individuales: El comunismo tiende a requerir un
fuerte control estatal para implementar y mantener el sistema, lo que puede restringir
las libertades individuales y limitar la libertad de expresión, asociación y religión.
 Burocracia y corrupción: En muchos casos, los regímenes comunistas han sido
propensos a la burocracia y la corrupción, lo que puede afectar negativamente la
eficiencia y la transparencia en la toma de decisiones y en la asignación de recursos.
 Falta de diversidad y pluralismo: El comunismo busca la igualdad, pero puede
limitar la diversidad y la pluralidad de ideas, ya que tiende a imponer un pensamiento y
una ideología únicos, lo que puede restringir la libertad de pensamiento y la
creatividad.
 Falta de incentivos para el trabajo duro: Al garantizar una distribución equitativa, el
comunismo puede reducir los incentivos para el trabajo duro y la excelencia personal,
ya que no se recompensa el esfuerzo adicional o la productividad individual.
 Escasez de bienes y servicios: La planificación centralizada y la falta de mecanismos
de mercado en el comunismo pueden llevar a la escasez de bienes y servicios, ya que la
asignación de recursos puede no ser eficiente ni adaptarse a las demandas y
preferencias de los consumidores.
 Falta de libertad económica: En un sistema comunista, el Estado tiene un control
significativo sobre la economía, lo que puede limitar la libertad económica individual,
incluida la capacidad de emprender negocios, tomar decisiones de inversión o poseer
propiedades.
 Falta de pluralismo político: El comunismo tiende a promover un sistema de partido
único o una ideología dominante, lo que puede limitar la pluralidad política y la
diversidad de opiniones, dificultando la participación y el debate político.

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COMUNISMO EN MEXICO

El movimiento comunista, como corriente de ideas y como partido político, comenzó a


integrarse en México a partir del Congreso Socialista realizado en la capital de la República
entre agosto y septiembre de 1919.

Este congreso resultó una mezcla abigarrada de activistas sindicales de filiación anarquista, de
socialistas descontentos con la conducta de la socialdemocracia europea y de jóvenes
inspirados por la victoria de la revolución rusa decididos a seguir “el camino de los
bolcheviques”, aunque carentes de una noción clara de la teoría y la política comunistas. No
cumplió de inmediato su objetivo de organizar un partido, pero constituyó un espacio y un
núcleo inicial en torno del cual se iría organizando la expresión principal del comunismo en
México: el Partido Comunista Mexicano.

No era ésta, sin embargo, la primera temporada del socialismo marxista en nuestra patria.
Desde que la lucha de los obreros mexicanos comenzó a gestarse cuando transcurría el último
tercio del siglo XIX, hicieron su aparición las distintas teorías socialistas y comunistas y se
organizaron los primeros grupos y círculos marxistas. Fue entonces cuando se publicaron por
vez primera en México, en las páginas de periódicos obreros, algunos trabajos de Marx y
Engels como el “Llamamiento inaugural de la I Internacional” (la Asociación internacional de
los Trabajadores) y el Manifiesto Comunista, al tiempo que se realizaban los esfuerzos
iniciales por crear un partido obrero revolucionario y alcanzar una organización sindical de los
trabajadores de naturaleza clasista.

El primer vínculo de los obreros mexicanos con el comunismo marxista se puede situar en el
momento de mayor desarrollo de la I Internacional y muy especialmente a partir de la victoria
de la Comuna de París en marzo de 1871 y las grandes jornadas de solidaridad de la prensa
obrera y artesanal ante la derrota y persecución de los comuneros. Pero estos acontecimientos

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marcaron, simultáneamente, el declive de la I Internacional y su casi inmediata disolución. La
represión contra los obreros de París y el acoso a que fueron sometidas las secciones de la
Internacional en Europa, fueron algunas de las causas del debilitamiento de esta organización;
la otra fue la escisión en su seno que provocaron los bakuninistas. En los países latinos de
Europa las sectas de Bakunin comenzaban a dominar en el movimiento revolucionario de los
trabajadores.

Tal circunstancia influyó en el movimiento obrero mexicano hasta las dos primeras décadas
del presente siglo. La literatura anarquista que se editaba en España y la emigración de obreros
españoles nutrieron durante varias décadas la avidez de conocimientos de los obreros
mexicanos. El anarquismo aseguró por largo tiempo una firme hegemonía entre la parte activa
de los obreros. El triunfo temporal de los libertarios y la represión antiobrera que se desató a
partir de la primera reelección de Porfirio Díaz, obstaculizaron la organización de los
trabajadores y la constitución de un partido obrero independiente.

No obstante, al inicio de la década de los 80, aun sin que el marxismo hubiera echado raíces,
se pueden registrar diversos intentos por organizar grupos y partidos en los que está presente
la necesidad de dar una expresión política a la lucha de los obreros. No fue hasta 1911, en el
periodo inicial de la revolución cuando un grupo de obreros e intelectuales emprende el
esfuerzo más duradero, aunque todavía incipiente, por crear un partido obrero inspirado en el
socialismo científico de Marx. El 20 de agosto de aquel año surge el Partido Socialista
Mexicano bajo el impulso de Adolfo Santibáñez, Lázaro Gutiérrez de Lara y el artesano de
origen alemán Pablo Zierold. A través de distintas reorganizaciones y de conflictos marcados
por la lucha contra el anarquismo declinante y el reformismo en ciernes, el PSM emprende la
tarea de convocar al Primer Congreso Socialista a escala de todo el país, donde se formará el
núcleo que va a tomar a su cargo la organización del Partido Comunista Mexicano a finales de
1919.

Desde que el historiador Luis Chávez Orozco escribió en los años treinta su conocida
conclusión acerca de que los mexicanos conocemos más del hombre del Pedregal que de los
orígenes del socialismo en México, la situación ha cambiado radicalmente. Durante los
últimos 15 años la investigación sobre el movimiento obrero mexicano se desarrolla en
extensión y profundidad por lo que ya puede hablarse de un verdadero boom en los estudios
sobre esta materia.

Sin embargo, no existe todavía un trabajo de conjunto sobre la trayectoria del movimiento
comunista en México. Numerosos. investigadores y equipos se dedican en la actualidad al
estudio de este aspecto insoslayable del movimiento social y político de México, y algunos
han hecho relevantes aportes al esclarecimiento de diversos aspectos de su historia. Poco a
poco se va haciendo luz sobre los más variados aspectos de la lucha de los obreros mexicanos
por intervenir en la vida política nacional con sus propias armas teóricas y políticas.

Los autores de este volumen —en su mayoría protagonistas que transmiten su propia
experiencia y su visión de los sucesos— se propusieron presentar una imagen panorámica de
la trayectoria de seis décadas del Partido Comunista Mexicano (1919-1981). No confunden la
historia de este partido con la del movimiento comunista, que tendría que estudiarse a través
de diversas organizaciones y grupos; parten, sin embargo del hecho indiscutible de que el

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PCM es su tronco principal, la organización más permanente y de mayor influencia de las que
en México han enarbolado la bandera del comunismo.

La tarea de presentar en un volumen breve 62 años de actividad de una organización política


tan compleja, supone muchos riesgos, de los que no queremos excusarnos. Pedimos sólo al
lector que lo tome como el primer esbozo de una investigación en proceso, que aspira a
enriquecerse con el debate y la crítica de militantes y estudiosos.

Antecedentes

En el puerto de Veracruz del 5 al 17 de marzo de 1916 se efectuó lo que pasó a la historia


como primer congreso obrero nacional del presente siglo, bajo la presidencia de uno de los
más limpios dirigentes de la época, el sastre Herón Proal. El congreso constituyó la
Confederación del Trabajo de la Región Mexicana y eligió a Proal secretario general del
Comité Central. No era todavía una organización estable, sino un paso inicial que abriría el
camino a estructuras más desarrolladas de unidad obrera. El hombre que eligen como dirigente
demostrara poco después, durante las huelgas inquilinarias de 1922, que es un militante
entregado a la causa de los trabajadores.

Entre mayo y julio de 1916 estallan en el Distrito Federal las dos huelgas generales más
importantes de la historia de México. La primera transcurre del 22 al 23 de mayo y termina
con una victoria parcial de los huelguistas. Del 31 de julio al 2 de agosto, la segunda huelga
general paraliza la electricidad y todos los servicios públicos y empresas de la capital de la
República. Venustiano Carranza, el fundador del nuevo estado y exponente de la tendencia
victoriosa en la revolución, decreta la ley marcial y desempolva la Ley del 25 de enero de
1862 para castigar con la pena de muerte a los huelguistas y a quienes los apoyen. Había
pasado sólo un año desde que el Primer Jefe firmara el pacto con los líderes de la Casa del
Obrero Mundial, pero una vez que se sabía triunfador, descargaba su odio contra los obreros
en lucha. Un tribunal militar se levanta para juzgar a los miembros del Comité de huelga y al
titubeante líder de los electricistas, Ernesto Velasco. De modo que antes de que Carranza
asuma la presidencia constitucional, los obreros ya saben a qué atenerse con el régimen de los
vencedores.

Mas la violencia carrancista no amedrenta a los obreros. Uno tras otro se suceden los hechos
reveladores de que el movimiento obrero adquiere proporciones nunca vistas hasta entonces.
En su primer discurso en el Congreso Constituyente de Querétaro, inaugurado el 30 de
noviembre de 1916, Nicolás Cano, un minero de Guanajuato elegido diputado y que poco
después abrazaría la causa del comunismo, condena la represión contra los huelguistas del
Distrito Federal y demanda a la asamblea “que no se declare alteradores del orden ni de la paz
pública a los huelguistas”.

Poco después, en octubre de 1917, tiene lugar el Segundo Congreso obrero, esta vez en
Tampico, y en mayo de 1918 se realiza en Saltillo, en esta ocasión bajo patrocinio oficial, el
congreso del que surge la CROM y se convierte en dominante el ala reformista del
sindicalismo mexicano bajo la dirección de Luis N. Morones. Pero antes de que ésta se

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convierta en la tendencia hegemónica, los obreros revolucionarios le opondrán una resistencia
a veces heroica y no le darán cuartel hasta su eclipse.

Sólo habían transcurrido dos meses desde la constitución de la CROM cuando Morones y su
grupo unen su suerte a Samuel Gompers, el dirigente de la American Federation of Labor, y
acceden a realizar la primera conferencia conjunta en Ciudad Juárez el 13 de noviembre de
1918. La respuesta de los sindicalistas revolucionarios no se hace esperar y surge así la
primera alternativa al sindicalismo amarillo con la creación del Gran Cuerpo Central de
Trabajadores, en el que se unen los anarcosindicalistas, los activistas agrupados en el Partido
Socialista Mexicano y otros sindicalistas revolucionarios. El GCCT será el núcleo generador
de otras iniciativas obreras relevantes de estos años.

Pero no solo entre los obreros surgían los impulsores de nuevas formas de abordar los
conflictos planteados a la sociedad mexicana a finales de la revolución de 1910. En las labores
del Congreso Constituyente había aparecido un grupo de diputados hostil al proyecto
carrancista de Constitución y portador de nuevos enfoques de la cuestión social: el que podría
ser caracterizado como expresión de la democracia-revolucionaria, a cuya cabeza se
encontraba Francisco J. Múgica. Este grupo coincide con la posición directamente obrera
representada por el ya mencionado Nicolas Cano y por el maestro de San Luis Potosí, Luis G.
Monzón, que poco después pasaría al comunismo. Estas dos corrientes denunciaron el
proyecto inicial de Carranza e impulsaron la aprobación de los artículos más avanzados de la
Constitución de 1917.

En este ambiente llegan a México las noticias del derrocamiento del zarismo en Rusia y poco
después de la primera revolución socialista victoriosa. Las noticias del triunfo de los
bolcheviques y de los primeros decretos del régimen soviético se reciben en un ambiente de
euforia y se debaten en largas reuniones, especialmente en un local situado en las calles de
Nezahualcóyotl donde tenía sus instalaciones el sindicato de panaderos y su hogar el
movimiento obrero revolucionario de la capital.

Se vislumbra entonces una alternativa, y comienza a tomar cuerpo entre los que se
decepcionaron del rumbo tomado por la revolución de 1910 y entre los obreros e intelectuales
que habían vivido el fracaso de la Casa del Obrero Mundial a partir de sus compromisos con
Carranza, la idea de “seguir el camino de los bolcheviques”. Desde su campamento en
Tlaltizapán, Emiliano Zapata escribe el 14 de febrero de 1918 al general Genaro Amezcua sus
conocidas palabras: “Mucho ganaríamos, mucho ganaría la humana justicia, si todos los
pueblos de nuestra América y todas las naciones de la vieja Europa comprendiesen que la
causa del México revolucionario y la causa de Rusia la irredenta, son y representan la causa de
la humanidad, el interés supremo de todos los pueblos oprimidos”.[2]

Y unos días después, en el número de Regeneración correspondiente al 16 de marzo, Ricardo


Flores Magón) escribía desde su celda en la prisión de Leavenworth: “Nikolai Lenin, el líder
ruso, es en estos momentos la figura revolucionaria que brilla más en el caos de las
condiciones existentes en todo el mundo, porque se halla al frente de un movimiento que tiene
que provocar, quiéranlo o no lo quieran los engreídos con el sistema actual de explotación y de
crimen, la gran revolución mundial que ya está llamando a las puertas de todos los pueblos; la

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gran revolución mundial que operará cambios importantísimos en el modo de convivir de los
seres humanos.”

El impacto de la revolución rusa podía advertirse también en el discurso de Antonio Díaz Soto
y Gama en la Cámara de Diputados a fines de octubre de 1920, donde la puso como ejemplo
de solución rápida e integral del problema agrario

El Congreso Socialista de 1919

En este ambiente político, cuando era ya evidente la crisis del primer gobierno constitucional
de la revolución y el grupo obregonista preparaba el dispositivo que llevaría al derrocamiento
de Carranza y a su asesinato, tuvo lugar en la Ciudad de México el congreso socialista de
agosto-septiembre, en el que comienza a integrarse la corriente comunista.

El Partido Socialista de México, cuya actividad se había incrementado desde 1917 al calor del
movimiento de masas y con motivo del ingreso a sus filas de un grupo de emigrados
norteamericanos[4] y del revolucionario indio Manabendra Nath Roy, toma la decisión de
promover un congreso obrero para abordar la cuestión del socialismo. La convocatoria tenía
fecha de marzo de 1919 y fijaba la iniciación del congreso para el 15 de agosto en la capital de
la República.[5] En realidad, el congreso inició sus trabajos diez días después, el 25 de agosto y
los terminó el 4 de septiembre.

Firmaban la convocatoria de marzo, como integrantes del comité organizador del congreso, en
primer lugar Adolfo Santibáñez, el más conocido de los socialistas mexicanos de la época, uno
de los fundadores del Partido Socialista Mexicano en 1911 y miembro de la Casa del Obrero
Mundial. Abogado laboralista de renombre, Santibáñez había sido el principal defensor de los
huelguistas de la Federación de Sindicatos Obreros del DF en el segundo consejo de guerra
formado en julio y principios de agosto por exigencia del presidente Carranza para juzgar a los
dirigentes. Su padre, Luis Santibáñez era conocido como un antiguo proudhonista miembro de
la Sociedad de Artesanos de Oaxaca.[6]

En segundo lugar suscribió la convocatoria Francisco Cervantes López, “impresor propietario


de su máquina” y uno de los más activos organizadores del movimiento obrero nacional;
representó a los trabajadores de Oaxaca y a la sección de la capital del Partido Socialista en el
Congreso Obrero de Tampico en 1917. Junto con Nicolás Cano y Mauro Tobón organizó el
“Grupo Marxista Rojo”. Combatió desde sus orígenes el sindicalismo amarillo de Morones y
después de la escisión del Partido Socialista en noviembre de 1919, encabezó la corriente que
sostuvo el PSM hasta su extinción en 1921. Posteriormente siguió ligado al movimiento
obrero y comunista y fue el recopilador de las obras del poeta proletario de los años veinte,
Carlos Gutiérrez Cruz[7] y editor de literatura marxista.

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Firmaba en tercer lugar el zapatero Timoteo García, militante de la Casa del Obrero Mundial y
poco después uno de los organizadores de la Federación de Sindicatos Obreros del DF. En
marzo de 1916 había asistido como delegado del Sindicato de Carroceros Forjadores y
Similares al Primer Congreso Obrero Nacional efectuado en Veracruz y en julio del mismo
año fue uno de los 9 miembros del primer comité de la segunda huelga general de los obreros
del DF. Junto con los otros 8 integrantes del comité participó en la entrevista con el presidente
Carranza el primer día de la huelga, fue arrestado en el despacho presidencial y juzgado en el
primer consejo de guerra del 11 de agosto de 1916. Tras la disolución de la Casa formó parte
del grupo editor del periódico Lucha, de filiación anarcosindicalista.[8] Permaneció hasta el
final del congreso socialista y fue uno de los firmantes de la Declaración de Principios y del
Programa de Acción.

De Felipe Dávalos, el cuarto firmante de la convocatoria al congreso de agosto-septiembre, es


poco lo que sabemos. Al parecer, como muchos otros, se extravió en el fragor de la lucha de
grupos, antes de que el proyecto de partido obrero marxista pudiera cristalizar.

El plan de los organizadores consistía en reunir a las más distintas expresiones del movimiento
obrero nacional. Invitaban a participar a todos los partidos socialistas existentes en la
República, los sindicatos, ligas de resistencia y publicaciones obreras y radicales. No
pretendían reunir a los representantes de una determinada corriente, sino a las fuerzas que
disponían de una presencia organizada, local o nacional, para discutir el tema del socialismo.
En los congresos obreros anteriores, decían en la convocatoria, “sólo se ha tratado la cuestión
sindicalista a base de anarquismo, pues ningún problema socialista se ha llevado al tapete de la
discusión. Esperamos que las agrupaciones de obreros sindicalistas y socialistas concurrirán a
este congreso porque va a tratarse de su porvenir, hoy que las ideas socialistas las están
llevando a la práctica los bolshevikis rusos, los comunistas húngaros y los espartacos
alemanes”.[9]

Esto explica lo heterogéneo de la composición del congreso y en parte también las dificultades
para arribar a conclusiones comunes. Una virtud, sin embargo, se debe reconocer a los
organizadores del congreso: su aspiración a discutir los problemas del socialismo en el ámbito
de las fuerzas reales del movimiento proletario, sin exclusiones preconcebidas ni
discriminaciones.

Organizadores y participantes del congreso socialista actuaban en la linde de dos épocas del
movimiento obrero nacional e internacional y algunas de las cuestiones que más agudamente
discutirían, como era la de los vínculos internacionales del nuevo partido, se resolverían por el
congreso de manera diferente a como se enfocaban en la convocatoria de marzo.

Los antiguos, si bien escasos, vínculos del PSM con la socialdemocracia alemana y
probablemente su desconocimiento de que precisamente en marzo, cuando ellos firmaban la
convocatoria, se creaba en Moscú la III Internacional, los llevaban a proponer la designación
de un delegado “para que represente a los socialistas de México en el próximo Congreso
Internacional, acordado en las conferencias de Berna, Suiza”, en el cual los socialdemócratas
se proponían restablecer la II Internacional. Este Congreso se celebraría en Ginebra en julio de
1920. Pero entre marzo y septiembre se produjo un viraje en relación con los vínculos
internacionales de los obreros revolucionarios de México. Por mandato del congreso, los

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delegados de México no se dirigieron a Ginebra, sino a Moscú, al II Congreso de la
Internacional Comunista.

M.N. Roy describe así el ambiente político en los dos años de su estadía en México: “Los
bolcheviques acababan de tomar el poder en Rusia y un leve eco de la revolución llegó a
través del Atlántico. Todos los socialistas de izquierda estaban en un estado de ánimo
exuberante y vivían en una atmósfera sobrecargada de grandes expectativas. Todos eran
potencialmente comunistas. Yo fui absorbido por esa atmósfera electrizante. En mi caso no se
trataba sólo de una elevación de la temperatura revolucionaria. Representaba un cambio en mi
evolución política: un repentino salto del nacionalismo recalcitrante al comunismo.” [10] Y un
poco más adelante, agrega: “En el contacto con Santibánez y con los dirigentes del PS decidí
asumir la lucha por el socialismo.”[11]

Todavía no se han encontrado las actas del congreso de agosto-septiembre ni se conocen


testimonios que aclaren el contenido preciso de los debates o la relación completa de los
participantes. En su tiempo fueron publicados los documentos que aprobó la mayoría y los
nombres de quienes los firmaron. Entre los testigos, sólo Linn A. E. Gale, M. N. Roy y José
Allen dejaron referencias fragmentarias de la discusión de agosto-septiembre y de sus
protagonistas.

Al iniciarse el congreso, se hallaban presentes los más destacados exponentes de las corrientes
que dominaban la escena obrera de entonces: los anarco-sindicalistas, cuya figura más
relevante era Jacinto Huitrón, uno de los dirigentes del Gran Cuerpo Central de Trabajadores;
los líderes amarillos de la CROM, Luis N. Morones y Samuel O. Yúdico, que andaban en
busca del partido que no habían podido organizar hasta entonces; los socialistas
revolucionarios de orientación marxista, entre los que se hallaban José Allen y Eduardo
Camacho, del Grupo de Jóvenes Socialistas Rojos; Manabendra Nat Roy y su compañera
Elena Trent; el slacker Frank Seaman, [12] en representación de la sección del Partido Socialista
de la capital, así como los dirigentes nacionales de éste, Adolfo Santibánez y Francisco
Cervantes López, además de algunos delegados de partidos socialistas locales y grupos
obreros simpatizantes del marxismo. Entre los que se mantuvieron hasta el final del congreso
figurarón el sindicalista Leonardo Hernández, Miguel A. Quintero y Miguel A. Reyes, del
Partido Socialista Michoacano; Aurelio Pérez y Pérez, del Partido de Trabajadores de Puebla;
José I. Medina y Francisco Vela, de la Cámara Obrera de Zacatecas [13] y su periódico Alba
Roja, así como el norteamericano Linn A. E. Gale y el filipino Fulgencio C. Luna,
representantes del Gale's Magazine.

El congreso designa como su secretario a José Inés Medina, uno de los más activos y
persistentes organizadores del movimiento obrero mexicano. Su incorporación a éste data de
antes de 1915, con motivo de las conferencias que Lázaro Gutiérrez de Lara dictó en el teatro
Calderón de Zacatecas. Medina había sido uno de los fundadores de la CROM y
posteriormente dirigió la local Comunista de Zacatecas.

El congreso decide crear el Partido Nacional Socialista, [14] cuyo comité quedaba integrado
provisionalmente por los 22 delegados que aceptaron la Declaración de Principios y el
Programa de Acción, los cuáles deberían elegir entre sus miembros un comité ejecutivo
general que funcionaría con carácter provisional, en tanto se preparaba una convención

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nacional que nombraría un comité ejecutivo de duración determinada. El comité ejecutivo
provisional designó su secretario general a José Allen, quien junto con José I. Medina firmaría
los documentos aprobados.

Era inevitable que de principio a fin del congreso se desarrollara una lucha de tendencias que
se prolongaría durante los dos años siguientes.

La primera disputa fue alrededor de la aceptación de Morones y su grupo en el congreso, que


se decidió por diferencia de un voto, según los testigos, el voto de M. N. Roy, lo cual motivó
que Santibánez y otros dirigentes del PSM abandonaran temporalmente las sesiones. El lugar
de Santibánez fue ocupado a partir de ese momento por Frank Seaman, que era su suplente.
Pero los moronistas no llegan al final del congreso, pues todo indica que se negaron a aceptar
la Declaración de Principios “de socialismo revolucionario” que se convirtió en el punto
definitorio de la pertenencia al partido.

El otro tema importante de discrepancia fue la actitud ante la lucha política, particularmente en
torno de las elecciones, contradicción que se expresaba entre la parte anarquista y
anarcosindicalista de los delegados y los de filiación o simpatía marxista. En este aspecto, las
resoluciones del congreso son todavía ambiguas y aun contradictorias, aunque expresan un
progreso respecto del abstencionismo predominante entre la mayoría de los obreros
revolucionarios.

El Programa de Acción aprobado por la mayoría formulaba del siguiente modo esta cuestión:
“Como estamos en favor de la acción política en cooperación con el comunismo industrial
para unificar la actividad de la clase trabajadora, no negamos el valor del voto y del éxito de
elegir candidatos a puestos públicos, siempre que esto no desvíe la acción de efectiva lucha de
clases: por tanto, el Partido Nacional Socialista tomará parte en campañas electorales, no
como medio de acción política de oficio, sino, como medio de propaganda. En todas las
elecciones, ya sean federales de los estados, el PSN postulará sus candidatos que deberán ser
miembros de dicho partido.”[15]

En cambio, el punto sexto de la Declaración de Principios establecía que: “El CNS considera
que el medio de la acción múltiple no desorienta al socialismo revolucionario, y que sí le abre
paso hacienda posible la realización de este ideal. Pero declara que no toma oficialmente esta
determinación, dejando a las agrupaciones en él representadas seguir sus propias
inclinaciones, hasta llegar a unificar el criterio proletarial.”[16]

Pero aun este titubeante paso del abstencionismo a la participación política fue modificado
muy pronto la “sesión extraordinaria” del PSM donde se decidió adoptar el nombre, de Partido
Comunista Mexicano, lo cambió por completo. En el comunicado de la reunión se afirmaba:
“El Partido no tomará participación en las luchas electorales e invita al proletariado a hacer lo
mismo, apartándose de senderos que los llevan a seguir en su esclavitud.”[17]

Tendrían que pasar cinco largos años para que la concepción abstencionista y
antiparlamentaria fuera superada en los textos y en la práctica del PCM. Por cierto, la mayoría
de los miembros responsables de la dirección en sus primeros cinco años asumía la actitud
abstencionista como si correspondiera a la orientación de la Internacional Comunista. Lo

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mismo que otros aspectos de la experiencia rusa, los primeros comunistas interpretaban su
actitud ante el parlamento en clave anarcosindicalista.

Sin embargo, no se deben subestimar las diferencias entre el enfoque de la convocatoria de


marzo y los acuerdos de septiembre. Aquella planteaba los elementos principales de un
programa democrático avanzado, pero allí se detenía; en cambio, los acuerdos del congreso
asumían plenamente un objetivo socialista, planteaban la cuestión del poder y de la dictadura
del proletariado, se deslindaban de la socialdemocracia y decidían enviar sus representantes al
II Congreso de la Internacional Comunista.

CONCLUSION
El comunismo es una teoría política y económica que busca la abolición de la propiedad
privada y la creación de una sociedad sin clases sociales. Según esta ideología, los medios de
producción, como fábricas, tierras y recursos naturales, deben ser propiedad colectiva y
administrados democráticamente por la comunidad.

El objetivo del comunismo es eliminar las desigualdades sociales y económicas, así como la
explotación de unos individuos por otros. Se basa en la premisa de que el sistema capitalista
genera injusticias al permitir la acumulación de riqueza en manos de unos pocos mientras
muchos carecen de lo necesario para vivir dignamente.

En una sociedad comunista, se busca que los bienes y servicios sean distribuidos
equitativamente, sin importar el trabajo realizado por cada individuo. Se promueve la
solidaridad y la cooperación en lugar de la competencia individual. Además, se aspira a
eliminar el Estado como entidad separada de la sociedad, ya que se considera una
herramienta de opresión utilizada por las clases dominantes.

Sin embargo, a lo largo de la historia, los intentos de implementar el comunismo han tenido
resultados mixtos. Algunos países han experimentado regímenes autoritarios y represivos en
nombre del comunismo, lo que ha llevado a críticas y controversias sobre esta ideología.

Es importante destacar que esta es solo una explicación general del comunismo y que existen
diferentes enfoques y corrientes dentro de esta teoría.

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