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FARMACOLOGÍA SANGUÍNEA

Bachiller:

Marielis Gómez C.I: 30.090.425

Instituto Universitario De Tecnología

“Juan Pablo Pérez Alfonso”

I U T E P A L. Extensión Puerto La Cruz

II Semestre de Enfermería. Sección “A”. Plan Especial

Materia: Farmacología

Profesora:

Yraida Gutiérrez

Puerto La Cruz, noviembre del 2023


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INTRODUCCIÓN

La farmacología sanguínea se refiere al estudio de los medicamentos que afectan la


composición y las funciones de la sangre. Esto incluye medicamentos que actúan sobre las
células sanguíneas, como los anticoagulantes, y aquellos que afectan la presión arterial y la
circulación sanguínea, como los antihipertensivos.

El corazón es un órgano vital que bombea sangre a través del cuerpo. Su correcto
funcionamiento es esencial para mantener la salud cardiovascular. Sin embargo, pueden ocurrir
alteraciones en el ritmo cardíaco, conocidas como arritmias cardíacas. Estas pueden manifestarse
como latidos rápidos, lentos o irregulares, y pueden ser causadas por diversos factores, como
enfermedades cardíacas, estrés o desequilibrios electrolíticos.

El tratamiento de las arritmias cardíacas puede incluir el uso de medicamentos


antiarrítmicos, que ayudan a regular el ritmo cardíaco. Estos medicamentos actúan sobre los
canales iónicos del corazón, modificando la conducción eléctrica y restaurando un ritmo cardíaco
normal.
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EL CORAZÓN

Es el órgano principal del aparato circulatorio. Es un músculo estriado hueco que actúa
como una bomba aspirante e impelente, que aspira hacia las aurículas la sangre que circula por
las venas, y la impulsa desde los ventrículos hacia las arterias.

Está situado prácticamente en medio del tórax (mediastino), entre los dos pulmones,
encima del diafragma, delante de la columna vertebral torácica, separado de las vértebras por el
esófago y la aorta, y detrás del esternón y de los cartílagos costales. Se fija en esta situación por
medio de los grandes vasos que salen y llegan a él, y por el pericardio.

El corazón tiene forma de pirámide triangular o cono, cuyo vértice se dirige hacia abajo,
hacia la izquierda y hacia delante, y la base se dirige hacia la derecha, hacia arriba y un poco
hacia atrás.

Su volumen varía según el sexo y la edad. Tradicionalmente se ha comparado el volumen


del corazón con el de un puño, pero cambia considerablemente dependiendo de si el corazón está
en sístole o en diástole. El volumen total varía entre 500 a 800 mililitros, siendo más importante
el volumen de eyección del ventrículo izquierdo. Su peso ronda los 275 gramos en el hombre y
250 gramos en la mujer.

PARTES DEL CORAZÓN

El corazón se divide en dos mitades laterales, que son el corazón derecho, en la que
circula la sangre venosa y el corazón izquierdo, en la que circula la sangre arterial. Cada una de
estas dos mitades se subdivide en otras dos, situadas una encima de la otra que son: la cavidad
superior llamada aurícula o atrio, y la cavidad inferior llamada ventrículo. Cada aurícula
comunica con el ventrículo por medio de un orificio llamado orificio auriculoventricular, que
contiene una válvula derecha llamada válvula tricúspide y una válvula izquierda llamada válvula
mitral. Los dos corazones están separados en toda su altura, por medio de un tabique vertical que
se llama tabique interauricular entre las dos aurículas y tabique interventricular entre los dos
ventrículos. Por lo tanto:
Corazón derecho: Está formado por la aurícula derecha y el ventrículo derecho, separados por
la válvula tricúspide.
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Corazón izquierdo: Está formado por la aurícula izquierda y el ventrículo izquierdo, separados
por la válvula mitral.
Estructura del corazón: Las capas del corazón son de dentro hacia afuera: el endocardio, el
miocardio y el epicardio.

FUNCIONES DEL CORAZÓN

El corazón es un órgano vital que desempeña varias funciones esenciales en el cuerpo


humano. Estas incluyen:

Bombear sangre: El corazón actúa como una bomba que impulsa la sangre a través de
todo el cuerpo. Tiene cuatro cavidades: dos aurículas y dos ventrículos. Las aurículas reciben la
sangre desoxigenada de las venas y los ventrículos la bombean hacia los pulmones para
oxigenarla y hacia el resto del cuerpo para suministrar oxígeno y nutrientes.

Circulación sanguínea: El corazón es responsable de mantener la circulación sanguínea


constante. La sangre transporta oxígeno, nutrientes y hormonas a todas las células del cuerpo, y
también elimina los desechos y dióxido de carbono.

Regulación de la presión arterial: El corazón ayuda a mantener la presión arterial


adecuada. Cuando el corazón se contrae, impulsa la sangre hacia las arterias, lo que aumenta la
presión arterial. Luego, durante la relajación del corazón, la presión arterial disminuye.

Suministro de oxígeno al cuerpo: El corazón bombea sangre rica en oxígeno a través de


las arterias para suministrar oxígeno a todos los tejidos y órganos del cuerpo.

Eliminación de dióxido de carbono: El corazón recoge la sangre desoxigenada y rica en


dióxido de carbono de todo el cuerpo y la envía a los pulmones para eliminar el dióxido de
carbono y recoger oxígeno fresco.

Estas funciones son esenciales para mantener la vida y el funcionamiento adecuado de


todos los sistemas del cuerpo.
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ARRITMIAS Y ANGINAS

Las Arritmias son trastornos del ritmo cardíaco, que se refieren a cualquier alteración en
la frecuencia o el patrón de los latidos del corazón. El corazón normalmente late de manera
regular y coordinada, pero en las arritmias, los latidos pueden ser demasiado rápidos, demasiado
lentos o irregulares.

Existen diferentes tipos de arritmias, como la taquicardia (latidos rápidos), la bradicardia


(latidos lentos), la fibrilación auricular (latidos irregulares) y la extrasístole (latidos adicionales).
Estas arritmias pueden ser benignas y no requerir tratamiento, o pueden ser graves y requerir
intervención médica.

Las causas de las arritmias pueden variar, desde problemas estructurales del corazón
hasta desequilibrios electrolíticos, enfermedades cardíacas subyacentes, consumo de drogas o
medicamentos, estrés o ansiedad.

La Angina de Pecho, comúnmente conocida como angina, es un síntoma de enfermedad


cardíaca que se caracteriza por dolor o malestar en el pecho. La angina ocurre cuando el flujo
sanguíneo al músculo cardíaco se ve reducido, generalmente debido a la obstrucción de las
arterias coronarias que suministran sangre al corazón.

El dolor de la angina se describe comúnmente como una sensación de opresión, presión,


ardor o malestar en el pecho. También puede irradiarse hacia el brazo izquierdo, el cuello, la
mandíbula o la espalda. La angina puede desencadenarse por el esfuerzo físico, el estrés
emocional o la exposición al frío.

La angina estable es aquella que ocurre de manera predecible y se alivia con el reposo o
la medicación. Por otro lado, la angina inestable es más grave y puede ocurrir en reposo o
empeorar con el tiempo, lo que requiere atención médica inmediata.

El tratamiento de la angina puede incluir cambios en el estilo de vida, como una dieta
saludable y ejercicio regular, medicamentos para controlar los síntomas y prevenir
complicaciones, y en algunos casos, procedimientos invasivos como la angioplastia o la cirugía
de bypass coronario.
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CARDIATONICOS

Son un grupo de medicamentos utilizados para tratar enfermedades cardíacas, como la


insuficiencia cardíaca congestiva. Estos medicamentos actúan aumentando la fuerza de
contracción del músculo cardíaco, lo que mejora la capacidad del corazón para bombear sangre
de manera más eficiente.

Los cardiotónicos más comunes son la digoxina y la digitoxina. Estos medicamentos


funcionan inhibiendo una enzima llamada ATPasa de sodio-potasio, lo que aumenta la
concentración de calcio dentro de las células del músculo cardíaco. El calcio es necesario para la
contracción muscular, por lo que al aumentar su concentración, los cardiotónicos fortalecen la
contracción del corazón.

ANTIARRITMICOS

Son medicamentos utilizados para tratar las arritmias cardíacas, que son alteraciones en el
ritmo normal del corazón. Estos fármacos actúan sobre los canales iónicos del corazón para
regular el ritmo cardíaco y prevenir o controlar las arritmias.

Existen diferentes clasificaciones de los antiarrítmicos, pero una de las más comunes es la
clasificación de Vaughan-Williams, que divide los antiarrítmicos en cuatro clases principales (I,
II, III y IV) según su mecanismo de acción.

Clase I: Estos antiarrítmicos bloquean los canales de sodio y reducen la conducción


eléctrica en el corazón. Se subdividen en tres subclases (Ia, Ib y Ic) según su efecto en la
duración del potencial de acción y la velocidad de conducción. Algunos ejemplos de fármacos de
clase I son la quinidina, la lidocaína y la flecainida.

Clase II: Estos antiarrítmicos son bloqueadores de los receptores beta-adrenérgicos, lo


que disminuye la actividad simpática y reduce la frecuencia cardíaca. El propranolol y el
metoprolol son ejemplos de fármacos de clase II.

Clase III: Estos antiarrítmicos prolongan la duración del potencial de acción y


repolarización del corazón al bloquear los canales de potasio. Esto ayuda a prevenir la reentrada
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de los impulsos eléctricos y estabiliza el ritmo cardíaco. Algunos ejemplos de fármacos de clase
III son la amiodarona y la sotalol.

Clase IV: Estos antiarrítmicos son bloqueadores de los canales de calcio y reducen la
conducción eléctrica en el corazón. Se utilizan principalmente para tratar las arritmias
supraventriculares. La verapamilo y el diltiazem son ejemplos de fármacos de clase IV.

Es importante destacar que cada clase de antiarrítmico tiene diferentes efectos y se utiliza
para tratar diferentes tipos de arritmias.

TRATAMIENTOS ANTIHIPERTENSIVOS

Son medicamentos utilizados para controlar la presión arterial alta, también conocida
como hipertensión. La hipertensión es un factor de riesgo importante para enfermedades
cardiovasculares, como enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares.

Existen diferentes clases de medicamentos antihipertensivos, que actúan de diferentes


maneras para reducir la presión arterial. Algunos de los medicamentos más comunes incluyen:

Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA): Estos medicamentos


bloquean la acción de una enzima que produce una sustancia llamada angiotensina II, que causa
la constricción de los vasos sanguíneos. Al bloquear esta enzima, los IECA ayudan a relajar los
vasos sanguíneos y reducir la presión arterial.

Bloqueadores de los receptores de angiotensina II (BRA): Estos medicamentos


bloquean los receptores de angiotensina II en los vasos sanguíneos, evitando que esta sustancia
cause la constricción de los vasos. Al igual que los IECA, los BRA ayudan a relajar los vasos
sanguíneos y reducir la presión arterial.

Bloqueadores de los canales de calcio: Estos medicamentos bloquean los canales de


calcio en las células musculares de los vasos sanguíneos, lo que reduce la contracción de los
vasos y disminuye la presión arterial.

Diuréticos: Estos medicamentos aumentan la eliminación de agua y sal a través de los


riñones, lo que reduce el volumen de sangre y disminuye la presión arterial.
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HIPOLIPEMIANTES

Son medicamentos utilizados para reducir los niveles de lípidos (grasas) en la sangre,
especialmente el colesterol y los triglicéridos. Estos medicamentos son importantes para el
tratamiento y la prevención de enfermedades cardiovasculares, como la enfermedad coronaria y
el accidente cerebrovascular.

Existen diferentes clases de hipolipemiantes, cada una con mecanismos de acción y


efectos sobre los lípidos en la sangre. Algunos ejemplos de medicamentos hipolipemiantes
incluyen:

Estatinas: como la atorvastatina, simvastatina y rosuvastatina. Estas medicinas reducen


la producción de colesterol en el hígado y aumentan la eliminación del colesterol LDL
("colesterol malo") de la sangre.

Fibratos: como el gemfibrozilo y fenofibrato. Estos medicamentos reducen los niveles de


triglicéridos y aumentan los niveles de colesterol HDL ("colesterol bueno").

Ezetimiba: este medicamento inhibe la absorción de colesterol en el intestino,


reduciendo así los niveles de colesterol LDL.

Resinas de intercambio iónico: como la colestiramina y el colestipol. Estos


medicamentos se unen al colesterol en el intestino y lo eliminan del cuerpo a través de las heces.

Inhibidores de la PCSK9: como el evolocumab y el alirocumab. Estos medicamentos


bloquean una proteína llamada PCSK9, lo que aumenta la eliminación del colesterol LDL de la
sangre.

DIURÉTICOS

Son medicamentos utilizados para aumentar la producción de orina y promover la


eliminación de líquidos y electrolitos del cuerpo. Se clasifican en diferentes categorías según su
mecanismo de acción. A continuación, se describen las principales clases de diuréticos y sus
mecanismos de acción:
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Diuréticos de asa: incluyen fármacos como la furosemida y la bumetanida. Actúan


bloqueando el cotransportador de sodio-potasio-cloro en la rama ascendente del asa de Henle en
el riñón. Esto impide la reabsorción de sodio y cloruro, lo que resulta en una mayor excreción de
agua y electrolitos.

Diuréticos tiazídicos: ejemplos de estos diuréticos son la hidroclorotiazida y la


clortalidona. Actúan inhibiendo la reabsorción de sodio en el túbulo contorneado distal del riñón.
Esto conduce a una mayor excreción de sodio, cloruro y agua.

Diuréticos ahorradores de potasio: como la espironolactona y la amilorida. Estos


diuréticos actúan en diferentes partes del riñón para aumentar la excreción de agua y sodio, pero
al mismo tiempo reducen la excreción de potasio. La espironolactona bloquea la acción de la
aldosterona, una hormona que promueve la retención de sodio y la excreción de potasio. La
amilorida bloquea los canales de sodio en el túbulo colector, lo que reduce la reabsorción de
sodio y la excreción de potasio.

Diuréticos inhibidores de la anhidrasa carbónica: como la acetazolamida. Estos


diuréticos actúan inhibiendo la enzima anhidrasa carbónica en el túbulo proximal del riñón. Esto
reduce la reabsorción de bicarbonato y, como resultado, aumenta la excreción de agua y
electrolitos.

Diuréticos osmóticos: como el manitol. Estos diuréticos no actúan directamente en los


riñones, sino que aumentan la presión osmótica en el filtrado glomerular, lo que inhibe la
reabsorción de agua en diferentes partes del nefrón. Esto resulta en una mayor excreción de agua
y electrolitos.

LA SANGRE

Es una forma especializada de tejido conectivo, compuesta por células sanguíneas a las
que llamamos elementos figurados, suspendidas en un líquido llamado plasma sanguíneo. La
sangre es un tejido circulante que integra una región del cuerpo a otra. Durante toda la vida está
en circulación continua a través de los vasos sanguíneos, por la acción de bombeo del corazón.
De esta manera, actúa como un medio de transporte que lleva a las células las sustancias
esenciales para sus procesos vitales y que recoge de ellas los desechos del metabolismo.
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COMPONENTES DE LA SANGRE

La sangre se compone de tres tipos principales de células sanguíneas:

Glóbulos Rojos (Eritrocitos): Son las células más abundantes en la sangre y contienen
hemoglobina, una proteína que transporta oxígeno a los tejidos y elimina dióxido de carbono y
que además le da el característico color rojo a la sangre. Tienen origen en la médula ósea, a partir
de las células eritroblastos (las que dan orígen). Cada glóbulo dura 122 días circulando.

Glóbulos Blancos (Leucocitos): Son células del sistema inmunológico que protegen al
cuerpo contra infecciones y enfermedades. Son incoloros ya que carecen de hemoglobina y
pueden nadar contra la corriente sanguínea. Son menos númerosos que los glóbulos rojos. Hay
varios tipos de glóbulos blancos, cada uno con funciones específicas, como loz neutrófilos y
monocitos que destruyen las bacterias ingiriendolas o los linfocitos que son grandes productores
de anticuerpos.

Plaquetas (Trombocitos): Son fragmentos celulares que ayudan en la coagulación de la


sangre para detener el sangrado en caso de lesiones.

Además de las células sanguíneas, está el Plasma Sanguíneo, el cuál es un líquido de


coloración amarillo paja. Contiene agua, proteínas (como albúminas y globulinas), sales
minerales, hormonas, glucosa, nutrientes, desechos y otros componentes.

ANTIAGREGANTES

Son medicamentos que se utilizan para prevenir la formación de coágulos sanguíneos.


Estos medicamentos actúan inhibiendo la agregación plaquetaria, que es el proceso en el cual las
plaquetas se adhieren entre sí para formar un coágulo.

Existen diferentes tipos de antiagregantes, entre los más comunes se encuentran:

Aspirina: Es uno de los antiagregantes más utilizados y actúa inhibiendo la producción


de sustancias que promueven la agregación plaquetaria.

Clopidogrel: Es otro antiagregante comúnmente utilizado y actúa bloqueando la acción


de ciertas sustancias que promueven la agregación plaquetaria.
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Ticagrelor: Es un antiagregante más reciente que también bloquea la acción de


sustancias que promueven la agregación plaquetaria.

Estos medicamentos son utilizados en pacientes con enfermedades cardiovasculares,


como la enfermedad coronaria o la enfermedad cerebrovascular, para prevenir la formación de
coágulos que puedan obstruir las arterias y causar un infarto de miocardio o un accidente
cerebrovascular.

COAGULANTES Y ANTICOAGULANTES

Los Coagulantes son sustancias que promueven la coagulación de la sangre. Son


utilizadas para detener el sangrado excesivo en heridas o cirugías. Los coagulantes actúan
activando las proteínas de la coagulación en la sangre, lo que lleva a la formación de un coágulo
que detiene el sangrado. Algunos ejemplos de coagulantes son la trombina y el factor de
coagulación VII.

Los Anticoagulantes son sustancias que previenen la coagulación de la sangre. Son


utilizadas para prevenir la formación de coágulos en personas con mayor riesgo de desarrollar
enfermedades cardiovasculares o trombosis. Los anticoagulantes actúan inhibiendo las proteínas
de la coagulación en la sangre, lo que impide la formación de coágulos. Algunos ejemplos de
anticoagulantes son la heparina y la warfarina.

ALBUMINAS

Son un tipo de proteínas que se encuentran en el plasma sanguíneo y en otros fluidos


corporales. Son producidas principalmente por el hígado y desempeñan varias funciones
importantes en el organismo.

Las albuminas son responsables de mantener la presión osmótica en los vasos sanguíneos,
lo que ayuda a regular el equilibrio de líquidos en el cuerpo. También transportan diversas
sustancias, como hormonas, vitaminas y minerales, a través del torrente sanguíneo. Además, las
albuminas desempeñan un papel crucial en la regulación del pH y la función inmunológica.
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En resumen, las albuminas son proteínas esenciales que desempeñan múltiples funciones
en el organismo, incluyendo el mantenimiento del equilibrio de líquidos, el transporte de
sustancias y la regulación del pH.
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CONCLUSIÓN

La Farmacología sanguínea se refiere al estudio de los medicamentos que afectan la


composición y función de la sangre. El corazón es un órgano vital que bombea la sangre a través
del cuerpo, y las arritmias cardíacas son alteraciones en el ritmo normal del corazón. Los
tratamientos antihipertensivos son medicamentos utilizados para controlar la presión arterial alta.

En relación a la farmacología sanguínea, existen diferentes tipos de medicamentos que


pueden afectar la coagulación de la sangre, como los anticoagulantes y los antiagregantes
plaquetarios. Estos medicamentos se utilizan para prevenir la formación de coágulos sanguíneos
y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

En cuanto al corazón, existen medicamentos que pueden afectar su función, como los
antiarrítmicos, que se utilizan para tratar las arritmias cardíacas. Estos ayudan a regular el ritmo
cardíaco y prevenir complicaciones asociadas con las arritmias.

En relación a los tratamientos antihipertensivos, existen diferentes clases de


medicamentos que se utilizan para controlar la presión arterial alta, como los diuréticos, los
bloqueadores de los receptores de angiotensina y los bloqueadores de los canales de calcio. Estos
actúan de diferentes maneras para reducir la presión arterial y disminuir el riesgo de
enfermedades cardiovasculares.

En conclusión, la farmacología sanguínea, el corazón, las arritmias cardíacas y los


tratamientos antihipertensivos son temas interrelacionados que involucran el estudio de los
medicamentos que afectan la sangre, el corazón y la presión arterial. Comprender estos
conceptos es fundamental para el tratamiento y manejo de diversas enfermedades
cardiovasculares.

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