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AÑO XIX P E R I Ó D I C O D E

D I S T R I B U C I Ó N
Nº 196
E L E C T R Ó N I C A
OCTUBRE 2013 G R A T U I T A

Periódico El Øtro del ámbito «Psi»


(Reg. Prop. Intelectual nº 419.367) ISSN 2250-8805
EL ØTRO PUBLICACIÓN MENSUAL, ESPECIALIZADA EN EL
CAMPO DE LA SALUD MENTAL, INDEPENDIENTE,
Publicación editada y distribuida por EDICIONES El Øtro
(Reg. Nac. Der. de Autor nº 452.270) C.U.I.T 30-69381315-4 PLURALISTA, PROFESIONAL, GRATUITA Y DE
Director: José H. Méndez OPINIÓN QUE PROMUEVE LA ACTIVIDAD «PSI»

notas y publicidad del mes


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PSICOANALISIS
CONTrAPuNTOS
POr FLORENCIA HARRACA
* ADLerIANAS
POSTurAS
POr YAÍR HAZÁN
*

PSICOANÁLISIS Y DSM IV: EL PÁNICO


INCIDENCIAS EN LA SUBJETIVIDAD Y LAS CRISIS
“El descubrimiento del psicoanálisis es el hombre como animal hablante (…) Deshagá- Discurriendo a partir de la praxis entre lo real y lo
monos del hombre promedio, que no existe. No es más que una ficción estadística (…) imaginario nos encontramos con que dos términos que
Cuando escucho hablar del hombre de la calle, de encuestas, de fenómenos de masa y parecían en desuso volvieron al ruedo. Esos son crisis
de este género de cosas, pienso en todos los pacientes que vi pasar por el diván durante y estructura. Servían para explicar todo, así como que
cuarenta años. Ninguno se parece en ninguna medida a otro, ninguno tiene las mismas vivimos en crisis y que las estructuras requieren cambio.
fobias, las mismas angustias, la misma manera de contar, el mismo miedo de no entender”.
Jacques Lacan. Contratapa de Escritos I y II.

E
l presente trabajo tiene por objeto La Psiquiatría, el Conductismo o lo la dirección de una cura, que es la cues-
recorrer la temática a partir de que hoy podemos llamar las Terapias tión del diagnóstico. Pero es evidente que
interrogantes y cuestionamientos Cognitivo Comportamentales, con el el diagnóstico no significa lo mismo se-
que nos permitan un análisis crítico y fin de aglomerar casi absolutamente el gún se lo trabaje en relación al DSM IV
reflexivo acerca de las relaciones entre campo de la salud mental han construi- o según se lo realice desde una escucha
psicoanálisis y DSM IV. Esta cuestión do una poderosísima arma: el Manual psicoanalítica. El diagnóstico en psicoa-
instala necesariamente una discusión Diagnóstico y Clasificatorio de las en- nálisis se realiza en relación a la posición
a realizarse en cada ámbito de inter- fermedades mentales. subjetiva del analizante, a su historia, y a
cambio, con los colegas psi y de otras “El Manual de Psiquiatría en sus los significantes que lo determinan.

L
disciplinas, en nuestras universidades últimas versiones es ni más ni menos En psicoanálisis trabajamos a partir a crisis fue vista como algo negativo, no como la apertura al cam-
y hospitales, sobre todo porque su que un tratado conductista gracias al de un diagnóstico estructural, ofrecien- bio y en ese cotidiano interludio todo se explicaba, padecíamos la
pertinencia traspasa las fronteras de cual casi cualquier conducta “desviada” do nuestra escucha a partir de una regla crisis porque las estructuran requerían cambios. No necesariamente
esos ámbitos, infiltrándose así en el de una normalidad intangible, esta- fundamental: la regla de abstinencia, la en una concepción marxista donde la estructura (lo social) se basaba en
tejido social. blecida en clave de “lo que se espera” que no implica un resguardo en la pa- la infraestructura (lo económico). Por el otro lado hace un siglo que Pío
En El libro negro de la psicopa- tiene la posibilidad de ser definida- y sividad, sino todo lo contrario, pues la XII dicho: “La Iglesia vive en crisis”. Esto no significa que debamos vi-
tología contemporánea, Silvia Fendrik medicada- como una alteración del “or- escucha que ofrecemos como analistas vir con miedo. Es precisamente el miedo uno de los fenómenos que fue
plantea que: “El control del uso del DSM den” (disorder)”.3 es una escucha activa y es en esa oferta olvidado por la psicología y su rama más obscena, como dijera Laing,
escapa de las manos de la Asociación Algunas preguntas que nos sur- de escucha donde los efectos de discur- la psicopatología. Para no patologizar pensemos que el miedo nunca se
Americana de Psiquiatría, pero su éxito gen al respecto: ¿Qué efectos tiene en so estarán prontos a producirse. podrá (ni sería bueno) erradicarlo totalmente.
extramuros cada vez crece más y co- un sujeto que padece de un malestar, el La clínica del trastorno, busca en Las crisis del pánico son tan antiguas como la humanidad, lo nuevo es el diag-
mienza a conquistar otros territorios: quedar coagulado en un nombre que no cambio, eliminar al síntoma sin escu- nóstico y su uso abusivo. En “Las mil y una noches” se cuenta que un peregrino
escuelas, gabinetes psicopedagógicos, es el suyo, pero que en muchos casos char al inconsciente, mientras que el se encontró con la peste, quien le contó que iba a Bagdad matar a 5.000 personas.
juzgados, hospitales y servicios sociales termina etiquetándolo bajo ciertas car- diagnóstico en psicoanálisis nunca es Cuando se reencontraron de regreso se produjo este diálogo: “Me dijiste que ibas
se apoderan gozosamente del instru- tas de presentación como “soy trastorno la adscripción de los malestares del a matar 5.000 y mataste 50.000!”. La peste respondió: “Hice lo que te dije, maté
mento que les permitirá a los legos, sin obsesivo compulsivo”, “soy depresiva”? paciente a un código ya dado de an- 5.000, los demás murieron de miedo”.
ser psiquiatras, saber a “ciencia cierta” el ¿Con qué fin se usa el DSM IV? temano, predeterminado; no busca un
nombre técnico de los “trastornados” que Ante estas preguntas, lo primero denominador común, que cobije al su-
abundan en sus respectivos dominios”.1 que se despliega es que el DSM IV se jeto bajo un significante. Las crisis del pánico son tan antiguas
El DSM IV , manual recopilato- como la humanidad, lo nuevo es el diagnóstico
rio de signos, síntomas y trastornos,
Los psicoanalistas en ocasiones permanecemos busca aportar un poco de luz para mu- y su uso abusivo
chos profesionales que llevan su biblia
callados sobre esta cuestión y creemos es nuestro a todos lados, ignorando lo que ya la De todos modos siempre debemos ser cuidadosos y escépticos con respecto a
compromiso ético decir algo al respecto Psiquiatría Clásica sabía y por supuesto los diagnósticos, tomándolos con Künkel, “como meros indicadores de un proceso
también el Psicoanálisis, a saber: que la que puede ser intuido pero nunca totalmente comprendido”. En suma, una metáfora
pregunta por el diagnóstico debe incluir que nos remonta a Bergson como la forma óptima de comunicar un estado anímico.
Los psicoanalistas en ocasiones utiliza con el objeto de dar una res-
estructuralmente al sujeto y a la histo- Berne, fundador del Análisis Transaccional, una corriente neo adleriana hoy casi
permanecemos callados sobre esta puesta cerrada, que por supuesto no
ria que lo determina. en desuso, afirmaba que el psicoanálisis le hizo mucho bien a la psicología, pero a
cuestión y creemos es nuestro com- da lugar a la pregunta que es motor
Desafortunadamente, el grado de la vez mucho mal, porque llevó a olvidar enjundiosas investigaciones de psicología
promiso ético decir algo al respecto. del análisis, la pregunta por el deseo,
infiltración que la ideología dominante de la conciencia en pro del constructo de la angustia, ese miedo a lo desconocido.
Lacan en Variantes de la cura tipo, la pregunta por la verdad histórica del
ha logrado en el campo de la salud en Los diagnósticos se ponen de moda y así también pasan. Hoy todo el mundo
en ( Escritos 1) plantea que: "En ese sujeto. Esa respuesta que busca dar el
general, ha tornado a muchos Psicólo- habla de “crisis de pánico”, los viejos psiquiatras, hoy más que octogenarios, cuan-
silencio, que es el privilegio de las ver- manual, tal vez intenta dar un nombre
gos y Psiquiatras en soldados al servicio do hablo con alguno de ellos, indefectiblemente me dicen en una pregunta que es
dades no discutidas, los psicoanalistas a los distintos tipos sufrimiento huma-
de los intereses económicos de los sec- una afirmación tácita: “¿Qué diferencia hay entre las crisis de pánico y aquellas
encuentran el refugio que los hace im- no, que en realidad son enigmas de la
tores que se benefician día a día de la que llamábamos crisis de angustia?”. El problema parece invocar un oxímoron,
permeables”. 2 Apostando a la palabra existencia, vividos a nivel singular. Y
gestación de esta manual, generando vulgarmente una contradicción en los términos, puesto que la crisis debería evo-
y planteando una contracorriente a ello no puede excluir al deseo.
muchas veces una actitud complacien- car procesos agudos y hoy la usamos para situaciones crónicas.
la comodidad intelectual que implica Entonces, nuestra apuesta, des-
te y obediente ante los planteamientos La crisis de pánico es un síntoma de la cobardía. “Toda neurosis es cobardía”,
descansar en los dormidos aposentos de el psicoanálisis es al nombre propio
simplistas y reduccionistas que domi- decía Adler. Nos debemos preguntar desde la psicoterapia qué se quiere evitar con
de las certidumbres, sostenemos que el del sujeto, a aquel que pueda hacer de
nan nuestro tiempo. La versión DSM IV, ese auto ataque que se parece a la muerte. En realidad es una agonía (en griego =
psicoanálisis tiene algo para decir so- sostén, intentando liberar este congela-
en lugar de ordenar siguiendo los fines de lucha). Es una lucha del sujeto consigo mismo para no enfrentar responsabilidades.
bre las tematizaciones del Malestar en miento, pues el hacerse de un nombre,
la Cultura hoy, y sobre la cuestión del va de la mano de hacerse un lugar. Es-
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DSM IV en particular. tamos ante una cuestión fundamental en
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PSICOANÁLISIS Y DSM IV:


INCIDENCIAS EN LA SUBJETIVIDAD
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un tratado, desordena, desorienta y oscu- discurso capitalista. Se trata entonces niño que responda a las demandas: de nalítica trabajamos el caso por caso. Lacan a lo largo de su obra nos
rece el camino de la psiquiatría actual, que de la promoción de goce, con ausencia la docente, del médico, siendo objeto de Solemos decir que el saber en un análisis advierte de esto, ofreciéndonos una
se nos presenta cada vez más extraviada de una ley que haga límite. manipulación y evaluación según lo que debe ocupar el lugar de la verdad, no de dimensión ética de la clínica psicoa-
frente a esta colección de trastornos. Si- Los portavoces de la ciencia posmo- se imponga en su quehacer. lo verdadero sino de la verdad singular nalítica que vendría a reivindicar el
guiendo un horizonte clasificatorio, las derna y del DSM IV, tienen la ilusión de de cada sujeto. Verdad entonces rela- legado freudiano. Como plantea Eli-
estructuras subjetivas quedan reducidas a que para cada deseo hay un objeto y para ALGUNAS RESONANCIAS DE cionada con las vicisitudes de cada cual sabeth Roudinesco: “Jacques Lacan
trastornos, signos y síntomas, susceptibles cada desilusión un psicofármaco. “Es que LO TRABAJADO en las que descubrió esa falta en el Otro, trató de introducir la peste, la subver-
de ser tratados con psicofármacos y por la ciencia actualmente ofrece un plus de En este apartado retomamos diferentes - lo que llamamos castración- y la res- sión y el desorden en el corazón de ese
qué no, con alguna técnica conductista. gozar desregulado”.5 Es en virtud del do- preguntas para poner a trabajar un debate puesta singular que dio para velarla. Este freudismo atemperado del que era con-
Es por ello que en este escrito pro- minio de este falso discurso que estamos que ya está inscripto en el cruce del psicoa- encuentro es traumático por naturaleza temporáneo: un freudismo que después
ponemos una lectura crítica, con el fin asistiendo a una caída del Nombre del nálisis con el avance de las neurociencias, porque es algo que nos separa del Otro de haber sobrevivido al fascismo, había
de reflexionar a cerca de nuestra prác- Padre y en ausencia de esta ley pareciera pero que vale la pena recordar, sobre todo, irremediablemente. Encuentro entonces sabido adaptarse a la democracia hasta
tica clínica, a cerca de los tiempos que haber cierta masificación y generaliza- porque es un tema que nos preocupa y nos con la falta, condición del desear, motor el punto de no reconocer ya la violen-
corren, y qué ocurre con el psicoanálisis ción del goce que le dificulta al sujeto concierne a los psicoanalistas. del aparato psíquico freudiano. cia de sus orígenes (…) un hombre quiso
en este contexto. responsabilizarse subjetivamente. Una de estas cuestiones es la Quienes trabajan con su biblia DSM ser el fundador de un sistema de pen-
Consideramos que los rasgos de Nuestro pasaje por el hospital, nos pregunta por los imprevisibles y devasta- IV, no lo hacen desde una clínica del su- samiento cuya particularidad consistió
la época actual dejan improntas en lleva a argumentar que a partir de las dores efectos para la subjetividad a partir jeto, sino que trabajan con una serie de en considerar que el mundo moderno de
los avatares de la subjetividad y en la demandas de los médicos, el niño que- de los nuevos modos de manipulación de síntomas descriptos previamente, y más después de Auschwitz, había reprimido,
configuración de los lazos sociales. da estandarizado según los resultados los cuerpos, todos ellos acordes al discur- aún, por fuera de la transferencia. Pare- recubierto y quebrantado la esencia de
Nos preguntamos ¿Qué ocurre con los de un test o del diagnóstico realizado so de la posmodernidad. El uso del DSM ciera que se tratara de un conjunto de la revolución freudiana”8. 
tiempos, los lazos, con el deseo, en una según el DSM IV. De esta manera, se IV no escapa a esta regla, por el contra- síntomas, abordados sin una teoría de la
época que invita más que a la reflexión borran sus fantasías, qué siente, cómo rio, ha ido ganando cada vez más lugar transferencia y por supuesto sin tiempo
a la impulsión? ¿Qué pasa con cierto piensa, cómo vive, su historia cuando él en los diferentes ámbitos: educativos, de de instalación y recorrido transferencial. refereNCIAS bIbLIOgráfICAS
imperativo de inmediatez que atraviesa no estaba aún. Si el niño queda reducido la salud en general, judiciales, etc. ¿Qué Cómo se abordan la Transferencia y 1. fendrik, Silvia, El libro negro de la psicopato-
a diferentes discursos? a una entidad psicofísica y enmarcado consecuencias tiene esto? el Inconsciente determinan una posición logía contemporánea, Siglo Veintiuno, 2011
Ante estas preguntas creemos que en un tiempo cronológico, según la in- El DSM IV como el inventario del ética en la dirección de la cura. . Lacan 2. Lacan, Jacques, Variantes de la cura tipo,
el lugar del analista es continuar con mediatez que exige el discurso médico, Neoliberalismo conlleva el peligro de nos dice que: “El psicoanalista sin duda en escritos 1, Siglo Veintiuno, buenos Aires,
su apuesta a la construcción de un es- lo que queda excluido es el tiempo sub- generar una clínica masificadora que, dirige la cura. El primer principio de esta 2012, p’ 47.
pacio abierto a la singularidad y a la jetivo del niño. siguiendo el imperativo de inmediatez cura, el que le deletrean en primer lugar 3. Lacan, Jacques, Variantes de la cura tipo, en
verdad de cada caso, que posibilite la y que vuelve a encontrar en todas par- escritos 1, Siglo Veintiuno, buenos Aires, 2012
subjetivación, a partir de un tiempo tes en su formación hasta el punto de 4. el subrayado es nuestro
no inmediato, no cronológico sino un Esa respuesta que busca dar el manual, tal que se impregna en él, es que no debe 5. barbato, Carlos. Psicoanálisis en nuestra
“tiempo lógico” propio del sujeto del dirigir al paciente”.7
vez intenta dar un nombre a los distintos tipos época. uNr editora, 2010, rosario.
inconsciente; al contrario del discurso Esta frase de Lacan que inaugu- 6. Lacan, J. Psicoanálisis y medicina, en
de la ciencia y la religión que sostienen sufrimiento humano, que en realidad son enigmas ra una doble responsabilidad: del lado Intervenciones y textos. buenos Aires, editorial
una verdad para todos e imponen for- del analista, una responsabilidad y un
de la existencia, vividos a nivel singular. Manantial, 1985.
mas homogéneas de subjetivación. posicionamiento ético-epistemológico 7. foucault, Michel. El nacimiento de la clínica.
Para poner a trabajar otros interro- desde el cual se pueda lograr que el pa- editorial Siglo XXI. buenos Aires, 1996
gantes, transmitiremos a continuación Lacan en el texto Psicoanálisis y de nuestro tiempo, no solo no se de- ciente llegue a su palabra; del lado del 8. Lacan, Jacques, Variantes de la cura tipo, en
un recorte de nuestra experiencia de Medicina6 expone que la práctica ana- tiene en el deseo del sujeto sino que lo analizante, la responsabilidad subjetiva escritos 1, Siglo Veintiuno, buenos Aires, 2012.
trabajo en el ámbito hospitalario. Estan- lítica respecto a la medicina ocupa un forcluye. Decíamos más arriba que los que, en transferencia, la dimensión de 9. roudinesco, E. Lacan: Esbozo de una vida,
do allí como concurrente del “servicio” lugar marginal, extra-territorial. Esto se portavoces de la ciencia posmoderna la palabra abre. historia de un sistema de pensamiento.
de Psicología, los niños que llegaban a observa en los peregrinajes del niño por y del DSM IV, tienen la ilusión de que Creemos que el único modo de fondo de Cultura económica, 2007
consulta, eran derivados por pediatras, los consultorios médicos, hasta llegar a para cada deseo hay un objeto y para instalar el Sujeto Supuesto Saber es a
bIbLIOgrAfíA ADICIONAL CONSuLTADA
neurólogos, dermatólogos. Las espe- la consulta con el psicoanalista. Desde cada desilusión un psicofármaco. El su- partir de poder instalar un enigma. Sin
-flesler, Alba. La escuela, el niño, y los síntomas
cialidades médicas van al ritmo de los el discurso médico la realidad material jeto pasa así a ser un cuerpo en busca una pregunta no se entra en un análi-
del sujeto. en revista Actualidad Psicológica.
tiempos que corren. Se nos ha deri- cobra relevancia, ya que se basa en una de pharmakos. sis. En psicoanálisis, nos ocupamos del
buenos Aires. Año XXXVI- N° 396, 2011
vado niños en donde se solicitaba la lectura del síntoma a partir de la obser- Pero frente a los avances del DSM IV, sujeto y apostamos a la evanescente
-Kuri, C y ritvo, J. Signiicante y Sujeto en
aplicación de una batería de test, ela- vación empírica de los mismos. Es el ojo ¿qué responsabilidad tenemos los psicoa- aparición del sujeto dividido. El espíritu
Lacan, ed. Amalevi, rosario, 1980.
borar informes con los resultados y el que constata y mira. Retomamos lo nalistas? Estamos diciendo que para esta del DSM IV propone la búsqueda de lo
-Lacan, J. La dirección de la cura y los princi-
rápidamente transmitirlo al profesio- planteado por M. Foucault en El Naci- ciencia posmoderna, se trata de un “para compacto, de lo consistente, de la cla-
pios de su poder, en escritos II, Siglo Veintiuno,
nal médico, junto con el diagnóstico miento de la Clínica7 donde expone que todos” y esto es lo que precisamente arra- ridad, del borramiento del enigma y del
buenos Aires, 1985.
correspondiente al DSM IV. Ante estas la aparición de la clínica se caracteri- sa con la singularidad del sujeto, y por azar, en suma: la erradicación del sujeto.
-Lacan. J. Seminario La ética del Psicoanálisis.
demandas, es necesario un posiciona- za por ciertas reorganizaciones: de los lo tanto lo forcluye. Mientras que desde Como Freud y Lacan, estamos in-
Paidós. buenos Aires. 2005.
miento ético que resguarde al sujeto y a elementos del cuerpo, de los elementos el Psicoanálisis planteamos un sujeto del mersos en el campo de una práctica que
-Lacan, J. Seminario Aún, Paidós. buenos
su tiempo subjetivo, teniendo en cuenta, del fenómeno patológico, de las enfer- lenguaje, que no tiene una programación apunta al meollo de lo real, por lo tan-
Aires. 2005.
que uno de los efectos del discurso de la medades. Este discurso corta y articula natural, como si ocurre con los animales. to, nuestra práctica hace diferencias con
-Melman, C. Problemas planteados al Psicoaná-
ciencia puede ser la forclusión del sujeto. lo que ve y lo que dice. Freud decía, la pulsión no tiene ni día ni otras prácticas que apuntan a la cohe-
lisis. Paidós, buenos Aires, 2011.
El avance de la ciencia y su pro- Ante la pregunta del médico “¿dónde noche, ni invierno, ni verano. rencia y a librar prontamente al sujeto
-rabant, C, Inventar lo real, Nueva Visión,
liferación de diferentes objetos en le duele?” observamos que se regocijan Por lo tanto, no hay un final garan- de sus conflictos, ya que nos preocu-
buenos Aires, 1993.
el mercado, promueve la ilusión de en la superficialidad del síntoma sin tizado, siempre el mismo para todos, y pamos por lo que no anda, no para
completud, e intenta taponar la fal- cuestionar la demanda del sujeto. Por no puede haber un manual hecho de corregirlo, como impone la posición del * Psicóloga (uNr), psicoanalista, Docente
ta, atentando de este modo contra el el contrario la propuesta de Lacan, en el nomenclaturas, que nombre el males- amo: que las cosas anden bien, sino pre- Concursada (uNr) e investigadora. ejerce la
deseo. Estos objetos denominados “gad- texto citado, es interrogar a ésta última tar del sujeto, idénticamente en todos cisamente para que eso que un sujeto clínica psicoanalítica en el ámbito privado.
gets”, representan la homogenización de ya que supone que existe un desencuen- los casos que encajan en esa categoría. atraviesa, pueda empezar a hablar y para Los lectores pueden enviar sus opiniones y
los modos de gozar. Bajo esta línea se tro entre demanda y deseo. Notamos Desde el Psicoanálisis no hay un “saber que diga esa verdad que la inhibición, el conceptos a la autora:
sostiene lo que Lacan nombró como el que desde estos discursos se busca un para todos”, pues en la clínica psicoa- síntoma y la angustia denuncian. lorenciaharraca@hotmail.com

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C OME N TA RIO DE L IBROS


EL PÁNICO
Y LAS CRISIS
POr ÉLIDA FERNANDEZ
*
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Una de mis alumnas, un día apareció triunfalista con un diagnóstico escrito

PIDA LA PALABRA, PERO TENGA CUIDADO de “crisis de pánico” y lo blandía como una bandera para protegerse de la per-
manencia en el aula y llenar de culpa al docente no la continentara. Le pregunté:
“¿Cuándo seas maestra te vas a retirar del salón de clase cuando te venga la crisis
PRESENTACIÓN DEL LIBRO LOCURA Y MELANCOLÍA de pánico?” Me miró con odio, pero nunca se fue de la clase. Su meta inconsciente
fue desenmascarada. Esto es algo que lo adlerianos nunca perdemos de vista, con
Haydee Heinrich Sicher pensamos que la neurosis está determinada causalmente, pero sus síntomas
no, obedecen a una teleología. Aquí nos topamos con una dificultad extra detrás
de la simplicidad aparente de la psicología adleriana.
Cuando el catedrático doctor Las- tas abrevan. Es una manera de tomar la
En tiempos de cambios de paradigmas, redescubrimos que unos de los princi-
tra tomó la palabra, ésta le zampó un escucha, de dirigir un análisis, de acom-
pales miedos son a perder el trabajo, la salud, el control, de ahí la vinculación con
mordisco de los que te dejan la mano pañar el dolor del paciente: con–dolerse.
la crisis y su ineludible componente social. Y justamente aquí no podemos vivir sin
hecha moco. Al igual que más de Esto pasa sólo cuando el analista
ilias y sin fobias. Son contructos complementarios y el problema es más cuantita-
cuatro, el doctor Lastra no sabía que es atravesado por la castración en su
tivo que cualitativo, y en el fondo guiando la cognición está siempre la afectividad.
para tomar la palabra hay que estar posición de no–todo. No-todo es sub-
Entonces las fobias por polaridad pueden encubrir filias (amores, deseos) y las filias
bien seguro de sujetarla por la piel del jetivable, no todo es responsabilidad
pueden ser manifestaciones inconscientes de rechazo.
pescuezo si, por ejemplo, se trata de subjetiva. Pienso que la iatrogenia del
Las clasificaciones de fobias son infinitas, desde las más triviales a la pantofobia
la palabra ola, pero que a queja hay psicoanálisis es producir neuróticos que
(miedo a todo) y la nosofobia, miedo a las enfermedades, tienen una gran simili-
que tomarla por las patas, mientras se preguntan ¿Qué habré hecho para
tud con la pesadilla, a la que E. Jones le atribuyó sudoraciones frías, palpitaciones
que asa exige pasar delicadamente que, mis hijos, mis padres, mis parejas…
y miedo mortal. Kant se había adelantado viendo en la finalidad de la pesadilla
los dedos por debajo como cuando se y así hasta el infinito. Y así usan el psi-
una prevención. El individuo puede adelantarse (adlerianamente, anticiparse como
blande una tostada antes de untarle coanálisis como silicio o como impostura.
forma de ensayo) en líneas similares los cognitivistas hablan de anticipación ne-
la manteca con vivaz ajetreo. No pocas veces el analista olvida que
gativa y Perls de expectación catastrófica. Por lo menos el fundador de la terapia
¿Qué diremos de ajetreo? Que se el que consulta lo hace por un padeci-
Gestalt no descuida lo afectivo (pathos).
requieren las dos manos, una por miento, una inhibición, un síntoma, una
arriba y otra por abajo, como quien angustia. No viene para ser objeto de
sostiene a un bebé de pocos días, a una investigación ni para confirmar la
fin de evitar las vehementes sacu- de diversos autores, una posición en la teorías de moda. El pánico es la falta o creer que falta poder
didas a que ambos son proclives. ¿Y clínica que quiero destacar, leyéndoles Por último, jalonando este collar
proclive, ya que estamos? Se la aga- algunas perlitas del texto. de hallazgos clínicos donde Haydee se Según Fischman: “El miedo es la emoción más difícil de manejar. El dolor lo
rra por arriba como a un rabanito, “Efectivamente, nos dice, no todo es detiene en el final de su texto en sus lloras, la rabia la gritas, pero el miedo te atrapa silenciosamente”. La cita impacta
pero con todos los dedos porque es interpretable; lo que no es legible como preguntas, sus cuestiones acerca del fi- pero no es demasiado útil. El miedo es el sentimiento cotidiano con que debe-
pesadísima. ¿Y pesadísima? síntoma tampoco debe ser siempre consi- nal del análisis nos dice: mos trabajar en la psicoterapia. No para que el paciente lo pierda, sino para que
De abajo, como quien empuña derado un acting out o un pasaje al acto; “Tal vez, de lo que se trate en un in del lo conozca y maneje en ese maremagum indiscriminado de lo consciente y lo in-
una matraca. ¿Y matraca? Por arriba, también podría tratarse de una urgencia análisis sea también de perder el temor consciente. Recordemos que para Adler “El inconsciente es la parte desconocida
como una balanza de feria. Yo creo pulsional, que aún en transferencia esté reverencial ante el gran Otro que no existe de la inalidad”. Una de las mejores terapéuticas es hacer reír. Con el humor se les
que ahora usted puede seguir adelan- a la espera de una contención similar a y al mismo tiempo ganar en considera- perdió el respeto/miedo a las dictaduras, y el propio Freud mandó a una paciente
te, doctor Lastra. la que demandan los niños que no han ción respecto del prójimo que sí existe”. histérica a reírse a carcajadas de figuras de indios que la atemorizaban. Hoy es
Julio Cortázar aprendido a parar por sí solos.” Todas estas conclusiones y muchas una de las principales técnicas adlerianas complementarias. Pensemos con Wilde
“No es fácil soportar los avatares de otras que cada lector podrá apropiarse para el momento de la interpretación que libera de la atadura inconsciente: “Si

P
arodiando a nuestro querido un análisis cuando la abstinencia del en la lectura de este libro, que como ya quieres decirle la verdad a la gente, hazla reír, de lo contrario te matará”. Tal vez
Cortázar podríamos decir que analista es vivida por el paciente como dije, es amable, nos muestran una autora en este caso la muerte apunte al narcisismo del analista y que después de todo,
los libros también merecen un cruel indiferencia...” con coraje y valentía para decir lo suyo y narcisismo no es otra cosa que falta de sentimiento de comunidad.
lector atento, y saber cómo tomar- “La necesidad de pasiones intensas, recordarnos a cada paso que “el rey está El opuesto de miedo es el coraje, pero sólo aproximadamente, porque el co-
los…porque a veces muerden, otras el ansia por hallar relaciones y sensa- desnudo” y que se lo puede decir. Ella se raje es sobreponerse al miedo, Lutero le escribe a un amigo que quemó la bula
expulsan, otras… están mal escritos y ciones extremas en su afán por sentirse anima… sin decir por esto que esta des- rezando y temblando.
el sujeto gramatical aparece engullido vivos, deberán entrar en transferencia y nudez es despreciable, sino posibilitadora. En una obra sobre las crisis de pánico, una empresaria (Páez Vilaró) cuenta
y aplastado por un predicado hen- nos obligarán a inventar recursos para En consonancia con lo que Haydee nos como en una fiesta vivió el primer ataque cuando el mozo con violencia tiró del
chido de adjetivos, objetos directos e evitar respuestas imaginarias y contor- transmite en Locura y Melancolía, dijo mantel haciendo caer todo lo que estaba sobre la mesa. A partir de ahí ese miedo
indirectos que hacen que el lector se near las confrontaciones especulares. Si Cervantes en El Quijote, allá por 1615, po- le sirvió para no ir al trabajo…Eso es lo que llamamos arreglo neurótico.
quede enmarañado y en total estado lo logramos, con un poco de suerte tal niendo en boca de Sancho sabias palabras: Otro punto cercano es el síndrome de Peter Pan, el niño que no quería crecer,
de imbecilidad. vez el paciente se serene y pueda em- “No se muera vuestra merced, señor para no asumir responsabilidades. Su complemento es Wendy, la sobreprotectora
Este libro de Haydée Henrich al que pezar a hablarnos”. mío, sino tome mi consejo y viva muchos que hace todo por él y lo anula. En estos desórdenes psíquicos podemos colegir
hoy le damos la bienllegada, no es un Estas afirmaciones de Haydée nos años, pues la mayor locura que puede con Adler: “Se ve la sombra de alguien que ponía orden por usted”.
texto loco ni melancólico. Es amable: se muestran su posición ética en la clínica, hacer un hombre en esta vida es dejarse Aquí hay coincidencias plenas con el psicoanalista Brausnstein quien como los
deja leer, se deja preguntar, permite acor- ella misma lo dice en un encabezamien- morir, sin más ni más, sin que nadie lo adlerianos se niega a etiquetar y dejarse seducir por las modas psicopatológicas.
dar, disentir, esperar y seguir buscando. No to citando a Lacan: “estar a la altura mate, ni otras manos le acaben que las Nuestra psicología ha sido bien llamada “una psicología del uso”, por eso en el
es infatuado, no se rige por la ley del co- del sujeto”. de la melancolía.”1  proceso terapéutico tenemos que des-cubrir las conductas y sentimientos que se
razón ni es un alma bella. Esto lo hace en “Un análisis tal vez debería cuidar sobre-usan y los que se infra-usan.
la literatura psicoanalítica una rara avis. el delicado equilibrio de permitir al su- El pánico es la falta o creer que falta poder, la solución radica en empoderar al
NOTAS
Haydée no es criptica, ni sigue las jeto implicarse en lo que le compete y paciente desde su biografía con primeros recuerdos, el aliento el insight, el reflejo
de reconocimiento y el cambio de actitud. 
1. pág. 1065, Don Quijote de la Mancha,
enseñanzas de Baltasar Gracián “sé os- delimitar aquello que debe situar como
Cervantes,M. editorial Juventud, españa,1958.
curo y pasarás por discreto”. ajeno, porque también puede ser res-
tomo 2
Recorre un montón de lecturas a ponsable de hacerse cargo de lo que no
las que reenvía al lector que puede ir le corresponde.” * Psicoanalista, autora de Diagnosticar las * Psicólogo clínico, Psicoterapeuta, director del Centro de Estudios Adlerianos (república
y venir de su texto a otros textos, esto Esto, tan claro cuando uno lo lee, psicosis, Las Psicosis y sus exilios, Algo es Oriental del uruguay) ex Profesor de Psicología de Aprendizaje (Instituto de Profesores Artigas),
es lo que me ha sucedido leyéndolo, y con lo que acuerdo plenamente, es una Posible (Letra Viva editorial) entre otras nume- conferencista y supervisor de psicoterapeutas adlerianos, analista didacta, docente.
muestra en el entramado de lecturas práctica en la que no todos los analis- rosas publicaciones en libros y revistas. Mail: yairhazan@centroadleriano.org

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C OME N TA RIO DE L IBROS

POr JESÚS MANUEL RAMÍREZ ESCOBAR

HILVANANDO UN PUENTE DE PALABRAS


RESEÑA DEL LIBRO TEJIENDO EN LA CLÍNICA. ENTRE EL NIÑO Y EL OTRO
Liora Stavchansky1

Romántico sostén de la psicopatología descriptiva, momento prínceps donde la etiología de ciertas psicoterapias
encuentra su innoble razón, la niñez es señalada por el saber psicológico como punto de quiebre. Piedra filosofal
de los nostálgicos, cubierta por un velo de palabras sueltas -y en ocasiones hermanada al mítico origen-, la
infancia solicita un escenario de refundación.

en la búsqueda insaciable por un senti- ran, como lo hace la autora, la posta en Se recorre el debate propuesto por nal, momento clave en la cultura donde
do inexistente: el amor como apuesta el análisis infantil y subraya, como pre- Melanie Klein acerca de su trabajo con el término sexualidad toma amplitud y
de significación trae consigo expe- misa central, el pensar topológico. Con pacientes psicóticos, donde la fantasía se dispersa como esquirlas en el cuerpo.
riencias ambiguas (muchas de ellas de este aperitivo se transitará a lo largo de inconsciente y las posiciones esquizo- El segundo capítulo abisma la
satisfacción y dolor), que la vida se en- cinco capítulos, precedidos de una intro- paranoide y depresiva toman lugar en la pregunta por la diferencia entre la in-
cargará de recordar. ducción, por una serie de respuestas que conformación gradual del psiquismo. A fancia y lo infantil desde la óptica
Así, el desvalimiento y el desam- la autora ensaya para tratar de ubicar su este debate se suma, aunque desde un freudiana, siendo la primera un lugar
paro iniciales deben ser zanjados de la posición como analista. punto intermedio, Donald Winnicott con mítico que debe perderse, opaco es-
mano de cierta crudeza. El auxilio del La introducción explicita una toma sus postulados acerca del juego como pacio y fundamento. La construcción
ser hablante es aquello que lo subyuga: de principios para formular así las pre- medio de trabajo analítico y del objeto de la historia singular requiere de una
la cadena del lenguaje es su medio de guntas fundamentales del texto. Se transicional (del cual Lacan prestaría oí- excepción como sostén, la caída de la
liberación. Sin embargo la creación no empuñará la herramienta topológica dos para proponer su objeto a), así como infancia como espacio originario es el
deja de apuntar a la salida, pues el niño, para dar cuenta de la discursividad con la importancia de los primeros cuidados sustrato mismo de la fantasía que revis-
como el poeta, inserta las cosas de su que trabaja el analista. Así, la estructura como conformadores de la vida psíqui- te los escenarios del mundo. Lo infantil
mundo en un nuevo orden que le agra- del sujeto (del inconsciente) toma un si- ca. Por último, se aborda la propuesta quedará como residuo de esta pérdida
da; de ahí la pregunta freudiana: “¿No tio novedoso: ya no se le buscará en los de Francoise Doltó acerca de la imagen y mantendrá ciertos escarceos con el
deberíamos buscar ya en el niño las pri- confines del alma o como una cara ve- inconsciente del cuerpo. Dicha imagen inconsciente (al grado de convertirse a
meras huellas del quehacer poético?”2. lada de la razón. El inconsciente pierde será la síntesis viva de las experiencias veces en sinónimos), volviendo necesaria
Con esta referencia, bien podemos em- entidad y pertenencia, configurándo- emocionales, la encarnación simbólica su diferenciación. Aunque muchas de las
prender una búsqueda por comprender se como espacio moebiano de una cara inconsciente del sujeto deseante conse- formaciones del inconsciente cuenten

P
or su parte, inserto en la socie- lo que ocurre en la clínica psicoanalíti- donde la frontera entre lo exterior y lo cuente de su historia. con una cara infantil reprimida, el mate-
dad como poco experimentado, ca con niños. Lugar común de conflictos interior se ofrece como ficción. El adiós a A este punto se liga la propuesta de rial de las mismas no sólo se compondrá
tachado como en franco proceso en la historia de la práctica clínica, cuyo la intersubjetividad se lee en ciernes y el Jacques Lacan, de quien la autora ex- de experiencias primigenias, sino de la
de desarrollo y bajo el imperativo de efecto vemos en la postura de hordas de niño no podrá ser tomado nuevamente traerá una manera de intervenir y de contextura de un relato que cada tanto
lograr cierta madurez, el niño arriba a psicoanalistas que se descosen en jus- como un individuo sin habla si no como pensar cada caso. Ubicando al infante re-significará cada experiencia previa; de
la historia de la humanidad por sen- tificaciones para poner una barrera a sujetado, al igual que un adulto, al en- en las coordenadas del deseo se buscará ahí que el análisis se dirija a la cura por
das nebulosas. su quehacer frente a estos personajes- tramado del lenguaje desde una posición el establecimiento de la causa del mis- la palabra. Ahora la infancia no siempre
Desde su trinchera, operando con un niños. A esta propuesta responde Liora particular que lo ubica como causa. mo como un resabio del discurso que le será destino, si no ¿para qué analizarse?
cúmulo de movimientos en apariencia Stavchansky en su libro Tejiendo en la El texto avanza por los laberintos de da origen: el niño llega al lugar silente Concluye la autora:
desordenados, el infante confronta y clínica. Entre el niño y el Otro, donde la historia del psicoanálisis, destacan- que le otorga el deseo de sus padres. A “Lo curioso es que lo infantil, a pe-
arma el mundo, su mundo, de la mano toma el desafío de avanzar, como un do los obstáculos surgidos en el afán de su vez, le dará importancia clínica al he- sar de estar reprimido, deja evidencia
de la indomeñable fantasía. Gobernado verdadero retorno de lo reprimido, frente postular una clínica posible con niños. cho de que el chico aprenda a hablar de en el sujeto toda la historia de aquella
por un discurso que lo determina, lucha a los rechazos impuestos por una comu- Iniciando con Sigmund Freud y el sus proyecciones figuradas, pues para él, realidad psíquica, que incluso reprimida
entre gigantes para apropiarse de un es- nidad analítica cada vez más reticente a análisis del Hans, se da cuenta del pro- tanto el dibujo como el acto de jugar, logra burlar la barrera para hacerse es-
pacio, aquel que paga con su cuerpo y la pregunta. De esta manera, enhebran- blema que emana de la posición tomada toman eficacia en tanto cosas reales. cuchar (sueños, chiste, síntoma, lapsus).
sus actos formando una disertación en do el hilo freudiano, se encamina en el por el pequeño en el dispositivo analí- Al final del capítulo la autora em- De este modo, no todo lo inconsciente
el juego. Infatuado por palabras de ex- trecho propuesto por Lacan inquiriendo tico, pues aún no se responsabiliza de prende un camino para problematizar el es infantil, pero sí todo lo infantil se ha
traña referencia, alimenta en soledad la a cada paso su propia clínica. Una labor lo que hace, ni de lo que dice. De igual término infancia contrastando la postu- vuelto inconsciente”.4
tarea que se le impone al entrar al reino temeraria pues ya son cada vez menos modo, el enigma de la transferencia es ra de Agamben con las de Freud y Lacan; Como complemento de lo anterior
de lo humano. Hay quien lo ha llamado los analistas que en nuestro país de- planteado debido a que muchos infan- recalcando la manera en que el filósofo se destaca el concepto de retroacción
cachorro en franca alusión a su desvali- jan de lado el discurso académico para tes son traídos por sus padres a la sesión. sitúa al sujeto aún por venir en lo pre- (nachtraglich), donde Freud ubica la
miento, colocando el verdadero trauma instalarse en posición de interrogar el Continuando con la historia, Anna Freud lingüístico, de la mano de lo mudo. La conformación del síntoma como un
de la vida en el mismo hecho de existir: saber-hacer al que están llamados. comprenderá al análisis con niños como infancia se perfila como inefable y lugar trauma en dos tiempos. La temporali-
la primera exhalación se acompaña de Este libro, fruto de una tesis de un proceso de maduración donde el chi- común desde donde toda experiencia dad lógica del inconsciente confronta
un grito que más tarde será leído como Doctorado, cuenta con el prólogo del co se verá conducido por los rieles del es posible. Por ende, dicho pasaje exi- la linealidad de la historia corriente. De
llamado. Alguien, encarnando el de- psicoanalista argentino Pablo Peusner, desarrollo de manera longitudinal. De ge la caída de la infancia y su captación aquí en más el pretexto de entender al
seo que lo trajo al mundo, le otorgará cuya producción escrita apunta prin- esta manera enarbola un perfil diagnós- por el habla, acontecimiento que dará psicoanálisis como una clínica de la remi-
los primeros cuidados a la manera de cipalmente a la clínica psicoanalítica tico que pretende señalar los puntos de origen al lenguaje. Será de la mano de niscencia pierde validez. Ya no se buscará
un Virgilio vital. Éste, recipiente de sus lacaniana con niños. 3 En dicho texto evaluación del desarrollo infantil a fin de Freud que el camino hacia lo infantil y el germen de un comportamiento en el
afectos y esclavo de los propios, marcará alude a la formación propuesta por el evitar un desequilibrio. El análisis se viste su relación con el inconsciente tomen un recuerdo infantil sino en la amnesia que
el sendero que más tarde se transitará analista francés para aquellos que toma- de prevención. nuevo sentido hacia el deseo y lo pulsio- se refleja en el silencio de los actos.

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Por otra parte, si bien el relato de la Ya no podrá tratarse al niño sin el de- pequeño tendrá la posibilidad de ejer- hecho que no podrá darse sin la ubicación analizante carga a cuestas. Al situarse en
sexualidad infantil expuesta por Freud seo que delimitó su llegada a la vida, de citar por sí mismo los elementos del de la fantasía que le diera origen, la cual ese espacio intermedio entre el niño y el
en sus Tres Ensayos de Teoría Sexual ahí la importancia de incluir en el dispo- lenguaje que ha recibido del Otro y así se tratará de construir en el consultorio. Otro, la esperanza de un nuevo puente
(1905) marca la puesta a punto del re- sitivo el diálogo con los padres. Siendo prolongar la expresión de su deseo. Será El analista ubicará su deseo en la separa- puede ser hilvanada. Suturando heridas
corrido pulsional, dicho tramo quedará testigo de un mundo fracturado como su entonces la herramienta del juego la ción entre enunciado y enunciación para escocidas, remendando con parches he-
marcado por una discontinuidad. Así propio cuerpo, el chico emprende su andar que le permita hacer uso de los signi- abrir un espacio donde el sujeto se ubique chos de palabras, un nuevo libro surge
el niño será llamado perverso polimor- por el Otro del lenguaje buscando consis- ficantes necesarios para ubicarse dentro frente a los límites del discurso que lo en- en la literatura psicoanalítica para lidiar
fo pues, en su intento de andar por el tencia; sus primeros intentos por asirse del del mundo, a la vez que le permitan ar- trama. La verdad del síntoma es un punto con la pregunta y paliar el desamparo. El
camino del deseo, tomará diversas rutas virus palabrero lo testimonian en el jue- mar su propia realidad7. El trabajo con que nunca podrá ser historizado y sobre juego no volverá ser el mismo… 
para alcanzar un fin que se le escabullirá go. Al inicio ofreciendo su ser para colmar niños descansará en la lógica de la ar- el cual emergerá un espacio de creación.
como arena en las manos. La paradoja de lo que percibe como faltante (sitio que le ticulación de elementos discursivos que El niño puede entonces volverse poeta al
la existencia se cimenta en la búsqueda otorga un lugar), para luego erigirse por- oscilan entre las palabras, los silencios y enunciar su sitio en la vida. NOTAS
de un fin siempre perdido. La constante tador de la carencia, matriz del deseo. su alternancia. La labor del analista será En el último capítulo, titulado “Hacia 1. Stavchansky, Liora Tejiendo en la clínica.
búsqueda de satisfacción se acompaña En el cuarto capítulo el grillete del reubicar al analizante-niño en relación una articulación topológica con la clí- Entre el niño y el Otro. Paraíso editores. México.
de la conformación de un cuerpo que le lenguaje se transfigura y arroja nue- al lenguaje, siendo un testigo que ga- nica”, la autora presenta un caso de su 2012
dé cabida, mismo que dependerá del es- vas vías de lectura. Discontinuidad y rantiza la palabra que se dirige a otro8. práctica como analista. En este destaca- 2. freud, Sigumund El creador literario y el
tablecimiento de ciertas identificaciones corte son palabras comunes del léxico Cabe señalar la propuesta de la au- rá los diferentes cortes que dentro de un fantaseo (1907) en Obras Completas. Vol. IX.
comprendidas más como procesos lógi- topológico tomando nuevos bríos en la tora de diferenciar el lenguaje adulto análisis de varios años pueden surgir. Se Amorrortu editores. buenos Aires, Argenti-
cos que cronológicos. propuesta aquí ofrecida. El decir del ana- del infantil mediante el par lacaniano da cuenta de los obstáculos surgidos para na.2005 p.127
Durante el tercer capítulo la postura lizante se vuelve un tejido, un despliegue de enunciado y enunciación. El prime- tomarlos en un sentido lógico, donde las 3. Destaco estas mismas palabras casi como
del libro se hace más evidente. Seremos de la estructura que el analista debe ad- ro será comprendido como lo dicho, interrupciones temporales del tratamien- una cita pues él mismo sostiene la complejidad
testigos de un intenso recorrido por la vertir para tratar de escribir la relación mientras que la segunda ocupará la to no forman una lista de fracasos sino surgida al trabajar con esta novedosa frase, ya
teoría estructuralista lacaniana en pos que el sujeto tiene con el Otro del len- función del decir como hecho. El adulto diferentes momentos de la transferencia. que muchas veces se habla de una clínica con
de descifrar el término sujeto para opo- guaje, regla básica de todo diagnóstico será colocado como aquel que al hablar Haciendo uso de los temas desplegados niños sin ningún tipo de referente teórico, más
nerlo al concepto de niño. Desfila, ante psicoanalítico. Este paso no podrá darse queda olvidando su lugar de enuncia- a lo largo del libro, aterriza su propuesta cuando es casi un enigma el cómo relacionar los
los ojos del lector avezado, la dificultad sin dejar de lado el entramado cultural ción, respondiendo a la significación de de pensar topológicamente la clínica con trabajos propuestos por Lacan sobre el lenguaje
que transitara Lacan al inicio de su ense- que orilla al clínico hacia el abismo del las palabras proferidas. Mientras tanto, niños. Dilucidando el ternario lacaniano frente a un niño que muchas veces no habla.
ñanza para tratar de diferenciar al Yo del lugar común. De esta forma, la autora el niño se ubicará más en el lugar de (real, simbólico e imaginario), apunta 4. Ibíd. p.90
Sujeto del inconsciente. Haciendo uso de arriesga una hipótesis para abordar to- enunciación, no importando lo que quie- a despejar la idea de un fin de análisis 5. Ibíd. p.149
autores como Kojeve (en su particular pológicamente la clínica infantil: ra decir sino desde dónde lo dice. Basta como remisión del síntoma, pues algo de 6. Tal como lo sugieren ciertas instituciones de-
lectura de Hegel) y Descartes, de grafos “El niño se coloca como sujeto frente observar el ejemplo destacado por Freud lo real (vestido de apremio de la vida), dicadas a la salud mental quienes ostentan una
y esquemas rigurosamente explicitados; al poder de la significación (imaginario), en su caso sobre el Hombre de las ratas, insiste cada tanto para poner a trabajar cura-tipo y que desconocen el lugar del niño
la autora aborda las claves que decantan apalabrando y re-presentando con su quien cuando niño intentara insultar a al inconsciente en aras de dar una nueva como ser hablante al tacharlo de inmaduro.
en la máxima lacaniana del inconsciente juego y sus dibujos (simbólico), y posi- su padre lanzándole todo tipo de pala- significación. La tarea del analizante será, 7. recuérdese el juego del Fort Da, mencio-
estructurado como un lenguaje. El su- bilitando así la fisura desde lo real (el bras que remiten a cosas que le rodean una vez terminado su análisis, dar cuenta nado por freud en Más allá del principio del
jeto será entonces un efecto, perdiendo agujero)”5. Como vemos, la triada laca- como: “lámpara”, “mesa”, “silla”9. El sitio de un saber-hacer-con-eso que lo des- placer (1920), donde un niño de escasos años
toda entidad. De esta manera, la impo- niana de Imaginario, Simbólico y Real de enunciación es claro pues trata de in- borda en diferentes momentos de la vida. juega con un carretel haciéndolo desaparecer
sición de unidad que la ciencia quiere entra al consultorio para hacer frente sultar al padre no importando que las Dicho lo anterior, la autora concluye: mientras exclama “¡fort!” (lejos) y posteriormente
dar a la razón es leída como fruto de lo a los discursos que buscan reeducar al palabras no sean hirientes en sí mismas. “Mi postura ética como psicoanalis- haciéndolo reaparecer gritando “¡Da!” (aquí
imaginario que el lenguaje descompleta niño en pos de un sitio en la cultura. El Así, el niño buscará extraer del len- ta es asumir la parte de la falta que me está). usando este ejemplo freud dará cuenta
formando su falta. Un espejo revelando síntoma desplegado en análisis será en guaje un saber sobre su existencia, toca y permitir que este fin (necesario) de la manera en que la repetición se construye
su cara de ilusión es el inicio del fin. El sí mismo palabra y revelación de los lí- captando que es requerido por el Otro, sea un punto de corte en la cadena sig- sobre un vacío que el chico intenta cubrir ante la
totalitarismo de la imagen se pierde y el mites discursivos del sujeto. Lo inefable dándose cuenta de un deseo que se des- nificante (…) Habrá otros espacios en los ausencia de la madre.
entramado simbólico obliga a pensar al bloquea toda idea de curación hacia la plaza sobre él y de algunas prácticas que que él resolverá la vida que es soportada 8. No olvidando que el juego (o la ausencia
infante como sujetado por el discurso de felicidad quedando fuera cualquier tipo son manifestaciones del mismo. No obs- por la muerte”10. de él) habla de una toma de posición frente al
sus antecesores, la genealogía del deseo de sentido en la vida que resulte ajeno tante, lo que niño no puede alcanzar es Como vemos, el compromiso con la lenguaje.
trasvasa la fantasía aparentemente pro- al infante6. su valor como objeto respecto de esa ética no puede dejarse de lado en el te- 9. Cfr. freud, Sigmund A propósito de un caso
pia y de ahora en más será tomada como El texto avanza en este punto para trama que lo determina, por lo que una jido del que una analista es parte. Ella de neurosis obsesiva (1909) en Obras Comple-
un intento de colmar un agujero en la distinguir un punto clave del análisis posible dirección de la cura será buscar misma, incluida en la trama que le da tas. Vol. X. Amorrortu editores. buenos Aires,
realidad. Al fin y al cabo somos herede- lacaniano en su aplicación a la clínica que este tome su lugar de enunciación lugar, no puede abstenerse de dar un Argentina.2005.
ros de un pasado impropio. con niños. Una vez arrojado a la vida, el para re-significar su espacio en la vida; testimonio frente al desamparo que cada 10. Ibíd.p.193

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PSICOANALISIS
LeCTurAS
POr MARIELA FUENTES ESPARZA
*

EL WITZ, UN RASGO
DEL ESPÍRITU FREUDIANO
“Las formaciones del inconsciente” nos convocan a ref lexionar sobre los caminos
por los que el inconciente se manifiesta y por los que nuestro trabajo, en tanto prác-
tica analítica, son posibles.

N
os ocuparemos aquí del chiste Ahora bien, en el ahorro de ese gas- chiste aportaría a la pulsión un refuerzo una redistribución semántica de deter- Freud encuentra en el juego del Witz,
que nos interesa no sólo por to psíquico también está articulado el que le permitiría levantar el efecto de minados fonemas, cuya utilización no del rasgo de ingenio. El sujeto tropieza
las características que le son juego de significantes, que al ser sus- represión. Es a partir del momento en estaba prevista por las reglas de uso del con algo inédito en su decir y se sor-
propias en cuanto a su constitución tituidos por la imagen sonora, hace que la represión es vencida, que uno se lenguaje. El chiste procura un innegable prende con este encuentro y con la
y producción, sino además, por un que la atención del sujeto se dirija ha- encuentra con el placer del chiste y la placer al articular significantes lejanos consiguiente satisfacción que conlleva.
punto central: la ganancia de placer, cia su sonido quedando así liberado del satisfacción pulsional. ente sí. El disparate, según Freud, no po- Para terminar, voy a contar un
Lustgewinn. esfuerzo que implica el empleo riguro- Ahora bien, para que este placer see ningún sentido oculto, se refiere al pequeño witz que ocurrió en el con-
El chiste, a diferencia del sueño y so de las palabras. Freud descubre que tenga lugar en el chiste es necesaria simple desatino. sultorio con un paciente que venía
el síntoma, es considerado por Freud en el chiste, como en el sueño y en el una estructura en la que están en jue-
como lo más social de nuestras ac- síntoma existe un tipo de pensamien- go tres términos: el sujeto, el otro con
tividades psíquicas ya que con él se to que no responde a la negación, a la minúscula y el lugar del Otro que va a El chiste es una estructura verbal en la que se
efectúa un intercambio simbólico que coherencia y que esta modalidad de ex- funcionar como lugar de sanción res- identifican tres lugares, el creador, los personajes
logra transformar una situación doloro- presión es propia de las formaciones del pecto de la expresión verbal producida.
sa o penosa, en una ganancia de placer. inconciente. Y respecto del chiste y su Esta particularidad del chiste es la de la escena y el oyente
Como sabemos, con Freud, el apa- relación con lo inconsciente afirma que que permite la diferencia entre el witz
rato psíquico responde a un principio la sensación de placer que experimen- y lo cómico. Así Lacan al final de su enseñanza dos veces por semana y solicita, no sin
cuyo fin sería el de la descarga de la ta el oyente no puede provenir ni de El chiste es una estructura verbal y refiriéndose al witz como una opera- cierta molestia, cambiar la frecuen-
tensión, y dado que esto no se logra ja- la tendencia ni del contenido del pen- en la que se identifican tres lugares, el ción sobre la lengua, afirma: “Es en eso cia y el día de las sesiones. El motivo
más de manera absoluta, es justamente samiento del chiste sino de su trabajo. creador, los personajes de la escena y el que consiste el chiste. Servirse de una de este pedido es por la imposibilidad
en ese interjuego de disminución y au- El chiste juega en el inconciente con oyente, este es el lugar tercero y es la palabra para otro uso que aquel para real de tiempo debido a que sale muy
mento donde debemos considerar la las palabras y retorna irreconocible. Una diferencia fundamental entre la agude- el cual está hecha.” tarde de la facultad y no logra llegar
importancia que el witz merece. representación inconsciente reprimida za y lo cómico. Lo cómico es dual, sólo al consultorio en un horario lógico. El
necesita de dos lugares. En cambio en RECAPITULANDO: requerimiento entonces era pasar los
el chiste la sanción del Otro como lugar El chiste permite sortear las resistencias encuentros que tenían lugar los días
En el chiste el acceso al placer como tercero resulta esencial. de lo reprimido mediante una ganancia lunes y jueves a, solamente los días
mecanismo no está marcado por la tendencia El Otro sanciona, tiene el particu- de placer y así se convierte en una de viernes y dice: “Llego tan tarde a mi
lar lugar de hacer de ese sin-sentido las vías regia que permitiría elaborar si- casa que no tengo tiempo para nada.
a la descarga un sentido, un sentido nuevo. Devuelve tuaciones traumáticas y displacenteras. En serio, para nada… Ni siquiera pue-
la pelota, dice Lacan, dispone el men- La ganancia de placer Lustgewinn do hacer algo tan básico como sacar la
En el chiste el acceso al placer como regresa bajo una forma desconocida saje en el código como agudeza, en el suscitada por el verdadero Witz, el Witz basura, es re loco, ¡pero cuando llego
mecanismo no está marcado por la burlando la censura a través de la com- código –Esto es una agudeza. Si nadie tendencioso, como lo llamó Freud -re- ya pasó hasta el basureo! Quizás pen-
tendencia a la descarga, ya que la con- binatoria del lenguaje. Y esto también lo hace, no hay agudeza. Si nadie se sulta del acceso a una satisfacción sás que es una pavada, pero me doy
cepción económica que lo rige y que es posible por efecto “de la suspensión da cuenta es un lapsus, no constituye pulsional normalmente impedida por la cuenta de que desde que empecé la fa-
produce la verdadera y elevada ganancia del principio de contradicción en el in- una agudeza. Es preciso, pues, que el represión. Cuando los límites conven- cultad puedo sacar la basura nada más
de placer es la momentánea cancelación consciente (…) La palabra auténtica Otro lo codifique como agudeza, que cionales que nos son colocados por las que los viernes.”
de un gasto. Ese gasto que se cancela tiene otros modos, otros medios, que el se inscriba en el código mediante esta reglas del uso del lenguaje son franquea- Cuando termina de decir esto me
temporariamente produce un ahorro en discurso corriente.”1 intervención del Otro.”2 dos por los juegos de palabra, el chiste mira y se ríe con una pequeña carcajada.
el aparato psíquico, un “ahorro de gastos Encontramos así, en los juegos pro- Un chiste, o una agudeza, involucra nos ofrece un efecto gracioso debido a «El que deja escapar así inopinada-
de coerción o inhibición” dice Freud, y pios de la metáfora y la metonimia siempre a un receptor e implica nece- la satisfacción pulsional con la que nos mente la verdad -dice Freud- está en
continúa: “sospechamos, que la aporta- una expresión de lo inconciente que sariamente la intervención del sistema encontramos y que se nos revela, por la realidad feliz de tirar la máscara» Esta
ción es mucho mayor al ser removido un en lugar de provocar displacer o ten- significante en tanto invitación para lo vía del sin-sentido, el aspecto risueño y es la verdadera ganancia de placer que
obstáculo interno, que externo, remo- sión genera el mismo placer que se que se debe ser “de la misma parro- burlesco del límite que nos impedía ex- se juega en el chiste. 
ción ésta de una coerción preexistente”. encuentra en el juego del niño. Esa li- quia” del sujeto que cuenta el chiste. perimentar esa satisfacción.
Y así se elude la defensa y se sortea beración del sin-sentido proviene de los Quienquiera que haya intentado, Podríamos ubicar entonces dos tipos
la crítica que funcionaría en un estado mecanismos de condensación y des- sin éxito, producir un chiste en lengua de chistes: el primero, que comprende-
normal ya que, como es sabido, al es- plazamiento que, en tanto funciones extranjera, sabe cuán importante es la ría a aquellos que reposan sobre el puro
bIbLIOgrAfíA
cuchar o realizar un chiste la represión propias del proceso primario, son to- influencia de la parroquia para el efecto juego de palabras, y el segundo, donde
1. Lacan, J. Seminario 1. Los escritos técni-
no se sostiene y la energía que mo- madas tanto para la creación del chiste cómico de la palabra escogida, sólo así están incluidos aquellos cuyo juego de
cos de freud
mentáneamente quedó liberada es la como para la función lúdica y en ambos el witz tendrá efecto. El chiste depen- palabras vendrían a satisfacer la pulsión
2. Lacan, J. Seminario 5. Las formaciones
que el aparato psíquico percibe como casos deviene la consiguiente produc- de, para tener efecto, de una infracción por la ganancia de placer que producen.
del Inconsciente
un ahorro. ción de placer en el aparato psíquico. significante producida en el campo Lo que Freud llama Lustgewinn que se
Esto es lo que se define para la lógi- Si de trabajo se trata, el trabajo del del Otro, sea a través de la creación de obtiene del chiste se manifiesta en el * Lienciada en Psicología (ubA), psicoanalis-
ca del inconciente como una ganancia chiste iría contra el trabajo del incons- neologismos como familionario, en el hecho de que uno se pone a reír brus- ta, docente, investigadora. Mail: maruqueira@
de placer: Lustgewinn. ciente, ya que el placer procurado por el ejemplo clásico de Freud, sea mediante camente, esa es la nota distintiva que hotmail.com

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EL ØTRO www.psi-elotro.com.ar OCTUBRE | 2013 7

TA PA S · C ON T R ATA PA S

LOS SÍ Y LOS NO DEL EMBARAZO POR QUÉ REPETIMOS SIEMPRE POR QUÉ LOS HOMBRES
MITOs y VERDADEs LOS MISMOS ERRORES NO ENTENDEMOS A LAS MUJERES
MARIO SEBASTIANI J.-D. NASIO GUILLERMO A. VILASECA
EDITORIAL PAIDÓS | COLECCIÓN: CONSULTORIO PAIDÓS | Págs. 168 EDITORIAL PAIDÓS | COLECCIÓN: PSICOLOGÍA PROFUNDA | Págs.144 EDICIONES B | Págs. 280

Todo embarazo pone a Repito, luego, ¡existo! Nues- ¿Por qué no entende-
las futuras madres fren- tra vida palpita al ritmo de la mos a las mujeres? La
te a encrucijadas que repetición que nos impone el pregunta, formulada
siempre se encaran con inconsciente. La repetición tiene por los hombres, intenta
las ansiedades de una dos aspectos: es positiva cuando dar respuesta al eterno
primera vez. Algunas nos permite aprender, crear y misterio femenino. En
de orden vital: ¿dónde afirmarnos cada día más. Pero las páginas de su libro,
dormirá el bebé?, ¿quién también puede resultar patoló- Guillermo Vilaseca pone
lo cuidará?, ¿continua- gica en tanto nos hace volver a su experiencia profe-
ré trabajando?, etc., representar, sin que nos demos sional al servicio de ese
interrogantes que las cuenta, los traumatismos de la intento. Y al hacerlo,
acompañan duran- infancia, reproducir una y otra nos plantea como nuevo
te toda la gestación y vez las rupturas amorosas, sufrir interrogante si exis-
siguen presentes en su trastornos obsesivo-compulsivos, te también un misterio
cotidianeidad luego del nacimiento. Pero también hay depender de una droga, del juego o del sexo, o fracasar reitera- masculino que espera y merece ser desentrañado. A
otros, de índole práctico, que se presentan a diario: damente ante las mismas pruebas. Para J.-D. Nasio esto se debe través de historias de vida, de escenas de la cotidia-
¿puedo teñirme el pelo y pintarme las uñas o podría ser a que el inconsciente es a veces una fuerza de vida que nos neidad de pareja -las reales y las que nos brinda la
peligroso?, ¿los ansiolíticos están contraindicados para impulsa a repetir comportamientos felices y a veces, una fuerza ficción en la literatura o el cine-, de diálogos conflic-
mí?, ¿puedo comer sushi sin problemas?, ¿es nocivo de muerte que nos lleva a repetir compulsivamente las mis- tivos e incluso de pinceladas autobiográficas, invita a
tomar alcohol durante la lactancia? Todos sabemos que mas conductas que culminan en una frustración. En un texto los hombres -y también a las mujeres- a abandonar la
las drogas, las radiaciones, contaminantes, alimentos y novedoso, con el estilo claro que J.-D. Nasio domina, este libro posición de víctimas para situarse como protagonistas
algunos hábitos de vida propios y ajenos pueden oca- recorre una praxis y una teoría propias acerca de los infinitos creadores, que no se contentan con repetir argumen-
sionar daños al bebé, pero ¿dónde trazar la línea que efectos de la repetición en la vida del sujeto. tos y actitudes heredadas. Los viejos modelos no han
separa las verdades de los mitos? Esta es la función de sido superados, los nuevos no se han terminado de
Los sí y los no del embarazo, una guía indispensable consolidar y entretanto hombres y mujeres suelen
para todas las madres que deseen proteger a sus hijos. EL ULTIMÍSIMO LACAN transformarse en contendientes de una más o menos
JACQUES-ALAIN MILLER explícita "guerra entre los sexos". Por qué no entende-
EDITORIAL PAIDÓS | Págs. 280 mos a las mujeres ofrece a los dos bandos una "mesa
VIGILANCIA LÍQUIDA de negociación" para procurar el encuentro.
En la última década de su Curso,
ZYGMUNT BAUMAN y DAVID LYON
que lleva más de treinta años, J.-
EDITORIAL PAIDÓS | COLECCIÓN: ESTADO Y SOCIEDAD | Págs. 176
A. Miller se orienta hacia la que LOCURA Y MELANCOLÍA
Hoy en día, los deta- fue llamada “la última enseñanza HAYDÉE HEINRICH
lles más insignificantes de Lacan”. Trata en sus diecisiete
LETRA VIVA | Págs.139
de nuestras vidas son lecciones de indagar y soste-
registrados y examina- ner la rigurosidad de una trama De manera clara y
dos como nunca antes, organizada en una geometría precisa, esta obra esta-
y a menudo quienes con cuerpo, la topología que le blece una lógica para la
son vigilados cooperan sirvió a Lacan para sostener una melancolía que, según
voluntariamente con los práctica, la psicoanalítica, fuera propone la autora, tiene
vigilantes. Desde Lon- de la lingüística, las matemáticas, un alcance mucho más
dres y Nueva York hasta la lógica y la poesía. Es así como amplio que el habi-
Nueva Delhi, Shanghái son trabajados a partir del incon- tualmente considerado
y Río de Janeiro, la pre- ciente real. Tomando un poema de García Lorca que dice: “Es a partir de “Duelo y
sencia de cámaras de preciso romperlo todo para que los dogmas se purifiquen y las Melancolía”. Es así que
vídeo en los lugares pú- normas tengan nuevo temblor”, Miller recorre no sin dificultad sostiene que la noción
blicos ya es algo habitual y aceptado por la población. los impasses de una enseñanza, la de Lacan, que en su último de melancolía no se
En la actualidad, los viajes aéreos implican el paso por tramo deviene oscura y es solo atravesada por destellos cuando restringe a la depre-
escáneres humanos y controles biométricos que se han en sus lecciones dispersas encuentra ideas mediadoras para re- sión, desgano, pérdida
multiplicado a raíz del 11-S. Diariamente Google y los comenzar un psicoanálisis que ya no será el mismo que era. En de autoestima o autorreproches, que se desencadenan
proveedores de tarjetas de crédito apuntan el detalle de este Curso se sostiene –después de haber examinado el tiempo a partir de una pérdida cuyo duelo fracasa. Paralela-
nuestros hábitos, preocupaciones y preferencias, y con lógico que permitía una salida grupal– que su momento de mente, interroga el término locura, que ha quedado
ellos van elaborando estrategias de marketing personali- concluir es el intento de Lacan de salir de la prisión del lacanis- circunscripto, al menos en el medio psicoanalíti-
zadas con nuestra activa y, en algunos casos, entusiasta mo, en lo que aquel supuso de continuidad, que lo llevó a decir co local, a lo que se conoce como locura histérica. A
cooperación. En este libro el análisis de la vigilancia de a Lacan: “Yo no soy lacaniano” tiempo después de haber disuelto lo largo de un recorrido eminentemente clínico, se
David Lyon confluye con el mundo líquido moderno su escuela. Se muestra que en el psicoanálisis se avanza a partir despliega que la melancolía tiene muy diversas ma-
que Zygmunt Bauman ha descrito con su característica de los impasses, de la discontinuidad, por lo tanto el éxito es nifestaciones, algunas de las cuales guardan notable
agudeza. ¿Nos encontramos ante un futuro lúgubre de nuestro fracaso. Así, el síntoma como acontecimiento de cuerpo afinidad con lo que teoriza Lacan sobre la locura,
vigilancia continua o existen aún espacios de libertad y se constituye en una fuerza impulsora real, oponiéndose a las principalmente en su temprano escrito “Acerca de la
esperanza? ¿Cómo podemos ser conscientes de nuestras consideraciones que lo plantean como trastorno. Sobre las bases Causalidad Psíquica”. Al mismo tiempo, estos desa-
responsabilidades para con nuestros semejantes, perdi- de una nueva noción “el inconsciente es la cara real de aquello rrollos nos orientarán a pensar que la melancolía no
dos como estamos con frecuencia en discusiones sobre en lo que se está enredado” se abre paso una nueva ética ya no siempre se desencadena por una pérdida, sino que
datos y categorizaciones? Nos encontramos ante temas ligada al deseo, sino al saber hacer ahí, con el goce opaco, no puede manifestarse desde mucho antes, o indepen-
del poder, la tecnología y la moral, este libro constituye atrapado por los discursos. Este texto constituye sin duda una dientemente de ella. Como se desprende desde el
un análisis brillante de lo que implica ser observado -y referencia relevante para orientarnos en el psicoanálisis, de este título, la hipótesis que atraviesa el libro es que locura
estar observando- en la actualidad. nuestro siglo XXI. y melancolía intersectan.

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PSICOANALISIS
COMeNTArIOS De fILMS
POr MARITA HAMANN
**

A PROPÓSITO DE “UNA CITA CON LACAN”*


Uno puede decir, al terminar de ver este documental, que este Lacan era un hombre como lo hiciera el propio Freud, el ho- válida para todos los casos parecidos. En
rror a la verdad. Tampoco es alguien a el mercado, los objetos se fabrican por un
admirable. Pero, ¿por qué?, ¿a partir de qué? Es que no vemos aquí al hombre ideal imitar, un analista no busca ni promue- conjunto de personas más o menos anó-
sino al hombre singular. ve la identificación de sus analizantes nimas y se ofrecen de manera igualmente
con sus propios puntos de vista ni con anónima a todo aquel que consiga pagar

L
o que nos admira es el deseo na con su cuerpo y con su pensamiento. Precisamente, si algo me ha impre- su estilo de vida. En modo alguno sus el precio. Por el contrario, nada menos
que lo anima, la vivacidad de su Y hace falta un forzamiento para cernir sionado del documental que acabamos analizantes son sus obras. anónimo que la experiencia analítica. Allí,
presencia, la imprevisibilidad de el núcleo traumático de cada sujeto, para de ver, es de qué modo, la realización del La interpretación es un acto y un acto el analizante hace una apuesta al modo
su conducta. No se nos cuenta su vida vencer su no querer saber de eso. Es un film se atiene de modo sutil a los princi- puede ser una palabra o un gesto o el de Pascal, solo que en este caso, no se jue-
del modo clásico: cuándo nació, quié- forzamiento que responde a lo único que pios mismos de la práctica. Porque eso es corte de la sesión o dejar la puerta abier- ga la vida por la existencia de Dios sino
nes fueron sus padres, dónde estudió, verdaderamente tiene peso, me refiero a el psicoanálisis: la práctica que apunta a ta o torcer la escritura de Gestapo con por las claves en las que parecen fijarse
qué premios obtuvo, etc. Nada de eso. la malignidad de lo traumático que anida la diferencia absoluta entre un sujeto y Geste-à-peau. “Aun siento su caricia”, los modos de su existencia. Es, además, él
Sin embargo, logramos captar qué lo en cada uno de nosotros, por el hecho de otro, lo que no se obtiene por la secuen- dice la mujer; de aquí en más, cuando mismo quien trabaja por ello en la medi-
determinaba, de qué modo Lacan era haber caído en el mundo sin contar con cia de hechos de una historia. Como se vuelva a despertar a las 5 de la mañana da en que su propio deseo lo conduce a
idéntico a Lacan y solo a él mismo. otro recurso que el del lenguaje. dice al inicio, Lacan no era un funciona- temiendo la entrada de los nazis que vie- proseguir, no sin que la presencia viva del
Esa puerta del consultorio que deja nen por más judíos, podrá sumarle a ese analista lo acompaña, por cierto.
abierta cuando el paciente ingresó es recuerdo el gesto que, dignificando su El análisis no se rige por lo útil sino
la impronta de su estilo particular: una
...el relato no ensalza al gran hombre, dolor, la reencuentra con la humanidad. que, de todas las prácticas, se distingue
suerte de impaciencia que hace osten- inclusive, corre el riesgo de decepcionar, pero una Leer el trauma implica que éste es por ser aquella que, como la obra de
sible que él no consideraba nada más una escritura y que la interpretación arte, le da lugar a lo que es inútil, inser-
que la dimensión de lo inconsciente y
cosa es segura: no nos deja indiferentes opera sobre ella de un modo totalmen- vible, al desperdicio incluso, que es, a fin
que apostaba todo el tiempo por lo que te contingente, no prescrito ni previsto; de cuentas, la verdadera naturaleza de
surgiría de allí, ningún convencionalismo Entonces, el relato no ensalza al gran rio del inconsciente. Solo una cosa era depende estrictamente del kairós, de la nuestros goces y satisfacciones porque,
sería capaz de detenerlo. Por el contrario, hombre, inclusive, corre el riesgo de de- constante: su manera de escuchar, de re- oportunidad, y de la atención flotante bien visto, ¿se puede legítimamente de-
él buscaría abrir esa dimensión valién- cepcionar, pero una cosa es segura: no gistrar lo que se le decía como si aquello que allí se deposite. cir que nuestros deseos y nuestros goces
dose de todas las estrategias de las que nos deja indiferentes. Mostrar al hombre tuviera una enorme importancia. Y, como El dinero es importante pero no es tienen derecho de existir si y solo si son
pudiera echar mano. Dice Jacques Alain ilustre es algo que se hace para levantar efectivamente, es lo único que verdade- determinante, no hay una tarifa fija ni útiles para algo?
Miller que el síntoma propio de Lacan un modelo y promover la imitación. Eso ramente importa, se trata de que lo que se impone un valor establecido por algu- En suma, es sorprendente para mí la
sería algo como: “solo contra todos”, sin sería contrario al psicoanálisis y el rela- se diga, cada vez, en cada oportunidad, na jerarquía o una regla del mercado. El manera en la que la cita con Lacan a la
hacer de eso la víctima del contragolpe to del documental es consecuente con alcance algo que merezca la pena de ser analizante paga para obtener, a partir de que hemos asistido nos ofrece pincela-
social ni tampoco el héroe. ello. Esta presentación, en cambio, es dicho, ser escuchado, ser remarcado. su diálogo con el analista, el objeto más das de un retrato posible del Dr. Lacan
Pero, en especial, agrega Jacques- absolutamente fiel a Lacan, quien dije- Cualquier sesión puede ser inolvidable y, valioso para sí mismo: el corazón de su así como trazos inimitables de lo que
Alain Miller, Lacan no era un hombre que ra en Caracas a los psicoanalistas que lo en principio, cualquiera también, podría propio ser. El psicoanalista también paga fuera su práctica y tiene la virtud de de-
se atenía al justo medio, que es como escuchaban: “Ustedes, si quieren, serán ser la última, cada encuentro puede ser y lo hace con su propia persona, presta sarrollarse exactamente bajo los mismos
suele juzgarse lo que es normal, no se lacanianos, yo soy freudiano”. No mucho único. Un analista no es un funcionario su cuerpo para soportar la pantalla en la principios éticos que justifican su clínica
orientaba por la justa medida, que es antes había dicho también, y en el mis- porque no se orienta por los parámetros cual el analizante recrea aquello que ha y su política. 
lo que a menudo se considera “de buen mo sentido: “No me imiten, hagan como establecidos para todo el mundo sino venido a buscar, para que pueda alcan-
gusto”, no se conformaba con la ho- yo”. “Como yo” quiere decir muchas co- por una ética. La ética no es la moral. zar ese reflejo y captarlo como tal, —pues
meostasis, que es la máscara del hombre sas: lean a Freud, interróguense, déjense Si la ética guarda relación con el bien, no es otra cosa—, en alguna vuelta de su * “Una cita con Lacan” es un ilm-docu-
mental realizado por gerard Miller que reúne
adaptado a su medio. Lacan falsea ese orientar por su inconsciente o, de mane- en la experiencia analítica, se trata del propio discurso.
testimonios de diferentes personas que se
precepto en su pensamiento y en su vida: ra más general, actúen en concordancia decir bien lo que acontece, aspirando a El asunto del dinero daría para una lar-
analizaron con él. Los lectores pueden remi-
“acá, el rigor de su pensamiento pasa a con el deseo que los habita, con aquello capturar lo real más allá de las sombras, ga discusión, conformémonos con anotar
tirse para ver este ilm a http://www.youtube.
la lógica de su vida. Porque, para Lacan, que les devuelve la alegría de vivir. La- las ilusiones y las esperanzas que impi- que Lacan dijo alguna vez que habría que
com/watch?v=QhSHsIl7S0s
lo ‘demasiado’ es precisamente el prin- can encarna aquí la figura del analista den afrontar la vida que nos ha tocado aspirar a que un análisis se realice como
cipio mismo del deseo y del goce. (…) en que no pretende encajar a nadie en al- en suerte. una práctica sin valor. Si tenemos en ** Psicoanalista, miembro de la Nueva
el pensamiento y en la vida de Lacan, lo gún patrón preconcebido. En todo caso, Contrariamente a otras prácticas, un cuenta que Lacan leía a Marx, eso quiere escuela Lacaniana (sede NeL-Lima) y de la
‘demasiado’ es el nudo de lo real.” Y no se presta mejor a la representación de analista no se presenta como un gran decir: una práctica por fuera del circui- Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP).
hay sentido común en lo real. aquel que irrumpe para preguntar: ¿Qué hombre: si algo lo autoriza a ocupar ese to de las mercancías, sin valor de cambio. Ha escrito diversos artículos sobre psicoanáli-
Es que ese “demasiado” constituye el es, realmente, lo que tú quieres? Dime, lugar es el haber podido afrontar, has- Un análisis no es el lugar al cual se va a sis y cultura en publicaciones locales
modo mismo en que el sujeto se relacio- ¿será que quieres el infierno? ta las últimas consecuencias posibles, comprar un producto, tal como la receta e internacionales.

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