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ADOPCIÓN ESPIRITUAL

Septiembre 23, 1956


Jeffersonville, Indiana, EE.UU.

Gracias Hno. Neville. Buenos días amigos. Me alegra mucho estar aquí en
esta mañana y la presentación de parte del pastor… Eso estuvo muy bien.

2.- Oh, Uds. saben, hablando de caballos, Uds. saben que al ponerles el
cabestro, hay trabajo por delante, bueno, me alegra que el Señor nos haya
hecho como un caballo de trabajo para que podamos trabajar. Así que
nunca estamos tan cansados para hacer algo por el Señor, si nos toca
hacerlo. Y a pesar de estar muy cansado el día de hoy…

3.- Acabo de pasar un momento terrible estos últimos días. De camino a


California, tuve que irme en tren y déjenme decirles que si de sacudidas se
trata, brincamos durante todo el trayecto. Cincuenta y tres horas para llegar
allá, llegamos a las dos de la mañana y a las cinco tuve que levantarme
para ir a la radio a predicar un servicio. Luego tuve que volver a predicar
en la reunión internacional de los Hombres Cristianos de Negocios; y luego
esa tarde, prediqué en un enorme tabernáculo bautista. Después seguí
hablando cada cierta hora hasta que finalmente terminé el lunes en la noche
en el Templo Angelus, después tomé el tren a las once y tardé sesenta y
cuatro horas para llegar a casa. Así que pueden imaginarse, llegué anteayer
y solo…

4.- Ayer mi esposa registró más de cincuenta llamadas para ir a orar por
algunas personas, solo ayer en la mañana, ¿se fijan? Más de cincuenta
llamadas. Desde luego que no todas eran locales, había llamadas
nacionales, pero decían: “¿Podría visitar Florida? ¿Podría venir acá a
Louisville?” ¿Cómo podría uno contestar esas cincuenta y tres… fíjense,
en una sola mañana? Así que ya pueden imaginarse.

5.- Ayer en la tarde pude ver entre algunos de nuestros queridos amigos, lo
diabólico que es la enfermedad. Un joven que conocí hace años y era un
modelo de salud, un joven atlético; ahora tiene más o menos mi edad y
bien podría parecer que tuviera noventa años. Está acostado muriéndose en
Henryville. Un amigo de mi buen hermano aquí, el Hno. Neville, Kermit
Spurgeon; su padre es un predicador del Evangelio, maestro de escuela y
muy buen hombre. Después que el Hno. Neville me dijo que el joven se
estaba muriendo, ayer fui a su casa y tuvimos el gran privilegio de guiarlo
al Señor Jesús para la salvación de su alma. Su esposa y yo nos pusimos de
acuerdo y oramos con sinceridad por él. Después que ese cáncer se lo ha
comido, de los noventas kilos que pesaba, yo dudo que pese unos 27 kilos.
Pero estamos creyendo y aferrándonos a que Dios lo sanará. No sabemos
qué va a suceder, pero si sabemos algo: él ya ha pasado de muerte a vida.

6.- Yo me imagino que pensaría su pobre padre ciego cuando recibió la


noticia. Después de todos estos años de haber orado por él y después de
todo… Instruye al niño en su carrera, ¿entienden? Yo sé qué él tuvo un
buen ejemplo frente a él.

7.- De allí nos fuimos a New Albany con la Señora Slaughter que vive aquí
mismo, los médicos le habían dado de vida hasta las seis de la tarde y eso
fue muy, muy lamentable. La espera y los diferentes lugares.

8.- Un hombre joven que vivía al lado de mi casa en aquel lugar y que
andaba por allí como un joven normal, trabajaba para la compañía de
Teléfonos Bell, como de unos veintitantos años de edad y padre de tres o
cuatro niños. Su hijita se cayó el otro día y se fracturó el brazo. Y él
comenzó a sentir un entumecimiento en la mano que lo paralizó, ni siquiera
sabe qué es lo que tiene, allí está acostado, allí está él.

9.- Es sencillamente una cosa tras otra, enfermedades por todos lados. Me
contenta mucho que haya una vía de escape y también me alegra que no
tengamos que quedarnos aquí para siempre, ¿y Uds.? ¿Qué haríamos si
tuviéramos que quedarnos en esta casa pestilente para siempre? Estoy tan
contento de que haya una puerta abierta. La tierra no es más que eso: una
casa pestilente. Tan pronto uno piensa que le está yendo bien, viene por
aquí una cosa y por acá viene otra. Pero estoy tan contento de que exista
una vía de escape, estoy muy contento de que Jesús haya venido y nos haya
dado una salida, una vía de escape.

10.- Esta mañana, mi amada Hna. Cox me comentó que vendría alguien y
que le pidiéramos a la gente de la localidad que viniera a orar, porque tal
vez no pueda quedarse sino unos pocos minutos. Quizás yo podría orar por
ellos antes de comenzar el servicio. Si tienen que regresarse… pensé
entonces que para los que se quieran quedar, habrá un mensaje un poco
corto esta mañana, ya que estoy ronco y tengo que salir inmediatamente a
otra reunión. Así que estoy… Y las reuniones en Chicago comienzan el
próximo sábado.
11.- Creo que ha llegado la hora para que esta parte del país reciba la gran
visita de nuestro honorable Hno. Billy Graham, en Louisville, esta próxima
semana. Él comenzará en Louisville al mismo tiempo que yo lo haré en
Chicago. Así que volveré porque deseo conocerlo personalmente mientras
esté aquí. Algunos amigos me lo van a presentar. En el extranjero yo he
estado en la misma ciudad, en distintos lugares, pero no hemos tenido la
oportunidad de conocernos. Le pido sinceramente a esta iglesia y a este
grupo de gente reunida aquí esta mañana, que lleven en sus corazones esta
reunión de Louisville.

12.- Quiero aprovechar para decirles esto: ¿Sabían Uds. que el ochenta por
ciento de todas las bebidas alcohólicas que se beben en los Estados Unidos,
provienen de Louisville, Kentucky? ¿Sabían que el noventa por ciento de
todo el tabaco y demás, sale de Louisville, Kentucky? ¿Sabían Uds. que
esa es la silla de Satanás? Ciertamente lo es. Ciertamente lo es.

13.- Unos de los lugares más difíciles del mundo son los alrededores de
esta localidad, el más difícil de quebrantar para el Señor Jesucristo.
¿Cuántos han salido con lágrimas procurando hacer volver a esta región,
estas Fall's Cities, al Señor Jesús? [Con el término Fall's Cities, el profeta
se refiere a las ciudades situadas junto a las cataratas del Río Ohio, como
Louisville.] Fíjense, Erickson y todos aquellos que salieron llorando
después de intentarlo una y otra vez. John Sproul colapsó allá en Glory
Barn [Nombre dado a la iglesia fundada por Hobart Freeman, en un
antiguo granero], haciendo su mejor esfuerzo por conquistar la cosa para el
Señor Jesús; y tantos otros que han estado en las plataformas de todas esas
ciudades y lo han intentado, pero no han logrado conquistarlas para el
Señor Jesús.

14.- Ahora, yo creo que Billy Graham es uno de los hombres mejor
conocidos en el mundo hoy, en cuanto a lo religioso, en mi opinión. Desde
luego que nosotros tenemos obispos y arzobispos, pero en mi opinión él es
un predicador del Evangelio, un hombre de Dios; y es por eso que pienso
que debemos juntarnos como guerreros cristianos, unir nuestros corazones
y orar por esa reunión como nunca antes, pidiendo que de alguna manera
Dios nos dé almas y quebrante la silla de Satanás, que se cierren todas las
destilerías, quemen las fábricas de tabaco, las iglesias se llenen y haya un
verdadero derramamiento del Espíritu Santo a la antigua. El Señor les
bendiga…
15.- Ahora, para comenzar tengo algo un tanto diferente, un poco fuera de
lo normal. Mi hermano tiene un pequeño aquí que desea dedicárselo al
Señor. Creo que haremos eso un poco antes de orar por los enfermos, si es
la voluntad del Señor. Si la Hna. Gertie pasa al piano y todos los que tienen
bebés…

16.- Ahora, en la Biblia se nos enseña que… Bien, mucha gente llama a
esto bautizarlos, rociándoles un poco de agua; y a eso lo llaman bautismo
infantil. Bueno, eso está bien y no le hace daño al bebé, estoy seguro que
estará bien. Otros tienen otras formas de hacerlo. Pero a nosotros siempre
nos gusta quedarnos tan apegados como podamos a la manera bíblica de
hacerlo; y la manera de hacerlo en la Biblia… No hay pasaje en la Biblia
donde se mencione lo que hacían con los niños, aparte del Antiguo
Testamento cuando los circuncidaban.

17.- Me pregunto si dos de los ancianos pudieran mover a la hermana un


poco hacia este lado por aquí, por favor, hasta la dedicación. La hermana
que está aquí en la camilla. Si no es mucha molestia, querida hermana. Es
solo un momento y nosotros…

18.- Así que en el Antiguo Testamento circuncidaban a los niños, pero en


el Nuevo Testamento lo que hicieron fue llevarles los niños al Señor Jesús,
Él los levantó con Sus manos y los bendijo, diciendo: “Dejad a los niños
venid a Mí, y no se lo impidáis: porque de los tales es el reino…”

19.- Ahora, si hay otra madre que tenga un niño y quisiera dedicárselo al
Señor, nos agradaría hacerlo en este momento. Que podamos atentamente
ahora… Ahora, ¿cómo se llama el niño? Robert Lynn. Eso está muy bien.
Esto demuestra lo que es el corazón de una madre hacia su hijo. Pensando
en esto, a pesar de que ellos no tenían hijos, deseaban criar uno y adoptaron
a este pequeño.

20.- ¿Se dan cuenta que todos nosotros somos hijos adoptados? Dios nos
amó de tal manera que nos adoptó por Su Hijo Jesucristo, todos nosotros
somos hijos adoptados. Recuerden, así como este padre y esta madre
pensaron en este pequeño que no tenía un hogar a donde ir y ellos le dieron
un hogar para criarlo y alimentarlo; nosotros no teníamos un hogar a donde
ir y Dios nos dio uno. Él es adoptado y su nombre es Robert Lynn
Branham, un niñito muy hermoso. Ahora, ¿inclinamos nuestros rostros?
21.- Nuestro precioso Padre celestial, mientras pasan los días, cuántos
padres y madres ha puesto a sus hijitos en Tus manos y Tú dijiste: “Dejad
a los niños venir a Mí, y no se lo impidáis: porque de los tales es el Reino
de los Cielos”.

22.- A este pequeño sin hogar le ha sido dado un hogar y Tú has puesto en
sus corazones amor por este niño. Padre, rogamos que bendigas a esta
madre y al padre para criar al niño, que pueda ser instruido en un hogar de
oración y se le enseñe a ir a la iglesia y vivir para el Señor Jesús.
Bendícelo, amado Padre Celestial.

23.- Ahora, si Tú estuvieras aquí en la tierra en un cuerpo como el de


nosotros en esta mañana, ellos te entregarían a Ti el niño para que lo
sostuvieras en Tus brazos. Tú te fuiste al cielo, pero nos encomendaste
continuar en el ministerio hasta que regreses. Padre, mientras mi propio
hermano de sangre deja al bebé en mis manos, yo te lo entrego a Ti en el
Nombre de Cristo. Bendice a este niño y que pueda vivir, ser saludable y
fuerte y crecer para ser un siervo Tuyo. Bendice al padre, a la madre y al
hogar. Te lo entregamos a Ti en el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.

24.- Bendiciones. Aggie, se una verdadera madre y tú se un verdadero


padre para ese niño. Que Dios los bendiga en su esfuerzo… ¿Cómo está?
¿Cómo se llama el niño? [La hermana dice: Robert Daryl.] Otro Robert.
Bueno, eso está bien. Un Robert Daryl. ¿Cuál es su apellido? Tú eres un
Junior. ¿Su apellido? [ McClelland.] McClelland…

Trayendo las gavillas, trayendo las gavillas


Regresaremos gozándonos y trayendo las gavillas
Sembrando en la mañana, sembrando semillas de bondad
Sembrando al mediodía y al amanecer
Y en el tiempo de la siega
Regresaremos gozándonos y trayendo las gavillas
Trayendo las gavillas, trayendo las gavillas,
Regresaremos gozándonos y trayendo las gavillas
Trayendo las gavillas, trayendo las gavillas,
Regresaremos gozándonos y trayendo las gavillas

25.- Bueno, eso está bien. Trayendo las gavillas. Eso es lo que hacen los
padres y las madres, se los traen al Señor Jesús. La hermana acostada en la
camilla, hasta donde podemos ver, parece ser la más enferma de todos, está
en una camilla. Vamos a… Si hay alguien… Si ella quiere esperar un
momento y escuchar el mensaje antes de que se ore por ella. Creo que eso
está muy bien, muy bien.

26.- Si hay alguien aquí que no puede esperar y desea irse, si quiere la
oración ahora, nos alegraría hacerlo. Puede levantar su mano, de lo
contrario, tendremos el servicio de sanidad inmediatamente después de este
corto mensaje que procuraremos ajustar al tiempo de la clase de la escuela
dominical. Muy bien. Leeremos entonces las Escrituras y entraremos
rápidamente al mensaje, luego nos tomaremos el tiempo para la línea de
oración. Antes de comenzar, quiero que todos los que están sanos en esta
mañana, recuerden a los enfermos, porque debemos orar los unos por los
otros.

27.- Yo me contenté tanto cuando llegué a California el otro día y visité


tabernáculos donde presionaban… en la cafetería Clifton estuvieron de pie
afuera en la calle a una distancia de una cuadra, querían testificar, decían:
“Hno. Branham, yo una vez tuve cáncer y Ud. oró por mí… Yo era
ciego… Yo me encontraba así aquella noche…” Uno iba por la calle y
había aquel sentir. Yo pensé: “Dios, ¿cómo será cuando crucemos y
lleguemos al otro lado?” Allá habrá reunidos decenas miles, será algo
maravilloso ese momento.

28.- Así que nuestros pequeños esfuerzos no significarán nada ahora,


llegamos a un punto donde parece que ya no podemos continuar, estamos
casi exhaustos y vencidos; y entonces llega Satanás a decir: “¿De qué te
sirve eso? ¿Para qué lo haces?” Oh hermano, pero al recordar cosas como
esas, todo cambia por completo, cambia las cosas.

29.- Ahora, antes de abordar la Palabra, oremos nuevamente por un


momento. Nuestro Padre Celestial, ciertamente acudimos a Ti con
corazones agradecidos, Señor. Tú conoces toda la estructura del hombre, lo
débil y frágil que es y cómo es que no hay fuerza en él; y qué mal ejemplo
como siervo Tuyo es el hombre, pero Señor, por Tu gracia nos has llamado
a ser Tu siervo. En esta mañana estamos conscientes de nuestra indignidad,
te pedimos que nos aceptes hoy Padre, nos unjas con el Espíritu Santo y
nos des palabras de consuelo que has hablado aquí en Tu Santa Palabra.
Pedimos que el Espíritu Santo dirija cada palabra al corazón según la
necesidad y pueda anclarse allí y produzca gran gozo y árboles de
salvación. Concédelo Padre.
30.- Sana a los enfermos y necesitados. Sabemos que aquí están y muchos
han venido de lejos, alojándose en hoteles y demás, esperando la
oportunidad de que se ore por ellos. Estamos tan contentos por este gran
privilegio, Señor, saber que estás aquí para sanar al enfermo.

31.- Dios, los más enfermos que conocemos son los hombres y mujeres que
están enfermos de pecado. Ruego Padre Celestial, que en este día unjas de
una manera especial y salves al perdido. Que todo hombre o mujer perdido
pueda venir dulcemente ante el Trono de la Gracia y ser salvo. Porque lo
pedimos en el Nombre de Cristo. Amén.

32.- Ahora, que el Señor añada Sus bendiciones a la lectura de la Palabra, a


medida que entramos en Ella. Yo siempre he sido un gran creyente de la
Palabra. Hace algunas noches estaba predicando sobre un pasaje donde los
profetas subieron a profetizar, pero Micaías… Después que cuatrocientos
profetas ya habían dado una respuesta sólida, aun así, Josaphat dijo: “¿No
habrá uno más?” ¿Uno más después que cuatrocientos ya habían dado
palabra? Pero Micaías se quedó con la Palabra de Dios. Él sabía que algo
andaba mal. Siempre que escuchemos algo fuera de la Palabra de Dios,
sabemos que algo anda mal. No suena del todo bien. Jesús dijo: “Mis
ovejas oyen Mi Voz, y al extraño no seguirán”.

33.- Gracias por las oraciones a favor del avivamiento en el Templo


Angelus. La primera tarde allí… Solo tiene capacidad para cinco mil
quinientas personas y le permitieron entrar a seis mil, el jefe de los
bomberos cerró las puertas hora y media antes de que yo llegara al Templo
Angelus. ¡Y de qué manera nuestro amado Señor Jesús salvó a los perdidos
y sanó a los enfermos! Fue maravilloso. El día siguiente…

34.- Me encontré a nuestra Hna. Hicks, que solía ser una maestra de
escuela dominical aquí, a sus hijos y esposo; también me encontré con el
Hno. Ben Bryant y todos los que salieron de este tabernáculo y fueron al
Oeste a tener compañerismo allá. Qué maravillosa reunión fue esa donde
tuvimos la oportunidad de volvernos a ver.

35.- En el capítulo 17 de San Mateo, como lectura en esta mañana, quiero


leer una porción aquí y tomarla como texto, que el Señor nos dé el contexto
en la Palabra.

Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y


los llevó aparte a un monte alto;
Y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y
sus vestidos se hicieron blancos como la luz.
Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.
Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos
aquí; si
quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y
otra para Elías.
Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz
desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo
complacencia; a Él oíd.

Que el Señor añada Sus bendiciones a la lectura de la Palabra.

36.- Algunas veces Dios visita las distintas reuniones de los hombres. Dios
siempre ha anhelado reunirse con el hombre. Muchas veces en el Antiguo
Testamento, podemos ir allá atrás y darnos cuenta cómo Dios se
encontraba con el hombre. Sin importar el número de ellos, Dios se reúne
con el hombre. En una ocasión se reunió con quinientos, en otra con
setenta y en otra con doce. En una ocasión se reunió con tres y después lo
hizo con uno solo. Sin importar el número del grupo, Dios siempre anhela
reunirse con el hombre.

37.- Aunque la iglesia en esta mañana no sea grande ni en congregación ni


en tamaño, como algunas enormes catedrales de hoy, Dios estará
complacido de reunirse con nosotros, porque Él dijo: “Donde estén dos o
tres reunidos en Mi Nombre, allí estaré Yo en medio de ellos”. Dos o tres
congregados en Mi Nombre, Yo estaré en medio de esos dos o tres.

38.- En el cuadro que podemos presentar hoy aquí por el Espíritu Santo,
podríamos tardar horas repasando ese texto, sí, yo diría semanas; y aunque
ha sido estudiado durante años ni siquiera la mitad de este maravilloso
texto ha sido develado y eso tal vez nunca suceda. Porque la Palabra de
Dios no se parece a la palabra del hombre, la palabra del hombre tiene
cierto significado en la expresión y el momento en que se habla, pero la
Palabra de Dios tiene un significado eterno mientras fluye a través de las
edades.

39.- Cada generación puede tomar la misma Palabra, porque es una


declaración de parte de Dios inspirada y eterna que perdura y no se
desvanece. Y no importa si los apóstoles la leyeron en su tiempo, para ellos
significó algo; y si Wesley la leyó en su tiempo o Lutero y Calvino en su
edad, para el día de hoy es tan brillante y resplandeciente y tiene tanto
efecto como lo tuvo para ellos el día en que se habló, porque es la Palabra
de Dios.

40.- Nuestras palabras solo dicen: “Juan, ven a mi casa. Estaré contento de
verte”. Esas son nuestras palabras y solo significan: “Juan, ven a mi
casa…” Pero cuando Dios habla, eso es eterno, sale del mismo soplo del
Creador inmortal y eterno. Por lo tanto, no hay forma de hallar el
significado completo de alguna expresión de Dios. Ella es para cada edad y
cada generación.

41.- Ahora, en este caso que tenemos frente a nosotros en esta mañana, fue
Dios que le habló a tres individuos. En primer lugar, el tres es el número
escogido por Dios para perfección. Dios escogió el tres y ese es el número
de perfección de Dios. Siete es Su número de adoración. Cincuenta Su
número de jubileo. Cuarenta Su número de tentación, pero tres fue el
número que escogió para ir allá este día.

42.- Ahora, el número tres es el de perfección, es en el que Dios se


perfecciona, el único verdadero y eterno Dios se perfecciona en la
manifestación de las tres dispensaciones de Su Deidad: Padre, Hijo y
Espíritu Santo. Eso no significa que existan tres dioses distintos e
individuales, sino que existe un solo Dios representado en tres. Dios no es
tres, Dios es uno. Pero tres manifestaciones de Su Deidad, es decir, tres
dispensaciones del tiempo en la tierra, perfeccionan al único Dios vivo y
verdadero.

43.- Él se le apareció a Abraham en la zarza que ardía y guió a los hijos de


Israel en nombre de Dios el Padre, que era una Luz que pendía sobre el
tabernáculo y los guió en su jornada. Dios el Padre. Luego el Padre, para
poder traer reconciliación entre Dios y el hombre…

44.- Hace cierto tiempo hablé aquí, creo que fue la última vez en el
tabernáculo, sobre La Paloma Y El Cordero. Solo Dios y nadie más podía
hacer eso, Dios tuvo que venir a la tierra y hacer Él mismo el trabajo.
Cuando representó a Su hijo en la forma de un cordero, que es la criatura
más mansa de todas; y Él mismo se representó en la forma de una paloma,
que es el ave más mansa que vuela en los cielos. La razón por la cual hizo
eso, fue para mostrarnos que solamente la mansedumbre mora con la
mansedumbre y la humildad con la humildad. Tienen que coincidir.
45.- Un carpintero o ebanista sabe lo que significa ensamblar, así lo
llamamos nosotros. Hacer encajar la chapa y la ranura para que la tabla
quede completa, hay que ensamblar la chapa con la ranura; y cuando se
unen encajan tan ajustadamente que si les llegara a caer agua, se
abombarían a tal grado que ni el aire podría pasar por allí.

46.- Y cuando el creyente y Dios… Dios se perfecciona de tal manera al


cortar y moldear al creyente, cuando se juntan… Pedro dijo: “Arrepentíos
y bautícense en el Nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y
recibiréis el don del Espíritu Santo”. ¿Se fijan? Eso los hace tan
completos.

47.- Cuando Dios descendió en forma de paloma, posó sobre el Cordero,


permaneció en el Cordero y nunca se fue del Cordero, porque eran uno.
Ese es uno de los eventos más tremendos que el mundo haya recibido
jamás. Fijémonos en eso por un momento. Eso está fuera de mi texto, pero
cómo fue que el cielo y la tierra se abrazaron y cómo Dios y el hombre se
reconciliaron, cómo es que aún las criaturas que vuelan por los aires y las
bestias que recorren los campos llegaron a ser uno, cuando el hombre y
Dios fueron reconciliados por aquel Hombre, el Señor Jesucristo. ¡Qué
cosa tan maravillosa!

48.- Para poder permanecer con Dios, manténganse mansos, Dios es


manso. Para poder permanecer con Dios, manténganse en amor, Dios es
amor. Manténganse mansos, manténgase… No sean autosuficientes,
siempre dependan de Él y nunca usen su propia mente, acepten los
pensamientos de Él. Dejen que los pensamientos de Él sean los
pensamientos de Uds., acéptenlos en su mente carnal y repitan esto una y
otra vez, diciendo: “Oh, Dios, quita todas mis dudas y que Tus
pensamientos sean mis pensamientos”.

49.- Uds. que están enfermos, hagan eso mientras hablamos, quiten eso,
quiten los pensamientos de enfermedad y acepten los pensamientos de
sanidad de Dios. Dejen que ellos se conviertan en los pensamientos de
Uds.. La Biblia dice: “En esto pensad. Si algo digno de alabanza, si hay
virtud alguna…” Tres…

50.- Dios les estaba hablando. Ahora, tres es una confirmación. Él tomó
consigo a Pedro, la fe; a Jacobo, la esperanza; y a Juan, la caridad. Fe,
esperanza, y caridad, esos tres… Si Ud. puede tener fe, esperanza y amor,
entonces está cerca del reino de los cielos. Tres cosas grandes. Dios las
tomó como confirmación, porque en boca de dos o tres testigos consta toda
palabra.

51.- Y eso representaba nuevamente el posicionamiento de un hijo. En el


Antiguo Testamento un hijo nacía en una familia y se le ponía un tutor para
que lo criara y lo cuidara. El padre era un hombre muy ocupado en su reino
y a todo reino pequeño se le llamaba casa. Así lo dice la traducción de
King James, en San Juan 14 dice: “En la casa de Mi Padre muchas
mansiones hay”.

52.- Ahora, eso no nos suena del todo bien a nosotros la gente occidental
que consideramos mansión y casa dos cosas distintas; pero en los días
cuando se escribió la Biblia, una mansión estaba en una casa, porque casa
quería decir reino.

53.- Y este padre tenía muchos arrendatarios por todas partes en su finca,
docenas de ellos. Y cuando le nacía un hijo, él ya tenía a una persona
seleccionada, educada, humilde, alguien escogido, de su confianza y que
era parte de su reino, un tutor, solo a alguien así pondría el padre sobre su
hijo.

54.- Igual hoy, el Padre ha puesto la clase correcta de Tutor sobre Sus
hijos, Ud. y yo. Uno seleccionado, ningún otro sino el mismo corazón y
alma del Señor Jesucristo, para educarnos en la admonición de Dios. De
qué manera debía ser elegido aquel tutor, debía ser un hombre brillante,
elegido, que amara al padre y le enseñara al niño solo los principios
correctos.

55.- Hoy, cuando el Espíritu Santo viene, todas las demás cosas parecen ser
secundarias, cuando llega el Espíritu Santo. La gente puede decir: “Los
días de los milagros ya pasaron”. Pero dejen que un hombre que haya
nacido de nuevo del Espíritu Santo se encuentre con eso una sola vez,
porque Él solo enseña lo verdadero, solo habla del Padre.

56.- Para instruir a mi hijo, yo prefería tener a un hombre que no conociera


el ABC pero que tuviera el Espíritu Santo, en vez de todos los profesores
del mundo sin el Espíritu Santo, porque él hablará del Padre, ¿entienden?
El Espíritu Santo habla del Padre y le enseñará al niño a no ser zarandeado
por todo viento de doctrina, sino a aceptar y creer los principios que el
Padre ha establecido.
57.- Por eso es que la sanidad divina es sencilla para el verdadero creyente,
porque ha sido enseñado por el Espíritu Santo a creer todas las cosas.
¿Cómo podría Ud. jamás dudar la palabra del Creador? ¿Cómo vino el
mundo a existencia? ¿De dónde sacó Dios el material para hacerlo?
¿Alguna vez se han detenido a pensar en eso? Él solo habló. Después de
todo, la creación misma que ahora existe no es más que la Palabra de Dios
manifestada. Piénsenlo. Los árboles que crecen son la Palabra de Dios, los
montes que se elevan hasta el cielo y hacen que si queremos ver belleza,
observemos esas montañas; y entre más se sube en la montaña, más puro y
limpio es.

58.- Al estar allá en los glaciares de la Columbia Británica (como ver aquí
los pantanos), entre más alto, más limpia es el agua y se vuelve más azul y
más pura, los árboles desaparecen y toda la naturaleza parece decir: “Mira
hacia arriba”. Y Ud. ve la cima cubierta de hielo, tan resplandeciente que
brilla como si uno estuviera viendo al sol. Si Ud. quiere ver algo sin
mezcla, real y puro, mire siempre hacia arriba. La montaña apunta hacia
allá. David dijo: “Alzaré mis ojos a los montes, ¿de dónde vendrá mi
socorro? Mi socorro viene de Jehová”.

59.- El tutor siempre le señalaba al niño hacia el padre, para que creyera en
el padre. El tutor era un entrenador.

60.- Esta mañana observaba a mi querida compañera y a mi hijito que armó


un alboroto en la mesa, con el plato, los huevos y otras cosas que esa
madre había preparado muy fielmente para su desayuno. Ella estaba
intentando enseñarlo a comer con la cuchara, pero él quería hacerlo con la
mano contraria. Bueno, en cuanto a mí, yo dije: “Déjalo que lo haga con
esa mano”. Pero esa madre sabía mejor, ella sabe que si lo deja seguir así,
él será ambidiestro o zurdo y eso no es normal. Así que, como un
verdadero entrenador, ella lo hizo cambiar de mano, aunque a él no le
gustó, pero esa madre sabe lo que es mejor.

61.- Muchas veces nuestro entrenador, el Espíritu Santo… Nosotros


tratamos de hacerlo de la manera equivocada y eso nos lastima, a veces
caemos en un lecho de aflicción, a veces el médico podría decir que ya no
hay esperanza, pero es el Espíritu Santo enseñándonos a usar la mano
derecha, Él sabe lo que es mejor. Él sabe cómo quiere el Padre que se haga.
Él es el entrenador.
62.- Y yo pensé… El pequeño José no quería usar la mano, entonces la
madre extendió su mano y tomó una varita frágil así de larga, dio un
golpecito sobre la mesa y él volteó a verme; y aunque yo lo ame con todo
mi corazón y libremente moriría por él, sé que la madre sabe mejor. Yo
dije: “Ella está entrenando al hijo”.

63.- Nosotros no podemos buscar compasión y que nos anden mimando,


debemos prestarle atención al entrenamiento de nuestro Padre. Él sabe lo
que es mejor. Y algunas veces cuando se predica el Evangelio, nosotros
decimos: “Oh, me iré a mi iglesia. Ellos no… Voy a creer solo de esta
manera”. ¿Se fijan? Recuerden que el Espíritu Santo conoce lo mejor y
sabe cómo entrenarlo. A veces da unos golpecitos con la vara y lo corrige;
y Ud. debe recordar que Dios lo puso como entrenador de los hijos, para la
iglesia. Él ama al Padre y siempre apunta hacia el Padre.

64.- Ahora, cuando se entrenaba a un hijo, eso no quería decir que el


niño… Ciertamente el niño era hijo del padre, pero si era un desobediente,
el entrenador siempre iba a tener problemas con eso, si siempre estaba
adentro y afuera, arriba y abajo, pues, ese reporte tenía que ser llevado al
padre cuando el padre lo demandara: “¿Qué tanto está progresando mi
hijo?” Entonces él tenía que decirle: “No le está yendo bien”. Bueno, desde
luego que aquello contristaba el corazón del padre.

65.- Y hoy también lo hace, cuando el Espíritu Santo tiene que presentar
nuestro historial ante Dios. Cuando nosotros nos convertimos en hijos de
Dios, debemos andar como es digno de la vocación, debemos andar como
es digno en todo lo que Dios ha establecido que cumplamos, porque el
Espíritu Santo nos está entrenando, es el entrenamiento de los hijos.

66.- ¿Alguna vez Uds…? Cuando yo era niño, mi papá era distinto a
algunos padres modernos, mi papá creía en los castigos y de verdad que los
daba. Nosotros nos acordamos de eso. Aún ahorita, con cuarenta y siete
años de edad, me acuerdo de eso. Pero me sirvió de algo, me entrenó. Y si
pudiera ir a su tumba hoy y resucitarlo, lo primero que haría sería
estrecharle la mano y abrazarlo por lo que hizo.

67.- Si yo me siento así con mi padre terrenal, cómo será en aquel día
cuando nos paremos en Su presencia y veamos que las cosas que nos
acontecieron fueron para nuestro bien; y tuvo que cortarnos un poco por
acá, nos dio entrenamiento de hijos, nos quitó las cosas del mundo y nos
hizo andar como hijos humildes delante de Él. Al principio puede parecer
duro, pero Dios sabe lo que está haciendo. Seguro, Él sabe lo que está
haciendo. Luego, a medida que el Espíritu Santo comienza a llevar el
reporte, si el hijo no ha sido obediente al momento de alcanzar la edad de
la madurez, ciertamente sigue siendo hijo, pero pierde algo.

68.- Y aquí está un punto que quiero remachar y que el Espíritu Santo lo
lleve a cada corazón de los creyentes. Solo por ser Ud. un creyente…
Ciertamente Ud. tiene vida eterna, Dios así lo dijo; pero, ¿quisieran Uds.
entrar, como dijo Job, con solo la piel de sus dientes? ¿Quisieran Uds.
llegar ante el Padre habiendo sido negligentes con el talento que Él les dio
a cada uno, sin usarlo, dejando que otra cosa se les interponga en el
camino? Uds. permiten que mezquindades y cosas insignificantes para
Uds., discusiones, pleitos, peleas y diferencias de iglesias, les roben la
mansedumbre y la bondad de su vida, ¿quisieran Uds. pararse así delante
del Padre? No creo que lo harían. No creo que quisieran hacerlo ni yo
tampoco.

69.- Cuánto me gustaría que Él dijera: “Bien hecho”. No con la piel de mis
dientes, sino: “Bien hecho, Mi buen siervo y fiel, entra al gozo del Señor,
porque lo que tenías que hacer lo hiciste bien”.

70.- Quizás Ud. sea un ama de casa; y si así es, Dios la hizo maestra de sus
hijos, haga un buen trabajo, sin importar lo que tenga que hacer, hágalo
bien.

71.- Fíjense, si el hijo demostraba ser en verdad digno de las cosas que el
padre tenía en su reino, si había sido un hijo fiel de verdad, entonces el
tutor le llevaba el reporte al padre: “Oh, tu hijo…” Y ese es el reporte que
yo quiero que Él lleve de Ud. y de mí. “Oh, Tu hijo, todos sus
pensamientos están puestos en Ti, todo lo que hace es para complacerte y
está tan interesado en Tus negocios que es difícil detenerlo”. Yo preferiría
sobrepasarme un poco en el celo por el reino del Padre, que no sentir
ningún celo por él. Yo preferiría trabajar de más.

72.- Como me dijo en una ocasión aquel predicador de la Iglesia de Cristo:


“Señor Branham, yo preferiría desgastarme que oxidarme”. Y eso es muy
cierto. Yo prefiero desgastarme y morir con los aperos puestos, como dice
el Hno. Neville, que negarme a ponerme los aperos. Ud. no puede hacer
nada peor que negarse a intentarlo. Hagamos todo lo que podamos con lo
que tenemos y el Espíritu Santo, nuestro Tutor, llevará eso delante del
Padre.
73.- Noten ahora, si el hijo se convertía en un hijo digno, entonces se lo
decían al padre y en… ¡Oh, yo amo la Palabra! En el tiempo señalado,
dispuesto solo por el padre, la gloria y honor de aquel hijo eran
manifestados ante el público. El padre llevaba a su propio hijo a una
celebración, lo conducía a lugares públicos; siendo hijo suyo y habiendo
nacido en su propia casa, sin embargo, ese hijo era posicionado en la
familia para heredar todo lo que poseía el padre. ¿Entienden?

74.- Ahora, si nosotros nos comportamos bien, un día glorioso vamos a


heredar todas las cosas. Dios, en Su día señalado, juzgará a todos los
hombres por medio de Jesucristo; y llegará el tiempo cuando recompensará
a los que fueron fieles y rechazará a los que no lo fueron.
Justo antes de que el Señor Jesús partiera… Estando Dios en Él, la Paloma
guiando al Cordero, Él no vino a hacer algo propio, sino a hacer la
voluntad del Padre que lo envió. Y fue guiado por el Espíritu a llevar a
Pedro, Jacobo, y Juan a aquel monte muy alto. Eso me gusta.

75.- Otro punto (si me disculpan por tomar tanto tiempo) que me gustaría
presentar delante de esta audiencia esta mañana, esto también tiene otro
significado. Después de bajar del monte, preguntó: “¿Quién dicen los
hombres que Soy Yo, el Hijo del hombre? ¿Qué dice la gente de esto que
estoy con Uds. y me les he manifestado? Ahora, ¿qué dicen los hombres en
cuanto a Mí, el Hijo del Hombre?”

76.- Fíjense en esto, ese es un hermoso cuadro del día de hoy. Después que
Uds. recibieron a Cristo y fueron llenos del Espíritu Santo, ¿qué dicen los
hombres de Uds.? ¿Qué dicen los hombres cuando ven sus emociones,
cuando se conmueven de tal manera que no pueden guardar su paz, las
lágrimas le corren por las mejillas y no pueden mantener sus manos abajo,
mientras entonan los himnos de Sion? ¿Cuándo no pueden guardar su paz
al ver el pecado y deben hablarles quieta y pacíficamente? ¿Qué dicen los
hombres de eso? ¿Qué dirán los hombres cuando Ud. esté moribundo,
desdichado, desventurado, al borde de la muerte y le pida a un hijo de Dios
que ore por su sanidad, confesando sus faltas y dejando eso delante del
Padre, diciéndole: “Padre, perdóname, acepto ahora a Cristo como mi
Sanador”. Y sea sanado? “¿Qué dicen los hombres que soy Yo, el Hijo del
hombre?”

77.- Estoy contemplando una audiencia de personas de los cuales conozco


a algunos que desafortunadamente hace unos años se estaban muriendo de
cáncer, estaban en la última etapa, ciegos y algunos en distintas
condiciones, pero Dios en Su gracia los sanó; y cuando Uds. cuentan su
valiente testimonio delante de la gente, ¿quién dicen los hombres que soy
Yo, el Hijo del Hombre? ¿Qué dicen ellos de Mí?

78.- Cómo apenas ha cambiado la escena desde aquel día, a pesar de lo


negro que era; y algunos dicen que esto es fanatismo, otros lo llaman
Belcebú, unos dicen que esto es telepatía mental, otros que es entusiasmo,
algunos dicen que es fanatismo y otros que son emociones, ¿qué dicen Uds.
de esto? ¿Qué dicen Uds. de este asunto? El impetuoso Pedro por lo
general hablaba inoportunamente, pero en esta ocasión dijo: “Tú eres el
Cristo, el Hijo del Dios viviente. A mí no me importa lo que digan los
demás, eso es lo que yo sé: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”.

79.- Presten atención, podríamos pasar mucho tiempo en esto, pero


continuemos. Jesús dijo: “Bienaventurado…” Aunque los hombres
maldigan, se burlen, y lo llamen santo rodador, pueden llamarlo con
cualquier nombre que exista debajo del sol, pero Él dijo: “Bienaventurado
eres Simón, hijo de Jonás, (Aquí está, ¿están listos?) porque no te lo reveló
carne ni sangre (No lo aprendiste en algún seminario dogmático ni lo
aprendiste en los manifiestos de alguna teología humana), no te lo reveló
carne ni sangre, sino Mi Padre que está en los cielos te lo ha revelado”.

80.- ¿Ven de dónde viene? Por medio del Tutor, el Espíritu Santo lo
declara por revelación. “Y Yo te digo, que tú eres Pedro, (una roca
pequeña), Yo soy la gran Roca, Yo soy la Piedra de Corona, pero tú eres la
roca pequeña que es puesta sobre Mí, te escogieron los edificadores, no te
elegiste tú mismo, los edificadores te eligieron, una noche los ángeles de
Dios trabajando en la cantera te llamaron y tú te rendiste a Mí, Yo te corté
a Mí gusto y te hice como Yo quería que fueras, Yo hice los cortes con la
sierra y tu permaneciste quieto y ahora te he puesto como una pequeña
piedra para que encajes junto a otra piedra, para guiarla; y esta piedra
guiará a aquella piedra y a esa otra. Y el cemento del amor las une para que
el fundamento, que soy Yo, encaje con cada piedra que confiese Mi
Nombre y reciba esta revelación. Y sobre esta roca (la revelación de Dios
que se mantendrá quieta y cortará la piedra por la revelación), edificaré Mi
iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”. Eso prueba
con seguridad que todas las puertas del infierno estarán contra ella, pero no
prevalecerán.
81.- Aprovecharé este momento para decir esto, mis amigos: Toda la
iglesia del Dios vivo esta solemnemente edificada sobre la revelación
espiritual del Señor Jesucristo. No importa qué tan educado sea Ud., lo
inteligente que sea ni lo bien que crea conocer la Biblia, Satanás la conoce
mucho mejor que Ud., pero solo por revelación, Dios por medio del
Espíritu Santo (el Tutor suyo), le ha revelado que lo salva por Su gracia.

82.- Si Él le revelara a Ud. esta mañana que aquí termina su sufrimiento,


que aquí termina su enfermedad, ningún demonio del infierno podría
sacudir jamás ese fundamento, aunque todos los médicos digan que está
mal. “Sobre esta Roca edificaré Mi iglesia y las puertas del infierno no
prevalecerán contra ella”. Aunque esté en contra, no puede prevaler
porque cuando el enemigo venga como río, el Espíritu de Dios levantará
bandera contra él, cada vez. ¿Entienden? ¿Lo captan?

83.- Ahora, cuando Jesús se revela a sus discípulos… Fíjense en el Huerto


del Edén, Caín llevó una ofrenda en adoración, igual que Abel. Él adoró, le
pagó a la iglesia, sacrificó e hizo cada acto religioso más brillante, mejor y
más adecuado que el de Abel. Él edificó un mejor altar, lo hizo más
hermoso, le puso atractivo a su adoración. Uds. todavía pueden ver esa
característica obrando entre los hijos de Caín, él le puso atractivo con los
frutos del campo y unos enormes lirios; y no se quedó allí, sino que adoró.
Hay camino que al hombre le parece derecho. Pero lo que hizo fue adorar
por medio del conocimiento, no adoró por revelación.

84.- Y es posible… Capten esto ahora. Presten atención. Uds. pueden


adorar por medio del conocimiento y asistir a una iglesia por conocer que
deberían hacerlo, pero asistir a la iglesia de esa manera es una adoración en
vano. Pero cuando ocurre algo en lo profundo de su corazón que lo hace
amar a Dios de tal manera que no puede quedarse sin ir a la iglesia, eso es
revelación. Es Dios revelando.

85.- En aquel entonces no tenían Biblia, ni siquiera tenían papel o pizarras


sobre la cual escribir, no tenían escuelas de enseñanza, pero a Abel por
revelación… A él le fue revelado de parte de Dios que no era la belleza,
tampoco los frutos del campo ni las manzanas lo que los había sacado del
Huerto del Edén, sino que era sangre. Eso le fue revelado y él fue y buscó
un cordero, por revelación vio anticipadamente la venida del Cordero justo,
le fue revelado. Entonces tomó un cordero y por revelación se lo ofreció a
Dios y fue aceptado. La iglesia toda está edificada sobre la revelación
espiritual. ¡Qué hermoso!
86.- Ahora, ya para terminar… Ellos estaban en el monte… Después que
Jesús había sido un hijo obediente, la carne, el Cordero, había sido guiado
por el Espíritu Santo, Dios, moviéndose en Él. “No he venido a hacer Mi
voluntad, sino la voluntad de Él que me envió; y el que me envió, el Padre
que me envió, está conmigo. Y como el Padre me ha enviado y ha sido
conmigo, así Yo os envío a vosotros”. No solo lo envió, sino que fue con
Él. Dios no solo educa al hombre y lo manda con la experiencia de algún
seminario, sino que si está equipado, Dios va con él. Yo estaré con
vosotros, y en vosotros, hasta el fin del mundo.

87.- Fíjense, ¡que hermoso! Oh, cómo encaja la Palabra tan bien. Cómo el
Espíritu Santo cimenta eso en el corazón de la gente por revelación y amor
del Señor Jesús.

88.- Presten mucha atención. Después de la obediencia… En boca de dos o


tres testigos, los mejores testigos que había sobre la tierra: amor… Pedro,
Jacobo y Juan: esperanza, fe y caridad. Bajo el testimonio de la esperanza,
bajo el testimonio de la fe y bajo el testimonio del amor, Dios posicionó a
Su Hijo delante del público, bajo las tres manifestaciones mayores que el
mundo haya conocido: esperanza, fe y amor.

89.- Y allí, igual que en la antigüedad cuando un padre llevaba a su hijo, le


ponía una vestidura, celebraba una ceremonia; y después de eso el nombre
de su hijo era tan bueno como el del padre y el hijo heredaba todo, Dios
llevó a Cristo al Monte de la Transfiguración delante de los testigos
esperanza, fe y amor, lo cubrió con una nube y dice la Biblia que Sus
vestiduras resplandecieron como el sol y he aquí una voz desde la nube que
decía: Este es Mi Hijo amado.

90.- Como de costumbre, Pedro se entusiasmó, él era un hombre muy


celoso; y a mí que gustaría que todos nosotros fuéramos celosos, muchas
veces en su celo Uds. pueden decir cosas buenas. Pero Pedro se emocionó
bastante cuando vio lo que había sucedido. Dios le iba a permitir mantener
ese testimonio un poco, después que bajaran. Pero cuando él vio… Por acá
estaban tres: esperanza, fe y amor. En el monte había tres parados acá:
Pedro, Jacobo y Juan; y allá Moisés, Elías y Cristo, confirmando a estos
tres de acá. Ahora, ellos vieron y primero estaba Moisés y le seguía el
profeta Elías.
91.- Algunos preguntan: “¿Nos reconoceremos unos a otros cuando
lleguemos allá?” Hacía centenares de años que Elías y Moisés habían
partido… No solo nos reconoceremos unos a otros, sino que vamos a
reconocer a los que nunca hemos visto. Pedro, Jacobo y Juan nunca habían
visto a Moisés, sin embargo, cuando estuvieron bajo la sombra del
Todopoderoso, los reconocieron en un abrir y cerrar de ojos.

92.- ¿Cómo será cuando nos paremos allá? Yo reconoceré a Sankey


cuando lo vea. Conoceré su voz, aunque nunca lo haya escuchado,
reconoceré a Wesley, a Moody, a Calvino y a Knox. Los reconoceremos a
todos cuando lleguemos allá. Tendremos un aspecto distinto al que
tenemos ahora. Estaremos en un estado temporal… en un estado
glorificado. Pedro, Jacobo y Juan estuvieron así.

93.- Así que, si en aquella antesala ellos pudieron reconocer sin ningún
problema a unos hombres que no habían visto ni siquiera en fotografías y
que habían partido hacía centenares de años; y en una antesala pudieron
reconocerlos al instante sin ninguna duda, ¿cómo será cuando estemos
glorificados y de pie en Su presencia? ¿Nos reconoceremos unos a otros?
Ciertamente, los reconoceremos a todos. Un poco de lo infinito caerá sobre
nosotros, así como Dios es Infinito.

94.- Noten, tengo que terminar. Mientras ellos miraban… Y Pedro, como
diría un buen estudiante del seminario: “Uds. saben, yo creo que todas las
iglesias están correctas…” Si Ud. es un ortodoxo en su creencia, no
importa. Entonces, tendremos a mahometanos y budistas y los juntaremos a
todos. Pedro dijo: “Bueno es para nosotros que estemos aquí, hagamos
ahora aquí tres tabernáculos. Haremos un seminario aquí para Moisés, un
seminario para Elías, y todos los que quieran adorar bajo la ley y demás,
que lo hagan”.

95.- Y notamos ahora que ellos y Pedro miraban a Moisés… Moisés


representaba la Ley. Dios les dio la ley a los hijos de Israel porque ellos
querían tener una ley. Dios no quería que la tuvieran, esa fue elección del
hombre. En Éxodo 19 ellos dijeron: “Danos algo que podamos hacer para
merecer nuestra salvación”. En otras palabras: “Si nos das una ley, La
guardaremos”. Pero no era plan de Dios. Es mejor dejar de hacer planes y
hacer uso de los planes de Él. He hallado que es mucho más fácil aceptar
Su plan.
96.- Allí estaba Moisés, la ley; y Pedro dijo: “Bueno, algunos de nosotros
guardamos la ley”. Ahora, no hay carne que pueda justificarse por la ley.
Después de la ley de Dios, allí estaba Elías. Así es como van
ordenadamente. Después de Moisés venía Elías y Elías representaba la
justicia de Dios, los profetas. Elías representaba Su justicia de tal manera,
que hizo descender fuego del cielo y mató a cincuenta. Él representaba la
justicia de Dios. Entonces Pedro quería la ley de Dios y la justicia de Dios.
Ningún hombre puede salvarse por la ley y si Ud. falla en… Si transgrede
la ley, solo queda una cosa y es muerte. Esa es la justicia de Dios. Dios
exige eso. Su justa ley debe tener justicia.

97.- Así que mientras Pedro aún hablaba, queriendo hacer aquellos
tabernáculos y le pidió a Dios si podía hacerlos, entonces voltearon y
vieron solamente a Jesús. La ley había fallado.

98.- Apartemos en esta mañana la vista de nuestra propia justicia o de lo


que hayamos hecho. Yo no invoco la ley, yo no puedo ser juzgado por la
ley porque no acato la ley. Ningún hombre guardó la ley, ellos no pudieron
guardar la ley y tampoco puede Ud. salvarse a sí mismo ni tampoco puede
sanarse a sí mismo. Y si la ley por voluntad de hombre, quisiera proyectar
eso en el plan, solo hay una cosa que la ley demanda si Ud. falla: justicia; y
justicia es ser condenado y morir para siempre. Demanda una aniquilación
total, porque al quebrantar un punto de la ley, se es culpable de toda la ley.
Por lo tanto, Ud. debe morir.

99.- Pero Dios… Al examinar la ley y la justicia de Dios, miremos hacia el


otro lado, miren por acá. Allí estaba Jesús representando el amor de Dios,
no la ley ni la justicia, Él cumplió tanto la ley como la justicia. “Este es Mi
Hijo amado”. No más cosas hechas por uno mismo. Escuchen a su Tutor.
Por eso fue que Pedro pudo decir: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios
viviente”. La ley y la justicia se encontraron en Cristo y ese es el amor de
Dios hacia la raza humana. El amor de Dios… De tal manera amó Dios al
mundo.

100.- Misericordioso Dios, en esta mañana mientras ruego por esta


audiencia, no rogamos por una ley, no pedimos ninguna ley, no queremos
ser juzgados por nuestros propios méritos; yo no quiero Tu justicia, Señor,
no, no quiero que Tu justicia venga sobre mí, nunca Señor; sino que ruego
por Tu misericordia.
101.- Él dijo: “A Él oíd”. ¿Por qué deberíamos oírlo a Él? Porque Él es el
único que tiene salvación. María, José y los otros santos fueron grandes
personas, pero solo Él, a Él oíd. Él es el único intercesor, el único
mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús. ¿Por qué yo lo oigo a Él?
La ley no pudo darme paz, pero Él sí. La justicia no me trajo más que
condenación, pero Él me da paz y reconciliación. La ley me podía
condenar, porque si yo enfermaba, la ley decía que yo había violado las
leyes de la naturaleza y se ejecutaba la justicia de Dios sobre mí, yo debía
pagar la pena. Pero en esta mañana aparto mis afectos y mi vista tanto de la
ley como de la justicia y miro hacia el amor de Dios que me reconcilió con
él por gracia. No por la ley ni la justicia, sino por la reconciliación, Él pagó
el precio para unir a Dios y al hombre, para hacerlos uno.

102.- No hace mucho allá en Suiza, (termino con este comentario),


supongo que a muchos de sus hijos en la escuela todavía les cuentan esa
antigua historia que jamás debería morir, aunque en nuestro país ya va
desapareciendo, pero jamás desaparecerá de Suiza, donde aconteció.
¿Recuerdan haber leído en la escuela sobre Arnold von Winkelried, el gran
héroe de Suiza? Ud. puede mencionar su nombre hoy en los Alpes Suizos y
el rostro se les ilumina y las lágrimas les corren por las mejillas.

103.- Hace muchos años… Los suizos aman la paz, son alemanes que allá
en los primeros siglos se fueron a las montañas donde no hay minerales ni
nada. Pero ellos compraron… tenían la inteligencia de los alemanes.

104.- Los alemanes se creen una raza superior, eso es cierto; y están
procurando inventar un arma o una bomba para conquistar al mundo con su
inteligencia. Pero el pueblo suizo ama la paz. Ellos consiguen ciertos
materiales y con eso le fabrican un reloj al vecino y viven pacíficamente.
Pero hace muchos años en lo alto de las montañas suizas, cuando
establecieron su reinado, yo diría, su gobierno, ellos no eran una nación
militar, eran una nación que amaba la paz. Y un día cuando los invasores
llegaron a su país pisoteando todo lo que tenían… nada, nada, no
importaba lo que ellos construyeran, dejaban rodar piedras desde las
montañas y eso jamás los molestó. Tenían al ejército suizo en un campo al
pie de la montaña.

105.- Suiza es muy hermosa, yo he observado la manera en que cultivan las


tierras bajas, también tienen ganado, arriba en las montañas están las
ovejas y en lo más alto crían cabras. Tienen el yodel [Cierto tipo de canto,
conocido como canto a la tirolesa], que estos americanos de Hollywood
que se hacen llamar cantantes de yodel, imitan, pero jamás podrían
compararse con ellos. Hacen sonar la trompeta cuando alguien está en
problemas y cada vecino corre a ayudar, cuando hay alguien en necesidad.
Ahora nosotros la usamos en las bandas de jazz o rock and roll. Oh, es
una… cómo se ha contaminado.

106.- Escuchen amigos, voy a repetir un comentario de mi administrador:


Si Dios no manda rápido el juicio sobre esta generación adúltera, tendría
que levantar a Sodoma y Gomorra y pedirles disculpas por haberlas
quemado. Así es. Cierto. Él es justo y no se puede hacer otra cosa, Dios
tiene que hacerlo. Mientras la misericordia sostiene sus brazos abiertos,
huyan hacia ella. Y allá…

107.- Arriba en la montaña donde este pequeño ejército estaba armado con
lo que pudo encontrar, escudos, palos, serruchos, lo que tenían, rastrillos,
estaban arrinconados, aquel gran ejército extranjero había llegado como
una muralla de ladrillos sólida. Todos eran hombres entrenados, con
enormes lanzas y marchaban acercándose y haciendo retroceder al pequeño
ejército suizo contra la montaña, estaban sin esperanzas. Todo lo que
habían intentado se volvía negro y oscuro, nada podía salvarlos.

108.- Pero al rato, de entre ellos surgió el grito de alguien: Arnold von
Winkelried, que dio un paso al frente y dijo: “Hermanos, hoy yo muero por
Suiza y por su libertad. Nosotros amamos a nuestra patria y aquello por lo
que nuestros padres pelearon, lo que nuestros padres quisieron que
tuviéramos. Nuestra gran economía está en juego hoy y yo doy mi vida
libremente por Suiza hoy”. Dijo: “Allá detrás de aquella montaña está mi
amado hogar, mi dulce y amorosa esposa y mis pequeños hijos esperando
que yo regrese, pero jamás los volveré a ver en esta tierra. Hoy muero por
Suiza”.

109.- Y ellos le dijeron: “¿Qué vas hacer, Arnold von Winkelried?” Y él


dijo: “Síganme, voy a abrir brecha en las filas del ejército, voy a destrozar
su guarnición; y Uds. tomen lo que tengan y peleen lo mejor que puedan,
como hombres de guerra, peleen lo mejor que puedan con lo que tengan”.
Levantó los brazos y mientras iba avanzando observó hasta hallar el punto
donde se concentraban las lanzas. Levantó los brazos y gritó: “Abran paso
a la libertad”. Corrió hacia aquella pared de ladrillos que se aproximaba.
Gritó: “Abran paso a la libertad”. Corrió al punto donde había más lanzas,
extendió sus brazos, las abrazó, se las llevó al pecho y murió.
110.- Luego los suizos los persiguieron con lo que tenían y eso produjo tal
conmoción que dispersó la formación, todos quedaron fuera de lugar y no
sabían qué hacer. Y los suizos corrieron y consiguieron la victoria, desde
entonces Suiza no ha tenido más guerras. Eso será recordado por mucho
tiempo en Suiza. Y mientras Suiza exista, Arnold von Winkelried será
recordado.

111.- Esa fue una gran muestra de heroísmo que nunca ha sido superado.
Pero es algo pequeño, algo pequeño comparado con el día cuando los hijos
de Adán, cuando la ley falló, cuando la justicia de los profetas falló,
cuando el mundo se había debilitado y no podía salvarse por los sacrificios
de los corderos, por la sangre animal, el espíritu del animal no podía
regresar, eso falló… Satanás sabía mejor que eso.

112.- Y aún con la justicia de Dios haciendo descender fuego y quemando


a cincuenta, con los juicios que los profetas trajeron a la tierra, los hombres
constantemente se iban a la perdición. Toda esperanza había desaparecido.
Dios envió la ley, Dios envió a los profetas y todos ellos fallaron, toda
esperanza había desaparecido para la humanidad. Pero un día en las esferas
de la gloria, el Hijo de Dios dio un paso al frente y dijo: “Este día iré a
libertar a los hijos de Adán”. Y cuando se paró en el más allá, cuando todas
las esperanzas… El diablo nos ponía enfermedades, nos ponía pecado y
nosotros teníamos que recibirlo. La justicia de la ley lo demandaba; y si
fallábamos en recibir la ley (y todos nosotros estábamos condenados por la
ley), solo se podía ejecutar justicia. No había salida ni nada que
pudiéramos hacer.

113.- Pero Él dio un paso al frente. Un ángel dijo: “¿Qué vas a hacer?” Y
Él vino a la tierra y dijo: “Todos Uds. hijos de Adán, tomen lo que les doy
para pelear y peleen como puedan, lo mejor que puedan”. Él no encontró el
punto débil por medio de la teología ni construyendo seminarios o
erigiendo iglesias, sino que se fue al punto donde estaba la concentración
de las lanzas, por el valle de sombra de muerte, agarró a la muerte y a la
enfermedad con sus brazos, se las llevó a Su pecho y envió el Espíritu
Santo el día de Pentecostés, para ponerlo en nuestras manos, exigiendo que
cada hijo de Adán peleara como pudiera. Aunque se burlen de Uds.,
aunque los persigan, aunque los llamen santos rodadores y demás, peleen
lo mejor que puedan, la victoria está asegurada y gracias a Dios el enemigo
está derrotado. Sus guarniciones están desbaratadas y el gran Capitán de
nuestra salvación guía hoy por el bautismo del Espíritu Santo.
114.- Oh hijos e hijas de Adán, ¿por qué quedarse aquí sentados hasta
morir? Levantémonos y hagamos algo, tomemos lo que tenemos, si no
tenemos más que unos labios mortales que todavía pueden moverse,
entonces alabemos a Dios y démosle gracias por la salvación. Si Ud. es un
pecador, jamás podrá salir por su cuenta de la cantera de esta tierra de
donde Dios lo sacado por medio del Evangelio. Quédese quieto, deje que
Dios le pase la sierra hasta hacerlo encajar en la edificación. Si está
enfermo, recuerde que Jesús conquistó tanto a la muerte como al infierno, a
la enfermedad, a la tumba y todo por lo cual murió en el Calvario.
Tomemos lo que tenemos esta mañana y peleemos con lo mejor de nuestro
entendimiento. Mientras inclinamos nuestros rostros en una palabra de
oración… Le voy a pedir a la hermana que pase y toque en el piano un
buen himno, mientras todos nosotros, gente sensata y cuerda…

115.- ¿Aprecian Uds. en esta mañana la muerte de nuestro Señor Jesús?


Sus iglesias, por más buenas que sean, no servirán; sus escuelas, por muy
buenas que sean, fracasarán miserablemente; desafortunadamente su
médico fracasará, por muy bueno que sea; pero veamos para otro lado en
esta mañana, dejemos de ver las leyes de las iglesias, a las denominaciones
y al consultorio del médico, sin importar lo bueno que sean esas cosas; y
oigamos la Voz que proviene de la sombra que nos cubrió en esta mañana:
“Este es Mi Hijo amado. A Él oíd”.

116.- Amado Padre Celestial, con mucha humildad como solo pueden
acercarse los cristianos, venimos a favor de los perdidos y necesitados.
Toma estas palabras hoy y, oh Espíritu Santo que estás guiando a la iglesia,
aconseja a Tus hijos hoy de ir hacia Dios. Muchos pudieron haber caído
por el borde del camino y ya no reconocen el camino de Dios, se han
oscurecido y ennegrecido, sus esperanzas han fracasado, permite que
puedan volver a ver el Calvario donde Tú tomaste los dardos ardientes del
enemigo llamado muerte, del enemigo llamado enfermedad, del enemigo
llamado pesar y del enemigo de toda la humanidad; y allí te los llevaste al
pecho y abriste el camino.

117.- Entre las oscuras sombras de esta mañana podemos ver nuestro hogar
en Gloria. Y como dijo von Winkelried: “Detrás de esa montaña está un
hogar. Ellos esperan mi regreso, pero ya no me verán más”. Pero Jesús, Tú
no dijiste: “Ellos no me verán más”. Tú dijiste: “En la casa de Mi Padre
muchas moradas hay. Voy pues a preparar lugar para vosotros y vendré
otra vez y os tomaré a Mí mismo”.
118.- Respetamos la muerte tan valiente de Winkelried, pero él era un
mortal que solo podía morir y dejar todo atrás, pero Tú viniste a morir y
redimir para traernos, no para alejarnos de nuestros seres queridos, sino
para traernos a nuestros seres queridos, no para alejarnos de nuestros
hogares, sino para traernos a nuestros hogares y trazar una línea en medio
de la oscuridad de la muerte para que pudiéramos ver más allá del velo,
donde se encuentran las bendiciones de Dios.

119.- Ahora, amado Padre, si estuvieran aquí algunos de Tus hijos a los
cuales has sacado de la cantera de la vida por medio del Evangelio; y
deseas moldearlos y cortarlos esta mañana, tallarlos y aserrar sus hábitos y
malos pensamientos, sus murmuraciones y extravíos, si deseas
posicionarlos nuevamente y encajarlos en la edificación, ¿quisieras
hablarles ahora a sus corazones?

120.- Mientras mantenemos nuestros rostros inclinados, puede que haya


hoy aquí un hijo extraviado del camino o uno que tal vez nunca ha venido
al camino, pero siente hoy que le gustaría ser incluido, le gustaría ser una
piedra que encaje en la edificación de Dios. ¿Quiere levantar su mano a
Cristo, diciendo: “Cristo, corta de mí toda mundanalidad?” Dios le bendiga
allá atrás, jovencito. Dios le bendiga, señora. Dios le bendiga, señor. Dios
le bendiga, mi hermana. Dios le bendiga. ¿Alguien más?

121.- Ahora, con sus rostros inclinados mientras esperamos en el Espíritu


Santo. Ud. sabe si le ha fallado a Dios o no. ¿No fue Ud. cuando su gran
Conquistador le dijo: “Ven y sígueme. Toma tu cruz y niégate a ti mismo?
Venid en pos de Mí que Yo romperé las filas del enemigo, romperé las
filas del pecado, romperé las filas de la enfermedad. Tú sígueme y pelea lo
mejor que puedas, porque yo abriré brecha y nuestros hogares serán
preservados en vida eterna”.

122.- ¿Es Ud. un peregrino alejado de Dios? Solo levante sus manos
cuando… Dios le bendiga, pequeño. Alguien que no haya levantado su
mano y desea hacerlo, diga: “Recuérdeme a mí, Hno. Branham. Quiero
venir a Cristo hoy…” Dios le bendiga, hermana. “Quiero venir a Cristo
ahora para ser cortado por Su máquina. Algo en esta mañana ha tocado mi
corazón y he sido conmovido en mí interior. He vuelto con hábitos
mundanos, el polvo y la mugre de la tierra me han cubierto, pero hoy el
Evangelio me ha desnudado y soy muy culpable delante de Dios, y lo sé.
Quiero que Dios me reciba hoy como una piedra, que me corte y me dé una
confesión del Señor Jesucristo y el Espíritu Santo, que me posicione en Su
reino. Quiero ser descubierto el día de hoy y mientras estoy siendo
descubierto, quiero ser aserrado y posicionado en Su reino”.

123.- ¿Quisieran levantar sus manos a Él, antes de orar por los pecadores?
Muy bien. Otras cuatro manos se levantaron. Voy a orar por Uds. Ahora,
tal vez no haya forma de hacer un llamado al altar o quizás si esperan un
poco hasta después que ore por los enfermos, los quiero acá también. Pero
voy a orar por Uds. ahora y que Dios les conceda algo especial en este
momento.

124.- Nuestro Padre Celestial, está escrito en Tu santa Palabra, conforme a


los escritos de Tu escriba San Mateo, en el capítulo 5 y verso 24: “El que
oye Mis palabras y cree en El que me ha enviado, tiene vida eterna, y no
vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”. Escucha la
humilde y débil suplica de Tu siervo por cada uno de estos que levantaron
sus manos. Tu dijiste: “Ninguno puede venir si el Padre no le trajere”. Y
en esta mañana has estado trayendo, ellos han escuchado y levantado sus
manos. La fe viene por el oír y el oír por la Palabra. Te doy gracias por
ellos hoy y ruego que santifiques a cada creyente y llenes con el Espíritu
Santo a los que tengan hambre en sus corazones, a los que se han vaciado
del mundo en esta mañana y desean ser aserrados como piedras, para
encajar en el edificio del Maestro. Lo pedimos en el Nombre de Cristo.
Amén.

125.- ¿No se sienten distintos? ¿No usa el Espíritu Santo la Palabra de Dios
como un cepillo de fregar y despega las cosas del mundo? Y luego Uds. se
sienten como nuevos.

126.- Cantemos ese glorioso y antiguo himno una vez más, para la gloria
de Dios. Hay una Fuente Carmesí, de Sangre de Emmanuel. Todos juntos
ahora. Muy bien.
Hay una fuente carmesí
De Sangre de Emmanuel
Que purifica a cada cual
Que se sumerge en él
Que se sumerge en él
Que se sumerge en él
Que purifica a cada cual
Que se sumerge en él
127.- Les voy a preguntar ahora algo: ¿Cuántos sienten que sus pecados
están todos bajo la sangre? ¿Quieren levantar sus manos? “Ahora creo que
Dios me perdona y soy Su hijo”. ¡Oh hermano!

128.- Ahora, el vil ladrón se convirtió, pendiente de una cruz, él vio la


fuente y se lavó, creyendo en Jesús. Y yo también mi pobre ser, allí logré
lavar… Mientras entonamos esa estrofa y luego cantamos el coro, quiero
que estrechen sus manos con alguien que esté sentado junto a Ud. y le diga:
“Dios le bendiga, hermano o hermana cristiana”. Quien sea. Cantemos
ahora, cantemos para el Señor ahora la primera estrofa. Levantemos
nuestras manos si podemos hacerlo y cantemos: El vil ladrón… Luego el
coro, salúdense.

El vil ladrón se convirtió…


Padre, te adoramos ahora
…El vio la fuente y se lavó
Creyendo en Jesús
Y yo también mi pobre ser
Allí logré lavar
(Ahora, estrechen su mano con alguien más).
Y yo también mi pobre ser
Allí logré lavar…

129.- Qué contentos estamos hoy como creyentes cristianos, como


ciudadanos del reino, de que Dios haya lavado todos nuestros pecados y
nos haya hecho nuevas criaturas en Cristo Jesús. ¿Están contentos por el
Señor? Maravilloso. Recuerden amigos que habrá servicio nuevamente
aquí esta tarde. Dios les bendiga. Me tardé un poco más de lo que esperaba
esta mañana. Inmediatamente después de este servicio tengo una cita y voy
a conocer a algunos de Uds., queridos amigos. Me pregunto si sería posible
aplazarlo hasta esta tarde cuando vuelva para el servicio de la noche,
porque sencillamente… Pensé que iba a terminar a las once y ahora
tenemos que… ¿Cuántos van a recibir la oración? Veamos sus manos por
todos lados. Tenemos una gran audiencia por la cual orar.

130.- Yo les he contado de cómo aquel luterano allá me escribió una carta
condenándome y diciéndome que un hombre que le predica a la gente
como lo hago yo y dice que el diablo no puede sanar y demás; y yo le
respondí tan gentilmente como sé hacerlo, luego él me respondió por
medio de una carta y me dijo: “Me gustaría encontrarme con Ud. en la
Convención de los Hombres de Negocios”. Yo le pregunté al Hno. Moore
si podía darle espacio y él dijo que sí. Entonces me llevaron al seminario
luterano y programaron una cena donde todos los estudiantes y
profesores… éste era el rector y se sentó a mi lado. Cenamos juntos. Ellos
eran alemanes e hicieron una gran cena, las damas, todas ellas nos sirvieron
y demás.

131.- Después que terminó la cena, este rector luterano del colegio luterano
se puso de pie y dijo: “Hno. Branham, lo he traído hasta aquí con un
propósito y es que queremos encontrar a Dios en el bautismo del Espíritu
Santo”. Yo lo miré, miré al Hno. Moore y el Hno. Moore me miró a mí. Él
dijo: “Yo lo he criticado y lamento eso. Hno. Branham, Ud. tiene razón y le
pido que me perdone. Ahora nosotros queremos el bautismo del Espíritu
Santo. Nosotros hemos visto bastante eso de darle patadas a las sillas y
romper cosas, pero queremos el verdadero Espíritu Santo”. Yo le dije:
“¿Cree Ud.?” Y él dijo… Yo le pregunté: “¿Qué es el seminario luterano?
¿Qué es la denominación luterana?” Y él respondió: “A nosotros no nos
importa la denominación luterana, nosotros queremos a Cristo”.

132.- Bob Schuller y otros, el editor del Heraldo Cristiano y otros acaban
de recibir el Espíritu Santo, un amigo íntimo de Billy y todos esos
hermanos tienen hambre del Espíritu Santo.

133.- Y él entonces preguntó: “¿Eso es para los luteranos?” Y yo dije: “Es


para todo el que quiera venir”. Y él dijo: “¿Cómo podemos recibirlo?” Le
dije: “¿Es Ud. en verdad sincero?” Y él dijo: “Sí Hno. Branham, desde lo
profundo de mi corazón”. Pregunté: “¿Y qué tal Uds. los estudiantes?” Y
se levantaron todas las manos, las lágrimas les corrían por las mejillas.
“Queremos a Jesús”. Entonces dije: “Retiren los platos, peguen las bancas
a las paredes”. Cada uno lo hizo. Luego dije: “Ahora arrodíllense y miren
hacia la pared”. Comencé a pedirle a Dios el Espíritu Santo teniendo al
Hno. Moore de pie orando, comencé a imponer las manos sobre cada uno;
y todos los setenta y dos estudiantes junto con el rector recibieron el
bautismo del Espíritu Santo y están allá estremeciendo aquella región con
milagros y trabajando para Dios. Están llevando a cabo servicios de
sanidad y demás, el seminario luterano.

134.- ¡Oh, podría cantar del gozo en mi corazón! ¿Por qué? Cuando Uds.
tienen hambre y sed… Esta pobre mujer acostada aquí está muriendo de
cáncer y ciertamente en esta mañana ella siente hambre y sed de que Dios
la sane. Hay muchos sentados aquí con problemas cardíacos y ciertamente
morirán inmediatamente si Dios no los sana. Muchos tienen otras dolencias
que son muy graves, pero amigos, no miren la justicia, Uds. no pueden
pagar la justicia, no miren hacia la ley porque la ley no se puede guardar,
miren solo a Jesús porque Él es el Único que puede redimirlos y por fe en
Su Nombre pueden sanar esta mañana.

135.- Si Dios envió a setenta ministros luteranos a predicar el Evangelio


con el bautismo del Espíritu Santo, por la imposición de manos… Jesús
dijo, cuando nos dejó nuestra guerra, al igual que von Winkelried que dijo:
“Peleen con lo que tenemos”. Y aquí está lo que Él dijo: “Estas señales
seguirán a los que creen, en Mi Nombre echarán fuera espíritus malignos y
demonios, hablarán nuevas lenguas y si los llegara a morder una serpiente,
eso no les hará daño, sobre los enfermos pondrás las manos y sanarán”.

136.- Vean ahora esa línea que recorre todo el mundo, el Evangelio sigue
avanzando y los hijos de Adán que han aceptado la gracia de nuestro Señor
Jesucristo, están abriéndose paso en batalla, abriendo brecha entre el
enemigo y estamos conquistando como podemos. Y Uds. que están sanos y
aprecian su buena salud, recuerden a estos mientras oramos por ellos.
Ahora voy a pedir que los enfermos se alineen por este lado aquí a mi
derecha. Y por favor, si los ancianos pueden pasar y ayudarlos. Les voy a
pedir a los ministros del Evangelio si pueden pararse aquí cerca y orar. No
se vayan si pueden evitarlo, queremos hacer otro llamado al altar dentro de
un momento, tan pronto podamos hacerlo. Los servicios no terminan con
este servicio de sanidad.

137.- Ahora, fórmense de este lado y le vamos a pedir al Hno. Neville,


nuestro amado hermano, si puede hacerlo de la manera acostumbrada. Si
pueden… Dios le bendiga, hermana, ¿qué es eso?

Solo creed, solo creed


Todo es posible, solo creed
Solo creed…

138.- ¿Hacia dónde mirar? A Jesús. Los médicos han fracasado y todo lo
demás ha fallado. Pero: “Este es Mi Hijo amado. A Él oíd”. ¿Qué dijo Él?
Dijo: “A Él oíd”. ¿Qué dijo? ¿Qué dijo? Solo creed, pues todo es posible.

No temáis, manada pequeña


Desde la cruz hasta el trono
De la muerte a la vida, Él fue solo
Todo poder en la tierra y todo poder en las alturas
Le fue dado a Él, para la manada de Su amor

139.- Todo poder sobre la enfermedad, todo le fue dado a Él. A Él oíd, solo
creed, todo es… Cuando la ley falla, cuando el médico fracasa y cuando
todo falla, ¿qué dijo Él? Solo creed…

140.- Unos cien, imagino yo, algunos vienen en sillas de ruedas, aquí está
uno en una camilla a punto de morir. Sus queridos médicos, como hombres
que son, seccionan el cuerpo, la anatomía, examinan y ven todo lo que
pueden según su conocimiento. Ellos intentan salvar vidas, pero muchas
veces fallan.

141.- A nosotros nos alegra que aquella nube de gloria resplandeciente que
apareció sobre Él, haya dicho: “Este es Mi Hijo amado”. Cuando la ley y
la justicia fallaron, entonces Dios dijo: “A Él oíd”. ¿Y qué dijo? “Todo es
posible para el que cree”. Ayuda nuestra incredulidad. Como ministros del
Evangelio vamos ahora a ungir a los enfermos e imponer las manos sobre
ellos, mientras que la gente consagrada de este tabernáculo se une en
oración. Dios bendiga nuestro esfuerzo y sane a los enfermos. Lo pedimos
en el Nombre de Jesús.

142.- Con sus rostros inclinados en oración y mientras la congregación


canta suavemente Solo Creed, el Hno. Neville va a ungirlos y yo voy a
imponer las manos sobre los enfermos.

143.- Amado Padre Celestial, desde acá de esta plataforma donde nos
paramos entre la muerte y la vida, entre el pecador y el juicio, para
señalarles la vía de escape, salgo de aquí ahora e impongo mis manos sobre
esta mujer enferma, mientras sus seres queridos están de pie mirándola, no
hay nada que la pueda ayudar ahora, sino solo Tú. Impongo las manos
sobre ella como Tú lo has ordenado…

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