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1) Principio promisorio
● Gran parte de la política fascista estaba concentrada en la economía y el principal
impulso era la autosuficiencia (capaz de abastecer su propia demanda interna sin
tener que importar del extranjero), esencial para una “nación guerrera”.
Aparentemente tuvo éxito.
● La industria era fomentada con subsidios del gobierno cuando era necesario, de
modo que para 1930 la producción de hierro y acero se duplicó y la de seda artificial
creció.
● La "Batalla del Trigo" impulsó a los agricultores a concentrarse en la producción de
trigo como parte de la autosuficiencia; para 1935, las importaciones se habían
reducido en 75%.
● Se lanzó un programa de recuperación de tierras que implicaba drenado de
pantanos, riego y plantación de bosques en zonas montañosas, para mejorar el
rendimiento agrícola.
● Se diseñó un impresionante programa de obras públicas para reducir el desempleo.
El mayor orgullo fascista fue que se había logrado que los trenes fueran puntuales.
● La organización para “después del trabajo" (Dopolavoro) dotó a los italianos de
cosas que hacer en su tiempo libre: vacaciones, recorridos y cruceros de bajo costo.
● Para promover la imagen de Italia como gran potencia, Mussolini impulsó una
vigorosa política exterior.
Las promesas de los primeros años del gobierno de Mussolini nunca se cumplieron.
2) Problemas no resueltos
● Poco se había hecho para remediar la escasez básica de materias primas y para
desarrollar la energía hidroeléctrica.
● El intento de la autosuficiencia había sido un fracaso.
○ La agricultura siguió siendo insuficiente y los trabajadores del campo, los
más pobres del país.
○ Italia seguía teniendo lo que se conocía como una “economía dual”: el norte
estaba industrializado (próspero) y el sur era agrícola (atrasado y pobre).
● Mussolini revaluó demasiado la lira para demostrar que era una moneda fuerte
○ Encareció las exportaciones italianas en el mercado mundial y los pedidos se
redujeron. Muchas fábricas trabajaban tres días a la semana y los
trabajadores sufrían por reducciones en los salarios.
● La Gran Depresión en 1929 con el desplome de Wall Street empeoró la situación.
○ Las exportaciones se redujeron aún más, el desempleo llegó a 1.1 millones.
El Duce se negó a devaluar la lira hasta 1936. Por el contrario, los salarios y
los sueldos se redujeron. Los trabajadores de la industria no podían
protestar, pues las huelgas eran ilegales y los sindicatos, débiles.
○ La economía también resultó perjudicada por las sanciones impuestas a Italia
por la Liga de las Naciones después de la invasión de Etiopía en 1935.
● No se trataba de un “Estado benefactor”, fracasaron los servicios sociales.
● El régimen era ineficiente y corrupto, muchas de sus políticas no se llevaban a cabo.
○ Por ejemplo, no se recuperaron la cantidad de tierras esperadas e inmensas
sumas de dinero desaparecieron en los bolsillos de funcionarios corruptos.
Esto se debía a que Mussolini se negaba a delegar el poder porque quería el
control total, pero era imposible que un hombre hiciera tanto: daba órdenes
pero no tenía manera de verificar que se cumplieran.