Está en la página 1de 1

Tema 4: Liturgia de la Santa Misa (Parte 3)

Objetivo: Que el asistente identifique la relevancia del Altar, Ambón y Sede, destacando la expresividad de los signos
que utilizamos para descubrir que hay en su fondo y forma.
EL ALTAR: Lugar de la Eucaristía.- Es la piedra angular de un templo, la mesa de la Eucaristía alrededor de la cual se
reúnen los cristianos para dar gracias a Dios y alimentarse del cuerpo y la sangre de Cristo (IGMR 296).
El altar se venera con algunos signos expresivos como, Inclinación profunda, Beso, Incensación y se deposita sobre el
evangeliario, el libro de los evangelios.
En la celebración Eucarística, el centro del altar lo utiliza exclusivamente el Obispo o el sacerdote, nunca el diácono ni
menos el acólito o laico, porque es ahí donde se realiza el memorial de Cristo: La Eucaristía.
Al principio el altar era de madera, pero más tarde se prefirió que fuera de piedra que simboliza a Cristo como roca
viva.
Después con el pasar del tiempo, el altar se pegó a la pared y la misa se dio de espaldas al pueblo, pero ahora de
nuevo el altar está separado de la pared para celebrar de cara a la comunidad.
El altar es consagrado por el Obispo y es el lugar que debería estar mejor situado, arreglado e iluminado para
concentrar todas las miradas.
En conclusión:
-El altar es el centro del espacio celebrativo, es decir la mesa sagrada del Señor.
-El altar representa los dos aspectos de un mismo misterio: El altar del sacrificio y la mesa del señor.
EL AMBÓN: Lugar de la palabra.- La palabra latina ambo viene del griego anabaino, que significa subir y designa un sitio
elevado desde donde se proclama al pueblo la palabra.
La dignidad de la palabra de Dios, exige que en el templo haya un sitio reservado para su anuncio durante la liturgia de
la palabra, por eso el ambón es uno de los cuatro polos simbólicos junto con el altar, la sede y el templo.
El misal especifica que al ambón está reservado a la proclamación de la palabra, otra forma de la presencia del señor,
ya que en el se encuentra el libro de las sagradas escrituras. (Leccionario).
Vale la pena repetir que el ambón debe ser exclusivamente para la proclamación de la palabra de Dios: Lecturas y
Evangelio.
Ni el monitor, ni el cantor deben utilizarlo, tampoco es el lugar de donde se dan avisos, para esto debe haber otro atril
con micrófono en distinto lugar que no sea necesariamente el presbiterio.
LA SEDE: Lugar del Presidente.- Se llama Sede sobre todo, al asiento reservado para el que preside la celebración en
nombre de Cristo. La sede es el lugar propio del que enseña.
La sede del sacerdote celebrante debe significar su oficio de presidente de la asamblea y director de la oración.
La colocación de la sede debe ser de cara al pueblo y en un lugar donde se haga posible la comunicación entre el
pueblo y el sacerdote.
Desde 1969 está previsto que el lugar más propio de la homilía es la sede, desde la que el Sacerdote preside toda la
primera parte de la celebración.
Si la sede no está bien colocada, la homilía se podrá hacer desde el ambón, pero insistimos no es lugar más apropiado,
porque está reservado para la palabra de Dios.

Sección Dudas y Preguntas:

También podría gustarte