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A L∴G∴D∴G∴A∴D∴U∴

MAS∴UNIV∴ FAM∴MEX∴ S∴T∴U∴


RESP∴LOG∴SIMB∴LUZ DE ORIENTE Nº 1
Jurisdiccionada a la Muy Resp∴ Gr∴ Logia Coahuila
del Estado de Coahuila de Zaragoza
R∴E∴A∴A∴ de A∴L∴A∴M∴

Mayo 14, 2019

Domar al Corazón: El simbolismo del signo del Compañero


Trabajo de 2da Cámara

Si contrastamos el signo de Aprendiz con el del Compañero, podemos resaltar


como la escuadra ha bajado de la garganta al corazón. La escuadra es “el
símbolo de la sinceridad, lealtad y rectitud” (A. Terrones). A los dignatarios
les recuerda aplicar su criterio y practicar las virtudes de la “moderación,
prudencia y discreción”. El lugar donde posicionamos la escuadra, nos indica
en lo que debemos enfocarnos en trabajar.

En 1ª Cámara, trabajamos en aprender a controlar nuestros impulsos, y cuidar


nuestras palabras. Se fomenta el Silencio como herramienta de aprendizaje,
para aprender a escuchar, practicar la paciencia y la mesura. El castigo por
faltar a nuestro juramento de Aprendiz es “tener la garganta cortada y la
lengua arrancada de raíz”.

Al iniciarnos se nos quita la venda para poder ver más allá de las tinieblas del mundo profano.
Ahora en el grado de Compañero, debemos abrir los ojos aún más “para ver las cosas como
realmente son en su íntima esencia, bajo la superficie de la apariencia exterior” (A.
Lavagnini). Es decir, no dejar que nuestra visión se ofusque, y por ende nuestro actuar, a
través del velo de las pasiones.

El Compañero se compromete no solo a “frenar y rectificar sus expresiones exteriores” sino


también dominar “los movimientos internos del alma” (A. Lavagnini). De nada sirve
aprender a controlar la lengua, si en nuestro interior seguimos albergando sentimientos
indignos de un masón y no hacemos nada por domarlos.

“La actividad del hombre, y el fruto de sus acciones se halla determinado por lo que
él piensa, juzga y ve interiormente. Así, pues, lo que uno hace y como obra en
determinadas circunstancias, lo que elige constantemente (sea consciente o
inconsciente de esta elección), depende de su manera de pensar, de su claridad de
mente, de su juicio y de sus conocimientos […] Por consecuencia, libre albedrío y
libertad individual existen para el hombre en proporción del desarrollo de su
inteligencia y de su Juicio. Para el hombre enteramente dominado o vinculado por
sus pasiones, instintos, vicios y errores, no existen el libre albedrío, como existe para
el hombre iluminado y virtuoso. […] Para quien se esfuerza constantemente en
dominarse y dominar sus pasiones, eligiendo constantemente lo más recto, justo y
elevado, el libre albedrío en el sentido más amplio de la palabra es una realidad”
(A. Lavagnini)

En el Manual del Compañero, Lavagnini nos dice que “El grado iniciático efectivo de cada
uno es el grado de libertad individual conseguido por el yo en relación con sus impulsos
inferiores y las influencias exteriores”. Si queremos seguir avanzando en la senda de la
iluminación y perfeccionamiento, no debemos solamente pasar por la senda de la Masonería,
debemos dejar que la Masonería pase por nosotros.

"El hombre es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras" – Aristóteles

Domar la bestia de la lengua es cosa fácil, comparado con la enorme tarea de domar al titán
del corazón. Debemos buscar no caer bajo el yugo de un tirano producto de los vicios y las
pasiones, y esforzarnos para que nuestras palabras, o nuestro silencio, sean fruto de la virtud.

¡Es cuánto!

C∴M∴ Ignacio Villaseñor Saldaña


RESP∴LOG∴SIMB∴LUZ DE ORIENTE Nº 1.

Fuentes:
 “Libro del Compañero”, Oswald Wirth
 “Manual del Compañero”, Aldo Lavagnini (Magister)
 “Los 33 Temas del Aprendiz”, A. Terrones Benites y A. León García

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