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Mas Orpheo vino de aquella manera hasta cerca de la salida y, forçado del desseo de vella,
bolvió la cabeça atrás y perdiola por las condiciones passadas. Así que deliberó de no tomar más
muger, y allende de esto siempre en sus cantos consejava a los hombres que estoviessen sueltos
sin casarse en algún tiempo. Y por esto vino a en tanto odio de las mugeres, que se conjuraron
contra él, y un día sacrificando a Baco fue salteado de las mismas mugeres, de manera que le
mataron y le despedaçaron, y echaron la cabeça con la cýthara en el río Ebro; la qual por el
ímpeto de las ondas fue llevada a Lesbos, que es isla, y queriendo comella una serpiente fue
convertida en piedra por su padre Apolo. Son estas cosas atribuydas a Orpheo según la fantasía
poética, mas la verdad es que Orpheo fue poeta muy antiguo y muy excelente en aquella
facultad, y principalmente se deleytó mucho en cantar de amor.
“Alceo vi de remonte”: Cerca del entendimiento de ver remontado a Alceo es de saber
que Alceo fue prestantíssimo poeta griego, y por su doctrina fue muy conoscido y estimado en su
república. Como escrive Tulio en el quarto de las Tosculanas, quasi todos sus poemas instituyó
contra la vida tiránica y contra el amor immoderado de los mancebos, en las quales obras
escrivió tan elegantemente y con tanta doctrina, que meresció conseguir que en público le fuesse
dada la cíthara áurea, así como lo escrive Quintiliano en el décimo De institutione oratoria.
Píndaro asimismo, según el dicho Quintiliano, fue singular poeta y digno de honor, en
tanta manera que, si toviera gravedad de subgetos en sus poemas y no andoviera ventilando,
llegara muy cerca de Homero. [fol. xxxviii v] Amó este Píndaro muy abominablemente, porque
no seguía la naturaleza. Y estando en su general del estudio un día echada la cabeça sobre el
mancebo a quien amaba queriendo dormir, expiró como escrive Valerio al diez libro y capítulo
doze: “Paresció cosa de miraglo morir reposando donde más desseava y, quedando el cuerpo en
el reposo malvado de sus pensamientos, fuese135 su ánima a las penas en poder de los demonios”.
Asimismo Anacreonte, como escrive Tulio en el sobredicho libro, todo su dezir y
pensamiento convertió en hablar de amor, así que navegando por el muy ancho mar de los
deleytes fue a parar en el puerto de amor para reposar en él su persona y sus escripturas. Y por
esto dize Tulio: “Anacreontis tota poesis est amatoria, maxime vero omnium flagrasse reginam
ubi cum apparet ex scriptis, atque horum omnium libidinosos esse amores videmus”. Dize Tulio
todo lo que escrivió Anacreonte fue de amores, y mayormente amó a una reyna, y cómo de lo
que escrivió parece todos sus amores fueron muy luxuriosos. Y por esto con razón fue entre
éstos contado por nuestro poeta.
Después de éstos pone nuestro poeta otros poetas latinos, los quales, allende del uso de
aver cantado cosas excelentes, escrivieron y celebraron cosas de amor, y dize así: “Yo vi allí a
Virgilio, y paresciome que tenía al derredor de sí compañía muy alegre y reguzijada, entre los
quales venían Ovidio, Propercio, Catulo y Tibulo hablando de amor y de sus propriedades”. Y
dize el verso así:

Allí vi Virgilio estar,


y en torno de él gente vi
mucho de reguzijar
y de ingenio singular,
de los que yo me escogí.
Ovidio con él estava,
y Propercio con Catulo;
cada qual de amor hablava,

135
fuese: RB “fuesse”.

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y con afición cantava


con ellos tanbién Tibulo.
Así como puede ser manifiesto por los poemas de estos antiguos scriptores, cada uno de
ellos nos demuestra aver escriptos cosas en favor de alguna amiga suya, así como vemos Virgilio
aver scripto de Lidia, a quien amó mucho. Ovidio, así como se lee en el libro sin título, scrivió
por Corina; Catulo, por Lesbia; Propercio, por Cinthia, y el verdadero nombre era Hostilia;
Tibulo, por Plavia, puesto que ella se llamava Delia, así como es scripto en sus elegías. Así que
es casi costumbre universal de todos los poetas hazer sobre semejantes casos, y así vemos
tanbién que Gallo poeta scrivió de Lichora, cuyo verdadero nombre era Cithera, y Dante de
Beatriz, y miser Francisco de madona Laura.
Cuenta después de éstos nuestro poeta la doctíssima Sapho, diziendo que vio venir una
moça griega ygualmente puesta en grado con estos noble poetas, la qual cantava de amor y tenía
en sus cantares un estilo tan singular y tan elegante que era muy raro en su natura; y tras ella vio
una playa llena de gente que cantava también de amor.

Una moça greca a par


con los sabios poetava,
y tenía en su cantar
un estilo de admirar
que en ninguno se hallava.
Mi vista muy repartida
en una y en otra parte,
una playa vi florida
de gente de amor prendida,
que de él hablan por buen arte.
Sapho poeta fue de la ínsula de Lesbos y, quanto al ánimo, fue hija de nobles y generosos
padres. Ésta dexando las cosas feminiles se dio tanto al estudio de las letras poéticas, que
podemos dezir que alcançó la perfectión que todo mortal puede alcançar, y no solamente
meresció ser contada entre los otros poetas, mas aún a honra y gloria suya la hizieron en Mitileno
una excellentíssima estatua por memoria perpetua; por lo qual no solamente en aquella provincia,
mas en todo el universo fue conoscida y famosa. Y como fue en las letras de excelente ingenio,
así fue en los amores de muy penosa subgeción, porque amó a un mancebo llamado Phaón y, él
no correspondiendo a amarla, le hizo ella a él un poema por atraerle a su voluntad, el qual poema
era de diverso estilo y de varia natura de pies, al qual estilo llamaron sáphico por averle
compuesto Sapho.
Después de esta donzella pone nuestro miser Francisco una multitud de hombres
excelentes, quasi todos de su tiempo amigos y conoscidos suyos, los quales se dieron a diversos
géneros de estudios, y otros se dieron a los amores; y por esto dize que los vio en la playa verde136
y florida de las sciencias y exercicios de letras, entre los quales el primero era Dante y la su
Beatriz, y Ciño, claríssimo jurisconsulto con su Selvagia, tras los quales siguían los infrascriptos
hombres dignos de memoria. Y dize así:

[fol. xxxix r] Aquí son Beatriz y Dante,


y el buen Ciño de Pistoya
con su Selvagia delante,

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verde: Este adjetivo aparece en el texto de Petrarca, pero no en la traducción.

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Guido de Arecio pesante,


que primero no se oya.
Otros dos Guidos verés
que fueron mucho preciados,
el Honesto boloñés,
y los sículos después,
que primeros son hallados;

y los de Assís sin engaño,


Senucio con Francesquino,
muy humanos; y un rabaño
de hablas y traje estraño,
y de ingenio peregrino.
Entre aquel grande tropel
era primero nombrado
el Arnaldo Daniel,
que con su dezir novel
ha su patria mucho onrado.

Los que amor prende ligero


son Arnaldo el menos dino
con el uno y otro Piero,
y los que como guerrero
con más trabajo previno:
yo digo que cativara
uno y otro Raimbaldo,
que Beatriz en Monferrara
cantó; después se mostrara
el de Alvernia con Giraldo.

Folco a Génova quitó


nombre por darle a Marsella;
después quando envejeció
vida y estado mudó
por aver patria más bella.
Gianfré por se despachar
usó la vela y el remo.
Guillermo por poetar
su vida vido secar
antes de ser al extremo.
Harto es manifiesta la escusa de particular declaración en los versos siguientes, pues es
cosa muy clara averse en dos maneras el conoscimiento de los hombres: la una es por la vista
corpórea, y la otra por la noticia que los escriptores nos dan, los quales por edad nos
antecedieron con luengo espacio de tiempo. Mas porque de los que agora aquí se siguen no
podríamos comprehender mucho por historia, los passaremos quasi en general, y bástanos el
testimonio de nuestro miser Francisco para que conoscamos aver sido éstos que aquí pone
personas de mucha doctrina. Mas, pues conoscemos aver quedado cosas de mucha doctrina

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escriptas por Dante y Ciño de Pistoya, y por los Guidos y Senucio, y por Pedro de Alvernia, bien
podemos creer que éstos escrevieron y fueron personas de muchas letras, puesto que no sean
venidas sus obras a nuestra noticia. Pues bástenos agora a nuestro propósito Dante, juntamente
con todos los otros, averse dado a los deleytes mundanos más que convenía a personas
razonables y de tanta sapiencia como ellos eran.
Hablando nuestro poeta de estos hombres amigos y conoscidos suyos, viene a hablar de
un grandíssimo amigo suyo, el qual era muerto muerto muy pocos días antes y se llamava
Thomás; y haze una exclamación diziendo de esta manera: “¡O, vida falsa mudable y sin
constancia ni firmeza alguna! ¿Cómo tan presto echaste de ti a persona de tanta excelenciaa
como era Thomás? Sin el qual yo no sabía estar solo por la condición muy delectable que tenía.
¡O, el mi Thomás! ¿Quién te me quitó de ser mi compañía con tanta presteza y celeramiento?
Pues ayer, a manera de hablar, estávamos juntos. Verdaderamente esta vida en que vivimos no
es otra cosa sino una breve memoria que luego se acaba, y un sueño de dolientes que se passa en
cosas vanas de fantasías y disparates”.
Así que siendo el nuestro misser Francisco Petrarca preso y encadenado como los otros
siervos miserables, y como estos sus estudiosos amigos, así como hombre justo se condena aquí
a sí mismo, diziendo que no sólo por respecto de madona Laura era constreñido137 a seguir el
mundano desseo de las sciencias terrenales. Y por esto dize que, siendo muy poco fuera del
camino común, vio a Sócrates y Lelio, con los quales procedió por diversos lugares, y que con
éstos vio y anduvo por diversos montes y provincias. Y dize que a estos dos manifestó sus
desseos y descobrió sus llagas, de los quales dos no cree que tiempo ni lugar le puedan apartar
hasta que muera; y dize así: “Con estos dos tan escogidos amigos cogí el ramo glorioso con el
qual onré y adorné mis quixadas antes de tiempo en memoria de la que tanto amé, que fue
madona Laura. Mas aunque en memoria suya lo hize, no penséis por eso que cogí de ella ramo
ni hoja jamás, porque siempre tuvo las raízes amargas contra mí”. Esto dize Petrarca porque le
dava más disfavores que mercedes. Y porque no le favorescía, dize no aver cogido ramo ni hoja
por translación del nombre de Laura, haziéndole Lauro, que es árbol, como arriva deximos; y
esto usa diversas vezes por equívocos, como en otras partes avemos visto.

Hugo y Bernardo sentí,


y Amérigo con Anselmo,
y mill otros que entendí
sus lenguas serles allí
lança, espada, escudo, yelmo.
Después viendo nuestra gente,
el buen Tomás vi venir,
[fol. xxxix v] por quien es bien que lamente,
que Bolonia ornó viviente
y a Mesçina fue a morir.

¡O, vida falsa inconstante!


¡O, deleyte fugitivo!
¿Quién me le quitó delante?
Que sin él passo dar ante
yo no supe, siendo vivo.

137
constreñido: R “constrenido”.

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¡Dime dónde estás agora,


siendo ayer mi compañía!
La vida que nos namora
es memoria de mediora
y sueño de frenesía.

Poco salí del sendero


que común suelen llamar,
quando a Lelio vi primero
y Sócrates, con quien quiero
más luenga vía llevar.
¡O, qué par de amigos era!
En prosa, cierto, ni rima
yo dalles nunca pudiera
alabança verdadera
como de virtud se estima.

Con éstos, mientra me plugo,


diversos montes busqué.
Seguillos no me desplugo.
Todos tres siendo en un yugo,
las mis llagas les mostré.
De éstos quitarme no creo
puede tiempo ni lugar,
según espero y desseo,
hasta que lo que posseo
sienta ceniça tornar.

Con estos solos cogí


el muy glorioso ramo
con que a mis quixadas di
ante tiempo honor aquí
en memoria de quien amo.
Mas de quien me da passión
ramo ni oja no siento,
que yo oviese en conclusión,
así sus raízes son
llenas de desabrimiento.
Con muy alto concepto y con muy artificiosa hermosura pone aquí nuestro poeta en estos
versos de quáles estudiosos de sciencias fue él más aficionado allende de lo devido. Donde es de
entender principalmente que de los más dignos auctores de la lengua latina en special San
Hierónimo dize que son dos las vías del processo de nuestra vida: la una es la de la virtud, la qual
es muy áspera y llena de montes y cuestas, y por esto es diffícil138; y la otra es la de los plazeres y
deleytes mundanos, la qual es muy llana y muy ancha, y se puede caminar por ella con mucha
facilidad. Estas vías le fueron mostradas a Hércules en el tiempo desu infancia y niñez para que

138
diffícil: R “difficile”.

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escogiese, el qual eligió la vía de las obras, conduziendo aquélla a la possessión de la gloria de
fama. Éste es el camino por donde pocos caminan, entre los quales pocos son los hombres que
se dan a los estudios de sciencias, así como demuestra Virgilio en el vi de la Eneida diziendo:
“Tunc sic orsa loqui vates sate sanguine divum, Tros Anchisiade facilis descensus averni: noctes
atque dies patet atri ianua Ditis. Sed revocare gradum superasque evadere ad auras, hoc opus hic
labor est, pauci quos equus amavit Iupiter, aut ardens evexit ad aethera virtus”. Dize la sibila a
Eneas: “¡O, troyano hijo de la diosa Venus y de Anchises! Muy llano y sin trabajo es el camino
del infierno, y de noche y de día están abiertas las puertas. Y el camino del cielo es muy
trabajoso, y pocos van allá sino los que Dios quiere, mucho inflamados de soberana virtud”.
Éstos van al cielo, la qual sentencia prueva también el mismo misser Francisco Petrarca en aquel
soneto que comiença “La gola, e „l sonno et le ociose piume” quando llega a dezir al fin: “Qual
vagueza de laura, qual de mirtho? Povera nuda va philosophia, dice la turba al vil guadagno
intesa. Pochi compagni hara per l‟altra via, perho ti prego piú gentil spirto non lassare la
magnanima tua impressa”. Así que según esta sentencia se muestra muy claro que son muy
pocos los que siguen el camino de las virtudes.
Lo que miser Francisco dize es que avía muy pocos días que él era salido del camino
común, que era de estudiar gramática, quando vio a Sócrates, que es la doctrina moral, porque
Sócrates, como scrive el philósopho en la Methaphísica y Diógenes Laercio en la vida suya,
Isidoro en las Ethimologías y Cicerón en el quinto de las Tosculanas, dizen juntamente que
dexados todos los otros cuydados se dio del todo a la contemplación [fol. xl r] de buenas
costumbres. Y Lelio es el libro de Tulio De amicicia, mediante el qual se aficionó mucho a las
virtudes del Affricano, en tanta manera que por poder escrevir de ellas se dio al estudio poético,
por donde compuso después la África, en que escrivió los hechos de Scipión; la qual obra, muy
llena de poesía y moralidad, fue causa de mucha fama y gloria al nuestro miser Francisco, así
como al principio deximos. Dize que vio primero a Lelio que a Sócrates, porque, como avemos
dicho, Lelio es poesía y Sócrates philosophía. Dize nuestro poeta que no puede aver cosa que le
aparte de tal par de amigos como son éstos, sólo por la virtud que en ellos veía, a los quales no
puede alabar en tanto grado como sus virtudes merescen, ni sería bastante prosa ni verso.
Y dize que con éstos buscó diversos montes, que, como e dicho, entiende por estos dos
amigos las dos sciencias, que son poesía y philosophía moral. Y con éstas dize que passó los
dichos montes, los quales son diversas investigaciones, por voluntad amigable que con ellos
tenía; y todas las difficultades scientíficas affirma aver procedido y passado con éstos, a los
quales del todo descobrió sus llagas y sus dudosos effectos para ser de ellos sano y alumbrado..
Y por esto affirma ser tanta la delectación de su compañía que espera y desea no apartarse jamás
de ellos hasta la muerte.
Y dize, por morir, tornarse ceniza su cuerpo, así como era costumbre de los antiguos. No
lo pone él por propria verdad que su cuerpo oviesse de ser quemado y hecho ceniza como los
gentiles hazían, pues él era muy buen christiano, mas díxolo por comparación de nuestra ley a la
secta gentílica. Porque quando algún gentil moría, hazíanle una estatua semejable a la que era
viva, según los scrive Herodiano Greco tractando de los funerales de Severo emperador, y
aquélla ponían como quando era enfermo, y así la tenían algunos días hasta que después fingían
ser muerta; y en este tiempo usavan venir por un lado los parientes y por otro las parientas a
llorar aquel defuncto, y a hazerle otras cerimonias que en aquel siglo se acostumbravan. Cerca
de aquello tenían hecha una cama de oro o de seda o de lana, según la nobleza o condición del
finado, y el verdadero cuerpo era levado fuera de Roma al lugar de las sepulturas, donde estava
hedificada una pira, que antiguamente llamavan, la qual es un ayuntamiento de madera seca que

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