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PARA ORAR EN FAMILIA

Analizando la presencia de Jesucristo, y sus enseñanzas en la vida familiar.

ADVIENTO

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN, POTRERO DEL LLANO.


Tiempo de Adviento

La palabra Adviento significa “Venida” y expresa el espíritu de vigilia, de espera y


preparación que los cristianos debemos vivir para disponernos a celebrar la Navidad.
Este tiempo nos prepara para la venida del Señor. Al igual que se prepara la casa
para recibir a un invitado muy especial y celebrar su estancia con nosotros, durante
los cuatro domingos que anteceden a la fiesta de Navidad, los cristianos preparamos
nuestro corazón y toda nuestra vida, para recibir a Cristo y celebrar con Él su
presencia entre nosotros.
El Adviento comienza el domingo más cercano al 30 de noviembre y con él inicia
también el año litúrgico. El color morado de los ornamentos usados en sus
celebraciones nos invita a una actitud de conversión.
Los formularios litúrgicos invitan a celebrar tres llegadas de Jesús:
PASADO: Venida histórica a Palestina.
Celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y
nació en Belén. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza.
Vino como uno de nosotros, hombre entre los hombres. Esta fue su primera
venida.

PRESENTE: Venida sacramental, hoy.


Se trata de vivir en el presente de nuestra vida diaria la “presencia de
Jesucristo” en nosotros y, por nosotros, en el mundo. Vivir siempre vigilantes,
caminando por los caminos del Señor, en la justicia y en el amor.

FUTURO: Venida gloriosa al fin del mundo.


Se trata de prepararnos para la segunda venida de Jesucristo en la “majestad
de su gloria”. Entonces vendrá como Señor y como Juez de todas las naciones,
y premiará con el Cielo a los que han creído en Él; vivido como hijos fieles del
Padre y hermanos buenos de los demás. Esperamos su venida gloriosa que
nos traerá la salvación y la vida eterna sin sufrimientos.

Durante el Adviento los cristianos renovamos el deseo de recibir a Cristo. Lo


hacemos por medio de la oración, el sacrificio, la generosidad con los que nos
rodean; es decir, buscamos renovarnos, procurando mejorar nuestra vida para
poder recibir a Jesús.
Primer Domingo de Adviento:
el amor familiar.

Guía: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


Todos: Amén.
Se apagan las luces y se lee el texto de San Juan 3, 7-11
Guía: Proclamación del Santo Evangelio según San Juan:
Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios. Y todo el que ama ha nacido de
Dios y conoce a Dios. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios
envió a su Hijo único. A Dios nadie lo ha visto nunca, pero si nos amamos los unos a
los otros, Dios permanece en nosotros Palabra del Señor. R. Gloria a Ti, Señor,
Jesús.
Un momento de silencio
Todos: Que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de los que
formamos la familia para tu llegada el día de Navidad.
Un integrante de la familia enciende la primera vela
Todos: encendemos la primera vela recordando que significa penitencia, conversión
de corazón.
Guía: Nos hacemos la siguiente pregunta ¿Cómo hemos amado este año en nuestra
familia?
Se deja un momento de silencio para responder esta pregunta, el que desee
responder en alto, lo puede hacer.
Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia dirá cuáles serán sus propósitos
para mejorar y hará un compromiso para cumplirlos durante la semana.
Yo N. _____________me propongo a ___________________________ y me comprometo
con la gracia de Dios cumplirlo durante esta semana.
Después de que todos han terminado de hacer su compromiso rezan juntos la siguiente
oración.
Todos: Dios Padre, gracias por darnos una familia. Te pedimos que, ahora que comienza el
adviento, en nuestra familia podamos demostrarnos el amor que nos tenemos y vivamos
cada día más unidos. Te pedimos llenar nuestro hogar de tu amor divino. Te lo pedimos por
Jesucristo nuestro señor. Amén.
Todos los miembros de la familia se toman de la mano y rezan juntos el Padre nuestro.

Todos: Padre nuestro…


Se encienden las luces y se canta:

“Ven, en, Señor, no tardes”


Ven, ven Señor no tardes;
Ven, ven Señor que te esperamos;
Ven, ven Señor no tardes;
Ven, pronto Señor.

El mundo muere de frio,


el alma perdió el calor,
los hombres no son hermanos, el mundo no tiene amor.
Envuelto en sombría noche,
el mundo sin paz no ve,
buscando va una esperanza,
buscando, Señor, tu fe.

Al mundo le falta vida,


al mundo le falta luz,
al mundo le falta el cielo,
al mundo le fatas Tú.

Se recomienda dejar un momento la vela encendida y antes de dormir apagarla para evitar
incidentes.
Segundo domingo de adviento:
La servicialidad en la familia

Guía: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


Todos: Amén.
Se enciende la vela del domingo anterior, se apagan las luces y se lee el
Evangelio de san Marcos 10, 43-45
Guía: Proclamación del Santo Evangelio según San Marcos:
No ha de ser así entre vosotros; antes, si alguno de nosotros quieres ser
grande, sea vuestro servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero, sea
siervo de todos, pues tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino
a servir y a dar vida en rescate por muchos. Palabra del Señor. R. Gloria a Ti,
Señor, Jesús.
Un momento de silencio
Todos: Que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de
los que formamos la familia para tu llegada el día de Navidad.
Un integrante de la familia enciende la segunda vela.
Todos: Encendemos la segunda vela recordando que significa la alegría de ver
a Jesús.
Guía: Nos hacemos la siguiente pregunta: En nuestro hogar ¿Cómo nos
ayudamos unos a otros diariamente?
Se deja un momento de silencio para responder esta pregunta, el que desee
responder en alto, lo puede hacer.
Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia dirá cuáles serán sus
propósitos para mejorar y hará un compromiso para cumplirlos durante la semana.
Yo N. ___________________ me propongo a ______________________ y me
comprometo con la gracia de Dios cumplirlo durante esta semana.

Después de que todos han terminado de hacer su compromiso rezan juntos la


siguiente oración
Todos: Padre, que nos has dado una familia en la que todos nos ayudamos y
somos felices, te pedimos bendecir nuestros trabajos y tareas de todos los días
para que cumplamos con más ganas y alegría la tarea que nos toca hacer a
cada un de los miembros de esta familia en nuestro hogar. Amén.
Todos los miembros de la familia se toman de la mano y rezan juntos el Padre
Nuestro.
Todos: Padrenuestro…
Se encienden las luces y se canta:
“Amar es entregarse”
Amar es entregarse olvidándose de sí
///buscando lo que al otro pueda hacer feliz/

Qué lindo es vivir para amar


Qué grande es tener para dar
//Dar alegría, felicidad
Darse uno mismo, eso es amar//

Si te amas como a ti mismo


y te entregas a los demás,
//verás que no hay egoísmo
Que no puedas superar//
Qué lindo es vivir para amar…
Se recomienda dejar un momento la vela encendida y antes de dormir apagarla
para evitar incidentes.

Tercer domingo de adviento:


Ser mejor en familia

Guía: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


Todos: Amén. Se encienden las dos velas de los domingos anteriores.
Se apagan las luces y se lee la lectura del Evangelio según San Mateo 5, 13-16
Guía: Proclamación del Santo Evangelio según San Mateo:
Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará?
Para nada aprovecha ya, sino para tirarla y que la pisen los hombres. Vosotros sois la
luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad asentada sobre un monte, ni se
enciende una lámpara y se la pone bajo el celemín, sino sobre el candelero, para que
alumbre a cuantos hay en la casa. Así ha de lucir vuestra luz ante los hombres, para
que, viendo nuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre, que está en los
cielos. Palabra del Señor. R. Gloria a Ti, Señor, Jesús
Un momento de silencio
Todos: Que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de los que
formamos la familia para tu llegada el día de Navidad.
Un integrante de la familia enciende la tercera vela.
Todos: Encendemos la tercera vela recordando que significa la alegría que nos da el
saber que somos hijos de Dios.
Guía: Nos hacemos la siguiente pregunta: ¿qué hago yo para que mi familia sea
mejor? Cada miembro de la familia puede responder en voz alta si desea.
Se deja un momento de silencio para responder esta pregunta, el que desee
responder en alto, lo puede hacer.
Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia dirá cuáles serán sus
propósitos para mejorar y hará un compromiso para cumplirlos durante la semana.
Yo N. ___________ y me propongo a _______ la gracia de Dios cumplirlo durante esta
semana.
Después de que todos han terminado de hacer su compromiso rezan juntos la siguiente
oración.
Todos: Padre, en nuestra familia crecemos y aprendemos a ser mejores, te pedimos hoy
que nos ayudes a ser una familia cristiana y ser un buen ejemplo para los que nos rodean,
Te pedimos fuerzas para mejorar o cambiar lo que sea necesario de nosotros para que
nuestra familia sea mejor cada día. Amén.
Todos los miembros de la familia se toman de la mano y rezan juntos el Padre nuestro.

Todos: Padre nuestro...


Se encienden las luces y se canta:
"Jesús ¿quién eres tú?
Jesús, ¿quién eres Tú?
Tan pobre al nacer,
que mueres en cruz.
Tú das paz al ladrón
increpas al fiel,
prodigas perdón.
Tú, siendo Creador,
me quieres a mi
que soy pecador.

Tú mi dueño y Señor,
me mandas a mi
salvar la creación.
Jesús, ya sé de Ti
algo de tu ser, qué quieres de mí.
Mas yo quiero saber
qué rumbo seguir
qué debo yo hacer
Di qué he de esperar,
qué senda elegir,
porqué he de luchar.
Tú ayúdame,
pues no quiero
más dudar ni temer.

CRISTO ES SAL EN LA VIDA


LUZ EN TINIEBLAS
ES TODO AMOR.
Se recomienda dejar un momento la vela encendida y antes de dormir apagarla para evitar incidentes

Cuarto domingo de adviento:


La presencia de Dios en muestra familia

Guía: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Se encienden las tres velas de los domingos anteriores, se apagan las luces y
se lee la lectura del Evangelio según San Mateo 7, 24-25
Guía: Proclamación del Santo Evangelio según san Mateo.
Aquel, pues, que escucha mis palabras y las pone por obra, será el varón
prudente, que edifica su casa sobre roca. Cayó la lluvia, vinieron los torrentes,
soplaron los vientos y dieron sobre la casa; pero no cayó, porque estaba
fundada sobre roca. Palabra del Señor. R. Gloria a T, Señor, Jesús.
Un momento de silencio
Todos: Que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de
los que formamos la familia para tu llegada el día de Navidad.
Un integrante de la familia enciende la cuarta vela de adviento.
Todos: Encendemos la cuarta vela recordando qué significa la esperanza de
un mundo mejor.
Guía: Nos hacemos la siguiente pregunta: ¿De qué manera se ha manifestado
la presencia de Dios en nuestra familia durante el año? ¿Lo hemos dejado
actuar o le hemos estorbado?
Se deja un momento de silencio para responder esta pregunta, el que desee
responder en alto, lo puede hacer. Después de la reflexión anterior, cada
miembro de la familia dirá cuáles serán sus propósitos para mejorar y hará un
compromiso para cumplirlos durante la semana.
Yo N. _______________ me propongo a__________ y me comprometo con la
gracia de Dios cumplirlo durante esta semana.
Después de que todos han terminado de hacer su compromiso rezan juntos la
siguiente oración.
Todos: Padre, que nos has dado una familia en la cual te hemos conocido y
amado, ayúdanos a vivir teniéndote siempre presente en nuestras vidas. Te
pedimos que en esta Navidad nos regales el quedarte con nosotros en nuestros
corazones y sentir que vives en nuestro hogar, en nuestras familias. Amén.
Todos los miembros de la familia se toman de la mano y rezan juntos el Padre
nuestro.
Todos: Padre nuestro... Se encienden las luces y se canta:
"El camino que lleva a Belén"
El camino que lleva a Belén
baja hasta el valle que la nieve cubrió.
Los pastorcillos quieren ver a su Rey,
le traen regalos en su humilde zurrón.
Ropo pom pom, ropo pom pom.
Ha nacido en un portal de Belén
el Niño Dios.

Yo quisiera traer a tus pies


algún presente que te alabe Señor
más Tú ya sabes que soy pobre también,
y no poseo más que un viejo tambor,
ropo pom, pom, ropo pom, pom
En tu honor frente al portal tocaré
Con mi tambor.
Se recomienda dejar un momento la vela encendida y antes de dormir apagar-
la para evitar incidentes
Celebración para la noche de Navidad
(Antes de comenzar a cenar y brindar)

Guía: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


Todos: Amén.
Guía: Aprovechemos esta Navidad como un tiempo de gracia, para sentir que
Dios quiere habitar en este hogar y nacer en cada uno de nuestros corazones.
Guardamos un momento de silencio
Todos: Concede, Señor todopoderoso, que hoy brille para nosotros y todas las
familias del mundo, la luz de tu Palabra. Amén.
Encendemos las cuatro velas de la Corona de Adviento y una vela blanca que
ponemos al lado de la imagen de la Virgen (en el pesebre)
Entonamos algún alegre villancico mientras nos disponemos a agregar al Niño
Dios en el pesebre. Cuando ponemos al niño, todos aplaudimos
"Venid fieles todos" En pobre pesebre yace reclinado,
Venid fieles todos a Belén marchemos al hombre ofreciendo eternal
salvación.
de gozo triunfantes y llenos de amor. El Santo Mesías el Verbo
humanado.
Y al Rey de los Cielos humilde veremos.

Venid y adoremos. Venid y adoremos


Venid y adoremos Venid y adoremos
Venid y adoremos a Cristo el Señor. Venid y adoremos a Cristo el
Señor.
En aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un
censo del mundo entero.
Este fue el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a
inscribirse, cada cual a su ciudad. También José, que era de la casa y familia de David, subió
desde la ciudad de Nazaret a la ciudad de David, que se llama Belén, para inscribirse con su
esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaban allí le llegó el tiempo del parto y dio a
luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían
sitio en la posada.
En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno
sus rebaños. Y un ángel del Señor se les presentó: la gloria del Señor los envolvió de
claridad y se llenaron de gran temor. El ángel les dijo: No temáis, os traigo la Buena Noticia,
la gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el
Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y
acostado en un pesebre.
De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios,
diciendo: Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que Dios ama. Palabra
del Señor. R. Gloria a Ti, Señor, Jesús.
Guardamos un momento de silencio
Todos: Esperábamos la gloria deslumbrante del Señor y tú nos mandaste un tierno niño, en
el silencio de la noche. Esperábamos un guerrero y tú nos has enviado un príncipe de la paz.
Esperábamos al Dios fuerte y omnipotente, y tú nos has dado un manso cordero. Teníamos
mucho miedo y tú nos has dado el amor, la paz y la vida. Esperábamos recibir mucho de ti y
tú has superado nuestra capacidad y deseo, tú mismo te nos has dado, todo entero y para
siempre.
Alguien de la familia toma al Niño Dios, le hace una petición, lo besa y se lo pasa a otro
miembro de la familia para que a su vez también haga su petición y lo bese, así van pasando
al Niño Dios, de mano en mano, hasta que pase el último integrante de la familia. Después
de cada petición todos responden:
¡Hoy nos ha nacido el Mesías, el Señor!
Todos: Padrenuestro... Dios te salve María... Gloria al Padre
Todos: Hoy la Virgen da a luz al Trascendente. Y la tierra ofrece una cueva al inaccesible.
Los ángeles y los pastores le alaban. Los magos caminan con la estrella; porque ha nacido
por nosotros, niño pequeñito, el Dios de antes de los

"Campana, sobre campana"


Campana sobre campana,
y sobre campana una, Belén, campanas de Belén...
asómate a la ventana,
verás el Niño en la cuna.

Celebración para la Noche de Año Nuevo


(Antes de comenzar a cenar y brindar)

Guía: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


Todos: Amen.
Guía: Antes de que comiencen los festejos dando la señal que un año más ha
finalizado y comienza uno nuevo, vale la pena, iluminados por la luz del Señor, hacer
un sencillo balance de lo que ha significado para cada uno de nosotros el año viejo y
lo que esperamos para el año nuevo.
Guardamos un momento de silencio
Todos: Señor, te damos gracias por el año que termina, porque a pesar de tantas
dificultades y tropiezos en todos los casos hemos mantenido la fidelidad y la fe. Te
pedimos al comenzar este nuevo año que nos bendigas en abundancia. Te lo
pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amen.
Colocamos la Corona de Adviento en la mesa familiar y a cada vela le ponemos un
numero correspondiente al año nuevo que va a comenzar. Encendemos las cuatro
velas de la corona. Poco antes de la doce de la noche, encendemos la quinta vela de
color blanco (que esta junto al pesebre desde Navidad o que hemos colocado en el
centro de la corona).
Guía: Lectura del libro del Eclesiastés: (Ecl 3, 1-8)

Hay bajo el sol un momento para todo, y un tiempo para hacer cada cosas: Tiempo
para nacer, y tiempo para morir, tiempo para plantar, y tiempo para arrancar lo
plantado; tiempo para matar y tiempo para curar; tiempo para demoler y tiempo para
edificar; tiempo para llorar y tiempo para reír; tiempo para gemir y tiempo para bailar;
tiempo para lanzar piedras y tiempo para recogerlas; tiempo para los abrazos y
tiempo para abstenerse de ellos; tiempo para buscar y tiempo para perder; tiempo
para conservar y tiempo para tirar fuera; tiempo para rasgar y tiempo para coser,
tiempo para callarse y tiempo para hablar; tiempo para amar y tiempo para odiar;
tiempo para la guerra y tiempo para la paz. Palabra de Dios R. Te alabamos, Señor.
Guardamos un momento de silencio
Después de meditar en silencio la lectura, invitamos a todos a sentarse alrededor de
la Corona de Adviento y que cada uno exprese “lo que ha significado el año viejo y lo
que espera para este nuevo año”.
Yo N. _______________ el año viejo ha significado para mí ____________________
y lo que espero para este año nuevo es
_____________________________________.
Después de que todos han terminado hacemos las preces.
Guía: Damos gracias a Dios por todo lo que hemos recibido en este año que termina.
Todos: ¡Te damos gracias, Señor!
 Por los momentos de dolor que nos ayudaste a superar. Oremos.

 Por los alimentos que siempre estuvieron presentes en nuestra mesa. Oremos.

 Por el trabajo y salud de cada día. Oremos.

 Por nuestros familiares que siempre han estado con nosotros. Oremos.

 Por nuestros hermanos difuntos para que descansen en paz. Oremos.

Se pueden agregar otras peticiones de la familia.


Guía: Oremos juntos como el Señor nos enseñó:
Todos: Padre nuestro... Dios te salve... Gloria al Padre...
Guía: El primer día del año, la Iglesia celebra la "Jornada Mundial de la Paz",
por eso es apropiado que en este momento nos demos mutuamente la paz y
nos pidamos perdón por las veces que nos hemos ofendido.
Momento para darse la paz y el perdón
Todos: Señor, Creador del Universo, al comenzar este nuevo año, queremos
ser en tus manos instrumentos de tu paz: para que donde haya odio,
sembremos amor; donde haya ofensa, perdón; donde haya duda, fe; donde
haya desaliento, esperanza; donde haya tristeza, alegría. Te lo pedimos por
Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Terminamos con un canto

"Hazme un instrumento de tu paz”


Hazme un instrumento de tu paz
donde haya odio lleve yo tu amor
donde haya injuria tu perdón Señor
donde haya duda fe en ti.

Maestro ayúdame a nunca buscar


el ser consolado sino consolar
ser entendido sino entender
ser amado sino yo amar.
Hazme un instrumento de tu paz...
TIEMPO DE NAVIDAD

Del latín Nativitas, significa nacimiento. Navidad es la celebración anual en


que se conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén según los evangelios
de san Mateo y san Lucas.
La fiesta de Navidad nace en Roma. El paganismo celebraba el 25 de
diciembre las fiestas en torno al culto del sol. La Iglesia invitó a los cristianos a
celebrar el nacimiento de Cristo, verdadera luz que ilumina a todo hombre. La
Navidad fue ocasión para reafirmar, ante las herejías cristológicas de los siglos
IV y V, la fe auténtica en el misterio de la encarnación.
La liturgia expresa una teología en la que la Navidad es una verdadera fiesta de
la redención en estrecha relación con la Pascua, de manera que, mediante la
liturgia, hace presente el punto de partida de todo lo que se realizó en la
encarnación de Cristo para nuestra salvación.
La dimensión salvifica de la Navidad está expresada en la oración sobre las
ofrendas de la misa de la vigilia: "Concede, Señor, a tu pueblo celebrar con re-
novado fervor este sacrificio, en la vigilia de la gran fiesta que ha dado inicio a
nuestra redención".
La Navidad es ya el inicio de la redención salvífica, la condición para la muerte
y resurrección del Señor. Por otra parte, el tercer prefacio de Navidad habla de
un "admirable intercambio":
En él (Cristo) hoy resplandece ante el mundo el maravilloso intercambio que
nos salva: pues al revestirse tu Hijo de nuestra frágil condición no sólo confiere
dignidad eterna a la naturaleza humana, sino que por esta unión admirable nos
hace a nosotros eternos.

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