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Historia de la ciencia ficcion

El termino ciencia ficción fue acuñado por una editorial a principios del silgo XX, antes de este
nombre las historias de este tipo utilizaban términos como “Historias Fantásticas” “utopías”
“viajes fantásticos o mundos perdidos”

Sobre su origen preciso, hay varias versiones. La más aceptada dice que un editor de
revistas de ficción científica, llamado Hugo Gernsback, creó la palabra «scientifiction»
para una de sus publicaciones, pero al poco tiempo se vio obligado a vender la revista
que tenía ese nombre. Al hacerlo, también vendió los derechos sobre el término y muy
a pesar suyo, ya no pudo usarlo de nuevo. Sin embargo, no cejó en sus empeños y
para 1920, Gernsback editaba una de las revistas de género fantástico más conocidas
en USA: Amazing Stories. Al no poder ocupar su creación original, el señor Gernsback
se vio obligado a crear otro concepto para vender su revista. Así fue como como
empezó a usar de forma sistemática el término «ciencia ficción» y para 1926 ya estaba
posicionado en la mente de sus lectores.

La traduccion del termino “ Ciencia ficcion” se podria decir que no es correcto el obviar el
valor del guion en el idioma inglés. Por ejemplo: science-fiction novel se traduce
literalmente como novela de ciencia ficción. Pero no es lo mismo cuando se usan
sin guion 2 sustantivos juntos, como es el caso de “science fiction” (p/e cold war
es guerra fría, no fría guerra). Por eso, también hay quienes sugieren usar
“ficción científica”, como una traducción más apropiada.
La traduccion correcta seria ficcion cientifica, pero mas alla del debate sobre
este termino, este ya esta arraigado en nuestra cultura hispanohablante.
Primeras obras...
En este contexto, algunos opinan que la primera obra de ciencia ficción,
como tal, se remonta a 1818, al Frankenstein o El moderno Prometeo de
Mary Shelley. Sin embargo, otros ven elementos de la ciencia ficción en
mitos y leyendas de muchos siglos antes (por ejemplo, Dédalo construyó
estatuas de madera capaces de moverse solas; o en palabras
contemporáneas, robots de madera). Otro de estos ejemplos seria en la
antigua grecia como las obras de Luciano Fue precisamente Luciano de
Samosata el primero en admitir que todo lo que había escrito era falso y no había
ocurrido. Su estilo literario buscaba convencer a los lectores de que aquello era
cierto. Por eso se acerca a la literatura de ciencia-ficción actual y a su cuestión de
¿Qué pasaría si...?

Sin embargo, la mayoría reconoce que la obra maestra de Mary Shelley


significó un antes y un después para la literatura de ficción especulativa
científica. Claro que el género, y por consiguiente, Frankenstein, no tuvo
un inicio fácil. Pero Shelley insistió con otra obra: El último hombre.
En la década de 1830, el estadounidense Edgar Allan Poe se unió al
nuevo género con relatos como La incomparable aventura de un tal Hans
Pfaal, El poder de las palabras, Revelación mesmérica, La verdad sobre
el caso del señor Valdemar, Un descenso al Maelström, Von Kempelen,
etc. Dichos relatos reúnen algunos de los elementos primitivos de la
ciencia ficción, como eran los viajes en globo y la especulación
cosmológica, presente en su ensayo Eureka.

En la década de 1850 aparece quien será uno de los autores más


prolíficos del siglo XIX en esta área: Julio Verne. La aparición de su obra
supone el impulso definitivo para el género, aunque en el señor Verne se
aleja del miedo al desarrollo científico y en su lugar, se une al
pensamiento de moda por aquella época: el Positivismo.

Cronología de la ciencia ficción

La rama europea de la ciencia ficción comenzó a mediados del siglo XIX


con Julio Verne y se consolida con las novelas de H. G. Wells.
También en el siglo XIX aparecerían Julio Verne y H. G. Wells, ambos
considerados dos maestros del género, si bien el primero se centraba
mayormente en el desarrollo de ingenios e inventos científicos y el segundo en la
crítica social (al imperialismo británico en La guerra de los mundos, o a la lucha
de clases en La máquina del tiempo…).

- La guerra de los mundos - De la Tierra a la Luna (1865)


- La maquina del tiempo - viaje al centro de la tierra
- La isla del doctor Moreu - cinco semanas en globlo
- El hombre invisible

Pero seguramente fue la primera mitad del siglo XX la que podríamos denominar
Edad de Oro de la ciencia ficción, con la aparición de autores como Isaac Asimov,
Arthur C. Clarke, Aldous Huxley, George Orwell o Frederic Brown .

- La fundacion - Marciano vete a casa


- Yo robot - Centinela(cuento)
- El hombre bicentenario - Carta a unFenix
- El pasado ha muerto
- Sueños de robot

-2001:Una odisea espacial

-el Fin de la infancia

- el centinela
Posteriormente, durante los años 60 y 70 apareció lo que se conoce como “La
nueva ola” (The new thing), que tiene su origen en la revista británica New worlds,
y que se caracterizó por una mayor experimentación narrativa, dando a conocer a
autores como J. G. Ballard o Brian W. Aldiss.

Y en los 80 y los 90 aparecieron géneros como el cyberpunk y el postcyberpunk,


donde hicieron su aparición, como no podía ser menos, la informática y los
ordenadores y que dieron origen a toda una corriente estética donde las nuevas
tecnologías convivían con los ambientes sórdidos de los bajos fondos urbanos.

En la actualidad existen numerosos subgéneros que rizan el rizo y se centran en


los impactos de la biotecnología (biopunk), o que hacen una revisión irónica de
las temáticas y la estética de la ciencia ficción de los años 30-50
(retrofuturismo) o de la idea que se tenía del futuro en las novelas del siglo XIX
(steampunk). Asimismo hoy se hace distinción entre ciencia ficción dura (hard) y
blanda (soft). La primera es mucho más rigurosa y cuida mucho más los detalles
y argumentos científicos y técnicos, mientras que la segunda se centra
únicamente o sobre todo en el aspecto literario.

En todos los casos, y a lo largo de su historia, la ciencia ficción ha mantenido


siempre la característica principal que la hace tan interesante: la capacidad de
crear escenarios que inspiren debates filosóficos, sociales o científicos sobre la
naturaleza del hombre y de la sociedad, plantear dudas, señalar peligros o buscar
respuestas.

En efecto, la ciencia ficción no es filosofía, pero sin duda es un pariente cercano


de esta, pues de alguna manera, trata de dar respuesta a las “preguntas últimas”
mediante el ejercicio de la ficción: qué futuro espera a la humanidad, qué nuevos
avances científicos se producirán y qué consecuencias traerán para nuestra
sociedad. Quiénes somos y qué será de nosotros, de nuestro planeta, cómo
serán nuestros estados, nuestras sociedades. ¿Qué valor tendrá la vida humana?
¿Terminarán las guerras, o por el contrario, terminaremos por destruirnos unos a
otros? ¿Llegaremos a conocer otros planetas habitados? ¿Cómo serán esos
otros seres? ¿Crearemos vida artificial? De ser así, ¿será consciente de sí misma
como nosotros? ¿Amará, odiará, temerá a la muerte? Seguramente, ninguno
estaremos aquí para verlo, pero, como diría el gran científico del siglo XX: “La
imaginación es más importante que el conocimiento”.

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