Está en la página 1de 1089

Te lo dedico a ti,

Al hombre de mi vida,
A mi mejor historia jamás escrita…
Título Original: Tu y yo para siempre
Septiembre 2015
Autor: Lorena Guerra Méndez
Fotografía de portada: Luca Invernizzi
Maquetación y gráfica: Luca Invernizzi
SAGA IMPOSIBLE
LORENA GUERRA MÉNDEZ

Tu y yo para siempre
La vida te da sabiduría,
No temas al maestro.
Aprende de él…
Prólogo
- Julen, mírame por favor- lo
hace-. Dime… ¿qué es lo que siente
tú corazón cuando me miras?
Olvida lo que has visto, y guíate por
lo que se mueve bajo tu pecho, aquí
dentro- coloco una mano sobre su
corazón-. ¿Qué te dice?
Cierra los ojos unos segundos…y
cuando vuelve a abrirlos, veo que una
mezcla de sentimientos, nada en ese mar
azul, ahora enfurecido, que me atrapó
desde la primera vez, que se cruzó con
mi mirada.
- Te amo baby, sin ti mi mundo se
acaba, todo se derrumba a mi
alrededor…pero hay un dolor más
fuerte, que devora todo lo que siente
mi alma, envenena lo que se mueve
bajo mi pecho, por tu engaño,
porque me has mentido, Valeria- eso
rasga mi corazón-. Tú…- se calla
unos segundos-…eras la mujer que
alzabas cada día la bandera de la
sinceridad, y la llevabas orgullosa
en cada paso que dábamos juntos.
Tú…que me castigaste por proteger
tu vida de esa forma, cuando me vi,
obligado a ello…- aparta sus
hermosos ojos de mí-. ¡Vete!- grita
lleno de ira sin esperármelo-.
¡Fuera de mi vida, y no regreses
nunca más…!
Doy dos pasos hacia atrás, porque sus
palabras me empujan lejos de él,
mientras un terrible dolor golpea mi
estómago. Me duele mucho, jamás he
sentido esta agonía dentro de mí…
Miento…una vez lo sentí, hace dos
años, cuando se subió en el avión que lo
alejó de mí, dejándome destrozada y
rota en mil pedazos. Me abrazo a mí
misma porque el dolor no me deja
respirar, y siento que algo cae por mis
piernas, humedeciendo mi piel. Miro
hacia abajo, y sólo veo sangre...un
inmenso mar rojo que emana de mí, sin
que pueda detenerlo, bañando toda la
habitación en la que estamos. Solo
puedo ver la sangre que me está
envolviendo, que se escapa de mi
cuerpo para torturarme…
- ¡Julen! ¡Ayúdame! ¡Nuestro
hijo! ¡No quiero perder a mi bebé!-
caigo al suelo de rodillas frente a
él, pero no se mueve, no hace nada,
mientras veo como su cuerpo
empieza a teñirse, con la sangre que
estoy derramando. No me ayuda, me
contempla con una mirada sin vida,
y poco a poco, su imagen se aleja
lentamente hasta desaparecer
lentamente engullido por la
habitación bañada por mi dolor…
Una vez más, me abandona…
No puedo hacer nada, pierdo al amor de
mi vida…pierdo a mi bebé…otra vez
me dejan sola y desolada…No me hagas
esto Julen, ¿cómo puedes tratarme así?
- ¡Despierta, Val, joder,
despierta!- Iván me sacude para que
abra los ojos. Esa pesadilla me
persigue cada noche, torturándome,
castigándome para que no olvide lo
que he sufrido, sin que pueda hacer
nada para alejarla de mis sueños.
Regresa para recordar mi calvario,
aquel que no abandona mis
pensamientos, ni un solo segundo,
sin saber que no la necesito para
sufrir, porque lo sé muy bien. Mi
corazón y mi alma rota, viven con
ello… ¿Cómo olvidar que que se te
ha escapado entre los dedos sin
poder evitarlo, una vida que
llevabas dentro de ti? ¿Cómo borrar
eso? Ha sido no tener ninguna
oportunidad para luchar por tu hijo,
¿qué te he hecho vida? ¿Por qué me
has castigado de esta forma tan
injusta?
Estoy empapada de sudor, han pasado
varios días desde que he salido del
hospital, y ahora los brazos de mi
hermano son mi refugio. Mi familia es l
la que me está ayudando a no cometer
ninguna locura, porque siento que me
quiero morir. Allí encontraré la paz que
necesito. Le suplico al mundo que se
detenga, al igual que me arrastro ante
mi corazón para que detenga mi agonía,
que acabe con este sufrimiento, que no
me deja respirar…
- Estoy bien, ya está, ya estoy
mejor, de verdad Iván- me pasa un
paño húmedo por la cara. No ha
dejado de cuidarme desde que
ingresé en el Santo Rey. Tiene unas
ojeras tremendas de no dormir,
toda mi familia lleva puesta la
misma cara que mi hermano.
Estamos todos rotos por lo que ha
pasado, y no duermen tranquilos
porque están preocupados porque
pueda perder la cabeza, y sé que
tengo que ser valiente por ellos, por
mí…pero aunque lo intento, no
tengo fuerzas para levantarme y
luchar, ante este nuevo reto que me
ha lanzado esta puta vida.
Puta vida… ¿Qué te hice para merecer
esto?
Llevo dos días en casa de mis padres,
me siento más segura en mi habitación.
Las cuatro paredes de ese hospital, no
me dejaban respirar.
Contra toda indicación médica, y
enfrentándome a toda mi familia, quise
lamer mis heridas aquí, donde llorar
cada noche, resulta liberador. He dejado
que mi hermano llame a Nueva York,
para contarle a Jorge lo que ha ocurrido.
Dios, se ha vuelto loco al enterarse.
Había dado por hecho que Julen y yo,
estábamos en España, ese era el plan,
celebrar el cumpleaños de mi
prometido, y viajar a Ibiza para
prepararlo todo para la boda…Nuestra
boda…todo a la mierda…No le dio
mayor importancia a que no llamásemos
en dos días, pensaba que estaríamos
encerrados nuevamente en nuestra suite
particular, aislados del mundo, antes de
enfrentarnos a la locura de los
preparativos de la boda. ¡Qué
equivocado estaba mi mejor amigo, la
realidad era otra bien distinta!
No he podido hablar con él, todavía no
puedo…Me resulta imposible
pronunciar la palabra bebé y pérdida en
la misma frase, y contar todo lo que ha
pasado con Julen…Julen… ¿Cómo has
podido dudar de mí? ¿De nosotros?
¿Acaso todo lo vivido ha sido una
mentira?
Mis pesadillas so un firme recuerdo de
sus duras palabras, de todo cuanto he
perdido…un hijo… y a Julen, el amor
de mi vida, porque no creyó en nuestro
amor, se rindió ante la primera batalla.
Si me amase de verdad, hubiese sabido
que todo eso era un montaje, que alguien
había manipulado esas fotografías que
llegaron a sus manos, para hacernos
daño. Pero decidió escoger la salida de
los cobardes, y por destruir a la mujer
que había elegido para compartir sus
días, gritando por esa boca envenenada
por los celos, que su futura mujer, era
una mentira, como cada palabra que su
corazón le escribía cada día que pasaba
a su lado, y como cada caricia que
nacía cuando de entregaba a él.
Llego hasta el baño, acompañada por
Iván, que me deja sola, porque sabe lo
que viene ahora, sabe lo que necesito:
llorar. No soporto que me vea así de
hecha polvo, porque eso lo destroza a
él, sufre mucho por mí. Cada vez que ve
como una lágrima se derrama por mi
cara, siempre escapan de sus labios las
mismas palabras: “nunca más volverá
hacerte daño, no lo permitiré, está
fuera de tu vida para siempre. Esta vez
se acabó, Julen Anderson ha muerto
para esta familia”.
Repito un ritual de autocompasión cada
vez que entro aquí, y me refugio entre
estas cuatro paredes del baño. Me quedo
desnuda frente al espejo, me coloco de
lado, de frente, y paseo mis manos por
encima de mi vientre, acariciando mi
piel, aquella que escondía a mi hijo
perdido, y que ni siquiera sabía, que era
parte de mí, hasta que nada se pudo
hacer por él. Mis dedos dibujan mi
tatuaje, mi regalo de cumpleaños para
Julen, para que tuviese presente lo
importante que es mi vida, que no hay
otro hombre que pueda tener mi corazón.
¿Por qué dudaste? Pero que poco ha
servido grabar sobre mi cuerpo cuánto
lo amo, porque no creyó en mí, ni
siquiera ha escuchó el latido que vive
bajo su pecho. Arden…palpitan… estas
letras queman mi piel, las siento como
espinas que desgarran mi alma,
recordándome porqué todo se acabó…
para siempre…
Solamente existes tú para mí…
Te necesito para respirar… conocí el
verdadero sentido de la vida cuando te
encontré…
¿Podré vivir sin ti?
Mira hacia delante Valeria, nada bueno
queda en ese pasado…Caminas sola, la
felicidad, no será un regalo que caerá
gratuitamente sobre ti, si no que hay que
salir a su encuentro, luchar por ello, no
rendirse nena. Tienes que ser fuerte por
los tuyos, por ti, pero no te rindas…
Julen te ha fallado, te ha abandonado
cuando debía cuidarte, te prometió un
amor eterno más allá de esta vida, pero
todo se ha quedado en nada, en algo
irreal.
Eso es en lo que nos hemos convertido,
en un sueño roto, nada más…todo ha
terminado…
Julen te ha echado de su vida, ha
decidido por los dos, y la consecuencia
a todo lo que ha pasado, es que habéis
perdido un hijo… Vuestro
bebé, ni siquiera puedo creerlo todavía,
esto me parece surrealista, injusto…
Siento rabia, dolor, mucho dolor, una
agonía que aprieta mi corazón para que
sangre, haciéndome gritar en silencio,
porque nadie puede escuchar mi
llanto…
Julen se enterará de lo ocurrido, es más,
pronto sabrá la verdad de lo que ha
pasado realmente con esas fotografías,
pero para entonces, será tarde, muy
tarde.
Julen, lo jodiste todo abriendo un
abismo entre nosotros, que crece sin
detenerse, devorándome a su paso, para
arrastrarme hasta el infierno. Allí me
encuentro…
Y la locura se desata en Manhattan…

Julen golpea la pared con sus puños


hasta que sangran, no se detiene, nadie
puede frenarlo, aquello que acaba de
descubrir, es lo que su corazón le lleva
gritando días, desde que esas jodidas
fotografías llegaron a sus manos.
Baby…lo siento…lo siento tanto…
Trevor y Neimar lo detienen contra su
voluntad. E so, o terminará por
romperse los nudillos, está a punto de
reventarse los huesos. Los Black están
con él, no lo han abandonado desde que
Valeria se fue, saben que los necesita, y
han tenido que cubrirlo para que su
familia no sospechara nada de lo
ocurrido. Pero por poco tiempo, pronto
todos sabrán la verdad, de hecho,
alguien ya se ha enterado de lo ocurrido
con Valeria, y eso, traerá graves
consecuencias…
- Néstor, vete al baño y trae algo
para curar las heridas, iremos al
hospital, pero antes, limpiaremos
los cortes- ordena Trevor con la voz
tan firme como siempre. Los Black
siempre han cuidado de Julen y
Valeria. Ahora solamente de él. Su
jefe llevaba dos días encerrado en
sí mismo sin querer escuchar a
nadie, cegado por los celos, sin
atender a razones. Pero cuando
Trevor y Dan, han averiguado lo
que en el fondo ya sabía, tanto él
como los chicos. Antes de que
hiciese una locura, le han contado la
verdad sin poder evitar, que su piel
rasgue la pared, al demostrarle que
las fotografías estaban manipuladas.
Suena el timbre, alguien acaba de
llegar…
Dan ha ido a abrir la puerta, pero apenas
ha llegado a tocar el picaporte para
abrirla, cuando la empujan con fuerza y
tiene que apartarse, para que no le
golpee en toda la cara.
- ¿Dónde está ese hijo de puta? –
Jorge enfoca su mirada en su
objetivo. Sus ojos están llenos de
odio hacia Julen-. ¡Eres un
grandísimo hijo de la gran puta!-
Jorge intenta llegar hasta él para
golpearlo, pero Alan y Tony, que
han entrado detrás de él, lo
detienen. Está fuera de sí, parece
poseído por el mismísimo diablo.
- ¡Cariño, basta, detente! ¡Lo
prometiste! - Tony coge la cara de
Jorge para que lo mire, intenta
relajarlo, pero no hay forma de
calmarlo. Dan tiene que ayudarlos
cogiéndolo por los brazos. Así es
como Tony puede conseguir que su
novio le preste atención, está
cegado por el dolor de aquello que
golpea su alma de amigo. Su niña,
su dulce Valeria, llora lágrimas de
sangre y él no está a su lado. Eso lo
mata.
- Te mentí, ¡quiero matarlo!- el
sufrimiento que siente baña el rostro
de Jorge. Sus ojos negros derraman
el dolor de su corazón, que solloza
por su mejor amiga. Iván le ha
revelado hace apenas unos minutos
el calvario que está viviendo
Valeria-. ¡Déjame matarlo Tony,
quiero que sufra, que sienta el
mismo dolor que mi chica, por
favor…!- su novio lo abraza cuando
deja caer su frente en su hombro.
Alan y Dan, no lo sueltan, no se
fían. Y hacen bien, porque solo pasa
un minuto, hasta que vuelve a
retorcerse lleno de rabia, cegado
por todo lo que sabe, y por la
impotencia de no poder estar al
lado de Valeria.
Julen se acerca a ellos. Sabe que se ha
equivocado, que le ha hecho daño a la
mujer que ama, a los dos, que tendrá que
arrodillarse ante ella para pedirle
perdón por desconfiar de su amor.
Entiende que Jorge esté cabreado, pero
lo solucionarán, siempre lo hacen. Nada
podrá separarlo de Valeria.
- Jorge, escúchame- dice Julen
cuando se planta frente a él. El
valenciano lo mira con cara de
asco.
- No, escúchame tú a mí, maldito
cabrón- quiere decirle todo aquello
que sabe y por lo que ha venido
hasta aquí, para hundirlo más de lo
que parece estar, para que sepa la
mierda de hombre que es, que no se
merece a la mujer que ha tenido a su
lado. Y que hará todo lo que esté en
su mano, para que nunca más vuelva
a tocarla. Julen lo interrumpe sin
que pueda decir nada más.
- Sé que estás enfadado porque
ella te habrá dicho lo que ha
pasado. Yo también lo estoy
conmigo mismo por cegarme por los
celos. He sido un estúpido al
desconfiar de Valeria, pero esas
fotos…
- ¡Están manipuladas gilipollas!
¡Todos los que conocemos a esa
mujer que se ha entregado a ti con
toda su alma, lo sabría!- su cara se
decompone al gritar-. No mereces
nada de ella, ni siquiera eres digno
de su desprecio. ¿Cómo has podido
pensar que te engañaría con Ángelo
o con algún otro? Esa chica te
amaba Julen, esa mujer…
- Me ama, no hables en pasado
Jorge. –El rostro de Julen muestra
la seguridad con la que habla-.
Valeria es mía, y eso no cambiará
nunca.
- ¿Tuya, jodido cabrón?- Jorge
suelta una carcajada preso de la
histeria del momento-. Me río de
eso, de tu estúpida seguridad
cuando hablas.
- Mía- responde Julen sin
amilanarse. La tensión fluye en el
ambiente.
- ¡Soltadme, joder! – pide Jorge
con una sonrisa maquiavélica,
sonríe de medio lado-. No pienso
poner mis manos sobre este saco de
mierda- mira a Tony-. Te lo
prometo, cariño. Esta vez de
verdad…- dice haciendo un gesto
gracioso con los ojos. Tony asiente
mientras Alan y Trevor lo sueltan.
Se acerca hasta quedar a escasos
centímetros de la cara de Julen-
Dejó de ser tuya en el momento que
la echaste de tu vida, tú decidiste
dejarla marchar.
- La rabia me pudo, lo que
descubrí en esas…
- Eran una trampa, idiota- escupe
Jorge.
- Lo sé ahora…- Julen se pasa
una mano por el pelo alejándose de
Jorge-, y en el fondo de mi corazón,
sabía que eran falsas, pero me
cegué, verla en brazos de otro
hombre, tocándola, besándola…
¡Nick hizo un buen montaje, joder!
Sé que fue él- se gira para encarar a
Jorge-. La carta que me escribió lo
decía, guardaba una última baza
para conseguir separarme de ella, y
funcionó, pero te prometo que iré a
buscarla, ya he dado la orden para
que preparen el avión, salgo para
España en una hora. Sé que se ha
ido, Dan la llevó al aeropuerto.
Pensé que se iría a vuestra casa-
Tony asiente para que continúe-. La
he llamado varias veces, pero no
me coge el teléfono…
- Ni te lo cogerá nunca más,
imbécil- responde Jorge.
- ¡Jorge, joder!- Julen contesta
frustrado con el gesto desencajado-
¡sé que me equivoqué, pero
entiéndeme, me volví loco! Yo…
- Tú nada Julen- responde el
español. Tony coloca una mano
sobre su hombro para que deje de
atacar a su amigo.
- ¡Basta Jorge, te veo venir, y no
puedes utilizar eso para hacerle
daño!- intenta frenar la lengua de
sus pareja.
- Es cierto- dice Alan-, creo que
las cosas ya estás bastante jodidas,
como para empeorarlas más
haciendo un daño innecesario. No
eches más sal a la herida Jorge,
cuando lo sepa, ya…
- ¿De qué estáis hablando? Estoy
aquí, os recuerdo que no me he
vuelto ni sordo ni invisible- Julen
se pone tenso al sentirse perdido.
- Créeme si te digo que sé muy
bien que te tengo frente a mí. El olor
a basura inunda esta habitación.
- ¡Jorge!- grita Tony-. ¡Déjalo ya,
joder, te lo pido por favor!
- ¿Qué cojones está pasando en
mi casa, Tony? Sé que la he cagado
con Valeria, pero sabéis que esto os
hubiera pasado a todos si
estuvieseis en mi lugar - su mirada
se cruza con la de Alan,
recordándole todo lo que ocurrió
con Beth-. Ver a tu prometida
besándose con otro, abrazada a él
de esa forma tan íntima,
tocándola…- Julen aprieta los
dientes con fuerza-…no…no pude
pensar con claridad, sólo pensé que
había sido engañado por la mujer
por la que daría mi vida. Pero
ahora, ya sé que esto sólo es una
piedra más que este jodido mundo
ha vuelto a interponer en nuestro
camino, pero que sabremos patear
con la fuerza de lo que sentimos el
uno por el otro, una vez más.
- Lo dudo- responde Jorge,
cruzando los brazos sobre su pecho
desafiando a Julen con su pose-.
Esta vez no la moverás, la piedra se
ha convertido en un muro tan alto,
que no podrás mirar lo que hay al
otro lado.
- ¿Por qué? ¿Acaso crees que
voy a renunciar a Valeria? Voy a
casarme con ella el mes que viene.-
Julen habla mirando a todas las
personas de la habitación-. La he
jodido, mucho…- susurra
pasándose la mano por el pelo-. He
metido la pata hasta el fondo,
llenándome de mierda hasta el
cuello, pero sé que ella me
perdonará, porque en el fondo, sabe
que la amo más que a mi vida, lo es
todo para mí, es mi sueño hecho
realidad.
- Eso ya no es suficiente, ya no
sirve de nada lo que puedas sentir
por mi chica- Jorge se acerca a
Julen-. Acéptalo Anderson, no
puedes hacer nada por recuperarla.
Existe un muro impenetrable entre
vosotros, tú lo has construido.
- Jorge…-dice Tony conciliador
para que no se acelere nuevamente,
para que la sangre no llegue al río.
- ¿Yo?- exclama Julen
sorprendido. Mira a Tony, sabe que
aquí se está cociendo algo de lo que
no ha sido informado -. Déjalo
hablar, él sabe algo que yo no sé y
de lo que al parecer, vosotros dos
también estáis al tanto. Escúpelo
Jorge, dime cómo he podido hacer
yo semejante obra de arte, porque
que yo sepa, fue Nick quien lo
manipuló todo- Julen adopta esa
pose chulesca que le da el aire de
chico malo y que vuelve loca a más
de una. No ha dejado que nadie le
cure las heridas de sus nudillos y
tiene sangre en la ropa y la cara.
Está manchado por todas partes,
pero al menos, ha dejado de hacerse
daño. Parece que venga de una
guerra, aunque la auténtica batalla,
está por llegar…
- Nick era un pirado obsesionado
contigo, y sólo hizo lo que creyó
mejor para tenerte cerca. Has
comprobado que las fotografías son
falsas, cosa que yo no necesitaba
saber.
- Ya te he dicho que en el fondo,
yo tampoco creía que mi española
pudiese engañarme. Me cegó la
rabia, el dolor de lo que estaba
viendo, fue terrible verla en brazos
de otro, pero ya estoy pagando por
ello, y ella también. Nos
compensaré a los dos por mi
estupidez, y haré que olvidemos
esto, demostrándole cuánto la amo.
- ¿Olvidar? Eso será imposible.
- ¿Por qué? Hemos pasado por
cosas peores, estuvimos dos años
separados viviendo un infierno, al
no poder estar uno al lado del otro,
y no ha existido para mí nada más
doloroso que ese tiempo en el que
vivimos alejados. Los dos sufrimos
una gran pérdida, la mayor de
nuestra vidas, así lo sentimos.
- Te equivocas, hay otra pérdida,
que dicen que está por encima del
amor de tu pareja. La desconozco,
pero parece una verdad universal.
Nunca juzgaré el dolor de las
personas en función de lo que han
perdido, ninguna pérdida se puede
medir o clasificar como que una
duele más que otra, pero te aseguro
que esto mata algo en ti, y eso será
para siempre.
Julen contrae el gesto, porque no
entiende a dónde quiere llegar Jorge.
Mira a sus amigos que no se enfrentan a
sus ojos, fijando los suyos en el suelo.
- ¿De…de qué hablas Jorge?-
Julen apenas puede hablar, los
engranajes de su cabeza se han
puesto en marcha, y no parecen
darle una respuesta que entre dentro
de sus esquemas.
- Dicen aquellos que lo viven,
que por encima del amor de tu vida,
está el amor de un hijo, porque es
carne de tu carne, sangre de tu
sangre, un lazo irrompible – La
respiración de Julen se corta-. No
como el de aquel ser, que tiene el
poder de clavarte un puñal en el
corazón, y puede quedarse en el
camino cuando sigues avanzando sin
él porque te ha fallado o porque ha
dejado de amarte. Un hijo es eterno,
viaja hasta el final de la vida a tu
lado. Siempre en tu corazón.
- ¿Un hijo? Pero Valeria y yo
no…- Julen siente que sus piernas
tiemblan, apenas soportan el peso
de su cuerpo…
- Valeria estaba esperando un
hijo tuyo Julen- sin más Jorge
escupe esas palabras con toda la
furia que lo llena, que acompaña al
dolor que siente al saber por lo que
está pasando su amiga.
Esas palabras golpean el pecho de
Julen, haciéndolo retroceder lentamente,
el aire no llega a sus pulmones, su
corazón ha dejado de latir…
- ¿Estaba…? – pregunta apenas
sin poder articular palabra. Mira a
Jorge, mostrando la palidez de su
bello rostro.
- Lo ha perdido, gracias a ti
Julen- Jorge no detiene su ataque.
- ¡Jorge, no seas injusto, esto no
es culpa de nadie! ¡Sólo de un
enfermo mental que ha jugado muy
bien sus cartas!- le reprocha Alan.
- ¿Qué estás diciendo? – la
incredulidad asola a Julen, no puede
ser verdad lo que está escuchando-.
Eso…eso no puedo ser…- las
piernas de Julen finalmente
flaquean, y antes de que Alan y Tony
lleguen hasta él, cae de rodillas
frente a Jorge, esperando la
estocada final.
- ¡Jorge, cállate, por favor!- Tony
no puede evitar llorar al ver a Julen
en ese estado. Sabe que esto lo
matará.
- ¡No…no…no…!- apenas se
escucha la voz de su amigo
derrotado en el suelo. Julen levanta
la mirada, con lágrimas cayendo por
su cara esculpida por los dioses.
Incluso así, duele mirar su belleza.
La perfección masculina hecha
carne-. Quiero que hable…déjalo
decir aquello que ha venido a
escupirme en la cara- es increíble
ver a este poderoso hombre rendido
de esta forma…
- Julen, deberías tranquilizarte un
poco, esto…- dice Alan.
- Por favor Jorge- verlo en ese
estado, debería ablandar el corazón
del español, pero no es así, porque
sólo piensa en ella, en Valeria,
aquella que no quiere vivir, que se
siente culpable por lo ocurrido, y
que apenas come, consumiéndose
cada día. Se está destruyendo.
- Vuestra discusión, todo lo que
ocurrió en estas cuatro paredes, le
ha provocado un aborto Julen. Ha
estado ingresada en un hospital,
ahora ya está en casa de sus padres,
desde hace dos días, porque no
quiso quedarse allí. Esos días, en
los que al parecer, te has encerrado
en ti mismo, regodeándote en tus
fantasmas, la mujer que te
necesitaba a su lado, perdía a
vuestro hijo, porque no fuiste capaz
de ver más allá de esas putas fotos.
La has destrozado Julen, has roto a
tu familia, aquella que habías
formado con Valeria.
- No…no es verdad- se coge la
cabeza con ambas manos
desesperado, no queriendo escuchar
lo que Jorge le está revelando-.
Valeria se toma la píldora, nunca se
las olvida, es un reloj, ella…no
puede estar embarazada…
- Podía. – lo corrige Jorge-. Iván
es quién me ha llamado y me lo ha
contado todo. Ella no puede hablar
de esto, ni siquiera se ha puesto al
teléfono, no tiene fuerzas para
contármelo- Jorge se emociona, su
voz tiembla-. Se encierra todo el
tiempo en el baño para llorar,
porque no quiere que su familia la
vea destrozada.
- Tony…- Julen habla con voz
suplicante-…dime que lo que tu
novio dice es mentira, que sólo está
enfadado conmigo, porque he sido
un auténtico gilipollas con la mujer
que amo. Dime que no es cierto que
Valeria ha perdido un bebé, nuestro
bebé…dímelo por favor…dime que
no es cierto, joder, dime que no he
podido destrozarnos de esta
manera…- Julen llora desesperado
cogiendo por lo hombros a sus
amigo, arrodillados uno frente al
otro.
Tony abraza a Julen, es como un niño
ahora mismo, roto por todas partes,
indefenso ante este duro golpe que le ha
dado la vida.
- Lo siento, amigo. Te juro que
daría lo que fuese por cambiarlo,
porque tú y Val no tuvieseis que
pasar por esto, parece que nunca
vais a dejar de sufrir, que el mundo
no os deja vivir vuestro amor en
paz.
- Entonces… ¿es cierto? – mira a
Alan por encima del hombro de
Tony, que asiente igual de
emocionado.
- Sí, lo siento Julen- responde
Alan.
Sin que nadie lo espere, se levanta del
suelo y empieza a pasearse como un
loco, dejando a todos con la boca
abierta.
- ¡No, no y no! ¡No acepto esto,
mi hijo todavía no tenía que llegar!
Sabíamos que queríamos bebés,
pero no ahora, no era el momento,
¡pero si vamos a casarnos antes,
joder! ¡Primero es la boda! Estáis
equivocados- los señala-. Los tres
estáis equivocados, ella….ella
siempre ha sido muy cuidadosa con
todo eso. Yo…- está muy nervioso -
…yo soy un desastre, sé que
también es mi responsabilidad que
se tome la pastilla, pero mi
cabeza… siempre piensa en lo
mismo, al igual que otra parte de mi
cuerpo, en poseerla, en hacerla mía
a cada segundo...- Julen sonríe triste
al recordar sus conversaciones con
respecto a este tema con Valeria. Su
corazón está a punto de explotar,
porque no tiene cabida en su mente,
lo que sus amigos le están
contando-. La deseo todo el tiempo,
y cuando la tengo cerca, el mundo
se mueve bajo mis pies, desaparece
y sólo existimos ella y yo.
- Hasta que desconfías de ella y
la echas de tu vida como si fuese la
peste, entonces ese mundo, ya no es
tan maravilloso- dice Jorge,
atacándolo de nuevo. No siente
ninguna lástima por Julen, sólo tiene
en mente a su mejor amiga y todo
aquello por lo que estará pasando, y
él no está a su lado para abrazarla y
protegerla. Eso es lo que envenena
cada palabra que sale por su boca.
- No resucites ese tema Jorge-
pide Alan-. Todos los aquí
presentes hubiésemos reaccionado
igual.
- No lo creo, no hasta el extremo
de hablarle de esa forma a la
persona que amas, sin darle una
oportunidad para explicarse-
responde Jorge.
- Eso habría que vivirlo cariño-
dice Tony-. Es tu dolor el que habla
esta noche - Tony se acerca a Julen
y le aprieta el hombro-. Pero sí ha
pasado, nadie está equivocado con
respecto a eso.
- Eso da igual. La cuestión es que
no quiero que vuelvas a acercarte a
ella. Valeria ya no existe para ti,
Julen.
- ¿Estás loco Jorge?- la rabia
llena cada poro de la piel de Julen-.
¿Acaso crees que voy a renunciar a
mi mujer? Me necesita, y yo a ella,
acabamos…- su voz se apaga-…¡de
perder a nuestro bebé, joder!
Quiero estar a su lado, abrazarla,
decirle que todo saldrá bien, que
tendremos muchos hijos, que esto
que ha pasado…
- Os ha separado para siempre.
Ella también lo piensa. Este
mensaje me lo ha dado su hermano
para que te lo diga. No la busques,
no la llames, no quiere saber nada
de ti, para ella eres el pasado, uno
del que desea olvidarse.
- ¡Mientes!- grita Julen-. Valeria
nunca diría esas palabras, al menos
no las sentiría de verdad. Puede
odiarme ahora mismo, pero me ama
incluso más, los dos sentimos un
amor infinito el uno por el otro
Jorge, eso no cambiará jamás.
- No puede dejar de amarte, eso
lo tengo claro, y su familia también,
pero puede mirar hacia delante
empezando de cero sin que tú
puedas herirla otra vez.
- No puedo prometer que no le
haga daño otra vez, en el amor no
hay garantías, pero sí tengo la
certeza de que somos almas eternas,
destinadas a vivir unidas por el
amor que nos unió desde aquella
primera mirada.
- Un amor imposible, Julen.
Acéptalo- Jorge quiere que asimile
estas palabras.
- ¿Imposible? ¿Valeria y Julen
imposibles?- Julen se acerca a
Jorge muy seguro de lo que va a
decir-. No hay nada imposible entre
Valeria y yo. Es mi destino, y pienso
salir a perseguirlo, porque ella es la
única dueña de mi corazón, tiene la
llave del candado que me ancla a su
alma, y que tiramos juntos al mar de
Ibiza, la primera noche que la hice
mía, porque supe entonces que era
suyo – Recorre con la mirada a
todos los presentes antes de decir-.
Me voy a España para casarme con
Valeria, y empezaremos nuestra
nueva vida en Manhattan, donde
llegarán más hijos que calmarán
este dolor que sentimos, y que…-
suelta el aire paseando esos
profundos ojos azules por cada una
de las personas que lo escuchan,
hasta encontrarse con unos pozos
oscuros que lo miran con
desprecio. Derrotado y apenas sin
fuerzas, porque todas las emociones
que sacuden su interior, afloran al
darse realmente cuenta, de lo que ha
pasado, de ver la realidad de frente.
Habla demostrando el torrente de
emociones que inundan su interior-.
He sido un cabrón con la mujer que
amo, me siento confuso, pero sobre
todo impotente y muy asustado. Sé
lo injusto que he sido con Valeria,
me cegaron los celos, y ¡joder
Jorge, deja de castigarme con tu
desprecio! ¡Yo también he perdido a
mi hijo, y a mi mujer, lo he perdido
todo!
- Así es, lo has perdido todo
Julen- sentencia Jorge.
- No aceptaré eso jamás. Voy a
casarme con ella, la recuperaré, me
arrastraré hasta el último infierno si
hace falta por tenerla otra vez en mi
vida. Ella es mi vida, mi destino –
Tony y Alan asienten conformes-.
Trevor, Dan, prepararlo todo,
salimos en una hora para España.
Voy a buscar a la razón de mi
existencia, voy a perseguir mi
destino, mi corazón.
- Será una guerra muy dura,
Julen- dice Alan.
- Una lucha encarnizada-
continúa Tony.
- No veo mejor manera de morir,
que por aquello que le da la vida a
tu corazón - dice Julen.
Voy a por ti amor, pronto estaré a tu
lado mi vida, para consolarte, quiero
calmar el dolor que he vertido sobre
nuestros corazones. Te buscaré, te
encontraré, y te demostraré que somos
uno, y que tú y yo, somos un para
siempre…
Ahí va un hombre enamorado rumbo a
España, en busca del amor perdido por
causas ajenas a las partes implicadas,
y que ha destrozado dos almas puras
cubriéndolas de odio, relegando el
amor a un segundo plano.
¿Quieres saber cómo continúa la
historia de Julen y Valeria? ¿Habrá
perdón para Julen después de romper
en mil pedazos el corazón de su
española?
Madre mía…¿tan duro es amar…?
El amor es pasión, deseo, confianza y
respeto, pero también está hecho para
los valientes, aquellos que arriesgan y
apuestan porque nadie dijo que amar
fuese fácil. Julen Anderson y Valeria
Fernández, ¿ganará su amor por
encima de todas las cosas? ¿O todo
habrá acabado para los protagonistas
de Saga Imposible?
¿Nos adentramos en “Tú y yo para
siempre” y conocemos la respuesta…?
Julen
Jodido avión, siento que no se mueve,
parece estar suspendido en el aire sin
parpadear un solo segundo. Quiero
aterrizar en Valencia, correr hasta llegar
a mi destino, uno que solo tiene un
nombre para mí: Valeria.
Después de la locura que se desató en
mi apartamento, cuando cayó sobre mí la
verdad más dura que jamás haya
conocido… Un bebé, Valeria y
yo hemos perdido un hijo, y todo por mi
culpa, yo provoqué que esa vida no haya
conocido la luz del sol, porque
desconfié de su madre, la castigué con
mis palabras hiriendo su alma,
destrozando su corazón. Su cuerpo no
pudo soportar el dolor causado y todo
ha desembocado en algo cruel, es un
castigo injusto…no merecíamos esto…
bastante teníamos ya con las fotos de
Nick…¡Cabrón!…Si no estuviese
muerto yo mismo lo mataría, lo juro.
Dan averiguó que las fotos eran suyas,
ese era el mensaje de su carta, todo
cuanto estuviese en su mano, para
destruir mi relación con Valeria, era lo
que él tomaría sin más para lograr su
objetivo, todo por ese único fin que era
lo que movía su locura, romper nuestra
pareja en mil pedazos. Y vaya si lo ha
conseguido, lo ha destruido todo, los
celos y la desconfianza han barrido el
poder de los sentimientos. Nick ha
llegado más allá, de donde jamás
hubiese imaginado, llevándose con él la
vida de nuestro hijo.
Mi niña, voy a por ti para abrazarte y
cuidarte…
No sé cómo voy a enfrentarme a ella,
cómo voy a poder conquistarla de nuevo
para que regrese a mi lado y me
perdone. No lo sé. Valeria sabe tanto
como yo, que por separado somos dos
seres incompletos, sin alma, que vagan
por el mundo perdidos sin rumbo fijo.
Pero tal vez esa sea mi condena,
perderla a ella también por ser tan
estúpido, por dejarme llevar por lo que
mis ojos me mostraron sin haber
hablado las cosas antes. Joder…fue
horrible ver esas imágenes de mi chica
con Angelo, creí morir cuando las tuve
entre mis manos, no fui capaz de pensar
en nada más, que no fuese que mi
prometida estaba engañándome con un
amigo. ¡Estúpido, estúpido, eres un
jodido estúpido Anderson, las has
cagado pero bien!
Kai está descansando sobre mis piernas,
no se ha separado de mí, echa mucho de
menos a su mamá, y yo también. Ha
dormido pegado a una camisa de
Valeria, su olor está en ella, y él lo sabe,
por eso no se separa de esa prenda de
ropa. Perro listo.
Cuando las cosas se calmaron un poco
en aquellas cuatro paredes de mi casa,
todo se volvió una locura otra vez unos
minutos más tarde. Todos terminaron en
mi casa, mi abuela incluso, me llamó
histérica para decirme que subiese
inmediatamente en un avión a buscarla,
en el cual me encuentro, y me dijo que
ya hablaríamos cuando regresara con mi
chica. Mi familia y nuestros amigos, sí,
incluso Jorge, están aquí compartiendo
el mismo aire conmigo. Todos viajan a
España. Quieren verla, abrazarla,
necesitan tanto como yo saber que ella
está “bien”…por decirlo de alguna
forma, saben que ese no es el punto.
Después de todo lo que ha pasado y
sigue pasando, todo es un caos a mi
alrededor.
- Todo saldrá bien- Yara me
aprieta una mano-, está loca por ti.
- Valeria me dijo una vez, que el
amar no es suficiente cuando la
confianza se ve rota, sin ese
vínculo, no hay relación posible. Y
tiene razón, sino cree en mí, en
nosotros, nada podré hacer. Y yo he
sido el primero que no confió en
ella, me he comportado como un
auténtico cabrón, Yara- sueno
desesperado, pero lo estoy, y tengo
miedo, mucho miedo a perderla
para siempre.
- Oye- susurra, todos aquí
duermen-. Mírame peque- lo hago
con las lágrimas cayendo por mi
cara. No han dejado de aparecer
desde que soy consciente de lo que
he hecho. Acaricia mi rostro-. No
será un camino fácil, tienes que
llegar a su corazón, que ahora está
herido, y estoy segura que no ha
dejado de latir por ti ni un solo
segundo. Ella te ama, pero también
te llora. Lo hace por ti y por vuestro
hijo perdido. Eso ha sido terrible
¡Dios Julen!- se coge la cabeza-
¡Estoy deseando abrazarla! Ha
tenido que ser tan duro lo que ha
pasado. Perder a ese bebé sin ti a su
lado…
- Basta hada, no necesito más
mierda sobre mí- contesto
cabreado.
- No intento hacerte sentir peor,
pero esa es la verdad. Las cosas son
como son, y no podemos obviar lo
que ha pasado y cómo ha ocurrido.
Ello determinará muchas cosas que
están por llegar, y tienes que estar
preparado para todas ellas.
- Estoy acojonado, muerto de
miedo, no sé cómo enfrentarme a
esto…
Alguien se sienta frente a mí. Estamos en
la zona de descanso del jet.
- Esto tiene que tener un final
feliz, os lo merecéis, todos
necesitamos eso- Alan.
- ¿Y tú, amigo? ¿No mereces el
tuyo?- le pregunto. Se recuesta
hacia atrás soltando el aire. Puedo
ver lo agotado que está. No saber
nada de Beth, no poder ir a buscarla
porque no tiene por donde empezar,
lo está torturando cada día. Y ahora,
voy yo y añado más sal a la herida.
¡Bien por ti, Julen!
- Esa mujer me está volviendo
loco, y no sé cómo, pero la
encontraré, mi vida depende de
ello. Pero vamos a solucionar
primero la tuya, los problemas del
corazón, de uno en uno- dice con
una triste sonrisa. Siempre intenta
animarme, por muy jodido que esté,
sigue preocupado por mí. Amigos,
divinos tesoros…
- Gracias Alan, te debo una- le
contesto.
- Yo diría que muchas, pero
bueno, ya veré cómo me las cobro.
- Estoy segura de que algo se te
ocurrirá, esa mente es muy sucia-
dice Yara.
- No lo sabes tú bien, preciosa-
es un provocador.
- Alan, ya te dije una vez, que
solamente en tus sueños- mi
hermana lo señala mientras se
levanta.
- Tú te lo pierdes, pero sé que
hubiese sido la leche- siempre ha
mantenido un ligero tonteo con
Yara. Nunca llegó a nada con ella, y
sé que es porque era mi hermana, no
sé por qué hubiesen tenido algo más
que palabras si ambos no detienen
este juego. Ella se lo seguía, pero al
final nada más de esa línea, que
decidieron no pasar. Conociéndolos
a los dos, estoy seguro de que nada
los hubiese frenado de sentirse
atraídos realmente, lo que ocurre,
que a todos nos gusta sentirnos
vivos, como se suele decir, nos da
vidilla.
Yara me da un beso en la mejilla,
antes de despedirse e irse a descansar.
Nathan duerme en una de las
habitaciones con mi sobrina, que está
como loca por volver a España y ver
a su gran amiga de Ibiza, Dana, la
sobrina de Marco. Haremos lo
posible para que puedan verse,
aunque no sé lo que ocurrirá desde el
momento que pisemos Valencia, allí
se decidirá todo. Lo único que tengo
en mente es correr al lado de Valeria,
seguir a mi corazón que pide volver a
la vida.
No me coge el teléfono, Jorge ha
llamado para decir que estamos de
viaje, y sé que eso también lo ha
hecho, para ponerla sobre aviso de
que estoy de camino. Voy a tener que
derribar muchos muros antes de llegar
hasta ella, y el peor de todos se llama
Iván. He podido escuchar los gritos a
través del móvil de Jorge, cuando han
hablado de mí. Pero eso no va a
detenerme, tiene que entender que
tengo que verla, hablar con ella, tiene
que saber que la amo por mucho que
me haya equivocado. Esto nos ha
hecho daño a los dos, somos víctimas
de un loco, yo nunca quise que todo
esto ocurriese, jamás me perdonaría
herirla de forma consciente.
Sólo espero que su corazón no se haya
olvidado de todo lo que hemos
vivido, de aquello que sentimos el uno
por el otro desde que nos conocimos
en Demonia, que recuerde esa mágica
noche en nuestra suit en el Juva…
Por favor baby, no me olvides, vuelve
a mí…
- ¡Hola chicos!- Tony. Su cara es
signo de lo que estaba haciendo, ha
conseguido dormir un par de horas,
algo imposible para Alan y para mí.
- ¿Has dejado a la fiera en la
cueva, bien dormidita?
- No te pases Alan- responde
levantando una ceja-, es su mejor
amiga, una hermana para él. Es
normal que quiera protegerla.
- Joder, ¿de quién, de Julen?
Sabe perfectamente que ambos están
jodidos, y el golpe que ha recibido
Julen lo ha rematado. Y por lo que
pude ver, ha disfrutado con la
estocada final que le ha dado,
cuando ha soltado la bomba- Alan
aprieta los dientes. Está muy
mosqueado con Jorge por cómo me
ha tratado. Pero ahora mismo, toda
reacción es lógica, todos somos
víctimas de lo que ha pasado.
- No voy a discutir contigo,
amigo, esto nos ha tocado a cada
uno de nosotros en lo más hondo,
nadie se ha librado. No es una
guerra en la que tengamos que
posicionarnos- dice Tony-. No me
mires así, Jorge es lógico que lo
haya hecho, Valeria es su chica.
- Es la chica de todos, nos ha
robado el corazón- Alan me mira, y
me guiña un ojo sacándome una
sonrisa.
- Estoy muy jodido, chicos, esta
vez va a ser la batalla de mi vida.
- Así es- mi padre-. ¿Reunión de
chicos y no se me ha avisado? ¡Soy
vuestro presidente, muy mal
señores!- aprieta mi hombro y besa
mi cabello, al igual que cuando era
un niño. Creo que desde entonces no
lo había vuelto hacer. Se sienta a mi
lado, y lleva una taza de café en la
mano.
- Papá…
- Hijo, todo tiene solución. No
puedo prometerte que será una que
te guste, ojalá estuviese en mi mano,
pero lo que ha pasado es bastante
grave.
- Pero la quiero, estoy loco por
esa mujer, no puede dudar de ello.
¡Actué así por algo que llegó a mis
manos, joder!- me desespero.
- Julen- mi padre me mira serio-.
Todos hubiésemos reaccionado
igual, pero la diferencia, es que en
tu caso, ha pasado algo que ha
herido haciendo sangrar de verdad
el amor que hay entre vosotros….-
niega con la cabeza-, y nunca mejor
dicho, vuestros corazones han sido
aplastados. Ni siquiera sé qué
decirte, todos estamos en estado de
shock. Creíamos que estabais en
Ibiza, sin saber de vosotros
porque…- se calla unos segundos-
… ¡pues porque sois jóvenes y
alocados y disfrutabais el momento
antes de regresar al mundo real!
¿Quién nos iba a decir, que hace
unas horas tu hermana nos llamaría
para revelarnos algo tan cruel?
Realmente nunca terminamos de
conocer a las personas, ese Nick
nos tenía a todos engañados. –
Niega con la cabeza-. ¡Vaya par de
dos, menudas piezas, él y nelly! ¡Ver
para creer!
- ¡El mundo está volviéndose
loco!- dice Tony.
- ¡Pues que se detenga que yo me
bajo!- responde Alan.
Los miro a los tres antes de contestar.
- Pues yo me aferro más a el que
nunca, que tiemble todo lo que
quiera, que me sacuda con fuerza
hasta tirarme al suelo, porque me
levantaré cada vez que tumbe, no
me rendiré, nunca, nunca… voy en
busca de mi destino, en busca de
todo lo que necesito: a mi española,
a mi Valeria.
Valeria

Creo que no es el momento de


enfrentarme a la verdad, no quiero…no
puedo, no tengo fuerzas de mirarlo a los
ojos y ver en ellos la pérdida, la
culpa…esa que llevo conmigo y que no
necesito que me recuerden. Cada noche
vivo con ella, forma parte de mí, me
acompaña en este camino empedrado
que parece que no termina jamás.
- ¡Joder, no me da la puta gana,
Valeria!- esto es una batalla desde
hace unas horas, desde el momento
que sabemos, que Julen está de
camino, viajando en su jet hacia
Valencia.
- ¡Iván, basta, no voy a cambiar
de opinión!
- ¡No, no y no, me niego! ¿Por
qué?- está fuera de sí.
- Porque es lo mejor.
- ¿Sabes que en cuanto lo tenga
delante, voy a matarlo?- apoyado
contra la ventana, se frota la cara y
se rinde, mirando el precioso día
que ha caído sobre nuestra hermosa
ciudad, a pesar de que siento que
para mí, hace mucho tiempo que no
sale el Sol.
Camino hasta él y lo rodeo por detrás,
abrazándolo con todas mis fuerzas,
recostando mi cara sobre su espalda.
Unimos nuestras manos.
- Te quiero, cielo.
- Y yo ángel, por eso no puedo
permitir que lo hagas- se gira para
coger mi cara entre sus manos.
- Mamá y papá están de acuerdo,
el abuelo ya sabes que…
- Lo sé, lo sé…pero ni siquiera
eso me basta. ¡No es justo, joder,
nada de esto debería estar
pasando!- se siente impotente
porque la situación se le escapa de
las manos.
- La vida no es justa Iván, pero
ha pasado, y debo afrontarlo, todos
debemos hacerlo, pero no así,
necesito que sea a mi manera. Yo…
yo…- las lágrimas caen por mi
cara, cada día aparecen, para
recordarme lo débil que me siento,
desde que perdí a mi hijo…desde
que perdí al hombre al que amo…
todo cuánto tenía se me escapó de
las manos…me quedé sin nada…así
me siento…vacía por dentro…
- ¡Ehh…shhh..!- se gira y me
abraza-. No lo digas, no te lo
permito, no más Valeria, no más…
- Lo siento así, me quema por
dentro todo el dolor que siento, me
falta la respiración cuando la pena
aprieta, ¡es insoportable!- rompo a
llorar, y él lo hace conmigo.
- Si pudiera, me cambiaría por ti,
si eso fuese posible, no lo dudaría
ni un segundo, para que no
soportaras ese dolor que entristece
tus ojos- me estrecha más fuerte
entre sus brazos-. Haría cualquier
cosa por ti, para que nada pudiese
herirte.
- Me quieres y me cuidas, y lo
haces muy bien. Te tengo Iván, eso
calma la pena que llevo dentro-
acaricia mi pelo besando mi cabeza.
- No lo suficiente, lloras cada día
sin que pueda hacer nada por ti- se
siente atado de pies y manos, inútil
al no poder ayudar a su hermana y
salvarla, como ha hecho toda su
vida.
- Lo haces todo, sin ti y sin
nuestra familia, estaría hundida en
la mierda. No hay otra forma de
clasificar esto. Y gracias a los míos,
poco a poco, voy saliendo del hoyo
y empiezo a ver la luz, y cada día
estoy más cerca de la superficie. He
tocado fondo, más bajo no puedo
caer, sólo queda un camino, y es
subir y subir para coger el aire que
me hace falta y que tanto necesito
para enfrentarme a la vida otra vez.
Sólo pido tiempo para aceptarlo,
asimilar y digerir todo lo que ha
pasado. Ahora siento, que miro al
mundo a través de los ojos de otra
persona, que esta no soy yo, que
esta no es mi vida…- nos miramos a
los ojos, ambos reflejamos la
angustia vivida-… ¡Dios mío, si en
unos días íbamos a casarnos Iván,
Julen y yo! Teníamos un futuro
juntos, miles de planes que se han
esfumado, se han quedado en sueños
frustrados…y ahora… ¡no tengo
nada! De repente, en un segundo, el
mismo en el que me enamoré de ese
hombre, se ha convertido sin más,
en el tiempo más doloroso de mi
existencia.
- Lo mato, está decidido- sisea
entre diente alejándose de mí.
- No quiero que te acerques a él,
no hagas una estupidez. Él también
ha perdido a su hijo, Iván. Eso es
así.
- ¿De verdad crees que puedo
sentir algo de lástima o empatía por
él, después de recoger a mi hermana
del suelo de un aeropuerto, envuelta
en sangre? – finge pensar
irónicamente-. ¿Te respondo
educadamente, o prefieres las
formas habituales que me nacen,
cuando ese cabrón sale en la
conversación?
- De acuerdo, no es que quiera
que seáis amigos, sólo que Julen…
- No lo nombres, por favor, mi
estómago se revuelve, y hoy, he
comido muy bien después de varios
días, de ver que mi hermana, no
comía. Por fin, nuestra chica, nos ha
dado una alegría- sonrío y él lo
hace también. Mi familia no tiene
precio.
- Sí, el abuelo ha hecho una gran
paella- le guiño un ojo y consigo
que una carcajada escape de sus
labios. ¡Qué guapo está cuando
sonríe!
Escuchamos unos pasos.
- ¿Quién osa nombrarme sin estar
yo presente?- entra por la puerta
uno de los hombres de mi vida, el
mejor.
- ¡Hola abuelo, ya te echábamos
de menos!- me acerco y me abraza
muy fuerte. Últimamente es así con
estos “chicarrones”, como si no
quisieran dejarme escapar. Estos
últimos días, me dejo caer en los
brazos de todos los que me
rodean…
El segundo día de hospital….Recibí la
mejor de las visitas…
- ¡No me entra en la cabeza, te
juro que por mucho que me lo
expliques no me entra!- mi pelirroja
echaba humo. Marco no podía
calmarla, nadie lo consiguió. Ella e
Iván son un frente unido, que no
permitirá que Julen vuelva a estar
cerca de mí-. Por encima de mi
cadáver, Val, ¿me oyes? ¡No
volverá a ver tu preciosa cara de
cerca en su puta vida!
- ¡Ahí queda eso! - dijo Iván- ¡Yo
contigo Lore! - se chocaron el puño
y ella le guiñó un ojo.
- Sinceramente, conociendo a
Julen y lo que todos sabemos que
siente por Val, creo que nos estamos
equivocando- Marco recibió
puñales que fueron lanzados
duramente, y que salían directos de
la mirada de su novia.
- ¡Cállate, no sigas defendiendo a
ese yanqui, déjalo ya, Marco!- dijo
Lorena.
- Tú tienes tu opinión, yo la mía-
respondió él tranquilamente.
- ¿Ves dónde está ella? ¿Y sabes
por qué? ¡Porque el cabrón de tu
amigo lo ha provocado, y no hay
más qué hablar!
- No pienso igual- Marco y
Lorena se retaban con la mirada.
- Chicos, calma- mi Lucy vino al
rescate-. Val ya tiene suficiente, no
necesita que nosotros nos peguemos
por ella y por Julen. Esto no va de
posicionarse, aquí sólo importa que
nuestra chica se recupere a su
debido tiempo, con nosotros a su
lado, apoyándola hasta el final.
- Por supuesto- dijo Marco
mirándome-. Preciosa, estoy
contigo, no dudes de mí.
- Lo sé, tranquilo, entiendo tú
postura por…
- Pues no entiendas nada, porque
ya le sacudiré yo lo que haga falta,
para que lo entienda de la única
manera posible- Lorena se cruzó de
brazos en actitud chulesca.
- Eso ha sonado muy porno- dijo
Lucía.
- Ya lo creo- secundó Iván.
Todos estallamos en carcajadas. En
medio de todo lo que está pasando, los
míos consiguen sacarme una sonrisa.
Son los mejores.
- Gracias- les dije limpiándome
las lágrimas que caían y caían
cuando los miraba a cada uno de
ellos, y pude ver, lo afortunada que
soy, al tenerlos en mi vida.
Hay una persona a la que necesito, que
nunca ha estado lejos cuando algo malo
ha ocurrido, pero que ahora es
inevitable que ya no pueda tenerlo a mi
lado en momentos delicados. Jorge, mi
Jorge, se volvió loco cuando Iván lo
llamó.
Por fin hemos hablado, he conseguido
articular dos palabras seguidas para
contarle cómo estoy, porque sé que está
desquiciado, al no poder estar aquí. Se
siente fatal porque no puede ayudarme,
pero si le añadimos a eso, que no podía
escuchar mi voz, eso lo estaba matando.
He hablado con Yara, con Kassi, ¡Dios!
¡Se han vuelto literalmente locas!
Hemos llorado, mucho…Kassi quería
viajar con todos los que están a punto de
llegar a España, pronto estarán aquí…
Pero no se lo he permitido a mi pequeña
y loca mujercita, prometiéndole que nos
veremos en breve… Ese breve, no tiene
fecha definida, y menos en este
momento.
Beth es otra historia. Bastante tiene con
su vida como para que yo eche más
mierda sobre ella, por lo que he
decidido no contarle nada, y les he
pedido a las chicas que tampoco la
informen. Tiene que restablecer su
mundo, y darse cuenta que es cerca de
Alan donde podrá ser feliz de verdad.
Pero todo a su debido tiempo, pasará
tarde o temprano, lo sé, esos dos
cabezones se merecen una oportunidad,
aquella que no tuvieron en el pasado,
por circunstancias que propiciaron su
distanciamiento durante años, hasta que
sus caminos han vuelto a unirse, y esta
vez, seguro que hay un para siempre al
final del camino. Ese es un auténtico
final de cuento…Para siempre…eso
decíamos nosotros…hasta el infinito y
más allá…Creí cada letra, cada palabra,
me tatué que soy suya eternamente…
¿Por qué me dejaste ir? ¿Cómo hemos
podido acabar así, y pasar por todo
esto? ¿Qué le hemos hecho a la vida
para merecer esto?
Solo tengo clara una cosa, y por mucho
que a mi hermano, y a mi familia les
parezca mal, no queda otra que tomar
decisiones, que a veces conllevan
cambios dolorosos, pero que a la larga,
tienen que ser lo mejor. Creo…
De vuelta al mundo real…
Nunca me movería de aquí, del calor de
mi familia, de mi hogar, ellos vuelven a
serlo. Julen se había convertido en todo
para mí, primero él y luego el mundo, mi
corazón y mi alma pertenecerán a ese
hombre eternamente, pero nuestros
caminos se han separado
definitivamente, ya no podemos estar
juntos, no hay perdón para esto,
demasiada mierda entre nosotros.
Tu corazón dice algo diferente…No lo
escucho, no quiero, duele…duele
demasiado…
¿Estás segura de eso, Valeria? ¿Tan
valiente te crees, si ese hombre se
plantase frente a ti? Permíteme que lo
dude…
¡Cállate, cállate, cállate, no te escucho!
¡Tarará, tararí… paso de ti!
Recordar cómo me habló, es muy
doloroso, echándome de su vida como si
fuese basura, no podía ni mirarme a la
cara, después de ver aquellas fotografías
manipuladas, eso no puedo olvidarlo sin
más, solo por tenerlo delante… ¿o sí?
Joder, a quién quiero engañar…Si es
pensar en él y mi corazón se acelera, lo
echa de menos, todo de él. Pero al
mismo tiempo, todo también duele… Ya
sé que fue Nick, quien estaba detrás de
todo, aunque ya tenía esa certeza. Sólo
podía ser él por todo lo que había
pasado…Joder, nunca pude imaginar
que estuviese enamorado de Julen.
Llegan a mi mente, las palabras que
intercambiamos en una de las barras del
Juva, y hablamos de una mujer, o eso
creía yo, porque él se estaba referiendo
a Julen. Ahora entiendo aquello de que
“yo no tenía la culpa de nada, pero que a
veces pagan justos por pecadores” A
eso se refería cuando quiso matarme.
¡Dios mío! ¡Estuve a punto de morir a
manos de Nick…de Nelly! ¡Otra loca
más en el camino!
Lo que está claro, es que el amor es muy
peligroso. Todo lo que tiene de bueno,
lo tiene de malo, ya que impulsa a las
personas a matar, o a llegar hasta donde
sea para conseguir lo que anhelan…¡Una
jodida locura! Tiene el poder de destruir
vidas al igual que de convertirlas en un
auténtico paraíso. Dos caras de una
misma moneda, al igual que la vida…
- Ángel, sabes que me opongo a
esto, siempre te he apoyado, pero
esta vez no- me separo de de él para
respirar y coger aire, esto no es
fácil para mí, pero lo necesito.
- Abuelo, no pretendo que lo
aceptéis, simplemente quiero
vuestro apoyo- niega con la cabeza,
como si le resultase imposible
creerse esto que está pasando.
- Y te apoyamos, pero te
queremos cerca, Valeria- dice Iván.
- No vamos a estar dándole
vueltas a lo mismo, no más por
favor, estoy muy saturada. Papá y
mamá están empeñados en
acompañarme, y de verdad, necesito
hacer esto sola- respondo mirando a
estos dos hombres maravillosos,
que darían su vida por mí.
- ¡Te juro que lo mataré, voy a
cargarme a ese cerdo!- grita Iván
enfadado. Sale por la puerta dando
un portazo.
Miro al cielo derrotada cerrando los
ojos. No quiero hacer daño a mi familia,
pero mi dolor me pide hacer esto, y más
ahora, que Julen está a punto de aterrizar
en Valencia.
- Cariño- mi abuelo coloca sus
manos sobre mis hombros-, lo que
hablamos…
- Olvídalo, no debí decirte eso…
- Pero lo hiciste, y tienes que
quitártelo de la cabeza, tienes que
sacarlo fuera.
- Abuelo, me pesa demasiado, y
me ahoga cada día, todo lo que ha
ocurrido me lleva a sentirlo, por
encima de todas las cosas. Por eso
debo irme, no puedo enfrentarme a
él, no podré mirarlo a los ojos.
- Es el hombre que amas, que te
ama, todo lo que ha pasado ha sido
una conspiración de esta vida, que a
veces nos pone pruebas, para que
salgamos más fortalecidos y
enfrentarla en los tiempos
venideros- cree esas palabras, pero
sé que en el fondo ahora no le
bastan. Intenta que no haga lo que
me pide mi dolor, porque sé, que él
está muy decepcionado con Julen.
- No tengo fuerzas…estoy
cansada…dolida…todo lo que
siento…- me callo unos segundos
para dejar que mis ojos expresen la
emoción que los llena,
desbordándolos una vez más -…y tú
mejor que nadie lo sabe- a él se lo
cuento todo, cómo me siento de
verdad, sólo he podido decírselo a
él. Iván y mis amigas se volverían
locos, y mis padres, me encerrarían
sin dejarme marchar.
- Ven aquí ángel…- me fundo con
su cuerpo, dejando que proteja, al
menos durante unos segundos, aquí
el mundo no puede tocarme.
Una nueva etapa está por llegar, una que
jamás pensé tener que enfrentar, y es
aquella en la que Julen no estará a mi
lado. Todo se acabó, nunca más
volveremos a estar juntos… ¿Nunca…?
No puedo, no quiero… Mientes y lo
sabes…
Pero es que es imposible… No puede
ser, que dos personas que se aman, se
hagan tanto daño. Tenía entendido que el
amor era algo bonito, dulce, sublime…
que te hace crecer cada día, al lado de
la persona que tu corazón ha elegido,
para compartir tu vida con él. Pero yo he
conocido una cara del amor que no me
gusta, nada de los increíbles momentos
vividos al lado de Julen, pueden
compensar todo lo malo que ha
pasado…
Nuestro hijo perdido… ¿Cómo superar
ese gran abismo que has abierto entre
nosotros, echándome de tu vida, como
una bolsa de basura?
No hay nada más qué decir…está
decidido, todo se ha terminado….para
siempre…tú y yo, Julen… Para siempre
separados el uno del otro…corazones
que lloran en silencio. Sé que me
amabas, pero ese lazo de amor, no fue
suficiente para mantenernos unidos…
Dios mío, no sabía que el dolor del
alma, podía llegar a sentirse así…a
doler tanto…
Julen

Nunca el tiempo se ha ralentizado tanto


a mí alrededor, esta mañana, todo se
mueve muy despacio, a cámara lenta.
Valencia parece estática, conspirando
contra mí para que no llegue hasta mi
chica. Tenía un deportivo esperándome
en el aeropuerto. Tony y Alan me
acompañan, el resto, incluido Jorge que
no ha querido subir con nosotros, porque
me tiene demasiado asco, palabras
textuales, viajarán en otro coche con
mayor número plazas.
- ¡Joder Julen, que esto no es un
circuito ni una carrera, echa el freno
colega!- dice Alan. La verdad no es
que el mundo se haya detenido, así
me lo parece a mí, porque no veo el
momento de tenerla otra vez entre
mis brazos para consolarla, para
pedirle perdón y decirle que la
quiero, que soy un cabrón, pero uno
que la ama más que a su vida, más
que a nada en esta y en la otra.
- ¡Tengo que llegar de una puta
vez, Alan, mi cordura depende de
ello!- contesto apretando la
mandíbula. Mis dientes chirrían de
la fuerza que hago.
- Tranquilízate, todo saldrá bien,
y ella está en casa de su abuelo, eso
dijo Yara- Tony actúa como un
bálsamo para mí en este momento,
intenta calmarme desde que subimos
al coche. El mejor sin duda es
Valeria, ella es la que le da sentido
a mi vida, y necesito tomármelo.
- Sí, mi hermanita, porque tu
novio no suelta prenda, y esa
sonrisa que ha puesto al final,
negando con la cabeza, esconde
algo, y estoy intrigado en saber qué
es…
Veinte minutos más tarde…
Un coche entra de muy malas maneras al
terreno de Matías. Rocco salta
alrededor, y ladra feliz a los visitantes
que se están apeando del coche, aunque
uno de ellos, prácticamente se tira del
vehículo, y corre hacia la casa, gritando
sin parar…
Julen ha llegado a su destino…
- ¡Valeria, Valeria… ¡- llego a la
puerta principal de entrada a la
casa, pero antes de entrar, porque
Matías siempre tiene abierto,
aparece su silueta enorme entre el
marco de la puerta.
Nos miramos unos segundos, su
semblante no es el del anciano adorable
y amistoso de antaño, ahora tengo frente
a mí, a un abuelo con muy malas pulgas.
- Deja de gritar, Julen- ya he
dejado de ser hijo.
- Valeria, quiero verla, nece…
- No está aquí- responde
cruzándose de brazos y
mirándome… No soy bienvenido
aquí, sus ojos me lo dicen todo.
- ¿Se ha ido a casa de sus
padres?- pregunto intrigado. Hasta
donde yo sé, había venido a pasar
unos días con su abuelo.
- No pienso responderte a nada
más, te agradecería que te
marcharas- mis amigos se sitúan
detrás de mí. Él los mira-. Buenos
días caballeros, siento que hayan
hecho el viaje para nada.
- ¿Para nada Matías? ¡He venido
a hablar con tu nieta, a pedirle
perdón, sabes lo que hemos pasado
y…!
- Lo que tú has pasado, no, lo que
mi ángel ha pasado, maticemos las
cosas- su voz se eleva por
momentos dejándome boquiabierto-.
¿Acaso fuiste tú el que se desmayó
en el aeropuerto bañado por tu
propia sangre? – eso golpea mi
estómago, mi corazón. Miro a Tony
y agacha la cabeza, él sabía esto,
Jorge también y se lo contó, pero
me lo ocultaron-. Dime Julen- se
acerca para hablarme a pocos
centímetros de mi cara-. ¿Acaso
fuiste tú el que estuvo inconsciente
en ese hospital, y cuando despertó
le dijeron que acababa de perder a
su bebé? ¿Uno que ni siquiera
sabías que llevabas dentro? ¿Lo
sabes eso? ¿Lo has vivido así?-
escupe cada palabra con odio. Es su
nieta, y lo entiendo, pero yo nunca
quise esto, también era mi hijo, mi
mujer…
- Yo…- mi voz suena ronca, sale
ahogada, apenas puedo articular
palabra-…yo la quiero Matías, y
ese bebé era nuestro hijo. De los
dos, ambos hemos perdido a nuestro
pequeño.
- No te tengo ninguna lástima,
todo cuanto has hecho por ella hasta
ahora, es provocarle dolor y más
dolor…Pensaba que esta vez era
vuestro momento Julen, que estabais
destinados a unir vuestros
corazones. Me equivoqué. Ver el
sufrimiento en la mirada de esos
ojos verdes, de mi niña, esos que
me robaron el alma- conmigo
hicieron lo mismo en Ibiza…-
cuando los encontré por primera vez
cuando la sostuve en brazos…-
coge aire-, me impulsa a que no
quiera que permanezcas ni un solo
segundo más en mi casa. ¡Iros de
aquí por favor, antes de que llegue
mi nieto!
Tarde para eso. Las cosas van a
mejorar para Julen en unos minutos…
Un coche acaba de aparcar, y ese debe
de ser el hermano de Valeria. Pasan unos
segundos y todos miramos hacia la
misma dirección esperando que
aparezca, y cuando lo hace, camina muy
decidido, y veo claramente cuál es su
objetivo.
- ¡Hijo de puta, sal de aquí ahora
mismo!- antes de que pueda llegar
hasta mí, Alan y Tony lo detienen-.
¡Soltadme! ¿Necesitas niñeras que
te cuiden, yanqui?- escupe fuego por
su mirada.
- ¡Iván, por favor ¡- su abuelo se
interpone entre nosotros-. ¡No
quiero peleas en mi casa, ni en
ningún otro lugar, no empeoremos
las cosas!
- ¡Si tengo la más mínima
oportunidad, lo mataré abuelo, te lo
aseguro, pagará por cada lágrima de
mi hermana, por cada puto segundo
de su dolor, aunque me vaya la vida
en ello, pero te aseguro que lo
pagarás! Mi hermana se ha ido de
Valencia…- eso no me lo esperaba.
- Iván, cállate- le reprocha su
abuelo por hablar más de la cuenta.
No puedo más, esto ya es demasiado
para mí, parezco el verdugo, joder…
- ¡Basta!- grito-. ¡Soltadlo, si
quiere partirme la cara, que lo
haga!- me planto frente a Iván. Miro
a mis amigos, asienten y lo sueltan.
El hermano de Valeria no lo duda,
lanza su puño contra mi cara y en
segundos saboreo mi propia sangre.
Tiene una buena derecha, me ha
partido el labio, pero no me he
movido. Llevo demasiados puños
encima.
- ¡Iván!- su abuelo interfiere
nuevamente interponiéndose entre
los dos-. ¡No pienso permitir este
tipo de actuaciones en mi casa, por
muy nieto mío que seas, no te hemos
educado para esto!- le reprocha a su
nieto levantando la voz.
- Abuelo, no lo quiero aquí,
quiero que se vaya por todo lo que
le ha hecho a mi hermana, quiero…-
responde Iván algo más calmado.
Pero ahora soy yo, que exploto, no
puedo más.
- ¿Crees que lo que ha pasado me
ha hace feliz, Iván? ¿Cómo puedes
pensar que yo querría hacer daño a
Valeria, hasta el punto de provocar
que perdiese a nuestro hijo?
¡Nuestro, joder! ¡Nuestro!- grito
llorando, me ahogo…- ¡Yo también
lo he perdido… ¡- Tony corre para
abrazarme, y me derrumbo en sus
brazos. Dios mío, duele tanto aquí
dentro, bajo mi pecho…Cariño,
¿dónde estás? ¡Te necesito Valeria,
te necesito tanto…!
- ¡Larguémonos de aquí!- dice
Alan-. Ella no está, y es a la única
que debes rendir cuentas, no a toda
su familia- nadie contesta a eso.
Me llevan hasta el coche y no protesto,
no digo nada más, simplemente lloro
como un niño. Alan saca el coche a toda
velocidad de la propiedad de Matías.
No nos despedimos, y lo peor de todo,
es que no he visto a mi chica, ni siquiera
sé dónde está, y ellos no me lo van a
decir.
- Llama a Marco, Lorena tiene
que saber donde está Valeria, ella
es mi única oportunidad- le digo a
Tony.
- Sabes que ese demonio
pelirrojo, te cortaría las pelotas si
pudiese ahora mismo, no lo dudaría
ni un segundo, Julen. Nunca fuiste
santo de su devoción, date por
muerto si te coge entre sus manos-
responde apretando mi hombro.
- No me cogerá, no en este
momento, pero su novio es uno de
mis mejores amigos, y él me
ayudará. Llámalo Tony, Marco es mi
última esperanza para encontrarla,
toda su familia está en mi contra. Si
Matías ha llegado a odiarme, ya
nada puedo hacer aquí.
- ¿Y si está en Ibiza?- pregunta
Alan-. No habrá ido a otro lugar,
puede estar con Lorena y Marco,
sabía que viajabas a España, por
eso ha huido de Valencia.
- Estoy cansado, esto me parece
una pesadilla. Se supone que
íbamos a casarnos, que todo estaba
decidido, ya nada podía
separarnos…nada… Y míranos,
cada uno por su lado después de
perder un bebé, cuando deberíamos
estar más unidos que nunca,
apoyándonos, pasando juntos este
golpe que nos ha dado la vida. Yo
debería estar cuidándola,
arropándola bajo mi pecho…-
suelto el aire recostando la cabeza
en el asiento del coche-…y miro a
mi alrededor, y no tengo nada, sólo
un vacío enorme aquí dentro- me
cojo el corazón.
- Nos tienes a nosotros- Tony
aprieta otra vez mi hombro para
darme valor.
- Como siempre ha sido y será-
dice Alan.
- Lo sé, nunca falláis.
- Los amigos de verdad nunca lo
hacen, se pueden equivocar, pero
nunca se rinden, luchan hasta el
final, por enmendar los errores
cometidos. Somos humanos y nos
equivocamos. Y nosotros estaremos
a tu lado una vez más, y las que se
presenten, no lo olvides- dice Tony.
- Eres peor que un grano en el
culo, pero ya nos hemos
acostumbrado a rascarnos, creo que
lo echaríamos demasiado en falta, si
desapareciese- Alan es un capullo.
- Os quiero cabrones- les digo.
- ¡Directo al hospital- dice Tony-
, ahora sí que estoy preocupado!-
bromea tocándome la frente.
- No lo volverás a escuchar hasta
dentro de treinta años- me río,
sienta bien…
- No nos hace falta, lo sabemos,
y nosotros a ti- Alan tuerce el gesto
después de decir esto-. ¡Madre mía,
necesito que esa mujer regrese ya a
mi vida, estoy falto de amor!- habla
de Beth.
Los tres nos echamos a reír en medio de
toda esta locura, que rodea mi vida, una
que me parece una auténtica pesadilla,
de la que creo que voy a despertar en
cualquier momento. Así será al
encontrarla.
Voy a encontrarte Valeria, te juro que lo
haré, respiraremos el mismo aire otra
vez, y te prometo por mi vida, por la
tuya y por la de nuestro hijo perdido,
que jamás volveremos a separarnos.
Valeria

El aire golpea mi cara, es realmente


purificador sentirlo en mi piel, al mismo
tiempo que me pierdo en la inmensidad
del océano que tengo frente a mí. Me
gusta la playa, adoro mirar el mar, hace
que mi mente se libere por breves
periodos de tiempo, del dolor que cubre
mi corazón.
Hace una hora mi hermano me ha
llamado, y me ha contado el altercado
que ha vivido con Julen en la casa de mi
abuelo. Un pinchazo no deja de
sacudirme desde entonces, porque
escuchar su nombre, pensar en que lo
han herido, me duele a mí también. No
quiero que sufra más, sé que está
pasándolo tan mal como yo…Sí lo sé, he
hablado con Tony, ¿increíble? Lo sé, lo
sé…pero algo me impulsó a aceptar la
llamada, porque sé que es una de las
personas que más cerca estará de Julen
en este momento, incluso más que su
propia familia, siempre ha sido así, y
yo…yo anhelo saber de él…lo
necesitaba…
¿Boba? Puede, pero… ¿qué harían los
demás en mi lugar?
Esta mañana antes de bajar a la
playa…
- Valeria, por favor, termina con
esto, sabes que todo ha sido un
error, que Julen…
- Desconfió de mí, Tony, ¿cómo
pudo pensar que yo le engañaría con
otro hombre?- grité muy enfadada
sin poder evitarlo-. Dos putos años
sin él, y nadie pudo acercarse a mí,
tan sólo Víctor y no significó nada,
¡porque no hubo nada! ¡Tu querido
amigo sí que pudo follarse a otras
tan ricamente!
- Sabes por qué lo hizo, creyó
que te había perdido, viajó para
buscarte, sé eso ahora.
- Ya da igual, la cuestión es que
siempre soy yo la perjudicada en
las decisiones de tu amigo. Nunca
habla conmigo, creo que ese es
nuestro mayor problema, y que lo
arrastraríamos toda la vida. Somos
muy impulsivos, tan posesivos el
uno con el otro, que nos dejamos
llevar por la pasión que sentimos,
sin medir las consecuencias. Y
puede que hasta ahora, esos baches
se hayan podido saltar, pero te
aseguro que esto es un agujero
negro tan grande, que nos sitúa a
cada uno en extremos opuestos de
este universo. No hay cercanía
posible, se acabó Tony.
- Lo amas, no podrás vivir sin él,
te escucho Valeria, tu voz tiembla-
cierto. Sentía cómo me dolía cada
latido de mi corazón, al saber que él
estaba cerca de Tony.
- Me engañaría a mí misma si te
dijese que no es así, sé que siempre
será de esa forma. Julen es parte de
mí, de lo que soy, lo llevo en mi
corazón allá donde vaya. Viviré con
ello toda la vida, pero sé que debo
seguir mi camino, uno del que él ya
no forma parte, porque el amor no
es suficiente entre nosotros.
- No digas eso, dime dónde estás,
habla con él, escúchalo, está
destrozado, os estáis matando.
- No Tony, yo ya estoy muerta- y
terminé la conversación.
Han llamado a Ibiza, Lorena me ha
enviado un whatsapp para decírmelo.
Nadie sabe donde estoy, cuánto menos
gente lo supiese mejor. Sólo una
persona, Jorge, y es porque…
Unos dedos cubren mis ojos, huelen a él,
y responden inmediatamente bañando mi
cara al sentir esas manos… Las aparto y
sin dudarlo me lanzo a los brazos que
tanto necesito, cayendo los dos sobre la
arena de la playa.
- ¡Nena, mi nena, estoy aquí…!-
casi no me deja respirar pero no me
importa. No quiero que me suelte
nunca.
- Jorge…
- Shhhh…llora cariño, sácalo
todo- está tan emocionado como yo,
y permanecemos así durante mucho
tiempo.
Unos minutos más tarde, donde nos
hemos deshidratado, termino sentada
entre sus piernas, mirando al mar.
- No se lo has dicho, y se va a
enfadar contigo- rompo el silencio
que hemos interpuesto para
serenarnos.
- Lo entenderá, le he dejado una
nota, algo muy práctico y que se
está perdiendo- tendrá problemas
seguro.
- Me ha llamado, todavía no
sabía nada de tu plan- lo miro. Está
guapísimo, es todo un hombre.
Refugio mi cara en su cuello,
oliendo ese aroma suyo tan familiar.
Mis hombres huelen muy bien…
- Me he ido mientras iban a casa
de Matías. Me ha llamado para
contarme lo ocurrido, y me ha dicho
que iba a intentar localizarte. Por
cierto, es una pena que no hayas
podido ver como Iván le ha dejado
el morro a Julen. Yo quería haber
visto eso. Me quedé con las ganas
de hacerlo yo.
- No querría ver eso, tonto.
- Pues a mí no me ha dado pena,
no consigo compadecerme de él.
- Jorge- cojo su rostro entre mis
manos para que me mire-, él
también ha perdido a su hijo.
- ¡Pero esto ha sido culpa suya,
todo lo ha provocado él con su
desconfianza! ¡Joder Val!- se siente
frustrado-. Imaginar por todo lo que
has pasado, todo lo que ha visto tu
familia, especialmente Iván en ese
aeropuerto…. ¡Me pone enfermo y
hace que odie más a ese gilipollas!-
aprieta la mandíbula.
Besa mi frente y me abraza, no digo
nada, porque no servirá para que se
compadezca de Julen, creo que más
bien, todo lo contrario.
- No quiero que lo hagas- sabía
que no tardaría mucho en decirlo.
- Está decidido nene, y es una
gran oportunidad, y eso lo sabes tan
bien como yo.
- ¿Has hablado con él?
- Sí, lo he llamado, y está todo
claro.
- Supongo que se habrá puesto a
dar saltos de alegría, ese cabrón
acaba de recibir el premio gordo y
no es Navidad.
- No seas tonto, Jorge, tampoco
pienses nada raro.
- Venga nena, ese tío y cualquier
otro, desearía poder llevarte del
brazo, presumir de una mujer como
tú ante el mundo.
- Pues no pasará, te lo aseguro,
no quiero saber nada de hombres en
un millón de años- voy a centrarme
en mi trabajo.
- Yara…
- Se pondrá como loca, lo sé,
pero no pienso volver a Nueva
York, no a trabajar. Cuando esté
preparada iré a veros, quiero ver a
Kassi, Aden, a mi ahijada, ¡cómo
me gustaría darle un achuchón a esa
pequeñaja…!
- Pues no tardes, sabes que Kassi
es capaz de dar la alarma mundial
sino apareces pronto delante de sus
ojos, no deja de llamarme. Está muy
preocupada, he intentado calmarla
pero ya la conoces. Y más ahora
que la prensa anda metida en esto.
- ¡Siempre se enteran de todo, no
sé cómo lo hacen!- algo he leído,
pero no quiero saber mucho más-.
Mañana llamaré a todo el mundo y
se lo contaré todo. Ya estoy
preparada para ello, hasta ahora no
tenía fuerzas, pero quiero salir de
este agujero de mierda en el que he
caído, y la mejor manera es
empezando de nuevo, lejos de lo
que duele, lejos de…
- Julen.
- Sí, no podré avanzar si está
cerca, Jorge.
- Pero no es justo que los demás
tengamos que perderte- habla tan
bajo que casi no lo escucho.
- Y no me vais a perder, eso no
pasará jamás, no lo permitiré.
- Eso dalo por hecho- nuestros
ojos llenos de lágrimas se cruzan-.
Te quiero.
- Y yo a ti…
- ¿Quién te cuidará?- susurra.
- Tú y todos los seguiréis
haciendo, los amigos de verdad, son
aquellos que con el paso del
tiempo, a pesar de no poder vernos
todos los días, consiguen que nada
cambie. Y así somos tú, las chicas y
yo. No os dejaré salir de mi vida
por muchos kilómetros que nos
separen.
- Siempre juntos.
- Siempre…
Julen

Las cosas parecen empeorar por


momentos. Jorge se ha largado a ver a
Valeria, y no le ha dicho nada a Tony,
simplemente ha dejado una nota y ha
corrido al lado de su amiga sin decirnos
dónde se encuentra. Sin poder evitarlo,
he tenido que salir del hotel en el que
nos hospedamos, y bajar a un gimnasio
que hay cerca para golpear un saco. Eso,
o todo lo que llevo dentro lo dejo caer
sobre el primer gilipollas que me toque
las narices. Y prefiero la primera
opción. Prometí no regresar a las peleas,
pero la necesidad de golpear cobra
fuerza por momentos, la rabia está
llenando cada gota de mi sangre, cada
vez que Valeria ignora mis llamadas y
mis mensajes. Ni siquiera responde a
ellos, nada…todo por su parte es
silencio… ¡Me estoy volviendo
literalmente loco!
Antes de entrar al gimnasio suena mi
teléfono. Miro la pantalla y mis ojos se
abren como platos. Contesto
rápidamente.
- Dime- no pensé que pudiese
llamarme después de nuestro último
encuentro.
- ¿Podemos vernos? Sé que las
cosas no fueron nada bien la última
vez, tampoco estuve muy acertado,
pero tienes que entender que es mi
nieta, y tú has tocado lo que es mío,
hiriéndome donde más duele. Has
hecho daño a mi ángel, por tanto,
me lo has hecho a mí.
- Matías, si pudiese borrar cada
segundo del dolor de Valeria,
aunque fuese con mi vida, lo haría.
- Lo sé, por eso quiero hablar
contigo- una pequeña luz, al fin…
- Hora y lugar, y allí estaré.
- Ven a mi casa en una hora, yo
voy de camino. Nos vemos allí.
- De acuerdo, hasta luego.
Me froto la cara, y doy media vuelta
hacia el hotel. Cambio de planes, unos
que espero que me ayuden a encontrarla.
En la entrada del edificio veo a Alan
gesticulando, habla por teléfono y
parece muy desesperado. Beth…seguro
que habla con ella. Me acerco.
- Por favor, déjame ir a verte,
dime dónde estás nena, ¿qué
cojones os pasa a las mujeres? ¿Os
ha dado a todas por esconderos
para volvernos locos?- se calla
unos segundos.
- No se lo merece, no sabes
nada- veo que su chica está al tanto
de lo sucedido. Alguna de las
amigas de Valeria o ella misma la
habrán puesto al día-. Esto no es
culpa de nadie, son malentendidos
que arruinan la vida de personas
que deberían estar unidas, no en
continentes diferentes, como lo
estamos tú y yo.
Beth se resiste a decirle a Alan el lugar
en el que se encuentra. Está dolida, y es
comprensible, somos un par de idiotas
que hemos metido la pata hasta el fondo.
Pero ella no está siendo justa, fue la que
provocó la ruptura, para que su novio la
dejase. Lo que ocurre es lo que todos
sabemos…
- ¡La arpía de tu hermana, es la
que te está alejando otra vez de mí!
- ¡bingo!-. No se lo permitas,
cariño, otra vez no, aléjala de
nuestra vida, de la tuya, es egoísta y
sólo piensa en ella, tú no le
importas- gruñe enfadado-. ¡Por
supuesto que a mí sí, joder! Te
quiero, nunca dejé de hacerlo, y tú a
mí tampoco. Eres mía Beth, y yo soy
tuyo, nunca fuimos de nadie más-
suena cansado-. Como quieras, ya
estoy harto, pero recuerda una cosa,
a veces, las malas decisiones se
pagan, y luego nada se puede hacer
por remediarlas. ¡No lo olvides!
Se gira y me mira. No dice nada y pasa
de largo. Necesita un tiempo a solas,
entiendo eso. Se nos acumulan los líos
de faldas.
Entro en el hotel para subir a
cambiarme, voy a tener una reunión con
Matías, y estoy muy intrigado en lo que
quiere decirme. Espero que sea algo a lo
que aferrarme, para llegar hasta Valeria.
Matías

La vida no es fácil, nadie dijo que nacer


en este mundo fuese un camino de rosas,
todo lo contrario, las espinas forman
parte del sendero que nos toca vivir, lo
que ocurre, es que unos nos pinchamos
con ellas más que otros. ¿Afortunados
los que no llegan nunca a sangrar? No
sabría que responder a eso, ya que una
vez leí algo muy hermoso, triste pero
realmente cierto. Y es que aquellas
personas que conocen el dolor, la
pérdida, la verdadera cara del
sufrimiento, son aquellos seres con el
alma más pura, más bella, con el
corazón más inmenso, porque desde ese
momento su esencia cambia a un estado
superior, dándoles el don de amar a un
nivel extremo, que sólo ellos pueden
alcanzar por lo que han vivido. Triste sí,
pero hermoso al mismo tiempo.
Julen y Valeria, son dos corazones que
sangran, pero que aman con todo lo que
llevan dentro, han sufrido desde que
unieron su almas. Así lo he vivido a
través de las lágrimas de mi nieta, de
ver cómo su luz, aquella que
desprendían sus ojos desde que era una
niña, y que tomó un matiz único cuando
lo conoció, se iba apagando, cuando
aquel avión arrancó de su vida al
hombre que amaba. Sé que se quieren,
que son destinos encontrados, pero que
no deben estar juntos, no todavía, no es
su momento, pero llegará. Siempre he
confiado en el poder del corazón,
porque el amor es el único capaz de
mover montañas, mundos, es algo tan
poderoso, que también es el único capaz
de destruirnos, cuando nos lo roban…Lo
sé, sé muy bien de lo que hablo.
La abuela de Valeria, Cintia, fue mi
compañera de vida y de viaje, por lo
que fue un auténtico paseo por el
paraíso. Desde que nos enamoramos,
todo cambió, mi vida ya no era nada más
que ella, vivía para hacerla feliz,
compartir mi tiempo con mi mujer, era
un regalo que Dios me había hecho,
aunque yo siempre he dicho que me lo
hizo su corazón. Nacemos, vivimos y
claro que tenemos que terminar este
viaje, pero todos deberían hacerlo
después de vivir una vida plena. Cintia
la tuvo, de eso estoy seguro, pero nunca
tienes suficiente de la persona a la que
amas, una vida a su lado no fue
suficiente. Quieres una eternidad a su
lado, y confío en ese cielo que nos la
dará.
Levantarte por primera vez sin ella,
hacer todas las cosas sin que la persona
a la que amas nunca más vaya estar a tu
lado, es realmente…Duele, duele
mucho. ¿El alma duele? Sí…y llora
también. Sé lo que siente Julen, sé lo
que sufre mi ángel, porque aunque no
sea la misma pérdida, ahora mismo
viven el uno sin el otro, y todos aquellos
que han perdido a la persona que a la
que han entregado todo de ellos, saben
que no hay palabras para explicar esa
locura, esa agonía. Todo sufrimiento
jamás vivido, no podrás entenderlo por
mucho que te lo expliquen, sólo aquellos
que sean tocados, por esta parte cruel de
la vida, saben cuánto duele. Ellos
conocen la verdadera cara de la esa que
decide por nosotros muchas veces,
aquella cara que no nos cuentan, para la
que nunca nos preparan.
Entonces, comprendes varias cosas…
que aunque hay cosas que no quieres que
sucedan, ocurren igualmente, y debes
aprender a vivir con ello, y que por muy
duro que sea el vivir sin personas que
amamos, llega el momento de dejarlas
ir…
Escucho un coche, es Julen. He dejado
la verja abierta para que pueda entrar
sin llamar. Esto es por tu nieta, recuerda
eso antes de echarte para atrás Matías.
Veo a Julen. Ya es demasiado tarde para
echarse atrás, que sea lo que tenga que
ser…
Respira Julen, tiene que ser bueno,
Matías, por muy dolido que esté, sabes
que te aprecia. Pero está herido, es su
ángel al que hecho daño, la niña de sus
ojos…
- Hola- está sentado en una silla
en el porche y se levanta al
plantarme frente a él.
- Hola hijo- suelto el aire. Se
acerca y sin esperármelo nos
estamos abrazando.
Estamos así unos segundos, sin decir
nada, pero sienta tan bien…Mi familia
ha regresado a casa, aquí ya no hacían
nada, se lo he pedido porque puede que
Valeria viaje a Nueva York otra vez,
sabiendo que estoy aquí, porque no
quiere saber nada de mí. Mi sobrina se
ha enfadado mucho, pero se le pasará, y
la compensaré por esto. Quería viajar a
Ibiza para ver a la hija de Lucas, Dana.
Sé que le dije que así sería, pero
necesito a su madre en Manhattan.
Nos separamos y ambos tenemos
lágrimas en los ojos. Los hombres
también lloran, y últimamente, mucho.
- Siento haber sido tan duro
contigo Julen, no he podido actuar
de otra manera al verte- dice
cogiéndome por los hombros.
- Lo entiendo, sé que me porté
como un cabrón con Valeria, pero te
juro que no pude evitarlo, las
fotos…
- Todos conocemos la historia,
sin embargo verla en ese hospital,
saber por todo lo que ha pasado mi
ángel…- niega con la cabeza-…es
muy jodido chaval – levanta la
mirada que tenía fija en el suelo-.
Vamos a pasear- silba y Rocco
aparece corriendo como un loco. Es
un animal realmente robusto,
hermoso. Kai ha regresado a casa,
mi sobrina ha sabido hacer un buen
trato con su tío. Ella regresaba, pero
el perro de sus tíos se iba con ella.
Chica lista.
- Hola pequeño, cada vez estás
más grande, ¡vives bien aquí!- le
rasco cómo le gusta, Valeria me lo
explicó cuando me lo presentó.
- Si no fuese así, hay una rubia de
ojos verdes que me causaría
problemas.
- No lo dudo.
- Vamos Julen, tenemos mucho de
qué hablar.
Caminamos unos minutos sin decir nada,
creo que debe ser Matías quien hable.
Llegamos al sendero que te lleva a
seguir el río, y todo me parece tan
familiar aquí. La veo a ella jugando con
Rocco, tan hermosa, tan llena de vida.
Mirándome con esa sonrisa que me
enamora cada día, y que necesito volver
a ver para respirar de nuevo. Me estoy
volviendo loco, mi cuerpo necesita el
oxígeno que Valeria me da, para seguir
en este mundo, sin ella no puedo vivir,
no merece la pena seguir aquí.
- Julen- suelta el aire-, lo que
voy a decirte sólo lo sé yo. Sabes
que para Valeria soy la persona en
la que más confía, desde niña fue de
esa forma, y yo me siento
tremendamente afortunado por ello.
No considero que esté rompiendo
nada entre mi nieta y yo por contarte
esto, lo hago porque quiero que la
entiendas, y ella, nunca te
reconocerá esto, ha interpuesto un
muro entre tú y ella, uno que te va a
costar mucho derribar.
- Te prometo que lo derribaré,
con todo lo que haga falta, no me
detendré, esa es la razón de mi vida,
recuperarla para compensar todo el
daño que le he hecho, y para hacerla
feliz, debo encontrarla, y sacar de
su corazón todo que hemos pasado.
- Julen…
- Lo sé, lo sé…-lo miro-…no
podremos olvidarlo, pero sí vivir
con ello. Tampoco quiero hacerlo,
eso nos hará más fuertes y nos unirá
más. Lucharé para que así sea, no
viviré una vida sin ella.
- Confío en vosotros, por eso
estamos aquí.
- ¿Dónde está? Por favor Matías,
no lo soporto más. He intentado no
ser descortés, pero por favor,
necesito ir a buscarla, coger un
avión, un coche, lo que sea, pero
tenerla entre mis brazos –suplico
desesperado.
- Me gustaría poder contestar a
eso, pero nadie lo sabe. Pensaba
decírnoslo pero creo que me conoce
demasiado bien, lo supe, lo leí en
sus ojos, y sabía que hablaría
contigo, que de alguna forma tú y yo
estaríamos reunidos aquí. Sus
padres se enfadaron mucho, todos
los hemos hecho, pero no dio su
brazo a torcer. Nos ha llamado, que
ha llegado a su destino, pero no nos
dice cuál es.
Esto no me lo esperaba.
- ¡Joder, no puede hacerme esto,
me volveré loco! Pero te juro que
levantaré cada piedra de este mundo
para encontrarla, y lo haré. Este
universo es demasiado pequeño
para que ella pueda esconderse de
mí, de mi amor por ella, la
encontraré, donde sea que vaya, iré
tras ella y la haré mía otra vez. Para
siempre Matías.
- Lo sé, sé que lo harás, por eso
tenemos que hablar antes de que tu
búsqueda empiece y la encuentres.
Tienes que saber algo.
- Dispara- detiene sus pasos y
ambos miramos como Rocco nada
en el río.
- Valeria te ama, tanto o más que
tú a ella. Nunca he visto tanto amor
en unos ojos, pero he visto algo más
grande en ellos esta vez…
- Dolor…
- Sí, muchísimo dolor,
sufrimiento. Una niña perdida, sin
saber qué era lo que ocurría dentro
de ella, a su alrededor en ese
hospital, porque no sabía que estaba
embarazada, y sin saberlo, ya había
perdido a su bebé.
- Dios Matías, no lo sabíamos,
yo…yo nunca hubiese sido tan
cabrón de saberlo. Actué movido
por los celos, porque me sentí
traicionado al verla en brazos de
otro hombre. Y sí, sé que no debí
creer nada de lo que mis ojos me
mostraban, que debí hablar con
ella…tantas cosas he hecho mal,
pero ya no sirve de nada
arrepentirme, sólo puedo pedir
perdón, un millón de veces, las que
haga falta, no importa, si el fin es el
mismo, recuperarla.
- Te escucho, y no puedo evitar
pensar en todo lo que Valeria me
contaba aquí hace unos días. En este
mismo lugar, perdida en este
paisaje, derramando lágrimas por su
cara de ángel y abrazada a mí.
- ¿Qué dijo….?- me falla la voz.
Mi niña, ¿dónde estás amor?
Muéstrate ante mí, quiero secarte
cada lágrima con mi alma, no
quiero que llores más…déjame
cuidarte baby…
- Es tan duro ver a las personas
que amas sufrir y no poder hacer
nada…- mantiene la mirada perdida
por unos segundos, para volverse
hacia mí y cogerme por los
hombros, y soltar puñales que se
hunden en mis entrañas cuando lo
escucho decir…- Valeria me dijo:
abuelo, no soy la mujer que Julen
merece, siempre termino
haciéndole daño, la culpa es mía
de todo lo que está pasando…
- ¿Pero qué le pasa a esa mujer?-
camino como un loco de un lado a
otro…- ¡Ella no puede pensar así,
no puede sentir esas cosas!…
¡Joder…joder…joder! ¡No entiendo
el amor, definitivamente no lo
entiendo!- grito desesperado por
todo lo que estamos pasando. No es
justo, ¡joder, no lo es! No
merecemos esta mierda, ¿no hemos
sufrido ya bastante?
- Hijo- Matías pone una de sus
viejas y sabias manos en mi
hombro-. En el amor no hay
garantías, te lo dije una vez, sólo
los valientes se arriesgan. Muchos
huyen, cuando empiezan a notar que
su corazón palpita, por miedo a
terminar derrotados, como aquel
que tienen al lado, y les muestra la
cara de la batalla perdida, después
de haber conocido el verdadero
amor. Pero no saben que en su
ignorancia, se están perdiendo el
conocer lo más bonito de la vida, el
amar y ser amado. Aunque todo ese
sentimiento llegue a transformarse
en dolor algún día, por el motivo
que sea, nadie podrá robarle a esa
alma lo que ha vivido. Y la vida va
de eso, ¿no crees? Hay que vivirla,
con todo lo bueno y lo malo que nos
trae, pero sin dejar de soñarla…
Cada detalle cuenta para dar un
pasito más hacia el corazón de
Valeria, incluso aquel que creas que
te aleja de ella, puede acercarte
más- lo miro extrañado, no llego a
comprender esa última frase-.
Piensa una cosa, si dejas de soñar,
dejas de vivir, que nadie detenga tus
sueños, ¿los tienes, hijo?
- Ella es mi sueño Matías- noto
que una lágrima recorre mi cara. Me
siento tan débil sin ella, incompleto
para caminar por la vida…
- Pues persíguelo. Escúchame
Julen- nos miramos y me pierdo en
esos ojos que te hablan con toda la
franqueza de lo vivido, aunque
duelan o calmen, pero sinceros
siempre-. Ella es tu sueño, pues
entonces que nadie lo detenga,
persíguelo, que tu corazón vuele
libre para abrazarlo y no dejarlo ir
nunca más.
- Ella no quiere perdonarme,
Iván dijo que me odiaba…
- ¿Cuándo te has rendido, hijo? -
pregunta cansado, sé que está
agotado por la pena de su nieta.
- Con ella jamás me rendiré,
Matías, hasta mi último aliento le
pertenecerá a Valeria.
- Demuéstralo. Díselo Julen, mi
ángel necesita escucharlo, el dolor
la mantiene ciega, su corazón tiene
una venda en los ojos, que la retiene
bajo el manto oscuro del
sufrimiento, la pena y la rabia de lo
que ha pasado.
- Rabia- niego con la cabeza
soltando el aire retenido-. Ella me
odia, hasta tal punto que huye de mí
porque no soporta mi presencia.
- Te equivocas…- susurra sin
mirarme-…ella cree que no te
merece porque perdió a tu hijo.
- Pero…
- Ten- me interrumpe para que no
diga nada.
Veo que saca algo de uno de los
bolsillos de su pantalón.
- Esto lo ha dejado ella para ti,
dice que lo entenderás todo con lo
que hay aquí- es un USB.
- ¿No sabes que contiene Matías?
- La respuesta a tu búsqueda.
Jorge y las chicas (este capítulo se lo
quiero dedicar, a todas las personas
que están en mi vida dentro de lo que
yo defino como amigo. Gracias por
salvarme…)

Un mes más tarde


Necesitaba esto, rodearme de mis
amigas, falta la persona más importante
de mi vida, así lo siento, por encima de
mis padres a los que adoro, incluso por
encima de Tony, siento que está ella,
Valeria. Tal vez es porque está lejos y
no puedo abrazarla, tal vez sea porque
me odio a mí mismo por no poder
protegerla al habernos alejado el uno
del otro, porque nuestros corazones se
imponen ante la vida, no lo sé, lo único
cierto, es que mañana voy a verla otra
vez.
He conseguido reunirme con Lucía y
Lorena, que ha viajado desde Ibiza sin
dudarlo. Sé que tiene que preparar la
vuelta al colegio, este año han retrasado
las clases por motivos de mala gestión
en su trabajo, pero ni se lo ha pensado,
al saber todo por lo que Valeria está
pasando. Ellas se sienten tan impotentes
como yo, estamos acostumbrados a
ayudarnos cuando estamos mal,
acostumbrados a necesitarnos cuando
uno de los cuatro cae. Somos amigos de
verdad, de esos que no fallan nunca, de
los que están en peligro de extinción por
lo que escucho a mí alrededor muchas
veces. Si tienes a alguien así en tu vida,
atesóralo, es de los pocos regalos que te
dará la vida, pero de los mejores.
- ¿Tony lo sabe no?- pregunta
Lorena- No vayamos a liar más las
cosas, Jorge, los disgustos de uno
en uno por favor. ¡Madre mía!-
suspira mirando al cielo.
Estamos sentados en la playa, hemos
venido a la Malvarrosa, como en los
viejos tiempos, pero falta mi chica
preferida, sin ella nada es lo mismo. Es
viernes y estamos pasando una mañana
bastante relajada, después de una
semana donde la tensión se ha palpado a
cada segundo.
Yo apenas cruzo palabra con Julen, que
ha decidido regresar a Nueva York,
Tony y Alan se han ido con él. He
llamado a Yara y no hay problema por
mi trabajo, sólo quiere que la lleve de
vuelta, que Valeria regrese al lado de
Julen. En el fondo lo sé, sé… ¡no, no y
no! No la dejaré, no puedo soportar todo
por lo que ha pasado por culpa de ese
imbécil.
- Sabe que iré a verla, pero no
sabe a qué lugar, eso sería darle
carta blanca a Julen y no queremos
eso- digo esto último, apretando la
mandíbula, me cuesta un mundo
pronunciar su nombre.
- Chicos, como siempre…-
sabemos lo que viene ahora por
parte de Lucía-, soy la nota
discordante de este grupo y…
- ¿Y?- Lorena ya tiene la vena
del cuello hinchada.
- Pues que no estamos siendo
justos con Julen. ¡Eaa, ya lo he
dicho! A ver, a ver…- dice mirando
de un lado a otro-, voy a ver por
dónde está la Cruz Roja, para que
me ayuden cuando me mordáis la
yugular.
- ¡Ja, ja, ja! - me burlo-. Me
parto contigo, petarda.
- Sé que me quieres- tuerce el
morro y le saco la lengua.
- Ahora mismo matar, no te
mataría, pero sí te metería la cabeza
bajo la arena de la playa- dice
Lorena mosqueada, pero no con el
verdadero genio, firma de nuestra
pelirroja, que ya parece una gamba
por el sol.
- ¡Me queréis tanto que no tenéis
más remedio que soportarme, a mí y
a mis deliberaciones!- está muy
orgullosa de sí misma.
- Si tu novio te escuchara, te
pondría fino ese culo- ella me
sonríe al pensar en Iván. Me alegro
mucho que todo lo pasado se haya
quedado en eso, pasado.
- No puede vivir sin mí, me tiene
muy consentida, y cada uno es libre
de pensar lo que quiera. Hemos
discutido, está ciego por el dolor
de…
- No es ceguera, Lucy, es amor
de hermano, él vio como su hermana
se desangraba en medio del
aeropuerto, cómo perdía a su bebé y
cómo se castiga por ello desde
entonces. ¿Sabes la impotencia que
siente de no poder ayudarla?
- ¡Cómo no voy a saberlo, soy su
pareja, vivimos juntos Jorge! Pero
no quiero que se castigue más, todos
lo hacen. Sus padres, su abuelo, mi
novio, Julen, vosotros y yo, no
podemos seguir así. ¡No la estamos
ayudando, no de esta forma!
Además..
- Además…- repite Lorena.
- No sois objetivos con este
tema. Os recuerdo, muy a mi pesar,
que Iván me falló y lo perdoné, y
todos decíais que me quería y bla,
bla bla...- mueve sus manos para
enfatizar su discurso-. Pero como es
vuestro amigo desde que sois unos
niños, y hermano de Val, pues había
que perdonarlo, ¿no? Pues también
se portó como un cabrón. Y sí, es mi
cabrón, pero lo fue- ahí va eso, y en
toda nuestra cara. Menuda lección
nos acaba de dar. Así es Lucía, que
habla poco, pero cuando lo hace,
sube el pan.
- ¿Y qué sugieres?- pregunta
Lorena.
- A ver, las cosas son así. Le ha
pasado algo muy cruel a nuestra
chica, y no podemos hacer nada por
cambiarlo. Valeria ha perdido el
hijo que esperaba, algo que pasa
cada día, y que nos duele porque es
nuestra amiga, aquella que siempre
sonríe y nos cuida, y que ahora no
sabemos cómo protegerla a ella.
- Lucy…
- No Lore, déjame terminar- está
emocionada-. Amo a Val, tanto
como os amo a vosotros. Sois unos
amigos maravillosos, que nunca me
fallan. Así hemos sido hasta ahora,
los cuatro siempre juntos, porque
por mucha distancia que se haya
interpuesto entre nosotros, el
sentido de nuestra amistad ha
prevalecido por encima de todo
eso. Todo sigue igual cuando nos
vemos, porque somos de verdad.
Pero con todo el amor que nos
tenemos, por desgracia, la vida en
la que vivimos, nos trae cosas
malas, no sólo el regalo de los
amigos, sino también sus desgracias
y sufrimientos, y aquí estamos, para
hacérselos llevar lo mejor posible,
a una persona que nos necesita, en
nuestra mano está conseguir que
duela menos. ¡Ojalá tuviese una
barita mágica, para que nada malo
le ocurriese a los míos, joder, para
que esta puta vida, que es una
mentira, fuese de otra forma para el
mundo entero! Pero no la tengo, lo
único que puedo hacer es intentar
estar a la altura de los que me
necesitan, y por eso, aquí estoy, a
vuestro lado y al de Val.
- Cielo- le digo-, no llores, ven
aquí.- La refugio entre mis brazos,
sentándola entre mis piernas, y
Lorena se sienta entre las de Lucía.
Los tres mirando al mar, pero
protegiendo a esta hermosa morena
de ojos azules.
- Os digo esto, porque Julen está
loco por ella, y también está
sufriendo mucho. Cuando se
despidió de mí- Lucía habló con él-,
pude ver su alma rota, la misma que
lleva Valeria a cuestas. Son
víctimas de la vida, de terceras
personas que siempre intentan
separarlos, o que las mismas
circunstancias que nos rodean sin
que podamos hacer nada por
evitarlas, colaboran a ello. Les han
caído latigazos de todas parte
encima de sus espaldas,
separándolos una y otra vez.
- ¿Quieres que ayudemos a
Julen? – Lorena sabe la respuesta a
su propia pregunta.
- Por supuesto, o al menos, no
empeorar más las cosas entre ellos.
No necesitamos envenenar a Valeria
para que lo odie, creo que ella se
siente muy mal por algo más, por un
sentimiento de culpa que va mucho
más allá de lo que ha pasado.
- Se cerró y no quiso hablar- dice
Lorena.
- Por eso necesito estar cerca de
ella, nos necesita. Vosotras no
podéis acudir por vuestro trabajo-
Lucía ya forma parte del Santo Rey
a punto de terminar su carrera-.
Lore tú has podido escaparte de
rebote, pero yo sí puedo cuidarla,
que hable conmigo, que lo saque
todo.
- Pero no la fuerces, que ella
decida cuándo y dónde, está
irreconocible- dice Lucía.
- Un muro de hielo es lo que ha
crecido dentro de ella, si de verdad
esperas que ese yanqui la
reconquiste, lo lleva muy chungo.
Chungo…chunguísimo- responde
Lorena.
- Sí Lore, pero confío en el amor,
en su amor, y el amor es capaz de
mover mundos, y el suyo, carece de
sentido si sus almas no permanecen
unidas.
- Joder morena, estás que lo
rompes esta mañana- le digo.
- Jorge, está enamorada del
doctorcito más sexy de España, es
normal que esté ñoña.
Los tres nos echamos a reír y sienta
bien, muy bien….
- Lo hemos entendido, no te
preocupes- comento besando su
pelo.
- Sólo os pido lo mismo que le
he dicho a Iván. Poneros en el lugar
de Julen. No justifico su
desconfianza, pero que os muestren
unas fotos de vuestra pareja
besando a otra u otro, y luego me lo
contáis. Yo perdoné a vuestro
doctorcito, y lo mío sí fue real, pero
pude hacerlo porque sé que me
quiere. ¿Merece Julen ese perdón?
Joder, joder, joder…la respuesta está
muy clara…
Valeria

Creo que lo he cogido todo, excepto mi


móvil, no me lo llevo. Donde voy no me
hace falta y….
- ¡Perdón! ¡No te había…!
¿Jorge? ¡Jorge! ¡Dios mío!- salto a
sus brazos que me esperan ansiosos.
- ¡Hola nena!- casi no me deja
respirar, pero no me importa, yo a
él tampoco. Siempre es así
últimamente al vernos.
Permanecemos así varios minutos, sin
decirnos nada. Es maravilloso tenerlo
aquí conmigo.
- ¡Deja que te vea!- me dice. Me
separo de él y me doy una vuelta,
para que se tranquilice. Está
nervioso, y lo entiendo, ha pasado
demasiado tiempo desde la última
vez que nos hemos visto, pero sobre
todo, ha ocurrido la mayor
desgracia de mi vida en estas
últimas semanas, y eso, ambos lo
sabemos. Al menos así lo siento, sé
que no dejaré de recibir golpes
amargos, porque este paseo que nos
toca vivir desde que nacemos es
eso, conocer ambas caras, la dulce
y la amarga, pero pensamos que
nunca nos tocará saborear la mala.
Eso le pasará ahora a los demás, no
a nosotros. Ven cada día desgracias,
mucha tristeza a su alrededor, pero
continúan con sus vidas, yo también
lo hacía. Todos lo hacemos y es
lógico, no podemos ni queremos
asumir las penas de los otros. Hasta
que te toca a ti, te conviertes en ese
elegido de la vida donde la cara
oscura se muestra ante ti, y
entonces…todo cambia para
siempre. Lo que está por llegar, no
depende de ti, tú no decides, pero
hay algo que nadie te puede robar, y
es el elegir de qué forma continuar.
Luchar o rendirse. He decidido que
nunca me rendiré.
- ¿Paso su examen, señor García?
- tira de mí para volver a
resguardarme contra su cuerpo.
- Estás preciosa, ese ángel que
brilla con luz propia sigue en ti. Te
quiero tanto, necesitaba verte, sentir
que te tengo.
Está temblando, y sé que está llorando,
ambos lo hacemos al escucharnos y
recordar en silencio todo lo que ha
pasado.
- Estaré bien, muy pronto.
- Lo sé, eres una guerrera, una
valiente. Mira dónde estás, tú sola
en esta ciudad, empezando de cero,
con un par de ovarios, ¡esa es mi
chica!- nos sonreímos.
- Era lo mejor, sé que he huido,
pero no podía enfrentarme a…
- Julen- cojo aire antes de
preguntar.
- ¿Cómo está?
- Pues la verdad…- veo la lucha
interna que mantiene Jorge al pensar
en él. Lo odia, pero sabe
perfectamente lo complicado que es
todo esto como para crucificar a
Julen sin más. Demasiada mierda
nos han echado encima-…Ha
levantado Valencia, te ha buscado
por cada rincón. Cada día se
presenta en casa de tus padres
suplicando que le digan dónde
estás. Está desesperado, creo que
regresaban a Nueva York mañana,
desde allí seguirá buscándote. No
es el que era, está triste, más
delgado, apenas se arregla. Está
jodido Val, muy jodido. Hasta yo he
empezado a sentir lástima por él.
Algo ha pasado para que quiera
irse, Tony me habló de…
- Mi regalo- lo he rematado con
él, pero mis sentimientos por él son
una mezcla entre el dolor y la rabia.
No puedo perdonar que desconfiara
de mí, no después de cómo hicimos
el amor en su cumpleaños, donde
me tatué para él. Mi alma y mi
corazón ya llevan su nombre, quería
que mi piel se lo recordase cada
día, que me siento suya, para
siempre.
- Sí, se ve que fuiste muy clara,
cada palabra lo ha dejado hecho
polvo. Alan fue quien lo encontró y
quién ha decidido llevárselo con su
familia. La tuya lo ha dejado de
lado, con Iván las cosas están muy
tensas. Matías está de su parte, pero
le aconsejó que se marchara, porque
aquel no era su lugar, y que tampoco
te iba a encontrar porque no estabas
en Valencia. Y para rematar,
escuchó tu mensaje, y ya todo se ha
convertido en un auténtico caos para
Julen.
- ¡Dios mío Jorge, lo amo y lo
odio tanto a partes iguales! Necesito
alejarme de él, si lo tengo cerca
ahora, podemos destruirnos, tengo
que encontrarme a mí misma, sin él
a mi lado, porque Julen es quien
hace sangrar mi corazón.
- No tienes que castigarte, todo
es comprensible. Yo mismo he
llegado a disfrutar haciéndole daño,
te juro que lo hice, pero sé que esa
no es la manera, y que no soy así.
Tony está muy decepcionado
conmigo.
- ¿Estáis enfadados?- asiente.
- Madre mía, vamos a subir tu
maleta y a tomarnos algo tranquilos,
tenemos demasiadas cosas de las
que hablar, y aquí en el portal, no es
el mejor lugar.
Siento como si algo acabase de empezar
y de terminar al mismo tiempo. Hablar
de Julen lo remueve todo dentro de mí.
Es el amor de mi vida, el hombre al que
pertenezco, pero también es aquel que
decidió alejarme de la suya.
Entramos en mi nuevo hogar, un
precioso loft ubicado en una zona de
lujo de Italia. Sí, este es el destino que
he escogido. Por una vez, no ha sido él
quien ha decidido mi vida.
Suena mi móvil que está en el recibidor.
- Hola…
- ¿Hola? ¿En serio has dicho
hola? ¡Tu realmente no tienes ni
idea de quién soy yo! ¿Verdad
petarda española?- ufff…tengo al
personal contento…
- Kassi Miller, lo siento…
- Tú no sientes una mierda, mala
amiga. Tengo a Aden a punto de
dejarme, porque me estoy volviendo
loca desde hace varios días, que
decías que habías tomado una
decisión. Pero la muy capulla de mi
amiga, no puedo contármelo, tiene
que dejarme colgada y no coger el
puto teléfono volviéndome loca.
¿Sabes lo mal que lo he pasado
estos días sin saber nada de ti? He
hablado con tu familia, pero no es
lo mismo. Joder Val, estoy aquí…-
su voz se apaga.
- Cariño, lo sé, y lo siento. No
me lo tengas en cuenta, he
desconectado de todos, lo
necesitaba, sólo he dado la señal
justa para que mi familia no saliese
en televisión pidiendo que me
buscasen. Todos saben dónde estoy,
y tú también.
- Todos no, pero ese no es el
punto. No sabíamos nada de ti
desde que nos contaste que te ibas a
Italia, pensé mil cosas, en tu estado,
yo…
- No voy a quitarme de en medio,
por mucho que se me haya pasado
por la cabeza, Kassi. Tranquila, no
quiero que te preocupes más. Mi
sobrina necesita a su madre.
- Y a su madrina también, te
echamos mucho de menos. Vuelve a
casa.
- Esa ya no es mi casa.
- Lo es, pero todavía no lo sabes.
- No vamos a entrar en esa
discusión otra vez. Se acabó. Julen
y Valeria son historia. Punto. No hay
tema Kassi. Hablemos de otra cosa.
- Sólo quiero decir una cosa más:
te quiero, y estoy aquí.
- Y yo también te quiero, mi niña.
Muchísimo.
Hablamos durante una hora más, donde
nos ponemos al día. Me echan de menos
en J&Y, y yo a ellos, pero no es mi
lugar, ya no. Jorge aprovecha y se da una
ducha relajante, y come algo, veo que
está más cómodo ahora, cuando llegó
estaba muy nervioso.
Todo lo que ha ocurrido entre Julen y yo,
ha alterado a nuestras familias y amigos,
y sé que debo enfrentarme a todos.
Merecen poder hablar conmigo y saber
que estoy bien. Todos excepto Julen. A
él no puedo enfrentarme. No en este
momento.
- ¿Lista para que conozca tu
nuevo puesto de trabajo?- pregunta
Jorge. No quiere que me quede
aquí, también desea que regrese a
Nueva York, y sinceramente,
mantengo una lucha interna con mi
vida. La que anhela
desesperadamente a Julen y a toda
nuestra vida juntos, pero luego pesa
otra… mi vida bañada por la sangre
derramada, que lo empaña todo,
envolviendo mi corazón para
ahogarlo y recordarle por qué no
debo volver a su lado, por mucho
que lo ame.
- ¡Lista caballero, te va a gustar,
ya lo verás!
Te amaré para siempre Julen Anderson,
pero un para siempre puede tener
muchos finales, y el nuestro, es uno muy
distinto al que nos prometimos…
Julen

Tu decidiste dejarme tu disparaste


primero
Ni se te ocurra acercarte no te perdono
ni quiero
Nada más de ti y aunque tu recuerdo
arde
No voy a caer otra vez llegaste tarde…
- Julen, ¿otra vez esa canción?-
sí, una y otra vez la escucho.
“Decidiste dejarme” de Camila. Ese
es el mensaje claro de Valeria, para
mí. “Ni se te ocurra acercarte no te
perdono ni quiero…” esa frase me
acosa cada noche, cuando aparece
la pesadilla de verla cubierta de
sangre en ese aeropuerto, como me
contó su hermano, lleno de odio,
cuando quiso partirme la cara en
Valencia al visitar la casa de su
familia. Su padre y los chicos
fueron quienes detuvieron el
altercado, esa vez no pude
contenerme. Escupió cada palabra
en mi cara, rasgando mi alma,
matándome una vez más. Porque
muero cada vez que la pierdo, y
ahora juntos hemos perdido mucho,
aquello que nos ha separado por mi
desconfianza.
Estoy en mi despacho. He dado el día
libre a mis secretarias, no quiero a nadie
a mí alrededor. Últimamente tolero a
poca gente, aquella que no deja de
buscar a Valeria, de averiguar dónde
puede estar.
Sigue sin cogerme el teléfono, no sé
nada de ella, y los que saben dónde está,
no quieren traicionarla.
- Julen, deja de acosar a Aden, lo
tienes muy agobiado.
- Yara, pues para que eso suceda,
sólo tiene que decirme dónde está
mi chica. Hasta entonces, visitaré
cada día su despacho. Haré lo que
haga falta…- lo que sea por
encontrarla… todo me da igual.
- Julen Anderson, ¿qué has
hecho? Me conozco esa sonrisa, no
esconde nada bueno.
- Nada hada, nada que no me
facilite lo que quiero.
- ¡Joder peque, basta ya! Date un
respiro, tiempo, Valeria necesita
tiempo para asimilar todo esto, y tú
no te has dado ninguno.
- Han pasado más de dos meses,
dos putos meses Yara, ¡Un jodido
mes sin ella ya fue una locura! ¡No
puedo más! Mis manos arden por
tocarla, no duermo, no como, no
vivo, necesito a Valeria para
respirar, ella es mi aire, ya no sé
vivir sin ella…
- Julen por Dios…- de repente la
puerta de mi despacho se abre, y
entran varios hombres. Alan, Tony,
Dan y Trevor.
- Rápido, pon el canal 55, la
televisión italiana- dice Tony.
- ¿Qué ocurre?- mi hermana está
tan alucinada como yo mientras
Alan, enciende la pantalla gigante
que cuelga en una de las paredes de
mi oficina.
“En un par de minutos, Angelo Di
Salvo, el millonario y empresario de la
mayor fábrica de telas a nivel europeo
y casi a nivel mundial, concederá una
entrevista, acompañado de la nueva
imagen del negocio familiar, todo hay
que decirlo, díganme ustedes si han
visto mujer más bella que su nuevo
fichaje, que sea convertido en la
portavoz de Angelo Di Salvo. Todo
apunta a que es la nueva conquista del
italiano más deseado, pero ellos no han
entrado a dar ningún tipo de
explicación. Atentos, la rueda de
prensa empieza ya”- Estoy alucinando,
no entiendo nada.
El que habla, es un reportero que está
retransmitiendo la entrevista que le
hacen a Angelo, y… ¡no me lo puedo
creer…joder… ¡Valeria está sentada a
su lado. ¿Qué cojones hace ella allí?
Esto ha sido un golpe bajo, sabe que me
enteraría de esto, esta es su venganza.
Me levanto bruscamente de mi sillón.
- Prepara el avión Trevor, avisa
a los chicos. Salimos en una hora
hacia Italia- ordeno sin opción a
réplica.
- Julen, no…
- Yara, no pienso perder un
segundo más aquí sabiendo dónde
está. Voy a buscarla, y traerla de
vuelta a su casa.
- Vamos contigo- dice Tony.
- Por supuesto- sentencia Alan.
- Esta vez no chicos, necesito
hacer esto sólo, y la empresa no
puede estar a la deriva, sabéis que
últimamente no estoy muy acertado.
- Estás más que eso, tu empresa
está mejor que nunca, no te
preocupes- Tony me sonríe para
calmarme.
La verdad es que me siento entre
aliviado por encontrarla, y por otro
lado, y con ganas de matar a Angelo. Si
la ha tocado, si sólo se ha atrevido a
respirar cerca de ella, juro que me lo
pagará.
- Gracias, pero os necesito aquí.
- Yo iré, y no pienso aceptar un
no por respuesta. También quiero
recuperar a mi Relaciones Públicas,
Angelo me la ha robado, ¡es un
cabrón! - ¿por qué amo a mi
hermana? Aquí está la respuesta,
nunca me abandona, nunca me
dejará caer.
- De acuerdo, ¿Marcus lo tiene
todo controlado?
- Y Jorge y Aden también, J&Y
se queda en buenas manos.
Recógeme antes de ir al aeropuerto.
Llamaré a papá y mamá para
explicárselo todo.
- Sí hazlo, aunque mañana se
hubiesen enterado por la prensa,
esto va a ser todo un espectáculo.
Valeria no ha medido las
consecuencias- no lo has pensado
bien, baby.
- O tal vez sí, y le guste jugar con
fuego- dice Alan.
- No sé, es más el estilo de
Angelo, - responde Yara- un juego
para él.
- Pues juguemos- aprieto la
mandíbula con fuerza y les sonrío a
todos-, no me gusta perder. Nos
vamos a Italia.
Valeria

Estoy cansada, hoy ha sido un día de


locos. La prensa se ha vuelto
completamente loca, he tenido que
caminar con guardaespaldas pegados a
mí todo el día cada vez que he salido a
la calle. Desde la entrevista de ayer, los
periodistas quieren saber qué hago en
Italia, la prometida de Julen Anderson,
el millonario más deseado del planeta.
Corrijo, ex prometida. Eso ya está
confirmado.
Angelo sabía perfectamente que esto iba
a suceder, y yo también, habíamos hecho
un trato, y era esperar un poco más, yo
estaba trabajando sin mediar con la
televisión, todavía no estaba preparada
para ello, pero sin previo aviso, ha
cambiado las cosas. No entiendo el por
qué, él es el jefe, sabrá los motivos que
lo han llevado a tomar esta decisión.
Espero que Julen no nos haya visto, no
al menos hasta esta mañana, donde los
periódicos se han hecho eco de mi
nuevo puesto de trabajo, y han sacado un
sinfín de conclusiones. Ninguna
acertada.
Timbre. Por fin llega mi pizza, cada día
me gusta más Italia, al menos, hasta ayer.
Todo se ha ido un poco a la mierda con
el acoso de la prensa.
La ducha me ha sentado de maravilla,
ahora toca sofá, televisión, coca cola
con hielo y limón, y pizza.
- Buenas…¡Julen!- mis piernas
empiezan a temblar, mi respiración
es igual que la suya, acelerada.
Ninguno de los dos dice nada, sólo
nos miramos…nos miramos… nos
miramos… y de repente me atrae de
u tirón contra su cuerpo y nos
estamos besando desesperadamente.
Somos manos y cuerpos heridos que
se necesitan después de….- ¡No!- lo
empujo.
Me llevo las manos a la cara, necesito
respirar lejos de su olor, ese que se ha
convertido en mi droga. Me quedo
apoyada contra la pared, a punto de
caerme al suelo. Llevo un cómodo
pijama de verano, todavía hace calor a
pesar de estar casi en Navidad.
Y él…Señor dame fuerzas para que el
hombre que tengo frente a mí no me
destruya. Lleva unos vaqueros con una
camisa azul, como sus ojos. Es
irresistible…Está más delgado, su pelo
más largo de lo normal, pero sigue
siendo ese dios griego del que me
enamoré, es la perfección hecha carne.
- Baby, no me alejes- intenta
acercarse-, déjame…
- ¡No, Julen! No puedes entrar en
mi vida y arrasarlo todo como
siempre. No es justo que hagas eso,
y no te lo voy a permitir.
- Es tu corazón el que me deja
entrar, escúchalo- suena cansado,
herido. Sé que está sufriendo, los
dos somos almas rotas.
- Por escucharlo estoy como
estoy.
- Eso es un golpe bajo, no eres
justa conmigo. Me equivoqué, fui un
imbécil, pero los celos, la rabia de
creer en tu engaño me envenenaron
la sangre.
- ¿Cómo pudiste dudar de mí? –
consigo poner mi cuerpo en
movimiento, gesticulando como una
loca.
- Aquellas fotos eran muy
buenas, no podía saber que eran un
montaje de Nick.
- ¡Claro, era más fácil creer que
soy una zorra, una puta que juega
con los sentimientos de las
personas! ¿Verdad? Dime una cosa,
Julen- me mira de esa forma que
hace que lo sienta acariciar mi piel,
de esa forma que provoca que toda
ella queme, desesperada por sus
dedos-. ¿Y todo lo que ha pasado
desde que nos conocemos? ¿Todo lo
que te he dado y demostrado a lo
largo de estos años? ¿Mentira, no?
Soy la mejor actriz del mundo, no sé
si te lo había dicho, pero estoy
nominada a los Oscar: Valeria, la
amante sin corazón. Soy la
protagonista.
- ¡Basta, joder!- se siente
impotente al no poder controla esto
que nos ocurre-. ¿Crees que no me
siento avergonzado? ¿Qué no me
doy asco a mí mismo? ¡Perdimos a
nuestro hijo, y no estuve a tu lado!
Mi corazón arde, mi alma grita por
unirse y sentirse abrazada por la suya,
pero no puedo dejarlo acercarse, no
puedo…
- No quiero hablar de eso
contigo.
- ¿Y con quién? ¿Con Angelo?-
grita enfadado.
- ¡Vete, sal de mi casa ahora
mismo! ¡Eres un cabrón, no tienes
remedio!
- Valeria, baby…- intenta
acercarse pero me alejo-. Lo siento,
por favor, hablemos de lo que ha
pasado, te necesito.
- Y yo a ti, pero no es suficiente.
Vete, no hay nada que podamos
hacer por solucionar esto. Yo no soy
buena para ti, y tú no lo eres para
mí.
- Eres lo único que necesito, lo
que pasó no es culpa de nadie, sé
que te culpas, que…
- ¡Vete, joder! ¡Sal de mi vida de
una puta vez!- grito desesperada.
No lo miro, pero sé que él a mí sí.
Después de unos segundos, escucho la
puerta cerrarse, una que no se abrirá
jamás…
Julen

Dos putos meses para encontrarla, era


como buscar una aguja en un pajar, no
importa cuánto dinero tengas, ni los
contactos que conozcas, mira de qué me
ha servido…de nada….He tenido que
verla a través de una pantalla de
televisor para poder llegar hasta ella, y
¿ para qué Julen? No quiere saber nada
de ti, te miraba entre asustada,
enfadada…pero ella sabe tan bien como
yo, lo que hay entre vosotros.
No hemos podido evitar unirnos a través
de nuestros labios, somos dos seres que
se atraen de una manera brutal, bestial.
Valeria y yo somos puro fuego, pura
pasión cuando respiramos el mismo
aire…Lo que ocurre es que ahora ese
aire está contaminado por el dolor, la
traición, porque sé que se siente
traicionada por mí al desconfiar de ella,
al pensar que otro hombre la había
tocado.
Dios…pensar en eso me mata, me
envenena, saca lo peor de mí al imaginar
que otras manos que no sean las mías,
puedan recorrer mi templo. Valeria es
mía y lo sabe, aunque me cueste la vida,
aunque tenga que emplear mi último
aliento en ello, volverá a mi lado. No
hay otro camino para nosotros.
Llaman a la puerta.
- ¿Se puede?- es Tony. Se pasó
por el forro mis órdenes de
quedarse en Nueva York.
- Claro, adelante, está abierto-
entra en mi habitación. He decidido
que nos instalemos en una mansión
cerca de la playa. Todo es más
privado aquí. La prensa está encima
nuestra, la aparición de Valeria ante
los medios de comunicación
italianos, ha confirmado
definitivamente los rumores de
ruptura.
Esta mañana los periodistas la acosaban
al salir de su casa, y también a la
llegada de la sede de su nuevo trabajo.
Todavía me cuesta creer que esté bajo
sus órdenes… No quiero envenenarme,
pero estoy seguro, que conociendo los
antecedentes de mi querido amigo
italiano, ha intentado algo con ella. Lo
mataré si es así. Puede que los celos
estén jugando en mi contra nuevamente,
no pienso precipitarme hasta después de
mi próxima reunión.
- ¿Cómo estás?- pregunta
preocupado.
- Tranquilo Tony, no pienso
provocar ningún incidente. Somos
amigos ante todo.
- Bueno, eso si no ha pasado
nada entre ellos.
- Confío en ella, en lo que
sentimos el uno por el otro. Mi
cabeza tampoco para de meterme
imágenes, que me están jodiendo los
sesos, pero debo sacarlas fuera. Ya
la jodí una vez, no pienso volver a
estropearlo todo. La necesito…- me
froto la cara y Tony aprieta mi
hombro.
- Lo sé, y aquí estoy para darte
fuerza, siempre a tu lado, amigo.
- Siempre. Tengo la gran suerte
de contar con personas maravillosas
a mi lado, que nunca me han dejado
caer, que nunca se han rendido
conmigo. Te quiero Tony, no te lo
digo mucho, y a Alan tampoco, pero
os quiero como hermanos.
- Y nosotros a ti, anda, ven aquí-
nos abrazamos. Sienta genial
sentirse querido y mimado de esta
forma.
No separamos emocionados, no hace
falta decir nada más. Alan se ha
quedado al frente de la empresa, me ha
costado mucho que se quedase,
concretamente he tenido que sobornarlo
con dejarle ese coche que tanto le gusta.
Mi Buggatti. Sé que esa no es la razón
por la que no ha venido, al final,
simplemente ha accedido a mi petición.
Por otro lado, nada he podido hacer con
mi hermana, ella se ha subido en el
avión, y a ver quién baja a Yara
Anderson, ni siquiera su marido se
atrevió a decir nada, cuando dijo que
viajaría a Italia con su hermano.
- ¿Estás listo?- Tony no las tiene
todas con él, sabe que mi
temperamento en ocasiones me ha
traicionado. He cambiado, pero con
Valeria…el Diablo está de vuelta.
Esta mañana, Trevor y Dan, han
estado entrenando conmigo, y al
final han desistido. Mi energía cada
vez era mayor…cuanto más pensaba
en ella, más fuerte pegaba.
- No, no lo estoy, pero es
necesario. Y además, quiero
hacerlo. Me lo debe.
- Sí, como amigo tuyo que es sí,
no hay más.
Escuchamos unos pasos.
- Julen, ya ha llegado, está en el
salón principal- dice Trevor.
- Enseguida bajo- le respondo.
Asiente, se gira y se va. Los Black,
como los llama Valeria, estarían
encantados de patear el culo
trajeado que me está esperando en
el piso de abajo, pero ya les he
dicho que se comporten-. Vamos
allá.
- Os dejo solos, será mejor así-
dice Tony.
- Te lo agradezco, en cuanto se
haya marchado, te llamaré.
- Estaré en el centro, te espero
allí para cenar juntos.
- De acuerdo, nos vemos luego.
Tony se marcha, Neimar va con él. Ya sé
que no hay peligro, que todo terminó con
Nick, pero ya me he acostumbrado a que
los míos caminen cubiertos, eso me da
un poco más de tranquilidad. Mis padres
dicen que me he vuelto un paranoico,
pero no lo puedo evitar.
Desde que llegamos a Italia, Dan es la
sombra de Valeria. Sé que está molesta,
Dan y ella han hablado, aprecia mucho a
mi amigo, y además, no le queda otra
que aceptarlo a su lado. En eso no voy a
ceder. Néstor está con Yara, que ha
salido sin dar explicaciones, como si
perdiese un avión. Luego la llamaré,
pero por su sonrisa, algo me huelo.
Entro en el salón. Y ahí está el hombre
al que mi lado malo, desea machacarlo
por tener cerca a la mujer que amo.
Trevor me mira, asiento y sale de la
sala. Nos miramos, dos hombres que
ahora mismo parecen retarse.
- Hola Julen, supongo que no vas
a darme un abrazo, ¿me equivoco?-
pregunta precavido sin acercarse.
- Si es el abrazo de Judas, no lo
quiero, si es el de mi viejo amigo,
Angelo Di Salvo, no debes
preocuparte.
Se acerca, y en dos segundos nos
estamos dando un abrazo. Al separarse,
me coge por los hombros y me mira
directamente a los ojos.
- ¿Qué ha pasado, para que tu
mujer esté trabajando conmigo, y no
lleve un anillo de casada en su
mano izquierda?
Suelto el aire, dejo que la tensión de mi
cuerpo desaparezca, y me relajo. Angelo
no me ha traicionado, dejo que el
fantasma de los celos se vaya…por
ahora.
- Fui un estúpido- nos sentamos
uno frente al otro-, desconfié de ella
y eso trajo consecuencias muy
graves, irreversibles que me han
separado de Valeria.
- Ya veo…No quiere escuchar tu
nombre, se pone muy tensa cuando
intento hablar de ti, sé que ella está
sufriendo mucho. Apenas la
conozco Julen, pero su mirada está
apagada, no es la mujer que conocí
en Manhattan en aquel gimnasio,
que te bebía con la mirada, te
respiraba, ahora parece un robot…
un alma en pena. Un cuerpo sin
vida.
- ¡Joder Angelo, no me estás
ayudando mucho, me estás
hundiendo más en la mierda! Saber
que está tan herida y que no deja
que me acerque a ella, me está
consumiendo la vida- escuchar mi
tono de derrota, es muy habitual
últimamente, pero no es lo mismo
que el de aquel que se ha rendido.
Jamás me rendiré con Valeria.
- Lo sé, ver lo que ella está
sufriendo, me ha servido para
darme cuenta de lo mucho que
necesitabas encontrarla. No me
cabía en la cabeza que la dejases ir
sin más, no podía entender que cada
uno hiciese su vida por separado,
lejos el uno del otro.
- ¿Cómo ha terminado contigo?-
no lo entiendo.
- Dímelo tú, yo no puedo
responderte a eso. Creo que la
respuesta la conoces mejor que yo-
se recuesta contra el respaldo del
sofá-. Ella es una cámara de acero
impenetrable para mí.
- Espero…-siseo entre dientes
levantándome de mi asiento-…que
por tu bien, esa sonrisa de gilipollas
que has puesto al decir
impenetrable, no vaya con segundas,
porque te juro que sales por esa
ventana, Angelo. Sabes
perfectamente lo que ella es para
mí.
- ¡Frena, no lo pagues conmigo!
Yo no soy tu enemigo, estás aquí, al
otro lado del charco, por esa
aparición televisiva, sino, no la
habrías encontrado. Me debes una
muy gorda…- levanta una ceja-…y
sólo hay una manera de pagármelo,
y es que…- sonríe travieso, sé que
lo que viene ahora, será una broma
que me cabreará-… ¡¡¡tú y tú
española, tengáis hijos pronto, a
poder ser, bellas mujeres como su
madre, para que seres tan hermosos
como su ella, existan para este
mundo y para ojos cómo los
míos!!!- eso ha dolido…
Mi cara se contrae, y mi corazón se
detiene en seco, por el impacto de la
palabra que me recuerda lo que mi niña
y yo perdimos, por mi estúpida
desconfianza…
- ¿Qué ocurre, Julen? Ya tenía
que estar saliendo disparado por
esa ventana, pero en lugar de ello,
te has puesto pálido- se levanta y se
acerca hasta llegar a mi lado. Mis
piernas tiemblan y me ayuda a
sentarme-. Joder, ¿llamo a un
médico?- pregunta asustado.
- No, tranquilo, estoy bien, más
de lo que merezco- me trae un vaso
de agua. Pruebo un poco pero mi
boca está tan seca, que me sabe
como si estuviese bebiendo tierra.
Últimamente nada tiene gusto sobre
mi boca, nada de lo que pasa entre
mis labios deja aquello que antes
me daba al comerlo…sólo existe
una sabor para mí, el del mango…
necesito probar mi dulce mango otra
vez, cada puto día, para que todo lo
demás, vuelva a tener sabor.
- Julen, ¿qué os ha pasado?
Valeria tiene tu misma mirada. Sus
ojos verdes, son…- lo miro de
reojo-. ¡No te lo tomes a mal, pero
nunca conocí otros igual, y sabes
que por mi cama han pasado muchas
mujeres!- eso es cierto.
- Sí…- cierro los míos
recordando cómo brillan los de
Valeria después de dejarnos ir
juntos, cuando el placer nos ha
consumido…Me estremezco por
cómo mi cuerpo la desea, la anhela,
fundirnos en uno es vital para
nosotros, y por mucho que ahora no
me quiera cerca, me necesita tanto
como yo a ella.
- Estás realmente jodido, amigo.
Espero no vérmelas nunca así, el
amor es una mierda, te deja para el
arrastre- se sienta negando con la
cabeza y pensativo. Yo sé por qué.
- Sabes que no es cierto, amar a
alguien es uno de los regalos que te
hace la vida, que un corazón llegue
a conocer, aquello que lo eleva
hasta lo más alto, hasta el infinito…
es maravilloso- pienso en la sonrisa
de Valeria. Verla cada día lo merece
todo, hasta llegar al fin del mundo si
hace falta para recuperarla-. ¿Sabes
lo triste que es pasar por esta corta
existencia, sin conocer lo que es
amar y ser amado? – sus ojos, tan
tristes como los míos, conocen la
respuesta.
- Es horrible, Julen. Cuando
Ellen me dejó, sentí algo que dolía
de verdad aquí dentro- se toca el
corazón-. Es algo difícil de
explicar, pero te ahoga, te mata cada
día cuando te levantas, y te das
cuenta que es real, que ella se fue,
que te ha dejado para siempre, que
nunca más volverá. ¿Sabes lo que es
vivir así el resto de mi vida?- por
lo que veo, estamos bien jodidos
los dos.
Angelo y Ellen, se conocieron en uno de
los viajes de mi amigo, pero la cosa se
torció…El muy idiota, jugó con fuego y
se quemó. Las mentiras, tienen las patas
muy cortas, y cuando quieres que la
verdad salga a la luz, la mierda que te
rodea se te echa encima, y ya nada
puedes hacer por remediar el desastre.
Sólo aceptar con la mayor dignidad
posible, las consecuencias.
- Te rendiste, no debiste dejarla
marchar- le reprocho.
- ¿Cómo luchar contra ese muro
que interpuso entre nosotros? No
quería verme, no quería que la
llamase, y luego desapareció. Veo-
niega con la cabeza, pasándose
ambas manos por el pelo, y
apoyándose sobre ambas rodillas-,
que las mujeres tienen por
costumbre, salir huyendo. –Me
mira.
- No Angelo, hemos sido
nosotros, quienes las hemos echado
de nuestras vidas.
- Ilumina a este pobre ignorante,
¿qué pasó en Nueva York? La
prensa te achaca una amante, que
por mi parte queda descartada esa
posibilidad, pero sí es verdad que
has tenido que cagarla hasta el
fondo…la mierda se te come,
colega.
Pienso en contarle esto:
“Sin poder evitarlo, esa noche en la que
estábamos a punto de irnos a cenar para
celebrar mi cumpleaños…uno que
estaba resultando ser el mejor de mi
vida después de que un ángel, que
desbordaba sensualidad, sexo por cada
centímetro de su piel…me hiciese el
baila más sexy que jamás había
soñado…para poner el broche de oro
follándola sobre mi moto…”.Pero no lo
hago.
No amigo, ahora no es momento de
ponerse dura, sé que es pensar en ella
y no puedes evitarlo, pero vamos a
intentar torturarnos lo menos posible,
primero tenemos que recuperarla, y
luego, nos pasaremos toda una vida
entre sus piernas para fundirnos con
ella, y borrar todo el daño que le
hemos causado. Besar una a una sus
heridas, lamerlas, curando cada día su
alma herida. Baby…te amo…te amo
tanto…perdóname…
- Hice algo terrible Angelo- me
levanto, necesito moverme,
recordar aquello que hace que tu
pena se retuerza dentro de ti, y con
esa intensidad…hace que mi cuerpo
pida oxígeno. Me ahogo…-, algo
imperdonable.
- Si no es un engaño, la mentira
es lo peor, ya sabes por qué lo digo,
y si tampoco es por otra mujer, ¿qué
puede ser tan grave que Valeria no
quiere saber nada de ti?- está muy
intrigado.
- Antes de que mi boca escupa la
mierda que vas a escuchar, debes
prometerme una cosa- me observa
unos segundos, antes de responder.
- Mientras no sea meterme en
medio, los líos de faldas no van
conmigo, sabes que te ayudaría en
cualquier cosa, pero no me pidas
que interfiera.
- No es eso lo que iba a pedirte,
aunque creo que hay otro motivo
para no hacerlo, ¿o me equivoco?-
cruzo los brazos sobre mi pecho,
Angelo siempre está negociando,
nunca pierde una buena oportunidad
para ello. Es por eso el único hijo
de Di Salvo que se ha quedado con
el negocio familiar. Los demás no
llevan el mismo gen que es capaz de
crear un imperio, que lucha por
crecer en un mundo de tiburones,
sólo saben poner la mano.
- Si puedo mantenerla un poco
más a mi lado, no haré nada para
impedirlo. Es la mejor en su campo.
¿Sabes la de ofertas que ha recibido
para irse a otros países? Es como
si todos se la disputasen desde que
saben que ya no está con el
multimillonario de oro. Todos temen
enfrentarse a Julen Anderson, pero
ahora sin ella a tu lado, han visto
vía libre para lanzarse como
buitres.
- Igual que has hecho tú, cabrón.
- No, estás equivocado. Ella es
la que ha venido a mí- respira
Julen…
- Eso no me gusta nada como ha
sonado Angelo, ten cuidado.
- Tranquilo fiera, no debes
preocuparte, nunca intentaría nada
con ella, aunque sabes que sería de
locos rechazarla ¡Eh quédate ahí!-
lo mato-. ¡No coges las ironías!
- Estás forzando las cosas, te juro
que una más y no respondo. Todo
esto me está llevando a la locura,
han pasado tres meses…¡tres
jodidos meses sin ella, sin saber
dónde estaba…y su mejor amigo,
tampoco quiso ayudarme!
- Bueno, eso creo que se llama
lealtad, y sabes que en esta vida,
escasea todo lo bueno. No lo culpes
por protegerla.
- ¿De mí?
- Es por ti que cruzó al otro lado,
es por ti que está trabajando para
mí, y es de ti de quien no quiere ni
escuchar su nombre. Así que,
escúpelo ya.
No tiene lugar retrasarlo más, para
qué…
- Valeria perdió a nuestro hijo
por mi culpa, y lo peor de todo, es
que sé que ella se siente culpable
por no poder protegerlo, por no
haberlo podido salvar. Es tan buena,
que incluso ahora, cree que pudo
hacer algo por ese bebé.
Angelo no dice nada, no lo miro, no me
atrevo, no quiero ver cómo sus ojos me
juzgan, como me culpan por la atrocidad
que he hecho.
Seguimos sin decir nada durante varios
minutos, hasta que escucho como
camina, llega hasta mi lado, y pone una
mano sobre mi hombro derecho.
- Lo siento muchísimo, en este
momento no tengo palabras para tu
consuelo, aunque también sé, que a
veces no existen, y vale más un
gesto o el abrazo del silencio, que
todas las letras que puedan decirse-
me giro hacia él y sin dudarlo ni un
segundo, nos abrazamos.
Últimamente, necesito esto. Que me
sostengan, es como si ya mi cuerpo
no pudiese aguantarse sólo, tiene
que recibir el aliento de los míos
para darme el valor y la fuerza
necesaria, para poder pelear por
Valeria.
- No sé qué hacer para
recuperarla- mis lágrimas asoman
por mi cara una vez más, no puedo
contenerlas ante la impotencia de
ver que pierdo al amor de mi vida,
ante la desesperación de no poder
consolarnos juntos, y estar más
unidos que nunca ante la pérdida de
nuestro hijo.
Lo sé baby, te fallé…pero no me
castigues más con tu ausencia…mi
corazón sufre por ti, por no yacer cada
noche a tu lado, abrazándote con toda
la inmensidad de mis sentimientos por
ti.
- Joder Julen…me siento atado
de pies y manos. Si quieres puedo
hablar con ella, puedo intentar un
acercamiento aunque con ello
suponga, poder perder la cabeza. Te
aseguro que esa mujer no es la
misma que conocí, su genio es
mucho peor.
- Tranquilo Angelo, sabré
enfrentarme a la furia española,
solo tengo que prepararme para la
dura batalla- nos sonreímos
tristemente, ambos sabemos que
será una guerra muy dura.
Nos sentamos, mi cuerpo lo pide a
gritos. No me estoy cuidando nada, y
eso, al final, me está pasando factura.
Pero lo que necesito para sobrevivir no
tiene nada que ver con mi apetito ni mi
falta de sueño, tiene nombre y apellidos.
Mi Valeria Fernández…
Valeria

Casi me caigo de culo, literalmente


hablando, cuando entró en mi despacho,
la mujer a la que he admirado desde que
la conocí, y aquella que apostó por mí
desde el primer minuto: Yara. Sin decir
una palabra, cerró la puerta y se sentó
frente a mí. Yo estaba alucinando por
tenerla delante, muy emocionada, pero
no me atreví a levantarme, no sabía qué
pensaba de mí, de Julen, de todo lo que
nos está pasando. Pero una cosa era
segura, y es que una vez más, allí estaba
en Italia, apoyando a su hermano.
Siempre a su lado. Julen tiene a gente
que lo ama, que daría su vida por él, al
igual que él por ellos.
Julen…
Cuando apareció en mi apartamento, mi
cuerpo y mi corazón lo reconocieron
como su dueño, pero antes de perderme
en él como ocurre cada vez que estamos
juntos, mi alma herida rugió con fuerza,
reclamando su merecido perdón,
pidiendo espacio, tiempo…soledad…
En sus ojos pude ver la sorpresa ante mi
rechazo, pude ver lo herido que estaba,
y por eso evité ese contacto visual hasta
que escuché cómo cerraba la puerta.
Tenía ganas de saltar sobre él, mis
piernas temblaban, deseando salir
corriendo hacia ese hombre.
No sé si alejarme de Julen es lo
correcto, pero sí sé que es lo que ahora
mismo necesito. Huir de él, eso hago,
porque juntos nos hacemos daños, ya no
hay confianza, ni respeto, sin esos dos
pilares, ya no hay nada por lo que luchar
aquí.
- ¿Dónde quieres que te patee tu
culo español?- dijo Yara sin apartar
su mirada de la mía-. Aquí, en tu
nuevo despacho, que por cierto, es
horrible, está decorado con muy mal
gusto, o….- pone cara de
interesante, esa que se le da tan bien
cuando quiere salirse con la suya-
….nos vamos a una cafetería, y
puede, no te lo aseguro, que con el
aire fresco de la calle, se me bajen
estos humos de mala leche que
tengo, porque mi Relaciones
Públicas, me ha abandonado para
unirse al capullo de Angelo Di
Salvo. Aquel, que la volvió loca de
remate para conseguir sus jodidas
telas. Dígame, señorita Fernández,
¿qué voy hacer con usted?
- Pues…- me levanté, mis
piernas parecía que nunca antes
habían caminado, por lo patosas que
estaban ante la emoción de tenerla
aquí, y sé, que se estaba
conteniendo para no correr y llegar
hasta mí. Pero no pasa nada, es
lógico, yo he huido, yo la he dejado
tirada sin tener la culpa de lo que ha
ocurrido entre Julen y yo. Abandoné
mi maravilloso trabajo, ese al que
tanto echo de menos, a todos, pero
en especial, a mi gente, entre la que
Yara está incluida.-…por lo pronto,
me planto a su lado, quiero…- y
antes de que yo terminase la frase,
ya estaba saltando sobre mí. Qué
bien sentó ese abrazo después de
tanto tiempo sin verla.
- ¡Oh cielo, esto tiene que
acabarse, no podéis seguir así, os
estáis matando!- me sujetó por los
hombros para mirarme de arriba
abajo- ¿Ya no queda nada de la
mujer que conocí?
- Esa mujer ya no existe, Julen la
mató.
- ¡Dios, no digas eso, por favor!
Sé que estás herida, que te ha hecho
muchísimo daño, desconfiar de ti es
lo más absurdo que ha podido
hacer, pero las fotos…
- ¡Joder Yara!- me alejé de ella-.
Peleo contra mí misma cada día,
cada noche se me desgarra algo
dentro, porque no estoy con él. Lo
que no puedo perdonar es lo que
pasó después…A él por provocarlo,
y a mí misma por no haber sido lo
bastante fuerte, como para mantener
con vida a ese bebé…no…no supe
cuidarlo dentro de mí…
- ¡No por Dios, Val! ¡No te
atrevas a decir esas cosas! ¡No
puedes pensar eso, nena! Lo que ha
ocurrido es una cadena de
infortunios, de desgracias, todas
ellas provocadas por un persona
enferma como Nick, obsesionado
con Julen, y que haría cualquier
cosa, incluso destruirte, para poder
separarte de mi hermano. ¡No le
concedas la victoria a Nick, no
dejes que él gane!
- Es que no puedo mirar a Julen a
la cara, no después de tratarme
como una zorra barata, que se vende
por un contrato. Dijo cosas muy feas
Yara, estaba lleno de odio hacia mí.
Yara me miró unos segundos, antes de ir
a la mesa y coger de su maxi bolso, le
encantan así, una carpeta. Caminó con
ella hacia mí y me la entregó.
- Mira esto- dijo muy seria.
La cogí y la abrí sin dudar, pero cuando
miré su contenido, retrocedí un paso,
cayéndose de mis manos lo que acababa
de ver. No me lo podía creer…
- ¡Es un hijo de puta, ha tardado
dos putos segundos en estar con
otra!- grité negando con la cabeza,
y tirándome casi del pelo. intentado
sacar de mi mente las imágenes que
terminaba de ver. Era Julen con otra
mujer, estaban besándose…
- Mira bien las fotos- Yara las
recogió del suelo y me las volvió a
entregar.
- ¡No, no quiero mirar eso! ¿Por
qué me haces esto? ¿Estás
castigándome, Yara? ¿Cómo puedes
tratarme así?- apenas podía verla
porque las lágrimas me lo impedían.
- ¡Mira las putas fotos, Val, y
dime lo que ves, pero míralas bien!-
ordenó.
Me limpié la cara y los ojos con fuerza,
pasando el dorso de mi mano por ellos.
Debía de tener una cara horrible con el
maquillaje corrido, pero me daba igual.
Sabía que Yara estaba conteniendo la
emoción, se estaba mostrando muy dura
en este momento, y desconocía lo que
realmente pretendía, con la de tortura de
ver a Julen, una vez más, con aquella
mujer.
Cogí las fotografías, y las volví a mirar
de nuevo, una detrás de otra… ¡Dios
mío!
- ¿Y bien?- preguntó cruzando los
brazos sobre su pecho.
- Yo…- no sabía qué decir…
- Has visto que no es tu chico,
que es el cuerpo de otro, y creo que
sabes perfectamente de quién si
también la has reconocido a ella.
Nick manipuló el reportaje de
Víctor y su novia para haceros daño
a ti y a Julen.
- Y lo ha conseguido, nos ha
destruido.
- ¿Para siempre, Val?
- Para siempre es mucho
tiempo…- susurré.
Sentadas en una cafetería…
Después de recomponerme de las
imágenes que acababa de ver, decidimos
irnos a tomar algo a una de las terrazas
cercanas a mi nueva empresa. Una que
no siento como mía, y por lo que veo,
hay alguien muy dispuesto, a que la deje
de inmediato.
- No tiene ningún sentido que
sigas aquí, entiendo que necesitases
huir de Julen, de todo, pero tanto tú
como yo, sabemos la verdad, y este
no es tu lugar. J&Y te necesita, y
sin ti nada es lo mismo. Tu puesto
no ha sido reemplazado por nadie,
porque sólo tú puedes ocuparlo.
Llevo a Jorge loco, supongo que te
lo habrá contado…
- Algo he oído…- y a todos.
- Estoy segura de que sí, así que
si aprecias tanto a tu mejor amigo
como siempre has vendido…- me
miró con su pícara sonrisa, esa que
muestra cuando se sale con la suya-
…sino quieres que se quede calvo
antes de los treinta, ya sabes lo que
tienes que hacer. Regresar conmigo
a Nueva York.
- No es tan sencillo, las cosas no
son tan fáciles, como las pintas
sobre tu mundo de luz y color. Julen
estará por allí cerca, y ahora
mismo, nos hacemos daño
respirando el mismo aire.
- Porque así lo has decidido Val,
te he demostrado que tú hubieses
cometido el mismo error. A veces,
el amar con esa intensidad que os
caracteriza, puede ser peligroso,
pero nada que no pueda
solucionarse con la capacidad de
perdonar, porque vuestro amor está
por encima de toda la mierda que os
han echado encima. El poder de
vuestros sentimientos es más fuerte,
lo ha sido hasta ahora, nunca os
habéis rendido. ¿Por qué no seguir
luchando por lo que amas, por tu
sueño?
Cierro los ojos con cada una de sus
últimas palabras…aquello que amas…
mi sueño…
Julen es mi mayor logro, ningún éxito es
mejor que él. Aquello que soñé toda mi
vida, y que jamás esperé encontrar, lo he
tenido con él. Ser el centro de la vida
del hombre al que entregas tu corazón, al
que ese músculo tonto ha elegido sin
preguntarte, aquel que te hace tocar el
cielo con los dedos cada día, que tu vida
a su lado se convierte en un auténtico
paseo por las nubes… Mi alma, supo
que era Julen el hombre al que buscaba.
Lo reconoció aquella noche en Demonia,
se rindió al poder de sus ojos…de su
elegancia que destacaba entre miles de
personas…. Mi sexy americano…Un
sueño, mi sueño…
- No puedo Yara, lo que pasé
después de la ruptura, no puedo
perdonarlo…Respeto y confianza,
son los pilares de cualquier
relación, y en esta, han sido
destruidos por completo.
- Sólo te pido que no sacrifiques
tu felicidad por un error, uno en el
que todos caeríamos. Sí, es verdad
que sé que tú hablarías con él de
ello, Julen es más impulsivo y
visceral que tú, pero no por eso, te
ama menos. Daría su vida por
recuperarte.
- Lo sé…
Claro que lo sé… pero el dolor puede
más que el amor que nos tenemos.
Julen

- Te debo una- me sonríe


pensativo.
- Ya pensaré en algo.
- Seguro que sí, sabes sacar buen
partido de todo tus favores.
- Es por eso, que los Anderson y
los Di Salvo, hemos llegado tan
lejos. ¿No crees?
- Sí, así es, amigo. Deséame
suerte, después de varios días, por
fin ha llegado el momento. Estoy
acojonado, esa mujer es imposible.
No hay forma de ablandar ese
corazón helado que late bajo su
pecho. No la reconozco, no sé quién
es ahora…- ¿dónde estás, baby?
- Tranquilo, es tuya Julen, pero a
veces el tiempo es nuestra mejor
baza. Sé paciente- dice Angelo-, no
queda otra.
- Voy a su ritmo, la he respetado
estos días en los que me ha pedido
tierra de por medio, pero ya no
puedo más, no vivir en paz al saber
que la tengo tan cerca y no la puedo
tocar, necesito cuidarla…
- ¡Joder, y alguien dijo que amar
es lo más hermoso del mundo…ya
lo dudo todo!
- Sí, y sabes que es cierto. Y que
también, nadie dijo que fuese fácil,
la vida no lo es…pero lo que sí es
realmente verdad, es que cada gota
de sudor, cada golpe recibido,
merece la pena por lo que logras al
final de la batalla…-cierro los ojos
anhelando ese final.
- ¿Qué logras?- pregunta Angelo
en un susurro apenas audible.
- Su corazón. Tendré el amor de
Valeria, y todo lo vivido, todo lo
pasado, por mucha sangre
derramada, quedará grabado a fuego
en nuestras almas, para recordarnos
quiénes somos ahora, para
esforzarnos más en vivir cada día al
máximo, sin olvidar jamás lo que
fuimos, con nuestros recuerdos
siempre a cuestas. Lo bueno y lo
malo de la vida, ambas caras
forman parte de la misma moneda.
Y por mucho que seamos nosotros
quienes la lancemos al aire, nunca
podremos elegir hacia donde caerá
la balanza, pero sí podemos decidir,
cómo vivir esa opción otorgada por
ella – miro a Angelo-. Mi moneda
ha caído en la oscuridad, pero te
aseguro que no voy a dejar que me
deje ciego, porque yo elijo luchar,
elijo a Valeria, ella es mi luz, el
lado bueno de mi moneda.
- Esa mujer no te lo pondrá nada
fácil.
- Ahí está el reto, y la victoria
será realmente dulce.
- Te veo muy confiado esta
mañana, Julen. Después de todos
los palos que te ha ido dando estos
días…
Es verdad, no debo venirme arriba tan
rápido, pero es el maravilloso sueño
que tuve esta noche, el que ha
provocado que me levante tan optimista.
Los dos estábamos en nuestra suit del
Juva, recién casados, haciendo el amor
durante horas y horas interminables,
hasta quedarnos dormidos…agotados
por la pasión…
Estos días Valeria y yo hemos tenido
varios desencuentros. Me he presentado
cada día en su trabajo, fue bastante
reconfortante ver cómo sus preciosas
esmeraldas se encendían por los celos
cuando sus nuevas compañeras de
oficina eran demasiado amables
conmigo. Eso hacía que me excitase,
deseando arrastrarla a su despacho y
follarla. El deseo no desaparece, pero
rápidamente el dolor y la rabia irrumpen
por encima de él, dejando la cosa en
nada.
He llenado su oficina de ramos de rosas
azules, su apartamento, incluso le envié
esa canción que tanto significa para
nosotros de Pablo Alborán…pero
nada…ella sigue sin bajar la guardia.
En su despacho, la última vez que
hablamos, tuvimos una conversación
muy tensa…ambos estamos destrozados
por mi estupidez…
- Quiero volver a recuperar la
confianza en la vida, quiero volver
a creer en los cuentos de hadas, en
los príncipes azules, quiero
recuperar la confianza en ti…-
Valeria lloraba temblando, y mis
dedos quemaban por tocarla-, ¡pero
no puedo, no es fácil!- no me
miraba. Se abrazaba a sí misma, sin
dejar que fuese mi cuerpo quien le
diese consuelo.
- ¡Dios mío, baby…!.- mi voz
sonaba desgarrada, desesperado por
tocarla, muriendo lentamente por
hacerlo, pero sabiendo que no debía
presionarla-. Me gustaría ser esas
lágrimas que mueren en tus labios,
porque necesito la vida que tu boca
le da a la mía, sin ella…me estoy
muriendo Valeria…
- ¡Vete…!- los sollozos sacudían
su cuerpo-. ¡por favor bebé…
necesito que te vayas…!
- Te quiero…nunca dejaré de
hacerlo…- me alejé de ella
caminando hacia la puerta, me
ahogaba, irme de aquel despacho
dejándola allí hacía que me faltase
el aire…
- Lo sé…y yo también te quiero,
mi corazón es tuyo…para siempre
Julen…
Eso me detuvo unos segundos. Cerrando
los ojos saboreé cada palabra, y las hice
mías una vez más, como el día que
descubrí ese bello tatuaje como regalo
de cumpleaños.
Antes de irme, le hice una pregunta. Me
giré para mirarla, ambos estábamos
bebiéndonos con los ojos, una lucha
interna se debatía en el corazón de
Valeria.
- ¿Crees en el destino? ¿Crees
que la vida tiene un plan para
nosotros?- la sorprendí con estas
cuestiones.
- Pues yo…
- Lo tiene Valeria- no dejé que
respondiese. Contesté esto antes de
cruzar esa puerta que me alejaría de
ella-. Tú eres mi destino, y no todos
deciden perseguirlo, y por suerte
para nosotros, yo sí, y nunca me
cansaré de correr detrás de él,
porque donde sea que tu vayas,
donde tu corazón y tu alma viajen,
siempre permanecerán unidos a mí.
- Julen…
Eso fue lo último que escuché de sus
labios…
Hoy es mi último día aquí en Italia. Mi
cuerpo me pide un respiro, un paréntesis
entre Valeria y yo, pero mi corazón, no
se lo concede, no se rinde, no quiere
hacerlo. Juego una última baza. Vamos a
escoger ese juego donde uno arriesga…
y luego el otro…es quien tiene la
respuesta definitiva.
- ¿Seguro que no desayunamos
juntos?- pregunta Angelo por quinta
vez.
- No- respondo muy seguro.
- Ok, pues suerte entonces-
palmea mi espalda.
- La necesitaré- nos miramos
unos segundos antes de salir juntos
por la puerta sin decir anda más.
Angelo sube en un coche con chófer, y
yo en un Bentley negro EXP 10 Speed
6. Lo elegí por una razón, es apodado el
Bentley Baby. Sinceramente, ella sería
un pecado sobre ruedas conduciéndolo.
¡Ufff…relaja campeón…!
Suena mi móvil.
- ¿Todo listo?- pregunto.
- Sí peque, espero que dentro de
unas horas, pueda ver otra vez esa
sonrisa que tanto echo de menos, y
tu sobrina también- mi hermana y mi
princesa están pasándolo muy mal
con todo esto, realmente toda
nuestra familia y amigos. Jane
incluso está más rebelde de lo
normal en el colegio, por no tener a
sus tíos cerca y unidos. Hago todo
lo que puedo y lo que ella me deja,
princesa, te llevaré a tu tía Valeria
de vuelta, pero aún no sé cuándo ni
de qué forma…ni si lo haremos
juntos o por separado, pero una
cosa sé seguro, la seguridad que
mostraba hace unos días de que
nunca regresaría a Manhattan,
flaquea. Lo sé por Angelo y Yara,
echa de menos J&Y, su vida allí y
todo lo que Nueva York le ha dado,
sólo se existe una razón que le
impide volver: yo. No quiere
enfrentarse a mí, pero a veces… no
queda otra, amor, que coger la vida
de frente y plantarle cara por mucho
que nos duela, y siempre se lucha
mejor contra ella, si es al lado de la
persona que amas. Bueno…eso
cuando no es el determinante, que
ha causado la guerra en la que
batallas…
Julen…Julen…Julen…estás realmente
jodido.
- No te hagas muchas ilusiones,
ni siquiera me ha dejado acercarme
a menos de un metro de su cuerpo-
cierro los ojos recordando ese
aroma a mango, mi dulce mango.
Lo que me ha llevado a ser un poco
más positivo, es ver que estos días
que he estado en Italia, Valeria ha
recuperado peso. Ambos lo hemos
hecho. ¿Eso tiene que ser bueno,
no? Tiene que serlo.
- Tiempo, sólo es cuestión de
tiempo, los que estamos en la misma
sala que vosotros, podemos ver ese
amor que os caracteriza, herido por
la vida, pero no perdido. Confío en
ti.
- Gracias, luego te llamo.
- Espero que no…
- Y yo también lo espero…
Cuelgo y arranco el coche. Miro por el
retrovisor y Dan asiente, viene detrás
para llevarse el coche en cuanto llegue a
mi destino…a mi Valeria.
Valeria

Hoy me he levantado de buen humor, la


verdad es que tener a Julen cerca, está
ayudando mucho a ello. Las fotos que
me mostró Yara, lo han cambiado todo, y
puedo sentir como la capa de hielo que
envuelve mi corazón, se va cuarteando
cada día.
No me ha tocado, no me ha besado
desde ese primer encuentro en mi
apartamento, donde dejé que mi amor
por él me manejase olvidando por unos
segundos, el daño causado por su
desconfianza. Ese puñal clavado en mi
alma se retorció, y dolió…entonces
reaccioné para alejarlo de mí, de mi
vida. Y así ha sido cada día, desde que
se ha presentado frente a mí para que lo
perdone.
Ayer estaba dándome un baño, y puse
una canción que Julen me envió, una que
forma parte de la banda sonora de una
hermosa trilogía de libros, una melodía
que provocó que mis manos, viajasen
por todo mi cuerpo hasta llevarme a la
cima del placer, imaginando sus dedos
sobre mi piel mojada….
“Love Me Like You Do” de Ellie
Goulding… dice cosas mágicas….
Eres la única cosa que quiero tocar..
Nunca pensé que podría significar
algo…tanto….
Puedes ver el mundo que has traído a
la vida...a la vida
Ámame como lo haces…
Tócame como lo haces…
Dios mío Julen…necesito tanto que me
ames…quiero volver a estar a tu lado
sin que duela…
Miro el reloj, Angelo se retrasa. Hemos
quedado en un lugar un poco peculiar,
pero dice que es el cliente quien ha
escogido el sitio de la reunión, y ante un
nuevo fichaje, no seré yo quien se queje.
He aparcado fuera, no me dejaban entrar
el coche hasta esta zona privada. He
tenido que enseñar la acreditación de mi
empresa para poder estar aquí. Parece
que se acerca uno de los impresionantes
yates que parecen formar parte de este
exclusivo puerto.
Es realmente… ¡Joder…joder…joder…
es…es… es el Española! ¡Puedo leer el
nombre claramente! Está atracando
frente a mí. Escucho el rugir de un
deportivo…por favor…no es posible…
No me atrevo a girarme, pero mis
piernas que no dejan de temblar cobran
vida propia y me mueven, para darle a
mi ojos la mejor vista que jamás van a
tener en su vida. Aquella que siempre
me ofrece el hombre al que amo, aquella
que me bebo cada vez que tengo ante mí
al ser humano al que pertenezco…
Julen…
Sale del coche, uno que por cierto es
una auténtica joya, y que nunca le había
visto ni siquiera aquí. Siempre miro por
la ventana de mi despacho como
desaparece de mi vista…no sin antes
levantar hacia ella ese hermoso océano,
que baña su rostro para mirarme, antes
de irse una vez más…derrotado por
mi…
Voltea la carrocería, con elegancia, con
ese caminar que lo caracteriza,
cubriendo su escultural cuerpo con un
traje negro, firma de J&Y, ya no suele
vestir otros. ¡Madre mía Yara, no hay
mejor publicidad que esta, créeme!
Creo que me voy a caer de culo, no me
esperaba esto…
- ¡Eh Baby!- sus brazos llegan a
tiempo de rodearme y refugiarme
contra su cuerpo. Hundo mi cara en
su cuello apoyando mis manos
sobre su pecho…
- ¡Ah….!- volver a olerlo tan de
cerca, su piel a un centímetro de mis
labios…me siento…me siento
drogada por él…me siento…me
siento otra vez en casa…- ¡Oh Dios
mío, Julen!- me aferro a su cuello
más fuerte que nunca.
- Shhh…estoy aquí, cariño,
siempre estaré aquí para ti, amor…-
sus brazos no me dejan, me
sostienen para no dejarme escapar.
Pero no lo haré, al menos no ahora,
no puedo, no quiero, lo necesito…
No puedo dejar de llorar, siento que por
primera vez en mucho tiempo mi llanto
es liberador, me alivia…Nos movemos
pero me da igual, me dejo llevar…
Abro los ojos, empañados por las
lágrimas que Julen besa intentando
alejarlas de mí. Estoy tumbada, acaricia
mi cara, y poco a poco puedo ver su
bello rostro, por donde su dolor viaja
por sus mejillas, y mis dedos recogen
para aliviarlo.
- Necesitaba esto- dice con la
voz desgarrada-, necesitaba llorar
contigo la pérdida de nuestro hijo.
- Y yo, y no lo sabía hasta hoy,
hasta que tus brazos me han
rescatado de una cárcel diaria
donde mi pena era el carcelero.
Siento como si…
- Se hubiese calmado, parece que
nuestros pulmones vuelven a
funcionar- asiento sin dejar de
mirarlo-. Te echo de menos, y no sé
qué hacer para recuperarte, sé que
obré mal, que desconfié de ti,
que…- está muy nervioso, apenas
consigue hablar. Pongo un dedo
sobre sus labios para que no hable.
Ha debido de traerme en brazos
hasta su camarote, y creo… que no
hay lugar más bonito que este para
que exista una posible esperanza
entre nosotros. El mismo lugar
donde me entregué a Julen por
primera vez como mujer, donde
nuestros cuerpos, se fundieron en
uno para vincularnos eternamente.
Para siempre…
- Ven aquí Julen, te necesito
ahora…- su boca se une a la mía en
un beso lento y maravilloso, el más
apasionado de mi vida, ambos
jadeamos mezclando nuestros
alientos.
Se sitúa entre mis piernas apretándose
contra mí, notando el maravilloso tesoro
que se esconde bajo esos pantalones, y
que mi entrepierna anhela desesperada.
Llevo un vestido que ya está arrugado en
mis caderas. Buena elección Valeria.
Ahora no importa nada más que este
momento, y quiero dejarme llevar…
Une nuestras manos por encima de mi
cabeza sin dejar de besarme, su lengua
me castiga con furia, bailando con su
cuerpo sobre mí, despertando todo
aquello que estaba enterrado bajo el
dolor de la pérdida y la rabia por la
desconfianza. Siento que cada
centímetro de mi vuelve a la vida, como
si mi corazón volviese a latir de nuevo.
Sus labios recorren mi rostro, mi cuello,
regresan a mi boca para saquearla con
fuerza, así una y otra vez, nuestros
atormentados besos mezclados con los
jadeos que huyen de mí, llenan el
silencio.
- Te quiero, te quiero tanto
Valeria, perdóname, no soy nada sin
ti- nos miramos a los ojos. Veo tanto
dolor en los de Julen, reflejo de lo
que él está viendo en los míos-.
Iremos a tu ritmo, poco a poco,
volveré a conquistarte, pero
permíteme que lo haga, cariño. No
me alejes más de ti, déjame
cuidarte, déjame llorar a tu lado por
la pérdida de nuestro hijo.
- Julen…- beso sus lágrimas-, me
tienes, estoy aquí, pero no puedo
decirte que esto será fácil, no puedo
prometerte nada. Te amo, más que a
mi vida, pero rompiste mi corazón
en mil pedazos, y uno, estará
siempre perdido aunque el tiempo
lo reconstruya de nuevo.
- El mismo que me faltará a mí,
yo también lo he perdido. Ambos
seremos incompletos desde ese día-
nos abrazamos. La pasión de hace
apenas un segundo, se va por la
puerta, no debemos engañarnos y
forzar las cosas. Levanta la cabeza
que permanecía hundida en mi
cuello-. No te he traído aquí para
acostarme contigo, yo…- está tan
nervioso y vulnerable, siento que yo
tengo que protegerlo a él.
- Lo sé bebé, simplemente nos
hemos dejado llevar por lo que
sentimos, por esa química que
existe entre nosotros, una que pocas
veces se encuentra en la vida, pero
que ahora se ve eclipsada por algo
que pesa sobre el deseo y nuestro
amor.
- Te he hecho mucho daño, todo
lo que te dije…
Nos arrastra para que yo termine sentada
entre sus piernas, y Julen apoyado contra
el cabezal de la cama. Une nuestras
manos sobre mi vientre.
- Él estaba aquí, dentro de ti, de
su mamá- ambos sin soltar nuestras
manos, acariciamos ese lugar…
- No quiero que esto determine
nuestras vidas, Julen - Me giro para
encararlo y sentarme sobre él-. Sé
que hoy no puedo perdonarte,
porque lo que sí es cierto, es que
me hiciste muchísimo daño. Pero
también sé que me quieres y ¡¡oh!!-
me apresa tan fuerte entre sus
brazos que apenas puedo respirar.
Echaba de menos ese ímpetu.
- Por encima de cualquier
persona y cosa estás tú, decir que te
quiero es poco- coge mi cara entre
sus manos y me roba un beso-. Soy
tuyo, te pertenezco- ambos miramos
nuestras pulseras-. Y tú me
perteneces a mí, y eso es una verdad
eterna.
- Y no diré jamás lo contrario
Julen, pero no podemos evadirnos
de la realidad, y esta es la que hay:
somos dos almas rotas.
- Sí, y que no pueden vivir por
separado, deja de huir de mí, joder-
gruñe y con un rápido movimiento
estoy debajo de su cuerpo, en alerta,
expectante, deseosa de que me haga
suya al notar lo duro que está…nada
importa en este momento. Veo sus
ojos llenos de deseo, y no hace falta
decir nada más…
Nuestras manos trabajan rápido para que
la ropa termine en el suelo hasta que nos
quedamos desnudos. Por favor….volver
a verlo así, en todo su esplendor, con su
miembro erecto, listo para entrar en mí,
con cada línea de su cuerpo perfecto…
provoca en mi piel una sensación
olvidada. Puedo notar lo húmeda que
estoy, mi entrepierna palpita
desesperada por ese dulce bocado que
Julen tiene para mí. Lo acaricio, es tan
suave y hermoso, como la imagen que
tengo sobre mí.
Tiembla entre mis manos, cierra los ojos
y jadea.
- Echaba tanto de menos tu
contacto, que me tocaras,
sentirte…- pone sus dedos sobre los
míos y ambos recorremos su pene,
lentamente arriba y abajo-…me
correré si no paramos- dice entre
dientes.
Aparto mis manos que viajan por sus
músculos, hasta llegar a su cara y
atraerlo para besarlo. Mientras el beso
es lento, apasionado, Julen entre en mí
poco a poco. A pasado demasiado
tiempo para los dos sin esto, sin unir
nuestros cuerpos…y no alcanzo a
describir la magnitud de sentir cómo me
va llenando, de cómo rompe esa barrera
que nos separa, debilitando mi dolor,
para sentir su amor por mí…
- ¡Joder…baby…no…no puedo
aguantar...mucho tiempo sin ti…sin
esto…!
- ¡Ah…sí…no pares, déjate ir, no
pasa nada…!- rota sus caderas y mi
clítoris hinchado recibe cada roce
acercándome al clímax. Es
maravilloso conectar así con él, que
no hayamos perdido en nuestra
magia, me hace sentirlo por todas
partes.
Mete una de sus manos entre nuestros
cuerpos, y me arqueo al tocarme en ese
punto, es delicioso, solo existimos Julen
y yo.
- Estás tan bonita así, envuelta
por el deseo, córrete conmigo,
amor, déjate ir conmigo- sus dedos
trabajan más rápido y golpea mi
sexo con si polla sin descanso-. ¡Sí,
joder…oh…!- Julen se está
corriendo y eso me excita más hasta
el punto que me lleva con él, hasta
el cielo, el nuestro. Lo tocamos
juntos, después de tanto tiempo sin
verlo…
Respiramos abrazados. Yo sobre el
cuerpo de Julen, me ha arrastrado hasta
dejarnos en esta postura, intentando
recuperar el aliento. Ha sido rápido,
pero muy intenso, y es maravilloso
volver a tenerlo así.
- Te necesito Valeria, esto es lo
que somos tú y yo, fuego, pasión y
deseo, envueltos de un amor
incondicional, donde ha habido
fisuras, pero nada roto, no podemos
separarnos más.
Me sitúo a su lado, entrelazamos
nuestras piernas, y sus brazos me
rodean. Siento como si el mundo no
pudiese tocarme, salvo Julen, es el
único que puede herirme.
- Y yo te necesito a ti, bebé, pero
las cosas han cambiado entre
nosotros. Sí, nos amamos, eso nunca
lo dudaré, sólo que el daño que me
hiciste, todavía duele demasiado.
Me levanto de la cama, y miro por la
ventana, nos hemos movido, parece que
solo hay mar a nuestro alrededor, aquí
hay tantos recuerdos…la noche que…
- ¿Estás pensando en lo que hay
encerrado en este camarote?- me
abraza por detrás besando mi
cuello-. Mi dulce mango…- cuando
pone esa voz de línea erótica,
saltaría sobre él.
- Sí, aquella noche fue todo tan
perfecto, un comienzo…
- ¿Y hoy no? – susurra-. ¿No
podría ser el comienzo de mi
perdón?
- Quiero que sea así, pero no
puedo engañarte, engañarme a mí
misma, que sin más, podemos
empezar de cero.
Me doy la vuelta entre sus brazos,
apoyando mis manos sobre su pecho,
perdiéndome en su mirada.
- La vida es complicada, y a
veces, es una perra, la peor de
todas. Todos vivimos en una
burbuja, tú y yo estábamos dentro
de la nuestra, ajenos a lo que
pasaba fuera. Y entonces, un buen
día, reventó.
- La reventé yo, baby.
- Sí, cariño, tú lo hiciste, pero he
pensado mucho, y lo que nos pasó,
podría habernos pasado estando
bien. Para nada me aferro a este
argumento para disculparte, no es
eso, lo que quiero decir, es que las
desgracias ocurren a cada segundo
en la vida de las personas, y no
podemos hacer nada por evitarlas.
No está en nuestra mano decidir los
acontecimientos duros que nos
golpean dejándonos sin aliento,
pero lo que sí podemos hacer en
decidir cómo queremos
enfrentarlos. Y yo decidí el día que
traje mis maletas a Italia, que nunca
me rendiría. Sólo existen dos
opciones, vivir o morir, y yo elijo
vivir. No dejaré que la vida
determine mi futuro. Somos
personas moldeadas por nuestras
vivencias, nuestro pasado es parte
de lo que somos en el presente,
nuestros recuerdos y vivencias
viajan en nuestros corazones, pero
debemos saber hacia dónde
queremos ir. Y yo quiero seguirte a
ti, Julen, pero no encontré el camino
todavía. Todo está oscuro ahí
fuera…
- Me siento perdido Valeria, ¿me
pides tiempo?- hace un gesto
extraño con la cara y me hace
sonreír. Toco su ceño fruncido e
intenta morderme la mano.
- ¡Eh, tú!- me da un beso rápido-.
Te pido que vivamos el momento,
sin forzar las cosas…- trago saliva
porque esto que le voy a decir, me
ha hecho pasar largas noches de
llanto, y sacrificar muchas horas de
sueño-. Me sentí culpable por todo
lo que nos pasó.
- Sé eso, pero soy el único que se
equivocó.
- Supongo que mi abuelo te lo
contó, no sé por qué sabría que lo
haría, y como yo no iba a ser capaz
de decírtelo, de alguna forma, ese
sentimiento de culpa que me
perseguía quería que llegase a ti,
que supieses cómo me sentía.
- ¿Tú culpable, amor?- me
aprieta fuerte-. Nunca, yo soy el
único verdugo de nuestra desgracia.
- Sí, Julen, tu desprecio, tus
palabras hirientes, todo esa lluvia
de insultos desembocaron en la
pérdida de nuestro hijo. Lo sé- me
falla la voz.
- No podrás perdonarme,
¿verdad?
- Escúchame ahora, por favor-
asiente como un niño. Mi niño-.
Nuestra mente, muchas veces, juega
sucio, al igual que la vida. Empecé
a pensar que yo provoqué de alguna
forma todo, que el haber sido
cordial con Angelo era el motivo de
tu desconfianza, no las fotos en sí. Y
que por otro lado, yo…- me duele
la garganta al decir esto-…no era
una buena madre por no salvar a mi
bebé, por dejarlo ir y no protegerlo
aquí dentro.
Las lágrimas regresan, me separo de
Julen, necesito aire. Salgo del camarote
hasta llegar a la cubierta y que la brisa
del mar golpee mi cara. Cierro los ojos
al mismo tiempo que me envuelve algo.
Julen nos ha tapado con una de las
sábanas de seda, estamos desnudos y yo
ni siquiera he sido consciente de ello.
- Así está mejor, no quiero tener
que arrancarle los ojos a nadie,
amor.- Besa mi cabello y me
reconforto contra su cuerpo. A
veces se me olvida que incluso la
prensa podría estar cerca. Nunca
dejan de intentar sacar algo. Sería
una bomba sacarnos desnudos.
- No, no queremos eso- le sonrío
y él también. Tristes pero es
gratificante verlo sonreír.
- Ya nunca sonreímos. Verte feliz
cada mañana era la razón por la que
me levantaba cada día, tú eres el
motivo por el que tengo algo por lo
que luchar en la vida, cuando creía
haberlo perdido todo. Nada me
importa si tú no estás a mi lado,
Valeria- cojo aire, mis pulmones se
llenan de vida.
- Tú eres mi vida, mi sueño
hecho realidad- le doy un beso
casto-, te soñé una y mil veces, y
llegaste a mí siendo mejor que
cualquier fantasía. Pero el cuento se
ha visto truncado con un final muy
diferente al que esperaba.
- Deja que tu príncipe escriba
otro, que le dé a su princesa todo lo
que se merece y más.
- Vamos a dejar que el cuento se
rescriba sólo, poco a poco, Julen.
Eso es lo que he aprendido todo
este tiempo, bebé. Que hay cosas en
la vida que no dependen de
nosotros, por mucho que nos
empeñemos en buscar soluciones,
en cambiarlas, en culparnos por no
conseguir modificar la realidad, no
sirve de nada ese castigo auto
impuesto. Queremos salvar el
mundo, a todo lo que amamos, nos
gustaría evitar por encima de
cualquier cosa, que los nuestros
sufrieran. Pero la verdad es que no
podemos, cosas buenas y malas
pasan cada día, y son la esencia de
la vida, y la mayor parte de ellas,
no dependen de nosotros, sí como
enfrentarlas.
- Amor, quiero llegar a pensar
como tú, pero no puedo.
- Con el tiempo de das cuenta de
muchas cosas, nadie es intocable,
puedo ver eso en los demás. Cada
persona lleva su bagaje, y el de
nadie es peor que de otros, porque
el dolor no se mide, lo importante
es saber aceptar las cosas, y algo
fundamental, es dejarnos ayudar,
apoyarnos en la familia y amigos.
Ellos me han salvado a mí, Julen. Y
sé que a ti también.
- Yo quiero salvarte cada día de
todo lo que intente dañarte, pero…-
acaricio sus labios con los míos.
- Pero no puedes hacerlo si el
que me daña eres tú. A veces las
personas que más amamos, se
convierten en nuestros monstruos,
en aquellos, que no nos ayudan a
avanzar. Y tú eras el mío, cariño,
necesitaba huir de ti.
- ¿Ya no?
- No lo sé, Julen. Tiempo, vamos
a dejar que el tiempo decida.
- Siento que te estoy perdiendo,
Valeria, esto parece una despedida.
- Bésame, por favor- me mira
unos segundos, y nos fundimos en un
beso, aquel que no sabemos si será
el último…
Julen

Me duele la cabeza, anoche no pude


dormir nada. Me parece increíble que
me haya ido de Italia y que esté a punto
de aterrizar en Nueva York. Valeria fue
la que me pidió que le diese espacio,
que era necesario poner un mar de por
medio, uno que hace meses, me hubiese
bebido para llegar a su lado, y no
separarme jamás de ella.
- Julen, no está todo perdido, has
estado en el Española con ella, ni
siquiera pensabas que se subiría en
él, y por lo que sé, hubo fuegos
artificiales- esa bruja que está
sentada frente a mí, me guiña un ojo.
Bruja.
- Yara, cállate- le saco la lengua
y ella suelta una carcajada.
Escucharla hace que me una a ella,
y que mi polla reaccione al recordar
la jornada de ayer…
Hablamos…follamos…comimos…
follamos…no podía dejarla respirar,
quería marcarla, que hoy recordase a
quien pertenece, que es mía, que somos
uno.
- ¡Julen…ah…!- devoraba su
sexo en la ducha. La levanté sobre
mis hombros, enloquece cuando la
devoro de esa forma, mi lengua se
follaba su coño, bañado por la
esencia que me embriaga y que me
enloquece, sin poder frenar el
saqueo de mi boca-. Por favor, no…
no puedo correrme otra vez, voy a
perder el sentido…- decía eso
aferrándose a mi cabello, sin dejar
que me moviese de ese lugar. Ella
quería que no dejara aquello, lo
deseaba tanto o más que yo. Se
corrió tantas veces en mi lengua,
que me emborraché de Valeria.
- Es maravilloso escucharte
gritar- la bajé para que me rodease
con sus piernas y la empotré con
fuerza contra la pared. Mi pene
entraba y salía elevándola a cada
estocada, sin descanso, sin tregua,
éramos una furia apasionada
desatada en aquella ducha. Me
clavó las uñas en las nalgas, adoro
eso, que se deje arrastrar por el
deseo.
Nuestros labios se buscaron mezclando
su dulce sabor con sus gemidos,
enloqueciéndola más. Valeria se excita
mucho cuando se saborea a sí misma, y
eso me endureció más provocando un
cambio en los acontecimientos. La moví
rápidamente aplastándola contra la
pared. Levanté su pierna derecha y entré
hasta el fondo, llenándola con mi polla.
- ¡Ahhh…sí…Julen… por
Dios…!-la cogí por el hombro con
la otra mano y golpeé duro, sin
dejar que se moviese, sólo yo podía
entrar y salir, y ella recibirme. Mía
por completo. La había dejado a
medias cuando la bajé, y mientras la
follaba contra la pared de la ducha
la seguí provocando, pero sabía que
no se había corrido, y que
necesitaba llegar.
- ¿Qué, nena?- estocada lenta
pero profunda. Jugué con ella,
torturándola. Amo que suplique por
mí.
- ¡Oh…sabes qué!- cogí su cara
apresándola fuerte con una mano,
sin dejar de follarla, duro pero
suave, enloqueciéndonos a los dos.
- No amor, quiero que me lo
expliques, ha pasado tanto tiempo
sin esto…- gritamos juntos por la
sensación de llegar hasta sus
entrañas-…¡joder…quiero esto
cada puto día…estás ardiendo…!-y
sin más le susurré cantándole al
oído-…tómame de los pies a la
cabeza, porque quiero ser la lava
que derrama tu volcán de miel,
bésame tápame la boca, con tu
boca porque quiero arder…-
gracias Pablo Alborán…eso
terminó por volvernos locos y
perder la cabeza, mordiéndome la
boca perdida en mí, en nosotros. Y
el ritmo de mis golpes se enturbió,
gritamos desesperados, y cuando
estuve a punto de correrme, la
masturbé, saqueé, castigué y
pellizqué su clítoris hasta que de
sus labios, escaparon gritos
incoherentes, por legar al más puro
y delicioso de los éxtasis. Fue
apoteósico, terminamos casi
inconscientes en el suelo.
Amo a esa mujer, mi corazón lleva
escrito su nombre.
- Nada está decidido, me ha
pedido que dejemos pasar un
tiempo, y eso no cabe en mi cabeza,
porque cuando tienes que pensar
algo, para mí ya está todo perdido-
me froto la cara.
- Eso no es verdad, colega, a
veces lo que creas que te aleja del
premio gordo, te lo pone más en
bandeja que nunca - Dan con un
refresco, se sienta a nuestro lado.
Sé que va a darme un buen sermón,
es muy bueno en ello. Tanto, que
creo que acaba de darle sentido a la
frase de Matías, aquella que no
entendía en su momento, pero que
ahora cobra todo su sentido: “las
cosas que a veces creemos que nos
alejan de la persona que amamos,
son las que nos pueden acercar a
ellas”. Tiempo es lo que ella pide…
nada más…-. ¿Listo?- Yara y yo
sonreímos y asentimos.
- Listo- respondo.
- Hay una mala costumbre en esta
vida, y es la de juzgar a las
personas, nos creemos sabedores de
verdades universales con respecto a
los acontecimientos de la vida de
otros, eso sí, especialmente cuando
se trata de criticar a los demás. La
gente es muy lista, y para olvidarse
de sus problemas, se centra en
tachar a los a sus iguales, cuando
nadie es juez en este mundo para
decir si algo es así o “asá” ¿Me
pillas?- niego, Yara también me
imita-. Lo suponía. A lo que voy es,
que las cosas no son siempre
blancas o negras, hay matices,
también existe el color gris. Es
decir, no porque una pareja se haya
puesto los cuernos ya no se quieren.
Hay altibajos, pero pueden remontar
y ser incluso más felices. ¿Acaso
eso no ha pasado nunca? Sí, doy fe
de ello, lo he visto con este par de
bellos ojos que adornan esta
hermosa carita- eso provoca
carcajadas en el ambiente-.
Continúo.
- No hay quien te frene, así que
adelante- dice Yara.
- Ahí le has dado, porque hasta
que el “menda leyenda” no lo
escupa todo, este avión no aterriza-
es realmente bueno. Valeria le tiene
mucho cariño. Sabe ganarse a las
personas, y también sé que han
estado hablando en Italia. Dan es
muy protector con ella, y necesitaba
saber que su amiga estaba “bien”,
comprobarlo con sus propios ojos-.
Toda esta parrafada, viene por lo
que has dicho ahora y
anteriormente, lo que pasa es que
quería tener claro mi discurso para
poder rebatir tus palabras. Dices, al
igual que la mayoría de la
humanidad, cosa surrealista en estos
tiempos, que si se lo tiene que
pensar es que no te quiere como
antes. Error. No tiene que debatir si
te ama, necesita espacio para que su
dolor sea parte de la mujer que es
ahora. Aceptar lo que ha pasado, y
me alegró saber que apartó la culpa
de todo esto.
- Sí, ella no tiene la culpa-
susurro.
- Julen, tú tampoco. Fuiste un
cabronazo, te perdieron las formas,
pero fueron provocadas, hasta ella
ha reconocido que los celos se la
hubiesen comido de ser al revés. Se
lo demostré- Yara quiere que
avance en este punto-. Sé que esas
palabras tan feas no escaparían de
sus labios, pero te aseguro que otras
parecidas sí. A ella y a cualquier
hijo de vecino.
- Eso es así, secundo a tu
hermana. Pero a lo que voy, es que
por pedirte tiempo, un espacio que
su cuerpo le pide, su corazón- niega
con la cabeza-, hasta vuestra
historia ha provocado que yo suene
cursi, ¡joder!- nos reímos-. A lo que
iba, que ese tiempo es lo más
lógico. Queréis estar juntos, y dudo
mucho que pueda haber otro final
para vosotros, pero un respiro
después de un golpe tan duro donde
os quedasteis sin aire, no es menos
amor que otro. Dejemos ya de poner
etiquetas a las cosas, de si esto pasa
es porque no te quiere, o de si hace
esto es porque ya no siente nada. Y
si ha hecho esto es porque es una
descocada o un cabrón. ¡Que la
gente viva su vida y deje vivir,
cojones, que bastante duro es
levantarse cada día como para
preocuparnos de lo que hacen o
dejan de hacer los demás! No te
creas todo lo que se dice. Tiempo,
es simplemente tiempo, no falta de
amor.
- ¡Bravo y bravo!- Yara le
aplaude-. Ojalá fuese eso una
realidad, Dan, te aseguro que la
gente caminaría de otra forma, sin
sentirse juzgada. Es tan fácil hablar
desde fuera, a veces parece que
tenemos el corazón podrido.
- Y todo esto ha venido por lo
que hablamos el otro día- tuvimos
una charla la última vez que Valeria
me echó de su nuevo trabajo.
- Sí, porque te quedas en la
superficie de las cosas, y hay que
rascar. Ni blanco ni negro, hay
matices, recuerda eso. Ni pedir
tiempo es no querer, ni hacer otras
cosas es no amar. Que nos enseñen
las reglas de lo que significa el
amor verdadero, lo más complicado
de esta vida, creo que es el amor, es
infinito, a la par que complicado.
No hay norma universal en las cosas
del querer, pero tenemos la mala
costumbre de ofuscarnos en lo de
siempre.
- Cada uno es libre de decidir- le
contesto-, no podemos obligar a las
personas a pensar como tú.
- Sí, por supuesto que no podría
obligar a nadie, pero que tampoco
quieran que los demás pensemos
como ellos, que eso es lo que me
toca los huevos a mí. ¡Yo tengo que
respetar al mundo, pero yo soy un
incomprendido!
- Pon un ejemplo, don
pluscuamperfecto- Yara se adelanta
en su asiento.
- Bueno…tengo un amigo- me
mira, creo que ya sé por dónde van
los tiros porque este ejemplo me lo
puso a mí, y me tapó la boca.
Llevaba razón-. La forma de amar
de una pareja, por ejemplo. ¿Tú qué
opinas del sado?- eso pilla a mi
hermana desprevenida.
- ¿Cómo? ¿Te va ese rollo, Dan?
¡Me dejas loca!- Yara abre los ojos
como platos.
- Nunca lo he probado en su
versión dura, jueguecitos leves,
pero muy productivos, te lo aseguro.
A lo que voy. Cuando alguien cuenta
que azota su chica o chico, los
miran como si perdiesen aceite, o
fuesen desequilibrados. ¿Por qué?
- Pues porque es raro, Dan-
contesta Yara.
- No estoy de acuerdo. Te repito
lo de antes, ¿dónde está esa norma
universal que concierne a las
parejas, o al amor en general? ¿Por
qué se aman más las personas de
sexo vainilla que las que practican
otras modalidades, o llevan otro
tipo de vida más abierta? Si el
respeto y la confianza, son base
fundamental, creo que es tan amor
como cualquier otro. Odio eso de
que para quererse de verdad, pues
tiene que ser como digan los
sabiondos de turno. Opinar sí,
juzgar no.
- Amén le contesto. Ha quedado
claro su punto de vista caballero, y
lo patentaremos en un futuro- le
contesto.
- Estoy seguro de que sí. Una
cosa es no compartir esos estilos de
vida, pero hay que respetarlos, un
amor tan grande y sincero como
otro, ¿no?- asiento. Alan y Beth
saben mucho de eso. Ya lo creo que
sí saben, de más diría yo… ¿y quién
duda de que están locos el uno por
el otro? Yo no, ni tan siquiera
cuando ella está torturándolo con su
indiferencia.
“Diez minutos y estaremos en tierra.
Señor Anderson”- de vuelta a casa,
sólo…Lo siento Kai, te fallé otra vez,
pequeño. No he querido preocuparla
cuando me preguntó por nuestro perro. L
e dije que la echaba de menos, que la
necesitaba tanto como yo, pero que todo
estaba en orden. No era necesario decir
otra cosa. El veterinario me recomendó
que si podía dejarlo con algún familiar,
para ver si así mejoraba, ya que yo
también le estoy transmitiendo mi dolor,
y Kai lo siente, y eso lo aflige más junto
a la pérdida de su “mami”. Y así ha
sido, está con Leire y con Bat, ha
recuperado peso, y ha sido la mejor
noticia que he recibido estos meses.
Bastante ha pasado ya nuestro pequeño
en esta vida, ahora es nuestro deber
cuidarlo y hacérsela más fácil. A él
también le he fallado, porque es otro
daño colateral de lo que he provocado
entre Valeria y yo.
- La primera parada Dan que sea
en casa de mi abuela, quiero
recoger a Kai- empezaremos de
cero, y espero que muy pronto, con
nuestra chica al lado.
- Te acompaño- dice mi hermana.
- Tienes una familia que te
espera- le contesto.
- Sí, allí mismo, todos están allí.
- ¿Sabías…?- soy un libro
abierto para mi hada.
- No lo he dudado ni un segundo
de que irías a buscarlo, es lo único
que te queda de ella, y quien más te
puede ayudar con su compañía y
cariño. Ese perro también te
necesita, Julen.
- ¿Sabes que te quiero, no?- le
pregunto.
- Sí, pero me gustaría escucharlo
más a menudo. Me gusta.
- Hecho.
- Y por cierto- dice-, yo también
te quiero.
Dos meses después, en Nueva York.

Julen
- Bueno, si tengo que hacer
balance general de este último año,
voy a quedarme con lo bueno, no
con lo malo- mi hermana me mira.
Ha querido que mi padre y yo
estemos en este discurso de
comienzo de año. Han sido unas
navidades horribles, Valeria las
pasó en España, lejos de mí y de
Kai, sólo hemos hablado por
teléfono estos dos últimos meses.
Jane quería que fuésemos a pasarlas
con su tía, y yo también, pero las
cosas siguen muy tirantes,
especialmente con su familia, esta
vez no están de mi lado, salvo mi
aliado de siempre, Matías, él ha
vuelto a subirse a mi barco, y
aunque parezca mentira, pero
guardando las distancias, Jorge
parece estar más…sociable
conmigo.
Sigue cauto, no se fía de mí, y si sale el
tema de lo que pasó cuando hemos
quedado para cenar en su casa o la mía,
se pone tenso. No pudo estar al lado de
su mejor amiga, y lo que no consigue
olvidar, es lo que ella vivió por mi
culpa desde que se desmayó en aquel
aeropuerto. Eso mismo que me carcome
el alma cada noche a mí, que no pude
cuidarla, no estuve a su lado cuando
todo pasó…-. J&Y, no ha dejado de
crecer, todo ha sido producto de un gran
trabajo en equipo, pero en especial, de
una gran mujer que ha peleado para que
creciéramos por todo el mundo,
ganándose a nuestros clientes, y que
quiero que tengáis muy claro, que
siempre ha seguido aquí, en la distancia,
pero cerca. Es una diosa, no entiendo
cómo lo hace, pero así ha sido. Quiero
que recibamos a… ¡Valeria Fernández-
¿qué…qué coj…? Miro a mi padre que
levanta los hombros riéndose. Mi
hermana ni me mira, sabe que los dardos
que salen de mis ojos, la pinchan seguro.
Busco la puerta, y ahí está la razón de
mi existencia, eclipsando a todas las
personas que hay en esta sala. Hoy todo
el mundo viste de gala, estamos de
celebración por otro nuevo año de J&Y,
y no puedo evitar morderme el labio
apresando una sonrisa al ver el vestido
que lleva mi española. Uno azul, como
su mirada, aquel que le regalé en
Ibiza…aquel que lleva tanto escrito en
cada centímetro de su tela. Hermosa, es
un ángel, mi ángel. Aplausos, todos
aplaudimos su entrada triunfal, pisa
seguro, es una mujer de los pies a la
cabeza, ¡joder cómo la amo…!-, la
mejor Relaciones Públicas y
Organizadora de Eventos que jamás
haya habido y habrá en esta empresa!
Todo lo acontecido hoy, es obra de su
magia- ambas se miran-. ¡Ven aquí!- se
funden en un abrazo, uno que demuestra
el cariño que se tienen. Después de que
Marcus, Aden y finalmente Jorge se la
coman a besos, algo que me cabrea por
no poder ser yo el que esté ahí abajo a
su lado, Valeria toma el relevo de Yara
para decir unas palabras.
- Hola chicos, muchísimas gracias
por este caluroso recibimiento, y
pido perdón desde ya, a todos
aquellos con los que no he podido
hablar estos últimos meses, tan sólo
me limité a mantener a flote mis
responsabilidades, y de ello eran
conscientes unos pocos. Ha tenido
que ser así por circunstancias
personales que no vienen al caso,
pero ya estoy de vuelta por
completo, para trabajar en equipo
como bien nos ha enseñado la
fundadora de esta empresa- Yara
asiente. Levanta la vista hasta lo
alto de la sala, y nuestros ojos
chocan, después de tanto tiempo
sufriendo la ausencia de su mirada,
me veo recompensado cuando veo
su sonrisa. Se la devuelvo-. No
quiero remover el pasado, sólo
afrontarlo y aceptarlo, quedándome
con lo bueno, y haciéndome más
fuerte con lo malo que haya
ocurrido- en menos de un segundo,
toda la sala me está mirando. Era de
esperar, es un hecho que rompimos,
el por qué, un misterio para la gran
mayoría. Las especulaciones siguen
en el aire, y ahora que ha regresado
a Nueva York, todo cogerá más
fuerza, la prensa ya tiene carnaza
para tirar a los tiburones-, estoy
feliz de poder regresar en cuerpo y
alma a J&Y, y espero seguir dando
lo mejor de mí cada año. Gracias a
todos.
- ¡Eso será si te lo ganas,
española, ya veremos si te renuevo
el contrato!- suelta Yara para que
todos la escuchen. Las carcajadas
inundan el ambiente, eso está bien,
la tensión que se notaba en la sala
parece diluirse.
- ¡Intentaremos que así sea, jefa!-
vuelve la vista al frente, abarcando
la sala y mirándome a intervalos
cada vez más cortos. Siento unas
ganas irrefrenables de llevármela
de aquí.
- Tranquilo, hijo- mi padre
coloca una mano sobre mi rodilla-.
No es el momento de que saltes
encima de ella- dice sonriendo-,
aunque puedo entender tus ansias,
pero todo a su debido tiempo.
- Madre mía, papá, si alguien
vuelve a nombrar ese palabrita, me
tiro por la ventana- tiempo, tiempo,
tiempo…¡¡¡¡argggggg!!!!! Ya pasó su
tiempo, de eso estoy seguro. Ella
está aquí, yo estoy aquí, y ahora que
sea lo que Dios quiera, pero el
paréntesis se agotó.
- Sin más, deciros que estoy
deseando empezar este nuevo año,
donde todavía nos queda realizar
los informes finales, pero eso ya el
lunes, recuperados de la resaca que
nos traerá la noche de hoy, ¿estáis
conmigo?- un griterío enloquecido
se desata en estas cuatro paredes.
Todos a una con ella. Un aplauso al
unísono termina por cerrar la
reunión, y yo ya no puedo más. Bajo
las escaleras corriendo, varias
personas la saludan abrazándola y
besándola. No me importa, llego
hasta Valeria, ella me sonríe y no lo
dudo, tiro de ella cogiéndola de la
mano, llevándomela lejos de allí.
- ¡Julen, estás loco, por tu madre,
mira los tacones que llevo, vas a
romperme un pié, ayúdame
hombre!- A sus órdenes, mi señora.
La levanto y me la cuelgo al hombro
como un saco. Escucho risas detrás
de nosotros, Dan me ha hecho un
gran favor y el ascensor nos espera
listo para bajar-. Gracias.
- Para eso estamos. Hola Val.
- Hola Dan- dice apenas sin aire,
sin poder dejar de reírse-. Ya te
daré dos besos en otro momento,
aquí tu jefe ha perdido los papeles.
- Sí, bueno, es algo habitual en él
desde que una valenciana peligrosa
entró en su vida- la dejo en el suelo,
arrastrándola por todo mi cuerpo,
dejándola a la altura de mis labios.
Sin dejar de mirarnos, le responde.
- Puede que ahora sea más
peligrosa que antes, creo que tu jefe
necesite mano dura, no hay que
ponérselo fácil –levanto una ceja-.
Soy una chica nueva.
- Pues entonces, ¡Dios nos pille
confesados!- contesta Dan mientras
las puertas del ascensor se cierran.
No dejamos de mirarnos mientras ella se
pasea la lengua por el labio inferior,
humedeciéndolo, hasta que finalmente se
lo muerde.
- Nena, ¿quieres que te folle
ahora mismo?
- ¿Vas a estar hablando mucho
más tiempo?- se aprieta contra mis
caderas, para notar mi polla, que
está como una roca bajo mis
pantalones.
No contesto y asalto su boca
empujándola contra el ascensor, y tardo
dos segundos en entrar en el paraíso,
ambos gritamos de placer y por lo que
veo…dejo de moverme.
- ¿Vas sin bragas, amor?- asiente
traviesa-. Supongo que habrás sido
discreta, no quiero empezar el año
arrancándole los ojos a alguien.
- Muy discreta, me he movido
como una señorita, señor Anderson,
nadie ha podido ver nada de lo que
se esconde bajo este precioso
vestido.
- Me alegra mucho que te lo
hayas puesto, ¿eso es un sí?- le hice
una pregunta la última vez que la
llamé por teléfono. Es decir, hace
unas horas en las que…- ¿Ya
estabas aquí cuando te llamé?-
vuelve asentir-. Señor…¿quieres
enloquecerme, Valeria?
- Tanto como tú me enloqueces a
mí- se acerca a mi oído, lo lame, lo
muerde y susurra…- empótrame,
nene.
- Joder…- eso me endurece más
en su interior húmedo y caliente, y
follamos como locos, hasta que me
dejo ir al notar como se contrae
apretándome la polla al llegar al
clímax.
Recuperamos la respiración con Valeria
aferrada a mi cuerpo, ambos hacemos lo
mismo, nos olemos, necesitamos saber
que estamos en casa. Bajo sus piernas y
la aplasto con mi cuerpo levantando sus
brazos por encima de su cabeza.
- Te quiero- susurro contra esa
boca que me vuelve loco. Sus ojos
verdes tienen un brillo especial, uno
que hacía demasiado que no veía.
Estaban sin vida en Italia a pesar de
sentir que era mía…sólo quiero tu
perdón. Baby. No merezco ni
respirar el mismo aire que tú, pero
te amo demasiado para alejarme
de ti y dejar que ambos vivamos
una vida alejados el uno del otro.
Nunca me rendiré, eres la razón de
mi existencia-. Te necesito…dime
algo acerca de lo que hablamos la
última vez…
- No pienso decirte un sí
rotundo- le pedía en esa
conversación que regresara a
nuestra casa, con Kai y conmigo-,
no voy a mentirte, Julen. La herida
no está cerrada, sigue cicatrizando,
por ello no quiero que nos
precipitemos. Sabes que te quiero,
que no puedo ni quiero alejarme de
ti, pero no pienso forzar las cosas ni
correr…- levanto una ceja y sonrío
al ver que se muerde el labio
escondiendo su pícara sonrisa.
- Sí correrte, ¿no?- se escucha en
este elevador, esa maravilla que
existe en mi mundo, su carcajada.
Es una melodía hermosa, que
termina plasmada, con esa felicidad
que me regala su bello rostro,
partido por una sonrisa.
- Por supuesto, además de ser
muy saludable y recomendado por
los médicos, es algo que provocas
tú al volverme loca, y habría
perdido la cabeza definitivamente si
renunciase a ello- nos damos un
beso que me pone enfermo…
- Entonces, sólo me quieres por
mi cuerpo- le hago notar lo mucho
que cada centímetro de mí la desea,
especialmente eso que ella llama,
“la bestia”…
- Entre otras muchas cosas…pero
ahora mismo…- levanta una de sus
piernas acercándome más a ella,
enredándose como una serpiente a
las mías-…sólo pienso en comerme
todo lo que tengo delante- froto mi
pene contra su entrepierna.
Jadeamos al notar lo que está
ocurriendo ahí abajo.
- ¿Nos vamos de aquí, amor?-
muerdo su oreja.
- ¡Ah…!- se aleja de mí sin
esperármelo colocándose la ropa-.
No señor Anderson, tenemos que
acudir a un acto benéfico, donde se
inaugura un nuevo año de la
empresa de su hermana, y en el que
se requiere nuestra presencia.
- ¡Valeria por el amor de Dios,
no me tortures más!- me paso las
manos por el pelo desesperado-.
¡Quiero una puta respuesta ya!
- ¿Cómo has dicho?- su
semblante cambia. La jodiste Julen.
- Yo…
- Escúchame bien, bebé. Saca
papel y bolígrafo por si lo necesitas
apuntar para releerlo cada puto día
a partir de ahora- nada bueno viene
detrás de esas palabras…-. He
vuelto a Nueva York, sí, y no lo voy
a negar, el motivo principal que me
ha movido a ello eres tú,
¡gilipollas! ¡Cosas de la vida! ¡Me
tocará amarte hasta los confines del
mundo! Pero eso no borra nada de
lo que pasó, ¡nada! ¿Me oyes?- grita
poniendo en marcha el ascensor otra
vez. Verla así de enfadada no es
algo que me guste, no estamos en
ese punto donde me pone hasta
querer follarla, más bien todo lo
contrario, creo que si me bajase los
pantalones ahora mismo, no me la
encontraría-. Hemos hablado mil y
una veces de todo esto, y todavía no
siento que te haya perdonado, de
hecho, creo que a veces te odio
como en este momento, donde me
pregunto si de verdad merece la
pena arriesgar mi corazón una vez
más por ti, o si prefiero vivir
muerta en vida sin tener el tuyo,
pero al menos sin que sangre más,
cicatrizando poco a poco, porque
sólo tú puedes reabrir sus heridas.
- Baby, joder, no seas tan dura,
estoy desesperado por volver
contigo, porque me perdones,
quiero que vuelvas a confiar en mí,
en nosotros, que volvamos a ser uno
junto a Kai- Se coloca frente a las
puertas que están a punto de abrirse.
- La confianza no es un derecho,
es algo que hay que ganarse Julen- y
sale del ascensor.
- Valeria…- camina como una
diosa, sus caderas, su melena… es
un ángel que enloquece a este
diablo…
No quiero montar un número, la planta
baja está llena de gente, todos listos
para acudir a la comida de gala. Mi
chica se va con Jorge que la mira
extrañado, y enseguida me busca con la
mirada. Si ese gesto matase…
- He supuesto que en ese
ascensor pasaba algo, al ver que
Dan no dejaba que nadie lo utilizase
por problemas técnicos- Yara-.
¿Qué ocurre, Julen?
- Me está volviendo loco-
Valeria sale del edificio, no ha
hecho falta decirlo, pero Neimar la
escolta, la sigue a unos metros de
distancia-. Gracias Dan.
- Sin problema, sé que lo
querrías así- está a mi lado.
- Siempre, nunca sola- miro a mi
hermana-. Al igual que toda la
familia, sois como un llavero que
llevarán puesto todos los días.
- Hermanito, ten cuidado, no la
presiones- se coge de mi brazo-.
Alan y Tony vendrán un poco más
tarde, dicen que tienen unos jefes
usureros que los explotan mientras
ellos andan de parranda- eso me
hace sonreír-. ¡Venga Julen, ya la
tienes aquí, eso es algo
maravilloso!
- Sí, pero no conmigo, me pone
la miel en los labios, y luego
nada…- una cosa que no había
pensado-. ¿Dónde se ha instalado?
- En su antiguo apartamento,
estaba libre y no lo ha dudado-
perfecto, esa zona está cerca de mi
casa.
- Bueno, tendremos que poner el
cuerpo en movimiento para llegar a
nuestro destino- dice Yara.
- Eso me gusta, hada, no tengo
otra meta más en mi vida, que
perseguir mi destino- le guiño un
ojo.
- ¡Ese es mi chico!- le doy un
beso en la frente y partimos hacia
ese lugar, al que quiero llegar y una
vez lo haga mío, no volveré a
dejarlo ir nunca más.
Eres mía…
Valeria

Julen no ha cedido en una cosa desde


que llegué a Nueva York, y es en que
Kai se venga conmigo. No quiere
desestabilizarlo cambiándolo de casa.
Chorradas, lo que pasa es que así tiene
una excusa para vernos más. Y de
verdad que me alegro de ello. No puedo
volver con él sin más, hemos vuelto a
tocarnos, a sentirnos porque nos
necesitamos, nuestros cuerpos se
reclaman por encima de todas las cosas.
No pienso con claridad cuando está tan
cerca, pero no quiero precipitarme,
equivocarme al retomar nuestra relación
sin haberlo perdonado. Aún no lo he
hecho. Valoro todo lo que ha pasado, y
los dos hemos perdido un hijo, pero fui
yo la que lo pasó sola sin él, fui yo la
que terminó en ese hospital, después de
que mi hermano me recogiera en el suelo
del aeropuerto, porque sus palabras
lanzadas directas a mi alma, me
mataron. Ese día todo cambió para
siempre, ya nada puede ser igual entre
nosotros por cómo pasaron las cosas. Sé
que ocurren cada día, y de forma natural,
pero no es nuestro caso. Me culpé mil
veces por ello, por no ser una buena
madre que no sabía proteger a su bebé, y
lo culpé a él por hacerme débil, por
castigar a mi cuerpo y dejarlo inservible
para luchar por esa vida. Ya no más. Ya
no más culpa, eso quedó atrás.
Julen se volvió loco al verme con otro
hombre, y yo caí en esa trampa cuando
Yara me mostró, aquellas fotografías del
montaje que Nick. También había
preparado otro para hacerme daño a mí.
La jugada le salió más redonda que
nunca…
Lo que me duele fue que no me dio la
oportunidad de hablar, de demostrar
nada, sé que yo querría escucharlo, no
sería tan cruel como Julen fue conmigo.
“Creo que te equivocaste de nombre
cuando te hiciste el tatuaje”….”me has
engañado, la dulce Valeria se ha
convertido en una auténtica perra…”
Estoy desnuda frente al espejo de mi
habitación, mis dedos dibujan cada línea
de ese regalo de cumpleaños, y quema,
cada letra lo hace sobre mi piel. “Te
pertenezco Julen, mi corazón es tuyo
para siempre”. Así es y será, una verdad
infinita.
Suena el timbre, y seguro que será Jorge,
hemos quedado para darle una sorpresa
a Kassi, estoy loca por ir a verla, y a mi
ahijada también. Aden prometió que no
le diría nada de mi regreso. Creo que
valora demasiado su vida. La prensa
todavía no me ha “pillado” para
estropear la sorpresa.
Me coloco una toalla alrededor de mi
cuerpo, me vestiré rápido y Jorge que
nos prepare algo rápido para desayunar.
Antes iremos a dar un paseo con Kai, así
lo hablé con Julen, que hoy se iba con
Tony y Alan a casa de Leire, comían con
toda su familia. Estábamos invitados,
pero ya teníamos los planes hechos para
visitar a Kassi.
- Hola nene, enseguida es…-
madre mía…
- Hola- Julen. Kai como un loco
patalea en sus brazos, quiere venir
con mamá.
- Ho..hola…-carraspeo-. Dámelo
y pasa, esto es toda una sorpresa- lo
dejo en el suelo y al agacharme,
me dejo comer a besos por este
enano. Julen cierra la puerta.
Estamos en invierno y hace frío
todavía, y salir prácticamente en
cueros a abrir la puerta no es buena
idea.
- ¿Recibes así a todas tus visitas?
Porque seguro que te están llamando
a cada minuto a la puerta- cojo a
Kai en brazos y me lo llevo al sofá.
- Nos seas idiota, Julen, pensé
que eras Jorge, nada más.
- Pero no lo soy, y podría haber
sido cualquiera, no me ha gustado
nada verte abrir así- se aclara la
garganta-. Bueno, no exactamente,
tú ya me entiendes.
- Sí, y tienes razón, pero tenías
que ser Jorge, y Neimar está ahí
fuera. Ya, déjalo ahí.
Escucho como suelta el aire, eso me
hace sonreír. En otras circunstancias,
estaríamos discutiendo. En eso somos
igual los dos, odiamos que otros vean lo
que es nuestro. Julen es mío, así lo
siento a pesar de todo.
- Hola precioso mío, ¿has venido
a verme? ¿Me echas de menos?- no
deja de besarme, y yo lo abrazo
contra mi cuerpo y él se deja hacer-.
Es que convives con un ogro que no
te deja venir a mi castillo- le
susurro en una de sus orejas. Mi
superviviente, Kai es todo un
luchador, un ejemplo de fortaleza
para mí. Pensé muchísimo en él en
aquel hospital, recordando que
después de maltratarlo, aún tenía
ganas de vivir, y a pesar de las
secuelas físicas que le dejaron, aquí
está, apostando por la vida. ¡Ese es
nuestro pequeño!
- Porque sabe que en este lugar
vive una bruja, y el ogro sólo quiere
protegerlo- miro a Julen. Todavía
me deja boquiabierta cuando lo veo
aparecer, como hace unos minutos.
Está guapísimo. Ha venido en
chándal, sabe que me gusta verlo
vestido de esta forma. Lleva una
sudadera de la firma de J&Y y unos
pantalones Adidas. Hecha cada
pieza para adaptarse a cada parte de
su cuerpo. Ha recuperado su peso, y
eso me gusta, ambos estamos mejor
ahora. Las heridas del alma, esas
que no se ven, son las que tardarán
más en curarse.
- Pero te recuerdo que soy una
bruja blanca, título oficial que me
otorgó tu sobrina- le sonrío
triunfante.
- Y la tuya, amor. También es tu
sobrina- mi piel se eriza, cuando me
habla así, tan dulce, con esos ojos
llenos de amor, me desarma.
Me atrapa bajo su hechizo, ese que cayó
sobre mí en Demonia, y desde entonces
vivo cautiva bajo su influjo. Mi
respiración se acelera, dejo a Kai que
sale corriendo para recorrer el
apartamento. Sin apartar la mirada el
uno del otro, Julen se acerca. No me
muevo, no hago ni digo nada.
Inhala mi olor, pasea su nariz por mi
cuello, y siento leves roces de sus labios
por mi piel. Llevo el pelo recogido en
una pinza que el rápidamente me quita,
porque le encanta suelto.
- Mi dulce mango…salimos tan
rápido de casa, que no he
desayunado nada- cierro los ojos.
No me toca, solo sigue con esas
leves caricias de su boca.
Susurrando sobre mi piel.
- Yo tampoco he comido nada-
jadeo cuando lame mi oreja.
- ¿Y qué nos propones, baby?-
habla sobre mi oído-. Yo tengo muy
claro lo que quiero…
- ¿Qué deseas?- agarro con
fuerza uno de los cojines, para que
mis manos no salten a por Julen.
- Pues…- se levanta de repente
dejándome alucinada-. Me apetece
un café del Starbucks, ese al que
íbamos en Central Park, así que
podías vestirte, y nos tomamos uno.
- Pero…- estoy volviendo al
planeta Tierra, pero con un
aterrizaje forzoso, me he dado un
“ostión” de la leche….
- ¿Pero qué, amor? ¿Tienes una
sugerencia mejor?- niego con la
cabeza. Me está castigando por no
volver con él, pero todos podemos
jugar al mismo juego. Me levanto
para ir a mi habitación
comprobando antes la erección que
se esconde bajo ese pantalón de
chándal-. Sí, esto me duele más a
mí, te lo aseguro, porque no sé
cómo voy a conseguir bajar esto.
- Bueno…-estamos uno frente al
otro, separados por unos metros de
distancia, y dejo caer mi toalla al
suelo-. Tenía algo en mente, pero lo
del café me convence más- me paso
los dedos entre mis pechos bajando
hasta llegar a mi monte de Venus
perfectamente depilado. Cada
movimiento seguido por los ojos de
Julen, y sus dientes apresan su labio
inferior. Te tengo Anderson.
- Vete a vestirte Valeria o te juro
que te follo- Julen le ha dado un
nuevo sentido a la palabra follar
cuando la pronuncia, desearía
escucharla cada día.
- ¿Y eso es un castigo?- Meto mis
dedos entre mis pliegues, que están
húmedos desde que abrí esa puerta.
Mi clítoris hinchado está muy
sensible, y con lo excitada que
estoy, no tardaré mucho en
correrme.
ulen se acerca, camina lentamente
hacia mí, y cuando está a escasos
centímetros de mi cuerpo, se deja
caer de rodillas.
- Mira como me tienes- su
respiración es acelerada-, a tus
pies. Soy tu puto esclavo- dice
paseando su lengua por mi coño
apartando mis dedos y cogiendo mis
manos con una de las suyas por
detrás de mi cuerpo. Nos miramos-.
He intentado ser bueno, pero no me
has dejado, contigo es imposible.
- Entre tú y yo, parece que la
palabra imposible… ¡ah!…su
lengua me folla, acompañada por
sus dedos que se mueven
desesperados en mi interior. Mis
piernas fallan…- …no tiene
cabida… ¡joder Julen!…me
corro…- y mientras lo hago en su
boca que se bebe mi esencia, me
tumba en el suelo.
Sin dudarlo se baja lo justo el pantalón,
para sacar esa maravilla de la
naturaleza, y llegar hasta el fondo de mi
ser. Levanta una de mis piernas
apoyándola en su hombro, para golpear
más duro. Ver su cara de placer me
excita, me enloquece, saber que es por
mí que se pierde en su deseo, es
increíble. Necesito su boca, me aferro a
su cuello para acercarlo, y lo rodeo con
mis piernas y el apoya sus manos a
ambos lados de mi cabeza, comiéndome
los labios.
- Perdóname, baby…no soporto
no poder hacer esto cada noche-
gritamos por sus acometidas. Son
brutales, hay una necesidad
primitiva en su forma de hacerme el
amor.
- No puedo, no todavía, dame
tiempo- hunde su cara en mi cuello,
cogiéndome del cuello y acelerando
más sus caderas que no descansan
hasta que se corre…
- ¡Oh…sí…!- poco a poco deja
de moverse, y acaricio su espalda,
metiendo mis manos por debajo de
su ropa. Julen reparte besos por
toda mi cara hasta enmarcarla con
sus manos y susurrar contra mi
boca-. Te esperaré siempre,
tenemos toda la eternidad. Acaricio
ese rostro perfecto.
- Gracias- dos lágrimas caen por
mi cara y él las recoge con sus
labios.
- A ti, por existir en mi mundo-
me desarma…
- Y a ti por elegirme- nos
besamos, un beso que despierta
tantas sensaciones dormidas, tanto
amor que pide llegar a la superficie,
porque permanece bajo el manto
oscuro del dolor.
- Siempre serás tú- noto…
- ¡Kai, la madre que te parió, te
mato!- Julen se parte de risa, y al
final, yo viendo el panorama,
también.
Nuestro querido perro, tiene la
costumbre de romper almohadas, le
encantan las plumas, ¡qué le vamos
hacer!- y leva sobre su pelaje la prueba
del delito.
- No podremos con él nunca-
dice Julen sentándome entre sus
piernas y yo cogiendo al maleante
en mis brazos-. Te echamos de
menos, no tardes mucho en volver a
nuestra casa.
Me giro para mirarlo.
- Nuestra casa…- también la
echo de menos, estar en lo que
considero nuestro hogar. Allí he
vivido con él desde que llegué a la
Gran Manzana, apenas pisé este
apartamento.
- Nuestra- me aprieta fuerte-. Te
pertenezco, Valeria.
- Y yo a ti bebé- nos sonreímos-,
y ahora nos toca, cambiar ese café,
por la recogida de la destroza que
ha hecho este enano.
- No me parece un cambio justo-
nos levantamos del suelo.
- La vida no es justa, diablo-
recojo mi toalla y le doy en esas
nalgas que se aprecian deliciosas
desde esta perspectiva-. ¡Así que…
en marcha!- corro hasta la
habitación.
- ¡Bruja!- Julen viene detrás
seguido de Kai.
- Madre mía- digo al entrar en la
habitación seguida de Julen que me
rodea por detrás con sus brazos, y
al ver cómo está todo de
desordenado, susurro- : pide por
favor ese café- Kai se lo ha pasado
genial.
- Veo que somos una familia muy
unida, sabemos divertirnos juntos-
Julen se ríe levantando los hombros
mientras llama por teléfono.
Espero que ese café llegue pronto,
necesitamos cafeína para un rato largo,
pero estoy seguro, que podemos
encontrar una forma de seguir
divirtiéndonos juntos…
Julen

Valeria está cabreada, y yo no puedo


evitar reírme al verla así. No quiere
subir al coche, porque le he dicho que
no la pienso llevar con Jorge. Habían
quedado para pasear juntos a Kai por
Central Park, y yo le he desbaratado sus
planes.
- Julen no seas cabezón, he
llamado a Jorge y me está
esperando- no lo dudo, siempre está
a punto para ella. Y me alegro de
que sus amigos la amen tanto como
yo, pero ahora yo he regresado a su
vida, no como me gustaría, pero no
pienso descansar hasta recuperarla.
- ¿No puedes pasear a Kai
conmigo?- pongo esa cara que sé
que me da ventaja y que a ella le
gusta tanto. Todo vale por lograr mi
fin: ella.
- Julen, podemos hacerlo otro
día, hoy tengo planes, no hagas eso-
intenta no sonreír sin éxito-. No
juegas limpio.
- Contigo toda regla queda
olvidada.
- No quiero que me presiones-
escuchar eso no me gusta.
- ¿Te estoy agobiando?- quiero
una respuesta.
- No he dicho eso. Hemos
hablado de darnos tiempo, de ir…
- Tú lo has hablado, tú eres la
que lo necesita.
- ¿Y no me merezco al menos
eso? He regresado a tu lado,
arrastrada por esa fuerza que nos
une.
- Amor, se llama amor Valeria, y
no es cierto, no has regresado a mi
lado. Me vas dando migajas.
- ¡Basta Julen, basta!- grita
cerrando los ojos y mirando al
cielo-. ¡No es fácil, no es fácil
perdonarte!
- Lo sé, pero para mí tampoco es
fácil vivir sin ti cada noche,
despertarme cada mañana sin tu
sonrisa, sin tu calor, hace que viva
en una perpetua oscuridad. Sólo te
pido que me rescates- me acerco a
ella-, que me perdones por lo que
pasó. No puedo hacer que lo
olvides, pero sí puedo prometer que
te cuidaré cada día del resto de mi
vida, dándote las gracias por
dejarme ser el hombre que crezca a
tu lado.
- Julen…- acaricio su cara y se
frota contra la palma de mi mano.
- Solo te pido una cosa- me mira
esperando mi argumento-. Que no
hagas llorar más a tu corazón,
porque eso hace que el mío lo haga
también. Están unidos Valeria, y si
estás aquí frente a mí después de
todo lo que ha pasado entre
nosotros, es porque debemos pasar
por esto juntos. Déjame besar tu
alma herida y curarla, para que así
se cure la mía.
Apoya su cabeza en mi pecho, y beso su
pelo.
- Te quiero, pero todavía duele.
Cuando estoy contigo siento una
mezcla de sentimientos que no
puedo controlar. Estoy aquí-
nuestros labios se rozan-, sólo te
pido tiempo.
Ver su mirada atormentada, esa que
ahoga los ojos que me miraban felices y
llenos de vida, una que construíamos
juntos cada día, hace que no la presione
más. Mis ansias por recuperarla me
superan, pero tengo que ser consecuente
de una vez con lo que pasó y aminorar la
marcha. Ni siquiera podía soñar otra vez
con volver a tocarla y está aquí,
dejándose abrazar por mí. No corras
Julen. Pero esto no quita lo que está por
llegar…
- De acuerdo. Sube al coche y te
llevo a casa de Tony y Jorge.
- Veo que te ha gustado este
deportivo- es el mismo que utilicé
en Italia. Bentley Baby. Ordené
traerlo, Valeria y yo juntos otra vez
en un mismo coche, era un recuerdo
nuestro, y además, sé que le
encantó.
- Cuando quieras puedes
conducirlo, baby, sé que te gustó
más a ti que a mí.
- Presumido, eso es porque yo no
puedo tener uno de estos cuando se
me antoje, y los valoro más que tú.
- Sí puedes tenerlo, porque tu
chico para algo es millonario y te
comprará el que quieras. No me
mires así, ya sabes que no alardeo
de mi dinero, pero las cosas son
como son.
- Con mi chico me basto y me
sobro, no necesito nada más-
subimos al coche-. ¿Algún día
vamos a dejar de tener a los Balck
pegados al culo?
- ¿Te molestan?- arranco el
deportivo.
- Sabes que no, pero…
- Pues nada más que decir al
respecto. Son tu sombra, y los
envidio por eso. Están más cerca de
ti de lo que yo pueda desear cada
día.
Suena una canción. Danna Paola y Noel
Schajris cantan “No es cierto”,
últimamente me gusta torturarme…
Ninguno de los dos dice nada mientras
las calles de Manhattan nos engullen, la
música nos deja sumidos en nuestros
pensamientos.

Lo siento
Yo ya no entiendo para qué te
miento
Si estoy hundida en este
sentimiento
Aún no es tarde, por favor,
Se siente cada vez peor
Nada parece caminar…

Nuestras manos se buscan y se


entrelazan. Beso el dorso de su mano y
veo una lágrima fugaz por su mejilla.
- La música siempre será
especial en cada paso que vamos
dando- dice, con la mirada ausente.
- Es una de las formas más bellas
de dejar hablar al corazón.
- Sí, el tuyo tiene una voz
maravillosa- nos miramos parados
en un semáforo.
- Tú lo has devuelto a la vida-
sonreímos a eso.
- Zalamero- tiro de ella
acercándola a mis labios.
- Soy así porque me has hecho un
romántico, yo no era así- le planto
un beso brusco y nos separamos
jadeando-. Aunque a veces, el chico
malo que hay en mí, asoma el morro
a la superficie para que no te
olvides de que existe.
- Tranquilo Anderson- ambos nos
recomponemos. Mi polla está lista
para jugar otra vez, y el vestido de
Valeria no ayuda mucho. Hoy ha
salido el sol y no hace nada de frío,
la jornada perfecta para lo que
tenemos por delante.
- Julen, ¿qué estás haciendo?-
pregunta sin dejar de mover la
cabeza hacia la calle que he dejado
atrás. Se enfada. Está claro que no
necesito mucho para eso
últimamente.
- Conducir.
- No te hagas el gracioso
conmigo. Te has pasado de calle,
¿qué tramas? Sabes que me están
esperando, Jorge te cortará las
pelotas. Créeme, tiene muchas ganas
de ello.
- Lo sé, pero me gusta el riesgo.
- ¡La madre que te parió, regresa
ahora mismo o me pongo a gritar
como una loca por la ventanilla!- no
lo hará.
- ¿Y darle un motivo a la prensa
para ser noticia de primera plana?
Ya puedo leerlo: “Valeria
Fernández, la Relaciones Públicas
de J&Y, pierde los papeles por las
calles de Manhattan, lanzando
aullidos desde un deportivo en
marcha”
- ¡Oh, eres un capullo, cariño!-
dice haciendo un puchero. Tenemos
a la prensa en cola otra vez, pero
puede ser que esta mañana hayan
tenido algo más importante que
cubrir porque nadie nos ha seguido,
a excepción de los chicos de negro.
Sigo conduciendo con el silencio
consensuado que hemos establecido en
el coche. El mar aparece ante nosotros,
y Valeria sonríe. Sabe a dónde la llevo.
- ¿Ella lo sabe?- pregunta
nerviosa.
- Claro, está deseando abrazarte.
- Tenía muchas ganas de verla,
pero no encontraba el momento de
ir, por cómo estamos nosotros y por
todo lo que pasó. No quise hablar
con ella, con nadie…
- Y todos lo entendieron y te
respetaron, porque te quieren. Las
personas a las que les importas,
baby, siempre van a querer lo mejor
para ti, y hagas lo que hagas, te
respetarán.
- Así ha sido en todo este
proceso, mis padres estaban un
poco enloquecidos con la idea de
que me fuese a Italia, y ya acabé con
sus nervios al decirles que
regresaba a Nueva York. Tuvimos
una larga conversación, horas
sentados, incluido el abuelo. La
cosa no terminó muy bien, porque
mi hermano se fue dando un portazo
y desde entonces no quiere hablar
conmigo. Llamo a Lucy para saber
de él, y le envío mensajes sin
respuesta. Sé que es porque tiene
miedo de que vuelvas a herirme,
pero se le pasará, porque aunque
cada pareja es un mundo y nuestro
caso es distinto al suyo, pasaron por
lo mismo al darse una nueva
oportunidad, con el riesgo de que
nada es definitivo- asiento
conforme-. Nada lo es, nada.
- Nosotros.
- No, ni siquiera tú y yo, Julen.
¿Pensabas que podrías decirme
alguna vez que soy una perra?
¿Pensabas alguna vez que podrías
echarme de tu vida? Un segundo
bebé, tan sólo un segundo para
enamorarnos, pero es el mismo
tiempo que tuvimos para
destruirnos. Nada, nada es seguro.
Creo que ambos hemos cambiado mucho
nuestros valores, nuestras prioridades,
dándole valor a lo que realmente
importa, y que hasta ahora no sabíamos
apreciar. La vida es una, y pasa muy
deprisa, por eso hay que vivirla al
máximo, porque lo bueno o lo malo que
nos depara, pasará igualmente, pero
mientras tanto, seguiremos caminando
sin rendirnos. Así lo veo desde que
perdimos al bebé, desde que perdí a
Valeria. Hacíamos el amor sobre mi
moto, perdidos el uno en el otro,
celebrando el mejor cumpleaños de mi
vida, y horas después, se convertía en
un infierno. Un segundo…tan sólo se
necesita un segundo para cambiarlo
todo…
Hemos llegado y entramos en la
propiedad en la que…
- ¡Serás liante!- apenas he parado
el coche y Valeria corre sin dudarlo
hacia otra mujer a la que abraza
como si le fuese la vida en ello.
Veo que estamos todos, camino hacia
ellas, y una princesa no duda en saltar a
mis brazos, cuando es consciente de mi
llegada.
- ¡Tío, tío, tío! ¡Eres el mejor, la
has traído de vuelta!- Jane hunde su
carita en mi cuello-. Mami me dijo
que me traías un regalo, y yo le he
dicho al ver a la tía Valeria, que era
el mejor regalo del mundo.
- Como tú, princesa- me la
comería. Llego hasta Valeria, que no
suelta a su amiga.
- ¡Kassi, no me lo puedo creer,
por fin juntas!- están emocionadas,
ha pasado mucho tiempo y muchas
cosas.
- Te juro que me iba a Italia, ya
no había vuelta atrás- responde
Kassi-. Ese auto encierro alejada de
todos, nos estaba matando- finge
reñirla-. Pero sé que lo necesitabas,
era la impotencia de no poder
ayudarte.
- Lo hacíais- se limpian la cara.
- Hola tía Valeria- Susurra Jane
tímida reclamando su atención,
parece que teme su rechazo.
- Pequeña…- se arrodilla frente
a ella y la atrae contra su pecho con
un fuerte abrazo-. Te he echado
mucho de menos, y tenía muchas
ganas de estar contigo.
- ¿Volverás a irte? ¿Ya no te
casarás con el tío Julen? Yo quiero
que os caséis- la boda…lo jodí
todo…todo… a punto de
convertirla en mi mujer, todo estaba
preparado para esa celebración, y
lo eché a perder. No quiere hablar
de ello, lo he intentado, pero se
cierra en banda.
- Bueno cariño- juega con sus
rizos-, eso es algo que no sabemos
qué pasará, porque hay que
solucionar otras cosas primero y…
- ¿Ya no quieres al tío?- mira al
suelo. Valeria la coge por su mentón
para que la escuche atentamente.
- Jane, la vida de los mayores a
veces se complica, por
circunstancias ajenas a ellos. No
podemos controlarlo todo, pero una
cosa quiero que tengas muy clara, y
que no dudes nunca de que es cierta,
y es que yo quiero muchísimo, a ese
hombre que está detrás de ti.
- Pero el tío Julen está muy triste,
ya no baila conmigo nuestra
canción- la verdad es que no he
estado muy atento con ella. Me he
centrado demasiado en recuperar a
Valeria.
- Pues hoy bailará contigo, y yo
también- eso hace que mi sobrina
sonría como nunca, y salga
corriendo a contárselo a sus padres.
Mi preciosa española se levanta
mientras, Kassi nos concede un poco de
intimidad, que desaparecerá en breve,
al acercarnos a la mesa que han
preparado en el jardín de mi abuela. Me
resulta imposible no pensar en mi
abuelo, Valeria le hubiese robado el
corazón.
- Eres todo un embaucador, Julen
Anderson. Creo que me será
imposible huir de ti- dice
acercándose a mí-. Todos están
aquí, lo tenías muy bien pensado- la
rodeo con mis brazos. Que se deje
hacer me alivia, porque esa barrera
que hay entre nosotros, es palpable
todavía y frena mis impulsos.
- Me mata verte y no poder
tocarte, no ser libre para hacerlo
cuando lo desee.
- Estoy aquí.
- Sabes que no de la forma que
necesito.
- Julen, por favor, no me
presiones más. Te agradezco
muchísimo todo lo que has
organizado para que pueda verlos a
todos juntos- me da un beso-. Vamos
a disfrutar de nuestra gente.
- De acuerdo, pero antes,
bésame, quiero perderme en ti,
antes de que todo se nos vaya de las
manos, en cuanto la marabunta se te
eche encima- envuelvo su cara.
- Julen…-susurra antes de que mi
boca caiga sobre la suya. Nuestras
lenguas danzan, ese baile que nos
enloquece y que nos excita.
- Joder…- digo separándome de
ella antes de acabar tirándola contra
el coche.
- Sí…- ambos estamos jadeando-
…joder…
Sin darnos la mano, porque creo que es
mejor así a pesar del beso que todos
acaban de ver, quiero que sean
sabedores de que las cosas no están bien
entre nosotros. Juntos, pero no revueltos.
Así estamos Valeria y yo.
Kai juega con Bat, bajo las órdenes de
Jane que los vuelve locos. Se dejan
hacer, todo el mundo cae bajo el influjo
de mi sobrina.
Llegamos hasta la mesa y todos se
acercan para besar a mi chica. Mi
abuela es la última en saludarla y se la
come a besos. Jorge me sigue con la
mirada, sé que no está conforme con este
acercamiento entre su amiga y yo, pero
lo acepta.
- Esto te aseguro que suma
puntos, Julen, es un detalle por tu
parte reunirnos a todos por ella-
dice Tony.
- Ya lo creo- lo apoya Alan-, esa
mujer volverá a tu lado.
Sin poder evitarlo, se instala un silencio
consensuado cuando Valeria coge en
brazos a Irina, la hija de Kassi y Aden, y
me busca con la mirada. Una llena de
añoranza, de pérdida.
- Ha crecido mucho, está
preciosa- intenta darle normalidad a
la situación, y todos vuelven a sus
conversaciones para no generar más
tensión. Me acerco a Valeria, será
una gran madre. Esta imagen, en un
pasado no alteraría mi corazón
como lo está haciendo ahora.
- ¿Estás bien, amor?- le susurro
besando su pelo.
- Sí, tranquilo, puedo con ello.
¿Quieres cogerla?- me pregunta con
la mirada brillante.
- No, lo siento, es demasiado
para mí- supe eso el día que abracé
a Jane después de la pérdida del
bebé. Los niños son un recuerdo de
lo que no tengo y me gustaría tener.
No sabía mi necesidad de ser padre
hasta que hemos pasado por todo
esto.
- Tranquilo, lo entiendo- Kassi
coge a su hija para darle su toma.
Aden y ella entran dentro de la casa
de mi abuela para buscar un poco
de paz. Al parecer Irina es muy
activa, y si escucha movimientos a
su alrededor, no come nada. Así es
la vida de los padres, pendientes
siempre de sus hijos.
Vamos a comer una barbacoa, Nathan es
hoy el encargado de poner la carne en el
asador, y mi padre actúa de pinche.
Jorge se ha llevado a dar un paseo
Valeria por la playa, cada uno está en lo
suyo. Veo que Alan está hablando por
teléfono, y parece muy alterado, por lo
que ya se puede deducir una vez más,
quién está al otro lado de la línea.
- Esa mujer acabará con él,
tampoco entiendo por qué se
esconde de Alan. Esa manera de
castigarlo por lo que pasó, hace que
estén perdiendo un tiempo precioso
para recuperar lo que les
arrebataron.
- Estoy de acuerdo, la hermana
de Beth es una auténtica zorra
manipuladora- dice Yara que se una
a la conversación que mantengo con
Tony-. Pero todo tiene un límite, y a
veces, hay que ayudar a las
personas a sacarse la venda de los
ojos- eso suena peligroso viniendo
de Yara.
- Hada, cuando hablas así con la
mirada perdida en el horizonte, es
que tramas algo- le digo.
- ¿Yo? Pero si soy un amor, por
Dios peque, ¿qué va a pensar Tony
de mí?- tiene un morro tremendo.
- A estas alturas y después de
tantos años, ya sabes lo que pienso
de ti- eso nos hace reír a los tres.
- Que tu mejor amigo tiene una
hermana encantadora, a la que tú
también adoras- le saca la lengua a
Tony.
- Sí, con los años aprendí a que
se te quiere o se te odia. Decidí que
la primera opción me traería menos
quebraderos de cabeza- esa es
buena, colega.
Alan camina hacia nosotros arrastrando
la cara. No poder ayudarlo es frustrante.
- ¡Esta mujer saca lo peor de mí!
Corta la conversación porque dice
que tiene una reunión muy
importante. ¿Hoy sábado? Está con
otro, y yo me voy a cagar en todo.
¡Te juro que armo una guerra
mundial para encontrarla!
- Alan, ella está dolida, pero
loca por ti. Recuerda que fuiste tú
quien la echó otra vez de tu lado-
ahí está mi hermanita tocando las
narices.
- Yara, no vayas por ahí- le digo.
- No caballeros, llamemos a las
cosas por su nombre. La jodisteis,
los dos- nos señala a Alan y a mí-,
pero también hay qué decir que os
empujaron a comportaros como
unos capullos.
- Gracias por el cumplido-
contesta Alan.
- Y por ello, a veces, la solución
a vuestros problemas, está en manos
de las personas que os quieren-
resuelve muy segura de sí misma.
- Yara, ten cuidado- esconde algo
detrás de esa sonrisa maléfica.

En la playa….
El mar actúa como un bálsamo para mí,
me relaja mirarlo, me ayuda a pensar
con claridad. Hace un poco de frío, aquí
la brisa que corre acaricia la piel
dejándola helada, pero es soportable,
podemos caminar un poco más antes de
regresar con todos.
Ha sido increíble poder abrazar a la
familia de Julen, las cosas fueron muy
precipitadas en su momento, a la par
que desagradables, y llegado el día de
recibir sus llamadas, no me sentía
capacitada para escucharlos. Lo hice,
pero tardé en hacerlo. Su familia no
tenía la culpa de lo que estaba pasando
entre Julen y yo, y sin saber el final de la
historia, siempre les tendré un cariño
especial.
Hay algo que me ha dejado bastante
preocupada.
- Jorge, ¿has visto a Leire
desmejorada, o soy yo que me
preocupo demasiado por todos?
- No nena, creo que no está muy
bien, al parecer estuvo ingresada en
el hospital- responde nervioso.
- Vale, lo pillo. Me lo han
ocultado. Joder qué aburrido resulta
que siempre estemos con lo mismo
de protegerme de todo- me suelto de
su brazo.
- Esta vez sabes que tenemos
motivos, siempre los hubo- Julen
me estaba protegiendo de un
acosador-. Y ahora más que nunca.
Has pasado por un trauma fuerte, y
esto no te beneficiaba en nada.
Estaba todo bajo control, no había
peligro.
- ¿Cómo que no lo hay? ¿Has
visto su cara? Ni siquiera hemos
podido mantener la conversación de
pié. Ha tenido que sentarse porque
se agota. Su corazón está fallando,
¿verdad?
- Julen habló con Tony, vino a
casa.
- ¿No te pondrías burro con él?-
las cosas siguen tirantes entre ellos,
pero poco a poco todo se
solucionará. Todos necesitamos
tiempo.
- Val, ¿por quién me tomas? No
soy un cerdo insensible, incluso me
senté con ellos. Julen sabe que algo
no va bien, su abuela intenta
disimular por él, pero Leire…
- ¿Qué Jorge?- no puede ser.
Dios mío, danos un respiro.
- Se está muriendo, su corazón
está fallando y no se puede hacer
nada por ella. Julen se reunió con su
familia para que fuesen claros con
él. Todo eso pasó cuando fue a
buscarte a Italia con Yara.
- Estoy segura que ese día
Manhattan tembló. No quiero ni
imaginar cómo se sentiría Julen al
saber que Leire estaba en el
hospital, y él intentando solucionar
lo nuestro. Y yo…yo…
- Tú no sabías nada, y aunque
suene mal, una cosa no va con la
otra.
- Lo sé Jorge, pero está
doblemente hundido, y no ha
compartido esa pena conmigo, lo
que me lleva a pensar, que hay un
abismo enorme entre nosotros.
Pensaba que la distancia era más
corta, pero me he equivocado.
- Sólo quiere quitarte cargas de
encima, se preocupa por ti.
- No me gusta que lo haga así. Si
queremos volver a ser uno, lo
seremos en lo bueno y en lo malo-
miro al mar. Está sereno, todo lo
contrario a la tempestad que siento
dentro de mí. Julen me necesita, y
ahora entiendo su forma de entrar en
mí, de hacerme suya, me estaba
reclamando ayuda, en silencio con
su forma de amarme, pero lo gritaba
en cada sacudida-. Estoy tan
centrada en mí, que me olvido de lo
que los demás necesitan, Jorge. Y
eso no quiero que siga pasando.
- Necesitabas tu tiempo, todo
volverá poco a poco, incluida la Val
que se preocupa por todos.
- Pues ya voy a dejar de
flagelarme, me cansé. Lo decidí
hace un tiempo pero ahora lo veo
más claro que nunca.
- ¿Vas a perdonar a Julen y
volver con él?
- No lo sé, pero sinceramente ya
tenemos un compromiso. Está
intentando darme mi espacio, pero
le cuesta cumplir con los
parámetros establecidos.
- Me lo creo- dice torciendo el
morro.
- Desde que entró en mi
apartamento de Italia, esto ha ido
cada vez a más.
- Bueno, creo que todos
sabíamos eso en el fondo. Por
mucho que nos gustase que te
alejases de él, el final estaba
escrito. Hasta Iván sabía eso, y eso
hace que se enfade más. Si llegas a
casarte con él algún día, no sé si lo
verás entre tus invitados.
- La boda no es lo que más me
preocupa, creo que perdí la ilusión
por ella- reconozco que quiero
casarme con él, pero todo se ha
complicado demasiado y ese evento
tan importante de nuestras vidas, se
ha visto empañado por el golpe más
duro que hemos vivido Julen y yo
como pareja.
- ¿Por qué no vuelves a casa con
él?- sé que esa pregunta le ronda
por la cabeza a todos los que nos
rodean.
- Por miedo a precipitarme. Y sé
que debo tomar una decisión, pero
quiero estar segura de que volver al
mismo lugar del que me echó, no
será una equivocación.
- Lo entiendo. Vamos, tengo
hambre, y casi puedo oler desde
aquí esa barbacoa rica, rica.
- Por cierto, ¿Se lo has dicho ya
a Tony?
- No, pero todo llegará. Andando
muchacha.
Regresando con todos…
Valeria tiene las mejillas sonrojadas por
el frío, está helada, está realmente
hermosa. La brisa del mar ha jugado con
su melena, dándole un toque diferente,
muestra a una mujer relajada, ya no es la
niña que conocí en Ibiza. Ha cambiado
mucho desde entonces. Su belleza
salvaje se ha suavizado, y creo que está
más bonita que cuando la encontré. El
mejor desayuno de mi vida fue aquella
mañana teniéndola frente a mí,
moviéndose inquieta en su asiento, al
igual que mi pene bajo mis pantalones.
Qué dolor tan delicioso. Mereció la
pena esperar aquella noche donde se
entregó a mí. Sueno estúpido, posesivo,
pero que sólo mi cuerpo la haya
poseído, hace que me sienta el hombre
más afortunado del mundo, porque no sé
cómo reaccionaría ante uno que la
hubiese tenido antes que yo. Machista,
gilipollas, bla, bla, bla…pero seguirá
siendo solo mía..Mía…
Camina hacia mí y se refugia contra mi
pecho. Esto es maravilloso…joder…
- Estás helada, baby, vamos
dentro y buscamos algo que echarte
encima, seguro que hay alguna cosa
de mi madre o de mi hermana.
- O de tu abuela, no me importa.
Acepto el ofrecimiento, encantada,
porque al final me he quedado como
un pavo helado.
- Un pavo muy rico- beso su
cabello mientras entramos dentro y
vamos hasta la habitación de Yara.
Busco en un armario y saco una chaqueta
de lana.
- Julen, ¿Por qué no me lo has
contado?- esperaba esa pregunta
después del paseo con Jorge.
Le acerco la prenda y se la pone.
- Gracias, así estaré mejor- sigue
esperando mi respuesta.
- Hoy no Valeria, no quiero
hablarlo con ella ahí fuera.
- Pero…
- Yo te respeto a ti en tus
tiempos, hazlo por favor tú con los
míos.
- Eso es cuestionable, y lo sabes-
es verdad, pero no puedo hablar de
ello en este momento.
- ¡Ni siquiera he podido
encajarlo todavía, no me entra en la
cabeza que mi familia sea de las
más poderosas del planeta, y el puto
dinero, que mueve este mundo,
porque es así, no pueda hacer nada
por ella en ningún hospital de la
Tierra!
- El dinero no es suficiente para
salvar una vida, cariño.
- ¡Ya lo sé, joder, no sé ni lo que
digo! Es horrible no poder hacer
nada por ella, es esta sensación que
me quema por dentro al sentirme
atado de pies y manos, al ver que se
muere y no puedo salvarla.
- Sabes que no puedes salvar a
todo el mundo, la vida sería más
fácil si fuese posible hacer eso,
pero no es el caso.
- Dejemos el tema, ya lo
hablaremos.
- Lo haremos- dice acercándose
y aferrándose a mí para besarme-.
Cariño, lo siento tanto. No sé qué
decirte, ni siquiera se cómo debo
actuar delante de ella ahora que sé
esto.
- No debe notar nada, total
normalidad baby, sé que es difícil,
pero hay que hacerlo.
- Tenemos que hablar de esto,
Julen, no puedes…
- Lo haremos, -la corto-, pero
cuando yo lo decida.
- Touché, bebé.
- Vamos, no quiero que ella se dé
cuenta de nada.
Necesito que hoy sea un día especial,
porque quiero que una de las mujeres
más importantes de mi vida, se lleve con
ella los recuerdos más dulces que haya
vivido al lado de su familia, antes de
partir hacia un largo viaje.
- Sabes que puedes contar
conmigo. Sé que las cosas están
como están entre nosotros…
- Las cosas están bien, baby,
estás aquí conmigo y con mi familia,
rodeada de nuestros amigos. Ni
siquiera he aceptado nada de lo que
sé, la veo ahí, viva, sonriendo,
rodeada de los suyos, y esa es la
realidad con la que me quedo. Y
con la tuya a mi lado otra vez.
- Julen, no quiero forzar las
cosas, sigo estando muy dolida y…
- ¿Acaso crees que voy a
permitir que te alejes de mí otra
vez?
- ¿Vas a permitir? No eres mi
dueño- la acorralo contra la pared.
- Soy más que eso, me
perteneces. Y yo a ti, no sabemos
vivir el uno sin el otro.
- Pero juntos también nos
hacemos daño- la aplasto con mi
cuerpo, para que sienta lo que
somos-. Julen…- jadea al notar mi
polla apretarse contra su sexo.
- ¿Qué…?- recorro con mis
labios su cuello hasta detenerme en
su oído y susurrarle-. ¿Puedes vivir
sin mi boca? ¿Sin mis manos
tocándote por todas partes?- un
llanto lastimero, desesperado
escapa de sus labios-. ¿Y sin mi
polla entre tus piernas, moviéndose
salvaje entre tu coño húmedo,
hambriento de ella, pidiendo más y
más porque nunca tiene suficiente?
Yo tampoco tengo bastante, siempre
quiero más, querría vivir hundido
en ti para no escapar nunca del
paraíso.
Sus ojos brillan de deseo, lujuria, rabia,
son una mezcla peligrosa acompañada
de nuestras respiraciones aceleradas.
- Ahora mismo te follaría contra
esta pared, hasta corrernos y
partirnos por la mitad- me separo
de ella-. Pero como no eres mi
novia oficialmente, pues no te
empotraré. ¿Lo he dicho bien, no?-
Creo que en menos de un segundo,
voy a tener que salir corriendo-. Ya
no soy el chico de antes, ahora sólo
follo por amor.
- ¡Julen Anderson! Eres,
eres….- grita y mis piernas ya
corren pero no muy lejos.
- Hola titos- Jane al rescate. La
levanto y le planto un beso en la
mejilla. Valeria llega hasta nosotros
y hace lo mismo.
- ¿Qué es el tío?- pregunta
curiosa arrugando el entrecejo.
Escondo una sonrisa mirando a
Valeria, esperando su respuesta al
igual que mi princesa.
- Pues estoy entre calificarlo
como un buitre carroñero, o un
perro con muy malas pulgas. ¿Cuál
crees que le va más, señorita?- le
hace cosquillas pinchándola con su
dedo índice.
- ¡Ay tía Valeria, para por favor,
que me haré pis encima!
- ¡Ni se te ocurra!- le contesto
rápidamente. Sigue en mis brazos.
- SÍ. Méate encima del
presumido de tu querido tío, no pasa
nada, son cosas que pasan- me saca
la lengua.
- No, ya se me fueron las ganas al
parar de hacerme cosquillas, pero
ha faltado poco- la dejo en el suelo.
Más vale prevenir.
- No quiero arriesgarme, y ahora,
os voy a contestar lo que soy- las
miro y las dos se cogen de la mano
y echan a correr-. ¡Guau! ¡Grrrrrrr!
¡Os voy a dar un mordisco en el
culo a cada una!
- ¡Corre Jane, el perro pulgoso y
de mala baba se ha colado en casa!-
las persigo hasta el fin del mundo,
ese en el que quiero estar con
Valeria, terminar mis días con
ella….
Valeria

Antes de irme al trabajo, he decidido


revisar unos informes que me ha pasado
Tyler por correo, mientras desayuno. Las
ventas este nuevo año en J&Y han
empezado bastante bien. Se nota la
crisis mundial, eso es un hecho que no
podemos esquivar, pero los ricos siguen
siendo ricos, y son los que más dosis de
beneficios nos dejan.
Han pasado dos semanas desde que la
triste noticia, de que Leire puede morir
en cualquier momento porque su corazón
está muy débil, no deja de perseguirme.
Los golpes de la vida seguirán llegando
y para eso, ya estamos mentalizados.
¿Preparados? Eso ya es otra historia,
nunca puedes esperar estar listo para
asumir algo tan doloroso como la
pérdida de un ser querido. Jamás.
Julen la visita cada día, han intentado
que se traslade a la casa de sus padres
pero no hay quien la haga entrar en
razón. Entiendo por qué. Allí yacen los
restos de su marido, es un lugar
precioso, y ella quiere estar cerca de él
llegado el momento.
James está muy triste, de hecho, toda la
familia lo está, y no poder hacer nada
por ellos, es doloroso. Yo adoro a esa
mujer, es la abuela del hombre al que
amo, y soy una víctima más de su
encanto, me conquistó el primer día que
la conocí.
Hace dos días, un cardiólogo muy
importante, se ha interesado por su caso,
Julen y James movieron todos sus hilos
para que así fuese, y estamos a la
espera de una respuesta.
Suena mi móvil.
- Hola guapo.
- Baby, ábreme la puerta.
Me acerco a la entrada de mi
apartamento, y allí está, esa escultura
perfecta que no hay forma de evitar que
se te caiga la baba cuando lo tienes
delante de ti.
Sin esperármelo, me levanta y me planta
un beso que hace que los dedos de mis
pies bailen, dándome vueltas sin
bajarme del suelo, gritando
enloquecido:
- ¡La ayudará, amor! ¡Ese médico
ha dicho que sí hay esperanza para
mi abuela! ¿Te lo puedes creer?
- ¿Cómo? ¿Qué dices, Julen?-
sonrío con él de felicidad ante tan
buena noticia.
Detiene su baile loco.
- Sí, la operará, porque tiene
solución, sabe como alargar su vida
, dándole una calidad de bienestar
del noventa y cinco por cien. Es
maravilloso. Sólo deberá no
esforzarse, tendrá que cuidarse
mucho. ¿Sabes lo que feliz que soy?
- lo veo en sus ojos.
- Sí mi niño, puedo verlo en esa
increíble mirada que ilumina tu
cara- pone una mano en la parte de
atrás de mi cuello y me acerca para
devorarme la boca.
- Te necesito, ahora- no hacen
falta más palabras, en pocos
segundos nuestra ropa termina en el
suelo y Julen me hace el amor lento
y dulce sobre el sofá. Es delicioso
sentir como cada centímetro suyo
entra y sale de mi interior.
- ¡Dios…!- me vuelve loca…
- Mi corazón…
- No digas nada, bebé, no
ahora…
- Sí- golpea lento pero fuerte
sacudiéndonos a los dos-. Tengo
que decirte esto…- se acerca a mis
labios uniendo nuestras manos.
Mete su lengua en mi boca, donde la
mía la espera para bailar con ella.
Me pierdo en sus besos, y con sus
caderas, marca el ritmo que me está
llevando poco a poco a lo más alto.
Termino encima de él, moviéndonos
juntos mientras juega con mis pechos
doloridos por lo excitada que estoy. Sus
dedos buscan y encuentran aquello que
anhelaban tocar. Tortura mi ano y mi
clítoris con ellos, son demasiadas
sensaciones juntas.
- No puedo con esto…
- Sí puedes, somos tú y yo, una
vez más volamos para tocar el
cielo. Siénteme por todas partes,
amor mío.
- No puedo, no todavía…
- Te amo, Valeria, Estoy roto en
mil pedazos desde que me dejaste.
He intentado recoger cada uno de
ellos pero se me caen de las manos,
porque mi cuerpo- empuja dentro de
mí haciéndome gritar cuando un
primer orgasmo sacude mi cuerpo.
No me deja, no me suelta, y sigue
tocándome por todas partes, Julen
llega a cada rincón de mi ser-
tiembla de frío porque no tengo el
calor de tu amor en mis largas
noches sin ti. El vacío que llena mi
alma, sólo tú puedes hacer que
desaparezca, pegando cada pedacito
de mí, de ti, uniéndote para siempre
conmigo.
- Julen…- las lágrimas caen por
mi cara porque coge mi cara entre
sus manos, y me da un beso tierno.
- Lo siento, lo siento muchísimo,
no me dejes, vuelve a casa conmigo.
Asiento, sonriendo al ver cómo se abren
sus ojos como platos.
- Sí, bebé, vuelvo a casa contigo.
- ¡Te amo, te amo, te amo…!- me
empuja de nuevo contra el sofá y se
torna salvaje. Ya no hay compasión.
Mete una de sus manos entre
nuestros cuerpos para provocar que
me deshaga otra vez, dejándose
llevar conmigo-. ¡Sí, sí…oh…
joder….!- hunde su cara en mi
cuello… ha sido increíble.
Pasados unos minutos en los que
recuperamos el aliento, nos levantamos
del sofá.
- Vamos a desayunar juntos antes
de ir al trabajo, hay mucho que
celebrar.
- No puedo, tengo una reunión a
…- miro el reloj-, ¡joder, joder!
¡Voy a llegar tarde! ¡Cariño, a la
próxima antes! ¡Los polvos de
reconciliación es lo que tienen, ¿no?
- No habrá más de estos por este
motivo, baby. Te lo aseguro.
Me pongo la ropa rápidamente y él hace
lo mismo, parece un concurso para ver
quién termina antes. ¡Qué guapo está con
traje!
- Me gustan nuestros polvos de
reconciliaciones- me acerco y
rodeo su cuello con mis brazos.
Llegaré tarde de todas formas…
- ¿Ya no tienes prisa?-levanta una
ceja con aire travieso apretando mi
culo.
- Sí la tengo, pero ya llego tarde,
y quiero un beso de mi novio.
- De tu prometido.
- Eso ya lo discutiremos en otro
momento.
- No…
- Julen Anderson, no aprietes
tanto la tuerca, o te pasarás de
rosca, y te aseguro que no te gustará
nada. Dame mi beso, y llévame al
trabajo.
- Sí, señorita Fernández….- no
puedo creer que haya sobrevivido
sin su boca…pero al segundo…
llegan los terribles recuerdos de lo
que pasó, y recuerdas que es el
dolor de tu corazón quién te
mantiene en estado de alerta cada
día, para que luches y sigas sin
aquel que te lo destrozó-. ¿Qué
ocurre?
- Nada- me alejo para coger mi
maletín y una carpeta con unos
documentos, y sin mirarlo me
encamino hacia la puerta. Me coge
del brazo.
- ¿Qué cojones está pasando
Valeria? – está desconcertado.
- Por favor, ahora no- suplico- se
acerca y besa mi mejilla. Apoya su
cabeza sobre la mía.
- De acuerdo, no voy a
presionarte, tú marcarás los
tiempos. Sólo quiero saber si sigues
conmigo- me giro para encararlo.
- ¿Alguna vez he dejado de
hacerlo? Creo que por mucha
distancia que haya entre nosotros,
incluso por muchas piedras que se
crucen en nuestro camino, nunca
dejaré de ser tuya.
- Baby, yo…
- Por favor….- asiente, me da la
mano y queda flotando en el aire la
necesidad de gritar que lo quiero,
pero que sin poder evitarlo, también
existe el odio, la rabia por su
desconfianza, por echarme sin
dudarlo de su vida, por alejarme y
llevarme a perder a nuestro bebé…
Dios mío, dame fuerzas, dame un
respiro….
Julen

- Me alegro que por fin las cosas


se hayan arreglado entre vosotros,
que todo empiece a tener un poco de
sentido en la locura de vida que nos
rodea- dice Alan.
- No está nada solucionado. No
podemos vivir sin estar juntos, eso
lo sé. Sí respiramos el mismo aire,
las chispas saltan y nos volvemos
locos. Pero la cagué, rompí el lazo
de la confianza y el respeto que
existen en una pareja, y ahora no sé
cómo devolverlos a su lugar. Tengo
miedo, siento que la voy a perder en
cualquier momento- no sé qué hacer.
Hay que ver, el par de amigos toca
pelotas que me han tocado. Sufren mal
de amores, y no hay manera de que
solucionen su vida como personas
normales!- dice Tony sentándose en
uno de los sofás de mi despacho.
- Mira el señorito, como a él le
va de puta madre con el españolito-
responde Alan.
- Bueno, eso es porque soy el
mejor novio del mundo- finge una
pose chulesca mirándose las uñas, y
limpiándoselas en la camisa, sobre
la zona del pecho.
- Eres un capullo- los tres nos
reímos-. Ahora Jorge está con ella.
¿no? Dime que sí o me vuelvo loco.
- Sí, y ata los caballos Julen, no
la agobies- Tony me señala.
- ¿Por qué lo dices?- sé la
respuesta.
- ¿Hace falta que te conteste?-
pregunta serio.
- A mí sí, no lo entiendo- Alan no
está al tanto como Tony, porque no
tiene información directa del mejor
amigo de mi chica.
- Pues aquí, tú jefe, que ahora se
dedica a acosar a su novia- no ha
sido exactamente así…o sí…
- ¡Joder, me vuelvo loco cuando
no puedo localizarla, sabes lo mal
que lo he pasado estos meses! Era
insoportable, no quiero pasar por
ahí otra vez.
- ¡No me jodas, Julen, trabaja en
el edificio de al lado!- Alan niega
con la cabeza.
- No es sólo porque no la veo
Alan, es porque tengo miedo de que
huya, de que le ocurra algo, lo de
Nick…
- Olvídalo, no estamos rodeados
de locos todo el tiempo- dice Tony-,
aunque tengo que decir, que sigo sin
creerme lo que pasó. Nos tenía a
todos bien engañados. Lo de la
zorra de Nelly, era más lógico, pero
de un amigo de toda la vida, no me
esperaba eso. ¡Y enamorado de ti!
¡Ya podría haberlo estado de mí,
hombre! Yo le hubiese
correspondido de buena gana! ¡Si es
que la gente se complica sola!- eso
nos hace sonreír.
- No era mal tío, perdió la
cabeza por amor, y así estamos
todos, zumbados porque el amar te
cambia la vida por completo. Para
bien, aquellos que son afortunados,
o te pude joder vivo, como nos pasa
a otros- Alan está muy mal, pero
Beth no cede.
- ¿La has llamado?- pregunto.
- Sí, y bueno, al menos ya me
coge el teléfono, eso ya es un
adelanto después de meses sin
recibir respuesta.
- Su hermana es una perra- dice
Tony-, es una manipuladora. Le está
robando la vida a Beth, como ella
es una amargada, quiere que su
hermana sea una infeliz también.
Salta a la vista que la envidia, esa
actitud demuestra eso.
- Si quieres, esta noche hablo con
Valeria y le pregunto si sabe algo
más de Beth.
- No, déjalo, creo que sino me
muero, esta mujer no regresa para
comprobar que es cierto y vivir
tranquila- niega con la cabeza,
suena derrotado.
- Está dolida, por todo. Ella no
tiene razón, es la rabia que la
envenena porque sabe que en el
fondo lo provocó lo que hizo en el
pasado. Pero tener a la hermanita
tocando las narices, poniéndola en
tu contra, metiéndole ideas de que
no creías en vuestro amor, y de que
vino arrastrándose y la rechazaste…
pues eso, no ayuda, la verdad-
argumenta Tony.
- Pero esta vez fui yo, no la dejé
hablar, no quise escucharla.
- Alan, tú seguías dolido por lo
que pasó en la universidad, creías
que lo que viste era real, no
provocado por ella para alejarte de
su vida. Han sido sucesos que os
han llevado a este punto, pero en el
fondo, no hay culpables, sólo
circunstancias que os han llevado a
este punto- lo miro y chasqueo la
lengua.
- Buen punto, amigo- dice Tony.
- No me vale con Valeria, Tony,
yo fui un estúpido, debí dejarla
hablar, fui muy duro con ella, cada
vez que recuerdo las burradas que
le dije…- creo que te equivocaste
de nombre cuando te hiciste el
tatuaje….la dulce Valeria se ha
convertido en una auténtica
perra…
- No lo pienses más, Julen. Sabes
lo que tienes que hacer- miro a
Tony.
- Sí, recuperar a mi mujer,
Valeria

Necesitaba esto, un respiro, paseando al


aire libre, y qué mejor compañía que la
de Jorge después de un día tan intenso…
Esta noche se supone que voy a regresar
a “casa”, como dice Julen. Creo que me
he precipitado, tengo miedo al menos de
haberlo hecho. No estamos bien del
todo, y la convivencia podría ser un
error, o tal vez no, lo veremos, ¡qué lío
todo! Si sigo a mi corazón, como dice
Jorge, este corre detrás de Julen si
dudarlo, pero la razón es más cauta, y
me dice: “frena nena, no corras tanto,
todavía la herida sigue abierta”
El regreso al trabajo ha sido
maravilloso, ese es mi lugar, no otro.
Irme con Angelo, fue una gran
oportunidad para tener donde huir por un
tiempo, pero saber que mi antiguo puesta
me seguía esperando, era todo un
aliciente para llevar mejor mis días en
Italia. Le debo mucho a Angelo, a pesar
de que me enfadé mucho, porque quiso
salir en la televisión para dar parte a
Julen de donde estaba yo. Aprendí
mucho a su lado, es todo un libro abierto
en cuestión de negocios, y siempre hay
algo nuevo que aprender de él.
Central Park…cada rincón de Nueva
York, lleva para mí la firma de Julen
Anderson…
- Creo que te has precipitado, nena-
Jorge y yo paseamos cogidos de la
mano, me aferro a su brazo y recuesto la
cabeza sobre su hombro.
- La verdad es que yo también lo creo,
pero es difícil hablar con Julen, no sabe
ir despacio, lo quiere todo ya.
- Pues que lo entienda, aquí es una
relación de dos, y las dos opiniones
cuentan. Sé que lo de su abuela lo ha
mantenido en un estado de ansiedad
máxima, Tony me lo contó. Pero ahora
sabéis que tiene una nueva oportunidad,
está bien querer vivir la vida y
aprovecharla porque son dos días, pero
no lo queramos todo en uno.
- ¿Sabes? También me gusta esa
intensidad de Julen, tengo miedo de que
se canse de esperarme- nos detenemos
para mirar uno de los lagos. A Jorge y a
mí nos encanta detenernos aquí.
- Eso no pasará, no por mucho que lo
desee.
- ¿No quieres que esté con Julen?- pensé
que lo había perdonado.
- Es contradictorio. Sé que os amáis,
pero me asusta volver a verte triste, no
soportaría que te ocurriese algo otra
vez, y yo no pueda estar a tu lado para
cuidarte. Yo…- no, otra vez no…
- Shhhh- lo abrazo-, nunca te he
reprochado nada, siempre has estado a
mi lado. - Está llorando, la culpa no lo
deja en paz.
- Yo debí irme contigo, estar en ese
hospital….
- Cariño, no sabías nada, me fui sin
decirte nada, sólo quería huir y llegar a
Valencia. Todo pasó muy rápido, no
pensé en nada ni en nadie, solo en
marcharme lejos de Julen.
Nos separamos para mirar al frente.
Escucho unos pasos acercarse, sé quién
es y por qué.
- Val…
- Dan, dile a tu jefe, que luego lo
llamaré- puedo escuchar los gritos
de Julen al otro lado de la línea.
- Está bien. Que te pongas-
levanta los hombros-. Me gusta
demasiado este traje que llevo- eso
me hace sonreír. Me pasa su móvil.
- Hola.
- ¿Hola? ¿Me estás vacilando,
Valeria?- pregunta gritando.
- No me grites, no estoy sorda.
- Pues dime- sé que está
apretando la boca-, ¿por qué no me
coges el teléfono? Llevo llamándote
media hora, y al final he llamado a
Dan, porque me obligas a ello.
- Yo no te obligo a nada, sabes
que estoy con Jorge.
- Sólo quería saber que estabas
bien- su tono de voz cambia y eso
me desarma.
- Amor…- entiendo su
preocupación…¡joder todo es una
locura! Entiendo a Julen, no me
entiendo a mí…
- Baby, no quiero agobiarte, pero
parece que vayas a desaparecer, no
quiero perderte otra vez. Déjame
arreglar las cosas.
- No quiero forzarlas, hoy me
dejé llevar por lo que siento, pero
todavía no puedo volver a casa
contigo y con Kai, me asusta un
poco- suspira al otro lado de la
línea.
- De acuerdo, que Dan te lleve al
apartamento, pero me gustaría un
beso de buenas noches. ¿Puedo
tener uno?- Julen…
- Claro que sí, mi niño, y dos
también.
- Te veo luego.
- Te quiero- sé que echaba
escuchar esto, puedo sentirlo…
- Repítelo, por favor….
- Te quiero más que a mi vida,
Julen, para siempre…
- Para siempre…no tardes…- y
cuelga. Miro el móvil unos
segundos antes de devolvérselo a
Dan. No dice nada, lo coge y se
aleja con Oliver.
- ¿Estás bien? ¿Quieres que nos
vayamos?- pregunta Jorge.
- No, todavía no. Luego pasaré a
verlo, todo está bien- me muero de
ganas por correr al lado de Julen,
pero alguien me necesita ahora, y no
pienso fallarle-. Suéltalo, nene,
estoy lista para oírlo.
Coge aire y lo suelta antes de empezar
su discurso.
- Hubo un tiempo, que odié a
Julen, creo que munca en mi vida he
sentido tal nivel de desprecio por
alguien, te juro que ni siquiera por
Nelly o Nataly, o cualquiera de las
personas que han hecho daño a los
míos. Esto fue diferente, porque sé
que ese hombre tiene el poder de
darte o quitarte la vida- lo miro con
la boca abierta embobada por sus
palabras-. El amor es una fuente de
poder inmensa, dicen que mueve
montañas, mundos, y es cierto.
¿Existen guerras por amor? Sí.
¿Existen los actos más bellos
movidos por el corazón de un
hombre o una mujer? Sí. A veces,
somos víctimas de nuestros propios
sentimientos, sin que podamos hacer
nada.
- Ya, pero debería ser todo más
sencillo cuando dos personas se
quieren, el amor es bonito y …
- A veces, para tener que llegar a
un estado de perfección absoluta,
antes debemos pasar por unas
pruebas que harán de esa unión un
lazo irrompible. No hay norma ni
sello en el amor, todo es posible.
Pero sí unas condiciones que deben
ser básicas en toda pareja, sea cual
sea, lleven la vida que lleven, y son
el respeto y la confianza, Pilares
fundamentales entre dos personas.
- Y Julen los enterró aquella
noche…
- Sí nena, los lapidó. Pensar en
cómo te debías sentir tú, por todo lo
que estabas pasando porque él no
confió en ti, hizo que quisiera
matarlo, sacó cosas de mi persona
que ni yo mismo conocía. Te juro
que cuando entramos en un estado
de ofuscación profunda, hacemos y
decimos las mil perrerías.
- Nadie te juzgaría por
defenderme frente a Julen.
- Lo sé Val, eso lo tengo claro, la
cuestión es…que a veces exigimos
a los demás, algo que ni nosotros
mismos somos capaces de cumplir.
Castigué a Julen, porque se
equivocó, pero…¿quién en su lugar
no hubiese reaccionado así? Puede
que si se hubiesen hablado las
cosas, no hubiesen llegado tan lejos,
pero el hecho que habría provocado
la discusión estaría ahí, y el
resultado final creo que sería el
mismo en todos los casos. Todos
reaccionaríamos como Julen.
- ¿A dónde quieres llegar?
- Que pedimos respeto, confianza
por parte de nuestra pareja, pero
también hay que tenerlos por
nuestros amigos. Y yo me equivoqué
con Julen.
- Jorge, no digas eso, tu reacción
fue lógica en aquel momento, te lo
dije, no te castigues.
- Pero lo hago, porque Julen
nunca te trataría así gratuitamente,
ese hombre voló a España para
regalarte un perro, ¡joder! ¡Daría su
vida por ti! ¡Ya lo hizo una vez!
- No me lo recuerdes- el disparo
de Kelly…
- ¿Sabes a donde quiero llegar?
- Sí, que nunca nos olvidemos de
los amigos.
- Exacto, podremos tener muchas
cosas en la vida, y tu pareja pasa a
ser tú día a día cuando la
encuentras, pero hay cosas que
pueden tener un final anticipado,
pero la amistad, es eterna, si sabes
mantenerla.
- Como la nuestra- nos fundimos
en un abrazo.
- Eso te lo aseguro aquí y ahora,
que nunca te dejaré, nena, siempre
estaré a tu lado….
- Siempre….
Julen

He bajado de casa porque no podía


seguir esperándola más allí dentro, se
me caía el techo encima. Desde que ella
se fue, apenas duermo nada. Kai está
raro, la echa de menos tanto o más que
yo, somos dos víctimas del efecto
Valeria Fernández.
Hay una pequeña zona verde cerca del
edificio, y a Kai le encanta jugar en ella,
a estas horas, es toda suya.
- Un poco tarde para sacar al
perro, ¿no crees?- esa voz…
- Bueno, a veces no queda otra-
se acerca hasta quedarse a escasos
centímetros de mí.
- ¿Te molesto?- joder, pues la
verdad es que sí. Es Vanesa, la
nueva presentadora que sustituye a
Nelly, y desde el principio ha sido
muy “atenta” conmigo. Le dije a mi
padre lo que pasaba, y no tuvo otra
respuesta que esta: hijo, si la echo
por eso, creo que nunca voy a tener
una presentadora nueva, todas
quieren tener a Julen Anderson”He
intentado que contrate a un hombre,
pero prefiere para esa parte de la
programación, una cara femenina. Y
sé que tiene razón, ¡pero que me
dejen en paz!
- No, para nada, pero ya me iba a
casa.
- ¿Vives por aquí?- pregunta
sonriendo y tocándose el pelo.
- Sí, pero es un poco tarde para
invitarte a subir- responde una voz
que me eriza la piel y me calienta el
corazón. Me giro y Valeria llega
hasta situarse a mi lado. Ninguno de
los dos lo duda y nos damos un
beso. Le cojo por la cintura, para
acercarla más y profundizar ese
contacto labial mientras ella se
aferra a mi cuello.
- Eh…bueno, tengo que irme…
buenas noches…- no miramos a
Vanesa, pero soy educado y
contesto.
- Buenas noches, Vanesa-
escuchamos los pasos alejarse.
- ¿Vanesa? – pregunta enfadada.
- Dame otro beso y luego
perdemos el tiempo hablando de esa
chica- le respondo besándola otra
vez y ella se deja hacer. Me gusta
eso, que se deshaga en mis brazos.
Sin darnos cuenta la cosa se nos va
de las manos y tengo mis dedos
perdidos en el interior de Valeria.
Está muy excitada, y eso me vuelve
loco.
- Julen, para… detente- gime
contra mis labios.
- No puedo, voy a follarte aquí
mismo- escucho que suelta una
carcajada y eso provoca que me
detenga-. ¿Qué pasa?
- Mira- señala al suelo.
- ¡Joder, enano! ¿No podías darte
una vuelta? ¡Tienes un parque para
ti solo, y tus padres te están dando
permiso para jugar un rato más!-
Valeria se sigue riendo. Le ha roto
las medias al rascarle las piernas.
- Ven aquí- lo acoge entre sus
brazos. Miro alrededor, y no veo a
nadie. La verdad es que soy un
inconsciente, tenemos que tener
cuidado con la prensa. Ya saben que
hemos vuelto, y este espectáculo
sería, toda una noticia de primera
página.
- Tenemos que ser más
prudentes- dejo caer mi brazo en los
hombros de Valeria mientras ella
lleva a Kai en brazos.
- Tú y yo, nunca lo tenemos, esa
norma no vale, bebé, y lo sabes.
Hasta yo lo tengo asumido- esa
respuesta me gusta, y mucho.
- ¿No te importa que nos pillen?
- Pues no, porque si me pillan-
me mira directamente a los ojos
muy seria-, siempre será con el
único hombre con el que haría una
locura así: contigo- Plaff, en toda la
cara Julen. ¿Esperabas otra
respuesta?
- Lo pillo- digo acercándome a
ella para besarla, pero alguien me
gruñe-. ¿Me estás prohibiendo que
bese a mi chica, enano?
- Sí, porque también soy la suya,
y por lo que veo, no le gusta
compartirme- empieza a caminar si
mí, pero la detengo.
- A mí tampoco, baby, sabes que
eso me volvería loco, ya lo hizo una
vez y mira cómo acabamos…
- Lo sé, cariño- abro la verja y
entramos. Deja a Kai en el suelo y
corre al garaje. Valeria rodea mi
cintura.
- ¿Te quedas esta noche?-
asiente.
- ¿Tengo pijama?
- ¿Crees que te hará falta?
- Por supuesto, no pienso hacer
nada esta noche más que tener
dulces sueños. ¿Dormir con Julen
Anderson sin que nos toquemos?-
empieza a caminar pavoneándose
delante de mí, moviendo ese cuerpo
escultural que me vuelve loco-. Eso
es pan comido para mí,
caballero…- se gira de medio lado
y posa para mí, adoro eso de ella,
sabe que a pesar de morderme las
uñas cuando desfilaba, era un
deleite para mis ojos, admirar todo
lo que daba sobre esas tablas.
Diosa… mi diosa…
- Bueno…- carraspeo, me he
quedado sin voz-… pues a dormir
se ha dicho….
Valeria

Pum..,pum…pum…
- ¡Joder…no puedo parar…!-
gritaba Julen enloquecido…
- ¡Dios, no lo hagas, no lo hagas
nunca…!- estábamos follando como
locos, no hay otra forma de decirlo,
contra los ventanales del loft.
- Baby, te quiero, no puedo vivir
sin ti, sin esto- cada estocada era
más salvaje, más profunda, me
llegaba al corazón, llenándome por
todos lados. Mis manos se clavaban
en la piel de sus nalgas, para que no
pudiese salir de allí nunca más, mi
cuerpo lo tenía prisionero-.
Necesito esto, tenerte así cada día,
perdóname amor, no dejes que nadie
me aleje de ti…
Mordía la piel de mi cuello, me marcaba
como suya una vez más. No era justo que
me pidiese aquello en ese momento, soy
débil frente a él, estaba desnuda
literalmente, porque nos arrancamos la
ropa desesperados el uno por el otro,
después de que Julen me mostrase cómo
estaba la casa. Prácticamente vacía,
todo lo que destrozó lo tiró, no salvó
nada, está esperando a “que juntos
reconstruyamos nuestra vida juntos, esta
es nuestra casa, y quiero juntar pedazo a
pedazo, unir cada trocito destruido por
mi desconfianza, con tus manos sobre
las mías. Tú y yo, Valeria, esa es mi
frase favorita. Tú y yo, unidos para
siempre” ¿Cómo resistirme a esa mirada
que se rendía ante mí? Esos ojos que me
hicieron suya cuando cayeron sobre mi
cuerpo, fundiéndose con los míos
aquella noche en Demonia? Nuestros
labios se buscaron y ya sólo fuimos
manos y piel…cuerpos necesitados de
amor, que se han visto privados porque
la vida no ha sido justa con ellos,
siempre poniendo trabas.
- ¡Oh Julen…!- grité a punto de
correrme. Sabe cómo moverse para
que eso pase, y sabe dónde tocar y
volverme loca para que llegue al
clímax
- Me voy a correr, ven
conmigo…toquemos el cielo juntos,
amor….
- ¡Sí, sí, si…!- mi orgasmo fue
brutal….
- Eso es- y él se dejó ir conmigo.
No siempre puedes llegar al mismo
tiempo que tu pareja, pero hacerlo
juntos es maravilloso.
Siguió golpeando mi sexo hasta vaciar
la última gota dentro de mí, y nos
quedamos así, sin movernos,
recuperando el aliento, hasta que sin
salirse de mí, nos llevó a nuestro rincón.
Nuestro lugar especial sigue intacto, no
sufrió la ira de Julen.
- No lo toqué, no pude, aquí fue
donde detuve mi locura, caí
arrodillado frente a este lugar, y Kai
fue quien me consoló- dijo
mirándome a los ojos, acariciando
mi cara que derramaba lágrimas sin
pedirme permiso-. No tengo perdón,
pero….
- Shhhh- puse un dedo sobre sus
labios-. Esta noche no, bebé, esta
noche sólo quiero sentirte…- y así
he pasado la noche, haciendo el
amor lentamente con Julen, entre las
palabras más dulces que un
pastelero pueda hornear.
Es impensable para mí que hayamos
vuelto a vernos de esta forma. Sabía que
mi retiro a Italia no sería eterno, pero
flaquear tan rápido frente a Julen, es
algo con lo que no contaba. ¿En serio?
De acuerdo Valeria, despierta, y déjate
de chorradas. Julen y Valeria… ¡deseo,
deseo y más deseo…! ¡Eso no hay quien
lo frene! Ya luego, después del
desahogo…vienen los razonamientos…
- Toc, toc, toc…¿hay alguien ahí
dentro de esa cabecita?- pregunta
Tyler con una sonrisa.
- Sí, claro que sí- le sonrío
también, regresando al mundo real-.
¿Qué ocurre?
- Tienes una visita, pero como
tenemos una reunión en quince
minutos, esa que te dije que Yara ha
solicitado urgentemente- es verdad,
no sabemos que planea-, no sé si
querrás recibirla- este chico
esconde algo, se está aguantando la
risa…
- ¿Qué tramas Ty?- digo saliendo
de detrás de mi mesa, dirigiéndome
hacia la puerta, pero antes de
llegar…- ¡Joder!- es lo único que
consigo decir antes de terminar
cayéndome de culo en el suelo,
siendo atacada por las babas de un
perro enorme. ¿Perro enorme?-
¿Rocco? ¡Tú…tú…! ¡No puede ser!
¡Pequeño grandullón! ¿Tú qué haces
aquí?- lo abrazo y me lo como a
besos. No es posible. Sin dudarlo,
miro hacia la puerta, y…¡ No me lo
puedo creer…!- ¿En serio? ¿Esto es
de verdad?- salgo corriendo hacia
los brazos que me han cuidado
desde que era una niña, hacia esos
brazos que me dan calor cuando la
vida es fría….- ¡Abuelo! ¡Dios mío,
no puede ser! ¡Estás aquí!- lloro
descontrolada, esto es una bonito
sueño, y no me quiero despertar
nunca.
- ¡Mi ángel, no aprietes tanto que
me ahogas!- que bruta soy. Cojo Su
cara entre mis manos, nos miramos
sin decir nada, no hace falta.
- ¿Cómo puedes conocerme
tanto? – pregunto emocionada.
- ¿Nunca has escuchado que a
veces se quiere más a un nieto que a
un hijo?- asiento, eso es algo que él
y la abuela Cinthia repetían mucho-.
No sé si será cierto, pero si mis
nietos me necesitan, no existe
océano, ni montañas en este mundo,
que me puedan separar de ellos.
- ¡Oh abuelo, no te merezco, no te
merezco!- sé que le hice daño al
irme a Italia, pero me apoyó. Pero
cuando supo que regresaba a Nueva
York, tuvo miedo, lo noté en su voz
cuando hablamos. Sabe que este es
mi lugar, es quien me dice que cada
uno debe luchar por lo que ama. La
guerra es de los valientes, pero
también sabe que me hace tanta falta
en mi batalla, sus manos son mi
escudo, aquellas que me protegen y
ayudan a dar cada nuevo paso.
- Tú te lo mereces todo, todo lo
bueno de la vida, mi niña-
escuchamos un ladrido detrás de mí.
Limpiándome la cara me acerco a
Rocco.
- ¿Y tú qué? ¿Cómo te habrán
tomado el pelo no? – miro al
abuelo-. Se os habrá hecho eterno el
vuelo, tantas horas, separados en
ese aparato.
- Pues la verdad es que no,
porque hemos volado juntos.
- ¿Y cómo ha sido eso posible?-
no está permitido un perro tan
grande en las inmediaciones de los
pasajeros.
- Eso es posible, cuando un buen
chico norteamericano, me envía su
avión para que pueda estar cerca de
mi nieta, porque sabe que me
necesita- resuelve con cara de
orgullo, como si acabase de soltar
por la boca, la verdad más
relevante de la historia.
- ¿Julen? ¿Él ha conseguido que
vengas?- no doy crédito.
- Es un chico listo, sabe que en
mí tiene a un buen aliado- eso es
verdad.
- Pero, también sabe que en mí,
jamás lo tendrá.
- ¿Iván?- grito como una posesa
saltando sobre él-. ¡Esto no es
posible, estoy soñando!- mis
lágrimas afloran otra vez.
- ¿Quedan abrazos para nosotras?
- Lucía y Lorena, y cómo no, Marco
tras ellas.
- ¡Mis chicas!- las tres nos
fundimos un abrazo dando saltitos y
gritando.
- Bueno, dejadme al menos las
sobras- dice Marco y me lanzo
contra su cuerpo.
- ¡Oye, te quiero rubia pero no te
pases, ese hombre es mío!- ¡qué
tonta es!
- Bien lo sabe él y el mundo- le
respondo, y mi pelirroja me guiña
un ojo.
Escucho unos tacones acercarse. Sé a
quien pertenecen, y por quién vienen
acompañados.
- ¡Jorge!- Lorena y Lucía saltan
sobre él. Esto se ha convertido en
una auténtica locura. Yara saluda a
todos.
- ¡Eres una cabrita!- le suelto a
mi jefa muy emocionada.
- Pero me quieres, y ya no puedes
vivir sin mí, eso es algo que les he
dejado muy clarito a todos estos que
están aquí. Que a mi directiva, no se
la llevan a España- mira a mi
hermano, que mueve los hombros
levantando una ceja.
- Bueno, eso es una decisión de
mi hermana, de nadie más- cruza sus
brazos sobre su pecho.
- Así es, sólo de ella- mal
rollo… Yara me mira-. ¿Podemos
hablar un minuto?
- Por supuesto- al pasar por al
lado de Jorge, le planto un beso en
la mejilla. Por su cara sé que
tampoco sabía nada.
- Tranquila, yo ato a tu hermano-
dice sonriendo.
- Te lo agradezco.
Sigo a Yara, que acelera el paso.
- ¡Oye, espérame que esto no es
una carrera!- me sitúo a su lado
pero camina mirando al frente sin
decir nada. Está muy enfadada,
puedo verlo. Me he perdido algo.
Entramos en su despacho, y al
cruzar el umbral de la puerta, veo a
Tony y Alan con Julen, y este último
le está colocando una bolsa de hielo
en la cara-. ¡Julen!- corro hasta
situarme entre sus piernas y caer
arrodillada-. ¿Qué te ha pasado?
- Pues ha sido el recibimiento
que le ha dado tu hermanito- escupe
Alan apretando los dientes.
- Menos mal que hemos ido al
aeropuerto, no creo que tu abuelo y
Marco, hubiesen detenido solos a tu
hermano- dice Tony.
- Pero acabo de verlo, no he
visto nada en su cara que me
indique…- no se ha defendido-.
¿Por qué dejas que te haga daño?
- Si cree que así se va sentir
mejor por lo que le hice a su
hermana, pues que se alivie. Sé que
también le he hecho daño a tu
familia- esto sí que no. Me levanto
muy enfadada.
- Mira Julen, lo que pasó entre tú
y yo, sí es cierto que ha afectado a
nuestra familia y amigos, pero bajo
ningún concepto, tiene nadie ningún
derecho a meterse en nuestras vidas,
y menos agredirte por lo que pasó.
¿Acaso Yara y tu madre me ha
castigado a mí cuando te hice daño?
Y créeme, sé que fue mucho- nos
miramos, y sé que sabe que conozco
la verdad de cómo lo encontró su
madre cuando regresó de España-.
Después de verte así, ¿crees que no
quería matarme? Lógico, pero lo
solucionamos hablando. Así es
como se hacen las cosas, y si no
puede ser, pues cada uno a su casa.
¿Pero agredirte? ¡De eso nada! Iván
puede odiarte, lo entiendo, nada
más lejos de eso.
- Baby, déjalo correr, por favor,
no quiero más líos. Sinceramente,
este no era mi plan- cierra los ojos
apartando la bolsa de hielo. Veo la
hinchazón de su ojo izquierdo. Me
acerco a su lado.
- ¿Te duele mucho?- acaricio
despacio su hermosa cara.
- Dolería menos si recibiese un
beso de tus labios. ¿Puede ser?
- Concedido, bebé- mi boca se
une a la suya y me atrae para
sentarme sobre sus piernas. Escucho
como se cierra la puerta del
despacho de Yara-. Por eso ayer
mientras me poseías como una
bestia- beso su nariz-, me decías
que no dejase que nadie me alejase
de ti, ¿no? Por mi hermano,
hablabas de mi hermano.
- Sí, era por él. Sabes que mi
mayor aliado, dentro de tu familia,
ha sido Matías, sé que los
necesitas…
- Tanto como a ti, Julen.
- Pero yo soy la causa de tu
dolor. Escúchame- me mueve y me
coloca de forma que quedo sentada
a horcajadas sobre sus piernas.
Enmarca mi cara entre sus manos,
unas fuertes y que sé que anhelan
cuidarme cada día, y que yo…yo no
consigo dejar que se acerquen del
todo por miedo a que me rompan
otra vez-. Una vez te dije esto,
amor…
Cuando tengas miedo, mis brazos te
protegerán
Cuando llores, mis labios secarán tus
lágrimas
Pídeme una estrella
Que mi corazón que late por ti
Y mi alma, que vivirá eternamente
amándote,
Subirán al cielo para entregarte, la
más hermosa del firmamento.
Por ti escalaré las nubes
Por ti, volaré hasta el infinito y más
allá,
Y ahora añado…
Me arrodillaré frente a ti para pedir
perdón a tu corazón cuando me
equivoque,
Porque el amarte demasiado ciega
mi alma,
Pero nunca dudes de lo que este
hombre te entrega, Valeria, mi vida
está tus manos…
Tú y yo para siempre…siempre serás
mí para siempre…
Eso lo escribió en mi cumpleaños,
uno de tantos días maravillosos que
me ha dado, porque no puedo
quedarme sólo con uno.
- Bebé- reparto dulces besos por
sus golpes, él se deja querer-, estoy
aquí, contigo, te quiero, te amaré
siempre, no dudes de ello- las
lágrimas bañan mis mejillas-.
Nunca has dejado de tenerme.
Hemos estado separados, era algo
inevitable y necesario, pero siempre
confié en ti, en que vendrías a
buscarme, aquel no podía ser
nuestro final.
- Ambos sabemos que estamos
heridos, tú por mí, y yo por haberte
causado tanto dolor. Perder a
nuestro hijo, eso…
Yo me he culpado durante mucho tiempo
por ello, por no poder salvar a nuestro
hijo, pero a veces, las cosas ocurren y
no podemos hacer nada por evitarlas. Sí
hay otras que elegimos, pero lo que la
vida nos tenía preparado a Julen y a mí,
no fue nuestra elección.
Viéndolo así, derrotado, cansado,
mirando esos ojos que brillan por la
tristeza que los embarga, no por aquella
luz especial que me han mostrado desde
que me cautivaron, me desarma por
completo. La vida no es justa, no señor,
pero no vamos a dejar que nos gane la
batalla. Leire es un ejemplo para
nosotros, ella está a punto de enfrentarse
a un nuevo reto, poder seguir a nuestro
lado, y aquí estamos Julen y yo, frente a
una nueva oportunidad en la vida,
dejándola escapar.
Me lanzo a por su boca desesperada. Mi
ataque lo pilla por sorpresa, pero no
tarda en reaccionar, puedo notar como
es así entre mis piernas. Bien por ti
Valeria por elegir este vestido.
Julen gruñe como un toro enfadado, y me
levanta llevándome hasta la pared,
aplastándome con todo el poder de su
cuerpo. No decimos nada, sólo nos
dejamos llevar por lo que está
ocurriendo entre estas cuatro paredes.
Busca debajo de mi vestido, sin dejar de
devorarnos la boca, creo que nunca nos
hemos besado con tanta necesidad.
Rompe mi ropa interior y jadeo porque
eso me excita mucho. Deja de besarme
para enfrentarse a mi mirada. Tiene mis
manos apresadas sobre mi cabeza,
ambos jadeamos, nuestros labios
hinchados por nuestra pasión
desenfrenada, brillan como nunca.
- Esa es la luz que quiero en tu mirada,
cariño, nunca dejes de mirarme así,
Julen- sin decir nada asiente, se acerca y
me roba el aliento una vez más. Con sus
manos expertas, me quita el vestido y el
sujetador, dejándome con las medias que
caen a la altura de mis muslos, y con
unos tacones, que han sido otra buena
elección.
Recorre mi cuerpo, acariciándome
lentamente, sin dejar que yo lo toque,
esto es para él, ambos lo sabemos, para
que entienda que soy suya, que hay
mucho que trabajar, pero que pertenezco
a Julen Anderson.
Su boca se acerca a mi cuello, bajando
lentamente hasta llegar entre mis pechos,
que son eclipsados por sus manos y
humedecidos por su lengua. Jadeo ante
ese contacto, noto mis pezones duros y
doloridos, y él los muerde
juguetonamente.
- ¡Ah…Dios…!- sonríe contra mi
piel, eso me gusta.
- Podría correrme ahora mismo
en los pantalones sólo con esto, con
tenerte así, rendida ante mí otra
vez- abandona mis pechos y cae de
rodillas, dejando su boca a la altura
de mi sexo. Inhala mi olor, pero no
me toca, y muero porque lo haga, mi
coño reclama todo de Julen-. Mi
dulce mango, mi elixir, mi vida…
Bajo la mirada para encontrarme con la
suya. Veo la mezcla de todo lo que se
mueve dentro de él. Deseo, amor,
lujuria, puro sexo…
- Y tú eres la mía- le digo
acariciando su pelo mientras cierra
los ojos.
- Yo también me rindo ante ti-
lame mi sexo y ese simple toque de
su lengua, sacude mi cuerpo-,
tómame Valeria, sé mía otra vez…
Y sin poder contestarle, no puedo evitar
emitir un quejido de placer al sentir
como su boca ataca mi sexo sin
compasión, su lengua entra y sale, me
folla sin detenerse, y las manos de Julen
me cogen por los muslos y me colocan
sobre sus hombros.
- ¡Ah…ah…joder…!- saber que me está
volviendo loca, lo excita más y sin
esperármelo, me levanta sin dejar que su
boca beba de mí, apresando fuerte mi
culo para mantenerme sujeta contra la
pared. Me muevo buscando más, sacudo
mi cabeza a un lado y a otro, y sucumbo
al clímax más intenso de mi vida-. ¡Oh
Julen, no puedo, esto es demasiado…!-
creo me voy a desmayar sino se detiene.
- Sí puedes, quiero que vuelvas a
deshacerte en mi boca- y castiga sin
tregua mi botón del placer, que está
demasiado sensible pero no lo suficiente
para volver a caer rendido ante él, y
nuevamente me lleva a tocar el cielo-.
Eso es, maravilloso…- bebe sin parar
de mí, mi cuerpo es suyo, y tiembla
mientras me baja al suelo.
Me sujeta entre sus brazos y me siento
viva…viva por fin en mucho tiempo…
Nos sonreímos y me pego más a su
cuerpo saboreando de sus labios mi
propia esencia. Un beso…otro… y mi
piel siente que quiere más, que esto no
ha sido suficiente….
- Nena…- la voz ronca de Julen
es todo un peligro para mis
hormonas revolucionadas-, si me
sigues besando así, va a pasar algo
malo, y no quisiera explotarte, te he
dejado K.O.- que chulito es mi
chico cuando quiere. Echaba de
menos esto…
- Tal vez….los años le pesan al
Diablo, y ya no sabe aguantar el
ritmo de su Diablesa. Recuerdo un
León…- niega con la cabeza
mordiéndose el labio.
- Tú tiras el guante, amor, yo lo
recojo encantado- mi chico malo
está de vuelta.
Cambia la postura colocándome contra
la pared, dejando claro quién lleva
ahora las riendas. Pasea sus dedos entre
mis nalgas hasta meterlos en mi interior,
impregnándose con mis fluidos fruto de
lo que él provoca en mí.
- Tienes el mejor culo del mundo,
baby- su mano retrocede, y juega
con mi ano, hasta meter un dedo
lentamente. Primero la punta, hasta
que poco a poco consigue llegar al
nudillo.
- ¡Ah…!- apoyo mi cabeza sobre
mis manos, que caen una sobre otra
contra la pared.
- Te gusta esto, y a mí, me vuelva
loco poder follarte así- siento un
nuevo placer, que llega desde mi
sexo, sus dedos también juegan con
él y todo me resulta increíblemente
placentero-. A veces desearía ser un
pulpo…- susurra en mi oído. Eso
me hace reír y a él también. Muerde
mi oreja y clava de golpe dos dedos
en mi coño, y con el pulgar, acaricia
mi clítoris-…para poder tocarte por
todas partes, torturar de placer todo
tu cuerpo, sin dejar ningún rincón -
sus manos trabajan más rápido, pero
yo quiero otra cosa…
- Entonces deberías ser un
ciempiés…- sonreímos y…- ¡ah!…-
mete otro dedo más en cada parte
que está castigando-. Julen por
favor…- su polla grita por salir de
esos pantalones, no he dejado de
notarla cada vez que se aprieta
contra mi cuerpo.
- ¿Qué desea mi Diablesa?
- A la bestia que se esconde bajo
ese traje…
- Pero…¿La del León o la del
Diablo?- abandona mi cuerpo, sé
que es porque se está quitando la
ropa. Lo miro por encima del
hombro y ver a este hombre en todo
su esplendor, es lo más hermoso que
han visto mis ojos.
Me muerdo el labio deleitándome con
esa imagen, Julen se acaricia el pene,
firme y enorme, y se acerca lentamente,
apoyando sus manos a ambos lados de
mi cuerpo. Me giro para encararlo, y sin
tocarnos, sólo escuchando nuestras
respiraciones, le contesto:
- Te lo dije una vez, y te lo repito
para que quede claro de aquí al fin
de nuestros días: siempre te elegiré
a ti- y esta vez soy yo la que me
dejo caer de rodillas, para
saborearlo, para devolverle el
placer que él me ha dado, y porque
necesito tenerlo de esta forma.
Abarco con mis manos su tallo, lamo la
punta que brilla y la saboreo antes de
meterme la polla de Julen en mi boca.
Juego con sus testículos, mis labios
llegan hasta ellos, y Julen tiembla sobre
mí.
- ¡Baby, eso es nuevo…sí,
joder…no dejes de hacerlo…!-
quiero comérmelo enterito, también
me gustaría ser un ciempiés ahora
mismo, para tocarlo por todas
partes.
Lamo, chupo y muevo mis manos para
enloquecerlo. Julen mueve sus caderas,
follándome la boca, acompasado con
mis movimientos.
- Valeria…no puedo más, me
corro, demasiado tiempo…- y
segundo después se deja ir y cae
sobre mi lengua su esencia. Sigo
masturbándolo hasta que exprimo la
última gota de su clímax, hasta que
me levanta para aplastarme contra
la pared y besarme. Me aferro con
todo mi cuerpo al suyo para
profundizar más nuestro beso- …
Tienes una boca muy peligrosa,
nena, no dejas de sorprenderme.
- Al igual que tú a mí, esto
funciona para los dos- llaman a la
puerta y eso nos deja inmóviles.
- ¿Valeria?- es Lorena-. ¿Estáis
ahí dentro?
- ¡Sí, sí,- consigo decir al fin-, en
unos minutos salimos!
- ¿Ya le estáis dando a la
mandanga? ¡Estáis enfermos!
- ¡Lore! ¡No seas burra!- contesto
riéndome, y Julen tampoco puede
parar de reírse.
- ¡Así me gusta, colega, tú a dejar
el pabellón bien alto!- Marco-.
Vamos, ahora ya sabemos que están
bien.
- ¡Y tan bien, no saben hacer otra
cosa, los guarros!- escuchamos los
pasos que se alejan.
Nos miramos, y no podemos evitar
soltar unas carcajadas, que nos sientan
de maravilla. Lorena es buena, muy
buena en sus apuntes.
- Vamos a vestirnos, o
provocaremos otro altercado- dice
Julen dándome un beso rápido, para
vestirse pero no le permito alejarse.
- Escúchame. Sé que no te has
defendido porque Iván es mi
hermano y crees que debe odiarte.
Eres quien eres y has llegado lejos
en la vida, no sólo por ser hijo de
James Anderson, sino por ser Julen
Anderson. No dejaré que mi
hermano te falte al respeto y menos
que te agrada. Sé que me adora, y
que mi familia ha sufrido mucho con
todo lo que nos ha pasado,
especialmente él, recogerme de
aquella forma en el aeropuerto es
algo que no te perdonará jamás.
Pero tú también tienes una familia,
que ha sufrido contigo y la misma
pérdida que nosotros. No será fácil,
pero solucionaremos esto, juntos.
No dejes que te humille porque
creas que tiene ese derecho.
- De acuerdo, pero…¿Estamos
juntos… juntos?- pregunta
esperando mi respuesta muy
ansioso.
- Sí, mi amor, juntos. No pienso
pelear contra mi corazón, quiero
superar esto a tu lado, es como debe
ser y como quiero que sea.
- Te quiero tanto…
- Y yo a ti…
- Te pertenezco Valeria, te lo
demostraré cada día…pelearé por
ello…
- Y yo te pertenezco a ti, pero
ahora- señalo a la puerta con la
cabeza-, tenemos otra pelea ahí
fuera. ¿Listo?
- Contigo a mi lado, sí.
- ¡Pues a por ellos campeón!
Julen

Lo que vino después de mi


reconciliación con Valeria, no fue tan
maravilloso. Hubiese dado mi vida por
no salir nunca de aquel despacho. Al
salir, nos encontramos en el pasillo con
todo un recibimiento. Sus amigos, los
míos, nuestros hermanos y su abuelo con
Rocco. Había miradas de todo tipo, creo
que no hace falta decir, de qué lugar
provenían los dardos envenenados.
Nos fuimos todos juntos a un restaurante
de mi familia, allí Rocco podía entrar
sin problema, y ordené tener la mayor
privacidad posible. Hasta el restaurante,
nos siguieron unos periodistas, quieren
terminar de confirmar si Valeria y yo
volvemos a estar juntos, y eso, creo que
es algo con lo que estoy totalmente de
acuerdo. Quiero que el mundo entero
sepa que es mía, y todo hombre que haya
puesto alguna esperanza en tenerla, se
hunda en la mierda. Sé que Víctor tiene
novia, lo mantengo controlado cuando
me pasan el“informe” que Marco me
hace llegar. Es el único papel que me
interesa de Ibiza, por lo demás, confío
en mi amigo para llevar todas las
gestiones del Juva.
Ha resultado ser todo un éxito, y que sea
accesible a bolsillos más humildes, es
lo que lo ha hecho realmente especial.
Valeria estuvo preguntándole a Marco y
Lorena que tal iba todo por allí, y como
siempre, existen personas que no se
aprecian mucho sus dientes.
- Cuando regreses a Ibiza, no vas
a negarle al Juva un pasecito, ¿eh
Val?- Marco al escucharme gruñir
soltó una carcajada.
- Aunque aquí mi chico, suelte
humo por las orejas, sería un placer
para mí. Sabes que adoro bailar, y
regresar a ese lugar sería
maravilloso. Para mí siempre será
la Demonia de antaño- eso no
ocurrirá si puedo evitarlo. Me gusta
verla bailar, pero para mí, me
consumen los celos al ver cómo
otros la devoran con la mirada.
Sueno como un imbécil, pero me da
igual. Ahora soy más posesivo con
ella, es algo que no puedo controlar
desde que perdimos al bebé.
- Bueno chicos, vamos a lo
importante- dijo Lorena. En ese
momento, su abuelo con el perro,
Iván y Lucía, se habían ido a
descansar. Estos últimos al hotel
que les reservé sin Iván saberlo,
cree que todo lo ha hecho Lorena.
Mis padres le han ofrecido su casa,
pero Iván no ha querido. Matías sí
aceptó, especialmente para que
Rocco juegue en los jardines que
rodean la mansión-. ¿En qué jodido
punto estáis vosotros dos?- nos
señalaba saltando de uno al otro-.
¡Aquí estamos perdidos ya!
- Sí, porque a mí también me está
volviendo loca, y ya no sé que
decirle a tu sobrina. Temo decirle
que sí, y luego que estéis otra vez a
palos- Yara gesticulaba sin parar-.
Sois la historia más complicada que
conozco. Creo recordar que en los
libros, no se complican tanto con
los protagonistas.
- Nosotros hemos querido ser un
poco diferentes, dando un poco de
todo, tenemos hasta el perro-
contestó Valeria, y en ese momento,
reinó un silencio general. Creo que
todos pensamos en que ahora nos
faltaría el niño…-. Chicos, estamos
bien. Lo peor ha pasado, y con el
tiempo se van superando las cosas.
Por supuesto no se olvidan, pero las
heridas toman forma de cicatriz, y
estamos en ese punto. – Cogió mi
mano entre las suyas y me miró,
desarmándome una vez más-. Nos
queremos, y por separado, somos
piezas incompletas. Vamos a darnos
una nueva oportunidad…
- Que será la última porque no
volveremos a separarnos- le
contesté.
- Así lo esperamos todos, cuando
pase un tiempo, podéis escribir un
libro, porque entre lo que folláis y
todo lo que pasa a vuestro
alrededor, sería una buena trama.
Además, los libros picantes por fin
ya no son un tabú gracias al señor
Grey, así que, anotad eso- Lorena
nos guiña un ojo.
- Sí claro, le cuento al mundo
como me lo monto con Julen, para
que su club de fans, que ya es
“pequeño”- enfatizó con los dedos
Valeria-, vaya en aumento- le sacó
la lengua a su amiga.
- Tú también tienes el tuyo, baby,
no lo olvides- le dije a mi chica.
- Sí, pero las tuyas son más
descaradas, como la nueva
presentadora. Al final, voy por
terminar de odiar la televisión- se
cruzó de brazos poniendo morritos
como una niña pequeña.
- ¿Otra presentadota toca
pelotas?- preguntó Jorge.
- Sí nene, otra más para la
colección- contestó riéndose cuando
la atraje entre mis brazos.
- Mientras no nos salga igual de
loca- dijo Alan-, que de eso ya
tenemos bastante.
- Joder, quita, eso ni lo digas!-
Tony todavía alucina con ese tema-.
Entre eso y amigos pirados, creo
que ya hemos tenido bastante para
esta vida.
- ¡Amén! - dijo Marco
levantando su copa. Después de
comer nos acercamos al River a
tomar algo, ese local le gusta mucho
a Valeria y a sus compañeros de
trabajo. Mi chica, desde que estuvo
en Italia, bebe algo nuevo que probó
conmigo, el nuevo Martini Royale.
Le encanta porque es dulce, como
cada centímetro de su cuerpo…-
¡¡¡Brindo por esta nueva etapa de
Julen y Valeria, porque puedan tener
toda la felicidad que se merecen, y
así de esta forma, podamos todos
respirar tranquilos!!!¡ ¡Salud!- ¡qué
cabronazo!
- ¡Salud!- dijimos todos al
unísono.
Esa es mi única prioridad en la vida,
hacer feliz a la mujer que amo, porque
esa es la única forma de que yo también
pueda serlo…
Valeria

Creo que como no pare de moverse de


un lado a otro, me va a dar algo, ya es
bastante difícil esperar a que Nathan
salga por esa puerta, y nos diga que todo
ha salido bien, como para que encima
Julen, nos ponga más nerviosos.
Llegó el día, y Leire se juega la vida ahí
dentro. Dos días después de que
llegasen los míos a Nueva York, la
familia de Julen recibió la llamada que
el Doctor Bécquer, viajaría a Estados
Unidos, para intervenir a Leire. Desde
ese momento la actitud de mi chico ha
sido otra. Nos trasladamos sin dudarlo
con Kai, a la casa de su abuela, ella no
quiso venir a la ciudad, de su casa no la
mueve nadie, y eso me suena de algo.
Aunque mi abuelo ha superado todas mis
expectativas. Y no sólo mi abuelo, mi
familia en general y la de Jorge. ¿Por
qué? La respuesta nunca la sabríais. Sin
decir nada a nadie, mis padres y los de
mi mejor amigo, se subieron en un avión
rumbo a Nueva York, ¡que cómo iba
ellos a estar lejos de su hija cuando más
los necesitaba! ¡Eso impensable para
quien los conozca! No puedo describir
lo que ocurrió en ese encuentro, pero lo
resumo en un sin fin de emociones
maravillosas, al tener a toda mi familia
aquí, en Manhattan. Julen se quedó de
piedra cuando mi madre lo abrazó y no
le arrancó la cabeza, algo que me dejó a
mí sin habla. No esperaba esa reacción
por parte de ella, pero puedo decir, que
esa es mi madre, por la que daría mi
vida.
Y hoy, estamos aquí, todos al lado de los
Anderson, porque somos todos una gran
familia, a pesar de que le cueste mucho
de entender, a una persona muy cabezona
que no consigo que entre en razón.
En la casa de Leire, días antes de la
operación, mi abuelo hizo exhibición de
su arte culinario arropado por Tony. Fue
un evento en toda regla, Kassi y Aden, y
mi nueva princesa Irina, no faltaron al
encuentro. Lo planeé todo con Lucía y
Lorena, quería que los ánimos se
relajasen, ante este numeroso encuentro
familiar, pero especialmente por la
intervención de Leire.
Julen y yo discutimos, decía que su
abuela necesitaba reposo, no una fiesta
antes de algo tan serio. Me sentí fatal, se
enfadó mucho, tanto que apenas nos
dirigimos la palabra en toda la jornada.
Se dedicó a estar pendiente de su
abuela, ni siquiera prestó atención de
Jane como hace siempre. La pequeña
reclamaba su cariño para sus juegos,
pero su tío no estaba por la labor.
Entiendo muchas cosas, tiene miedo a
perder a su abuela, y no la deja respirar
porque cree que de esa forma evitará
todo lo malo. Pero se equivoca, y en el
fondo sé que lo sabe, porque lo que
tenga que ser será, y no podemos hacer
nada por cambiar lo que está por venir.
Quería aprovechar cada segundo a su
lado por si la operación no sale bien,
pero esta vez confío en que sí, no
podemos perder siempre.
Iván y yo, fuimos a dar un paseo por los
alrededores de la casa de Leire, la playa
es un buen lugar para hablar, mirar el
océano, tranquiliza el alma castigada.
- No me pidas más de lo que
pueda darte, ángel, no me
presiones- nos sentamos frente a la
inmensidad que se presentaba ante
nosotros. Kai y Bat nos
acompañaron, y por supuesto mi
sobrina, Jane no dudó en salir
corriendo detrás de nosotros cuando
se lo propuse.
- No lo hago, pero no puedes
golpear a Julen.
- Lo volvería hacer- La cara de
Julen a mejorado, pero todavía
queda alguna señal sobre su piel.
- Debes de salir de ese bucle en
el que te encierras, para ver más
allá, y comprender aquello que
intento que entiendas- miraba la
felicidad de Jane mojándose el
vestido. Saltaba las olas en
compañía de los perros, era una
imagen tan bella, que la inmortalicé
con la cámara que Julen me regaló.
Ese día saqué unas fotos preciosas.
Todos los nuestros reunidos, esa
estampa no será tarea fácil en un
futuro. Me sorprendió mi objetivo
mientras buscaba su próxima
víctima, y fue cuando cayó sobre
Alan. Estaba cabizbajo mirando su
móvil. Me acerqué a él y le acaricié
la espalda. Sé que está pasándolo
muy mal, Beth no cede a un
encuentro con él, y ya no sabe qué
mas hacer porque no tiene donde
buscarla. Es dura la señorita.
- No quiero entender nada. Tengo
aquí- señaló su cabeza-, grabado
algo que no desaparece, con lo que
incluso tengo pesadillas porque se
repite una y otra vez…
- Cielo yo…- se levantó
cogiéndose la cabeza.
- ¿Sabes lo que sentí en ese puto
aeropuerto al verte allí tirada en un
charco de sangre? ¡Joder, Val, creí
que te perdía, que mi hermana se
moría ante mí y yo no podía
salvarla! ¿Sabes lo jodido que es
eso? ¿Lo sabes?
No pude imaginar hasta qué punto Iván
estaba sufriendo con todo lo que pasó,
podía entender su rechazo a Julen, pero
me dejó sin palabras ante su revelación.
- Me despierto gritando tu
nombre, bañado de sudor- sé lo que
es eso, y Julen también. Creo que
los tres necesitábamos sentarnos y
hablar, puede que de alguna forma
ayudásemos a sanar el alma, al
menos a cicatrizar heridas que
siguen abiertas. No tuve que esperar
mucho a ese momento.
- Jane, vete con mamá para
cambiarte de ropa, empieza a
refrescar y mañana tienes colegio-
ordenó Julen a su sobrina. El fin de
semana se terminaba, pero todavía
quedaba lo mejor…
Julen se acercó a nosotros, y me cogió
por la cintura besando mi cabeza, sin
dejar de mirar a mi hermano.
- Sé que me odias- dijo.
- Veo que has estudiado mucho
para llegar a esa conclusión, ¿o es
tu ojo morado quién te lo recuerda
cuando te miras al espejo?- mal iba
la cosa…
- De acuerdo, suelta de una vez
todo lo que tengas que decirme,
zanjemos esto de una vez, no
soporto que Valeria tenga que pasar
por estos desencuentros cada vez
que tengamos que vernos. Aquí y
ahora Iván, luego si quieres, cada
uno seguirá su camino, pero te
advierto que el mío es el mismo que
el de mi mujer.
- No es tu mujer, no es nada tuyo,
ni siquiera deberías estar tocándola
ahora mismo- mi hermano dio un
paso al frente apretando los puños.
Se mascaba la tragedia.
- ¡Iván, hijo, basta ya por favor!-
mi padre habló detrás de mí. No
estábamos solos, todos estaban allí.
Yara debió de alertarlos de que algo
grave pasaría en esa playa al
llevarse a la niña.
- Esto es entre él y yo, papá, ha
herido lo más sagrado para mí,
aquello que siempre he protegido, y
que mientras yo viva, nadie dañará.
Mi familia es lo más importante, y
él nos ha destrozado- Lucía corrió
al lado de Iván para intentar
calmarlo, al igual que mis padres.
- ¿Y qué buscas, Iván?- mi
abuelo aparece entre todos los
presentes, su presencia llenaba
aquella playa. Veía en su mirada el
reproche y la comprensión hacia la
actitud de su nieto.
- Ya lo sabes abuelo, lo quiero
fuera de la vida de mi hermana, no
se la merece, ha tenido demasiadas
oportunidades- siseó entre dientes
Iván. Mi madre le susurraba algo al
oído, pero él parecía no escucharla.
- ¿Acaso crees que porque
golpees a Julen tantas veces como tu
rabia te lo pida, vas a cambiar lo
que pasó? ¿De verdad confías en
que Valeria se aleje del hombre al
que su corazón ha elegido?- se
acercó hasta mi hermano y colocó
ambas manos sobre su cara. Iván
abandonó su postura desafiante, y se
rindió ante su abuelo-. La quieres,
todos la queremos, y ni tú ni nadie
que la conozca- se giró para
mirarme y hablarme directamente a
los ojos-, podría vivir sin ella, por
eso ella consigue que toda su
familia esté hoy aquí reunida para
apoyarla, en todo lo que haga falta.
Aunque se equivoque, porque al fin
y al cabo es su vida, sus errores, y
es ella la que debe aprender de
ellos.
- Julen es el mayor error de su
vida. ¡Casi la mata!- gritó mi
hermano para que todos lo
escuchasen. Sentí como mi chico se
ponía tenso ante esa acusación, pero
antes de que pudiese decir nada, mi
abuelo contestó a Iván.
- Tú amas a Lucía- le dijo.
- Por encima de todas las cosas-
respondió mirándola y volviendo su
vista al frente, para encarar a su
abuelo que le hablaba.
- Y también te equivocaste con
ella, rompiéndole el corazón- ese
golpe bajo, Iván no se lo esperaba.
- Pero…
- Pero crees que porque no
perdió un bebé, y porque no la
encontraste tirada en el suelo de la
misma forma que tu hermana, sufrió
menos, ¿verdad?- Lucía agachó la
cabeza. Apartó la mirada, algo que
descolocó a su novio al buscarla y
no encontrarla-. Ese es tu error,
cielo, que mides el dolor de las
personas por los hechos, crees que
puedes saber qué duele más según
tu criterio, y eso es algo que nadie
puede hacer.
- No puedes comparar los
hechos, no me puedo creer que me
estés haciendo esto, abuelo- mi
hermano miró al suelo, sin saber
qué decir.
- No me has dejado más remedio.
Creí que los valores que te he
enseñado a lo largo de los años,
estarían por encima de tu odio hacia
Julen, que el respeto y la empatía,
algo tan básico en esta vida para
entender a los demás, te quitarían
esa venda que te ciega y que no te
deja vivir en paz. Fue duro, hijo,
muy duro lo que has pasado, pero
debes de aprender a vivir con ello.
Mírala, sigue aquí, y vuelve a
sonreírle a la vida.
- No es tan fácil, no puedo
perdonarlo…
- ¿Realmente lo has intentado?-
le pregunté acercándome a él-. Te
quiero tanto o más que tú a mí, daría
mi vida por ti. Pero si no eres justo,
te lo haré saber, al igual que tú me
has enseñado a mí cuando me
equivocaba. Siempre me has
protegido, y sé que nunca dejarás de
hacerlo, pero la vida me golpeará
más veces- cogí sus manos- y tú no
podrás evitarlo.
- Hay cosas que se eligen, y
puedes evitarlas sino son buenas,
Val, se puede huir de ellas y
empezar de nuevo - respondió sin
mirar a Julen, pero sabía que
hablaba de él.
- Sí, puedes elegir comer una
hamburguesa o un bocadillo, pero
no mandas sobre tu corazón, y el
mío eligió a Julen, y lo hará
siempre, porque él es mi vida
ahora. No voy a huir de lo que me
hace feliz, porque sólo puedo serlo
a su lado. No concibo mi vida sin
Julen.
- No te merece, no se ha ganado
el derecho de tenerte a su lado- esto
le dolía demasiado, debíamos
terminar con aquel sufrimiento.
- ¿Sabes que ese bebé tenía un
padre?- arrugó la cara ante mi
pregunta-. Julen Anderson, ese
hombre al que odias tanto, era el
padre del que iba a ser tu sobrino, y
también perdió a su hijo. Julen me
ama. Nunca me hubiese hecho daño
de esa forma, todo fue una
conspiración de la vida, de un
hombre despechado que casi logra
su objetivo, destruirnos. ¿Crees que
Julen no lo ha pasado mal con todo
esto? ¿Su familia, Iván? Él también
tiene una, y han pasado por esto al
igual que nosotros. Dime, ¿qué
harías tú en su lugar si esas fotos
hubiesen sido de Lucía con otro
hombre? ¿Qué hubiésemos hecho
cada uno de nosotros? No seamos
hipócritas. Sí, se que fue desmedida
la actitud de Julen, que debió
dejarme hablar, pero eso ya no
importa, ya pasó, porque yo lo he
perdonado, porque los dos hemos
sufrido, y vosotros también. Y
debemos seguir Iván, por favor-
supliqué llorando-, no me dejes en
esto sola, te necesito a mi lado, en
mi vida, en mi nueva vida con Julen
me faltas tú.
- Val…yo…- y no hizo falta más,
me abrazó y todos aplaudieron. El
final bonito de ese momento,
hubiese sido un acercamiento con
Julen, pero era pedir demasiado. Al
menos, terminamos la jornada con
un ambiente más relajado.
Desde ese día, he podido ver cómo
Julen e Iván acercaban posturas, y Lucía,
me dio una noticia que me tranquilizó
mucho. Mi hermano había dormido por
primera vez de un tirón en meses. Eso es
algo maravilloso, el tormento de ver
morir a tu hermana, una y otra vez, es
algo insoportable de llevar. Fue duro
escuchar aquello, nunca me lo dijo, pero
saber que esa etapa tan dura empieza a
quedarse atrás, es toda una recompensa
a meses de calvario.
Julen y yo somos otra historia, llevamos
la superación de todo lo ocurrido a otro
ritmo, nos ha marcado, pero no
dejaremos que dirija nuestras vidas.
- Cariño, me estás poniendo
nerviosa, ¿por qué no te sientas un
poco o bajas a dar un paseo? La
operación dura varias horas, y solo
llevan una dentro- Ana intenta algo
imposible.
- Mamá, no pienso moverme de
aquí, hasta que aparezca mi cuñado
y me diga que todo ha salido bien,
¿estamos?- menudas pulgas se gasta
mi hombre.
- Julen, todos estamos muy
alterados, mi madre está ahí dentro,
no empeores las cosas hablando así
a la tuya. Sólo intenta mirar por ti-
detiene sus pasos y mira a su madre.
- Lo siento mamá, es que esto es
insoportable, quiero verla, quiero
que salga de esta mierda, porque la
necesito, quiero compartir con ella
lo que con el abuelo ya no podrá
vivir a mi lado- Dios mío, mi
cuerpo se estremece cuando me
mira-. Quiero que me lleve al altar
para que pueda casarme con la
mujer a la que amo, y que conozca a
mi hijo. Quiero todo eso- susurra
con una triste sonrisa.
- Y seguro que lo verá- dice su
madre-, pero ahora tenemos que ser
pacientes, y no hacer las cosas más
difíciles. Por favor, cálmate.
Asiente y le da un beso que ella
agradece. Viene hasta mí y se sienta a mi
lado. Algunos han bajado a la cafetería,
todos estamos en el hospital, hasta los
padres de Jorge, mis padrinos
maravillosos, que mañana parten para
España en compañía de los míos y mi
abuelo. El resto se quedan una semana
más. Ya que han viajado, quieren
aprovechar para conocer la Gran
Manzana. Claro está, si la operación de
Leire sale bien.
Han llegado en el momento justo, la vida
a veces te regala esas cosas.
- Ángel, ¿has llamado para ver
que tal están los perros?- me lo
pregunta a cada hora desde que
salimos de casa de Leire.
- Sí, y en media hora volveré a
hacerlo- Oliver se ha quedado al
cargo de ellos. Es un Black amante
de los animales, no podían quedarse
en mejores manos. Ha dicho que se
los llevaría a correr por la playa,
así que, creo que esta noche,
dormirán muy bien esos tres
señoritos.
- Gracias, siento ser tan pesado,
pero Rocco ya sabes que es
incansable, no se cansa nunca de
jugar- le planto un besazo en su
mejilla.
- Tú no eres nada pesado, y no te
preocupes, Oliver está encantado
con esta misión, creo que antes se
cansan los perros que él, te lo
aseguro- eso lo hace sonreír.
- Baby, deberías llevarte a tu
abuelo cuando suban los demás, o si
lo prefieres, bajaros ya. Es tarde y
no ha comido nada desde primera
hora de la mañana- mi amor está
cansado, no ha dormido nada. Eso
lo sé. Esta noche, ha sido especial
para él, no la ha pasado conmigo.
Yara y él, han dormido con su
abuela. Dice que eso era algo muy
común cuando su abuelo vivía, que
desde entonces no lo habían vuelto
hacer. Pero esta noche, ni lo han
dudado, los hermanos Anderson,
han arropado con sus brazos a
Leire. No he podido evitar la
curiosidad y hacer algo que tal vez
Julen se enfade, pero forma parte de
algo muy importante para mí y que
querré compartir con él llegado el
momento.
- No te preocupes, Julen, estoy
bien- contesta mi abuelo.
- Nena, por favor, los disgustos
de uno en uno, sólo faltaría que por
no comer tu abuelo, se marease o le
ocurriese cualquier cosa- cuando se
pone cabezón, no hay quien lo calle.
- Matías- dice Ana levantándose-
, acompáñeme o mi hijo no callará.
Lo que él no sabe, es que no sólo
los mayores comemos, se cree que
los jóvenes pasan simplemente del
aire que respiran- esa ha sido muy
buena.
- Mamá…
- Subiremos unos bocadillos, ¡y
no te quiero escuchar!- Julen seguro
que iba a decirle que no quería
nada-. ¡Si te comportas como un
niño, te trataré como tal! Vamos
Matías- se engancha al brazo de mi
abuelo, y salen de la sala de espera
en la que nos encontramos. Es
amplia, y tiene sofás para estar más
cómodos, además de las sillas. Una
mesa para aquellas personas que
pasan, al igual que nosotros, varias
horas aquí, y puedan utilizarla para
sus menesteres en las largas
esperas.
- Papá, lo siento, de verdad, no
consigo controlarme- abrazo a mi
chico que se deja hacer.
- Tranquilo, no pasa nada, esto
no es fácil para ninguno de
nosotros. Todos queremos
llevárnosla a casa- le sonrío a mi
suegro. Ya me he acostumbrado a
llamarlos así.
- Saldrá bien, ella es fuerte, y
esto no podrá con ella, amor- me
sienta sin esperármelo sobre sus
piernas para hundir su cara en mi
cuello.
- Mi mango….olerte me relaja-
pues que así sea. Nos abrazamos
más fuerte.
- Te quiero- susurro.
- Lo sé, y nunca me cansaré de
escucharlo.
- Te quiero, te quiero, te
quiero….- levanta la cabeza y esa
sonrisa que me enamora cada día
más de él, aparece ante mí.
- Y yo te quiero más, baby, ya
sabes hasta dónde…
- Recuérdamelo- digo contra sus
labios.
- Hasta el infnito y más allá, ni
toda la eternidad será suficiente a tu
lado…
- Amor…- y nos besamos. Un
beso tierno y dulce, de necesidad.
Se esconde nuevamente en mi cuello
sin decir nada más, y escucho que
tararea una canción.
Esa canción que marcó nuestras vidas.
Solamente tú de Pablo Alborán. A decir
verdad, bellas canciones forman parte
de los momentos más importantes e
íntimos de nuestras vidas.
- Hace mucho que no te
escuchaba cantar…- le digo.
- No tenía una razón para
hacerlo, ahora sí, mi corazón vuelve
a latir gracias a ti, por eso te canta,
te dice lo mucho que te ama y te
necesita- así es imposible que mi
cuerpo no deje de pensar en otras
cosas…me muevo inquieta.
- No tenemos remedio, ¿verdad?-
pregunta travieso conocedor de las
cosas.
- Nunca. Y tampoco quiero
encontrarlo- cojo su cara de dios
griego y lo beso-. Todo saldrá bien.
- ¿Me lo prometes?- ojalá
pudiese.
- Confiemos en ella, cariño.
- De acuerdo….
Julen

Empiezo a creer que nada es imposible,


que la vida vuelve a dar segundas
oportunidades par poder aprovecharla
más que nunca. ¡Apuesta contra mí vida,
te ganaré la batalla, esta vez no me
dejaré vencer!
El día del hospital, fue de los peores de
mi vida…al menos, esas primeras horas
cuando mi abuela luchaba por su vida,
en aquel quirófano. Sentir que Valeria no
me soltaba la mano, tenerla a mi lado en
ese trance en el que una de las mujeres
de tu vida, podría irse para siempre,
juro que es lo que me mantuvo cuerdo,
para no perder la cabeza y ponerme a
gritar.
Todo salió bien, mi abuela vive, y todos
hemos dado gracias a mi abuelo por
cuidarla y… a quien haya que darlas,
sinceramente no lo sé, a veces me siento
perdido con todo eso…pero ella sigue
aquí, podrá acompañarnos por un tiempo
más, en el que quiero que sea feliz, que
no sufra por mí. Sé que lo ha pasado
muy mal, y que todo lo acontecido este
último año, fue parte de la causa de que
se debilitara tanto. No necesito que
nadie me lo explique, a veces puedes
leer la verdad en las miradas de las
personas, especialmente cuando no se
atreven a mirarte a los ojos…
Culpa y más culpa…ese sentimiento
forma parte de mi vida, del hombre que
soy, no hay forma de que acontezcan las
cosas sin que recaiga sobre mi
persona….Sinceramente, a veces agota
demasiado sentirse así, por mucho que
la mujer de mi vida, intente quitarme esa
carga de encima, es algo con lo que creo
que voy a tener que vivir eternamente.
Nuestras vivencias son el carnet de lo
que somos en el presente, determinan al
hombre en el que me he convertido.
Una vez leí esto: “las personas más
bellas son aquellas que han conocido la
derrota, el sufrimiento, conocido la
lucha, la pérdida, y han encontrado la
forma de salir de sus profundidades”
Fue cuando perdí a mi abuelo, tras esa
etapa funesta donde sólo estaba metido
en peleas. Yara fue quien me dijo que
leyese a esta mujer, Elisabeth Kubler
Ross, y estas fueron las palabras que se
me quedaron grabadas. Dice que la
gente hermosa no surge de la nada, y yo
creo que tiene toda la razón del mundo.
Miro lo más bonito de mi mundo,
dormida entre mis brazos, y que es
poseedora del corazón más puro y
compasivo que he conocido. Humilde,
entregada a los suyos, que lo dan todo
por ella…
Gracias mi amor por
elegirme….gracias por entregarme tu
alma Valeria…Le has dado sentido a
mi vida, y ahora entiendo el significado
de aquellas palabras que se quedaron
grabadas bajo mi pecho, y nunca supe
por qué…Ahora lo sé, tenía que
conocerte, y perderte…para entender
el verdadero significado de mi paso por
la vida…
Valeria

- Joder nena, creo que vamos a


tener que atarle los caballos al
señor Anderson, cuando te vea
bajar por esas escaleras, ¡vas que lo
rompes!- dice Jorge. Es mi mejor
amigo, no tiene mucho criterio.
- Ese vestido es lo más- las
chicas siguen aquí. Me han ayudado
a maquillarme y peinarme, como
hacía siempre antes de que
saliésemos a comernos las noches
de Valencia e Ibiza. En un par de
días se irán, tienen que retomar sus
vidas que han detenido para viajar a
Nueva York, para asegurarse de que
estoy bien, de que Julen y yo, somos
capaces de vivir bajo el mismo
cielo sin hacernos más daño. Hemos
superado todas sus expectativas, y
creo que las nuestras también. Mis
padres y los de Jorge, y mi abuelo y
Rocco, partieron en jet al día
siguiente de que todo saliese
perfecto en el hospital con Leire.
Fue maravilloso tenerlos a todos
aquí.
Jorge y yo, tuvimos unas horas con
nuestros padres, nos necesitaban así, y
nosotros a ellos, querían abrazarnos y
comprobar que todo estaba en orden,
que podían regresar a España con pena
por separarse de sus hijos, pero felices
de saber que han elegido el camino que
sus corazones han escogido para ellos.
- Demasiadas emociones, ¿eh
pequeña?- me recosté contra el
pecho de mi padre. Me impregné
del olor de los míos, para no
olvidarlo jamás.
- Sí papá, pero a partir de ahora,
creo que las cosas van a ir bien, al
menos, espero que podamos
respirar durante un largo tiempo sin
que la vida nos sacuda.
- Hija- mi madre se acercó tanto
como su asiento le permitió-, Julen,
ha hablado con nosotros…con los
cuatro, sabe que Rafa y Laura son
como unos padres para ti, son tus
padrinos y también te han criado.
- Lo sé…
- ¿Y?- Laura levantó una ceja
esperando mi respuesta.
- Pues vamos a dejar eso por
ahora- no lo entendieron, pero
llegado el momento, conocerán mis
motivos.
- ¿Por qué?- preguntó Rafa-. Ese
chico está como loco por casarse
contigo, cariño, no entiendo por qué
retrasar algo que ambos deseabais
tanto, y que ahora nada os lo
impide. Pasó lo que pasó, pero qué
mejor manera de superarlo que
retomando vuestros planes de
futuro.
- No la presionéis- dijo Jorge. Él
sabe por qué ahora no es posible-.
Si tiene que pasar, pasará, tampoco
se acaba el mundo por vivir en
pecado, os aseguro que se vive muy
bien.- Eso provocó una carcajada
general.
- Pues que sepas que tu madrina,
desearía verte casado también- dijo
mi madre-, sería realmente bonito
veros a Tony y a ti daros el sí
quiero.
- Bueno, tal vez me case antes
que Val, eso nunca se sabe- dijo
misterioso. Le encanta jugar con
esas cosas.
- ¿En serio? ¡Nos encantaría!- mi
padre parece mentira que todavía no
lo conozca.
- Papá. Tú eres el que nunca cae
en las chorradas de Jorge, que no
sea en esta. ¿Casarse Jorge? No lo
creo, aunque sé que su sexy
americano, sí querría- eso
descoloca a mi amigo.
- ¿Có..cómo es eso?- se ha
puesto nervioso. Sé que en el fondo,
lo haría, ahora sí. Lo ha encontrado,
tiene al hombre perfecto a su lado,
eso es algo que no había conocido,
y por lo que pasar por el altar, no
entraba en sus planes. Pero las
cosas han cambiado radicalmente.
- Nada, no te interesa. Tony y yo
hablamos mucho de cosas
importantes, cuando los demás os
ponéis a debatir temas aburridos del
trabajo- así fue, y me encantó ver
ese brillo en los ojos de su novio al
decirme lo feliz que le haría ser el
marido de Jorge, porque lo quería
todo con él. Incluso en un futuro
adoptar un niño, pero le asusta
decírselo a su pareja por si sale
corriendo.
- Nena, no seas bruja conmigo,
no te conviene…- me gusta esto de
ser malota…
- Me quieres demasiado para
castigarme, así que, no te queda otra
que aguantarte- el viaje de vuelta a
casa, fue un calvario. Le dije a Dan,
que es mi sombra, que pusiera la
música a tope para no escuchar las
súplicas de Jorge-. Habla con tu
chico, eso te ayudará bastante- fue
lo último que le dije antes de que se
bajara del coche.
Este vestido para mí es especial, muy
especial. Forma parte de mi historia con
Julen, él me lo regaló, y quiero que esta
noche, que es muy importante para
nosotros, esté presente. Sé que lo he
elegido varias veces, pero hoy tiene
algo diferente, no parece el mismo.
- Además, para Julen no es nada
nuevo que me ponga este vestido, ya
me lo ha visto, me lo ha quitado…te
aseguro que lo ha disfrutado mucho-
se me eriza la piel al recordar
aquella noche en la playa de Ibiza…
el ascensor…
- Te equivocas Val- dice Lucía.
- Y tanto- la apoya Lorena.
- ¿De qué habláis?- me intrigan.
- Siempre has sido preciosa,
cariño. Tienes una belleza que va
más allá de tu envoltorio, y este
último año, a pesar de todo lo
vivido, has conseguido convertirte
en una mujer realmente hermosa,
Val. Tu hermano, dice que vemos
por fuera el pequeño reflejo de lo
que escondes dentro- Lucía se
emociona al hablar.
- Lucy…- la abrazo.
- Te quiere con locura, y me
alegro tanto de verlo sonreír otra
vez. No sabía cómo ayudarlo, sólo
tú podías curar su alma
atormentada- se desmorona.
- Nena, eh…shhh- Lorena y Jorge
se acercan y los cuatro nos
abrazamos-. Siempre estaremos
juntos, no lo olvides, y saldremos
adelante, podremos con todo lo que
venga.
- Es difícil tenerte lejos, Iván te
echa de menos, pero lo entiende,
ahora sí lo entiende. Jorge, Lore y
tú siempre habéis estado cerca, y
que cada uno haya seguido su
camino, ha sido duro de aceptar.
Antes era todo más sencillo.
- Éramos adolescentes que
estaban buscando su camino, y lo
han encontrado al fin, pero por muy
lejos que vivamos unos de otros,
nunca dudes que cuando nos
necesitemos, allí estaremos-
asiente a mis palabras como una
niña pequeña.
- ¡Morena, yo te mato, el
maquillaje, coño, ahora tengo que
retocármelo!- dice Lorena. Eso nos
hace reír y nos relajamos un poco.
Es verdad cómo las etapas de la vida
van cambiando. De niños a adultos, y sin
darnos cuenta, en un segundo, los años
pasan rápidamente. No hay que dejar
escapar ni un solo instante, tenemos que
vivirlos todos al máximo, y siempre
hacia delante, nunca retroceder. Es
importante aceptar lo bueno y lo malo
que nos ocurre, aunque para ello muchas
veces implique dolor y lágrimas.
Debemos seguir y luchar, por uno mismo
sobre todo, pero también por los que nos
rodean, y por nuestras ilusiones,
aquellas que nos mueven para tener algo
por lo que no rendirse.
Mi abuelo me dijo una vez algo que no
olvidaré jamás, antes de irme a Italia, y
fue que “la vida está hecha para los
valientes. Caerás, una y otra vez, pero
lo que debemos tener presente, es
cuántas veces nos levantamos, porque
estamos hechos para batallar contra
los golpes de la vida. Valiente el que
lucha, valiente el que no se rinde,
valiente el que apuesta por resurgir de
las profundidades, más fortalecido que
nunca”
- Bueno, es la hora, hay cuatro
hombretones esperándonos ahí
abajo- dice Jorge.
- ¡Joder, no me puedo creer que
vayamos a una gala de esas de
famosos y ricachones, saldremos en
la televisión y la prensa!- grita
Lorena.
- ¡Pero qué tonta eres!- contesta
Lucía, que ya ha solucionado
aquello que sus lágrimas habían
causado, en su carita de niña buena.
Iván ha sabido elegir muy bien.
- Oye, que los únicos
acostumbrados, a codearse con las
altas esferas son estos dos- nos
señala a Jorge y a mí.
- A mí no me metas en el saco,
Tony y yo somos un daño colateral.
Te aseguro que los focos siempre
están puestos en Val y Julen, y a
partir de esta noche, ¡será la
marabunta!- es verdad, volvemos a
la realidad del mundo de Julen.
- Chicos, dejar de animarme
tanto, o creo que me pongo el
pijama y me escondo bajo las
sábanas- me miro al espejo por
última vez.
- Sí bueno, al menos tienes con
qué taparte por las noches, porque
el piso de abajo, pide ayuda
urgentemente- sí, eso también lo sé.
- Lo solucionaremos cuando
pasen estos días y tengamos tiempo
para ello- le contesto a Lorena,
torciendo el morro.
- Pero si chasqueáis el dedo y os
lo hacen, ni salir de casa os hace
falta para ello- comenta Lucía.
- Es algo que queremos hacer
juntos- eso es un momento especial
para nosotros, recomponer cada
parte de nuestra nueva vida.
- Mira que eres rarita, ir a ver
muebles, ¡vaya emoción!- Lorena es
tan burra como siempre.
- Sí, ya sé por qué dice Marco
que eres la más romántica- Jorge se
parte de risa y salimos de la
habitación para irnos a la gala.
Julen estuvo a punto de suspenderla,
todo dependía de Leire, de si superaba
la operación y de si estaba “bien” para
que su nieto pudiese estar tranquilo esa
noche. Es toda una luchadora, en breve
le darán el alta, o creo que al pobre de
Nathan, se le pega a la fuga el personal
sanitario. Los está volviendo locos a
todos porque no sabe guardar reposo.
Ella quiere caminar y caminar. Se siente
muy vital, ha dejado sin palabras al
Doctor Bécquer, que nunca había visto
una recuperación a ese ritmo.
Me quedo la última, y estoy nerviosa,
respiro varias veces y retomo mis pasos.
Volver a ir del brazo de Julen a un
evento, es algo que hace demasiado
tiempo que no pasa, pero si además
añadimos, que vamos a confirmar lo que
todos quieren escuchar y que ya saben,
pues eso, quiera o no, pone más emoción
a la noche.
Un ángel acaba de aparecer ante mí…
- Por el amor de Dios, esta mujer
quiere matarte- dice Alan que acaba
de llegar. No quería venir pero lo
he obligado como jefe, ya que como
amigo no servía mi insistencia.
- Te juro que quiero morirme así,
cada puto día de mi vida- le
contesto acercándome a las
escaleras para esperarla.
Ella baja con esa elegancia que la
caracteriza. Ese vestido, su hermoso
cabello a ondas, y sus ojos, que destacan
sobre ese rostro angelical, me muestran
a la mujer que amo, más bella que
nunca. Asusta en la belleza en la que se
ha convertido, ahora mismo, pienso en
encerrarla en una urna y no dejarla salir,
una en la que yo sea el único que puede
admirarla.
Cojo su mano, y baja los dos últimos
escalones hasta quedar frente a mí,
Coloco mi mano abierta en la parte baja
de su espalda, libre de tela.
- Amo este vestido.
- Es mi favorito, y siempre que
pueda, lo llevaré conmigo- me
contesta sonriéndome de la forma
más dulce que jamás he visto.
- Quedémonos, no quiero
compartirte con nadie esta noche-
susurro contra sus labios.
- Nunca me compartirás con
nadie, porque sólo pertenezco a un
hombre, y ese eres tú, Julen
Anserson. Mi piel, lleva grabado tu
nombre para recordármelo cada día,
y mi corazón, se mueve por el amor
que siento por ti. Soy tuya.
- Soy tuyo…te amo…- y la beso
sin dejar que diga nada más.
Suspira entre mis brazos, y es
difícil soltarla, pero los carraspeos
que empiezan a sonar detrás de
nosotros, son la señal de que no
estamos solos, y de por qué tenemos
que separarnos.
- Son una peli porno, no pararían
de rodar, ¿os lo dije o no os lo dije?
¡Qué castigo!- dice Lorena si
esperar respuesta, y saliendo por la
puerta que nos lleva al ascensor
privado de nuestra casa. Nuestra
casa… ¡qué bien suena eso!
- ¡Tú no tienes que sufrirlos todo
el año- dice Alan-, eso sí es un
castigo!
¡Amigos, divino tesoro!
He querido que lleguemos solos a la
gala, para pasar el trance cuanto antes, y
poder disfrutar de la velada en
compañía de todos. Sé que a Valeria le
hace mucha ilusión que su hermano y sus
amigas estén esta noche con nosotros, y
quiero que la aproveche al máximo.
Se recuesta contra mi pecho, y sé que me
está oliendo.
- Echaba de menos tu olor,
siempre lo llevo conmigo y volver a
sentirlo así, es como volver a casa-
besa mi cuello.
- Baby, mis pantalones están
sufriendo la tortura, de eso que tu
llamas bestia, desde que has bajado
por esas escaleras, volviéndome
loco, no juegues con fuego, estoy al
límite.
Veo que se mueve y sube la pared del
cristal ahumado que nos separa de Dan y
Oliver. Los Black, están llevando a
todos a la gala de esta noche. Trevor
lleva uno de los coches con Neimar, y en
otro, dos miembros de la nueva plantilla
que aumentamos por todo lo que pasó
con Nelly y Nick. Valeria, como no
podía ser de otra forma, se lleva a las
mil maravillas con todos. Si, me pongo
muy celoso, pero lo llevo bien. Lo
entiendo, mientras ninguno pase la línea,
aunque tengo claro que los jóvenes que
han llegado del Tatum, son personas que
nunca me traicionarían. Es un código
sagrado para nosotros.
- Tengo un poco de hambre, y…-
pasea sus dedos por encima de mi
polla, que palpita buscando más.
- Amor….- me mira traviesa y se
arrodilla frente a mí, entre mis
piernas, buscando y encontrando lo
que quiere. No se lo piensa y se
lanza a por mi pene-.
¡Nena….joder…qué gusto
joder….!- es increíble sentir esto,
su boca hambrienta de mí, alrededor
de mi polla.
Sube y baja, ayudada por sus manos, sin
dejar de torturarme, es una imagen que
me la pone más dura. Ella lo nota, lo
sabe que me excita que haga esto, y su
ataque se acelera, hasta que ya no puedo
más y me vacío en su boca, sin que ella
se detenga, hasta que mi miembro,
pierde fuerza, dejándome muy relajado.
Me mira y cojo su cara atrayéndola a
mis labios para devorar los suyos.
- No sabes lo loco que estoy por
ti, no tienes ni idea, te quiero más
que a mi propia vida- muerdo su
boca. Esto ha sido solo el
comienzo, necesito más, y ella
también.
- ¡Ah…!- jadea. Veo la
excitación en sus ojos, pero ahora
no será la recompensa, yo elegiré el
momento, vamos a jugar un poco
con fuego esta noche.
- Eres una provocadora, ¿y ahora
qué?- pregunto.
- ¿No sabes qué hacer conmigo?-
será bruja.
- No cariño, me he quedado tan
relajado, que se me han nublado las
ideas y el deseo.
- ¿Me estás castigando por lo que
acabo de hacer?- se sienta otra vez
y yo me coloco bien los pantalones.
- Sí, esto ha encendido la mecha.
¿sabes lo caliente que estoy?- cojo
su mano y la sitúo sobre mi verga,
que vuelve a querer guerra-.
Estamos en un estado de frenesí
sexual, que si no te poseo durante
horas, no me calmo, y ni así
sucede. Siempre quiero más de ti.
- Pues empieza por calmarnos
ahora…
- De eso nada, ya hemos llegado-
abre la boca sorprendida. Sólo
quiero jugar, hace tiempo que esto
no sucede, vamos a por los buenos
recuerdos, ¿no?
- Ni se te ocurra tocarme esta
noche ahí dentro, lo justo,
¿entendido?- mi fierecilla sale a la
luz. ¡Menuda noche, Julen, vamos a
por ella! Le planto un beso y ella se
deja mimar.
- Te tengo en el bote, baby, mira
que fácil te rindes- eso la hace
sonreír y darme un puñetazo
juguetón-. ¡Auch! Vamos a salir a
decir que estamos juntos, ante la
prensa de todo el país, ¿y tú me
pegas? Pues menuda reconciliación,
señorita Fernández.
- No me provoque señor
Anderson- eso ya lo veremos….
Dan abre la puerta para que podamos
salir, yo ayudo a Valeria, que está
deslumbrante, y con su sonrisa creo que
ha fundido más de una cámara.
- Por favor, no atosiguen y
déjenlos salir del coche.
Contestarán sus preguntas pero
dejen espacio para que puedan
moverse- Trevor y los demás están
aquí, es imposible que Dan y
Oliver, controlen solos a todos los
periodistas.
- ¡Señor Anderson, señor
Anderson!- nos hemos situado en la
mitad de las escaleras, que nos
llevarán al recinto donde se celebra
el evento, para recoger donaciones
para los niños desnutridos de
nuestro continente-. ¿Esto ya es la
confirmación definitiva de que usted
y la señorita Fernández, vuelven a
estar juntos?
- Si, efectivamente estamos
juntos, no podíamos terminar de
otra forma. Valeria es la mujer de
mi vida- miro orgulloso a la mujer
que tengo a mi lado, y feliz de lo
afortunado que me siento. Sus
preciosos ojos verdes, me
devuelven el amor, que yo siento
por ella.
- Entonces- vaya por Dios, la
presentadora toca pelotas-. ¿Eso
quiere decir que los planes de boda
se han retomado?- Valeria se tensa,
pero solo yo puedo apreciarlo.
- No quieras saber tanto, no
vamos a darte todos los detalles de
nuestras vidas. Estamos hablando
con vosotros, para confirmar un
hecho que ya era evidente para
todos, pero no crucéis la línea. No
os lo permito, se terminan las
preguntas si os pasáis de listos-
digo enfadado mirando a Vanesa. Sé
que hace su trabajo, que Valeria y
yo somos interés incluso en los
canales de mi familia, pero hay
preguntas que ella debería tener más
respeto que sus compañeros.
¿Porque soy su jefe? Sí.
- Lo siento señor Anderson, pero
la gente está muy interesada en su
historia con Valeria- mal, ahí has
patinado del todo.
- Una cosa le voy a decir...- no
recuerdo su apellido ni me importa
tampoco-, disfrute de esta noche-
ahí lo dejo.
- Se ha comentado que podría
fijar su residencia en España, ¿es
eso cierto?- alguien que sabe por
donde pisar sin mancharse. Es
Valeria quien contesta. Hasta para
esto hacemos buen equipo.
- Podría ser una opción en el
futuro, nunca se sabe lo que pasará
mañana, no es algo que tengamos
que descartar. Lo que sí tenemos
claro, es que vamos a compartir una
vida- se gira para mirarme y mis
pantalones están a punto de terminar
en mis tobillos-, el lugar no
importa, sí la compañía, y la única
que busco, es la de este hombre.
Con ello me basta.
- Y yo la de mi mujer- y nos
besamos frente a todos, sin
importarnos los miles de flashes
que está cayendo sobre nosotros-.
Buenas noches a todos.
Me llevo a Valeria al interior, donde
todos los invitados disfrutan del cóctel
de bienvenida. Suena música clásica
para amenizar la velada, pero más tarde,
se celebrará una fiesta donde los
invitados podrán desmelenarse a su aire.
También hay que divertirse.
- ¿Lista baby para causar
sensación?- asiente feliz.
- ¡Más lista que nunca, bebé,
vamos a divertirnos!- ¡pues a por
ello!
Valeria

Tengo mucho calor, pero no calor de


altas temperaturas, sino otro distinto,
provocado porque mi pareja no ha
dejado de calentarme toda la noche. Es
el diablo en persona, nunca mejor dicho.
La cena ha sido una auténtica tortura, sus
palabras calientes susurradas en mi
oído, incendiaban mi cuerpo, y así estoy,
a punto de explotar como un volcán. Ya
me vengaré de Julen, prometido.
Ver a mi hermano y a Julen hablar
tranquilamente, rodeados de nuestros
amigos, ha sido lo mejor de esta noche.
Al fin parece que las cosas entre ellos
empiezan a tomar forma, y eso, era algo
impensable hace unos días. La rueda
nunca deja de girar y girar, y lo que ayer
era blanco, hoy es negro. Así funciona la
vida.
La velada ha pegado un cambio radical,
la gente ya no parece tan estirada, y
están disfrutando con la música más
moderna del momento.
Julen y yo hemos bailado. ¡Este hombre
quiere que desparezca por combustión
espontánea! Eso ha terminado de
encenderme, a mí, y a todas las mujeres
de la sala. Y lo entiendo, esas caderas
deberían estar prohibidas…
Alucinadas se han quedado mis amigos
de ver a estar personas que a veces
caminan como si tuviese un palo metido
en el culo, dejarse llevar por los ritmos
latinos que suenan en estas cuatro
paredes. Julen provocó que la gente se
uniese a nuestro baile, y Jorge y yo,
hemos bailado sin parar, sin poder
evitarlo, hemos sido el centro de muchas
miradas, eso nos ha traído muy buenos
recuerdos, y hacía mucho que no lo
pasábamos tan bien. Julen no me ha
quitado el ojo en ningún momento, y he
bailado para provocarlo, jugar, sabemos
jugar todos, pero voy perdiendo. Yo
parezco una yegua desbocada y
acalorada, y él, enfundado en ese traje
de Armani, parece un modelo de
anuncio. Ni se ha despeinado.
- Chicas, necesito ir a que me
pegue un poco el aire, o creo que
me derrito, voy a salir a esa terraza
del fondo, ahora vuelvo- las dejo en
la barra, están enfrascadas en una
conversación con unas mujeres que
trabajan en su mismo gremio, y han
hecho muy buenas migas.
“No son tan pijas como parecen”, dijo
Lorena cuando ha comprobado que el
dinero, no es motivo para determinar el
carácter de las personas, y que las
apariencias, engañan, y mucho.
Sé que pronto alguien estará aquí
conmigo…He sabido elegir el lugar, no
hay nadie a la vista, y esta es una
pequeña terraza que da a los jardines
del recinto. Allí abajo, hay invitados
que charlan y bailan, hay barras y
música por todo este hermoso lugar,
pero aquí arriba, sólo estoy yo y…
- ¿Se ha perdido usted, señorita?-
esa voz…pone en alerta a todo mi
cuerpo.
- Sí, he tenido que alejarme, por
causas mayores…- me apoyo en la
piedra del balcón en el que estamos,
hay poca luz aquí, pero la suficiente
para vernos.
- ¿Y esas causas mayores, puede
compartirlas conmigo?- se sitúa
detrás de mí, sin tocarme, apoyando
sus manos a ambos lados de mi
cuerpo, cerca de las mías. Empujo
mi culo hacia detrás para rozar su
entrepierna, y noto algo
maravilloso.
- Pues… tengo mucho calor,
concretamente, hay una parte de mi
cuerpo que arde….- siento como
respira sobre la piel de mi nuca, he
tenido que recogerme el pelo en un
falso moño, para aliviarme un poco
el sofoco.
Se pega contra mí, para que sienta su
erección, cierro los ojos imaginado qué
puede hacer con ella.
- Tal vez pueda ayudarla a
calmar esa quemazón, si me
concreta el punto exacto del
conflicto que la aflige tanto- cojo
una de sus manos y la llevo hasta mi
muslo que queda visible por la
abertura del vestido. Hice que Yara
le diese este toque distintivo al
anterior, que era estilo sirena, así el
traje tendría un punto nuevo. Todo
un acierto por lo que veo.
Arrastro su mano arriba y abajo por mi
piel, llegando hasta el fino borde de mi
lencería de seda, pero sin llegar más
allá. Estira sus dedos traviesos, y roza
mi clítoris.
- Eso no está permitido,
caballero.
- ¿De verdad?- susurra en mi
oído-. Porque estoy deseando
follarla, meter mis dedos bajo sus
bragas para comprobar cuanto arde
su coño caliente. Déjeme
comprobar si de verdad, está
sufriendo tanto…
No contesto, sólo se escuchan jadeos, no
sé hasta donde seré capaz de seguir con
esto sin que Julen me folle. A veces, los
juegos se vuelven en nuestra contra.
Vuelvo a guiar su mano, esta vez, no lo
dudo, y la paso por encima de mis
bragas, ambos profundizamos ese
movimiento a lo largo de mi sexo.
- Joder baby, estás empapada…
- Por ti…llevas toda la noche
jugando conmigo…
Mete los dedos por debajo de la fina
tela impregnándose de mí, pero sin
penetrarme con ellos, rozando con leves
toques mi botón hinchado y a punto de
explotar.
- Julen….
- Sshhh…voy a follarte, amor,
pero antes, quiero prepararte…
- ¿Más? No puedo estar más
preparada para ti, te necesito
ahora…- escucho cómo se
desabrocha los pantalones, levanta
mi vestido lentamente, sintiendo la
brisa de la noche acariciando mi
piel, calmándola. Baja mis bragas
hasta quitármelas por completo, y
vuelve a subir arrastrando la punta
de sus dedos que terminan
aferrándose a mis caderas.
- Esta imagen hace que casi me
corra, nena- sin esperármelo me
coge pegándome a su cuerpo
girando mi cara para morderme la
boca-. ¿Sabes cuánto te deseo?
¿Cuánto desearía no tener que salir
de entre tus piernas hasta morirme?
- Sí, lo sé, porque así lo siento
yo- gruñe desesperado. Me empuja
para que me incline, cogiéndome
por un hombro con una mano, y con
la otra, guía a su pene para que
rápidamente me atraviese hasta
llenarme por completo de un fuerte
empujón, que levanta mis pies del
suelo-. ¡Oh…sí…!- grito al sentirlo
y al correrme cuando sus dedos
frotan mi clítoris, con movimientos
duros, para llevarme al clímax.
Mientras los espasmos sacuden mi
cuerpo, Julen me folla como una
bestia, y yo tengo que morderme el
brazo para no gritar y que no nos
escuchen las personas que están allí
abajo.
- Joder….- dice entre dientes, sé
que también tiene que retener sus
jadeos, esto lo hace más excitante,
el que estemos dejándonos llevar
por la pasión, con tantas personas a
nuestro alrededor. Sus estocadas
cada vez son más intensas,
profundas, y vuelvo a correrme, no
quiero que pare nunca-. Dime que te
vuelvo loca, que esto es cosa de
dos…- azota mi culo y eso me
encanta. Son golpes juguetones que
añaden más dulce al pastel.
- Sí, no pares, necesitaba esto, a
ti, así, de esta forma….siempre
sabes lo que quiero, lo que mi
cuerpo necesita…
- Porque eres mía…
- Tuya Julen…
- ¡Oh… me corro…sí
joder….sí…!- y sigue sacudiendo
mi cuerpo hasta que la última gota
de su orgasmo, me llena el alma-.
Todo de mi…- susurra abrazándome
en esta postura. Me giro reclamando
un beso que no tarda en llegarme.
- Todo de mí…
- Te pertenezco baby, para
siempre…
- Tú y yo para siempre, Julen…
Valeria

No consigo dejar de llorar desde que


hemos vuelto del aeropuerto para
despedirnos de mi hermano y nuestros
amigos. Julen intenta consolarme, y
ayuda mucho tenerlo a mi lado, pero no
es suficiente. Estamos igual que el otro
día, cuando partieron mis padres y los
de Jorge para España.
Mi chico se pone muy nervioso cuando
me ve así, se desespera al no poder
hacer nada, pero se me pasará, es el
momento, nada más. Pronto volveremos
a vernos, el verano está cerca, y los
meses pasan muy rápido.
Esta mañana Julen se la ha tomado libre
para estar conmigo, por la tarde sé que
tiene varias reuniones, por lo que yo he
aprovechado para citarme con la nueva
decoradora de interiores que será la
sustituta de Beth, hasta que le dé la real
gana de regresar, porque lo hará. No sé
cuando, pero no puede renunciar a su
vida sin más. Sabe que Alan está loco
por ella, es el orgullo lo que la mantiene
alejada de su felicidad, y la estúpida de
Lilian. La nueva incorporación a la
plantilla, pasará a ser la ayudante de
Beth una vez regrese a Manhattan, ella
sola no podía con el departamento que
he creado para ella. Yara está de
acuerdo con mi decisión, y así todos
contentos. Da gusto que las cosas fluyan
de esta forma.
Tyler fue quien me pasó las
seleccionadas por Aden, dejó un total de
diez entre más de cien que se habían
presentado. Las entrevisté una a una, la
semana pasada, y la elegida es perfecta.
Es una italiana muy simpática, y muy
atractiva también, y su currículum es
impresionante.
- ¿Te apetece que vayamos a ver
a mi abuela?- pregunta Julen
mientras me aferro más a su cuerpo.
Quiero más mimos.
- De acuerdo, pero antes
recogemos a Kai, que le encanta la
playa y nos lo llevamos a jugar en
la arena con Bat. ¡Se vuelven locos!
- ¿Mejor, baby?- besa mi frente-.
Cuando quieras, nos vamos a
España.
- Ahora tú y yo, tenemos mucho
trabajo, tú has dejado de lado tus
negocios, has estado demasiado
centrado en mí y todo lo demás que
ha pasado últimamente.
- Tú y mi familia, sois mi
prioridad por encima de todo, y
sabes perfectamente que Tony y
Alan, nunca dejarían que las cosas
se me fuesen de las manos.
- Y tú tampoco, tienes un ojo
sobre mí y otro sobre tu empresa.
- Pues no lo olvides, siempre te
vigilo- ronronea.
- Me gusta que me vigiles-
mmmm…esa boca…- Adoro tus
besos, nunca deje de besarme.
- No lo haré, si llega ese día, es
porque he dejado de respirar- dice
contra mi boca.
- No me gusta eso que has dicho
por muy romántico que suene, bebé-
sé que soy tonta por pensar esas
cosas.
- De acuerdo, pero ya sabes lo
que quería decir, amor.
- Bésame…- y no deja de hacerlo
hasta que llegamos a casa para
recoger a Kai.
Subimos en el ascensor y Dan se queda
en el coche esperando a que bajemos
para irnos a casa de Leire. Ha
conseguido que la trasladen a su casa y
monten allí el operativo sanitario acorde
a su operación, para su total
recuperación. ¡Es mi heroína! Puede con
los hombres Anderson, solo ella es
capaz de callarlos.
Al escuchar el ascensor, Kai siempre se
pone a ladrar. Caminamos por el
recibidor de entrada que nos lleva a la
puerta del loft, y ya está rascando la
puerta.
- ¡Kai, te vas a dejar las uñas!
¡Ya estamos aquí, pequeñazo!- dice
Julen abriendo la puerta y cogiendo
en brazos al perro que se vuelve
loco y no deja de lamerlo-. Te tengo
dicho que los besos a tu madre, a mí
en la cara no me gustan.
- ¡Qué mentiroso es papi!- me
entrega a Kai porque suena su
móvil.
- Sí, déjalos sobre mi mesa Ruth.
No, ya le dije a Sofía- son las
secretarias de Julen, un encanto de
mujeres-, que los quería para esta
tarde. De acuerdo, gracias.
- ¿Todo bien?- su cara de enfado
indica que no.
- Eso espero, no me gusta repetir
las cosas cuando me dicen que han
quedado claras la primera vez que
las digo.
- Sí, señor. Ponte firme Kai, o el
señor Anderdon nos abrirá un
expediente disciplinario.
Se acerca y me abraza, el perro y yo
apresados por los músculos de Julen.
Estamos encantados.
- Yo te abriría de otra forma,
nena- no tiene remedio.
- Eres un grosero- aparto mi cara
fingiendo sentirme ofendida.
- ¿Lo soy, o te gusta que te diga,
todo lo que se me pasa por la
cabeza y que quiero hacerte?-
vamos vestidos con ropa cómoda.
Sus pantalones de deporte, que le
sientan de aquella manera que me
pone a mil…esconden algo muy
duro que siento apretarse contra mis
nalgas.
- ¿Qué quieres hacerme? Sólo
por curiosidad, y recuerda, que
tengo a Kai en brazos- eso lo digo
más para mí que para él. No vaya
ser que pierda el norte, y se me
escape de los brazos teniendo un
disgusto.
- Déjalo en el suelo- estoy en
esos días, no podemos hacer nada
porque no me gusta hacerlo de esta
forma, me da apuro, a pesar de que
Julen insiste en ello. Cuando el
periodo me ha visitado esta mañana,
se ha puesto de un humor de perros,
que sus secretarias están pagando.
- Vas a calentarnos para nada, ¿lo
sabes? Y luego, lo pagaremos el
resto de los humanos que estemos a
tu alrededor. ¡Pobres los que acudan
a las reuniones de esta tarde!
- Si hacen bien su trabajo, no
deben temer nada- coge a Kai y lo
deja en el suelo, que sale como
siempre corriendo como un loco a
jugar-. Estas cositas que te pones,
que marcan tus piernas, tu culo, tu
coño…me ponen a mil…
- Se llaman leggins, señor
sabelotodo- acaricia mi trasero, con
suaves movimientos, manteniéndose
pegado a mi espalda-. Sé lo que
buscas, Diablo…
- ¿A sí?- claro que lo sé…me
giro para encararlo y pasar mi mano
a lo largo de su miembro.
- Quieres mi boca aquí- aprieto
su pene y jadea-, para calmar tu
deseo por mí, por no poder estar
dentro de mí. Mi sexo llora por
tenerte, porque sientas ese calor
abrasador que envuelve tu polla, y
que te la pone más dura.
Agarra mis nalgas con ambas manos
apretando fuerte, para que sienta el
poder que desprende entre sus piernas.
- Eres una deslenguada, ya no sé
qué hacer con esa boca
provocadora- mete su lengua en mi
boca y nos besamos
apasionadamente durante unos
minutos que nos encienden hasta
terminar aplastada contra la puerta.
- Te gusta empotrarme de esta
forma, Diablo…
- Me gusta empotrarte como tú
dices, follarte, dejarte agotada
porque mi polla ha estado
golpeando tu sexo durante horas…-
recorre mi cuello, muerde mis
pechos a través de la camiseta que
llevo-, podría hacer que te corrieses
de esta forma, frotándome contigo-
y empieza a rotar las caderas, dando
en el punto exacto para
demostrarme esa verdad que ya
conozco.
- Julen…no juegues con fuego…
- Algún día cederás, te volveré
loca y te olvidarás de tu
menstruación- me planta un rápido
beso en los morros y llama a Kai.
Me entra la risa sin poder evitarlo.
Se gira, y se da cuenta, del motivo
por el que no puedo parar de
reírme-. No has hecho nada para
remediarlo.
- No me has dejado, has
preferido provocarme.
- Y de poco me ha servido, me
voy peor que he llegado- coge a Kai
en brazos.
- No me das pena, te quedas a
pan y agua como yo- no suele ser
así, siempre cuido de mi bestia en
estos días.
- Estos jueguecitos, se volverán
en tu contra, baby- salimos por la
puerta, y la erección de Julen casi
ha desaparecido.
- Adoro nuestros juegos- le doy
un azote en ese culo que lo estaba
pidiendo a gritos.
- Y yo te adoro a ti, bruja- nos
metemos en el ascensor y Kai
reclama nuestra atención. Me
acerco y le doy un beso en su
cabecita. Ha estado un poco
tontorrón estos días. Cada vez que
venían mis amigos y mi hermano a
casa, era el centro de de todos los
mimos que se repartían, y creo que
se ha acostumbrado a tenerlos a
todas horas.
- Oye, enano, no te lo creas tanto-
se mueve inquieto y es que quiere
venir conmigo.
- Ya va, vete con la bruja de tu
madre, a ver si a ti te trata mejor-
me muerdo el labio aguantándome
la risa.
- ¡Está feo que me hables así
delante del niño!- le reprocho
intentando ponerme seria.
- Kai me entiende, ya ha
aprendido que las mujeres son
crueles, lo ha vivido en sus carnes-
eso trae a mi cabeza ciertas
imágenes y al mirar a Julen
estallamos en carcajadas. En
Central Park, hay una perrita que no
deja que Kai se acerque a ella.
Cada vez que la ve, se empeña en
jugar con Lusi, así se llama, pero no
hay manera de conseguirlo, siempre
intenta morderlo. Es muy gracioso
ver cómo nuestro enano no se rinde,
él lo intenta siempre que la ve
aparecer. Sus dueños son un
matrimonio mayor, que nos han
robado el corazón a Julen y a mí.
Nos sentamos muchas tardes con
ellos a charlar, y siempre tiene
alguna anécdota que contarnos.
Así me veo yo con Julen, felices
después de toda una vida juntos, como
Julio y Alma, son latinos, pero llevan
toda su vida aquí en Nueva York.
- Algún día esa perra se rendirá a
tus encantos- le digo a Kai que
responde lamiéndome.
- Eso ha sonado raro, cariño- sí,
mucho, pero nos hemos entendido.
Subimos al coche rumbo a la casa de
Leire. Julen necesita visitarla con
frecuencia, y todo lo que haga sentir
bien a mi hombre, pues se lo daré.
Cuidarlo es parte de nuestra vida juntos,
tanto o más como él me cuida a mí.
Es realmente maravilloso, tener a
alguien por el que levantarte cada día y
compartir tu vida. Cuando el amor te
toca, conoces el verdadero sentido de la
vida…
Julen

Hemos hecho un descanso de media


hora, y he quedado con Valeria para
vernos en una cafetería de al lado de la
empresa para tomarnos algo. Ha
terminado de cerrar el contrato con la
chica que cubre la ausencia de Beth, y le
he pedido vernos antes de llegar a casa.
Hoy no sé a qué hora saldré del trabajo,
pero la cosa pinta bastante mal.
- Perdón, no te había….- ¡joder!
- Tranquilo, yo…yo tampoco- se
ha puesto nerviosa. Ella no me
conoce, pero yo a ella sí. Bueno, no
de la misma forma-. ¿Julen
Anderson?- sabía que por la prensa
podría saber quién soy.
- Sí, el mismo.
- Acabo de conocer en persona a
su prometida- eso lo ha dado ella
por supuesto, pero me gusta que la
gente crea que volvemos a estarlo,
porque aunque no sea nuevamente
oficial, espero que Valeria acepte
de una vez casarse conmigo. Me
lleva loco con lo de “aún es
pronto”-. Es una mujer increíble-
suena su móvil. Se aleja y hace un
gesto para que la disculpe, pero al
parecer tiene que irse. Sino supiese
que voy a volver a verla, no dejaría
que se fuese. ¡Esto es todo un
bombazo!
Entro en la cafetería, y mi humor
cambia, más bien empeora. Valeria ya
tiene a un moscón molestándola. No
puedo dejarla sola, es una cruz que no
me acostumbro a llevar. Me acerco a la
mesa y me sitúo detrás del individuo en
cuestión.
- Es una pena que estés
comprometida, me gustaría mucho
invitarte a cenar para…
- Sino quieres que tus dientes
salten de esa boca de mierda que
tienes, aléjate de mi mujer- se pone
tenso y se da la vuelta.
- Yo no quería molestarla, sólo
estábamos hablando.
- No, tú no hablas, sino que
molestas y sobras. ¿Sabes quién
soy?
- Sí- responde plantándose frente
a mí sin intimidarse.
- Julen, cariño, no…
- Tranquila, amor, no pasará
nada, porque este caballero se
larga, ¿verdad?- me desafía unos
segundos y se marcha, sentándose
en otra mesa con dos personas más
que también me miran.
- Todo bien por aquí- es Dan.
- Perfecto, Dan, sólo un
gilipollas babeando por Valeria- me
siento pero antes le doy un beso a
mi chica. Dan sale fuera del local al
ver que me tranquilizo.
- No puedes alterarte de esa
forma, odio verte así. ¿Ibas a
pegarle delante de todas estas
personas?
- Si me tocaba mucho las narices,
sí.
- ¡Pues muy bien cariño, me
parece una respuesta muy madura
por tu parte! – contesta levantando
las manos al cielo.
- No soporto ver a otros hombres
intentando tocar lo que es mío.
- No hables como un cavernícola,
no te queda nada bien. Y puedo
entenderlo, yo también las odio a
ellas- hace un gesto con la cabeza
señalando una mesa de chicas, que
no dejan de mirarme y hacerme
fotos con el móvil.
Suelto el aire que estaba conteniendo, y
cojo sus manos por encima de la mesa.
- Estás muy lejos- le digo y eso
provoca que sonría. Bien Julen. Se
levanta y se sienta a mi lado.
- ¿Una tarde complicada?-
asiento y pongo morros. A ella le
encanta y no tarda en besarlos.
- Llegaré tarde a casa, nena, cena
sin mí. Pediré algo para que nos lo
lleven a la sala de reuniones, las
cosas están un poco revueltas, pero
nada por lo que tengamos que
preocuparnos. Ya sabes como son
los negocios.
- Sí, y tú llevas muchos.
- Por eso debo ponerme al día de
todo, nunca he estado alejado de
nada por tanto tiempo, y la verdad,
es que tengo muchos deberes, baby.
- Podrás con ello, eres el futuro
Presidente de Industrias J&A. Tu
padre quiere cederte el puesto, ya
está cansado.
- Sí, pero no podrá alejarse del
todo, lo llevamos en la sangre.
- Eso no es malo, mientras no os
olvidéis de vivir- cojo su hermosa
cara entre mis manos-. ¿Cómo
olvidarme de ti?
- No te dejaré hacerlo- susurra
antes de que me apodere de sus
labios.
- Necesitaba esto, verte, para
subir ahí arriba y enfrentarme a
horas de trabajo.
- Pues aquí me tienes, siempre
que el señor guste- se acuerda de
algo-. ¡Por cierto, ya he cerrado el
contrato, todo está en orden, mañana
se incorpora Ellen Bachhi, mi nueva
interiorista, hasta que Beth regrese.
No puedo evitar negar con la cabeza
tapándome la cara con las manos.
- Esto es un jodido dejavú de
esos.
- ¿Qué dices? ¿Has perdido la
cabeza en esas reuniones o qué?-
está perdida. No entiende nada.
- Esa chica cariño…¡joder, sólo
tú eres capaz de repetir lo mismo!-
es que es increíble.
- Julen, me estás poniendo
nerviosa, ¿de qué hablas?
- Ellen, sé quién es.
- ¿Cómo? ¿La conoces?- esa
cara…
- No me la he tirado, no vayas
por ese camino, que te equivocas-
cruza los brazos sobre su pecho
esperando una aclaración por mi
parte.
- ¿Y bien?
- Es la mujer de la que Angelo
lleva toda su vida enamorado, y por
la que no ha rehecho su vida con
nadie más.
- ¿Qué? ¿Cómo?- abre los ojos
como platos llevándose las manos a
la boca.
- Sí, baby, acabas de contratar a
la mujer que Angelo lleva años
buscando. Sé quien es porque he
visto fotografías suyas.
- No puede ser…
- Creo que deberías cambiar de
trabajo, y dedicarte a buscar los
amores perdidos de la gente, ¡los
encuentras a todos!
- Julen, no bromees, esto es
serio, porque…
- Porque…
- Ella y yo hemos estado
hablando. Ya sabes, las mujeres
cuando cogemos confianza, pues nos
abrimos, y el tema de chicos, ha
salido a la luz. Ahora entiendo una
cosa…
- ¿Qué cosa?
- Esta conversación es un poco
rara, ¿lo sabes?- dice risueña.
- Tú eres quien la provoca con
tus descubrimientos, cariño, ¡es que
eres única! ¡Ven aquí!- y la beso
perdiéndome por unos minutos en
ella.
- Eso ha estado muy bien…
- Sí, demasiado bien- que se lo
digan a mi polla-. Explícame lo de
antes.
- Pues que hablando de todo un
poco, al explicarle que trabajé en
Italia, ella es italiana, y la he
elegido por dos cosas, por lo bien
que hemos conectado, y porque
además de poder sustituir al Beth,
podrá ocupar el puesto vacante de
fotógrafo que necesitamos en J&Y,
ya sabes por qué- claro que lo
sé…-. El departamento de Beth y el
de Nick..
- No nombres a ese cabrón,
amor…
- De acuerdo- acaricia mi cara y
beso sus dedos-. Sabes
perfectamente que no conseguía a
alguien para ese puesto, el listón
estaba muy alto, y hemos estado
tirando de unos y de otros, pero sin
rumbo fijo. He visto el trabajo de
Ellen, y es una pasada, me ha
dejado impactada con cada detalle
que recoge con su objetivo.
- Me alegro mucho de que por fin
se vayan solucionando ciertas
cosas, pero no deja de
impresionarme que haya tenido que
ser ella. ¡Te juro que empiezo a
tenerte un poco de miedo!
- Eso está bien, mantenerte en
alerta, Diablo- esa boquita…se
muerde el labio de forma
juguetona….La follaría aquí
mismo…-. Continúa bruja- Me
gusta tanto cuando sonríe así….
- Bueno, pues al comentarle
quien era mi jefe en Italia, Ellen me
ha dicho que he ganado mucho
regresando a Nueva York, porque
seguro que hubiese sido una víctima
más de Angelo. Yo lo entendí como
una más en su lista, ya sabes la fama
que tiene de mujeriego, y es
conocido por sus escarceos a la par
que por sus negocios. Lo chocante,
es que la he visto un poco perdida
en su discurso, como ida, y ha
terminado confesándome que ella
estaba en esa lista.
- Tú nunca formarías parte de
ella, ni de otra que no sea la mía-
digo entre dientes.
- Eso se lo he dejado claro, que
yo sólo soy de un hombre. Como te
dejo claro a ti, que yo soy la última
de la tuya, ¿lo tienes bien
grabadito?- me pone a mil que sea
tan posesiva conmigo.
- Desde una noche ibicenca en el
que una Diablesa, disfrazada bajo el
manto de ángel, me robó el
corazón…
- Y tú se lo robaste a ella, cayó
en el fuego del infierno eterno…-
muerde mi labio inferior-, de tu
infierno diablo.
- Y no me canso de quemarte
cada día…
- Cada noche…
- Eres mía…
- Mío…
- Para siempre, hasta el infinito y
más allá, Valeria…- y nos besamos
perdiéndonos durante el tiempo que
tenemos para ello, ante las personas
que no dejan de mirarnos, pero
ellos no existen, sólo existimos mi
española y yo.
Valeria

Mañana es mi cumpleaños, el recuerdo


del último hace que todas las
terminaciones de mi cuerpo tiemblen,
fue espectacular. Este año, no sé si Julen
ha preparado algo, pero no nos hemos
movido de Manhattan, por lo tanto, si
trama algo, tiene que ser aquí. Seguro
que es especial, Julen hará que lo sea
porque extrañaré mucho a mi familia, y
esta vez no podrán estar aquí, como en
otros muchos cumpleaños que vendrán.
Ahora mi vida está aquí a su lado, y eso
significa que para ser tu feliz, debes
sacrificar vivencias con las personas a
las que amas, pero tiene que compensar
hacerlo sin resultar un castigo, sino algo
maravilloso, como ha empezado a ser
nuestra nueva vida.
Lo que tengo claro, es que seguro que
mañana será un día, que no olvidaré
jamás.
Desde que descubrí quién es Ellen, no
puedo evitar mirarla con otros ojos.
Julen me ha contado la historia de lo que
pasó, y realmente me doy cuenta, de que
el amor a veces es toda una jodienda.
Llegar a lo fácil, de lo que significa que
una pareja sea ideal, porque es sencillo
si todo va bien, no siempre es un camino
de rosas. Eso de que al principio es lo
bonito… ¿quién dijo semejante burrada?
No hay reglas a seguir que determinen
una norma general en este sentimiento.
Lo afirmo y lo reafirmo.
Julen ha querido llamar a Angelo, pero
siempre se arrepiente en el último
instante. Son amigos, yo también le
tengo mucho cariño por todo lo que ha
hecho por nosotros, fue quien dio el
pistoletazo de salida para nuestra
reconciliación. Aquella aparición ante
la prensa, fue un mensaje para Julen,
para que me encontrase.
Dos cosas frenan a Julen: una, que no
sabe en qué punto se encuentra Angelo
con respecto a Ellen, si querría estar con
ella. Tal vez lo ha dejado pasar. Y el
otro es, ¿y si ella no quiere saber nada
de él y provoca que el corazón de
Angelo vuelva a sufrir? Si habla con su
amigo, la veda queda abierta.
Esto no es como el caso de Beth y Alan,
que todos sabemos que se aman, pero se
interpone el pasado entre ellos, una
zorra, y el orgullo de una mujer
despechada y herida por el rechazo de
Alan, cuando estuvo aquí hace un año.
¡Joder, ya ha pasado un año!
La vida es complicada, ¿eh? Pero a
pesar de todo, merece la pena
saborearla, sin saber cual es la lotería
que nos va tocar, aún con esa
incertidumbre…hay que seguir hacia
delante y sonreír cada día.
Bueno, voy a dejar de pensar en las
musarañas, y a preparar el desfile de la
próxima colección otoño – invierno, con
una línea de verano que Yara ha añadido
al evento. La verdad es que ver ropa de
invierno en estas fechas donde el calor
empieza a ser el centro de cada día, es
algo que no me gusta, pero funcionamos
así. Termina una temporada y comienza
inmediatamente la siguiente. Llevas
puestos los shorts de verano, y te plantan
en las tiendas, las chaquetas de lana de
la próxima temporada de invierno que se
llevarán al año siguiente. ¡Te pones a
sudar solo de mirarlas!
¡Irrumpen en mi despacho como una
manada de hipopótamos!
- ¡Val, joder, Val!- Jorge está
histérico, camina de un lado a otro
cogiéndose la cabeza y llorando.
Doy un salto para levantarme
rápidamente y llegar hasta él.
- ¡Jorge cariño, detente!- cojo sus
brazos para que me mire-. Respira-
esto no va ser nada bueno…ayyy
Dios mío…-, respira, dime, ¿qué
ocurre?- detiene su caminata
descontrolada-. ¿Julen está bien?
- ¡Alan, joder es Alan!- grita.
- ¿Qué…qué le pasa a Alan?- no
puede ser tan malo… ¿verdad?
- Me ha llamado Tony llorando,
están en Queens, en una calle de
Eimhurst, Julen también está allí,
dándole la mano a Alan, los
bomberos… ¡un puto accidente!
- ¿Dándole la mano a Alan? ¿Qué
estás diciendo, Jorge? ¿Accidente?
Julen…Julen me habría llamado…-
susurro incrédula por todo lo que
estoy escuchando.
- Al parecer te llamó al móvil…
¡joder eso da igual ahora, nena!
Retrocedo para coger mi bolso, y salir
cagando leches de mi despacho.
- ¡Vamos! ¡Ty, llama a Dan y que
nos espere a la salida de J&Y, tengo
que irme!- subimos en el ascensor
llegando con una carrera
desesperada, y ante la atenta
mirada, de todos nuestros
compañeros que están sorprendidos
de vernos marchar de esa forma.
- ¡Val, Val!- grita Yara. Consigo
detener las puertas del ascensor.
Llega corriendo hasta nosotros, con
muchas preguntas que ahora no
puedo responder.
Tiro de ella para meterla en el elevador
y grita por mi gesto.
- ¡Oye, qué coño…!
- No hay tiempo Yara, en el
coche te lo explicamos, pero te
aseguro que tienes que venir…
- De acuerdo…- nadie dice nada
más, sólo se escucha el llanto de
Jorge, Yara está alucinando y yo no
consigo asimilar nada de lo que
acabo de escuchar…
Dos horas más tarde, la pesadilla
continúa…
- No me siento las piernas Julen,
no puedo creer que te vaya a decir
esto, pero tengo miedo…- joder…
mi mano no ha dejado la de Alan ni
un segundo desde que su coche ha
sido arrollado por un conductor
borracho que está sentado en la
ambulancia tan tranquilo, con
apenas unos rasguños, y mi
hermano, así es Alan para mí, como
un hermano, lleva dos horas
atrapado entre los escombros de su
coche sin poder moverse. Los
bomberos siguen estudiando la
manera de sacarlo sin dañarlo más,
temen romper sus huesos dando los
pasos equivocados en esta
operación de rescate. He llamado a
Trévor, y me da igual todo, pero no
quiero prensa de esto, ni una puta
foto de Alan en este estado. Sé que
puedo confiar en él y los chicos.
- Estamos aquí, y esto pasará
rápido, todo saldrá bien, no dejaré
que ocurra de otra forma- beso su
mano.
- No dejaremos, que el más toca
pelotas de los tres, nos abandone, te
queda mucho por hacer, amigo, no
es tu momento. Respira Alan, por
favor, intenta no ponerte más
nervioso. Sé que te pedimos mucho,
pero inténtalo.
Escucho gritos a lo lejos.
- ¡Es mi hijo, por favor, mi hijo!-
los padres de Alan han llegado.
- Mi madre, Julen, escucho…
- Tranquilo, Trévor se encargará
de todo.
Dos minutos eternos pasan…
- ¡Mi niño, por Dios!- Enma y
Patrick caen arrodillados a mi lado
y me aparto para que puedan coger
la mano de su hijo. Nathan está
aquí, pegado a Alan, controlando en
todo momento sus constantes vitales
hasta donde le permite la chatarra
del coche. No podría estar en
mejores manos.
- Mamá, estoy bien, sólo un poco
encajado- quiere sonreír pero siente
demasiado dolor, y lo intenta sin
éxito. Sé que suaviza las cosas para
que sus padres no se preocupen,
pero la cosa pinta mal. La buena
señal es que no ha sangrado por la
boca, lo que indica que sus órganos
internos no están reventados ni hay
derrame tampoco. ¡Venga Alan, no
puedes dejarnos, no te lo permitiré!
Me levanto del suelo, esto es un
momento íntimo, en unas circunstancias
terribles, pero es suyo. Tony hace lo
mismo y veo que mira hacia un punto.
Tres personan corren hacia nosotros.
- ¡Julen, cariño…!- se lanza a
mis brazos y la recojo fundiéndome
con ella.
- ¡Dios…cómo necesitaba
esto…!- estoy muy enfadado con
ella, este no es el lugar ni el
momento para demostrárselo, pero
estoy seguro de que ya lo sabe.
- Yo…
- Ahora no, baby, sólo quédate
así por un tiempo, amor...- La huelo,
eso me tranquiliza, me calma.
Jorge consuela a Tony que se ha
derrumbado al verlo. Demasiado tiempo
conteniéndose para que Alan no nos
viese preocupados, bastante tiene
encima, y nunca mejor dicho. Valeria se
aleja para que pueda abrazar a mi
hermana.
- Peque, ¿se pondrá bien?
Miénteme si hace falta…
- Joder, no lo sabemos, Nathan
está con él, y hasta que no lo saquen
de ahí, no pueden determinar la
gravedad total del estado de Alan-
miro a mi chica por encima del
hombro de mi hermana. Se siente
perdida y sé que culpable por no
llevar el móvil encima. Estoy
seguro que lo ha dejado en casa,
ayer estaba sobre la mesa de mi
despacho porque estuvo liada con
unos informes antes de meterse en la
cama. No escarmienta…
- Voy con mi marido- da dos
pasos y se detiene-. ¿Son los padres
de Alan?
- Sí- me giro y se los llevan. Nos
acercamos todos hasta Alan.
- Una crisis nerviosa, nada grave,
pero van a sedarla- dice Nathan. No
se le puede ocultar a Alan, porque
acaba de vivirlo en primera
persona.
- Es que soy demasiado, no dejo
de causar sensación en las mujeres,
y mi madre no iba a ser menos- es
de lo mejor de mi vida, ahí está, con
el ánimo arriba. Tú puedes con esto
Alan, tú puedes…
Valeria y Yara se acercan, Jorge no
puede dejar de llorar y Tony prefiere
que no se arrime.
- Hola campeón- dice mi niña,
las lágrimas no dejan de caer por
sus mejillas, y mi hermana no puede
ni hablar. Le da una mano a Nathan,
y junto a la de Valeria, envuelve la
de Alan-. No sabes qué hacer para
que las chicas se arrodillen ante ti-
eso lo hace sonreír, pero pronto se
derrumba. Verlo llorar, es frustrante,
hasta ahora no había llorado, pero
sé que siente algo muy especial por
mi chica, y estos años desde que mi
historia empezó con ella, surgió
algo mágico entre ellos, y con el
tema de Beth, se ha afianzado más
que nunca. Valeria tiene un corazón
enorme, que consigue derribar
muros, y el de Alan, ha caído como
todos.
- Me gusta verte arrodillada ante
mí, siempre te dije que elegiste mal-
mira a mi hermana-, las dos no
sabéis lo que os habéis perdido.
Joder…Señor, danos fuerzas…abuelo,
ayúdame, no me dejes ahora, cuida de
él, por favor…
- No nos hemos perdido nada,
porque te tenemos en nuestras vidas,
es bonito de esta forma también-
responde Valeria.
- Además, sabes que somos muy
guerreras, nos hubieses mandado a
paseo en dos días, y entonces,
tendría que patear tu culo cada día
que te viese, creo que te lo aprecias
demasiado- Yara es buena también.
- Gracias chicas, estoy bien, de
verdad, en unas horas todo habrá
terminado, os lo prometo- las dos
asienten y se levantan. Tomo el
relevo y cojo su mano, no quiero
soltarla, no quiero que esté sólo ni
un minuto por mucho que Nathan
esté con él. Sé a quien necesita, sus
ojos me lo dicen. A mí.
- Estoy aquí, te tengo- aprieta los
labios con fuerza y mi mano. Eso es
bueno, nuestro chico no ha perdido
su toque.
Miro hacia detrás y veo que Valeria se
aleja hasta un punto con mi hermana
para abrazarse y romper a llorar
desconsoladas. No puedo ir con ella, no
ahora, sé que lo entiende. Se separa de
Yara y le insiste en algo y parece que
quiere hacer una llamada. Me mira
pidiendo permiso.
Asiento.
Valeria

No me puedo creer lo que está


pasando, hace un momento estaba
pensando que mañana sería un gran
día, que mi cumpleaños sería algo
especial entre Julen y yo…y acaba de
convertirse en una pesadilla.
Por fin, los bomberos van a proceder
a sacar a Alan del coche, y nos han
pedido que nos retiremos. Julen no
quería, Trévor y Dan han tenido que
pedir ayuda a Oliver y Neimar para
separarlo de Alan. Ha sido terrible
verlo así. Sus padres se han puesto
histéricos, y finalmente, han tenido
que sedar a su madre y llevársela en
una ambulancia acompañada por su
marido. Las cosas empeoran por
momentos, o esa es la sensación que
tengo.
Julen está inquieto, no deja de
pasearse de un lado a otro, los Black
no lo dejan, saben que puede hacer
una locura en cualquier momento. He
querido acercarme a él, pero Yara y
Tony me han aconsejado que no.
Ahora no piensa con claridad, está
demasiado alterado, y debe aceptar
las cosas que están pasando. Van a
ayudar a su amigo, y él no puede hacer
nada más que esperar y dejar trabajar
a los operativos de rescate.
- ¡Joder!- grita desesperado-.
¡Tengo que estar allí, dejadme estar
con él, quiero estar con él, darle la
mano, me necesita! ¡Trévor, te juro
que mañana estás en la puta calle, te
lo juro!- esto es insoportable. Sé
que no habla en serio, todos aquí lo
sabemos, es la rabia y la impotencia
de no poder hacer nada más por
Alan.
Se acerca a nosotros el jefe de
bomberos.
- Señor Anderson- habla detrás
de Dan, no se acerca más a Julen.
- ¡Qué! ¿Qué cojones hace que no
saca a mi amigo de una puta vez de
ese saco de chatarra? ¿Van a dejarlo
morir? ¿Cuántas horas más tiene que
esperar para que hagan algo por él?
– mi cuerpo tiembla, Julen está
fuera de sí, está descontrolado, ha
perdido los papeles por completo-.
¡Juro que rodarán cabezas, como no
lo saquen ya, hagan su jodido
trabajo!- lo señala entre los cuerpos
de Dan y Neimar que lo mantienen
cautivo, junto al resto de los Black.
- Estamos haciendo todo lo que
está en nuestra mano, y vamos a
sacarlo, se lo prometo, pero antes,
necesito su ayuda- eso deja a Julen
paralizado. Tarda un segundo en
reaccionar, y enseguida da un paso
al frente porque los chicos se
apartan.
- Lo que haga falta, pídamelo,
pero no perdamos más tiempo-
suplica. Su voz desgarrada me mata,
quiero estar a su lado, pero no sé
cómo hacerlo.
- Voy a ponerle un transmisor y a
su amigo otro mientras procedemos
a desmontar las piezas del coche.
Usted es la persona en la que más
confía por lo que he podido
observar estas horas, y será de gran
ayuda que él esté tranquilo, en el
proceso de rescate. Eso facilitará
las cosas.
- Por supuesto, donde está el
transmisor, quiero hablar ya con él,
que no se sienta solo ni un segundo
más.
- Mis compañeros están con él, y
su cuñado también- veo que tiene
muy claro que aquí somos todos
familiares.
- No es lo mismo, por favor,
quiero hacerlo ya- saber que podrá
estar cerca de Alan de alguna
forma, lo ha calmado.
- Venga conmigo, sólo usted, que
escuche una sola voz, es lo mejor en
estos casos, podríamos alterarlo si
alguien metiese la pata- Julen no
tarda en irse con el jefe de
bomberos para poder estar con
Alan.
Todos nos hemos quedado callados, no
esperábamos este giro en los
acontecimientos, pero creo que sentimos
lo mismo, que eso es algo bueno, muy
bueno que Alan se sienta acompañado
por Julen.
- ¿Qué te ha dicho Beth?-
pregunta Tony. Todos excepto una
persona, saben que la he llamado.
Se ha puesto histérica, no entendía
nada de lo que me decía, ha
terminado colgando.
- Está de camino, me lo ha dicho
por mensaje, por teléfono era
imposible hablarlo. No podía
articular palabra- le contesto.
- ¡Pues menudo reencuentro, hay
que joderse!- dice Jorge que me
mantiene entre sus brazos.
- Sí, hay que ver cómo son las
cosas. Alan lleva meses
suplicándole que lo perdone por
algo que ella misma provocó, y
ahora tiene que romperse los huesos
para que se digne aparecer- no me
esperaba esto de Yara.
- Yara, no seas así, no es
momento de buscar culpables, las
cosas…
- Pasaron porque ella así lo
buscó. Finge follar con mi hermano,
su mejor amigo, y encima, ¿qué
pretende? ¿Qué Alan la reciba con
los brazos abiertos? ¡Venga hombre,
no se merece nada a ese hombre, y
si por mí fuera, no la habrías
llamado! Que desparezca de su vida
sería lo mejor para él y para todos-
estoy alucinando.
- ¿Cómo puedes decir algo así en
este momento? Entiendo que todos
estamos muy alterados, ver a Alan
así es terrible, pero Beth no tiene la
culpa de lo que ha pasado- Yara
chasquea la lengua y me da la
espalda.
No entiendo nada. Miro a Jorge y a Tony
y apartan la mirada.
- ¿Jorge?- no me gusta ser
siempre la última estúpida en
enterarse de las cosas. Me coge por
los hombros para decirme algo que
no esperaba escuchar.
- Al parecer, Alan acababa de
discutir con Beth antes de subirse al
coche. Se lo contó a Julen y Tony,
los tres estaban aquí con unos
clientes en una reunión y al
terminarla, se tomaron algo en una
cafetería. Alan salió a llamarla
como tantas otras veces, y minutos
después entró muy alterado,
diciendo que ella estaba con otro,
que la dejara en paz porque ya no
quería saber nada de él.
- Eso no es verdad, Beth me lo
habría dicho, tuvo que decirle eso
para cabrearlo, ese es su juego,
siempre se están provocando como
dos niños tontos- susurro,
desorientada. No me esperaba nada
de esto.
- Pues el juego de esa niña ha ido
demasiado lejos, tanto, que se largó
sin más, y se subió al coche y mira
el resultado- Yara vuelve al ataque-.
No esperes que esa zorra entre en
mis oficinas, Val, olvídate de ello- y
se aleja de nosotros. Tony se va con
ella para calmarla.
- No sé qué decir, Jorge, es que
todo está pasando demasiado
rápido…
- Ven aquí- me envuelve con sus
brazos-, todos estamos muy
nerviosos, Yara está enfadada con
Beth, la culpa por lo sucedido.
- Bueno, según como se mire,
más de uno lo hará. Pero ha sido
culpa de ese conductor borracho.
- Sí nena, pero Alan circulaba
muy deprisa, pudo haberlo
esquivado si la rabia no lo hubiese
cegado, sus reflejos fallaron para
esquivar a ese camión y…- lo
miro….
- No puedes estar pensando eso,
nadie puede…
- Es una posibilidad, Tony dice
que desde que lo dejaron, nunca lo
habían visto así.
- ¿Cómo iba a querer chocar
contra ese camión? Alan no haría
eso, no intentaría suicidarse.
- Eso no lo sabremos, la cuestión
es que todos piensan como Yara,
incluidos Tony y Julen. Esa mujer se
ha cavado su propia tumba. Tu
chico, ha jurado vengarse de ella
como Alan no salga bien de esto.
- ¡Por Dios, esto se nos está
yendo de las manos! No pienso
hacer caso de nada de lo que estoy
escuchando. Cuando Alan esté a
salvo en el hospital, las cosas se
calmarán, y todos nos sentaremos
para hablar más relajados.
- Rezo por eso, nena, pero no
apostaría mi mano derecha porque
así vaya a suceder.
- Madre mía….
Ahora viene lo realmente duro…
- Cuando yo le indique hable, y
por favor, no deje de hacerlo, es
muy importante no comentarle nada
que lo altere- me explica el
responsable de todo lo que tienen
aquí montado.
- ¿Se cree que soy idiota?- tengo
ganas de romper algo…
- No señor, pero mi obligación es
decírselo- hay varias personas con
nosotros. Nathan sigue cerca de
Alan, pero veo que se aleja, tiene
que hacerlo para que los bomberos
puedan empezar la maniobra de
rescate.
- Si se pone nervioso, o siente
que no puede hacerlo, por favor,
dígalo levantando la mano derecha.
No pasa nada, es habitual en estos
casos. Se lo pediremos a otro
familiar sin que su amigo sospeche
nada- dice una mujer-. Soy Yanet,
psicóloga especializada en rescates.
No se sienta atacado por mis
compañeros o por mí, todos
tenemos un mismo objetivo, y es
que lo rescaten para que pueda ser
trasladado a un hospital y ponerse
bien.
- Lo sé- debo calmarme. Ellos
hacen su trabajo, y Alan me
necesita. No voy a fallarle.
- Puede haber momentos del
proceso que sean duros, sea fuerte,
y recuerde que si es demasiado,
pida ayuda. Esto es muy importante.
- De acuerdo- suelto el aire.
- Conéctalos, Ramírez- ordena
Yanet-. Hable con él.
Abuelo, no me falles ahora, dame
fuerzas para ayudarlo.
- ¿Alan?- he sonado algo
nervioso, pero me aclaro la voz
para reforzarla.
- ¿Julen?¿Eres tú?- pregunta con
la voz apagada. Sé que ahora mismo
se siente mejor, aliviado al
escucharme.
- El mismo que viste y calza
como nadie, ya lo sabes- lo escucho
reírse de aquella manera, sé que
hasta eso le duele.
- Eso es cierto, pero siempre
habrá alguien que te supere, aunque
las mujeres todavía no se han dado
cuenta de ello.
- Pues date prisa, porque nos
hacemos viejos y las excusan se te
acaban, hermano.
- Tal vez ya no veamos eso- no
me jodas Alan, eso no-, puede que
esta sea nuestra última
conversación.
- No te lo permitiré, me debes
una partida de vuelta con la Play, a
ti puedo ganarte, a Tony no- quiero
sonar tranquilo, pero mi voz falla.
Siento una mano sobre mi hombro y
un dulce olor a mango. Cierro los
ojos unos segundos, no la miro
porque me vendré abajo, pero saber
que está aquí, cambia mucho las
cosas. Me da las fuerzas que me
faltaban para luchar por Alan.
- Me encuentro débil, cansado,
mis ojos se cierran- eso no es
bueno.
- No dejes de escucharme, habla
conmigo, pronto nos iremos de aquí,
confía en mí.
- Prométemelo, Julen, no quiero
morir…
- Joder Alan, no te voy a dejar
nunca, eres mi hermano, mi amigo,
siempre has estado a mi lado
cuidándome, protegiéndome de mí
mismo. Esta vez los papeles se han
cambiado, y te juro que no va a ser
diferente, sólo cambia el
protagonista. Ahora yo cuidaré de
ti- Valeria aprieta mi piel, coloco
mi mano sobre la de ella para no
desfallecer. Mis lagrimas ahogadas
en mi garganta gritan por salir, pero
ahora no pueden. Yo puedo verlo a
él, hay cámaras instaladas para ello.
Los bomberos trabajan lo más
rápido posible, pero incluso eso, no
me parece suficiente. Llegan por fin
hasta Alan.
- Señor Anderson- Nathan vuelve
a estar cerca del coche junto con
tres personas más del personal
sanitario-. Sea fuerte, lo difícil
viene ahora. Van a sacarlo, pero
esto puede ser muy desagradable,
no sabemos a ciencia cierta qué nos
encontraremos. Sólo intentamos no
dañarlo más- Asiento muy nervioso.
- ¿Julen? ¿Te has ido?
- Nunca amigo, aquí estoy.
- Están encima, dicen que van a
mover la pieza que me mantiene
aplastado, que esté listo- la
posición en la que ha quedado el
cuerpo de Alan en contra el suelo y
su cuerpo atrapado hasta su pecho,
dificultando su respiración.
- Van a sacarte, ya casi lo tienen
Alan, ya…
- ¡Joder…joder…Dios….duele!
¡Duele mucho!- grita desesperado.
- ¡No, qué le están haciendo,
paren, dejen de hacerle daño!- me
saco el auricular del oído y salgo
corriendo de esa caravana, situada a
pocos metros de Alan.
- ¡Señor Anderson, deténgase…!-
gritan a mi espalda pero escucho
más que la voz de mi amigo que
suena desgarradora de lo que está
sufriendo al sacarlo, de debajo de
esos escombros.
No puedo detenerlo, nadie puede…
Julen pasa entre todas las personas y
llega hasta Alan. Corro detrás de él,
pero Dan me impide llegar hasta ellos.
Puedo ver el cuerpo de Alan. Está lleno
de sangre y grita de dolor. Julen le coge
la mano pero rápidamente lo alejan de él
para que Nathan y los sanitarios ayuden
a Alan.
- ¡Julen, joder, escúchame, lo
peor ha pasado, te lo prometo!- dice
Nathan-. Vamos a llevárnoslo
rápidamente al hospital, pero
déjanos hacer nuestro trabajo.
- Voy en esa ambulancia, Nathan-
eso no es una sugerencia.
- Lo daba por hecho, vamos a
llevarnos a ese campeón- Nathan se
acerca a Alan. Rápidamente lo
suban a una camilla y se lo llevan
ante los ojos de todos los que
estamos aquí.
Julen sube en la ambulancia que lleva a
su amigo y yo, guiada por Dan, corro
hasta el coche que me llevará con ellos.
Valeria

Tengo la sensación de que últimamente


pasamos demasiado tiempo entre estas
cuatro paredes. Tras una de ellas están
operando a Alan, y Nathan es el cirujano
que lleva a cabo la intervención. No
había duda de ello.
Han pasado tres horas desde que
llegamos aquí, estamos bastante
asustados porque nadie nos ha dicho
nada todavía. Julen sólo quiere escuchar
a su cuñado cuando termine la
operación.
- ¿Quieres algo de beber?- le
pregunto.
- No, no quiero nada- así de seco
me lleva contestando cada vez que
le digo algo.
- ¿Vas a seguir así de borde
conmigo mucho tiempo?- juega con
los dedos de mi mano izquierda. Es
lo único que ha hecho sin decir
nada.
- Aquí falta una cosa- señala ese
lugar donde…
- Bueno, yo no la tengo.
- Tampoco la quieres, y ahora
soy yo el que no piensa dártela,
porque no quieres casarte conmigo.
Ya no quiero casarme, si mi novia
no quiere, ¿para qué voy a quererlo
yo?
- Como no creo que estemos en
el lugar indicado para hablar de
estas cosas, y que tampoco confío
en que mi novio esté cuerdo del
todo en este momento, porque ha
estado sometido a una dura sesión
de estrés por lo que le ha pasado
uno de sus mejores amigos, voy a
pasar por alto ciertos comentarios-
le meto el dedo índice en su mejilla.
- Estoy más cuerdo que nunca.
- ¿De verdad?
- Sí, estamos bien así, ¿no? Te lo
he pedido mil veces, y siempre
recibo la misma respuesta: “deja
que llegue el momento” Uno que
sólo sabes tú, porque yo no soy
adivino.
- ¿Por qué estamos hablando de
esto aquí y ahora?- No estamos
solos, todos nos vinimos detrás de
la ambulancia y no me gusta que los
demás escuchen esto. Incluso los
padres de Julen han venido al
hospital, están al lado de los de
Alan.
- Porque he estado pensando
desde que nos sentamos en esta
sala.
- Julen, aquí no.
- Sí, aquí sí. Esta es nuestra
familia, amigos, y todos saben que
me muero por casarme contigo. La
cagué pero se suponía que ya me
habías perdonado, pero me
equivoqué, porque sigues
negándote a ser mi mujer. Vale, lo
acepto. Esto que ha pasado, me ha
enseñado una vez más, que la vida
es corta, y que debemos
aprovecharla sin perder el tiempo
con cosas que no van a ningún lado,
y así, poder invertirlo en otras- me
deja sin palabras. Está siendo cruel.
Está enfadado, todo lo de Alan le ha
afectado demasiado, pero no es
justo que lo pague conmigo.
- No estás siendo razonable, y
todo esto está fuera de contexto- y
está tan equivocado…
- Desisto, baby, no habrá boda,
vendrán otras cosas, sólo quería que
los nuestros lo supiesen, y aquí
estamos casi todos. Al resto ya se lo
iremos diciendo.
Mi estómago se revuelve, a veces las
cosas no son lo que parecen, lo que
ocurre es que no llegan en el momento
esperado para todos.
- Hijo, no está bien eso que
dices- Ana me mira con dulzura.
- Mamá, es un hecho. Mi novia
no quiere casarse conmigo. Fin de
la historia- me levanto y salgo de la
sala, no quiero que me vean llorar, y
necesito hacerlo.
Estoy harta de todo en este preciso
momento. Sino fuese Alan el que está
ahí dentro peleando por su vida, me iría
a casa…pero no sé a cual….
No puedo evitar correr y al hacerlo sin
mirar, me choco con alguien y nos
caemos al suelo.
- Joder Val, ¿estáis bien?- Dan
me ayuda a levantarme, y Neimar
levanta a…
- ¿Beth? ¡Oh, por fin estás aquí,
nena! – nos abrazamos y rompe a
llorar.
- ¡Es culpa mía, discutimos, estoy
segura de que es culpa mía!- que no
escuche eso el aquelarre de brujos
de la sala de espera, porque la
crujen.
- Shhh, ven, siéntate. Dan por
favor, ¿puedes traernos un poco de
agua? Para las dos, yo también la
necesito.
- ¿Ha empeorado Alan? ¿Cómo
está? ¿Puedo verlo?
- Frena morena, tranquilízate,
cielo- nos traen el agua y ambas
bebemos. Que bien me sienta-.
Sigue dentro del quirófano, como te
dije hace una hora cuando
aterrizaste.
- Necesito verlo, saber que está
bien. ¡Dios Val, fui demasiado lejos
esta vez, no debí decirle aquello!-
los arrepentimientos en este
momento no sirven de mucho.
- Eso está claro, pero no va a
cambiar las cosas, cuando hables
con Alan, se lo explicas todo a él.
- Ella no le dirá nada, porque no
va acercarse a menos de un
kilómetro de distancia.
Julen.
- No creo que debas hablarle así-
le reprocho. De verdad que está
insoportable, quiero ayudarlo,
consolarlo, pero en este plan, es
imposible.
- Estoy hablando contigo, nena,
no con ella. No voy a perder mi
tiempo con gilipolleces- eso sí que
no. Me levanto para encararlo. Está
agotado, cansado, y sufriendo por su
amigo, pero aquí todos queremos a
Alan. Incluida esta mujer que se
acaba de hacer muy pequeña al
escucharlo.
- ¡Ya basta, cariño! No puedes
seguir con esa actitud.
- No sé de qué me hablas, estoy
bien.
- No, no lo estás y te entiendo,
pero todo tiene un límite- me acerco
más a él y se aleja-. ¿Qué haces?
- Estoy enfadado contigo, y ya
sabes por qué- el móvil
- Eso ya no tiene importancia,
déjalo correr- vuelvo a intentar
tocarlo pero no me deja.
- Sí la tiene, y ya ves cuánta. Te
comportas como una niña, y tal vez
debería tratarte como tal- respira
Valeria.
- Lo siento, sé que no debí
dejármelo en casa, pero lo hice, lo
siento Julen, no me castigues más
por ello. No volverá a pasar, lo
prometo.
- No me prometas algo que no
vas a cumplir- sí, eso es cierto.
- Tienes toda la razón, pero por
favor, basta con este tema y con
otros que no vienen al caso. Lo
único que importa es que Alan se
ponga bien. Todos lo estamos
pasando muy mal.
- No amor, unos más que otros-
mira a Beth pero ella tiene la vista
fijada en el suelo-. Dan, haz el favor
de acompañar a la señorita a la
salida.
- ¡No serás capaz, Julen, no te lo
voy a permitir!- lo empujo pero ni
se inmuta. Suelta una carcajada
forzada.
- Nena, tú no puedes permitirme
nada en este precioso instante, y
tampoco en este lugar.
- ¡No abuses de tu poder, no
vayas por ahí, Anderson!
- Te dije una vez que si tener
dinero me da ciertas satisfacciones,
no tengo por qué privarme de ellas,
y si en este instante, quiero hacer
uso de él, lo hago- esta chulería no
le pega nada. Está en plan estúpido
y no hay más. El niño está enfadado
con el mundo y lo paga con quien se
le cruza por delante.
- ¡Si la echas, me voy con ella, y
no vuelves a verme el pelo!- eso
hace que su cara cambie. No hablo
en serio, al igual que sé que Julen
está demasiado alterado, con todo
lo que le está pasando a Alan, y al
ver a Beth, las cosas no mejoran
las cosas.
- Esto no va contigo, Valeria.
Ella no es buena para Alan, ya has
visto donde ha terminado por su
culpa- me da la sensación que mi
vida va a ser una continua montaña
rusa. ¡Señor, dame fuerzas!
- No seas injusto. ¡Joder Julen,
detén esta locura, este no eres tú!-
me aferro a su cuerpo hundiendo mi
cara en su cuello. Estaba rígido y
poco a poco, se deshincha y me
devuelve el abrazo-. Por favor,
vuelve conmigo, aleja a esa persona
de nosotros, no quiero conocerla-
este es el Julen que terminó en el
Tatum, lo tengo claro.
Suspira derrotado abrazándome más
fuerte.
- Lo siento, joder, lo siento
baby….
- Lo sé- levanto la cabeza para
recibir un beso, uno que hace
millones de años que no recibo y
que no sabía que necesitaba tanto.
- Gracias- susurra contra mis
labios.
- De nada- sé que lo dice por mi
paciencia con él.
- Pero ella no quiero que entre en
esa sala. Los ánimos no están para
soportar más tensiones- eso es
verdad.
- Está bien, me quedaré aquí
fuera- responde agradecida.
- Me quedo con..
- No, de eso nada, estarás dentro
conmigo. Ese es tu lugar, a mi lado-
ya empezamos otra vez.
- Julen, estaré aquí y ahí dentro,
no voy a dejarla sola- tuerce el
morro-. No pienso discutir contigo
más por hoy. Ya has cubierto el
cupo para todo el mes- esa
respuesta le roba una sonrisa-. Así
estás más guapo.
- Y tú cada día eres más bruja,
pero no de las que le gustan a tu
sobrina, de las peores.
- Pero me quieres igual- digo
contra su boca.
- Siempre te querré de cualquier
forma.
- Y yo a ti- y nuestros labios se
unen...
Las cosas se presentan difíciles para
Beth, algo con lo que yo no contaba,
incluso Yara, que es su amiga, se ha
vuelto en su contra. No me queda más
que una aliada y está muy liada con mi
ahijada. Kassi poco puede hacer por
echarme un cable…
Mi única esperanza es que Alan quiera
verla, y así los demás tengan que acatar
esa decisión….Valeria cruza los
dedos…. ¿El amor siempre triunfa?
Estúpida pregunta, sé la respuesta, y se
necesita mucho más que un corazón
enamorado, para que dos personas
puedan llegar a unir sus caminos, mucho
más…
Valeria

Creo que en cualquier momento, me


quedo dormida sobre la mesa de mi
despacho, no hay quien pueda trabajar
en estas condiciones. Dormir es un
derecho, pero hay personas, como Julen
Anderson, que no saben que es algo
necesario para sobrevivir al día
siguiente.
Después de que Nathan nos comunicase
el estado de Alan, las cosas no fueron a
mejor.
- Alan está estable, ahora
permanece sedado, y lo
mantendremos así varios días para
que su cuerpo se ponga fuerte para
todo el proceso que está por llegar.
Se recuperará, es un luchador. Os
aseguro, que después de todo lo que
ha pasado y de cómo lo sacamos de
aquel coche destrozado, creíamos
que sus daños físicos serían mucho
más graves. No ha sido así, a veces
la suerte está de nuestro lado, y este
es uno de esos casos- todos en
aquella sala mirábamos a Nathan.
La madre de Alan, lloraba aliviada
al escuchar que su hijo saldría
adelante.
- Quiero que tenga a los mejores
encima cada segundo que
permanezca en el hospital- ordenó
Julen.
- No te preocupes. No será de
otra forma- aseguró Nathan.
- Gracias por salvar a mi hijo- la
madre de Alan cogía la de Julen y
de Nathan. La escena era
demoledora y todos nos
emocionamos por saber que nuestro
amigo estaba fuera de peligro, y al
ver a esa mujer tan destrozada, pero
al menos con la alegría de saber que
Alan seguirá dándonos guerra por
mucho más tiempo- . Usted ha
estado a su lado, al igual que tú
Julen, sois ángeles, y os estaremos
eternamente agradecidos- su marido
la cogía por los hombros asintiendo
a cada una de sus palabras. No
podía hablar.
- Alan es como mi hermano,
siempre me ha cuidado- dijo Julen.
- Lo sé, tú y Tony sois también su
familia- nos miró a todos-. Cada
uno de los que estáis aquí, me habla
mucho de vosotros -Detuvo sus ojos
sobre mí-. Julen ha sabido escoger
bien, ojalá Alan pueda algún día
encontrar una chica con tu mismo
corazón.
- Gracias- alcancé a contestarle,
tenía un nudo en la garganta, y mi
mirada se fue hacia las puertas, que
llevaban a la mujer que permanecía
sentada en aquella fría sala de
espera, ella sola, impaciente por
conocer que el hombre al que ama,
iba a salir adelante. Julen me miró y
negó con la cabeza. Sé que no era el
momento de hablar de Beth, pero
me dolía que no estuviese allí, para
decirle que ella era esa mujer que
hará feliz a su hijo. Sé que peleará
por él, ya no hay quien pueda
impedir que luche por Alan. Así me
lo ha asegurado. La creo, y espero
que sea lo suficientemente fuerte
para todo lo que se le viene encima.
No sé si Alan después de esto querrá
verla, pero confío en que sí. Eso
ayudará a apaciguar, o así lo espero, a
las hienas que se quieren comer a Beth,
entre ellas Yara. La culpan por lo
ocurrido, y no será un camino fácil para
Beth llegar hasta Alan. No han dejado
que se acerque al hospital, Julen le ha
prohibido la entrada, alegando que su
amigo necesita descansar, y esa mujer,
es todo lo opuesto a la recuperación de
Alan. “Es incompatible con la
recuperación de Alan, Valeria, no voy a
discutir contigo por algo que ya está
decidido”
Bueno, eso ya lo veremos…
Los días siguientes al accidente de Alan,
Julen me ha necesitado cada noche de
una manera muy intensa, volviéndome
loca…¡Bendita locura! Lo que ocurre es
que no puedo ni con mi alma, hoy por fin
es viernes, y terminamos a mediodía. Le
he dicho a Ty y las chicas que se vayan a
casa, los tengo explotados para que todo
esté listo para el desfile de la próxima
semana.
- Hola preciosa mía- Marcus
irrumpe en mi despacho.
- Hola guapo, ¿qué tal esos días
de descanso con Sam?- se fueron de
vacaciones antes de presentar la
nueva colección, Con mi ausencia,
la de Beth, Nick…la empresa se
quedó coja por demasiados lados, y
el trabajo se multiplicó. No
buscaron sustitutos, y eso llevó a
que su vida personal, se viese
resentida, no pudiendo hacer
demasiados planes con su chico.
Por lo que Yara, los envió un mes
de vacaciones a la costa
mediterránea, se fueron a conocer
España como Dios manda.
Estuvieron en Ibiza el año pasado
por mi cumpleaños, pero esa vez no
cuenta. Sé que terminaban este viaje
allí, alojándose en el Juva, y que
han venido encantados. Algo me ha
contado Yara, todavía no lo había
visto.
- Pues creo que si mi novio no
me arrastra a ese avión, no regreso-
dice risueño.
- Sí, es precioso todo por allí…
- Totalmente de acuerdo. Y lo
bueno fue que Ibiza no estaba en su
pleno apogeo, ahora es cuando
empieza la locura de verdad, y
pudimos disfrutar de las calas sin
estar llenas de gente- se sienta
frente a mí.
- ¿Reunión y no se me avisa?-
Jorge.
- Nene, ¿no te ibas hace una
hora?- me dijo que había quedado
con Tony para comer y se marchaba
un poco antes.
- Mi chico está siendo explotado
por el tuyo, han tenido una reunión
de última hora- dice un poco
enfadado.
- Sí, Julen me ha llamado para
decírmelo- de eso hace dos horas.
- Ahora no te despegas de ese
móvil- no, es parte de mí.
- Ya he tenido bastantes disgustos
por ser tan dejada. Y créeme, lo
arrastro todavía. Julen a la mínima
que puede, me lanza una puntadita
sobre ese tema- y con razón, lo sé.
- Me alegro que lo haga- dice
Marcus-, eres un desastre cariño, y
ponerte las pilas, no está demás con
eso.
- Vale, no me deis el sermón
vosotros también, que ya tengo
bastante con el señor Anderson-
suspiro derrotada.
- Te quejarás de hombre- Marcus
admira mucho a Julen….
- Ya te tengo dicho que dejes de
tener pensamientos impuros con mi
hombre- lo señalo apretando los
morros.
- Nena, eso es imposible. Ese
cuerpo, ese todo…ese culo- dice
Jorge soñador…
- ¡Oye, os echo de mi despacho
como no paréis de babear por mi
novio! ¡Es mío, sólo mío!
¿Entendido, salidos mentales?- eso
nos hace reírnos a los tres.
- Vas a tener que vivir con ello,
que cada mirada que caiga sobre
ese dios griego, se lo quiera follar-
Marcus se recuesta en su silla.
- Y Julen con su propia cruz, esto
funciona para los dos igual- a los
hechos me remito- dice Jorge.
- Cierto- confirma Marcus.
- ¿Yara se ha ido?- últimamente
está un poco tirante conmigo por el
tema de Beth. No entiende por qué
hablo con ella y la ayudo.
- Sí, ya sabes cómo está el
ambiente….- Jorge me mira
compasivo.
- No pueden castigar eternamente
a Beth, fue algo ajeno a su voluntad,
¿cómo va ella a querer que Alan
tenga un accidente?- levanto las
manos al cielo.
- Eso está claro, pero las cosas
han pasado así, fue ella la que lo
alteró, perdió reflejos en la
carretera al conducir en ese estado
de enajenación y …
- No es justo Marcus, que ella
sea la cabeza de turco. Lo que ha
pasado es terrible, pero no podemos
culparla. Está hecha polvo, loca por
verlo, y estoy segura que Alan
querría verla de saber que se
encuentra en Manhattan. Eso
ayudaría a que su recuperación
fuese más rápida, ella le daría
fuerzas para ello- les digo muy
segura.
- Tu chico no piensa eso-
contesta Jorge.
- Tal vez deba demostrarle que se
equivoca.
- Val, no juegues con fuego, eso
es peligroso- dice Marcus.
- No presiones a Julen, supongo
que cederá, todos lo harán cuando
las aguas se calmen, pero no
provoques más problemas de los
que hay en este asunto. Tu novio es
muy protector con los suyos, y si
algo sale mal de eso que tramas, se
liará…- Jorge me advierte pero no
pasará nada. Todo saldrá bien.
- Dejemos el tema, ¿nos tomamos
algo?- les propongo.
- Sí, vayamos al River- dice
Marcus levantándose.
- Un poco de relax me vendrá
bien, esta tarde iremos al hospital
como cada día- Julen quiere que nos
pasemos todos los días antes de
irnos a casa, y por supuesto que lo
entiendo. Soy la primera en querer
conocer la evolución de Alan y
estar a su lado para ayudarle a
pasar todo el proceso de
recuperación. Lo más grave que
tenía, era su pierna izquierda rota.
Después de que sus huesos terminen
de soldarse, vendrán meses de
rehabilitación. Será un año difícil,
pero se pondrá bien, y dejaremos
todo este mal trago atrás.
- Pues sí, nos merecemos un
descanso y en buena compañía-
secunda Jorge.
Salimos por la puerta y ya no queda
nadie, parece que la gente tenía ganas de
que llegase el fin de semana. No me
extraña. ¡Vamos a empezar el nuestro
también!
Julen

¡Sorpresa!- gritan todos a la vez en el


River.
Valeria acaba de entrar acompañada por
Marcus y Jorge, los cómplices que me
busqué para que esto saliese según lo
previsto. La cara de mi chica, bien ha
merecido la pena el esfuerzo, porque
sinceramente, con Alan en el hospital,
esto no es lo mismo.
Me busca con la mirada, sé eso, siempre
es así, primero nosotros, luego el
mundo. No se lo piensa y corre para
llegar hasta mí y lanzarse a mis brazos.
- Bebé…- nos besamos y hunde
su cara en mi cuello-. No tenías por
qué hacer esto, sé que no es el
momento.
- Lo necesitamos todos, un poco
de alegría, y celebrar el día que
nació la mujer de mi vida, es un
buen motivo de ello.
- Tonto…- me abraza más fuerte.
Todos sus compañeros están aquí, falta
mi familia, pero mis padres están con mi
abuela, no han podido venir. Ella no está
preparada todavía para tanta fiesta. Yara
sí ha venido, y mi sobrina también, ya la
tenemos aquí.
- ¡Tía Valeria, felicidades!- se
separa de mí para agacharse y
besar a la niña.
- Gracias princesa- le entrega
una flor de papel.
- La he hecho yo para ti, esta no
tienes que regarla, y será eterna- la
inocencia de los niños es
maravillosa. ¿Qué nos pasa cuándo
nos hacemos adultos? ¿Por qué nos
convertimos en gilipollas?
- Es casi tan bonita como tú, mi
niña- la abraza y Jane se deja hacer.
Está casi tan enamorada de Valeria
como yo.
Yara y Valeria se miran y deja a la niña
para abrazar a mi hermana. No dicen
nada, solo ese gesto. Mi cuñado besa su
mejilla y la felicita.
- Felicidades, ¿cuántos caen?
¿30?
- Oye, que yo soy una niña
todavía. Tengo 22. El abuelo es tu
cuñado, que él si está camino de los
30- la pellizco en el culo
atrayéndola contra mi cuerpo.
- Esta noche en casa- le susurro
al oído-, te recordaré quien es el
viejo aquí, y luego a ver quien llora
por las mañanas, porque no puede
con su alma. -Se pega más a mi
pecho, rozando su culo con mi
entrepierna.
- Lo estoy deseando, cariño- y mi
polla también.
- ¿Lo notas, nena?
- ¿El qué tiene que notar la tía
Valeria, tío Julen?- joder con la
niña, tiene mejor oído que mi
abuela, que ya es decir.
- Nada, Jane, hablan de que hace
calor aquí- su padre al rescate.
Se la llevan y eso nos deja un pequeño
margen a mi chica y a mí, para que
pueda besarla como necesito.
- Gracias mi amor, eres el
mejor…
- No lo olvides nunca…
- ¡Oye, deja que los demás
felicitemos a la cumpleañera!
- ¡Kassi! ¡Oh Dios mío, estás
aquí, y con mi niña!
Y ya perdí a mi Diablesa….
Dos horas después…
No me esperaba para nada esta fiesta
sorpresa por parte de Julen, de hecho ya
ni me acordaba que había sido mi
cumpleaños. Es maravilloso ver aquí a
tantos de los nuestros, a pesar de las
grandes ausencias de nuestras familias y
amigos, y Beth…He intentado que me
deje llamarla, pero nada de nada, me ha
costado una bronca con él, por lo que
voy a ver si calmo un poco los ánimos…
Suena la canción de Ricky Martin, “La
Mordidita”, voy a ver si alguien se deja
morder. Curiosamente hay una mesa
inmensa de comida donde los invitados
se sirven, y entre todas las cosas tan
ricas, hay fruta…cojo una manzana…
Me mezclo con la gente hasta llegar a mi
chico que habla con Tony y los demás
chicos. Está de espalda a mí, y lo alertan
de que se dé la vuelta. No tarda en
hacerlo y al verme pegar un bocado a la
manzana y ofrecérsela después, sonríe
mordiéndose el labio. Eso es
sexy….viste unos vaqueros y un polo
azul marino, toda una mordidita. Coge la
manzana, la muerde y me aplasta contra
su cuerpo tirando de mí.
¡Madre mía…la que se me viene
encima….!
Tira la manzana al suelo sin dudarlo, y
empezamos a movernos de
manera….prohibida…al menos para los
ojos de un niño….
- Julen…- jadeo excitada, creo
que no ha sido buena idea
provocarlo, cuando bailamos, la
temperatura de mi cuerpo asciende
a cuotas inimaginables…
Su cadera se funde con la mía, la fina
tela de mi vestido hace el contacto más
peligroso. Me tira hacia detrás, y pasea
su nariz entre mis pechos, hasta llegar a
mi cuello y rozarlo con sus labios.
- Te follaría aquí mismo, te
mordería cada parte de tu cuerpo
para comerte enterita…- dice
levantándome y quedándose mi
pierna levantada, con su mano en mi
muslo, acercándose a lugares
indecentes por debajo de mi
vestido.
- Hazlo- termina la canción, y
ahora suena una más lenta. Nos
viene bien…para relajar los
ánimos…
Demi Lovato con su “Heart Attack llena
el River”
- Me encanta que bailes
conmigo- le digo-, sólo te falta
concederme lo que tú ya sabes…-
Beth aquí
- Pensaba que ya te habrías
quitado esa chorrada de la cabeza,
baby.
Nos alejamos de la pista para ir a beber
algo, veo que está pensativo, y que no
tiene que ver con lo que estamos
hablando. Lleva así desde que estuve
con Kassi y Aden y la pequeña Irina.
- Aparte de mi metedura de pata
por lo de Beth, ¿ocurre algo más?
Julen me pasa un zumo de mango con
hielo que me sienta fenomenal. Sabe
cuidarme.
- No, todo está bien- no lo está,
pero ya me lo contará llegado el
momento, siempre lo hacemos así.
No hay secretos.
- Vale, ¿quieres que nos
retiremos de la fiesta?- pregunto.
- Eres la protagonista, no puedes
irte de tu fiesta de cumpleaños.
- Sí puedo porque es mía y hago
lo que quiero- le contesto
quitándole su vaso de zumo, bebía
lo mismo que yo-. Además, la gente
aquí puede divertirse sin mí, y
entienden que nos vayamos- sabe
que hablo de Alan.
- ¿Estás segura, baby?
- Estoy segura de ti y de lo que
necesitas. Y es estar al lado de
Alan, lo echas de menos y esto no
es lo mismo sin él.
- Y sin otros muchos, tu
familia…
- Sí, falta mucha gente, pero ya
he aceptado la vida que he
escogido, y esa vida eres tú, que
compensa todo lo que echo en falta
de España. Tú y yo, somos lo que
necesito e mi vida para ser feliz,
Sin ti no puedo vivir, y ahora
tenemos a Kai- menos mal que Lisa
está con él, porque sino tendríamos
que llevarlo con Leire para que no
estuviese todo el día solo. Lo pasea
encantada, está como loca con él
porque le hace mucha compañía.
Los perros tienen eso, dicen que
cuando te ven y se alegran tanto, es
la misma sensación que sentimos
nosotros al enamorarnos. Así que,
quien tiene un perro, tiene un amor
cada día…Maravilloso…
Nos despedimos de todos y entienden
que nos vayamos, excepto una niña, que
últimamente está dando un poco de
guerra, porque reclama más atenciones
de su tío. Sí que es verdad que antes de
estar yo en la vida de Julen, pasaba más
tiempo con ella, pero no ha dejado de
desatenderla en ningún momento, la
adora.
- ¿Por qué te vas tan pronto, tío?-
está casi llorando. Julen se agacha
para estar a su misma altura.
- Tengo que visitar al tío Alan, ya
sabes que está malito- acaricia su
bello rostro.
- Quiero ir contigo- suplica.
- Otro día iremos juntos, ahora
no puedes, tienes que ir con tus
padres, vas a pasar el fin de semana
con la bisabuela.
- Pero yo quiero ir contigo y la
tía Valeria. Quiero dormir con
vosotros y con Kai, por favor, hace
mucho que no voy a tu casa- es
verdad, pero las cosas han ocurido
así.
- Jane, no te pongas pesada. El
domingo comemos todos juntos, los
verás entonces- dice Nathan.
Julen me mira buscando…. ¿Mi
aprobación? Si quiere traérsela, por mí
no hay ningún problema. Asiento.
- Si tu madre y tu padre te dejan
venir, no tengo ningún problema,
princesa- Yara suspira rendida. Le
molesta la actitud de Jane, hemos
hablado de ello, y que se salga con
la suya, no mejora las cosas.
- Jane, ¿no puedes entender que a
veces los mayores tienen otras
cosas que hacer, y no pueden estar
contigo todo el tiempo que tú
desees?
- Mamá, por favor- se enrosca en
el cuello de Julen que la levanta.
- Yara- le digo-, mañana la
llevaremos a casa de Leire, no pasa
nada.
- De acuerdo- dice rindiéndose-.
Pero una cosa te digo, Jane, no
siempre será así, ¿me oyes?
Empieza a entender eso.
- Sí mami, lo entiendo- hay que
ver cómo se las gastan los niños
para salirse con la suya.
Subimos al coche que conduce Dan. Esta
noche no va a ser como la esperaba,
pero será especial porque Jane es una de
las locuras de Julen, y creo que también
necesita esto. Mi intuición femenina así
me lo dice.
- ¿Lista para visitar al tío Alan?-
le pregunta Julen mientras arranca
el coche.
- Sí, voy a pegarle un beso tan
grande, que se pondrá bueno muy
pronto- la sentamos entre los dos,
siempre llevamos una de sus sillas
en el maletero. Somos precavidos.
- Seguro que sí, esos besos no
tienen precio- le contesto besando
su cabecita. Julen coge mi cara
entre sus manos por encima de su
sobrina.
- Y los tuyos tampoco- susurra
robándome un beso que me hace
sonreír de felicidad.
- Te quiero…- digo bajito.
- Y yo, te amo más que a mi vida,
por eso estás en ella, para que no
deje de tener sentido vivirla…- qué
daría por estar a solas con él ahora
mismo…
- ¿Jugamos al veo, veo hasta
llegar al hospital?- nos reclaman,
vuelta al mundo real.
- ¡Venga Jane- dice Dan-,
dispara, te sigo!
Valeria

Tengo sed, pero…


- ¿Julen?- no está a mi lado.
Enciendo la luz de mi mesita y
tampoco lo veo. En el baño no está.
Después de visitar a Alan, nos vinimos a
casa, pero antes recogimos unas pizzas
para cenar. Jane no paraba de preguntar
donde estaban los muebles, por eso
Julen no la había traído a casa
desde….pero cedió a que viniese antes
de tenerlo todo en orden, y entonces,
llegaron las preguntas. Le contamos que
era porque queríamos hacer cambios, y
como no podía ser de otra forma, la niña
nos dio sugerencias. Creo que terminó
por poner una piscina, cuatro
televisores, muchos juguetes…toda una
experta en decoración, mi sobrina.
Paso por delante del cuarto donde Jane
duerme, y veo que está con Morfeo.
Pensaba que Julen podría estar aquí, ha
sido él, el encargado de dormirla, no
quería que su tío se fuese hasta que el
sueño la venciera.
Escucho… ¿Música? Camino por el
pasillo y llego hasta el gimnasio. Abro
la puerta y ahí está, dando golpes a su
saco a las cuatro de la mañana. Su
cuerpo brilla por el sudor. No se ha
dado cuenta de mi presencia.
Cierro la puerta, Ed Sheeran llena el
aire que respiramos con “Photograp”.
Julen lo escucha mucho últimamente,
dice que sus letras son realmente bellas.
Cierto, no hay más que escucharlo…
Se apoya contra el saco, descansando su
cabeza sobre sus manos. Su cuerpo , y
sus músculos, bailan al ritmo de su
respiración.
A veces el amor puede doler…- eso lo
sabemos muy bien….
Me acerco a él y beso su piel bañada
por el esfuerzo. Reacciona poniéndose
en alerta, pero no se da la vuelta.
Acaricio su piel, recorriendo cada parte
de su espalda, llevando mis manos a su
pecho, paseando por cada línea que hay
dibujada en este cuerpo, hasta terminar
en su abdomen, donde sus manos se
entrelazan con las mías. No decimos
nada.
Amar puede curar
Amar puede remendar tu alma…
Se da la vuelta y veo esos preciosos
ojos azules tristes, atormentados.
- ¿Qué pasa Julen?- me asusta
verlo de esta forma.
No me contesta, solo se acerca para
besarme, rompe mis braguitas y me quita
la camiseta de tirantes que llevo. Con
Jane en casa, no he querido dormir
desnuda, pero de poco me ha servido
preocuparme, porque he terminado así
igualmente.
Sin dejar mi boca me tumba en el suelo,
ambos estamos bañados por el sudor de
Julen, pero no me importa, me necesita,
y yo quiero ser la cura a esa mirada
triste que me cubre esta noche.
Su boca busca mis pechos y sus manos
me abren de piernas para encajarse entre
ellas. Acaricia con fuerza mis muslos,
subiendo por ellos para llegar a mi sexo
y penetrarme con dos dedos hasta el
fondo. Los retuerce provocando que yo
también lo haga en el suelo del
gimnasio.
- ¡Oh…!- jadeo fascinada por
toda la entrega de Julen. Su lengua
lame mis pechos, y sus dientes los
castigan para luego volver a
lamerlos. Su pulgar juega con mi
clítoris sin dejar de follarme con
sus dedos-. Julen…
- Nena, estás tan hermosa así,
siendo mía, a mi merced- habla
contra mi piel, descendiendo entre
mis pechos hasta llegar a mi
ombligo, donde mete la lengua para
arrastrarla hasta mi tatuaje, que
besa con delicadeza, adorándolo.
Sigue su camino hasta llegar a mi
monte de Venus depilado como a él
le gusta y morderlo. Mis caderas se
alzan ansiosas de más- . Te lo voy a
dar, mi boca te desea amor…
Y así es, se apodera de mi sexo con ella,
hambriento como un león que hace
meses que no come, hasta llevarme al
orgasmo varias veces, dejándome
exhausta.
- No puedo más- sollozo.
- Sí puedes, por mí- y me da la vuelta
para entrar de un empujón golpeando
con fuerza. Apoyo mis manos y mis
rodillas para soportar las embestidas de
Julen, que me hacen gritar de placer.
- ¡Sí….no pares…!
- Te necesito Valeria….
- Estoy aquí para ti, siempre…- gruñe y
nos vuelve locos a los dos. Sus dedos
tocan ese punto y grito al sentir que me
corro otra vez.
- Eso es- y se vacía dentro de mí, hasta
que terminamos en el suelo, abrazados
en esta postura, recuperando el aliento.
- Julen…- me doy la vuelta después de
unos minutos de silencio. No ha dejado
de repartir besos por mi hombro
llegando hasta mi nuca, mientras
acaricia mi vientre.
Busco su mirada, pero él la aparta.
- ¿He sido muy brusco?- ahora sí
me mira. Le doy un beso en los
labios, enrollándome como una
serpiente a su cuerpo.
- Puedes serlo tantas veces como
quieras si terminamos así- quiero
que sonría.
- Abrázame…
- Bebé, habla conmigo- su cuerpo
me cubre, huele a su perfume, a
sudor…una mezcla que me resulta
varonil y excitante…
- No sé si puedo hacerlo ahora.
- Quiero que me dejes ayudarte-
tengo una idea. Me levanto y le
tiendo la mano. Nos llevo a la
ducha, sin decir nada, abro el agua y
él se deja hacer por mí. Lo
enjabono, lo aclaro y conmigo hago
lo mismo, hasta que estamos ambos
limpios. Desnudos, bajamos hasta
nuestra rinconera, y allí me siento
entre sus piernas de espalda a su
cuerpo, envuelta por sus brazos.
- Hoy…- por fin…-, en la fiesta
de tu cumpleaños, he sentido
muchas cosas, unas buenas, pero
otras también eran malas-. Date la
vuelta, amor- obedezco sin dudarlo,
y me siento a horcajadas sobre sus
piernas.
- ¿Qué cosas, cariño?- paseo los
dedos entre su pelo porque eso lo
relaja.
- Cuando has cogido a Irina…
estabas tan bonita con ella en
brazos- mi corazón empieza a latir
más deprisa-. Deseé que fuera
nuestra, quise que esa niña fuese
nuestra hija, y si yo…
- Shhhh… Julen, no podemos
vivir en el pasado, yo soy la
primera que intenta no castigarse
con ello.
- Sé que tenemos mucho trabajo
por delante. Con todo lo que ocurre
a nuestro alrededor, apenas tenemos
tiempo de pensar en lo que pasó,
solo las pesadillas nocturnas son el
recuerdo de lo que vivimos. Tú has
regresado a mi lado, y viendo lo
que te robé, no entiendo cómo
puedes estar conmigo- dos lágrimas
caen por sus mejillas, eso me
destroza. Las recojo con mis labios.
- Escúchame bebé- lo abrazo
muy fuerte y él hace lo mismo-. Fue
terrible lo que pasamos, y puede
que no hayamos hablado lo
suficiente de lo que pasó, pero
porque duele demasiado recordarlo.
Cada día sigo sintiendo esa pérdida,
y cada vez que veo un niño pienso
en cómo hubiese sido nuestro hijo.
Y sí, ahí es cuando siento el daño
que me hiciste, todo por lo que
pasé, pero también sé, que jamás me
dañarías de esa forma
intencionadamente. Fuimos víctimas
de algo sucio. Puede que otras
parejas, no soportarían el elegir el
perdón, pero yo sí, porque te quiero
para confiar en ti, en nosotros, y
saber que jamás volverás a herirme
de esa forma.
- No volveré a fallarte, baby,
pero arrastraré el peso de haberlo
hecho toda la vida, y debo vivir con
ello.
- Es cierto, y aprender del
pasado también. Eso ha marcado un
antes y un después en nuestra
relación, y también en las personas
que somos ahora. Somos lo que
vivimos, Julen.
- Tú eres una mujer maravillosa,
con el corazón más grande que
existe.
- Y que es tuyo, te pertenece.
- Sí, pero todavía no es mío del
todo…- no por favor…
- Julen….
- Te niegas a ser mi prometida
otra vez, y eso me hace pensar que
no he sido perdonado.
- Por favor, no entremos en ese
debate ahora- lo beso y él
profundiza el beso.
- Haré que seas mía de todas las
maneras posibles.
- Pensé que ya no querías
casarte, según me has dado a
entender hace unos días…
- Habló mi ego masculino, estaba
herido.
- ¡Ya, ya….anda!- me levanto-,
vamos a la cama, que te recuerdo
que no estamos solos, menos mal
que Jane tiene el sueño profundo.
- ¿Tíos?- ¡la mato, la mato!
¡Estamos desnudos!
- ¡Joder!- Julen se tapa con un
cojín. Y yo hago lo mismo con dos.
Nos mira.
- Jane, por favor, vuelve a tu
cuarto que ahora subimos a verte-
dice Julen nervioso.
- De acuerdo, sólo quería un
vaso de agua- parece que con el
sueño que tiene, no se ha dado
cuenta de nada. Sin poder evitarlo,
me entra la risa mientras Jane
desaparece.
Julen me lanza el cojín a la cara
contagiándose de mí.
- Esta niña termina con mi salud-
dice secándose las lágrimas.
- Pues para que lo sepas, si algún
día tenemos una, o uno, quien sabe,
esto, habrá que controlarlo.
- Tranquila mi vida, te aseguro
que le pongo un candado a la puerta
y hasta el día siguiente no sale- me
azota y sale corriendo hasta las
escaleras.
Ese culo….Se gira y me mira por
encima de su hombro, sonriendo con ese
gesto baja bragas.
- Pero antes, te casarás conmigo,
palabra de tu dios griego- sabe que
Marcus lo llama así. Levanta y baja
sus cejas varias veces.
- ¡Eres un creído!- y salgo detrás
de ese culo griego, que no se me
escape….
Julen

Dejo el coche aparcado en el garaje del


hospital, hoy he conducido yo. Voy a
ver a Alan, como cada día, me ha
llamado él mismo muy alterado, que
venga rápido. Algo va mal, y estoy
asustado, estaba muy nervioso. Tony
estaba con él, le ha quitado el móvil de
las manos y sólo me ha dicho que no
tarde.
Subo las escaleras, ni siquiera puedo
esperar el ascensor. Llego a la planta de
Alan y cuando estoy cerca de su
habitación…¡No me lo puedo creer!
Tony se acerca rápidamente con Trevor.
- ¿Qué cojones hace ella aquí? –grito
por encima de los hombros de Trevor
que me sujeta.
Valeria está aquí también, y esto ha
tenido que ser obra de ella.
- ¿Valeria? ¿No habrás tenido el
valor de dejarla pasar?- no me
mira-. Déjame Trevor, no voy a
pegar a mi mujer ni a esa zorra.
- Lo sé, sólo quería que te
calmases, nada más.
- Julen, no te pases- dice mi
querida novia.
- ¿Qué no me pase? Una cosa te
voy a decir, amor, voy a entrar a ver
a Alan. Si la llamada que acaba de
hacerme hace quince minutos, tiene
algo que ver, con que hayas dejado
pasar a esa impresentable a su
habitación, te aseguro que tú y yo,
vamos a tener problemas- se frota la
cara nerviosa.
- Ya me has contestado. Fuera de
aquí, largaros las dos- grito más
fuerte que antes. Se presenta el
personal de seguridad del hospital.
- ¿Qué ocurre señor Anderson?-
pregunta uno de ellos.
- Asegúrese que estas dos
mujeres, abandonan el recinto- me
mira sorprendido.
- Pero…
- Sí, le estoy diciendo que eche a
mi novia a la calle, tiene que
pegarle el aire en esa cabeza que
parece estar atascada, y no piensa
con claridad. Y a la que tiene al
lado, si vuelve a merodear por los
alrededores, llame a la policía.
- Julen- Valeria se acerca
llorando-, cariño lo siento, yo….
- ¡Fuera de mi vista, no quiero
verte ahora! ¡Vete con esa que te
importa más que yo y la salud de
Alan! ¡Vete!
Aparto la mirada. Esto me duele más a
mí que a ella. Tener que echarla del
hospital, pero es que no soporto que esté
aquí. No cuando Alan está mal por ello.
Se van acompañadas por el personal de
seguridad.
- Trevor, lleva a Valeria a casa.-
ordeno.
- No creo que me lo permita,
sabes que no se irá sin ti- suspiro.
Lo sé.
- Vete con ella, y cuando se
largue la otra, tráela de vuelta.
- De acuerdo- entro en la
habitación, Nathan está aquí.
- ¿Qué le ocurre?- me acerco a la
cama y Alan duerme.
- Está sedado. Ha sufrido una
crisis nerviosa, y hemos tenido que
calmarlo- miro a Tony.
Salimos fuera de la habitación.
- Tranquilízate Julen, estará bien.
Han sido demasiadas emociones-
dice Nathan.
- Que no tenía por qué vivir, esa
mujer no debería haber entrado
aquí- contesto.
- Valeria vino con ella, entraron
y….bueno, ya sabes….- ¿cómo?
- No Nathan, no sé. Acabo de
llegar, ¿ha pasado algo más que
deba saber?- la cara de Tony me
dice que sí.
- La madre de Alan, ha sufrido
también un ataque de ansiedad al
ver a su hijo tan alterado. Está en
una de las salas de al lado, su
marido está con ella.
- ¿Pero Valeria en qué cojones
estaba pensando?- me paso las
manos por el pelo.
- Sólo creía hacer lo correcto,
Julen. He llegado y me he
encontrado con todo- dice Tony.
- Pues esta vez ha metido la pata.
¡No puede empeñarse en solucionar
la vida de todos!- escucho unos
tacones detrás de mí.
- Julen…- es ella, me giro para
encararla-. Lo siento, de verdad que
no buscaba nada de esto, pensé…
- Cariño, no pienses más- le
contesto.
- No seas así, Alan ya está bien-
dice apenas sin voz.
- No gracias a ti, ¿cómo has
podido ser tan estúpida?- eso hace
que retroceda un paso.
- No me trates así, Alan quiere a
esa mujer.
- Fuera de su vida, Valeria. No
quiere saber nada de ella, sé eso
porque he hablado con él. ¿Te has
molestado en preguntarle lo que él
quería? Ya te respondo yo: no.
Porque si lo hubieses hecho, nos
habríamos ahorrado toda esta
mierda.
- No me castigues más, por favor,
ya te he dicho que lo siento.
- Y tú sabes, que a veces, un
simple lo siento no basta.
- Eso ha sido un golpe bajo,
Julen. No mezcles las cosas- es
verdad. No seas tan cabrón. Quieres
que escarmiente, pero no te pases
chaval.
- Tienes razón en eso, pero te has
equivocado, y mucho. Hasta la
madre de Alan ha salido
perjudicada de tu gran hazaña-
sueno sarcástico.
- He hablado con ella…
- ¿Con su madre? ¡Joder Valeria,
déjala respirar!
- No está molesta conmigo, le he
explicado las cosas- chica lista-.
No quiero que piense que puedo
herir a Alan intencionadamente, que
sólo intentaba ayudarlo.
- Pues te habrá dado las gracias,
¿no?- ella me mira entrecerrando
los ojos-. No me mires así, esto te
saldrá caro, lo sabes.
- No me amenaces, Julen, Todos
cometemos errores- contesta
cruzando los brazos.
- Ahora no vayas tú por ahí, y
como bien has dicho, no mezclemos
las cosas, porque esto, se podía
haber evitado. Sabes que hay cosas
que no.
- O sí, depende como se mire- no
vamos bien.
- ¿Sabes que odio tener que estar
removiendo la mierda que tanto
daño nos ha hecho por culpa de esa
mujer? Porque si ella no estuviese
aquí, tú no habrías intentado nada.
Si ella tuviese un poco de dignidad,
se largaría de Nueva York.
- Y esperemos que lo haga- dice
Tony. Ya ni me acordaba que Nathan
y él estaban detrás de mí.
- Pues que sepáis que no se irá.
Quiere a ese hombre que está ahí
postrado, y luchará por él- contesta
furiosa.
- Y en ti, tiene una liada, ¿no?-
pregunto.
- Por supuesto- sentencia muy
segura.
- Por supuesto- repito.
- Me voy a casa de Tony con
Jorge, allí seguro que me miran con
un poco más de cariño. No como si
fuese una apestada- se gira y se va.
No voy detrás de ella, estoy enfadado,
muy enfadado, y esto, nos traerá cola, ya
lo creo que si….
Julen

Las cosas no han mejorado estos últimos


días, no he podido evitar estar esquivo
con Valeria, lo que hizo en el hospital,
es imperdonable. Sí, puedo sonar como
un cerdo después de lo que hemos
pasado, pero no consigo pasar página
con esto. Cada vez que visito a Alan,
todo llega a mi mente, al verlo ahí en
esa cama, sin poder moverse,
imaginándolo tan alterado ante la
presencia de Beth, la mujer que lo ha
llevado a ese punto. La sangre me
hierve.
Tan mal están las cosas, que Valeria se
ha ido de casa. Sí, así de mal estamos.
Ha decidido irse con Jorge, su querido
amigo del alma, que la apoya en todo.
Aunque la cague.
No dejo de pensar en la rabia que me da
estar así con ella, por una persona que
no se merece el respeto de mi mujer, que
debería largarse como hizo en su día, y
desaparecer de nuestras vidas.
- Dime Sofía- estoy en mi
despacho, intentando resultar
productivo a mi empresa, algo que
está dejando mucho que desear
últimamente.
- Por la línea dos, el señor
Angelo- bueno, las cosas mejoran…
- De acuerdo, lo cojo- allá
vamos-. ¿Qué me cuentas, italiano?
- ¿Yo? Creo que eres tú el que
tiene algo que contarme, ¿no crees?-
¡Joder, no habrá sido capaz de
decírselo! ¡La mato!
- ¿Y eso por qué?
- Bueno, me ha llamado cierta
española, la más hermosa de ese
país…
- No te pases…
- Para confirmar mi asistencia al
desfile que se ha retrasado para la
próxima semana, y me ha contado
que hay problemillas en el paraíso-
uff….suelto el aire contenido.
- A veces, esas cosas ocurren,
hasta en los cuentos de hadas- le
contesto más relajado.
- Julen, no seas capullo, deja tu
orgullo de amigo de lado. Ella sólo
intentaba ayudar.
- Pues que deje de solucionar los
problemas del mundo, no está en su
mano terminar con ellos.
- Es una mujer increíble, y sabes
que tiene un corazón único- Angelo
la admira demasiado, es otra
víctima del encanto de mi novia.
Paciencia Julen-. Hasta Alan la ha
perdonado, y es el protagonista de
toda esta historia.
- Alan que decida lo que quiera,
está en su derecho, y yo en el mío,
de hacerle ver a mi mujer, que no
puede actuar libremente sin tener en
cuenta los daños, que puede causar
con sus acciones.
- ¡Hombre cruel, no eres justo!
Llaman a la puerta.
- Espera un minuto Angelo.
Adelante- entra un mensajero con
una caja negra.
- Buenos días señor Anderson,
me envían para que le entregue esta
caja personalmente en mano- la deja
sobre la mesa. Me acabo de quedar
a cuadros. Reacciono y le doy un
billete al chico y se va contento por
su trabajo bien hecho, y por lo que
se ha ganado.
- ¡Oye! ¿Qué pasa?- pregunta
Angelo.
- Sí, sigo aquí. Tú no sabrás nada
de una caja.
- ¿Yo?- parece sorprendido.
- Sí, como te has hecho tan íntimo
de mi española, no sé…
- Eres idiota. No sé nada, pero
tampoco te lo diría si fuese de otra
forma.
- Esperaba esa respuesta. Te
llamo más tarde.
- De acuerdo Romeo, pero no
seas muy duro con esa mujer, está
loca por ti, y la vida es breve. No la
pierdas en cosas que no merecen la
pena.
- Lo tendré en cuenta, y puede
que pronto te repita estas palabras-
ya lo creo que sí.
- No lo creo, pero ya me lo dirás.
Hasta luego.
- Hablamos- ni siquiera he
podido contarle lo de Ellen. Quiero
hacerlo y que él decida si quiere
verla otra vez. Un encuentro fortuito
en el desfile sería una catástrofe, y
por lo que yo sé, Valeria la ha
informado de que Angelo estará
presente, que trabajan con él, y será
algo habitual verlo en ciertos
eventos. No sé más, porque esto me
lo ha contado Tony, cuando nos
vimos ayer para hablar de lo que
estaba pasando conmigo y Valeria.
Otro que ha perdido la cabeza por
mi chica. ¡El mundo no me entiende!
Miro la caja sin tocarla, no sé que podrá
haber en ella, pero estoy seguro de quien
la envía. Recibo un mensaje. Es la
canción de Ellie Goulding que yo le
envié a ella, y que forma parte de la
banda sonora de Cincuenta Sombras de
Grey. A Valeria le encantaron esos
libros, y esta cantante más todavía. Love
Me Like….
Ha hecho un montaje con fotografías
nuestras, de Kai y de nuestra familia y
amigos…
Ámame como lo haces
Tócame como lo haces
Ver esto hace que se me encoja el
corazón…Una fotografía dice tanto…
tanto…recoge el paso del tiempo, por
eso ella las ama…Ver la nuestra en el
barco de Ibiza, nuestro cuadro…
Solo tú puedes encender mi corazón en
el fuego…Mi vida…
Mi alma grita furiosa, reclamando el
calor que le da la vida a su corazón,
aquel que yo le estoy robando al no
ceder ante el perdón de Valeria:
Devuélveme la vida Julen, ¿no nos han
robado bastante?
Termina la canción y la pongo otra
vez….y otra…No me canso de mirar sus
ojos, su hermosa sonrisa cuando me
mira. Así es una de las fotografías,
ambos sonriendo, pero ella me mira a mí
embelesada mientras yo, empujo a Alan
en casa de mi abuela. Nos la hizo Jorge.
Decido por fin abrir la caja, Un
precioso papel rojo de seda envuelve
algo, pero antes, leo una nota:
“¿Crees en el destino? ¿Crees que la
vida tiene un plan para mí? Así es
Julen, Tú eres mi destino, y el mejor
plan de mi vida. Perdóname…
Ojalá estuvieses aquí…
La puerta se abre….
Pasan unos segundos…pasos
precipitados…
- Mi vida…- la beso sin dejarla
hablar, sólo quiero su boca, esa que
tanto hecho de menos en mis noches
de soledad desde que se fue, hace
dos días a casa de Jorge.
La llevo hasta la pared, acorralándola
con mi cuerpo, que la desea de una
manera sobre humana.
- ¿Esto significa que estoy
perdonada?- dice risueña contra mis
labios.
- ¿Tú que crees?
- ¿Te han gustado los regalos?-
joder, no he visto lo que hay en la
caja.
- Pues…
- ¿No lo has visto?- tuerce el
morro.
- Baby, la canción es preciosa y
mejor lo que lleva con ella, pero la
caja, no me has dado tiempo a ver
lo que hay, estaba en ello.
- Pues hasta que no lo veas, no
me toques, Anderson- me coge de la
mano y me lleva hasta mi sillón. Me
sienta y se sienta sobre mis piernas
para que vea mi regalo con ella. La
verdad, lo prefiero de esta forma.
Ella está nerviosa, expectante por mi
reacción, seguro que me encanta, sus
regalos siempre son….
- ¿Una magdalena de chocolate
de mi abuela?- me ha dejado
muerto.
- ¿No te gusta?- finge estar
ofendida-. ¡Y yo que creía que era
el mejor regalo del mundo! Como
estás muy avinagrado últimamente
por mis meteduras de pata, sólo
quería endulzarte un poco.
- ¿Avinagrado?- esa sí que es
buena.
Se levanta para bordear la mesa y huir,
eso es lo que debe hacer. ¡Vaya manera
de pedir perdón, llamándome
avinagrado!
- Ahora tienes una reunión, ¿no?
- Sí, en….- miro mi reloj-, en
diez minutos, pero esperaba
aprovecharlos de otra forma, para
demostrarte lo dulce que soy-
camina como un cangrejo hasta
llegar a la puerta.
- Pues espero que no le hagas el
feo a tu abuela y te la comas, la ha
hecho con todo el cariño del mundo.
Esta magdalena es muy especial, me
ha dicho, que la más dulce de todas.
- Estaros tranquilas las dos, me
la comeré- digo levantándome y
caminando hacia ella.
- ¡Me voy, te quiero y nos
vemos…muy pronto… ya lo
verás…!- sale corriendo y me
cierra la puerta en los morros.
- ¡Bruja! Últimamente ese papel,
no se lo quita de encima.
Observo el dulce, y la verdad, hoy no he
probado bocado porque tenía el
estómago cerrado. Me la llevaré a la
reunión, y mientras los directivos
hablan, me la comeré. No quiero
hacerles el feo a las señoritas.
Una hora después en la sala de
reuniones de J&A…
- Estamos este semestre en un
incremento del….
- ¿Pero qué cojones….?- toso al
notar algo extraño al probar la
magdalena dichosa de mi abuela,
regalo de mi novia.
- ¿Qué ocurre señor Anderson?-
pregunta Ruth, que está tomando
notas de la reunión para hacer luego
un informe.
Eso quiero saber yo. Saco de mi boca
un… ¿plástico? Esto es muy raro. Lo
cojo entre mis dedos, y es una tira muy
fina, que plastifica un pedazo de papel
que lleva una inscripción, un mensaje.
Lo extiendo para poder leerlo con
claridad.
“¿Te apuntas al plan de mi vida?
¿Quieres casarte conmigo?
- ¿Qué? ¿Cómo?- no puedo
hablar…
- Señor Anderson, de verdad,
¿está usted bien?- mi secretaria se
está preocupando, pero no podría
estar mejor.
Me levanto de mi asiento delante de
veinte directivos y una secretaria, y
salgo corriendo hacia la puerta. Pero
antes de salir por ella, me giro y les
digo.
- ¡Día libre señores!- y me voy a
buscar el mejor plan de mi vida….
Valeria

Sé que Julen debe de estar buscándome


como un loco ahora mismo, he planeado
todo esto sabiendo que correría detrás
de mí, que nada podría enturbiar mis
pretensiones. Alan está mejor, y podrá
pasar un par de días sin ir a visitarlo.
Eso espero…
Creo que todo está preparado, que no
me he dejado nada. Sólo me queda
llegar a mi destino, y terminar de cerrar
algunas cosillas…
Tuve que irme de casa, al final Julen y
yo parecemos una pareja imposible de
mantener una conversación sin discutir,
siempre surge algo que nos perjudica.
También es verdad que fui yo la que
metió la pata, no pensé en las
consecuencias de mis actos, y debí
hablar antes con Alan, no hacerle esa
encerrona.
Lo único que busco es que los míos sean
felices, porque si veo que no lo son, yo
tampoco puedo gozar de una felicidad
plena. Así me lo han demostrado ellos
con las idas y venidas de mi relación
con Julen. Tenemos para escribir un
libro. Sé que todavía no somos felices.
Que no hemos alcanzado esa plenitud, y
hasta que no ocurran ciertos
acontecimientos, el círculo no se cerrará
del todo. Confío en nuestro amor, en
nosotros, hemos superado demasiado, la
pérdida de un hijo nos ha unido, nos ha
demostrado que ambos queremos un
futuro juntos, que el uno sin el otro,
vagamos por el mundo como almas en
pena.
Nadie puede definir qué es exactamente
el amor, qué se debe perdonar o cuándo,
o por qué las cosas deben pasar de una
manera o de otra. Sólo existe una verdad
para mí. Amo a Julen Anderson, es parte
de mí, de la mujer que soy y seré en un
futuro. Quiero compartir mi vida con él,
mis penas y mis alegrías, quiero
cuidarlo, protegerlo del mundo como él
hace conmigo. Y aún cuando seamos
nosotros mismos los que nos hagamos
daño, que nuestro amor nos ayude a
superar cada piedra que se interponga en
nuestro camino. Amar puede destruir,
puede robarte las ganas de vivir, porque
el desamor, la pérdida de lo amado, te
desgarra por dentro. Es una sensación
que solo conocemos aquellos, que han
perdido su corazón cuando lo han
entregado libremente. No existen
palabras para describir aquello… tal
vez…lo más doloroso que una persona
pueda llegar a conocer a lo largo de su
existencia…Vivir sin los brazos que te
han protegido, sin la mirada que te lo
decía todo, esa mirada…única…no hay
otra igual…sin ver la sonrisa que
provoca que tu corazón golpee tu pecho,
porque acaban de darle un siglo más de
vida… ¿Quién puede vivir sin el amor
verdadero una vez lo ha conocido? Yo
no, ¿soy débil? No lo sé, pero mientras
esté en mi mano, lucharé por mi destino,
que solo conoce un nombre: Julen.
- Por tu bien espero que no me
corten lo que más aprecio- dice Dan
sentándose frente a mí. Neimar
también está con nosotros.
- No lo permitiré, sabes que
puedo con él- le guiño un ojo.
- Ese hombre enfadado da
miedo- Neimar se ríe. Los Black ya
forman parte de nuestra vida, y cada
día, eso se afianza más.
- Tranquilo Neimar, ladra pero
no muerde.
- Si te escuchara, creo que
saldrías corriendo- puede ser, pero
no lo hace.
- Nos quedan unas horitas, así
que, señores, el consultorio Valeria,
abre sus puertas, ¿Cuál de los dos
empieza?
- Yo paso- dice Neimar. Se ha
liado con Lauren, la chica de
recepción de J&Y, pero al parecer,
la cosa no cuaja.
- ¿Y eso por qué?- estoy
intrigada.
- Val, las mujeres sois muy
complicadas. Decís una cosa,
cuando estáis queriendo decir otra,
y yo no tengo ganas de descifrar
cada palabra que sale por la boca
de Lauren.
- Neimar, esa chica te gusta- lo
sé.
- No lo niego, pero también me
gustan otras. Simplemente no ha
salido bien, fin de la historia- lo
veo muy relajado. Así será, se
acabó y punto. A ver si puedo
preguntarle a Lauren, sé que ella
está colgada por él. Se quedó
prendada la primera vez que
Neimar vino a recogerme al trabajo.
- Bueno, pues dejemos esta
historia. Os advierto que hay mucho
tiempo por delante hasta que el jet
aterrice, y estoy con los nervios a
mil, por lo que no os voy a dejar
respirar. Quiero que me ayudéis a
que el tiempo pase rápido.
- ¿Quieres que nos pongamos a
saltar y nos echas cacahuetes?- Dan
y su humor negro.
- ¡Ja, ja, ja! ¡Qué gracioso! Pues
que sepas, que no estaría mal del
todo- eso los hace sonreír.
- Ni lo sueños, antes me tiro de
este avión.
- Dan, no seas burro. Venga,
¿cómo te va a ti con esa chica de
Broocklyn?
- Bien, nos vemos cuando
nuestros trabajos nos lo permiten.
- ¿Bien? Pero no seas así, si Lisa
está encantada con Alissa, hemos
hablado de ella.
- Ya sabes como son las madres,
deseando que sus hijos se casen,
nietos y esas cosas- pone los ojos
en blanco.
- No es cierto, tu madre quiere
que seas feliz, y dice que nunca te
había visto así- está en una nube.
Julen y yo comimos con ella porque
salimos temprano del trabajo, y nos
lo contó, el día antes de que yo
metiese la pata en el hospital.
- Eso es verdad, es la primera
chica que me dura más de un mes.
- ¡Madre mía qué espléndidos
están hoy mis chicos!
- ¡Para qué preguntas!- dice
Neimar-. Tú te lo has buscado.
- También es verdad, señor
borde- le saco la lengua y suelta una
carcajada.
Ver a los Black en esta nueva vida, fuera
de las peleas y las calles de Broocklyn,
es maravilloso. Que Julen les haya dado
una oportunidad en la vida, dice mucho
de mi futuro marido. Bueno, aún no me
ha contestado. Ni siquiera llamado.
Ahí está, antes hablo, antes tengo que
callarme, pero mucho estaba tardando.
- Hola…
- ¿Hola? ¿Quieres volverme
loco? Me pides que me case
contigo, dejándome loco en mitad
de una reunión con todos los
directivos, y ¿te largas?
- ¿Dónde estás?
- Pues con Trévor y Oli, tienen
órdenes tuyas de llevarme al
aeropuerto. Estás como una cabra.
- Pero me quieres.
- Más que a mi vida, aunque
otras te mataría, amor.
- No podrías vivir sin mí.
- Eso es lo que te salva, nena,
eso es lo único que te salva.
- ¡Te prometo que te compensaré
tooooodo este calvario que te estoy
haciendo pasar!- me río.
- ¿Te ríes bruja?
- Siempre eres tú quien me
sorprende a mí, déjame mimarte a ti
también.
- Cariño, estoy como loco por…
por… ¡joder Valeria…!- suspira-,
Necesito besarte y abrazarte, y
decirte….- y yo mi miño.
- Shhhh, cuando nos veamos,
Julen, allí me lo dirás todo.
Incluyendo eso que me mantiene tan
ansiosa.
- Sabes la respuesta, estaría loco
si dijese lo contrario.
- Pero la necesito escuchar de tus
labios, pero a mi manera…
- ¿A dónde me llevan? He tenido
que llamar a Sofía y a Tony, que por
cierto estaba al tanto.
- Claro, estos días en los que
Jorge y él me han adoptado, les he
contado mis planes malvados- se
ríe.
- Eres imposible, amor.
- ¿Imposible? Entre tú y yo, te
recuerdo, que nada lo es- mi cuerpo
tiembla al recordar algo…
- También lo has pensado, dime
que no ha sido así, baby…
- Fue una noche maravillosa- la
canción de James Arthur, Imposible,
qué momentazo en nuestra relación.
Inolvidable, mágico. Julen sabe
crear eso, magia…
- Como tú, porque provocas que
este hombre haga todas esas locuras
por ti.
- Y espero que otras muchas-
sabe de que hablo.
- Sí, muchas, pero no las que tú
deseas, pero te compensaré con
otras.
- Seguro que sí, bebé.
- Bueno, hemos llegado al
aeropuerto, ¿me vas a decir a
dónde me llevan?
- Lo sabrás en breve. No seas
pitufo gruñón, ya queda poco.
- ¿Pitufo gruñón? Ya hablaremos
tú y yo, y te demostraré lo mucho
que gruño.
- Lo espero ansiosa, Diablo…te
quiero…
- Y yo a ti- colgamos.
No digo nada más, y Dan y Neimar
tampoco. Ahora mismo, sobran las
palabras.
Julen

Miami. Ese era el destino de mi jet.


Valeria nos ha traído a nuestro rincón
mágico. Espero que no tenga pensado
salir de estas cuatro paredes, porque no
tengo ganas de soportar a la prensa, han
estado muy pesados últimamente. Cada
vez que veo el rostro de mi chica en
primera plana, tengo ganas de cogerla y
buscarnos un escondite del que no
podamos salir jamás. Y por lo que veo,
ella ha elegido por los dos, y no podía
haberlo hecho mejor.
Hace mucho que no venimos a Miami,
desde que lo hicimos con mi familia y
nuestros amigos, ya no habíamos tenido
otra oportunidad de viajar a nuestro
lugar especial. Es de noche, el jardín
está precioso, siempre hay personal todo
el año cuidando la casa, al igual que en
Ibiza. Bajo del coche, y cuando lo hago
para dirigirme a las escaleras de la
puerta principal, veo algo escrito,
colgado en un precioso papel rojo, con
letras plateadas.
Si sigues queriendo perseguir tu
destino, no te salgas del camino…
Niego con la cabeza sonriendo. La amo
tanto…
La puerta está abierta, al cruzarla todo
lo que se presenta ante mí es…
precioso. Miles de velas de diferentes
colores, con multitud de pétalos de
flores, crean un sendero que me empuja
a subir las escaleras. Pero la nota, la
ponen unas diminutas réplicas de la
misma magdalena que llegó a mis manos
esta mañana, y que ha cambiado mi vida.
En el primer escalón, otro mensaje, al
lado de una rosa roja.
Llegaste a mi vida cuando más te
necesitaba, y ya no sé vivirla sin ti…
Subo corriendo las escaleras, y camino
hasta nuestra habitación. Toda la
decoración es blanca, y la iluminación
resalta sobre este fondo mágico, Veo que
el balcón está abierto, me invita a
asomarme. Está enfocado al mar, y a la
parte que más le gusta a Valeria. Todo
hecho en piedra, y hay un jacuzzi cerca
de la piscina, enmarcado en el mismo
material, junto a una zona chill out,
donde apoyada sobre una barandilla,
mirando al infinito, se encuentra lo más
bonito de mi mundo.
Lleva el pelo suelto, que baila con la
brisa del mar, la temperatura es perfecta,
como ella. Su silueta se aprecia bajo esa
fina bata transparente que cubre su piel.
Saltaría por este balcón para acortar la
distancia que me separa de ella ahora
mismo. Sobre la piedra del balcón, en la
que permanezco inmóvil mirándola, un
nuevo mensaje, dentro de un sobre.
Lo eres todo para mí, un sueño, mi
sueño…lo mejor que me ha pasado en
la vida es encontrarte y enamorarme de
ti…
Vuelvo sobre mis pasos, necesito llegar
hasta ella, pero antes aprecio sobre la
cama un bañador. Tardo dos segundos en
quitarme la ropa y ponérmelo. Parece
que me persiguen, pero soy yo el
perseguidor, y tengo claro mi objetivo.
Por fin…
No se gira, pero yo me acerco a ella,
envolviéndola con mi cuerpo, uniendo
mis manos a las suyas y llevándolas
sobre su vientre. Ella se recuesta sobre
mi cuerpo, y no decimos nada, porque la
canción que suena, lo dice todo…”The
Reason” de Hoobastank.
No soy una persona perfecta…
Sin imaginarlo, los dos susurramos la
letra de la canción, porque ambos,
sentimos un amor infinito el uno por el
otro. Nuestros corazones cantan, cantan
al amor verdadero.
Perdón por lastimarte
Es algo que jamás podré olvidar
El dolor que sentiste
Solo quiero hacerlo borrar
Para decirte la verdad
Se gira entre mis brazos para rodear mi
cuello hundiendo su cara en mi piel.
Bailo con ella si que dejemos de cantar
bajito.
Que hoy por fin encontré
Una razón para mí
Para cambiar lo que fui
Una razón para seguir
La razón eres tú, la razón eres tú…
Necesito sus labios. Detengo el baile y
la busco. ¡Dios mío… qué bonitos están
sus ojos esta noche, brillan más que
nunca! Me pierdo en ellos.
- Sí quiero casarme contigo,
porque tú eres mi razón…- hace
algo que hacía tiempo que no hacía,
y es besar nuestras pulseras-. Te
pertenezco- sonríe dejando escapar
una lágrima, que recojo con mi
boca.
- Y la mía eres tú, y yo te
pertenezco a ti. Te quiero tanto, que
sabe a poco decirlo, vivir esta vida
contigo, será el principio, siempre
querré más a tu lado…
- Y lo tendrás, porque la
eternidad nos espera, una misma
vida nos une por un tiempo, pero un
cielo nos hará eternos- y me fundo
con ella, besándola con toda mi
alma, sintiendo como ella se
deshace conmigo.
Dejo caer por sus brazos la poca ropa
que lleva, esconde su piel bajo esta fina
bata. Mi polla palpita furiosa, deseando
salir para buscar ese lugar del cual
nunca querría salir. La levanto y la llevo
hasta el jacuzzi. Miles de velas nos
rodean, y la luz que se refleja en la piel
de Valeria, hace que desee devorarla.
Siento celos de las gotas de agua que
veo que bañan su piel, mientras me quito
el bañador.
Se tumba, esperándome, abriéndose de
piernas para que vaya a buscarla, y no
tardo en caer sobre ella, sin llegar a
penetrarla. Sus manos aprietan mis
nalgas, y frota su sexo contra mi verga.
Nuestros besos se han vuelto
desesperados, no podemos dejar de
besarnos.
Me apoyo en la piedra para mover mis
caderas, provocándola, juego con sus
pechos, que se ven perfectos a través del
agua. Arquea su cuerpo cuando pellizco
sus pezones.
- Julen…no me castigues más…
- ¿Sabes lo que me has hecho
pasar?
- Pero te dije…- mi polla entra
hasta el final, y la sacude-…Sí…-
gime cuando entro y salgo
lentamente de ella, pero los golpes
que recibe son secos y duros.
Clava sus uñas en mi piel, pidiéndome
más, y no tardaré mucho en dárselo. Mis
dedos llegan hasta nuestros cuerpos
unidos, y froto su clítoris, para que se
corra. Mi boca asalta la suya, la muerdo
dejándome llevar por la excitación.
- No dejes de hacer eso…-
pero…- no…- solloza. Empujo más
fuerte, el agua del jacuzzi está tan
enloquecida como nosotros.
- Prométeme una cosa, amor…
- Lo que quieras…- abre sus ojos
para conectar con los míos. Ver
todo lo que veo en ellos, nunca
habrá manera de agradecérselo a su
corazón, por haberme elegido.
- Que nunca más huirás de mí-
ambos gritamos al unísono al tocar
ese punto maravilloso que la vuelve
loca.
- Dios…- cierra los ojos.
- Mírame, amor- me detengo y
abre los ojos como platos, pero
serena, acariciando mi cara.
- Nunca más huiré de ti, me
entrego a ti, para siempre, Julen…
- Para siempre…- y mis caderas
cobran vida. La llevo al orgasmo, y
al sentir como se corre, mi polla
posee su sexo castigándolo sin
piedad, hasta derramarme en su
interior con toda mi alma, con todo
de mí.
- Madre mía… - dice.
- Madre mía…- contesto a eso.
Ha sido sublime… ¿pero cuándo no
lo es?
No hemos dejado el jacuzzi y Valeria
está tumbada sobre mi pecho, besando
mi cuello mientras acaricio su espalda
arriba y abajo.
- Vas a ser mi mujer, esta vez no
te me escapas.
- Porque tú has aceptado ser mi
marido.
- No has querido darme el sí
quiero antes, pero ahora, entiendo
por qué. Gracias amor, no podía ni
imaginar por un segundo, que
preparabas todo esto. Es lo más
bonito que han hecho por mí nunca.
- Eres un impaciente.
- Porque estoy como loco porque
seas mi mujer, baby. Te quiero de
todas las formas que pueda tenerte
en esta vida, y ser mi esposa, es el
principio de esta nueva etapa
contigo.
- Y me tendrás- dice muy segura-,
de todas las formas posibles,
cariño.
- No dejo de soñar con la que
más me asusta, pero también es la
que más anhelo. Cuando miras a los
niños en el parque, cuando estás con
Jane o Irina, se rompe algo dentro
de mí. Siento que nos he robado
eso, un bonito sueño.
Se sienta a horcajadas rápidamente
sobre mis piernas, cogiendo mi cara
entre sus manos.
- No vuelvas allí, ya no mi amor.
Pasó y ya nada podemos hacer por
cambiar las cosas. Tal vez ese no
era nuestro momento, no lo sé, no
entiendo la vida muchas veces, pero
no vamos a castigarnos más por
cómo la estamos viviendo. Cuenta
el ahora, lo que somos, hacia donde
caminamos, y aquello por lo que
queremos luchar. Yo lucho por ti,
por nosotros, por seguir cumpliendo
cada uno de tus sueños.
- Mi sueño eres tú, yo lucho por
ti.
- Pues cógeme fuerte la mano-
aprieto fuerte sus nalgas. Eso
provoca sus carcajadas. Qué
hermosa imagen. Su pelo mojado,
sus ojos son las estrellas más
bonitas de mi cielo, y su sonrisa…
¡qué daría yo por tener esta imagen
frente a mí cada segundo de mi
vida!
- Tenemos una boda qué
preparar.
- En Ibiza.
- En Ibiza- repite asintiendo.
- ¿Estás segura de casarte con
este viejo cascarrabias?- pregunto
mordiendo su labio inferior-. Tengo
más teclas que un piano, ¿lo sabes
no?- me roba un beso que hace que
vibre mi corazón, y otra parte de mi
cuerpo. Ella mueve sus caderas
para provocarme.
- No cambiaría ni una cosa de ti,
porque te amo tal y como eres, con
tus virtudes y tus imperfecciones.
Aunque estas últimas todavía sigo
buscándolas.
- Pues…- le hago cosquillas y se
revuelve haciendo que el agua nos
salpique-…¡voy a empezar yo a
buscar por aquí abajo, las tuyas, a
ver qué encuentro…!
Seguro que algo bueno…y muy dulce,
como el mango…
Valeria

Mi dedo anular izquierdo, vuelve a lucir


un anillo precioso. El de mi
compromiso, y Julen ha vuelto ha
ponerse el suyo. Las alianzas de la boda,
las escogeremos otra vez, las anteriores
no valen, no las queremos. Estos sí,
porque el momento que los trajo a
nuestras vidas fueron muy especiales.
Madrid y la Puerta del Sol…¡qué
momentazo! Julen es así, sabe cómo
mantenerme en alerta.
Las cosas no parecen mejorar entre Beth
y Alan, ella lo llama todos los días, pero
no hay respuesta por su parte. Me voy
al despacho de Jorge, porque necesito
unos minutos de descanso. Llevo dos
días de locos, sí, me lo merezco por
irme a Miami en plena campaña, pero lo
que va delante, pues eso, va delante.
- ¿Se puede?- esa carita…- ¿Qué
te ocurre?
- He discutido con Tony- dice
muy enfadado.
- ¡Vaya por Dios, estamos finos
últimamente, no damos una!
- ¡Es que tiene narices la cosa!
Es el primero que se pone celoso,
no le gusta que me vea rodea de
hombres guapos. Los modelos, ya
sabes. Pero él, se va de comida con
un compañero de trabajo que no me
gusta nada. Está buscando comer en
casa ajena, y él se lo permite.
- ¿Estás seguro de eso?- la
verdad es que Jorge es muy
inseguro, debido a sus relaciones
anteriores, pero también sé que
pocas veces se equivoca.
- Sí, sólo he tenido que comer
con ellos para darme cuenta de que
no me equivoco- se levanta para
mirar por los ventanales-. Desde
que Alan tuvo ese accidente, este
gilipollas, porque no hay otra forma
de llamarlo, se ha convertido en su
nueva sombra. Es el sustituto
temporal de Alan, que por cierto, ha
nombrado tu querido prometido.
¡Menudo ojo tiene!
- Venga Jorge, si Julen lo ha
escogido, será porque es bueno en
las finanzas, y no porque quiera
tirarse a tu chico.
- ¡Joder, lo sé, pero estoy que me
subo por las paredes! Cuando
estamos en casa cenando, y lo
nombra para contarme cualquier
cosa, me revuelve el estómago.
- Pero con Alan no te pasa.
- Porque no quiere tirarse a mi
novio, esa es la diferencia.
- ¿No pueden ser simplemente
celos?
- No, Val, te juro que eso lo
huelo. Siempre tengo un radar para
esa gente que no respeta nada, y
sabes de lo que hablo, en Valencia
viví mucho de eso- es verdad.
- ¿Qué dice Tony?
- Nada, que los celos me ciegan y
que no puedo ver más allá de una
simple relación laboral. Lo que
pasa, es que él no se ha dado
cuenta, porque pasa de ese chico.
- Eso es lo único que tiene que
importarte. Tu pareja pasa de su
culo, nunca mejor dicho- intento
hacerlo reír pero no funciona.
- Evidentemente ayuda, pero no
tranquiliza. Si una de las secretarias
de Julen, quisiera tirárselo, tú…
- Vale, vale, lo he pillado- ya
estaría lejos de él.
- Quiero tu ayuda, necesito que
me hagas un favor.
- Miedo me das, nene, pero
venga, soy toda oídos…
En un restaurante de la Quinta
Avenida…
- Ya sabes lo que tienes que
hacer, nena. No me falles.
- ¡Joder, qué presión, estoy
nerviosa y todo!
- Pues relájate.
- Julen te mata y me mata, ¿lo
sabes?
- Tú sabrás apaciguar a la bestia-
esa palabra me hace sonreír.
- Bueno, me gusta más que esté
en alerta.
- No te pongas a desvariar,
enferma del sexo, ¡y a por ello!-
¡Que dios nos asista!
Camino hacia los baños, cojo el bolso
con fuerza, pegándolo bien a mi cuerpo.
Sigo a un hombre, y este es el momento
de pillarlo como espero.
Él entra en el servicio de caballeros, y
yo me mantengo a la espera. Nadie a la
vista, eso ayuda mucho.
- Perdón, no la había visto-
respira nena.
- ¿Tan mayor me ves?- me mira
de arriba abajo.
- No, la verdad, te veo muy bien.
- Eso me gusta más, porque la
verdad, es que yo te llevo viendo
varios días, y hoy, no he podido
evitar acercarme a ti. Me gustas, y
tenía que decírtelo- veo que
retrocede un paso.
- Oye…
- Selma.
- Selma, no es por ti, es…
- Tienes pareja.
- No, ya quisiera tenerla, en
concreto, tenerlo. Soy gay- bingo,
Jorge ha acertado en la primera
parte.
Miro a la mesa donde está Tony sentado,
esperando que su compañero de trabajo
regrese.
- ¿Ese es el hombre al que
quieres tener?- señalo con la cabeza
a Tony.
- ¿Tony? No, él sólo es un
compañero de trabajo, más bien un
superior. Trabajo para Industrias
Anderson, y mi jefe sí es un
auténtico bombón, ¡Quien pudiera
comérselo!
- Mas quisieras chato…
- ¿Qué has dicho?
- Nada, nada, una tontería.
¿Entonces? Ya me has dejado
intrigada, a la vez que
desconcertada al enterarme que eres
gay. ¡Menudo palo me he llevado!
- Quiero que sepas que eres una
mujer increíble, al menos lo que ven
mis ojos, si fuese hetero, no dudaría
en salir contigo, pero la verdad, es
que me he pillado por el novio de
mi superior, se llama Jorge.
- ¿Cómo?- me ha salido un gallo.
Me he quedado sin voz.
- ¿Lo conoces?
- ¿Yo? No, no …-recupero mi
voz-. Yo sólo me había fijado en ti,
no sé de quien me hablas, pero,
tengo que irme, siento mucho todo
esto, la verdad- empiezo a caminar.
No quiero que Tony me vea.
- Espera, ¿podemos ser amigos?
Si quieres…
- Eh…tal vez más adelante, si
nos volvemos a encontrar, tengo que
superar este mazazo. Adiós…
- ¡Logan, me llamo Logan!
- Vale Logan, pues.. ¡suerte en la
vida!- y salgo por patas del
restaurante hasta llegar al coche,
que me espera en la esquina.
- ¡Te mato, yo a ti te mato!- me
quito la peluca y las gafas de sol
que me he puesto-. Tienes el ojo en
donde yo te diga.
- ¿Qué ha pasado?- pregunta
intrigado mientras Dan arranca el
coche.
- Dan, de esto ya sabes, ni una
palabra a Julen hasta que yo se lo
cuente.
- Soy una tumba.
- ¿Me quieres decir qué ha
pasado ahí dentro?
- Sí, señorito, enseguida te lo
cuento, vas a quedarte de piedra.
Vamos a tomarnos algo, porque me
he quedado seca, demasiada
emoción para mi cuerpo.
- ¿River?- pregunta Dan.
- Sí, le contesto, y luego
regresamos a las oficinas, queda
mucho por hacer y poco tiempo, y
ya el señorito Jorge, nos ha hecho
perder demasiado- Jorge está
alucinando sin entender nada. No
podemos retrasar más el desfile,
esta vez no.
- Espero una explicación- dice
cruzando sus brazos sobre su pecho.
- Y tendrás dos. Una por tonto, y
otra por idiota- abre la boca como
un pez, pero no digo nada más hasta
que lleguemos al River y se me pase
este sofoco.
¡Qué complicado es el amor! ¿Pero
podemos vivir sin él?
Julen

Creo que me he equivocado, Valeria así


lo asegura, no ha dejado de repetírmelo
toda la semana. Ayer celebramos nuestro
compromiso en la mansión de Alpine de
mis padres, mi abuela estaba allí, y por
supuesto Alan. Le han dado el alta, y
celebramos todo en esa noche. Hicimos
una conexión por Skype con la familia
de Valeria para comunicarles que nos
casamos, y contra todo pronóstico mío,
se alegraron mucho por la noticia. Hasta
Iván me felicitó. Las cosas parece que
por fin marchan bien.
Al menos algunas. Otras, lleva su tiempo
solucionarlas, porque no sé por donde
cogerlas. Y otras, lleva un poco más
digerirlas, como que tu prometida se
disfrace para tontear con un hombre. A
Tony se le escapó ese hecho entre
bromas, y casi me atraganto con la copa.
Esta mujer quiere acabar conmigo y con
mi paciencia. Pero así son los detectives
Jorge y Valeria, no descansan sino hacen
una de las suyas. Tony me puso al tanto
de todo en la cena, Jorge se lo confesó
la misma noche de la gran hazaña, cosa
que mi chica no. Sé por qué, no quería
cabrearme y no debo darle mayor
importancia, pero al llegar a casa,
saltaron fuegos artificiales. La traca
final fue…lo mejor, pero antes, hubo
demasiada pólvora. Tarde o temprano
me lo hubiese dicho, y ahora entiendo
ciertas actitudes de mi bruja particular.
- A veces me asusta tu reacción, por eso
no te lo he dicho antes, y no quería
estropear las cosas, estoy harta de
discutir y de enfados- me dijo-. Fue un
favor, y lo hice porque sabía que era
gay, nada más. Y encima, estás más
posesivo que nunca- eso es verdad, pero
no por ello debió ocultármelo. Pero lo
dejaremos pasar.
Voy camino del aeropuerto a recoger a
Angelo, mañana es el último desfile
antes del verano para la presentación de
la nueva colección de J&Y, y él estará
presente porque sus telas, son claves,
muy importantes en los diferentes
modelos que Yara ha creado.
No he podido decirle nada de Ellen, no
salían las palabras de mi boca, y ahora
no me queda otra que hacerlo cuando lo
tenga delante. No puedo dejar que se la
encuentre en ese evento, será un shock
para él. Si no quiere verla, estará a
tiempo de regresar a Italia. Un jet lo
llevará de vuelta.
- Hola baby.
- ¿Estás ya con él?- está
impaciente con este tema.
- No, aún no he llegado al
aeropuerto, pero si lo tuviese al
lado, ¿no crees que está fuera de
lugar que tú y yo hablemos de ello?
- Lo sé, vale, lo siento, es que no
saber qué pasará, me pone de los
nervios. Ella está tan tranquila,
parece que le importa una mierda
volver a verlo, o al menos, es una
gran actriz.
- Eso se verá si él acepta
presentarse, cuando se encuentren,
ahí será la prueba definitiva.
- Julen, debiste decírselo antes,
era lo mejor.
- No me tortures más, cariño,
ahora ya es tarde para eso.
Esperaremos a ver cómo se lo toma.
Una cosa así, creo que es mejor
decirla a la cara. Cada uno tiene sus
métodos. Él utilizó la televisión
para que yo te encontrase.
- Sí, cierto- resopla-. Vuelve
pronto, te echo de menos, y esta
mañana no nos hemos visto, has
madrugado mucho.
- La reunión que se quedó
pendiente por una magdalena, ¿te
suena?- eso la hace reír.
- No, la verdad es que no
recuerdo nada de eso.
- Ya te refrescaré la memoria, no
te preocupes. Amor, hemos llegado.
- De acuerdo, suerte.
- La voy a necesitar. Un beso, te
quiero, baby.
- Y yo más, bebé, hasta luego- y
cortamos la comunicación.
Cojo aire, me hará falta, esto no va a ser
nada fácil.
Bajo del coche. Angelo baja del jet que
he enviado para que lo recojan, y con él
viaja una mujer. Esto no lo sabía. Las
cosas mejoran por momentos. Me suena
la cara de ella, creo que es la secretaria
que tenía Valeria en Italia, la
responsable de que mis flores llegasen a
su despacho.
- ¡Hombre, esto sí que es todo un
recibimiento!- nos abrazamos.
- No te mereces menos- le
contesto separándome de él.
- Ella es Rebecca, mi
acompañante- la saludo dándole la
mano.
- Encantada de volver a verlo,
señor Anderson.
- Por favor, tutéame.
- Puede que la recuerdes, era la
secretaria de tu prometida- confirma
Angelo mis sospechas.
- Sí, la recuerdo, me ayudó
mucho en esa etapa de reconquista
de mi futura mujer- ella me sonríe.
- Fue todo un placer, que triunfe
el amor, es algo precioso.
- Preciosa su prometida, no se la
merece- será cabrón.
- Gracias, amigo- le respondo
con sarcasmo.
- De nada, venga, llévanos al
hotel que estoy cansado- se acerca
para hablarme al oído mientras
Rebecca entra en el coche-. Esta
mujer es insaciable, acabará
conmigo.
- No creo que tengas queja- le
contesto.
- No me quejo, pero
sinceramente, me aburro mucho con
ella fuera de la cama. No sabes lo
que te envidio, Julen. Cuida a esa
mujer, el amor, no suele llamar dos
veces a tu puerta, mírame a mí-
ahora o nunca. Lo siento por
Rebecca, pero puede volverse en el
jet, no tengo ningún problema.
- Angelo…
- ¿Por fin me lo vas a contar?-
me deja sorprendido.
- ¿Cómo?
- Sé que intentas decirme algo
desde hace varios días, tú nunca te
quedas encajado en una frase. Eres
claro y directo. Nos conocemos
desde hace muchos años. Puede que
no nos veamos todos los días, y que
empezamos una amistad con fiestas
locas. Pero cuando estuviste en
Italia, y yo en Nueva York,
maduramos esos lazos de jóvenes
alocados. Cuando te importa alguien
lo escuchas, y tú para mí, eres como
el hermano que nunca tuve. Ya sabes
la mierda de familia que tengo, así
que, dispara Julen.
- Joder, voy a tener que tener más
cuidado con eso de resultar un libro
abierto, creo que el amor me ha
ablandado.
- Puede que sí, por ello daremos
gracias a tu española- ambos
sonreímos.
Nos acercamos al coche.
- Trevor, lleva a la señorita a su
hotel y luego ven a recogernos.
Angelo y yo tenemos negocios que
tratar, y no pueden esperar-
Rebecca no dice nada.
- De acuerdo- contesta Trevor.
- Iré más tarde Rebecca, ya has
escuchado a Julen.
- Bien, te esperaré para comer-
contesta conforme. Angelo asiente y
se aleja del coche antes que yo.
Ningún gesto cariñoso a la vista.
- Veo que rebosas amor por esa
chica- le digo caminando por el
aeropuerto. Le enviaré un mensaje a
Trevor de que estoy en una de las
cafeterías de la zona.
No contaba con esto, la prensa, ya los
tenemos encima.
- ¡Señor Anderson, por favor!-
caminamos rápido para entrar en un
local donde no puedan
molestarnos-. Nos ha llegado la
información de que su pareja ha
sufrido un aborto. ¿Es eso cierto?-
se me corta la respiración y me paro
en seco. Me giro bruscamente para
encararlos a todos.
- Creo que hasta día de hoy, la
señorita Fernández y yo, hemos sido
muy respetuosos con su trabajo,
dejando que nos fotografíen, y
respondiendo a sus preguntas. ¿Me
equivoco?- un silencio general de
las personas que me apuntan con sus
micros y me graban con sus cámaras
se cierne ante todos-. No sé de
dónde sacan esas informaciones,
pero les aseguro, que no pienso ser
benévolo con nadie. Mis abogados
perseguirán a todo aquel que intente
dañar el honor de mi mujer o de
cualquier `persona importante en mi
vida. Así que, piensen dos veces las
cosas, antes de soltar gilipolleces
por eso que llaman boca. Buenos
días- y seguimos con nuestros
pasos, y ya nadie nos sigue. Sólo
Oliver, él sólo no podía con todos
los periodistas, pero yo sí.
Llegamos a una mesa en el fondo de la
cafetería que hemos elegido, y Oliver se
queda en la puerta.
- Esos buitres se enteran de todo,
nunca entenderé como- dice Angelo.
- Pues muy sencillo. Algún
miembro del hospital en el que
estuvo Valeria, se ha vendido.
- ¿Pero no firmaron todos los
implicados un acuerdo de
confidencialidad para que esto no
ocurriese?
- Sí Angelo, pero se lo han
pasado por el forro. No por mucho
tiempo- hago una llamada-. Calvin,
busca el contrato que recibiste del
hospital Santo Rey de España, y
averigua quién cojones lo ha roto.
Quiero su cabeza. En dos días
quiero respuestas. De acuerdo.
- Vaya, no te andas con tonterías.
- Cuando se trata de Valeria no.
Tengo al mejor abogado y…
- A unos cuantos diría yo.
- Sí, pero Calvin es quien lleva
el peso, no se le escapa ni una- me
froto la cara-. ¡Joder, no hay manera
de vivir tranquilo! Si Valeria se
entera de que esa noticia anda por
ahí, lo revivirá todo otra vez, y no
quiero que pase por eso. Bastante
jodido sigue siendo todavía, como
para que nos echen más mierda
encima. A esa persona, le va a pesar
cada euro recibido por vender el
honor de mi mujer, lo juro.
- Tranquilo, rezaremos para que
tu sermón haya servido de algo, y
que al no darle importancia y
cortarlo con tiempo, lo hayas
parado para que no salga a la luz en
alguna revista o canal de televisión-
eso ya sería la guinda del pastel.
- Bueno, vamos a dejar de lado
esta mierda, para meternos en otra-
frena Julen. Relájate, Angelo no
tiene la culpa de nada.
- ¿Mierda? ¿De qué hablas?-
bien Julen, eres el mejor soltando
bombazos. Tal vez deberías
habérselo dejado a tu chica y te
ahorrarías muchos disgustos.
- Perdona, se me ha ido la
cabeza- frunce el ceño-. Lo que
tenemos que hablar, es algo muy
delicado, de hecho, no sé ni como
empezar.
- Pues por el principio,
lógicamente.
- Angelo, el principio está muy
lejano, es mejor centrarnos en el
presente- le contesto uniendo mis
manos en la mesa. Nos sirven dos
martinis.
- Me estás poniendo nervioso, y
sabes que eso no es fácil.
- Lo sé, pero decirte esto
tampoco.
- ¡Suéltalo de una puta vez!- allá
voy, en frío, sin darle más vueltas.
- Ellen- se queda quieto,
mirándome sin parpadear.
- ¿Qué?- su voz sale ahogada.
- Ellen, la mujer de la que te
enamoraste y de la que sigues
enamorado, está aquí, en Nueva
York, concretamente en Manhattan,
y para ser más exactos, trabajando
con mi prometida. Ella la contrató-
silencio. Silencio. Silencio….-
Angelo…
- ¿Estás de coña? ¿Me… me
estás tomando el pelo?- se levanta
de la silla muy histérico,
paseándose de un lado a otro frente
a mí-. ¡Eso no es verdad, no puede
ser, no…no me lo puedo creer!- se
detiene de repente acercándose a la
mesa y apoyando ambas manos para
que su cara quede muy cerca de la
mía-. Dime que no es verdad.
¡Miénteme!
- No puedo, es verdad, ella está
aquí.
- ¡Joder!- se sienta pasándose la
mano por el pelo. Cierra los ojos-.
¿Cómo es posible, Julen? La busqué
durante años, lo sabes, se esfumó
cuando supo quien era.
- Se sintió estafada, engañada
por ti.
- Me equivoqué, pero la amaba,
eso era cierto, y ella lo sabía, no se
puede fingir eso- sus ojos brillan, su
cara está descompuesta.
- Fingiste ser un camarero para
acercarte a ella, cuando eras uno de
los ricachones a los que ella
atendía- le contesto. No quiero
machacarlo más, pero llevó su
mentira demasiado lejos, y por ello
la perdió. No pudo creer de Angelo
nada más que sus mentiras.
- Era joven, estúpido y no sabía
que ella reaccionaría así- sólo
quería estar a su lado, pasar el
mayor tiempo posible con ella, por
eso lo hice.
- Sí, pero todos sus compañeros
sabían quien eras, compraste su
silencio para que no te delataran. Se
sintió el payaso del circo que
montaste, me lo contaste así.
- Sí, ver su cara…aún me duele
ver esos ojos tristes al descubrir mi
engaño. Fue horrible…
- He intentado decírtelo por
teléfono, pero no he podido, quería
verte. He estado a punto de ir a
Italia, pero las cosas se tuercen
cada día por una cosa u otra, y ha
tenido que ser hoy. Puedes regresar
a Italia, Valeria y Yara lo entienden,
y mi chica está al tanto de todo,
sabe que esto podría pasar.
- ¿Irme? ¿Estás loco? La mujer
por la que llevo suspirando toda mi
vida está aquí, aquella por la que
me he convertido en un hombre
vacío, sin alma, que no siente nada
cuando toca a otra mujer. Sólo sexo
vacío, Julen, nada más. Morí el día
que la perdí, y si tengo una
oportunidad de volver a la vida,
pelearé por ella- eso me suena…
- No sé lo que te encontrarás,
pero no habla muy bien de ti, ya te
adelanto eso.
- Es una italiana con mucho
carácter, por eso me enamoró. Ver
cómo se las gastaba con aquel que
le tocaba las narices, era todo un
espectáculo- habla sin mirarme
perdido en sus pensamientos, hasta
que decide hacerlo para decir: -
Llévame con ella, no puedo pasar
un segundo más sin ir a buscarla.
- Angelo, espera a mañana,
debes…
- ¿Esperar más? Ni un segundo
más Julen, ni un segundo más…
Angelo y Ellen

Me sudan las manos, llevo diez minutos


frente a la puerta que cambiará mi vida.
Lo que no sé, es hasta que punto, Julen
quería quedarse esperando por si esto
era rápido, es decir, un auténtico
desastre, pero prefiero lamerme las
heridas en soledad.
Después de años esperando algo así,
donde ya me había rendido a tener
esperanzas de volver a verla, de
repente, la encuentro. Imaginaba que
estaría casada, con hijos, feliz con algún
cabrón afortunado que tendría la suerte
de envejecer con ella, de ser el hombre
más afortunado del mundo por ser el
elegido de Ellen. Pero eso no ha pasado.
Julen me ha contado porque Valeria así
se lo ha hecho saber, que no hay nadie
en su vida, que renunció al amor hace
tiempo… ¿Eso me da alguna esperanza a
mí?
Averígualo Angelo.
Llamo al timbre del apartamento en el
que vive, uno del imperio Anderson,
exclusivo para los trabajadores de sus
empresas.
Abren la puerta y escucho como miles
de pedazos se esparcen por el suelo y
que pertenecen a una taza de café…
Ellen
Mi corazón acaba de dejar de latir, no
puedo moverme, mi cuerpo no
reacciona, la imagen del hombre que
aparece ante mí, es un fantasma del
pasado, uno que me persigue cada noche
desde que lo encontré hace años en un
crucero.
- Hola Ellen- dice el fantasma.
No consigo articular palabra-.
¿Ellen? ¡Joder, di algo!- no digo
nada, cierro la puerta en los morros
del fantasma. En las películas
atraviesan las puertas y paredes,
pero esta es blindada, tal vez tenga
suerte y pueda serlo también contra
los espectros.
Suena el timbre otra vez. Y otra.
- Ellen, por favor, habla
conmigo, sé que esto es…
Angelo
La puerta se vuelve abrir y empieza el
espectáculo.
- ¿Desde cuando los fantasmas
hablan? ¡Tú! - me empuja-, ¡tú no
eres real, fuera de mi casa!- sigue
golpeándome y dejo hacerle creer
que puede moverme. Me lleva casi
al exterior de la verja que bordea la
urbanización. Voy a decir algo pero
no me lo permite-. ¡Cállate, las
cosas extrañas como tú, no hablan,
sólo molestan en sueños…!
- ¿Sueñas conmigo, estrella?- la
llamaba así, porque es como yo la
veo, como la luz que ilumina mi
cielo oscuro.
- ¡No me llames así!- grita
enfadada-. ¡No tienes derecho a…!-
se acabó. La cojo apresando sus
brazos por detrás de su cuerpo y la
pego al mío. Me apodero de su boca
y ella se resiste, pero no desisto, la
sigo besando hasta que poco a poco
deja de forcejear, y se entrega a mí.
Su lengua se une a la mía sin que
pueda hacer nada por evitarlo.
Suelto sus manos que agarran mi
pelo con fuerza para profundizar el
beso. La llevo hasta el interior del
apartamento. No hay quien detenga
esto, y juro que tampoco lo
permitiré. Las explicaciones
llegarán después. Me desea, tanto
como yo a ella, y siento algo bajo
mi pecho…
Mi corazón, ha vuelto a latir, resucita de
su letargo al que fue relegado cuando
murió de amor…el mismo que ahora, le
devuelve la vida…
Valeria

Estoy que me subo por las paredes, no


sé qué hacer, llamar o no llamar, ¡jodido
dilema! Miro a Julen que está jugando
con Kai tan tranquilo, como si ahí fuera,
no pudiese haber en estos momentos,
dos personas matándose, después de
años sin verse, porque hubo mucho daño
de por medio.
- Baby, ¿quieres relajarte?- me
dice sentado en el suelo. Voy hasta
ellos y me siento a su lado. Estamos
junto a los ventanales, sobre una
alfombra que Kai adora, porque el
sol que cae sobre ella durante el
día, cuando tenemos la suerte de
que nos inunde con su presencia.
- ¿Cómo lo haces?
- ¿El qué?
- Estar así de relajado, yo no
puedo vivir con este sin saber, qué
ha pasado con Angelo y Ellen- me
recuesto en su hombro y besa mi
pelo. Huele tan bien.
- Pareces Kai, siempre
oliéndome.
- Tonto- digo haciéndole una
mueca y el responde con otra pero
dándome un beso.
Kai se cansa de sus juegos con Julen y
se sube al piso de arriba, se pone a
correr como un loco. He cerrado la
planta de la piscina, porque ahora le ha
dado por tirarse al agua, y lo pone todo
perdido. Muy listo nuestro perro.
- Ven aquí- me sienta entre sus
piernas, de espaldas a él,
entrelazando nuestras manos.
- ¿Crees que estarán bien? Es
algo bastante fuerte encontrarse
después de tantos años y de esta
manera.
- Lo es, pero Ellen sabía que iba
a verlo. Tú se lo has dicho, sólo que
el momento se ha adelantado.
- ¡Y de qué manera, Julen! ¡Ha
sido una encerrona en toda regla!
- ¡Oye! Me gustaría conservar lo
que tengo entre las piernas, me va
muy bien con ello, por eso ni me
gusta meterme en a vida de lo s
demás- empuja sus caderas para que
note eso que tanto se aprecia. Nos
reímos y después de besarnos le
digo:
- Han pasado horas, yo creo que
uno de los dos nos hubiese dicho
algo, ¿no crees?
- O tal vez están asimilando las
cosas, no lo sé, baby, pero
confiemos en que todo ha salido
bien.
- Eso es pedir mucho, y a la par,
sería maravilloso. Ella sigue colada
por él, pero le puede el orgullo.
Con razón.
- A veces el orgullo hace que nos
perdamos a personas y vivencias
increíbles. Hay que saber medir las
cosas, el orgullo está bien hasta
cierto punto.
- Pues mira eso que dices.
- ¿Yo? Pero si contigo lo he
perdido todo, nena, soy un
“calzonazos”, me has dejado
reducido a la nada.
- No es para tanto, pero está bien
que lo reconozcas, que el Diablo
come de la mano de su Diablesa-
me veo tumbada en el suelo con
Julen sobre mí en segundos. Mis
manos a ambos lados de mi cabeza.
Rodeo su cintura con mis piernas.
Él empuja y juega con unos
movimientos que me ponen en
alerta. Noto lo duro que está, y mi
sexo empieza a temblar de
excitación.
- Me vuelves loco- aparta mis
bragas a un lado y se baja los
pantalones del chándal para sacar
su verga lista para follarme.
- ¡Oh…!- jadeo cuando entra en
mí.
- Tan caliente y empapada como
siempre….
- Que estás cerca, tú me tienes
así- empuja fuerte, llenándome con
su polla hambrienta de mí.
- Tu coño está hecho para mí-
susurra en mi oído-, sólo para mí.
La miel que nace de él es mía- se
sale dejándome un vacío inmenso
que rápidamente en colmado con su
boca y su lengua experta. Me coge
por el culo para servirse de mí, y
llevarme al orgasmo mientras su
lengua me folla. Sus ansias son
desmesuradas, y desciende hasta mi
ano, besándolo, humedeciéndolo,
enloqueciéndome con todo lo que
me hace. Me da la vuelta,
penetrándome hasta el fondo. Mis
manos se apoyan en el suelo
cayendo mi pelo sobre él. Julen
empuja sin descanso sus caderas
que golpean y golpean hasta
movernos por el suelo. Esto es
salvaje, alucinante…
- ¡Joder…!- se deja ir pero no
para hasta vaciarse por completo.
Terminamos rendidos en el suelo.
- Madre mía, menudo viaje
hemos dado- sonríe triunfal de ver a
su prometida tan satisfecha.
- Nunca te había follado así, pero
lo repetiremos.
- Apuesto por ello- nos besamos
y viene a mi cabeza una cosa-.
Julen…
- Dime amor de mi vida, ¿qué
ronda por esa cabecita?- me conoce
bien.
- Tu orgullo.
- Déjalo- le he dado tiempo para
pensar, es demasiado rápido.
- Bebé…
- No- se levanta del suelo y me
tiende la mano para tirar fuerte de
mí y pegarme a su cuerpo-. Beth
está fuera de mi vida. Y si tengo la
más mínima oportunidad, la sacaré
de la tuya.
Fin de la conversación.
Valeria

Todo está preparado para la gala de


esta noche, hace apenas unos minutos,
he terminado una conversación con
Beth. Julen para no perder el hilo de
su humor cuando ella aparece en
escena, ha terminado por dejarme
sola, y bajar al piso de abajo mientras
termino de vestirme. Jorge, Tony y
Alan, qué maravilla tenerlo de
regreso, esperan tomándose algo.
- Toc, toc- es Jorge-. ¿Ya has
cabreado al culo más sexy del
mundo? ¿No te cansas de eso?- me
retoco un poco el maquillaje, antes
de que Beth me llamase, Julen
estaba revisando mi vestuario a
conciencia…
- No he hecho nada, Jorge, ella
me ha llamado, quería saber cómo
estaba Alan, y también si lo tenía
todo listo para la gala.
- Intenta separar un poco a Beth
de todo esto, al menos durante un
tiempo. Los ánimos están calentitos,
espera a que las cosas se calmen
para seguir haciendo de las tuyas,
porque una cosa tengo clara, y es
que no descansarás hasta que esos
dos hablen- se sienta sobre la cama
del dormitorio, y juega con Kai, que
busca que le rasquen la barriga.
- Pues te equivocas, no pienso
meterme en ningún lío más. No
después de lo que ocurrió con la
madre de Alan, incluso con él. Fue
muy desagradable todo, y metí la
pata. No pienso discutir con Julen
por culpa de terceros. Nosotros
mismos ya vamos sobrados con lo
nuestro, como para crear peleas de
enamorados.
- Sí, pero luego llegan las
reconciliaciones. Hay que sacar lo
positivo de todo- lo miro y nos
reímos.
- Hemos pasado por mucho este
año, y no quiero añadir más mierda
a la mochila. Creo que ya está llena.
Vamos a casarnos, y esa es mi
mayor ilusión ahora.
- Será una boda muy esperada,
por todo el mundo. Y lo digo
literalmente- es verdad, pero
haremos lo imposible porque sea lo
más privada posible. Daremos a la
prensa algo de carnaza para que nos
respeten, y que de ahí no pase la
cosa.
- Crucemos los dedos para que
no se tuerza nada- me quedo
mirando mi reflejo en el espejo. He
elegido un traje de noche de color
champán. Lleva un cinturón que
define mis caderas, y cae hasta el
suelo, con un pronunciado escote y
la espalda libre de tela. Recoge a la
perfección mis pechos. Yara es una
artista. Forma parte de la próxima
colección, y ha querido que me lo
ponga esta noche.
- ¡Quien mejor que tú para
hacernos publicidad!- tengo que dar
una pequeña rueda de prensa con
ella al finalizar, pero antes,
posaremos en el photocoll.
Llevo el pelo recogido en una elegante
cola de caballo. A Julen no le gusta ni
mi cabello así, ni el escote. Pero es lo
que hay. Él está impresionante, como
siempre, también hará publicidad a su
hada con el esmoquin que se ha puesto.
Vamos a tener que renegociar ciertos
puntos con mi jefa…
Jorge se acerca y me abraza por detrás.
Estamos muy guapos, el espejo me lo
muestra, y me gusta tenerlo así. Siempre
cerca de mí.
- Nada impedirá que seas la
señora Anderson, todo saldrá bien-
besa mi mejilla.
- Tengo miedo, de todo, a veces
siento como si se fuese acabar.
- ¿Por qué?
- Por lo feliz que soy con él. Es
como si eso no pudiese durar
eternamente, que algo malo tiene
que pasar.
- No siempre las cosas tienen que
salir mal, confiemos en el amor, y
un poquito en la vida.
- La vida es un jodienda Jorge,
pero realmente hermosa a pesar de
todo…- susurro pensando en Julen.
- Jorge- es Julen. Está aquí, no lo
hemos escuchado subir-. ¿Me
permites unos minutos a solas con
mi prometida?
Jorge y yo nos separamos, no sin antes
unir mis labios a los suyos. Antes a
Julen eso le molestaba, se ponía celoso,
ahora entiende quien es Jorge para mí.
Al salir de la habitación, Jorge le
aprieta el hombro a Julen. Me gusta ver
que se llevan bien, que todo lo malo ha
quedado atrás.
Lo encaro para verlo caminar hacia mí,
con ese porte que lo caracteriza. Todo
se desvanece a mí alrededor, llena todo
mi espacio. Coloca una mano en mi
cintura, y con la otra acaricia mis labios.
- Nuestras vidas se encontraron
en Ibiza, y desde entonces, ya nada
fue igual para nosotros. Hubo un
tiempo en el que creí perderte, pero
nuevamente regresaste a mí. Hemos
pasado por muchas cosas, buenas y
malas, pero hemos salteado cada
una de ellas, porque lo que sentimos
el uno por el otro, se enfrenta a
tormentas, maremotos, resiste con el
aliento de nuestros corazones, con
la fuerza de dos almas que se
encontraron porque tenían un
destino con un fin: un para siempre.
- Nada es para siempre, no
puedes asegurarme eso, Julen, mira
cómo terminamos hace meses, ¿tú
creías que aquello podría pasarnos?
Yo no, construí mi vida contigo, no
la concebía de otra forma, y
perdimos un hijo, y casi te pierdo a
ti.
- Tienes razón en una cosa,
prometer un para siempre puede
sonar exagerado, pero sólo para
aquellos que no sienten lo que tú me
haces sentir a mí. Las almas
gemelas existen, y no todos tienen el
privilegio de encontrar a la suya. Tú
eres la mía, y no te dejaré ir jamás.
- Julen, asusta…la vida a veces
asusta…
- Y lo seguirá haciendo, pero la
vives, no puedes dejar que maneje
tu vida aquello que no ha pasado,
por lo que ocurrió. Te quiero, voy a
casarme contigo, y eso, es un hecho
que pasará. Es algo que siento aquí
dentro- lleva nuestras manos unidas
a su pecho-, me lo dice un corazón
que late por ti, que vive por ti,
porque no hay razón de existir más
importante para mí, que aquella que
me lleva a hacerte feliz.
- Bebé, te amo tanto…
- Entonces déjame cuidarte,
demostrarte que se puede creer en
el amor.
- Yo creo en ti.
- Y yo en ti, te amaré por
siempre, más allá de esta vida…
- Hasta el infinito y más allá- nos
fundimos en un beso increíble que
provoca que no quiera salir de esta
habitación, que nos quedemos
encerrados aquí dentro y no
salgamos nunca más.
- Te doy dos segundos para que
cruces esa puerta o te arranco este
dichoso vestido- gruñe entre
dientes.
- Podría decirte lo mismo.
- ¿De mi vestido?- qué tonto es a
veces. Me sorprendió mucho la
primera vez que bromeó conmigo.
Aquella mañana, en Ibiza, en aquel
desayuno, cuando terminé de
confirmar que era real y no un
sueño, parecía un hombre serio,
distante, inaccesible…
- Anda vamos- tiro de él hacia
las escaleras-, que la noche se
presenta calentita.
- ¿Te ha contado algo Ellen?-
pregunta intrigado. Es un cotilla,
luego me dice a mí.
- Algo…
- ¿Y bien? Angelo no ha querido
contestar a mis llamadas, sólo un
simple mensaje vacío de contenido
claro.
- No te cuento nada, que luego
soy la que se mete en todo y me
llevo las broncas- me da un azote en
el culo y doy un respingo. No me lo
esperaba-. ¡Auch, eso pica!
- ¡Tendrás morro!
- Sí, y contigo más, nene - me
suelto de su amarre para coger la
copa que me ofrece Tony. Están
todos muy elegantes, pero la percha
de mi chico, es indiscutible-, hay
que mantenerte en alerta, que sino,
te crees que lo controlas todo, y eso
no puede ser.
- Ya aclaremos asuntos más
tarde…- dice cogiendo otra copa.
- Cuando usted guste señor
Anderson, cuando usted guste…
Alan se mueve con muletas, no ha
querido ir a la gala en silla de ruedas.
Su cara todavía muestras signos del
accidente, pero está para comérselo. Me
acerco y le doy un beso en la mejilla
después de darle otro a Tony.
- ¿Cómo va esa pierna?- su
recuperación está siendo bastante
más rápida de lo habitual por su
buen estado físico. Sus huesos están
fuertes y sanos, y eso es una gran
ventaja en este tipo de accidentes.
- Bien, en dos días, estoy
corriendo detrás de ti- me guiña un
ojo.
- Entonces te partiré la otra
pierna- dice alguien de malas
pulgas.
- No te alteres, que ya sé que con
Valeria sólo puedo tener sueños
húmedos- veo que Alan no se
aprecia mucho su salud.
- Te juegas el cuello con un
comentario más como ese- Julen
sonríe. Eso me tranquiliza, a veces
ya no sé que es capaz de tolerar.
- Relájate, sabes que es de coña,
que si hubiese querido, te la levanto
en Ibiza, pero no me gustó, para mí
era la española más fea de la isla.
- ¡Oye!- golpeo su brazo.
- ¡Ehh! ¡Que soy un enfermo
lesionado, no te aproveches!- me
gusta verlo así, esta noche parece
relajado.
- Bueno chicos, ¿listos para
irnos?- les pregunto. Ya es la hora.
- Chicos- dice Tony-, ¿cuándo
vais a redecorar la casa? Da un
poco de pena verla así- y es verdad,
pero no hemos tenido tiempo.
- Cuando mi prometida lo decida,
siempre está liada.
- ¿Será posible eso? ¡Los dos
estamos siempre juntos, ya me dirás
cuando!
- Cuando dejes de perder el
tiempo con personas que no se
merecen un minuto de tu vida, esos
momentos, serían perfectos- golpe
bajo.
- Julen- lo miro enfadada.
- Déjala- dice Alan-, al final, se
dará cuenta de lo que vemos todos.
- O tal vez, todos terminen
viendo lo que yo veo- les hago una
mueca y paso por delante de los
cuatro camino del ascensor,
dispuesta a pasar una gran noche.
Julen

Al llegar a la gala, Valeria y yo hemos


posado juntos. Es aburrido ver lo loca
que se vuelve la prensa al vernos uno al
lado del otro, pero es alucinante, ver
como miles de personas se congregan en
las puertas de los eventos, para gritarnos
y hacernos fotos. No somos actores, no
les damos nada, pero ellos, ahí están,
nos quieren en sus vidas.
Valeria se ha enfadado mucho cuando un
sujetador nos ha caído encima del coche
al llegar, ha sacado las uñas enseguida.
- Cuando bajemos, quiero que me
beses delante de todas esas
lagartonas. ¡Que se mueran de
celos, por descaradas!- me gusta
verla así, que no parezca yo
siempre, el novio celoso de turno.
Que lo soy, pero esto equilibra un
poco las cosas.
Siento un orgullo enorme al posar con
mi pareja ante todos. Ahora entiendo esa
mirada de mi padre hacia mi madre,
cuando ellos lo hacen. Sé que yo miro a
Valeria igual, porque la amo de esa
forma, también lo es todo para mí.
Ha tenido que hablar frente a la prensa,
y como siempre, se los ha ganado a
todos, y ha sabido esquivar las
preguntas sobre nuestra boda cuando le
han querido sacar qué significaba ese
anillo sobre su dedo. Se ha hecho la
loca, y a otra cosa mariposa.
Yara está feliz, el desfile ha sido un
éxito, y Aden y Marcus, fueron los
encargados de presentarlo. La cena ya
ha terminado, y estamos en la fiesta que
se ha organizado en honor a la
diseñadora del momento. Yara Smith.
Mis padres ya se han marchado a casa,
todavía tenían un largo trayecto hasta la
casa de mi abuela. Últimamente pasan
allí todos los fines de semana.
Ellen y Angelo, no se han dirigido la
palabra en toda la noche. Ninguno de los
dos quiere hablar, he hecho mis
averiguaciones, y Valeria dice que ella
se cierra como una almeja cuando le
saca el tema.
Yo creo que anoche hubo sexo, y luego
se echaron el pasado en cara, porque no
se quitan el ojo de encima, saltan
chispas, pero ni se huelen. Y para que
todo sea más fácil, Angelo no ha
despachado a Rebecca, la ha traído para
joder a Ellen, que está que trina.
Busco a mi prometida, acabo de
perderla de vista, y eso no me está
permitido. Estaba hablando con Yara y
Marcus, y se ha esfumado.
- ¿Dónde está Valeria? – le
pregunto a mi hermana.
- Ha salido un momento fuera, ha
recibido una llamada- nos
mantenemos la mirada.
- No habrá sido capaz de
presentarse aquí- siseo entre
dientes.
- Sal y compruébalo tu mismo,
pero me parece una falta de respeto.
- Y por tu cuñada también- me
doy la vuelta para salir a buscar a
mi mujer descarriada.
Dan está por aquí.
- ¿Está en la calle?- pregunto
furioso.
- Trevor está con ella, no ha
salido sola- responde para no
llevarse una bronca.
- No es eso lo que me preocupa,
eso lo doy por hecho Dan, para eso
confío en vosotros.
- Está con esa mujer que te gusta
menos que el regaliz negra.
- Beth.
- Sí, al parecer la ha llamado, y
ya sabes como es Val. Julen, no te
alteres, colega, no lo pagues con la
persona equivocada- intenta
calmarme pero no funciona.
- No es el momento ni el lugar.
Estoy harto de que Valeria la
anteponga a los suyos, o a los
demás, solo es una zorra tarada.
Porque está mal de la cabeza, ¡mira
como ha dejado a Alan! No quiero
que Valeria sufra por su culpa, juro
que me encargo de enviarla a un
lugar muy lejano, como no
desaparezca pronto de nuestras
vidas.
- Cálmate, no montes un circo, no
te conviene, y sabes que a tu
hermana tampoco- es verdad.
Todavía puede haber algún
periodista ahí fuera. Estás
demasiado alterado y solo dices
gilipolleces.
- Joder, lo sé, pero ya me aburre
este tema. Alan no quiere saber
nada de ella, pues que se largue por
la puerta de atrás si hacer ruido, que
deje de incordiar.
- ¿Estás seguro que tu colega no
quiere saber nada de ella?- pregunta
levantando una ceja. Conozco esa
cara de Dan, y esconde algo.
- ¡No me jodas!- salgo corriendo
a la entrada del recinto, y Valeria
observa al lado de Trévor como uno
de los coches de mi empresa se
marcha. Llego hasta ellos-. ¿No
habrás sido capaz?- grito furioso.
Ella, muy relajada, se gira y se enfrenta
a mi mirada de pocos amigos.
- No he sido capaz de nada, las
cosas han ocurrido y punto, por
mucho que te empeñes en evitarlas-
responde poniendo las manos en su
cintura.
- ¿Trevor?- él levanta los
hombros en señal de disculpa, y se
aleja unos metros, y se pone hablar
con Neimar.
¡Esto es de locos, es que no tengo
palabras!
- ¿No sirve de nada lo que yo
diga o piense aquí? – le digo a mi
querida prometida que se enrosca
en mi cuello.
- Pues la verdad, no mucho
cariño. No mandas nada, tu futura
mujer se hará con el control de
todo. Ten cuidado, es una lagarta-
suelto el aire y la abrazo.
- ¿Él estaba bien?- es lo único
que me importa.
- No ahora, pero lo estará.
Escúchame, Julen- coge mi cara
entre sus manos-. Han pasado
demasiadas cosas entre ellos, y para
poder seguir con sus vidas, juntos o
por separado, tienen que hablar. No
pueden vivir así. Han estado años
sin verse, y han sido dos
desgraciados, eso debería sonarte
de algo. No sé qué pasará, pero al
menos, la puerta del pasado, debe
cerrarse para poder abrir la del
futuro.
- Estás hecha una sabionda.
- La vida, al final, te enseña
muchas cosas. Es un arma de doble
filo, una moneda de dos caras, solo
hay que saber, de las dos que te
muestra, con cual prefieres vivir el
resto de tus días- el brillo de sus
ojos me lo dice todo. Fui cruel con
ella, me equivoqué como nunca
hasta el punto de que llegamos a
perder un bebé por lo ocurrido, y
aún así, Valeria me eligió a mí.
- Te amo…
- Y yo, y eso asusta mucho,
¿verdad?- asiento rozando sus
labios con los míos.
- Pero es triste vivir con miedo,
porque nos perdemos las cosas que
realmente importan, por eso hay que
arriesgar en el amor, sin saber si
ganamos o perdemos, lo mejor de
todo, es apostar por ello. Y Alan,
tiene derecho a apostar si su
corazón así lo desea. Sé que no
quieres que le hagan daño, que casi
lo perdemos y ha sido terrible pasar
por todo esto, pero a veces, todo lo
malo, desaparece, como un dolor de
cabeza, para dar paso, a momentos
que eclipsan el dolor de lo vivido.
Aprendes de las etapas duras de la
vida, pero no debemos dejar que
marquen nuestro día a día.
No digo nada a eso, nosotros mismos
estamos eclipsando lo peor que nos ha
tocado vivir, y compensa apostar por el
amor.
Nos besamos durante un tiempo
maravilloso, y desearía llevármela de
aquí para demostrarle, lo que la
necesito, y lo mucho que me quedo con
la cara de mi vida, la suya. Esa es la
cara que yo he elegido.
- Vamos dentro, quiero bailar con
mi prometido- tira de mí hacia las
escaleras para regresar dentro.
- Bailar con tu prometido es
peligroso- sonríe traviesa.
- Me gusta el peligro,
especialmente, desde que nos
conocemos- dice huyendo de mí,
pero llego rápidamente hasta ella,
cogiéndola por detrás y mordiendo
su cuello.
- Mmmmm..mi dulce mango…
nunca vas a dejar de volverme loco,
¿verdad? Eres mi locura…-
entrelazamos nuestras manos en su
vientre.
- No, porque tampoco quiero que
tu dejes de ser la mía…
- Para siempre…- se gira para
buscar un beso.
- Para toda la eternidad, mi
vida…
Valeria

Tengo ganas de comer, y mi estómago


me pide auxilio. Creo que es hora de
darle lo que pide. Le doy un beso a
Julen, que sigue dormido a mi lado,
anoche estuvimos horas haciendo el
amor por toda la casa y terminamos
rendidos. Voy a dejarlo descansar, ha
estado mucho tiempo con pesadillas
nocturnas, y desde hace unos días,
parece que por fin han desaparecido.
Está tan bello, tan hermoso, parece una
escultura. Su cuerpo desnudo está
cubierto hasta sus caderas, puedo ver
cada músculo, cada línea perfecta que
dibuja su cuerpo. Tiene el pelo más
corto, pero siempre se lo deja con la
medida justa para que mis dedos se
pierdan en él. Así he conseguido que se
duerma en sus peores momentos, con
mis manos sobre él, sintiéndome cerca.
Es maravilloso que alguien te necesite
de esa forma, que se entregue por
completo a ti.
Me pongo la camisa que llevaba
anoche…mmmmm…su olor es todo un
afrodisíaco para mí. Antes de salir
vuelvo a mirarlo, ver esa retaguardia
que las sábanas de seda esconden, me
trastorna y hace que toda mi piel se
erice al recordar momentos de anoche, y
todas las cosas que me susurraba
mientras se movía entre mis piernas…
- La miel que me ofreces, me
emborracha, llena todo mi ser y me
hace querer más, nunca es
suficiente- decía contra mi sexo
mientras yo me aferraba con fuerza
al cabezal de la cama. Me llevaba
al orgasmo una y otra vez, fueron
minutos de la más dulce tortura. No
deja de comerme de esa manera
cada día, me enloquece cada noche,
y durante las horas del día, mi
cuerpo responde a él, como si lo
estuviese acariciando. Estoy
marcada por Julen.
Es adictivo, intenso, y lo más importante
de mi mundo, llevo a Julen grabado en
mi alma, mi corazón le pertenece, no
conocerá otro dueño, eso es algo que he
aceptado, desde el momento que nos
separamos y huí a Italia.
Eso me recuerda algo…
Ellen y Angelo no cruzaron palabra en
toda la noche, encima él se dedicó a
tontear con Rebecca, que estaba
encantada con sus atenciones. Pobre
chica, espero de verdad que no esté muy
pillada por él, porque sufrirá, y mucho.
Angelo nos dijo que se marcharía esta
noche, que no quería pasar una más
aquí. Intenté hablar con Ellen del tema,
hemos intimado mucho, para mí ya es
una más del grupo, pero me pidió
tiempo. Se fue en cuanto pudo de la
fiesta, entendí rápidamente por qué.
- Kai, mami desayuna y nos
vamos a dar un paseo- está
impaciente por salir, y lo entiendo,
anoche lo dejamos sólo, y cuando
eso ocurre, al día siguiente no te
deja respirar, reclamando su tiempo
perdido. ¡Me lo como! Me agacho
para darle un beso y…- ¡Auch!
- ¡Qué culo, es que te follaba
ahora mismo, baby, ven aquí…!-
tiene la voz ronca por el sueño. Se
ha puesto unos pantalones de pijama
azul marino. Ese color me gusta en
él, hace un maravilloso juego con el
azul de sus ojos.
- ¡De eso nada, quiero desayunar,
que me tienes desfallecida!-
contesto cogiendo una taza de café
para él. Nos encanta desayunar
juntos los fines de semana, porque
los días de trabajo no sacamos
tiempo para ello. Últimamente,
acudimos por separado. Él se va
con Tony y yo con Jorge. Nosotros
nos llevamos ese juguete que tanto
me gustó en Italia, es increíble
conducirlo. Eso sí, Dan siempre
pegado a mi culo, la cola protectora
que no me falte.
- Anoche no te quejabas tanto, es
más, decías: ¡Sí, así, si, no
pares…!- le lanzo un magdalena de
Leire a la cabeza-. ¡Oye, no juegues
con eso, es mi comida!
- Pues como te pases un pelo
más, se las comerá Kai, y le llevo a
su novia también- se parte de risa.
- El pobre sigue con la conquista,
esa perra es un hueso duro de roer-
dice rascando a Kai detrás de sus
orejas, que se aleja de Julen para
llegar hasta mí. A Rocco también le
encanta eso.
- Sí que suena mal decirlo, pero
es que es verdad, ¡es una perra
mala!- levanto a Kai y con él en
brazos nos acercamos a Julen que
nos acoge entre sus piernas y nos
envuelve con sus brazos.
- Lo tienes en el bote, está loco
por ti- me pierdo en su mirada, me
atrapa, estoy perdida en ella desde
que cayó sobre mi en Ibiza.
- Y a su papi, también…
- Completamente loco por ti…
- Buenos días, bebé- le doy un
beso.
- Buenos días mi niña bonita, y
mi pequeñazo- besa la cabecita de
Kai.
Nos sentamos en la isla de la cocina, y
me suena el móvil. Me acerco a cogerlo,
está en la entrada y al llegar hasta él,
deja de sonar.
- Hay que estar más rápida,
señorita Fernández. Creo que
tenemos que ir más al gimnasio, ese
culo empieza a crecer…
- ¡Mira qué gracioso se ha
levantado hoy mi chico, casi haces
que me parta de risa!- vuelvo a mi
silla, él sigue riéndose-. No
reconozco el número - Su sonrisa se
desvanece, eso no le gusta nada.
- Devuelve la llamada y pon el
manos libres- ordena en ese tono
que no admite discusión. Le hago
caso.
- ¡Hola Valeria!- responde una
mujer. No reconozco la voz.
- Eh…Hola… ¿Quién eres?
- Pues tú, no me conoces, pero
soy Carly Evans, periodista de
Lover, y me gustaría hablar
contigo- ya le puedo poner cara a
esta mujer. Julen frunce el ceño.
Es una revista del corazón, la más
vendida en Nueva York, pero no tiene
nada que ver conmigo, sólo hablo con
periodistas que sacan noticias de J&Y.
- Pues lo siento, pero no hablo de
mi vida privada, sólo temas de
trabajo. Sabéis perfectamente que
Julen y yo hemos respondido a
vuestras preguntas cuando nos
asaltáis por la calle, pero nada más-
Julen asiente conforme con mi
respuesta.
- Lo sé, pero esta llamada es de
índole personal, nada que ver con
buscar una noticia tuya para la
revista- eso me descoloca.
- No te entiendo- me siento
perdida, esto es muy extraño.
- Mira, Julen y tú, estáis en el
punto de mira, eso es algo que
sabes. Sois una pareja deseada,
envidiada, pero la cuestión es que
la gente quiere saber qué ocurre en
vuestras vidas. Sois un reclamo, y
hay que darle al público lo que
piden. La cuestión es… ¿a qué
precio?-estoy cada vez más
descolocada con esta mujer.
Sabemos quien es, trabajó para la
televisión de Julen por un tiempo,
pero decidió dejarlo porque no era
lo suyo, prefiere el periodismo de
calle y del corazón.
- Cada vez estoy más perdida
Carly, por favor, explícate- la cara
de Julen cambia por momentos, de
mostrarme la sonrisa más sexy, ha
pasado al enfado, su mandíbula a
punto de reventar, por como aprieta
los dientes, es prueba de ello.
- Sabes que he trabajado para la
familia de tu prometido. Aunque no
lo hayáis confirmado, tu anillo
habla por sí sólo, y he coincidido
con James y Ana en una gala
benéfica. Saben que pueden confiar
en mí, y estuvimos hablando de
muchas cosas. Por el respeto que le
tengo al padre de Julen, y también a
su hijo, me siento en la obligación
de informaros, que la próxima
semana, saltará una noticia que no
os va a gustar nada.
- ¿Cómo?- Julen interviene
gritando-. ¿De qué hablas Carly?
- Hola Julen, me alegra poder
hablar contigo también- responde
muy educada.
- Explícate, por favor- me pide
que me acerque para sentarme entre
sus piernas, mientras escuchamos a
la periodista.
- Una ex pareja tuya, asegura que
se quedó embarazada de ti cuando
estabais juntos, y que su hijo, es
tuyo, fruto de ese romance.
- ¡No es posible, eso no es
verdad!- Julen golpea la encimera-.
¿Quién puede inventarse algo así?
- Nataly Sanders, ella es la que
afirma tener un hijo tuyo.
- ¡Pero eso es una estupidez,
Carly! Todo el mundo conoció esa
relación, sabe que rompimos, y que
nada, es lo que quedó entre
nosotros.
- Julen, eso lo sabe tu círculo
más cercano, pero… ¿en España?
¿En el país de Valeria? ¿Quién sabe
eso? ¿O incluso en otros países?
Valeria y tú, sois una pareja muy
conocida en todo el mundo. A
Nataly nadie la tuvo en cuenta,
porque tú nunca te expusiste con
ella. Salvo una vez, pero no pasó a
más, y la prensa no le dio
importancia. Pero ella, para que
llevar esto más lejos, ha mostrado a
los directivos, fotografías contigo y
tus amigos, nunca tú y ella solos,
pero claro…
- ¡Hija de puta!- Julen se levanta
muy enfadado, moviéndose como u
león enjaulado-. ¡La eché de Nueva
York, hice lo posible para que así
fuera, y todavía sigue
molestándome!
- Ambos sabemos porqué lo
hace. Su familia está arruinada, y
esto es una manera fácil de ganar
dinero.
- ¿No puedes detener esa
publicación?- pregunta frenando sus
pasos apoyándose en la encimera, y
gritando hacia el móvil.
- No Julen, no puedo. He estado
de vacaciones, y desconecto de todo
esos días. Si hubiese estado en la
sede de Lover, algo habría podido
hacer, pero ya es demasiado tarde
para frenarlo.
- ¿Y si le ofrecemos dinero?-
propongo-. Ella podría frenar eso
rompiendo el contrato que autoriza
a la revista a publicar sus
calumnias.
- ¡Ni lo pienses, no voy a darle ni
un dólar a esa zorra! Que salga, y
que saque a ese hijo, no voy a dejar
que nadie me chantajee.
- Pero…
- ¡No Valeria, no se saldrá con la
suya! Que se publique la falsa
noticia, y espero que le paguen bien
por ella, porque mis abogados, la
van a destrozar- sisea entre dientes.
- Podemos evitar pasar por todo
eso- quiero que reflexione.
- Ella es la que caerá por su
propio peso. Tendrá que enseñar a
mi supuesto hijo- esto empieza a
ponerme nerviosa. Pensar que Julen
tuviese con otra lo que tanto anhelo
yo con él, me mata.
- Yo quería que estuvieseis sobre
aviso, al tanto de la que se os viene
encima. Esto traerá cola. Os
acosarán para provocaros, para que
entréis en ese juego. Sabéis como
funciona esto.
- Gracias Carly, eres una buena
amiga- dice Julen.
- No hay de qué, con ello ya
sabes lo que quiero.
- Me lo pensaré, ya te lo dije- no
sé de qué hablan ahora.
- De acuerdo, buenos días y buen
fin de semana pareja.
- Hasta luego- respondemos.
- ¿Qué es eso que os traéis entre
manos?- quiero saberlo.
- Quiere una foto de la boda.
- ¡No Julen, si entras al trapo una
vez, la cagas! ¡Luego querrán más, y
nos lo echarían en cara!
- Es una foto, nada más.
- No, y lo que me sorprende es
que tú, con lo protector que eres con
nuestra intimidad y conmigo,
pretendas que salgamos en una
revista del corazón, por voluntad
propia.
- Cariño, esa es la diferencia,
que no sería así, más bien, ¿un
robado? Como si se hubiese
filtrado. Si te digo una cosa, que el
mundo vea que te has convertido en
mi mujer, es algo que me gusta, que
todos los hombres del planeta,
sepan a quién perteneces, me
parece una idea muy buena- dice un
poco más relajado.
- Es estúpido y lo sabes-
respondo firme con esa idea.
- Ya lo hablaremos, pero
piénsalo, no es tan malo, y le hago
un favor a Carly. Ella nunca
revelaría su fuente.
- No.
- Acaba de hacernos un gran
favor, avisándonos de todo esto que
se nos viene encima. Empiezo a
pensar, que el mundo conspira
contra nuestra boda- dice negando
con la cabeza.
- ¿No quieres casarte?- me fallan
las palabras, solo de pensarlo.
- Amor- me rodea con sus
brazos-, tú y yo, nos casamos sí o
sí. Esto me cabrea, pero no voy a
darle más importancia de la que
tiene. Es mentira, lo sabemos y
tomaré medidas. Esta vez de
verdad, ninguna revista ni nada que
tenga que ver con el mundo de la
prensa, volverá a tratar con esa
impresentable, te lo prometo. Una y
no más, con Julen Anderson no se
juega, y lo que es más importante,
con el amor de mi vida, menos
todavía.
Julen

Jodida prensa rosa, ahora tengo claro,


que no respetan nada. Saltó la bomba de
Nataly, y se ha desatado una locura
mediática a nuestro alrededor, hasta el
punto que han abordado a la familia de
Valeria en España. Esto ha llegado más
lejos de lo que esperaba.
Su madre la llamó histérica, y no había
manera de calmarla. Horas y horas de
teléfono, han llenado la vida de mi chica
esta semana, hasta que por fin, los
ánimos se han calmado. El truco está en
no entrar en el juego, y al final se
cansan, pero no es fácil callarse ante las
impertinencias de algunos periodistas.
Todo lo que se ha montado estos días,
me ha obligado a esto, a estar frente a la
sede de Industrias Anderson, para
conceder una rueda de prensa, algo que
me ha aconsejado Calvin, y él es el
experto en estos temas. Nataly está
acabada, eso es un hecho, pero el daño
también está hecho, y no puedo permitir
que esto llegue más lejos.
Los Black están aquí, evitando que los
periodistas se acerquen, no pienso
contestar a ninguna pregunta más. Daré
el puto discurso, y asunto zanjado.
- Cuando quieras Julen- dice
Calvin que está a mi lado. Valeria
permanece en un segundo plano
detrás de nosotros. Odio hacerla
pasar por esto, pero en unos
minutos, todo habrá acabado.
Me acerco al micrófono y hablo.
- Buenos días. Una vez haya
terminado de exponer los motivos
por lo que aquí me encuentro frente
a ustedes, no habrá ronda de
preguntas, no habrá nada. No se
merecen que pierda un segundo de
mi vida dándole fuelle a este
asunto- me aclaro la voz-. Hace
unos años, mantuve una relación por
decirlo de alguna manera, con
Nataly Sanders. Si se hubiesen
informado antes de sacar a la luz,
calumnias sobre mi persona, sabrían
que esa mujer y yo nunca tuvimos un
hijo. Aquello se rompió y cada uno
siguió su camino. Es fácil acusar sin
más, escupiendo por la boca basura
por un puñado de dólares. Ahora ha
llegado el momento de demostrar,
aquello de lo que tanto llevan
ustedes hablando estos días. Es
triste que el sistema funcione así,
que tenga que estar aquí frente la
prensa, dando explicaciones acerca
de un hijo inexistente. Adelante,
búsquenlo, y cuando lo encuentren,
me lo presentan, estaré encantado
de conocerlo. No hay nada más que
decir.- me doy la vuelta, y me llevo
a Valeria de la mano dentro del
edificio, mientras escucho cómo nos
llaman para que respondamos a sus
preguntas. Ilusos.
- Has estado increíble, cariño-
nos sonreímos.
- Se acabó- sentencio.
- O tal vez no, Julen, lo
importante es saber quienes somos y
confiar en lo que tenemos. Hoy a
sido Nataly, mañana no lo sabemos.
Tu mundo es este, y lo acepto, pero
tú también debes de hacerlo. Las
cosas han cambiado.
Es verdad, esto ocurre desde que
estamos juntos, nunca se han metido en
mi vida de esta forma.
- Tú lo has cambiado todo, mi
mundo del revés por una española-
la atraigo a mis brazos, para robarle
un beso que se deja dar gustosa.
- Pero merece la pena el riesgo-
tener esta imagen ante mí, lo merece
todo.
- Apuesta por ello, cada segundo
de mi vida a tu lado, es algo que no
cambiaría, viviría mil veces, y
todas serían contigo.
- Te quiero, bebé, sabes que
siento lo mismo, y por eso, voy a
ser tu mujer.
- La única mujer de mi vida…
Valeria

Volver a ver el reflejo de mi cuerpo


cubierto por mi traje de novia, es
maravilloso. Yara guardó los trajes de
nuestra boda, con la esperanza de que
alguna vez, pudiesen ser utilizados para
el único fin que fueron creados. Ambos
son diseños únicos y exclusivos, no
habrá dos como ellos. Eso es algo que
nos hace muy afortunados a Julen y a mí,
que una de las promesas de la moda, nos
haya hecho, un regalo tan hermoso.
- Pareces una princesa, tía
Valeria- dice Jane. Estamos en
Alpine, hemos venido a pasar aquí
el fin de semana, y por fin, he
podido probarme el traje. Estaba
ansiosa por hacerlo, no veo el día
de convertirme en la mujer del
hombre al que amo, al que me he
entregado completamente, y deseo
jurarle mi amor eterno, ante todas
las personas que se alegran de este
final.
- Gracias cariño, pero la única
princesa que yo veo aquí, eres tú-
ella se ha puesto su nuevo traje.
Yara tuvo que hacerle otro, ha
crecido mucho este último año, y el
anterior se ha quedado para otra
niñita de Ibiza. Dana, la hija de
Lucas y Sandra. Estas pequeñazas
serán las encargadas de caminar
delante mí, y acompañarme hasta
llegar, al lado del hombre que me
espera en el altar. Mi dulce bebé, al
que voy a cuidar el resto de mis
días.
Tenemos claro la fecha de la boda, los
dos no dudamos ni un segundo, en que
esa era la indicada, ¡y quedan pocas
semanas para que llegue el gran día!
Pero antes, tengo que hacer algo, no
puede celebrarse el acontecimiento más
importante de mi vida, sin que cierre ese
asunto.
- Val, mi hermano va a caerse de
culo en cuanto te vea…- Yara me
mira embelesada.
- Eres una novia realmente
hermosa, Valeria. Siempre supe que
mi nieto, había escogido a la mejor-
no puedo evitar emocionarme al
escuchar a Leire. Es tan importante
para Julen, tenerla a su lado, que
doy gracias a ese hombre que la
cuida y protege, por ayudarnos a
que se quede un poco más entre
nosotros.
- Sois la imagen de un gran amor,
que ha pasado por terribles
tempestades, y superado cada una
de ellas, y eso al final, tiene su
recompensa, cariño- dice Ana. Al
mirar a estas mujeres, las lágrimas
caen por mi cara. Echo de menos a
mi familia, me falta mi madre aquí,
Lorena y Lucía…y mi amada abuela
Cintia, ella estaría tremendamente
feliz por verme vestida de blanco
- ¡Tía, no llores que te pones fea!
Eso me lo dice el tío Julen, que
estoy más guapa sonriendo- me
agacho para darle un beso.
- Y tu tío tiene razón- me levanto
y miro una vez más mi traje. Es
precioso, Yara ha sabido crear
aquello que sin decirle nada, era lo
que yo buscaba. Refleja quien soy, y
a quien me entrego.
Es un palabra de honor, que cae hasta
media cintura, con un cinturón de
pedrería muy fina, dándole un toque
elegante, y termina su caída, con un
volumen de época, donde lo adornan
pequeñas plumas, que acaban su
recorrido, con una cola de un metro. La
parte de arriba es lisa, porque ya lleva
todo la fuerza en el diseño de la parte
inferior del traje. Llevaré el pelo suelto,
como a Julen le gusta, adornado con una
fina diadema a juego con los detalles del
vestido. Suspiro…No veo el día de
estar frente a Julen, ambos vestidos
para el gran momento que tanto hemos
esperado… Será todo un deleite para
los ojos de los que estemos allí, verlo
con su traje de novio, especialmente,
para los míos.
Siento en mi estómago las mariposas del
amor, aquellas que le hacen cosquillas a
mi corazón, aquellas que le han devuelto
la sonrisa a mi alma, y que por fin,
puede unirse a la del hombre destinado
para ella, para fundirse en uno solo,
para crecer y volar juntas, hasta los
confines de la eternidad.
Yara no me revelado nada de cómo
vestirá su hermano, sólo me ha
aconsejado, que no me ponga bragas ese
día, porque las perderé enseguida. No lo
dudo…
Después de ayudarme entre todas las
aquí presentes, a sacarme el traje, mi
cuerpo me pide algo, y mi corazón es el
portavoz. Necesito hacer una llamada, y
cuando me quedo sola, porque entienden
lo que mis ojos piden en silencio, marco
sin dudarlo.
- Hola abuelo.
- ¡Ángel! ¡Qué sorpresa!- no
llores más…que no note que estás
triste- ¡Pero, bueno, perro travieso,
déjame hablar con mi nieta!
- ¿Qué hace ese grandullón?-
intento ser fuerte.
- ¡Pues morderme las zapatillas,
no me deja respirar!- y eso le
encanta, adora tenerlo encima, esa
compañía no tiene precio.
- Eso es normal, abuelo. Quien te
tiene cerca y te conoce, ya no puede
separarse de ti, eres el mejor, y
Rocco, pudo ver eso, desde que te
encontró.
- Y yo también lo quiero mucho a
él, pero que corra el aire, ¡es
incansable!- eso me hace sonreír al
imaginármelos en esa situación.
- ¿Cómo va todo por mi Valencia
querida?
- Nada ha cambiado mucho, todo
sigue igual. Mi niña, te noto triste,
¿todo va bien?- no puedo engañarlo.
- Sí abuelo, pero os echo mucho
de menos, es duro vivir tan lejos de
mi familia.
- Pero es la vida que has elegido,
y tienes que estar segura de lo que
te hace feliz. Y formarás la tuya, al
lado del hombre que amas.
- Sí, así lo deseo con toda mi
alma.
- Ángel, ¿eres feliz?- no tengo
que pensar esa respuesta, solo sentir
a mi corazón…
- Soy feliz, muy feliz, pero lo
sería más, si pudiese abrazarte
ahora mismo.
- Y lo harás, muy pronto, para
que pueda verte vestida de novia, y
hacerme el abuelo más afortunado
del mundo- se me parte el alma al
escucharlo. Lo quiero tanto…
tanto… que si le pasara algo, creo
que no lo soportaré, si lega ese día
se llevará parte de mi vida con él.
- Te quiero abuelo, has hecho de
mí la mujer que soy, por ello, nunca
será completa mi felicidad, porque
no estás aquí.
- Yo también te quiero, ángel.
Más que a mi vida. Eres la niña de
mis ojos, y eso no cambiará nunca.
Y siempre que me necesites, sólo
tienes que llamarme, y me subo a un
avión para estar tu lado.
- ¿Cómo es eso?- me he quedado
con la boca abierta.
- Pues que si mi niña me
necesita, ¡yo lo dejo todo! Ya te lo
he demostrado, al final tu abuelo,
¡se ha modernizado y se ha hecho un
viajero de mundo!- nos reímos por
su respuesta.
- Eres increíble. Mañana coméis
todos juntos, volveré a llamar
entonces. ¿Paella?
- Por supuesto- por supuesto.
- ¡Lo primero que quiero comer,
cuando llegue a España, es una
entera para mí!
- Eso está hecho, y será pronto,
cuando quieras darte cuenta, te
tendremos aquí entre nosotros, para
celebrar ese bonito amor que te une
a Julen- escucho cerrarse la puerta
detrás de mí. Me abrazan por
detrás, y ese olor que me enloquece,
volviendo mi mundo del revés, me
envuelve para hacerme suya-.
¿Cómo está mi nieto?
- Pues aquí lo tengo.
- ¡Pásamelo, a ver qué me
cuenta!- le paso el móvil a Julen.
- El abuelo- asiente conforme,
me da un beso en la nariz, y se lleva
el teléfono para hablar con él,
saliéndose de la habitación,
dejándome pasmada.
- Vale…hola a ti también, y hasta
luego.
¡Hombres!
Julen

Mala idea esto de jugar un partido doble


de tenis. En la comida me he picado con
Valeria, y ahora estoy pagando las
consecuencias por partida doble.
Perdemos, y encima me está poniendo
como una moto, al verla vestida con la
faldita que se ha puesto. ¿No había más
corta, nena?
¡Hay que joderse!
Hago equipo con Nathan, y ella con
Yara, y no hay manera de centrarse en el
juego. Entre la ropa, y los gemidos que
emite cada vez que devuelve una pelota,
esto es insoportable. Mi polla ya no
puede más, y la erección que empieza a
marcarse, me delata.
- Un descanso- digo moviéndome
para disimilar lo que ya es
evidente. Camino hacia un lado
para coger mi toalla, y secarme el
sudor.
Valeria se acerca mientras mi hermana
habla con mi cuñado.
- ¿Qué pasa, amor? ¿Algún
problema?- pregunta bebiendo de su
botella para refrescarse. Al
terminar, suspira haciéndome sufrir
un poco más-. ¡Qué rico sienta esto!
- Baby, no gimas así, por favor,
no puedo esconder ciertas cosas si
despiertas a la bestia, ¿entiendes?-
deja a mitad el gesto de llevarse la
bebida a la boca otra vez, y empieza
a reírse sin parar.
- ¿Es por eso? ¿Has detenido el
partido porque te pone cachondo tu
chica? ¡Eres un enfermo!- dice
acercándose a mí, demasiado para
mi gusto en esta situación- ¿Sabes?
Me alegra escuchar eso, porque
pensaba que la única obsesa sexual
era yo. Te aseguro que estoy tan
húmeda al verte con esta ropa, que
daría lo que fuese por perderme
contigo y calmases esta quemazón…
- ¡Joder…!- no aguanto más-.
¡Nathan, Yara, se acabó el partido!-
no doy más explicaciones, y me
llevo a mi chica lejos de la pista,
directamente a la casa de la piscina.
- ¡Julen, no seas tonto, tus padres,
tu abuela, la niña…!- dice entre
risas, dejándose arrastrar por mí.
- Esto es una emergencia,
cuestión de vida o muerte, nena, y
no hay nadie aquí.
Abro la puerta y no espero más al
cerrarla. La empujo contra la madera de
roble, y la levanto para que me rodee
con sus largas piernas. Saco mi polla,
aparto sus bragas, y entro a través del
fuego, que abrasa mi piel cuando la
abraza con sus llamas.
- ¡Madre mía…estás
ardiendo…!- esto es una locura. No
dejo de sacudirla, golpeando la
puerta, con cada embestida que mis
caderas lanzan entre sus piernas.
Castigo su coño empapado de su
esencia, que envuelve mi pene,
haciendo que pierda la cabeza,
deseando más y más-. Hecha para
mí, ¡sí…sí joder…!
- ¡Oh…sí…!- clava sus uñas en
mi culo, pidiendo más, y yo se lo
doy. Mis caderas entran y salen
enloquecidas, abriéndose paso
hacia el paraíso.
- ¡No puedo más!- ella grita y se
dejar ir, y yo voy detrás, directos al
precipicio, del que nunca me
cansaré de saltar cada día…
Terminamos en el suelo, apoyados
contra la puerta, recuperando el aliento.
- Esto no puede ser, no puedes
volverme loco de esta manera. No
es serio- se ríe de mi argumento.
- Pues a mí me gusta, y espero
que no cambie nunca. Estás hecho
un auténtico empotrador de libro.
- Yo soy real, ¿te lo vuelvo a
demostrar?- ronronea como una
gatita.
- Cuando quieras…
- Mira en lo que me has
convertido, baby…- se gira para
sentarse sobre mis piernas, y
preguntarme mirándome fijamente a
los ojos.
- ¿En qué te he convertido, Julen?
- susurra contra mis labios.
- En tu esclavo, porque vivo para
servirte, para cumplir todos tus
sueños, y para cuidarte. Has hecho
de mí, un hombre que ha encontrado
su camino en la vida, gracias a su
corazón, guiado por un alma que
estaba vacía, hasta que te conocí,
hasta que llegaste a mi vida. Un
hombre que no se rendía, porque
buscaba una razón por la que
luchar: su destino. Tú. Eres la mujer
que me ha enseñado a mirar la vida
a través de sus ojos, mostrándome
la belleza que me estaba perdiendo,
con la ceguera que cubría la los
míos. Le has abierto los ojos a mi
corazón, amor, que estaba ciego, no
veía más allá de la oscuridad. Tú le
has devuelto el sol a mi vida, eres
la luz de mi corazón…
- Julen yo…
- No me dejes caer Valeria, no te
vuelvas alejar amor, porque si ti no
quiero seguir. Me equivocaré, tengo
una vida a tu lado para ello, pero tú
me enseñarás, tú me guiarás, pero
no te alejes. ¿Sabes lo que es vivir
cada día con tu recuerdo golpeando
mi corazón? Mi alma quemaba mi
piel, porque me ahogaba el dolor y
la pena, de lo estúpido que fui
aquella noche…No poder tocarte…
eso me destrozaba…- Uno su frente
a la mía-. Me rompí en mil pedazos,
y no podía recogerlos, porque mi
cuerpo temblaba de frío porque no
me dabas el calor de tu amor. Te
necesito para enfrentarme al mundo,
quiero que me arropes en cada
anochecer, para amanecer cada día
a tu lado. Solamente tú, baby. Solo
tú eres mi destino.
- ¡Por Dios…!- me atrae hacia
ella y nuestras bocas se buscan, se
abrazan, se respiran para darse el
aliento que necesitan para seguir,
para mantenerse vivas, porque
Valeria, me ha devuelto a la vida, ha
hecho, que mi corazón, vuelva a
latir…
Valeria

Esto había que hacerlo, no hay más


remedio. Julen puede que luego quiera
tener unas palabras conmigo, o puede,
que debería ser lo suyo, que ya haya
asumido, que su prometida es un caso
perdido.
Las cosas han cambiado mucho en la
vida de todos los que nos rodean, estos
últimos tiempos, y prueba de ello es la
reconciliación de Beth y Alan. Se
presentaron en casa sin avisar, en frío,
para que Julen no pudiese escaparse.
Beth me llamó para hablar conmigo, y en
cinco minutos, entraban por la puerta de
nuestra casa.
Al principio, las cosas se pusieron
difíciles con Julen, pero Alan fue claro
con él.
- No puedo obligarte a que
aceptes a Beth, sé que soy el
primero que dijo que la quería fuera
de su vida, que no soportaba tenerla
cerca. Pero también sabes, que a
veces decimos cosas para
protegernos, como si de esa forma
el mundo fuese hacernos menos
daño. Tú mejor que nadie sabes lo
complicado que es amar a alguien,
especialmente cuando todo no es tan
sencillo como en los cuentos de
hadas- Julen se levantó, estábamos
sentados frente a ellos. Por fin
nuestra casa vuelve a ser un hogar
con muebles, dedicamos toda una
tarde para conseguirlo por las
tiendas más exclusivas del Soho, y
por otras de segunda mano, adoro
esos lugares, ¡encuentras cosas
maravillosas!-. Julen- Alan ayudado
de su muleta lo siguió-, mírame. Por
favor- cedió ante la súplica de su
amigo.
- Alan, es que no puedo con esto,
te miro y recuerdo el accidente, casi
te perdí…- llegó hasta él y le puso
una mano sobre su hombro.
- Mírame bien- Julen se enfrentó
a la mirada de su amigo-. Soy feliz,
por fin puedo decirte que soy feliz.
Beth me ha dado eso. ¿No quieres
mi felicidad?
- ¡Joder, claro que quiero que
seas feliz! ¿Cómo puedes dudar de
ello? Eres un hermano para mí,
Tony y tú lo sois.
- Entonces, alégrate porque tu
hermano vuelve a sonreírle a la
vida, y te necesita a su lado, para
compartirlo contigo, para que mi
dicha sea completa. ¿Podrás hacerlo
por mí?- tres personas esperábamos
la respuesta muy ansiosas.
- Siempre estaré contigo, y
cuidaré de ti, como tú has hecho
conmigo- y se abrazaron mientras
Beth y yo éramos un mar de
lágrimas. Fue realmente hermoso
ver a dos hombres abrir su corazón
de esa manera.
Amigos, divino tesoro…
Tony y Jorge, también están al lado de
Alan, ellos fueron más tolerantes con la
felicidad de su amigo. Son los hermanos
Anderson, los que están dando más
guerra. Y ahora, toca ir a por el último
frente de Beth: Yara.
- La verdad es que es difícil
escoger las flores, son todas
preciosas, no sé con cual me
quedaría yo. ¡En mi boda ya me
volví loca!- hablamos en mi
despacho de los detalles de la
ceremonia. Aún queda mucho por
hacer, pero todo a su debido tiempo,
antes, necesito solucionar algo, para
poder seguir con los preparativos.
Llaman a la puerta.
- Adelante- respondo.
Yara sigue mirando fotografías y no
presta atención a la persona que acaba
de entrar.
Me levanto rápidamente para colocarme
en el sitio adecuado.
- Hola Beth- saludo a mi
invitada.
- Porque estas tienen unos
detalles que…- Yara detiene su
discurso y se pone recta en su
asiento. Rígida.
- Siéntate, por favor- le pido a mi
invitada.
Yara deja de malas maneras lo que
estaba haciendo, y se levanta de su sitio
para dirigirse a la puerta, en la que me
encuentro para impedir que se escape.
- Val, esto es una encerrona, no
me gustan nada estas cosas. Y hasta
donde yo sé, esta mujer tiene la
entrada prohibida en este edificio.
¡Alguien pagará las consecuencias
de este grave error!- dice muy
enfadada.
- Yo he dado la orden, en contra
de las tuya, de que la dejaran pasar.
Y es por una buena causa, quiero
que escuches lo que Beth tiene que
decirte.
- ¡No me interesa, la quiero lejos
de mi vida, bastante es aceptar que
Alan está con ella!- sisea entre
dientes.
- Así es, y por eso, los demás
también debemos aceptarla, porque
nos alegramos que nuestro amigo
sea feliz, al lado de la mujer que
ama.
- Bien con eso, pero en mi
trabajo, no tengo por qué aguantarla.
¡Sácala de mis oficinas, Val, o
llamaré a seguridad para que lo
hagan!
- Yara- digo poniendo mis manos
sobre sus hombros. Veo que le
tiembla la boca, está a punto de
derrumbarse, y ella, odia que la
vean en este estado de debilidad-.
No quiero forzarte a nada.
- Pues tienes una forma muy
curiosa de demostrarlo- chasquea la
lengua.
- Intento solucionar una situación
que nos afecta a todos los que te
queremos, y a Beth también. Alan y
ella le han dado una oportunidad al
amor, ¿no puedes dársela tú a la
amistad?- aparta su mirada de mí.
- Alan es libre de tomar sus
propias decisiones, no puedo hacer
nada con eso. Pero no por ello las
acepto, lo que ha pasado entre los
dos, nos afectó a todos. Sufrimos
muchísimo viendo a Alan atrapado
entre los escombros de su coche,
todavía puedo escuchar sus gritos
de dolor al sacarlo de allí abajo. Ha
sido de los peores momentos de mi
vida, y eso, se lo debemos a la
mujer que tenemos aquí detrás-
señala con la cabeza a Beth.
- Yara- Beth da dos pasos al
frente para hablar con ella-. Déjame
pedirte perdón, con el resto ya lo he
hecho, pero ponte al menos un
segundo en mi lugar. ¿De verdad
crees que yo querría herir a Alan de
esa forma? Antes, moriría si
pudiese evitarlo. Yo…- coge aire-,
amo a ese hombre. Es el único que
ha sabido apostar por mí,
demostrarme que puedo ser
importante en la vida de una
persona, algo que nunca he tenido,
ni siquiera mi familia me ha hecho
sentir amada. Han pasado
demasiadas cosas entre nosotros,
pero la que prevalece por encima
de todas, es que nos queremos, que
nos necesitamos, y que ahora la
vida, nos brinda la oportunidad de
enmendar los errores del pasado.
Silencio. Ninguna de las tres decimos
nada, hasta que Yara se gira para
encararla.
- Alan es muy especial para mí,
tanto como Tony, que haya cuidado
de mi hermano desde que eran unos
niños, hace que esté en deuda con
él. Por eso si alguien le hace daño,
me lo hace a mí también- su tono es
más conciliador, más relajado.
Vamos bien…
- Y lo entiendo, yo nunca he
tenido amigos, siempre he ido
dando bandazos sin echar raíces en
el corazón de nadie, hasta que
llegué a Nueva York, y conocí a
esta increíble mujer- me señala-, y
le ha dado sentido a esa palabra que
para mí, estaba vacía: amistad.
- Beth, me resulta complicado
todo…
- De acuerdo, no quiero ser una
molestia más. Sólo quería que
supieses, que Valeria me llevó hasta
ti y Kassi, y en vosotras, he
encontrado a la familia que nunca
tuve- se dispone a salir de mi
despacho pero…
- Beth…- se miran con los ojos
bañados en lágrimas y…
¡momentazo! Se abrazan llorando
como dos magdalenas. Por
supuesto, yo no iba a ser menos.
- ¡Estamos que lo tiramos por la
ventana últimamente, esto marcha,
marcha muy bien!- grito emocionada
abrazándolas a las dos y
comiéndomelas a besos-. Tenemos
algo qué celebrar, y voy a llamar a
la mami más terremoto de
Manhattan, para que se una a la
celebración, porque sino lo hago,
¡ya podemos escondernos!
- Nos encontraría- dice Yara
secándose las lágrimas.
- Seguro- secunda Beth.
- Beth…- Yara le coge una mano
y se la envuelve entre las suyas-, te
quiero de vuelta en J&Y- Beth
asiente con rápidas cabezadas sin
poder hablar, y se funden otra vez la
una con la otra.
- ¡Ahora sí que vamos a celebrar
la mejor noticia que me podías dar!-
exclamo dando palmitas.
- Ya no sabías que hacer sin mí,
¿eh?- dice Beth.
- Cada persona tiene su lugar, y
este, es el tuyo.
Julen

He terminado un poco más tarde de


trabajar, he llamado a Valeria para
decirle que no podíamos regresar juntos,
esta semana por fin hemos podido
coincidir, antes y después de la jornada
laboral. Pero hoy me ha resultado
imposible, Alan se ha empeñado en
regresar al trabajo, y hemos estado con
Tony, reunidos en mi despacho, para
ponernos al día.
Pero ya está, ya he llegado a casa.
Escucho, ¿música? Entro por la puerta y
mi maletín se cae al suelo…
¡Hogar dulce hogar….!
Madre mía…mis pantalones están a
punto de correr la misma suerte que mi
maletín…
Valeria está…¿bailando? No eso no es
bailar, eso es el baile de la muerte,
porque mataría a cualquier hombre que
la viese moverse así…
Se mueve al ritmo de Mark Jonson-
Uptown y Bruno Mars, la madre que la
parió. Ni se ha dado cuenta de que he
llegado. Lleva unos pantalones por
llamarlos así, que le caen justo debajo
de sus posaderas, y un top que cubre
sólo sus pechosm y con el pelo suelto.
Sexy… muy sexy…Baila descalza
alrededor de la encimera.
Sus caderas me marean, no puedo
moverme porque me siento embelesado,
por lo que mis ojos no pueden dejar de
mirar. Al fin se da cuenta de mi
presencia. Se detiene un segundo
mordiéndose un dedo, y mirándome a
través del cabello que cae sobre su cara,
veo esa mirada…
Viene hacia mí, caminando al ritmo de la
música…uff…
- ¿Bailas conmigo, Diablo?- se
pasea a mí alrededor jugando con
sus dedos por encima de mi traje.
Empieza otra canción, de Pitbull,
Mohombi y Wisism, cantan “Baddest
Girl In Town”, perfecta para esta
ocasión.
- Nunca rechazaría algo así- la
atraigo contra mi pecho metiendo
una pierna entre las suyas, y rozo
varias veces su sexo con mi muslo.
- Ah…- jadea con la mirada
salvaje.
- ¿Ah?- la imito-. Prepárate
nena, ahora es cuando empieza el
baile.
Acerco mi boca a la suya pero sin
besarla, y nuestras caderas cobran vida,
provocándose, esto es una locura…y
quiero volverme loco….
Le doy la vuelta, mi mano recorre su
cuerpo desde su cuello hasta llegar al
borde de sus pantalones, pero sin llegar
más allá.
- Vente pacá- le susurro
mordiendo su oreja y apretando sus
muslos. Deja caer su cabeza en mi
hombro, totalmente desinhibida, sus
manos viajan a lo que esconden mis
pantalones. Estamos sudando,
nuestra piel está ardiendo, pero de
deseo…
- Julen…
- Dime abusadora, destructora-
repito lo que dice la canción.
- Fóllame…
- ¿Cómo quieres que te folle?-
mis dedos ya están dentro de su
sexo, frotando su clítoris para que
se corra así, bailando conmigo. Ella
dejándose llevar por lo que
hacemos, se toca los pechos, y su
culo me busca, no deja de rozarse
con mi polla. Eso me gusta…-.
Hasta un ciego puede verla….Esta
chica está que quema…- canto la
canción.
- Voy a correrme…
- No te dejaré, hasta que no me
digas como quieres que te folle.
- Duro, fuerte, quiero sentirte por
todas partes- contesta apretando mi
pene-, lo necesito entre mis piernas.
- Entre tus nalgas…
- Sí…joder sí…por todas
partes…
- En tu boca…
- Sí…- y se corre, froto rápido su
botón del placer y grita al llegar al
éxtasis-. ¡Julen!
Nos arrancamos la ropa, no hay
descanso, mi chica quiere más y yo lo
quiero todo.
La llevo hasta la mesa de cristal, bien
por nosotros por las nuevas compras. La
tumbo y se coge aferrándose a los
bordes del mueble, arqueando su
cuerpo cuando mi boca cae sobre su
sexo, necesito saborearla. Es realmente
una diosa, esta imagen me vuelve loco,
al verla totalmente entregada a mí.
Vuelve a tocar el cielo, y la levanto para
besarla, tirando de su pelo, excitándonos
con roces de mi polla al acariciar su
sexo.
- Entra…- me suplica.
- Hazlo tú- envuelve mi pene con
sus manos y lo coloca en la entrada
de su sexo, y antes de que pueda
darse cuenta, la penetro con fuerza.
Lo que siento provoca que muerda
su labio inferior, y ella hace eso que
tanto le gusta, clavar sus dedos en
mi trasero.
No razonamos, solo sentimos, y nuestro
deseo se antepone a cualquier cosa
ahora mismo. Cojo sus piernas por
debajo de sus muslos y mis movimientos
de cadera son rápidos y profundos, es
imposible detener esto.
Ella hunde sus dientes en mi pecho,
presa del placer y yo me dejo ir, me
corro sin detenerme, hasta darle todo de
mí.
A veces crees que las cosas no pueden
llegar más lejos, pero te equivocas, mi
deseo por Valeria no deja de crecer, es
mi adicción, mi droga…
- Bienvenido a casa, bebé- dice contra
la piel de mi cuello.
- Así da gusto regresar a casa…pero…
- ¿Pero?- pregunta con la cara de una
mujer satisfecha.
- Todavía tengo que llegar a todas las
partes de mi templo, no hemos
terminado…- eso la pone en alerta, sus
ojos se oscurecen por el deseo querer
más.
- No esperaba menos de ti, ya me habías
preocupado…como se acerca tu
cumpleaños y….
- ¿Me estás llamando viejo otra vez,
señorita Fernández, muy pronto, señora
Anderson?- se baja de la mesa y
empieza a correr hacia las escaleras
perseguida por Kai…
- No lo sé, demuestre que sabe hacer,
señor Anderson, poco he visto hasta
ahora…
- Muy bien nena, tú lanzas otra vez el
guante, y yo lo recojo…- salgo detrás de
ella-, ¡mañana no vas a poder sentarte!
Valeria

¿Puede ser que esté pisando Ibiza?


¿Puede ser que tenga frente a mí lo que
Julen creó para nosotros? Sí, el Juva,
una de las construcciones más hermosas
de nuestro país, se alza inmenso y
poderoso ante mí. He vuelto a España,
regresado a mi país, y nada más y nada
menos, que para casarme con el hombre
de mi vida. ¡Julen Anderson!
Todo empezó aquí, en este lugar, en
aquella pista de baile que volveremos a
pisar en breve, para bailar el día de
nuestra boda. ¡Cómo cambia todo en un
segundo! Nunca pude imaginar que esa
noche, empezaba una nueva vida para
mí. Julen no quiso hacer desaparecer ese
lugar, a pesar de lo que aquí se ha
levantado frente al Mar Mediterráneo,
guarda en su interior lo más importante
para nosotros. Esa pista de baile. Esa
noche donde nos miramos por primera
vez, cambió nuestras vidas para
siempre, y un para siempre, es lo que
queremos encontrar.
Hemos pasado por muchas cosas.
Vivimos alejados uno del otro durante
dos años, donde nos rendimos, creímos
perder la batalla al amor. Pensábamos
que nuestro destino era vivir como dos
almas atormentadas, castigadas por el
desamor hasta el fin de sus días. Nos
equivocamos. Un desfile fue testigo de
nuestro reencuentro, jamás olvidaré lo
que sentí al volver a ver esos ojos
azules recorriendo mi cuerpo. Caía
sobre mí, una mirada, llena de un
torbellino de emociones al verme otra
vez…tardé un suspiro en caer en sus
brazos, lo que siento por él me lleva a
eso, a no poder alejarme, a querer
luchar, a no rendirme y apostar por
Julen.
Secuestros, suicidios por amor…tantas
cosas estos años…el mundo siempre
parece estar en contra de que triunfe el
amor…Pero lo peor de todo llegó hace
casi un año, cuando recibí un golpe en
mis propias entrañas, cuando perdí al
bebé que estábamos esperando sin ni
siquiera saberlo…Eso fue lo más duro
de todo… Tuve que poner tierra de por
medio, no era capaz de enfrentarme otra
vez a Julen, me sentía culpable por no
salvar a mi hijo, y también lo odiaba a
él por llevarme a ese punto. Dentro de
mi interior, se desataron una locura de
sentimientos que me ahogaban, que no
me dejaban respirar, y huir era la única
salida.
Angelo me ofreció en Manhattan, la
oportunidad de unirme a su empresa si
algún día lo deseaba. Lo hice, por dos
razones. Una porque sabía que Julen
estaría rabioso al verme cerca del
italiano. ¿No me acusó de acostarme con
él? ¡Pues mira donde estoy! Y la otra,
porque no sabía donde acudir sin que me
encontrase. Sabía que llegaría el día que
lo hiciese, pero al menos podría tener un
tiempo para mí. Lo tuve, pero no el
esperado. Angelo, que al parecer es más
romántico de lo que parece, pero ante
todo un gran amigo, adelantó mi
encuentro con Julen. Nunca pensé que lo
hacía para propiciar ese momento, pero
se lo agradeceré siempre. Fui dura con
Julen, o al menos lo intenté, es difícil
luchar contra lo que sientes, pero más
difícil es herir a la persona que amas,
cuando sabes que está sufriendo como
tú. Julen también había perdido a su
hijo, y eso es algo que pesará sobre él el
resto de su vida. Se culpa de todo,
puede que ahora su alma haya
cicatrizado, suavizando esa herida con
el tiempo, pero jamás podrá perdonarse
por desconfiar de mí, borrar las duras
palabras que vertió sobre mí. Eso lo
llevará siempre con él.
¿Tonta por perdonarlo y volver con él?
Sé la respuesta, y queda clara al
casarme con Julen. A veces, para
entender las decisiones que toman las
personas, porque tenemos esa mala
costumbre de ser impulsivos y no
pararnos a analizar y a empalizar con
los demás, hay que valorar muchas
cosas. Y lo que sí es cierto, es que
nuestras desgracias siempre llegan de
manos de terceros, que empañan nuestro
amor, decididos a terminar con él.
Han perdido, el amor ha ganado la
batalla. ¡Joderos!
He salido a dar un paseo, llegamos ayer
y dentro de dos días toda mi familia y la
de mi prometido nos acompañarán.
Algunos amigos han ido llegando, como
Kassi y Aden, con Irina. Kassi estaba
ansiosa por conocer el Juva, algo que no
pudo hacer la última vez que estuvimos
aquí, por el embarazo.
Me froto los brazos, no de frío, porque
estamos en pleno verano, en el mes de
agosto, y en quince días será mi boda, el
día del cumpleaños de mi futuro marido.
Hemos querido recordar esa fecha por
el día que nos unamos como marido y
mujer, no por la fatídica noche en la que
se desató nuestro infierno.
- ¿La señora tiene frío?- alguien
que forma parte de mi vida, porque
es mi amigo, a pesar de que dice
que siempre me querrá de una
forma…especial…se coloca a mi
lado.
- Hola Víctor- ayer nos recibió.
Es el encargado de que todo esté en
orden en el Juva. Julen ya ha
aceptado eso, o por lo menos, lo
asume sin más-. No me digas
señora, me pones años encima.
- Pero pronto lo serás, y
concretamente la de Julen
Anderson, el multimillonario más
deseado.
- Para mí es Julen, no lo veo
como el resto del mundo, es el
hombre al que amo.
- Lo sé, y es afortunado por eso.
- Tú también, has encontrado…
- Hemos roto.
- ¿Cuándo? Hemos hablado estos
días y no me has dicho nada, te
pregunté si todo iba bien, y me
dijiste que sí.
- Me refería a los preparativos
de la boda. Además, te pones muy
pesada, seguro que me hubieses
hecho un sin fin de preguntas, o a
saber qué se te ocurre para
solucionar las cosas, y no merece la
pena darle vueltas. Se acabó, no
salió bien, y no se acaba el mundo
por ello- me deja con la boca
abierta-. He conseguido que no me
respondas, estoy mejorando contigo.
- Víctor-recupero el habla-, lo
siento mucho- froto su espalda.
Estamos sentandos en un banco de
los muchos que han colocado por
este parking ajardinado-. ¡
Y que sepas que no soy una pesada,
capullo!
- Lo eres, ¡siempre solucionando
los problemas del mundo!- es
verdad, pero soy como soy, y es lo
que hay.
- ¿Seguro que lo llevas bien?
Puedes hablar conmigo, sabes eso,
¿verdad?
- Sí, pero no tiene sentido
hacerlo, no para mí- se levanta
dejándome preocupada. Lo imito y
lo cojo por un brazo.
- ¿Qué pasa?
- Val, de verdad, no quiero
hablarlo, eso no cambiará nada.
- Tal vez te equivoques, y…
- ¿En serio ver que la chica de la
que estás enamorado, se va a casar
con otro va a cambiar? ¿Vas a
romper con Julen?- grita enfadado.
Retrocedo dos pasos abrazándome a mi
misma.
- Val, joder, yo…
- No, está bien, tienes razón.
Hablarlo no cambia nada, y
tampoco me ayuda mucho a mí en
este momento de mi vida, Víctor.
Eres un gran amigo para mí, lo
intenté contigo, pero no puedo
obligarme a amar a otro hombre, mi
corazón eligió a Julen. Pensé que
esto había quedado atrás.
- Sabes que no, te lo dije, a pesar
de estar con otras, siempre sentiré
por ti lo que no llegaré a sentir por
nadie.
- ¿Por qué me haces esto ahora?
- Tú has insistido.
- Es verdad, pero no quiero estar
mal contigo, Víctor. Tal vez ahora
no podamos ser los amigos que
pretendo, si las cosas están así,
pero en un futuro, cuando el amor te
sonría, será un buen momento.
- Val, tienes que saber una cosa.
La vida no es a veces como
esperamos. No todo el mundo
encuentra a su media naranja, y
cuando lo hace, la otra mitad quiere
ser la mitad de otra. Eso ocurre, y la
vida continúa.
- Eso es triste, y lo sé, pero tú…
- Tú me aprecias, quieres lo
mejor para mí y para todas las
personas que estamos en tu vida, y
eso es bonito. Pero a veces, tienes
que aprender que la gente que
quieres, no consigue todo lo que
necesita.
- Ya…
- Y no pasa nada, de verdad- se
acerca a mí y coge mis manos entre
las suyas-. Me alegro mucho que tú
lo hayas conseguido, que seas feliz,
deseo de corazón que todo te vaya
muy bien con Julen.
- Y te aseguro que no será de otra
forma- no lo he escuchado llegar.
Nos soltamos las manos y Julen me
rodea con su cuerpo.
- Tengo que ir a revisar algunas
cosas, hasta luego- Víctor se marcha
rápidamente.
- No entiendo algo- dice
enfadado-. He ido a visitar a
Lorenzo, dejando que mi prometida
durmiese, porque dice que no la
dejo descansar…- imposible
descansar cuando no deja de
hacerme el amor cada noche, con
horas de sexo de por medio. Que no
me quejo, pero me planteo la idea
de tomarme vitaminas para seguirle
el ritmo-…y llego y me la encuentro
haciendo manitas con su ex novio.
¿Qué me dices a eso, nena?
- Víctor no es mi ex novio, no
llegó ni a eso, es un amigo.
- Hasta donde yo sé, ha tenido tu
boca, porque estos dos- señala sus
ojos-, lo vieron.
- Por favor, Julen, no quiero
discutir por algo que no merece la
pena.
- ¿Te parece bien si veo a alguna
amiga mía…- habla de alguno de
sus escarceos cuando venía de
soltero a la isla-…y la cojo de esa
forma?
- No me provoques, no es lo
mismo.
- Para mí sí, porque siento celos
de él, y no lo quiero cerca de ti.
Además, ya no tiene novia.
- Estás más informado que yo,
acabo de saber eso.
- Las noticias vuelan.
- O tú, que te interesas por
aquello que…
- Intenta joderme la vida.
- Julen, no pienso perder ni un
segundo más, hablando de Víctor, ni
de ningún otro hombre, porque para
mí solo existe uno, y ese eres tú,
¡pedazo de mamarracho!- me
dispongo a caminar pero tira de mí
aplastando su boca contra la mía.
- Y no permitiré que sea de otra
forma, baby- dice lamiendo mis
labios-. Eres mía,
- Soy tuya. Nos pertenecemos,
bebé, y hemos venido a sellar esa
unión…
- No veo el día, quiero que
llegue ya.
- Muy pronto, cierra los ojos,
ábrelos, y ya seré tu mujer…
Valeria

- Cuidado, vamos a romperle un


pie a la novia, y os aseguro que el
novio, nos matará por ello- dice
Ellen. Angelo también está en Ibiza,
esta vez solo, no ha traído
compañía, pero no han cruzado
palabra.
Cuando estuvimos todos instalados en el
Juva, familiares, amigos y mascotas,
celebramos una cena, y fue increíble
verlos a todos allí reunidos. Será
maravilloso casarnos con nuestra gente
como testigo, cuento los días…Una
semana exacta para ser su mujer…
Leire y mi abuelo, llevan otro ritmo
distinto al de todos. Se dedican a pasear
a Kai y Rocco en compañía de Jane, que
está como loca, de que Bat también haya
viajado a Ibiza.
Otros invitados relacionados con la vida
empresarial de Julen, y mis compañeros
de trabajo, irán llegando poco a poco a
lo largo de la semana.
Pero antes, debo sufrir lo que se hace
antes de una boda: mí despedida de
soltera. Nos han asaltado esta mañana en
nuestra habitación. Estábamos desnudos,
por eso Yara fue la primera en entrar.
¡Gracias a Dios! Pudimos vestirnos con
lo primero que encontramos, porque nos
sacaron arrastras del colchón. Chicas
por un lado, chicos por el otro. Ni un
beso me dejaron darle a mi chico.
Me llevan con los ojos vendados, esto
me suena. Hemos bajado del coche, y
escucho unas voces conocidas. Nadia y
Ana, las chicas que me disfrazaron y me
dejaron como nueva, la primera vez que
estuve aquí en este centro de belleza.
Me quitan la venda.
- Hola Valeria- Nadia sigue tan
alocada como siempre-, ¡cómo me
alegro de volver a verte! ¡A ver si
nos visitas con tu “jovenazo”- esa
palabra es muy conocida por un
anuncio de la televisión española.
Nos echamos todas a reír. Ana que
es la jefa, niega con la cabeza,
dándola por perdida.
- Hola chicas, me alegro de
volver a veros- les planto dos besos
a cada una.
- ¡Viva la novia!- grita como una
loca Lorena.
- ¡Viva!- responden todas a la
vez.
- ¡Venga, vamos a por unas
horitas de relax, que la jornada se
presenta calentita!- dice Kassi
entrando la primera. Las miro a
todas, y me siento inmensamente
feliz, sé que harán de este día, uno
inolvidable.
En una despedida de chicos…
Estos cabrones lo tenían todo bien
pensado, casi me da algo al verlos
entrar en la habitación detrás de Yara. Si
llegan a ver a Valeria desnuda, les
arranco los ojos.
Me han traído a la zona del puerto
deportivo de Ibiza, donde se practican
los deportes de agua. Luego nos
llevaremos el Española para
adentrarnos en el mar, y comer allí.
- ¿Estás listo para la que se te
viene encima?- pregunta Alan. Él no
puede subirse a las motos de agua,
pero mientras los demás están
disfrutando, me he quedado aquí
con él.
- Sí, es algo que debo hacer-
respondo muy seguro.
- ¡Vaya par de huevos tienes!
- Alan, acabas de empezar con
Beth, ya hablaremos dentro de un
tiempo, y te recordaré esta
conversación.
- ¡Ni lo sueñes, amigo, yo por ahí
no paso!- eso habrá que verlo.
Miro el mar de Ibiza, y lo considero
parte de mi historia con Valeria. Era
parte del escenario la primera vez que
nos acostamos juntos. Ella se entregó a
mí, nunca antes había estado con un
hombre a ese nivel, y juro por Dios, que
ya no deseé que fuese de otra forma.
Solo mía. Quise negar lo que sentía una
y otra vez, hemos ido dando bandazos
estos últimos años, pero hemos
regresado al comienzo, para darle el
final que se merece…
Unas horas más tarde…
- Por favor, voy a dejar de
comer, porque esto no es normal-
dice Lorena.
- Uyy uyy uyyy…yo creo que
alguien, podría estar embarazada,
¿no?- mi madre es la que habla.
- No me digas eso, Clara, que me
da un tabardillo, que me estoy
poniendo ciega de cañas- responde
abanicándose con la mano.
- Mareos, sofocos, más hambre
de la habitual y…- dice Kassi.
- ¿Tu periodo?- pregunta Beth.
- Pues la verdad…¡ayy joder…
joder…! ¡Que como esté
embarazada, me da algo, me da
algo!- se coge la cabeza.
- Pues sólo hay una forma de
saberlo, ¡Vamos a buscar una
farmacia!- grito levantándome de la
silla. Hemos comido en el
restaurante del Juva, con Manuel y
Teresa llevándolo todo. Han
querido ser ellos personalmente
quienes controlasen los términos de
la comida y la cena, sin hacer caso
de Julen para que se uniesen a la
fiesta. El día de la boda, imaginaros
cómo estarán. Me los imagino
controlándolo todo ahí dentro de la
cocina, a Teresa con su vestido de
gala, dando órdenes a diestro y
siniestro. Fue la mejor decisión
unirse al Juva, sus caras son otras,
allí en su restaurante, había
demasiados recuerdos dolorosos.
Salimos al exterior, y nos subimos a los
coches conducidos por Dan y otro por
Neimar. Trevor y Oliver están con Julen,
esa es la mecánica habitual. Ya no
vamos a ningún sitio sin ellos.
¡Qué emoción! El día de mi despedida
que se confirme una noticia tan bonita
como que Lorena y Marco van a ser
padres, ¡sería fabuloso! Él es algo que
desea desde hace mucho tiempo, y
Lorena también, pero tras meses
buscando el niño y ver que no llegaba,
habían dejado el tema para más
adelante, donde pensaban recurrir a un
centro de fertilización.
- ¡Por favor, hazte ya esa maldita
prueba, queremos saberlo!- dice
Yara dando saltitos. Todas están
histéricas, excepto una.
Hemos venido a mi suit para que se haga
el test de embarazo, pero no se atreve.
La verdad es que la situación es un poco
dantesca, estamos todas, mi madre, la de
Jorge y mi futura suegra, un poco
contentitas por el alcohol.
- Lore, cariño- me arrodillo
frente a ella. Estamos en la cama,
todas junto a ella-. ¿Qué pasa?- una
lágrima cae por su mejilla mientras
juega con el test, paseándolo entre
sus dedos.
- ¿Y sino lo estoy? No podré con
otro fracaso.
- Oye, no será un fracaso, sólo
habrá que volver a intentarlo- le
contesto.
- ¡Y esa es la mejor parte!
- ¡Mamá!
- ¡Pero si es la verdad, lo mejor
de los hijos, es hacerlos!- está
desatada. Siguen bebiendo, no deja
de reírse con la madre de Julen y
Laura. ¡Esto es de locos!
- ¡Vamos Lorena, estamos contigo
preciosa, a por ello!- grita Ana.
Menudo día me van a dar estas
mujeres.
Se levanta y se dirige al baño. No la
acompaña nadie, porque es algo que
debe decidir ella.
- Val, Lucy, os necesito…- dice
deteniendo sus pasos, y
tendiéndonos una mano.
Dos minutos después gritos imposibles
llenan la suit.
- ¡Por Dios, vamos a ser tías!-
las tres nos abrazamos saltando
como si hubiésemos ganado la copa
del mundo.
Salimos del baño y veo que Ellen se
dirige al equipo de música porque no
hace falta aclarar nada. ¡Se desata la
marabunta!
Por la noche…
Nos hemos reunido con los chicos para
cenar y celebrar luego las dos
despedidas en la pista de baile. No
estaremos solos, hoy es sábado y las
previsiones de aforo son al cien por cien
completos. Como las habitaciones, no
quedan libres. El Juva ha sido todo un
éxito desde su apertura, y con la gestión
de Marco, mucho más.
Ahora mismo, anda por ahí perdido con
su chica, desde que se ha enterado de
que va ser papi. Interrumpimos la
despedida de Julen, era imposible
guardarse una noticia así, y estuvo muy
bien la intrusión en el yate, porque
reviví cosas maravillosas con mí
prometido en un camarote,… ajenos a
todos los demás. Luego regresamos a
tierra para seguir con la fiesta por
separado, donde nos disfrazamos de
sevillanas. Sí, eso sólo puedo ser idea
de mi cuñada, le hacía mucha ilusión.
Nos lo pasamos en grande recorriendo
las calles de Ibiza y regentando varios
locales, para terminar cantando en el
Singer. ¡Cuántos recuerdos llenan esta
isla! ¡Julen está por todas partes!
Casi es la hora de cenar, y nos vamos
sentando a la mesa. Julen y yo, por fin
juntos, uno al lado del otro.
- Te he echado mucho de menos-
susurra.
- Y yo a ti bebé. Espero por tu
bien y por el de tus amigos, que no
hayan llevado a ninguna striper-
quiero saberlo, es algo muy típico
en estas celebraciones.
- No amor, y espero escuchar lo
mismo por tu lado.
- Julen, sabes que el único que
deseo que me haga ese tipo de baile
eres tú- mi mano viaja por debajo
de la mesa y acaricia su muslo, sin
llegar más lejos.
- Sigue soñando, baby. Cumpliré
tus sueños, pero eso es una
pesadilla para mí, no me lo pidas
más, porque es tiempo perdido.
- Algún día lo conseguiré.
- Te aseguro que no- responde
rotundo. Bueno, soñar es bello, ¿no?
Llegan a tiempo para cenar Marco y
Lorena, creo que han estado
aprovechando muy bien su habitación.
No podía llegar esta noticia en mejor
momento, está siendo un gran día.
- ¿Te lo has pasado bien?-
pregunta acercándome a su cuerpo.
- Sí, ¡hay que ver cómo se
desatan nuestras madres con dos
copas de más! He pasado una
vergüenza terrible, tenías que
escucharlas piropear a los chicos de
la isla. ¡Hasta Neiamar y Dan, las
han sufrido!- nos reímos al mirarlas,
están disfrutando mucho.
- Pues los hombres de nuestra
familia también se han lucido, y se
han puesto muy… ¿pastelosos?
- Hay que ver, ¿quién diría que
son hombres responsables y
trabajadores con traje y corbata, eh?
- le planto un beso en los labios.
- Soy feliz, muy feliz amor, miro
todo lo que nos rodea, te miro a ti, y
lo tengo casi todo.
Casi todo…lo sé….Sé que la noticia de
Marco y Lorena ha removido lo mismo
en los dos…
- Te quiero, bebé…
- Y yo a ti, mi vida.
Nos hemos quitado los disfraces, y
vestido para salir a darlo todo en la
pista de baile. Esta noche nos visitan
varios DJ, entre ellos David Guetta, que
pinchará su último éxito que me encanta.
- ¿No crees que vas a volver
locos a todos los que están ahí
abajo?
- Lucas se encargará de que
nadie, se me arrime, añadiendo a la
suma a Dan y Neimar- Sandra no ha
podido estar con nosotras hoy, Dana
está enferma, y tiene que ponerse
bien para la boda. Lucas estaba con
ellas hasta esta noche, que debe
coordinar la seguridad del Juva por
la gran afluencia de gente que se
espera. Julen no confía en nadie más
para ello, y su hermano tampoco.
Pero bien es cierto, que ha venido
porque la pequeña se encontraba
mejor, sino su segundo al mando,
ocuparía su lugar.
Mi vestido es corto, muy corto, pero
quiero ser mala esta noche con mi chico
es esa pista, y hará calor…por tanto,
cuanta menos tela nos separe, mejor…
- ¿Y tú te has visto?- le digo
acercándome a él por detrás. Se
está mirando en el espejo para
comprobar que todo está en orden.
Y lo está, demasiado perfecto diría
yo. Los pantalones que lleva le
marcan el culo, uno que invita a que
se lo palpen. Si veo a alguna hacer
eso, le muerdo las manos. La
camisa que ha elegido es una que le
he regalado, de color blanco. Entre
la imagen sexy que es, y lo bien que
huele, creo que no debería salir de
estas cuatro paredes.
- Sí, la verdad es que tu chico
está tremendo- azoto esas nalgas y
luego las aprieto. Él hace lo mismo
con las mías.
- Pero es mío, no lo olvides.
- Y tú tampoco- me besa jugando
con su lengua. Los besos de Julen
hacen que la temperatura de mi sexo
pase de cero a cien en un segundo.
Siento algo que crece entre
nosotros…- Creo que vamos a
quedarnos aquí…
- Julen…- sus labios recorren mi
cuello y sus dedos viajan hacia un
lugar prohibido. Aparto su mano y
tiro de él hacia la salida de la suit.
- Esto, antes no me lo hacías.
¿Aún no me he casado y ya no tengo
sexo?- está bromeando.
- Sí, creo que ya hemos tenido
bastante en esta vida- Me empuja
contra la pared del ascensor
mientras bajamos.
- El día que te diga que tengo
bastante de ti, enciérrame, porque
me habré vuelto loco…
Salimos encendidos de ese ascensor, ha
hecho todo lo contrario a enfriar las
cosas.
- ¡Eres un cabrón!- le suelto al
haberme provocado con los dedos
dejándome a mitad, y él se ríe ante
mi vocabulario. Se chupa los dedos
ante mí.
- Eres deliciosa, mmmm….
Más calientes que una vela, nos vamos
al reservado de la discoteca, allí nos
esperan nuestros amigos y familiares.
Después de la cena, he estado hablando
con mi abuelo, y se ha reído mucho
cuando le he contado lo desatada que
está su hija. Dice que falta le hacía salir
de esas cuatro paredes del hospital. Y es
cierto, trabaja demasiado.
Nos sirven dos copas a Julen y a mí de
Martini Royale. Mi prometido se acerca
y brinda conmigo.
- Por nosotros, amor- chocamos
nuestras copas y bebemos.
- ¡Qué bien entra!- digo después
de beber, y darme cuenta de lo bien
que me sienta. Es muy dulce, apenas
lleva alcohol.
- Pues no te pases bebiendo, que
tengo algo que terminar en esa suit.
- Esperaba que lo hicieses antes-
lo provoco.
- No lo dudes, pero eso será solo
el aperitivo de lo que ocurrirá
después- me besa en la mejilla y va
a reunirse con mi hermano y Jorge.
Mi cuerpo imagina demasiadas cosas…
- Hola preciosa- escucho la voz
del italiano más atractivo que
conozco, porque es cierto y no hay
que negarlo. Sólo delante de Julen.
- Hola Angelo- miro
mecánicamente hacia Ellen, que está
charlando y riéndose con Yara y
Kassi-. ¿Cómo van las cosas?
- Sé por donde vas, y no hay
cosas. No hay nada. Se lo dije a
Julen, quiero pasar página- Ellen
también se cierra como una almeja,
ninguno de los dos se quiere
enfrentar a la realidad.
- Es una lástima, que dos
personas deseen estar juntas, y no
puedan.
- Eso de que lo desean, ¿por
quién lo dices?- pregunta siendo
irónico.
- ¡Venga Angelo, no te hagas el
tonto conmigo!
- No me lo hago, y no hablaremos
más de ello, pero fue tu nueva amiga
la que estuvo toda la noche follando
conmigo, y al despertarse por la
mañana, me echó como un perro.
¡Las mujeres estáis locas!
- ¿Has hecho algo más desde ese
día?
- ¿Hacer? Me dijo de todo, que
no me acercase más a ella.
- Y tú eres tan obediente, que le
haces caso. Mira. Llevas toda tu
vida esperando encontrarla, o al
menos, no has podido olvidarla. La
engañaste, te hiciste pasar por
alguien que no eras, y eso hizo que
ella ya no pudiese confiar en ti. Sin
confianza, no hay relación. Se sintió
humillada por ti. Está claro que
erais más jóvenes e inexpertos que
ahora, pero el daño, es el mismo,
antes, y ahora.
- Joder Valeria, me asusta
enfrentarme a ella, a su rechazo, no
podré soportar su desprecio otra
vez.
- La vida está hecha para los
valientes Angelo- mira a Ellen, que
parece darse cuenta y cruza sus ojos
con él-. Esa mujer te ama, pero su
corazón está herido. Cúralo,
devuélvele la confianza en el amor,
desde el día que la perdiste, dejó de
creer en él.
Ellen se aleja disculpándose con las
chicas, y Angelo esta vez no duda, sale
detrás de ella. Espero que no se maten,
al menos, que puedan llegar a compartir
el mismo espacio sin esquivarse todo el
tiempo y sin que la sangre llegue al río. .
En la pista de baile…
Lo estoy dando todo con David Guetta,
está pinchando el tema de Axwell e
Ingrosso, “Sun in Shinnig” Es el mejor
en la pista, todo el mundo se vuelca con
él, hasta mis padres, mis suegros, todos,
¡me quedo loca!
Termina la canción y las luces se
apagan. La gente abuchea, algo ha
debido de pasar con el sistema
eléctrico. Julen no ha regresado del
baño.
- ¡Yee, yee, tranquilidad gente,
que todo tiene una explicación, no
me seáis impacientes!- dice David
Guetta. Todo ha sido provocado. Un
silencio general-. Valeria Fernádez,
diosa de la pista de baile en Ibiza,
te quiero en medio de este
escenario, en dos minutos, por
favor. ¿Dónde estás, princesa?
Muéstrate.
- ¿Cómo?- pregunto nerviosa.
- ¡Aquí, está aquí! - gritan mis
chicas señalándome ante mi cara de
sorpresa.
Un foco de luz cae sobre mí, y la gente
abre un pasillo hasta el escenario
ubicado frente a la piscina. Me giro y
veo que Dan y Neimar, se colocan detrás
de mí para seguirme. Lucas camina
delante. Han devuelto parte de la
iluminación y veo las caras de sorpresa
de la gente. La mía debe de ser peor.
- ¿Chicos qué está pasando?-
esto no es normal. Pero empiezo a
pensar que es algo de las chicas,
seguimos con mi despedida de
soltera.
- Sólo recibo órdenes, Val, y
sabes que soy muy obediente- dice
Lucas girándose y guiñándome un
ojo.
Me llevan hasta la mitad del escenario,
donde hay ubicada una silla, y me
invitan a sentarme en ella.
- ¡Yo las mato, juro que las
mato!- Me quedo sola en este
escenario, junto a David Guetta, que
se acerca micro en mano, hablando
para todos.
- Hola Valeria- dice paseándose
a mi alrededor-, me ha dicho un
pajarito… que estás celebrando tu
despedida de soltera, que… ¡por fin
te casas con el buenorro de Julen
Anderson!- la sala grita
enloquecida-. Aunque yo… me
quedaba contigo, nena…- la gente
silba apoyando sus palabras “Yo
también” escucho de fondo-.
También me ha dicho ese pico que
lo sabe todo, que deseabas un baile
especial…- juro que las mato, no
pueden hacerme esto, Julen se
enfadará si ese chico me toca, y
encima delante de todas estas
personas. Y yo tampoco quiero que
me toque, yo quiero que mi baile
sea con Julen. No sé qué hacer…- y
toda novia, debe de tener el
suyo….- veo que se aleja y miro al
frente. Todos los aquí presentes
tienen sus ojos puestos en mí. Juro
que las mato…
Se apagan nuevamente todas las luces de
la discoteca, exceptuando la iluminación
del escenario, que se hace más tenue,
pero se aprecia todo lo que pueda
ocurrir aquí arriba. Es decir, yo sentada
en una silla, y lo que esté por llegar…
- Joder…- mi mirada se queda clavada
en el suelo, donde veo unas botas
militares negras que aparecen ante mí.
No me muevo de la silla pero mis ojos
empiezan un recorrido ascendente por el
cuerpo del hombre que tengo delante,
enfundado en la misma ropa que el
protagonista, de una película…. Incluso
lleva la máscara de soldador…
Empieza a sonar una canción, que
reconozco de inmediato. Encima las muy
sinvergüenzas, han elegido esa canción,
las muy…yo las mato… Niego con la
cabeza, riéndome, no lo puedo evitar,
estoy nerviosa. Yo siempre imagino a
Julen cuando la escucho. ¡Acaban de
robarme un sueño erótico! ¡Brujas!
Suena “Pony” de Ginuwine, que
pertenece a la banda sonrosa de Magic
Mike XXL, donde con ella de fondo,
Channing Tatum baila de una forma
increíble, convirtiendo ese momento, en
una fantasía húmeda para mí, al desear
que mi chico la hiciese realidad.
Este hombre sabe bailar, joder cómo
baila…ese cuerpo…esas caderas…
¡No es posible…! Se tira arrastrándose
por el suelo hasta caer arrodillado ante
mí. Se quita la máscara…
Esa boca que me sonríe…mordiéndose
el labio inferior, y tocando mi cuerpo
mientras su cuerpo se mueve de una
forma indecente…
Creo que voy a correrme….
Tira de mí, y ambos bailamos, me dejo
llevar por él, soy suya…
- Julen…- digo cautivada por él,
por todo lo que está haciendo por
mí…
- Seré tu sueño, tu fantasía, haré
realidad cada uno de ellos, porque
mi mayor ilusión en la vida, es
dártelo todo…
Terminamos en el suelo, y levanta mis
piernas para encajarse entre ellas, y
simular con sus caderas que me folla, lo
que provoca que las mujeres de la sala
pierdan el sentido, y griten
descontroladas.
- ¡Dáselo todo, nene, no pares
nunca!- esa sonrisa que hace que me
derrita llega hasta mis labios, y me
besa sin dejar de moverse.
Si estás caliente, vamos hacerlo- dice
la canción. No estoy caliente, ¡hay un
volcán entre mis piernas!
Nos levanta con un rápido movimiento
del suelo, tirando de mí y cayendo sobre
él de manera que mis piernas rodean sus
caderas. Sin hacer nada más, me aferro
también a su cuello y nos saca de la
pista…
- Se terminó la despedida-
susurra Julen sin bajarme y saliendo
de la discoteca-, ahora empieza la
fiesta de verdad…
15 de Agosto, en Ibiza. Llegó el gran
día… ¿Listo Juler para compartirlo
con Julen y Valeria? Te dedico este
final, gracias por hacerlo posible,
gracias a todos por no dejarme sola y
apostar por mí, ayudando a mis manos
a no rendirse…¡¡¡OS QUIERO!!!

Valeria
Mi corazón golpea mi pecho, no ha
dejado de hacerlo desde que han
terminado de ayudarme a ponerme el
vestido de novia. Llegó el día, ese
esperado momento donde voy a
convertirme en la esposa de Julen
Anderson, y él será mi marido.
Me vienen a la cabeza, unas palabras
que dije porque quería herirlo, porque
necesitaba que sufriera como yo lo
estaba haciendo, en aquellos días que
vino a buscarme a Italia:
“Necesito a alguien que me cuide, que
pase lo que pase no se rendirá conmigo,
que apueste por nosotros cada día, que
me elija, y que me quiera por encima de
todas las cosas, enfrentándose a las
adversidades que nos presente la vida,
cogiéndome fuerte la mano, para no
soltarla jamás. Y ese alguien, no eres tú,
Julen” Fue terrible decirle algo así, ante
esa mirada que cuando me toca,
acaricia mi alma. Pero mi dolor, estaba
por encima de mi amor por él, me
destrozó en mil pedazos.
Y míranos hoy, rodeados de toda nuestra
familia y amigos, para que vean como
nos declaramos amor eterno frente a
ellos, y para que miren como pegamos
cada día, un pedacito nuevo de nuestros
corazones, con manos firmes, sin
miedo…
La vida, un segundo y lo cambia todo…
Entra mi abuelo en la suit, Julen está en
otra habitación, en la planta de abajo, en
esta, solo está este maravilloso rincón
privado que él ha construido para
escondernos del mundo.
Nos quedamos solos, porque así lo
entienden las mujeres que me
acompañan, y que no han dejado de
llorar, desde que mi piel fue cubierta
por la creación de Yara. Paseo mis
manos por él… me hace sentir la mujer
más hermosa del universo.
Miro el reflejo del espejo, y verme al
lado de mi abuelo, que me abraza por
detrás, hace que me emocione.
- Ella estaría tan orgullosa de
verte tan bonita, como una princesa,
pero sé que lo hace desde ese lugar
en el que me espera, y que cuida de
ti, y que hoy nos estará sonriendo
con la misma sonrisa que ahora me
muestras tú- asiento llorando de
felicidad, porque soy feliz a pesar
de las ausencias…Arthur, Belén y
mi amada abuela, por ellos
debemos ser felices, porque los que
nos quieren de verdad, siempre
querrán eso para nosotros aunque no
estén aquí.
- Abuelo, te quiero tanto- él y
Leire serán los padrinos de la boda.
No dudamos en elegirlos, no podía
ser de otra manera.
- Y yo mi ángel, y sé que serás
feliz, eso me tranquiliza, le da paz a
mi corazón al tenerte lejos- me giro
entre sus brazos.
- Siempre me tendrás, no existe
nada que pueda alejarme de ti, esos
jets van a hacer mucha ruta a partir
de ahora- viajaremos muy a menudo
a España, no permitiré que sea de
otra forma. Mi familia es necesaria
en mi vida, y tengo la suerte de
tener a una persona a mi lado, que
tiene los medios necesarios, para
que eso siga siendo así, sin que
pueda pasar mucho tiempo sin
verlos.
Llaman a la puerta, y no veo a nadie
cuando se abre, pero sí a una cosita muy
bonita. Kai. Está precioso con un lazo
de dos colores, verde y azul, la unión de
dos miradas que cambió la vida de dos
personas.
No duda en llegar hasta mí, miro la
puerta, y mi hermano sólo levanta los
hombros cuando veo la nota que lleva
pegada en su lazo. Mi abuelo se la quita
y me la entrega.
- Sólo somos los mensajeros- y
se van. Nuevamente hacen su
entrada las mujeres que me llevan
volviendo loca estos días,
esperando que lea lo que pone la
nota.
La abro.
“Solamente tú”- no pone nada más.
- ¡Ohhh….pero qué romántico es! –
exclaman. - Ya todos lo conocen…
¿todo de Julen y de mí? Casi todo,
claro… Saben que esta canción es
importante para nosotros, y Julen, no
quiere que yo me olvide de ella. No lo
haré nunca mi amor, nunca…
Julen
Soy un hombre distinto, el amor ha
hecho de mí una persona diferente, me
ha devuelto a la vida, le ha dado sentido
a cada amanecer de un nuevo día.
Pero lo más importante de todo, es que
soy feliz, porque sé que la mujer que
amo, lo es a mi lado, y ese será mi
mayor reto, que su sonrisa acompañada
de esa mirada que me lo dice todo, no
desaparezcan jamás.
- Julen, tienes que relajarte un
poco. No va a salir corriendo- dice
mi abuela arreglándome la corbata.
- Hasta que no la tenga frente a
mí y diga sí quiero, no podré
respirar tranquilo- acaricia mi cara.
- Estás tan guapo, esos ojos…-
los de mi abuelo-, me recuerdan el
día que tu abuelo y yo nos casamos.
Brillaban igual, con la ilusión de
una nueva vida a lado de su mujer.
- Ojalá estuviese aquí, lo echo
tanto de menos- la abrazo fuerte
porque veo sus lágrimas.
- Y lo está, a tu lado cariño,
forma parte de ti, del hombre en el
que te has convertido, y siente un
orgullo enorme de ver todo lo que
has conseguido.
- Te quiero mucho, abuela, y casi
te pierdo a ti también, no creo que
pueda soportarlo otra vez si…
- Lo harás, porque eres un
luchador, como tantos otros que
aprenden lo que la vida les da. Mi
niño, la vida, te da sabiduría, y no
debes temer al maestro, debes
aprender de él. Nunca olvides esto.
- No lo haré, esa frase…
- La decía siempre tu abuelo, tu
padre ha crecido con ella, ¡y mira a
donde ha llegado! No digas no
puedo, siempre hay que decir, tengo
que intentarlo.
- Gracias abuela- mi madre nos
escucha en silencio, y aparecen el
resto de mi gente. Mi padre, mi
sobrina, que corre a mis brazos,
Yara y Nathan, Tony, Jorge está con
Valeria, Beth y Alan, y mi adorada
hermana que tiembla de emoción.
Dejo a Jane en el suelo, después de
darle un beso en su mejilla, y digo:
- Ven aquí, hada- se refugia
llorando contra mi cuerpo.
- Julen, hijo, te esperamos abajo.
- De acuerdo papá- sonríe feliz,
hemos tenido una charla de hombre
a hombre. Hoy es un día de donde
los corazones, no puede evitar
hablar. Nos dejan solos-. ¡Eh, que
me caso, no me voy a la guerra!
Se limpia la cara, está tan graciosa
como hermosa en este momento. Es toda
una mujer, a la que admiro, y a la que se
lo debo todo.
- Es que te miro, y soy tan feliz.
Lo has conseguido, por fin la tienes
a tu lado. Triunfó el amor.
- No ha sido fácil, pero sí, ya
casi es mía.
- De casi nada, es toda tuya.
Cojo sus manos entre las mías.
- Gracias- digo emocionado.
Me sonríe y pregunta:
- ¿Por qué me las das?
- Por no dejarme nunca solo, por
cuidarme cuando ni yo mismo lo
hacía. Nunca te rendiste conmigo,
has sufrido por mi culpa, viendo
como me destruía en aquel ring, sin
tener en cuenta el daño que os
hacía, y tú ahí estabas, siempre
cerca.
- Nunca te dejaré, Julen, soy tu
hermana, y eres parte de mi vida.
- Y tú de la mía, pero quiero
pedirte perdón por todo el daño que
te he hecho, porque fui egoísta, no
veía más allá de mi dolor, cuando
vosotros también estabais sufriendo.
- No peque, todo eso quedó atrás,
y no debemos dejar que marque
nuestras vidas, solo aprender para
ser más fuertes y no cometer los
mismos errores. Te quiero,
muchísimo, y cuidaré de ti siempre.
- Y yo de ti- la abrazo besando su
cabello.
- Creo que tenemos una boda que
celebrar, hay una hermosa española
esperando a que llegues antes que
ella, sino, tendrás problemas antes
de tiempo. ¡Espera al menos unos
años para ello!- bromea.
- Lo bueno de las broncas…
- ¡Son las reconciliaciones!-
decimos los dos a la vez, saliendo
por la puerta que me lleva a mi
destino…
Valeria
No me puedo creer que tenga que
abandonar esta habitación…
- Llegó la hora- dice mi abuelo
tendiéndome la mano. Me sonríe y
yo…yo veo que del bolsillo donde
debería ir la misma flor que llevan
todos los hombres de mi vida,
sobresale…
- ¿Otra nota?- pregunto sacándola
de su escondite y sonriendo feliz.
Leo.
“Te necesito, no tardes…”
- Abuelo, este hombre está
provocando que mi ansiedad crezca
por momentos. Estoy a punto de
salir corriendo para llegar volando
a ese altar.
Se ríe a carcajadas.
- Bueno, eso creo que es lo que
busca. ¿Vamos?
- Vamos, mi destino me espera…
Jorge, Lorena, Lucy y otros muchos
más…
- Hay que ver cómo ha cambiado
todos chicos- dice Jorge mirando a
todas las personas que están con él,
en especial al hombre que tiene a su
lado.
- Sí, Ibiza nos ha cambiado la
vida a todos- Marco besa a Lorena
cuando escucha esas palabras que
escapan de su boca. Acaricia su
vientre, ese que acogerá el fruto de
su amor.
- ¡Eh, y Valencia! Allí también
ocurren cosas maravillosas,
¿verdad doctor?- Lucía le da un
azote juguetón a su chico.
- Lo más bonito de mi vida-
responde Iván besándola.
Nadie se ha sorprendido al ver esta
mañana a Ellen y Angelo cogidos de la
mano, a estas alturas de la vida, ya nada
es imposible. Nada.
Kassi y Aden con la pequeña Irina en
brazos, son una bella estampa de lo que
es conseguir ser feliz, como recompensa
de un duro camino.
Alan y Beth, un amor truncado por malas
decisiones, por orgullos heridos, pero
que al final, el poder de lo que movían
sus corazones, fue más fuerte que su
pasado.
Todos esperan en la arena de la playa
del Juva, en esta hermosa cala, a la
novia, acompañando a un novio que está
impaciente por verla aparecer ante sus
ojos. Una boda frente al mar que ha
visto nacer una historia de amor.
Y parece ser, que toda espera, tiene su
recompensa….
Valeria
No sé si podré hacerlo, mis piernas no
dejan de temblar, me aferro fuerte al
brazo de mi abuelo, que me tranquiliza
acariciando mi mano. Nuestros invitados
están sentados en unos bancos de
madera blanca, del mismo color que el
precioso altar que hemos elegido,
adornado con preciosas flores azules y
verdes.
Todos se levantan al verme, y mis
nervios empeoran. Al comienzo del
pasillo que me llevará hasta Julen,
nuestros amigos han hecho uno con sus
cuerpos, esperándome para demostrarme
que están aquí, que siempre estarán ahí.
Jorge empieza aplaudir y todos lo
siguen.
- ¡Guapa, preciosa, te queremos
nena!- gritan sin parar y Jorge, mi
mejor amigo, que siempre ha estado
a mi lado desde niños, se acerca y
besa mi mejilla, dándome la mano,
donde compruebo que lo hace por
algo. Sonrío.
Leo ese nuevo mensaje, que llega hasta
mí deteniendo mis pasos al principio del
camino, que será el inicio de una nueva
vida.
“Sin ti, no existo, ¿quieres ser mi para
siempre?”
Levanto la mirada saboreando esas
palabras, al tiempo que empieza a sonar
“A Moment Like This” de Leona Lewis,
para encontrarme con los ojos más
hermosos de mi mundo.
Quiero ir con él, quiero correr, quiero
fundirme con Julen, quiero ser su para
siempre.
Mi abuelo y yo pasamos entre todos,
pero para mí solo existe el hombre que
me atrapó la noche que cambió mi
vida…
- Te entrego a un ángel, no dejes
que baje nunca del cielo- dice mi
abuelo.
- Nunca la dejaré caer, lo
prometo- responde firme sin dejar
de mirarme.
Por fin nos casamos, y antes de terminar
la ceremonia, pronunciamos los votos,
nosotros mismos escribimos en casa.
Nos costó mucho terminarlos, porque
era inevitable hacer el amor a cada frase
creada. Queríamos declararnos de esta
forma, y sellar nuestro amor, con la
sangre que mueve nuestros corazones,
ante la familia y amigos
Julen: Quiero ser la razón de tu
existencia
Valeria: Quiero ser el aire que respiras,
las manos que te cuiden cuando lo
necesites
Julen: Quiero que me necesites tanto,
como yo te necesito a ti.
Valeria: Te necesito. Quiero hacerte
feliz, porque sufro cuando no lo eres
Julen: Haré cualquier cosa, me
enfrentaré al mundo por mi mujer
Valeria: Y yo lo haré por mi hombre
Julen: Sé mi para siempre, mi amor
hasta el infinito y más allá.
Valeria: Tú y yo para siempre, hasta
donde termine la eternidad…
Valeria
Hemos bailado como todos los novios,
en medio de la pista que vio nacer
nuestra historia de amor. “Solamente
Tú” de Pablo Alborán, ha sido el tema
elegido, no podía ser otro.
- ¿Lista nena?- pregunta Jorge.
Me he cambiado el vestido de novia
por otro más sencillo. También es
blanco y llega hasta mis pies
descalzos, con dos finas tiras que
caen sobre mis hombros. Estilo
ibicenco, regalo de Lorena, Lucía y
Jorge, para lucirlo para esta
ocasión..
- No, pero tengo que hacerlo-
respiro profundo. Necesito mucho
aire para esto que está por llegar.
- Ve a buscar a tu marido- mis
amigos me miran, aquí estamos los
cuatro, como cuando todo empezó.
- Os quiero, y siempre estaremos
juntos- les digo emocionada.
- ¡Ahora no, cariño, trágate esas
lagrimas, y haz que sus pantalones
terminen en el suelo!- dice Lorena.
- ¡Estamos contigo, mujer
valiente!- Lucía me abraza y se unen
a nosotras Jorge y Lorena, antes de
dejarme sola.
- ¡Bueno Valeria, ya no hay
marcha atrás!

Julen
Nos reímos ante las ocurrencias de
Alan, siempre tiene alguna de las suyas
preparadas para darles paso, por esa
bocaza que no calla ni debajo del agua.
Las luces se apagan, ya es de noche, nos
hemos casado con el atardecer, y la
iluminación de la cala es perfecta. Al
menos hasta hace un par de segundos.
No sé donde se encuentra mi querida
esposa, pero hasta donde yo sé, estaba
con sus amigos.
Suena una canción, y escucho una voz…
Y frente a todos los que estamos aquí, se
alza una hermosa fuente dentro del mar,
donde se pueden apreciar, unos dibujos
que se perfilan en el agua, con preciosas
luces de colores. Un ángel que canta en
directo “Everytime we touch” de
Cascada. Camina sobre el mar, y no
puedo dejar de mirarlo, quiero
tocarlo…
Valeria sale del agua, detrás de ella está
esa inmensa pantalla de agua, pero su
figura, su belleza, destacan sobre todo lo
que nos rodea.
Está realmente hermosa, pero la belleza
de su corazón, va mucho más allá de lo
que su piel me muestra…
Llega hasta mí, me toma de la mano y me
lleva cerca de la orilla, frente a la
pantalla de agua, donde nos abrazamos
frente a ella y…ocurre algo increíble…
algo que jamás he visto…
Tus brazos son mi castillo
Tu corazón es mi cielo
Ellos secan mis lágrimas que lloro
Los buenos y los malos tiempos
Los hemos atravesado
Tú me haces elevarme cuando caigo
Ella me canta ante miles de imágenes
nuestras, cuando todo empezó, aquí, en
Ibiza. Nuestra familia y nuestros amigos,
todos se suceden en este recorrido de mi
vida con Valeria. Una imagen me roba el
alma, somos Yara y yo, duermiendo con
mi abuela, la noche antes de su
operación. Es bella…eso sólo puede
lograrlo Valeria, ella es la única que
puede obrar auténtica magia. Como esto
que está haciendo por mí.
Antes de terminar la canción, nuestros
ojos se encuentran, de la misma forma
que la primera vez que fundieron en uno,
y ella canta:
Quiero que esto dure
Te necesito a mi lado
Aparece nuestra imagen en directo
bañada por el mar, elevados sobre las
aguas que han sido el testigo de la unión
de dos almas destinada a encontrarse.
La acerco para cogerla con fuerza,
clavando una de mis manos en su
cintura, y acercando con la otra sus
labios a los míos, para que pueda
besarlos sin decir nada más que esto:
- Quédate conmigo- susurro
contra su boca.
- Para siempre…
Epílogo (Un año más tarde)

Estoy cansado, desde que me he


levantado, mi humor ha sido de perros,
todo porque mi querida esposa, tiene el
día muy ocupado, y no puede dedicarme
ni un minuto. Ha dicho que tenía muchas
cosas que hacer, y ni siquiera he sabido
nada de ella en toda la tarde. No sé qué
le pasa, pero no me gusta verla tan
distante. Y como estoy cabreado, yo
tampoco la he llamado. ¿Infantil por mi
parte? Puede, pero me da igual sonar
así.
No sé que cojones le pasa a todo el
mundo hoy, pero se han puesto de
acuerdo para que no llegue a casa. Alan
y Tony, me han pedido con urgencia que
firme unos informes para tenerlos listos
a primera hora, que se les habían
traspapelado, y no han podido
entregármelos antes. Mira tú que bien,
todos a casa y yo aquí, echando humo.
Menudo presidente empresarial soy.
Casi los obligo a quedarse a mirarme
hasta que terminase con esta mierda,
pero mejor solo, porque sino, no
salimos de aquí delo que hubiese
empezado a despotricar.
Mis secretarias hace una hora que ya se
han marchado, es viernes, y todos
quieren disfrutar del fin de semana. Yo
también, y al lado de una mujer que me
vuelve loco, especialmente esta semana.
Nuestro primer año de casados, ha sido
una luna de miel continua, nada ha
empañado nuestras vidas, y cruzo los
dedos porque se mantenga de esta forma,
al menos durante un tiempo más. Se vive
muy bien sin tener dolores de cabeza.
A lo largo de estos últimos meses,
hemos hecho dos viajes a España, y en
uno de ellos, cumplí con algo que
deseaba desde hace mucho tiempo. Me
hice un tatuaje en el brazo izquierdo, uno
que me tuvo horas en una camilla,
aguanté del tirón porque yo allí no
regresaba. Son unos dibujos que se
perfilan por toda la piel desde el
hombro hasta mi muñeca, donde un
mensaje se puede leer entre ellos:
“Valeria, mi destino eres tú”. Lo miro
orgulloso cuando lo veo, porque
representa mucho para mí. Mi mujer, no
me canso de decirlo, ahora sí lo es, vive
grabada en mi alma y en mi corazón,
pero yo la quería también sobre mi piel.
Amo cuando ella besa cada línea, la
hace sentirse posesiva conmigo, y eso
nos excita mucho a los dos…
Por otro lado, teníamos que conocer al
hijo de Marco y Lorena, que su nombre
me ha encantado: Julen. ¿Bonito no? Yo
creo que no han podido elegir mejor. Y
por supuesto, visitar a la familia de mi
mujer, la descarriada. Esta noche
hablaremos, me va a escuchar, no pasa
un día más sin que me explique qué está
pasando.
El año que viene es otro año en el
calendario del amor. Tenemos dos
bodas, Ellen y Angelo, y Alan y Beth.
Mi querido amigo Alan, esconde la
cabeza cuando le recuerdo algunos de
sus discursos de machito ibérico. Es un
“calzonazos”, pero en el buen sentido de
la palabra, nos ha salido muy romántico
el hombre.
Llaman a la puerta, y es demasiado tarde
para que alguien ande por aquí.
- Adelante- es Trevor.
- Hola, han traído esto para ti-
dice dejando una cajita sobre la
mesa. Es extraña, lleva sobre la
tapa, un osito dibujado con un
corazón rosa y azul.
- ¿Y esto? ¿Quién ha dejado esto
para mí? Da un poco de miedo
abrirlo, es algo atípico, parece para
un niño.
- No lo sé- dice caminando hacia
la puerta- pero sé que es para ti-.
¡Pum! Cierra sin darme opción a
preguntar nada más.
Me recuesto sobre mi asiento mirando la
caja, esto me ha descolocado, y no saber
la procedencia del remitente, más
todavía.
Vuelven a llamar.
- Adelante- digo ya sin ganas,
estoy harto de este puto día, quiero
que se termine ya.
- Hola colega- es Dan-, ha
llegado otro envío- repite lo mismo
que su hermano, dejando el paquete
sobre mi mesa.
- ¿Me estáis vacilando?- pero no
hay respuesta, porque ya se ha
largado. Ya no sé qué pensar, pero
no pienso mirar ahí dentro. Son
cajas que no había visto nunca, y no
tengo ganas de juegos. Hoy no.
La puerta otra vez.
- Como volváis a dejarme…- me
callo al ver a la persona que entra
por la puerta. Una que esperaba ser
la última, que viese entrar por ella.
- Buenas noches, señor
Anderson- dice la mujer de mi
vida. La jodida está preciosa, lleva
una gabardina blanca, que define su
cuerpo escultural, con unos tacones
a juego del mismo color. Su melena
cae suelta, como a mí me gusta, y
unos ojos…que me miran
escondiendo algo…
- Buenas noches, señora
Anderson, veo que al fin puede
visitar a su esposo.
- Sí- me levanto del sillón y ella
llega hasta mí. Acaricia mi corbata
y tira de ella para acercar nuestras
bocas-, y no sabe usted las ganas
locas que tenía de verlo- dice
mordiéndose el labio.
- ¿En serio? Porque parece todo
lo contrario esta última semana.
Está usted muy rara.
- Bueno, puede que tenga una
razón, pero aquí estoy, para
compensarle por mi actitud- me
olvido de las cajas, solo puedo
concentrarme en la mujer que tengo
ante mí.
Me apodero de su boca y la tumbo sobre
la mesa, desabrochando la gabardina
para comprobar que debajo de ella, está
desnuda. Recorro su cuerpo con la
mirada y…
- ¿Qué…qué…?- no puedo
hablar, no me salen las palabras.
Mis ojos escuecen, ante lo que acabo de
ver.
Llevo mis manos al vientre de Valeria,
dibujo cada letra escrita sobre su piel.
- ¡Felicidades papá!- susurra
emocionada. Eso es lo que ha
escrito con carmín rosa. La primera
palabra aparece encima de su
ombligo, y la segunda debajo,
simulando una sonrisa.
- Amor…es…¿es real?- ella
asiente. Mi primer impulso es besar
cada una de las letras, acariciando
su vientre con mis dedos,
derramando lágrimas sobre ellas.
- Sí Julen, vas a ser padre.
- Y tú madre, de mi hijo- asiente
sonriendo. La ayudo a sentarse en el
borde de la mesa y me coloco entre
sus piernas. La beso tocando el
lugar donde cuida de nuestro hijo-.
¿No?
Mira las cajas que todavía siguen en el
mismo lugar donde las dejé.
- Es de mala educación, no abrir
los regalos que te envían- eso me
hace fruncir el ceño.
- ¿Son tuyos?
- Sí, ¡pareces tonto!- me riñe sin
convicción-. ¡Ábrelos!
Obedezco sin dudarlo, porque estoy
intrigado de saber qué se esconde en
esas cajitas, ahora que sé, de la mano de
quien me llegan.
Primero una. Sonrío al ver un chupete de
color azul.
- ¿Un chupete? Gracias mi amor,
pero yo ya tengo dos- señalo sus
pezones, que están muy llenos. El
cuerpo de Valeria cambiará con el
embarazo, y será maravilloso verlo,
comprobar cómo la vida crece
dentro de ella.
- Abre la otra- juro que nunca he
visto ha Valeria tan hermosa como
esta noche. Lo hago, y lo que veo,
me deja sorprendido. Otro chupete,
pero este de color rosa.
- Otro pero de diferente color…-
me callo unos segundos-, ¡joder! –
cojo su cara entre mis manos
sintiéndome el hombre más feliz y
afortunado del mundo-. ¿Dos bebés?
- Sí, y serán de diferente sexo-
busco sus labios y la beso…la
beso….
- ¿Cómo has podido
ocultármelo?
- Apenas he cogido peso, y sabes
que buscamos el bebé desde que
nos casamos, pero con la última
campaña de J&Y, no he llevado el
control de mi periodo, han sido
unos meses locos, cariño- sonrío
feliz, soy muy feliz-. Y no te lo he
ocultado, me he enterado unos días
antes que tú. Tuve un mareo el
lunes, y me llevaron al hospital.
Cuando supe la noticia…
- La mejor que podías darme…-
acaricio su cara, su pelo, sólo
quiero protegerla y cuidarla, a ella
y a mis hijos.
- Pues…- su mirada es única esta
noche, tiene la luz de la vida-,
quise decírtelo de una manera
especial.
- Y lo ha sido, como cada detalle
que me llega de ti.
- Busqué aliados para
secuestrarte aquí dentro, quería este
momento sólo para nosotros- Tony y
Jorge, están reformando su casa, y
están viviendo con nosotros hasta
que terminen las obras. Tengo
propiedades de sobra, aunque suene
mal decirlo, para que se instalasen
en otro lugar, pero mi esposa
insistió en que se viniesen a la
nuestra. Así recordaba viejos
tiempos con Jorge.
- Sabes que fue idea tuya meter a
nuestros amigos en casa.
- Y es genial tenerlos por un
tiempo así, pero este momento nos
pertenece a nosotros.
- Como yo te pertenezco a ti,
baby.
- Y yo a ti, Julen- entrelaza su
mano con la mía y las dejamos
sobre su vientre, tocando de alguna
forma a nuestros hijos-. Vas a ser el
papá más sexy del mundo. ¡Mira
cómo se ponen las mamás cuando
hemos ido a recoger a Jane al
colegio, se resbalan con las babas
al verte!
- Me importan una mierda todas
ellas, sólo tengo un fin en mi vida, y
esa eres tú, y ahora, mis hijos. Lo
daré todo por vosotros.
- Y nosotros todo por ti- coge mi
cara entre sus manos para unir
nuestros labios-. Hazme el amor,
Julen…- la tumbo sobre la mesa
despacio, ahora tenemos que tener
cuidado.
- Nunca dejaré de hacerlo, jamás
dejaré de amarte…- beso su vientre
antes de unir nuestras almas.
- Madre mía, cariño…- dice
cuando entro despacio en el dulce
paraíso que encuentro entre sus
piernas-, agárrate que vienen
curvas, ¿Listo para conducir por
ellas?- sonríe traviesa.
- Baby…- sentir como su
esencia, fruto de su deseo por mí,
me quema la piel, es la mejor
sensación del mundo. La llego por
completo y me quedo quieto,
entrelazando nuestras manos por
encima de su cabeza, susurrándole a
su boca-… contigo a mi lado, no
habrá carretera que se me resista, te
lo voy a demostrar- jadeamos
cuando muevo las caderas para
perdernos el uno en el otro una vez
más-, empezando por esta…
FIN…
Hasta pronto
Julen y Valeria,
porque decir
adiós, significa
mucho tiempo…
Agradecimientos

Lo conseguí. Si amas esta saga, si


sabes cómo ha transcurrido la vida
de los protagonistas y su escritora,
sabes de qué hablo.

Aquí estoy, ni siquiera puedo creer


que haya llegado este momento,
aquel que significa el cierre de un
comienzo, aquel que cambiará
muchas cosas. Necesitaba vivirlo, y
por fin, aquí está.

Te voy a contar un cuento, que


empezó hace un año…
Existía una mujer, soñadora,
enamorada, que apostó por una
ilusión, una que era alentada por
lo que su corazón gritaba, una que
era retratada a través de las letras
que sus manos creaban. Podía dar
a las personas un momento de paz,
un motivo para alejarse de las
tristezas de la vida, y aquel que la
eligió sin merecerlo, no la dejó
desistir para lograr ese fin.

Pero la vida manda, ella decide, y todo


cambió. La mujer se quedó sin amor,
sin sueños, lo que la llevó a perder su
corazón, y a detener sus manos, que se
sentían viejas y cansadas. No tenían
ganas de vivir. Se convirtió en su peor
enemigo, si ella no quería luchar, nadie
más podía hacerlo, tú debes apostar
por ti mismo, sin eso, la batalla de la
vida está perdida.

Un día, todo cambió…el día donde la


mujer pudo darse cuenta, que vivía en
lo más hondo, en las cloacas de la vida,
y sentía que todo lo que la envolvía no
la dejaba respirar. Intentaba ver en
aquella oscuridad, pero todo era
difuso, la atrapaba un mundo caótico
que no la dejaba ver algo…
¡Socorro!¡Necesito ayuda!- gritó al fin
tras meses allí hundida, sin pronunciar
palabra, simplemente vagaba sin
rumbo.
Algo increíble pasó, unas luces
cegadoras, hermosas, la rodearon, y la
elevaron alto, muy alto, tanto, que la
llevaron hasta que pudo ver el sol, el
mar, el cielo…Ese día, su corazón,
volvió a latir…
A mis luces cegadoras, gracias por
ayudarme a resurgir de mis cenizas,
como dice mi bloguera favorita, Mari
López, que me ha acompañado en este
viaje con su eterna sonrisa.

A todas esa luces…

Gracias papá y mamá, a mis hermanos,


sobrinos y a ti Carol, eres la hermana
que nunca tuve, ¡la meua xiqui!, por
cuidarme cada día, por llorar conmigo,
sois los pilares de mi vida, y hoy podéis
estar tranquilos, he vuelto, y sé quien
soy, no volveré a perderme.

Tengo una familia grande, pero no por


todos los que somos, sino por estar a mi
lado, aún en la distancia, siempre
estaban cerca. A mis padrinos, y a todos,
gracias…

Gracias a la famila de Toni, el amor de


mi vida, especialmente a su madre, pero
sobre todo a su hermana, Noelia. Creo
que no existe una mujer más generosa de
corazón en esta vida que tú. Estar ahí, no
es fácil, pero tú siempre estás a la
altura.

Por supuesto, gracias a mi pequeñazo, a


mi amado perro Coco, mi compañía
cada día, cada noche…somos, como
tantas otras personas, que saben de lo
que hablamos, unos supervivientes que
se enfrentaron a meses interminables,
acusados por la pérdida de tu corazón.

Gracias a mis amigos, de Galicia,


Silvia, Montse…, y a los de Valencia,
no sé que puedo deciros, sois tesoros
únicos, y os quiero tanto por respetar
mis tiempos, por esos abrazos en
silencio que lo decían todo... que me
falta vida para poder agradeceros el
sacarme del agujero. Patri (sabes que te
debo una, una muy grande) Irene…tanta
gente que nombrar…Cris… Luca, sabes
que sigues siendo parte de este sueño…
podría estar horas haciéndolo, porque
ese dicho, de que los amigos se cuentan
con los dedos, no forma parte de mi
vida, a mí me faltarían muchas, y eso, os
juro que me hace sonreír feliz. Pero
siempre hay alguien, que destaca, que se
gana ese lugar dentro de ti por ese de
verdad, por ser tu alma gemela de la
amistad. Te aseguro que existe, ¿a que sí
Diamar? Gracias por existir, te quiero
muchísimo, y entre tú y yo, no hace falta
decir más.
¿Y sabéis lo mejor que me han dado mis
novelas? A ti Juler, y entre todos,
vosotros, me han robado el corazón
cuatro mujeres (Esti, Laura, Glama y
Ana), que aparecieron en el momento
que más las necesitaba, siempre llegan
como hadas madrinas al rescate de la
caída de la princesa, obrando magia. No
sentía las fuerzas para escribir, todo
estaba perdido, un sueño ahogado entre
lágrimas…Hasta que lees un sin fin de
mensajes de aliento para que no te
rindas, que decían que esperarán a que
tu alma sane, decían que querían leer
más de ti, escuchar otra vez lo que tu
corazón herido, quiere gritar al mundo.
Gracias por no dejar que esta historia
acabe, porque un cuento nunca llega a su
fin, mientras existan lectores que lo
recuerden siempre. Os adoro…

Y llega el final de estos


agradecimientos, para la persona que
inspira mi corazón, para aquel hombre
que confió siempre en una mujer
insegura e indecisa. Es momento de
decirte algo Toni, algo que quiero que
nunca olvides, porque yo jamás lo haré.

Mi razón de ser, eres tú, por ti llegué al


mundo, para conocerte, para caer en tus
brazos que siempre me protegieron.
Cumplir sueños, sólo lo consiguen los
ángeles, y yo cumplí el mío, porque tú
eres mi mayor sueño hecho realidad, y
eres mío, como yo seré tuya para
siempre. Te llevo grabado en mi piel, es
una herida de guerra, pero no de una
perdida, porque ganamos mi amor,
nuestro historia será eterna.

Hoy se cierra una etapa, pero se abre


otra como escritora, porque necesitaba
este final, necesitaba avanzar y crecer
como persona, sentía una losa sobre mis
manos que no me dejaban volcar lo que
mi alma necesitaba gritar. Tú eres mi
comienzo, y ten por seguro, que también
mi final, y amo a Julen y Valeria, pero ha
llegado el momento de despedirse, de
dejarlos ir, ha llegado el momento de
caminar otra vez.

No digo adiós, sino que te pido que me


acompañes, que vayamos a por un nuevo
comienzo, aquel que deja atrás a la
mujer que fui, porque nada será igual a
partir de ahora, y que presenta a la
nueva persona en la que me he
convertido, y mis libros, serán testigo de
ello.

Te quiero, y eso no cambiará por


muchos años que pasen, nuestro amor es
infinito, te amo más que nunca, y estoy
agradecida a tu corazón por elegirme,
por darme el privilegio de conocer, el
sentido de la vida, el por qué nacemos:
para amar. Ven conmigo, bebé,
acompáñame siempre, te pido que no me
dejes nunca…Hasta el infinito y más
allá…

Esto se termina… ¿lo hablamos en


nuestra casa? ¿Aquella página de
facebook, que hemos creado, y donde
nos hemos convertido en una hermosa
familia? Os espero en Saga Imposible,
no tardes en llegar, ¡te queda mucho por
saber!
¡¡¡Besos y más besos infinitos!!!

También podría gustarte