Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tu y Yo para Siempre 4 Saga Imposible Lorena Guerra Mendez
Tu y Yo para Siempre 4 Saga Imposible Lorena Guerra Mendez
Al hombre de mi vida,
A mi mejor historia jamás escrita…
Título Original: Tu y yo para siempre
Septiembre 2015
Autor: Lorena Guerra Méndez
Fotografía de portada: Luca Invernizzi
Maquetación y gráfica: Luca Invernizzi
SAGA IMPOSIBLE
LORENA GUERRA MÉNDEZ
Tu y yo para siempre
La vida te da sabiduría,
No temas al maestro.
Aprende de él…
Prólogo
- Julen, mírame por favor- lo
hace-. Dime… ¿qué es lo que siente
tú corazón cuando me miras?
Olvida lo que has visto, y guíate por
lo que se mueve bajo tu pecho, aquí
dentro- coloco una mano sobre su
corazón-. ¿Qué te dice?
Cierra los ojos unos segundos…y
cuando vuelve a abrirlos, veo que una
mezcla de sentimientos, nada en ese mar
azul, ahora enfurecido, que me atrapó
desde la primera vez, que se cruzó con
mi mirada.
- Te amo baby, sin ti mi mundo se
acaba, todo se derrumba a mi
alrededor…pero hay un dolor más
fuerte, que devora todo lo que siente
mi alma, envenena lo que se mueve
bajo mi pecho, por tu engaño,
porque me has mentido, Valeria- eso
rasga mi corazón-. Tú…- se calla
unos segundos-…eras la mujer que
alzabas cada día la bandera de la
sinceridad, y la llevabas orgullosa
en cada paso que dábamos juntos.
Tú…que me castigaste por proteger
tu vida de esa forma, cuando me vi,
obligado a ello…- aparta sus
hermosos ojos de mí-. ¡Vete!- grita
lleno de ira sin esperármelo-.
¡Fuera de mi vida, y no regreses
nunca más…!
Doy dos pasos hacia atrás, porque sus
palabras me empujan lejos de él,
mientras un terrible dolor golpea mi
estómago. Me duele mucho, jamás he
sentido esta agonía dentro de mí…
Miento…una vez lo sentí, hace dos
años, cuando se subió en el avión que lo
alejó de mí, dejándome destrozada y
rota en mil pedazos. Me abrazo a mí
misma porque el dolor no me deja
respirar, y siento que algo cae por mis
piernas, humedeciendo mi piel. Miro
hacia abajo, y sólo veo sangre...un
inmenso mar rojo que emana de mí, sin
que pueda detenerlo, bañando toda la
habitación en la que estamos. Solo
puedo ver la sangre que me está
envolviendo, que se escapa de mi
cuerpo para torturarme…
- ¡Julen! ¡Ayúdame! ¡Nuestro
hijo! ¡No quiero perder a mi bebé!-
caigo al suelo de rodillas frente a
él, pero no se mueve, no hace nada,
mientras veo como su cuerpo
empieza a teñirse, con la sangre que
estoy derramando. No me ayuda, me
contempla con una mirada sin vida,
y poco a poco, su imagen se aleja
lentamente hasta desaparecer
lentamente engullido por la
habitación bañada por mi dolor…
Una vez más, me abandona…
No puedo hacer nada, pierdo al amor de
mi vida…pierdo a mi bebé…otra vez
me dejan sola y desolada…No me hagas
esto Julen, ¿cómo puedes tratarme así?
- ¡Despierta, Val, joder,
despierta!- Iván me sacude para que
abra los ojos. Esa pesadilla me
persigue cada noche, torturándome,
castigándome para que no olvide lo
que he sufrido, sin que pueda hacer
nada para alejarla de mis sueños.
Regresa para recordar mi calvario,
aquel que no abandona mis
pensamientos, ni un solo segundo,
sin saber que no la necesito para
sufrir, porque lo sé muy bien. Mi
corazón y mi alma rota, viven con
ello… ¿Cómo olvidar que que se te
ha escapado entre los dedos sin
poder evitarlo, una vida que
llevabas dentro de ti? ¿Cómo borrar
eso? Ha sido no tener ninguna
oportunidad para luchar por tu hijo,
¿qué te he hecho vida? ¿Por qué me
has castigado de esta forma tan
injusta?
Estoy empapada de sudor, han pasado
varios días desde que he salido del
hospital, y ahora los brazos de mi
hermano son mi refugio. Mi familia es l
la que me está ayudando a no cometer
ninguna locura, porque siento que me
quiero morir. Allí encontraré la paz que
necesito. Le suplico al mundo que se
detenga, al igual que me arrastro ante
mi corazón para que detenga mi agonía,
que acabe con este sufrimiento, que no
me deja respirar…
- Estoy bien, ya está, ya estoy
mejor, de verdad Iván- me pasa un
paño húmedo por la cara. No ha
dejado de cuidarme desde que
ingresé en el Santo Rey. Tiene unas
ojeras tremendas de no dormir,
toda mi familia lleva puesta la
misma cara que mi hermano.
Estamos todos rotos por lo que ha
pasado, y no duermen tranquilos
porque están preocupados porque
pueda perder la cabeza, y sé que
tengo que ser valiente por ellos, por
mí…pero aunque lo intento, no
tengo fuerzas para levantarme y
luchar, ante este nuevo reto que me
ha lanzado esta puta vida.
Puta vida… ¿Qué te hice para merecer
esto?
Llevo dos días en casa de mis padres,
me siento más segura en mi habitación.
Las cuatro paredes de ese hospital, no
me dejaban respirar.
Contra toda indicación médica, y
enfrentándome a toda mi familia, quise
lamer mis heridas aquí, donde llorar
cada noche, resulta liberador. He dejado
que mi hermano llame a Nueva York,
para contarle a Jorge lo que ha ocurrido.
Dios, se ha vuelto loco al enterarse.
Había dado por hecho que Julen y yo,
estábamos en España, ese era el plan,
celebrar el cumpleaños de mi
prometido, y viajar a Ibiza para
prepararlo todo para la boda…Nuestra
boda…todo a la mierda…No le dio
mayor importancia a que no llamásemos
en dos días, pensaba que estaríamos
encerrados nuevamente en nuestra suite
particular, aislados del mundo, antes de
enfrentarnos a la locura de los
preparativos de la boda. ¡Qué
equivocado estaba mi mejor amigo, la
realidad era otra bien distinta!
No he podido hablar con él, todavía no
puedo…Me resulta imposible
pronunciar la palabra bebé y pérdida en
la misma frase, y contar todo lo que ha
pasado con Julen…Julen… ¿Cómo has
podido dudar de mí? ¿De nosotros?
¿Acaso todo lo vivido ha sido una
mentira?
Mis pesadillas so un firme recuerdo de
sus duras palabras, de todo cuanto he
perdido…un hijo… y a Julen, el amor
de mi vida, porque no creyó en nuestro
amor, se rindió ante la primera batalla.
Si me amase de verdad, hubiese sabido
que todo eso era un montaje, que alguien
había manipulado esas fotografías que
llegaron a sus manos, para hacernos
daño. Pero decidió escoger la salida de
los cobardes, y por destruir a la mujer
que había elegido para compartir sus
días, gritando por esa boca envenenada
por los celos, que su futura mujer, era
una mentira, como cada palabra que su
corazón le escribía cada día que pasaba
a su lado, y como cada caricia que
nacía cuando de entregaba a él.
Llego hasta el baño, acompañada por
Iván, que me deja sola, porque sabe lo
que viene ahora, sabe lo que necesito:
llorar. No soporto que me vea así de
hecha polvo, porque eso lo destroza a
él, sufre mucho por mí. Cada vez que ve
como una lágrima se derrama por mi
cara, siempre escapan de sus labios las
mismas palabras: “nunca más volverá
hacerte daño, no lo permitiré, está
fuera de tu vida para siempre. Esta vez
se acabó, Julen Anderson ha muerto
para esta familia”.
Repito un ritual de autocompasión cada
vez que entro aquí, y me refugio entre
estas cuatro paredes del baño. Me quedo
desnuda frente al espejo, me coloco de
lado, de frente, y paseo mis manos por
encima de mi vientre, acariciando mi
piel, aquella que escondía a mi hijo
perdido, y que ni siquiera sabía, que era
parte de mí, hasta que nada se pudo
hacer por él. Mis dedos dibujan mi
tatuaje, mi regalo de cumpleaños para
Julen, para que tuviese presente lo
importante que es mi vida, que no hay
otro hombre que pueda tener mi corazón.
¿Por qué dudaste? Pero que poco ha
servido grabar sobre mi cuerpo cuánto
lo amo, porque no creyó en mí, ni
siquiera ha escuchó el latido que vive
bajo su pecho. Arden…palpitan… estas
letras queman mi piel, las siento como
espinas que desgarran mi alma,
recordándome porqué todo se acabó…
para siempre…
Solamente existes tú para mí…
Te necesito para respirar… conocí el
verdadero sentido de la vida cuando te
encontré…
¿Podré vivir sin ti?
Mira hacia delante Valeria, nada bueno
queda en ese pasado…Caminas sola, la
felicidad, no será un regalo que caerá
gratuitamente sobre ti, si no que hay que
salir a su encuentro, luchar por ello, no
rendirse nena. Tienes que ser fuerte por
los tuyos, por ti, pero no te rindas…
Julen te ha fallado, te ha abandonado
cuando debía cuidarte, te prometió un
amor eterno más allá de esta vida, pero
todo se ha quedado en nada, en algo
irreal.
Eso es en lo que nos hemos convertido,
en un sueño roto, nada más…todo ha
terminado…
Julen te ha echado de su vida, ha
decidido por los dos, y la consecuencia
a todo lo que ha pasado, es que habéis
perdido un hijo… Vuestro
bebé, ni siquiera puedo creerlo todavía,
esto me parece surrealista, injusto…
Siento rabia, dolor, mucho dolor, una
agonía que aprieta mi corazón para que
sangre, haciéndome gritar en silencio,
porque nadie puede escuchar mi
llanto…
Julen se enterará de lo ocurrido, es más,
pronto sabrá la verdad de lo que ha
pasado realmente con esas fotografías,
pero para entonces, será tarde, muy
tarde.
Julen, lo jodiste todo abriendo un
abismo entre nosotros, que crece sin
detenerse, devorándome a su paso, para
arrastrarme hasta el infierno. Allí me
encuentro…
Y la locura se desata en Manhattan…
Julen
- Bueno, si tengo que hacer
balance general de este último año,
voy a quedarme con lo bueno, no
con lo malo- mi hermana me mira.
Ha querido que mi padre y yo
estemos en este discurso de
comienzo de año. Han sido unas
navidades horribles, Valeria las
pasó en España, lejos de mí y de
Kai, sólo hemos hablado por
teléfono estos dos últimos meses.
Jane quería que fuésemos a pasarlas
con su tía, y yo también, pero las
cosas siguen muy tirantes,
especialmente con su familia, esta
vez no están de mi lado, salvo mi
aliado de siempre, Matías, él ha
vuelto a subirse a mi barco, y
aunque parezca mentira, pero
guardando las distancias, Jorge
parece estar más…sociable
conmigo.
Sigue cauto, no se fía de mí, y si sale el
tema de lo que pasó cuando hemos
quedado para cenar en su casa o la mía,
se pone tenso. No pudo estar al lado de
su mejor amiga, y lo que no consigue
olvidar, es lo que ella vivió por mi
culpa desde que se desmayó en aquel
aeropuerto. Eso mismo que me carcome
el alma cada noche a mí, que no pude
cuidarla, no estuve a su lado cuando
todo pasó…-. J&Y, no ha dejado de
crecer, todo ha sido producto de un gran
trabajo en equipo, pero en especial, de
una gran mujer que ha peleado para que
creciéramos por todo el mundo,
ganándose a nuestros clientes, y que
quiero que tengáis muy claro, que
siempre ha seguido aquí, en la distancia,
pero cerca. Es una diosa, no entiendo
cómo lo hace, pero así ha sido. Quiero
que recibamos a… ¡Valeria Fernández-
¿qué…qué coj…? Miro a mi padre que
levanta los hombros riéndose. Mi
hermana ni me mira, sabe que los dardos
que salen de mis ojos, la pinchan seguro.
Busco la puerta, y ahí está la razón de
mi existencia, eclipsando a todas las
personas que hay en esta sala. Hoy todo
el mundo viste de gala, estamos de
celebración por otro nuevo año de J&Y,
y no puedo evitar morderme el labio
apresando una sonrisa al ver el vestido
que lleva mi española. Uno azul, como
su mirada, aquel que le regalé en
Ibiza…aquel que lleva tanto escrito en
cada centímetro de su tela. Hermosa, es
un ángel, mi ángel. Aplausos, todos
aplaudimos su entrada triunfal, pisa
seguro, es una mujer de los pies a la
cabeza, ¡joder cómo la amo…!-, la
mejor Relaciones Públicas y
Organizadora de Eventos que jamás
haya habido y habrá en esta empresa!
Todo lo acontecido hoy, es obra de su
magia- ambas se miran-. ¡Ven aquí!- se
funden en un abrazo, uno que demuestra
el cariño que se tienen. Después de que
Marcus, Aden y finalmente Jorge se la
coman a besos, algo que me cabrea por
no poder ser yo el que esté ahí abajo a
su lado, Valeria toma el relevo de Yara
para decir unas palabras.
- Hola chicos, muchísimas gracias
por este caluroso recibimiento, y
pido perdón desde ya, a todos
aquellos con los que no he podido
hablar estos últimos meses, tan sólo
me limité a mantener a flote mis
responsabilidades, y de ello eran
conscientes unos pocos. Ha tenido
que ser así por circunstancias
personales que no vienen al caso,
pero ya estoy de vuelta por
completo, para trabajar en equipo
como bien nos ha enseñado la
fundadora de esta empresa- Yara
asiente. Levanta la vista hasta lo
alto de la sala, y nuestros ojos
chocan, después de tanto tiempo
sufriendo la ausencia de su mirada,
me veo recompensado cuando veo
su sonrisa. Se la devuelvo-. No
quiero remover el pasado, sólo
afrontarlo y aceptarlo, quedándome
con lo bueno, y haciéndome más
fuerte con lo malo que haya
ocurrido- en menos de un segundo,
toda la sala me está mirando. Era de
esperar, es un hecho que rompimos,
el por qué, un misterio para la gran
mayoría. Las especulaciones siguen
en el aire, y ahora que ha regresado
a Nueva York, todo cogerá más
fuerza, la prensa ya tiene carnaza
para tirar a los tiburones-, estoy
feliz de poder regresar en cuerpo y
alma a J&Y, y espero seguir dando
lo mejor de mí cada año. Gracias a
todos.
- ¡Eso será si te lo ganas,
española, ya veremos si te renuevo
el contrato!- suelta Yara para que
todos la escuchen. Las carcajadas
inundan el ambiente, eso está bien,
la tensión que se notaba en la sala
parece diluirse.
- ¡Intentaremos que así sea, jefa!-
vuelve la vista al frente, abarcando
la sala y mirándome a intervalos
cada vez más cortos. Siento unas
ganas irrefrenables de llevármela
de aquí.
- Tranquilo, hijo- mi padre
coloca una mano sobre mi rodilla-.
No es el momento de que saltes
encima de ella- dice sonriendo-,
aunque puedo entender tus ansias,
pero todo a su debido tiempo.
- Madre mía, papá, si alguien
vuelve a nombrar ese palabrita, me
tiro por la ventana- tiempo, tiempo,
tiempo…¡¡¡¡argggggg!!!!! Ya pasó su
tiempo, de eso estoy seguro. Ella
está aquí, yo estoy aquí, y ahora que
sea lo que Dios quiera, pero el
paréntesis se agotó.
- Sin más, deciros que estoy
deseando empezar este nuevo año,
donde todavía nos queda realizar
los informes finales, pero eso ya el
lunes, recuperados de la resaca que
nos traerá la noche de hoy, ¿estáis
conmigo?- un griterío enloquecido
se desata en estas cuatro paredes.
Todos a una con ella. Un aplauso al
unísono termina por cerrar la
reunión, y yo ya no puedo más. Bajo
las escaleras corriendo, varias
personas la saludan abrazándola y
besándola. No me importa, llego
hasta Valeria, ella me sonríe y no lo
dudo, tiro de ella cogiéndola de la
mano, llevándomela lejos de allí.
- ¡Julen, estás loco, por tu madre,
mira los tacones que llevo, vas a
romperme un pié, ayúdame
hombre!- A sus órdenes, mi señora.
La levanto y me la cuelgo al hombro
como un saco. Escucho risas detrás
de nosotros, Dan me ha hecho un
gran favor y el ascensor nos espera
listo para bajar-. Gracias.
- Para eso estamos. Hola Val.
- Hola Dan- dice apenas sin aire,
sin poder dejar de reírse-. Ya te
daré dos besos en otro momento,
aquí tu jefe ha perdido los papeles.
- Sí, bueno, es algo habitual en él
desde que una valenciana peligrosa
entró en su vida- la dejo en el suelo,
arrastrándola por todo mi cuerpo,
dejándola a la altura de mis labios.
Sin dejar de mirarnos, le responde.
- Puede que ahora sea más
peligrosa que antes, creo que tu jefe
necesite mano dura, no hay que
ponérselo fácil –levanto una ceja-.
Soy una chica nueva.
- Pues entonces, ¡Dios nos pille
confesados!- contesta Dan mientras
las puertas del ascensor se cierran.
No dejamos de mirarnos mientras ella se
pasea la lengua por el labio inferior,
humedeciéndolo, hasta que finalmente se
lo muerde.
- Nena, ¿quieres que te folle
ahora mismo?
- ¿Vas a estar hablando mucho
más tiempo?- se aprieta contra mis
caderas, para notar mi polla, que
está como una roca bajo mis
pantalones.
No contesto y asalto su boca
empujándola contra el ascensor, y tardo
dos segundos en entrar en el paraíso,
ambos gritamos de placer y por lo que
veo…dejo de moverme.
- ¿Vas sin bragas, amor?- asiente
traviesa-. Supongo que habrás sido
discreta, no quiero empezar el año
arrancándole los ojos a alguien.
- Muy discreta, me he movido
como una señorita, señor Anderson,
nadie ha podido ver nada de lo que
se esconde bajo este precioso
vestido.
- Me alegra mucho que te lo
hayas puesto, ¿eso es un sí?- le hice
una pregunta la última vez que la
llamé por teléfono. Es decir, hace
unas horas en las que…- ¿Ya
estabas aquí cuando te llamé?-
vuelve asentir-. Señor…¿quieres
enloquecerme, Valeria?
- Tanto como tú me enloqueces a
mí- se acerca a mi oído, lo lame, lo
muerde y susurra…- empótrame,
nene.
- Joder…- eso me endurece más
en su interior húmedo y caliente, y
follamos como locos, hasta que me
dejo ir al notar como se contrae
apretándome la polla al llegar al
clímax.
Recuperamos la respiración con Valeria
aferrada a mi cuerpo, ambos hacemos lo
mismo, nos olemos, necesitamos saber
que estamos en casa. Bajo sus piernas y
la aplasto con mi cuerpo levantando sus
brazos por encima de su cabeza.
- Te quiero- susurro contra esa
boca que me vuelve loco. Sus ojos
verdes tienen un brillo especial, uno
que hacía demasiado que no veía.
Estaban sin vida en Italia a pesar de
sentir que era mía…sólo quiero tu
perdón. Baby. No merezco ni
respirar el mismo aire que tú, pero
te amo demasiado para alejarme
de ti y dejar que ambos vivamos
una vida alejados el uno del otro.
Nunca me rendiré, eres la razón de
mi existencia-. Te necesito…dime
algo acerca de lo que hablamos la
última vez…
- No pienso decirte un sí
rotundo- le pedía en esa
conversación que regresara a
nuestra casa, con Kai y conmigo-,
no voy a mentirte, Julen. La herida
no está cerrada, sigue cicatrizando,
por ello no quiero que nos
precipitemos. Sabes que te quiero,
que no puedo ni quiero alejarme de
ti, pero no pienso forzar las cosas ni
correr…- levanto una ceja y sonrío
al ver que se muerde el labio
escondiendo su pícara sonrisa.
- Sí correrte, ¿no?- se escucha en
este elevador, esa maravilla que
existe en mi mundo, su carcajada.
Es una melodía hermosa, que
termina plasmada, con esa felicidad
que me regala su bello rostro,
partido por una sonrisa.
- Por supuesto, además de ser
muy saludable y recomendado por
los médicos, es algo que provocas
tú al volverme loca, y habría
perdido la cabeza definitivamente si
renunciase a ello- nos damos un
beso que me pone enfermo…
- Entonces, sólo me quieres por
mi cuerpo- le hago notar lo mucho
que cada centímetro de mí la desea,
especialmente eso que ella llama,
“la bestia”…
- Entre otras muchas cosas…pero
ahora mismo…- levanta una de sus
piernas acercándome más a ella,
enredándose como una serpiente a
las mías-…sólo pienso en comerme
todo lo que tengo delante- froto mi
pene contra su entrepierna.
Jadeamos al notar lo que está
ocurriendo ahí abajo.
- ¿Nos vamos de aquí, amor?-
muerdo su oreja.
- ¡Ah…!- se aleja de mí sin
esperármelo colocándose la ropa-.
No señor Anderson, tenemos que
acudir a un acto benéfico, donde se
inaugura un nuevo año de la
empresa de su hermana, y en el que
se requiere nuestra presencia.
- ¡Valeria por el amor de Dios,
no me tortures más!- me paso las
manos por el pelo desesperado-.
¡Quiero una puta respuesta ya!
- ¿Cómo has dicho?- su
semblante cambia. La jodiste Julen.
- Yo…
- Escúchame bien, bebé. Saca
papel y bolígrafo por si lo necesitas
apuntar para releerlo cada puto día
a partir de ahora- nada bueno viene
detrás de esas palabras…-. He
vuelto a Nueva York, sí, y no lo voy
a negar, el motivo principal que me
ha movido a ello eres tú,
¡gilipollas! ¡Cosas de la vida! ¡Me
tocará amarte hasta los confines del
mundo! Pero eso no borra nada de
lo que pasó, ¡nada! ¿Me oyes?- grita
poniendo en marcha el ascensor otra
vez. Verla así de enfadada no es
algo que me guste, no estamos en
ese punto donde me pone hasta
querer follarla, más bien todo lo
contrario, creo que si me bajase los
pantalones ahora mismo, no me la
encontraría-. Hemos hablado mil y
una veces de todo esto, y todavía no
siento que te haya perdonado, de
hecho, creo que a veces te odio
como en este momento, donde me
pregunto si de verdad merece la
pena arriesgar mi corazón una vez
más por ti, o si prefiero vivir
muerta en vida sin tener el tuyo,
pero al menos sin que sangre más,
cicatrizando poco a poco, porque
sólo tú puedes reabrir sus heridas.
- Baby, joder, no seas tan dura,
estoy desesperado por volver
contigo, porque me perdones,
quiero que vuelvas a confiar en mí,
en nosotros, que volvamos a ser uno
junto a Kai- Se coloca frente a las
puertas que están a punto de abrirse.
- La confianza no es un derecho,
es algo que hay que ganarse Julen- y
sale del ascensor.
- Valeria…- camina como una
diosa, sus caderas, su melena… es
un ángel que enloquece a este
diablo…
No quiero montar un número, la planta
baja está llena de gente, todos listos
para acudir a la comida de gala. Mi
chica se va con Jorge que la mira
extrañado, y enseguida me busca con la
mirada. Si ese gesto matase…
- He supuesto que en ese
ascensor pasaba algo, al ver que
Dan no dejaba que nadie lo utilizase
por problemas técnicos- Yara-.
¿Qué ocurre, Julen?
- Me está volviendo loco-
Valeria sale del edificio, no ha
hecho falta decirlo, pero Neimar la
escolta, la sigue a unos metros de
distancia-. Gracias Dan.
- Sin problema, sé que lo
querrías así- está a mi lado.
- Siempre, nunca sola- miro a mi
hermana-. Al igual que toda la
familia, sois como un llavero que
llevarán puesto todos los días.
- Hermanito, ten cuidado, no la
presiones- se coge de mi brazo-.
Alan y Tony vendrán un poco más
tarde, dicen que tienen unos jefes
usureros que los explotan mientras
ellos andan de parranda- eso me
hace sonreír-. ¡Venga Julen, ya la
tienes aquí, eso es algo
maravilloso!
- Sí, pero no conmigo, me pone
la miel en los labios, y luego
nada…- una cosa que no había
pensado-. ¿Dónde se ha instalado?
- En su antiguo apartamento,
estaba libre y no lo ha dudado-
perfecto, esa zona está cerca de mi
casa.
- Bueno, tendremos que poner el
cuerpo en movimiento para llegar a
nuestro destino- dice Yara.
- Eso me gusta, hada, no tengo
otra meta más en mi vida, que
perseguir mi destino- le guiño un
ojo.
- ¡Ese es mi chico!- le doy un
beso en la frente y partimos hacia
ese lugar, al que quiero llegar y una
vez lo haga mío, no volveré a
dejarlo ir nunca más.
Eres mía…
Valeria
Lo siento
Yo ya no entiendo para qué te
miento
Si estoy hundida en este
sentimiento
Aún no es tarde, por favor,
Se siente cada vez peor
Nada parece caminar…
En la playa….
El mar actúa como un bálsamo para mí,
me relaja mirarlo, me ayuda a pensar
con claridad. Hace un poco de frío, aquí
la brisa que corre acaricia la piel
dejándola helada, pero es soportable,
podemos caminar un poco más antes de
regresar con todos.
Ha sido increíble poder abrazar a la
familia de Julen, las cosas fueron muy
precipitadas en su momento, a la par
que desagradables, y llegado el día de
recibir sus llamadas, no me sentía
capacitada para escucharlos. Lo hice,
pero tardé en hacerlo. Su familia no
tenía la culpa de lo que estaba pasando
entre Julen y yo, y sin saber el final de la
historia, siempre les tendré un cariño
especial.
Hay algo que me ha dejado bastante
preocupada.
- Jorge, ¿has visto a Leire
desmejorada, o soy yo que me
preocupo demasiado por todos?
- No nena, creo que no está muy
bien, al parecer estuvo ingresada en
el hospital- responde nervioso.
- Vale, lo pillo. Me lo han
ocultado. Joder qué aburrido resulta
que siempre estemos con lo mismo
de protegerme de todo- me suelto de
su brazo.
- Esta vez sabes que tenemos
motivos, siempre los hubo- Julen
me estaba protegiendo de un
acosador-. Y ahora más que nunca.
Has pasado por un trauma fuerte, y
esto no te beneficiaba en nada.
Estaba todo bajo control, no había
peligro.
- ¿Cómo que no lo hay? ¿Has
visto su cara? Ni siquiera hemos
podido mantener la conversación de
pié. Ha tenido que sentarse porque
se agota. Su corazón está fallando,
¿verdad?
- Julen habló con Tony, vino a
casa.
- ¿No te pondrías burro con él?-
las cosas siguen tirantes entre ellos,
pero poco a poco todo se
solucionará. Todos necesitamos
tiempo.
- Val, ¿por quién me tomas? No
soy un cerdo insensible, incluso me
senté con ellos. Julen sabe que algo
no va bien, su abuela intenta
disimular por él, pero Leire…
- ¿Qué Jorge?- no puede ser.
Dios mío, danos un respiro.
- Se está muriendo, su corazón
está fallando y no se puede hacer
nada por ella. Julen se reunió con su
familia para que fuesen claros con
él. Todo eso pasó cuando fue a
buscarte a Italia con Yara.
- Estoy segura que ese día
Manhattan tembló. No quiero ni
imaginar cómo se sentiría Julen al
saber que Leire estaba en el
hospital, y él intentando solucionar
lo nuestro. Y yo…yo…
- Tú no sabías nada, y aunque
suene mal, una cosa no va con la
otra.
- Lo sé Jorge, pero está
doblemente hundido, y no ha
compartido esa pena conmigo, lo
que me lleva a pensar, que hay un
abismo enorme entre nosotros.
Pensaba que la distancia era más
corta, pero me he equivocado.
- Sólo quiere quitarte cargas de
encima, se preocupa por ti.
- No me gusta que lo haga así. Si
queremos volver a ser uno, lo
seremos en lo bueno y en lo malo-
miro al mar. Está sereno, todo lo
contrario a la tempestad que siento
dentro de mí. Julen me necesita, y
ahora entiendo su forma de entrar en
mí, de hacerme suya, me estaba
reclamando ayuda, en silencio con
su forma de amarme, pero lo gritaba
en cada sacudida-. Estoy tan
centrada en mí, que me olvido de lo
que los demás necesitan, Jorge. Y
eso no quiero que siga pasando.
- Necesitabas tu tiempo, todo
volverá poco a poco, incluida la Val
que se preocupa por todos.
- Pues ya voy a dejar de
flagelarme, me cansé. Lo decidí
hace un tiempo pero ahora lo veo
más claro que nunca.
- ¿Vas a perdonar a Julen y
volver con él?
- No lo sé, pero sinceramente ya
tenemos un compromiso. Está
intentando darme mi espacio, pero
le cuesta cumplir con los
parámetros establecidos.
- Me lo creo- dice torciendo el
morro.
- Desde que entró en mi
apartamento de Italia, esto ha ido
cada vez a más.
- Bueno, creo que todos
sabíamos eso en el fondo. Por
mucho que nos gustase que te
alejases de él, el final estaba
escrito. Hasta Iván sabía eso, y eso
hace que se enfade más. Si llegas a
casarte con él algún día, no sé si lo
verás entre tus invitados.
- La boda no es lo que más me
preocupa, creo que perdí la ilusión
por ella- reconozco que quiero
casarme con él, pero todo se ha
complicado demasiado y ese evento
tan importante de nuestras vidas, se
ha visto empañado por el golpe más
duro que hemos vivido Julen y yo
como pareja.
- ¿Por qué no vuelves a casa con
él?- sé que esa pregunta le ronda
por la cabeza a todos los que nos
rodean.
- Por miedo a precipitarme. Y sé
que debo tomar una decisión, pero
quiero estar segura de que volver al
mismo lugar del que me echó, no
será una equivocación.
- Lo entiendo. Vamos, tengo
hambre, y casi puedo oler desde
aquí esa barbacoa rica, rica.
- Por cierto, ¿Se lo has dicho ya
a Tony?
- No, pero todo llegará. Andando
muchacha.
Regresando con todos…
Valeria tiene las mejillas sonrojadas por
el frío, está helada, está realmente
hermosa. La brisa del mar ha jugado con
su melena, dándole un toque diferente,
muestra a una mujer relajada, ya no es la
niña que conocí en Ibiza. Ha cambiado
mucho desde entonces. Su belleza
salvaje se ha suavizado, y creo que está
más bonita que cuando la encontré. El
mejor desayuno de mi vida fue aquella
mañana teniéndola frente a mí,
moviéndose inquieta en su asiento, al
igual que mi pene bajo mis pantalones.
Qué dolor tan delicioso. Mereció la
pena esperar aquella noche donde se
entregó a mí. Sueno estúpido, posesivo,
pero que sólo mi cuerpo la haya
poseído, hace que me sienta el hombre
más afortunado del mundo, porque no sé
cómo reaccionaría ante uno que la
hubiese tenido antes que yo. Machista,
gilipollas, bla, bla, bla…pero seguirá
siendo solo mía..Mía…
Camina hacia mí y se refugia contra mi
pecho. Esto es maravilloso…joder…
- Estás helada, baby, vamos
dentro y buscamos algo que echarte
encima, seguro que hay alguna cosa
de mi madre o de mi hermana.
- O de tu abuela, no me importa.
Acepto el ofrecimiento, encantada,
porque al final me he quedado como
un pavo helado.
- Un pavo muy rico- beso su
cabello mientras entramos dentro y
vamos hasta la habitación de Yara.
Busco en un armario y saco una chaqueta
de lana.
- Julen, ¿Por qué no me lo has
contado?- esperaba esa pregunta
después del paseo con Jorge.
Le acerco la prenda y se la pone.
- Gracias, así estaré mejor- sigue
esperando mi respuesta.
- Hoy no Valeria, no quiero
hablarlo con ella ahí fuera.
- Pero…
- Yo te respeto a ti en tus
tiempos, hazlo por favor tú con los
míos.
- Eso es cuestionable, y lo sabes-
es verdad, pero no puedo hablar de
ello en este momento.
- ¡Ni siquiera he podido
encajarlo todavía, no me entra en la
cabeza que mi familia sea de las
más poderosas del planeta, y el puto
dinero, que mueve este mundo,
porque es así, no pueda hacer nada
por ella en ningún hospital de la
Tierra!
- El dinero no es suficiente para
salvar una vida, cariño.
- ¡Ya lo sé, joder, no sé ni lo que
digo! Es horrible no poder hacer
nada por ella, es esta sensación que
me quema por dentro al sentirme
atado de pies y manos, al ver que se
muere y no puedo salvarla.
- Sabes que no puedes salvar a
todo el mundo, la vida sería más
fácil si fuese posible hacer eso,
pero no es el caso.
- Dejemos el tema, ya lo
hablaremos.
- Lo haremos- dice acercándose
y aferrándose a mí para besarme-.
Cariño, lo siento tanto. No sé qué
decirte, ni siquiera se cómo debo
actuar delante de ella ahora que sé
esto.
- No debe notar nada, total
normalidad baby, sé que es difícil,
pero hay que hacerlo.
- Tenemos que hablar de esto,
Julen, no puedes…
- Lo haremos, -la corto-, pero
cuando yo lo decida.
- Touché, bebé.
- Vamos, no quiero que ella se dé
cuenta de nada.
Necesito que hoy sea un día especial,
porque quiero que una de las mujeres
más importantes de mi vida, se lleve con
ella los recuerdos más dulces que haya
vivido al lado de su familia, antes de
partir hacia un largo viaje.
- Sabes que puedes contar
conmigo. Sé que las cosas están
como están entre nosotros…
- Las cosas están bien, baby,
estás aquí conmigo y con mi familia,
rodeada de nuestros amigos. Ni
siquiera he aceptado nada de lo que
sé, la veo ahí, viva, sonriendo,
rodeada de los suyos, y esa es la
realidad con la que me quedo. Y
con la tuya a mi lado otra vez.
- Julen, no quiero forzar las
cosas, sigo estando muy dolida y…
- ¿Acaso crees que voy a
permitir que te alejes de mí otra
vez?
- ¿Vas a permitir? No eres mi
dueño- la acorralo contra la pared.
- Soy más que eso, me
perteneces. Y yo a ti, no sabemos
vivir el uno sin el otro.
- Pero juntos también nos
hacemos daño- la aplasto con mi
cuerpo, para que sienta lo que
somos-. Julen…- jadea al notar mi
polla apretarse contra su sexo.
- ¿Qué…?- recorro con mis
labios su cuello hasta detenerme en
su oído y susurrarle-. ¿Puedes vivir
sin mi boca? ¿Sin mis manos
tocándote por todas partes?- un
llanto lastimero, desesperado
escapa de sus labios-. ¿Y sin mi
polla entre tus piernas, moviéndose
salvaje entre tu coño húmedo,
hambriento de ella, pidiendo más y
más porque nunca tiene suficiente?
Yo tampoco tengo bastante, siempre
quiero más, querría vivir hundido
en ti para no escapar nunca del
paraíso.
Sus ojos brillan de deseo, lujuria, rabia,
son una mezcla peligrosa acompañada
de nuestras respiraciones aceleradas.
- Ahora mismo te follaría contra
esta pared, hasta corrernos y
partirnos por la mitad- me separo
de ella-. Pero como no eres mi
novia oficialmente, pues no te
empotraré. ¿Lo he dicho bien, no?-
Creo que en menos de un segundo,
voy a tener que salir corriendo-. Ya
no soy el chico de antes, ahora sólo
follo por amor.
- ¡Julen Anderson! Eres,
eres….- grita y mis piernas ya
corren pero no muy lejos.
- Hola titos- Jane al rescate. La
levanto y le planto un beso en la
mejilla. Valeria llega hasta nosotros
y hace lo mismo.
- ¿Qué es el tío?- pregunta
curiosa arrugando el entrecejo.
Escondo una sonrisa mirando a
Valeria, esperando su respuesta al
igual que mi princesa.
- Pues estoy entre calificarlo
como un buitre carroñero, o un
perro con muy malas pulgas. ¿Cuál
crees que le va más, señorita?- le
hace cosquillas pinchándola con su
dedo índice.
- ¡Ay tía Valeria, para por favor,
que me haré pis encima!
- ¡Ni se te ocurra!- le contesto
rápidamente. Sigue en mis brazos.
- SÍ. Méate encima del
presumido de tu querido tío, no pasa
nada, son cosas que pasan- me saca
la lengua.
- No, ya se me fueron las ganas al
parar de hacerme cosquillas, pero
ha faltado poco- la dejo en el suelo.
Más vale prevenir.
- No quiero arriesgarme, y ahora,
os voy a contestar lo que soy- las
miro y las dos se cogen de la mano
y echan a correr-. ¡Guau! ¡Grrrrrrr!
¡Os voy a dar un mordisco en el
culo a cada una!
- ¡Corre Jane, el perro pulgoso y
de mala baba se ha colado en casa!-
las persigo hasta el fin del mundo,
ese en el que quiero estar con
Valeria, terminar mis días con
ella….
Valeria
Pum..,pum…pum…
- ¡Joder…no puedo parar…!-
gritaba Julen enloquecido…
- ¡Dios, no lo hagas, no lo hagas
nunca…!- estábamos follando como
locos, no hay otra forma de decirlo,
contra los ventanales del loft.
- Baby, te quiero, no puedo vivir
sin ti, sin esto- cada estocada era
más salvaje, más profunda, me
llegaba al corazón, llenándome por
todos lados. Mis manos se clavaban
en la piel de sus nalgas, para que no
pudiese salir de allí nunca más, mi
cuerpo lo tenía prisionero-.
Necesito esto, tenerte así cada día,
perdóname amor, no dejes que nadie
me aleje de ti…
Mordía la piel de mi cuello, me marcaba
como suya una vez más. No era justo que
me pidiese aquello en ese momento, soy
débil frente a él, estaba desnuda
literalmente, porque nos arrancamos la
ropa desesperados el uno por el otro,
después de que Julen me mostrase cómo
estaba la casa. Prácticamente vacía,
todo lo que destrozó lo tiró, no salvó
nada, está esperando a “que juntos
reconstruyamos nuestra vida juntos, esta
es nuestra casa, y quiero juntar pedazo a
pedazo, unir cada trocito destruido por
mi desconfianza, con tus manos sobre
las mías. Tú y yo, Valeria, esa es mi
frase favorita. Tú y yo, unidos para
siempre” ¿Cómo resistirme a esa mirada
que se rendía ante mí? Esos ojos que me
hicieron suya cuando cayeron sobre mi
cuerpo, fundiéndose con los míos
aquella noche en Demonia? Nuestros
labios se buscaron y ya sólo fuimos
manos y piel…cuerpos necesitados de
amor, que se han visto privados porque
la vida no ha sido justa con ellos,
siempre poniendo trabas.
- ¡Oh Julen…!- grité a punto de
correrme. Sabe cómo moverse para
que eso pase, y sabe dónde tocar y
volverme loca para que llegue al
clímax
- Me voy a correr, ven
conmigo…toquemos el cielo juntos,
amor….
- ¡Sí, sí, si…!- mi orgasmo fue
brutal….
- Eso es- y él se dejó ir conmigo.
No siempre puedes llegar al mismo
tiempo que tu pareja, pero hacerlo
juntos es maravilloso.
Siguió golpeando mi sexo hasta vaciar
la última gota dentro de mí, y nos
quedamos así, sin movernos,
recuperando el aliento, hasta que sin
salirse de mí, nos llevó a nuestro rincón.
Nuestro lugar especial sigue intacto, no
sufrió la ira de Julen.
- No lo toqué, no pude, aquí fue
donde detuve mi locura, caí
arrodillado frente a este lugar, y Kai
fue quien me consoló- dijo
mirándome a los ojos, acariciando
mi cara que derramaba lágrimas sin
pedirme permiso-. No tengo perdón,
pero….
- Shhhh- puse un dedo sobre sus
labios-. Esta noche no, bebé, esta
noche sólo quiero sentirte…- y así
he pasado la noche, haciendo el
amor lentamente con Julen, entre las
palabras más dulces que un
pastelero pueda hornear.
Es impensable para mí que hayamos
vuelto a vernos de esta forma. Sabía que
mi retiro a Italia no sería eterno, pero
flaquear tan rápido frente a Julen, es
algo con lo que no contaba. ¿En serio?
De acuerdo Valeria, despierta, y déjate
de chorradas. Julen y Valeria… ¡deseo,
deseo y más deseo…! ¡Eso no hay quien
lo frene! Ya luego, después del
desahogo…vienen los razonamientos…
- Toc, toc, toc…¿hay alguien ahí
dentro de esa cabecita?- pregunta
Tyler con una sonrisa.
- Sí, claro que sí- le sonrío
también, regresando al mundo real-.
¿Qué ocurre?
- Tienes una visita, pero como
tenemos una reunión en quince
minutos, esa que te dije que Yara ha
solicitado urgentemente- es verdad,
no sabemos que planea-, no sé si
querrás recibirla- este chico
esconde algo, se está aguantando la
risa…
- ¿Qué tramas Ty?- digo saliendo
de detrás de mi mesa, dirigiéndome
hacia la puerta, pero antes de
llegar…- ¡Joder!- es lo único que
consigo decir antes de terminar
cayéndome de culo en el suelo,
siendo atacada por las babas de un
perro enorme. ¿Perro enorme?-
¿Rocco? ¡Tú…tú…! ¡No puede ser!
¡Pequeño grandullón! ¿Tú qué haces
aquí?- lo abrazo y me lo como a
besos. No es posible. Sin dudarlo,
miro hacia la puerta, y…¡ No me lo
puedo creer…!- ¿En serio? ¿Esto es
de verdad?- salgo corriendo hacia
los brazos que me han cuidado
desde que era una niña, hacia esos
brazos que me dan calor cuando la
vida es fría….- ¡Abuelo! ¡Dios mío,
no puede ser! ¡Estás aquí!- lloro
descontrolada, esto es una bonito
sueño, y no me quiero despertar
nunca.
- ¡Mi ángel, no aprietes tanto que
me ahogas!- que bruta soy. Cojo Su
cara entre mis manos, nos miramos
sin decir nada, no hace falta.
- ¿Cómo puedes conocerme
tanto? – pregunto emocionada.
- ¿Nunca has escuchado que a
veces se quiere más a un nieto que a
un hijo?- asiento, eso es algo que él
y la abuela Cinthia repetían mucho-.
No sé si será cierto, pero si mis
nietos me necesitan, no existe
océano, ni montañas en este mundo,
que me puedan separar de ellos.
- ¡Oh abuelo, no te merezco, no te
merezco!- sé que le hice daño al
irme a Italia, pero me apoyó. Pero
cuando supo que regresaba a Nueva
York, tuvo miedo, lo noté en su voz
cuando hablamos. Sabe que este es
mi lugar, es quien me dice que cada
uno debe luchar por lo que ama. La
guerra es de los valientes, pero
también sabe que me hace tanta falta
en mi batalla, sus manos son mi
escudo, aquellas que me protegen y
ayudan a dar cada nuevo paso.
- Tú te lo mereces todo, todo lo
bueno de la vida, mi niña-
escuchamos un ladrido detrás de mí.
Limpiándome la cara me acerco a
Rocco.
- ¿Y tú qué? ¿Cómo te habrán
tomado el pelo no? – miro al
abuelo-. Se os habrá hecho eterno el
vuelo, tantas horas, separados en
ese aparato.
- Pues la verdad es que no,
porque hemos volado juntos.
- ¿Y cómo ha sido eso posible?-
no está permitido un perro tan
grande en las inmediaciones de los
pasajeros.
- Eso es posible, cuando un buen
chico norteamericano, me envía su
avión para que pueda estar cerca de
mi nieta, porque sabe que me
necesita- resuelve con cara de
orgullo, como si acabase de soltar
por la boca, la verdad más
relevante de la historia.
- ¿Julen? ¿Él ha conseguido que
vengas?- no doy crédito.
- Es un chico listo, sabe que en
mí tiene a un buen aliado- eso es
verdad.
- Pero, también sabe que en mí,
jamás lo tendrá.
- ¿Iván?- grito como una posesa
saltando sobre él-. ¡Esto no es
posible, estoy soñando!- mis
lágrimas afloran otra vez.
- ¿Quedan abrazos para nosotras?
- Lucía y Lorena, y cómo no, Marco
tras ellas.
- ¡Mis chicas!- las tres nos
fundimos un abrazo dando saltitos y
gritando.
- Bueno, dejadme al menos las
sobras- dice Marco y me lanzo
contra su cuerpo.
- ¡Oye, te quiero rubia pero no te
pases, ese hombre es mío!- ¡qué
tonta es!
- Bien lo sabe él y el mundo- le
respondo, y mi pelirroja me guiña
un ojo.
Escucho unos tacones acercarse. Sé a
quien pertenecen, y por quién vienen
acompañados.
- ¡Jorge!- Lorena y Lucía saltan
sobre él. Esto se ha convertido en
una auténtica locura. Yara saluda a
todos.
- ¡Eres una cabrita!- le suelto a
mi jefa muy emocionada.
- Pero me quieres, y ya no puedes
vivir sin mí, eso es algo que les he
dejado muy clarito a todos estos que
están aquí. Que a mi directiva, no se
la llevan a España- mira a mi
hermano, que mueve los hombros
levantando una ceja.
- Bueno, eso es una decisión de
mi hermana, de nadie más- cruza sus
brazos sobre su pecho.
- Así es, sólo de ella- mal
rollo… Yara me mira-. ¿Podemos
hablar un minuto?
- Por supuesto- al pasar por al
lado de Jorge, le planto un beso en
la mejilla. Por su cara sé que
tampoco sabía nada.
- Tranquila, yo ato a tu hermano-
dice sonriendo.
- Te lo agradezco.
Sigo a Yara, que acelera el paso.
- ¡Oye, espérame que esto no es
una carrera!- me sitúo a su lado
pero camina mirando al frente sin
decir nada. Está muy enfadada,
puedo verlo. Me he perdido algo.
Entramos en su despacho, y al
cruzar el umbral de la puerta, veo a
Tony y Alan con Julen, y este último
le está colocando una bolsa de hielo
en la cara-. ¡Julen!- corro hasta
situarme entre sus piernas y caer
arrodillada-. ¿Qué te ha pasado?
- Pues ha sido el recibimiento
que le ha dado tu hermanito- escupe
Alan apretando los dientes.
- Menos mal que hemos ido al
aeropuerto, no creo que tu abuelo y
Marco, hubiesen detenido solos a tu
hermano- dice Tony.
- Pero acabo de verlo, no he
visto nada en su cara que me
indique…- no se ha defendido-.
¿Por qué dejas que te haga daño?
- Si cree que así se va sentir
mejor por lo que le hice a su
hermana, pues que se alivie. Sé que
también le he hecho daño a tu
familia- esto sí que no. Me levanto
muy enfadada.
- Mira Julen, lo que pasó entre tú
y yo, sí es cierto que ha afectado a
nuestra familia y amigos, pero bajo
ningún concepto, tiene nadie ningún
derecho a meterse en nuestras vidas,
y menos agredirte por lo que pasó.
¿Acaso Yara y tu madre me ha
castigado a mí cuando te hice daño?
Y créeme, sé que fue mucho- nos
miramos, y sé que sabe que conozco
la verdad de cómo lo encontró su
madre cuando regresó de España-.
Después de verte así, ¿crees que no
quería matarme? Lógico, pero lo
solucionamos hablando. Así es
como se hacen las cosas, y si no
puede ser, pues cada uno a su casa.
¿Pero agredirte? ¡De eso nada! Iván
puede odiarte, lo entiendo, nada
más lejos de eso.
- Baby, déjalo correr, por favor,
no quiero más líos. Sinceramente,
este no era mi plan- cierra los ojos
apartando la bolsa de hielo. Veo la
hinchazón de su ojo izquierdo. Me
acerco a su lado.
- ¿Te duele mucho?- acaricio
despacio su hermosa cara.
- Dolería menos si recibiese un
beso de tus labios. ¿Puede ser?
- Concedido, bebé- mi boca se
une a la suya y me atrae para
sentarme sobre sus piernas. Escucho
como se cierra la puerta del
despacho de Yara-. Por eso ayer
mientras me poseías como una
bestia- beso su nariz-, me decías
que no dejase que nadie me alejase
de ti, ¿no? Por mi hermano,
hablabas de mi hermano.
- Sí, era por él. Sabes que mi
mayor aliado, dentro de tu familia,
ha sido Matías, sé que los
necesitas…
- Tanto como a ti, Julen.
- Pero yo soy la causa de tu
dolor. Escúchame- me mueve y me
coloca de forma que quedo sentada
a horcajadas sobre sus piernas.
Enmarca mi cara entre sus manos,
unas fuertes y que sé que anhelan
cuidarme cada día, y que yo…yo no
consigo dejar que se acerquen del
todo por miedo a que me rompan
otra vez-. Una vez te dije esto,
amor…
Cuando tengas miedo, mis brazos te
protegerán
Cuando llores, mis labios secarán tus
lágrimas
Pídeme una estrella
Que mi corazón que late por ti
Y mi alma, que vivirá eternamente
amándote,
Subirán al cielo para entregarte, la
más hermosa del firmamento.
Por ti escalaré las nubes
Por ti, volaré hasta el infinito y más
allá,
Y ahora añado…
Me arrodillaré frente a ti para pedir
perdón a tu corazón cuando me
equivoque,
Porque el amarte demasiado ciega
mi alma,
Pero nunca dudes de lo que este
hombre te entrega, Valeria, mi vida
está tus manos…
Tú y yo para siempre…siempre serás
mí para siempre…
Eso lo escribió en mi cumpleaños,
uno de tantos días maravillosos que
me ha dado, porque no puedo
quedarme sólo con uno.
- Bebé- reparto dulces besos por
sus golpes, él se deja querer-, estoy
aquí, contigo, te quiero, te amaré
siempre, no dudes de ello- las
lágrimas bañan mis mejillas-.
Nunca has dejado de tenerme.
Hemos estado separados, era algo
inevitable y necesario, pero siempre
confié en ti, en que vendrías a
buscarme, aquel no podía ser
nuestro final.
- Ambos sabemos que estamos
heridos, tú por mí, y yo por haberte
causado tanto dolor. Perder a
nuestro hijo, eso…
Yo me he culpado durante mucho tiempo
por ello, por no poder salvar a nuestro
hijo, pero a veces, las cosas ocurren y
no podemos hacer nada por evitarlas. Sí
hay otras que elegimos, pero lo que la
vida nos tenía preparado a Julen y a mí,
no fue nuestra elección.
Viéndolo así, derrotado, cansado,
mirando esos ojos que brillan por la
tristeza que los embarga, no por aquella
luz especial que me han mostrado desde
que me cautivaron, me desarma por
completo. La vida no es justa, no señor,
pero no vamos a dejar que nos gane la
batalla. Leire es un ejemplo para
nosotros, ella está a punto de enfrentarse
a un nuevo reto, poder seguir a nuestro
lado, y aquí estamos Julen y yo, frente a
una nueva oportunidad en la vida,
dejándola escapar.
Me lanzo a por su boca desesperada. Mi
ataque lo pilla por sorpresa, pero no
tarda en reaccionar, puedo notar como
es así entre mis piernas. Bien por ti
Valeria por elegir este vestido.
Julen gruñe como un toro enfadado, y me
levanta llevándome hasta la pared,
aplastándome con todo el poder de su
cuerpo. No decimos nada, sólo nos
dejamos llevar por lo que está
ocurriendo entre estas cuatro paredes.
Busca debajo de mi vestido, sin dejar de
devorarnos la boca, creo que nunca nos
hemos besado con tanta necesidad.
Rompe mi ropa interior y jadeo porque
eso me excita mucho. Deja de besarme
para enfrentarse a mi mirada. Tiene mis
manos apresadas sobre mi cabeza,
ambos jadeamos, nuestros labios
hinchados por nuestra pasión
desenfrenada, brillan como nunca.
- Esa es la luz que quiero en tu mirada,
cariño, nunca dejes de mirarme así,
Julen- sin decir nada asiente, se acerca y
me roba el aliento una vez más. Con sus
manos expertas, me quita el vestido y el
sujetador, dejándome con las medias que
caen a la altura de mis muslos, y con
unos tacones, que han sido otra buena
elección.
Recorre mi cuerpo, acariciándome
lentamente, sin dejar que yo lo toque,
esto es para él, ambos lo sabemos, para
que entienda que soy suya, que hay
mucho que trabajar, pero que pertenezco
a Julen Anderson.
Su boca se acerca a mi cuello, bajando
lentamente hasta llegar entre mis pechos,
que son eclipsados por sus manos y
humedecidos por su lengua. Jadeo ante
ese contacto, noto mis pezones duros y
doloridos, y él los muerde
juguetonamente.
- ¡Ah…Dios…!- sonríe contra mi
piel, eso me gusta.
- Podría correrme ahora mismo
en los pantalones sólo con esto, con
tenerte así, rendida ante mí otra
vez- abandona mis pechos y cae de
rodillas, dejando su boca a la altura
de mi sexo. Inhala mi olor, pero no
me toca, y muero porque lo haga, mi
coño reclama todo de Julen-. Mi
dulce mango, mi elixir, mi vida…
Bajo la mirada para encontrarme con la
suya. Veo la mezcla de todo lo que se
mueve dentro de él. Deseo, amor,
lujuria, puro sexo…
- Y tú eres la mía- le digo
acariciando su pelo mientras cierra
los ojos.
- Yo también me rindo ante ti-
lame mi sexo y ese simple toque de
su lengua, sacude mi cuerpo-,
tómame Valeria, sé mía otra vez…
Y sin poder contestarle, no puedo evitar
emitir un quejido de placer al sentir
como su boca ataca mi sexo sin
compasión, su lengua entra y sale, me
folla sin detenerse, y las manos de Julen
me cogen por los muslos y me colocan
sobre sus hombros.
- ¡Ah…ah…joder…!- saber que me está
volviendo loca, lo excita más y sin
esperármelo, me levanta sin dejar que su
boca beba de mí, apresando fuerte mi
culo para mantenerme sujeta contra la
pared. Me muevo buscando más, sacudo
mi cabeza a un lado y a otro, y sucumbo
al clímax más intenso de mi vida-. ¡Oh
Julen, no puedo, esto es demasiado…!-
creo me voy a desmayar sino se detiene.
- Sí puedes, quiero que vuelvas a
deshacerte en mi boca- y castiga sin
tregua mi botón del placer, que está
demasiado sensible pero no lo suficiente
para volver a caer rendido ante él, y
nuevamente me lleva a tocar el cielo-.
Eso es, maravilloso…- bebe sin parar
de mí, mi cuerpo es suyo, y tiembla
mientras me baja al suelo.
Me sujeta entre sus brazos y me siento
viva…viva por fin en mucho tiempo…
Nos sonreímos y me pego más a su
cuerpo saboreando de sus labios mi
propia esencia. Un beso…otro… y mi
piel siente que quiere más, que esto no
ha sido suficiente….
- Nena…- la voz ronca de Julen
es todo un peligro para mis
hormonas revolucionadas-, si me
sigues besando así, va a pasar algo
malo, y no quisiera explotarte, te he
dejado K.O.- que chulito es mi
chico cuando quiere. Echaba de
menos esto…
- Tal vez….los años le pesan al
Diablo, y ya no sabe aguantar el
ritmo de su Diablesa. Recuerdo un
León…- niega con la cabeza
mordiéndose el labio.
- Tú tiras el guante, amor, yo lo
recojo encantado- mi chico malo
está de vuelta.
Cambia la postura colocándome contra
la pared, dejando claro quién lleva
ahora las riendas. Pasea sus dedos entre
mis nalgas hasta meterlos en mi interior,
impregnándose con mis fluidos fruto de
lo que él provoca en mí.
- Tienes el mejor culo del mundo,
baby- su mano retrocede, y juega
con mi ano, hasta meter un dedo
lentamente. Primero la punta, hasta
que poco a poco consigue llegar al
nudillo.
- ¡Ah…!- apoyo mi cabeza sobre
mis manos, que caen una sobre otra
contra la pared.
- Te gusta esto, y a mí, me vuelva
loco poder follarte así- siento un
nuevo placer, que llega desde mi
sexo, sus dedos también juegan con
él y todo me resulta increíblemente
placentero-. A veces desearía ser un
pulpo…- susurra en mi oído. Eso
me hace reír y a él también. Muerde
mi oreja y clava de golpe dos dedos
en mi coño, y con el pulgar, acaricia
mi clítoris-…para poder tocarte por
todas partes, torturar de placer todo
tu cuerpo, sin dejar ningún rincón -
sus manos trabajan más rápido, pero
yo quiero otra cosa…
- Entonces deberías ser un
ciempiés…- sonreímos y…- ¡ah!…-
mete otro dedo más en cada parte
que está castigando-. Julen por
favor…- su polla grita por salir de
esos pantalones, no he dejado de
notarla cada vez que se aprieta
contra mi cuerpo.
- ¿Qué desea mi Diablesa?
- A la bestia que se esconde bajo
ese traje…
- Pero…¿La del León o la del
Diablo?- abandona mi cuerpo, sé
que es porque se está quitando la
ropa. Lo miro por encima del
hombro y ver a este hombre en todo
su esplendor, es lo más hermoso que
han visto mis ojos.
Me muerdo el labio deleitándome con
esa imagen, Julen se acaricia el pene,
firme y enorme, y se acerca lentamente,
apoyando sus manos a ambos lados de
mi cuerpo. Me giro para encararlo, y sin
tocarnos, sólo escuchando nuestras
respiraciones, le contesto:
- Te lo dije una vez, y te lo repito
para que quede claro de aquí al fin
de nuestros días: siempre te elegiré
a ti- y esta vez soy yo la que me
dejo caer de rodillas, para
saborearlo, para devolverle el
placer que él me ha dado, y porque
necesito tenerlo de esta forma.
Abarco con mis manos su tallo, lamo la
punta que brilla y la saboreo antes de
meterme la polla de Julen en mi boca.
Juego con sus testículos, mis labios
llegan hasta ellos, y Julen tiembla sobre
mí.
- ¡Baby, eso es nuevo…sí,
joder…no dejes de hacerlo…!-
quiero comérmelo enterito, también
me gustaría ser un ciempiés ahora
mismo, para tocarlo por todas
partes.
Lamo, chupo y muevo mis manos para
enloquecerlo. Julen mueve sus caderas,
follándome la boca, acompasado con
mis movimientos.
- Valeria…no puedo más, me
corro, demasiado tiempo…- y
segundo después se deja ir y cae
sobre mi lengua su esencia. Sigo
masturbándolo hasta que exprimo la
última gota de su clímax, hasta que
me levanta para aplastarme contra
la pared y besarme. Me aferro con
todo mi cuerpo al suyo para
profundizar más nuestro beso- …
Tienes una boca muy peligrosa,
nena, no dejas de sorprenderme.
- Al igual que tú a mí, esto
funciona para los dos- llaman a la
puerta y eso nos deja inmóviles.
- ¿Valeria?- es Lorena-. ¿Estáis
ahí dentro?
- ¡Sí, sí,- consigo decir al fin-, en
unos minutos salimos!
- ¿Ya le estáis dando a la
mandanga? ¡Estáis enfermos!
- ¡Lore! ¡No seas burra!- contesto
riéndome, y Julen tampoco puede
parar de reírse.
- ¡Así me gusta, colega, tú a dejar
el pabellón bien alto!- Marco-.
Vamos, ahora ya sabemos que están
bien.
- ¡Y tan bien, no saben hacer otra
cosa, los guarros!- escuchamos los
pasos que se alejan.
Nos miramos, y no podemos evitar
soltar unas carcajadas, que nos sientan
de maravilla. Lorena es buena, muy
buena en sus apuntes.
- Vamos a vestirnos, o
provocaremos otro altercado- dice
Julen dándome un beso rápido, para
vestirse pero no le permito alejarse.
- Escúchame. Sé que no te has
defendido porque Iván es mi
hermano y crees que debe odiarte.
Eres quien eres y has llegado lejos
en la vida, no sólo por ser hijo de
James Anderson, sino por ser Julen
Anderson. No dejaré que mi
hermano te falte al respeto y menos
que te agrada. Sé que me adora, y
que mi familia ha sufrido mucho con
todo lo que nos ha pasado,
especialmente él, recogerme de
aquella forma en el aeropuerto es
algo que no te perdonará jamás.
Pero tú también tienes una familia,
que ha sufrido contigo y la misma
pérdida que nosotros. No será fácil,
pero solucionaremos esto, juntos.
No dejes que te humille porque
creas que tiene ese derecho.
- De acuerdo, pero…¿Estamos
juntos… juntos?- pregunta
esperando mi respuesta muy
ansioso.
- Sí, mi amor, juntos. No pienso
pelear contra mi corazón, quiero
superar esto a tu lado, es como debe
ser y como quiero que sea.
- Te quiero tanto…
- Y yo a ti…
- Te pertenezco Valeria, te lo
demostraré cada día…pelearé por
ello…
- Y yo te pertenezco a ti, pero
ahora- señalo a la puerta con la
cabeza-, tenemos otra pelea ahí
fuera. ¿Listo?
- Contigo a mi lado, sí.
- ¡Pues a por ellos campeón!
Julen
Valeria
Mi corazón golpea mi pecho, no ha
dejado de hacerlo desde que han
terminado de ayudarme a ponerme el
vestido de novia. Llegó el día, ese
esperado momento donde voy a
convertirme en la esposa de Julen
Anderson, y él será mi marido.
Me vienen a la cabeza, unas palabras
que dije porque quería herirlo, porque
necesitaba que sufriera como yo lo
estaba haciendo, en aquellos días que
vino a buscarme a Italia:
“Necesito a alguien que me cuide, que
pase lo que pase no se rendirá conmigo,
que apueste por nosotros cada día, que
me elija, y que me quiera por encima de
todas las cosas, enfrentándose a las
adversidades que nos presente la vida,
cogiéndome fuerte la mano, para no
soltarla jamás. Y ese alguien, no eres tú,
Julen” Fue terrible decirle algo así, ante
esa mirada que cuando me toca,
acaricia mi alma. Pero mi dolor, estaba
por encima de mi amor por él, me
destrozó en mil pedazos.
Y míranos hoy, rodeados de toda nuestra
familia y amigos, para que vean como
nos declaramos amor eterno frente a
ellos, y para que miren como pegamos
cada día, un pedacito nuevo de nuestros
corazones, con manos firmes, sin
miedo…
La vida, un segundo y lo cambia todo…
Entra mi abuelo en la suit, Julen está en
otra habitación, en la planta de abajo, en
esta, solo está este maravilloso rincón
privado que él ha construido para
escondernos del mundo.
Nos quedamos solos, porque así lo
entienden las mujeres que me
acompañan, y que no han dejado de
llorar, desde que mi piel fue cubierta
por la creación de Yara. Paseo mis
manos por él… me hace sentir la mujer
más hermosa del universo.
Miro el reflejo del espejo, y verme al
lado de mi abuelo, que me abraza por
detrás, hace que me emocione.
- Ella estaría tan orgullosa de
verte tan bonita, como una princesa,
pero sé que lo hace desde ese lugar
en el que me espera, y que cuida de
ti, y que hoy nos estará sonriendo
con la misma sonrisa que ahora me
muestras tú- asiento llorando de
felicidad, porque soy feliz a pesar
de las ausencias…Arthur, Belén y
mi amada abuela, por ellos
debemos ser felices, porque los que
nos quieren de verdad, siempre
querrán eso para nosotros aunque no
estén aquí.
- Abuelo, te quiero tanto- él y
Leire serán los padrinos de la boda.
No dudamos en elegirlos, no podía
ser de otra manera.
- Y yo mi ángel, y sé que serás
feliz, eso me tranquiliza, le da paz a
mi corazón al tenerte lejos- me giro
entre sus brazos.
- Siempre me tendrás, no existe
nada que pueda alejarme de ti, esos
jets van a hacer mucha ruta a partir
de ahora- viajaremos muy a menudo
a España, no permitiré que sea de
otra forma. Mi familia es necesaria
en mi vida, y tengo la suerte de
tener a una persona a mi lado, que
tiene los medios necesarios, para
que eso siga siendo así, sin que
pueda pasar mucho tiempo sin
verlos.
Llaman a la puerta, y no veo a nadie
cuando se abre, pero sí a una cosita muy
bonita. Kai. Está precioso con un lazo
de dos colores, verde y azul, la unión de
dos miradas que cambió la vida de dos
personas.
No duda en llegar hasta mí, miro la
puerta, y mi hermano sólo levanta los
hombros cuando veo la nota que lleva
pegada en su lazo. Mi abuelo se la quita
y me la entrega.
- Sólo somos los mensajeros- y
se van. Nuevamente hacen su
entrada las mujeres que me llevan
volviendo loca estos días,
esperando que lea lo que pone la
nota.
La abro.
“Solamente tú”- no pone nada más.
- ¡Ohhh….pero qué romántico es! –
exclaman. - Ya todos lo conocen…
¿todo de Julen y de mí? Casi todo,
claro… Saben que esta canción es
importante para nosotros, y Julen, no
quiere que yo me olvide de ella. No lo
haré nunca mi amor, nunca…
Julen
Soy un hombre distinto, el amor ha
hecho de mí una persona diferente, me
ha devuelto a la vida, le ha dado sentido
a cada amanecer de un nuevo día.
Pero lo más importante de todo, es que
soy feliz, porque sé que la mujer que
amo, lo es a mi lado, y ese será mi
mayor reto, que su sonrisa acompañada
de esa mirada que me lo dice todo, no
desaparezcan jamás.
- Julen, tienes que relajarte un
poco. No va a salir corriendo- dice
mi abuela arreglándome la corbata.
- Hasta que no la tenga frente a
mí y diga sí quiero, no podré
respirar tranquilo- acaricia mi cara.
- Estás tan guapo, esos ojos…-
los de mi abuelo-, me recuerdan el
día que tu abuelo y yo nos casamos.
Brillaban igual, con la ilusión de
una nueva vida a lado de su mujer.
- Ojalá estuviese aquí, lo echo
tanto de menos- la abrazo fuerte
porque veo sus lágrimas.
- Y lo está, a tu lado cariño,
forma parte de ti, del hombre en el
que te has convertido, y siente un
orgullo enorme de ver todo lo que
has conseguido.
- Te quiero mucho, abuela, y casi
te pierdo a ti también, no creo que
pueda soportarlo otra vez si…
- Lo harás, porque eres un
luchador, como tantos otros que
aprenden lo que la vida les da. Mi
niño, la vida, te da sabiduría, y no
debes temer al maestro, debes
aprender de él. Nunca olvides esto.
- No lo haré, esa frase…
- La decía siempre tu abuelo, tu
padre ha crecido con ella, ¡y mira a
donde ha llegado! No digas no
puedo, siempre hay que decir, tengo
que intentarlo.
- Gracias abuela- mi madre nos
escucha en silencio, y aparecen el
resto de mi gente. Mi padre, mi
sobrina, que corre a mis brazos,
Yara y Nathan, Tony, Jorge está con
Valeria, Beth y Alan, y mi adorada
hermana que tiembla de emoción.
Dejo a Jane en el suelo, después de
darle un beso en su mejilla, y digo:
- Ven aquí, hada- se refugia
llorando contra mi cuerpo.
- Julen, hijo, te esperamos abajo.
- De acuerdo papá- sonríe feliz,
hemos tenido una charla de hombre
a hombre. Hoy es un día de donde
los corazones, no puede evitar
hablar. Nos dejan solos-. ¡Eh, que
me caso, no me voy a la guerra!
Se limpia la cara, está tan graciosa
como hermosa en este momento. Es toda
una mujer, a la que admiro, y a la que se
lo debo todo.
- Es que te miro, y soy tan feliz.
Lo has conseguido, por fin la tienes
a tu lado. Triunfó el amor.
- No ha sido fácil, pero sí, ya
casi es mía.
- De casi nada, es toda tuya.
Cojo sus manos entre las mías.
- Gracias- digo emocionado.
Me sonríe y pregunta:
- ¿Por qué me las das?
- Por no dejarme nunca solo, por
cuidarme cuando ni yo mismo lo
hacía. Nunca te rendiste conmigo,
has sufrido por mi culpa, viendo
como me destruía en aquel ring, sin
tener en cuenta el daño que os
hacía, y tú ahí estabas, siempre
cerca.
- Nunca te dejaré, Julen, soy tu
hermana, y eres parte de mi vida.
- Y tú de la mía, pero quiero
pedirte perdón por todo el daño que
te he hecho, porque fui egoísta, no
veía más allá de mi dolor, cuando
vosotros también estabais sufriendo.
- No peque, todo eso quedó atrás,
y no debemos dejar que marque
nuestras vidas, solo aprender para
ser más fuertes y no cometer los
mismos errores. Te quiero,
muchísimo, y cuidaré de ti siempre.
- Y yo de ti- la abrazo besando su
cabello.
- Creo que tenemos una boda que
celebrar, hay una hermosa española
esperando a que llegues antes que
ella, sino, tendrás problemas antes
de tiempo. ¡Espera al menos unos
años para ello!- bromea.
- Lo bueno de las broncas…
- ¡Son las reconciliaciones!-
decimos los dos a la vez, saliendo
por la puerta que me lleva a mi
destino…
Valeria
No me puedo creer que tenga que
abandonar esta habitación…
- Llegó la hora- dice mi abuelo
tendiéndome la mano. Me sonríe y
yo…yo veo que del bolsillo donde
debería ir la misma flor que llevan
todos los hombres de mi vida,
sobresale…
- ¿Otra nota?- pregunto sacándola
de su escondite y sonriendo feliz.
Leo.
“Te necesito, no tardes…”
- Abuelo, este hombre está
provocando que mi ansiedad crezca
por momentos. Estoy a punto de
salir corriendo para llegar volando
a ese altar.
Se ríe a carcajadas.
- Bueno, eso creo que es lo que
busca. ¿Vamos?
- Vamos, mi destino me espera…
Jorge, Lorena, Lucy y otros muchos
más…
- Hay que ver cómo ha cambiado
todos chicos- dice Jorge mirando a
todas las personas que están con él,
en especial al hombre que tiene a su
lado.
- Sí, Ibiza nos ha cambiado la
vida a todos- Marco besa a Lorena
cuando escucha esas palabras que
escapan de su boca. Acaricia su
vientre, ese que acogerá el fruto de
su amor.
- ¡Eh, y Valencia! Allí también
ocurren cosas maravillosas,
¿verdad doctor?- Lucía le da un
azote juguetón a su chico.
- Lo más bonito de mi vida-
responde Iván besándola.
Nadie se ha sorprendido al ver esta
mañana a Ellen y Angelo cogidos de la
mano, a estas alturas de la vida, ya nada
es imposible. Nada.
Kassi y Aden con la pequeña Irina en
brazos, son una bella estampa de lo que
es conseguir ser feliz, como recompensa
de un duro camino.
Alan y Beth, un amor truncado por malas
decisiones, por orgullos heridos, pero
que al final, el poder de lo que movían
sus corazones, fue más fuerte que su
pasado.
Todos esperan en la arena de la playa
del Juva, en esta hermosa cala, a la
novia, acompañando a un novio que está
impaciente por verla aparecer ante sus
ojos. Una boda frente al mar que ha
visto nacer una historia de amor.
Y parece ser, que toda espera, tiene su
recompensa….
Valeria
No sé si podré hacerlo, mis piernas no
dejan de temblar, me aferro fuerte al
brazo de mi abuelo, que me tranquiliza
acariciando mi mano. Nuestros invitados
están sentados en unos bancos de
madera blanca, del mismo color que el
precioso altar que hemos elegido,
adornado con preciosas flores azules y
verdes.
Todos se levantan al verme, y mis
nervios empeoran. Al comienzo del
pasillo que me llevará hasta Julen,
nuestros amigos han hecho uno con sus
cuerpos, esperándome para demostrarme
que están aquí, que siempre estarán ahí.
Jorge empieza aplaudir y todos lo
siguen.
- ¡Guapa, preciosa, te queremos
nena!- gritan sin parar y Jorge, mi
mejor amigo, que siempre ha estado
a mi lado desde niños, se acerca y
besa mi mejilla, dándome la mano,
donde compruebo que lo hace por
algo. Sonrío.
Leo ese nuevo mensaje, que llega hasta
mí deteniendo mis pasos al principio del
camino, que será el inicio de una nueva
vida.
“Sin ti, no existo, ¿quieres ser mi para
siempre?”
Levanto la mirada saboreando esas
palabras, al tiempo que empieza a sonar
“A Moment Like This” de Leona Lewis,
para encontrarme con los ojos más
hermosos de mi mundo.
Quiero ir con él, quiero correr, quiero
fundirme con Julen, quiero ser su para
siempre.
Mi abuelo y yo pasamos entre todos,
pero para mí solo existe el hombre que
me atrapó la noche que cambió mi
vida…
- Te entrego a un ángel, no dejes
que baje nunca del cielo- dice mi
abuelo.
- Nunca la dejaré caer, lo
prometo- responde firme sin dejar
de mirarme.
Por fin nos casamos, y antes de terminar
la ceremonia, pronunciamos los votos,
nosotros mismos escribimos en casa.
Nos costó mucho terminarlos, porque
era inevitable hacer el amor a cada frase
creada. Queríamos declararnos de esta
forma, y sellar nuestro amor, con la
sangre que mueve nuestros corazones,
ante la familia y amigos
Julen: Quiero ser la razón de tu
existencia
Valeria: Quiero ser el aire que respiras,
las manos que te cuiden cuando lo
necesites
Julen: Quiero que me necesites tanto,
como yo te necesito a ti.
Valeria: Te necesito. Quiero hacerte
feliz, porque sufro cuando no lo eres
Julen: Haré cualquier cosa, me
enfrentaré al mundo por mi mujer
Valeria: Y yo lo haré por mi hombre
Julen: Sé mi para siempre, mi amor
hasta el infinito y más allá.
Valeria: Tú y yo para siempre, hasta
donde termine la eternidad…
Valeria
Hemos bailado como todos los novios,
en medio de la pista que vio nacer
nuestra historia de amor. “Solamente
Tú” de Pablo Alborán, ha sido el tema
elegido, no podía ser otro.
- ¿Lista nena?- pregunta Jorge.
Me he cambiado el vestido de novia
por otro más sencillo. También es
blanco y llega hasta mis pies
descalzos, con dos finas tiras que
caen sobre mis hombros. Estilo
ibicenco, regalo de Lorena, Lucía y
Jorge, para lucirlo para esta
ocasión..
- No, pero tengo que hacerlo-
respiro profundo. Necesito mucho
aire para esto que está por llegar.
- Ve a buscar a tu marido- mis
amigos me miran, aquí estamos los
cuatro, como cuando todo empezó.
- Os quiero, y siempre estaremos
juntos- les digo emocionada.
- ¡Ahora no, cariño, trágate esas
lagrimas, y haz que sus pantalones
terminen en el suelo!- dice Lorena.
- ¡Estamos contigo, mujer
valiente!- Lucía me abraza y se unen
a nosotras Jorge y Lorena, antes de
dejarme sola.
- ¡Bueno Valeria, ya no hay
marcha atrás!
Julen
Nos reímos ante las ocurrencias de
Alan, siempre tiene alguna de las suyas
preparadas para darles paso, por esa
bocaza que no calla ni debajo del agua.
Las luces se apagan, ya es de noche, nos
hemos casado con el atardecer, y la
iluminación de la cala es perfecta. Al
menos hasta hace un par de segundos.
No sé donde se encuentra mi querida
esposa, pero hasta donde yo sé, estaba
con sus amigos.
Suena una canción, y escucho una voz…
Y frente a todos los que estamos aquí, se
alza una hermosa fuente dentro del mar,
donde se pueden apreciar, unos dibujos
que se perfilan en el agua, con preciosas
luces de colores. Un ángel que canta en
directo “Everytime we touch” de
Cascada. Camina sobre el mar, y no
puedo dejar de mirarlo, quiero
tocarlo…
Valeria sale del agua, detrás de ella está
esa inmensa pantalla de agua, pero su
figura, su belleza, destacan sobre todo lo
que nos rodea.
Está realmente hermosa, pero la belleza
de su corazón, va mucho más allá de lo
que su piel me muestra…
Llega hasta mí, me toma de la mano y me
lleva cerca de la orilla, frente a la
pantalla de agua, donde nos abrazamos
frente a ella y…ocurre algo increíble…
algo que jamás he visto…
Tus brazos son mi castillo
Tu corazón es mi cielo
Ellos secan mis lágrimas que lloro
Los buenos y los malos tiempos
Los hemos atravesado
Tú me haces elevarme cuando caigo
Ella me canta ante miles de imágenes
nuestras, cuando todo empezó, aquí, en
Ibiza. Nuestra familia y nuestros amigos,
todos se suceden en este recorrido de mi
vida con Valeria. Una imagen me roba el
alma, somos Yara y yo, duermiendo con
mi abuela, la noche antes de su
operación. Es bella…eso sólo puede
lograrlo Valeria, ella es la única que
puede obrar auténtica magia. Como esto
que está haciendo por mí.
Antes de terminar la canción, nuestros
ojos se encuentran, de la misma forma
que la primera vez que fundieron en uno,
y ella canta:
Quiero que esto dure
Te necesito a mi lado
Aparece nuestra imagen en directo
bañada por el mar, elevados sobre las
aguas que han sido el testigo de la unión
de dos almas destinada a encontrarse.
La acerco para cogerla con fuerza,
clavando una de mis manos en su
cintura, y acercando con la otra sus
labios a los míos, para que pueda
besarlos sin decir nada más que esto:
- Quédate conmigo- susurro
contra su boca.
- Para siempre…
Epílogo (Un año más tarde)