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Marco Teórico

En el último siglo, el aumento de la demanda de agua en todo el mundo se ha convertido en un


desafío crítico. Factores como el crecimiento demográfico, la urbanización acelerada, el desarrollo
económico y los cambios en los patrones de consumo han contribuido a este incremento. Cada
país experimenta una huella hídrica única, determinada por su capacidad de producción, consumo,
disponibilidad y calidad del recurso.

Preocupantemente, más de un tercio de la población mundial ya vive en naciones con escasez de


agua, y se proyecta que para 2025, este número aumente a dos tercios. Además, se estima que
para 2030, 700 millones de personas podrían enfrentar una grave escasez de agua. La creciente
contaminación del agua, resultado de prácticas industriales, agrícolas y de gestión de desechos
inadecuadas, exacerba esta problemática.

El Banco Mundial advierte que la calidad del agua se ha convertido en una crisis global que limita
el crecimiento económico en zonas altamente contaminadas y amenaza el bienestar humano y el
medio ambiente. Estos desafíos tienen un impacto devastador en términos ambientales,
económicos, sociales y humanitarios. A pesar de los avances recientes, millones de personas aún
carecen de acceso a agua potable, saneamiento básico y prácticas de higiene adecuadas, lo que
resulta en la pérdida diaria de vidas, especialmente de niños, debido a enfermedades transmitidas
por el agua.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (ODS 6) busca abordar esta crisis global, promoviendo un
acceso universal y equitativo al agua potable, saneamiento e higiene de calidad, y mejorando la
gestión global del agua.

Agua Limpia: El acceso a agua limpia se refiere a la disponibilidad de agua que es segura para
beber y utilizar en actividades cotidianas sin riesgo para la salud. Esta agua debe cumplir con
estándares de calidad que limiten la presencia de contaminantes químicos, biológicos y físicos.

Saneamiento: El saneamiento abarca las prácticas y las infraestructuras diseñadas para la gestión
segura y eficiente de las aguas residuales humanas y la eliminación segura de excrementos. Esto
incluye la disposición adecuada de aguas residuales, el tratamiento de aguas residuales cuando sea
necesario, y la promoción de prácticas de higiene personal y ambiental.

2. Importancia del agua limpia y el saneamiento:

Salud Pública: El acceso a agua limpia y saneamiento adecuado es fundamental para prevenir
enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea, el cólera y las infecciones parasitarias. La
falta de acceso a agua limpia y saneamiento es una de las principales causas de enfermedades y
muertes evitables en el mundo.

Desarrollo Sostenible: El acceso a agua limpia y saneamiento es un objetivo fundamental de los


Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Está directamente relacionado
con otros ODS, como la salud y el bienestar (ODS 3), la erradicación de la pobreza (ODS 1) y la
igualdad de género (ODS 5).
Reducción de la Pobreza: El acceso a agua limpia y saneamiento mejora la calidad de vida y reduce
la carga económica de las enfermedades relacionadas con el agua, lo que puede ayudar a las
comunidades a salir de la pobreza.

3. Desafíos y barreras:

Acceso desigual: A nivel mundial millones de personas aún carecen de acceso a agua limpia y
saneamiento básico, y las disparidades son evidentes en términos de zonas rurales y urbanas, así
como entre países desarrollados y en desarrollo.

Contaminación del agua: La contaminación del agua por desechos industriales, agrícolas y
domésticos es un problema creciente que amenaza la calidad del agua potable.

Cambio climático: Los fenómenos climáticos extremos, como sequías e inundaciones, pueden
afectar la disponibilidad y calidad del agua, lo que agrava los desafíos relacionados con el agua
limpia y el saneamiento.

4. Soluciones y estrategias:

Inversiones en Infraestructura: La construcción de sistemas de suministro de agua potable y redes


de alcantarillado, así como la implementación de instalaciones de tratamiento de aguas residuales,
son fundamentales para mejorar el acceso a agua limpia y saneamiento.

Educación e Información: La promoción de prácticas de higiene adecuadas y la concienciación


sobre la importancia del agua limpia y el saneamiento son esenciales para garantizar un uso
responsable de los recursos hídricos.

Gestión Sostenible: La gestión sostenible de los recursos hídricos, la protección de fuentes de agua
y la reducción de la contaminación son componentes clave para garantizar un suministro de agua
limpia a largo plazo. En este contexto, las empresas desempeñan un papel esencial al gestionar de
manera sostenible los recursos hídricos en su cadena de valor, promover la educación y la
innovación en esta área, y contribuir al logro de un futuro en el que el agua sea un derecho
universalmente accesible y un recurso protegido.

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