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LAS 10 LEYES DEL PECADO.

Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido. Este es el mensaje que hemos oído de él, y os
anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y
andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz,
tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos
que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos
nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos
que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros. 1ª Juan 1:4-10

Primera ley: El pecado te llevará más allá de dónde pensabas llegar. Decimos “es que solo
pienso llegar hasta aquí”, o, “créeme, que esto está bajo control”. Lo que estaba bajo control termina
controlándote a ti. A su tiempo controlará tu corazón, y lo que controla tu corazón controlará también tus
emociones y eventualmente toda tu mente. Tu vida queda sometida al pecado. Ejemplo DAVID (2ª Samuel
12:1-31)

Segunda ley: El pecado te alejará por más tiempo de lo que habías pensado. “Es solo un par
de días…”, y los días se convierten en semanas, y las semanas en meses, y en muchas ocasiones en años.
(Salmo 25:7)

Tercera ley: El pecado te costará más de lo que querías pagar. Te costará tu integridad, tu
reputación, tu paz. Puede llegar a costarte tu esposa o esposo, tus hijos, tus amigos, tu trabajo, tu ministerio y tu
iglesia. (Esdras 9:7)

Cuarta ley: Pecas a tu manera, pero tienes que regresar a la manera de Dios . Él determina
los términos de tu regreso. Y Sus caminos pueden ser largos y difíciles. La restauración del pecado es un
proceso. (Salmo 25:8; jueces 16:28)

Quinta ley: El pecado engendra pecado. Una vez pecas, te ves en la necesidad de pecar nuevamente
para encubrir tu primera falta. (Juan 8.34)

Sexta Ley: El pecado te lleva a justificar lo que has hecho . El peso de la culpa y la necesidad de
lucir bien ante los demás, te llevará a explicar y luego a justificar tu pecado. Ahora pecarás de auto-
justificación. Ejemplo SAUL (1ª Samuel 15:30)

Séptima Ley: El placer es efímero y temporal, pero las consecuencias del pecado son
duraderas. El placer que te produce el pecado en el que incurres es de mucho menor duración que las
consecuencias que te acarrea el haber pecado. (Salmo 51)

Octava Ley: No hay pecado oculto que Dios no ponga de manifiesto. Cristo lo dijo con estas
mismas palabras en (Mateo 10:26, Marcos 4:22; Lucas 8:17 y Lucas 12:2.)

Novena Ley: Mi pecado comienza cuando yo quiero, pero las consecuencias comienzan cuando
Dios quiera. De hecho, Dios puede visitar la iniquidad de los padres hasta la tercera y cuarta generación. (éxodo
20:4-5)
Décima Ley: Nadie se burla de Dios. “No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que
el hombre siembre, eso también segará”, Gálatas 6:7

CONCLUSION.
Susana Wesley, madre de los hermanos Wesley, dio a su hijo John lo que considero es una de las mejores
definiciones de pecado desde el punto de vista práctico. Su definición es esta:

“PECADO ES CUALQUIER COSA QUE DEBILITE TU RAZONAMIENTO, ALTERE LA SENSIBILIDAD


DE TU CONCIENCIA, OSCUREZCA TU APRECIACIÓN DE DIOS, O TE QUITE LA PASIÓN POR LAS
COSAS ESPIRITUALES. EN POCAS PALABRAS, CUALQUIER COSA QUE AUMENTE EL PODER O
LA AUTORIDAD DE LA CARNE SOBRE TU ESPÍRITU… ESO PARA TI SE CONVIERTE EN PECADO,
INDEPENDIENTEMENTE DE CUÁN BUENO SEA EN SÍ MISMO”.

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