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La
percepción del espacio a través de los sentidos.
Introducción
Afirma a su vez que, toda percepción es propia y toda lectura o comprensión del
mundo, que nace de esta percepción propia y de los pensamientos es también
Las columnas servían para rememorar la postura erguida del hombre (menhires,
los cromlech de Stonehenge), así como para ser usadas como calendario o reloj,
ligadas a la medición de los tiempos de la agricultura y sus cosechas, mucho antes
que la arquitectura las usara para sostener cubiertas protectoras (techos).
Asimismo, los muros marcaban unos límites más allá del propio cuerpo, pero en
relación con la propiedad y con la rotulación de terrenos, ligados de nuevo a la
agricultura, antes de integrarse en un sistema genérico de construcción de
edificios. Las cubiertas, además de proteger de la lluvia y del sol, se consideraban
la coronación del edificio, como lo es la cabeza para el cuerpo humano.
Después de siglos, las percepciones directas del espacio de los hombres que
construyeron arquitectura, la transformaron y la ocuparon, han terminado por
formar parte de ella, cristalizadas en concreciones materiales; de ahí que
podamos decir que se han convertido, de alguna manera, en propiedades de los
objetos arquitectónicos mismos.
Columnas
Ventanas
Escaleras y rampas.
“Es verdad que el ritmo de huellas y contrahuellas de una escalera nace del
ritmo de nuestros pasos y no de una ley interna, auto referente, meramente
formal; el sentido de su forma está fuera de ella. Sin embargo una escalera es
también la proposición de un ritmo. El ritmo que propone la escalera de la
biblioteca de la Universidad Católica de Chile, nos obliga a caminar muy lento
para calzar con el ritmo de los peldaños propuestos. Si no nos adecuamos a
esa lentitud propuesta, la escalera es incómoda. Esta adecuación de la vida al
objeto no es otra cosa que la situación del estudio requiere: la construcción de
un ámbito de silencio. En ese sentido, la arquitectura, si bien debe tender al
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calce con la vida, no la imita, la modifica” .
Las escaleras nos cambian en la relación que teníamos con el mundo además de
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Pérez Oyarzun, Fernando, Aravena, Alejandro y José Quintanilla Chala, José. - “Los hechos de la arquitectura”.
Santiago de Chile. Ediciones ARQ. 2002. Pág. 19.
2
Bravo, Luis. - “Un paseo por la arquitectura de Gunnar Asplund”. En 2 c: construcción de la ciudad. Nº 19. 1981.
3
Martínez Santa-María, Luis.- “El camino que no acaba”. Biblioteca digital de la Universidad Internacional
Menéndez y Pelayo. 2008.
http://www.bduimp.es/archivo/conferencias/pdf/08_10111_20_vidasubterranea_idc56935.pdf
http://www.santiagodemolina.com/2011/03/escaleras-para-subir.html
4
Pérez Oyarzun, Fernando, Aravena, Alejandro y José Quintanilla Chala, José. - “Los hechos de la
arquitectura”. Santiago de Chile. Ediciones ARQ. 2002. Pág. 19.
5
“Una escalera musical en la parada de metro de Odenplan en Estocolmo, divertida manera de incrementar el
ejercicio físico”. Video. Duración 1,48 minuto.
http://www.retailmeetingpointtv.com/piano-en-las-escaleras-del-metro-de-estocolmo/
6
http://mooorsk.com/furniture-lightings/%E5%B7%B4%E9%BB%8E%E2%80%9C%E7%8E%BB%E7%92
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Un caravasar o caravanserrallo es un albergue o refugio en Oriente destinado a las caravanas de comer- cio,
de peregrinaje o militares durante un largo viaje de muchas jornadas. Los caravasares se colocaban a unos 30
km uno de otro, a lo largo de las diferentes rutas que unían los diversos puertos y ciudades importantes. Se
trataba de edificios rectangulares con un portal único con un patio interior, que era casi siempre abierto,
alrededor del cual se encontraban establos, nichos y cámaras para los mercaderes, sus sirvientes y su mercancía.
Ese patio es recuerdo del oasis en el desierto.
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Bermejo, Jesús. Ibídem. Pág. 231.