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ÍNDICE1
3- Psicopatología
5- Bibliografía
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La mayor parte del material que integra este índice (esquemas, resúmenes y extractos) procede de las
obras de Rudolf Treichler citadas en la bibliografía.
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1- ESQUEMAS DE PSICOLOGÍA EVOLUTIVA: LOS TRES PRIMEROS
SEPTENIOS
Todo el proceso evolutivo es una decisión del Yo.
Los dos primeros septenios se consideran como un estadio preliminar de la evolución psíquica.
Fuerzas de la herencia: CF - CE
Estructuración del CF
Sobre los 3 años se autonombra como Yo, aparece la conciencia individual lo que
le permite al Yo tener percepción interior (distinguirse del mundo exterior) y
recordar.
Esta forma de conciencia se acompaña con una necesidad de afirmarse: fase de
oposición (del “no”).
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Ser de imitación
Inconscientemente imita los movimientos del cuerpo y del alma (aprendizaje del
habla).
Aprende por imitación y por la actitud de los adultos que le rodean.
En este septenio recibe la base para la conducta moral del futuro: “El mundo es
Bueno”.
A nivel de la cabeza el CE se suelta al máximo del CF y permanece más cerca del CF en los
niveles medio e inferior.
Zona cabeza: Liberación del CE, especialmente en la zona cefálica (Imagen mitológica
del nacimiento de Palas Athenea). Es a nivel de la cabeza que este nacimiento se
aleja al máximo del CF : madurez cerebral, donde la vida se retira al máximo de la
conciencia.
Zona media: Aquí también se produce una liberación del CE, pero no tan pronunciada
como en la cabeza. Esta liberación es la base del temperamento.
Temperamento: zona intermedia entre cuerpo y alma. Dominio del CE. En el curso del
2º septenio los temperamentos construyen la base de la vida afectiva.
En este septenio el niño se entrega por completo a su experiencia afectiva (1er
septenio vida perceptiva).
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Vida del Alma
En el segundo septenio el niño vive más en los procesos rítmicos (zona media): inspiración y
espiración. Maduran los órganos respiratorios, el corazón y el sistema circulatorio. Estos
órganos son la sede de nuestros sentimientos que nos capacitan para distinguir:
simpatía/antipatía, bueno/malo, bello/feo.
Este sistema ha sido preformado en el niño, pero es en el segundo septenio que se va a
desarrollar.
Importancia del ritmo, arte en la educación, que ésta no sea demasiado intelectual.
Es entonces el pulmón que deviene el instrumento principal del alma afectiva. En cada
inspiración el CA, viviendo por su naturaleza en el elemento aéreo se mete más profundamente
en el cuerpo físico, donde el CE obra en las estructuras. La formación del organismo hasta los
7 años estaba bajo la dirección del CE. Ahora lo hará el CA.
El niño ya no se siente formando una unidad con el entorno. Ahora se desarrolla una rica vida
interior con una fantasía cada vez más amplia. En nuestra fantasía infantil vivimos una
dramatización de la vida (somos princesas, esclavos, héroes...)
Desarrollo de la afectividad
El niño se retira más a su interior y descubre que sus sentimientos son distintos a los de los
demás, o la diferencia entre su familia y la de su amigo, o que ha nacido en una familia pobre,
de que su hermano odia al gato que él adoro. Se despierta la propia vida afectiva. Es
importante que la vida afectiva encuentre un suelo fértil en el que expandirse: puede
encontrarse en el arte, religiosidad, la autoridad cariñosa. Esto es importante para la formación
de los sentimientos. R. Steiner decía que es en esta fase cuando hay que despertar en el
hombre el sentimiento de la Belleza. Importancia del maestro en esta etapa y lo que él piensa,
por como influye en la visión del mundo del niño. Más adelante interesarán las asignaturas
impartidas por los maestros admirados. El mundo afectivo del niño ha de ser tenido en cuenta
en la educación y en clase.
Autoridad afectuosa (amada): cultivar respeto y veneración.
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1.3 Tendencias Patológicas de los dos primeros septenios
El desprendimiento del CE de la cabeza lo habilita para desarrollar la facultad anímica del
pensar imaginativo, capacidad de acceder a las representaciones, desarrollar la memoria, para
empezar el proceso de aprendizaje. Como consecuencia del desprendimiento el tejido nervioso
queda supeditado a las mínimas condiciones de vitalidad .
En este septenio:
A través de la relación con las personas, nosotros crecemos en nuestra vida anímica. En el
segundo septenio se empieza a encontrar la relación Yo-Tú. Esta fase es decisiva para nuestra
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capacidad de interrelación interpersonal en general, pues se reflejará en nuestra vida posterior
en cuanto a nuestra relación con el mundo y con los demás:
Durante este septenio se imprime la marca de la conducta de los que nos rodean
En el primer curso a los médicos, Steiner insiste en que la educación de los dos primeros
septenios de vida puede provocar o evitar la demencia precoz o esquizofrenia. Se provoca
cuando no se respeta la necesidad de educar según el principio de imitación en el primer
septenio y de autoridad durante el segundo.
Vemos así como el niño no desarrolla lo suficiente las bases de la vida afectiva y volitiva en los
dominios inferiores y medios del organismo:
Cuando no puede ejercer la imitación hasta en su metabolismo.
Cuando no puede amar lo suficiente a las personas de autoridad, en su sistema
rítmico, y tomarlas como modelo.
Así, su encarnación es incompleta en las zonas orgánicas en cuestión.
Se detiene la evolución en la cabeza, acompañada de la derivación de fuerzas formatrices
hacia la cabeza, y se genera la constitución asténica o leptosómica. El término asténica señala
la debilidad vital de este tipo de constitución, actualmente en aumento. Se realiza al precio de
un crecimiento longilíneo y acelerado y la maduración de los órganos internos es insuficiente.
Esta morfología ilustra como, de buenas a primeras las fuerzas de crecimiento del CE son
atraídas hacia la cabeza. El nerviosismo de los escolares revela una constitución de este tipo.
Una encarnación incompleta es susceptible de preparar el terreno a la psicosis, que tiende a la
excarnación.
La tendencia cefalizante de nuestra época favorece tanto la eclosión de las neurosis obsesivas,
como, a la eclosión de la histeria (por fuga del CA), así como la de la esquizofrenia.
En cuanto a las bases corporales, se puede constatar que la enfermedad psíquica o corporal
es tanto más grave como el debilitamiento del cuerpo es mayor y el encajarse al cuerpo se
vuelve más difícil. En el caso de la enfermad obsesiva y de la histeria, este encaje queda
bloqueado en la parte media del hombre, zona que la esquizofrenia, enfermedad psíquica más
severa, no alcanza más que parcialmente.
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El CA nace en el polo metabólico: El CA llega a la parte inferior del organismo y el ser humano
adquiere la madurez terrestre.
Alma:
Pensamiento: Polo Neurosensorial
Sentimiento: Sistema Rítmico
Voluntad: Polo Metabólico–Motor
Debe entenderse la vida anímica desde el impulso que recibe desde los dos polos
Neurosensorial (Quietud)
Metabólico (Movimiento)
El CA puede vivenciar el mundo y lo hace en forma más inmediata que antes, cuando estaba
sumergido en el CF. Su vida anímica está impregnada de deseo y sensaciones (no sólo las
sexuales). Este deseo puede ser transformado en interés hacia y para el mundo. Las
percepciones que recoge del mundo va a transformarlas en sensaciones (el joven vive en un
mar de sensaciones). De aquí puede nacer el amor.
El Yo que está desarrollándose totalmente en esa alma de 14-21 años forma juicios que están
impregnados de simpatía y antipatía, lo que lleva a la sensación. A partir de los 21 años el Yo
quiere saber cómo son realmente las cosas. A los 21 años nace el Yo y comienza así la
evolución propiamente del alma (4º, 5º y 6º septenios).
La vida anímica movilizada se llama emocional. Toda emoción tiene su origen en la dinámicas
del organismo inferior: sexual-genital. La vida anímica que viene de abajo se enfrenta con las
fuerzas que vienen de la cabeza. El deseo se transforma en amor cordial en el corazón y
deberá convertirse en interés por el mundo. El ser debe aprender a metabolizar las emociones
y de esta elaboración surgirán en el alma los sentimientos.
Hay que ayudar al joven a encaminar este conflicto desde el Yo adulto. En el tercer septenio el
CA se ha desprendido. Comienza una lucha ente deseo y responsabilidad. Entre CA y el Yo
que empieza a manifestarse. Las fuerzas anímicas espirituales desarrollan el pensamiento y
especialmente el juicio crítico. Aquí lo importante es comprender, tal como en el 2º septenio era
sentir y en el 1º el hacer-voluntad.
La sugerencia pedagógica de Rudolf Steiner para el tercer septenio es despertar el interés por
el mundo circundante.
El ideal básico de este septenio es la VERDAD.
Respeta al maestro por lo que sabe.
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1.5 Esquema
0a7 7 a 14 14 a 21
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2- SALUD Y ENFERMEDAD DESDE LA ANTROPOSOFIA
CF(cuerpo material)
CE (cuerpo vital)
CA (cuerpo psíquico)
Yo (elemento espiritual)
Los procesos relacionados con la conciencia tienen relación con el CA y el Yo. Los que
guardan relación con la vida, son el CE y el CF.
• Steiner también nos presenta un ser humano tripartito y así la medicina antroposófica
nos describe tres sistemas principales:
Neurosensorial: Incluye la actividad de todos los nervios, el cerebro, la espina
dorsal y los órganos de los sentidos.
Rítmico: Incluye la respiración y la circulación sanguínea.
Metabólico-motor: Incluye la asimilación de los alimentos, el metabolismo y la
actividad de las extremidades
No es saludable que predomine uno sobre otro, porque puede desembocar en
enfermedad.
La constitución manifiesta también una relación entre las actividades del sistema metabólico y
neurosensorial. Si predomina el sistema neurosensorial, la persona tiende a ser delgada, con
cuerpos más espigados y a aparentar más edad de la que tiene. Si el metabólico, la tendencia
es más redondeada, e incluso obesa y parecen más jóvenes de lo que son. Puede haber
también una tendencia a una relativa inmadurez intelectual y emocional.
La enfermedad ocurre cuando la preponderancia de uno de los dos polos se hace extrema.
Así pueden surgir dos grandes tipo de enfermedades asociadas a cada uno de los dos polos:
enfermedades escleróticas-degenerativas y febriles-inflamatorias (aunque ninguna enfermedad
se puede considerar exclusivamente de un polo u otro, pues sería una simplificación reductiva
ya que, por lo general, ambas tendencias están incluidas).
La Medicina Antroposófica
• Los médicos antroposóficos miran más allá de los síntomas físicos para ver como el Yo
y el CA están involucrados en la causa de la enfermedades y toman estos factores en
cuenta para su tratamiento.
• En las enfermedades mentales se hace a la inversa. Se trata de buscar como el CF y el
CE influyen en el alma y en la expresión de la personalidad, causando síntomas
mentales y emocionales. Las diferentes características de las enfermedades mentales
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pueden ser utilizadas para identificar al órgano asociado con la enfermedad, pues
estas característica señalan las fuerzas etéricas conectadas con el órgano. R. Steiner
identificó al corazón y al pulmón en el sistema rítmico y al hígado y al riñón, en el
sistema metabólico, como los cuatro órganos principales involucrados en la
enfermedad mental.
ESQUEMA
Neurosis Orgánicas
Patología Orgánica
Psiconeurosis
Psicosis
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2.1 La Enfermedad Corporal de Origen Psíquico
Las neurosis orgánicas son el tipo de enfermedad en las que la relación, entre los síntomas
que corresponden a un nivel corporal y los del nivel psíquico, se vuelve más evidente. De entre
ellas, la más representativa es la neurosis cardíaca (28–35 años, etapa de mayor frecuencia de
aparición). Esta patología no ataca al tejido del corazón, como sí lo hace un infarto de miocardio
cuando existe inflamación del músculo cardíaco y de las válvulas, sino que afecta a la función
de dicho órgano, alterando sus movimientos e irrigación sanguínea.
En otro caso, como en el de la neurosis gástrica, el trastorno altera la función secretora del
estómago, la secreción del jugo gástrico.
La característica general reside en la perturbación de la irrigación sanguínea, de la difusión de
los productos de secreción y del movimiento de un determinado órgano.
Tópica
Este fenómeno nos remite al organismo hídrico, organismo que se halla al servicio de la vida y
de la función de los órganos. Este organismo es el lugar de acción elegida del CE, quien
construye y modela a partir del elemento agua, elemento que contribuye a que la respiración
interior pueda realizarse en la totalidad del organismo. En el organismo aéreo, es el CA quien
opera en primer lugar. Su actividad pasa por el elemento aire del CE al CF. Se ve así la
relación viva que una antropología de estas características establece entre cuerpo y alma. Para
la antropología antroposófica, el cuerpo se halla por entero impregnado de alma. Cuando se
destierra el alma al cerebro, -órgano que, según las teorías actuales, establece el vínculo entre
cuerpo y alma-, se pone en entredicho la comprensión viva de esta relación remitiéndose a las
conexiones abstractas y a mecanismos del cuerpo y del alma, al estilo de los ordenadores.
Dinámica
Las experiencias psíquicas patógenas, no asimiladas por el alma, inciden directamente sobre la
respiración íntima del organismo, sobre los cambios internos de oxígeno y gas carbónico,
mediante la actividad del alma sobre el cuerpo (CA sobre CF). Es allí que el cuerpo etérico,
activo en el elemento agua, sufre el impacto psíquico. De allí, los problemas circulatorios y
secretores, las perturbaciones motrices de los órganos.
Enfermedad orgánica (deformación del órgano por una afección degenerativa, o por
enfermedades inflamatorias). Afecta a nivel orgánico. Se trata de una perturbación más fuertes
que en la neurosis orgánica, pues el órgano está “demasiado sometidos a la actividad astral”.
Neurosis gástrica
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cambio. Se hallará más preservado, ante las recaídas frecuentes de su enfermedad, si
madura psíquicamente y si, en su vida psíquica consciente, domina mejor su ambición.
Ante algunos estados febriles de origen más o menos conocido, se observa algunas
veces el hecho de “darse demasiado al mundo exterior”, una cierta clase de “fiebre del
alma” que se convierte en fiebre corporal cuando se añaden otras influencias, como un
enfriamiento por ejemplo o una infección.
Los errores pedagógicos de la infancia, ya mencionados, pueden ser seguidos en
ocasiones de enfermedades orgánicas en el adulto. Nuevamente, la dinámica emana
del alma hacia el cuerpo físico, pero en este caso el error reside en hechos
circundantes. Esta carencia puede traducirse en un primer momento como problemas
de comportamiento en el niño, preveyendo que las consecuencias tardías se presenten
bajo la forma de una enfermedad corporal.
Bajo este ángulo, la enfermedad corporal se presenta como un estado terminal, el estado
último de una sucesión de acontecimientos de los que resultará eventualmente, en el terreno
de lo psíquico, un nuevo comportamiento del sujeto. No obstante, esta enfermedad puede
suministrar igualmente la base de una nueva enfermedad, que también se desarrollará en el
terreno psíquico.
Para Rudolf Steiner, todas las enfermedades llamadas mentales residen en el hecho que el
psico-espiritual “adopta la estructura física y etérica”. Por otra parte, Rudolf Steiner habla de
las “enfermedades llamadas psíquicas” donde el principio de pesadez del cuerpo físico penetra
en la vida del alma. La experiencia de la melancolía, de la depresión que carga el alma, es a
veces la consecuencia directa de esta invasión.
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orgánico. En el primer caso la enfermedad se constituye en el organismo con la participación
del alma. En el caso de la enfermedad psíquica, la enfermedad es transplantada del cuerpo al
alma. “No puede existir en el fondo, enfermedades del espíritu y del alma”. Este tipo de
enfermedades no son debidas a lo que es lo “propio del sujeto”, a su ser de alma y espíritu.
(Para Steiner el elemento espiritual del hombre no puede caer enfermo).
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3- PSICOPATOLOGIA
La psiquiatría moderna denomina cicladores o ciclotímicos a los sujetos que se distinguen del
carácter esquizoide, por una alternancia de los movimientos del humor, que cursa con fases de
alternancia entre la tristeza y la euforia o la depresión y la manía.
La palabra thymos (ánimo), de origen griego, designa al alma que sufre variaciones
cíclicas. Los enfermos cicladores nos recuerdan al elemento agua, como el elemento
predominante en su alma. El agua no tiende, como el aire, a la disolución, sino a los
movimientos periódicos del alma, a lo que llamamos fases.
Las tempestades de la agitación esquizofrénica son evocadores del elemento atmosférico
(atmos:aire).
El Hígado
Cuando el elemento agua del psiquismo hepático (temperamento afectivo flemático) tiende:
La Depresión
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La voluntad del enfermo no sabe entrar en los actos. El obstáculo no reside en el movimiento
de los miembros. La parálisis de los movimientos no se debe a la intervención involuntaria del
CA perturbado, sino a la dinámica de la voluntad: parálisis o freno de la voluntad.
La Manía
Problemas Metabólicos
El hígado es el órgano de la voluntad, pero es también una base de nuestra vida afectiva (por
la intervención del Yo en el CE). Así la afectividad y la voluntad se relacionan en el sistema
hepato-biliar. Rudolf Steiner expresa: “ Si el hígado está enfermo, la sensibilidad se halla
perturbada”.
En el organismo hídrico se retienen algunas substancias: Los griegos pensaban en este caso
en problemas de flujo biliar, de donde procede el término tan usado de melan-colia (melas:
negra-bilis), cuando la bilis negra es retenida.
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Si se produce un estancamiento en el flujo del organismo líquido acompañado de
condensaciones substanciales en el sistema hepático y el deshacerse de la bilis, el Yo,
encargado de poner en obra la acción voluntaria, no puede intervenir plenamente en este
sistema, de donde resulta la parálisis de la voluntad, la enfermedad afectiva, la depresión.
Los éstasis del metabolismo hepático hacen entrar la pesadez en la vida psíquica y conducen a
la parálisis volitiva grave de la depresión endógena (también llamada esencial). La existencia
del éstasis es confirmada por la descarga durante la fase maníaca, que se produce en lugar de
una resolución sana del estancamiento. (Rudolf Steiner habla de un fenómeno similar en los
niños histéricos, en los que su hipersensibilidad –“desollados vivos”- ha conducido a retirarse a
un estado depresivo).
R. Steiner pone la energía voluntaria en relación con la resorción biliar al nivel de intestino:
¾ Una resorción demasiado intensa nos inflama, nos impulsa a la acción. El deseo de
acción puede degenerar en manía.
La depresión endógena pasa por estadios preliminares durante la infancia: Los trastornos
del humor que sobrevienen a los 9 años revelan una predisposición, aunque no es una
enfermedad comparable a la del adulto. Esta puede manifestarse a partir de la pubertad.
La frecuencia máxima se sitúa de los 30 años en adelante.
Lo más a menudo es que la enfermedad se declare entre 40 y 50 años.
La alternancia de la depresión y de la manía, ciclotimia, se encuentra a menudo entre los
20 y 30. Es sobre esta edad que se prepara y evoluciona el alma de razón y sentimiento
cuyo desarrollo puede quedar a veces inacabado durante toda una existencia.
Afectando al corazón la depresión toca su punto culminante y será claramente percibida por el
entorno.
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Los sentimientos de culpabilidad, los reproches que se dirigen contra sí mismo. El ser
humano siente los remordimientos en su corazón.
Esta inclinación puede ir hasta el delirio: “Yo soy el peor..., no tengo derecho a la
vida...”
La enfermedad depresiva encuentra en el corazón razones nuevas, que pueden ser
muy peligrosas, de suicidio.
Es a través del corazón que habla el Yo superior interviniendo en el la vida del hombre. Es del
corazón que resuena la voz de la conciencia moral. Pero el enfermo afectado de depresión
endógena no oye por el corazón más que la voz de su Yo terrestre separado del espíritu.
Imagen Prometeica
Vemos elevarse la imagen de Prometeo encadenado al que el águila de Zeus devora de día el
hígado, que vuelve a crecer por la noche. En la pesadez de la depresión, por su hígado, el SH
se siente encadenado al cuerpo y a la tierra, como Prometeo fijado a una roca del Caucaso,
tras haber, por su temeridad, aportado a la tierra el fuego del sol. Antaño pleno de actividad
creadora y ahora, cada día trae un nuevo dolor y sobre cada mañana se extienden las tinieblas
de la noche. Es esta la pena cuando el sol de su Yo puede traspasar el límite de su vida
terrestre; y en la luz poniente (sol en declive) la sombra de sus actos pasados se proyecta,
inmensa.
Depresión endógena: Es el alma que resuena a las emanaciones patógenas que del hígado
suben a la vida psicológica.
Entre ambos polos las tendencias interfieren y producen formas más o menos próximas a uno
u otro extremo:
Componentes endógenos de la depresión reactiva
Aspectos reactivos de la depresión endógena.
El hígado se halla más implicado en la endógena, lo que se traduce por la agravación matinal.
En la depresión reactiva reactiva la vivencia anterior incide mas que en la endógena pura.
Cuando los problemas de humor y de la depresión reactiva aparecen, a veces el componente
endógeno ya estaba presente.
Aunque el componente endógeno no se manifieste, toda depresión reactiva, en tanto que
enfermedad psicológica, debe hacernos pensar en una inclinación del hígado que sobrepasa la
simple resonancia a la tristeza.
Además del sentido individual de la enfermedad también hay un sentido antropológico: Son
contraimágenes que nos sirven de advertencia.
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3.2 La Esquizofrenia
En la base de toda “vida psíquica anormal” se encuentra una “vida corporal anormal”.
Y a la inversa, la enfermedad corporal representa la metamorfosis del problemas psíquicos.
R. Steiner manifiesta que el espíritu no está nunca enfermo y que actúa sobre el alma y cuerpo
del SH a partir del dominio espiritual divino, el cual confiere la naturaleza espiritual al hombre.
Los estudios sobre la esquizofrenia ponen atención en la falta de calor en el hogar familiar/nido,
pero ignoran la influencia de la educación en la génesis de la esquizofrenia.
Desde 1920 R. Steiner ha observado que el hecho de no tener en cuenta los principio
educativos de la imitación y la autoridad durante los dos primeros septenios de la vida, pueden
conducir a la eclosión de la esquizofrenia.
Imitación
¾ Gracias a ella el niño se encuentra unido a su entorno.
¾ Si la imitación es débil --> es insuficiente la base que gracias a ellas se forma
en su CE y CF para su voluntad.
Autoridad
¾ Si el niño no puede ofrecer su afecto a un modelo carece de la base para su
afectividad en desarrollo
Acentuar los procesos de transformación intelectual hace que se desvíen fuerzas etéricas del
cuerpo, lo que genera un debilitamiento corporal y una constitución asténica. La puesta en
marcha precoz del crecimiento de tipo longilíneo, señala la derivación de crecimiento del CE
hacia hazañas intelectuales de la cabeza.
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Un CF acabado deficientemente retiene peor la fuerzas etéricas (que le son continuamente
sustraídas). Estas entran en el psiquismo de manera elemental ( 4 elementos) de modo que su
transformación en fuerzas del pensamiento permanece incompleta. Cuando el psiquismo
resulta invadido por las fuerzas formativas del CE, aparece el delirio.
Es un hecho reciente, que la incorporación del Yo, acompañada del alma, encuentra una mayor
dificultad que en el pasado. La influencia patológica del mundo actual, no se ejerce sólo sobre
las fuerzas vitales del alma y del cuerpo, sino también traba la penetración del cuerpo por el Yo
y por el alma. Se produce una conformación patológica del cuerpo, resultado precisamente de
esta penetración insuficiente por el Yo y por el alma. Lo que quiere decir que el
hiperintelectualismo no priva sólo al cuerpo de las fuerzas del CE en beneficio de lo que hace
la cabeza, sino que retiene también en la cabeza al Yo y al alma. Es este el otro aspecto del
retraso en la evolución afectiva y volitiva que permite comprender la tripartición según R.
Steiner. En la infancia el sentimiento y la voluntad sólo pueden evolucionar de manera sana si,
gracias a la autoridad y a la imitación, el Yo y el alma penetran a partir de la cabeza al sistema
rítmico y al metabólico. El Yo no puede cumplir su tarea individual en el mundo si su ser psico-
espiritual no está plenamente encarnado. La condición de la encarnación en el cuerpo y el
mundo es que el Yo y el alma sean recibidos por el cuerpo y el mundo.
La psicosis esquizofrénica 2
En la mayor parte de los casos, la psicosis se declara entre la pubertad y los 25 años, 30
para las mujeres.
La anticipación que presenta la esquizofrenia en la infancia es excepcional. Aunque esta es
una edad muy importante para la predisposición a esta enfermedad bajo la influencia del
medio.
Se favorece su aparición cuando en la infancia se da:
o Ausencia de calor familiar
o Exceso de estimulación intelectual.
Una predisposición hereditaria no es un fatalidad inevitable, sobre todo cuando se
considera que ha sido buscada por la individualidad. Es para el interesado y su entorno,
una forma de componer su destino.
El medio puede favorecer que la enfermedad se produzca de una forma más atenuada. La
responsabilidad del medio concierne también a la educación.
La constitución leptosómica guarda una afinidad particular para el carácter esquizoide.
El enfriamiento de la vida de sensibilidad es un síntoma característico y precoz de una
esquizofrenia.
Los choques afectivos, las situaciones de stress, emocional o intelectual, donde la
tensión del CA es excesiva, son factores que pueden determinar el inicio de una psicosis
esquizofrénica
2
Consultar anexos para una ampliación clínica de la esquizofrenia.
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Se distinguen tres formas principales en la psicosis esquizofrénica
Cuando dominan los cambios de la percepción y del pensar con ideas delirantes y
alucinaciones, se habla de una forma paranoide y alucinatoria.
Si las modificaciones tocan más a la vida afectiva que hunde en la necedad y la ineptitud, se da
el diagnóstico de hebefrenia, forma clínica muy particularmente ilustrada por el exceso de
sintomatología de pubertad.
Se trata de catatónica cuando la enfermedad esquizofrénica se manifiesta sobre todo a nivel de
la vida volitiva y motriz y conduce a estados de tensión o de relajamiento, a la agitación furiosa
o al estupor.
Los síntomas
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El enfermo llega a estar fuera de sí tanto en el acceso de agitación furiosa, como a nivel de la
afectividad y de la voluntad, cuando se halla estuporoso. Sólo está presente en el pensar y la
percepción de su cabeza. A esta excarnación parcial corresponde el fallo de la vida corporal de
su organismo medio e inferior, de su respiración, de su circulación y de su metabolismo.
Y como señal de vuelta a la rigidez, algunas palabras están retenidas, así como
algunos gestos, cuya repetición monótona y perpetua constituyen las estereotipias.
Las fuerzas "digestivas" contribuyen a la disolución de la vida psíquica, mientras que las
fuerzas de crecimiento hacen crecer ideas delirantes y alucinaciones.
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La pérdida del Yo hace difícil, si no imposible
En la vida psíquica, como en la corporal, el Yo tiende siempre a realizar la unidad. Para esto él
se esfuerza en establecer un equilibrio individual entre las diferencias de fuerzas del alma y del
cuerpo. Este equilibrio es sentido por nosotros como la unidad individual del psiquismo y se
rompe con la esquizofrenia. Esta situación es el debilitamiento del centro de la personalidad,
disociación primitiva del carácter. El centro no puede afirmar su existencia y está librado a la
influencia de los dos polos. El Yo no es, como en el caso normal el centro de todo lo que pasa
en el alma. El Yo del alma esquizofrenia está privado de la unión de la representaciones y de la
vivencia.
El delirio
Cuando el psiquismo resulta invadido por las fuerzas formativas del CE, aparece el delirio.
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es el suyo sufren una degeneración patológica, como lo hacen las fuerzas de crecimiento del
tumor canceroso, que estarían en su sitio a nivel espiritual. Según R. Steiner, los tumores
cancerosos nacen a partir de fuerzas formadoras dejadas sin cultivar, cuando estaban
destinadas a transformarse en fuerzas de memoria y conocimiento.
Diferentes estados pueden ser distinguidos en el brote de estos procesos de crecimiento que
van de abajo a arriba:
Para comprender mejor esas neoformaciones del psiquismo, hay que estudiar otro proceso:
El complejo ocupa cada vez mayor parte dentro de la vida psíquica.
Se trata aquí de fuerzas de crecimiento que el pensar ya no somete a sus propias leyes, que
han dejado de servir al Yo pensante. Éstas introducen en el alma el estilo de su propia
dinámica de crecimiento, dejándola vegetar en el delirio. Así, se constituye una especie de
tumor maligno del psiquismo, un cáncer del alma cuyo crecimiento tiende a llenar y modificar el
psiquismo, así como el cáncer actúa en el cuerpo físico. La formación delirante muy
circunscrita, como a menudo se la encuentra en los enfermos delirantes no esquizofrénicos,
corresponde por el contrario a un tumor benigno.
Las alucinaciones
Cuando las fuerzas formadoras del cuerpo físico no invaden sólo la esfera de las
representaciones, sino también el dominio de las percepciones, la ilusión en el dominio de los
sentidos se junta con la ilusión en las representaciones, con la idea delirante.
La ilusión consiste en que el enfermo es persuadido de tener una percepción que viene del
exterior con apariencia de ser real. O bien, a las percepciones propiamente dichas, ya
modificadas se junta otras nuevas y patológicas.
Lo que es primordial que el proceso de desencarnación proyecta fuera los fenómenos que se
tendrían que desarrollar en el seno del psiquismo y en el cuerpo. Esta evaginación conduce al
enfermo a aquello que su vida interior sensible se presenta como el mundo exterior. Así todos
los sucesos interiores proyectados fuera, también algunos subconscientes hasta ese momento,
se vuelven hacia él. Son vividos como situaciones del mundo nuevamente vistas, oídas,
tocadas y concerniendo de nuevas a primeras al enfermo. Pero el nacimiento de estas
percepciones patológicas y su estructura psíquica provienen de las fuerzas formadoras que
invaden el alma. Las alucinaciones son el resultado de enviar a la conciencia las fuerzas que
deberían ser utilizadas en la digestión, el crecimiento.
Se puede pensar que se juntan fuerzas del CE, los recuerdos y las experiencias interiores del
enfermo se transforman en fenómenos luminosos y sonoros. Una fuerza de este tipo se libera a
partir del riñón, bajo la forma de éter de luz. Al respecto, Steiner ha hablado de “fulgores,
resplandores renales”. Cada alucinación auditiva, debe de hacernos pensar en la fuerzas del
éter de sonido que residen en el hígado.
"Las alucinaciones, no son otra cosa que la emisión en la conciencia de fuerzas que el cuerpo
etérico debería utilizar para digerir, para crecer ". Según Rudolf Steiner, hay que pensar en un
proceso análogo respecto a las formaciones delirantes, ligadas también a los órganos del
cuerpo físico. Las fuerzas "digestivas" contribuyen a la disolución de la vida psíquica, mientras
que las fuerzas de crecimiento hacen crecer ideas delirantes y alucinaciones.
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A diferencia de la separación de la vida psíquica del enfermo histérico, aquí es también el
cuerpo etérico el que se emancipa, de ahí el hecho de que la hipersensibilidad se transforme
en percepción de fenómenos elementales.
El ser humano que se siente “tirado al mundo”, puede que busque escaparse. Huir del mundo
es finalmente huir del cuerpo por el cual el SH está unido al mundo. En la toxicomanía la fuga
es actuada conscientemente por el alma, donde el Yo va a hundirse. En el caso de las psicosis
es en el cuerpo que residen las causas directas de la fuga.
¿A dónde conduce la huída por la droga o del enfermo psicótico cuando se halla “fuera de sí”,
es decir, cuando el lazo del Yo y del alma con el cuerpo y el mundo se debilitan?. Si el enfermo
se desprende de una cierta relación, él contrae otras. Abandonando en parte el mundo
sensible, entra en el suprasensible. Se retira a su patria cósmica. Para nosotros la realidad de
ese mundo esta garantizada por el conocimiento, para el enfermo se verifica por la experiencia
del espíritu, según las indicaciones de RS, el espíritu del enfermo mental en éxtasis en el
sentido propio del término es susceptible de tener una cierta percepción del mundo
suprasensible. En este momento se produce una cierta disociación entre el espíritu y al vida
del alma, del que el caos sólo permite percibir el reflejo deformado de las percepciones
intelectuales. Se trata de un encuentro real perturbado y deformado por la realidad, que se
transparente en lo que recuerda.
Cuando el sujeto cae enfermo se libra a las bacterias o a los demonios y sufre entonces su
influencia eventual; o bien, le opone su Yo que lleva su alma y su cuerpo, aprendiendo
entonces a reconocer sus influencias y a entrar en una relación más libre con ellas, así como
con las entidades seguras.
Una de las condiciones de contacto interior con el enfermo psicótico, es el hacerle sentir,
aunque de forma subconsciente, que el terapeuta está convencido de la realidad espiritual de
la que el enfermo hace una cierta experiencia. Esto no hay que confundirlo con que se le
anime a ir en este camino. En la medida de lo posible hay que explicarle que sus experiencias
corresponden a una realidad, pero que ellas son, no obstante, patológicas en su forma y
consecuencias y que le desvían de lo que debe hacer en el mundo. Debe aprender a renunciar
a estas experiencias en el presente y a probar que la terapia haga todo lo posible por
reprimirlas. No transmitir contenidos antroposóficos que sólo sirven para alimentar delirios y
alucinaciones. De lo que él tiene necesidad es de la medicina antroposófica.
La psicosis toma raíz en los problemas somático a menudo menores y que ella se desarrolla
sobre todo, sobre el plano psíquico. Parece una planta que sólo está atada a la tierra por raíces
delicadas para desviarse principalmente hacia el espacio aéreo. No obstante, para atacar la
raíz del mal, el conocimiento y la terapia deben interesarse precisamente al alcance
fundamental de problemas corporales tan discretos. Tal es el marco en el que se justifica la
búsqueda de causa somáticas, cuyos límites residen en el hecho que los factores psíquicos
(stress o shock afectivo) se extienden igualmente al dominio físico por sus efectos agravantes.
La individuales tiene su propio equipaje hereditario, que sólo ha podido constituir sobre la tierra,
es decir durante una existencia anterior. La herencia legada por los ancestros a la
individualidad que se encarna sólo provee el material que sirve para dar forma a la vida y al
cuerpo. Por naturaleza el cuerpo y la vida reciben su forma de la metamorfosis de una vida
terrestre anterior. La individualidad busca en la corriente hereditaria las condiciones que le
permiten proseguir encarnándose para su evolución psico-espiritual propia. La enfermedad
mental forma pare de este diseño. Ella no es un castigo por los pecados cometidos en una vida
25
precedente, al contrario, ofrece la ocasión de encarnar sobre las insuficiencias desarrolladas de
una existencia terrestre precedente y adquirir así nuevas facultades.
Esta concepción no se aleja mucho de la formulada por Jung, Fromm y otros sobre las
neurosis. En las neurosis se ve un intento de conocerse más y de realizarse. Por qué no aplicar
este principio la psicosis?. Por el hecho de que la psicosis no se explica completamente a partir
de una sola vida terrenal.
Pero también el entorno tiene un papel decisivo en las psicosis y neurosis. Para su encarnación
la individualidad elige también un entono específico, que representa por extensión su cuerpo
social, en el que el individuo quiere encarnarse, como lo ha hecho en el cuerpo físico.
26
3.3 El Trastorno Obsesivo
Cuadro Clínico
Un maestro de primaria acude a la consulta del médico. Tiene entre veinte y treinta años, pero
parece más mayor. Es alto, esbelto y grácil, de hábitos asténicos. Parece ansioso, deprimido y
un poco tímido. Desde que se le pregunta porqué acude a la consulta, él enuncia un
diagnóstico. Declara sufrir de una neurosis obsesiva que no ha podido superar. No puede
desembarazarse de la impresión de tener las manos sucias, así que en todo momento del día
debe lavárselas durante largos minutos. Antes, en los recreos de la escuela era suficiente, pero
ahora llega a tener que dejar la clase para ir al lavabo. Si reprime este impulso, se resiente de
la dificultad de respirar, así como una inquietud y ansiedad tal que apenas puede proseguir su
clase. Durante ésta, también procura tocar poco las cosas que puede, sobre todo los bancos y
los pupitres sucios. Sus alumnos, una clase relativamente fácil, se han dado cuenta en el
presente, de lo cual derivan las dificultades evidentes para enseñar.
En sus antecedentes, se nota que él tenía una madre severa. Ésta, según los recuerdos del
paciente, ha vigilado siempre, también reforzado con castigos, que todo aquello que concernía
a su persona estuviera “en orden”, y sobre todo que él pusiera atención en su aseo. Pronto, se
habituó a ordenar bien su ropa en el orden en que la encontraba la volvía a dejar. Más tarde, se
obligó a hacer entrar primero la pierna derecha, después el brazo derecho en sus envolturas
respectivas. A veces él no podía librarse de la representación “calcetín” o “pantalón”. No podía
hacer otra cosa que pensar sin cesar o pronunciar en él mismo estas palabras. Ya en su
infancia, estaba ansioso de hacer las cosas “como es debido”, pero él experimentaba también
la angustia en presencia de algunas personas. Era muy sensible cuando jugaba con sus
compañeros, y se contrariaba por nada. Más tarde apareció la tendencia a fantasear sin poder
traspasar las vejaciones sufridas y las injusticias en el mundo. A menudo estaba triste, pero
ambicioso al mismo tiempo, y era uno de los mejores de clase. Con todo, recelaba casi siempre
la escuela y no podía desembarazarse de las impresiones que recibía. En el camino hacia la
escuela debía procurar alcanzar mediante un determinado número de pasos una cierta casa o
una cierta esquina de calle, a fin de que nada fastidioso se produjera en clase.
Desde su infancia la suciedad le resultaba desagradable. Evitaba tanto como podía el salir, y
siempre se lavaba minuciosamente. Los fenómenos corporales de la pubertad le parecieron
sucios; así mismo los placeres correspondientes. Cuando un día él amó a una joven muy
platónicamente y de forma muy romántica, como él se empeña en decirlo, la gente habló de
esta amistad en términos obscenos. Esto le trae lo que fue el shock de su juventud, fuente de
inseguridad profunda y de tristeza. En esta época, soñaba a menudo con serpientes en un mar
sucio. A partir de este momento, se retira aún más de su entorno humano, buscando – con
éxito- consolarse a través de la naturaleza y del arte.
27
El Pulmón
La función del pulmón constituye un intercambio permanente con el mundo físico. Su papel
sobre el plano psíquico es realizar el contacto afectivo con nuestro entorno. El contacto social
es también una forma de respiración.
Una deformación superficial del órgano, al impedirle cumplir su papel de espejo del ama,
dificultará las relaciones normales con su entorno. Una deformación así puede tener un origen
constitucional y manifestarse en el temperamento. Puede también no aparecer sino
posteriormente y convertirse entonces en la causa de trastornos psíquicos.
Cuando el pulmón, órgano tierra, tiende a tomar una cierta preponderancia sobre los otros
órganos, el organismo entero tiende a ser dominado por el principio “tierra”. Entonces el cuerpo
se vuelve más denso, más físico de lo que debería ser, y el complejo Yo-CA, experimenta una
cierta dificultad en encarnarse.
28
Temperamento melancólico
La enfermedad obsesiva
Entre las causas de la enfermedad obsesiva no sería justo generalizar en la existencia de una
madre severa, una educación represiva, exigente, rígida en el orden, etc. Aunque, en todos los
enfermos obsesivos hay que pensar en la concurrencia de impresiones fuertes y desfavorables,
debidas al entorno socio-cultural, también existen enfermos que han crecido en circunstancias
familiares favorables, pero donde la hipersensibilidad y la ansiedad son congénitas.
Hay niños que reciben impresiones poco intensas, pero que entrañan en ellos experiencias
traumatizantes, mientras que no tocan sino superficialmente a otros niños o jóvenes.
En el primer septenio podemos encontrar una disposición obsesiva causada por el medio. Pero
aquí no se trata tanto de la hipersensibilidad, sino del hecho de que las impresiones
procuradas por la cabeza son, por naturaleza, cuerpos extraños para la futura vida psíquica del
niño. Estas impresiones no pueden ser "incorporadas" en el organismo, transformadas en
"impresiones orgánicas" y de esta forma no estimulan la constitución del cuerpo. Hay que tener
en cuenta el "modo de vida contra natura" de nuestra civilización tecnológica, que genera la
formación de cuerpos extraños psíquicos y la construcción deficitaria del CF. Esto repercute
principalmente en la parte inferior del organismo: En el niño con enfermedad obsesiva el
sistema metabólico-motor es de constitución débil. Esta insuficiencia se traduce físicamente por
la constitución asténica del adulto.
29
sistema metabólico que produce albúmina pobre en azufre. Así las impresiones de esta edad
no pueden ser olvidadas, desaparecer. Estas suben sin cesar hacia la cabeza.
En este caso, las impresiones no son sólo la causa de la representación obsesiva, sino también
el organismo, que bajo el efecto añadido de las impresiones contra-natura, se constituye para
rehusar, más o menos, las impresiones que tienen que desaparecer en él. Si no se logra
reforzar la débil organización metabólico-motora, está debilidad se convierte en
representaciones obsesivas fijas y consolidadas3.
Una vez más, la época crítica de los nueve años parece jugar un papel particular en el segundo
septenio. Si, en esta época, el Yo del niño no se encarna totalmente en el terreno inferior de
débil constitución orgánica, es la vida afectiva la que predomina, volviéndose hipersensible a
partir de la cabeza. Si la vida representativa de la cabeza la lleva al polo inferior, se constituye
la enfermedad obsesiva, con su debilidad volitiva característica y su pasividad con respecto a
las representaciones formadas en contacto con el mundo.
A la constitución de la primera infancia se le une la situación del segundo septenio. A la
incapacidad de olvidar, incapacidad relacionada con el sistema metabólico-motor, se asocia la
hipersensibilidad psíquica ligada a pulmón. El cuerpo físico absorbe insuficientemente las
impresiones, por otra parte, retenidas en exceso por el CA.
El proceso patológico
El CA, encargado de sentir, contrae un vínculo demasiado consciente con el mundo, y antes de
emanciparse, en el momento de la pubertad, se siente liberado. En esta situación el CA no
puede desprenderse de las impresiones recogidas alrededor, no puede olvidarlas. El
movimiento “inspiratorio”, que interioriza las impresiones, está alterado y el CA, devenido
hipersensible, se agarra de manera “espasmódica” para retenerlas más o menos en la vida
sensitiva de la parte media del ser humano. A partir de este dominio semiconsciente, ellas no
cesarán de buscar imponerse en la conciencia.
3
Por el contrario, si el niño presenta exceso de azufre en la sustancia proteica, las impresiones se absorben en la
región volitiva sin poder salir de nuevo y el niño quedará sujeto a estados depresivos, a estados melancólicos. Le
atormentan las impresiones ocultas que están en su interior. Hemos de elevarlas a la superficie.
30
La hipersensibilidad reside en la aportación excesiva de conciencia a la vida sensitiva (el CA no
está bastante distanciado) y puede desembocar en hiperexcitabilidad . Así como la falta de
sensibilidad procede de un repliegue hacia la cabeza (donde la vida sensitiva se enfrió), la
hipersensibilidad, al contrario, desplaza la conciencia hacia la vida sensitiva (representación
obsesiva y, por ejemplo, miedo al contacto) y este proceso puede llegar hasta la voluntad. Es
entonces cuando en la vida volitiva, acontece la actividad obsesiva, por ejemplo, del lavado de
manos (en el caso de una fobia al contacto) en donde, a pesar de la lucidez del enfermo acerca
del sinsentido de este comportamiento, la voluntad pasando a la acción debe someterse a la
representación obsesiva.
La distancia crítica distingue el acto obsesivo, de la acción simbólica que representa. Pero la
autocrítica a este comportamiento se sitúa en un segundo plano. Estos son los confines de la
superstición donde, junto al componente obsesivo, se reconocen rasgos ilusorios: en un
determinado acto simbólico se aferra, por ejemplo, a la ilusión que éste será saludable4.
El aspecto orgánico
Existe una relación entre la enfermedad obsesiva y el asma bronquial. En ambos casos se
produce una impresión de cuerpo extraño interior, con el que la espiración no tiene lugar.
En el caso del asma, las vías respiratorias retienen por el espasmo el aire que ha
entrado por la inspiración y no pueden espirar.
En la enfermedad obsesiva es el CA que se engancha como por un espasmo a la
representación espasmódica, procurando en vano desembarazarse de ella.
En cada uno de los dos casos, la espasmocidad es debida al CA, incapaz de soltarse de las
vías respiratorias y del flujo aéreo en el asma; y de la representación, en la enfermedad
obsesiva. También se puede decir que la enfermedad obsesiva es del asma psíquico. Las
representaciones obsesivas son una de las formaciones psíquicas más “consistentes” que
conoce la psiquiatría.
Rudolf Steiner nos cuenta como las fuerza que provienen del CF se liberan en el seno del
pulmón y se extinguen, llegado el caso, para entrar en la formación de las representaciones
obsesivas. Por el hecho de esta liberación, se considera que la enfermedad obsesiva no forma
parte de las neurosis obsesivas o ansiosas, sino de las psicosis; y sólo se menciona aquí, a
modo de apunte, la relación de que estas fuerzas no deberían contribuir más que en la
existencia siguiente a la formación de la cabeza. Es un aspecto suplementario de la
cefalización de la vida afectiva en el caso del enfermo obsesivo.
R. Steiner usó para este tipo de niño la imagen de ”psíquicamente desollado vivo" y explicó que
si no mejora esta hipersensibilidad, su " forma femenina ", la histeria, podría declararse en la
pubertad. Además, declaró que se podría también describir la "forma masculina" de esta
4
A propósito de las ilusiones ver el apartado que trata sobre la histeria.
31
afección. Respecto de esta forma masculina, se puede pensar que debe de tratarse de la
enfermedad obsesiva, donde los antecedentes del enfermo, como en los del histérico, están
marcados en todo momento por la hipersensibilidad.
Aunque se manifiestan en los dos sexos el carácter más masculino de la enfermedad obsesiva
aparecerá antes, en comparación con el histérico. La clara tendencia del proceso patológico a
endurecerse es indicativo del organismo masculino, donde la tendencia a la encefalización
psíquica es más pronunciada que en el organismo femenino. La representación obsesiva
revela por naturaleza la esclerosis. Es sólo en la edad adulta cuando la toma de distancia
crítica, que hemos descrito, se afirma frente a las representaciones obsesivas endurecidas. En
la infancia, está aún escondida en las representaciones obsesivas, más maleables y más en
los actos simbólicos.
Profilaxis
No es extraño constatar en uno mismo determinados aspectos de la enfermedad obsesiva. Por
ejemplo, cuando se sucumbe a la manía del orden. Si el deseo de orden rebasa cierto límite, o
si, por ejemplo, se pasa la mano por la hendidura del buzón de cartas tras haberla echado,
para asegurarse de que verdaderamente ha caído al fondo. Si, repitiendo esta operación, se
desconfía de la suerte de la carta, se debería de tratar para remediar la afección obsesiva.
32
3.4 La Histeria
Cuadro Clínico
El neuropsiquiatra es llamado para acudir junto a un enfermo que está en la cama, una
empleada de oficina de poco más de veinte años. Ella le explica que desde hace dos semanas
se le ha paralizado la pierna derecha al mismo tiempo que se le ha anestesiado (dormido) ese
miembro. Un día, se despertó con dolores en ese lado, dolores pasajeros pero seguidos de
parálisis.
Buscando conocer sus antecedentes, se sabe que ha tenido disputas en la oficina. Algunos
colaboradores se quejaban de que al hablar mucho ella se atacaba de los nervios. Sin embargo
nadie pensó que ella a su vez podría estar nerviosa por algo. Ahora bien, fue convocada por el
jefe de servicio y debe confesar que teme esta entrevista. Puede ser que la despidan. Justo la
víspera de este encuentro, cayó enferma. Seguramente, se diría que no está enferma, que
disimula para no presentarse ante el jefe. Pero esto es falso, pues su pierna está
verdaderamente paralizada, lo que el examen no dejará de revelar.
En efecto el examen confirma que la pierna no está en su estado normal. La pierna derecha
está entumecida con relación a la izquierda y parece más fría. La sensibilidad táctil está
disminuida y la enferma declara que por debajo de la rodilla sólo siente confusamente el
contacto con la piel. Es una enferma rellenita, algo opulenta a nivel del tronco, y durante el
examen llamaba la atención sin cesar sobre su pierna de la que aseguraba que estaba como
muerta y como que no formaba parte de ella.
Para empezar, se calma a esta enferma, muy agitada por el hecho de que ella no es una
simuladora. La anamnesis revela detalles relativos a una infancia inestable, con muchos
cambios de lugar. Más particularmente ha sufrido un cambio de escuela a los ocho años. En la
nueva escuela los otros niños se han burlado mucho de ella, la han causado tristezas, lo cual le
ha deprimido mucho. También se ha replegado en sí misma, para contarse sus "historias" para
sí, como cuentos en los que ella era princesa. Un día había hablado con una amiga contándole
también que en su genealogía había habido nobles y que en efecto ella era de origen
aristocrático. De lo cual resultaron muchas habladurías, pero debió confesar que esto le daba
placer. Después tuvo "amigas formidables" con las que se sentía un "solo corazón". Sin
embargo las decepciones no faltaron, a continuación de las cuales se la ha "detestado
realmente". Reconoce estar interesada en los chicos y más tarde en los hombres, pero no ha
tenido "intimidad" con nadie. Siempre ha buscado la sociedad sintiendo por otro lado una gran
necesidad de compañía cuando era adulta. Se encontraba bien con sus padres que
verdaderamente la "mimaron". Queda un estrecho contacto con ellos. Pero con los asuntos de
la oficina no pueden serle de ninguna ayuda.
En cuanto al terreno corporal, tenía problemas digestivos, pesadez tras las comidas y
resfriados. Es friolera, suda mucho y tiene las manos y los pies muy fríos. Las reglas le llegaron
tarde y son escasas. De niña era eneurética. Siempre había tenido fiebre alta al menor dolor de
garganta y a la menor tos.
El Proceso Patológico
Entre los antecedentes de la enferma histérica se hallan, como en el ejemplo citado sobre el
enfermo obsesivo, la hipersensibilidad y los traumas afectivos, pero la reacción psíquica es
muy diferente. En lugar de replegarse en el rumiar furioso, asediado por las representaciones
obsesivas, la enferma histérica se confina al ensueño, hecho de deseos ilusorios que proyecta
sobre el mundo exterior. Este repliegue puede ser calificado de "huida hacia delante".
El niño en el que su CA se expande, el contacto con el entorno es muy fuerte, de ahí que haya
un aumento de consciencia, debido a la sensibilidad. La hipersensibilidad sin embargo
33
concierne menos a las impresiones sensoriales mismas, que al psiquismo transparentado en
ellas. También los niños histéricos perciben en su entorno, por el sentimiento, muchas
realidades psíquicas inexpresadas. Es por esto su sensibilidad a las influencias climáticas, a
los cambios de la temperatura ambiente. Por nada tienen demasiado frío o demasiado calor.
La enferma goza con el remolino que crea a su alrededor, al igual que otros niños histéricos
que siempre buscan llevar el entorno a su juego. Las personas de este tipo, para sentirse vivas,
siempre tienen que mirarse en el entorno. Es comprensible que, opuestamente al miedo al
entorno sentido por los enfermos obsesivos, los sujetos en cuestión presentan a veces un
verdadero frenesí de estar rodeados. Aunque sepan los problemas que resultan desde el punto
de vista social.
El Aspecto Orgánico
El psiquismo obsesivo descubre una relación con el asma, mientras que el psiquismo ilusorio
corresponde más bien a las afecciones inflamatorias de las vías respiratorias. Como hemos
dicho, el abandono ilusorio al mundo puede acabar en "fiebre psíquica". El alma puede
inflamarse abandonándose a representaciones ilusorias respecto al mundo. Desde el punto de
vista corporal, a veces se observa la inflamación de las vías respiratorias (relaciones que han
sido menos estudiadas que las relativas al asma). Están afectados de psiquismo ilusorio los
enfermos de tuberculosis pulmonar, inflamación crónica del pulmón.
Desde el punto de vista antropológico se observa, frente al exceso de antipatía del proceso
respiratorio, donde el CA se ensancha de manera espasmódica, el exceso de simpatía en el
proceso inflamatorio. Éste es como una "inspiración" patológica demasiado profunda del CA.
Este proceso puede llegar a ser febril, como es el caso del ejemplo.
Al igual que el psiquismo obsesivo, el psiquismo ilusorio no desemboca en una enfermedad
psíquica característica, más que cuando el comportamiento psíquico aberrante se vuelve un
principio determinante al que se someten el alma y el Yo. Cuando el alma se halla afectada por
una enfermedad obsesiva está únicamente determinada por el mundo exterior; pero cuando se
constituye la histeria, intenta no regular su relación con el mundo más que desde el fondo de sí
misma. Es decir, se esfuerza por cumplir la representación de los deseos ilusorios.
34
Las oleadas emocionales del organismo se apoderan rápido de la enferma. Gracias al CA,
portador de deseos y que desea la parálisis, la veleidad ilusoria se hace realidad y se produce
efectivamente un tipo de parálisis.
Hay que distinguir la histeria infantil del segundo septenio, que el entorno prepara a veces
durante el primer septenio, de la histeria pubertaria y la del adulto.
35
Cuanto más se aproxima la pubertad, más se observan "comportamientos y problemas
corporales de naturaleza histérica". A veces, parece que esos niños anticipan psíquicamente la
pubertad, que a partir de los órganos de reproducción, el CA empieza demasiado pronto a
llevar una vida autónoma
Desde el punto de vista psíquico, el nacimiento prematuro del CA, conduce a la precocidad de
la vida afectiva. Los niños se creen más mayores y por ello tienen la pinta de tener más edad.
La precocidad erótica y sexual del psiquismo no está excluida. Rudolf Steiner subrayó que, por
naturaleza, la sexualidad no forma parte de la histeria infantil. Sin embargo, en el marco de la
anticipación a la pubertad, a veces se manifiesta durante el segundo septenio como un
elemento psíquico, pero en algunos casos inducido por el entorno.
Desde el punto de vista corporal, a la premadurez del CA, se le puede añadir el retraso local de
los procesos específicos de madurez genital. Entonces, tras la pubertad, se ve formarse, en los
casos típicos, como en nuestra enferma, una estructura corporal informe, displástica, con la
tendencia a proliferar, a expandirse mientras que la estatura del niño histérico es más grácil, de
aspecto endeble, casi escuchimizado. Esta diferencia también ilustra la acción de la pubertad
en el enfermo histérico. Antes de la pubertad, el CA está instalado en el terreno inferior del
organismo, de donde va a surgir en la pubertad. Por esto, el cuerpo se vuelve más relleno,
comparado con la estatura del niño histérico cuyo crecimiento es debilitado por la efusión del
CA a partir del entorno. En el enfermo histérico sin embargo, la abundancia de volúmenes se
queda sin forma, es decir, que la influencia formadora del CA y del Yo es insuficiente y que la
efusión del CA, se prosigue ahora, a partir del terreno inferior del cuerpo. Encontramos en el
síndrome que Rudolf Steiner llamó "histeria", en el sentido amplio de la palabra, una dinámica
del proceso y constitución en que " la emancipación excesiva de los procesos metabólicos"
puede llevar hasta " síntomas sexuales y problemas digestivos".
De una constitución histérica de este tipo a veces puede resultar, junto a problemas
corporales tales como la inflamación, la histeria psíquica preparada por la efusión del CA en la
época infantil. Encontramos una vez más el fenómeno arquetípico de la excarnación. Los
órganos de reproducción presentan un retraso cuando no anatómico, y por el contrario se
observa la presencia de fuerzas sexuales en la vida psíquica. Para esta situación es apropiado
el concepto hipocrático de la histeria, tras el cual el útero (en griego hystera) vagabundea en el
cuerpo. He aquí, ciertamente una noción dinámica, una imagen. Pero se trata de las fuerzas
del CA que no están completamente encarnadas en la conformación corporal de los órganos
de reproducción, debido a su efusión durante la infancia, a la carencia educativa, a
traumatismos afectivos, etc. En lugar de su nacimiento normal, se asiste a la retirada de las
fuerzas que deberían dispensarse en los órganos. Según Rudolf Steiner, en el sujeto histérico,
muchos fenómenos psíquicos, deben ser "llevados a los procesos metabólicos de los órganos
sexuales". Así, "deseos sexuales reprimidos" a veces se expresan en "dibujos y pinturas
profundamente místicas". La actividad de las fuerzas sexuales que no pueden dispensarse en
el cuerpo y contribuir a la formación de un cuerpo nuevo, se vuelve creadora en el terreno más
elevado hacia el cual son desplazadas.
Ese fenómeno adelanta ampliamente la sexualidad. La imaginación activa, que se libera en la
pubertad, tiende a la transformación de las fuerzas de crecimiento de las regiones inferiores del
organismo, sobre todo los órganos de reproducción. Se trata aquí de fuerzas formadoras que,
inicialmente no tienen nada en común con los deseos sexuales. En la pubertad, esas fuerzas
orgánicas de la imaginación activa, surgen en el psiquismo. Una parte de ellas se liga a las
fuerzas del deseo sexual del CA y sirven a la creatividad a nivel de la reproducción.
La otra parte se realiza transformándose en la imaginación activa del arte. En el sujeto histérico
esta transformación no se produce o es incompleta.
Al igual que las fuerzas sexuales, las fuerzas formadoras de la imaginación conservan su nota
de creatividad corporal y sirven a la realización de deseos egoístas del CA, en el entorno del
enfermo, en su "cuerpo social". Es a la "genialidad" de esas fuerzas inicialmente activas en el
terreno corporal, a lo que se deben las puestas en escena "geniales" del histérico. Estas se
deben a una perturbación del nacimiento de la imaginación, es decir, a la metamorfosis
incompletas de las fuerzas corporales en fuerzas psíquicas. En la biografía del sujeto histérico,
constatamos que éste se queda bloqueado en esta situación. El carácter histérico, conserva
"reliquias de la pubertad" durante toda la existencia. El niño histérico presenta durante su
36
segundo septenio, trazos de comportamiento de tipo juvenil, en lugar de ser todavía niño. El
adulto histérico, se queda en este estado más o menos durante toda su vida.
Esta manera de expresarse recuerda que la histeria afecta sobre todo al sexo femenino, lo
cual se comprende por el acento afectivo del carácter de la mujer. Existen también hombres
histéricos, pero su carácter presenta desde ese momento trazos femeninos.
Debido al predominio del CA, el núcleo del sujeto histérico es demasiado débil. Se halla
“carente de Yo (centro)”, característica que orienta del pulmón hacia el órgano del Yo, que es el
"corazón". Así se puede comprender la "insuficiencia cardiaca" afectiva del sujeto histérico,
cuyo humor es lábil, en su alma y en su cuerpo, siempre caliente o frío, nunca a una igual
temperatura. A partir del corazón, el sujeto histérico se une al Yo del otro y se expande en el
mundo-ambiente por su pulmón. Su "amor" no concierne al otro tal y como es, sino la imagen
que su deseo crea del otro. Una vez decepcionado, lo que él llama amor puede volverse odio.
Respecto a la evolución psíquica, la diferencia debe resumirse como sigue. El sujeto histérico,
inclinado a ilusionarse, conserva, en la edad adulta en su psiquismo y a veces en su persona
física, un resto de la juventud de su pubertad. En el enfermo obsesivo, o en el sujeto obsesivo,
se fija un proceso de envejecimiento, partiendo de la cabeza y a veces repercutiendo hasta en
el primer septenio así como en la manera de ser de ese momento.
La preferencia de la delgadez pubertaria por el sexo femenino es más neta aún que la de la
histeria. El ser femenino penetra menos profundamente en el organismo inferior y le resulta
más difícil realizar la relación con esta parte de su persona. Tampoco es extraño que aspire a
regresar al estadio donde dominaba el sistema rítmico. Este estado puede ser un tipo de
transición en el momento de la pubertad femenina. Si conduce a la enfermedad, el deseo
37
pasajero del alma se transforma en una búsqueda patológica del CA, retrocediendo ante la
madurez terrestre. El deseo inconsciente, ilusorio, de regresar a la infancia repercute incluso
sobre el cuerpo. La relación con la histeria aparece claramente, y se expresa a menudo
también en los rasgos de carácter histérico. En el conjunto predomina una actitud autista y
obsesiva, conjugada con un proceso patológico que tiende a la rigidez.
38
4- ALGUNAS CONSIDERACIONES FINALES
Rudolf Steiner ha procedido a una subdivisión suplementaria relacionando -en la zona inferior
del organismo el sistema riñón-vejiga y el sistema hígado-bilis, y en la región media el pulmón y
el corazón-, algunas fuerzas con las actividades psíquicas. Desde este punto de vista, se
reclama para la psiquiatría un “conocimiento psíquico de los órganos”. Estudiando la
sintomatología psíquica, se debería encontrar “donde se sitúan algunas deficiencias del
organismo”. “A partir de tales síntomas, el diagnóstico puede ser mucho más seguro que aquel
que procede de los medios tan empleados actualmente”. Algunos signos de la enfermedad
psíquica son también indicadores de perturbaciones localizadas en algunos sistemas orgánicos
definidos. Se debería entonces constatar, en lo que cabe, por el examen físico del enfermo. Es
en todo caso a partir de los problemas orgánicos que la terapia debe intervenir.
En el curso del desarrollo, la relación de la vida psíquica con los órganos del cuerpo se
transforma. Durante la infancia, una fuerza psíquica trabaja en edificar el sistema orgánico
correspondiente. Más tarde ella se separa en parte y hace de esto su instrumento. Sabemos
que existe un vínculo entre la fuerza del amor y el corazón. Rudolf Steiner ha designado el
cuerpo físico como el “instrumento del alma de conciencia”. Más tarde W. Bühler ha presentado
el cuerpo físico tripartito como un “instrumento del alma”. Al respecto, los diferentes órganos
del cuerpo pueden ser considerados como unos instrumentos insertados en el gran instrumento
del cuerpo físico, así como cada uno de los instrumentos de música se juntan con otros
instrumentos en el gran instrumento de la orquesta. Es el Yo el jefe de orquesta, quien en el
caos de la enfermedad baja los brazos. Pero se sabe también que el ser humano no puede
comprar los órganos como adquiere los instrumento de música. Él trata una parte esencial de
su constitución, y debe de mantenerlos con vida.
La imagen de los instrumentos de música conduce a una noción de síntesis del resultado de
las dos orientaciones patológicas. Cada músico sabe que, para tocar bien un instrumento, es
necesario liberarse. Es lo mismo para los órganos como instrumentos de la vida psíquica.
En la neurosis orgánica y, yendo más lejos, en la enfermedad orgánica, el músico utiliza mal su
instrumento. No está suficientemente distanciado, o al tocar, ha sido molestado por su
alrededor. Si toca un instrumento sensible, su mala música lo habrá desafinado. Él sufre. El
enfermo resiente los problemas de su órgano. Él se preocupa e intenta reponer el buen estado
de su instrumento. Si él no puede, tiene necesidad del médico para el tratamiento de su
neurosis o de su afección orgánica.
En las psiconeurosis y las psicosis, el músico produce igualmente unas disonancias sobre su
instrumento desafinado, pero él no es consciente de su origen. Quizá habrá tenido de repente
poca relación con el instrumento, o algunas experiencias ocurridas en este sentido alrededor le
habrán conducido a resignarse. En el presente, las disonancias son para él fuente de
inseguridad, angustia y cólera. Se reprocha tocar mal, de ser un mal músico. Es la depresión
que se desarrolla. La desarmonía orgánica ha alcanzado el alma. Así mismo, el sujeto no se
libera de su instrumento en la psiconeurosis y la neurosis.
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Las enfermedades corporales y psíquicas tienen en común el hecho que los problemas
desaparecen o mejoran en el dominio respectivo de origen, cuando la enfermedad se declara.
Es el caso de los problemas psíquicos que preceden la enfermedad física y a la inversa, de los
problemas físicos que preceden a la enfermedad psíquica, donde los problemas pasan a un
estado menos grave y crónico. También Steiner habló, en repetidas ocasiones, de
perturbaciones corporales “sutiles” que preceden a las enfermedades psíquicas. La causa es,
en el caso de las enfermedades psíquicas, que el alma y el Yo se retiran del dominio corporal
que corresponde a la penetración demasiado profunda de las fuerzas psíquicas en el caso de
las enfermedades físicas.
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5- BIBLIOGRAFÍA
BIBLIOGRAFÍA ANTROPOSÓFICA
¾ Evans, Michael. Rodger, Iain. CÓMO CURAR EL CUERPO ALMA Y ESPÍRITU. Ed.:
Rudolf Steiner
BIBLIOGRAFÍA NO ANTROPOSÒFICA
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6- ANEXOS: MATERIAL CLÍNICO DE ORIGEN NO ANTROPOSÓFICO
TIPOS DE PSICOSIS
Las psicosis afectan a cada persona de distinta manera.
Durante las etapas iniciales no siempre se pueden diferenciar y en el primer episodio es difícil
determinar de qué tipo se trata.
• Esquizofrenia:
Este término se emplea para referirse a enfermedades psicóticas en que los cambios
de conducta o los síntomas persisten durante un periodo no inferior a 6 meses. La
estudiaremos más adelante.
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• Trastorno esquizofreniforme:
No se distingue de la esquizofrenia salvo que los síntomas han persistido menos
de 6 meses.
• Trastorno esquizoafectivo:
Se presentan síntomas de una esquizofrenia, acompañados simultáneamente por
síntomas de un trastorno afectivo (oscilaciones graves del estado de ánimo: manía
y/o depresión)
(Ciclotimia: con fases de hipomanía)
• Depresión psicótica:
Consiste en una depresión aguda combinada con síntomas psicóticos, sin que en
ningún momento de la enfermedad se lleguen a producir períodos de manía o
excitación (por lo que se distingue del trastorno bipolar).
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6.2 LA ESQUIZOFRENIA
6.2.1- TIPOS
• La más frecuente.
• Predominan: Ideas delirantes fijas y estables.
• Las ideas más frecuentes son las de ser controlado, perseguido (“complot”...)...
• También son frecuentes las alucinaciones, sobre todo de tipo auditivo.
• Los delirios y las alucinaciones a veces constituyen una unidad.
• Suele iniciarse entre los 20 y 30 años.
• Pronóstico: Es la que mejor evoluciona a pesar de la aparatosidad del cuadro.
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o Adopción de posturas extrañas, movimientos estereotipados, manierismos
marcados o muecas llamativas.
o Ecolalia (repetición de sonidos del interlocutor) o ecopraxia (repetición de
gestos).
o En el interior del enfermo puede haber verdaderas tormentas de sentimientos,
que a menudo solo se manifiestan en una aceleración del pulso.
o Los cuadros de extrema gravedad (por ejemplo, un enfermo que se mantiene
sobre una pierna durante unas semanas) solo se observan muy raras veces
gracias a las posibilidades actuales del tratamiento.
6.2.2- SINTOMATOLOGÍA
• Descarrilamiento.
• Tangencialidad.
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Alteración del contenido del pensamiento:
Delirio: ideas imaginarias que el enfermo vive con total convicción de que son reales.
No se corrigen racionalmente. El enfermo busca una explicación al enredo de su
nueva situación y de repente todo cuadra, se hace un argumento que sirve para
explicar sus ideas y pensamientos.
Estas ideas se pueden estructurar poco a poco o de repente. Una vez que la persona
se ha recuperado se queda sorprendida de aquello que pensaba.
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• Los gestos son inexistentes. Las manos permanecen inmóviles, reflejo de su
apatía y a menudo más como contestación a sus "voces" internas que como
refuerzo de lo que quieren comunicarnos.
• La oportunidad de los refuerzos a los otros no se da en ningún momento, con
nulas gratificaciones hacia el compañero.
• La alucinaciones:
Percepciones sensoriales sin estímulo externo, siendo características las
"alucinaciones auditivas": que dan órdenes, los insultan, murmuran sobre el paciente,
les invitan al suicidio, los vecinos hacen comentarios o dicen cosas criticas cuando
ellos pasan.
Visuales: Se perciben imágenes o personas inexistentes, animales raros, monstruos,
cuerpos geométricos.
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para proyectar su vida. No se levantan por la mañana. y guardan cama hasta la hora
de comer. Es incapaz de mantener una actividad por mucho tiempo.
• Alterado.
• Relación alterada con la realidad.- desrealización, despersonalización y confusión de la
imagen personal.
• Alteración de la regulación y control emocional y de impulsos.
• Alteración del pensamiento.
• Relaciones interpersonales deformadas: Retraimiento y solitario o exigente y vehemente.
• Función de Síntesis alterada: No diferencia lo importante de lo trivial. Objetivo de
subjetivo...
• Perplejidad: No sabe con certeza de donde vienen las voces, ni las razones por lo que los
pensamientos aparecen o desaparecen.
• Aislamiento: Tendencia a aislarse, por ideas o alucinaciones.
• Terror: Basado en las alucinaciones o delusiones.
• Hipersensibilidad a los estímulos: Se siente fácilmente herido por rechazos leves.
• El paciente puede notar cierta evolución de sus síntomas.
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6.2.3- CLASIFICACION DE SINTOMAS
Los “Trastornos de personalidad” son formas de ser que por sus características
pueden crear problemas a la persona.
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• Es posible que antes se hayan tenido problemas de atención, carácter demasiado
tímido, problemas escolares, cierta inestabilidad afectiva.
• 3 formes de comienzo:
• De forma brusca: Brote esquizofrénico: aparece en unas horas, cuando antes había
una normalidad total. Aquí predominan las alteraciones afectivas: llanto, miedo y los sentimientos
de despersonalización (sensación de extrañeza de su entorno, cuando se mira al espejo...)
• Insidiosa y progresiva: Menos aparatosa y más frecuente que la anterior.
Acostumbra a presentarse en individuos de personalidad esquizoide (personas tímidas, retraídas,
con poco contacto social, que acostumbran a pensar mucho...)
• De forma brusca, pero avisando antes
1ª fase prodrómica:
• Fase que se produce antes del desencadenamiento de la enfermedad.
• Hay una serie de síntomas que nos pueden ayudar en algunos casos ha detectarlas:
tensión y nerviosismo, pérdida del apetito o desorganización en las comidas, dificultad
para concentrarse, dificultad en dormir, disfruta menos de las cosas, no recuerda con
precisión, depresión y tristeza, preocupado con una o dos cosas, ve menos a sus
amistades, piensa que se ríen o hablan mal de él, pérdida de interés en las cosas, se
siente mal sin motivo claro, se siente muy agitado o emocionado, se siente inútil, otros
cambios...
• Algunas personas que sufren la enfermedad ya habían sido diferentes en la niñez y en
la juventud: solitarios, callados, rendimiento bajo. Pero hay casos en los que no se
detecte ninguna anomalía en la persona.
2º fase activa:
• Fase donde se desencadena la enfermedad. Son los llamados brotes o crisis, los
síntomas que se producen son los positivos: alucinaciones, delirios, trastornos del
pensamiento...
• Es la fase en la cual la familia se alarma y suele pedir ayuda médica.
• Estas crisis pueden brotar repentinamente y desarrollar el cuadro completo en unos
días.
• La duración de los brotes varía según la persona y puede extenderse desde unas
semanas hasta un año. Un mismo enfermo suele tener brotes de duraciones parecidas.
• Lo mismo ocurre con los intervalos entre brotes, según las características de las
persona puede oscilar entre meses y varios años y son generalmente de la misma
duración en una misma persona.
3ª fase residual:
• No la sufren todos los enfermos.
• En esta fase los síntomas negativos llegan a su culminación y el deterioro personal,
social y laboral es grave.
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• Teoría de los tres tercios: 1/3 se recupera, 1/3 sigue teniendo ciertas limitaciones
después de un brote. , 1/3 curso grave de la enfermedad y no pueden vivir de forma
autónoma.
A partir del primer brote puede haber una recuperación total o parcial con tratamiento.
Los cinco años que siguen al inicio de la enfermedad son muy importantes para predecir lo que
va a haber en el futuro:
• Los primeros años son especialmente difíciles.
• Es la etapa en que el enfermo y la familia deben asimilar lo que está ocurriendo para
aceptar la enfermedad
• Es la etapa en la que el enfermo se resiste a creer lo que está ocurriendo, intenta lo
que ya no puede hacer, fracasa, vive su situación con gran angustia y recae. Se repite
el círculo de intento-estrés-recaída y nuevo intento.
6.2.8- RECAÍDAS
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• Empieza a consumir alcohol o drogas que antes no hacia.
• Niega que está enfermo y antes lo aceptaba.
• Se le ve más alegre que de costumbre sin motivo aparente.
OBSERVACIONES GENERALES
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• Percepción: Pseudopercepciones auditivas y visuales; las referidas al propio cuerpo,
táctiles y olfatorias.
• Funciones mentales superiores: Memoria inmediata, reciente y remota. Capacidad de
cálculo, información general, comprensión y razonamiento verbal, juicio y formación de
conceptos. Esto da una estimación muy cercana del nivel de inteligencia.
• Afectividad: Aplanamiento afectivo. Ambivalencia. Anhedonia.
• Voluntad: Abulia, hipobulia; impulsividad. Negativismo.
• Conciencia de enfermedad: Capacidad del paciente de penetrar y entender la
naturaleza general, causas y consecuencias de su enfermedad o problema.
DATOS FORMALES
LA ENFERMEDAD
TIPO DE VIDA
ANAMNESIS
BIOGRAFIA
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• Etapa adolescente: pubertad, menstruación, imagen corporal, primeras relaciones...
• Otros septenios: anímicos, etc.
Ciclotimia
Trastorno bipolar tipo II (depresión-hipomanía)
Una de las claves para el diagnóstico diferencial de la esquizofrenia es el curso cíclico, con
intervalos asíntomáticos, del trastorno bipolar.
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SINTOMATOLOGÍA
No todas las personas que están en fases depresivas o maníacas padecen todos los síntomas
y signos que figuran a continuación.
EPISODIO MANÍACO
FORMA DE PRESENTACION
Contacto fácil y jovial, pero es difícil mantener una relación con él por su tendencia a la
indiscreción y a invadir el terreno ajeno.
Frecuentemente se viste de forma llamativa o extravagante, abusando de colores
chillones y numerosos abalorios y amuletos. Cuando la manía es más intensa puede
mostrarse desarreglado, sucio o incluso desnudo. Algunos pacientes son proclives a
vestir ropa deportiva, aprovechando cualquier momento para realizar ejercicio físicos.
En pacientes muy irritables el paso de la afabilidad a la agresión física es muy sutil.
Casi siempre intenta dirigir la entrevista, dificultándola con su distraibilidad y locuacidad
AFECTIVIDAD
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CONTENIDO DEL PENSAMIENTO
SENSOPERCEPCION
Pueden haber trastornos sensoperceptivos, aunque son menos frecuentes que en otras
psicosis.
Las alucinaciones auditivas pueden presentarse en hasta un tercio de los casos,
guardando generalmente cierta relación con el delirio y el estado de ánimo.
PSICOMOTRICIDAD Y CONDUCTA
Existe una hiperactividad que va desde la inquietud hasta la agitación motriz, en que la
actividad se convierte en improductiva. El paciente parece no poder detenerse y viene
y va, gesticula, canta, vocifera, baila, involucra a los demás y realiza constantes
llamadas de atención.
El comportamiento social es bastante característico, pues existe un aumento de la
sociabilidad, embarcándose en citas, compromisos y fiestas a las que invita a todo el
mundo, incluso a desconocidos. Esta falta de rigor en el trato social también se traduce
en indiscreciones y actitudes osadas.
Puede aumentar el consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas enmascarando
el diagnóstico.
La sociabillidad se acompaña de una exagerada generosidad, malgastando el dinero
en costosos regalos e invirtiendo en negocios ruinosos, en los que involucra a
familiares y conocidos, generándole todo ello notables dificultades cuando se recupera
del episodio.
El deseo y la actividad sexual están, generalmente, aumentados, dando lugar a
actitudes e indumentarias provocativas, promiscuidad y en algunos casos,
modificaciones del objeto sexual.
Casi siempre insomnio, aunque habría que hablar más propiamente de la disminución
de la necesidad de dormir. No va acompañado de sensación de fatiga.
Hambre y sed pueden estar incrementados, pero con frecuencia adelgazan debido a la
hiperactividad.
CONCIENCIA DE LA ENFERMEDAD
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reconocer precozmente los síntomas iniciales de manía, cuando aún hay cierta
conservación autocrítica.
Las principales fuentes de error en el diagnóstico diferencial entre trastorno bipolar y
esquizofrenia son la sobre valoración del cuadro clínico transversal, sin atender al
curso de la enfermedad, la confusión de la sintomatología depresiva por síntomas
negativos o residuales de la esquizofrenia y la atribución de la especificidad
esquizofrénica a los síntomas psicóticos más floridos, que como ya hemos visto
pueden aparece en la manía delirante o en la depresión psicótica en pacientes
bipolares.
EPISODIO HIPOMANÍACO
Se llama episodio “hipomaniaco” si lo que hay es un episodio como el anterior, pero sin llegar a
provocar un deterioro laboral o social.
EPISODIO DEPRESIVO
Cursan con:
Sentimientos de desesperanza y pesimismo.
Estado de ánimo triste, ansioso o "vacío" en forma persistente.
Sentimientos de culpa, inutilidad y desamparo.
Pérdida de interés o placer en pasatiempos y actividades que antes se disfrutaban,
incluyendo la actividad sexual.
Disminución de energía, fatiga, agotamiento, sensación de estar en “cámara lenta."
Dificultad para concentrarse, recordar y tomar decisiones.
Insomnio, despertarse más temprano o dormir más de la cuenta.
Pérdida de peso, apetito o ambos, o por el contrario comer más de la cuenta y aumento
de peso.
Pensamientos de muerte o suicidio; intentos de suicidio.
Inquietud, irritabilidad.
Síntomas físicos persistentes que no responden al tratamiento médico, como dolores
de cabeza, trastornos digestivos y otros dolores crónicos
EPISODIO MIXTO
Una forma grave de manía son los estado mixtos, en los que es frecuente la combinación de
ánimo deprimido con aceleración del curso del pensamiento y ansiedad, lo que comporta un
elevado riesgo suicida. Son episodios en que aparecen, al mismo tiempo alteraciones propias
de la fase depresiva y alteraciones propias de la fase maníaca. Es decir: al mismo tiempo
depresión y exaltación, hiperactividad, insomnio, ideas negativas. Especialmente complejos
son los episodios mixtos que cursan don ideación depresiva, pues existe una mayor posibilidad
de que el paciente pase a la acción y realice tentativas de especial letalidad, buscando incluso
la espectacularidad en su autolisis.
Las características más comunes en los episodios mixtos son (al menos tres):
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