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TEJIDO ÓSEO

El tejido óseo es un tejido conjuntivo que se caracteriza por una matriz


extracelular mineralizada.
Es una forma de tejido que, al igual que otros de estos tejidos se compone de
células y matriz extracelular. La característica que distingue al tejido óseo
de otros tejidos conjuntivos es la mineralización de su matriz, que produce
un tejido muy duro capaz de proporcionar sostén y protección. El mineral es
el fosfato de calcio.
La matriz ósea contiene principalmente colágeno tipo I junto con otras
proteínas de la matriz. El principal componente estructural de la matriz ósea
es el colágeno tipo I, y en menor medida el tipo V. En la matriz también se ha
encontrado colágeno de tipo III, XI y XIII.
Los cuatro grupos principales de proteínas no colágenas que se encuentran
en la matriz ósea son las siguiente:
• Macromoléculas de proteoglucanos: las cuales contienen una
proteína central con cantidades diversas de cadenas laterales de
glucosaminoglucanos.
• Glucoproteínas multiadhesivas: que intervienen en la adhesión de las
células óseas y las fibras de colágeno a la sustancia fundamental
mineralizada.
• Glucoproteínas más importantes son la osteonectina, sirve como
adhesivo entre el colágeno y los cristales de hidroxiapatita;
podoplanina, producida por los osteocitos en respuesta al estrés
mecánico; proteína de la matriz dentinaria (DMP), crítica para la
mineralización de la matriz ósea; y las sialoproteínas, como la
osteopontina, que media la adhesión celular a la matriz ósea, y la BSP-
2, que regula la adhesión de las células e inicia la formación de fosfato
de calcio durante el proceso de mineralización.

• Proteínas dependientes de vitamina K osteoespecíficas, incluida la
osteocalcina, que captura el calcio de la circulación y atrae y estimula
los osteoclastos en el remodelado óseo; la proteína S, que contribuye
a eliminar las células que experimentan apoptosis; y la proteína Gla de
la matriz (MGP, matrix Gla-protein), que participa en el desarrollo de
las calcificaciones vasculares.
• Factores de crecimiento y citocinas, pequeñas proteínas reguladoras,
como el factor de crecimiento similar a insulina.
En la matriz ósea hay espacios denominados lagunas, contiene una célula
ósea u osteocito. El osteocito extiende una gran cantidad de evaginaciones
hacia pequeños túneles llamados canalículos. Los canalículos atraviesan la
matriz mineralizada, conectando lagunas contiguas y permitiendo el
contacto entre las evaginaciones de los osteocitos adyacentes.
El tejido óseo depende de los osteocitos para conservar su viabilidad.
Además de los osteocitos, hay otros cuatro tipos celulares:
• Células osteoprogenitoras que derivan de las células madre
mesenquimatosas y dan origen a los osteoblastos.
• Osteoblastos que secretan la matriz extracelular del hueso; una vez que la
célula queda rodeada por la matriz secretada, se denomina osteocito.
• Células de revestimiento óseo que permanecen en la superficie ósea
cuando no hay crecimiento activo, Se derivan de los osteoblastos.
• Osteoclastos, células de resorción ósea presentes en las superficies donde
el hueso ha sido eliminado, remodelado (reorganizado) o dañado.
Las células osteoprogenitoras y los osteoblastos son precursores del
desarrollo de los osteocitos.
Los osteoclastos son células fagocíticas producto de la fusión de células
progenitoras hematopoyéticas en la médula ósea, que dan origen a los
linajes granulocítico neutrófilo y monocítico.
Los huesos son los órganos del sistema esquelético; el tejido óseo es el
componente estructural de los huesos.
El hueso está compuesto por tejido óseo y otros tipos de tejido conjuntivo,
incluyendo el tejido hematopoyético, el tejido adiposo, los vasos sanguíneos
y los nervios. Si el hueso forma parce de una articulación móvil, también
llamada articulación sinovial, entonces tiene cartílago hialino. La capacidad
del hueso para llevar a cabo su función esquelética se debe al tejido óseo,
los ligamentos y, cuando está presente, el cartílago articular (hialino).
El tejido óseo se clasifica en compacto (denso) y esponjoso (trabecular).
Los huesos se clasifican según su forma; la ubicación de los tejidos óseos
compacto y esponjoso varía de acuerdo con la forma del hueso.
Según su forma, los huesos se pueden clasificar en cuatro grupos:
• Huesos largos, que tienen una longitud mayor que las otras dos
dimensiones y consisten en una diáfisis y dos epífisis (p. ej., la tibia y los
metacarpianos).
Huesos cortos, que tienen sus tres dimensiones casi iguales (p. ej., los
huesos carpianos de la mano).
• Huesos planos, que son delgados y anchos (p. ej., los huesos del cráneo
[bóveda craneal] y el esternón). Estos se encuentran formados por dos
capas relativamente gruesas de tejido óseo compacto y una capa intermedia
de tejido óseo esponjoso.
• Huesos irregulares, que poseen una forma que no permite clasificarlos
dentro de ninguno de los tres grupos anteriores; la forma puede ser compleja
(p. ej., vértebra) o el hueso puede contener espacios aéreos o senos (p. ej.,
etmoides).
Los huesos largos tienen un cuerpo llamado diáfisis y dos extremos
expandidos que reciben el nombre de epífisis
La superficie articular de la epífisis está cubierta de cartílago hialino. La
porción dilatada del hueso entre la diáfisis y la epífisis se denomina metáfisis.
Se extiende desde la diáfisis hasta la línea epifisaria. Una gran cavidad
ocupada por la médula ósea, llamada cavidad medular, forma la parte
interna del hueso.
Los huesos se encuentran cubiertos por el periostio, una vaina de tejido
conjuntivo fibroso que contiene células osteoprogenitoras.
Los huesos se encuentran revestidos por el periostio, excepto en las
regiones donde se articulan con otro hueso.

CAVIDADES ÓSEAS
Las cavidades óseas están revestidas por endostio, una capa de células de
tejido conjuntivo que contiene células osteoprogenitoras.
El tejido de revestimiento, tanto del hueso compacto que delimita la cavidad
medular como el de las trabéculas del hueso esponjoso, se conoce como
endostio.
La cavidad medular y los espacios del hueso esponjoso contienen médula
ósea.
La médula ósea roja se compone de células sanguíneas en diferentes etapas
de diferenciación y una red de células reticulares y fibras que funcionan
como armazón de sostén para le desarrollo de células y vasos.
Cuando la producción de células sanguíneas disminuye, la cavidad medular
es ocupada en su mayor parte por tejido adiposo, y se le conoce como
médula ósea amarilla.
TIPOS DE TEJIDO ÓSEO
Hueso maduro: el hueso maduro está compuesto por unidades estructurales
llamadas osteonas o sistema de Havers,
El hueso maduro está compuesto en gran parte por unidades cilíndricas
llamadas osteonas o sistema de Havers. Las osteonas se componen de
laminillas concéntricas de matriz ósea que rodean a un conducto central, el
conducto de Havers que contiene el suministro vascular y nervioso de la
osteona.
El sistema de canalículos se abre a conducto de Havers y sirve para el
intercambio de sustancias entre los osteocitos y los vasos sanguíneos. Entre
las osteonas hay restos de laminillas concéntricas antiguas llamadas
laminillas intersticiales. Debido a esta organización, el hueso maduro
también se denomina hueso laminillar.
El hueso esponjoso maduro tiene una estructura similar al hueso compacto
maduro.
El hueso esponjoso es similar en estructura al hueso compacto maduro,
excepto que el tejido se distribuye formando trabéculas o espículas.
La irrigación sanguínea de la diáfisis de los huesos largos está dada
principalmente por arterias que entran en la cavidad medular a través del
foramen nutricio,
El foramen nutricio es un orificio en el hueso a través del cual pasan los vasos
sanguíneos para alcanzar la médula ósea. La mayoría de ellos se encuentran
en la diáfisis y las epífisis.
El drenaje venoso se produce por medio de venas que abandonan el hueso a
través del foramen nutricio o a través del tejido óseo de la diáfisis y luego
corren por el periostio.
Las arterias nutricias que irrigan la diáfisis y las epífisis aparecen durante el
período de embriogénesis como los vasos principales de los brotes del
periostio.
Con respecto a la nutrición del hueso, los conductos de Volkmann
proporcionan la vía de entrada principal para los vasos que atraviesan el
tejido óseo compacto. Los vasos sanguíneos más pequeños se introducen en
los conductos de Havers, que contienen una arteriola y una vénula o solo un
capilar.
HUESO INMADURO: el tejido que se forma primero en el esqueleto de un feto
en desarrollo se denomina hueso inmaduro. Este difiere del hueso maduro
en varios aspectos.
• El hueso inmaduro no muestra un aspecto laminillar organizado. Esto
debido a la disposición de sus fibras de colágeno.
• El hueso inmaduro contiene una cantidad relativamente mayor de
células por unidad de volumen que el hueso maduro.
• Las células del hueso inmaduro tienen la tendencia a distribuirse de
forma aleatoria, mientras el hueso maduro orienta las células con su
eje mayor paralelo a las laminillas.
• La matriz del hueso inmaduro posee más sustancia fundamental que
la del hueso maduro.

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