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Ana Belén García Cuevas.

Jesús Gutiérrez Lechuga.

Objetivo 12. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles

El Objetivo 12 de la Agenda 2030 es "Garantizar modos de consumo y producción


sostenibles". Este objetivo busca adoptar prácticas sostenibles en el consumo y la producción,
conservando los recursos para el futuro y promoviendo un desarrollo equilibrado en lo
económico, social y ambiental. El objetivo incluye metas específicas para aumentar la
eficiencia en la gestión de recursos, reducir la generación de residuos y mejorar
la información al consumidor y la educación para el desarrollo sostenible.

Meta 12.1. Aplicar el Marco Decenal de Programas sobre Modalidades de Consumo y


Producción Sostenibles, con la participación de todos los países y bajo el liderazgo de los
países desarrollados, teniendo en cuenta el grado de desarrollo y las capacidades de los
países en desarrollo
Indicador 12.1.1. Número de países con planes que elaboran, adoptan o aplican instrumentos
de política destinados a apoyar la transición hacia modalidades de consumo y producción
sostenibles

El indicador 12.1.1 de la Agenda 2030 mide el número de países que elaboran, adoptan o
aplican instrumentos de política destinados a apoyar la transición hacia modalidades de
consumo y producción sostenibles. Este indicador es importante porque el consumo y la
producción son insostenibles son una de las principales causas de la degradación ambiental y
del cambio climático. La transición hacia modalidades de consumo y producción sostenibles
es esencial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y garantizar un futuro
sostenible para las generaciones presentes y futuras.

El análisis cualitativo del indicador 12.1.1 implica evaluar la calidad de los planes y políticas
que los países están adoptando para promover la transición hacia modalidades de consumo y
producciones sostenibles. Esto implica considerar una serie de factores, como la inclusión de
metas y objetivos claros, la consideración de los impactos sociales y ambientales, la
colaboración entre los distintos sectores y partes interesadas, la promoción de tecnologías
sostenibles y la participación ciudadana.

Además, el análisis cualitativo del indicador 12.1.1 debe tener en cuenta el contexto y las
características de cada país, como su nivel de desarrollo económico, sus patrones de consumo
y producción, sus recursos naturales y sus desafíos ambientales y sociales específicos. Los
países que están avanzando hacia la transición hacia modalidades de consumo y producción
sostenibles pueden tener diferentes estrategias y enfoques, pero lo importante es que estén
tomando medidas concretas y efectivas para abordar los desafíos ambientales y promover la
sostenibilidad.

Meta 12.2. De aquí a 2030, lograr la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos
naturales

La gestión sostenible de los recursos naturales implica su uso de una manera que permita su
conservación y uso responsable para las generaciones presentes y futuras. Esto se logra
mediante la aplicación de prácticas de producción y consumo sostenibles, la promoción de
tecnologías y procesos eficientes y la mejora de la eficiencia energética y la productividad en
todos los sectores económicos.
Indicador 12.2.1. Huella material en términos absolutos, huella material per cápita y huella
material por PIB

El Indicador 12.2.1 de la Agenda 2030 mide la huella material de los países en términos
absolutos, per cápita y por PIB. La huella material se refiere a la cantidad de materiales
extraídos y utilizados en la producción y el consumo de bienes y servicios. Esta huella puede
incluir materias primas, combustibles fósiles, minerales y otros recursos naturales.
El análisis cualitativo de este indicador implica considerar varios factores que pueden afectar
la medición de la huella material. Por ejemplo, el tipo de materiales utilizados y su fuente, la
eficiencia en el uso de recursos, las políticas de gestión de residuos y la reutilización y
reciclaje de materiales.

Además, es importante considerar que la huella material per cápita puede variar
significativamente entre países con diferentes niveles de desarrollo económico y
demográfico. Por ejemplo, los países con una alta población y bajos ingresos pueden tener
una huella material per cápita más baja que los países con una población más pequeña y altos
ingresos, pero aún pueden tener una huella material total más alta debido a su gran población.

Por lo tanto, es importante que los países trabajen para mejorar la eficiencia en el uso de
recursos y adoptar políticas y prácticas sostenibles que reduzcan la huella material y
fomenten la economía circular. Esto puede incluir medidas para promover la reutilización y el
reciclaje de materiales, la transición hacia fuentes de energía renovable y la adopción de
tecnologías más eficientes y menos intensivas en recursos.

La huella material en términos absolutos se refiere a la cantidad total de materiales utilizados


por un país en un período determinado, por lo general, semi en toneladas. Este indicador
muestra la cantidad total de recursos que un país utiliza y puede ser utilizado para comparar
el uso de recursos entre países.

La huella material per cápita se refiere a la cantidad total de materiales utilizados por persona
en un país en un período determinado, por lo general, semi en kilogramos. Este indicador
muestra la cantidad de recursos que se utilizan en promedio por cada persona en un país y
puede ser utilizado para comparar el uso de recursos entre países con diferentes poblaciones.

La huella material por PIB se refiere a la cantidad de materiales utilizados por unidad de PIB
de un país. Este indicador muestra la eficiencia en el uso de recursos de un país y puede ser
utilizado para comparar la eficiencia en el uso de recursos entre países con diferentes niveles
de desarrollo económico.

Para analizar cuantitativamente estos indicadores, se pueden utilizar estadísticas oficiales de


los países, como los datos de consumo y producción de materiales, la población y el PIB.
Estos datos pueden ser obtenidos de organizaciones internacionales como la OCDE, Eurostat,
el Banco Mundial y las agencias gubernamentales nacionales.
Como podemos observar en esta gráfica el consumo nacional de materiales ha descendido
mucho desde el año 2009, pero a pesar de su gran descenso en estos últimos años se
encuentra en tendencia ascendente, por lo que no llega a terminar de ser un indicativo de
buena señal.

Indicador 12.2.2. Consumo material interno en términos absolutos, consumo material interno
per cápita y consumo material interno por PIB

El Indicador 12.2.2 de la Agenda 2030 se refiere al consumo de material interno en términos


absolutos, per cápita y por PIB. Este indicador mide la cantidad total de materiales que se
consumen en la economía de un país, incluidos los materiales utilizados en la producción y el
consumo final.

Como podemos observar en esta gráfica la cantidad de toneladas por millón de euros ha
descendido desde la cantidad de 621 toneladas en 2009 hasta su pico más bajo en 2017 de
359 toneladas por millón, aunque a día de hoy se encuentra en corriente ascendente llegando
a estar en 2021 en 397,10 toneladas por millón de euros.

El consumo de material interno en términos absolutos se refiere a la cantidad total de


materiales que se consumen en un país en un período determinado, por lo general, medido en
toneladas. Este indicador muestra la cantidad total de recursos que se utilizan en la economía
de un país y se puede utilizar para comparar el uso de recursos entre países.

El consumo de material interno per cápita se refiere a la cantidad de materiales que se


consumen por persona en un país en un período determinado, por lo general, medido en
kilogramos. Este indicador muestra la cantidad de recursos que se utiliza en promedio por
cada persona en un país y se puede utilizar para comparar el uso de recursos entre países con
diferentes poblaciones.

El consumo de material interno por PIB se refiere a la cantidad de materiales que se


consumen por unidad de PIB de un país. Este indicador muestra la eficiencia en el uso de los
recursos de un país y se puede utilizar para comparar la eficiencia en el uso de recursos entre
países con diferentes niveles de desarrollo económico.

Son dos indicadores diferentes utilizados para medir el uso de recursos materiales en un país
o región.

La huella material mide la cantidad total de materiales utilizados para producir bienes y
servicios, tanto dentro del país como en otros países, incluyendo los materiales utilizados en
la extracción de recursos naturales, la producción de bienes y la gestión de residuos.

Por otro lado, el consumo material interno mide la cantidad de materiales utilizados dentro
del país para la producción de bienes y servicios, excluyendo los materiales importados y los
exportados.

En resumen, mientras que la huella material incluye tanto los materiales utilizados dentro
como fuera del país, el consumo material interno se enfoca únicamente en los materiales
utilizados dentro del país para la producción de bienes y servicios.
Meta 12.3. De aquí a 2030, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita
mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de
alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores
a la cosecha

Indicador 12.3.1. a) Índice de pérdidas de alimentos y b) índice de desperdicio de alimentos

El Indicador 12.3.1 de la Agenda 2030 se divide en dos partes: a) el Índice de pérdidas de


alimentos yb) el Índice de pérdidas de alimentos. Ambos indicadores están enfocados en
medir la cantidad de alimentos que se pierden o desperdician a lo largo de la cadena de
suministro.

a) El Índice de pérdidas de alimentos se refiere a la cantidad de alimentos que se pierden en


las etapas de producción, poscosecha y procesamiento de alimentos. Estas pérdidas pueden
deberse a factores como la falta de tecnología adecuada, la falta de infraestructura y la falta
de capacitación para los trabajadores. El índice se mide como la relación entre la cantidad de
alimentos perdidos y la cantidad de alimentos producidos.
b) El Índice de desperdicio de alimentos se refiere a la cantidad de alimentos que se
desperdician en las etapas de distribución y consumo. Esto puede incluir alimentos que se
descartan antes de llegar a los mercados, alimentos que se descartan en los hogares debido a
la falta de planificación o de almacenamiento inadecuado, o alimentos que se descartan en los
restaurantes o tiendas de comestibles debido a la falta de demanda oa la fecha de caducidad.
El índice se mide como la relación entre la cantidad de alimentos desperdiciados y la cantidad
de alimentos consumidos.

Para analizar cuantitativamente estos indicadores, se pueden utilizar estadísticas oficiales de


los países, como los datos de producción de alimentos, los datos de consumo de alimentos y
los datos de residuos alimentarios. Estos datos pueden ser obtenidos de organizaciones
internacionales como la FAO, la OCDE, el Banco Mundial y las agencias gubernamentales
nacionales.

Por ejemplo, según la FAO, en 2019 se perdieron o desperdiciaron aproximadamente 931


millones de toneladas de alimentos en todo el mundo, lo que representa alrededor del 17% de
la producción total de alimentos. Además, según la misma fuente, las regiones con las
mayores pérdidas y desperdicios de alimentos son Asia y África, mientras que los productos
alimentarios que más se pierden son los vegetales, las raíces y los tubérculos.

Meta 12.4. De aquí a 2020, lograr la gestión ecológicamente racional de los productos
químicos y de todos los desechos a lo largo de su ciclo de vida, de conformidad con los
marcos internacionales convenidos, y reducir significativamente su liberación a la
atmósfera, el agua y el suelo a fin de minimizar sus efectos adversos en la salud humana
y el medio ambiente
Indicador 12.4.1. Número de partes en los acuerdos ambientales multilaterales
internacionales sobre desechos peligrosos y otros productos químicos que cumplen sus
compromisos y obligaciones de transmitir información como se exige en cada uno de esos
acuerdos

El Indicador 12.4.1 de la Agenda 2030 mide el número de partes en los acuerdos ambientales
y otros multilaterales internacionales sobre desechos peligrosos y productos químicos que
cumplen con sus compromisos y obligaciones de transmitir información, tal y como se exige
en cada uno de esos acuerdos.

En términos cualitativos, este indicador refleja el grado de compromiso y cumplimiento de


los países en relación con la gestión de los desechos peligrosos y otros productos químicos, lo
que a su vez contribuye a proteger la salud humana y el medio ambiente.
El Indicador 12.4.1 mide el grado de cumplimiento de los compromisos y obligaciones de los
países en relación con la gestión de los desechos peligrosos y otros productos químicos, lo
que refleja el compromiso de los países con la protección de la salud humana y el medio
ambiente. Para analizar cuantitativamente este indicador, se pueden utilizar los informes y
bases de datos proporcionados por las Secretarías de los acuerdos multilaterales relevantes y
las comunicaciones y declaraciones presentadas por los propios países.

Como podemos observar en la gráfica solo tenemos información desde el año 2015 donde la
cantidad de residuos peligrosos generados en la economía per cápita es de 72.80 Kg por
habitante, descendió hasta la cantidad de 68,60 en 2016 y a vuelto a subir hasta 2019 en 70,2
Kg de residuos peligrosos generados por habitante. Como podemos observar tanto en esta
gráfica como las anteriores al principio de cada subindicador la corriente es descendiente
pero en los últimos años no se le ha dado la debida importancia y ha sido ascendente
.
Indicador 12.4.2. a) Desechos peligrosos generados per cápita y b) proporción de desechos
peligrosos tratados, desglosados por tipo de tratamiento.
El Indicador 12.4.2 de la Agenda 2030 se divide en dos partes: a) la cantidad de desechos
peligrosos generados per cápita yb) la proporción de desechos peligrosos tratados,
desglosados ​por tipo de tratamiento. Estos dos indicadores son importantes para monitorear el
manejo de los desechos peligrosos y su impacto en el medio ambiente y la salud humana.

En la primera parte, el indicador mide la cantidad de desechos peligrosos generados per


cápita. Esto implica que se debe tener información sobre la cantidad total de desechos
peligrosos generados en un país y dividirlo por la población total. Este indicador es útil para
comparar el nivel de generación de desechos peligrosos entre diferentes países y para hacer
un seguimiento de la tendencia a lo largo del tiempo.

Como podemos ver en la gráfica la cual tenemos información desde 2015 el porcentaje de
residuo peligroso reciclado ha subido desde 67,80% en 2015 hasta 73,40% en 2016 aunque
los siguientes años descendió encontrándose en 2019 en 69,8%.

En la segunda parte, el indicador mide la proporción de desechos peligrosos tratados,


desglosados ​por tipo de tratamiento. Los diferentes tipos de tratamiento de desechos
peligrosos incluyen la eliminación, el reciclaje, la recuperación y otros métodos. Este
indicador es útil para monitorear la efectividad de los sistemas de gestión de desechos
peligrosos y para identificar áreas donde se pueden mejorar.

Meta 12.5. De aquí a 2030, reducir considerablemente la generación de desechos


mediante actividades de prevención, reducción, reciclado y reutilización
Indicador 12.5.1. Tasa Nacional de reciclado, en toneladas de material reciclado
El indicador 12.5.1 de la Agenda 2030 se refiere a la tasa nacional de reciclado, medida en
toneladas de material reciclado. Este indicador mide el porcentaje de residuos sólidos que son
reciclados en un país, lo que refleja la eficiencia en el uso de los recursos y la gestión
adecuada de los residuos.
La medición de este indicador puede variar de un país a otro, ya que cada país puede tener
diferentes sistemas de gestión de residuos y políticas de reciclaje. Sin embargo, la mayoría de
los países tienen sistemas de seguimiento y registro de la cantidad de residuos que son
reciclados, lo que permite la comparación entre ellos. Es un indicador importante para medir
la eficiencia en el uso de los recursos y la gestión adecuada de los residuos en un país.

Meta 12.6. Alentar a las empresas, en especial las grandes empresas y las empresas
transnacionales, a que adopten prácticas sostenibles e incorporen información sobre la
sostenibilidad en su ciclo de presentación de informes.

Indicador 12.6.1. Número de empresas que publican informes sobre sostenibilidad

El Indicador 12.6.1 se enfoca en el número de empresas que publican informes sobre


sostenibilidad, lo que refleja una creciente preocupación de las empresas por mejorar su
desempeño ambiental y social. Las empresas que publican informes de sostenibilidad suelen
tener una mayor transparencia y responsabilidad en su gestión, lo que les permite identificar
áreas de mejora y avanzar hacia prácticas más sostenibles.

El subindicador 12.6.1.1 sobre el número de licencias de Etiqueta Ecológica Europea


emitidas también es un indicador relevante, ya que la obtención de esta etiqueta implica que
los productos tienen un menor impacto ambiental a lo largo de todo su ciclo de vida. Esto
significa que se han adoptado prácticas de producción y consumo más responsables, lo que
contribuye a una economía más circular y sostenible.

"Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2021" de las Naciones Unidas:


https://unstats.un.org/sdgs/report/2021/

"El estado de la etiqueta ecológica en el mundo" de la Comisión Europea:


https://ec.europa.eu/environment/eco/labelling/pdf/ELS_report2019.pdf

Meta 12.7. Promover prácticas de adquisición pública que sean sostenibles, de


conformidad con las políticas y prioridades nacionales

Indicador 12.7.1. Grado de aplicación de políticas y planes de acción sostenibles en materia


de adquisiciones públicas.

Este indicador es importante porque las compras públicas sostenibles pueden tener un
impacto significativo en la sostenibilidad ambiental, económica y social, ya que las
instituciones gubernamentales son grandes compradores y pueden utilizar su poder
adquisitivo para fomentar prácticas sostenibles en las cadenas de suministro y en la economía
en general.

La adopción de políticas y planes de acción sostenibles en materia de adquisiciones públicas


puede tener muchos beneficios, incluyendo:

● Reducción del impacto ambiental y la huella de carbono de las compras públicas.


● Promoción de la innovación en productos y servicios más sostenibles.
● Estímulo a la economía circular y a la reducción de residuos y emisiones.
● Fomento de la igualdad y justicia social a través de la promoción de proveedores
locales y el respeto a los derechos laborales y humanos.

El Indicador 12.7.1 es relevante para evaluar el grado de compromiso de los gobiernos en la


adopción de políticas y planes de acción sostenibles en sus procesos de adquisición pública,
lo que puede tener un impacto significativo en la promoción de prácticas más sostenibles en
la economía en general.

"Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2021" de las Naciones Unidas:


https://unstats.un.org/sdgs/report/2021/

"Guía de Compras Públicas Sostenibles" de las Naciones Unidas:


https://www.unep.org/resources/guia-de-compras-publicas-sostenibles

Meta 12.8. De aquí a 2030, asegurar que las personas de todo el mundo tengan la
información y los conocimientos pertinentes para el desarrollo sostenible y los estilos de
vida en armonía con la naturaleza

Indicador 12.8.1. Grado en el que (i) la educación para la ciudadanía global y (ii) la
educación para el desarrollo sostenible (incluyendo educación sobre el cambio climático) son
establecidos en (a) las políticas nacionales de educación (b) los planes de estudio (c) la
formación del profesorado y (d) evaluación de los estudiantes "

El Indicador 12.8.1 de la Agenda 2030 se enfoca en evaluar el grado en el que la educación


para la ciudadanía global y la educación para el desarrollo sostenible, incluyendo la
educación sobre el cambio climático, están establecidas en las políticas nacionales de
educación, los planes de estudio, la formación del profesorado y la evaluación de los
estudiantes.

En términos generales, podemos decir que los países están avanzando en la integración de la
educación para la ciudadanía global y la educación para el desarrollo sostenible en sus
políticas y planes de estudio, aunque aún hay muchos desafíos por enfrentar.

En cuanto a las políticas nacionales de educación, muchos países han comenzado a incluir la
educación para el desarrollo sostenible en sus planes de acción y estrategias educativas, y
algunos países han establecido objetivos específicos para la implementación de esta
educación. Sin embargo, aún hay países que no cuentan con políticas nacionales claras en
este ámbito.

En cuanto a los planes de estudio, también hay avances en la inclusión de la educación para el
desarrollo sostenible en las currículas escolares, aunque el grado de inclusión varía
significativamente entre países y regiones. En algunos casos, la educación para el desarrollo
sostenible se integra en materias específicas, mientras que en otros se enfoca en enfoques
interdisciplinarios.

Respecto a la formación del profesorado, muchos países han desarrollado programas


específicos de capacitación para mejorar las habilidades y competencias de los docentes en
relación a la educación para el desarrollo sostenible. Sin embargo, aún hay desafíos en la
formación continua de los docentes, así como la necesidad de asegurar que los nuevos
profesores reciban una formación sólida en esta área.

Organización de las Naciones Unidas. (s.f.). Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuperado


el 2 de mayo de 2023, de
https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/sustainable-development-goals/

Breiting, S., Mayer, M., & Mogensen, F. (2019). The Agenda 2030 Turning Point for Global
Learning: Sustainable Development Goals and the SDG Target on Education (SDG 4) as
Leverage for Transformation. Sustainability, 11(7), 2038. https://doi.org/10.3390/su11072038
Meta 12.a. Ayudar a los países en desarrollo a fortalecer su capacidad científica y
tecnológica para avanzar hacia modalidades de consumo y producción más sostenibles

Indicador 12.a.1. Capacidad instalada de generación de energía renovable en los países en


desarrollo (expresada en vatios per cápita)

El Indicador 12.a.1 de la Agenda 2030 mide la capacidad instalada de generación de energía


renovable en los países en desarrollo, expresada en vatios per cápita. Esta medida es
importante porque la transición hacia fuentes de energía renovable es un elemento clave para
abordar el cambio climático y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Además, el
acceso a la energía es esencial para el desarrollo económico y social, y la generación de
energía renovable puede contribuir a mejorar la resiliencia y la sostenibilidad de las
comunidades locales.

A nivel mundial, la capacidad de generación de energía renovable ha ido aumentando en los


últimos años, pero aún existe una brecha significativa en la capacidad instalada entre los
países desarrollados y los países en desarrollo. Los países en desarrollo enfrentan desafíos
importantes en la adopción de tecnologías de energía renovable debido a la falta de recursos
financieros, la falta de capacidades técnicas y las barreras regulatorias.

Para abordar estos desafíos, se han implementado diversas iniciativas y programas


internacionales, como el Fondo para el Medio Ambiente Mundial y la Iniciativa de Energía
Sostenible para Todos de la ONU, que buscan apoyar a los países en desarrollo en la
transición hacia fuentes de energía renovable. Además, muchos países en desarrollo han
implementado políticas y programas nacionales para promover la adopción de tecnologías de
energía renovable, como incentivos fiscales, tarifas de alimentación y programas de
financiamiento.

En general, el Indicador 12.a.1 refleja la importancia de la generación de energía renovable


para el desarrollo sostenible y la necesidad de apoyo internacional y políticas nacionales para
promover la adopción de tecnologías de energía renovable en los países en desarrollo.

"Indicador 12.a.1 Capacidad instalada de generación de energía renovable en los países en


desarrollo (expresada en vatios per cápita)" del sitio web de la División de Estadística de las
Naciones Unidas: https://unstats.un.org/sdgs/indicators/database/?indicator=12.a.1

Meta 12.b. Elaborar y aplicar instrumentos para vigilar los efectos en el desarrollo
sostenible, a fin de lograr un turismo sostenible que cree puestos de trabajo y promueva
la cultura y los productos locales

Indicador 12.b.1. Aplicación de instrumentos normalizados de contabilidad para hacer un


seguimiento de los aspectos económicos y ambientales de la sostenibilidad del turismo
El Indicador 12.b.1 de la Agenda 2030 se refiere a la aplicación de instrumentos
normalizados de contabilidad para hacer un seguimiento de los aspectos económicos y
ambientales de la sostenibilidad del turismo. Este indicador es importante porque el turismo
es una de las industrias más grandes del mundo y tiene un gran impacto tanto económico
como ambiental. El uso de instrumentos normalizados de contabilidad puede ayudar a los
gobiernos y a las empresas a medir y gestionar mejor los impactos del turismo en la economía
y el medio ambiente.

Para lograr este indicador, se necesitan herramientas y estándares adecuados para medir y
gestionar el impacto del turismo. Algunos de los instrumentos normalizados de contabilidad
que se utilizan para hacer un seguimiento de los aspectos económicos y ambientales de la
sostenibilidad del turismo.
Algunos ejemplos de instrumentos normalizados utilizados en la contabilidad del turismo
sostenible incluyen:

● Sistema de Contabilidad del Turismo Sostenible (SCTS, por sus siglas en inglés):
desarrollado por la Organización Mundial del Turismo (OMT) y el Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), este sistema proporciona una
metodología para medir y analizar los impactos económicos, sociales y ambientales
del turismo en una determinada zona geográfica.
● Global Reporting Initiative (GRI): es una organización internacional que promueve la
transparencia en la presentación de informes de sostenibilidad. Sus directrices para el
sector del turismo ayudan a las empresas turísticas a reportar de manera estandarizada
sus impactos sociales, ambientales y económicos.
● ISO 21401: Es una norma internacional que establece los requisitos para la gestión
sostenible del turismo. Proporciona una guía para la implementación de un sistema de
gestión sostenible en una organización turística.

Además, es importante tener en cuenta que la aplicación de estos instrumentos normalizados


de contabilidad puede ser costosa y requiere una inversión significativa en capacitación y
tecnología. Por lo tanto, es importante que los gobiernos y las empresas se comprometan a
aplicar estos instrumentos para medir y gestionar mejor los impactos del turismo en la
economía y el medio ambiente.

En general, el uso de instrumentos normalizados de contabilidad puede ayudar a los


gobiernos y a las empresas a tomar decisiones más informadas y sostenibles en el turismo y a
avanzar hacia un turismo más sostenible y responsable.
Sitio web de la Organización Mundial del Turismo (OMT): https://www.unwto.org/
Meta 12.c. Racionalizar los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles que
fomentan el consumo antieconómico eliminando las distorsiones del mercado, de
acuerdo con las circunstancias nacionales, incluso mediante la reestructuración de los
sistemas tributarios y la eliminación gradual de los subsidios perjudiciales, cuando
existan, para reflejar su impacto ambiental, teniendo plenamente en cuenta las
necesidades y condiciones específicas de los países en desarrollo y minimizando los
posibles efectos adversos en su desarrollo, de manera que se proteja a los pobres y a las
comunidades afectadas

Indicador 12.c.1. Cuantía de los subsidios a los combustibles fósiles por unidad de PIB
(producción y consumo) y como proporción del total de los gastos nacionales en
combustibles fósiles

El Indicador 12.c.1 de la Agenda 2030 se refiere a la cuantía de los subsidios a los


combustibles fósiles por unidad de PIB (producción y consumo) y como proporción del total
de los gastos nacionales en combustibles fósiles. El objetivo es analizar el grado en el que los
países están reduciendo los subsidios a los combustibles fósiles, ya que estos subsidios
pueden perpetuar el uso de combustibles fósiles y contribuir al cambio climático.

En general, la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles puede ser un proceso
complejo, ya que a menudo se han establecido como parte de políticas económicas y
energéticas a largo plazo. Sin embargo, algunos países están implementando reformas para
reducir estos subsidios y promover una transición hacia fuentes de energía más limpias y
renovables.

Por ejemplo, algunos países han optado por aumentar los impuestos sobre los combustibles
fósiles y/o reducir los subsidios directos a los combustibles fósiles, mientras que otros han
implementado programas de apoyo para fuentes de energía renovable y tecnologías limpias.
Sin embargo, la eliminación total de los subsidios a los combustibles fósiles a menudo
requiere una estrategia de largo plazo y puede tener implicaciones sociales y económicas
significativas, especialmente en los países en desarrollo.

Moran, M. (s. f.). Energía. Desarrollo Sostenible.


https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/energy/

INE - Instituto Nacional de Estadística. (s. f.). Indicadores de la Agenda 2030 para el
Desarrollo Sostenible - Objetivo 12. Garantizar modalidades de consumo y producción
sostenibles. INE. https://www.ine.es/dyngs/ODS/es/objetivo.htm?id=4910

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