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Etxezarreta. El Problema Del Crecimiento. Petróleo (Transcripción)
Etxezarreta. El Problema Del Crecimiento. Petróleo (Transcripción)
Miren Etxezarreta:
Sí.
Miren Etxezarreta:
Bueno, ¿empezamos ya?
Miren Etxezarreta:
Hola, buenos días a todas y a todos. Vamos a empezar, porque ya vamos con un poco
de retraso, o sea que mejor que empecemos rápidamente.
¿Por qué hemos hecho este trabajo que les enseño? Está en la web del seminario
Taifa, si les interesa, y también tenemos copias en papel. Realmente, lo hemos hecho
porque nos ha parecido que, dado que las crisis son recurrentes en el sistema
capitalista, en esta última crisis, la del 2007, como en todas las demás, aparecen
mecanismos que han supuesto la destrucción de una parte de la economía. Y debido a
Hace unos años, es curioso que, cuando usábamos algunos la palabra capitalismo,
parecía que estábamos utilizando una palabra obscena. De capitalismo no se hablaba,
era la economía de mercado en el mejor de los casos, pero capitalismo era una
palabra de mal gusto, por lo menos. La crisis ha hecho que la palabra capitalismo se
haya recuperado muy frecuentemente y que las dudas sobre el sistema económico en
el que vivimos se manifiesten con una mayor amplitud. Es decir, la crisis cambia la
percepción del sistema, cambia la legitimación, porque se perciben muy claramente
las consecuencias negativas que está teniendo ese sistema. Entonces, se puede mirar
un poco cuáles han sido esas consecuencias negativas en muchos aspectos, y esta es
una de las cosas que nosotros hemos querido hacer en este trabajo.
Tenemos, por un lado, crisis, que supone pérdida económica, pero sobre todo ha
supuesto en nuestro caso —yo creo que es evidente— una pérdida de legitimación
importante. Como les decía antes, ahora la gente no tiene tan claro que el capitalismo
sea un buen sistema, aunque sí parece que la gente tiene claro que no hay otro. Eso
sí que parece que lo tiene claro, pero no tiene tan claro que sea un buen sistema. Por
otro lado, aparece el capitalismo, que necesita recuperar esas tres vertientes:
económica, política e ideológica para que se siga reproduciendo el sistema, porque, si
no, habría una ruptura importante. Esto se produce en un momento en que la situación
ha sido favorable a los intereses del capital, a un aumento de la explotación y de la
expropiación por muchas razones que todos conocemos. En primer lugar, porque han
desaparecido los sistemas alternativos: la Unión Soviética, con todos los fallos que
tenía, se planteaba, sin embargo, como un sistema alternativo y, por lo tanto, ese
sistema estaba ahí, con sus mitos y con sus sombras, pero parecía —o durante
muchos años pareció— que podía haber un sistema que no fuera el mismo del
capitalismo dominante. En segundo lugar, las instituciones políticas, sobre todo desde
los años 70, con la crisis de los 70, han ido abandonando la idea de la transformación.
Esta idea de cambiar el sistema capitalista por otro ya se empezó a abandonar desde
Todos sabemos que, después de la Segunda Guerra Mundial, hubo un pacto social
por el cual se consiguieron muchos derechos para las clases populares, para los
trabajadores en general, pero a cambio de que las grandes instituciones sociales,
particularmente los sindicatos y los partidos socialdemócratas de aquella época,
consideraran que se podía sostener el sistema capitalista. Durante la Segunda Guerra
Mundial, las fuerzas de la Resistencia, lideradas en muchos países por el Partido
Comunista, fueron fuerzas que ponían en cuestión el sistema y que decían:
“Queremos cambiar el sistema capitalista por otro sistema alternativo”. Sabemos que
el pacto social de después de la Segunda Guerra Mundial consiguió que se aceptara
la existencia del capitalismo como el modo de producción más generalizado —todavía
existía la URSS, evidentemente— a cambio de todos los derechos que se
consiguieron y el estado del bienestar que se consiguió en aquella etapa. Pero, a partir
de la crisis de los 70, esta sensación se va abandonando y estos partidos van
perdiendo su fuerza transformadora y se van conformando con algunas
reivindicaciones de tipo más particular y más minoritarias.
A nosotros, cuando nos planteamos hacer este trabajo, nos pareció que existía o que
podía existir un cierto interés en ver cómo se daba la expropiación de la riqueza de las
clases populares además de la explotación en el trabajo. Es decir, los que somos
críticos del sistema capitalista, en general, apoyamos nuestra crítica en la explotación
de la fuerza de trabajo. Esa es la explotación de la fuerza de trabajo, fundamentada
Lo que nosotros hemos intentado hacer en este trabajo es ver cómo se traducen
actualmente el casero, el tendero, etc. Hemos percibido que lo que se está dando se
ha dado siempre en el capitalismo. Ya les he dicho que ya se veía a mediados del
siglo XIX que, realmente, el casero y el tendero eran importantes, pero ahora se ve
todavía con más claridad, en el sentido de decir: “Bueno, ¿qué está pasando ahora?”.
Está pasando algo sobre lo que ya hemos hablado en otras reuniones y otras veces, y
que muchos autores han mencionado, pero que queríamos destacar.
Por otra parte, y en particular, se observa que, en toda esta etapa que, repito, se inicia
en los años 70, pero continúa ahora y se está intensificando permanentemente,
aparecen los derechos sociales, que se están privatizando y que se han convertido en
mercancías por las que hay que pagar al capital privado; esto lo sabemos
clarísimamente. Está sucediendo en la educación, está sucediendo en la salud, está
sucediendo cada día más en la vivienda y en los precios de la vivienda, está
sucediendo con la ley de dependencia; hay que pagar todos los servicios cada vez que
se dan. Es decir, a través de la mercantilización y la privatización de los derechos
sociales, de los productos sociales que se habían conseguido —muchos de ellos
después de la Segunda Guerra Mundial—, se va absorbiendo aquella parte de riqueza
social que está por encima de las necesidades estrictas de reproducción de la fuerza
de trabajo y, por lo tanto, el trabajador tiene que utilizar una parte creciente de su
salario para los productos que antes eran derechos sociales. Esto está muy trabajado
también por otras personas —precisamente también por el profesor Navarro, que
tenemos presente— en el sentido de que son derechos sociales que han sido
privatizados y han sido trabajados para que sirvan de vehículos para la extracción de
la riqueza que se paga al trabajador, de forma que el capital logra cada vez disminuir
el coste de esos derechos sociales, pero, sobre todo —y quizá lo que es más
importante—, logra nuevos nichos de negocios para obtener más beneficios. Es decir,
consigue nuevos lugares donde conseguir más beneficios.
Entonces, lo que hemos hecho ha sido repasar distintas facetas y, claro, si yo ahora
les quiero contar lo que hemos hecho en cada una de estas facetas, esto se va a
alargar muchísimo. Tenemos dos opciones: puedo contarles cuáles son un poco los
resultados más importantes de alguno de estos elementos o contarles un poco las
conclusiones a las que nosotros llegamos después de analizar todos estos elementos.
La verdad es que no sé muy bien por cuál de las dos líneas optar. ¿Por qué hablar un
poco de los elementos…? Por ejemplo, no sé, el tema del sistema fiscal.
El sistema fiscal muchas veces no se suele asociar con la explotación del trabajo. Sin
embargo, el sistema fiscal que nosotros estamos viviendo, a pesar de toda la teoría de
que el que más tiene es el que más paga… Si nosotros vemos, como hemos visto en
este informe, quiénes pagan realmente los impuestos en este país, está clarísimo que
más del 75 % de los impuestos en este país los pagan los trabajadores a través de las
cotizaciones sociales y del IRPF, y los consumidores a través del IVA, mientras que
los beneficios del capital pagan muy pocos impuestos, con lo cual el sistema fiscal es,
además de su injusticia, una forma de extracción, de que el gasto colectivo de
constituir una sociedad determinada o constituir un Estado realmente se esté llevando
a cabo a expensas de las clases populares con una serie fuerte de mecanismos de
evitar que el capital pague impuestos. Es verdad que es muy conocido el tema del
fraude fiscal, pero nosotros dimos un poco más de importancia al tema de la elusión
fiscal, en el sentido de que nos parece tan o más grave que haya figuras jurídicas
legales por las cuales el capital puede eludir pagar los impuestos. Entonces, hemos
trabajado un poco el tema de la elusión fiscal en el sentido de todas las figuras,
empezando por las sicavs, que ya son muy conocidas, y continuando por la tributación
de los fondos de inversión y por la tributación de todos aquellos beneficios de
empresas instaladas en este país, pero que están obtenidos en el extranjero. Bueno,
toda una serie de figuras jurídicas que hacen que, realmente, el capital pague
poquísimos impuestos —se calcula entre un 16 % y un 18 % del ingreso total de
Hacienda—, cuando realmente son los trabajadores del país los que estamos pagando
todo el importe del coste social.
Hemos analizado también qué pasa con la producción y como se ha optado en este
país concretamente por producciones tradicionales de bajo valor añadido. Asimismo,
hemos estudiado un poco, en conjunción con otro informe que hemos hecho sobre la
Unión Europea, cómo se ha ido evolucionando desde la entrada en la Unión Europea
en el sentido de la transformación de la estructura productiva del Estado español y su
subordinación al centro industrial, cómo gradualmente el Estado español se ha ido
convirtiendo de un proveedor de productos de segundo o tercer rango dentro del
esquema de la Unión Europea, digamos, a un consumidor fundamental de los
productos de los países de primer rango, los países más potentes: Alemania, Francia,
el Reino Unido, el Benelux, Austria… y nos ha convertido en consumidores de esos
productos financiados, además, por un sistema de deuda que ha generado todas las
Esto no lo hemos hecho en este trabajo, pero me voy a permitir hacer una pequeña
denuncia, como un paréntesis, porque es un fenómeno poco conocido y que, sin
embargo, nos parece, y a mí, personalmente, terrorífico: lo que se está haciendo ahora
del sistema de educación financiera en las escuelas a los niños. Se han hecho
acuerdos del Estado español y también de la Generalidad de Cataluña con el sistema
bancario de este país: ”la Caixa”, el BBVA y creo que también el Santander, pero del
Santander no me consta, por los cuales estos bancos financian que gente que ellos
eligen, generalmente prejubilados de la banca o voluntarios de la banca, vaya a las
escuelas a dar lo que llaman la educación financiera, que son unos modelos de
educación financiera, preparados no sé por dónde, pero proporcionados por los
propios bancos, en los cuales los señores que vienen de los bancos, financiados por
Sí que puedo mencionar que también hemos trabajado un poco todo el proceso de
privatización de los derechos sociales y la privatización de la vivienda. Y querría
mencionar también explícitamente otro tema, que tampoco hemos trabajado
demasiado en la opinión pública, pero que yo llamo la privatización de las cajas de
ahorros, porque, verdaderamente, en este país, se ha privatizado el 50 % de los
depósitos de las clases populares, que estaban en las cajas de ahorros, y estos han
pasado directamente a las manos de los bancos que han comprado esas cajas de
ahorros con tan poco dinero. Es verdad que había algunas cajas de ahorros que
tenían muchos problemas, como lo hemos visto después, pero había muchas otras
cajas de ahorros en las que se habría podido actuar de otra manera. No obstante, lo
han hecho con tanta habilidad que esa privatización se ha hecho sin que haya habido
prácticamente discusiones: ni se ha combatido ni se ha debatido un poco qué pasa
con las cajas de ahorros, particularmente en Catalunya, donde hay tantas cajas de
ahorros y tan importantes. Yo recuerdo que, cuando se privatizaron estas cajas de
ahorros, estuve dando una charla en el Penedès, y la verdad es que me sorprendió
que en la propia Vilafranca nadie preguntara qué pasaba con las cajas de ahorros. Es
decir, es un tema que a mí me parece verdaderamente grave.
Otro de los elementos que hemos estudiado en estos temas es un poco también la
utilización de los medios de comunicación, como realmente, para que todo esto sea
posible, es cada vez más necesario el dominio de la opinión pública, porque, si no, lo
entenderíamos de otra manera. Y, entonces, hemos descubierto que existe la
homogeneización de los mensajes a pesar del aumento del número de emisores de
los mensajes. O sea, parece que existe la imagen de que, como hay tropecientas
emisoras de radio, no sé cuántas cadenas de televisión y, además, cada uno puede
emitir un mensaje por Twitter, Facebook o de diez mil maneras que los jóvenes ahora
conocéis, hay una emisora. Sin embargo, si se analizan un poco más los mensajes,
vemos que hay una homogeneización de mensajes a pesar de que se dice que hay
muchos más emisores. La desaparición también del emisor como intermediario, o sea,
como verdaderamente se está pasando directamente a que muchos mensajes que
tienen un valor más bien de reforzar el sistema en que vivimos pasen directamente sin
necesidad de que haya ningún emisor, como no hace falta ya que haya intermediarios
ni el contexto en el cual se produce una noticia. Es decir, hay un análisis limitado que
hemos hecho también sobre los medios de comunicación y que hemos planteado.
Otro elemento que ha dado lugar a que este trabajo tuviera mucho interés en bastante
gente es que hemos estudiado un poco qué es la factura de la luz. Si tuviéramos
tiempo, también se la podría explicar a ustedes, porque la factura de la luz parece que
no la entiende nadie. Hemos intentado vincular la factura de la luz a lo que supone en
términos de expropiación de excedente y hemos visto la importancia que tienen
aspectos como el trazado de la red, que el carácter oligopolístico de la industria
energética en este país tiene un trazado de la red muy vertical y que, cuando ha
habido una legislación que ha dicho: “Ustedes no pueden tener todas las facetas del
trazado de la red”, se han convertido en cuatro empresas absolutamente de la misma
propiedad. Es decir, realmente, el oligopolio se ha mantenido, y vemos que se ha
hecho una opción en España por la generación de energía primaria muy centralizada y
que se está haciendo una forma de suministro de energía verticalmente muy
integrada. Hemos comentado también sobre el déficit de tarifa, como, realmente, el
déficit de tarifa es una especie de juego de… no sé, no, Juego de tronos, no, pero de
juego de trucos en el sentido de que se decide que hay un déficit y que, a la hora de
evaluar cuál es ese déficit que irá a la factura, se hace sobre la base de la diferencia
entre lo que cuesta generar la luz —que dicen las eléctricas que les cuesta generar la
luz— y el precio que dice el Estado de venta de esa luz. Entonces, claro, si tú dices a
la eléctrica que te diga cuánto le cuesta generar la luz, esa generación de luz es
siempre mucho más cara que la tarifa que dice el Estado y, de ahí, vamos acumulando
un déficit de tarifa que todos ustedes saben que estamos pagando en nuestras
facturas. En el fondo, se percibe que el déficit de tarifa en parte es una... La factura de
la luz, más que el déficit de tarifa, refleja un poco el conflicto entre las eléctricas y la
Administración, conflicto que paga el usuario. Es decir, la Administración no quiere
ceder un precio más alto, las eléctricas quieren un precio más alto y, al final, bajo la
excusa del déficit de tarifa, lo pagamos los usuarios.
Nos hemos preguntado por qué no se da un mayor conflicto social, por qué no nos
revolvemos más en esta sociedad en la que la expropiación de la riqueza social es por
la parte laboral, pero también por todas estas facetas. Entonces, hemos visto que hay
este trasvase de costes de la esfera productiva y mercantil a la familiar y de caridad, la
desestructuración de la vida, la pérdida de poder de las instituciones populares y la
profunda desafección de la política institucional. Sin embargo, queremos y creemos
que se puede ser un poco optimista a pesar de todo este triste cuadro que yo he
intentado reflejar. Van surgiendo estrategias de reorganización social y económica,
que no son mercantiles, en la esfera familiar, como hemos comentado, y la resistencia
de las clases populares se manifiesta de formas nuevas.
Por una parte, esas formas nuevas se manifiestan en una línea conservadora con
orientación a la extrema derecha: el movimiento hacia la extrema derecha de la
mayoría de los países de Europa, el brexit y el triunfo del señor Trump [trump] —yo me
niego a decir Trump [trʌmp], creo que tenemos que decir Trump [trump]. Bueno, todo
este movimiento a la extrema derecha es una forma de resistirse de las clases
populares. Yo creo que lo que hemos visto en todas estas elecciones que ha habido
últimamente, en el brexit primero y en Polonia y Hungría antes del brexit, toda esta
movida tremenda, y el triunfo, ni político ni jurídico, pero el peso de la extrema derecha
en Francia, por ejemplo, no es nada más que la resistencia de unas clases populares
que van viendo que cada vez están perdiendo más y más posibilidades de una vida
mínimamente decente. Entonces, como la izquierda no les ha sabido dar una
respuesta, se van a una demagogia, que sí que es demagogia, pero les engaña y se
van a la derecha. Yo creo que tenemos que interpretar el movimiento hacia la derecha
como un movimiento de clase. A mí me parece que la forma más lógica y coherente de
interpretar lo que ha pasado no es que el señor Trump [trump] esté loco, que, entre
Por otra parte, para ser un poco más optimistas, creo que también, en nuestras
sociedades, y en la nuestra en particular, se están viendo ciertos movimientos
progresistas, movimientos sociales. Es verdad que quedaron como un poco diluidos,
pero yo creo que los movimientos sociales dieron lugar a muchas dinámicas nuevas
en los barrios, en los pueblos, en muchas facetas que se están elaborando y
completando en las mareas y en nuevas formas de organizarse, y creo que toda esta
nueva dinámica del capital requiere también que nos movamos de una manera
diferente como resistencia y como instrumento de lucha. Por lo tanto, creo que, a
pesar de todo el planteamiento que nosotros hacemos y que no renegamos —es así
de negro y triste, y tiene toda esa fuerza—, si somos capaces de trabajar en ámbitos
siquiera reducidos de formas que seamos capaces de entender y somos capaces de
renovar las formas de organizar nuestra resistencia y nuestra acción política,
podremos llegar a poner en cuestión, por lo menos, toda esta expropiación que hemos
intentado reflejar en este trabajo.
Señalar que es preciso trabajar con un doble objetivo: luchar día a día por evitar la
expropiación de la vida cotidiana, pero, a la vez, interpretar que, si no cambiamos el
sistema en general, no sirve de mucho luchar día a día, porque todas esas reformas,
cuando llega un momento de crisis o de dominio del capital, quedan diluidas, los
triunfos cotidianos quedan diluidos por grandes retrasos en la organización, como
estamos viendo que se están haciendo desde la crisis de los 70. Nada más. Muchas
gracias.
Mujer:
¿Tienen preguntas?
Segundo: tiene razón también en el tema del lenguaje, pero mi experiencia como
profesor de una asignatura horrible que se llama Economía e Iniciativa Emprendedora
en ciclos formativos de grado medio y superior en un instituto del extrarradio de
Barcelona en estos últimos 15 años es que ahora se puede hablar sin ningún
problema de explotación, capitalismo y lucha de clases, y los alumnos lo entienden
perfectamente.
El tercero sería que la rabia e indignación acumulada que tienen estos jóvenes de
entre diecisiete y treinta y tantos años es enorme y potencialmente muy rebelde.
El cuarto es que el interés que manifiestan ahora, en estos últimos años, por
movimientos sociales y por experiencias políticas recientes que no hace falta citar
también es muy importante.
Quinto: el cooperativismo es para ellos algo más que una palabra, y muchos intentan
este tipo de experiencias cuando acaban sus estudios de ciclos formativos.
Sexto: hay un rechazo clarísimo por parte de estudiantes y profesores a una cosa que
se llama formación dual, que es algo así como lo horrible concretado y una apuesta
que el Departamento de Enseñanza de la Generalidad de Cataluña ha tenido.
Miren Etxezarreta:
Bueno, yo no tengo nada que comentar. Estoy totalmente de acuerdo con lo que se ha
dicho y agradezco lo que se ha completado, lo que yo no he dicho. Me parece muy
bien, o sea que es un comentario perfecto.
Miren Etxezarreta:
Bueno, también tengo muy poco que decir ahí. Seguro que la historia del movimiento
obrero es uno de los elementos fundamentales en los que basar las resistencias
actuales, y quizá uno de los problemas es que, en muchas ocasiones, no la
conocemos mucho. Por otra parte, pienso que los jóvenes siempre quieren inventarlo
todo, porque, cuando se ven, por ejemplo, expresiones ahora de los jóvenes —con los
cuales yo simpatizo totalmente a pesar de mi edad—, dices: “¡Si están inventando la
sopa de ajo!”. Pero es que los jóvenes tienen que inventar la sopa de ajo, porque, si
les damos la receta de la sopa de ajo, no les va a gustar. Entonces, creo que ahí
tenemos un poco el equilibrio. Por una parte, tendrían que tener más información. Yo
creo que uno de los problemas de los movimientos sociales actuales, pero esto es una
fijación personal, es que tienen muy poca formación. Tienen muy poca formación en
historia, por ejemplo, como usted está señalando muy bien, y en otras cosas también.
Pero, por otra parte, hay que entender que la gente joven no va a vivir de lo que le
contemos los viejos. Por lo tanto, ahí tenemos que establecer un intento de
comunicación, sobre todo, y de equilibrio. Y tiene usted toda la razón, lo del
movimiento…Yo no soy partidaria de que tienen que empezar de cero, pero una
persona de 20 años cree que está inventando el mundo. Entonces, ¿cómo lidiamos
con esto? Bueno, haría falta mucha más comunicación entre generaciones y también
muchos más medios de comunicación de lo que es la historia, pero ya ve usted que, si
ni siquiera la memoria histórica se recuerda en este país y no se puede mantener lo
que ha pasado, difícilmente vamos a explicar a los jóvenes, que no saben lo que es el
franquismo, lo que fue el movimiento obrero a principios del siglo XIX, o a principios
del siglo XX, perdón.
Miren Etxezarreta:
Bueno, todo son preguntas como muy cómodas, porque no tengo mucho que decir
tampoco a esto. También estoy de acuerdo con lo que dice, lo que pasa es que
encuentro que nosotros muy modestamente y muy en la medida de unas fuerzas
minusculísimas es lo que hemos intentado hacer al hacer este informe. Los temas de
las formas de extracción de excedente que se recogen en este informe son conocidas
de hace muchísimo tiempo, no solamente… Bueno, he citado a Marx, que ya decía
que es el tendero, el casero… Y, en el caso, por ejemplo, de la reciente crisis en el
Estado español, el tema de las hipotecas. Fíjese si es conocido, con toda la reacción
que ha dado lugar a la PAH, afortunadamente. Lo que nosotros intentamos es explicar
un poco por qué pasan estas cosas para sustentar un poco los antagonismos que
usted dice, porque, claro, los planteamientos que se hacen son: uno percibe todo esto
y esto viene de antiguo. Entonces, la factura de la luz, fíjese si viene de antiguo.
Intentamos explicarlos un poco para intentar abrir al debate político y a la inquietud
colectiva este tipo de planteamientos, porque, si no, nosotros, que estamos nutridos
del marxismo y que lo aceptamos, tendemos muchas veces a pararnos en la
explotación de la fuerza de trabajo exclusivamente. Entonces, pensamos: “Bueno, no
nos quedemos ahí, intentemos reforzar esta reacción ante la desposesión para que se
planteen más antagonismos y mejor planteados explicando un poco como, de otras
formas, también nos extraen el fruto de nuestro esfuerzo”.
Miren Etxezarreta:
Yo estoy totalmente de acuerdo en que hace falta mucho más análisis, lo que ocurre
es que el grupo en el que yo trabajo, primero: somos economistas y uno tiene sus
deformaciones, y nosotros tenemos muchas; y segundo: toda la gente que trabaja en
Miren Etxezarreta:
Sí.
Miren Etxezarreta:
Bé, comencem?
Miren Etxezarreta:
Hola, bon dia a tothom. Comencem, perquè ja ens hem endarrerit una mica, per tant,
val més que comencem ràpidament.
Per què hem fet aquest treball que us ensenyo? Si us interessa, es troba al web del
seminari Taifa i també el tenim en còpies en paper. Realment, l’hem fet perquè ens ha
semblat que, tenint en compte que les crisis són recurrents en el sistema capitalista,
en aquesta darrera crisi, la del 2007, com en totes les altres, apareixen mecanismes
que han suposat la destrucció d’una part de l’economia. I a causa de les polítiques
preses per a després de recuperar-se d’aquesta part de l’economia, també hi ha una
És curiós que, fa uns anys, quan alguns utilitzàvem la paraula capitalisme, semblava
que estàvem utilitzant una paraula obscena. No es parlava de capitalisme, era
l’economia de mercat en el millor dels casos, però capitalisme era una paraula de mal
gust, com a mínim. La crisi ha fet que la paraula capitalisme s’hagi recuperat molt
freqüentment i que els dubtes sobre el sistema econòmic en el qual vivim es manifestin
amb més amplitud. És a dir, la crisi canvia la percepció del sistema, canvia la
legitimació, perquè es perceben molt clarament les conseqüències negatives que està
tenint aquest sistema. Llavors, es pot mirar una mica quines han estat aquestes
conseqüències negatives en molts aspectes, i aquesta és una de les coses que hem
volgut fer en aquest treball.
A més, ens trobem en una situació en la qual el capital, que s’esforça per recuperar-se
de la crisi, veu que no només necessita recuperar-se econòmicament —aquest és,
sens dubte, el seu objectiu principal: la recuperació de la taxa de beneficis—, sinó
també políticament, ja que, si es perd la legitimació, es comença a posar en dubte el
poder de les oligarquies que ens dirigeixen: no tan sols les oligarquies polítiques, sinó
també les econòmiques i tot tipus de lideratges. És a dir, com que genera aquesta
pèrdua de legitimació, la crisi qüestiona moltes coses que s’han suposat, que s’havien
suposat o s’ignoraven, que no eren tan estables com semblaven. I, finalment,
ideològicament, també cal recuperar l’statu quo, perquè, si es posa en dubte que
aquest sistema sigui vàlid, les coses oscil·len més significativament.
D’una banda, tenim crisi, que suposa una pèrdua econòmica, però, en el nostre cas,
ha suposat sobretot —crec que és evident— una pèrdua de legitimació important. Com
us deia abans, ara la gent no té tan clar que el capitalisme sigui un bon sistema,
encara que sí que sembla que té clar que no n’hi ha cap d’altre. Això sí que sembla
que ho té clar. Tanmateix, no té tan clar que sigui un bon sistema. De l’altra, apareix el
capitalisme, que necessita recuperar aquests tres vessants: econòmic, polític i
ideològic per tal que es continuï reproduint el sistema, perquè, si no, hi hauria una
ruptura important. Això es produeix en un moment en el qual la situació ha estat
favorable als interessos del capital, a un augment de l’explotació i de l’expropiació per
moltes raons que tots coneixem. En primer lloc, perquè han desaparegut els sistemes
alternatius: la Unió Soviètica, malgrat tots els errors que tenia, es plantejava com un
sistema alternatiu i, per tant, aquest sistema hi era, amb els seus mites i les seves
ombres, però semblava —o durant molts anys va semblar— que hi podia haver un
sistema que no fos el mateix del capitalisme dominant. En segon lloc, les institucions
polítiques, sobretot des dels anys 70, amb la crisi dels 70, han anat abandonant la idea
de la transformació. Aquesta idea de canviar el sistema capitalista per un altre ja es va
començar a abandonar des de la crisi… no des de la crisi, disculpeu, ja es va
començar a abandonar amb el pacte social de després de la Segona Guerra Mundial.
A nosaltres, quan ens plantejàvem fer aquest treball, ens va semblar que existia o que
podia existir un cert interès a veure com es produïa l’expropiació de la riquesa de les
classes populars a més de l’explotació en el treball. És a dir, els que som crítics del
sistema capitalista, en general, fonamentem la nostra crítica en l’explotació de la força
de treball. Aquesta és l’explotació de la força de treball, fonamentada sobretot per
Marx i que és la base de la crítica social des de l’aparició del marxisme. Al nostre
parer, continua essent fonamental en allò que és el sistema capitalista, és a dir,
l’explotació de la força de treball, però ens semblava que no n’hi havia prou i que, en
les circumstàncies que acabo d’intentar perfilar, es podia precisar clarament que hi
havia una altra forma d’espoliació, d’expropiació de la riquesa social, que ha existit
De l’altra, i en particular, s’observa que, en tota aquesta etapa que, repeteixo, s’inicia
als anys 70, però continua ara i s’està intensificant permanentment, apareixen els drets
Llavors, el que hem fet simplement és agafar una sèrie d’elements de la vida
quotidiana —perquè ens interessava veure què està passant aquí i ara— i veure com
s’està realitzant aquesta despossessió en termes d’aspectes concrets. És a dir, hem
vist què ha passat amb la compra o el lloguer de l’habitatge, l’interès dels deutes, com
són els assalariats qui paguen la majoria dels impostos, i encara que aquest tema ja
seria més d’explotació laboral, també l’hem inclòs: la precarietat de la feina i la
disminució dels subsidis, i la privatització de tots els drets socials, la liquidació
pràcticament de l’estat del benestar. També ens semblen molt importants els beneficis
als monopolis dels serveis essencials, sobretot, el tema de l’energia: el gas,
l’electricitat… I també hem intentat estudiar una mica com han reaccionat les famílies a
tota aquesta situació, què fan les famílies per veure’s les orelles davant d’aquesta
situació que els és tan dura. Tot això que hem fet ho hem inclòs en aquest informe, i
una mica sota la idea que el que és important és percebre que, a part de l’explotació
laboral, existeix aquest altre tipus d’expropiació —nosaltres creiem que no s’ha de dir
explotació, perquè no és el mateix fenomen—, que existeix aquest tipus d’expropiació
o d’absorció de la riquesa social i que això s’està produint en cadascun d’aquests
factors diferents i conflueix amb els beneficis que s’obtenen de l’explotació del treball.
És a dir, aprofitant una mica tota la dinàmica social generada, en el fons, a través de la
crisi, ens trobem realment que el benefici empresarial és la part del treball laboral, però
també la part d’absorció de tota aquesta riquesa que ve de totes aquestes parts.
Llavors, el que hem fet ha estat repassar diferents facetes i, és clar, si ara us explico
què hem fet en cadascuna, això s’allargarà moltíssim. Tenim dues opcions: puc
explicar-vos una mica quins són els resultats més importants d’alguns d’aquests
elements o contar-vos una mica les conclusions a les quals vam arribar després
d’analitzar tots aquests elements. La veritat és que no sé ben bé per quina de les dues
línies optar. Per què parlar una mica dels elements…? No ho sé, per exemple, el tema
del sistema fiscal.
També hem analitzat què passa amb la producció i com s’ha optat en aquest país
concretament per produccions tradicionals de baix valor afegit. Igualment, hem
estudiat una mica, en conjunció amb un altre informe que hem fet sobre la Unió
Europea, com s’ha anat evolucionant des de l’entrada a la Unió Europea en el sentit de
la transformació de l’estructura productiva de l’estat espanyol i la seva subordinació al
centre industrial, com l’estat espanyol s’ha anat convertint gradualment d’un proveïdor
de productes de segon o tercer rang dins de l’esquema de la Unió Europea, diguem-
ne, a un consumidor fonamental dels productes dels països de primer rang, els països
més potents: Alemanya, França, el Regne Unit, el Benelux, Àustria... i ens ha convertit
en consumidors d’aquests productes finançats, a més a més, per un sistema de deute
que ha generat totes les dificultats del deute en les quals avui no ens toca entrar.
Aquest és el tipus d’exercicis que hem fet, però, és clar, els hem fet amb una mica més
de rigor i detall. Ara bé, si entrés en aquest detall, no acabaríem en molt de temps, per
això, m’estic saltant coses.
En el món laboral, també vull parlar una mica de les formes més flexibles d’explotació,
de les famoses formes dels autònoms que no són autònoms, dels emprenedors —els
pobres són uns intents de convertir-se en empresaris que fallen en moltíssimes
situacions—, del mite de l’emprenedoria, del mite de la innovació i l’educació. En
aquest país, precisament, se’ns va fer creure durant tot el període de després del
franquisme que arribaríem a una distribució justa de la renda amb l’educació. Doncs
ara resulta que tenim gent tan educada que no tenim feines i que la gent més educada
que tenim ha de marxar a altres indrets. Aquest matí escoltava a la ràdio que la gent
Això no ho hem tractat en aquest treball, però em permetré fer una petita denúncia,
com un parèntesi, perquè és un fenomen poc conegut i que, tanmateix, ens sembla, i a
mi, personalment, terrorífic: el sistema d’educació financera que s’està fent ara als
nens a les escoles. L’estat espanyol i també la Generalitat de Catalunya han fet acords
amb el sistema bancari d’aquest país: ”la Caixa”, el BBVA i em sembla que també el
Santander, però del Santander no em consta, pels quals aquests bancs financen que
persones que ells trien, generalment prejubilats de la banca o voluntaris de la banca,
vagin a les escoles a impartir allò que anomenen l’educació financera, que són uns
models d’educació financera, preparats no sé on, però proporcionats pels bancs
mateixos, en els quals els senyors que venen dels bancs, finançats pels bancs,
expliquen als nens de primària i secundària la importància que té, sobretot, pagar la
hipoteca, pagar els deutes i fer un pla de pensions. Si veieu o teniu l’oportunitat de
veure —perquè es pot veure— un prospecte d’aquesta educació financera que
s’imparteix als nens, comprendreu que és veritablement escandalós. A través de tot
això, s’està insuflant als nens un tipus d’ideologia que, realment, farà que després
pensin: “Això és el que hi ha i no hi ha res a fer”. I és terrible, perquè aquest tema no
només suposa que modelen les ments dels nens —a més a més, des de primària i
secundària, no és que siguin universitaris—, sinó una cosa que a mi em sembla
encara més greu: convencen aquests nens que la vida és així. D’altra banda, estic
personalment molt sorpresa que els sindicats de treballadors d’ensenyament no hagin
protestat més, perquè suposa realment saltar-se en rodó tot el tema d’oposicions, tot el
tema de preparació per a la docència, tot, perquè són els jubilats de la banca o els
voluntaris de la banca els que aniran a impartir aquests cursos, o sigui que, realment,
és una manera molt forta, diria, d’entrar a les ments que, quan tinguin 20 anys, creuran
que tots han de ser emprenedors i que allò que importa és guanyar molts diners. Bé,
Sí que puc esmentar que també hem treballat una mica tot el procés de privatització
dels drets socials i la privatització de l’habitatge. Igualment, voldria esmentar
explícitament un altre tema, que tampoc no hem treballat gaire en l’opinió pública, però
que jo anomeno la privatització de les caixes d’estalvis, perquè, veritablement, en
aquest país, s’ha privatitzat el 50 % dels dipòsits de les classes populars, que es
trobaven a les caixes d’estalvis, i aquests han passat directament a mans dels bancs
que han comprat aquestes caixes d’estalvis amb tan pocs diners. És cert que hi havia
algunes caixes d’estalvis que, com hem vist després, tenien molts problemes, però n’hi
havia moltes d’altres en les quals s’hagués pogut actuar d’una forma diferent. No
obstant això, ho han fet amb tanta habilitat que aquesta privatització s’ha dut a terme
sense que s’hagin produït pràcticament discussions: ni s’ha combatut ni s’ha debatut
gens què passa amb les caixes d’estalvis, particularment a Catalunya, on hi ha tantes
caixes d’estalvis i tan importants. Quan es van privatitzar aquestes caixes d’estalvis,
recordo que vaig estar fent una xerrada al Penedès, i la veritat és que em va
sorprendre que a Vilafranca mateix ningú no preguntés què passava amb les caixes
d’estalvis. És a dir, és un tema que a mi em sembla veritablement greu.
En general, també volíem esmentar un altre punt, que és com, arran de tot aquest
procés de privatització, l’Estat està abandonant les seves responsabilitats socials, i
volíem esmentar una mica la importància de l’expulsió de la responsabilitat social de
l’Estat cap a la caritat. Estem veient cada dia que Càritas és al centre de la imatge, i ha
de ser-hi, perquè, si no, molta gent no tindria res per a menjar, però sembla que és
inacceptable que, en un estat modern, no es tingui en compte que l’Estat té la
necessitat de respondre als problemes d’alimentació que puguin existir entre les
persones. Cada dia s’està movent més cap a la caritat. O sia, quan l’estat del benestar
no funciona adequadament, s’expulsa la caritat, i ho estem veient constantment: no
només amb Càritas, que compleix una funció que fa anys que duu a terme, però que
cada cop amplia més; ara resulta que hi ha Càritas i moltes altres ONG, i que cada dia
tenim La Marató d’ara per naps, la Marxa d’ara per cols, perquè necessitem diners per
a la investigació, perquè ens cal recollir diners per a alguna cosa. És a dir, hem
adoptat com una forma normal de cobrir les necessitats socials el fet que hi hagi
moviments de solidaritat, que no són moviments de solidaritat, perquè la solidaritat sí
que estaria molt bé, sinó que són moviments de revertir a la caritat i de revertir,
diguem-ne, a l’època de Sant Vicenç de Paül allò que realment són les necessitats
Un altre dels elements que hem estudiat en aquests temes és també una mica la
utilització dels mitjans de comunicació, com realment, perquè tot això sigui possible, és
cada cop més necessari el domini de l’opinió pública, ja que, altrament, ho entendríem
d’una altra manera. Llavors, hem descobert que existeix l’homogeneïtzació dels
missatges malgrat l’augment del seu nombre d’emissors. O sia, sembla que hi ha la
imatge que, com que hi ha infinitat d’emissores de ràdio, un munt de cadenes de
televisió i, a més a més, cadascú pot emetre un missatge per Twitter, Facebook o de
moltíssimes formes que ara els joves coneixeu, hi ha una emissora. Tanmateix, si
s’analitzen una mica més els missatges, veiem que hi ha una homogeneïtzació de
missatges tot i que es diu que hi ha molts més emissors. La desaparició també de
l’emissor com a intermediari, o sia, com de veritat s’està passant directament al fet que
molts missatges que tenen un valor més aviat de reforçar el sistema en el qual vivim
passin directament sense que calgui cap emissor, com ja no cal que hi hagi
intermediaris ni el context en el qual es produeix una notícia. És a dir, hi ha una anàlisi
limitada que hem fet també sobre els mitjans de comunicació i que hem plantejat.
Un altre element que ha fet que aquest treball despertés molt interès en força
persones és que hem estudiat una mica què és la factura de la llum. Si tinguéssim
temps, també us la podria explicar, perquè sembla que ningú no l’entén. Hem intentat
vincular-la a allò que suposa quant a l’expropiació d’excedent i hem vist la importància
que tenen aspectes com el traçat de la xarxa, que el caràcter oligopolístic de la
indústria energètica en aquest país té un traçat de la xarxa molt vertical i que, quan hi
ha hagut una legislació que ha dit: “No podeu tenir tots els aspectes del traçat de la
xarxa”, s’han convertit en quatre empreses absolutament de la mateixa propietat. És a
dir, s’ha mantingut realment l’oligopoli, i veiem que a Espanya s’ha escollit una opció
molt centralitzada de la generació d’energia primària i que s’està fent una forma de
subministrament d’energia verticalment molt integrada. També hem comentat coses
sobre el dèficit de tarifa, el fet que el dèficit de tarifa és realment una espècie de joc
També hem vist… Finalment, hem intentat fer un plantejament de com s’ajusten les
famílies enfront de tota aquesta explotació, quines estratègies invisibles hi ha d’ajust, i
hem intentat veure com es dissenyen aquestes estratègies. Hem vist com es
reorganitza la despesa dins les famílies: com davant dels preus tarifats (l’aigua, la
llum…), que no es poden eliminar, es gasta molt menys en alimentació, per exemple;
com es compra de forma diferent; com s’estiren els productes. I també, d’altra banda,
en la part més positiva, hem vist com es va generalitzant una subsistència
desobedient, és a dir, es genera l’ocupació i els furts famèlics, es punxa la llum… Ens
ha permès veure molt clarament que les persones subsisteixen en moltes ocasions a
base d’il·legalitat, que hi ha un debat important entre la il·legalitat i la injustícia o la
il·legalitat i la necessitat, i que aleshores cal plantejar-se dir: “Si et trobes en extrema
necessitat, la il·legalitat és probablement necessària i, a més a més, queda justificada”.
O sigui que la il·legalitat no és per definició injusta ni innecessària.
Hem treballat una mica el tema de la intensificació del treball domèstic: el fet que la
gent tingui menys diners suposa un augment de la feina a realitzar dins la família; la
provisió de serveis entre famílies: com s’organitza i el pes creixent sobre les dones; i,
un cop més, el tema de la caritat: el fet que hi ha realment un coixí familiar que es
converteix en un substitut de l’estat del benestar. O sia, quan tota la resta et falla,
abans d’anar a dormir a la porta d’un caixer —ara no es pot tampoc, perquè els caixers
estan tancats—, et queda el coixí familiar i el reforç, altra vegada, de la caritat en lloc
dels drets socials.
En una paraula, ja sé que el relat que hem fet és molt insatisfactori, només pretenia
estimular-vos una mica perquè, si us interessa, el mireu a Internet o en busqueu una
còpia, perquè creiem que hem aconseguit il·lustrar una mica una cosa que ja se sabia:
que el capitalisme, a part de l’explotació laboral, té o utilitza tots els canals per a
revertir de nou en el benefici. I hem fet unes conclusions que he de tornar a dir molt
ràpidament, sense argumentar-les gaire. És un tema que no puc argumentar gaire,
sinó descriure’l i, a més, un pèl de mala manera. O sia, veure una mica… Tot això està
conduint a una societat més incerta, més inestable, més injusta i més
desacomplexadament explotadora. Fa uns quants anys —jo, que ja en tinc molts, me’n
Ens hem preguntat per què no es produeix un conflicte social més gran, com és que
no ens revoltem més en aquesta societat en la qual l’expropiació de la riquesa social
és per la part laboral, però també per totes aquestes facetes. Llavors, hem vist que hi
ha aquest traspàs de despeses de l’esfera productiva i mercantil a la familiar i de la
caritat, la desestructuració de la vida, la pèrdua de poder de les institucions populars i
la profunda desafecció de la política institucional. Tanmateix, volem i creiem que es pot
ser una mica optimista malgrat tota aquesta trista imatge que he intentat reflectir. Van
sorgint estratègies de reorganització social i econòmica, que no són mercantils, en
l’esfera familiar, tal com hem comentat, i la resistència de les classes populars es
manifesta de formes noves.
De l’altra, per ser una mica més optimistes, crec que en les nostres societats, i en la
nostra en particular, també s’estan veient certs moviments progressistes, moviments
socials. És veritat que van quedar un pèl diluïts, però penso que els moviments socials
van originar moltes dinàmiques noves als barris, als pobles, en moltes facetes que
s’estan elaborant i completant en les marees i en noves formes d’organitzar-se, i crec
que tota aquesta nova dinàmica del capital també requereix que ens belluguem
altrament com a resistència i com a instrument de lluita. Per tant, crec que, malgrat tot
el plantejament que fem i no reneguem —és així de negre i trist, i té tota aquesta
força—, si som capaços de treballar en àmbits encara que siguin reduïts de formes
que puguem entendre i som capaços de renovar les formes d’organitzar la nostra
resistència i la nostra acció política, podrem arribar a qüestionar almenys tota aquesta
expropiació que hem intentat reflectir en aquest treball.
Vull assenyalar que cal treballar amb un doble objectiu: lluitar dia a dia per evitar
l’expropiació de la vida quotidiana, però, alhora, interpretar que, si no canviem el
sistema en general, no serveix de gran cosa lluitar dia a dia, perquè totes aquestes
reformes, quan arriba un moment de crisi o de domini del capital, queden diluïdes, els
triomfs quotidians queden diluïts per grans endarreriments en l’organització, tal com
veiem que s’estan produint des de la crisi dels 70. Res més. Moltes gràcies.
Dona:
El primer és sobre el tema de la intervenció del sistema financer a les escoles i als
instituts. La Miren té raó, però també és important dir que alguns sindicats s’hi han
oposat radicalment, per exemple, co.bas, un sindicat al qual pertanyo, i que molts
claustres de professors s’han manifestat en contra d’aquest tipus d’intervencions que,
d’altra banda, els beneficiaven, perquè així disminuïen les seves hores laborals.
El segon és que també té raó en el tema del llenguatge. No obstant això, la meva
experiència com a professor d’una assignatura horrible que es diu Economia i Iniciativa
Emprenedora a cicles formatius de grau mitjà i superior en un institut de l’extraradi de
Barcelona en aquests últims 15 anys és que ara es pot parlar sense cap tipus de
problema d’explotació, capitalisme i lluita de classes, i els alumnes ho entenen
perfectament.
El tercer és que la ràbia i indignació acumulada que tenen aquests joves d’entre disset
i trenta i tants és enorme i potencialment molt rebel.
El quart és que l’interès que manifesten ara, en aquests darrers anys, per moviments
socials i per experiències polítiques recents que no cal citar també és molt important.
El cinquè és que, per ells, el cooperativisme és més que una paraula, i molts intenten
aquest tipus d’experiències quan acaben els seus estudis de cicles formatius.
El sisè és que hi ha un claríssim rebuig per part d’estudiants i professors a una cosa
que s’anomena formació dual, que podríem definir com la concreció de l’horror i una
aposta del Departament d’Educació de la Generalitat de Catalunya.
Miren Etxezarreta:
Bé, no tinc res per a comentar. Estic totalment d’acord amb el que s’ha dit i agraeixo el
que s’ha completat, el que jo no he dit. Em sembla molt bé, o sigui que és un
comentari perfecte.
Miren Etxezarreta:
Bé, tampoc no tinc gran cosa a dir pel que fa a això. De ben segur que la història del
moviment obrer és un dels elements fonamentals en els quals s’han de basar les
resistències actuals, i potser un dels problemes és que, moltes vegades, no la
coneixem gaire. D’altra banda, penso que els joves sempre volen inventar-ho tot,
perquè, quan veus, per exemple, expressions ara dels joves —amb els quals
simpatitzo totalment a pesar de la meva edat—, dius: “Si estan descobrint la sopa
d’all!”. Però és que els joves l’han de descobrir, perquè, si els en donem la recepta, no
els agradarà. Llavors, crec que aquí tenim una mica l’equilibri. D’una banda, haurien
de tenir més informació. Penso que un dels problemes dels moviments socials actuals,
però això és una dèria personal, és que tenen molt poca formació. Tenen molt poca
formació en història, per exemple, com esteu assenyalant molt bé, i en altres coses
també. De l’altra, però, cal entendre que la gent jove no viurà d’allò que li expliquem
els vells. Per tant, hem d’establir aquí un intent de comunicació, sobretot, i d’equilibri. I
teniu tota la raó, allò del moviment… Jo no soc partidària d’haver de començar de
zero, però una persona de 20 anys creu que està inventant el món. Llavors, com hi
lluitem? Caldria molta més comunicació entre generacions i també molts més mitjans
de comunicació de què és la història, però ja veieu que, si ni tan sols es recorda la
memòria històrica en aquest país i no es pot mantenir el que ha passat, difícilment
explicarem als joves, que no saben què és el franquisme, què va ser el moviment
obrer a principis del segle XIX, o a principis del segle XX, disculpeu.
Miren Etxezarreta:
Bé, tot són preguntes molt còmodes, ja que tampoc no tinc gran cosa a dir pel que fa a
això. També estic d’acord amb el que dieu, el que passa és que trobo que nosaltres
molt modestament i molt en la mesura d’unes forces minusculíssimes és el que hem
intentat fer en aquest informe. Els temes de les formes d’extracció d’excedent que es
recullen en aquest informe fa molt temps que es coneixen, no només… Bé, he citat
Marx, que ja deia que és el botiguer, el propietari de la casa… I, en el cas, per
exemple, de la crisi recent a l’estat espanyol, el tema de les hipoteques. Fixeu-vos si
n’és de conegut, amb tota la reacció que ha originat la PAH, afortunadament. El que
nosaltres vam intentar és explicar una mica per què passen aquestes coses per
fonamentar una mica els antagonismes que dieu, perquè, és clar, els plantejaments
que es fan són: es percep tot això i això ve de lluny. Llavors, fixeu-vos si ve de lluny la
factura de la llum. Vam procurar explicar-los una mica per intentar obrir aquest tipus de
plantejaments al debat polític i a la inquietud col·lectiva, ja que, si no, nosaltres, que
estem nodrits del marxisme i l’acceptem, tendim moltes vegades a parar-nos en
l’explotació de la força de treball exclusivament. Aleshores, vam pensar: “Bé, no ens
quedem aquí, intentem reforçar aquesta reacció davant de la despossessió perquè es
plantegin més antagonismes i més ben plantejats explicant una mica que també ens
extreuen el fruit del nostre esforç d’altres maneres.
Miren Etxezarreta:
Estic totalment d’acord que cal molta més anàlisi, però, en primer lloc, en el grup on
treballo, som economistes i un té les seves deformacions, i nosaltres en tenim moltes.