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El problema del crecimiento


Petróleo (2.ª sesión)
Emilio Santiago Muíño:
[Inaudible] Miren Etxezarreta, que es catedrática de Economía de la Universidad
Autónoma de Barcelona y, además, es una economista crítica muy vinculada con
movimientos sociales, concretamente con el colectivo Taifa. Además, me han contado
por ahí que fuiste miembro del primer claustro del PEI, ¿no?

Miren Etxezarreta:
Sí.

Emilio Santiago Muíño:


Así que… Bueno, bienvenida otra vez al PEI. Tenemos muchas ganas de escuchar tu
conferencia sobre la desposesión de la vida cotidiana.

Miren Etxezarreta:
Bueno, ¿empezamos ya?

Emilio Santiago Muíño:


Sí, vamos empezando, porque, si no, luego tenemos problemas de horas.

Miren Etxezarreta:
Hola, buenos días a todas y a todos. Vamos a empezar, porque ya vamos con un poco
de retraso, o sea que mejor que empecemos rápidamente.

Bueno, yo no he podido escuchar al profesor Navarro, pero he escuchado al siguiente


ponente y, claro, lo que yo voy a presentar ahora es como un bajón enorme en la
escala. Él ha hablado de estos sistemas globales y de lo que va a pasar en el mundo.
Al contrario, yo voy a presentar un pequeño trabajo, un trabajo que hemos hecho en el
seminario Taifa, que es uno de los grupos en los que yo trabajo, en el que nos hemos
preocupado de la vida cotidiana, de la vida de todos los días aquí y ahora. Entonces,
el bajón de escala es bastante sustancial.

¿Por qué hemos hecho este trabajo que les enseño? Está en la web del seminario
Taifa, si les interesa, y también tenemos copias en papel. Realmente, lo hemos hecho
porque nos ha parecido que, dado que las crisis son recurrentes en el sistema
capitalista, en esta última crisis, la del 2007, como en todas las demás, aparecen
mecanismos que han supuesto la destrucción de una parte de la economía. Y debido a

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las políticas que han sido tomadas para después de recuperarse de esa parte de la
economía, hay también una sustancial ruptura en la cohesión social, disminuyen los
beneficios de las empresas y se deteriora la legitimación del sistema.

Hace unos años, es curioso que, cuando usábamos algunos la palabra capitalismo,
parecía que estábamos utilizando una palabra obscena. De capitalismo no se hablaba,
era la economía de mercado en el mejor de los casos, pero capitalismo era una
palabra de mal gusto, por lo menos. La crisis ha hecho que la palabra capitalismo se
haya recuperado muy frecuentemente y que las dudas sobre el sistema económico en
el que vivimos se manifiesten con una mayor amplitud. Es decir, la crisis cambia la
percepción del sistema, cambia la legitimación, porque se perciben muy claramente
las consecuencias negativas que está teniendo ese sistema. Entonces, se puede mirar
un poco cuáles han sido esas consecuencias negativas en muchos aspectos, y esta es
una de las cosas que nosotros hemos querido hacer en este trabajo.

Nos encontramos, además, en una situación en que el capital, en su esfuerzo por


recuperarse de la crisis, ve que necesita recuperarse no solo económicamente —
indudablemente este es su objetivo principal: la recuperación de la tasa de
beneficios—, también tiene que recuperarse políticamente, puesto que, si se pierde la
legitimación, se empieza a poner en duda el poder de las oligarquías que nos dirigen:
no solo las oligarquías políticas, sino también las oligarquías económicas y todo tipo
de liderazgos. Es decir, la crisis, al generar esta pérdida de legitimación, pone en
cuestión muchas cosas que se han supuesto, que se habían supuesto o se ignoraban,
que no eran tan estables como parecían. Y, finalmente, ideológicamente, hace falta
también recuperar el statu quo, porque, si se pone en duda que este sistema es un
sistema válido, entonces las cosas se bambolean más significativamente.

Tenemos, por un lado, crisis, que supone pérdida económica, pero sobre todo ha
supuesto en nuestro caso —yo creo que es evidente— una pérdida de legitimación
importante. Como les decía antes, ahora la gente no tiene tan claro que el capitalismo
sea un buen sistema, aunque sí parece que la gente tiene claro que no hay otro. Eso
sí que parece que lo tiene claro, pero no tiene tan claro que sea un buen sistema. Por
otro lado, aparece el capitalismo, que necesita recuperar esas tres vertientes:
económica, política e ideológica para que se siga reproduciendo el sistema, porque, si
no, habría una ruptura importante. Esto se produce en un momento en que la situación
ha sido favorable a los intereses del capital, a un aumento de la explotación y de la
expropiación por muchas razones que todos conocemos. En primer lugar, porque han
desaparecido los sistemas alternativos: la Unión Soviética, con todos los fallos que
tenía, se planteaba, sin embargo, como un sistema alternativo y, por lo tanto, ese
sistema estaba ahí, con sus mitos y con sus sombras, pero parecía —o durante
muchos años pareció— que podía haber un sistema que no fuera el mismo del
capitalismo dominante. En segundo lugar, las instituciones políticas, sobre todo desde
los años 70, con la crisis de los 70, han ido abandonando la idea de la transformación.
Esta idea de cambiar el sistema capitalista por otro ya se empezó a abandonar desde

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la crisis… no desde la crisis, perdón, ya se empezó a abandonar con el pacto social de
después de la Segunda Guerra Mundial.

Todos sabemos que, después de la Segunda Guerra Mundial, hubo un pacto social
por el cual se consiguieron muchos derechos para las clases populares, para los
trabajadores en general, pero a cambio de que las grandes instituciones sociales,
particularmente los sindicatos y los partidos socialdemócratas de aquella época,
consideraran que se podía sostener el sistema capitalista. Durante la Segunda Guerra
Mundial, las fuerzas de la Resistencia, lideradas en muchos países por el Partido
Comunista, fueron fuerzas que ponían en cuestión el sistema y que decían:
“Queremos cambiar el sistema capitalista por otro sistema alternativo”. Sabemos que
el pacto social de después de la Segunda Guerra Mundial consiguió que se aceptara
la existencia del capitalismo como el modo de producción más generalizado —todavía
existía la URSS, evidentemente— a cambio de todos los derechos que se
consiguieron y el estado del bienestar que se consiguió en aquella etapa. Pero, a partir
de la crisis de los 70, esta sensación se va abandonando y estos partidos van
perdiendo su fuerza transformadora y se van conformando con algunas
reivindicaciones de tipo más particular y más minoritarias.

Finalmente, nos encontramos en una etapa en que el conservadurismo que se inicia


precisamente con la crisis de los 70 en la Unión Europea y también en Estados
Unidos… Y la debilidad de las resistencias sociales también favorece un poco que, a
partir de la crisis de los 70… Yo creo que todo lo que está pasando en esta crisis tiene
sus propias características, pero se inicia ya con la crisis de los años 70. Y, desde
luego, creo que la reacción del capital a la situación de los derechos sociales
existentes se inicia ya en la crisis de los años 70. La crisis del año 2007 favorece
todavía más esta dinámica. Es decir, tenemos, por una parte, la necesidad de una
renovación y de una recuperación desde el punto de vista del capital y una debilidad
importante desde el punto de vista de las fuerzas populares y de las fuerzas de
trabajo, que, además, se van a ver impelidas en la crisis del 2007 a una situación
todavía mucho más difícil. Por lo tanto, se inicia un periodo de recuperación en que el
capital sabe perfectamente o cree, por lo menos, que puede dar fuerza a su
recuperación en esas tres facetas que he señalado. Es decir, se van a recuperar los
tres elementos: la tasa de beneficios, el dominio de las oligarquías y las ideas que
subyacen en todo el planteamiento a través de aumentar la explotación básica que se
da siempre en el sistema capitalista, pero, además, a través de explorar y de llevar al
máximo aquellas otras facetas de expropiación de la riqueza social a favor del capital
por la debilidad, un poco, de las fuerzas populares y las circunstancias de crisis en las
que nos encontramos.

A nosotros, cuando nos planteamos hacer este trabajo, nos pareció que existía o que
podía existir un cierto interés en ver cómo se daba la expropiación de la riqueza de las
clases populares además de la explotación en el trabajo. Es decir, los que somos
críticos del sistema capitalista, en general, apoyamos nuestra crítica en la explotación
de la fuerza de trabajo. Esa es la explotación de la fuerza de trabajo, fundamentada

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sobre todo por Marx y que viene siendo la base de la crítica social desde la aparición
del marxismo. Esto, a nuestro modo de ver, sigue siendo fundamental en lo que es el
sistema capitalista, es decir, la explotación de la fuerza de trabajo, pero nos parecía
que no bastaba y que, en las circunstancias que acabo de intentar perfilar, se podía
precisar claramente que había otra forma de expoliación, de expropiación de la riqueza
social, que ha existido siempre, pero que se ha intensificado mucho con la situación
actual después de la crisis del 2007. Es decir, en esta lucha de clases permanente que
supone el sistema capitalista, el capital aprovecha todas las oportunidades para
mejorar el beneficio y, en un momento de crisis, puede hacer una restructuración de
relaciones sociales. Entonces, era necesario añadir la expropiación de los ingresos del
trabajador a la explotación de la fuerza de trabajo, y cuando digo trabajador, estoy
hablando de todos aquellos que se ganan la vida con su trabajo, aunque sean trabajos
muy elaborados y tengan salarios muy sustanciales; es decir, toda aquella riqueza
social que no va al capital. Esta imagen nos pareció que podía servir para hablar un
poco en términos de desposesión.

¿Qué es la desposesión? Es lo que nosotros exponemos en este informe que, como


les he dicho, presentamos hace un año. Realmente, se trata de recoger un poco las
ideas fundamentales de Marx sobre la acumulación primitiva, reelaboradas por David
Harvey principalmente, que, como ustedes saben, es un autor que ha estado en esta
casa muchas veces y que está elaborando mucho los planteamientos del marxismo.
Es decir, hemos intentado o hemos querido ver por qué mecanismos el capitalismo
actual absorbe la riqueza social que no es absorbida a través del proceso directo de
explotación. Esto es lo que hemos llamado desposesión. Es decir, la desposesión que
se manifiesta a través de mecanismos diferentes, que no son el laboral estrictamente,
pero que absorbe, como lo decimos en la primera página de este informe, que recoge
un poco Marx en su manifiesto —no en sus elaboraciones posteriores, sino en el
manifiesto— cuando dice: “Una vez el obrero ha sufrido la explotación del fabricante y
ha recibido su salario en metálico, se convierte en víctima de otros elementos de la
burguesía: el casero, el tendero, el prestamista, etc.”.

Lo que nosotros hemos intentado hacer en este trabajo es ver cómo se traducen
actualmente el casero, el tendero, etc. Hemos percibido que lo que se está dando se
ha dado siempre en el capitalismo. Ya les he dicho que ya se veía a mediados del
siglo XIX que, realmente, el casero y el tendero eran importantes, pero ahora se ve
todavía con más claridad, en el sentido de decir: “Bueno, ¿qué está pasando ahora?”.
Está pasando algo sobre lo que ya hemos hablado en otras reuniones y otras veces, y
que muchos autores han mencionado, pero que queríamos destacar.

Por una parte, se da la mercantilización de todos los ámbitos de la vida, o sea,


prácticamente no queda nada o queda muy poca cosa que no pase por el mercado.
Todo tiene que pasar por el mercado y, verdaderamente, al pasar por el mercado, hay
una oportunidad de que las personas que tengan que atravesar para comprar esos
productos por medio del mercado tengan que generar… se den un tipo de precios que
realmente no pueden existir, que realmente suponen la extracción a la población de

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parte del excedente económico producido que les ha sido pagado en forma de
remuneración, salario en general o puede ser otro tipo de remuneración. Es decir, si lo
mercantilizamos todo, hay muchos más mecanismos por los cuales esto sucede.

Por otra parte, y en particular, se observa que, en toda esta etapa que, repito, se inicia
en los años 70, pero continúa ahora y se está intensificando permanentemente,
aparecen los derechos sociales, que se están privatizando y que se han convertido en
mercancías por las que hay que pagar al capital privado; esto lo sabemos
clarísimamente. Está sucediendo en la educación, está sucediendo en la salud, está
sucediendo cada día más en la vivienda y en los precios de la vivienda, está
sucediendo con la ley de dependencia; hay que pagar todos los servicios cada vez que
se dan. Es decir, a través de la mercantilización y la privatización de los derechos
sociales, de los productos sociales que se habían conseguido —muchos de ellos
después de la Segunda Guerra Mundial—, se va absorbiendo aquella parte de riqueza
social que está por encima de las necesidades estrictas de reproducción de la fuerza
de trabajo y, por lo tanto, el trabajador tiene que utilizar una parte creciente de su
salario para los productos que antes eran derechos sociales. Esto está muy trabajado
también por otras personas —precisamente también por el profesor Navarro, que
tenemos presente— en el sentido de que son derechos sociales que han sido
privatizados y han sido trabajados para que sirvan de vehículos para la extracción de
la riqueza que se paga al trabajador, de forma que el capital logra cada vez disminuir
el coste de esos derechos sociales, pero, sobre todo —y quizá lo que es más
importante—, logra nuevos nichos de negocios para obtener más beneficios. Es decir,
consigue nuevos lugares donde conseguir más beneficios.

Entonces, lo que hemos hecho simplemente es tomar una serie de elementos de la


vida cotidiana —porque nos interesaba ver qué está pasando aquí y ahora— y ver
cómo se está realizando esta desposesión en términos de aspectos concretos. Es
decir, hemos visto qué ha pasado con la compra o el alquiler de la vivienda, el interés
de las deudas, como son los asalariados los que pagan la mayoría de los impuestos,
y aunque este tema ya sería más de explotación laboral, lo hemos incluido también: la
precariedad del empleo y la disminución de los subsidios, y la privatización de todos
los derechos sociales, la liquidación prácticamente del estado del bienestar. También
nos parecen muy importantes los beneficios a los monopolios de los servicios
esenciales, sobre todo, el tema de la energía: el gas, la electricidad… Y hemos
intentado también estudiar un poco cómo las familias han reaccionado a toda esta
situación, cuáles son un poco los elementos que las familias hacen para salir a flote de
esta situación tan dura para todas ellas. Todo esto que hemos hecho lo hemos incluido
en este informe, y bajo la idea un poco de que lo importante es percibir como, además
de la explotación laboral, existe este otro tipo de expropiación —nosotros creemos que
no se debe llamar explotación, porque no es el mismo fenómeno—, como existe este
tipo de expropiación o de absorción de la riqueza social y como esto se está dando en
cada uno de estos distintos factores y confluye con los beneficios que se obtienen de
la explotación del trabajo. Es decir, aprovechando un poco toda la dinámica social
generada, en el fondo, a través de la crisis, nos encontramos realmente con que el

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beneficio empresarial es la parte del trabajo laboral, pero también la parte de
absorción de toda esta riqueza que viene de todas estas partes.

Entonces, lo que hemos hecho ha sido repasar distintas facetas y, claro, si yo ahora
les quiero contar lo que hemos hecho en cada una de estas facetas, esto se va a
alargar muchísimo. Tenemos dos opciones: puedo contarles cuáles son un poco los
resultados más importantes de alguno de estos elementos o contarles un poco las
conclusiones a las que nosotros llegamos después de analizar todos estos elementos.
La verdad es que no sé muy bien por cuál de las dos líneas optar. ¿Por qué hablar un
poco de los elementos…? Por ejemplo, no sé, el tema del sistema fiscal.

El sistema fiscal muchas veces no se suele asociar con la explotación del trabajo. Sin
embargo, el sistema fiscal que nosotros estamos viviendo, a pesar de toda la teoría de
que el que más tiene es el que más paga… Si nosotros vemos, como hemos visto en
este informe, quiénes pagan realmente los impuestos en este país, está clarísimo que
más del 75 % de los impuestos en este país los pagan los trabajadores a través de las
cotizaciones sociales y del IRPF, y los consumidores a través del IVA, mientras que
los beneficios del capital pagan muy pocos impuestos, con lo cual el sistema fiscal es,
además de su injusticia, una forma de extracción, de que el gasto colectivo de
constituir una sociedad determinada o constituir un Estado realmente se esté llevando
a cabo a expensas de las clases populares con una serie fuerte de mecanismos de
evitar que el capital pague impuestos. Es verdad que es muy conocido el tema del
fraude fiscal, pero nosotros dimos un poco más de importancia al tema de la elusión
fiscal, en el sentido de que nos parece tan o más grave que haya figuras jurídicas
legales por las cuales el capital puede eludir pagar los impuestos. Entonces, hemos
trabajado un poco el tema de la elusión fiscal en el sentido de todas las figuras,
empezando por las sicavs, que ya son muy conocidas, y continuando por la tributación
de los fondos de inversión y por la tributación de todos aquellos beneficios de
empresas instaladas en este país, pero que están obtenidos en el extranjero. Bueno,
toda una serie de figuras jurídicas que hacen que, realmente, el capital pague
poquísimos impuestos —se calcula entre un 16 % y un 18 % del ingreso total de
Hacienda—, cuando realmente son los trabajadores del país los que estamos pagando
todo el importe del coste social.

Hemos analizado también qué pasa con la producción y como se ha optado en este
país concretamente por producciones tradicionales de bajo valor añadido. Asimismo,
hemos estudiado un poco, en conjunción con otro informe que hemos hecho sobre la
Unión Europea, cómo se ha ido evolucionando desde la entrada en la Unión Europea
en el sentido de la transformación de la estructura productiva del Estado español y su
subordinación al centro industrial, cómo gradualmente el Estado español se ha ido
convirtiendo de un proveedor de productos de segundo o tercer rango dentro del
esquema de la Unión Europea, digamos, a un consumidor fundamental de los
productos de los países de primer rango, los países más potentes: Alemania, Francia,
el Reino Unido, el Benelux, Austria… y nos ha convertido en consumidores de esos
productos financiados, además, por un sistema de deuda que ha generado todas las

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dificultades de la deuda en las cuales hoy no nos toca entrar. Este es el tipo de
ejercicios que hemos hecho, pero, claro, los hemos hecho con un poco más de rigor y
detalle. Ahora bien, si fuera a entrar en ese detalle, no acabaríamos en muchísimo
tiempo, por eso, me estoy saltando un poco.

Hablar un poco también, en el mundo laboral, de las formas más flexibles de


explotación, de las famosas formas de los autónomos que no son autónomos, de los
emprendedores —los pobres son unos intentos de convertirse en empresarios que
fallan en muchísimas situaciones—, del mito del emprendimiento, del mito de la
innovación y la educación. En este país, precisamente, durante todo el periodo de
después del franquismo, se nos hizo creer que, con la educación, llegaríamos a una
distribución justa de la renta. Pues resulta que ahora tenemos gente tan educada que
lo que no tenemos ni remotamente son empleos, y la gente más educada que tenemos
tiene que marcharse a otros sitios. Oía en la radio esta mañana que la gente muy
educada de este país está haciendo múltiples trabajos en los cuales su profesión no
tiene nada que ver con el tipo de educación que ha recibido. Ya está bien que la gente
sea más educada, porque supone un nivel personal de otro calibre, pero no
relacionemos eso con el tipo de posibilidades laborales que, realmente, se está viendo
que cada día tienen menos relación. Pero también hemos visto que se está dando el
fenómeno de uno de los tres elementos que tenía que recuperar el capitalismo: la
posesión de las mentes, y lo que se observa ahora, por ejemplo, es que, a través de
estos procesos educativos, se ha conseguido que una mayoría de la juventud haya
absorbido tan profundamente estos elementos que ni siquiera se plantee que las
cosas puedan ser de otra manera. Una frase que, a mi modo de ver, es muy triste y
que se repite mucho en la juventud de hoy es: “Es lo que hay, esto es lo que hay. No
hay mucho más para…”. “Esto es lo que hay” es la reacción de la juventud a la
situación laboral en la que se está encontrando, que elimina muchos aspectos de
querer reaccionar ante esta situación. De ahí todo el tema de ser empresarios por sí
mismos y que la gente joven, sobre todo, esté intentando adquirir los valores que sabe
que le facilitarán el desarrollo de una situación laboral. ¿Esto qué les dice? “No, no, no
se trata de tener un trabajo o no tener un trabajo, se trata de que usted esté pensando
en la empresa todo el tiempo”. Sabemos que esto está pasando y, en consecuencia,
todo el planteamiento del sistema educativo para dominar las mentes de la gente.

Esto no lo hemos hecho en este trabajo, pero me voy a permitir hacer una pequeña
denuncia, como un paréntesis, porque es un fenómeno poco conocido y que, sin
embargo, nos parece, y a mí, personalmente, terrorífico: lo que se está haciendo ahora
del sistema de educación financiera en las escuelas a los niños. Se han hecho
acuerdos del Estado español y también de la Generalidad de Cataluña con el sistema
bancario de este país: ”la Caixa”, el BBVA y creo que también el Santander, pero del
Santander no me consta, por los cuales estos bancos financian que gente que ellos
eligen, generalmente prejubilados de la banca o voluntarios de la banca, vaya a las
escuelas a dar lo que llaman la educación financiera, que son unos modelos de
educación financiera, preparados no sé por dónde, pero proporcionados por los
propios bancos, en los cuales los señores que vienen de los bancos, financiados por

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los bancos, explican a los niños de primaria y secundaria la importancia que tiene,
sobre todo, pagar la hipoteca, pagar las deudas y hacer un plan de pensiones. Si
ustedes ven o tienen oportunidad de ver —porque eso se puede ver— un prospecto de
esta educación financiera que se da a los niños, comprenderán que es
verdaderamente de juzgado de guardia. A través de todo esto, los niños están siendo
insuflados con un tipo de ideología que, realmente, conducirá a que después piensen:
“Esto es lo que hay y no hay otra cosa que hacer”. Y es terrible, porque no solamente
este tema supone que modelan las mentes de los niños —y además desde primaria y
secundaria, no es que sean universitarios—, sino algo que a mí me parece todavía
más grave: convencen a esos niños de que la vida es así. Por otro lado, estoy
personalmente muy sorprendida de que los sindicatos de trabajadores de la
enseñanza no hayan protestado más, porque realmente supone saltarse de un golpe
todo el tema de oposiciones, todo el tema de preparación para la docencia, todo,
porque son los jubilados de la banca o los voluntarios de la banca los que van a ir a
impartir esos cursos, o sea que, realmente, es una manera muy fuerte, diría yo, de
entrar en las mentes que, cuando tengan 20 años, creerán que todos tienen que ser
emprendedores y que lo importante es que uno gane mucho dinero. Bueno, pues es
este tipo de trabajos el que nosotros hemos hecho en este tema y que yo no me atrevo
a detallar, porque realmente sería demasiado.

Sí que puedo mencionar que también hemos trabajado un poco todo el proceso de
privatización de los derechos sociales y la privatización de la vivienda. Y querría
mencionar también explícitamente otro tema, que tampoco hemos trabajado
demasiado en la opinión pública, pero que yo llamo la privatización de las cajas de
ahorros, porque, verdaderamente, en este país, se ha privatizado el 50 % de los
depósitos de las clases populares, que estaban en las cajas de ahorros, y estos han
pasado directamente a las manos de los bancos que han comprado esas cajas de
ahorros con tan poco dinero. Es verdad que había algunas cajas de ahorros que
tenían muchos problemas, como lo hemos visto después, pero había muchas otras
cajas de ahorros en las que se habría podido actuar de otra manera. No obstante, lo
han hecho con tanta habilidad que esa privatización se ha hecho sin que haya habido
prácticamente discusiones: ni se ha combatido ni se ha debatido un poco qué pasa
con las cajas de ahorros, particularmente en Catalunya, donde hay tantas cajas de
ahorros y tan importantes. Yo recuerdo que, cuando se privatizaron estas cajas de
ahorros, estuve dando una charla en el Penedès, y la verdad es que me sorprendió
que en la propia Vilafranca nadie preguntara qué pasaba con las cajas de ahorros. Es
decir, es un tema que a mí me parece verdaderamente grave.

Es mucho más conocido el tema de la privatización de la salud, el tema de la


privatización de la educación, el tema de la privatización de la asistencia social, pero
también queríamos mencionar un poco el tema de la privatización de la vivienda con la
subida de los precios, o sea, todo el fenómeno especulativo que hubo antes de la
crisis del 2007 y que está existiendo —y que en Barcelona conocemos muy bien— de
subida de las rentas y de subida de los precios de los edificios, pues, sin ninguna
duda, es una forma de extracción de riqueza importante.

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En general, también queríamos mencionar otro punto, que es como, fruto de todo este
proceso de privatización, el Estado está abandonando sus responsabilidades sociales,
y queríamos mencionar un poco la importancia de la expulsión hacia la caridad de la
responsabilidad social del Estado. Estamos viendo todos los días que Cáritas está en
el centro de la imagen, y tiene que estar en el centro de la imagen, porque, si no,
mucha gente no tendría que comer, pero parece que no es de recibo que, en un
Estado moderno, no se tenga en cuenta que el Estado tiene la necesidad de
responder a los problemas de alimentación que puedan existir en la gente. Cada día
más se está moviendo hacia la caridad. O sea, cuando el estado del bienestar no
funciona adecuadamente, lo que se hace es expulsar a la caridad, y lo estamos viendo
constantemente: no solamente con Cáritas, que cumple una función que ya lleva
cumpliendo muchos años, pero ampliando cada vez más; ahora nos encontramos con
que hay Cáritas y otras muchas ONG, y que tenemos cada día La Maratón de no sé
qué, la Marcha por no sé cuántos, porque hace falta dinero para la investigación,
porque nos hace falta sacar dinero para tal cosa. Es decir, hemos adoptado nosotros
como una forma normal de cubrir las necesidades sociales el que haya movimientos
de solidaridad, que no son tales movimientos de solidaridad, porque la solidaridad sí
que estaría muy bien, sino que son movimientos de revertir a la caridad y de revertir a
la época de San Vicente de Paúl, diríamos, lo que realmente son las necesidades
sociales. Y, además, el hecho de que se están introduciendo en la mente de las
personas como grandes hechos solidarios —que realmente no lo son—, porque no
cabe la menor duda de que, por ejemplo, La Maratón de TV3, que todos conocemos,
se vende como un gran espectáculo de solidaridad. Bueno, ¿hasta dónde es
solidaridad o hasta dónde es verdaderamente un pasar a la caridad privada una
responsabilidad?

Otro de los elementos que hemos estudiado en estos temas es un poco también la
utilización de los medios de comunicación, como realmente, para que todo esto sea
posible, es cada vez más necesario el dominio de la opinión pública, porque, si no, lo
entenderíamos de otra manera. Y, entonces, hemos descubierto que existe la
homogeneización de los mensajes a pesar del aumento del número de emisores de
los mensajes. O sea, parece que existe la imagen de que, como hay tropecientas
emisoras de radio, no sé cuántas cadenas de televisión y, además, cada uno puede
emitir un mensaje por Twitter, Facebook o de diez mil maneras que los jóvenes ahora
conocéis, hay una emisora. Sin embargo, si se analizan un poco más los mensajes,
vemos que hay una homogeneización de mensajes a pesar de que se dice que hay
muchos más emisores. La desaparición también del emisor como intermediario, o sea,
como verdaderamente se está pasando directamente a que muchos mensajes que
tienen un valor más bien de reforzar el sistema en que vivimos pasen directamente sin
necesidad de que haya ningún emisor, como no hace falta ya que haya intermediarios
ni el contexto en el cual se produce una noticia. Es decir, hay un análisis limitado que
hemos hecho también sobre los medios de comunicación y que hemos planteado.

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Bueno, cómo se da en la salud y en la privatización sanitaria, precisamente, este
abandono de la responsabilidad pública que les decía. Hemos estudiado con más
detalle la salud y la privatización sanitaria, y hemos visto que, de las 500 empresas
mayores del mundo, las diez primeras son farmacéuticas. Es decir, el gasto en salud,
por una parte, es gasto en salud, pero, por otra parte, es un gasto que va directamente
a los beneficios de las farmacéuticas. También hemos visto como el 20 % de los
gastos de investigación, que se dan en el sistema de salud y por los cuales no se
pagan impuestos, van a mejorar el producto, solo el 20 %, y el resto va a marketing, a
publicidad, a toda una serie de elementos; la tendencia a la privatización de la
medicina que todos conocemos.

Otro elemento que ha dado lugar a que este trabajo tuviera mucho interés en bastante
gente es que hemos estudiado un poco qué es la factura de la luz. Si tuviéramos
tiempo, también se la podría explicar a ustedes, porque la factura de la luz parece que
no la entiende nadie. Hemos intentado vincular la factura de la luz a lo que supone en
términos de expropiación de excedente y hemos visto la importancia que tienen
aspectos como el trazado de la red, que el carácter oligopolístico de la industria
energética en este país tiene un trazado de la red muy vertical y que, cuando ha
habido una legislación que ha dicho: “Ustedes no pueden tener todas las facetas del
trazado de la red”, se han convertido en cuatro empresas absolutamente de la misma
propiedad. Es decir, realmente, el oligopolio se ha mantenido, y vemos que se ha
hecho una opción en España por la generación de energía primaria muy centralizada y
que se está haciendo una forma de suministro de energía verticalmente muy
integrada. Hemos comentado también sobre el déficit de tarifa, como, realmente, el
déficit de tarifa es una especie de juego de… no sé, no, Juego de tronos, no, pero de
juego de trucos en el sentido de que se decide que hay un déficit y que, a la hora de
evaluar cuál es ese déficit que irá a la factura, se hace sobre la base de la diferencia
entre lo que cuesta generar la luz —que dicen las eléctricas que les cuesta generar la
luz— y el precio que dice el Estado de venta de esa luz. Entonces, claro, si tú dices a
la eléctrica que te diga cuánto le cuesta generar la luz, esa generación de luz es
siempre mucho más cara que la tarifa que dice el Estado y, de ahí, vamos acumulando
un déficit de tarifa que todos ustedes saben que estamos pagando en nuestras
facturas. En el fondo, se percibe que el déficit de tarifa en parte es una... La factura de
la luz, más que el déficit de tarifa, refleja un poco el conflicto entre las eléctricas y la
Administración, conflicto que paga el usuario. Es decir, la Administración no quiere
ceder un precio más alto, las eléctricas quieren un precio más alto y, al final, bajo la
excusa del déficit de tarifa, lo pagamos los usuarios.

Hemos visto también… Al final, hemos intentado hacer un planteamiento de cómo se


ajustan las familias frente a toda esta explotación, qué estrategias invisibles hay de
ajuste, y ahí hemos intentado ver cómo se diseñan estas estrategias. Hemos visto
cómo se reorganiza el gasto en las familias: como frente a los precios que siguen
tarifados (el agua, la luz…), que no se pueden eliminar, se gasta mucho menos en
alimentación, por ejemplo; como se compra de forma diferente; como se estiran los
productos. Y también, por otro lado, en la parte más positiva, hemos visto que se va

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generalizando algo que es una subsistencia desobediente, es decir, se genera la
ocupación, el enganche eléctrico ilegal, por supuesto, los hurtos famélicos… Nos ha
permitido ver muy claramente como la gente subsiste en muchas ocasiones a base de
ilegalidad, como hay un debate importante entre la ilegalidad y la injusticia o la
ilegalidad y la necesidad, y, entonces, como hay que plantearse decir: “Si tú estás en
extrema necesidad, probablemente la ilegalidad es necesaria y, además, queda
justificada”. O sea, lo ilegal no es por definición injusto, no es por definición
innecesario.

Hemos trabajado un poco el tema de la intensificación del trabajo doméstico: el hecho


de que la gente tenga menos dinero supone más y más trabajo a realizar en la familia;
la provisión de servicios entre familias: cómo se organiza y el peso creciente sobre las
mujeres; y, otra vez, el tema de la caridad: como, realmente, hay un colchón familiar
que se convierte en un sustituto del estado del bienestar. O sea, cuando todo el resto
te falla, antes de irte a dormir a la puerta del cajero —ahora tampoco se puede, porque
los cajeros están cerrados—, te queda el colchón familiar y el refuerzo, otra vez, de la
caridad frente a los derechos sociales.

En una palabra, ya sé que el relato de lo que hemos hecho es muy insatisfactorio,


solamente era para estimularles un poco a que, si les interesa, lo miren en Internet o
se hagan con una copia, porque creemos que hemos conseguido ilustrar un poco algo
que ya se sabía: que el capitalismo, aparte de la explotación laboral, tiene o utiliza
todos los canales para revertir otra vez en el beneficio. Y hemos hecho unas
conclusiones que tengo que decir muy rápidamente otra vez, sin argumentarlas
mucho. Es un tema que no puedo argumentar demasiado, sino describir, y un poco de
mala manera, además. O sea, ver un poco… Todo esto está llevando a una sociedad
más incierta, más inestable, más injusta y más desacomplejadamente explotadora.
Hace bastantes años —yo, como ya tengo muchos, me acuerdo—, decir que eras
empresario era como decir una cosa negativa. Hoy en día, decir que eres
empresario… Es la empresa la que genera todas las facilidades. Entonces, esta
tendencia es contradictoria. Por una parte, cada vez es más inestable y más injusta,
pero, por otra parte, ideológicamente, el capitalismo está más fuerte que nunca,
porque, cuando se habla de anticapitalismo… Son solo unos pocos indocumentados
por ahí que son anticapitalistas, pero los demás… El capitalismo es lo que hay y,
entonces, parece que no queda otro remedio.

El capital está abandonando todas las responsabilidades que tiene de proveer y


participar en el gasto común. Por ejemplo, cuando se dice en el caso de las pensiones:
“No hay dinero para las pensiones públicas; las pensiones tienen que ser privadas”, en
el fondo, lo que estamos diciendo es: “Nosotros no queremos que el capital…”, porque
las pensiones públicas se pagan con las contribuciones de los trabajadores. Lo que se
está diciendo es: “Los beneficios que tendrían que pagar unos impuestos, que podrían
pagar una parte de las pensiones públicas, no tienen por qué participar”. Es decir, el
Estado está haciendo dejación de su responsabilidad en todos estos aspectos. Hemos
percibido también como la integración en la Unión Europea —esto no tanto en este

El problema del crecimiento petróleo pág 11


informe, sino en otro— ha conducido a una acelerada desindustrialización y al
aumento de la desigualdad; como el Gobierno, las autoridades en general, no solo las
del Estado español, sino también las internacionales de la Unión Europea, lo que
hacen es apoyar incondicionalmente a una élite empresarial perfectamente insertada
en el capitalismo global; como, en el neoliberalismo, el modelo de pensamiento
hegemónico organiza no solo la acción de los gobernantes, sino también, como les he
dicho, las mentes y la conducta de los gobernantes; como nos estamos
automodelizando. Los jóvenes ahora, los jóvenes ambiciosos, los que quieren triunfar
en la vida empresarial, se plantean que hay que participar de esa idea. Entonces, yo
no tengo por qué tener un horario de trabajo, tengo que estar siempre pensando en el
trabajo; la interiorización de los valores del capitalismo para poder vivir. La mayoría de
los medios de comunicación contribuyen muy significativamente a esta tarea.
Asimismo, hemos observado como el sector público se vacía y los derechos sociales
se debilitan o desaparecen, y el aumento de la provisión privada, como les he
explicado, el poder de monopolio de los aspectos básicos para la vida, como son el
agua, el poder eléctrico, que es el que nosotros hemos trabajado aquí, y el poder de
estos grandes monopolios en la gestión pública: cómo ellos inciden en esta gestión
pública.

Nos hemos preguntado por qué no se da un mayor conflicto social, por qué no nos
revolvemos más en esta sociedad en la que la expropiación de la riqueza social es por
la parte laboral, pero también por todas estas facetas. Entonces, hemos visto que hay
este trasvase de costes de la esfera productiva y mercantil a la familiar y de caridad, la
desestructuración de la vida, la pérdida de poder de las instituciones populares y la
profunda desafección de la política institucional. Sin embargo, queremos y creemos
que se puede ser un poco optimista a pesar de todo este triste cuadro que yo he
intentado reflejar. Van surgiendo estrategias de reorganización social y económica,
que no son mercantiles, en la esfera familiar, como hemos comentado, y la resistencia
de las clases populares se manifiesta de formas nuevas.

Por una parte, esas formas nuevas se manifiestan en una línea conservadora con
orientación a la extrema derecha: el movimiento hacia la extrema derecha de la
mayoría de los países de Europa, el brexit y el triunfo del señor Trump [trump] —yo me
niego a decir Trump [trʌmp], creo que tenemos que decir Trump [trump]. Bueno, todo
este movimiento a la extrema derecha es una forma de resistirse de las clases
populares. Yo creo que lo que hemos visto en todas estas elecciones que ha habido
últimamente, en el brexit primero y en Polonia y Hungría antes del brexit, toda esta
movida tremenda, y el triunfo, ni político ni jurídico, pero el peso de la extrema derecha
en Francia, por ejemplo, no es nada más que la resistencia de unas clases populares
que van viendo que cada vez están perdiendo más y más posibilidades de una vida
mínimamente decente. Entonces, como la izquierda no les ha sabido dar una
respuesta, se van a una demagogia, que sí que es demagogia, pero les engaña y se
van a la derecha. Yo creo que tenemos que interpretar el movimiento hacia la derecha
como un movimiento de clase. A mí me parece que la forma más lógica y coherente de
interpretar lo que ha pasado no es que el señor Trump [trump] esté loco, que, entre

El problema del crecimiento petróleo pág 12


otras cosas, no sé si está loco o no, pero seguro que no le dejan hacer solo lo que él
quiere, por mucho que pueda, sino que tiene un Gobierno determinado, y ese
Gobierno determinado es de millonarios de Estados Unidos. Y el señor francés, el que
ha ganado las elecciones, Macron es, ¿no? El señor Macron tiene también un
Gobierno, y una de las primeras cosas que va a hacer ese Gobierno parece que es
copiar la reforma popular y seguir las medidas del neoliberalismo que plantea la Unión
Europea. Es decir, frente a todo eso, una de las formas de resistirse es votar a la
derecha, y, mientras no nos demos cuenta de eso, estaremos dando palos de ciego y,
a mi juicio, interpretando equivocadamente qué es lo que está llevando a la gente a la
derecha.

Por otra parte, para ser un poco más optimistas, creo que también, en nuestras
sociedades, y en la nuestra en particular, se están viendo ciertos movimientos
progresistas, movimientos sociales. Es verdad que quedaron como un poco diluidos,
pero yo creo que los movimientos sociales dieron lugar a muchas dinámicas nuevas
en los barrios, en los pueblos, en muchas facetas que se están elaborando y
completando en las mareas y en nuevas formas de organizarse, y creo que toda esta
nueva dinámica del capital requiere también que nos movamos de una manera
diferente como resistencia y como instrumento de lucha. Por lo tanto, creo que, a
pesar de todo el planteamiento que nosotros hacemos y que no renegamos —es así
de negro y triste, y tiene toda esa fuerza—, si somos capaces de trabajar en ámbitos
siquiera reducidos de formas que seamos capaces de entender y somos capaces de
renovar las formas de organizar nuestra resistencia y nuestra acción política,
podremos llegar a poner en cuestión, por lo menos, toda esta expropiación que hemos
intentado reflejar en este trabajo.

Señalar que es preciso trabajar con un doble objetivo: luchar día a día por evitar la
expropiación de la vida cotidiana, pero, a la vez, interpretar que, si no cambiamos el
sistema en general, no sirve de mucho luchar día a día, porque todas esas reformas,
cuando llega un momento de crisis o de dominio del capital, quedan diluidas, los
triunfos cotidianos quedan diluidos por grandes retrasos en la organización, como
estamos viendo que se están haciendo desde la crisis de los 70. Nada más. Muchas
gracias.

Mujer:
¿Tienen preguntas?

Emilio Santiago Muíño:


Si alguien quiere hacer preguntas, continuamos con esas preguntas.

Hombre del público n.º 1:


Gracias. Yo quería agradecer a Miren, a la profesora Miren, a la cual creo que muchos
de nosotros consideramos una maestra, sus palabras. No quería plantear ninguna
crítica, sino señalar algunos matices.

El problema del crecimiento petróleo pág 13


El primero sería sobre el tema de la intervención del sistema financiero en escuelas e
institutos. Miren tiene razón, pero también es importante decir que algunos sindicatos
se han opuesto radicalmente a esto, por ejemplo, co.bas, un sindicato al cual yo
pertenezco, y que muchos claustros de profesores se han manifestado en contra de
este tipo de intervenciones que, por otra parte, les beneficiaban, porque, con eso,
disminuían sus horas laborales.

Segundo: tiene razón también en el tema del lenguaje, pero mi experiencia como
profesor de una asignatura horrible que se llama Economía e Iniciativa Emprendedora
en ciclos formativos de grado medio y superior en un instituto del extrarradio de
Barcelona en estos últimos 15 años es que ahora se puede hablar sin ningún
problema de explotación, capitalismo y lucha de clases, y los alumnos lo entienden
perfectamente.

El tercero sería que la rabia e indignación acumulada que tienen estos jóvenes de
entre diecisiete y treinta y tantos años es enorme y potencialmente muy rebelde.

El cuarto es que el interés que manifiestan ahora, en estos últimos años, por
movimientos sociales y por experiencias políticas recientes que no hace falta citar
también es muy importante.

Quinto: el cooperativismo es para ellos algo más que una palabra, y muchos intentan
este tipo de experiencias cuando acaban sus estudios de ciclos formativos.

Sexto: hay un rechazo clarísimo por parte de estudiantes y profesores a una cosa que
se llama formación dual, que es algo así como lo horrible concretado y una apuesta
que el Departamento de Enseñanza de la Generalidad de Cataluña ha tenido.

Y, por último, aquella disyuntiva de Rosa Luxemburg entre socialismo o barbarie.


Estos alumnos a los que hago referencia saben que la barbarie es el mercado, aunque
el horizonte socialista por ahora no lo tienen claro. Gracias.

Miren Etxezarreta:
Bueno, yo no tengo nada que comentar. Estoy totalmente de acuerdo con lo que se ha
dicho y agradezco lo que se ha completado, lo que yo no he dicho. Me parece muy
bien, o sea que es un comentario perfecto.

Hombre del público n.º 2:


A la hora de analizar el porqué, a pesar de la crisis del capitalismo en Europa, en el
mundo en general, a pesar de que existe una resistencia cada vez que está surgiendo,
se está virando hacia a la derecha, predomina la extrema derecha, pienso que, para
comprender eso, también se tendría que referir a la historia del movimiento obrero, a la
historia de los países del Este, a la revolución que hubo, a la historia de la
socialdemocracia, cómo ha evolucionado. Es decir, me da la impresión, como dice
alguna gente, de que se tiene que comenzar de cero, de que el movimiento de

El problema del crecimiento petróleo pág 14


resistencia, el movimiento obrero, por decirlo así, el movimiento de las clases
populares comienza a constituirse desde cero, pero partiendo, claro, de una historia de
la que tiene que pender.

Miren Etxezarreta:
Bueno, también tengo muy poco que decir ahí. Seguro que la historia del movimiento
obrero es uno de los elementos fundamentales en los que basar las resistencias
actuales, y quizá uno de los problemas es que, en muchas ocasiones, no la
conocemos mucho. Por otra parte, pienso que los jóvenes siempre quieren inventarlo
todo, porque, cuando se ven, por ejemplo, expresiones ahora de los jóvenes —con los
cuales yo simpatizo totalmente a pesar de mi edad—, dices: “¡Si están inventando la
sopa de ajo!”. Pero es que los jóvenes tienen que inventar la sopa de ajo, porque, si
les damos la receta de la sopa de ajo, no les va a gustar. Entonces, creo que ahí
tenemos un poco el equilibrio. Por una parte, tendrían que tener más información. Yo
creo que uno de los problemas de los movimientos sociales actuales, pero esto es una
fijación personal, es que tienen muy poca formación. Tienen muy poca formación en
historia, por ejemplo, como usted está señalando muy bien, y en otras cosas también.
Pero, por otra parte, hay que entender que la gente joven no va a vivir de lo que le
contemos los viejos. Por lo tanto, ahí tenemos que establecer un intento de
comunicación, sobre todo, y de equilibrio. Y tiene usted toda la razón, lo del
movimiento…Yo no soy partidaria de que tienen que empezar de cero, pero una
persona de 20 años cree que está inventando el mundo. Entonces, ¿cómo lidiamos
con esto? Bueno, haría falta mucha más comunicación entre generaciones y también
muchos más medios de comunicación de lo que es la historia, pero ya ve usted que, si
ni siquiera la memoria histórica se recuerda en este país y no se puede mantener lo
que ha pasado, difícilmente vamos a explicar a los jóvenes, que no saben lo que es el
franquismo, lo que fue el movimiento obrero a principios del siglo XIX, o a principios
del siglo XX, perdón.

Hombre del público n.º 3:


Hola, Miren. Yo, escuchándote, pensaba en la cuestión de la desposesión y también
del enorme proceso de creación de antagonismo que puede llegar a generar esta
desposesión, porque, a la vez que se desposee, también se genera en los cuerpos
particulares e individuales, si se quiere, o singulares un enorme malestar, y muchas
veces la izquierda, así llamada, institucional o más oficial, si se quiere, tiene muy poco
oído para ese padecimiento subjetivo. O sea, tiene una gran incapacidad para poder
politizar ese padecimiento subjetivo. En general, lo que termina ocurriendo es que ese
padecimiento subjetivo es politizado por todo un ejército de terapeutas, de coaches…,
que justamente tienen la forma empresa como idea fuerza. Entonces, digo: “Bueno,
quizá los movimientos sociales o los jóvenes tenemos déficit de formación o no
conocemos al inventor de la ley de la termodinámica, como dijo un profesor por acá,
pero, justamente, lo que llevamos también en nuestro cuerpo como trabajadores
precarios, en el caso de los que venimos de América Latina, como racializados, es ese
sufrimiento que este dispositivo de poder genera permanentemente”. Muchas veces, lo
que nos ocurre es que, al entrar en ciertos espacios institucionales, resulta muy difícil

El problema del crecimiento petróleo pág 15


que eso se haga oír, porque la izquierda sigue pensando en el padecimiento subjetivo
como un problema privado, y ahí me parece que es un problema, porque estamos
dejando todo un espacio de politización a la empresa. ¿Qué dice la publicidad? ¿Qué
dicen los coaches? ¿O qué dicen los counselors? Dicen: “Bueno, si sufre, conviértase
en empresario”. ¿Qué dice la izquierda frente a eso? Nada. Esa sería mi crítica frente
a ese sesgo, si se quiere ilustrado, que muchas veces se impone desde cierta
izquierda institucional a los activistas, a los artistas, a los movimientos sociales. Nada
más.

Miren Etxezarreta:
Bueno, todo son preguntas como muy cómodas, porque no tengo mucho que decir
tampoco a esto. También estoy de acuerdo con lo que dice, lo que pasa es que
encuentro que nosotros muy modestamente y muy en la medida de unas fuerzas
minusculísimas es lo que hemos intentado hacer al hacer este informe. Los temas de
las formas de extracción de excedente que se recogen en este informe son conocidas
de hace muchísimo tiempo, no solamente… Bueno, he citado a Marx, que ya decía
que es el tendero, el casero… Y, en el caso, por ejemplo, de la reciente crisis en el
Estado español, el tema de las hipotecas. Fíjese si es conocido, con toda la reacción
que ha dado lugar a la PAH, afortunadamente. Lo que nosotros intentamos es explicar
un poco por qué pasan estas cosas para sustentar un poco los antagonismos que
usted dice, porque, claro, los planteamientos que se hacen son: uno percibe todo esto
y esto viene de antiguo. Entonces, la factura de la luz, fíjese si viene de antiguo.
Intentamos explicarlos un poco para intentar abrir al debate político y a la inquietud
colectiva este tipo de planteamientos, porque, si no, nosotros, que estamos nutridos
del marxismo y que lo aceptamos, tendemos muchas veces a pararnos en la
explotación de la fuerza de trabajo exclusivamente. Entonces, pensamos: “Bueno, no
nos quedemos ahí, intentemos reforzar esta reacción ante la desposesión para que se
planteen más antagonismos y mejor planteados explicando un poco como, de otras
formas, también nos extraen el fruto de nuestro esfuerzo”.

Emilio Santiago Muíño:


¿Nada más y damos paso a la mesa redonda?

Hombre del público n.º 4:


Sí, una pregunta. Utilizando un poco a Marx, los nuevos opiáceos que hacen que la
gente no se movilice, se indigne, cuando, según datos objetivos, parece que
tendríamos que tener una revolución; este análisis de los mecanismos, cómo se
interiorizan o cómo no se interiorizan los valores del capitalismo, el neuromarketing, la
psicopolítica, etc. también es interesante, ¿no? Porque es una parte de Marx más
cultural, la alienación en los nuevos opiáceos.

Miren Etxezarreta:
Yo estoy totalmente de acuerdo en que hace falta mucho más análisis, lo que ocurre
es que el grupo en el que yo trabajo, primero: somos economistas y uno tiene sus
deformaciones, y nosotros tenemos muchas; y segundo: toda la gente que trabaja en

El problema del crecimiento petróleo pág 16


Taifa es gente que está empleada en otros sitios. Entonces, hacemos esto como
hobby y, claro, no damos de nosotros. De todas formas, le señalaré que estamos en
proyecto y que hemos empezado ya a trabajar en un nuevo informe, porque vamos de
informe a informe, en el que lo que querríamos trabajar —luego empezamos una cosa
y acabamos otra—, en lo que realmente querríamos trabajar es un poco en ver el
alcance y las consecuencias de todas estas nuevas formas que nos están contando de
desarrollo del capitalismo, como la economía colaborativa, la economía del buen vivir,
la economía de… y metiendo un poco todo este planteamiento, también las cosas del
coaching, de todos estos temas, porque ahí hay un fondo. Nos están haciendo ver que
el capitalismo se ha civilizado. Ahora hemos humanizado el capitalismo y, si tú coges
un Uber en vez de coger un taxi, resulta que estás dando trabajo a una persona que
no tiene. Tenemos la intención de estudiar todas estas cosas. Nuestra capacidad es
muy pequeña, por eso, he contado lo que he contado. No podemos contar más, pero
le invito, si quiere, a que se una a nosotros para intentar trabajar en ello, y a todos
ustedes de la misma manera.

Emilio Santiago Muíño:


Como Ugo va a hablar en inglés, quien no tenga cascos puede ir a por ellos mientras
organizamos la mesa. ¿Vale?

El problema del crecimiento petróleo pág 17


El problema del creixement
Petroli (2a. sessió)
Emilio Santiago Muíño:
[Inaudible] Miren Etxezarreta, que és catedràtica d’Economia de la Universitat
Autònoma de Barcelona i també és una economista crítica molt vinculada amb
moviments socials, concretament amb el col·lectiu Taifa. A més, m’han explicat que
vas ser membre del primer claustre del PEI, oi?

Miren Etxezarreta:
Sí.

Emilio Santiago Muíño:


Així, doncs, benvinguda una altra vegada al PEI. Tenim moltes ganes d’escoltar la teva
conferència sobre la despossessió de la vida quotidiana.

Miren Etxezarreta:
Bé, comencem?

Emilio Santiago Muíño:


Sí, comencem, perquè, si no, després tenim problemes d’hores.

Miren Etxezarreta:
Hola, bon dia a tothom. Comencem, perquè ja ens hem endarrerit una mica, per tant,
val més que comencem ràpidament.

Bé, no he pogut escoltar el professor Navarro, però he escoltat el següent ponent i, és


clar, el que us presentaré ara és com una enorme davallada en l’escala. Ell ha parlat
d’aquests sistemes globals i de què passarà al món. Per contra, jo presentaré un petit
treball, un treball que hem fet en el seminari Taifa, que és un dels grups on treballo, en
el qual ens hem preocupat de la vida quotidiana, de la vida diària aquí i ara. Llavors, la
davallada en l’escala és força substancial.

Per què hem fet aquest treball que us ensenyo? Si us interessa, es troba al web del
seminari Taifa i també el tenim en còpies en paper. Realment, l’hem fet perquè ens ha
semblat que, tenint en compte que les crisis són recurrents en el sistema capitalista,
en aquesta darrera crisi, la del 2007, com en totes les altres, apareixen mecanismes
que han suposat la destrucció d’una part de l’economia. I a causa de les polítiques
preses per a després de recuperar-se d’aquesta part de l’economia, també hi ha una

El problema del crecimiento petróleo pág 18


ruptura substancial en la cohesió social, disminueixen els beneficis de les empreses i
es deteriora la legitimació del sistema.

És curiós que, fa uns anys, quan alguns utilitzàvem la paraula capitalisme, semblava
que estàvem utilitzant una paraula obscena. No es parlava de capitalisme, era
l’economia de mercat en el millor dels casos, però capitalisme era una paraula de mal
gust, com a mínim. La crisi ha fet que la paraula capitalisme s’hagi recuperat molt
freqüentment i que els dubtes sobre el sistema econòmic en el qual vivim es manifestin
amb més amplitud. És a dir, la crisi canvia la percepció del sistema, canvia la
legitimació, perquè es perceben molt clarament les conseqüències negatives que està
tenint aquest sistema. Llavors, es pot mirar una mica quines han estat aquestes
conseqüències negatives en molts aspectes, i aquesta és una de les coses que hem
volgut fer en aquest treball.

A més, ens trobem en una situació en la qual el capital, que s’esforça per recuperar-se
de la crisi, veu que no només necessita recuperar-se econòmicament —aquest és,
sens dubte, el seu objectiu principal: la recuperació de la taxa de beneficis—, sinó
també políticament, ja que, si es perd la legitimació, es comença a posar en dubte el
poder de les oligarquies que ens dirigeixen: no tan sols les oligarquies polítiques, sinó
també les econòmiques i tot tipus de lideratges. És a dir, com que genera aquesta
pèrdua de legitimació, la crisi qüestiona moltes coses que s’han suposat, que s’havien
suposat o s’ignoraven, que no eren tan estables com semblaven. I, finalment,
ideològicament, també cal recuperar l’statu quo, perquè, si es posa en dubte que
aquest sistema sigui vàlid, les coses oscil·len més significativament.

D’una banda, tenim crisi, que suposa una pèrdua econòmica, però, en el nostre cas,
ha suposat sobretot —crec que és evident— una pèrdua de legitimació important. Com
us deia abans, ara la gent no té tan clar que el capitalisme sigui un bon sistema,
encara que sí que sembla que té clar que no n’hi ha cap d’altre. Això sí que sembla
que ho té clar. Tanmateix, no té tan clar que sigui un bon sistema. De l’altra, apareix el
capitalisme, que necessita recuperar aquests tres vessants: econòmic, polític i
ideològic per tal que es continuï reproduint el sistema, perquè, si no, hi hauria una
ruptura important. Això es produeix en un moment en el qual la situació ha estat
favorable als interessos del capital, a un augment de l’explotació i de l’expropiació per
moltes raons que tots coneixem. En primer lloc, perquè han desaparegut els sistemes
alternatius: la Unió Soviètica, malgrat tots els errors que tenia, es plantejava com un
sistema alternatiu i, per tant, aquest sistema hi era, amb els seus mites i les seves
ombres, però semblava —o durant molts anys va semblar— que hi podia haver un
sistema que no fos el mateix del capitalisme dominant. En segon lloc, les institucions
polítiques, sobretot des dels anys 70, amb la crisi dels 70, han anat abandonant la idea
de la transformació. Aquesta idea de canviar el sistema capitalista per un altre ja es va
començar a abandonar des de la crisi… no des de la crisi, disculpeu, ja es va
començar a abandonar amb el pacte social de després de la Segona Guerra Mundial.

El problema del crecimiento petróleo pág 19


Tots sabem que, després de la Segona Guerra Mundial, hi va haver un pacte social
gràcies al qual es van aconseguir molts drets per a les classes populars, per als
treballadors en general, però a canvi que les grans institucions socials, particularment
els sindicats i els partits socialdemòcrates d’aquella època, consideressin que es podia
sostenir el sistema capitalista. Durant la Segona Guerra Mundial, les forces de la
Resistència, liderades en molts països pel Partit Comunista, van ser forces que
qüestionaven el sistema i deien: “Volem canviar el sistema capitalista per un altre
sistema alternatiu”. Sabem que el pacte social de després de la Segona Guerra
Mundial va aconseguir que s’acceptés l’existència del capitalisme com la manera de
producció més generalitzada —encara existia la URSS, evidentment— a canvi de tots
els drets i l’estat del benestar que es van aconseguir en aquella etapa. Tanmateix, a
partir de la crisi dels 70, aquesta sensació es va abandonant i aquests partits van
perdent la seva força transformadora i es van conformant amb algunes reivindicacions
de caràcter més particular i més minoritàries.

Finalment, ens trobem en una etapa en la qual el conservadorisme que s’inicia


precisament amb la crisi dels 70 a la Unió Europea i també als Estats Units… I la
debilitat de les resistències socials també afavoreix una mica que, a partir de la crisi
dels 70… Crec que tot el que està passant en aquesta crisi té les seves pròpies
característiques, però ja s’inicia amb la crisi dels anys 70. I, sens dubte, crec que la
reacció del capital a la situació dels drets socials existents ja s’inicia en la crisi dels
anys 70. La crisi de l’any 2007 afavoreix encara més aquesta dinàmica. És a dir, d’una
banda, tenim la necessitat d’una renovació i d’una recuperació des del punt de vista
del capital i una debilitat important des del punt de vista de les forces populars i de les
forces de treball, que, a més a més, es veuran impel·lides en la crisi del 2007 a una
situació molt més difícil encara. Per tant, s’inicia un període de recuperació en el qual
el capital sap perfectament, o almenys creu, que pot donar força a la seva recuperació
en aquestes tres facetes que he assenyalat. És a dir, es recuperaran els tres
elements: la taxa de beneficis, el domini de les oligarquies i les idees que hi ha al
darrere de tot el plantejament a través d’augmentar l’explotació bàsica que es produeix
sempre en el sistema capitalista, però, a més a més, a través d’explorar i de dur al
màxim aquelles altres facetes d’expropiació de la riquesa social a favor del capital per
la debilitat, una mica, de les forces populars i les circumstàncies de crisi en les quals
ens trobem.

A nosaltres, quan ens plantejàvem fer aquest treball, ens va semblar que existia o que
podia existir un cert interès a veure com es produïa l’expropiació de la riquesa de les
classes populars a més de l’explotació en el treball. És a dir, els que som crítics del
sistema capitalista, en general, fonamentem la nostra crítica en l’explotació de la força
de treball. Aquesta és l’explotació de la força de treball, fonamentada sobretot per
Marx i que és la base de la crítica social des de l’aparició del marxisme. Al nostre
parer, continua essent fonamental en allò que és el sistema capitalista, és a dir,
l’explotació de la força de treball, però ens semblava que no n’hi havia prou i que, en
les circumstàncies que acabo d’intentar perfilar, es podia precisar clarament que hi
havia una altra forma d’espoliació, d’expropiació de la riquesa social, que ha existit

El problema del crecimiento petróleo pág 20


sempre, però que s’ha intensificat molt amb la situació actual després de la crisi del
2007. És a dir, en aquesta lluita de classes permanent que suposa el sistema
capitalista, el capital aprofita totes les oportunitats per millorar el benefici i, en un
moment de crisi, pot fer una reestructuració de relacions socials. Llavors, calia afegir
l’expropiació dels ingressos del treballador a l’explotació de la força de treball, i quan
dic treballador, estic parlant de tots els que es guanyen la vida amb la seva feina,
encara que siguin feines molt elaborades i tinguin sous molt substancials; és a dir, tota
aquella riquesa social que no va al capital. Aquesta imatge ens va semblar que podia
servir per a parlar una mica en termes de despossessió.

Què és la despossessió? És el que nosaltres exposem en aquest informe que, com us


he dit, vam presentar fa un any. Realment, es tracta de recollir una mica les idees
fonamentals de Marx sobre l’acumulació primitiva, reelaborades principalment per
David Harvey, que, com sabeu, és un autor que ha estat moltes vegades en aquesta
casa i que està elaborant molt els plantejaments del marxisme. És a dir, hem intentat o
hem volgut veure per quins mecanismes el capitalisme actual absorbeix la riquesa
social que no és absorbida a través del procés directe d’explotació. Això és el que hem
anomenat despossessió. És a dir, la despossessió que es manifesta a través de
mecanismes diferents, que no són estrictament el laboral, però que absorbeix, com ho
diem en la primera pàgina d’aquest informe, que recull una mica Marx en el seu
manifest —no en les seves elaboracions posteriors, sinó en el manifest— quan diu:
“Tan bon punt l’obrer ha patit l’explotació del fabricant i ha rebut el seu sou en
metàl·lic, es converteix en víctima d’altres elements de la burgesia: el propietari de la
casa, el botiguer, el prestador, etc.”.

En aquest treball, hem intentat veure com es tradueixen actualment el propietari de la


casa, el botiguer, etc. Hem percebut que el que està succeint ha passat sempre en el
capitalisme. Ja us he dit que, a mitjan segle XIX, ja es veia que el propietari de la casa
i el botiguer eren realment importants, però ara encara es veu amb més claredat, en el
sentit de dir: “Bé, què està passant ara?”. Està passant una cosa sobre la qual ja hem
parlat en altres reunions i altres vegades, i que molts autors han esmentat, però que
volíem destacar.

D’una banda, es produeix la mercantilització de tots els àmbits de la vida, o sia,


pràcticament no queda res o queda molt poca cosa que no passi pel mercat. Tot ha de
passar pel mercat i, veritablement, com que passa pel mercat, hi ha una oportunitat
que les persones que hagin de travessar per a comprar aquests productes mitjançant
el mercat hagin de generar… hi hagi un tipus de preus que realment no poden existir,
que realment suposen l’extracció a la població de part de l’excedent econòmic produït
que se’ls ha pagat en forma de remuneració, sou en general o pot ser un altre tipus de
remuneració. És a dir, si ho mercantilitzem tot, hi ha molts més mecanismes pels quals
això succeeix.

De l’altra, i en particular, s’observa que, en tota aquesta etapa que, repeteixo, s’inicia
als anys 70, però continua ara i s’està intensificant permanentment, apareixen els drets

El problema del crecimiento petróleo pág 21


socials, que s’estan privatitzant i que s’han convertit en mercaderies per les quals s’ha
de pagar al capital privat; això ho sabem claríssimament. Està passant en l’educació,
està passant en la salut, està passant cada dia més en l’habitatge i en els preus de
l’habitatge, està passant amb la llei de dependència; s’han de pagar tots els serveis
cada cop que s’ofereixen. És a dir, mitjançant la mercantilització i la privatització dels
drets socials, dels productes socials que s’havien aconseguit —molts després de la
Segona Guerra Mundial—, es va absorbint aquella part de riquesa social que està per
sobre de les necessitats estrictes de reproducció de la força de treball i, per tant, el
treballador ha d’utilitzar una part creixent del seu sou per als productes que abans eren
drets socials. Això també està molt treballat per altres persones —precisament també
pel professor Navarro, que tenim present— en el sentit que són drets socials que han
estat privatitzats i treballats perquè serveixin de vehicles per a l’extracció de la riquesa
que es paga al treballador, de forma que el capital aconsegueix cada vegada disminuir
el cost d’aquests drets socials, però, sobretot —i potser allò que és més important—,
aconsegueix noves vetes de negoci per obtenir més beneficis. És a dir, aconsegueix
llocs nous on obtenir més beneficis.

Llavors, el que hem fet simplement és agafar una sèrie d’elements de la vida
quotidiana —perquè ens interessava veure què està passant aquí i ara— i veure com
s’està realitzant aquesta despossessió en termes d’aspectes concrets. És a dir, hem
vist què ha passat amb la compra o el lloguer de l’habitatge, l’interès dels deutes, com
són els assalariats qui paguen la majoria dels impostos, i encara que aquest tema ja
seria més d’explotació laboral, també l’hem inclòs: la precarietat de la feina i la
disminució dels subsidis, i la privatització de tots els drets socials, la liquidació
pràcticament de l’estat del benestar. També ens semblen molt importants els beneficis
als monopolis dels serveis essencials, sobretot, el tema de l’energia: el gas,
l’electricitat… I també hem intentat estudiar una mica com han reaccionat les famílies a
tota aquesta situació, què fan les famílies per veure’s les orelles davant d’aquesta
situació que els és tan dura. Tot això que hem fet ho hem inclòs en aquest informe, i
una mica sota la idea que el que és important és percebre que, a part de l’explotació
laboral, existeix aquest altre tipus d’expropiació —nosaltres creiem que no s’ha de dir
explotació, perquè no és el mateix fenomen—, que existeix aquest tipus d’expropiació
o d’absorció de la riquesa social i que això s’està produint en cadascun d’aquests
factors diferents i conflueix amb els beneficis que s’obtenen de l’explotació del treball.
És a dir, aprofitant una mica tota la dinàmica social generada, en el fons, a través de la
crisi, ens trobem realment que el benefici empresarial és la part del treball laboral, però
també la part d’absorció de tota aquesta riquesa que ve de totes aquestes parts.

Llavors, el que hem fet ha estat repassar diferents facetes i, és clar, si ara us explico
què hem fet en cadascuna, això s’allargarà moltíssim. Tenim dues opcions: puc
explicar-vos una mica quins són els resultats més importants d’alguns d’aquests
elements o contar-vos una mica les conclusions a les quals vam arribar després
d’analitzar tots aquests elements. La veritat és que no sé ben bé per quina de les dues
línies optar. Per què parlar una mica dels elements…? No ho sé, per exemple, el tema
del sistema fiscal.

El problema del crecimiento petróleo pág 22


Moltes vegades el sistema fiscal no sol associar-se a l’explotació del treball.
Tanmateix, el sistema fiscal que nosaltres estem vivint, malgrat tota la teoria que diu
que qui més té és qui més paga... Si veiem, com hem vist en aquest informe, qui paga
realment els impostos en aquest país, està claríssim que els treballadors paguen més
del 75 % dels impostos en aquest país a través de les cotitzacions socials i de l’IRPF, i
els consumidors a través de l’IVA, mentre que els beneficis del capital paguen molt
pocs impostos, raó per la qual el sistema fiscal és, a més a més de la seva injustícia,
una forma d’extracció, que la despesa col·lectiva de constituir una societat
determinada o constituir un Estat realment s’estigui duent a terme a costa de les
classes populars amb una sèrie forta de mecanismes d’evitar que el capital pagui
impostos. És cert que és molt conegut el tema del frau fiscal, però nosaltres vam donar
una mica més d’importància al tema de l’elusió fiscal, en el sentit que ens sembla tan o
més greu que hi hagi figures jurídiques legals per les quals el capital pot eludir pagar
els impostos. Llavors, hem treballat una mica el tema de l’elusió fiscal en el sentit de
totes les figures, començant per les sicavs, que ja són molt conegudes, i continuant
per la tributació dels fons d’inversió i per la tributació de tots aquells beneficis
d’empreses instal·lades en aquest país, però que s’han obtingut a l’estranger. Bé, tota
una sèrie de figures jurídiques que fan que, realment, el capital pagui poquíssims
impostos —es calcula entre un 16 % i un 18 % de l‘ingrés total d’Hisenda—, quan
realment són els treballadors del país els que estem pagant tot l’import del cost social.

També hem analitzat què passa amb la producció i com s’ha optat en aquest país
concretament per produccions tradicionals de baix valor afegit. Igualment, hem
estudiat una mica, en conjunció amb un altre informe que hem fet sobre la Unió
Europea, com s’ha anat evolucionant des de l’entrada a la Unió Europea en el sentit de
la transformació de l’estructura productiva de l’estat espanyol i la seva subordinació al
centre industrial, com l’estat espanyol s’ha anat convertint gradualment d’un proveïdor
de productes de segon o tercer rang dins de l’esquema de la Unió Europea, diguem-
ne, a un consumidor fonamental dels productes dels països de primer rang, els països
més potents: Alemanya, França, el Regne Unit, el Benelux, Àustria... i ens ha convertit
en consumidors d’aquests productes finançats, a més a més, per un sistema de deute
que ha generat totes les dificultats del deute en les quals avui no ens toca entrar.
Aquest és el tipus d’exercicis que hem fet, però, és clar, els hem fet amb una mica més
de rigor i detall. Ara bé, si entrés en aquest detall, no acabaríem en molt de temps, per
això, m’estic saltant coses.

En el món laboral, també vull parlar una mica de les formes més flexibles d’explotació,
de les famoses formes dels autònoms que no són autònoms, dels emprenedors —els
pobres són uns intents de convertir-se en empresaris que fallen en moltíssimes
situacions—, del mite de l’emprenedoria, del mite de la innovació i l’educació. En
aquest país, precisament, se’ns va fer creure durant tot el període de després del
franquisme que arribaríem a una distribució justa de la renda amb l’educació. Doncs
ara resulta que tenim gent tan educada que no tenim feines i que la gent més educada
que tenim ha de marxar a altres indrets. Aquest matí escoltava a la ràdio que la gent

El problema del crecimiento petróleo pág 23


molt educada d’aquest país fa múltiples feines en les quals la seva professió no té cap
mena de relació amb el tipus d’educació rebuda. Ja està bé que la gent sigui més
educada, perquè suposa un nivell personal d’un altre calibre, però no hem de
relacionar-ho amb el tipus de possibilitats laborals que, realment, s’està veient que
cada dia hi tenen menys relació. Però també hem vist que s’està produint el fenomen
d’un dels tres elements que havia de recuperar el capitalisme: la possessió de les
ments, i ara s’observa, per exemple, que, a través d’aquests processos educatius, s’ha
aconseguit que una majoria de la joventut hagi absorbit tan profundament aquests
elements que ni tan sols es plantegi que les coses puguin ser d’una altra manera. Al
meu parer, una frase que és molt trista i que es repeteix molt entre la joventut d’avui
dia és: “És el que hi ha, això és el que hi ha. No hi ha gran cosa més per a…”. “Això és
el que hi ha” és la reacció de la joventut a la situació laboral que s’està trobant, que
elimina molts aspectes de voler reaccionar davant d’aquesta situació. Per això tot el
tema de ser empresaris per si mateixos i que la gent jove, sobretot, estigui intentant
adquirir els valors que sap que li facilitaran el desenvolupament d’una situació laboral.
Què els diu això? “No, no, no es tracta de tenir feina o no tenir-ne, es tracta que
penseu en l’empresa tothora”. Sabem que això està passant i, en conseqüència, tot el
plantejament del sistema educatiu per a dominar les ments de les persones.

Això no ho hem tractat en aquest treball, però em permetré fer una petita denúncia,
com un parèntesi, perquè és un fenomen poc conegut i que, tanmateix, ens sembla, i a
mi, personalment, terrorífic: el sistema d’educació financera que s’està fent ara als
nens a les escoles. L’estat espanyol i també la Generalitat de Catalunya han fet acords
amb el sistema bancari d’aquest país: ”la Caixa”, el BBVA i em sembla que també el
Santander, però del Santander no em consta, pels quals aquests bancs financen que
persones que ells trien, generalment prejubilats de la banca o voluntaris de la banca,
vagin a les escoles a impartir allò que anomenen l’educació financera, que són uns
models d’educació financera, preparats no sé on, però proporcionats pels bancs
mateixos, en els quals els senyors que venen dels bancs, finançats pels bancs,
expliquen als nens de primària i secundària la importància que té, sobretot, pagar la
hipoteca, pagar els deutes i fer un pla de pensions. Si veieu o teniu l’oportunitat de
veure —perquè es pot veure— un prospecte d’aquesta educació financera que
s’imparteix als nens, comprendreu que és veritablement escandalós. A través de tot
això, s’està insuflant als nens un tipus d’ideologia que, realment, farà que després
pensin: “Això és el que hi ha i no hi ha res a fer”. I és terrible, perquè aquest tema no
només suposa que modelen les ments dels nens —a més a més, des de primària i
secundària, no és que siguin universitaris—, sinó una cosa que a mi em sembla
encara més greu: convencen aquests nens que la vida és així. D’altra banda, estic
personalment molt sorpresa que els sindicats de treballadors d’ensenyament no hagin
protestat més, perquè suposa realment saltar-se en rodó tot el tema d’oposicions, tot el
tema de preparació per a la docència, tot, perquè són els jubilats de la banca o els
voluntaris de la banca els que aniran a impartir aquests cursos, o sigui que, realment,
és una manera molt forta, diria, d’entrar a les ments que, quan tinguin 20 anys, creuran
que tots han de ser emprenedors i que allò que importa és guanyar molts diners. Bé,

El problema del crecimiento petróleo pág 24


aquest és el tipus de treballs que nosaltres hem fet en aquest tema i que jo no
m’atreveixo a detallar, ja que realment seria massa.

Sí que puc esmentar que també hem treballat una mica tot el procés de privatització
dels drets socials i la privatització de l’habitatge. Igualment, voldria esmentar
explícitament un altre tema, que tampoc no hem treballat gaire en l’opinió pública, però
que jo anomeno la privatització de les caixes d’estalvis, perquè, veritablement, en
aquest país, s’ha privatitzat el 50 % dels dipòsits de les classes populars, que es
trobaven a les caixes d’estalvis, i aquests han passat directament a mans dels bancs
que han comprat aquestes caixes d’estalvis amb tan pocs diners. És cert que hi havia
algunes caixes d’estalvis que, com hem vist després, tenien molts problemes, però n’hi
havia moltes d’altres en les quals s’hagués pogut actuar d’una forma diferent. No
obstant això, ho han fet amb tanta habilitat que aquesta privatització s’ha dut a terme
sense que s’hagin produït pràcticament discussions: ni s’ha combatut ni s’ha debatut
gens què passa amb les caixes d’estalvis, particularment a Catalunya, on hi ha tantes
caixes d’estalvis i tan importants. Quan es van privatitzar aquestes caixes d’estalvis,
recordo que vaig estar fent una xerrada al Penedès, i la veritat és que em va
sorprendre que a Vilafranca mateix ningú no preguntés què passava amb les caixes
d’estalvis. És a dir, és un tema que a mi em sembla veritablement greu.

Molt més conegut és el tema de la privatització de la salut, el tema de la privatització


de l’educació, el tema de la privatització de l’assistència social, però també volíem
esmentar una mica el tema de la privatització de l’habitatge amb la pujada dels preus,
o sia, tot el fenomen especulatiu que hi va haver abans de la crisi del 2007 i que està
existint —i que a Barcelona coneixem molt bé— de pujada de les rendes i de pujada
dels preus dels edificis, ja que, sens dubte, és una forma important d’extracció de
riquesa.

En general, també volíem esmentar un altre punt, que és com, arran de tot aquest
procés de privatització, l’Estat està abandonant les seves responsabilitats socials, i
volíem esmentar una mica la importància de l’expulsió de la responsabilitat social de
l’Estat cap a la caritat. Estem veient cada dia que Càritas és al centre de la imatge, i ha
de ser-hi, perquè, si no, molta gent no tindria res per a menjar, però sembla que és
inacceptable que, en un estat modern, no es tingui en compte que l’Estat té la
necessitat de respondre als problemes d’alimentació que puguin existir entre les
persones. Cada dia s’està movent més cap a la caritat. O sia, quan l’estat del benestar
no funciona adequadament, s’expulsa la caritat, i ho estem veient constantment: no
només amb Càritas, que compleix una funció que fa anys que duu a terme, però que
cada cop amplia més; ara resulta que hi ha Càritas i moltes altres ONG, i que cada dia
tenim La Marató d’ara per naps, la Marxa d’ara per cols, perquè necessitem diners per
a la investigació, perquè ens cal recollir diners per a alguna cosa. És a dir, hem
adoptat com una forma normal de cobrir les necessitats socials el fet que hi hagi
moviments de solidaritat, que no són moviments de solidaritat, perquè la solidaritat sí
que estaria molt bé, sinó que són moviments de revertir a la caritat i de revertir,
diguem-ne, a l’època de Sant Vicenç de Paül allò que realment són les necessitats

El problema del crecimiento petróleo pág 25


socials. I, a més a més, el fet que s’estan introduint en la ment de les persones com a
grans fets solidaris —que realment no ho són—, perquè no hi ha cap mena de dubte
que, per exemple, La Marató de TV3, que tots coneixem, es ven com un gran
espectacle de solidaritat. Bé, fins a quin punt és solidaritat o suposa veritablement
passar una responsabilitat a la caritat privada?

Un altre dels elements que hem estudiat en aquests temes és també una mica la
utilització dels mitjans de comunicació, com realment, perquè tot això sigui possible, és
cada cop més necessari el domini de l’opinió pública, ja que, altrament, ho entendríem
d’una altra manera. Llavors, hem descobert que existeix l’homogeneïtzació dels
missatges malgrat l’augment del seu nombre d’emissors. O sia, sembla que hi ha la
imatge que, com que hi ha infinitat d’emissores de ràdio, un munt de cadenes de
televisió i, a més a més, cadascú pot emetre un missatge per Twitter, Facebook o de
moltíssimes formes que ara els joves coneixeu, hi ha una emissora. Tanmateix, si
s’analitzen una mica més els missatges, veiem que hi ha una homogeneïtzació de
missatges tot i que es diu que hi ha molts més emissors. La desaparició també de
l’emissor com a intermediari, o sia, com de veritat s’està passant directament al fet que
molts missatges que tenen un valor més aviat de reforçar el sistema en el qual vivim
passin directament sense que calgui cap emissor, com ja no cal que hi hagi
intermediaris ni el context en el qual es produeix una notícia. És a dir, hi ha una anàlisi
limitada que hem fet també sobre els mitjans de comunicació i que hem plantejat.

Bé, com es produeix en la salut i en la privatització sanitària, precisament, aquest


abandonament de la responsabilitat pública que us deia. Hem estudiat més
detalladament la salut i la privatització sanitària, i hem vist que, de les 500 empreses
més grans del món, les deu primeres són farmacèutiques. És a dir, la despesa en salut
és, d’una banda, despesa en salut, però, de l’altra, és una despesa que va directament
als beneficis de les farmacèutiques. També hem vist que el 20 % de les despeses
d’investigació, que es produeixen en el sistema de salut i pels quals no es paguen
impostos, van a millorar el producte, només el 20 %, i la resta va a màrqueting, a
publicitat, a tota una sèrie d’elements; la tendència a la privatització de la medicina que
tots coneixem.

Un altre element que ha fet que aquest treball despertés molt interès en força
persones és que hem estudiat una mica què és la factura de la llum. Si tinguéssim
temps, també us la podria explicar, perquè sembla que ningú no l’entén. Hem intentat
vincular-la a allò que suposa quant a l’expropiació d’excedent i hem vist la importància
que tenen aspectes com el traçat de la xarxa, que el caràcter oligopolístic de la
indústria energètica en aquest país té un traçat de la xarxa molt vertical i que, quan hi
ha hagut una legislació que ha dit: “No podeu tenir tots els aspectes del traçat de la
xarxa”, s’han convertit en quatre empreses absolutament de la mateixa propietat. És a
dir, s’ha mantingut realment l’oligopoli, i veiem que a Espanya s’ha escollit una opció
molt centralitzada de la generació d’energia primària i que s’està fent una forma de
subministrament d’energia verticalment molt integrada. També hem comentat coses
sobre el dèficit de tarifa, el fet que el dèficit de tarifa és realment una espècie de joc

El problema del crecimiento petróleo pág 26


de… no ho sé, no, Joc de trons, no, però de joc de trucs en el sentit que es decideix
que hi ha un dèficit de tarifa i que, a l’hora d’avaluar quin és aquest dèficit que anirà a
la factura, es fa sobre la base de la diferència entre el que costa generar la llum —el
que diuen les elèctriques que els costa generar la llum— i el preu de venda d’aquesta
llum que diu l’Estat. És clar, si tu demanes a l’elèctrica que et digui quant li costa
generar la llum, aquesta generació de llum sempre és molt més cara que la tarifa que
diu l’Estat i, aleshores, anem acumulant un dèficit de tarifa que tots sabeu que estem
pagant en les nostres factures. En el fons, es percep que el dèficit de tarifa és en part
una… Més ben dit, la factura de la llum reflecteix una mica el conflicte entre les
elèctriques i l’administració, conflicte que paga l’usuari. És a dir, l’administració no vol
cedir un preu més alt, les elèctriques volen un preu més alt i, finalment, ho paguem els
usuaris amb l’excusa del dèficit de tarifa.

També hem vist… Finalment, hem intentat fer un plantejament de com s’ajusten les
famílies enfront de tota aquesta explotació, quines estratègies invisibles hi ha d’ajust, i
hem intentat veure com es dissenyen aquestes estratègies. Hem vist com es
reorganitza la despesa dins les famílies: com davant dels preus tarifats (l’aigua, la
llum…), que no es poden eliminar, es gasta molt menys en alimentació, per exemple;
com es compra de forma diferent; com s’estiren els productes. I també, d’altra banda,
en la part més positiva, hem vist com es va generalitzant una subsistència
desobedient, és a dir, es genera l’ocupació i els furts famèlics, es punxa la llum… Ens
ha permès veure molt clarament que les persones subsisteixen en moltes ocasions a
base d’il·legalitat, que hi ha un debat important entre la il·legalitat i la injustícia o la
il·legalitat i la necessitat, i que aleshores cal plantejar-se dir: “Si et trobes en extrema
necessitat, la il·legalitat és probablement necessària i, a més a més, queda justificada”.
O sigui que la il·legalitat no és per definició injusta ni innecessària.

Hem treballat una mica el tema de la intensificació del treball domèstic: el fet que la
gent tingui menys diners suposa un augment de la feina a realitzar dins la família; la
provisió de serveis entre famílies: com s’organitza i el pes creixent sobre les dones; i,
un cop més, el tema de la caritat: el fet que hi ha realment un coixí familiar que es
converteix en un substitut de l’estat del benestar. O sia, quan tota la resta et falla,
abans d’anar a dormir a la porta d’un caixer —ara no es pot tampoc, perquè els caixers
estan tancats—, et queda el coixí familiar i el reforç, altra vegada, de la caritat en lloc
dels drets socials.

En una paraula, ja sé que el relat que hem fet és molt insatisfactori, només pretenia
estimular-vos una mica perquè, si us interessa, el mireu a Internet o en busqueu una
còpia, perquè creiem que hem aconseguit il·lustrar una mica una cosa que ja se sabia:
que el capitalisme, a part de l’explotació laboral, té o utilitza tots els canals per a
revertir de nou en el benefici. I hem fet unes conclusions que he de tornar a dir molt
ràpidament, sense argumentar-les gaire. És un tema que no puc argumentar gaire,
sinó descriure’l i, a més, un pèl de mala manera. O sia, veure una mica… Tot això està
conduint a una societat més incerta, més inestable, més injusta i més
desacomplexadament explotadora. Fa uns quants anys —jo, que ja en tinc molts, me’n

El problema del crecimiento petróleo pág 27


recordo—, dir que eres empresari semblava que era una cosa negativa. Avi dia dir que
ets empresari… És l’empresa qui genera totes les facilitats. Llavors, aquesta tendència
és contradictòria. D’una banda, cada cop és més inestable i injusta, però, de l’altra, el
capitalisme està més fort que mai ideològicament, ja que, quan es parla
d’anticapitalisme… Només són uns quants indocumentats els que són anticapitalistes,
però la resta… El capitalisme és el que hi ha i, aleshores, sembla que no hi ha cap
més remei.

El capitalisme està abandonant totes les responsabilitats que té de proveir i participar


en la despesa comú. Per exemple, quan es diu en el cas de les pensions: “No hi ha
diners per a les pensions publiques; les pensions han de ser privades”, en el fons,
estem dient: “No volem que el capital…”, perquè les pensions públiques es paguen
amb les contribucions dels treballadors. S’està dient: “Els beneficis que haurien de
pagar uns impostos, que podrien pagar una part de les pensions públiques, no cal que
hi participin”. És a dir, l’Estat està abandonant la seva responsabilitat en tots aquests
aspectes. També hem percebut que la integració a la Unió Europea —no tant en
aquest informe, sinó en un altre— ha dut a una accelerada desindustrialització i a
l’augment de la desigualtat; que el govern, les autoritats en general, no només les de
l’estat espanyol, sinó també les internacionals de la Unió Europea, el que fan és donar
suport incondicional a una elit empresarial perfectament inserida en el capitalisme
global; que, en el neoliberalisme, el model de pensament hegemònic organitza no
només l’acció dels governants, sinó també, com us he dit, les seves ments i la seva
conducta; que ens estem automodelitzant. Ara els joves, els joves ambiciosos, els que
volen triomfar en la vida empresarial, es plantegen que cal participar en aquesta idea.
Llavors, no hi ha raó per la qual he de tenir un horari de treball, he d’estar pensant
sempre en el treball; la interiorització dels valors del capitalisme per a poder viure. La
majoria dels mitjans de comunicació contribueixen molt significativament a aquesta
tasca. Igualment, hem observat que el sector públic es buida i els drets socials es
debiliten o desapareixen, i l’augment de la provisió privada, com us he explicat, el
poder de monopoli dels aspectes bàsics per a la vida, com són l’aigua, l’energia
elèctrica, que és la que hem treballat aquí, i el poder d’aquests grans monopolis en la
gestió pública: com hi incideixen.

Ens hem preguntat per què no es produeix un conflicte social més gran, com és que
no ens revoltem més en aquesta societat en la qual l’expropiació de la riquesa social
és per la part laboral, però també per totes aquestes facetes. Llavors, hem vist que hi
ha aquest traspàs de despeses de l’esfera productiva i mercantil a la familiar i de la
caritat, la desestructuració de la vida, la pèrdua de poder de les institucions populars i
la profunda desafecció de la política institucional. Tanmateix, volem i creiem que es pot
ser una mica optimista malgrat tota aquesta trista imatge que he intentat reflectir. Van
sorgint estratègies de reorganització social i econòmica, que no són mercantils, en
l’esfera familiar, tal com hem comentat, i la resistència de les classes populars es
manifesta de formes noves.

El problema del crecimiento petróleo pág 28


D’una banda, aquestes formes noves es manifesten en una línia conservadora amb
orientació cap a l’extrema dreta: el moviment cap a l’extrema dreta de la majoria dels
països d’Europa, el Brexit i el triomf del senyor Trump [trump] —em nego a dir Trump
[trʌmp], crec que hem de dir Trump [trump]. Bé, tot aquest moviment cap a l’extrema
dreta és una forma que tenen de resistir-se les classes populars. Crec que tot el que
hem vist en totes aquestes eleccions que s’han celebrat últimament, en el Brexit primer
i a Polònia i Hongria abans del Brexit, tot aquest gran enrenou, i el triomf, ni polític ni
jurídic, però el pes de l’extrema dreta a França, per exemple, no és res més que la
resistència d’unes classes populars que van veient que cada vegada estan perdent
més i més possibilitats d’una vida mínimament decent. Aleshores, com que l’esquerra
no els ha sabut donar una resposta, se’n van cap a una demagògia, que sí que és
demagògia, però les enganya i se’n van cap a la dreta. Crec que hem d’interpretar el
moviment cap a la dreta com un moviment de classe. Em sembla que la forma més
lògica i coherent d’interpretar què ha passat no és que al senyor Trump [trump] li falti
un bull, que, entre altres coses, no sé si li’n falta un o no, però de ben segur que no li
deixen fer només el que vol, encara que pugui, sinó que té un govern determinat, i
aquest govern determinat és de milionaris dels Estats Units. I el senyor francès, el que
ha guanyat les eleccions, en Macron, oi? El senyor Macron també té un govern, i una
de les primeres coses que farà aquest govern sembla que és copiar la reforma popular
i seguir les mesures del neoliberalisme que planteja la Unió Europea. És a dir, davant
de tot això, una de les formes de resistir-se és votar la dreta, i, mentre no ens
n’adonem, anirem a les palpentes i, al meu parer, estarem interpretant
equivocadament què és el que està duent la gent cap a la dreta.

De l’altra, per ser una mica més optimistes, crec que en les nostres societats, i en la
nostra en particular, també s’estan veient certs moviments progressistes, moviments
socials. És veritat que van quedar un pèl diluïts, però penso que els moviments socials
van originar moltes dinàmiques noves als barris, als pobles, en moltes facetes que
s’estan elaborant i completant en les marees i en noves formes d’organitzar-se, i crec
que tota aquesta nova dinàmica del capital també requereix que ens belluguem
altrament com a resistència i com a instrument de lluita. Per tant, crec que, malgrat tot
el plantejament que fem i no reneguem —és així de negre i trist, i té tota aquesta
força—, si som capaços de treballar en àmbits encara que siguin reduïts de formes
que puguem entendre i som capaços de renovar les formes d’organitzar la nostra
resistència i la nostra acció política, podrem arribar a qüestionar almenys tota aquesta
expropiació que hem intentat reflectir en aquest treball.

Vull assenyalar que cal treballar amb un doble objectiu: lluitar dia a dia per evitar
l’expropiació de la vida quotidiana, però, alhora, interpretar que, si no canviem el
sistema en general, no serveix de gran cosa lluitar dia a dia, perquè totes aquestes
reformes, quan arriba un moment de crisi o de domini del capital, queden diluïdes, els
triomfs quotidians queden diluïts per grans endarreriments en l’organització, tal com
veiem que s’estan produint des de la crisi dels 70. Res més. Moltes gràcies.

Dona:

El problema del crecimiento petróleo pág 29


Teniu preguntes?

Emilio Santiago Muíño:


Si algú vol fer preguntes, continuem amb aquestes preguntes.

Home del públic núm. 1:


Gràcies. Jo volia agrair les seves paraules a la Miren, a la professora Miren, a la qual
crec que molts de nosaltres considerem una mestra. No volia plantejar cap crítica, sinó
assenyalar alguns matisos.

El primer és sobre el tema de la intervenció del sistema financer a les escoles i als
instituts. La Miren té raó, però també és important dir que alguns sindicats s’hi han
oposat radicalment, per exemple, co.bas, un sindicat al qual pertanyo, i que molts
claustres de professors s’han manifestat en contra d’aquest tipus d’intervencions que,
d’altra banda, els beneficiaven, perquè així disminuïen les seves hores laborals.

El segon és que també té raó en el tema del llenguatge. No obstant això, la meva
experiència com a professor d’una assignatura horrible que es diu Economia i Iniciativa
Emprenedora a cicles formatius de grau mitjà i superior en un institut de l’extraradi de
Barcelona en aquests últims 15 anys és que ara es pot parlar sense cap tipus de
problema d’explotació, capitalisme i lluita de classes, i els alumnes ho entenen
perfectament.

El tercer és que la ràbia i indignació acumulada que tenen aquests joves d’entre disset
i trenta i tants és enorme i potencialment molt rebel.

El quart és que l’interès que manifesten ara, en aquests darrers anys, per moviments
socials i per experiències polítiques recents que no cal citar també és molt important.

El cinquè és que, per ells, el cooperativisme és més que una paraula, i molts intenten
aquest tipus d’experiències quan acaben els seus estudis de cicles formatius.

El sisè és que hi ha un claríssim rebuig per part d’estudiants i professors a una cosa
que s’anomena formació dual, que podríem definir com la concreció de l’horror i una
aposta del Departament d’Educació de la Generalitat de Catalunya.

Finalment, aquella disjuntiva de Rosa Luxemburg entre socialisme o barbàrie. Aquests


alumnes als quals em refereixo saben que la barbàrie és el mercat, tot i que, ara per
ara, no tenen clar l’horitzó socialista. Gràcies.

Miren Etxezarreta:
Bé, no tinc res per a comentar. Estic totalment d’acord amb el que s’ha dit i agraeixo el
que s’ha completat, el que jo no he dit. Em sembla molt bé, o sigui que és un
comentari perfecte.

El problema del crecimiento petróleo pág 30


Home del públic n.º 2:
A l’hora d’analitzar per què, malgrat la crisi del capitalisme a Europa, al món en
general, malgrat que existeix una resistència cada cop que està sorgint, s’està girant
cap a la dreta, predomina l’extrema dreta, penso que, per tal de comprendre-ho, també
caldria referir-se a la història del moviment obrer, a la història dels països de l’Est, a la
revolució que hi va haver, a la història de la socialdemocràcia, com ha evolucionat. És
a dir, em fa l’efecte, com diuen algunes persones, que s’ha de començar de zero, que
el moviment de resistència, el moviment obrer, per dir-ho així, el moviment de les
classes populars comença a constituir-se des de zero, però, és clar, partint d’una
història que ha de tenir en compte.

Miren Etxezarreta:
Bé, tampoc no tinc gran cosa a dir pel que fa a això. De ben segur que la història del
moviment obrer és un dels elements fonamentals en els quals s’han de basar les
resistències actuals, i potser un dels problemes és que, moltes vegades, no la
coneixem gaire. D’altra banda, penso que els joves sempre volen inventar-ho tot,
perquè, quan veus, per exemple, expressions ara dels joves —amb els quals
simpatitzo totalment a pesar de la meva edat—, dius: “Si estan descobrint la sopa
d’all!”. Però és que els joves l’han de descobrir, perquè, si els en donem la recepta, no
els agradarà. Llavors, crec que aquí tenim una mica l’equilibri. D’una banda, haurien
de tenir més informació. Penso que un dels problemes dels moviments socials actuals,
però això és una dèria personal, és que tenen molt poca formació. Tenen molt poca
formació en història, per exemple, com esteu assenyalant molt bé, i en altres coses
també. De l’altra, però, cal entendre que la gent jove no viurà d’allò que li expliquem
els vells. Per tant, hem d’establir aquí un intent de comunicació, sobretot, i d’equilibri. I
teniu tota la raó, allò del moviment… Jo no soc partidària d’haver de començar de
zero, però una persona de 20 anys creu que està inventant el món. Llavors, com hi
lluitem? Caldria molta més comunicació entre generacions i també molts més mitjans
de comunicació de què és la història, però ja veieu que, si ni tan sols es recorda la
memòria històrica en aquest país i no es pot mantenir el que ha passat, difícilment
explicarem als joves, que no saben què és el franquisme, què va ser el moviment
obrer a principis del segle XIX, o a principis del segle XX, disculpeu.

Home del públic núm. 3:


Hola, Miren. Escoltant-vos, pensava en el tema de la despossessió i també de
l’enorme procés de creació d’antagonisme que aquesta despossessió pot arribar a
generar, ja que, alhora que es desposseeix, també es genera als cossos particulars i
individuals, si voleu dir-li així, o singulars un enorme malestar, i moltes vegades
l’anomenada esquerra institucional o més oficial, si preferiu dir-li així, té molt poca oïda
per a aquest patiment subjectiu. O sia, té una gran incapacitat per a poder polititzar
aquest patiment subjectiu. En general, aquest patiment subjectiu acaba essent
polititzat per tot un exèrcit de terapeutes, coaches..., que justament tenen la forma
empresa com a idea força. Llavors, dic: “Bé, potser els moviments socials o els joves
tenim dèficit de formació o no coneixem l’inventor de la llei de la termodinàmica, tal
com ha dit un professor aquí, però, justament, el que també duem al nostre cos com a

El problema del crecimiento petróleo pág 31


treballadors precaris, en el cas dels que venim de l’Amèrica Llatina, com a racialitzats,
és aquest patiment que aquest dispositiu de poder genera permanentment”. El que
passa molts cops és que, quan s’entra en certs espais institucionals, resulta molt difícil
que això es faci sentir, perquè l’esquerra continua pensant en el patiment subjectiu
com un problema privat, i em sembla que això és un problema, perquè estem deixant a
l’empresa tot un espai de politització. Què diu la publicitat? Què diuen els coaches? O
què diuen els counselors? Diuen: “Si pateixes, converteix-te en empresari”. Què diu
l’esquerra davant de tot això? Res. Aquesta seria la meva crítica a aquest biaix, si
voleu il·lustrat, que moltes vegades s’imposa des de certa esquerra institucional als
activistes, als artistes, als moviments socials. És tot.

Miren Etxezarreta:
Bé, tot són preguntes molt còmodes, ja que tampoc no tinc gran cosa a dir pel que fa a
això. També estic d’acord amb el que dieu, el que passa és que trobo que nosaltres
molt modestament i molt en la mesura d’unes forces minusculíssimes és el que hem
intentat fer en aquest informe. Els temes de les formes d’extracció d’excedent que es
recullen en aquest informe fa molt temps que es coneixen, no només… Bé, he citat
Marx, que ja deia que és el botiguer, el propietari de la casa… I, en el cas, per
exemple, de la crisi recent a l’estat espanyol, el tema de les hipoteques. Fixeu-vos si
n’és de conegut, amb tota la reacció que ha originat la PAH, afortunadament. El que
nosaltres vam intentar és explicar una mica per què passen aquestes coses per
fonamentar una mica els antagonismes que dieu, perquè, és clar, els plantejaments
que es fan són: es percep tot això i això ve de lluny. Llavors, fixeu-vos si ve de lluny la
factura de la llum. Vam procurar explicar-los una mica per intentar obrir aquest tipus de
plantejaments al debat polític i a la inquietud col·lectiva, ja que, si no, nosaltres, que
estem nodrits del marxisme i l’acceptem, tendim moltes vegades a parar-nos en
l’explotació de la força de treball exclusivament. Aleshores, vam pensar: “Bé, no ens
quedem aquí, intentem reforçar aquesta reacció davant de la despossessió perquè es
plantegin més antagonismes i més ben plantejats explicant una mica que també ens
extreuen el fruit del nostre esforç d’altres maneres.

Emilio Santiago Muíño:


Res més i continuem amb la taula rodona?

Home del públic núm. 4:


Sí, una pregunta. Utilitzant una mica Marx, els nous opiacis que fan que la gent no es
mobilitzi, s’indigni, tot i que, segons dades objectives, sembla que hi hauria d’haver
una revolució; aquesta anàlisi dels mecanismes, com s’interioritzen o com no
s’interioritzen els valors del capitalisme, el neuromàrqueting, la psicopolítica, etc.
també és interessant, oi? Perquè és una part de Marx més cultural, la alienació en els
nous opiacis.

Miren Etxezarreta:
Estic totalment d’acord que cal molta més anàlisi, però, en primer lloc, en el grup on
treballo, som economistes i un té les seves deformacions, i nosaltres en tenim moltes.

El problema del crecimiento petróleo pág 32


En segon lloc, tota la gent que treballa a Taifa és gent que treballa en altres llocs.
Llavors, ho fem com a afició i, és clar, no rendim més. De totes formes, us diré que
estem en projecte i que hem començat ja a treballar en un nou informe, perquè anem
d’informe a informe, en el qual voldríem treballar —després resulta que comencem una
cosa i n’acabem una altra—, en el qual realment voldríem veure una mica l’abast i les
conseqüències de totes aquestes noves formes que ens estan explicant de
desenvolupament del capitalisme, com l’economia col·laborativa, l’economia del bon
viure, l’economia de... i afegint-hi una mica tot aquest plantejament, també les coses
del coaching, de tots aquests temes, perquè aquí hi ha un rerefons. Ens estan fent
veure com si el capitalisme s’hagués civilitzat. Ara hem humanitzat el capitalisme i, si
agafem un Uber en comptes d’un taxi, resulta que estem proporcionant feina a una
persona que no en té. Tenim la intenció d’estudiar totes aquestes coses. La nostra
capacitat és molt petita, per això, he contat el que he contat. No podem explicar res
més, però, si voleu, us invito a tots a unir-vos a nosaltres per intentar treballar-hi.

Emilio Santiago Muíño:


Com que l’Ugo parlarà en anglès, qui no tingui auriculars pot anar a buscar-los mentre
organitzem la taula. Entesos?

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