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HISTORIAS URBANAS

LA APUESTA DEL CEMENTERIO


La siguiente leyenda puede variar, como es normal en la
mayoría de las historias populares. Los protagonistas
suelen ser una chica con un vestido o un chico con una
capa, pero la trama es la misma. Desde FCINCO, nos
quedamos con la joven. La protagonista, cuyo nombre se
desconoce, era una joven tímida. Por el trabajo de su
padre, ella y su familia cambiaban constantemente de
ciudad y de amigos.

En uno de esos tralados, un grupo de compañeros retó a la joven a una prueba de


valentía: debía ir al cementerio de noche y clavar una nota en la última tumba del
camposanto en la que decía "Yo estuve aquí". La chica, con ansias de ser una más y poder
integrarse rápidamente en el grupo, aceptó el reto y esa misma noche se dispuso a cumplir
su tenebrosa misión.

Aunque el cuerpo le pedía correr y abandonar el juego, la joven saltó la valla. Caminó
entre el frío mármol, las siluetas de las cruces y las sombras de los ramos de flores
posados encima de las tumbas.

Cuando por fin llegó a la última tumba, sus ojos estaban empañados de lágrimas y sus
manos temblaban por el miedo contenido. Con una chincheta clavó la nota en la que
demostraba su valentía y al levantarse para salir corriendo, algo tiró de su falda,
atrapándola.

La mañana siguiente, al no tener noticias de la joven, el grupo de chicos se dirigió al


camposanto. Allí encontraron su cuerpo inerte, con la falda de su vestido clavada con una
chincheta a la última tumba del cementerio. Había muerto... de miedo.

LA SONRISA DEL PAYASO


La historia de la sonrisa del payaso es un clásico en
los colegios mayores de Madrid, aunque se ha ido
extendiendo al resto la comunidad universitaria.

Una joven esperaba el autobús de noche en una de las


marquesinas de la zona de Metropolitano, el principal
núcleo de colegios mayores de la capital. La zona está
rodeada de los parques que forman el campus universitario y, junto con las facultades
vacías, logran un perfecto escenario de película de terror.

La espera de la joven fue interrumpida cuando un grupo de jóvenes, supuestamente de


aspecto skinhead, que la sacó de sus pensamientos. Empezaron a hablar y a burlarse de ella
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y, después, comenzaron a forzarla. Para hacer aún más macabro el forcejeo, le dibujaron la
'sonrisa del payaso' para poder violarla sin que ella pudiese gritar.

Este tipo de tortura consiste en hacerle a la víctima un corte en cada lado de la comisura
de los labios, de forma que si abre la boca para gritar, la herida se desgarra.

Los rumores de este tipo de agresión fueron tan fuertes que, en 2003, los directores de
varios colegios mayores madrileños tuvieron una serie de reuniones para investigar e
intentar poner fin a esta alarma que se extendía entre los jóvenes universitarios. Como la
mayoría de las leyendas, no se pudieron contrastar los hechos, ya que ningún hospital de
Madrid había registrado un paciente con ese tipo de agresión.

LA NIÑA DE LA CURVA
La leyenda de la niña de la curva es, sin duda, la más
célebre de todas las historias de terror. No hay Halloween
en que no se escuche esta misteriosa historia, y puede que
haya sembrado el pánico en más de un Blablacar. Como
muchas historias populares, se desconoce su autor y la
localización del suceso. Se cuenta en decenas de países.
En Suecia donde se la conoce como Vita frun; en Italia,
donde la llaman la Dama Bianca; en República Checa, que la bautizó Bílá paní...

En España, el suceso paranormal protagonizado por esta joven se ha ubicado


históricamente en varios puntos geográficos: de la localidad sevillana de Sanlúcar la
Mayor al municipio ibicenco de San Antonio. Una noche de espesa niebla, un joven iba
conduciendo por una carretera desconocida. Las luces del coche alumbraban lo poco que la
niebla dejaba ver a su paso pero, de repente, una joven vestida de un blanco impoluto
apareció a un lado de la calzada. Aunque la chica permanecía inmóvil, el conductor
interpretó que estaba haciendo autostop y decidió parar para invitarla a subir.

La misteriosa joven accedió a subir al asiento de atrás del automóvil, aunque sin mediar
palabra. Durante el recorrido, el conductor intentó entablar conversación sin éxito hasta
que, de pronto, la joven dijo: "Cuidado con la curva. Ahí morí yo". El joven, creyendo
que era una broma, se giró hacia la chica y descubrió con estupor que ya no había nadie
en el asiento. Cuando giró la cabeza hacia la carretera aterrorizado, ahí estaba. La curva.

NO SÓLO LOS PERROS LAMEN


La siguiente historia muchos la localizan en una
pequeña localidad francesa pero, como todas las
demás, el boca a boca ha borrado la pista de su
origen. Una niña de 9 años es la protagonista de la
leyenda. La pequeña era la única hija de un
matrimonio con gran influencia política y una
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ajetreada vida social que hacía que la niña pasase demasiado tiempo sola.

Para aliviar su soledad, los padres decidieron regalarle un perro, que podría proteger a la
niña en su ausencia. Niña y can se hicieron inseparables. Un día, mientras dormían, la niña
empezó a escuchar cómo su mascota arañaba el suelo y gruñía. Para tranquilizarlo, bajó su
brazo de la cama para que él la lamiera: era un código entre ellos para saber que ambos
estaban bien.

Al día siguiente, cuando la niña despertó, en la pared se podía leer con sangre: "No sólo
los perros lamen", y a su perro asesinado en el suelo. Cuando encontraron a la niña, ella
sólo preguntaba quién le había estado chupado la mano toda la noche. Cuenta la leyenda
que la niña acabó enloqueciendo.

VERÓNICA ANTE EL ESPEJO


La leyenda de Verónica es una de las
más populares entre quienes disfrutan
de ese escalofrío de terror en la
espalda. De nuevo, su origen y autoría
permanecen desconocidos. La historia
cuenta que una niña llamada
Verónica participó en una sesión de
Ouija sin tomarse en serio la
invocación, y fue asesinada en extrañas circunstancias delante de todos los participantes.

Según una de las versiones, ya que la historia varía según el lugar en el que se escuche, una
silla salió volando por la habitación y golpeó a la joven por la espalda, ocasionándole la
muerte. Otra versión apunta que fueron unas tijeras las que salieron volando y provocaron
la muerte de la joven por apuñalamiento. Lo que es común a todas es el ritual que conlleva
esta historia. Según la profecía, si pronuncias el nombre de Verónica tres o nueve
veces (según la versión), con un libro -que suele ser la Biblia- y unas tijeras abiertas, se
aparece el fantasma de la joven detrás de tu reflejo y te mata.

Otra de las versiones más extendidas entre los amantes del más allá es que el espejo se
empaña y aparece la fecha de tu muerte, que en muchas ocasiones, es ese mismo día.
También, se dice que al pronunciar Verónica frente al espejo cierto número de veces, las
puertas y ventanas de la habitación se cierran y la figura de una joven te acaba asesinando.
Como se dice comúnmente: La curiosidad, mató al gato.

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