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Seminario Micología

Hongos xilofagos del arbolado urbano de Madrid

Los hongos xilofagos son un tipo de hongo cuya alimentación está especializada en la
degradación de madera. Estos pueden ser saprófitos o parásitos, y una gran variedad de
ellos pueden alternar entre los dos estilos según las condiciones en las que se encuentren.
Estos hongos ecológicamente pueden utilizar más de una estrategia (parasitos, saprófitos,
simbióticos) al mismo tiempo o según sus necesidades. Las setas que producen tienen dos
funciones principales, la reproducción y la obtención de 02. El crecimiento de estos hongos
variará según la disponibilidad de la madera y su fructificación puede variar en periodos,
desde anual o de varios años. Estos hongos tienen un papel fundamental en el reciclado de
la materia orgánica vegetal, desintegrando las paredes celulares y produciendo cambios
fisicoquímicos y estructurales (el color, la estructura, la rigidez y resistencia) en la madera.

El proceso de colonización de dichos hongos en los árboles comienza comúnmente por


heridas o decaimiento, al romperse la barrera primaria de protección frente a ellos. Esta
ruptura de protección y colonización del hongo se puede deber a distintos factores:
- abióticos: agua, nutrientes, luz, heridas por ambiente, suelo
- Bióticos: virus, bacterias, insectos (ie: termitas, gorgojos), aves (ie: pájaro
carpintero), plantas epifitas y trepadoras (ie: muérdago), mamíferos
- Antrópicos: vandalismo, podas, accidentes, obras
- Fisiológicos: edad, producción de frutos, dormancia (en invierno tienden a ser más
débiles)

La madera de la que se alimentan estos hongos consta de varias partes: la médula, el


duramen (“esqueleto”, parte muerta, fenoles para evitar pudriciones), la albura (parte
funcional), el cambium y la corteza. Dicha madera está constituida, entre otras cosas, de
celulosa en la pared secundaria, hemicelulosa y lignina en las paredes, pectina en la lámina
media. El grosor de la lámina media/pared secundaria define las propiedades biomecánicas.
El árbol distribuye el grosor de cada parte en función de sus necesidades. La relación
albura/duramen es importante, pues si el duramen es pequeño, al ser infectado la albura
sigue siendo consistente, mientras que si el duramen es más grande, el árbol puede perder
más rápidamente albura entras una infección.

Para alimentarse de la madera, estos hongos producen lo que se denomina pudriciones.


Las pudriciones están divididas en 3 grupos: blanca (se degrada todo, selectiva o
simultánea) o laminar, parda (no se degrada lignina, solo celulosa) o cúbica y blanda
(intermedio). Los hongos pueden cambiar su estrategia de pudrición según sus intereses y
pueden afectar de manera distinta en las distintas zonas. Algunas pudriciones afectan
preferentemente a las fibras radiales, por lo que la orientación de las fibras puede afectar a
la pudrición.

La zona de degradación va a depender de a qué afecta o ataca el hongo para su


crecimiento (si es la albura, el duramen o ambas). Los efectos en el arbolado también
dependen de esos factores.
Si es la albura la que está afectada, se ve una pérdida del crecimiento y brotes, clorosis y
defoliación, exudados de gomas y resinas, engrosamiento de cuello, crecimiento
compensatorio, madera de reacción, coloración, necrosis y chancros.
Si es el duramen el que está afectado, no hay síntomas fisiológicos, se producen
oquedades y una fragilidad estructural, llegando incluso a caer por falta de rigidez
estructural.
Entre las estrategias de defensa más comunes en estos casos encontramos:
- Compartimentalización: encerrar al hongo en sí mismo, cortando su acceso a los
suministros exteriores y “ahogándolo”. La corteza siempre es la primera barrera de
protección, segregando además compuestos de protección. Dejar enquistado al
hongo. También sirve para cerrar heridas.
- Cambios de la coloración por el “combate” químico con el hongo. Generación de
sustancias para defenderse.
- Madera de compensación: intentar mantenerse en pie generando en la parte basal
madera para compensar la pérdida de masa en la base, creándose huecos. A veces
fructifican en el interior los hongos.
- Generar raíces adventicias en el interior del tronco.
- Cuernos de carnero: retorceduras de la madera que no consigue cerrar del todo la
herida pero permite generar cierto grado de estabilidad.

Algunos de estos hongos pueden llegar a ser endófitos, es decir, viven dentro de las plantas
en un periodo de latencia. El exceso de humedad no es bueno para los hongos y la falta de
o2 y las defensas químicas tampoco. Los hongos pueden quedarse latentes durante
muchos años en esas condiciones, esperando a la pérdida de humedad o vigor para
empezar la pudrición. También existe competencia entre los hongos.

El medio urbano es hostil para el desarrollo de los árboles, afectando positivamente a la


aparición de hongos xilofagos. Existen una gran cantidad de factores que afectan al estado
de la madera.

Algunas especies de hongos xilofagos son:


● Armillaria mellea: ataca preferentemente a la base, hace una pudrición fibrosa o
blanca, es muy peligroso, siendo un patógeno muy activo. Daña la albura y el
cadmio. Afecta a árboles sanos también. Se produce mediante contacto de las
raíces con el hongo por los rizomorfos. Produce la inanición del árbol.
● Coprinellus micaceus: es relativamente inofensivo, saprófito, aparece en materia
muerta, endófito.
● Schizophyllum commune: relativa peligrosidad, no se sabe que tipo de pudrición
produce, afecta a la corteza, aparece gracias a efectos del estrés en la madera,
formando callos.
● Cerrena unicolor: relativamente patógeno, produce podredumbre blanca, afectando
la al albura. Su vector de dispersión es la avispa cornuda.
● Fomes inzengae: muy peligroso, podredumbre blanca afectando a la albura y
duramen. Preferencia por el chopo. Una vez la muerte del hospedante, se vuelve
saprófito.
● Fomitiporella cavicola: muy peligrosa, produce podredumbre blanca y blanda. Es
muy poco conocida fuera del Pirineo. Forma una costra pegada a la madera. Se
utiliza como indicador de valor ecológico.
● Fomitopsis pinicola: pudrición cúbica o parda,degrada duramen y madera muerta.
Relativa peligrosidad.
● Ganoderma australe: muy peligroso, produce una podredumbre lenta (blanca y
blanda) de la albura. Afecta principalmente a las raíces y la zona basal. Acaba
cayendo los árboles afectados, pese a la madera de compensación.
● Inocutis levis: más abundantes en madrid (chopos, plátanos y arces). Podredumbre
blanca. Afecta al duramen y la albura. Tiene una estrategia de desecación de la
madera. Presencia de médula interna.
● Inonotus hispidus: podredumbre blanca y blanda. Afecta a toda la madera del árbol.
Muy peligroso. Genera heridas para acceder a la zona aérea. Produce necrosis.
● Inonotus ulmicola: podredumbre blanca y blanca de la albura y duramen. Muy
abundante. Afecta a la materia viva de la madera. Endófito. Fructifica una sola vez
cuando ha muerto la rama o tronco.
● Laetiporus sulphureus: podredumbre parda y cúbica. Respeta la parte viva de la
madera, afectando al duramen. Ocasiona roturas en árboles aparentemente sana.
● Meripilus giganteus: pudrición blanca y blanda, relativamente peligroso. Afecta a la
madera de las raíces y parte basal, afecta al duramen y la albura.
● Phaeolus schweinitzii: pudrición parda, afecta al sistema radical, afectando al
duramen principalmente.
● Rigidoporus ulmarius: podredumbre blanca en las raíces y zonas bajas del árbol,
afectando tanto al duramen como la albura.
● Sanghuangporus pilatii: podredumbre blanca y blanda, crece en las oquedades de
los chopos.

Para evaluar la resistencia de la madera del árbol sin dañarlo, se utiliza el resistógrafo. Si
existe algún hueco la resistencia es nula. Permite tomar decisiones con los árboles que
estén dañados para evitar accidentes. También se usa los tomógrafos sónicos, que hacen
una ecografía a través del sonido para observar el estado de la madera.

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