Está en la página 1de 8

Capitulo 2.

Perseverante

INTRODUCCION

Inicio (5 minutos)

Saludo y bienvenida a la congregación.


a) Dar gracias a Dios
b) Hacer referencia al menseje pasado de Juan Rubalcaba
(Secreta)
c) Oracion
d) Introducción al tema PERSEVERANTE.
Lectura del pasaje de Mateo 15:22-28 como introducción a la historia
de la mujer cananea.
22 Una mujer de los gentiles,[a] que vivía allí, se le acercó y le rogó:
«¡Ten misericordia de mí, oh Señor, Hijo de David! Pues mi hija está
poseída por un demonio que la atormenta terriblemente».
23 Pero Jesús no le contestó ni una palabra. Entonces sus discípulos
le pidieron que la despidiera. «Dile que se vaya—dijeron—. Nos está
molestando con sus súplicas».
24 Entonces Jesús le dijo a la mujer:Fui enviado para ayudar
solamente a las ovejas perdidas de Dios, el pueblo de Israel.
25 Ella se acercó y lo adoró, y le rogó una vez más:—¡Señor,
ayúdame!
26 Jesús le respondió: —No está bien tomar la comida de los hijos y
arrojársela a los perros.
27 —Es verdad, Señor—respondió la mujer—, pero hasta a los perros
se les permite comer las sobras que caen bajo la mesa de sus amos.
28 —Apreciada mujer—le dijo Jesús—, tu fe es grande. Se te concede
lo que pides.
Y al instante la hija se sanó.

Resumen: En esta historia que se encuentra en Mateo Jesús había


estado realizando enseñanzas y milagros en la región de Galilea y se
retiró a la región de Tiro y Sidón, que estaba fuera de Israel y habitada
por personas no judías. En ese lugar, una mujer cananea se acercó a
Jesús desesperada porque su hija estaba poseída por un demonio y
sufría mucho.
La mujer suplicó a Jesús que la ayudara, pero inicialmente, Jesús
pareció rechazarla, diciendo que su misión era para las ovejas
perdidas de Israel. La mujer no se rindió y continuó rogando a Jesús.
Ella le dijo: "Sí, Señor, pero aun los perros comen de las migajas que
caen de la mesa de sus amos".
Impresionado por la fe y la humildad de la mujer, Jesús elogió su fe y
sanó a su hija en ese mismo momento, diciéndole que su fe era
grande.

Desarrollo (30 minutos)

1. La Necesidad y la Oración de la Mujer Cananea


22 Una mujer de los gentiles,[a] que vivía allí, se le acercó y le rogó:
«¡Ten misericordia de mí, oh Señor, Hijo de David! Pues mi hija está
poseída por un demonio que la atormenta terriblemente».
Destacar la desesperación de la madre y su clamor a Jesús.
a) Algunas veces rogamos al Señor que nos ayude, pero no
recibimos respuesta de manera inmediata. La oración parece
rebotar a la tierra; no hay respuesta, ¡y a pesar de lo grande que
es la necesidad!
La mujer de Canaán experimentó esto mismo. Su necesidad era
enorme, porque su hija estaba siendo gravemente atormentada por un
demonio. ¿Quién puede imaginar lo que significa para una madre de
una niña así, contemplar llena de impotencia mientras el cuerpo de tu
hija está siendo echado de lado a lado por poderes infernales? La
mujer oyó que Jesús estaba en la región de Tiro y de Sidón, donde
ella vivía, y entonces acudió a él con su gran necesidad. Cuando
encontró a Jesús, le rogó: «¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de
mí!»
b) Este es un claro ejemplo de una Oracion que Clama( hablar de
la oacion Secreta y Personal)
c) Es muy probable ya habia buscado solucion en otras partes.
Seguramente ya había probado muchas cosas para conseguir que
su hija fuese sanada. Este Sanador era su última esperanza.
Derramó todo su corazón delante de él. ¿Y acaso no había dicho el
Señor en su Palabra: «Derrama tu corazón delante de mí»?
d) Nuestra Experencia con Keren

2. Cuándo la Oración Parece Sin Respuesta


a) 23 Pero Jesús no le contestó ni una palabra. Entonces sus
discípulos le pidieron que la despidiera. «Dile que se vaya—dijeron—.
Nos está molestando con sus súplicas».
Pero qué desengaño! ¡Cristo no le daba respuesta!
Él había preguntado a un hombre que había estado enfermo durante
treinta y ocho años: «¿Quieres ser sano?» (Jn. 5:6), cuando aquel
hombre no había siquiera pedido sanidad, y ahora se comportaba
como si no oyera ni viera a esta mujer.

b) La situación de esta mujer no es un caso aislado. El salmista,


también, clamó: «¡Y no respondes!» (Sal. 22:2). Si nuestra oración
tuviera que ver solo con cuestiones temporales, sería posible
someterse a la sabiduría de Dios
c) Quizá hayas experimentado esto también. Oras, pero no ves la luz.
Buscas, pero no hallas. Llamas, pero no se abre ninguna puerta.
Cuanto más se dilata el silencio de Dios, tanto más aumenta la
necesidad. No desciende ni una palabra del Cielo, y tú clamas como
Job: «¡Oh, quién diera que Dios hablara!» (Job 11:5).
Discusión sobre la reacción inicial de Jesús, que fue el silencio.
Reflexión sobre la experiencia cuando oramos y no parece haber
respuesta.

3. Importancia de la Fe y la Persistencia

a) Lectura de Mateo 15:26-27: 26 Jesús le respondió: —No está


bien tomar la comida de los hijos y arrojársela a los perros.
27 —Es verdad, Señor—respondió la mujer—, pero hasta a los perros
se les permite comer las sobras que caen bajo la mesa de sus amos.
¿Qué podía hacer ahora la mujer de Canaán? Nosotros nos
pensaríamos que con toda certidumbre se volvería a su casa. Había
oído a Cristo decir que había sido enviado a las ovejas perdidas de
Israel, pero ella era una pagana. ¡Sin embargo, no se regreso a su
casa! La verdadera necesidad no puede ser refrenada, porque no hay
otro lugar adonde ir.
Algunos dicen que ya han orado el tiempo suficiente, y entonces
abandonan. Esto demuestra que la necesidad del alma no tiene el
suficiente peso. Los que sienten una verdadera necesidad no pueden
parar; preferirían morir a los pies de Dios antes que abandonar.
Así fue con esa mujer. Leemos: «Entonces ella vino y se postró ante
él» (Mt. 15:25). Vino ante Cristo y adoró a sus pies de modo que él no
podía seguir su camino. Antes ya había dicho tanto que ahora solo
podía decir: «¡Señor, socórreme!».
b) La situación empeoró para la mujer al decirle Jesús que no
estaba bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. En
otras palabras, su poder de sanidad era para otros, y no para
ella.
¿Qué hizo luego la mujer cananea? No abandonó; se aferró. ¿A qué?
A una migaja que esperaba pudiera caer de la mesa del Señor. «Pero
—dijo ella 27 —Es verdad, Señor—respondió la mujer—, pero hasta a
los perros se les permite comer las sobras que caen bajo la mesa de
sus amos.
c) El caso de mis hijas y su insistencia para que las llevara al futbol
"Discusión sobre la relación entre la fe y la perseverancia en la
historia.

4. Reconocimiento de la Propia Indignidad

a) Lectura de Mateo 15: 27 —Es verdad, Señor—respondió la


mujer—, pero hasta a los perros se les permite comer las sobras
que caen bajo la mesa de sus amos.
b) Destacar cómo la mujer cananea reconoció su propia indignidad
y su dependencia de la gracia de Dios.
c) ¿Qué hizo entonces la mujer cananea? ¿Reaccionó con
amargura? ¿Dijo acaso: No soy peor que los demás? ¿Dijo
acaso: «No es culpa mía si soy pagana»? ¿O acaso se ofendió
por ser llamada «PERRILLO»? ¡No hubo nada de esto!
Manifestó su acuerdo con lo que Cristo había dicho. Estaba de
acuerdo en que no tenía derechos. Reconoció su indignidad y su
pecaminosidad. Escuchemos su contestación: «Sí, Señor» (Mt.
15:27): esta es la actitud apropiada en la oración. Ahí es donde
el Señor quiere a su pueblo. Ellos hablarán bien del Señor, aun
cuando les parezca que se trata de una causa perdida para
ellos. Puede que tengan mucha determinación y perseverancia
en sus oraciones, pero no se atreverán a enfrentarse a la justicia
de Dios. Cuando se les menciona su indignidad, admiten: «Sí,
Señor».
5. Apegándose a las Promesas de Dios

Lectura de Mateo 28 —Apreciada mujer—le dijo Jesús—, tu fe es


grande. Se te concede lo que pides.
Y al instante la hija se sanó.
a) Enseñar cómo la mujer cananea se aferró a las palabras de
Jesús y no renunció a su fe.
b) Las Escrituras dicen: «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis;
llamad, y se os abrirá» (Mt. 7:7). Nadie jamás ha encontrado que
no fuera así. Pero entre la oración y la respuesta se encuentra la
soberanía de Dios. La lección que nos enseña un Cielo
silencioso es que Dios no está bajo obligación alguna con el
pecador. La gracia enseña al pecador a recurrir a la gracia.
c) ¿Qué hizo luego la mujer cananea? No abandonó; se aferró. ¿A
qué? A una migaja que esperaba pudiera caer de la mesa del
Señor. «Pero —dijo ella— aun los perrillos comen de las migajas
que caen de la mesa de sus amos» (Mt. 15:27). En otras
palabras, estaba diciendo: «Señor, que el pan sea dado a los
hijos de Israel. Si puedo tener solo las migajas, estaré
satisfecha».
d) Una migaja de Dios, un rayo de su luz, una marca de su favor
sería suficiente. El menor de los favores del Cielo es suficiente
para personas que oran como ella.
6. La Respuesta de Jesús y la Sanidad de la Hija

a) Resaltar cómo, finalmente, Jesús elogió la fe de la mujer y sanó


a su hija.
b) Pero mucho más importante es esta pregunta: «¿Qué hizo
Cristo?». El Salvador se dejó atrapar en sus mismas palabras.
Con su izquierda la echó a un lado, pero con su diestra la asió.
Con una mano le quitó su valor, y con la otra la atrajo a sí
mismo. El Señor sigue obrando de esta manera. Nos hace ver la
imposibilidad de nuestra parte para dar lugar a la posibilidad de
parte del Señor.
Cristo le dijo a la mujer: «Oh mujer, grande es tu fe» (v. 28). Podía
decírselo, porque ella tenía un gran concepto de Dios y un concepto
tan pequeño de sí misma. Esperaba mucho de poco, y, en su gran
apuro, se aferró a Jesús.
c) Desde aquella hora, su hija fue sanada.
La importancia de mantenerse firmes en la oración y la fe.
7. La Soberanía de Dios en la Oración
a) Lectura de Mateo 15:23: "Pero Jesús no le respondió
palabra."Discusión sobre cómo la soberanía de Dios a veces implica
que nuestras oraciones no se responden de inmediato.
b) Cómo debemos confiar en que Dios actúa según su plan y tiempo
perfectos.
c) A menudo se aprende más en las tinieblas que en la luz. Si las
oraciones recibieran siempre una respuesta inmediata, pensaríamos
que ello se debe a que oramos tan bien. Entonces buscaríamos la
razón en nuestras oraciones y veríamos méritos en nosotros mismos.
Es necesario que el Señor muestre su soberanía; y que con todas
nuestras oraciones, y llamamientos y búsquedas, vemos que nada
tenemos y que nada somos, excepto si venimos a ser el objeto del
agrado de Dios en Cristo. En este sentido, Dios habla en su silencio.
Él habla de su justicia y de nuestra injusticia, porque los pecadores
han de terminar finalmente a los pies de Cristo.
d) No podemos ir por encima de la soberanía de Dios
jamás ha habido alguien en la tierra que experimentase un Dios
callado, este fue Cristo en la Cruz. Él clamó, bajo un Cielo callado, que
Dios le había desamparado. Su perseverancia no le trajo alivio alguno.
Se asía de Dios, pero Dios lo dejó ir. No fue rechazado por una mano
de Dios para ser atraído con la otra, como había sido la experiencia de
la mujer cananea. No, sino que fue echado fuera con las dos manos
de Dios, porque tenía que pagar todos los pecados y sufrir todas las
enfermedades de los suyos
Mateo 27:46 Dios mio, Dios mio, ¿Por qué me has abandonado?
Resumen de los puntos clave:
1. Perseverancia en la oración, incluso cuando parece que no hay
respuesta.
2. Importancia de la fe, la humildad y el apegarse a las promesas
de Dios.
3. Confianza en la soberanía de Dios en nuestras oraciones.
Invitación a la congregación a reflexionar sobre sus propias vidas
de oración y fe.
Oración final.
Preguntas:

¿Quién es el personaje central en la historia de la mujer cananea?

¿Dónde se encuentra la historia de la mujer cananea en la Biblia?

¿Qué problema afectaba a la hija de la mujer cananea?

¿Qué respuesta inicial dio Jesús a la petición de la mujer cananea?

¿Qué palabra clave asociamos con la historia de la mujer cananea que


destaca su actitud?

¿Qué es la perseverancia?
Menciona al menos una característica de la perseverancia.

¿Por qué es importante ser perseverante en la vida cotidiana?

¿Cuál es la relación entre la fe y la perseverancia, según la historia?

¿Cuál es el propósito principal de la historia de la mujer cananea en la


Biblia?

Respuestas:

La mujer cananea.

La historia se encuentra en Mateo 15:21-28 y Marcos 7:24-30.

Su hija estaba poseída por un demonio y sufría.

Inicialmente, Jesús pareció rechazarla, diciendo que su misión era


para las ovejas perdidas de Israel.

Perseverancia.
La perseverancia es la capacidad de persistir y mantenerse firme en la
búsqueda de un objetivo a pesar de los obstáculos y dificultades.
Ejemplos de características de la perseverancia incluyen fe,
determinación, paciencia, resistencia y perseverancia.

La perseverancia es importante en la vida cotidiana porque nos ayuda


a superar desafíos, alcanzar metas y crecer tanto en lo personal como
en lo espiritual.

La historia de la mujer cananea muestra que su fe la llevó a ser


perseverante en la búsqueda de la ayuda de Jesús.

El propósito principal de la historia de la mujer cananea es enseñar


lecciones sobre la fe, la perseverancia y la disposición de Jesús para
ayudar a todos los que se acercan a Él con fe sincera.

También podría gustarte