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Actividades

de creación
de textos

Didáctica de la Lengua Castellana


Realizado por: Jaime Alcántara González
1.Cuento
Cuenta una historia, que existía un pequeño pueblo alejado de las grandes
civilizaciones, lleno de naturaleza, con grandes prados, altas montañas y
espectaculares ríos; con una fauna increíble, con especies únicas en todo el mundo.
Pero en este pueblo tan peculiar solo lo habitaban personas mayores, no existía ningún
niño que corriera por los grandes prados, que viera y explorara sus grandes montañas
y que jugase en sus espectaculares ríos .
Estos abuelos que vivan en el pueblo estaban muy tristes, porque ninguna persona
joven viva allí y no se respiraba ese ambiente de alegría y juventud de los niños, la
mayoría de sus familiares vivían en las grandes ciudades y no los solían visitarles
mucho porque el pueblo estaba muy apartado y no había buena conexión a internet.
La mayoría de ellos tenían que viajar a las grandes ciudades para poder visitar a sus
hijos y sus nietos; y esto le suponía un gran coste y calentamiento de cabeza para su
avanzada edad, así que solo los visitaban en Navidad o fechas especiales.
La preocupación de los habitantes del pueblo era tanta que hacían reuniones para
buscar soluciones para que jóvenes familias se instalaran a vivir en el pueblo, incluso
se gastaron todos los ahorros que tenían en realizar un cartel gigante en el cual
invitaba a la gente joven en vivir en el pueblo en las casas que estaban vacías y
proporcionarles un trabajo como profesores, médicos etc. Este cartel no dio mucho
existió y las personas mayores estaban cada día que pasaba menos ilusionadas, ya que
carecían de ese cariño y se sentían solas.
Pero un día nublado y con tormenta, una joven pareja con sus dos hijos que quería
llegar a su casa en la gran ciudad se perdió y tuvieron un pinchazo en la rueda del
coche justo en frente de este pequeño pueblo, esta familia decidió que seria imposible
seguir el camino con la gran tormenta que hacía y empezó a tocar a la puerta de estos
ancianos en busca de cobijo y ayuda. Los ancianos sorprendidos les abrieron sus
puertas y le proporcionaron una habitación, alimento y cariño. A la mañana siguiente
el día era completamente diferente soleado y con buena temperatura, la familia
estaba muy sorprendida porque nunca había visto tal pueblo tan bonito, la gente super
simpática y la gran naturaleza que existía. Los habitantes le contaron el problema que
tenían, pero claro esta familia no podía dejar atrás el piso que pagaban, el colegio de
los niños y sus respectivos trabajos; y le dijeron que era imposible aunque le gustaría
mucho vivir allí, los ancianos se deprimieron aun mas y esta familia arreglo la rueda
desinflada y se fueron a la gran ciudad.
Pasaron los mese y todo seguía igual en aquel maravilloso lugar, pero un día todo
cambio, en una tarde se empezaron a escuchar motores de coche llegando al pueblo y
todos sus habitantes salieron de sus casas y observaron que eran decenas de familias
estaban descargando sus maletas y pertenecías. De repente la familia que quedó
atrapada en la tormenta en el pueblo se acerco a los vecinos y les comento que todas
estas personas se quedarían a vivir allí en el pueblo ya que se habían cansado de todo
el ajetreo de la ciudad, la contaminación , de los trabajos , de los ruidos insoportables y
querían buscar la tranquilidad , el amor , la naturaleza y sobre todo un lagar en el que
sus hijos sean felices . Esto emociono tanto a todos los ancianos que realizaron una
fiesta de bienvenida porque sabían que todo no iba a ser como antes y que la juventud
y la alegría volvían a florecer en este maravilloso pueblo.
Moraleja
Hace mucho tiempo, en la época en la que existían los grandes castillos, los grandes
caballeros, los preciados reyes y las princesas en apuro. Había un joven caballero
perteneciente a una familia con grandes sumas de dinero y una gran influencia social
llamado Rodrigo y cuyo caballo Rufián decían que era más veloz que el viento y más
fuerte que el vinagre. A este caballero le encantaba participar en las carreras de
caballos que realizaban todos los años en la cuidad y siempre las ganaba. Por las calles
siempre se paseaba con su caballo con el premio y él y todos sus amigos se burlaban
de todos los demás participantes que perdían.
Una vez entrenando para la próxima carrera, vio de lejos a otro joven jinete que
montaba a una burra a galope, a Rodrigo le hizo tanta gracia ver al joven montado en
una pequeña burra que se acerco y le pregunto que quien era y porque estaba
galopando con una burra y no con un caballo de verdad como el suyo. Resulto que el
joven era Javier un muchacho que trabaja en el campo ayudando a sus padres y no
tenia tanto lujos como tenia Rodrigo para comprarse un caballo y su burra Gabriela era
un regalo de sus padres al cumplir los dieciochos años. Rodrigo le pregunto
irónicamente si iba a participar en la próxima carrera y le contesto que le gustaría,
pero no tenía dinero para apuntarse, Rodrigo se rio de el y se fue galopando con su
caballo.
Javier por la mañana trabaja duro para conseguir algo de dinero para poder participar
en la carrera y por las tardes entrenaba en el campo con su burra Gabriela. Una tarde
se encontró de nuevo a Rodrigo con un par de amigos paseando por el campo y
empezaron a reírse de el y a decirles cosas como: ¿Qué haces con esa burra? ¿No vas a
ganar nada con esa burra? ¿Por qué quieres participar si vas a perder? El le contesto
dejarme participar y seguro que ganare, ellos seguían riéndose de él, de repente
Rodrigo busco en su bolsillo un par de monedas y se las dio, le dijo que si ganaba la
carrera le regalaba su caballo Rufián y Javier decidido acepto el reto.
Pasaron las semanas y Javier entrenaba duramente, pero Rodrigo dejo de entrenar les
decía a sus amigos que la carrera la iba a ganar con los ojos cerrados. Llego el día de la
carrera y todos los habitantes del pueblo fueron a ver qué ocurría y todos empezaron a
reírse de Javier

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