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“La donación de sangre y el altruismo en la práctica médica”

La donación de sangre es un procedimiento en el cual se extrae sangre a un individuo y


se le inyecta a otra persona que la necesita.
Donar la sangre tiene un gran impacto en la sociedad, pues trae muchos beneficios
para la salud, por ejemplo; equilibrar los niveles de hierro en la sangre, reducir el riesgo
de padecer accidentes cardiovasculares etc.
Un donante puede ayudar a muchas personas con tan solo una extracción de su
sangre, para realizar esto o recibir sangre, no se necesita vender la sangre ni nada, por
lo que se considera una acción altruista.
El altruismo es la acción de procurar el bien ajeno, cuidar del prójimo, aún cuando este
puede que no nos agrade, ya que el altruismo es desinteresado y solo busca el bien.
Ya que el donar sangre no da ninguna compensación económica, ninguna en realidad
más que la satisfacción de haber hecho lo correcto, se puede considerar una acción
desinteresada y altruista.
El donar sangre es una acción dentro de la práctica médica, cumple con el fin de la
empatía, apoyo y profesionalismo médico.
La carrera de medicina o de algunas otras dentro del área de la salud, están destinadas
a este tipo de acciones, dedicadas a hacer el bien, procurar y cuidar de alguien, quitarle
el dolor a un paciente entre otras muchas otras acciones relacionadas.
Características de personalidad que deberían estar más relacionadas con un “médico”.
Las tendencias altruistas están implícitas en la naturaleza de un médico. Los médicos
muestran estas tendencias trabajando por el bienestar del paciente más allá de las
horas de servicio, sacrificando su tiempo de descanso y recreación personal por el bien
de los pacientes.
Aunque no es una virtud profesional obligatoria, puede desempeñar un papel
fundamental en la relación médico-paciente. El altruismo implica ir más allá del llamado
deber y ayuda a construir relaciones de confianza entre el médico y el paciente. No es
factible hacer del altruismo una obligación moral en la práctica de la medicina; sin
embargo, puede ser importante promover tendencias altruistas entre los médicos como
una virtud que es importante poseer.
Los factores socioculturales de la atención médica ejercen presiones y expectativas en
los profesionales médicos, el estereotipo del “buen médico” describe a un médico que
es altruista y humanista; en este contexto, y desde hace ya varias décadas, ha existido
una preocupación creciente por promover en currículos académicos las virtudes
humanísticas, incluido el altruismo, la compasión y la empatía dentro de las iniciativas y
directivas de la atención médica.

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