Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CARRERA DE PSICOLOGÍA
MÓDULO
Fundamentos Metodológicos-Instrumentales
COMPENDIO
UNIDAD DE APRENDIZAJE
Parte 1 TEORÍA
MODALIDAD
Taller
CRÉDITOS: 3
Semestre: 2º
Enero 2024
BASES BIOLÓGICAS DE LOS PROCESOS PSICOLÓGICOS 2024 2
INTRODUCCIÓN
Es necesario aclarar que los compendios no están estructurados para cubrir los
contenidos programáticos en sí, sino que es material complementario para tener
una visión más amplia de los temas.
Por lo tanto, cualquier uso inadecuado que se haga del presente material es
responsabilidad de quien lo lleve a cabo. En este sentido, son particularmente serias
dos situaciones: lucrar con este material, es decir, venderlo; y cometer plagio, esto
es copiar, transcribir o parafrasear todo un texto o parte sin dar el crédito al autor
original.
ENERO 2024
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVO ESPECÍFICO
CONTENIDOS
5.2. Sensación.
5.3. Percepción.
5.3.1. Visión.
5.3.4. Somestesia.
5.4. Atención.
5.5. Motivación.
5.6. Emociones.
5.7. Aprendizaje.
5.8. Memoria.
5.11. Lenguaje.
5.12. Conciencia.
5.13. Pensamiento.
Sugerencias de evaluación
- Participación
- Exámenes parciales
- Examen final
- Trabajo escrito
- Centrada en el desempeño
- Wiki
5.1 BASES BIOLÓGICAS DE LOS PROCESOS PSICOLÓGICOS
SESIÓN CONTENIDO Referencias PÁGINAS
1 5.1 Fundamentos de neurofisiología Rodríguez, A. R., Dominguez, S.; Cantin, M., y Rojas, M. (2015) Embriología del 385-400
sistema nervioso. Int. J. Med. Surg. Sci., 2(1), 385-400.
5.1.1 Evolución del sistema nervioso
2 5.1.2 Embriología del sistema nervioso Rosales-Reynoso, M. A., Juárez-Vázquez, C. I., y Barros-Núñez P. (2018). Evolución y 254-265
genómica del cerebro humano Neurología, 33(4):254-265
3 5.1.2.1 Células del sistema nervioso Bethge, M., y Pawelzik K. (2013). El lenguaje de las neuronas. Cuadernos Mente 4-11
y Cerebro.4, 4-11
5.1.2.2 Transmisión de señales nerviosas
4 5.1.2.3 Anatomía funcional de las divisiones del Tortora, J. (2013). Terminología anatómica básica. En: Principios de anatomía y 12-21.
sistema nervioso fisiología (13ª Ed.). P. p. 12-21.
5 5.2 Sensación. Belmonte, C. (2006). Imágenes y sensaciones en el cerebro. Rev. R. Acad. Cienc. 47-53
5.2.1 Fisiología y psicofísica Exact. Fís. Nat.(Esp). 100, 47-53.
5.2.2 Propiedades de los estímulos sensoriales
6 5.2.3 Transducción y codificación en el sistema Asociación Británica de Neurociencias (2008). El desarrollo del sistema nervioso. En 22-24
nervioso British Neuroscience Asociation (Ed.) La ciencia del cerebro. BNA, Liverpool, p. p. 22-
5.2.4 Representación cortical de los estímulos 24.
7 5.3 Percepción Cudeiro-Mazaira, F. J. (2010). Mecanismos neuronales de la percepción visual. 24-31
Mente y cerebro, 41, 24-31.
5.3.1 Visión
5.3.1.1 Características de los estímulos visuales
y su transducción
5.3.1.2 Vía visual
8 5.3.1.3 Procesamiento cerebral de la García Segura, L. M. (2005). Ramón y Cajal y la neurociencia del siglo XXI.JANO 16-22
EXTRA, N.º 1.583, 16-22
información visual
9 5.3 Percepción Kayser, C. (2007). Integración sensorial. Mente y cerebro 25,19-21. 19-21
5.3.2 Audición y sistema vestibular
5.3.2.1 Características sensoriales del sonido
5.3.2.2 Vía auditiva
10 5.3.2.3 Procesamiento cerebral de la Wicht, H. (2012). Médula espinal. Cuadernos mente y cerebro, 1, 28-31. 28-31
información auditiva
5.3.2.4 Equilibrio y sentido de la aceleración
5.3.3 Sentidos químicos: olfato y gusto
5.3.3.1 Estímulos químicos y quimiorreceptores
5.3.3.2 Neurofisiología del olfato y el gusto
11 5.3 Percepción Retzbach, J. (2016). El secreto del tacto. Mente y Cerebro, 76, 32-38. 32-38
5.3.4 Somestesia
5.3.4.1Características de la piel
5.3.4.2 Tacto y nociocepción
12 5.3.4.3 Receptores somatosensoriales Asociación Británica de Neurociencias (2008). Tacto y dolor. En: La ciencia del cerebro. 11-13
5.3.4.4 Vías ascendentes y descendentes Liverpool: BNA. P. p. 11-13
5.3.4.5 Procesamiento cerebral somatosensorial
13 5.4 Atención Torterolo, P., y Vanini, G. (2010). Nuevos conceptos sobre la generación y el 747-758
5.4.1 Sistema reticular activador ascendente mantenimiento de la vigilia. Rev. Neurol., 50 (12), 747-758.
5.4.2 Control central de la transmisión aferente
5.4.3 Electrofisiología de los estados de
14 vigilancia Palmieri, R. L. (2010) Valoración de los pares. Nursing 28 (3), 8-14. 8-14
15 5.5 Motivación Barrett, K. E., Barman, S. M., Boitano, S, y Brooks, H. L. (2013). Sistema nervioso 255-267
5.5.1 Sistema Nervioso Autónomo (SNA) autónomo. En: Ganong. Fisiología médica (24 Ed.). México: McGraw-Hill Education. P.
5.5.2 Hipotálamo; hipófisis. Estructura y p. 255-267.
16 funciones Koster, H. (2017). Relojes internos desajustados. Mente y cerebro. 86, 52-59 52-59
17 5.5 Motivación Gómez Gonzalez, B., y Escobar, A. (2006). Estrés y sistema inmune. Rev. Mex. 30-38
5.5.3 Homeostasis Neuroci., 7(1), 30-38.
18 5.5.4 Mecanismos de la saciedad Iragui-Madoz, M. I. Tests electrofisiológicos en el estudio de la patología visual. 93-103
5.5.5 Ritmos biológicos An. Sist. Sanit. Navar. 2009, 32 (Supl 3), 93-103.
19 5.5 Motivación Wolf, C. C. (2014). El poder de las hormonas. Mente y Cerebro, 67, 28-33. 28-33
5.5.6 Hormonas y conducta
20 Von Hopffgarten, A. (2013). Protección mental. Mente y Cerebro, 69, 50-56. 50-56
21 5.5 Motivación Schmidt, M. V., y Schwave, L. (2012). Las dos caras del estrés. Mente y cerebro, 19-25
5.5.7 Estrés: bases neurales y respuesta neuro- 52, 19-25.
hormonal
22 5.5.8 Estrés y habilidades cognitivas Ninio, J. (2012). Ilusiones de contraste. Cuadernos Mente y Cerebro. 3, 4-10. 4-10
23 5.6 Emociones. Fernández, A. M., Dufey, M., y Mourgues, C. (2007). Expresión y reconocimiento de 8-20
5.6.1 Sistema límbico y control emocional emociones: un punto de encuentro entre evolución, psicofisiología y neurociencias.
5.6.2 Circuito de Papez-MacLean Revista Chilena de Neuropsicología, 2( 1), 8-20.
24 5.6.3 Corteza prefrontal y áreas de asociación Meyer, A. (2014). El rompecabezas de las ondas cerebrales. Mente y Cerebro, 65, 58-62
en la experiencia emocional 58-62.
25 5.7 Aprendizaje Barco, A. (2010) La materia de los recuerdos: circuitos neuronales y cascadas 24-33
5.7.1 Bases biológicas del aprendizaje moleculares. Mente y cerebro. 40, 24-33
5.7.2 Potenciación a largo plazo (LTP)
26 5.7.3 Depresión a largo plazo (LTD) Sarmiento Rivera, L. F., y Ríos Flórez, J. A. (2017). Bases neurales de la toma de 32-37
5.7.4 Mecanismos del aprendizaje no asociativo decisiones e implicación de las emociones en el proceso. Revista Chilena de
5.7.5 Mecanismos del aprendizaje asociativo Neuropsicología, 12(2), 32-37
5.8 Memoria
5.8.1 Bases biológicas de la memoria
5.8.2 Sistema límbico y proceso de
consolidación de la memoria
27 5.9. Sistemas efectores Scholz, J. y Klein, M. (2011). El aprendizaje transforma el cerebro. Mente y
5.9.1 Corteza motora, ganglios basales, Cerebro. 51, 10-15. 10-15
cerebelo
5.9.2 Principales Vías motoras
28 5.10. Sistemas integradores Wicht, H. (2012). Circunvoluciones cerebrales. Cuadernos mente y cerebro, 1, 54- 54-57
5.10.1 Citoarquitectura de la corteza cerebral 57.
5.10.2 Áreas de Broadman Valderas, J. M. (2014). Brodmann y la cartografía cerebral. Mente y Cerebro, 69, 86-92
86-92.
29 5.11 Lenguaje Bornkessel-Schlesewsky I, Schlesewsky (2012). Adiós al principio modular del 76-80
5.11.1 Especialización hemisférica y áreas del lenguaje. Mente y Cerebro, 53.76-80.
lenguaje 58-65
5.11.2 El procesamiento del lenguaje Weiller C. (2012) El modelo de doble ruta. Mente y Cerebro, 54, 58-65.
30 5.12 Conciencia Bareither, I. (2014). Historia de las imágenes cerebrales. Mente y Cerebro. 69, 40-47. 40-47
12.1 Neuropsicología y neuroimagen
31 13. Pensamiento Álvaro-González, L. C. (2015). El cerebro social: bases neurobiológicas de interés 458-470
13.1 Tipologías de pensamiento clínico. Rev. Neurol., 61, 458-470.
13.2 Corteza prefrontal y planeación
13.3 Potenciales cognitivos
32 http://bidi.unam.mx
1. Fundamentos de Neurofisiología
Lectura:
Rodríguez, A. R., Dominguez, S.; Cantin, M., y Rojas, M. (2015) Embriología del sistema nervioso.
Int. J. Med. Surg. Sci., 2(1), 385-400.
Objetivos:
1. Describir los eventos y procesos principales que conducen a la formación del sistema
nervioso en mamíferos
2. Explicar los procesos morfogenéticos fundamentales
3. Identificar los estados vesiculares y los derivados adultos
Int. J. Med. Surg. Sci.,
2(1):385-400, 2015.
RODRIGUEZ, A. R.; DOMINGUEZ, S.; CANTIN, M. & ROJAS, M. Embriología del sistema nervioso. Int. J.
RESUMEN: En este estudio se revisa en forma breve los eventos y procesos principales que conducen
a la formación del sistema nervioso en mamíferos. A fines de la gastrulación, comienzan una serie de
procesos morfogenéticos fundamentales con la formación de la placa neural (inicio de la neurulación) que
culminan con la consecución de un sistema nervioso normal. Los primordios embriológicos ectodérmicos que
participan en la formación del sistema nervioso son el neuroectoblasto, las células de la cresta neural y las
notocorda, la placa precordal y el ectoderma. Durante el período embrionario se consolida el plan de desa-
rrollo definitivo del sistema nervioso: 1) se completa la formación del tubo neural una vez que se cierran los
neuroporos craneal y caudal; 2) se invaginan las diferentes placodas para contribuir a formar los órganos de
los sentidos y los ganglios sensitivos de la cabeza; 3) células de las crestas neurales migran para dar origen
a los constituyentes sensitivos y neurovegetativos del sistema nervioso periférico y 4) se desarrollan las
vesículas encefálicas, de las cuales van a derivar todos los constituyentes del encéfalo. En el período fetal el
INTRODUCCIÓN
vioso se va d e s e nvo l v i e n d o un p r o g ra m a placa neural junto con 2) las crestas neurales que
más o menos secuencial en el tiempo una serie mítico”, correspondiente a la zona del epiblasto
mentales que se inician con la inducción prima- que se forman a partir del ectoderma definitivo
ria y eventos asociados, seguido por la durante el período somítico. Los primeros even-
neurulación primaria; neurulación secundaria; tos que conducen a la formación del sistema ner-
nes; muerte celular programada (apoptosis) y Inducción primaria. El sistema nervioso ini-
(Carlson, 2005). Cualquier falla en el desarrollo gatillado por el efecto inductor de la notocorda
mente en el embrión, fundamentalmente a partir los fibroblastos (FGF-8) (Carlson; Mason, 2007),
Departamento de Morfología, Facultad de Medicina, Clínica Alemana-Universidad del Desarrollo, Santiago, Chile.
*
Programa de Anatomía y Biología del Desarrollo, ICBM, Facultad de Medicina, Universidad de Chile, Santiago, Chile.
**
385
RODRIGUEZ, A. R.; DOMINGUEZ, S.; CANTIN, M. & ROJAS, M. Embriología del sistema nervioso. Int. J. Med. Surg. Sci., 2(1):385-400, 2015.
provoca un crecimiento en altura de las células tre sí, a medida que este se va invaginando, hasta
territorio en el sentido cefalocaudal, dando ori- tubo neural en ciertos puntos específicos a lo largo
gen así a la placa neural. del eje corporal. Una vez que se ha cerrado el
el desarrollo embrionario ya que a partir del tubo bres del surco neural para formar el tubo neural,
neural se forma el sistema nervioso central. Las las células situadas más lateralmente en estos
células de las crestas neurales, que se despren- bordes (células de las crestas neurales (Fig. 1)
den tempranamente del tubo neural, dan ori- se separan del tubo neural, pierden las caracte-
gen a gran parte del sistema nervioso periféri- rísticas epiteliales, adquieren características
co. La mayor parte del tubo neural se forma ameboideas y migran hacia el mesoderma cir-
mediante el mecanismo de neurulación prima- cundante. Las zonas cefálica y caudal donde aún
ria (Gilbert, 2005) (Fig. 1). permanece abierto el surco neural constituyen
formación de la placa neural. Pronto, cambios el caudal, a mediados del período somítico, fi-
lar (MAC) (Carlson; Gilbert) en las células de la maria. Luego, el tubo neural es invadido por
placa neural causan la migración del núcleo ha- vasos sanguíneos, los cuales arrastran en sus
cia la base celular y una redistribución del paredes las células mesodérmicas que se dife-
neuroepiteliales se ensanchan en la base y se tura que cierra el extremo rostral del tubo neural
plano medio y el solevantamiento concomitan- nera anomalías en el desarrollo del sistema ner-
te de los bordes laterales lo que, a inicios del vioso, algunas de ellas extremadamente graves
período somítico, convierte a la placa neural en ya que no permiten la viabilidad del feto. La falla
el surco o pliegue neural (Gilbert). Los bordes en el cierre del neuroporo caudal causa diferen-
libres del surco neural se van aproximando en- tes tipos de mielosquisis: espina bífida,
cipios del período somítico. TN= tubo neural; CN= notocorda depende del efecto inductor de la pla-
386
RODRIGUEZ, A. R.; DOMINGUEZ, S.; CANTIN, M. & ROJAS, M. Embriología del sistema nervioso. Int. J. Med. Surg. Sci., 2(1):385-400, 2015.
Fig. 2. Embrión de mamífero de inicios del período O`Rahilly). Otras moléculas reguladoras del de-
inductivos que guían la evolución del tubo neural, Vesículas encefálicas. El crecimiento acele-
se reconocen en esta estructura dos zonas: una rado de la región cefálica del tubo neural du-
zona precordal, que depende su desarrollo del rante el período somítico redunda en la forma-
efecto inductor de la placa precordal y una zona ción de las tres vesículas encefálicas primitivas:
notocorda.
Hutchins).
387
RODRIGUEZ, A. R.; DOMINGUEZ, S.; CANTIN, M. & ROJAS, M. Embriología del sistema nervioso. Int. J. Med. Surg. Sci., 2(1):385-400, 2015.
inicios del período metamórfico el prosencéfalo Debido al gran tamaño que adquieren las
mesencéfalo permanece sin dividirse. Es decir pliega primero hacia ventral, en el sentido del
se constituyen las cinco vesículas encefálicas eje corporal, mediante dos curvaturas, encefálica
definitivas de las cuales se van a originar todos o mesencefálica y cervical. Posteriormente apa-
los componentes anatómicos del encéfalo du- rece un tercer plegamiento, ahora hacia dorsal,
rante el período metamórfico (Figs. 2, 3 y 4). la curvatura pontina (Figs. 2 y 3). A inicios del
Tabla I. Derivados adultos de las vesículas encefálicas definitivas y de la región caudal del tubo
neural.
Vesículas Vesículas
D erivados
en cefálicas encefálicas Der ivados adultos
del neurocele
p rim itivas definitivas
t egmento, pedúnculos
cerebrales.
t egmento;
C erebelo.
R egión caudal Médula espi nal Méd ula espinal. Cana l central
388
RODRIGUEZ, A. R.; DOMINGUEZ, S.; CANTIN, M. & ROJAS, M. Embriología del sistema nervioso. Int. J. Med. Surg. Sci., 2(1):385-400, 2015.
líquido cerebroespinal que encontramos en el MLI, la célula alcanza la fase M del ciclo celular
sistema nervioso adulto. La pared del tubo (metafase). En este estado, la célula cambia su
terna (MLE) es una membrana basal que une la en apolar. Al momento de la metafase, las célu-
pared del tubo neural al mesénquima circun- las pueden disponer la placa ecuatorial del huso
dante. La membrana limitante interna (MLI) mitótico de dos maneras: horizontal (paralelo a
entre las células neuroepiteliales que yacen en disposición es vertical, se forman dos células
contacto con el neurocele. Durante el proceso hijas en la telofase, ambas adosadas a la MLI
núcleo se desplaza continuamente dentro de las disposición es horizontal, la célula hija que queda
células entre ambas membranas limitantes a adosada a la MLI puede entrar nuevamente al
medida que transcurre el ciclo celular, provo- ciclo celular. La otra célula hija, la que queda
cando cambios en la forma de las células y dán- sobre la célula hermana, separada de la MLI,
En la fase S (síntesis de ADN) del ciclo genitor bipotencial. Estas células forman la capa
celular, las células neuroepiteliales están uni- intermedia o del manto del neuroepitelio. Las
das a ambas membranas limitantes y los nú- células bipotenciales tienen la capacidad de di-
cleos se ubican cerca de la MLE. A medida que ferenciar dos tipos de células progenitoras, bajo
paulatinamente hacia la región apical de las rencian a neuroblastos y por efecto de la pro-
células, que en esta etapa son de tipo bipolar. teína glial fibrilar ácida se diferencian a
Una vez que el núcleo se encuentra cerca de la glioblastos (Gilbert) (Fig. 5).
389
RODRIGUEZ, A. R.; DOMINGUEZ, S.; CANTIN, M. & ROJAS, M. Embriología del sistema nervioso. Int. J. Med. Surg. Sci., 2(1):385-400, 2015.
bipolares, los cuales presentan dos prolonga- plicación y una vez que ésta cesa la capa se
ciones que contactan respectivamente con las transforma en el epitelio ependimario. La capa
MLI y MLE del tubo neural. Los neuroblastos intermedia, que concentra a los cuerpos de los
en neuroblastos unipolares. Estos acumulan tancia gris. La capa marginal, contiene las pro-
(sustancia de Nissl o cromatofílica) y comien- da origen a la sustancia blanca (Fig. 6). Estas
zan a generar múltiples prolongaciones, trans- tres capas continúan evolucionando siguiendo
que emiten prolongaciones que pronto se dife- que constituyen la región epicordal del tubo
renciarán en axones y dendritas. Las primeras neural (comprendido entre el extremo caudal
neuronas que aparecen son las neuronas mo- del tubo neural y la vesícula mesencefálica). En
toras de la médula espinal. Posteriormente se la zona precordal del tubo neural (prosencéfalo)
desarrollará el resto de las neuronas del siste- y en el primordio del cerebelo, las tres capas
ma nervioso central. Los glioblastos (que man- continúan evolucionando pero siguiendo patro-
oligodendrocitos y células ependimarias), excep- neural. En la región epicordal del tubo neural,
to los microgliocitos que derivan del mesoderma a medida que se multiplican las células
de las células neuroepiteliales del tubo neural engrosamientos en cada lado del tubo neural,
cambia el aspecto de su pared, de manera que uno dorsal y otro ventral, separados por un surco
aspecto netamente estratificado. Ahora la pa- a cada lado del tubo neural, el surco limitante.
red del tubo neural presenta tres capas que, de Los engrosamientos dorsales corresponden a las
adentro hacia f uera son: 1) ventricular o placas alares y los engrosamientos ventrales
ependimaria, 2) intermedia o del manto y 3) corresponden a las placas basales. En las pla-
Fig. 6. Diferenciación
médula espinal.
390
RODRIGUEZ, A. R.; DOMINGUEZ, S.; CANTIN, M. & ROJAS, M. Embriología del sistema nervioso. Int. J. Med. Surg. Sci., 2(1):385-400, 2015.
cas alares se desarrollan centros nerviosos sen- atraer algunos axones de neuronas comisurales
sitivos (futuros núcleos aferentes somáticos y de la placa alar, que cruzan de un lado a otro a
viscerales). En las placas basales se forman nivel de dicha placa formando comisuras, así
centros nerviosos motores (futuros núcleos como repeler el crecimiento de otros axones
cual deriva el septo medio dorsal de la médula La médula espinal, mantiene un plan de
la placa del piso que da origen a la fisura media del tubo neural. La capa ventricular, una vez
médula espinal (Fig. 6). epéndimo que, además de revestir el canal cen-
dula espinal está determinada por señales media o del manto, donde se encuentran los
operan a través de gradientes de concentración cia gris. En esta zona las placas basales se trans-
molecular a lo largo del eje dorsoventral del tubo forman en las astas ventrales de la médula
neural. Este proceso se inicia tempranamente espinal, aquí los neuroblastos se diferencian a
en la placa neural, con la expresión de factores neuronas motoras que, a través de sus prolon-
representadas por Pax-3, Pax-7, Msx-1 y Msx- formando las raíces ventrales de los nervios
2, mucho antes de que se forme el tubo neural. espinales; por su parte las placas alares se trans-
Por otro lado, la región del epidermoblasto forman en las astas dorsales de la médula
teral de la placa neural expresa BMP-4 y BMP-7 neuronas de asociación (sensitivas secundarias)
(Bone Morfogenetic Protein). Estas moléculas (Carlson). Las raíces dorsales de los nervios
activadoras, al elevar los niveles de Pax-3, Pax- espinales se originan a partir de prolongacio-
7, Msx-1 y Msx-2, ejercen un efecto inductor nes axónicas originadas desde los ganglios
dorsalizante sobre las células de la región late- espinales, las cuales ingresan a la médula espinal
ral de la placa neural (futura región dorsal del a través de las astas dorsales y hacen sinapsis
tubo neural), lo que provocará la formación de con las neuronas de asociación. Finalmente, la
la placa del techo y de la placa alar una vez que capa marginal origina la sustancia blanca, esta
se produce el cierre del tubo neural. Posterior- zona queda conformada por prolongaciones
la placa del techo mantiene la expresión de Pax- desde la capa intermedia, desde los ganglios
3 y Pax-7 en la región dorsal e induce la dife- espinales y desde el encéfalo (Fig. 6). En gene-
en la placa alar (Carlson; Gilbert). axónicas empieza a mediados del período fetal
(sonic hedgehog). Esta molécula de activación largo de la columna vertebral durante el perío-
actúa sobre la línea media de la placa neural do embrionario y hasta el tercer mes fetal en la
(futura región ventral del tubo neural) inhibiendo especie humana. Los nervios espinales atravie-
la expresión de Pax3 y Pax-7, lo que conlleva a san los forámenes intervertebrales en su nivel
la formación de la placa del piso y de la placa de origen. Al avanzar la edad, la columna ver-
basal. Una vez constituida, la placa del piso co- tebral y la duramadre crecen más rápido que la
mienza a producir Shh. El factor de transcrip- médula espinal, por lo cual el extremo terminal
ción Pax-6 y el Shh producido tanto por la de la médula se desplaza hacia rostral, debido
notocorda como por la placa del piso provocan a lo cual al nacimiento su extremo caudal se
placa basal. Además, la placa del piso, median- y en el adulto termina a nivel de la primera vér-
391
RODRIGUEZ, A. R.; DOMINGUEZ, S.; CANTIN, M. & ROJAS, M. Embriología del sistema nervioso. Int. J. Med. Surg. Sci., 2(1):385-400, 2015.
segunda vértebra sacra. Hacia caudal la médu- aferentes somáticos generales (ASG) y 4)
la espinal se continúa con una prolongación fili- aferentes somáticos especiales (ASE). Algunos
forme de la piamadre denominada filum neuroblastos de la placa alar migran hacia ven-
terminale que se une al periostio de la primera tral para formar núcleos suprasegmentarios,
vértebra coccígea. Las raíces de los nervios como el complejo olivar en el mielencéfalo y los
espinales más caudales forman la cauda equina núcleos pontinos en la protuberancia (Fig. 7).
Desarrollo del Mielencéfalo y del Meten- de medial a lateral: 1) eferentes somáticos ge-
mielencéfalo da origen al bulbo raquídeo o mé- ca del piso del IV ventrículo y permanecen en el
dula oblonga y el metencéfalo da origen a la adulto en sus inmediaciones, excepto los nú-
p r o t u b e ra n c i a y al cerebelo. Dado que el cleos EVE que ulteriormente migran hacia ven-
rrollo p a r e c i d o. Las paredes l a t e ra l e s del Al separarse por dorsal las paredes late-
rombencéfalo experimentan una eversión, pro- rales del rombencéfalo, la placa del techo se
vocada por el ensanchamiento del neurocele estira y adelgaza, proceso que se acentúa por
para formar el cuarto ventrículo, esto provoca la formación de la curvatura pontina. Al princi-
un cambio de posición de las placas alares y pio la placa del techo está constituida solo por
basales, de manera que ahora la placa alar se células neuroepiteliales ependimarias, pero más
ubica en posición lateral y la placa basal en po- tarde cuando la piamadre se forma y contacta
sición medial con respecto al surco limitante. su superficie externa, se transforma en la tela
La zona que incluye las placas alar y basal va a coroidea del 4º ventrículo. Luego aparecen los
grupos de núcleos sensitivos que, dispuestos ubicada entre la fisura coroidea y el cerebelo
en forma sucesiva de medial a lateral son: 1) forma el velo medular inferior. A mediados del
Fig. 7. Corte transversal del metencéfalo en desarrollo. Derivados de la placas alar: Centros
segmentarios sensitivos AVG, AVE, ASG y ASE (núcleos de pares craneales) y centros
392
RODRIGUEZ, A. R.; DOMINGUEZ, S.; CANTIN, M. & ROJAS, M. Embriología del sistema nervioso. Int. J. Med. Surg. Sci., 2(1):385-400, 2015.
coroidea que comunican el 4to ventrículo con el superficial de la capa marginal (Gilbert). Las
tura medial y dos aperturas laterales. externa proliferan profusamente; de manera que
Desarrollo del Cerebelo. El cerebelo es un como abanico sobre la capa del manto, motivo
centro nervioso exclusivamente supraseg- por el cual la superficie del cerebelo se pliega y
nentes que, dispuestos desde la superficie ha- Debido al continuo crecimiento en espe-
cia la profundidad son: corteza, sustancia blan- sor de la placa del cerebelo pronto aparece una
ca subcortical y en su parte más profunda, cer- zona intermedia entre la capa del manto y la
ca del techo del 4to ventrículo, cuatro núcleos capa granulosa externa. Esta zona contiene los
centrales a cada lado. Los núcleos centrales son: somas de la glía radial; estas células corres-
del fastigio o del techo, globoso, emboliforme y ponden a glioblastos bipolares que se mantie-
dentado. La corteza está formada por tres ca- nen unidos a las dos membranas limitantes del
pas, que de afuera hacia adentro son: molecular, tubo neural y que sirven de apoyo a las células
El cerebelo deriva de la porción dorsal de de los neuroblastos internos, así como los que
la placa alar. Esta parte de la placa alar crece provienen de otras áreas del sistema nervioso
hacia dorsal y forma en el metencéfalo el labio se van a ir concentrando poco a poco en esta
rómbico (Fig. 7). Su porción craneal crece has- zona para dar origen a la sustancia blanca del
A inicios del período fetal, la placa del cerebelo Una nueva proliferación y emigración de
presenta tres partes, un pequeño vermis en la células neuroepiteliales desde la capa ventricular
línea media y dos esbozos de hemisferios a la parte más profunda de la capa marginal,
cerebelosos, uno a cada lado. Posteriormente crea una nueva capa, la capa granulosa inter-
se forman dos surcos transversales en la placa na. Estas células se diferencian ulteriormente a
cerebelosa, el surco posterolateral que separa neuronas de Purkinje y de Golgi (Evans &
Histogénesis de la corteza del cerebelo. Las mera etapa, que ocurre durante el período fe-
migraciones celulares que van a generar la con- tal, la mayor parte de sus células neuroepiteliales
figuración interna definitiva del cerebelo ocu- se diferencian a pequeños neuroblastos (de as-
rren de manera diferente a lo que se observa pecto parecido a las células pseudounipolares)
en el resto del tubo neural. Al principio, la pa- y a células gliales que ahora emigran, guiados
red de la cual forma parte el labio rómbico pre- por la glía radial, hacia adentro, atravesando la
senta tres capas: ventricular o ependimaria, del zona donde se están diferenciando las células
manto (recuérdese que la placa alar forma par- de Purkinje y se alojan en la zona de la capa
te de esta capa) y marginal. La capa del manto granulosa interna que se ubica por debajo de
en el labio rómbico está constituida por células las células de Purkinje. Estas células correspon-
neuroepiteliales y neuroblastos procedentes de den a los granos del cerebelo (Fig. 8). Una vez
de un esbozo de la corteza cerebelosa corres- segunda etapa, que ocurre después del naci-
ponde a la formación de una capa granulosa miento, las escasas células que no emigraron
externa o capa germinal, constituida por célu- desde la capa granulosa externa, se diferencian
migrado desde la capa del manto a la parte más de manera que esta capa pierde su aspecto
393
RODRIGUEZ, A. R.; DOMINGUEZ, S.; CANTIN, M. & ROJAS, M. Embriología del sistema nervioso. Int. J. Med. Surg. Sci., 2(1):385-400, 2015.
nerviosos aferentes.
corteza cerebelosa, las células remanentes de evaginaciones ópticas; el extremo distal (copa
la capa del manto se multiplican en la zona más óptica) de esta estructura da origen a la retina
profunda de la placa del cerebelo, para formar del bulbo ocular y su segmento proximal o tallo
los núcleos centrales del cerebelo. óptico se diferencia en el nervio óptico (Fig. 2).
el surco limitante se extienden hasta el paredes laterales del tercer ventrículo. El surco
mesencéfalo. La placa alar da origen a un nú- hipotalámico divide la placa alar en una mitad
cleo ASG, el núcleo mesencefálico del trigémino. dorsal a partir de la cual se forma el tálamo
La placa basal da origen a dos núcleos ESG: (Fig. 4) y una mitad ventral que da origen al
somatomotor del III par u oculomotor y troclear hipotálamo (Evans & Hutchins). Debido a una
o del IV par y un núcleo EVG, el núcleo acelerada proliferación celular el tálamo sobre-
visceromotor del III par. La zona ventral de la sale en la cavidad ventricular. En algunos casos
capa marginal, se expande y da origen a los esta expansión es muy grande lo que hace que
pedúnculos cerebrales, donde posteriormente los tálamos de ambos lados se unan en la línea
se van a desarrollar las grandes vías motoras media formando la masa intermedia o conexión
migran hacia dorsal y ventral para formar cen- capa ependimaria forma la tela coroidea y los
tros nerviosos suprasegmentarios: hacia dor- plexos coroideos del tercer ventrículo. Poste-
sal forman el tectum, constituido por los riormente se forma en la parte dorsal del tála-
colículos anteriores (centros superiores visua- mo un surco epitalámico que separa el tálamo
les) y los colículos posteriores (centros supe- del epitálamo. Referente al desarrollo del sec-
riores auditivos) y hacia ventral dan origen al tor más ventral del prosencéfalo se postula que
núcleo rojo y a la sustancia negra (centros su- en esta vesícula encefálica solamente se for-
periores que participan en circuitos motores). man las placas alar y del techo de manera que
En el istmo o límite entre el mesencéfalo y el todos los centros nerviosos superiores que apa-
dor del tronco encefálico donde se expresan talmente de la placa alar. Sin embargo, existen
proteínas i n d u c t o ra s como el Wnt1, En evidencias que indicarían que la placa del piso
(engrailed), Fgf8, que actuarían en la diferen- contribuiría a formar el piso del hipotálamo y la
ciación del tectum y del cerebelo. neurohipófisis, a la cual se une un esbozo deri-
394
RODRIGUEZ, A. R.; DOMINGUEZ, S.; CANTIN, M. & ROJAS, M. Embriología del sistema nervioso. Int. J. Med. Surg. Sci., 2(1):385-400, 2015.
vado del techo del estomodeo llamado bolsa de sículas, la fisura interhemisférica, en cuya par-
Rathke para constituir la glándula hipófisis. te más profunda se encuentra una zona en que
Desarrollo del Telencéfalo. En el adulto el zona se forma la fisura coroidea; aquí la pared
telencéfalo corresponde a los hemisferios cere- solo está constituida por el epitelio ependimario,
brales. Cada hemisferio está constituido por la el cual se invagina acompañado por la piamadre
corteza cerebral, la sustancia blanca hemisférica, para formar los plexos coroideos del ventrículo
Las vesículas cerebrales aparecen a ini- comisurales que conectan áreas homólogas de
cios del período metamórfico como ambos lados del sistema nervioso. La mayor
evaginaciones laterales del prosencéfalo a am- parte de las comisuras del prosencéfalo derivan
bos lados de la lámina terminal (Fig. 2). La ca- de la lámina terminal. La lámina terminal se
vidad de cada vesícula cerebral, el ventrículo continúa hacia arriba con la placa del techo del
lateral, está ampliamente comunicada con el prosencéfalo y hacia abajo con su zona del piso,
tercer ventrículo mediante el foramen más gruesa. Después de la aparición de las ve-
interventricular (de Monro). Cada vesícula cre- sículas encefálicas la lámina terminal se
ce rápidamente hacia anterior para formar los engruesa y se transforma en la placa comisural.
sentido dorsal, lateral y posterior, alcanzando caudal: el quiasma óptico, la comisura anterior,
su desarrollo máximo en los mamíferos supe- el cuerpo calloso, el septum lucidum y la comi-
riores. A mediados del período fetal ya se pue- sura hipocampal o fornix (Carlson).
bos cerebrales en los mamíferos superiores. A Desarrollo del palio. El palio telencefálico pre-
fines del período fetal la continua expansión del senta tres zonas con un origen filogenético di-
palio (futura corteza cerebral) provoca la apari- ferente: el arquipalio (arquicorteza), ubicado en
to menor de la pared lateral de los hemisferios por fuera del cuerpo estriado y el neopalio
en el feto humano se produce una depresión (neocorteza), que abarca la mayor parte del
donde se forma el lobo de la ínsula, el cual co- palio (Fig. 4). En los fetos de mamíferos supe-
mienza a ser cubierto por el mayor crecimiento riores el arquipalio y el paleopalio, a medida
de los lobos adyacentes, de tal manera que al que crece el hemisferio cerebral hacia atrás,
nacimiento está ya totalmente oculto. hacia abajo y adelante para formar el lobo tem-
A inicios del período fetal la pared basal o ciado a la fisura coroidea. El paleopalio se co-
ventral de las vesículas cerebrales comienza a necta hacia adelante con el tracto y bulbo
crecer y sobresalir en el ventrículo lateral para olfatorios, este último adquiere un gran desa-
formar el cuerpo estriado (Fig. 4). El cuerpo es- rrollo en la mayor parte delos vertebrados, de-
triado crece y se divide en dos partes por la bido a que las pautas de conducta de muchas
aparición de un conjunto grande de fibras ner- especies representantes de este grupo son me-
viosas que conectan la corteza cerebral con cen- diadas grandemente por las aferencias olfatorias
hacia dorsal forma un espacio entre ambas ve- red está constituida por dos zonas, una zona
395
RODRIGUEZ, A. R.; DOMINGUEZ, S.; CANTIN, M. & ROJAS, M. Embriología del sistema nervioso. Int. J. Med. Surg. Sci., 2(1):385-400, 2015.
Fig. 9. Corte transversal de la neocorteza en feto de bovino. Etapa de placa cortical (PC). M= mesénquima;
ZM= zona marginal; SP= subplaca; ZI= zona intermedia; ZV= zona ventricular; V= ventrículo. 100x.
ependimaria, donde p r o l i f e ra n las células gración hacia la zona superficial, donde estas
neuroepiteliales y una zona superficial con es- células, junto con sus prolongaciones, forman
caso número de somas celulares. Atravesando una capa de naturaleza plexiforme, la preplaca
radial (Rakic, 1972). En el caso del desarrollo cio de esta etapa la pared dorsal del telencéfalo
del neopalio se pueden reconocer tres etapas: va a estar constituida por tres capas: ventricular,
preplaca, placa cortical y adulta (Walsh & Reid, donde siguen proliferando los neuroblastos; in-
1995; Gleeson & Walsh, 2000) (Fig. 10). termedia poco notoria en un principio (donde
1) Etapa de preplaca. A fines del período me- do por el aumento del espesor de la pared de la
396
RODRIGUEZ, A. R.; DOMINGUEZ, S.; CANTIN, M. & ROJAS, M. Embriología del sistema nervioso. Int. J. Med. Surg. Sci., 2(1):385-400, 2015.
2) Etapa de placa cortical. Esta etapa está gen a la placa cortical, más la subplaca, consti-
marcada por la activa proliferación de células tuyen la capa 6 o de las células fusiformes. A
gración continua de neuroblastos guiados por neuroblastos que entran a la placa cortical y se
las fibras de la glía radial, ubicadas en la zona depositan sobre la capa 6, forman la capa 5. De
intermedia. Los neuroblastos penetran en la esta manera, las sucesivas migraciones poste-
zona central de la preplaca, formando en esta riores de neuroblastos van a constituir la capa
parte de la preplaca una nueva capa, la placa 4, la capa 3 y finalmente la capa 2 (Walsh &
cortical. Los restos de la subplaca, es decir su Reid; Gleeson & Walsh) (Fig. 10). La diferencia-
parte más interna y su parte más externa, son ción de la neocorteza finaliza aproximadamen-
ahora dos nuevas zonas de la neocorteza, la te a los dos años de edad en el hombre cuando
subplaca (Marin-Padilla) y la zona marginal, res- termina la mielinización de sus fibras nervio-
siempre en las proximidades de la zona margi- mielinización del las fibras nerviosas es un pro-
nal, por encima de los estratos de neuroblastos ceso que se inicia tardiamente en el período fe-
precedentes (Angevine & Sidman, 1961). La tal y termina después del nacimiento. En este
etapa de placa cortical abarca aproximadamente proceso, los glioblastos que acompañan a la
la primera mitad del período fetal. Durante este prolongación axónica de los neuroblastos se van
período se reconocen cinco capas en el enrollando poco a poco alrededor del axón. A
neuroepitelio, que adentro hacia fuera son: medida que ocurre este movimiento el citoplas-
ventricular, intermedia, subplaca, placa cortical ma de la zona del glioblasto que se está enro-
y zona marginal (Gleeson, & Walsh) (Figs. 9 y llando es empujado hacia el centro del glioblasto,
3) Etapa adulta. En la segunda mitad del pe- de mielina. El punto de inicio del enrollamiento
La zona marginal se diferencia en la capa 1 o Placodas. Las placodas son engrosamientos del
molecular (donde los neuroblastos primitivos ectoderma cefálico que se forman por induc-
dan origen a las células de Retzius-Cajal). La ción de las vesículas encefálicas del sistema
primera migración de neuroblastos que dió ori- nervioso. Normalmente, el destino de las
397
RODRIGUEZ, A. R.; DOMINGUEZ, S.; CANTIN, M. & ROJAS, M. Embriología del sistema nervioso. Int. J. Med. Surg. Sci., 2(1):385-400, 2015.
cundante. Algunas placodas pasan a formar rrollo embrionario (Evans & Hutchins). No sola-
parte de los órganos de los sentidos y otras mente contribuyen a formar el sistema nervio-
placodas van a contribuir a formar los ganglios so periférico sino que sus células participan en
embrionario se constituyen las siguientes de los sentidos, las meninges, los dientes, los
placodas es muy variada: algunas diferencian neurales y las placodas; en cambio en el terri-
olfatoria , que origina la mucosa olfatoria y la las crestas neurales y el tubo neural.
membranoso; la placoda óptica o cristaliniana, La mayor parte del territorio cefálico (in-
que diferencia células que posteriormente se cluyendo parte del cuello) es inervado por los
hacen transparentes y forman el lente del ojo; 12 pares de nervios craneales. Dependiendo de
otras placodas participan en la formación de su función, las fibras nerviosas que conforman
ganglios sensitivos de la cabeza, como es el caso estos nervios tienen diferentes orígenes
man el ganglio geniculado del nervio facial y los 1.- En la formación de las fibras sensitivas de
ganglios superior e inferior del los nervios primer orden de los pares craneales mixtos y
glosofaríngeo y vago y la placoda ótica que da los ganglios sensitivos respectivos participan las
origen a los ganglios vestibulares y coclear; por placodas, junto con las células de las crestas
último, la placoda hipofisiaria (Whitlock, 2008), neurales (Evans & Hutchins; Streit). Es el caso
que se invagina en el techo del estomodeo para de: a) el ganglio trigeminal y las fibras sensiti-
dar origen a la bolsa de Rathke, la cual a su vez vas de los ramos oftálmico, maxilar y mandibular
evoluciona como la parte anterior de la glándu- del nervio trigémino; b) el ganglio geniculado y
Formacion del Sistema Nervioso Periferico. vio glosofaríngeo y por último d) los ganglios
Se considera como sistema nervioso periférico superior e inferior y las fibras sensitivas del ner-
el conjunto de estructuras nerviosas situadas vio vago. Una situación similar ocurre en el caso
por fuera de la membrana basal del tubo neural. de los ganglios vestibulares y coclear y las fi-
El sistema nervioso periférico en el adulto está bras sensoriales del nervio vestíbulococlear que
constituido por los nervios, los ganglios, los derivan de la placoda ótica y las neuronas
plexos nerviosos y las terminaciones nerviosas. olfatorias y el nervio olfatorio que se originan
Los nervios en general contienen fibras nervio- de la placoda nasal. Se exceptúan las fibras sen-
sas mielínicas y amielínicas, sensitivas y moto- soriales que conforman el nervio óptico que se
Las estructuras embrionarias que dan (Müller & O’Rahilly, 2003) que conforman el
origen a los diferentes componentes del siste- rombencéfalo. Po r ejemplo, las fibras
ma nervioso periférico son las crestas neurales, branquiomotoras del nervio facial derivan de la
el tubo neural y las placodas. Las crestas rombómera Nº 4. Se exceptúan las fibras mo-
398
RODRIGUEZ, A. R.; DOMINGUEZ, S.; CANTIN, M. & ROJAS, M. Embriología del sistema nervioso. Int. J. Med. Surg. Sci., 2(1):385-400, 2015.
toras del nervio oculomotor que se originan en En el territorio raquídeo las fibras sensiti-
3 .- Las fibras nerviosas visceromotoras van de las células de las crestas neurales. Las
van de las células de las crestas neurales. Ej. El preganglionares lumbosacras derivan del tubo
postganglionares del nervio glosofaríngeo que territorio cefálico, las fibras visceromotoras sim-
inervan la glándula parótida derivan de las cé- páticas y parasimpáticas postganglionares de-
lulas de las crestas neurales. rivan de las células de las crestas neurales.
RODRIGUEZ, A. R.; DOMINGUEZ, S. CANTIN, M. & ROJAS, M. Nervous system embriology. Int. J. Med.
SUMMARY: This study briefly reviews the main events and processes that lead to the formation of the
nervous system in mammals. At the end of gastrulation, they begin a series of fundamental morphogenetic
processes with the formation of the neural plate (start of neurulation) culminating in the attainment of a
normal nervous system. Embryological ectodermal primordia involved in the formation of the nervous system
are the neuroectoblast, the neural crest cells and placodes that will evolve based on inductive phenomena,
mainly from the notochord, prechordal plate and ectoderm. During the embryonic period consolidates the
final development plan of the nervous system: 1) it comes complete neural tube formation when closing the
rostral and caudal neuropores, 2) the different placodes invaginate to help form the organs of senses and
sensory ganglia of the head, 3) the neural crest cells migrate to give rise to sensory and autonomic constituents
of the peripheral nervous system and 4) developing brain vesicles, which will derive all the constituents of
the brain. In the fetal period nervous system increases its mass and ultimately strengthens their functional
organization.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Angevine, J. B. Jr. & Sidman, R. L. Autoradiographic Mason, I. Initiation to end point: the multiple roles of
study of the cell migration during histogenesis of fibroblast growth factors in neural development.
the c e r e b ra l cortex in the mouse. Nature, Nat. Rev. Neurosci., 8:583-96, 2007.
192:766-8, 1961.
Carlson, B. Embriología Humana y Biología del Desa- human embryos: the occipitocervical region
rrollo. 2da ed. Madrid, Elsevier, 2005. revisited. J. Anat., 203:297-315, 2003.
Evans, O. B. & Hutchins, J. B. Development of the O’Rahilly, R. & Müller, F. Human Embryology &
nervous system In: Fundamental Neuroscience. Teratology. 3rd ed. New York, Wiley-Liss, 2001.
Gleeson, J. G. & Walsh, C. A. Neuronal migration domain with multipotential progenitors that
disorders: from genetic diseases to developmental contribute to sense organs and cranial sensory
mechanisms. Trends Neurosci., 23:352-9, 2000. ganglia. Int. J. Dev. Biol., 51:447-61, 2007.
Marin-Padilla, M. Dual origin of the mammalian Walsh, C. & Reid, C. Cell lineage and patterns of
neocortex and evolution of the cortical plate. Anat. migration in the cerebral cortex. Ciba Found.
399
RODRIGUEZ, A. R.; DOMINGUEZ, S.; CANTIN, M. & ROJAS, M. Embriología del sistema nervioso. Int. J. Med. Surg. Sci., 2(1):385-400, 2015.
Universidad de Chile
CHILE
Email: dramrojas@hotmail.com
Recibido : 12-02-2015
Aceptado: 10-03-2015
400
Clase 2
Lectura:
Bethge, M., y Pawelzik K. (2013). El lenguaje de las neuronas. Cuadernos Mente y Cerebro.4, 4-11
Objetivos:
1. Explicar el por qué las neuronas son los componentes elementales del cerebro
E
l cielo del crepúsculo, el canto de un neuronas y qué es lo que origina el estímulo de
EN SÍNTESIS
pájaro o el aroma de una rosa nos pa- áreas enteras del cerebro? En otras palabras, ¿qué
Código encriptado recen tan evidentes, que no solemos idioma habla el cerebro?
A finales del siglo xix preguntarnos si tales percepciones se Un procedimiento típico en este ámbito de la
1 se describió a las neu-
ronas como componentes
corresponden con la realidad. En sen-
tido estricto, los sonidos, los colores, los sabores
ciencia consiste en estimular sensorialmente un
animal y medir la «respuesta» observada en una
elementales del cerebro. No o los aromas se generan en nuestro cerebro. Los determinada célula nerviosa. Pero las neuronas
obstante, sigue sin saberse estímulos físicos procedentes del entorno —ro- se hallan en permanente actividad, incluso en
cómo los procesos biofísi-
ces en nuestra piel, ondas sonoras, ondas electro- ausencia de estímulos exteriores; por ejemplo,
cos cerebrales se tornan en
magnéticas o moléculas aromáticas— llegan a durante el sueño. Este tráfico interno de señales
fenómenos psicológicos.
nuestros órganos de los sentidos y a los receptores transforma sin cesar el estado en que se encuentra
Según descubrieron los
2 premio nóbel Hubel y
Wiesel mediante su estudio
sensoriales distribuidos por el cuerpo. Se tradu-
cen en señales nerviosas. A ese proceso traductor
el cerebro. Por consiguiente, las mismas señales
aferentes en momentos diferentes nunca inciden
se le denomina codificación. sobre el mismo sistema. El estado de vigilia, la
en gatos del sistema visual,
En efecto, el flujo de ondas electromagnéticas atención y las experiencias anteriores modifican
ciertas neuronas se activan
lo convierte nuestro cerebro en la percepción de la conducta de las neuronas. En breve, los fenó-
a tenor de sus preferencias;
también actúan en grupo. una flor azul. Pero lo que percibimos como una menos neuronales observados en respuesta a un
flor encierra bastante más información de la que estímulo pueden ser similares o completamente
Aunque resta descifrar
3 el código de comuni-
cación neuronal, se conoce
sabemos distinguir. Carecemos de los receptores
apropiados para captar muchos estímulos físicos.
diferentes de un momento a otro.
Para reducir al mínimo la influencia de to-
Además, en la codificación no se procesan todos dos esos factores, los neurólogos concentran su
que, vía axón, las células
los detalles, cuando no se pierden en el proceso atención en áreas cerebrales cuya actividad se
nerviosas transmiten impul-
sos eléctricos o potenciales de transmisión. No obstante todo ello, a partir de corresponda lo más directamente posible con
de acción. las informaciones que en condiciones normales le los estímulos aplicados en los experimentos; se
llegan, el cerebro consigue construir una imagen pretende que el sistema nervioso no sufra alte-
útil del mundo que nos rodea. Y él mismo genera raciones durante su curso.
señales que, por regla general, tienen como resul- Una neurona recibe señales aferentes proceden-
tado una conducta adecuada. tes del sistema radicular de sus dendritas. Luego,
A finales del siglo XIX se estableció que los com- el soma celular las integra y las transmite, cons-
ponentes elementales del cerebro eran las neu- tituidas en señal eferente, al axón; llegan a este a
ronas. Sigue, sin embargo, abierta la cuestión en través de la protuberancia axonal (saliente del que
torno al mecanismo en cuya virtud se generan, parte el axón). En su extremo, el axón se ramifica
a partir de procesos biofísicos cerebrales, los fe- y establece, a su vez, conexión con otras neuronas.
nómenos psicológicos que conlleva el acto de la
percepción. ¿Qué procesos son esenciales en cada
El olor excitante de la rosa
neurona y cuáles irrelevantes? ¿A qué da lugar La transmisión de la señal en el interior de la neu-
la actividad conjunta de grupos restringidos de rona procede mediante la propagación de cambios
LAS NEURONAS 5
BIOLO GÍA
Memoria, pensamiento,
su sigla inglesa).
Si esta detallada representación ofreciera ma-
psique, etc.
yor información que el número escueto de po-
THOMAS BRAUN, SEGÚN DAVID H. HUBEL
diversos parámetros motores. En otras palabras: envía secuencias de señales (la noticia) tomadas
el ritmo de excitación de estas neuronas codifica de una reserva preexistente (el «alfabeto»).
los movimientos. Previamente, emisor y receptor se han puesto
Para que la medida del cociente de respuesta de acuerdo sobre el significado de las señales. La
resulte operativa, hemos de considerar una ven- llegada de la información coloca al receptor en
tana temporal de un segundo al menos; de lo condiciones de poder elegir una sola entre una
NEURONA CON PREFERENCIAS contrario, el valor vendría sesgado por la elec- serie de posibilidades. Cuanto mayor sea el nú-
La expresión nos remite, aquí, ción arbitraria de la duración de dicho intervalo. mero de posibilidades distinguibles, mayor será
a las respuestas de una célula La razón de ello estriba en que la mayoría de las la información incluida en la noticia.
con orientación específica veces las neuronas no se excitan con un ritmo Un observador esporádico que solo perciba
en la corteza visual primaria regular. Es lógico pensar, pues, que la información la secuencia de las señales, no aprehenderá el
de un gato. Estas respuestas no solo esté contenida en el número de espigas, significado de la noticia, pero sí podría advertir
fueron medidas por D. Hubel
sino también en el modelo que sigue su distri- cuánta información es capaz de contener la no-
y T. Wiesel en 1958. La célula
bución a lo largo del tiempo. Para objetivar esta ticia. La magnitud de la información, que puede
emite impulsos casi exclusiva-
mente ante un foco de luz en distribución, el intervalo de estudio se divide en calcularse por métodos matemáticos, depende
posición de las once horas que numerosos subintervalos, muy cortos; tras múl- exclusivamente de la frecuencia relativa con que
se mueva de abajo arriba. tiples repeticiones, se calcula la cuantía media de se presentan las señales.
Potencial de membrana
– – – – – – + + + + – – – – – – – – ––
+ + + + + + – – – – + + + + + + + + ++
Cuando una neurona recibe, a través de sus dendritas, un
número suficiente de señales aferentes se excita. Transmi- Sentido de propagación
+ +40
Núcleo celular Potencial de acción
(milivoltios )
te, vía axón, una señal en forma de secuencias de impulsos 0
Soma
eléctricos, los denominados potenciales de acción. celular
–70 –70
En estado de reposo, la membrana tiene un potencial
– Potencial de reposo
eléctrico negativo de unos 70 milivoltios, como consecuen-
Prominencia
cia de la distribución asimétrica de los iones positivos y axonal
negativos a uno y otro lado de dicha cubierta. Por otra Sentido del impulso nervioso
parte, la membrana celular dispone de canales iónicos, Axón
que dependen de las diferencias de potencial; de ahí su
excitabilidad eléctrica.
Cuando las señales que llegan a la zona de excitación Sinapsis Dendrita
de la prominencia axónica inducen un cambio de potencial
Axón
eléctrico que supera cierto nivel, se abren los canales ióni-
cos (véase la figura arriba a la derecha. La longitud de las
flechas es proporcional a la intensidad de la corriente iónica). Se presináptica, de la dendrita de la neurona postsináptica. No se
produce entonces una brusca caída del potencial de reposo, para produce en las sinapsis un acoplamiento eléctrico directo, sino
volver luego a la situación de partida. A este pulso de tensión se una transmisión electroquímica de la señal. En el momento en
le denomina potencial de acción o, sencillamente, espiga. que una espiga alcanza la hendidura, desde el lado presináptico se
Cuando se elicita una espiga, se propaga del soma celular, con- liberan neurotransmisores; se trata de sustancias que, al actuar de
tinúa por el axón y este, a través de sinapsis, establece contacto mensajeros, abren determinados canales iónicos en la parte post-
con las fibras dendríticas de otras neuronas. En las sinapsis quí- sináptica, cambiando así el potencial de membrana de la neurona
THOMAS BRAUN
micas hay una hendidura; este hiato aísla al axón de la neurona postsináptica.
En este contexto, una señal rara tiene más valor pues, aplicar la teoría de la información a nuestro
informativo para el receptor que una señal rei- propósito: podemos hablar de la información que
terada. Para entender de un modo intuitivo qué transmite una neurona a pesar de que, en prin-
expresa la teoría de la información, imaginemos cipio, carezca de sentido la cuestión de qué es lo
que nos hallamos a la espera de un telegrama de que esta neurona «sabe» o «piensa al respecto».
un amigo donde se anuncia el día de su visita. Por No está ni mucho menos claro qué deba en-
desgracia, la palabra se ha deformado mucho du- tenderse por signo en el caso de una neurona.
rante la transmisión y solo se ha salvado una letra Nos movemos en un terreno especulativo y, en
legible. ¿Qué letra tendría la máxima información principio, dividimos el intervalo de tiempo que
para nosotros, una ‘E’ o una ‘J’? ¿Cuántos días de la nos interesa en muchos intervalos parciales en los
semana incluyen en su nombre una ‘J’?: solo uno, que se presenta a lo sumo un potencial de acción.
el jueves; ¿cuántos una ‘E’?: cinco. Decimos que la neurona emite el signo 1 cuando
El alfabeto más sencillo que cabe sospechar en este intervalo parcial aparece una espiga; en
consta de dos signos; se ejemplifica en el código caso contrario, decimos que la neurona emite el
binario, de 0 y 1. Suponiendo que ambos signos signo 0. Cuantos más intervalos parciales se dis-
se transmiten con exactitud e idéntica frecuencia, pongan para la codificación, tantos más estímulos
la información que puede vehicularse mediante podrían distinguirse en teoría.
ellos es de 1 bit. Configura la unidad de medida
de la información. En el concepto de información
El ojo de la mosca
propuesto por Shannon resulta irrelevante qué Si nos interesa podemos calcular también cuánta
es lo que el emisor y el receptor piensen sobre información contenida en la señal que llega a la
la noticia transmitida entre ambos, es decir, qué neurona (qué parte del estímulo) se recupera en
«significado» pueda tener el mensaje. Podemos, la respuesta que esta emite, en la «noticia» que
LAS NEURONAS 7
BIOLO GÍA
20 da. En teoría de la información esta magnitud re- minación matemática: cada espiga se asociaba
cibe el nombre de transinformación. A partir de al estímulo precedente y quedaba identificada
15
las frecuencias relativas con que se presenta un mediante un algoritmo de cálculo del curso me-
Respuesta
THOMAS BRAUN, SEGÚN SWINDALE,
EN BIOL. CELULAR, VOL. 78, 1998
10
estímulo asociado a una señal portadora de infor- dio de los estímulos. Bialek y su equipo tomaron
5 mación puede estimarse la probabilidad de que este curso medio como patrón. Basados en él, re-
estén vinculados. En la práctica tales probabilida- construyeron, retrospectivamente y con bastante
0
30o 60o
90o o
120 150 o des pueden calcularse solo de forma aproximada; aproximación, la secuencia entera de los estímu-
Orientación del estímulo para mayor exactitud se necesitaría un número los presentados.
astronómico de ensayos. El método funcionó. De lo que se desprende
SINTONÍA FINA
La respuesta de una neu- Existe, sin embargo, un método bastante sen- que también en el momento en que se presenta el
rona se presenta aquí ante cillo de determinar la información «mínima» de potencial de acción se está trasmitiendo, al menos,
estímulos con los que está que puede ser portadora una neurona. Plantee- cierta información sobre el estímulo. A partir de la
sintonizada, admitiendo muy mos el problema desde otra perspectiva: busque- calidad de la reconstrucción Bialek cifró incluso la
pocas desviaciones. Sirve de mos el grado de precisión con que puede recons- información transmitida por la neurona: cuantos
estímulo un foco luminoso de
truirse el estímulo a partir del conocimiento de menos fallos tiene la reconstrucción tanta más
orientación variable. El ópti-
los potenciales de acción. Tal fue el planteamiento información hay. Para la neurona H1 de la mosca
mo de la curva de sintonía se
de Bill Bialek y sus colegas, de Princeton, que les se calculó una transinformación de al menos 64
sitúa en los 90 grados; desvia-
ciones de este valor provocan dio un óptimo rendimiento, incluso aplicado a bit por segundo con un desarrollo temporal de
frecuencias de impulsos mu- estímulos dinámicamente variables. unos dos milisegundos. Se trata de un método
cho menores. Bialek y su grupo estudiaron las respuestas de de reconstrucción sin suficiente finura; por ello,
las neuronas H1 del sistema visual de una mosca en la mayoría de los casos sus resultados suponen
ante cuyos ojos se movía una estructura enre- una infravaloración. No obstante, ofrece la ventaja
jada. Partían de una simplificación conceptual, de aportar datos bastante fiables. Con un método
la de que para ese tipo celular había un modelo directo para medir la transinformación basado
preferido de estímulo, que admitía una deter- en las frecuencias relativas de las secuencias de
espigas se llega a la conclusión de que, tras el es-
tímulo, la neurona H1 había procesado 81 bit de
LUZ EN EL EXTERIOR, MANCHAS LUMINOSAS EN EL INTERIOR
Un pigmento sensible a los cambios de tensión pone de relieve las preferencias que información por segundo.
en cada caso muestra una neurona de la corteza visual primaria ante una determi- Ahora bien, si los impulsos se codificaran
nada orientación del estímulo luminoso. Si se presenta un foco luminoso con una solo a través de la frecuencia de respuestas de
orientación dada (a la izquierda en la figura), el pigmento de la correspondiente célula una neurona, la transmisión de la información
eléctricamente estimulada cambia de color. Todas las regiones corticales que reaccio- encontraría pronto un límite insuperable: los
nan ante determinadas orientaciones del estímulo adquieren el mismo color. La técni- estímulos que cambiaran con celeridad no po-
ca fue desarrollada por Larry Cohen, de la Universidad de Yale, y más tarde aplicada a
drían transmitirse en las debidas condiciones, por
la corteza cerebral por Gary Blasdel, de la Universidad de Pittsburgh.
la sencilla razón de que, después de cada espiga,
la neurona necesita una pausa de recuperación.
En otras palabras, la cadencia de las espigas no
puede traspasar cierto límite. Si los estímulos
experimentan cambios muy rápidos, la neurona
debe codificarlos mediante los pocos potenciales
de acción que se suceden en un breve intervalo
temporal, lo que comporta, además, una merma
importante de precisión. A todo ello hay que aña-
dir que ante un mismo estímulo la respuesta de
una neurona, sobre todo si pertenece a la corteza,
puede variar mucho.
Vistas así las cosas, las diferencias graduales
en la cadencia de excitación de una neurona no
parecen apropiadas para codificar unos estímulos
DAVID H. HUBEL
presentaciones
40 ga que elicita una neurona ante
Número de
Múltiples son las razones en pro de una codifi- 30
20 un mismo estímulo aparece, en
cación colectiva, expresión que designa la reali-
10 cada ocasión, con una presenta-
zada por grupos de neuronas. Una neurona de la 0
0 100 200 300 400 500 ción diferente (izquierda, arriba).
corteza cerebral tiene de mil a diez mil sinapsis Tiempo (milisegundos)
Se mide la frecuencia media
aferentes; a ella llega la operación de un conjunto 300
Histograma periestimular temporal
Frecuencia de impulsos
de impulsos en un intervalo
(espigas/segundo)
de neuronas previamente excitadas. Por otra par-
200 de tiempo fijo (aquí diez mili-
te, parece ser que la «consideración» del grupo se
segundos) y se representa en
corresponde con el «punto de vista» de las propias
100 un histograma periestimular
neuronas. En el caso más sencillo, la integración
temporal, que da cuenta de la
del valor medio de muchas respuestas neuronales 0
0 100 200 300 400 500 respuesta «típica» de una célula
permite que la transmisión de la señal permanez- Tiempo (milisegundos)
ante un estímulo determinado.
ca estable, aun cuando fracase alguna que otra
neurona en particular.
Cuanto menores sean
Verdad es que tales poblaciones de neuronas
los intervalos de tiempo a
constituyen algo todavía por descubrir. Pero,
en los que se registran
como ya advirtieron Hubel y Wiesel, y represen-
las espigas (a), la infor- b 20
HZ
taron en sus mapas de la corteza, en numerosas 10
mación del diagrama de
regiones corticales las neuronas vecinas presen- 0
barras será más nítida (b, c
tan respuestas redundantes. Las preferencias de 20
HZ
c). Si se elige una ventana 0
las neuronas corticales vecinas por los estímu-
temporal brevísima, en la d
los no cambian de una forma brusca, sino de un 50
que solo quepa una espi-
HZ
THOMAS BRAUN
estímulos casi idénticos. En consecuencia, estas 0 Tiempo (segundos) 1
se en código binario (e).
neuronas resultan particularmente apropiadas
para crear códigos colectivos.
Parece ser que en los códigos colectivos el patrón
de potenciales de acción desempeña también un en Durhan, han conseguido predecir los movi-
papel importante. Yang Dan y sus colaboradores, mientos de los brazos de un mono a partir de la
de la Universidad de California en Berkeley, demos- actividad nerviosa desarrollada en su corteza ce-
traron que el método utilizado por Bialek podía rebral motora. Lograron incluso dirigir, a través de
aplicarse a poblaciones de neuronas. Presentaron Internet, los movimientos de un brazo robot.
a un gato unas secuencias de película y observaron Otro experimento sobre codificación colecti-
las respuestas de espigas emitidas por la región va, del que se sacaron valiosas enseñanzas, fue el
visual del tálamo. Lo mismo que en el experimen- realizado, hace más de diez años, por Choongkil
to de Bialek con la mosca, se registraron aquí los Lee, Bill Rohrer y David Sparks, de la Universidad
estímulos preferidos por una neurona concreta. de Alabama en Birmingham. Reconstruyeron los
Mediante superposiciones no solo reconstruyeron movimientos oculares de un mono a partir de la
el curso de los estímulos a la entrada de una neuro- actividad de un grupo de neuronas motoras del
na determinada —como Bialek—, sino también las Colliculus superior del techo del cerebro medio. Ba-
respuestas del grupo entero a la secuencia fílmica sándose en el valor medio de las posiciones ocu-
completa. Estos experimentos demostraron con lares preferidas por cada neurona, medido por su
nitidez que podían codificarse patrones complejos actividad, calcularon el vector de población. Este
de estímulos en la sucesión temporal de los poten- vector se correspondía bien con la posición real
ciales de acción de un grupo de neuronas. de los ojos. Para comprobar si el método segui-
Con estos mismos métodos o similares, Miguel do sacaba a la luz aspectos esenciales del código
Nicolelis y colaboradores, de la Universidad Duke neuronal, paralizaron temporalmente una parte
LAS NEURONAS 9
BIOLO GÍA
de las neuronas. Apoyados en el nuevo vector de Ahora bien ¿qué significa para la neurona ser par-
población calculado pudieron predecir las conse- ticularmente eficiente? Fred Attneave, de la Univer-
cuencias de la supresión de este grupo de neuro- sidad de Oregón, y Horace Barlow, de Cambridge,
nas sobre el movimiento ocular. postularon en los años cincuenta que las células
Además de las propiedades de los códigos estu- nerviosas respondían a un estímulo con el mínimo
diados, con los métodos de la teoría de la informa- gasto posible, es decir, con la mínima redundancia.
ción se pueden obtener otros resultados. Permiten Si dos neuronas se comportan igual, podrá reducir-
deducir códigos neuronales teóricos y abordarlos se la redundancia silenciando una o confiándole
desde la óptica de la evolución biológica. Entre las otras misiones. Lo cierto es que disponemos de
muchas codificaciones en principio posibles, la pruebas en abundancia de que la codificación de
evolución ha ido imponiendo a lo largo del tiempo estímulos por parte de las neuronas sensoriales (las
las más eficientes. Resulta, pues, muy interesante retinianas, por ejemplo) apenas es redundante.
investigar cómo pueden presentarse estos códigos La calidad de la transmisión constituye otro cri-
en situaciones biológicas límite. terio de eficiencia. Para la supervivencia de muchos
organismos resulta decisivo reconocer y localizar
con suma presteza los enemigos o huir a tiempo de
Apreciar lo que la neurona aprecia los depredadores. Personas a quienes se presentan
imágenes de paisajes naturales pueden reconocer
¿Cuánta es la información mínima que puede transmitir una neurona? Para en menos de 0,2 segundos si en ellas figura algún
obtener un cálculo aproximado podremos valernos del método de correlación animal. Esta gran velocidad de procesamiento su-
inversa. Se parte del supuesto de que, para cada neurona, existe una secuen- pone un reto especial para la codificación neuro-
cia preferida de estímulos, ante la cual responde con un potencial de acción o nal. Desde el órgano receptor hasta la percepción
espiga (por su forma). Si la señal consiste en la suma de dos estímulos típicos en la corteza cerebral y, finalmente, hasta la acti-
consecutivos, responderá con dos espigas consecutivas, y así en adelante. vación muscular (para pulsar un botón), la señal
En el diagrama adjunto se representa en rojo un estímulo cambiante con ha de atravesar muchas fases de procesamiento;
el tiempo; debajo figura el registro del patrón de espigas. Para cada espiga se aunque solo fuera por razones cronológicas, cada
registra el tiempo que dura el estímulo inmediatamente antes y se calcula el neurona solo puede contribuir con unas pocas es-
valor medio de este tiempo para todas las espigas. Se tiene así una buena aproxi- pigas en esta cadena de señales.
mación de la frecuencia de estímulos preferida por la neurona. ¿Qué código neuronal sería el óptimo para cum-
En resumen: si hacemos corresponder la espiga con su modelo de secuencia plir tal objetivo, de suerte que resultaran mínimos
de estímulos preferida y se adecuan correctamente los tiempos, conseguiremos los errores de reconstrucción? Los cálculos que
una reproducción aproximada de la señal original. A tenor de la calidad de la nosotros hemos realizado para cuantificar estos
reconstrucción, podremos adquirir una idea de la cantidad mínima de informa- errores, siguiendo diversas estrategias de codifica-
ción que transmite la neurona. ción, nos demuestran que en grupos grandes de
neuronas no conviene codificar las distintas carac-
Secuencia de señales terísticas basándose en diferencias graduales de
400
Respuesta neuronal
300 frecuencia de impulsos. La aducida ventaja de que
200
100 así aumentaría la cantidad de frecuencias para una
0 Curso de la señal transmitida neurona concreta no importa tanto como la insegu-
–100 en el momento de una «espiga»
Respuesta en forma de espiga
(grados/segundo × milivoltio)
Rotación (grados/segundo)
Estímulo
1 0 0
de una espiga. En consecuencia, la 1 1 0 0 1 1 0 1 0 1 0 1
comprobadas en las neuronas no son siempre
orientación del foco luminoso pre- 1 0 1 0 1 1 0 1 0
las óptimas si se las compara con las permiti- 1 1 0
sentado solo puede diferenciarse
das de acuerdo con la teoría de la información. 1 1 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0
de forma aproximada: la orien- 1 0 1 0 1 1
Una razón podría ser la siguiente: para que un 1 1 0
tación vertical no desencadena 1 1 1
organismo pueda sobrevivir han de procesarse
ninguna actividad; la horizontal, Código a b c d e
correctamente importantes informaciones que
sí libera una espiga.
le faculten para tomar decisiones. Desde el pun-
En b el código utiliza dos intervalos consecutivos. Con ello pueden diferenciar-
to de vista teórico, eso significa que transportar
se cuatro orientaciones del estímulo: horizontal, vertical y las dos diagonales.
la mayor cantidad posible de información con el
Si se dispone de varios intervalos (c, d) aumentan las posibilidades de codifi-
mínimo gasto no es el único objetivo de una co-
cación. Con tres intervalos las posibilidades máximas serían de 8 = 23.
dificación. El fin del procesamiento cerebral de la
Con el código c pueden distinguirse las orientaciones del estímulo luminoso
información neuronal no es transportar la máxi-
a partir del número de espigas.
ma información posible. Antes bien, de lo que se
En el código d se aplica un criterio discriminante distinto: se trata ahora del
trata es de reducir a lo esencial la información
momento del primer potencial de acción. Hablamos, pues, de un código de
disponible que sirva para tomar decisiones.
latencia. Lo mismo en el código de frecuencias que en el código de latencia
Recurramos a un ejemplo: decidir si 51 × 17 es
puede reconocerse si hay redundancia, fenómeno que se da cuando patrones
más que 24 × 37. Aquí toda la información nece-
diferentes encierran idéntico significado. Por esa vía puede reducirse la frecuen-
saria para hallar la solución está contenida en el
cia de errores de una codificación.
planteamiento. Para poder utilizar esta informa-
Cabe, por último, tener en cuenta que el cerebro utiliza patrones de espigas
THOMAS BRAUN
ción en la solución al problema lo primero que
cuyo código es difícil de reconocer (e).
hay que hacer es reformular las expresiones del
planteamiento. Al final, en lugar de los numero-
sos bits que exige la codificación del problema,
aparece un solo bit: la respuesta «no». vigilia y la atención, las emociones y los objetivos
El gran número de pasos intermedios que hay del momento, sin olvidar el flujo constante de re-
que dar exige complicados cálculos en cuya reali- cuerdos. Cómo se organiza ese mundo interior en
zación hay muchas probabilidades de que se desli- las distintas escalas temporales que van desde un
ce algún pequeño error que conduzca a resultados segundo hasta toda la vida y cómo actúa en cada
falsos. La eficiencia en la codificación neuronal caso sobre el procesamiento de la información es
Para saber más
se traduce en un criterio para la elección de una el tema central de la neurobiología de sistemas.
The relationship between
«notación» concreta, es decir, en la elección de Para entender plenamente el código neuronal neuronal codes and cortical
una representación de la información relevante —«el lenguaje del cerebro»— los investigadores organization. B. J. Richmond
y T. J. Gawne, en Neuronal
que evite errores de transcripción. del futuro habrán de conocer primero cómo habla
Ensembles: Strategies for Re-
Por lo que respecta al cerebro considerado en el cerebro consigo mismo. cording and Decoding. Dirigido
su conjunto, sabemos que la conducta de muchos por H. B. Eichenbaum y J. L.
Davis. Wiley-Liss, Nueva York,
animales, del hombre en particular, no puede re- 1988.
ducirse a una serie de actos reflejos, sin referencia Matthias Bethge y Klaus Pawelzik son investigadores del Theoretical neuroscience.
Instituto de Física Teórica de la Universidad de Bremen. P. Dayan y L. F. Abott. The MIT
alguna al funcionamiento del cerebro. Entre mu-
Press, 2001.
chas otras influencias, intervienen el estado de Artículo publicado en Mente y cerebro, n.o 2
LAS NEURONAS 11
Clase 3
2. Sensación
Lectura:
Belmonte, C. (2006). Imágenes y sensaciones en el cerebro. Rev. R. Acad. Cienc. Exact. Fís. Nat.
(Esp). 100, 47-53.
Objetivos:
* Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. C/ Valverde, 22. 28004 Madrid
EL CEREBRO POSEE UNA VISIÓN margen de trabajo, explican porque las distintas
LIMITADA DEL MUNDO especies exhiben capacidades sensoriales variables. La
modalidad y el rango de operación de los diferentes
Nuestro cerebro obtiene a través de los órganos órganos sensoriales son el resultado del equilibrio
sensoriales, una información limitada de la situación y entre los condicionamientos genéticos y las presiones
los cambios que continuamente se producen en el evolutivas, de tal modo que en cada especie se han pro-
mundo externo y en el interno. Tales estructuras solo ducido adaptaciones, para ajustar las capacidades de
alcanzan a percibir un rango muy limitado del infinito detección de sus órganos sensoriales a las condiciones
espectro de fuerzas que se manifiesta en el entorno que proporcionan mayores ventajas para la super-
físico. Con la sucinta información que proporcionan, vivencia de tal especie animal. No obstante, las carac-
el cerebro construye una imagen obligadamente terísticas de los sistemas sensoriales vienen definidas,
incompleta y parcial del universo. En los estadíos ini- además de por la adaptación, por la inercia evolutiva y
ciales de la evolución, las especies desarrollaron por procesos de azar. Eso no es obstáculo para que,
mecanismos comunes dirigidos a la captación de cuando la evolución selecciona acusadamente un
fuerzas mecánicas, luz, una amplia variedad de subs- rasgo, éste quede fijado en esa población. Ello permite
tancias químicas, cambios de temperatura y campos a ésta responder a los cambios medioambientales y
eléctricos y magnéticos. La complejidad de los pro- colonizar nuevos hábitats.
cesos que tienen lugar entre la llegada del estímulo y
las acciones que éste evoca, aumenta rápidamente a
medida que ascendemos en la escala biológica. En los LOS RECEPTORES SENSORIALES SON
organismos pluricelulares la tarea de explorar las mo- LOS DETECTORES DE LOS CAMBIOS EN
dificaciones del contexto ambiental está encomendada EL MEDIO AMBIENTE
a un grupo de células especializadas llamadas genéri-
camente receptores sensoriales . Los procesos que Los receptores sensoriales no son todos iguales
determinan la captación de las fuerzas físicas por los sino que se especializan en la detección preferente de
receptores sensoriales y su transformación en señales un segmento del espectro energético, para el que
químicas y/o eléctricas, que contienen la información poseen una sensibilidad mucho mayor en comparación
sobre las características del estímulo, se recogen bajo con las otras clases de receptores. El particular efecto
el término de transducción sensorial . Los receptores que resulta de la activación funcional de un tipo de
sensoriales detectan una forma específica de energía, receptores sensoriales se denomina modalidad sen-
la amplifican y la transforman finalmente en señales sorial . No todas las especies poseen las mismas
eléctricas, los impulsos nerviosos, cuya frecuencia de capacidades sensoriales ni cubren los mismos rangos
disparo codifica las características del estímulo, en un energéticos. En el caso del hombre, ya los filósofos
lenguaje que es ya comprensible para el sistema griegos, incluyendo Aristóteles distinguían la vista, el
nervioso central. Los distintos tipos de receptores que oído, el olfato, el gusto y el tacto como modalidades
han ido apareciendo a lo largo de la evolución y su separadas de percepción a cargo distintos de órganos
48 Carlos Belmonte Martínez Rev.R.Acad.Cienc.Exact.Fís.Nat. (Esp), 2006; 100
sensoriales, algunos bien diferenciados, como los ojos génesis de tan amplio repertorio de modalidades sen-
y los oídos y otros menos definidos morfológicamente soriales, ha permitido explicar éstas a través de la pre-
y localizados en la superficie del cuerpo, como el sencia en las células receptoras de un número limitado
tacto. En el último siglo, el progreso científico en de mecanismos de transducción, basados en la forma
diferentes campos de la Biología ha proporcionado de energía a la que son predominantemente sensibles.
una abrumadora información respecto a las capaci- Estos mecanismos son la mecanotransducción, la foto-
dades sensoriales de los seres vivos y los mecanismos transducción, la quimiotransducción, la termotrans-
moleculares y celulares que las sustentan. También el ducción, la electrotransducción y la magnetotransduc-
hombre posee capacidades mucho mas amplias que las ción. Los estudios electrofisiológicos de la segunda
inicialmente atribuidas a los cinco órganos de los sen- mitad del siglo XX sugerían que cada tipo de receptor
tidos. Así, a estas sensaciones clásicas pueden añadirse sensorial poseía el mecanismo transductor para la
las de temperatura, presión, cosquilleo, sentido de detección de una sola forma de energía y así, se distin-
posición, movimiento y fuerza de las extremidades o guieron como tipos celulares sensoriales generales los
de equilibrio y movimiento del cuerpo, dentro del mecanorreceptores, los fotorreceptores, los quimio-
rango de la percepción consciente, denominada rreceptores, los termorreceptores y los electrorrecep-
somática. A ellas hay que sumar además otra serie de tores. Por otro lado, dentro del grupo general de
sensaciones conscientes de origen visceral (nausea, células que responden a una forma determinada de
sed, hambre, etc). Pero además, en el hombre como en fuerza, el grado de exposición a ésta o su ubicación en
otros mamíferos superiores, existen mecanismos el organismo pueden ser muy diferentes (tal sería el
receptores para un gran número de variables vincu- caso, por ejemplo, de las células mecanorreceptoras de
ladas a la composición y estado del medio interno, la cóclea y las que inervan las articulaciones).
tales como los niveles de glucosa en sangre, la presión También lo son, en cada una de ellas, la selectividad al
parcial de los gases respiratorios, el pH sanguíneo, la estímulo (a diferentes moléculas químicas, a dife-
presión de la sangre en el sistema vascular o la osmo- rentes longitudes de onda de la luz, etc..) o el rango de
lalidad de los líquidos corporales, cuya monitorización trabajo dentro del que responden (temperaturas altas o
no se traduce en sensaciones conscientes. Es digno de bajas). Esta variabilidad explicaría porqué en una
mención que algunas especies animales exhiben familia determinada de receptores (los fotorreceptores,
capacidades sensoriales que van mucho mas allá de las o los quimirroceptores, por ejemplo) existen ele-
que posee el ser humano. Las palomas o los perros mentos específicamente sensibles a una submodalidad
oyen los ultrasonidos y los murciélagos y delfines son del estímulo (luz roja, azul o verde en el ejemplo de
capaces de evitar obstáculos en total oscuridad, los fotorreceptores; moléculas diferentes en el caso de
mediante la captación de ondas de sonar que ellos los distintos subtipos de células olfativas, gustativas o
mismos emiten. Algunas clases de serpientes localizan quimiorreceptoras vasculares). Esto, junto a la conser-
a sus presas de sangre caliente gracias a un receptor de vación de la especificidad de la información sensorial
infrarrojos de alta sensibilidad, situado en la porción durante su trayecto en el sistema nervioso central,
frontal de la cabeza. Muchos peces detectan los permite entender la cualidad de las distintas submoda-
campos eléctricos producidos por los obstáculos en su lidades sensoriales y la reproducibilidad de la sen-
camino o sus potenciales presas, mientras otros los sación cada vez que se activa una subpoblación
localizan analizando las perturbaciones en un campo definida de receptores sensoriales.
eléctrico que ellos mismos producen. La detección del
plano de polarización de la luz ultravioleta es usada
El concepto de especificidad de los receptores sen-
por peces e insectos con fines de localización de
soriales se basa predominantemente en estudios elec-
presas o navegación y los animales migratorios uti-
trofisiológicos, en los que se registra el mensaje final
lizan además el campo magnético de la tierra para
de las células receptoras sensoriales, constituido por
definir sus trayectos.
los impulsos nerviosos, señales eléctricas muy rápidas
en cuya frecuencia de disparo van codificadas, de
Frente a esa diversidad, el progreso conseguido manera mas o menos fiel, las características espaciales
durante las últimas décadas en la clarificación de los y temporales del estímulo. El grupo de los denomi-
mecanismos moleculares y celulares que median la nados nociceptores, que generan finalmente la sen-
Carlos Belmonte Martínez Rev.R.Acad.Cienc.Exact.Fís.Nat. (Esp), 2006; 100 49
sación de dolor, ha constituido siempre una excepción El transductor primario o detector es el elemento
a la regla general de un tipo de receptor para cada en donde tiene lugar la captación del estímulo, y se
forma de energía, puesto que algunas neuronas noci- corresponde con una entidad molecular que se localiza
ceptoras, denominadas polimodales, responden a en la membrana celular y que es modificada por el
diversas cualidades de estímulo lesivo (mecánico, estímulo. Se trata generalmente de una proteína que
químico, térmico). Lo que las distingue, además, de las puede ser sensible a las fuerzas mecánicas, a la luz, a
otras neuronas receptoras que median las sensaciones diferentes substancias químicas, a la temperatura o a
no dolorosas evocadas por esas mismas fuerzas, es su un campo eléctrico.
umbral de respuesta, siempre mas alto en uno o varios
ordenes de magnitud. Eso determina que, en los noci-
Con frecuencia, el detector está asociado a estruc-
ceptores, la energía estimulante se halle cerca o dentro
turas perirreceptoras, que se encargan de dirigir el
de valores de intensidad capaces de producir lesión
estímulo hacia el detector y que modifican en alguna
celular.
medida sus características. Existen muy variados
ejemplos de estructuras perirreceptoras: Estas incluyen
El advenimiento, en años recientes, de métodos las lentes (cornea, cristalino) y medios transparentes
mas refinados de registro electrofisiológico, que del ojo que enfocan la imagen en la retina; los huese-
ofrecen una mayor proximidad a los fenómenos mole- cillos, membranas y fluidos en el oído que transmiten
culares que se activan durante la transducción y sobre la presión del sonido a las células ciliadas de la cóclea,
todo, de las técnicas de la biología y la genética mole- el mucus y las proteínas ligantes de sustancias
culares, están haciendo algo mas borroso ese concepto olorosas, que las dirigen hacia el detector o las células
de especificidad que atribuye a cada tipo de receptor accesorias de los mecanorreceptores cutáneos encap-
sensorial de bajo umbral un mecanismo propio y sulados y las proteínas de la matriz extracelular, que
exclusivo de transducción. A medida que se definen las modifican la transmisión a éste de la energía mecánica.
moléculas implicadas en la transducción de los dife-
rentes tipos de estímulo y su localización en los En el detector, la energía del estímulo es trans-
variados subtipos de neuronas sensoriales, se evi- formada en otra forma de energía, química o eléctrica,
dencia también la presencia en algunas de las aparente- en la que queda codificada la información recibida,
mente específicas para un tipo de estímulo, de canales generándose finalmente una señal eléctrica en forma
iónicos o moléculas receptoras, típicos de otras moda- de cambio lento de potencial eléctrico, que contiene
lidades. Y aunque sigue vigente el principio de que las propiedades mas relevantes del estímulo. Esta señal
existen receptores sensoriales especializados en la eléctrica analógica acaba codificada en una descarga
detección de una forma particular de energía, éstos de impulsos nerviosos que, como información digital,
pueden poseer también moléculas sensibles a otras se propaga hacia el sistema nervioso central.
formas de estímulo, que si bien no llegan a producir
respuestas propagadas en forma de impulsos
nerviosos, sí tendrían la capacidad, al ser activados, de En el entorno en que se desenvuelven los seres
modificar la respuesta de esa neurona a su estímulo vivos se están produciendo sin interrupción perturba-
específico. ciones de las distintas fuerzas que se manifiestan en el
universo y que son reflejo de cambios que resultan
importantes para su supervivencia, por lo que los
Las diferencias morfo-funcionales entre las neu- organismos vivos ha ido desarrollando mecanismos
ronas sensoriales receptoras y la especificidad de sus transductores adecuados para su recepción. Las
conexiones en sistema nervioso central, son la base de fuerzas gravitatorias, los cambios de osmolalidad, el
la variedad de modalidades sensoriales que se contacto con un cuerpo extraño o las vibraciones pro-
observan en los seres vivos complejos. Sin embargo, ducidas por el movimiento de objetos mas o menos
los mecanismos iniciales, responsables de la acti- distantes, incluyendo potenciales predadores o piezas
vación por el estímulo de cada uno de estos canales de de caza, constituyen todos estímulos mecánicos. Y la
información biológica tienen entre sí muchos ele- mecanosensibilidad es una propiedad universal de los
mentos en común. seres vivos.
50 Carlos Belmonte Martínez Rev.R.Acad.Cienc.Exact.Fís.Nat. (Esp), 2006; 100
Por otra parte, la banda energética del espectro frecuencia turbia, en Africa y Suramérica, producen
electromagnético que detectan éstos cubre un rango campos eléctricos no solo de corriente continua o
muy estrecho, que va desde los 300 a los 900 nm. Una alterna de frecuencia baja sino también de alta fre-
parte significativa de ese segmento se solapa con lo cuencia, a través de órganos eléctricos especializados,
que se llama el espectro visible, que se corresponde Las que crean campos eléctricos débiles, lo hacen
con la longitud de onda de la luz que alcanza la super- como señales muy específicas y estereotipadas, que
ficie de la tierra y que se reduce aun mas dentro del emplean para la orientación en su hábitat y para la
agua, donde la absorción y el filtrado adicionales la electrocomunicación entre individuos de la especie.
limitan a un valor de alrededor de 480 nm (azul). En Ciertos peces marinos, como la raya eléctrica Torpedo
los seres vivos, la detección de la luz se emplea como o la anguila eléctrica suramericana, pueden llegar a
una fuente de energía en la fotosíntesis o, por su con- producir corrientes eléctricas importantes, que utilizan
tenido informativo, en procesos que van desde la foto- para aturdir o matar a sus presas o defenderse de sus
morfogénesis o el fototropismo, a la visión. depredadores.
La detección de moléculas químicas del medio Aunque el hombre ha utilizado la brújula para la
ambiente es decir, la quimiosensibilidad, es una de las navegación desde hace siglos, el descubrimiento de
primeras capacidades que aparecieron y evolucionaron que algunos animales emplean el campo geomagnético
en los seres vivos y abarca una gran variedad de estí- con fines similares, ha tenido lugar en tiempos relati-
mulos químicos, incluyendo alimentos, compuestos vamente recientes. El campo geomagnético es el de un
tóxicos y moléculas implicadas en la comunicación dipolo, cuyos polos se sitúan en la proximidad de los
intercelular. geográficos. Algunos especies animales usan el campo
magnético como una brújula. Entre los vertebrados
Los cambios de temperatura afectan a las reac- que lo hacen, se incluyen diversas familias de aves
ciones químicas de todos los organismos vivientes y migratorias, algunos mamíferos así como ciertos
consecuentemente a su supervivencia, por lo que los anfibios y reptiles y entre los invertebrados algunos
mecanismos adaptativos para prevenir niveles moluscos, crustáceos y varias familias de insectos. Las
extremos aparecieron tempranamente en la evolución. aves, ciertas salamandras acuáticas y tortugas marinas
Estos incluyen tanto la detección de los valores de utilizan lo que se denomina una brújula de inclinación.
temperatura como su mantenimiento a través de En peces como los salmónidos, en roedores y en
respuestas conductuales (como ocurre con la langosta algunos anfibios se ha descrito un segundo tipo de
del desierto) o generando internamente calor (en el brújula magnética denominada brújula polarizada que,
caso de las abejas). Mecanismos similares se como las que construye el hombre, se basa para orien-
encuentran en los vertebrados, que han desarrollado tarse en la polaridad de los polos magnéticos, distin-
sofisticados procesos termorreguladores que les per- guiendo entre polo norte y sur. De hecho, las mismas
miten conservar una temperatura interna indepen- salamandras acuáticas Notophthalmus viridescens que
diente de la del medio y les faculta para moverse utilizan la brújula de inclinación para dirigirse hacia
libremente y si fuera necesario, cambiar de hábitat. El tierra firme, emplean la brújula de polaridad cuando
primer paso en el proceso de regulación térmica es la regresan a su lugar de origen.
detección de la temperatura, tanto exterior como del
núcleo corporal, lo que se consigue a través de neu- Como se ha mencionado antes, la especificidad en
ronas termosensibles, que miden la temperatura la captación preferente de un tipo determinado de
cutánea mediante sus terminaciones periféricas en la fuerza es una propiedad clave de las células receptoras
piel, o la del interior del cerebro. sensoriales y la base para su clasificación funcional.
que, como estableció Johannes Müller en su doctrina somos capaces de distinguir el color o andar sin haber
de las energías nerviosas específicas , la excitación de sido entrenados especialmente para ese fin. Ello
una población definida de receptores sensoriales, tanto implica que se ha establecido un mapa espacial de neu-
con su estimulo adecuado como con otro diferente, ronas interrelacionadas funcionalmente, cuyas cone-
evocará siempre la modalidad de sensación propia de xiones y actividades individuales crea un número
tales receptores (visual, auditiva, etc..). Ello es debido grande pero finito de representaciones posibles.
a la existencia de vías sensoriales específicas que Llinás, ha sugerido que, debido a la existencia de tales
conectan, a traves de cadenas neuronales, los recep- circuitos ancestrales, nuestro cerebro puede ser consi-
tores periféricos con las neuronas de la corteza derado un sistema cerrado, cuya actividad intrínseca es
cerebral, cuya activación se corresponde con una capaz de generar percepciones, incluso sin infor-
determinada sensación. mación externa. Los sueños serían, a su juicio, un
ejemplo de tal hecho. La información proporcionada
Los mecanismos moleculares y celulares que rigen por los receptores sensoriales dirigió ancestralmente la
la transducción de las variadas formas de energía en formación del cerebro. En nuestro estado evolutivo
las distintas poblaciones de células sensoriales recep- presente, serviría para modular contextualmente la
toras se conocen de un modo desigual. En células actividad cerebral y a través de las experiencias indi-
receptoras fácilmente accesibles y de tamaño sufi- viduales, construir las memorias particulares y el yo
ciente para su exploración biofísica y bioquímica se ha del sujeto.
logrado progresos importantes. Ese es el caso de la
transducción de la luz por los fotorreceptores, de los El cerebro recibe a través de las neuronas senso-
estímulos químicos por las neuronas olfatorias y riales primarias, un flujo variado y continuo de infor-
células gustativas o de los estímulos mecánicos por las mación sólo sobre ciertos aspectos, evolutivamente
células ciliadas de la cóclea. En contraste, en el caso de significativos, del mundo externo, cuya imagen final,
los mecanorreceptores cutáneos, musculares y articu- en función de tal información será bien distinta para un
lares de los mamíferos, con terminaciones sensoriales artrópodo, un pez de aguas turbias o un humano. La
muy finas y relativamente escasas, los procesos de información sensorial es seleccionada, moldeada y
transducción se han desvelado solo parcialmente. Esto potenciada de modo dinámico en sus aspectos conduc-
es aún mas cierto para los termorreceptores y los noci- tualmente mas relevantes, para ser experimentada
ceptores, cuyos mecanismos de transducción están finalmente como una construcción integrada de la
empezando a ser identificados en el momento pre- realidad.
sente.
Como perspectiva general, cabe decir que el
sistema nervioso emplea vías particulares para llevar la
LA COMBINACIÓN DE ESTÍMULOS DE información que se origina en un grupo determinado
de receptores sensoriales (mecanorreceptores de bajo
DIFERENTE MODALIDAD EVOCA
umbral de la piel, receptores olfativos de la mucosas
REPRESENTACIONES SENSORIALES
nasal, etc..), hasta ciertas áreas específicas de la
COMPLEJAS corteza cerebral. En su trayecto ascendente, la infor-
mación viaja codificada en forma de trenes de
En los mamíferos superiores y el hombre, la impulsos nerviosos, que reproducen en un lenguaje
imagen final del mundo resulta de combinar la infor- digital algunas de las propiedades analógicas del
mación que ofrecen los receptores sensoriales, con la estímulo y en el camino es sometida a procesos de con-
almacenada en forma de memorias individuales y la vergencia, divergencia e inhibición lateral, que deter-
que llega a través de la herencia genética. La cir- minan la integración y selección de los atributos mas
cuitería general del cerebro en el nacimiento no relevantes del mensaje sensorial. En tal sentido cabe
cambia sustancialmente durante la maduración repetir que el ser humano no posee, en lo que a
normal, de modo que muchas de las funciones de ese recepción sensorial se refiere, capacidades mas
órgano parecen estar determinadas genéticamente, amplias que otras especies mas inferiores, sino mas
como resultado de la evolución de la especie. Así, bien lo contrario. Además de carecer de ciertos sis-
52 Carlos Belmonte Martínez Rev.R.Acad.Cienc.Exact.Fís.Nat. (Esp), 2006; 100
temas de detección que sí están presentes en éstas vez a otras mas complejas en áreas adicionales del
(electrorrecepción, magnetorrecepción) los de los cerebro, en las que se combinaban aspectos relevantes
humanos se encuentran, casi siempre por debajo de los del estímulo, previamente procesados por columnas
equivalentes en otros animales menos evolucionados. separadas. De esa manera, la información se organiza
Tal es el caso de la fotorrecepción, la audición o la ter- jerárquicamente para que confluyan en un grupo deter-
morrecepción si comparamos los espectros del hombre minado de neuronas, contextos progresivamente mas
con los de algunos insectos, aves, reptiles o mamíferos sofisticados de la representación visual del entorno,
o el de la olfacción, con receptores mucho mas desa- destacando aquellos aspectos que son mas significa-
rrollados en un sinumero de especies. Su ventaja evo- tivos para el sujeto. En un nivel inicial, tal información
lutiva estriba en el uso dado a la información está segregada por modalidades sensoriales; luego se
proporcionada por estos sistemas de detección. combina la de varias de éstas. Y así, estudios electrofi-
siológicos recientes efectuados en cerebros de
Los detalles de como tiene lugar en el cerebro el mamíferos superiores, han puesto en evidencia que
análisis y procesamiento de la información sensorial se existen neuronas corticales denominadas neuronas
conocen de modo muy desigual para las distintas abuelas que responden con una marcado grado de
modalidades sensoriales. Y así, queda todavía mucho selectividad a imágenes sensoriales extraordinaria-
por saber de los aspectos relacionados con el proce- mente complejas, como un rostro determinado. Eso no
samiento de la información nociceptiva que conducen significa que exista una neurona individual para
las sensaciones de dolor, sobre todo si se los compara reconocer cada una de las casi infinitas representa-
con los avances logrados con otras modalidades senso- ciones que se producen en nuestro entorno físico por lo
riales. que, de momento, seguimos ignorando como se
vincula la información fragmentaria provista por las
diferentes modalidades sensoriales, para proporcionar
En conjunto, puede afirmarse que empezamos a
una imagen unificada del mundo exterior.
entender mecanísticamente como se producen las per-
cepciones sensoriales mas sencillas. Por ejemplo,
cuando sostenemos en la mano una pipa encendida, La evolución del cerebro humano parece haberse
como la información simultáneamente proporcionada orientado a predecir las consecuencias de la conducta y
por los termorreceptores, los mecanorreceptores de la la selección de la información relevante formaría parte
piel, músculos y articulaciones conjuntamente con la del desarrollo de mecanismos que permitan alcanzar
de los receptores visuales, se combina a nivel cerebral rápidamente la decisión a ejecutar mediante el
para producir una experiencia sensorial única, que movimiento. La percepción del contraste aparece en
recoge unificadamente las características del objeto y ese contexto evolutivo, como una de las características
de su entorno. La clarificación reduccionista de los del cerebro mas remarcable y se inicia en los animales
procesos neurobiológicos que sustentan esa repre- inferiores con el desarrollo de inhibición lateral a nivel
sentación integrada del mundo exterior, experimentó de los receptores sensoriales, lo que permite destacar
un gran impulso con los fundamentales estudios de la información de los que, entre éstos han sido mas
David Hubel y Torsten Wiesel en la segunda mitad del intensamente estimulados, resaltando sus diferencias
siglo XX, en los que se empleó, como modelo, el con los de alrededor, que lo estarían en menor grado.
procesamiento de la información visual. Estos cientí- Con la encefalización progresiva, los mecanismos
ficos demostraron que una imagen específica inhibitorios se van trasladando a niveles superiores del
detectada por los fotorreceptores retinianos, era sistema nervioso y adquieren características mucho
dirigida selectivamente a lo largo de las vías visuales mas amplias y refinadas, aunque se sigue manteniendo
hasta la corteza visual primaria en el lóbulo occipital el principio básico de destacar el contraste. Puede afir-
del cerebro. Allí, convergía de modo preciso en una marse que es la percepción de la diferencia lo que
columna de neuronas corticales, definidas como constituye el propósito fundamental del cerebro sen-
simples y que resultaban activadas cuando el sorial, que se manifiesta en el incremento progresivo
estímulo reunía determinadas características espacio- de los componentes fásicos de la información sobre los
temporales, inhibiéndose en caso contrario. La infor- tónicos y en la sofisticación de los procesos
mación de varias de estas neuronas era enviada a su inhibitorios, a medida que ascendemos en la escala
Carlos Belmonte Martínez Rev.R.Acad.Cienc.Exact.Fís.Nat. (Esp), 2006; 100 53
biológica. Tal hecho posee un gran sentido evolutivo, Nociceptors. Ed. C. Belmonte y F. Cerveró. Oxford
pues como hemos dicho repetidamente, un pequeño University Press, Oxford. pp. 92-114.
ruido ambiental, una sombra fugaz representan una 2. Block, S.M. (1992) Biophysical Principles of
información crítica para escapar de un depredador o Sensory Transduction. En: Sensory Transduction.
conseguir el alimento deseado. La estructuración mor- Eds. D.P. Corey y S.D. Roper. Rockefeller University
fofuncional del cerebro humano en mecanismos cuyo Press, New York. pp. 1-17.
propósito prioritario es valorar el contraste frente a la 3. Buck, L.B. (2000) The molecular architecture of
información repetitiva es tan prominente, que parece odor and pheromone sensing in mammals. Cell 100:
haberse extendido a otros aspectos de su operación, 611-618.
como por ejemplo, los mecanismos de recompensa. 4. Caterina, M.J. Schumacher, M.A., Tominaga, M.,
Podría especularse que la habituación a los estímulos Rosen, T.A., Levine, J.D., Julius, D. (1997) The cap-
placenteros, aun los mas complejos y sofisticados, saicin receptor:a heat-activated ion channel in the
cuando se repiten monótonamente, sería la expresión pain pathway. Nature 389: 816-824
del mismo principio organizativo presente en los pro- 5. Hughes, H.C. (1999) Sensory Exotica. A world
cesos cerebrales sensoriales. Sólo el dolor, en el que la beyond human experience. MIT Press, Cambridge,
sensibilización domina sobre la adaptación, parece Mass.
quedar fuera de esta regla, lo cual, como comen-
6. Hubel, D. H. (1999) Ojo, Cerebro y visión.
tábamos mas arriba, está, en términos de supervivencia Universidad de Murcia, Murcia.
evolutiva, también lleno de sentido.
7. Kandel, E.R., Schwattz, J.H., Jessell, T.M. (1991)
En los animales simples la conexión entre la Principles of Neural Science. Elsevier, New York.
entrada de información y la salida motora en el sistema 8. Llinás, R.R. (2001) I of the Vortex. From Neurons to
nervioso es muy directa, ya que se produce a través de Self. MIT Press, Cambridge, Mass.
circuitos elementales. En el hombre este proceso ha 9. Margulis, L. and Olendzenski, L. (1992)
alcanzado un tremendo grado de complejidad y la Environmental Evolution: Effects of the Origin and
relación entre la información recibida en el cerebro y Evolution of Life on Planet Earth. MIT Press,
la respuesta motriz evocada por aquella parece ausente Cambridge, Mass.
en muchas de sus conductas. Por ello, persisten sin 10. Mountcastle, V.B. (1968) Physiology of sensory
resolver cuestiones, analizadas hasta ahora solo desde receptors: introduction to sensory processes. En:
una perspectiva filosófica, tales como en que grado el Medical Physiology. Ed. V.B. Mountcastle. The C.V.
cableado genético del cerebro condiciona la aparente Mosby Company, Saint Luis. pp. 1345-1371.
libertad de nuestras acciones, o de que modo con- 11. Müller, J. (1837) Handbuch der Physiologie des
seguimos el vínculo entre informaciones dispersas Menschen. Verlag von J. Hölscher, Coblenz.
para lograr una imagen unificada en el espacio y el
12. Perl, E. R. (1996) Pain and the discovery of nocicep-
tiempo del mundo exterior y del propio yo. Y así tors. En: Neurobiology of Nociceptors. Ed. C.
seguirá siendo hasta que la investigación neurobio- Belmonte y F. Cerveró. Oxford University Press,
lógica consiga explicar de modo coherente, los com- Oxford. pp.5-36.
plejos mecanismos que rigen la operación del cerebro
13. Julius, D., Basbaum, A.I. (2001) Molecular mecha-
humano. nisms of nociception. Nature 413: 203-210.
14. Schmidt, R.F. (1986) Fundamentals of Sensory
BIBLIOGRAFÍA Physiology. Springer Verlag, Berlin, Heidelberg,
New York, Tokyo.
1. Belmonte, C. (1996) Signal transduction in nocicep- 15. Stein, B.E., Meredith, M.A. (1993) The merging of
tors: general principles. En: Neurobiology of the senses. MIT Press, Cambridge, Mass.
Clase 4
3. Percepción
3.1 Visión
Lectura:
Objetivos:
Principales sistemas
de modulación
que actúan sobre las células del núcleo geniculado
lateral (NGL). Debido a la influencia del tronco
Desd Hacia encefálico (en verde) y de las conexiones de retroa-
e V1
V1
limentación que la corteza envía hacia el tálamo
co
on
de acción/seg
la corteza puede modificar la actividad en el
Potenciales
geniculado; y, con ello, facilitar determinadas
respuestas a la vez que desactiva otras, depen-
diendo de la localización del estímulo en el es- 0 0,5 seg
pacio y otras circunstancias.
En el tálamo se controla, pues, la informa- A lo largo del sistema visual encontramos neuronas que responden de
ción sensorial que llegará a la corteza. Ese con- forma selectiva a las características del estímulo; señalan la longitud, la
trol viene condicionado por el estado del sujeto velocidad o el color del mismo. Ya en etapas muy tempranas, como es el
(despierto o dormido), la importancia relativa caso de la actividad en la retina o en el tálamo, se detecta la sensibilidad
que un sentido tenga sobre los otros en un mo- a determinadas características de la imagen. Cuando un sujeto mira la
mento determinado y por la atención que se pantalla del ordenador, y el experimentador presenta repetidamente
preste a un determinado estímulo. un estímulo del tamaño óptimo sobre el campo receptor (círculo de
puntos) de una neurona del NGL, se obtiene una respuesta vigorosa de
Oxido nítrico, la célula (control, histograma de la izquierda). Sin embargo, si el tamaño
sistema neuromodulador del estímulo es mayor (histograma de la derecha), la respuesta decrece.
En experimentos realizados en nuestro labo- Este tipo de actividad se halla controlada por las entradas moduladoras
ratorio hemos podido comprobar cuál es el que arriban al tálamo. Si en el gato bloqueamos la producción de óxido
efecto de algunos sistemas moduladores sobre nítrico (NO), que está ligada a las fibras nerviosas procedentes del tronco
la respuesta de las neuronas, tanto del núcleo encefálico, la respuesta de las células disminuye ante la presentación de
geniculado lateral (NGL) como de la corteza ambos estímulos. Es decir, el NO ejerce un control global de la ganancia,
visual primaria. sin afectar a la especificidad del sistema.
El sistema del óxido nítrico (NO) ha resul-
tado ser especialmente interesante, tanto por
su novedad (fuimos pioneros en su estudio en
el sistema visual), como por sus característi- El óxido nítrico regula la actividad rítmica
cas. Dentro de los neurotransmisores, el NO de la corteza cerebral
representa un caso atípico. Es un gas con gran
capacidad de difusión, y que no está sujeto a Actividad en reposo Al aplicar un donante de NO
los mecanismos comunes de almacenamiento 30 100
Potenciales de acción/seg
Lectura:
Christoph Kayser
pleja fusión de las diversas percep- para elaborar una representación más
ciones de los sentidos, es decir, la o menos correcta de nuestro entorno.
integración sensorial. Los investiga- A los investigadores especializados en
dores prefieren condiciones medibles la percepción humana se les plantea
y controlables. En especial, interesan entonces la siguiente cuestión: ¿dónde
las situaciones, en las que el cerebro y cómo se fusionan los sentidos en
se autoengaña y genera una imagen el cerebro?
falsa de lo que acontece en nuestro Caben, en principio, modelos de
entorno. Un conocido ejemplo de tal procesamiento muy diversos. Uno pri-
confusión es la impresión causada por mero podría consistir en que cada uno
un ventrílocuo. A pesar de que la voz de los diferentes sistemas sensoriales
que escuchamos no procede de la boca del cerebro comenzara a analizar por
del muñeco que estamos viendo, ex- separado sus propios estímulos y ge-
perimentamos esa sensación. En la nerase en consecuencia una represen-
sala de proyecciones de un cine su- tación acabada del entorno. Así, el
cumbimos igualmente a la ilusión de sentido de la vista nos proporcionaría
que los protagonistas hablan desde la la visión de un perro pastor, que la-
pantalla, cuando sus voces provienen dra tras una valla de jardín blanca,
de los altavoces repartidos por toda mientras que el sistema auditivo nos
la sala. Nuestro cerebro parte de la anunciaría un ladrido y el sonido de
firme convicción de que el origen de un coche que pasa a nuestro lado.
lo dicho se encuentra allí donde vemos Sólo a posteriori se integrarían las
que los labios se mueven en sincronía distintas impresiones sensoriales y
con lo oído. Se produce, por lo tanto, se conformaría la impresión general
una combinación práctica de las per- final: un perro pastor ladrando en el
cepciones visuales y auditivas. jardín delantero de una casa.
No sólo nos podemos confundir
sobre el verdadero origen de los es- ¿Qué ladra ahí?
tímulos sensoriales. Podemos enga- Segunda posibilidad: el sistema visual
ñarnos también sobre su contenido. descubre una superficie de mediano
Harry McGurk y John McDonald, de tamaño con manchas, alojada en el
la Universidad de Surrey, descubrieron interior de una extensa área verde.
a mediados de los años setenta del Simultáneamente, el sistema auditivo
pasado siglo un interesante fenómeno: percibe un ruido repetitivo y de alto
1. EN EL CARRUSEL DE LOS
procedieron a proyectar para un gru-
po de voluntarios una secuencia de
volumen proveniente de la mancha.
A continuación, el sistema visual re-
SENTIDOS. En las atracciones
vídeo de una persona pronunciando gistra que la superficie con manchas
de feria nos asaltan multitud de la sílaba “ga”, pero sincronizaron la cambia siempre que el sistema auditivo
estímulos de forma simultánea, escena con la emisión del sonido “ba”. notifica el ruido. De esta manera, los
lo que constituye una enorme Para su sorpresa, los individuos some- diferentes sentidos complementan su
exigencia para nuestro cerebro. tidos al ensayo declararon no haber información en fracciones de segundo,
Lectura:
Retzbach, J. (2016). El secreto del tacto. Mente y Cerebro, 76, 32-38.
Objetivos:
I. Describir los componentes del sistema del tacto
II. Describir la asociación del tacto con las emociones
PSIC OBIOLO GÍA
El secreto
del tacto JOACHIM RETZBACH
L
a instrucción se le antoja sencilla: debe tomar ceptores somatosensoriales (la cifra exacta se desconoce
un cerilla de la caja y encenderla. En cinco por ahora) nos comunican cada segundo si apoyamos
segundos, la llama prende. El experimenta- los pies sobre suelo firme, si el viento acaricia nuestro
dor decide aumentar el grado de dificultad. pelo o si acabamos de apretar una tecla con la yema del
Con una aguja fina inyecta un anestésico en dedo índice. Solo de esa manera sabemos dónde acaba
el pulgar, el índice y el dedo corazón de la nuestro cuerpo y dónde empieza el entorno.
participante. La sustancia bloquea las células sensoriales «Para cada pequeño movimiento necesitamos la res-
de sus yemas dactilares. En el segundo ensayo, la mujer puesta de las células táctiles que se hallan en la piel y el
actúa con torpeza; no logra sostener el fósforo. Medio cuerpo», señala Martin Grunwald. «Sin esa información
minuto y unos cuantos intentos fallidos después consigue no podríamos estar de pie, sentarnos o comer. No po-
su objetivo: la cerilla arde. dríamos hacer nada.» Grunwald dirige el laboratorio
La escena aparece en un vídeo grabado por Roland háptico de la Universidad de Leipzig, el único instituto
Johansson, psicólogo de la Universidad de Umeå, quien europeo que se ha consagrado de pleno a la investigación
en 1979 ideó este experimento con un objetivo preciso: del sentido del tacto.
demostrar la importancia que el sentido táctil tiene para A lo largo de los últimos años, los científicos se han
numerosas tareas cotidianas, aunque la mayoría de las esmerado en conocer al detalle el funcionamiento de
veces no seamos conscientes de ello. sentidos sensoriales como la audición y la visión. Han
Desde un punto de vista evolutivo, el tacto representa ahondado en su estudio hasta revelar sus respectivos
el sentido más antiguo de los humanos, y la piel, nuestro mecanismos neuronales. En cambio, en lo que al tacto
órgano sensitivo más grande. Casi el 20 por ciento de se refiere, la investigación se encuentra todavía en paña-
nuestro peso corporal recae sobre ella. Millones de re- les. Hasta ahora se ha infravalorado la importancia que
1
solo influyen en la manera en la que nos orientamos a Numerosos estudios demuestran el poder que la esti-
diario, sino que también sirven para comunicarnos con mulación táctil ejerce en las relaciones sociales: permi-
los demás; incluso se hallan relacionadas con nuestra te aumentar la disposición y generosidad de quien reci-
salud psíquica y corporal [véase «¿Pueden curar las ma- be el estímulo. Asimismo, aporta beneficios terapéuticos.
nos?», por Christiane Gelitz, en este mismo número].
2
Ya en el seno materno queda patente la relevancia que Los estímulos táctiles poseen incluso un tipo de len-
ejerce el tacto para la vida de una persona. Un embrión guaje propio. Con el tacto podemos expresar nues-
siente su entorno antes de oír los primeros sonidos o ver tros sentimientos de modo preciso.
la luz. También los bebés asimilan el mundo con la ayu-
3
da del tacto: se ponen en la boca todo objeto novedoso El sistema del tacto se basa en una multitud de recep-
para saber con qué se enfrentan. «La boca y las manos tores repartidos por toda la piel y el cuerpo. Todavía
constituyen nuestros órganos táctiles más sensibles, por se investiga cómo se interconectan a nivel neuronal.
ello son los más indicados para la exploración», comen-
ta Grunwald.
Receptores a lo largo del cuerpo funcionar del sentido del tacto. A partir de la recopilación
El tacto constituye todo un sistema de sentidos somáticos. de estudios recientes, los autores concluían que en cada
Cada rincón de la piel, cada músculo, cada tendón e in- sensación táctil participan diversos tipos de receptores.
cluso cada órgano albergan células altamente especiali- Percibimos una vibración en el brazo no solo porque
zadas que reaccionan ante una presión (sea leve o fuerte), los corpúsculos Vater-Pacini se ponen en marcha, sino
estímulos dolorosos, vibraciones, estiramientos o dife- porque también responden los de Meissner, especializa-
rentes temperaturas. «Si usted sopla sobre las yemas de dos en los cambios de presión. El cerebro se encarga de
sus dedos sentirá la corriente de aire que espira, a pesar procesar la información de entrada de los distintos tipos
de que se trata de vibraciones microscópicas sobre su de células. «Desde un punto de vista fisiológico, el senti-
piel», apunta Hannes Saal, de la Universidad de Chicago do del tacto no es tan aburrido como se pensaba», ase-
y estudioso, entre otros temas, del funcionamiento de las gura Saal. Con todo, queda por esclarecer el modo en
células sensoriales del tacto. que colaboran los distintos receptores entre sí y el lugar
Durante largo tiempo se ha considerado que cada tipo donde se analiza la información que transmiten.
de receptor cutáneo es responsable de uno o como máxi- Otros aspectos del sentido del tacto también resultan
mo dos fenómenos de la percepción táctil. De esta ma- más complejos de lo imaginado. El tacto digital no solo
nera, las células de Merkel registran la presión larga y depende de las yemas, explica Saal. Cuando tocamos una
constante; los corpúsculos Vater-Pacini, por su parte, superficie (un texto escrito en Braille o la tela de unos
responden a las vibraciones y lo comunican de inmedia- pantalones de pana), las vibraciones se extienden desde
to al cerebro. En 2014, junto con Sliman Bensmaia, el la punta de los dedos hasta la palma de la mano. Incluso
director de su laboratorio, Saal publicó un trabajo con el ahí, los sensores registran vibraciones minúsculas. Esta
que proponía una visión distinta sobre la manera de información la utilizamos para analizar con precisión el
objeto que palpamos. «Cuando tocamos algo con la yema
de los dedos, se estimula toda la mano», afirma el inves-
tigador. «El cerebro compara los estímulos que le llegan
EN BREVE: desde distintos lugares de la piel y nos informa, por
S I S T E M A D E L TA C T O ejemplo, de que el contacto ha debido suceder en la
punta de los dedos.»
El sentido del tacto abarca muchas percepciones distin- El sentido del tacto es extremadamente sensible. Sin
tas: sensación, presión, dolor y vibración. Por ello, a embargo, en comparación con la vista, solo nos permite
menudo se habla de un sistema del tacto o somático. experimentar el entorno inmediato. «Debemos acercar-
Grosso modo, se subdivide en la percepción táctil, es nos a un objeto para descubrir si está frío o caliente, si
decir, la experiencia pasiva de los estímulos a través del es áspero o liso, ligero o pesado», argumenta Hubert
tacto, y la percepción háptica, que comprende la parte Dinse, de la Universidad de Bochum. Esta desventaja se
más activa (agarrar y palpar). La propiocepción se compensa con un trabajo muy fiable. «Existen numero-
considera un caso especial de sentido del tacto. Se trata sas ilusiones ópticas, pues el ojo se deja engañar fácil-
de la percepción del movimiento o posición del propio mente. En cambio, se conocen pocas ilusiones táctiles»,
cuerpo con respecto al espacio. Gracias a ella, siempre señala.
sabemos dónde se hallan nuestros pies sin tener que Los ojos complejos, como los que poseen los verte-
bajar la mirada. brados, evolucionaron cuando, desde hacía cientos de
millones de años, ya debía existir un tipo de sentido del un experimento, los transeúntes elegidos al azar se mos-
tacto. El sistema visual reproduce la imagen de nuestro traban más dispuestos a firmar la petición o a rellenar el
entorno a partir de la relativamente escasa información formulario que les proponía un desconocido si este había
que procesa la retina. A través de diferencias de lumi- posado antes y por unos instantes su mano sobre el bra-
nosidad simples en tres ámbitos del espectro de color zo del sujeto. Dos contactos de ese tipo reforzaban inclu-
percibimos los objetos, la profundidad e incluso el mo so el efecto.
vimiento. Ello es posible gracias a unos procesos con- Otros investigadores preguntaron a una serie de
secutivos y complejos que acontecen en la corteza visual, viandantes el modo de llegar a un determinado lugar.
motivo por el cual ocupa un espacio considerable del Al agradecerles las indicaciones, les tocaron el brazo a
cerebro. Pero este sistema es propenso a los errores, por algunos de ellos; y en el momento de despedirse, se les
lo que favorece las ilusiones ópticas. El sentido del caía, de manera «fortuita», un objeto. Observaron que
tacto, en cambio, se basa en una multitud de receptores a los individuos a los que los experimentadores habían
repartidos por todo el cuerpo. Sus señales son específi- tocado se prestaban con más frecuencia a recoger el
cas, y procesarlas consume mucha menos capacidad utensilio del suelo en comparación con los otros pro-
cerebral. Podría decirse que el tacto es nuestro sentido bandos. Esa respuesta se debe a que un leve contacto
más honesto y sensato. en el brazo denota proximidad, abrigo y afecto, sugieren
los investigadores.
Efecto positivo en las relaciones sociales Los niños también reaccionan a este tipo de señales
También desempeña un papel esencial en las relaciones no verbales. Según se ha constatado, los escolares se
personales. Trátese de un amistoso apretón de manos,
de una palmadita en la espalda o de una caricia en la
mejilla, estos pequeños contactos ejercen cierto poder
en nuestro día a día, según demuestran cada vez más
estudios.
Si tocamos brevemente el brazo de una persona, esta
nos responderá de manera solícita y benévola, siempre E L AU TO R
y cuando el gesto no vaya en contra de sus normas cultu Joachim Retzbach es licenciado en
rales, se entiende. Según se ha constatado en el marco de psicología y periodista científico.
muestran más dispuestos a calcular un ejercicio en la palma de la mano del cliente. Los investigadores bauti-
pizarra si el profesor les ha acariciado el brazo en el zaron el fenómeno con el término «el toque de Midas»
momento de plantearles la actividad. En 2014, la psicó- (en referencia al legendario rey homónimo, capaz de
loga Julia Leonard, del Instituto de Tecnología de Massa- convertir en oro todo lo que tocaba).
chusetts, puso a prueba la paciencia de unos niños de Estudios posteriores han confirmado estas observa-
entre 4 y 5 años de edad. Tras colocar unas golosinas en ciones. En un bar, los clientes consumen más alcohol si,
una tarrina, pidió a los presentes que no se las comieran en la primera ronda, la camarera reposa por unos instan-
mientras ella se ausentaba unos instantes. También les tes la mano sobre su hombro. Asimismo, las personas
indicó que si consideraban que tardaba demasiado en que deben elegir qué van a comer en un restaurante se
volver y que no podían esperarse más, podían tocar una muestran más dispuestas a atender las recomendaciones
campana para llamarla, pues estaría en la sala contigua. del camarero si este les toca. Los usuarios del supermer-
¿Resultado? Los niños a los que la experimentadora cado también se dejan convencer para catar un nuevo
había acariciado la espalda durante la explicación aguan- aperitivo y añadirlo a su carro de la compra si experi-
taron de media dos minutos más antes de dar la señal mentan un breve estímulo táctil. Cuando el vendedor de
de aviso que aquellos que solo habían escuchado las una librería roza por unos instantes el brazo de los po-
instrucciones. Según concluyó la investigadora, un bre- tenciales compradores, estos permanece más tiempo en
ve contacto logra crear una atmósfera que aumenta la la tienda, desembolsan más dinero y valoran mejor el
predisposición y la capacidad de los niños de regular los establecimiento en comparación con los individuos que,
propios sentimientos. aunque también han recibido un trato personal, han
carecido de un estímulo táctil. La mayoría de estos estu-
Importancia en las relaciones sociales dios revelan diferencias entre sexos. Si bien tanto los
En los adultos, el efecto del tacto en las relaciones socia- hombres como las mujeres reaccionan mejor a un roce
les puede aprovecharse incluso desde un punto de vista femenino que a uno masculino, ellas se dejan influenciar
económico. En un estudio de 1984, considerado ya clási- más por la estimulación a través del tacto.
co, los psicólogos Christopher Wetzel y April Crusco, por Incluso el ritual de darse la mano puede influir en el
entonces en el Rhodes College y la Universidad de Misi- modo en el que nos comportamos ante los demás. En
sipi, respectivamente, observaron que las camareras re- 2014, el equipo de Juliana Schroeder, por entonces en la
cibían más propina si al cobrar rozaban el hombro o la Universidad de Chicago, halló que en un ejercicio de
negociación los estudiantes se mostraban más coopera- apretaban o sacudían el brazo del otro probando; para
tivos y hablaban más abiertamente sobre sus preferencias mostrar asco, emoción más compleja de transmitir, al-
si antes se les había recibido con un apretón de manos. gunos aplicaban friegas rápidas a su compañero de mesa.
En 2009, otra investigación confirmó esos resultados en
Empujar, apretar, sacudir relación a los sentimientos de alegría y tristeza.
El sentido del tacto permite también una comunicación En estas investigaciones, el sexo aparecía de nuevo
emocional. En 2006, un estudio del psicólogo Matthew como un factor determinante. Los sujetos reconocían la
Hertenstein, de la Universidad DePauw, reveló que me- rabia con mayor frecuencia si el emisor o el receptor era
diante un breve contacto podemos reconocer el estado varón. En el caso de la compasión, en cambio, uno de los
de ánimo de otra persona. Hertenstein y sus colaborado- dos probandos, como mínimo, debía ser mujer. La trans-
res sentaron enfrentados a dos sujetos que no se conocían misión de alegría solo funcionaba entre mujeres, al menos
entre sí. No se podían ver, pues una mampara se lo im- en estos estudios. Queda por descubrir si estas diferencias
pedía, aunque una abertura en la misma dejaba que uno en la comunicación no verbal son innatas o aprendidas.
de los probando tocara el antebrazo del otro. Según in- En definitiva, incluso los individuos que no se conocen
dicaron los investigadores, el primero debía transmitir entre sí pueden utilizar los estímulos táctiles para comu-
una emoción determinada a su compañero de experi- nicar emociones, como si de un idioma se tratara. Este
mento cada vez que le palpara. lenguaje resulta aún más efectivo en el caso de las perso-
En la mayoría de los casos, los sujetos reconocían los nas que mantienen una relación estrecha y de confianza.
sentimientos de ira, miedo, asco, afecto, gratitud y con- En 2014, investigadores dirigidos por Jean-Luc Schwartz,
dolencia. El porcentaje de exactitud oscilaba entre el 48 del laboratorio Gipsa-Lab, pidieron a voluntarios jóvenes
y el 83 por ciento, similar al que se registra en la valora- que se sentaran frente a su respectiva pareja, pero sepa-
ción de las emociones a partir de la expresión facial o rados por una pantalla. Unos dispositivos registraban
de la voz. ¿Cómo lograban comunicar los sentimientos diversas funciones de su cuerpo. Los experimentadores
a través del tacto? Para expresar ira, los participantes pidieron a cada pareja que recordaran un suceso concre-
4. Atención
Lectura:
Objetivos:
3. Explicar cómo los sistemas activadores generan vigilia y modifican directamente la actividad
talámica y cortical.
REVISIÓN
Introducción. Concebido en 1949 por las investigaciones de Moruzzi y Magoun, el concepto de sistema reticular acti- Departamento de Fisiología;
Facultad de Medicina; Universidad
vador ascendente (SRAA) fue de capital importancia para entender la fisiología de la vigilia y del sueño, así como para de la República; Montevideo,
explicar las bases fisiopatológicas de enfermedades caracterizadas por insomnio, hipersomnia o coma. A sesenta años Uruguay (P. Torterolo).
Departamento de Anestesiología;
de este descubrimiento, los avances en el conocimiento de la anatomía, electrofisiología y neuroquímica de los circuitos Escuela de Medicina; Universidad
implicados en la generación y el mantenimiento de la vigilia han determinado que el concepto original del SRAA fuera de Michigan; Ann Arbor, Michigan,
reevaluado. Sin embargo, a pesar de que patologías que afectan de una forma u otra el estado de vigilia son comunes Estados Unidos (G. Vanini).
en el manejo diario de distintas disciplinas médicas, los nuevos conceptos fisiológicos acerca de los sistemas activadores Correspondencia:
(generadores de vigilia) no son manejados por gran parte del cuerpo médico. Dr. Pablo Torterolo.
Departamento de Fisiología.
Desarrollo. El presente trabajo es una breve actualización sobre los sistemas activadores, destacando los conceptos que Facultad de Medicina.
Universidad de la República.
pueden ser más rápidamente aplicados para entender la fisiopatología de la vigilia.
General Flores, 2125.
Conclusiones. Los nuevos conceptos sobre los sistemas activadores son los siguientes: a) los sistemas activadores no sólo 11800 Montevideo (Uruguay).
se encuentran en la formación reticulada del tronco encefálico, sino que incluyen regiones específicas del hipotálamo E-mail:
posterior y el cerebro basal anterior; b) los sistemas activadores están compuestos por distintos grupos neuronales que ptortero@fmed.edu.uy
actúan mediante neurotransmisores o neuromoduladores específicos; y c) los sistemas activadores generan vigilia, modi- Aceptado tras revisión externa:
ficando directamente la actividad talámica y cortical. 26.03.10.
Palabras clave. Acetilcolina. Dopamina. Formación reticular. Hipocretinas. Hipotálamo. Histamina. Noradrenalina. Pro- Cómo citar este artículo:
sencéfalo basal. Serotonina. Sueño. Torterolo P, Vanini G. Nuevos
conceptos sobre la generación
y el mantenimiento de la vigilia.
Rev Neurol 2010; 50: 747-58.
El SRAA ‘clásico’
FR’ o ‘hipótesis reticular del sueño’. Sin embargo, ya ficos del tálamo, o por una vía ventral que pasa
en esa época se comenzaron a identificar regiones por el hipotálamo lateral y por el cerebro basal
que, estimuladas, generaban sueño, como la región anterior antes de llegar a la corteza cerebral.
preóptica del hipotálamo y regiones adyacentes del
cerebro basal anterior, así como la región del núcleo Actualmente se conoce que la actividad cognitiva
del tracto solitario (región conocida como zona sin- y los distintos ritmos electroencefalográficos son
cronizadora bulbar) [12-14]; posteriormente se de- generados por la actividad de neuronas talámicas
mostró que la activación de estas regiones inhibía y corticales que están conectadas recíprocamente
el SRAA [15]. Estos datos empezaban a mostrar que entre sí. Los sistemas activadores desincronizan el
en el SNC hay regiones que activamente generan EEG y producen el despertar comportamental, ac-
sueño (regiones somnogénicas o hipnogénicas). tuando directamente sobre el tálamo y sobre la cor-
teza cerebral. El tálamo es crítico en la generación
de las ondas lentas y de los husos de sueño; lesiones
Nuevos conceptos sobre talámicas, como ocurre en el ‘insomnio familiar fa-
los sistemas activadores tal’, bloquean la generación de estos signos electro-
gráficos [16].
El concepto clásico del SRAA intentó explicar el Por lo previamente comentado, existen neuronas
componente más saliente (ascendente) de la reac- activadoras pertenecientes y no pertenecientes al
ción de despertar, es decir, la activación talamocorti- SRAA ‘clásico’. Dadas las amplias conexiones recí-
cal (evidenciada por una desincronización del EEG) procas y sus funciones similares o complementarias
que sostiene al despertar cognitivo. Sin embargo, la de estas neuronas, es común agrupar a las regiones
reacción de despertar se acompaña de cambios mo- activadoras bajo la denominación de ‘sistema acti-
tores, autonómicos y endocrinos. Se considera a és- vador’ o ‘sistemas activadores’, como los denomi-
tos como el componente descendente de la reacción naremos en la presente revisión. En la figura 3 se
del despertar, ya que la FR también modifica directa esquematizan el SRAA ‘clásico’ y los sistemas acti-
o indirectamente la actividad de las motoneuronas vadores con sus vías de proyección.
y de las neuronas autonómicas preganglionares. En
esta revisión haremos énfasis en cómo el sistema
activador actúa sobre el despertar cognitivo y elec- Componentes activadores de la
troencefalográfico; por lo tanto, se describirá sola- formación reticulada mesopontina
mente el componente ascendente.
La identificación de grupos neuronales específi- Estudios anatómicos y funcionales han mostrado que
cos que utilizan distintos neurotransmisores en la FR la FR mesopontina es donde se encuentra el princi-
mediante histoquímica e inmunohistoquímica fue el pal componente activador ascendente (que genera
comienzo de una nueva etapa para comprender la activación electroencefalográfica y despertar cog-
FR y el SRAA. A su vez, técnicas de trazadores neu- nitivo) del tronco encefálico. Aunque mediante la
ronales facilitaron el estudio de las proyecciones de estimulación eléctrica de la FR bulbar es posible
estas neuronas. Impulsado por el conocimiento de ‘desincronizar’ (activar) el EEG y producir desper-
las bases anatómicas del SRAA, se realizaron dis- tar cognitivo, esta región de la FR está más relacio-
tintas aproximaciones funcionales que permitieron nada con funciones somatomotoras, ventilatorias y
comenzar a conocer detalles de la fisiología de este autonómicas.
sistema.
Los principales avances conceptuales en relación Neuronas glutamatérgicas mesopontinas
con el SRAA son los siguientes:
– El SRAA ‘clásico’ se compone de distintos grupos Las neuronas glutamatérgicas no forman un grupo
neuronales que difieren en sus neurotransmisores. específico, sino que se encuentran distribuidas en
– Neuronas de regiones específicas del hipotálamo toda la FR mesopontina. Parte de estas neuronas se
posterior y del cerebro basal anterior (o prosen- encuentran mezcladas con grupos neuronales espe-
céfalo basal), áreas reticuladas desde el punto de cíficos de la región, por ejemplo, entre neuronas co-
vista histológico, se comportan funcionalmente linérgicas. Recientemente se ha demostrado que
como activadoras. neuronas presuntamente glutamatérgicas aumentan
– Los distintos grupos neuronales que componen su actividad en relación con la desincronización cor-
los sistemas activadores proyectan por una vía tical [17]. Se ha sugerido también que la cetamina,
dorsal hacia los núcleos específicos y no especí- que bloquea en parte la neurotransmisión glutama-
en la FR pontina medial genera vigilia [45], y el in- experimental del gen de las hipocretinas o de sus
cremento local de los niveles del ácido g-aminobu- receptores determina un fenotipo narcoléptico en
tírico (GABA) producido por fármacos que blo- perros y ratones [63-65]. La importancia médica
quean su recaptación prolonga el tiempo necesario de este sistema se acrecentó cuando Nishino et al
para producir anestesia general [46]. Asimismo, la mostraron la ausencia de hipocretina 1 en el líqui-
reducción de los niveles del GABA en la FR pontina do cefalorraquídeo de pacientes narcolépticos [66].
medial se asocia con los efectos anestésicos del iso-
fluorano [46]. Neuronas colinérgicas del cerebro basal anterior
En 1998, dos grupos de investigación independien- Papel de los distintos grupos neuronales
tes identificaron las hipocretinas de forma casi si- activadores en la vigilia, el sueño lento
multánea y por técnicas diferentes [52,53]. Las hi- y el sueño REM
pocretinas 1 y 2 (también denominadas orexinas A
y B) son neuropéptidos sintetizados en un pequeño Existe una importante interrelación anatómica y
grupo de neuronas localizadas exclusivamente en funcional entre los grupos activadores. Esto sugie-
la región dorsal, posterior y lateral del hipotálamo re que estos sistemas actúan de forma conjunta o
[54-56] (Fig. 4). Estas neuronas, que utilizan a las complementaria para el mantenimiento del estado
hipocretinas como neurotransmisores, proyectan de vigilia. La vigilia es heterogénea; no es lo mismo
en forma difusa a amplias regiones del SNC. Las un estado de alerta máxima causado por un estímu-
hipocretinas actúan sobre dos tipos de receptores lo nociceptivo, el estado de vigilia que acompaña a
metabotrópicos, y ejercen un efeto excitatorio, tan- una intensa actividad motora o la vigilia durante el
to presináptico como postsináptico. reposo. En relación con esto, se ha observado que la
La aplicación de hipocretinas intraventricular actividad relativa de los distintos componentes del
o intracerebral facilita la generación de vigilia [57]. sistema activador varía según el tipo o nivel de vi-
A su vez, diversas aproximaciones experimentales gilia. A modo de ejemplo, estudios experimentales
han mostrado que estas neuronas se activan prin- utilizando la proteína Fos como índice de activación
cipalmente durante la vigila, que se acompaña de neuronal mostraron que las neuronas hipocretinér-
actividad motora [58-62]. La supresión natural o gicas se activan en vigilia con actividad motora, pero
no durante una vigilia tranquila o actividad motora nas MCHérgicas inhiban la actividad de los siste-
forzada, sino cuando el animal de experimentación mas activadores para ejercer su función hipnogéni-
está motivado para explorar un ambiente nuevo ca [82-84].
[58,59,75]. Por otra parte, el sistema serotoninérgico Las transiciones fisiológicas entre la vigilia y el
se relacionaría con la vigilia que acompaña a la acti- sueño están reguladas por un componente circadia-
vidad motora estereotipada y automática, mientras no y otro homeostático [85]. Como todos los ritmos
que las neuronas noradrenérgicas del locus coeru- circadianos, la vigilia y el sueño están regulados por
leus serían críticas en el aumento de vigilancia que comandos provenientes del núcleo supraquiasmáti-
ocurre frente a un estímulo nuevo [21,32]. co del hipotálamo, que regulan la actividad tanto del
Todos los sistemas activadores disminuyen su área preóptica somnogénica, como de los sistemas
actividad durante el SL, siendo necesaria su inhi- activadores [86]. A su vez, en forma homeostática, la
bición para que el SL se produzca. Sin embargo, la vigilia prolongada facilita la generación del sueño; di-
actividad de los distintos componentes de los sis- versas líneas de investigación muestran que sustan-
temas activadores difiere notablemente durante el cias liberadas y acumuladas durante la vigilia, como
sueño REM. Mientras que los sistemas monoami- la adenosina, promueven el sueño [87]. La adenosina
nérgicos (noradrenérgicos, serotoninérgicos e his- promovería esta acción inhibiendo los sistemas acti-
taminérgicos) virtualmente se ‘apagan’ durante el vadores y estimulando los sistemas generadores de
sueño REM (neuronas REM-off), las neuronas coli- sueño [87]. Es importante destacar que la cafeína
nérgicas aumentan su descarga durante este estado disminuye el sueño bloqueando los receptores para
comportamental (neuronas REM-on), contribu- la adenosina (receptores purinérgicos) [88].
yendo a la activación cortical característica de este
estado [34]. No está claro cómo se comportan las
neuronas hipocretinérgicas durante el sueño REM; Los sistemas activadores en la patología
mientras que estudios de expresión de la proteína
Fos y microdiálisis realizados en gatos sugieren que Plum y Posner [89], en su clásico trabajo, han defi-
estas neuronas aumentan su actividad durante el nido que dos ‘componentes fisiológicos’ gobiernan
sueño REM, registros de unidades en ratas sugieren el comportamiento consciente:
lo contrario [59-62]. Son necesarios nuevos estu- – Contenido: referido al circuito talamocortical ne-
dios para aclarar esta aparente contradicción. cesario para generar la actividad cognitiva.
– Activación o despertar: relacionado con los siste-
mas activadores.
Regulación de los sistemas activadores
Una afectación del ‘contenido’ de la vigilia es carac-
Inhibición recíproca entre los grupos activadores y terística de lesiones corticales difusas, así como de
generadores de sueño es la clave para la transición trastornos metabólicos o tóxicos que afectan la cor-
entre los estados durante el ciclo sueño-vigilia. La teza o estructuras subcorticales asociadas. A su vez,
zona principal para la generación del SL se sitúa lesiones o déficit sutiles de los sistemas activadores
en el área preóptica del hipotálamo [76,77] (Fig. 4). afectan la vigilia [89]; a continuación, se comenta-
Desde esta región parten fibras inhibitorias gabér- rán brevemente ejemplos salientes de estas circuns-
gicas y peptidérgicas que inhiben los distintos sis- tancias clínicas.
temas activadores. A su vez, las zonas activadoras La tristemente célebre epidemia de ‘gripe espa-
inhiben las regiones somnogénicas [78]. ñola’, causada posiblemente por el virus influenza,
Neuronas cuyos somas están localizados princi- asoló Europa entre los años 1917 y 1919, dejando
palmente en el hipotálamo posterolateral (práctica- millones de muertes. Von Economo estudió casos
mente en la misma región que las neuronas hipo- selectos de la llamada ‘encefalitis letárgica’, variante
cretinérgicas), que utilizan al neuropéptido hormo- de esta patología caracterizada por una grave afecta-
na concentradora de melanina (MCH) como neu- ción neurológica [90]. Pacientes que antes de fallecer
romodulador, se activan durante el SL y el sueño presentaban un trastorno de la vigilia caracterizado
REM [79-81]. Estas neuronas proyectan a distintas por una hipersomnia grave, mostraron en estudios
regiones del SNC, pero con importante densidad post mortem una marcada pérdida neuronal en la
hacia los sistemas activadores [81]. Dado que la región posterior del hipotálamo y en la región me-
aplicación de MCH en los ventrículos cerebrales, sencefálica (zonas activadoras). En un reducido nú-
en el núcleo dorsal del rafe y en la FR pontina facili- mero de pacientes que presentaron insomnio pertinaz
ta la generación del sueño, es posible que las neuro- antes de su fallecimiento, la anatomía patológica
mostró una grave pérdida neuronal en la región an- res, receptores o enzimas que forman parte de los
terior del hipotálamo (que incluye el área preóptica, sistemas activadores [99], así como un perfecciona-
zona somnogénica). miento de técnicas clásicas (p. ej., complementan-
Desde la concepción del SRAA se determinó ex- do los registros de unidades con la identificación
perimentalmente y mediante observaciones clíni- de las neuronas registradas [79]), determinan una
cas que lesiones agudas masivas del SRAA clásico, marcada profundización del conocimiento de los
principalmente en el mesencéfalo, causaban coma sistemas activadores. Además, el gran desarrollo de
acompañado de enlentecimiento del EEG [8,89]. la imagenología molecular está permitiendo cono-
Por otra parte, estudios recientes con imageno- cer la fisiología y fisiopatología de estos sistemas en
logía funcional han mostrado que pacientes con el ser humano [91].
insomnio primario al entrar en SL muestran una
menor reducción del metabolismo en los sistemas
activadores que sujetos control [91].
Bibliografía
Existen déficits sutiles que afectan a componentes
específicos de los sistemas activadores, siendo pa- 1. Pace-Schott E. The neurobiology of dreaming. In Kryger
MH, Roth T, Dement WC, eds. The neurobiology of
radigmática la narcolepsia. Ésta es una enfermedad dreaming. Philadelphia: Elsevier-Saunders; 2005. p. 551-64.
caracterizada, entre otros síntomas, por una marca- 2. Dement W, Kleitman N. The relation of eye movements
da hipersomnia, en la que los ataques de sueño son during sleep to dream activity: an objective method for the
study of dreaming. J Exp Psychol 1957; 53: 339-46.
comunes. Esta patología cursa con una degenera- 3. Moruzzi G, Magoun HW. Brain stem reticular formation
ción específica de las neuronas hipocretinérgicas, and activation of the EEG. Electroencephalogr Clin Neuro-
posiblemente de etiología autoinmune [92-94]. Se physiol 1949; 1: 455-73.
4. Bremer F. Cerveau ‘isole’ et physiologie du sommeil. C R Soc
destaca, además, que lesiones de distintas etiologías Biol 1935; 118: 1235-41.
en la región del hipotálamo donde se encuentran las 5. Jones B. Reticular formation: cytoarchitecture, transmitter
neuronas hipocretinérgicas pueden generar una sin- and projections. In Paxinos G, ed. Reticular formation:
cytoarchitecture, transmitter and projections. San Diego:
tomatología de narcolepsia, lo que se conoce como Academic Press; 1995. p. 155-71.
narcolepsia secundaria o sintomática [95]. Por otra 6. Lucas EA. Effects of five to seven days of sleep deprivation
produced by electrical stimulation of the midbrain reticular
parte, la pérdida de las neuronas colinérgicas del ce- formation. Exp Neurol 1975; 49: 554-68.
rebro basal anterior se relaciona estrechamente con 7. Lindsley DB, Schreiner LH, Knowles WB, Magoun HW.
los déficit de la vigilia que ocurren en las demencias, Behavioral and EEG changes following chronic brain stem
lesions in the cat. Electroencephalogr Clin Neurophysiol
especialmente en la enfermedad de Alzheimer [73]. 1950; 2: 483-98.
8. Lindsley DB, Bowden JW, Magoun HW. Effect upon the
EEG of acute injury to the brain stem activating system.
Electroencephalogr Clin Neurophysiol 1949; 1: 475-86.
Conclusiones y perspectivas 9. Starzl TE, Taylor CW, Magoun HW. Collateral afferent
excitation of reticular formation of brain stem. J Neurophysiol
El conocimiento detallado de la anatomía y fisiolo- 1951; 14: 479-96.
10. Scheibel M, Scheibel A, Mollica A, Moruzzi G. Convergence
gía de los sistemas activadores es importante para and interaction of afferent impulses on single units of
entender y brindar opciones terapéuticas a patolo- reticular formation. J Neurophysiol 1955; 18: 309-31.
gías que se acompañan de trastornos de la vigila. El 11. Jones EG, Leavitt RY. Retrograde axonal transport and the
demonstration of non-specific projections to the cerebral
diseño de nuevos fármacos para el tratamiento de cortex and striatum from thalamic intralaminar nuclei in the
las hipersomnias e insomnio, así como el desarrollo rat, cat and monkey. J Comp Neurol 1974; 154: 349-77.
de anestésicos generales también están estrecha- 12. Sterman MB, Clemente CD. Forebrain inhibitory
mechanisms: sleep patterns induced by basal forebrain
mente ligados al conocimiento de estos sistemas stimulation in the behaving cat. Exp Neurol 1962; 6: 103-17.
[96]. Un logro reciente en el estudio de los sistemas 13. Magnes J, Moruzzi G, Pompeiano O. Synchronization of
EEG produced by low-frequency electrical stimulation of
activadores fue desvelar el misterio de la patoge- the region of the solitary tract. Arch Ital Biol 1961; 99: 33-67.
nia de la narcolepsia; esta patología es causada por 14. Clemente CD, Sterman MB. Cortical synchronization and
una degeneración de las neuronas hipocretinérgi- sleep patterns in acute restrained and chronic behaving cats
induced by basal forebrain stimulation. Electroencephalogr
cas [92-94]. Esto ha determinado avances médicos Clin Neurophysiol 1963; (Suppl 24): S172.
específicos, como la titulación de las hipocretinas 15. Szymusiak R, McGinty D. Effects of basal forebrain stimulation
en el líquido cefalorraquídeo para la confirmación on the waking discharge of neurons in the midbrain
reticular formation of cats. Brain Res 1989; 498: 355-9.
diagnóstica de narcolepsia [97] y que algunos as- 16. Montagna P. Fatal familial insomnia: a model disease in
pectos de esta patología puedan tratarse con la sus- sleep physiopathology. Sleep Med Rev 2005; 9: 339-53.
titución de este neuropéptido [98]. 17. Boucetta S, Jones BE. Activity profiles of cholinergic and
intermingled GABAergic and putative glutamatergic
Tecnologías de punta, como ratones modifica- neurons in the pontomesencephalic tegmentum of
dos genéticamente que alteran los neurotransmiso- urethane-anesthetized rats. J Neurosci 2009; 29: 4664-74.
18. Wolff K, Winstock AR. Ketamine: from medicine to misuse. 41. Torterolo P, Yamuy J, Sampogna S, Morales FR, Chase MH.
CNS Drugs 2006; 20: 199-218. GABAergic neurons of the laterodorsal and pedunculo-
19. Aston-Jones G, Bloom FE. Activity of norepinephrine-containing pontine tegmental nuclei of the cat express c-fos during
locus coeruleus neurons in behaving rats anticipates fluctuations carbachol-induced active sleep. Brain Res 2001; 892: 309-19.
in the sleep-waking cycle. J Neurosci 1981; 1: 876-86. 42. Torterolo P, Sampogna S, Morales FR, Chase MH. Gudden’s
20. Berridge CW, Abercrombie ED. Relationship between locus dorsal tegmental nucleus is activated in carbachol-induced
coeruleus discharge rates and rates of norepinephrine release active (REM) sleep and active wakefulness. Brain Res 2002;
within neocortex as assessed by in vivo microdialysis. 944: 184-9.
Neuroscience 1999; 93: 1263-70. 43. Torterolo P, Morales FR, Chase MH. GABAergic mechanisms
21. Foote SL, Berridge CW, Adams LM, Pineda JA. Electro- in the pedunculopontine tegmental nucleus of the cat
physiological evidence for the involvement of the locus promote active (REM) sleep. Brain Res 2002; 944: 1-9.
coeruleus in the alerting, orienting, and attending. In Barnes 44. Vanini G, Torterolo P, McGregor R, Chase MH, Morales
CD, Pompeiano O, eds. Elecrophysiological evidence for the FR. GABAergic processes in the mesencephalic tegmentum
involvement of the locus coeruleus in the alerting, orienting, modulate the occurrence of active (rapid eye movement)
and attending. Ney York: Elsevier; 1991. p. 521-31. sleep in guinea pigs. Neuroscience 2007; 145: 1157-67.
22. Nishino S, Mignot E. Pharmacological aspects of human 45. Xi MC, Morales FR, Chase MH. Evidence that wakefulness
and canine narcolepsy. Prog Neurobiol 1997; 52: 27-78. and REM sleep are controlled by a GABAergic pontine
23. Nelson LE, Lu J, Guo T, Saper CB, Franks NP, Maze M. The mechanism. J Neurophysiol 1999; 82: 2015-9.
alpha2-adrenoceptor agonist dexmedetomidine converges 46. Vanini G, Watson CJ, Lydic R, Baghdoyan HA. Gamma-
on an endogenous sleep-promoting pathway to exert its aminobutyric acid-mediated neurotransmission in the
sedative effects. Anesthesiology 2003; 98: 428-36. pontine reticular formation modulates hypnosis, immobility,
24. Lin JS, Roussel B, Akaoka H, Fort P, Debilly G, Jouvet M. and breathing during isoflurane anesthesia. Anesthesiology
Role of catecholamines in the modafinil and amphetamine 2008; 109: 978-88.
induced wakefulness, a comparative pharmacological study 47. Airaksinen MS, Panula P. The histaminergic system in the
in the cat. Brain Res 1992; 591: 319-26. guinea pig central nervous system: an immunocytochemical
25. Oades RD, Halliday GM. Ventral tegmental (A10) system: mapping study using an antiserum against histamine. J Comp
neurobiology. 1. Anatomy and connectivity. Brain Res 1987; Neurol 1988; 273: 163-86.
434: 117-65. 48. Takahashi K, Lin JS, Sakai K. Neuronal activity of histaminergic
26. Mirenowicz J, Schultz W. Preferential activation of midbrain tuberomammillary neurons during wake-sleep states in the
dopamine neurons by appetitive rather than aversive stimuli. mouse. J Neurosci 2006; 26: 10292-8.
Nature 1996; 379: 449-51. 49. Parmentier R, Ohtsu H, Djebbara-Hannas Z, Valatx JL,
27. Feenstra MG. Dopamine and noradrenaline release in the Watanabe T, Lin JS. Anatomical, physiological, and pharma-
prefrontal cortex in relation to unconditioned and conditioned cological characteristics of histidine decarboxylase knock-out
stress and reward. Prog Brain Res 2000; 126: 133-63. mice: evidence for the role of brain histamine in behavioral
28. Monti JM, Monti D. The involvement of dopamine in the and sleep-wake control. J Neurosci 2002; 22: 7695-711.
modulation of sleep and waking. Sleep Med Rev 2007; 11: 50. Kalivas PW. Histamine-induced arousal in the conscious and
113-33. pentobarbital-pretreated rat. J Pharmacol Exp Ther 1982; 222:
29. Jacobs BL, Azmitia EC. Structure and function of the brain 37-42.
serotonin system. Physiol Rev 1992; 72: 165-229. 51. Roth T, Roehrs T, Koshorek G, Sicklesteel J, Zorick F. Sedative
30. McGinty D J, Harper R M. Dorsal raphe neurons: depression effects of antihistamines. J Allergy Clin Immunol 1987; 80: 94-8.
of firing during sleep in cats. Brain Res 1976; 101: 569-75. 52. De Lecea L, Kilduff TS, Peyron C, Gao X, Foye PE, Danielson
31. Portas C M, Bjorvatn B, Ursin R. Serotonin and the sleep/ PE, et al. The hypocretins: hypothalamus-specific peptides with
wake cycle: special emphasis on microdialysis studies. Prog neuroexcitatory activity. Proc Natl Acad Sci U S A 1998; 95: 322-7.
Neurobiol 2000; 60: 13-35. 53. Sakurai T, Amemiya A, Ishii M, Matsuzaki I, Chemelli RM,
32. Jacobs BL, Fornal CA. Brain serotonergic neuronal activity Tanaka H, et al. Orexins and orexin receptors: a family of
in behaving cats. In Monti JM, Pandi-Perumal SR, Jacobs hypothalamic neuropeptides and G protein-coupled receptors
BL, Nutt DJ, eds. Serotonin and sleep: molecular, functional that regulate feeding behavior. Cell 1998; 92: 573-85.
and clinical aspects. Basel: Birkhauser; 2008. 54. Torterolo P, Vanini G. Importancia de las hipocretinas en
33. Dringenberg HC, Vanderwolf CH. Neocortical activation: la patogenia de la narcolepsia (breve revisión). Rev Med
modulation by multiple pathways acting on central cholinergic Uruguay 2003; 19: 27-33.
and serotonergic systems. Exp Brain Res 1997; 116: 160-74. 55. Del Cid-Pellitero E, Garzón M. El sistema de neurotransmisión
34. McCarley RW. Neurobiology of REM and NREM sleep. hipocretinérgico/orexinérgico en la regulación de los
Sleep Med 2007; 8: 302-30. estados de vigilia y sueños. Rev Neurol 2007; 45: 482-90.
35. Torterolo P, Yamuy J, Sampogna S, Morales FR, Chase MH. 56. Núñez A, Rodrigo-Angulo ML, De Andrés I, Garzón M.
GABAergic neurons of the cat dorsal raphe nucleus express Hypocretin/orexin neuropeptides: participation in the
c-fos during carbachol-induced active sleep. Brain Res 2000; control of sleep-wakefulness cycle and energy homeostasis.
884: 68-76. Curr Neuropharmacol 2009; 7: 50-9.
36. Monti JM, Jantos H. The roles of dopamine and serotonin, 57. Piper DC, Upton N, Smith MI, Hunter AJ. The novel brain
and of their receptors, in regulating sleep and waking. Prog neuropeptide, orexin-A, modulates the sleep-wake cycle of
Brain Res 2008; 172: 625-46. rats. Eur J Neurosci 2000; 12: 726-30.
37. Satoh K, Fibiger HC. Cholinergic neurons of the laterodorsal 58. Torterolo P, Yamuy J, Sampogna S, Morales FR, Chase
tegmental nucleus: efferent and afferent connections. J Comp MH. Hypocretinergic neurons are primarily involved in
Neurol 1986; 253: 277-302. activation of the somatomotor system. Sleep 2003; 1: 25-8.
38. Steriade M, Datta S, Pare D, Oakson G, Curro Dossi RC. 59. Torterolo P, Yamuy J, Sampogna S, Morales FR, Chase MH.
Neuronal activities in brain-stem cholinergic nuclei related Hypothalamic neurons that contain hypocretin (orexin)
to tonic activation processes in thalamocortical systems. express c-fos during active wakefulness and carbachol-
J Neurosci 1990; 10: 2541-59. induced active sleep. Sleep Res Online 2001; 4: 25-32.
39. Curro Dossi R, Pare D, Steriade M. Short-lasting nicotinic 60. Mileykovskiy BY, Kiyashchenko LI, Siegel JM. Behavioral
and long-lasting muscarinic depolarizing responses of correlates of activity in identified hypocretin/orexin
thalamocortical neurons to stimulation of mesopontine neurons. Neuron 2005; 46: 787-98.
cholinergic nuclei. J Neurophysiol 1991; 65: 393-406. 61. Kiyashchenko LI, Mileykovskiy BY, Maidment N, Lam HA,
40. Gillin JC, Sitaram N. Rapid eye movement (REM) sleep: Wu MF, John J, et al. Release of hypocretin (orexin) during
cholinergic mechanisms. Psychol Med 1984; 14: 501-6. waking and sleep states. J Neurosci 2002; 22: 5282-6.
62. Lee M G, Hassani OK, Jones BE. Discharge of identified 81. Bittencourt JC, Presse F, Arias C, Peto C, Vaughan J, Nahon
orexin/hypocretin neurons across the sleep-waking cycle. JL, et al. The melanin-concentrating hormone system of
J Neurosci 2005; 25: 6716-20. the rat brain: an immuno- and hybridization histochemical
63. Chemelli RM, Willie JT, Sinton CM, Elmquist JK, Scammell characterization. J Comp Neurol 1992; 319: 218-45.
T, Lee C, et al. Narcolepsy in orexin knockout mice: molecular 82. Lagos P, Torterolo P, Jantos H, Chase MH, Monti JM. Effects
genetics of sleep regulation. Cell 1999; 98: 437-51. on sleep of melanin-concentrating hormone microinjections
64. Willie JT, Chemelli RM, Sinton CM, Tokita S, Williams SC, into the dorsal raphe nucleus. Brain Res 2009; 1265: 103-10.
Kisanuki YY, et al. Distinct narcolepsy syndromes in orexin 83. Torterolo P, Sampogna S, Chase MH. MCHergic projections
receptor-2 and orexin null mice: molecular genetic dissection to the nucleus pontis oralis participate in the control of
of Non-REM and REM sleep regulatory processes. Neuron active (REM) sleep. Brain Res 2009; 1268: 76-87.
2003; 38: 715-30. 84. Verret L, Goutagny R, Fort P, Cagnon L, Salvert D, Leger L,
65. Lin L, Faraco J, Li R, Kadotani H, Rogers W, Lin X, et al. The et al. A role of melanin-concentrating hormone producing
sleep disorder canine narcolepsy is caused by a mutation in neurons in the central regulation of paradoxical sleep. BMC
the hypocretin (orexin) receptor 2 gene. Cell 1999; 98: 365-76. Neurosci 2003; 4: 19.
66. Nishino S, Ripley B, Overeem S, Lammers GJ, Mignot E. 85. Borbely AA. A two process model of sleep regulation. Hum
Hypocretin (orexin) deficiency in human narcolepsy. Lancet Neurobiol 1982; 1: 195-204.
2000; 355: 39-40. 86. Mistlberger RE. Circadian regulation of sleep in mammals:
67. Semba K. Multiple output pathways of the basal forebrain: role of the suprachiasmatic nucleus. Brain Res Brain Res Rev
organization, chemical heterogeneity, and roles in vigilance. 2005; 49: 429-54.
Behav Brain Res 2000; 115: 117-41. 87. Strecker RE, Morairty S, Thakkar MM, Porkka-Heiskanen
68. Cape EG, Jones BE. Effects of glutamate agonist versus T, Basheer R, Dauphin LJ, et al. Adenosinergic modulation
procaine microinjections into the basal forebrain cholinergic of basal forebrain and preoptic/anterior hypothalamic
cell area upon gamma and theta EEG activity and sleep-wake neuronal activity in the control of behavioral state. Behav
state. Eur J Neurosci 2000; 12: 2166-84. Brain Res 2000; 115: 183-204.
69. Belardetti F, Borgia R, Mancia M. Prosencephalic mechanisms 88. Nishino S, Mignot E. Wake-promoting medications: basic
of ECoG desynchronization in cerveau isole cats. Electro- mechanisms and pharmacology. In Kryger MH, Roth T,
encephalogr Clin Neurophysiol 1977; 42: 213-25. Dement WC, eds. Wake-promoting medications: basic
70. Lee MG, Hassani OK, Alonso A, Jones BE. Cholinergic mechanisms and pharmacology. Philadelphia: Elsevier-
basal forebrain neurons burst with theta during waking Saunders; 2005. p. 468-83.
and paradoxical sleep. J Neurosci 2005; 25: 4365-9. 89. Plum F, Posner J, The diagnosis of stupor and coma. Oxford:
71. Marrosu F, Portas C, Mascia MS, Casu MA, Fa M, Oxford University Press; 2000.
Giagheddu M, et al. Microdialysis measurement of cortical 90. Von Economo C. Sleep as a problem of localization. J Nerv
and hippocampal acetylcholine release during sleep-wake Ment Dis 1930; 71: 249-59.
cycle in freely moving cats. Brain Res 1995; 671: 329-32. 91. Nofzinger EA. Functional neuroimaging of sleep disorders.
72. Plourde G, Chartrand D, Fiset P, Font S, Backman SB. Curr Pharm Des 2008; 14: 3417-29.
Antagonism of sevoflurane anaesthesia by physostigmine: 92. Thannickal TC, Moore RY, Nienhuis R, Ramanathan L,
effects on the auditory steady-state response and bispectral Gulyani S, Aldrich M, et al. Reduced number of hypocretin
index. Br J Anaesth 2003; 91: 583-6. neurons in human narcolepsy. Neuron 2000; 27: 469-74.
73. Coyle JT, Price DL, DeLong MR. Alzheimer’s disease: a 93. Peyron C, Faraco J, Rogers W, Ripley B, Overeem S, Charnay
disorder of cortical cholinergic innervation. Science 1983; Y, et al. A mutation in a case of early onset narcolepsy and
219: 1184-90. a generalized absence of hypocretin peptides in human
74. Vitiello MV, Borson S. Sleep disturbances in patients with narcoleptic brains. Nat Med 2000; 6: 991-7.
Alzheimer’s disease: epidemiology, pathophysiology and 94. De Vicente Álvarez-Manzaneda E. Avances en el diagnóstico
treatment. CNS Drugs 2001; 15: 777-96. y tratamiento del síndrome de narcolepsia-cataplejía. Rev
75. Torterolo P, Sampogna S, Ramos O, Morales FR, Chase MH. Neurol 2008; 46: 550-6.
Hypocretinergic system and motor activity in the cat. Sleep 95. Nishino S, Kanbayashi T. Symptomatic narcolepsy,
2004; 27: 5. cataplexy and hypersomnia, and their implications in the
76. Torterolo P, Benedetto L, Lagos P, Sampogna S, Chase MH. hypothalamic hypocretin/orexin system. Sleep Med Rev
State-dependent pattern of Fos protein expression in 2005; 9: 269-310.
regionally-specific sites within the preoptic area of the cat. 96. Mashour GA. Relevance of sleep neurobiology for cognitive
Brain Res 2009; 1267: 44-56. neuroscience and anesthesia. Cambridge: Cambridge
77. Szymusiak R, Gvilia I, McGinty D. Hypothalamic control of University Press; 2009.
sleep. Sleep Med 2007; 8: 291-301. 97. Mignot E, Lammers G J, Ripley B, Okun M, Nevsimalova S,
78. Gallopin T, Fort P, Eggermann E, Cauli B, Luppi PH, Rossier Overeem S, et al. The role of cerebrospinal fluid hypocretin
J, et al. Identification of sleep-promoting neurons in vitro. measurement in the diagnosis of narcolepsy and other
Nature 2000; 404: 992-5. hypersomnias. Arch Neurol 2002; 59: 1553-62.
79. Hassani OK, Lee MG, Jones BE. Melanin-concentrating 98. Baier PC, Weinhold SL, Huth V, Gottwald B, Ferstl R,
hormone neurons discharge in a reciprocal manner to Hinze-Selch D. Olfactory dysfunction in patients with
orexin neurons across the sleep-wake cycle. Proc Natl Acad narcolepsy with cataplexy is restored by intranasal orexin A
Sci U S A 2009; 106: 2418-22. (hypocretin-1). Brain 2008; 131: 2734-41.
80. Torterolo P, Sampogna S, Morales FR, Chase MH. 99. Adamantidis AR, Zhang F, Aravanis AM, Deisseroth K,
MCH-containing neurons in the hypothalamus of the cat: De Lecea L. Neural substrates of awakening probed with
searching for a role in the control of sleep and wakefulness. optogenetic control of hypocretin neurons. Nature 2007;
Brain Res 2006; 1119: 101-14. 450: 420-4.
Introduction. First conceived in 1949 by the research conducted by Moruzzi and Magoun, the concept of the ascending
reticular activating system (ARAS) played a vital role in understanding the physiology of sleep and arousal, as well as
in explaining the pathophysiological bases of diseases characterised by insomnia, hypersomnia or coma. Sixty years
after this discovery, advances in our knowledge of the anatomy, electrophysiology and neurochemistry of the pathways
involved in the generation and maintenance of arousal have made it necessary to reassess the original concept of ARAS.
Nevertheless, in spite of the fact that the pathologies which, in some way or another, affect the state of arousal are
common in the daily practice of different medical disciplines, the new physiological concepts in relation to the activating
systems (generators of arousal) are not dealt with by a large number of medical practitioners.
Development. This work is a brief update on the activating systems, with special attention given to the concepts that can
be applied most readily in order to gain an understanding of the pathophysiology of arousal.
Conclusions. The new concepts about the activating systems are as follows: a) the activating systems are not only to be
found in the reticular formation of the brain stem, but also include specific regions of the posterior hypothalamus and
the anterior basal brain; b) the activating systems are made up of different neuronal groups that act by means of specific
neurotransmitters or neuromodulators; and c) the activating systems generate arousal by direct modification of thalamic
and cortical activity.
Key words. Acetylcholine. Basal forebrain. Dopamine. Histamine. Hypocretins. Hypothalamus. Noradrenalin. Reticular
formation. Serotonin. Sleep.
5. Motivación
Lectura:
Barrett, K. E., Barman, S. M., Boitano, S, y Brooks, H. L. (2013). Sistema nervioso autónomo. En:
Ganong. Fisiología médica (24 Ed.). México: McGraw-Hill Education. P. p. 255-267.
Objetivos:
Sistema
nervioso autónomo 13
O B J E T I VO S ■ Describir la localización del cuerpo celular y las trayectorias axónicas de neuronas
simpáticas y parasimpáticas preganglionares y posganglionares.
Después de revisar este ■ Señalar los neurotransmisores que son liberados por las neuronas del sistema
capítulo, el lector será autónomo preganglionares; neuronas simpáticas y parasimpáticas posganglionares
capaz de: y las de la médula suprarrenal.
■ Mencionar los tipos de receptores en los ganglios del sistema autónomo y en varios
órganos efectores y también los mecanismos que tienen los fármacos para alterar
los fenómenos que intervienen en la transmisión dentro del sistema nervioso
autónomo.
■ Describir las funciones de los sistemas nerviosos simpático y parasimpático.
■ Señalar la ubicación de algunas neuronas en el prosencéfalo y el tronco encefálico
que son componentes de las vías autónomas centrales.
■ Describir la composición y las funciones del sistema nervioso entérico.
INTRODUCCIÓN
El sistema nervioso autónomo (SNA) es la parte del sistema Como se revisará, algunos órganos efectores reciben fibras de las
nervioso encargada de conservar la homeostasis corporal. Excepto dos divisiones y otros son controlados solamente por una. Además,
el músculo estriado que recibe fibras del sistema nervioso somato- el SNA comprende el sistema nervioso entérico en el tubo
motor, el sistema nervioso autónomo distribuye nervios en todos digestivo.
los demás órganos. Las terminaciones nerviosas se encuentran en el La definición clásica del SNA es la de que incluye neuronas
músculo liso (como los presentes en vasos sanguíneos, la pared del preganglionares y posganglionares dentro de las divisiones
tubo digestivo y de la vejiga), miocardio y glándulas (como las simpática y parasimpática; ello equivaldría a definir el sistema
sudoríparas y las salivales). Es posible que una persona sobreviva nervioso somatomotor con base en neuronas motoras craneales y
sin sistema nervioso autónomo, pero sería casi nula su capacidad espinales. Una definición moderna del SNA toma en consideración
para adaptarse a agentes estresantes del entorno y otros factores las vías descendentes de varias regiones del prosencéfalo y el tronco
lesivos (véase el Recuadro clínico 13-1). La importancia de encefálico y también vías aferentes viscerales que “establecen” el
conocer las funciones del SNA lo revela el hecho de que muchos nivel de actividad de los nervios simpáticos y parasimpáticos. Lo
fármacos utilizados para tratar las enfermedades más diversas, anterior es análogo a lo que ocurriría al incluir las vías
ejercen sus acciones en elementos del SNA. descendentes y ascendentes que influyen en la actividad de las
El SNA tiene dos divisiones mayores anatómicamente neuronas motoras somáticas, como elementos del sistema nervioso
diferentes: los sistemas nerviosos simpático y parasimpático. somatomotor.
255
256 SECCIÓN II Neurofisiología central y periférica
Atrofia multiorgánica y síndrome de Shy-Drager acompaña de disfunción parasimpática que incluye la de vías uri-
La atrofia multiorgánica (MSA, multiple system atrophy) es una narias y órganos genitales; muy a menudo se diagnostica en per-
enfermedad neurodegenerativa que se acompaña de insuficiencia sonas de 50 a 70 años de vida y afecta con más frecuencia a
del sistema autónomo causada por la pérdida de las neuronas varones que a mujeres. A menudo la primera manifestación del
autónomas preganglionares en la médula espinal y el tronco ence- trastorno es la disfunción eréctil en varones. También hay anoma-
fálico. Al faltar el sistema nervioso autónomo es difícil regular la lías en el reflejo barorreceptor y en los mecanismos de control res-
temperatura corporal, el equilibrio hidroelectrolítico y la presión piratorio. Las anormalidades del sistema autónomo suelen ser las
arterial. Además de dichas anomalías del sistema autónomo, el manifestaciones iniciales, pero 75% de las personas con MSA tam-
cuadro inicial de MSA incluye deficiencias de cerebelo, ganglios bién muestran perturbaciones motoras.
basales, locus coeruleus, núcleo olivar inferior y haz piramidal. Se ha
definido a la MSA como: “una enfermedad esporádica y progresiva AVANCES TERAPÉUTICOS
de comienzo en la vida adulta que se caracteriza por disfunción del
sistema autónomo, parkinsonismo y ataxia cerebelosa en cual- No existe cura para la MSA, pero se han usado algunas
quier combinación”. El síndrome de Shy-Drager es un subtipo de modalidades terapéuticas para combatir signos y síntomas
MSA en que predomina la insuficiencia del sistema autónomo. El específicos de la enfermedad. A menudo se administran
signo patológico definitorio de MSA son las inclusiones citoplásmi- corticoesteroides para retener sodio y agua y mejorar la
cas y nucleares en los oligodendrocitos y en neuronas motoras de presión arterial. En algunas personas se pueden aliviar los
áreas centrales y autónomas. También hay agotamiento de los signos similares a los del parkinsonismo con administra-
marcadores monoaminérgicos, colinérgicos y peptidérgicos en ción de levodopa y carbidopa. Se encuentran en desarro-
varias regiones cerebrales y en el líquido cefalorraquídeo. No se ha llo investigaciones clínicas para valorar la eficacia de
detectado la causa de MSA, pero hay algunos datos de que en el concentrados de inmunoglobulinas intravenosos para
cerebro de sujetos con tal enfermedad se identifica un mecanismo antagonizar el proceso neuroinflamatorio que se desarro-
neuroinflamatorio que causa activación de la microglia y produc- lla en la MSA; la fluoxetina (inhibidor de la captación de
ción de citocinas tóxicas. En sujetos con MSA son normales los serotonina) para evitar la hipotensión ortostática mejora
niveles basales de actividad simpática y de noradrenalina plasmá- el estado de ánimo y alivia el sueño, el dolor y la fatiga en
tica, pero no aumentan en reacción a la bipediación ni a otros estí- pacientes con MSA, y la rasagilina (inhibidor de la mono-
mulos, lo que causa hipotensión ortostática intensa. Además de aminooxidasa) es útil en sujetos con MSA con cuadro par-
disminución de la presión arterial, la hipotensión ortostática oca- kinsoniano.
siona mareo, visión borrosa e incluso lipotimia. La MSA también se
Órgano
efector
ACh
Sistema nervioso autónomo:
SNC División parasimpática
Órgano
efector
Ganglio ACh
FIGURA 131 Comparación de la organización
periférica y los transmisores liberados por sistemas Sistema nervioso autónomo:
nerviosos somatomotor y autónomo. En el caso del SNC División simpática
sistema nervioso somatomotor la neurona que sale de la
Órgano
médula espinal establece proyecciones directamente con el
efector
órgano efector. En el caso del sistema nervioso autónomo, se
produce una sinapsis entre la neurona que sale de la médula ACh Ganglio ACh NE
espinal y el órgano efector (salvo neuronas que inervan la
médula suprarrenal). Hay que destacar que todas las Órgano
neuronas que salen del SNC liberan acetilcolina (ACh). DA, (por la corriente sanguínea) efector
dopamina; NE, noradrenalina. (Con autorización de Widmaier EP, Adrenalina (también NE, DA, péptidos)
Raff H, Strang KT: Vander’s Human Physiology. McGraw-Hill, 2008.) Médula
suprarrenal
nes de las neuronas preganglionares simpáticas salen de la médula nan en el pericarion de las neuronas posganglionares. Los ganglios
espinal en el mismo nivel en el que están situados su pericarion y lo paravertebrales se encuentran junto a cada uno de los segmentos
hacen por la raíz ventral, junto con axones de las neuronas motoras medulares torácicos (dorsales) y lumbares superiores; además, se
α y γ (fig. 13-2). conocen unos cuantos ganglios que están junto a los segmentos
Después se separan de la raíz ventral por medio de los ramos medulares cervicales y sacros. Los ganglios están conectados entre sí
blancos comunicantes y establecen proyecciones con el ganglio por medio de los axones de las neuronas preganglionares que cursan
paravertebral simpático vecino, en tanto que algunas de ellas termi- en sentido rostral o caudal hasta terminar en neuronas posganglio-
nares situadas a alguna distancia. En conjunto los ganglios y axones
mencionados forman la cadena simpática en ambos lados, disposi-
Neurona
ción que se observa en las figuras 13-2 y 13-3.
Algunas neuronas preganglionares pasan a través de la cadena
Médula espinal preganglionar Raíz
simpática dorsal ganglionar paravertebral y terminan en neuronas posganglionares
situadas en ganglios prevertebrales (o colaterales) muy cerca de las
vísceras, e incluyen los ganglios celiaco, mesentérico superior y
mesentérico inferior (fig. 13-3). Existen también neuronas pregan-
glionares cuyos axones terminan en forma directa en un órgano
Nervio efector, como la glándula suprarrenal.
Ganglio raquídeo Los axones de algunas de las neuronas posganglionares salen de
de la raíz
los ganglios de la cadena y entran de nuevo en los nervios raquídeos
dorsal
Ramo gris por medio de ramos grises comunicantes y se distribuyen en efec-
Raíz ventral
Ramo blanco tores de tipo autónomo en las zonas en que se ramifican estos ner-
Axón preganglionar vios raquídeos (fig. 13-2). Los nervios simpáticos posganglionares
Ganglio
Neurona posganglionar
paravertebral
mencionados terminan más bien en músculo liso (como vasos san-
simpática guíneos o folículos pilosos) y en glándulas sudoríparas de las extre-
simpático
Ganglio prevertebral Cadena midades. Otras fibras posganglionares salen de los ganglios de la
A las células simpática cadena para incorporarse a la cavidad torácica y terminar en vísce-
efectoras ras. Las fibras posganglionares eferentes de ganglios prevertebrales
Neurona posganglionar también terminan en vísceras efectoras.
Neurona preganglionar simpática
Esfínter pupilar
y músculo ciliar
Núcleo de Edinger-Westphal Ganglio ciliar
Ganglio cervical
Corazón
T1 Pulmones
T2
Estómago
Corazón
T3
Pulmones
Intestino delgado
T4
Colon
T5
Estómago T6
Hígado
T7
Páncreas Ganglio
Bazo celiaco T8
T9
Médula suprarrenal
T10
Intestino delgado
T11
Colon
Ganglio T12
mesentérico superior
Colon
L1
Riñones
L2
Vejiga
Ganglio L3
Órganos sexuales mesentérico inferior
Colon
Vasos sanguíneos S2 Vejiga
Folículos pilosos S3
Órganos sexuales
Ganglio sacro S4
Glándulas sudoríparas
Cadena simpática
FIGURA 133 Organización de los sistemas nerviosos simpático (izquierda) y parasimpático (derecha). Los nervios colinérgicos están
representados en rojo y los noradrenérgicos en azul. Los nervios preganglionares se señalan en líneas continuas en tanto que los posganglionares se
muestran en líneas de guiones. (Con autorización de P. Banyas, Michigan State University.)
CAPÍTULO 13 Sistema nervioso autónomo 259
Los cuerpos celulares en el núcleo de Edinger-Westphal del res cuando se unen a diversos conductos iónicos o receptores
nervio motor ocular común establecen proyecciones con los gan- acoplados a proteína G (GPCR, G protein-coupled receptors). Se unen
glios ciliares para inervar el esfínter (músculo constrictor) del iris y a receptores en esas células, y de ese modo, inducen sus acciones
el músculo ciliar. Las neuronas en el núcleo salival superior del ner- características para después ser eliminados de la zona en que están,
vio facial establecen proyecciones con los ganglios esfenopalatinos por recaptación o metabolismo. Es posible estimular o inhibir cada
para distribuirse en las glándulas lagrimales y las membranas muco- una de las fases en cuestión, con consecuencias predecibles. El cua-
sas de vías nasales y paladar y en los ganglios submandibulares, dro 13-2 incluye las formas o mecanismos mediante los cuales los
para inervar las glándulas submandibulares y submaxilares. Los fármacos pueden modificar la neurotransmisión en las neuronas del
cuerpos neuronales en el núcleo salival inferior del nervio glosofa- sistema autónomo y sus sitios efectores.
ríngeo establecen proyecciones con el ganglio ótico que inerva la
glándula parótida (salival). Las fibras preganglionares vagales hacen
sinapsis con células ganglionares reunidas dentro de las paredes de NEUROTRANSMISIÓN
vísceras; de este modo, son muy cortas las fibras posganglionares
parasimpáticas. Las neuronas en el núcleo ambiguo inervan los
COLINÉRGICA
nudos sinoauricular (SA) y auriculoventricular (AV) del corazón, y Los fenómenos que intervienen en la síntesis y degradación de la
las neuronas del núcleo motor dorsal del vago inervan el esófago, la acetilcolina se describen en el capítulo 7. La acetilcolina no suele
tráquea, los pulmones y el tubo digestivo. Las fibras sacras parasim- circular en la sangre y por lo común los efectos de su descarga gene-
páticas (eferentes) (nervios pélvicos) se distribuyen en vísceras pél- ralizada son discretos y breves, por la gran concentración de acetil-
vicas por medio de ramas del segundo al cuarto nervios sacros. colinesterasa en las terminaciones de nervios colinérgicos; dicha
enzima degrada con rapidez la acetilcolina y con ello termina sus
acciones.
La transmisión en los ganglios del sistema autónomo es media-
da más bien por las acciones de la acetilcolina en los receptores coli-
TRANSMISIÓN QUÍMICA nérgicos nicotínicos que son bloqueados por el hexametonio (fig.
DE LAS UNIONES DEL SISTEMA 13-4); han recibido el nombre de receptores NN para diferenciarlos
AUTÓNOMO de los receptores colinérgicos nicotínicos (NM) situados en la unión
neuromuscular y que son bloqueados por la d-tubocurarina. Los
receptores nicotínicos son ejemplo de conductos regulados por
iones; la unión de un agonista a los receptores mencionados abre los
ACETILCOLINA
conductos de Na+ y K+ para causar despolarización.
Y NORADRENALINA Las respuestas producidas en las neuronas posganglionares por
Una de las primeras pruebas de neurotransmisión química se obtuvo la estimulación de sus fibras preganglionares incluyen una fase de
del estudio sencillo e impresionante que hizo Otto Loewi en 1920 en despolarización rápida llamada potencial postsináptico excitador
el que demostró que la lentificación del latido cardiaco producida rápido (EPSP, excitatory postsynaptic potential) que genera poten-
por estimulación vagal (parasimpática) era causada por liberación ciales de acción, y un potencial postsináptico excitador duradero
de acetilcolina (cap. 7). La transmisión en la sinapsis entre las neuro- (EPSP lento). La respuesta lenta puede modular y regular la trans-
nas preganglionares y las posganglionares y entre las posgangliona- misión a través de los ganglios simpáticos. La despolarización inicial
res y los efectores de tipo autónomo, se hace por mediación de es producida por la acetilcolina que actúa en el receptor NN. El EPSP
sustancias químicas. Los principales transmisores que intervienen lento es producido por acción de la acetilcolina en un receptor mus-
en tales fenómenos son la acetilcolina y la noradrenalina. Las neu- carínico en la membrana de la neurona posganglionar.
ronas del sistema autónomo que son colinérgicas (porque liberan La liberación de acetilcolina desde las fibras posganglionares
acetilcolina) son: 1) todas las neuronas preganglionares; 2) todas las actúa en los receptores colinérgicos muscarínicos que son antagoni-
posganglionares parasimpáticas; 3) las posganglionares simpáticas zados por la atropina. Los receptores muscarínicos son GPCR y se
que envían fibras a glándulas sudoríparas, y 4) las neuronas posgan- dividen en los subtipos M1 a M5, pero M2 y M3 constituyen los prin-
glionares simpáticas que terminan en los vasos sanguíneos de algún cipales subtipos que aparecen en órganos inervados por fibras autó-
músculo estriado y originan vasodilatación cuando son estimuladas nomas. Los receptores M2 están situados en el corazón y al unirse un
(nervios vasodilatadores simpáticos). El resto de las neuronas pos- agonista a ellos se abren los conductos de K+ y se inhibe la adenilil
ganglionares simpáticas es de tipo noradrenérgico (liberan nor- ciclasa. Los receptores M3 están situados en el músculo liso y glán-
adrenalina). La médula suprarrenal en esencialmente un ganglio dulas y cuando un agonista se une a ellos se forma 1,4,5-trifosfato
simpático en el que las neuronas posganglionares perdieron sus axo- de inositol (IP3), y diacilglicerol (DAG), y aumenta el nivel del
nes y que secretan directamente en la corriente sanguínea, noradre- calcio intracelular.
nalina y adrenalina. Los compuestos con actividad muscarínica incluyen congéne-
El cuadro 13-1 señala los tipos de receptores colinérgicos y res de la acetilcolina y fármacos que inhiben la acetilcolinesterasa. El
adrenérgicos en diversas uniones dentro del SNA. Las uniones en las Recuadro clínico 13-2 describe algunos de los signos y estrategias
vías motoras autónomas periféricas constituyen el sitio lógico para terapéuticas para el tratamiento de la intoxicación aguda por inhibi-
la manipulación farmacológica de la función visceral. Los agentes dores organofosforados de colinesterasa. El Recuadro clínico 13-3
transmisores son sintetizados, almacenados en terminaciones ner- describe un ejemplo de intoxicación por colinérgicos que es conse-
viosas y liberados cerca de las neuronas, miocitos o células glandula- cuencia de la ingestión de setas tóxicas.
260 SECCIÓN II Neurofisiología central y periférica
CUADRO 131 Respuestas de algunos órganos efectores a la actividad del sistema nervioso autónomo
Sistema nervioso simpático
Ojos
Dilatador del iris — α1 Contracción (midriasis)
Esfínter pupilar Contracción (miosis) —
Músculo ciliar Contracción para la visión cercana —
Corazón
Nódulo sinoauricular Disminución de la frecuencia cardiaca β1 Aceleración de la frecuencia
cardiaca
Aurículas y ventrículos Menor contractilidad auricular β1, β2 Incremento de la contractilidad
Nódulo AV y de Purkinje Disminución de la velocidad β1 Mayor velocidad de conducción
de conducción
Arteriolas
Vasos cutáneos y esplácnicos — α1 Constricción
Músculo estriado — α1/ β2,M Constricción/dilatación
Estómago e intestinos
Motilidad y tono Incremento α1, α2, β2 Disminución
Esfínteres Relajación α1 Contracción
Secreción Estimulación —
Vejiga
Músculo detrusor Contracción β2 Relajación
Esfínter Relajación α1 Contracción
Piel
Músculos pilomotores — α1 Contracción
Glándulas sudoríparas — M Secreción
Páncreas
Ácinos Mayor secreción α Menor secreción
Células insulares — α/β2 Disminución/incremento de la
secreción
El guión denota que el tejido efector no está inervado por la división del sistema nervioso autónomo. Con autorización de Brunton LL, Chabner BA, Knollmann BC
(editors): Goodman and Gilman’s The Pharmacological Basis of Therapeutics, 12th ed. McGraw-Hill, 2011.
CUADRO 132 Ejemplos de fármacos que modifican los procesos que intervienen en la neurotransmisión del sistema autónomo
Proceso de
transmisión Fármaco Sitio de acción del fármaco Acción del fármaco
Mecanismo de Noradrenalina, dopamina, Receptores en terminaciones nerviosas Modula la liberación del transmisor
liberación de acetilcolina, prostaglandinas colinérgicas y adrenérgicas
neurotransmisor
Mecanismo de Cocaína, antidepresivos Terminaciones de nervios adrenérgicos Inhibe la captación; prolonga la acción
recaptación del tricíclicos del transmisor en los receptores
neurotransmisor postsinápticos
Inactivación del Edrofonio, neostigmina, Acetilcolinesterasa en sinapsis colinérgicas Inhibe la enzima; prolonga e intensifica
neurotransmisor fisostigmina las acciones de la acetilcolina
Activación del receptor α1: fenilefrina Uniones de nervio efector/nervio Se une a los receptores adrenérgicos α y
adrenérgico posganglionar simpático (como vasos los activa; ↑ cascada IP3/DAG (α1) o
α2: clonidina sanguíneos, folículos pilosos, dilatador del iris) ↓ cAMP (α2)
β1, β2: propranolol Uniones de órgano efector/nervio Se une a los receptores adrenérgicos β y
β1 > β2: atenolol, esmolol posganglionar simpático (como miocardio, los antagoniza
músculo liso bronquial)
Activación del receptor Nicotina Receptores en ganglios del sistema Se une a los receptores nicotínicos; abre
nicotínico autónomo los conductos de sodio y potasio en la
membrana postsináptica
Bloqueo del receptor Hexametonio, trimetafán Receptores en los ganglios del sistema Se une a los receptores nicotínicos y los
nicotínico autónomo antagoniza
Activación del receptor Betanecol Receptores colinérgicos en músculo liso, Se une a los receptores muscarínicos y los
muscarínico miocardio y glándulas activa; ↑ cascada de IP3/DAG o ↓ cAMP
Bloqueo de receptor Atropina, ipratropio, Receptores colinérgicos en el músculo liso, Se une a los receptores muscarínicos y los
muscarínico escopolamina, tropicamida miocardio y glándulas antagoniza
Muchos de los fármacos en cuestión también actúan en receptores colinérgicos y adrenérgicos en el sistema nervioso central. Por ejemplo, las acciones principales de la clonidina
y la yohimbina para modificar la presión arterial se producen por sus acciones en el encéfalo. cAMP, monofosfato de adenosina cíclico; IP3/DAG, 1,4,5-trifosfato de inositol y
diacilglicerol.
La noradrenalina liberada de las fibras posganglionares simpá- que se disocie la proteína G1 inhibidora para inactivar la adenilil
ticas se une a los receptores adrenérgicos; éstos son también GPCR y ciclasa y disminuir la concentración de monofosfato de adenosina
se dividen en los subtipos α1, α2, β1, β2 y β3. En el cuadro 13-1 se cíclico (cAMP, cyclic adenosine monophosphate). La unión de un
muestran algunas de las ubicaciones de estos subtipos de receptores agonista a los receptores adrenérgicos β activa la proteína de acopla-
en el músculo liso, miocardio y glándulas o tejidos efectores que miento Gs para inducir la acción de la adenilil ciclasa y aumentar la
reciben la acción del sistema autónomo. La unión de un agonista a concentración de cAMP.
los receptores adrenérgicos α1 activa la proteína de acoplamiento Gq, Se conocen algunas enfermedades o síndromes que son conse-
lo cual hace que se formen IP3 y DAG y aumente el nivel intracelular cuencia de la disfunción de la inervación simpática, en regiones cor-
de calcio. La unión del agonista a los receptores adrenérgicos α2 hace porales específicas. El Recuadro clínico 13-4 describe el síndrome
262 SECCIÓN II Neurofisiología central y periférica
Axón Potencial
preganglionar de membrana
0 Espiga
EPSP EPSP
EPSP IPSP lento lento tardío
mV
M1 Péptidos
Electrodo N N
M2 (Tipos de receptores)
–100
Axón Milisegundos Segundos Minutos
posganglionar
Tiempo
FIGURA 134 Esquema de los potenciales postsinápticos rebasó el umbral y desencadenó un potencial de acción; después de
excitadores e inhibidores (EPSP y IPSP) registrados por medio de un esto apareció un IPSP probablemente inducido por la activación del
electrodo en una célula del ganglio del sistema autónomo. En receptor muscarínico (M2). Como paso siguiente del IPSP hubo un EPSP
respuesta a la liberación de acetilcolina por la neurona preganglionar se más lento que dependió de M1, y todavía después hubo un EPSP más
generaron dos EPSP en la neurona posganglionar por activación del lento inducido por péptido. (Con autorización de Katzung BG, Maters SB, Trevor
receptor nicotínico (N). El primer EPSP quedó por debajo del umbral AJ: Basic & Clinical Pharmacology, 11th ed. McGraw-Hill, 2009.)
para que se desencadenara un potencial de acción, pero el segundo
Intoxicación por setas venenosas sin embargo, los principales efectos tóxicos provienen de daño
De las más de 5 000 especies de setas que se identifican en Estados hepático (ictericia, equimosis) y efectos del sistema nervioso cen-
Unidos, en promedio, 100 son venenosas y la ingestión de alrede- tral (confusión, letargo y coma). Las setas mencionadas contienen
dor de 12 de ellas puede causar la muerte. Los cálculos en ese país amatoxinas que inhiben la RNA polimerasa. La ingestión de
señalan una incidencia anual de cinco casos por 100 000 personas; dichas setas se acompaña de una mortalidad de 60%.
no se dispone de datos a nivel mundial. La intoxicación por setas o
micetismo se divide en los tipos de aparición rápida (15 a 30 min AVANCES TERAPÉUTICOS
después de la ingestión) y tardía (6 a 12 h después de ella). En los
casos de inicio rápido causado por las setas del género Inocybe las La intoxicación muscarínica de comienzo rápido se trata de
manifestaciones provienen de la activación excesiva de las sinapsis manera eficaz con atropina. Las personas que muestran el
colinérgicas y muscarínicas. Los signos principales de la intoxica- síndrome antimuscarínico pueden recibir fisostigmina,
ción muscarínica incluyen náusea, vómito, diarrea, urgencia para que es un inhibidor colinesterásico, cuya acción dura 2 a 4 h
la micción, vasodilatación, diaforesis e hipersialorrea. Después y que actúa a nivel central y periférico. Las personas, si están
de ingerir variedades como Amanita muscaria aparecen signos de agitadas, pueden necesitar sedantes como una benzodia-
síndrome antimuscarínico y no la intoxicación muscarínica, por- zepina o un fármaco antipsicótico. La toxicidad de
que las setas también contienen alcaloides que antagonizan los comienzo tardío por la ingestión de setas que contienen
receptores colinérgicos muscarínicos. En este síndrome, las mani- amatoxinas no mejora con los fármacos colinérgicos, y en
festaciones clásicas son hiperemia cutánea, hipertermia, sequedad estos casos el tratamiento incluye la administración intrave-
de mucosas sin sudor, visión borrosa y confusión y delirio (en len- nosa de soluciones y electrólitos para conservar la hidrata-
gua inglesa estas manifestaciones se resumen en expresiones ción adecuada. La administración de una combinación de
coloquiales como: “rojo como una remolacha, caliente como una penicilina G en altas dosis y una silibinina (flavonoligna-
liebre, seco como un hueso, ciego como un murciélago y desqui- no que está en algunas plantas con propiedades antioxi-
ciado como un loco de atar”. La variedad de comienzo tardío apa- dantes y hepatoprotectoras) mejora la supervivencia. Si es
rece después de ingerir los tipos de Amanita phalloides, Amanita necesario se puede inducir el vómito por medio de carbón
virosa, Galerina autumnalis y Galerina marginata; todos ellos oca- vegetal activado para disminuir la absorción de la toxina.
sionan cólicos abdominales, náuseas, vómitos y diarrea profusa;
Síndrome de Horner manifestaciones aparecen sólo en el lado del daño. Los signos
Este síndrome es un trastorno raro que es consecuencia de inte- definitorios del síndrome son la tríada de anhidrosis (disminu-
rrupción de la inervación simpática preganglionar o posganglio- ción de la sudación), ptosis (descenso o caída de los párpados) y
nar a la cara. El cuadro puede ser resultado de lesión de los nervios, miosis (contracción de la pupila). Las manifestaciones también
daño a la arteria carótida, apoplejía o una lesión en el tronco ence- incluyen enoftalmos (hundimiento del globo ocular) y vasodila-
fálico o en el pulmón. Casi todos los casos son unilaterales y sus tación.
AVANCES TERAPÉUTICOS
No existe una farmacoterapia específica para el síndrome de glionares permanecería intacto el nervio noradrenérgico
Horner, pero cabe recurrir a fármacos que modifican la neuro- posganglionar (pero estaría inactivo) y aun así tendría catecol-
transmisión noradrenérgica para dilucidar si el problema pro- aminas almacenadas en su terminación. Si el médico adminis-
viene de la interrupción de la inervación preganglionar o tra un fármaco que produce liberación de las reservas de
posganglionar de la cara. El iris reacciona a los simpaticomi- catecolaminas (como la hidroxianfetamina) y no se dilata la
méticos tópicos (fármacos que son agonistas directos en pupila miótica, cabría concluir que hay daño del nervio nor-
receptores adrenérgicos o medicamentos que incrementan la adrenérgico. Si la pupila se dilata en reacción al fármaco, hay
liberación o evitan la recaptación de noradrenalina desde la suficientes reservas catecolamínicas como para ser liberadas y
terminación nerviosa), razón por la que el médico puede valo- en este caso el daño sería preganglionar. La administración de
rar fácilmente la viabilidad de los nervios noradrenérgicos a los fenilefrina (agonista de receptor adrenérgico α) dilata la pupi-
ojos. Si hay lesión de las fibras simpáticas posganglionares, se la independientemente del sitio de la lesión, porque dicho fár-
degenerarían sus terminaciones y se perderían las catecol- maco se une al receptor en el dilatador del iris.
aminas almacenadas. En caso de daño de las fibras pregan-
264 SECCIÓN II Neurofisiología central y periférica
de Horner que depende de la interrupción del flujo de los nervios glionares parasimpáticas craneales que inervan glándulas. Las neu-
simpáticos a la cara. El Recuadro clínico 13-5 describe un trastorno ronas posganglionares parasimpáticas vagales en el tubo digestivo
vasoespástico en que aminora de manera transitoria la corriente san- contienen VIP y el aparato enzimático para sintetizar al óxido nítri-
guínea a los dedos de las manos y los pies, de forma típica cuando la co (NO, nitric oxide).
persona sensible queda expuesta a estrés o al frío.
RESPUESTAS DE ÓRGANOS
TRANSMISORES NO ADRENÉRGICOS, EFECTORES A LOS IMPULSOS
NO COLINÉRGICOS DEL SISTEMA NERVIOSO
Además de los “neurotransmisores clásicos” algunas fibras del siste-
ma autónomo también liberan neuropéptidos, aunque no se cono-
AUTÓNOMO
cen sus funciones exactas en el control de tipo autónomo. Las
pequeñas vesículas granulosas de las neuronas noradrenérgicas pos- PRINCIPIOS GENERALES
ganglionares incluyen trifosfato de adenosina (ATP, adenosine tri- El SNA es el encargado de regular y coordinar muchas funciones
phosphate) y noradrenalina y las grandes vesículas granulosas fisiológicas como: flujo sanguíneo, presión arterial, frecuencia car-
contienen neuropéptido Y (NPY, neuropeptide Y). Algunos datos diaca, flujo de aire por el árbol bronquial, motilidad gastrointestinal,
señalan que la estimulación de baja frecuencia induce la liberación contracción de la vejiga, secreciones glandulares, diámetro de la
de ATP, en tanto que la que se hace a alta frecuencia produce libera- pupila, temperatura corporal y funciones sexuales.
ción de NPY. Algunas vísceras contienen receptores purinérgicos y Los efectos de la estimulación de las fibras nerviosas posganglio-
se han acumulado pruebas de que el ATP es un mediador del SNA, nares noradrenérgicas y colinérgicas se incorporan en la figura 13-3 y
junto con la noradrenalina. el cuadro 13-1. Los hallazgos destacan otra diferencia entre el SNA y el
Muchas fibras simpáticas que inervan los vasos de vísceras, piel sistema nervioso somatomotor. La liberación de acetilcolina por las
y músculo estriado liberan NPY y galanina además de la noradrena- neuronas motoras α culmina únicamente en la contracción de múscu-
lina. También, junto con la acetilcolina, desde los nervios simpáticos lo estriado. A diferencia de ello, la liberación de acetilcolina en el
que van a las glándulas sudoríparas (fibras sudomotoras) son libe- músculo liso de algunos órganos genera contracción (p. ej., pared del
rados polipéptido intestinal vasoactivo (VIP, vasoactive intestinal tubo digestivo), en tanto que la liberación en otros órganos induce la
polypeptide), el péptido del gen de calcitonina (CGRP, calcitonin relajación (como los esfínteres en el tubo digestivo). La única forma de
gene-related peptide) o sustancia P. El VIP también se localiza en relajar el músculo estriado es inhibir las descargas de neuronas moto-
forma simultánea con la acetilcolina en muchas neuronas posgan- ras α, pero en lo que se refiere a algunos tejidos efectores inervados
CAPÍTULO 13 Sistema nervioso autónomo 265
por el SNA, es posible cambiar de contracción a relajación al transmu- gástrica y relajar el esfínter del píloro. Por tal razón, la división coli-
tar la activación del sistema nervioso parasimpático en activación del nérgica ha recibido el nombre de sistema nervioso anabólico.
sistema nervioso simpático; esto es lo que ocurre en muchos órganos La división simpática (noradrenérgica) presenta una descarga
que tienen inervación doble, con efectos antagonistas que incluyen el de tipo unitario en situaciones de emergencia y podría ser denomi-
tubo digestivo, vías respiratorias y vejiga. El corazón es otro órgano nada sistema nervioso catabólico. El efecto de la descarga prepara a
con doble control antagonista. La estimulación de los nervios simpáti- la persona para afrontar y superar una situación de urgencia. La acti-
cos incrementa la frecuencia cardiaca, en tanto que la de los nervios vidad simpática dilata las pupilas (permite la mayor entrada de luz en
parasimpáticos la lentifica. los ojos), acelera el latido cardiaco y aumenta la presión arterial (con
En otros casos, habría que considerar como complementarios lo que se logra un mayor riego de órganos vitales y músculos), ade-
los efectos de la activación simpática y la parasimpática. Un ejemplo más contrae los vasos de la piel (que frena la hemorragia de las heri-
es la inervación de las glándulas salivales. La activación parasimpáti- das). La descarga noradrenérgica también hace que aumente la
ca hace que se expulse saliva acuosa, en tanto que la simpática hace glucemia y la concentración de ácidos grasos libres (con lo que se
que se genere saliva viscosa. obtiene más energía). Con base en estos efectos, Walter Cannon dio
Las dos divisiones del SNA también actúan en forma sinérgica el nombre de descarga inducida por una situación de emergencia del
o por colaboración en el control de algunas funciones. Un ejemplo es sistema nervioso simpático de la preparación para la “lucha o huida”.
el control del diámetro pupilar. Los nervios simpáticos y parasimpá- El énfasis concedido a la descarga masiva en situaciones de
ticos son excitadores pero los primeros contraen el músculo radial y estrés no debe disimular el hecho de que las fibras simpáticas tam-
causan midriasis (ensanchamiento del diámetro pupilar), y los bién se ocupan de otras funciones. Por ejemplo, la descarga simpáti-
segundos producen miosis, es decir activan el esfínter o músculo ca que llega hacia las arteriolas conserva la presión arterial, y las
constrictor de la pupila (contracción de la pupila). Otro ejemplo de variaciones de dicha descarga tónica constituyen el mecanismo por
acciones sinérgicas son los nervios que participan en la función el cual se produce la regulación retroalimentaria de la presión arte-
sexual. La activación de los nervios parasimpáticos que van al pene rial por parte del seno carotídeo (cap. 32). Además, disminuye la
incrementa su corriente sanguínea y permite la erección del miem- descarga simpática en animales en ayuno y aumenta cuando se ali-
bro, en tanto que la activación de los nervios simpáticos a dicho mentan nuevamente. Los cambios anteriores pudieran explicar la
órgano ocasiona la eyaculación. disminución de la presión arterial y el metabolismo, producida por
Se conocen también órganos inervados sólo por una rama del el ayuno, y los cambios contrarios generados por la ingestión de ali-
SNA. Además de las glándulas suprarrenales, casi todos los vasos mentos.
sanguíneos, los músculos pilomotores de la piel (folículos pilosos) y
las glándulas sudoríparas son inervados de manera exclusiva por
nervios simpáticos (fibras sudomotoras). Los músculos lagrimales ESTIMULACIÓN DESCENDENTE A LAS
(glándula lagrimal), el músculo ciliar (la acomodación de la visión NEURONAS PREGANGLIONARES DEL
cercana) y las glándulas salivales sublinguales tienen fibras exclusi-
vamente de nervios parasimpáticos.
SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO
Como suele ocurrir con las neuronas motoras α, la actividad de los
DESCARGA COLINÉRGICA nervios del sistema autónomo depende de reflejos (barorreceptores
PARASIMPÁTICA y quimiorreceptores) y un equilibrio entre los estímulos aferentes
excitatorios y los inhibitorios descendentes. Para identificar las
Y NORADRENÉRGICA SIMPÁTICA regiones cerebrales que proporcionan estímulos a las neuronas sim-
En forma general, las funciones inducidas por la actividad de la divi- páticas preganglionares pueden inyectarse trazadores químicos en el
sión colinérgica del SNA son las que se relacionan con los aspectos IML torácico. Estas sustancias son captadas por las terminaciones
vegetativos de la vida diaria. Por ejemplo, la acción parasimpática axónicas y transportadas en sentido retrógrado al pericarion de ori-
induce la digestión y la absorción de alimentos al incrementar la gen. La figura 13-5 señala el origen de algunos impulsos del prosen-
actividad de los músculos del tubo digestivo, intensificar la secreción céfalo y del tallo encefálico a neuronas preganglionares simpáticas.
FIGURA 135 Vías (mecanismos) que controlan las respuestas del sistema autónomo. Las proyecciones directas (líneas continuas) a las
neuronas preganglionares del sistema autónomo incluyen el núcleo paraventricular hipotalámico, el grupo celular A5 protuberancial, la porción
ventrolateral rostral del bulbo raquídeo y el rafe bulbar.
266 SECCIÓN II Neurofisiología central y periférica
Existen vías paralelas desde el núcleo paraventricular hipotalámico, Los nervios parasimpáticos y simpáticos conectan el SNC con el
el grupo de células A5 catecolaminérgicas protuberanciales, la por- sistema nervioso entérico o de manera directa en el tubo digestivo.
ción ventrolateral rostral del bulbo y los núcleos de rafe bulbar; la El sistema nervioso entérico funciona de manera autónoma pero la
situación anterior es análoga a la de las proyecciones que van del función digestiva normal necesita de la comunicación entre dicho
tallo encefálico y la corteza y que convergen en neuronas somatomo- sistema y el SNC (cap. 25).
toras de la médula espinal.
La porción ventrolateral rostral del bulbo suele considerarse
como el principal origen de estímulos excitadores que llegan a neu- RESUMEN DEL CAPÍTULO
ronas simpáticas. Además de estas vías directas que llegan a neuro- ■ Las neuronas simpáticas preganglionares se localizan IML de la
nas preganglionares, se conocen muchas regiones cerebrales que porción toracolumbar de la médula espinal y establecen
comparten actividad de las vías antes mencionadas, incluidas la proyecciones con neuronas posganglionares en los ganglios
amígdala, la sustancia gris periacueductal mesencefálica, la porción paravertebrales o prevertebrales o la médula suprarrenal. Las
ventrolateral caudal del bulbo con el núcleo del fascículo solitario y neuronas parasimpáticas preganglionares están situadas en los
el campo del techo lateral del bulbo; la situación anterior es análoga núcleos motores de los pares craneales III, VII, IX y X, e IML
a la que priva en el control de la función somatomotora por parte de sacra. Las terminaciones nerviosas posganglionares se localizan en
áreas como los ganglios basales del cerebelo. En el capítulo 32 se des- el músculo liso (como vasos sanguíneos, pared intestinal, vejiga),
cribe la función de algunas de las regiones cerebrales y también la vía miocardio y glándulas (sudoríparas y salivales).
de diversos reflejos para fijar el nivel de actividad de nervios autóno- ■ La acetilcolina se libera en las terminaciones nerviosas de todas
mos que se distribuyen en órganos cardiovasculares. las neuronas preganglionares, las parasimpáticas posganglionares
y algunas de las simpáticas posganglionares (glándulas
sudoríparas y fibras vasodilatadoras simpáticas). El resto de las
DISFUNCIÓN DEL SISTEMA AUTÓNOMO neuronas posganglionares simpáticas libera noradrenalina.
Algunos ejemplos de los factores que culminan en disfunción del ■ La transmisión ganglionar es resultado de la activación de receptores
SNA son las drogas o fármacos, enfermedades neurodegenerativas, nicotínicos y la colinérgica posganglionar es mediada por activación
traumatismos, cuadros inflamatorios y neoplasias (consúltense los de los receptores muscarínicos. La transmisión adrenérgica
posganglionar es mediada por la activación de los receptores
Recuadros clínicos 13-1 a 13-4). Los tipos de disfunción varían des-
adrenérgicos α1, β1 o β2, según el órgano efector. Muchos fármacos
de la insuficiencia completa del sistema autónomo hasta la hiperac-
de uso común ejercen sus acciones terapéuticas al actuar como
tividad del mismo. Entre los trastornos que se acompañan de agonistas o antagonistas a nivel de la sinapsis del sistema autónomo.
insuficiencia del sistema autónomo se encuentran la hipotensión
■ La actividad simpática prepara a la persona para afrontar una
ortostática, síncope neurógeno (respuesta vasovagal), impotencia,
situación de suma urgencia mediante aceleración del latido
vejiga neurógena, dismotilidad del tubo digestivo, insuficiencia cardiaco, aumento de la presión arterial (riego de órganos vitales)
sudomotora y el síndrome de Horner. La hiperactividad del sistema y contrae vasos sanguíneos de la piel (frena la pérdida de sangre
autónomo pudiera ser el fundamento de la hipertensión neurógena, en las heridas). La actividad parasimpática se ocupa de los
arritmias cardiacas, edema pulmonar neurógeno, daño al miocardio, aspectos vegetativos de la vida diaria e induce la digestión y la
hiperhidrosis, hipertermia e hipotermia. absorción de alimentos al incrementar la actividad de los
músculos intestinales, acrecentar la secreción de jugo gástrico y
relajar el esfínter pilórico.
SISTEMA NERVIOSO ENTÉRICO ■ Las proyecciones directas a las neuronas preganglionares
simpáticas en IML se origina en el núcleo paraventricular
Este sistema nervioso puede considerarse como la tercera división del hipotalámico, el grupo de neuronas A5 catecolaminérgicas de la
SNA; está situado en el interior de la pared del tubo digestivo, desde el protuberancia; la porción ventrolateral dorsal del bulbo y los
esófago hasta el ano. Lo componen dos plexos perfectamente organi- núcleos del rafe bulbar.
zados: el primero o plexo mientérico, se encuentra entre las capas de ■ El sistema nervioso entérico está situado dentro de la pared del
fibras longitudinales y circulares del músculo y participa en el control tubo digestivo y lo integran el plexo mientérico (control de la
de la motilidad del tubo digestivo. El segundo o plexo submucoso se motilidad de las vías digestivas) y el plexo submucoso (regula el
flujo sanguíneo gastrointestinal y la función de células epiteliales).
localiza entre el músculo circular y la mucosa del interior del tubo
digestivo; capta lo que ocurre en el interior de dicho órgano y regula la
corriente sanguínea gastrointestinal y la función de células epiteliales.
El sistema nervioso entérico contiene tantas neuronas como PREGUNTAS DE OPCIÓN MÚLTIPLE
toda la médula espinal. A veces se le ha denominado como “minien- Para todas las preguntas seleccione la mejor respuesta, a menos que se
céfalo” porque contiene todos los elementos del sistema nervioso, especifique otra indicación.
como son neuronas sensitivas, interneuronas y neuronas motoras.
1. Un varón de 26 años mostró hipertensión después de comenzar a
Incluye neuronas sensitivas que inervan receptores de la mucosa que ingerir anfetaminas para estimular su gasto energético y suprimir
reaccionan a estímulos mecánicos, térmicos, osmóticos y químicos. el apetito. De los fármacos siguientes: ¿cuál cabría esperar que
Las neuronas motoras se encargan de la motilidad, secreción y absor- remede los efectos de la intensificación de la descarga simpática en
ción al actuar en el músculo liso y células secretoras. Las neuronas los vasos sanguíneos?
internunciales (interneuronas) integran la información de las neuro- A) Fenilefrina.
nas sensitivas y la retroalimentación a las neuronas motoras entéricas. B) Trimetafán.
CAPÍTULO 13 Sistema nervioso autónomo 267
5.3 Homeostasis
Lectura:
Gómez Gonzalez, B., y Escobar, A. (2006). Estrés y sistema inmune. Rev. Mex. Neuroci., 7(1), 30-38.
Objetivos:
RESUMEN
El término estrés denota el efecto de estímulos aversivos que perturban gravemente la homeostasis sobre las constan-
tes fisiológicas y la conducta de los seres vivientes. La respuesta al estrés está controlada por el sistema nervioso central
y los tres sistemas encargados de mantener la homeostasis: nervioso autónomo, endocrino e inmune. En las primeras
descripciones del síndrome general de alarma (respuesta al estrés), realizadas por Selye (1936), se describió hipotrofia
del timo y de los ganglios linfáticos. Estudios clínicos y experimentales en el ser humano han mostrado que el estrés
psicosocial produce aumento en la susceptibilidad y evolución de enfermedades infecciosas, e incremento en el tiempo
de cicatrización de heridas en individuos jóvenes y adultos. De igual forma, en modelos animales el estrés acelera el
desarrollo y crecimiento de tumores, retrasa la producción de anticuerpos y suprime la actividad de las células asesinas
naturales, linfocitos T citotóxicos y macrófagos ante la exposición del organismo a un agente infeccioso. Los efectos del
estrés sobre el funcionamiento inmune están mediados por los glucocorticoides y las catecolaminas, adrenalina y
noradrenalina. Los glucocorticoides y la adrenalina se liberan por la glándula suprarrenal durante la exposición del
organismo al estrés, mientras que la noradrenalina se libera en las terminales simpáticas que inervan los órganos
del sistema inmune. La adrenalectomía o la simpatectomía en modelos animales disminuyen los niveles circulantes de
glucocorticoides y catecolaminas, y suprimen los efectos adversos del estrés sobre la función inmune. Las hormonas que
se liberan durante la exposición del organismo al estrés pueden incidir sobre el inicio y curso de las enfermedades y
prolongar el tiempo de tratamiento, con lo que aumentan los costos sociales y económicos de la enfermedad y su
tratamiento.
Palabras clave: eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal, glucocorticoides, catecolaminas, enfermedades infecciosas, cica-
trización de heridas.
Rev Mex Neuroci 2006; 7(1): 30-38
ABSTRACT
Stress is defined as the relationship between adverse stimuli that seriously threaten homeostasis and the physiological
and behavioral responses of the organism to those stimuli. Central nervous system executes control on the stress
response by coordinating those systems involved in homeostasis maintenance, namely the autonomic, neuroendocrine
and immune systems. Since the first report of the general adaptation syndrome by Hans Selye in 1936, it was described
that stress produces thymus and lymph nodes hypotrophy. Later, clinical and experimental studies in humans and on
animal models have shown that stress suppresses immune function with concomitant consequences on individual’s
health. In young and adult human beings, psychosocial stress has been related to increased susceptibility and longer
duration of infectious diseases, such as influenza, herpes virus infection and AIDS, and stress is also capable to prolong
wound healing. Also in animal models, stress reduces antibody production, inhibits normal functioning of natural killer
cells, cytotoxic lymphocyte T cells and macrophages and can increase the growth rate and metastasis of carcinogenic
tumors, such as mammary gland tumor, controlled by natural killer cells. The adverse immunosuppressive stress effects
are mediated by the stress hormones glucocorticoids and catecholamines, epinephrine (adrenaline) and norepinephrine
(noradrenaline). Glucocorticoids, cortisol in humans, are released by the adrenal gland cortex, whereas the catecholamine
epinephrine (adrenaline) is synthesized and released by the adrenal gland medulla; both hormones, cortisol and
adrenaline, reach higher concentrations in the blood stream during exposure to stress stimuli. At the same time,
noradrenaline is released directly on immune organs and tissues by terminal endings of sympathetic nervous system
neurons, which form synaptic-like connections with the immune cells. Adrenalectomy or sympathectomy in animal
models prevent the stress response, thus glucocorticoides, adrenaline and noradrenaline blood levels remain unchanged
and immunosupression does not develop. In conclusion, stress and its hormones, glucocorticoids and catecholamines, are
capable to alter the illness onset and course and also delay healing of wounds, with a consequent significant economical
and social impact.
Key words: Hypothalamus-pituitary-adrenal axis, glucocorticoids, catecholamines, infectious diseases, wound healing.
Rev Mex Neuroci 2006; 7(1): 30-38
INTRODUCCIÓN
1. Departamento de Biología Celular y Fisiología, Instituto de El término estrés deriva del vocablo inglés stresse,
Investigaciones Biomédicas, UNAM.
usado durante la Edad Media para denotar el sufri-
Correspondencia: miento y pobreza de las personas; stresse a su vez,
Psicol. Beatriz Gómez González tiene su origen en los vocablos destresse y estrece
Departamento de Biología Celular y Fisiología, del francés antiguo, ambos con significados de opre-
Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM.
sión, dolor y sufrimiento. La raíz más antigua de la
Circuito Escolar, Ciudad Universitaria,
México D.F., 04510. cual deriva estrece es del latín strictia, término vul-
Correo electrónico: beatriz_gomez_gonzalez@hotmail.com gar para el vocablo latino strictus; este último es el
30 Rev Mex Neuroci 2006; 7(1) Revista Mexicana de Neurociencia. Dirección electrónica para envío de artículos:
RevMexNeurociencia@yahoo.com.mx
pasado participio de stringere que significa opri- organismo al estrés, ejercen funciones inmuno-
mir, apretar o atar.1 La palabra estrés inicialmente moduladoras, con lo que contribuyen a regular el
se usó en el campo de la ingeniería para hacer refe- funcionamiento del tercer efector de la respuesta
rencia a la fuerza o sistema de fuerzas que, aplica- al estrés, el sistema inmunológico (Figuras 1 y 2).
das sobre una estructura o un metal, conducen a la Selye en 1936,3 al describir por primera vez la res-
deformación.2 En 1936 Hans Selye3 introdujo el tér- puesta al estrés, mostró que posterior a la exposi-
mino estrés al campo de las ciencias biológicas para ción del organismo a condiciones adversas durante
denotar un síndrome producido por diversos agen- periodos prolongados, se presenta lo que él deno-
tes nocivos, cuya finalidad era promover la adapta- minó la triada del estrés: hipertrofia suprarrenal,
ción del organismo a su medio cambiante. Actual- ulceración gástrica e hipotrofia del timo y de los
mente se considera que el concepto estrés denota ganglios linfáticos. Posteriormente se observó que
la relación que existe entre estímulos aversivos que durante las fases de alarma y agotamiento del sín-
perturban gravemente la homeostasis del organis- drome general de adaptación o síndrome de estrés,
mo y las respuestas, fisiológicas y conductuales del ocurre inhibición del sistema inmune como parte
organismo, ante la estimulación aversiva.4,5 de la respuesta normal del organismo ante la
estimulación aversiva.9 Los glucocorticoides y las
MEDIADORES DE LA neurohormonas adrenalina y noradrenalina, en el
RESPUESTA AL ESTRÉS Y SU intento por restablecer la homeostasis del organis-
RELACIÓN CON EL SISTEMA INMUNE mo y hacer frente a la situación de estrés, inhiben
La respuesta al estrés está controlada por el siste- el funcionamiento de los sistemas con mayor gasto
ma nervioso central (SNC) y la coordinación que éste energético como el digestivo, el crecimiento y el sis-
ejerce sobre los tres sistemas encargados de mante- tema inmunológico.8,9 Así, durante la exposición del
ner la homeostasis: autónomo, endocrino e inmune. organismo al estrés ocurre hipofuncionamiento del
El principal efector de la respuesta al estrés es el eje sistema inmune, con lo que el organismo queda ex-
hipotálamo-hipófisis-glándulas suprarrenales (HHS). puesto a la acción de los agentes infecciosos del
En el hipotálamo, las neuronas de la región ambiente, es más susceptible a padecer enfermeda-
parvocelular del núcleo paraventricular poseen des e incluso puede sucumbir.9
axones que se proyectan a la capa externa de la emi- Los principales mediadores de los efectos
nencia media donde secretan la hormona liberadora inmunomoduladores del estrés, glucocorticoides y
de corticotrofina (CRH). La hormona liberadora de las catecolaminas, adrenalina y noradrenalina, ejer-
corticotrofina desde la circulación porta-hipofisiaria cen influencia directa sobre el funcionamiento de
estimula a las células corticotropas de la adenohipófisis las células inmunes al acoplarse a sus receptores es-
a que secreten hormona adrenocorticotrofa (ACTH). pecíficos, localizados en el citoplasma y membrana
El ACTH tiene como órgano blanco la corteza de las celular, respectivamente; y también ejercen efectos
glándulas suprarrenales, específicamente las porcio- indirectos al alterar la producción de citocinas como
nes fasciculada y reticular, que en respuesta a la el interferón γ, el factor de necrosis tumoral y las
estimulación de la ACTH secretan glucocorticoides; en interleucinas 1, 2 y 6 (IL-1, IL-2 e IL-6), todas necesa-
el ser humano el principal glucocorticoide es el cortisol6 rias para la maduración y movilización de los
(Figura 1). linfocitos y otras células inmunitarias.10 Los órga-
El sistema nervioso autónomo en su división sim- nos linfoides primarios y secundarios, así como los
pática es otro efector de la respuesta al estrés. La siguientes tipos celulares: linfocitos T y B,
exposición del organismo a condiciones adversas neurotrófilos, monocitos y macrófagos, poseen re-
genera activación de las neuronas preganglionares ceptores tipo II-glucocorticoide para las hormonas
simpáticas, ubicadas en el asta intermediolateral de corticoesteroideas.11,12 Desde estudios pioneros se
los segmentos torácico 1 a lumbar 2 de la médula describieron los efectos inmunomoduladores de los
espinal, y liberación concomitante de noradrenalina glucocorticoides. Selye, en 1936,3 mostró hipotrofia
por las neuronas posganglionares simpáticas.7 Asi- del timo y de los ganglios linfáticos subsiguiente a
mismo, la activación simpática estimula a las célu- la exposición del organismo al estrés y ya previa-
las cromafines de la médula de las glándulas mente, Jaffe13 había descrito que la adrenalectomía
suprarrenales a que secreten adrenalina al torrente en la rata generaba hipertrofia del timo. Los
sanguíneo.7 La adrenalina aumenta las tasas cardiaca glucocorticoides, al acoplarse a sus receptores
y respiratoria y el flujo sanguíneo a los músculos, citoplásmicos en las células del sistema inmune, se
con lo que prepara al organismo para emitir una de traslocan al núcleo y funcionan como factores de la
dos respuestas, pelear o huir.8 transcripción para numerosas proteínas sintetizadas
Ambos tipos hormonales, glucocorticoides y por linfocitos, macrófagos y otros tipos celulares del
catecolaminas, liberados durante la exposición del sistema inmune; entre las proteínas, cuyos genes
ACTH
cort LB
cort
cs NK
cort
M Figura 1. Eje hipotálamo-hipófisis-
MO glándula suprarrenal y su relación con
el sistema inmune. La figura muestra
LT los órganos y tipos celulares del siste-
ma inmune que poseen receptores
T GL para glucocorticoides, y que en con-
TLAMG
diciones de estrés presentan inhibición
en su funcionamiento.
A
MS
A ACh NA LB Figura 2. Sistema nervioso simpático
MO SNS y su relación con el sistema inmune.
A M NK La figura muestra los órganos del sis-
tema inmune que poseen inervación
NA
NA autónoma por parte del sistema ner-
LT vioso simpático; así como los tipos
A celulares del sistema inmune con los
T A que las fibras posganglionares simpá-
TLAMG GL
ticas establecen conexiones similares
a sinapsis.
presores, durante mucho tiempo se consideró que niveles basales normales de glucocorticoides eran
niveles bajos de glucocorticoides facilitarían el fun- necesarios para impedir la aparición de los síntomas
cionamiento inmunológico y aumentarían el ries- de la enfermedad. Mason et al.36 adrenalectomizaron
go de que las células del sistema inmune reacciona- ratas adultas y las expusieron a una proteína extraí-
ran contra elementos propios del organismo, da de la médula espinal que en la rata causa una
favoreciendo la aparición de enfermedades enfermedad similar a la esclerosis múltiple. La ma-
inflamatorias crónicas y autoinmunes.35 Con el uso yoría de las ratas adrenalectomizadas que no reci-
de un modelo animal experimental de esclerosis bieron reemplazo hormonal, con el fin de mante-
múltiple en la rata, Mason et al.36 encontraron que ner niveles circulantes bajos de glucocorticoides,
Lectura:
Objetivos:
I. Describir el papel de los estrógenos y la testosterona en el dimorfismo
cerebral.
II. Describir el papel de las hormonas en el dimorfismo cognitivo.
DOSSIER: HOMBRE Y MUJER BIOLO GÍA
A
Jan, de cinco años, le gusta pelear- Este dato revelaba la preferencia de los partici-
EN SÍNTESIS
se, construir camiones de bombe- pantes. Obtuvieron la siguiente información: los
Mente, cerebro ros con piezas de Lego y disfrazarse niños observaban con mayor detención los auto-
y sexo de pirata por carnaval. Su hermana móviles, conducta que mostraban las niñas con
1 En la actualidad se cono- Lisa, un año mayor que él, es afec- las muñecas. El color y la forma de los objetos no
cen una serie de prefe- tuosa, da de comer a su muñeca, le cambia los influían en la duración de la mirada en ninguno
rencias cognitivas según el pañales y, si fuera por ella, no se quitaría nunca de los dos sexos.
sexo. Los varones puntúan el vestido de princesa. Por mucho que los padres Si no es el aspecto exterior, ¿qué hace atractivo
mejor en las pruebas de
de ambos pretendan darles una educación sin dis- un juguete para Jan? ¿Y para Lisa? Hines explica
inteligencia espacial; las
tinción de sexo, a la hora de elegir entre el tren que los varones prefieren los objetos que ruedan
mujeres, en cambio, son más
hábiles en las actividades
o el cochecito de paseo, el vehículo teledirigido o o que se mueven por la habitación (coches y pelo-
relacionadas con el lenguaje la Barbie, la camiseta azul o la de color rosa, Lisa tas). El juego que atrae a las niñas, en cambio, sirve
o las emociones. y Jan no dudan en su elección. para entretenerse en un lugar fijo. La similitud de
¿Es posible que detrás de expresiones como preferencias entre humanos y primates podría
SEPARACIÓN MENTAL
de estímulos (un balón de fútbol) y una recom- Esta proteína rige el desarrollo de las gónadas Hombre y mujer no solo se
pensa posterior (alabanzas) creaban el deseo de masculinas, que, a su vez, producen hormonas distinguen en el aspecto
convertirse en un futbolista de éxito. No obstante, sexuales (testosterona) responsables del sexo mas- externo; también sus habili-
hoy en día se sabe que, antes de que actúe el en- culino, puesto que contribuyen de forma decisiva dades intelectuales y puntos
torno social, los genes y las hormonas conducen a la diferenciación de los órganos sexuales. Sin SRY débiles se reparten de forma
el desarrollo psíquico de hombres y mujeres en y, por consiguiente, sin FDT, el organismo sigue distinta.
direcciones distintas. Dicho en breve, lo que vale produciendo hormonas (estradiol o progesterona)
para el cuerpo también sirve para la psique. que participan en el desarrollo de los ovarios y
En 1990, el genetista británico Peter Goodfellow otras características del sexo femenino.
descubrió la base molecular responsable de la di- Sin embargo, la condición biológica por sí sola
ferencia entre los sexos. Se trata del gen SRY (del no nos hace hombre o mujer: la mayoría de las
inglés sex determining region Y), el cual se aloja en personas sentimos que pertenecemos a uno u
el cromosoma Y, que, como es sabido, solo poseen otro sexo. Los primeros indicios de este senti-
los varones (recuérdese que el material genético miento aparecen en la infancia, a los dos o tres
de las mujeres posee dos cromosomas X). A tra- años, poco después de empezar a reconocernos en
vés de una complicada reacción en cadena que el espejo y usar la palabra «yo». Las responsables
provoca el susodicho gen SRY en el embrión, se de la identidad sexual son también, sobre todo,
activa el factor determinante de testículo (FDT). las hormonas que circulan en la sangre. Durante
La transexualidad la segunda mitad del embarazo de la madre, una Los resultados de LeVay originaron acaloradas
en el punto de mira vez se han desarrollado los órganos sexuales del discusiones dentro de la opinión pública. ¿Tene-
Un fenómeno excepcional feto, se forma un cerebro típicamente masculino mos los humanos la orientación sexual estampada
dentro del desarrollo sexual
o femenino. El cóctel hormonal correspondiente en el cerebro? Puesto que los órganos sexuales y el
humano es la transexualidad.
La mayoría de estos suje- influye en el crecimiento de las neuronas y deja cerebro se desarrollan en momentos distintos de la
tos tienen la sensación de huellas que acompañarán al individuo a lo largo evolución embrionaria, es posible que ambos pro-
pertenecer al sexo opuesto ya de toda la vida. cesos estén influenciados de forma independiente
en la niñez. De adultos suelen
someterse a operaciones y por las fluctuaciones hormonales. Según resumió
Más grande, pero no más inteligente en 2007 Dick Swaab, hoy catedrático emérito de la
terapias hormonales. Dick
Swaab, de la Universidad de Algunos de los dimorfismos sexuales se recono- Universidad de Ámsterdam, no existen pruebas
Ámsterdam, junto con su
cen a simple vista. El más llamativo corresponde fundadas de que los factores sociales determinen
colaboradora Alicia García
Falgueras, estudió cerebros al volumen cerebral: los hombres poseen un ce- nuestra identidad sexual a lo largo de la vida.
de personas transexuales. rebro más grande y pesado que las mujeres. Este La ciencia, no obstante, todavía se halla lejos
Los investigadores descubrie- hallazgo dio pie a la especulación de que el varón de entender qué función desempeñan las caracte-
ron que los probandos que
se sentían una mujer en un era más inteligente. Sin embargo, la diferencia de rísticas sexuales típicas, pues resulta complicado
cuerpo de hombre mostraban volumen nada tiene que ver con ello, pues se debe establecer una relación directa entre la anatomía
una característica cerebral: la a una simple consecuencia de la variación en el cerebral y el comportamiento. La conducta hu-
región del hipotálamo INAH3
tamaño corporal de ambos sexos. Un dato insig- mana es tan compleja que en la mayoría de los
era más pequeña que la de los
varones. nificante para lo que aquí nos ocupa. casos actúan de forma muy variada numerosas
En cambio, un área del lóbulo temporal impli- regiones del cerebro a la vez. Así pues, una simple
(«Sexual differentiation of the
human brain in relation to gender cada en el procesamiento del lenguaje nos llama observación del cerebro no nos revela por qué a
identity and sexual orientation». más la atención. Se trata del plano temporal, una Jan le encanta su vehículo teledirigido y a Lisa su
D. F. Swaab y A. García Falgueras
estructura cerebral que se solapa con el centro muñeca Barbie. De momento, al menos, un dato
en Functional Neurology, vol. 24,
págs. 17-28, 2009) sensorial del habla. Por lo común suele ser más parece cierto: las hormonas participan en la for-
grande en el hemisferio izquierdo que en el de- mación de las diferencias cognitivas.
recho. Ya en 1968, los neurólogos Norman Gesch Estudios comparativos del sistema hormonal
wind (1926-1984) y Walter Levitsky, por entonces de la mujer con su perfil de rendimiento cogni-
ambos en el departamento de neurología de la tivo así lo revelan. Durante las cuatro semanas
Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, del ciclo menstrual, la cantidad de hormonas
revelaron, tras medir 100 cerebros de donantes, sexuales (estradiol y progesterona) que circulan
que esa diferencia entre hemisferios se daba en por la sangre de la mujer varía. El nivel de testos-
dos de cada tres sujetos. La asimetría se presentaba terona también se altera, a pesar de que, en gene-
sobre todo en el cerebro masculino; en el feme- ral, aparece en dosis más bajas en el organismo
nino apenas se apreciaba la distinción o incluso femenino. Como ya se sabe, las subidas y bajadas
era inexistente. hormonales favorecen los cambios de humor o los
En la actualidad, los neurólogos conocen más antojos. Cada vez existen más indicios de que el
diferencias entre la anatomía cerebral masculina rendimiento intelectual también se ve afectado.
y la femenina, sobre todo, en relación al hipotála- En el año 2000, Markus Hausmann, de la Uni-
mo. La zona anterior de esta estructura rige, entre versidad de Durham, junto con otros investiga-
otras funciones, el comportamiento sexual de los dores, puso a prueba la inteligencia espacial de
THINKSTOCK / GPOINTSTUDIO
primates. En los monos Rhesus macho, la estimu- las mujeres. Entre otras tareas, las participantes
lación eléctrica de esta región provoca el impulso debían llevar a cabo la prueba de la «rotación
de montar a la hembra. mental». A grandes rasgos, este test consiste en
En 1991, Simon LeVay, en aquella época en el observar y comparar mentalmente figuras tridi-
Instituto Salk de San Diego, demostró una dife- mensionales que aparecen representadas desde
MIEDO CONTAGIOSO rencia anatómica cerebral de los humanos según diversas perspectivas; a continuación, el sujeto
A LOS NÚMEROS
su sexo. Un núcleo del hipotálamo, el INAH 3, era debe indicar si los objetos son idénticos o si se
Si la profesora se siente incó-
dos veces mayor en el cerebro masculino que en el trata de figuras invertidas. En general, los varones
moda con las matemáticas,
las alumnas tienden a obtener femenino. Solo entre los varones homosexuales obtienen mejores resultados que las mujeres.
peores resultados en esta el INAH 3 aparecía más pequeño, de un tamaño Con el fin de registrar el nivel hormonal de las
asignatura. similar al de la mujer. participantes, se les realizaban análisis de sangre
G.M. ALEXANDER & M.HINES EN EVOLUTION AND HUMAN BEHAVIOR, VOL.23, N.o 6, PÁG. 473,
en su cerebro durante esta fase favorecía su ren-
objetos. En 2008, Martin Heil y Petra Jansen, por atención. La suposición ampliamente extendida
entonces ambos en la Universidad Heinrich-Heine de que las mujeres son más empáticas y sensi-
de Düsseldorf, registraron el tiempo que tarda- bles a los estímulos emocionales que los varones
ban los probandos en llevar a cabo con la mente tiene su parte de verdad. En 2005, David Perret
rotaciones de polígonos de complejidad variada. y su equipo de la Universidad de Saint Andrews
Cuantos más lados presentaban las figuras, más pusieron a prueba la empatía de estudiantes de
tardaban las mujeres en resolver el ejercicio. En el ambos sexos. Un programa informático permi-
caso de los varones, la complejidad de los objetos tía convertir de manera progresiva un rostro
no marcaba tanto la diferencia. neutro en una expresión emocional que podía
Ese hecho refuerza la suposición de que los transmitir enfado, asco, miedo, alegría, tristeza
hombres abordan este tipo de tareas visuoespa- o sorpresa. Se demostró que las participantes
ciales de forma holística, es decir, ven la figura reconocían sobre todo la tristeza y la sorpresa
como unidad, observan las características de cada con más facilidad que los hombres. Además, en Antes que el
una en relación con las demás y no se dejan dis- general identificaban las emociones de enfado y
entorno social,
traer tanto por los detalles. Por el contrario, las asco antes que ellos.
mujeres actúan de forma más analítica. Dividen ¿En qué se fundamenta la superioridad feme- los genes y
la figura en subpartes, las cuales hacen rotar por nina para captar sentimientos? En 2010, Michael las hormonas
separado, por lo que tardan más cuando se trata Morgan, de la Universidad de Sussex en Brighton,
conducen el
de objetos complejos. junto con sus colaboradores registró los movi-
Las ventajas masculinas respecto a la rotación mientos oculares de unos 40 probandos mientras desarrollo
mental se manifiestan a temprana edad: a los po- evaluaban una larga serie de expresiones faciales. psíquico de
cos meses de nacer. David Moore y Scott Johnson, Como era de esperar, las participantes obtuvieron
ambos sexos
de la Universidad de California en Los Ángeles, ha- mejores resultados; además, ponían mayor aten-
llaron en 2008 que si mostraban a bebés varones ción que los hombres en la zona de los ojos de la en direcciones
la imagen especular de una figura tridimensional persona retratada. distintas
DOMINIOS DE LA MUJER
b c
d f
(«Kognitive Geschlechterunterschiede». M. Hausmann en Gehirn und Geschlecht. Por S. Lauterbacher et al. Springer, Berlín, 2009)
La suposición El origen exacto de esas diferencias de género ejemplo ilustrativo: con frecuencia se considera
continúa siendo un misterio. Algunos investiga- a las mujeres más habladoras que sus congéneres
de que las
dores suponen que nuestros antepasados machos masculinos. Desde hace miles de años ellas se han
mujeres son necesitaban una buena inteligencia espacial, ya que ocupado de velar por su clan alrededor del fuego
más empáticas de lo contrario se habrían perdido cuando salían de mientras los hombres patrullaban por los bosques.
caza. Para satisfacer las necesidades de los bebés y En 2007, James Pennebaker y un equipo de inves-
y sensibles a
poder leer el hambre o el dolor en sus caras hacía tigadores de la Universidad de Texas en Austin
los estímulos falta, en cambio, una gran dosis de «intuición fe- se interesaron por esta suposición. Durante nada
emocionales menina». Sin embargo, este tipo de teorías apenas menos que seis años, los psicólogos registraron
pueden demostrarse, por lo que deben tomarse conversaciones cotidianas de unos 400 probandos
que los varones
con cautela. de ambos sexos. Para ello utilizaron grabadoras
tiene su parte de Ese tipo de teorías de la psicología evolutiva, tan digitales que se encendían y apagaban regular-
verdad rápido como se crean, pueden desmentirse. Un mente de forma automática. A través de las gra-
cipantes femeninas de que en nuestra sociedad marioneta guiada por las cuerdas de los tópicos Female teacher’s math
anxiety affects girl’s math
las matemáticas son de dominio masculino, las sociales. Un talento innato, el apoyo familiar, ade- achievment. S. L. Beilock et al.
habilidades matemáticas de estas se reducen. A más de otros factores (ejercicio físico, alimenta- en Proceedings of the National
Academy of Sciences, vol. 107,
menudo resulta suficiente efectuar la prueba con ción sana, etcétera) contribuyen por igual al éxito págs. 1860-1863, 2010.
unas cuantas mujeres en una habitación repleta escolar. La autoimagen resulta de una mezcla de Infant’s preferences for toys,
de hombres para comprobarlo: el rendimiento de influencias psicológicas, biológicas y sociales. El colors and shapes: Sex diffe
rences and similarities.
las participantes se queda por detrás del de pro- cerebro controla los actos pero, a la vez, estos lo
V. Jadva et al. en Archives
bandos de sexo femenino en un entorno «neutro». moldean a él. of Sexual Behavior, vol. 39,
Al parecer, estos factores ya aparecen en la Las habilidades específicas de cada sexo no son págs. 1261-1273, 2010.
From mice to men: Biological
educación primaria. Susan Levine y su equipo invariables. Si se ejercita la capacidad espacial con
factors in the development
de la Universidad de Chicago revelaron en 2010 un juego de ordenador, la diferencia en la rotación of sexuality. S. Levay en
que las tesis que rezan que a las niñas se les dan mental disminuye de manera notable. En 2007, Jay Neuroendocrinol, vol. 32, n.o 2,
págs. 110-113, 2011.
peor las matemáticas que a los niños pero que, a Pratt y un equipo de la Universidad de Toronto
Continuity in sex-typed
cambio, ellas leen mejor que ellos, se transmiten compararon el rendimiento de hombres y mu- behavior from preschool to
muy fácilmente de docentes a alumnos. Los in- jeres jóvenes en una prueba de rotación mental adolescence: A longitudinal
population study of boys and
vestigadores pusieron a prueba la fobia al cálculo tras entrenar 10 horas ante el ordenador con los girls aged 3-13 years. S. Go
de maestras de primaria estadounidenses con un resultados en un grupo de control. Constataron lombok et al. en Archives of
Sexual Behavior, vol. 41, n.o 3,
sistema llamado sMARS (del inglés short Mathe- que las mujeres obtenían incluso más provecho págs. 591-597, 2012.
matics Anxiety Rating Scale). Dicho cuestionario del entrenamiento que los varones. Gender-stereotyping and
evalúa el nivel de sentimientos desagradables que No debemos permitir que se encasillen nues- cognitive sex differences in
mixed- and same-gender
origina la realización de ejercicios matemáticos. tros actos como «típico de hombre» o «típico de
groups. M. Hirnstein, L. Colo-
Las personas con miedo a las matemáticas evitan mujer». Los pedagogos todavía tienen mucho tra- ma Andrews y M. Hausmann
incluso las sumas sencillas (la comprobación de la bajo por delante en los colegios. Deben potenciar en Archives of Sexual Behavior,
junio de 2014. Disponible en
cuenta en el restaurante, por ejemplo) [véase «Fo- las habilidades matemáticas de las niñas y dejar link.springer.com/article/10.10
bia a las matemáticas», por P. Thivissen; Mente y de atribuir menos talento a los niños en lo que a 07%2Fs10508-014-0311-5.
cerebro n.o 66, 2014]. Según el trabajo, las profe- la interpretación de sentimientos de personajes Menstrual cycle effects on
selective attention and its
soras de primaria manifestaban especial miedo a novelescos se refiere. La motivación y el apoyo underlying cortical networks.
las matemáticas; por otra parte, su formación les fomentan las capacidades de cada alumno. M. Thimm et al. en Neuro
science, vol. 258, págs. 307-317,
exigía pocos conocimientos al respecto. 2014.
Levine y sus colaboradores averiguaron asi-
mismo la imagen que los alumnos y alumnas de En nuestro archivo
estas profesoras tenían de cada sexo. Leyeron a Dimorfismo sexual cerebral.
los jóvenes probandos historias de dos personas: Larry Cahill en IyC, julio de
Claudia Christine Wolf es bióloga 2006.
una de ellas sabía leer muy bien, la otra tenía una y periodista científica.
Lectura:
Schmidt, M. V., y Schwave, L. (2012). Las dos caras del estrés. Mente y cerebro, 52, 19-25.
Objetivos:
1. Explicar cómo afecta el estrés a los procesos de aprendizaje tanto de manera positiva como de
manera negativa
2007. CORTESÍA DE LEARNING & MEMORY, COLD SPRING HARBOUR LABORATORY PRESS, 2009
forma negativa la memoria cuando, de forma especialmente notables para la memoria. Este
simultánea, se activa la amígdala, una estruc- cuadro clínico se caracteriza por los recuerdos
tura cerebral importante para el procesamiento de la experiencia desagradable (un accidente o
de las emociones. una violación), los cuales se intrusan en la men-
¿Provoca el estrés que una persona se torne te del sujeto una y otra vez. Los investigadores
RESUMEN olvidadiza? No. La presión psíquica, en deter- suponen que tales recuerdos se hallan adheridos
minadas circunstancias, incluso puede mejorar fuertemente a la memoria debido a que las hor-
Estrés, aprendizaje
la recuperación de los recuerdos. De hecho, las monas del estrés segregadas fuerzan su conso-
y memoria
experiencias emocionales, sean positivas o ne- lidación, esto es, el anclaje de una experiencia
El estrés puede redu- gativas, permanecen adheridas a la memoria en la memoria de larga duración.
1 cir las capacidades de
aprendizaje y memoria.
de forma extraordinariamente efectiva. ¿Qué
acontecimientos del año pasado recuerda? Lo
¿Cómo pueden explicarse los efectos en apa-
riencia contradictorios del estrés sobre la me-
Ello acontece sobre todo más probable es que le venga a la memoria la moria y la consolidación de los recuerdos? El
cuando los agentes es- vivencia de aquellas experiencias más alegres, grupo de trabajo en torno a Marian Joëls, de la
tresantes no tienen nada penosas o molestas. Universidad de Ámsterdam, propuso en 2006
que ver con la situación Larry Cahill y sus colaboradores, de la Uni- un modelo según el cual debemos diferenciar
de aprendizaje. versidad de California en Irving, investigaron dos fases: en un inicio, las hormonas y los neu-
en 2003 si aumentaba la capacidad memorística rotransmisores segregados como reacción ante
Las experiencias que con la aplicación de una situación de estrés tras la presión psíquica fuerzan la atención, lo cual
2 provocan que nuestro
cuerpo se conmocione
desarrollar una tarea de aprendizaje. En una pri-
mera fase, se mostraba a los probandos una serie
favorece el proceso de aprendizaje. Sin embargo,
transcurrido un cierto tiempo, la hormona corti-
se adhieren de forma de imágenes neutrales y emocionales; a conti- sol dificulta el procesamiento de informaciones
inmediata en la memo- nuación, algunos voluntarios debían sumergir que no dependen del suceso generador de estrés.
ria. En ese caso, el estrés la mano en agua helada durante unos minu- Este «blindaje», al desconectar todo tipo de dis-
estimula la capacidad de tos, situación que provoca estrés corporal. Una tracción, podría reforzar la consolidación de los
aprendizaje. semana más tarde se llevó a cabo el test de me- recuerdos relevantes.
moria: aquellos probandos que, tras el apren-
Las hormonas del dizaje experimentaron la circunstancia estre- Examen en modo «blindaje»
3 estrés (adrenalina,
noradrenalina y cortisol)
sante recordaban más imágenes que aquellos
a quienes se les había ahorrado la experiencia
Acorde con lo dicho, deberíamos recordar de
manera nítida situaciones como la referente a
fuerzan cambios estruc- desagradable. De nuevo se mostró que el estrés las prisas por llegar a la estación, descrita al co-
turales en las neuronas y, resulta eficaz solo en relación con los estímulos mienzo del artículo. Los efectos del estrés que
con ello, la capacidad de emocionales. potencian el aprendizaje también explicarían
memorizar. Las experiencias que ocasionan un trastorno la relación entre el aprendizaje y la presión que
de estrés postraumático tienen consecuencias se deriva de él. En cambio, durante un examen,
Si caemos en una situación supuestamente amenazante, envia- red capilar sanguínea especial a la hipófisis, una glándula
mos al hipotálamo una señal de alarma. La señal de emergen- hormonal del tamaño de una almendra que se localiza en
cia corre por fibras del sistema nervioso simpático hasta llegar la base del cráneo a la altura de la nariz. Allí, dicha hormona
a la médula de las glándulas suprarrenales. Estas segregan las efectúa la liberación de una segunda: la hormona adreno-
hormonas del estrés adrenalina y noradrenalina, las cuales, corticotropa (HACT). Esta última pasa al torrente sanguíneo
en un santiamén, preparan a nuestro cuerpo para la lucha o y llega a la corteza suprarrenal donde origina la liberación
la huida: se movilizan las reservas de energía; aumentan la de cortisol, la hormona del estrés más importante en el ser
presión sanguínea y la frecuencia cardíaca para proporcionar humano.
a la musculatura una mayor cantidad de materias alimenti- El cortisol refuerza el efecto de la adrenalina y de la no-
cias; la respiración se torna más rápida, de forma que llegue radrenalina, pero también inicia la vuelta al estado normal:
más oxígeno al cerebro, y se liberan sustancias que reducen amortigua las reacciones primarias de estrés, de inflamación
nuestra sensibilidad al dolor y otras que minimizan la pérdida y de inmunidad, transforma la materia alimenticia asimilada
de sangre ante la posibilidad de que se produzcan heridas. en grasa y en glucógeno, y repone los depósitos de energía
Junto a esa rápida «tropa de intervención» en torno a la vaciados.
adrenalina y a la noradrenalina, la activación del hipotála- Ambas líneas de defensa colaboran de manera coordinada
mo llama a un segundo equipo de defensa hormonal que se en la adaptación ante situaciones agudas de estrés. También
pone en marcha de forma más retardada: el eje hipotálamo- nos preparan para situaciones futuras semejantes, entre otras
hipófisis-corteza suprarrenal. La hormona liberadora de cor- formas, mediante la elaboración del recuerdo de la experien-
ticotropina (HLC), formada en el hipotálamo, pasa por una cia acontecida.
Reacción Reacción
de estrés de estrés
rápida lenta
Hipotálamo
HLC
Hipófisis
Tronco cerebral
HACT
Sistema
nervioso Vaso
simpático sanguíneo
Adrenalina, Adrenalina,
noradrenalina noradrenalina Cortisol Cortisol
Glándulas
suprarrenales
GEHIRN & GEIST / ART FOR SCIENCE
Cisura
Neurotransmisor sináptica BIBLIOGRAFÍA
COMPLEMENTARIA
GEHIRN & GEIST / ART FOR SCIENCE
6. Emociones
Lectura:
Objetivos:
Resumen
El presente artículo presenta una revisión general en relación a la expresión y el reconocimiento de las emociones desde el
evolucionismo, la psicofisiología y las neurociencias. Se distingue la función de la expresión y reconocimiento de emociones en un
nivel filogenético y la universalidad de dicho fenómeno. Asimismo, se sintetizan los avances más representativos en la
caracterización de las emociones desde la tradición psicofisiológica, en particular la actividad del sistema nervioso autónomo y la
perspectiva de la autorregulación. Finalmente, se revisan los desarrollos de las neurociencias, que permiten comprender las
estructuras involucradas en el reconocimiento y expresión emocional. La discusión se centra en los aportes de cada disciplina y la
necesidad de generar una perspectiva que las integre, en vistas a resolver los problemas relacionados con la validez experimental y
metodológica del estudio de las emociones.
1
anamaria09@yahoo.com
Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C.
9
Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C.
presentes en el emocionar. Para James, esta configuración sión en la caracterización de las expresiones que se asocian a
daba cuenta del origen filogenético de las emociones, ya que la experiencia subjetiva de las emociones básicas.
independientemente del contexto en que se produzcan, una Dentro del estudio subjetivo de la experiencia emo-
vez que estas están presentes en el repertorio animal, emer- cional, Izard (1994) evaluó la evidencia existente acerca de los
gen sin importar si las claves que las activan mantienen o no el sentimientos que se asociarían a una expresión emocional
mismo significado que tuvieron en el contexto de la evolución particular, postulando que existe una conexión evolucionaria y
de la especie. Esta misma explicación fue ampliamente com- biológica entre lo que se entiende por un sentimiento y su
partida y desarrollada por su coetáneo Carl Lange, quien llego expresión comportamental. Basándose en Ploog (1986, en
a estas mismas conclusiones de forma independiente. Poste- Izard, 1994), la autora coincide con que es posible que el desa-
riormente, los planteamientos de Cannon y Bard, postularon un rrollo reciente de la capacidad de controlar las emociones haya
curso contrario al planteamiento de James y Lange, es decir derivado de la evolución filogenética, en la medida que las
que es el componente cognitivo de una emoción (el procesa- especies primates aumentaron su complejidad social. Lo ante-
miento de información emocionalmente relevante), lo que rior estaría relacionado, con la capacidad humana para des-
originaria los cambios fisiológicos asociados al emocionar. Este arrollar habilidades socio-cognitivas; es decir, en la medida que
debate hoy en día ha quedado resuelto y se consideran ambas la neocorteza se fue desarrollando en nuestra especie y las
posturas correctas, en el modelo de Cannon-Lange (Phillips et interacciones sociales requirieron del control emocional, fue
al., 2003). Finalmente, MacLean con su idea de la recapitula- posible la regulación consciente de dichos estados. Siguiendo
ción ontogénica de la filogenia (la cual quedó obsoleta en la esta línea de investigación, en un nivel ontogenético, la sociali-
década de los noventa), vuelve a recordar a la disciplina psico- zación y el aprendizaje tendrían un efecto modulador de la
lógica que las emociones involucran circuitos primitivos alta- expresión de emociones y los sentimientos que éstas desen-
mente conservados durante la evolución filogenética de los cadenan, y que se iniciaría a partir de la infancia temprana
mamíferos (Mac Lean 1949, en Le Doux, 2000). (entre los cuatro y seis meses de vida). En efecto, la influencia
Las expresiones emocionales faciales parecieran ser de la socialización sobre el desarrollo y la maduración indivi-
el aspecto fundamental de las interacciones sociales que ca- dual de los mecanismos de regulación afectiva y conductual,
racterizan a todos los grupos humanos, quizás algo así como serán abordadas más adelante, al tratar el fenómeno de la
un fenotipo conductual que identifica a nuestra especie. En regulación emocional y sus indicadores fisiológicos.
esta línea, Tooby y Cosmides (1992) han postulado que las Dentro del estudio de las emociones, también se han
emociones generan una señal para la interpretación de situa- indagado las diferencias individuales en la expresión emocio-
ciones características de la vida en sociedad, que ha perdura- nal. Un aspecto de interés ha sido el determinar cuál es la
do en nuestra especie genéticamente. Las emociones básicas influencia de factores socio-culturales en la experiencia (fisio-
en sí, serían una forma adaptativa de lidiar con escenarios lógica y subjetiva) de las emociones. En esta línea, Kring y
contextuales diversos, pero cuyo contenido ha sido recurrente Gordon (1998) evaluaron las diferencias sexuales en expresi-
a través de la historia de la humanidad. Éstas han sido exten- vidad emocional, en función del reconocimiento de emociones
samente documentadas desde perspectivas interdisciplinarias en estudiantes universitarios. Los autores hipotetizaron que las
tales como la antropología, la biología y la psicología (Loeches estudiantes tendrían una mayor expresión facial que los hom-
Alonso, Carvajal Molina, Serrano & Fernández Carriba, 2004; bres, ante películas con un alto contenido emocional, y que
Schmidt & Cohn, 2001), existiendo un alto grado de compren- esta seria consistente con la emoción; además esperaban que
las mujeres también reportaran una mayor activación fisiológi-
10
Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C.
ca y una experiencia más intensa de la emoción observada. menta a un 67% cuando se considera el reconocimiento de las
Los resultados revelaron que pese a que existían diferencias expresiones emocionales que manifiestan miembros de un
sexuales en la expresividad de emociones (las mujeres gene- mismo grupo étnico o cultural.
raban más expresiones faciales y puntuaban más alto en ex- Desde un punto de vista metodológico, se ha critica-
presividad emocional que los hombres), estas diferencias no se do el modelo clásico para el estudio de las emociones que
relacionaban con la respuesta fisiológica ni la experiencia utiliza fotografías de expresiones faciales, y las conclusiones
subjetiva de la emoción que los sujetos experimentaban. que se generan a partir de esto. Para Russell, Bachorowski y
Junto con estas diferencias en la expresión de emo- Fernandez-Dols (2003) este modelo de expresión emocional
ciones, diversos autores han evidenciado una relación entre el particularmente desarrollado por Ekman (1993) y sus seguido-
componente fisiológico del emocionar y su experiencia subjeti- res, carecería de validez metodológica por el uso de imágenes
va, como base para sustentar la universalidad de las emocio- de expresiones faciales descontextualizadas. Russell et al.
nes. Por ejemplo Davidson y Cacioppo (1992) han encontrado (2003) afirman que, la concordancia entre distintos grupos
que cuando las personas realizan la expresión facial de una étnicos y culturales en el reconocimiento de las emociones
emoción básica, se logra generar la experiencia fisiológica y sería el efecto de un artefacto metodológico asociado a la
subjetiva de dicha emoción. Asimismo, las expresiones faciales utilización de los estímulos emocionales generados por Ekman
de emociones falsas (que no se están experimentando en un (2003), carentes de validez ecológica. Los autores (Russell et
momento determinado), son fácilmente reconocidas por otros al., 2003) proponen que el reconocimiento de emociones facia-
(como documenta Ekman, 1983, en Ekman, 1993). Para Álva- les en un contexto social más complejo disminuiría notable-
rez de Arcaya Ajuria (2003), la expresión y reconocimiento de mente, siendo este fenómeno mediado por diferencias indivi-
emociones básicas, sería un aspecto más de la comunicación duales del receptor al momento de recibir la información. Ade-
no verbal que caracteriza a los seres humanos y que indepen- más, la manera de registrar y obtener respuestas del modelo
dientemente de la cultura pasa a ser un rasgo con un alto clásico ha sido cuestionada, puesto que este método empleado
grado de estabilidad intercultural. en la mayoría de los estudios internacionales (ver por ejemplo
La investigación intercultural de las expresiones la revisión de Matsumoto, Hee Yoo, Hirayama & Petrova, 2005)
emocionales ha detallado la universalidad de las expresiones ha consistido en presentar estímulos emocionales, y luego,
de estados emocionales espontáneos e intencionales, cuya mediante una escala de autorreporte indicar cual es la emoción
caracterización se somete a reglas de despliegue (display básica que se experimenta; lo que podría conllevar a una
rules), que permitirían entender quién, cómo y cuándo se mani- sobreestimación del reconocimiento de expresiones faciales
fiestan las emociones (vease Ekman, 1993; Tooby y Cosmides, emocionales.
1992). En base a estos hallazgos, se estima que existe un alto En respuesta a la crítica anterior, Frank y Stennett
acuerdo en la interpretación de las emociones básicas (miedo, (2001) diseñaron una investigación que permitía poner a prue-
rabia, alegría, tristeza, sorpresa y disgusto), cuyo reconoci- ba la validez del método de elección forzada en la discrimina-
miento alcanza un 70% en diversas culturas (Ekman, 1993). ción de expresiones faciales emocionales en otros. Utilizando
Elfenbem & Ambady (2002), realizaron un meta análisis acerca tanto escalas de opción forzada y de respuestas tipo Likert
de la universalidad y especificidad cultural del reconocimiento para evaluar las emociones observadas, los autores encontra-
de emociones humanas, concluyendo que existe una concor- ron que la tasa de reconocimiento de expresiones faciales
dancia de un 58% en la capacidad de un grupo para reconocer fluctuó entre un 78 y un 83%. Esto es similar a la tasa de
las emociones generadas en otro grupo cultural, la cual au-
11
Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C.
reconocimiento de emociones que se obtiene con el método de En la actualidad existe un vasto cuerpo de investiga-
elección forzada por si solo. ciones avocadas al estudio de diferentes parámetros periféri-
Finalmente, cabe señalar que el estudio de las emo- cos ante la activación emocional, tales como la actividad mus-
ciones desde un marco evolucionista, así como el estudio de la cular facial, frecuencia cardiaca y respiratoria, así como la
universalidad de éstas, ha permitido sostener la idea de que la respuesta galvánica de la piel (Hagemann, Waldstein & Tha-
expresión y reconocimiento de emociones tienen un alto valor yer, 2003). En el estudio de patrones de activación generales
adaptativo. Como se ha expuesto, esta perspectiva no esta de emociones básicas, se ha buscado caracterizar la respuesta
exenta de dificultades; sus métodos experimentales de evalua- fisiológica y el autorreporte frente a la presentación de estímu-
ción son limitados, existen diferencias individuales importantes los emocionales visuales con formato de films estandarizados.
de indagar y la validez ecológica tanto de las situaciones emo- Los resultados de estos trabajos muestran que existe un patrón
cionales como de los estímulos utilizados puede ser debatida. de activación del sistema nervioso autónomo que es caracte-
rístico de cada una de las emociones básicas hoy por hoy
Fisiología de las Emociones reconocidas, encontrándose consistencia en la discriminación
El legado de la perspectiva evolucionista en el estu- de emociones que se obtiene, a través de medidas fisiológicas
dio de las emociones se encuentra plasmado en la concepción autonómicas como presión sanguínea, conductancia de la piel
de éstas como un conjunto relativamente reducido de emocio- y tono vagal (Christie & Friedman, 2004). Por otra parte, como
nes básicas y que tendrían un valor adaptativo en términos una forma de integrar la conceptualización psicológica de las
filogenéticos (Plutchik, 1980, en Christie & Friedman, 2004). En emociones y su medición fisiológica, Rainville, Bechara, Naqvi
coherencia con esta perspectiva, James describió las emocio- y Damasio (2005) han caracterizado la actividad cardiorrespira-
nes como una coordinación entre múltiples aspectos conduc- toria que distingue la experiencia de las emociones básicas. De
tuales y fisiológicos que permiten enfrentar las demandas acuerdo a su modelo, las cuatro emociones básicas (rabia,
ambientales cotidianas. En efecto, los eventos ambientales tristeza, alegría y miedo), se pueden identificar mediante la
gatillan patrones específicos de cambios viscerales, motores y tipificación de los tipos de frecuencia cardiaca y el cambio en
vasculares primariamente, los cuales al ser posteriormente los patrones respiratorios observados durante la presentación
percibidos por el sujeto, dan lugar al surgimiento de una de- de estímulos emocionales.
terminada experiencia emocional. Estos postulados, sumados Otra aproximación al estudio de las emociones está
a la teoría cognitiva de Cannon y Bard, permitieron sumar a la dada por la evaluación de la reacción autonómica que subyace
evidencia previa en el estudio del reconocimiento de emocio- a situaciones emocionales de valencia positiva y negativa ante
nes: a) la implementación del registro electrofisiológico para la presentación de estímulos visuales afectivos, la cual refleja-
evidenciar la concordancia entre aspectos conductuales y ría el grado de activación de dos sistemas motivacionales
emocionales, que incluye la evaluación de la actividad del básicos: uno apetitivo y otro defensivo (Lang, Bradley & Cuth-
sistema nervioso periférico, ya sea autónomo (SNA) y/o somá- bert, 1990; Cacioppo & Berntson, 1994; Bradley, Codispoti,
tico (SNS) frente a estímulos emocionales; y b) la apertura a Cuthbert, & Lang, 2001). La consistencia de estas investiga-
diferentes metodologías experimentales en el estudio de la ciones con los resultados obtenidos a partir del estudio con
emoción, como por ejemplo, la inducción emocional, lectura de animales (Masterson & Crawford, 1982; Blanchard & Blan-
testimonios emocionales, observación de escenarios emotivos, chard, 1989; Timberlake 1993; y Fanselow, 1994), han permiti-
inducción de posturas faciales, imaginería y la observación de do extrapolar hacia el comportamiento humano modelos bási-
films con contenido emocional (Christie & Friedman, 2004). cos de respuesta emocional que tendrían un alto grado de
12
Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C.
conservación filogenética (Bradley, Codispoti, Cuthbert, & de alto arousal tanto con estímulos positivos como negativos
Lang, 2001). Rhudy, McCabe & Williams (en prensa) han bus- (Gomez, Zimmermann, Guttormsen-Schar y Danuser, 2005)
cado replicar la aproximación bidimensional al estudio de la Finalmente, cabe destacar los experimentos de Min,
respuesta afectiva, mediante la examinación de la reacción Chung, & Min (2005), quienes integran diversas técnicas de
autonómica que emerge ante la presentación de imágenes con medición fisiológicas con patrones de actividad cerebral (EEG).
expresiones faciales estandarizadas en combinación con la Sus resultados muestran, mediante técnicas de imaginería,
estimulación eléctrica nociva. Sus resultados muestran una que los cambios discretos frente a la inducción de emociones
baja actividad autonómica frente a estímulos positivos, que básicas son distinguibles en su conjunto, presentándose parti-
sería facilitada por la estimulación eléctrica. Sin embargo, esto cularidades en el nivel de arousal y los estados placenteros,
no sucedería con los estímulos negativos, que generan una así como distintos grados de valencia emocional.
alta actividad autonómica, facilitada por la estimulación eléctri- Una perspectiva diferente en el estudio psicofisiológi-
ca nociva, sugiriendo que la emoción modula la reacción noci- co de la experiencia emocional ha abordado al sistema nervio-
ceptiva. En el estudio de la expresión facial emocional, otros so periférico y su correlación con diversos parámetros psicoló-
autores han asociado actividad muscular facial específica ante gicos en diferentes poblaciones normales y con trastornos
estímulos con valencia emocional positiva y negativa, eviden- emocionales y/o desadaptativos de bebés, niños, jóvenes y
ciando: una alta actividad del músculo zygomaticus mayor de adultos. Esta línea de investigaciones contrasta con la ante-
la cara en respuesta a escenas e imágenes agradables y una riormente presentada en que busca caracterizar las diferencias
alta actividad del músculo corrugator supercilii en respuesta a individuales que existen en la población en el desarrollo de la
estímulos de valencia negativa (Partala, Surakka y Vanhala, regulación y expresión de la respuesta afectiva. Un constructo
2006); una mayor activación de reflejos defensivos cuantifica- psicofisiológico de alto impacto en la estimulación investigativa
dos mediante la respuesta de parpadeo ante imágenes de en esta línea ha sido el tono vagal, el cual se ha utilizado fre-
valencia negativa en comparación con los mismos estímulos cuentemente como un indicador de la actividad del sistema
de valencia positiva (Yartz & Hawk, 2002); y una mayor activi- nervioso parasimpático (Porges, 1995), no obstante existen
dad electromiográfica durante la observación de imágenes críticas referidas a las metodologías de obtención de indicado-
desagradables, lo cual pareciera revelar que existe una mayor res de esta actividad (por ejemplo, ver Grossman & Taylor, en
respuesta muscular ante el disgusto, en comparación con el prensa). La actividad vagal ha mostrado un grado de consis-
miedo. tencia importante en la habilidad que tienen las personas para
Otros autores (Gómez, Stahel y Danuser, 2004), expresar y regular sus emociones en función del desarrollo
utilizando fotografías de distinta valencia emocional han mos- (Beauchaine, 2001) y las diferencias individuales en el control
trado que las imágenes provocan una disminución del tiempo neural de la actividad autonómica, estaría contribuyendo a la
de inspiración, con una reducción del tiempo de expiración, regulación de los procesos emocionales, la autorregulación y
directamente proporcional al aumento de la intensidad emocio- los procesos conductuales (Eisenberg, Fabes, Murphy, Maszk,
nal de fotografías con contenido emocional. Asimismo, la ex- Smith & Carbón, 1995; Gottman, Katz & Hooven, 1996; Porges
ploración de los patrones respiratorios, la conductancia de la et al., 1994).
piel, la frecuencia cardiaca y la actividad muscular facial me- De especial importancia para esta perspectiva es el
diante extractos de películas clásicas de los ’70 ha mostrado la concepto de autorregulación, el cual alude a la capacidad que
existencia de patrones respiratorios distintivos para situaciones tienen los individuos de desplegar una diversidad de respues-
tas afectivas y comportamentales ante los diferentes requeri-
13
Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C.
mientos del entorno (Block & Block, 1980; Kopp, 1982; Roth- zo ante personas extrañas (Field, Woodson, Greenberg &
bart, 1989) y que ha sido correlacionado positivamente con una Cohen, 1982; Fox & Gelles, 1984; Stitfer, Fox & Porges, 1989).
alta actividad y reactividad vagal en función del desarrollo. Por En adultos, un tono vagal elevado ha sido relaciona-
ejemplo, Porges & Bohrer (1990) han observado en bebés que do con resultados similares a los expuestos anteriormente, no
la habilidad para ser calmado (be soothed) se relaciona inver- obstante la maduración de los controles inhibitorios durante el
samente con el nivel de supresión del tono vagal, el cual pro- desarrollo hacen que la población adulta exprese niveles ma-
gresivamente va permitiendo una mayor capacidad para cal- yores de autorregulación, junto con una menor intensidad de la
marse por sí mismo (self-soothe). En esta misma línea, niños respuesta emocional. Así, una expresión tónica elevada del
de muy corta edad que muestran un alto tono cardiovagal, vago es predictiva de mayores niveles de auto-control en auto-
presentan una menor presencia de conductas negativas, una rreportes y de niveles menores de arousal emocional negativo
menor disrupción por procedimientos experimentales y son ante cantidades de estrés que van de moderadas a elevadas
capaces de responder en forma positiva ante situaciones que (Fabes & Eisenberg, 1997). En un sentido contrario, la modula-
elicitan afectos, y elaborar estrategias apropiadas de regula- ción vagal pobre se relacionaría con mayores niveles de ansie-
ción conductual, lo cual otorga un valor adaptativo al control dad social, de defensividad y una menor activación conductual
fisiológico en el desarrollo de conductas reguladoras que pue- (Movious & Allen, 2005).
den ser críticas para el desenvolvimiento social (Calkins, 1997;
Huffman, Bryan, Del Carmen, Pedersen, Doussard-Roosvelt & El aporte fundamental de las neurociencias
Porges, 1998). Otras investigaciones han vinculado un alto El carácter multidisciplinario de las neurociencias ha
tono vagal a una expresión de estrés agudo más intensa ante posibilitado el estudio de una diversidad de fenómenos relacio-
procedimientos dolorosos; una reacción más prolongada del nados con la expresión y reconocimiento emocional, tales
latido cardíaco al inicio y término de un estímulo auditivo; una como la neurobiología de las emociones, los procesos neurop-
respuesta de menor latencia al principio de un aumento en la sicológicos que subyacen a la percepción emocional, la identi-
luminosidad; una mayor irritabilidad y menor facilidad para ser ficación de estructuras que participan en el significado emocio-
consolado; un tono motor y de coordinación mayor; una mayor nal de los estímulos y a la producción y regulación de estados
capacidad para mirar sostenidamente a un estímulo nuevo afectivos, acorde al contexto en que éstos son producidos y/o
durante mayor cantidad de tiempo y, finalmente, una supresión elicitados (Phillips et al., 2003). Por otra parte, las investigacio-
transitoria de la actividad vagal durante tareas que demandan nes con humanos en torno a los procesos anteriormente men-
atención, lo cual les otorga una mayor eficacia de desempeño cionados se han realizado con diferentes metodologías de
(Porges, 1973 y 1974; Stamps & Porges, 1975; Linnemeyer & evaluación de la función cerebral, siendo los paradigmas expe-
Porges, 1986; Porges et al., 1988; Huffman et al., 1988). rimentales más utilizados aquellos que utilizan la presentación
Desde el punto de vista de la expresión emocional, de rostros con contenido emocional.
existen algunos estudios que avalan el rol del tono vagal en la
Una de las estructuras cerebrales que más ha prota-
organización neural necesaria para que se produzca la expre-
gonizado las investigaciones sobre las emociones ha sido la
sión facial que acompaña a una emoción. Los niños que pre-
amígdala; de hecho, la caracterización del rol de la amígdala
sentan una mayor variabilidad del latido cardíaco son más
en la expresión emocional ha impulsado el estudio de los me-
expresivos, muestran una mayor duración de las expresiones
canismos cerebrales que participan en la regulación afectiva.
que reflejan interés y exhiben conductualmente un mayor
Actualmente, se ha identificado la existencia de diferentes
interés, mayor alegría y mayor número de conductas de recha-
funciones cerebrales que requieren de la participación funda-
14
Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C.
mental del núcleo amigdaloide, tales como el aprendizaje y la bles, desagradables y amenazantes, permitiendo asociar estos
memoria emocional, la modulación emocional de la memoria, estímulos con su adecuada relevancia social (Gonzalez, 2006).
la influencia de las emociones sobre la tensión y la percepción, Adicionalmente, estos autores han aportado eviden-
la conducta emocional y social y, finalmente, la inhibición y cias que permitirían diferenciar regiones cerebrales anatómi-
regulación emocional (Phelps & LeDoux, 2005). Asimismo, en camente diferentes para el reconocimiento de emociones, en
pacientes clínicos con un elevado nivel de actividad metabólica función de estímulos estáticos y en acción. En efecto, la infor-
prefrontal izquierda, se ha observado una tasa metabólica mación sobre las acciones requeriría de la corteza occipito-
disminuida de la amígdala que apunta a la lateralización hemis- parietal y dorso-frontal, en tanto que la corteza frontal-medial y
férica de funciones emocionales (ver los estudios de Davidson, los lóbulos temporales anteriores-inferiores permitirían ligar la
en Silva, 2003). Sin duda, es cada vez menos cuestionable el percepción de estímulos estáticos al reconocimiento de emo-
rol esencial que tiene esta estructura en toda experiencia que ciones. La ínsula, estaría bilateralmente involucrada en la
esté vinculada a un contenido emocional. información sobre el disgusto en relación a estímulos estáticos
Tal como propone Le Doux (2000), es posible distin- y en acción (Adolphs, 2003). En relación al reconocimiento de
guir dos vías neurales para las respuestas gatilladas por un emociones en otras personas, se ha observado que la partici-
estímulo con valencia emocional, una vía rápida del tálamo a la pación de las cortezas somatosensoriales es necesaria para
amígdala, sin llegar a la corteza visual y una vía lenta donde la que el sujeto pueda generar una representación interna, que
información se dirige desde la corteza hacia la amígdala. La permitiría simular cómo otro puede sentirse al estar manifes-
primera de las vías permite generar una respuesta rápida, tando una determinada expresión emocional (Adolphs et al.,
automática y de gran valor adaptativo, sobre todo en situacio- 2000).
nes que pudieran ser amenazantes. Mientras que la segunda Por su parte, los estudios con electroencefalografía
vía se diferencia, ya que genera una respuesta emocional (EEG) han revelado aspectos ligados al funcionamiento cere-
conciente más específica. bral dentro de un curso temporal determinado. Estas técnicas
Por otra parte, uno de los ámbitos pioneros y más gozan de la ventaja de una alta resolución temporal de la se-
tradicionales en relación al estudio de la localización de las ñal, es decir, de poder sincronizar de manera precisa la pre-
funciones cerebrales, corresponde a la evaluación neuropsico- sentación de un estímulo al cambio en la función cerebral, mas
lógica en pacientes con daño cerebral. En particular, en el no así de una adecuada resolución espacial. En el estudio de
estudio de las emociones destacan los trabajos de Damasio y la actividad cerebral mediante potenciales evocados (ERP), se
colaboradores, quienes han sistematizado sus observaciones ha reportado diferentes componentes de la señal que se en-
bajo la hipótesis de la marcación somática. Ésta alude a la contrarían particularmente ligados al procesamiento de la
capacidad que tiene el cerebro representarse los estados información con contenido emocional. Mediante paradigmas
actuales del organismo y su modificación por las emociones, a experimentales que utilizan como estímulos la presentación de
través de mapas subcorticales y corticales, en respuesta a las rostros expresando estados emocionales, se han reportado
interacciones con el entorno (Damasio, 2003). De manera cambios en la actividad cerebral a los 100 ms, (Pizzagalli et al.,
crítica, se ha involucrado la participación de la corteza órbito- 1999) y a los 250-500 ms (Krolak-Salmon, 2001) después de la
frontal en la integración de señales corporales y emocionales a presentación de un estímulo. Mediante el uso de ERP se ha
la adecuación de la toma de decisiones en un contexto social logrado describir el curso temporal que sigue el procesamiento
(Dunn et al., 2006). Otras investigaciones han estudiado el de rostros. Así, se ha visto que el componente más pronuncia-
papel de esta área en el procesamiento de estímulos agrada- do de eventos relacionados a rostros corresponde a una pola-
15
Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C.
ridad negativa que se da en torno a los 170 ms después de la relaciones entre diferentes áreas que se activan diferencial-
presentación del estimulo, o N170 (Bentin et al., 1996). Uno de mente en función del tipo de estímulo presentado, destacando
los modelos más influyentes para el procesamiento facial, una amplia cantidad de investigaciones en torno al reconoci-
propuesto por Bruce & Young (1986), señala que la expresión miento de expresiones emocionales faciales (Vuilleumier &
emocional es un proceso simple e indiferenciado, en tanto que Pourtois, en prensa). Particularmente, se ha observado en el
el procesamiento de la identidad del rostro correspondería a un reconocimiento de rostros la participación del giro fusiforme
proceso altamente elaborado y fraccionado en diferentes sub- (Kanwisher et al., 1997), el giro occipital inferior (Hoffman &
procesos. Acorde a este modelo, el N170 correspondería a la Haxby, 2000), el surco temporal superior y el polo temporal
codificación estructural precategorial temprana de los rostros y anterior (Chao et al., 1999). Cabe señalar que los resultados
no sería afectado por la expresión de emociones (Eimer & de estas investigaciones son consistentes con las investigacio-
Holmes, 2002). Sin embargo, existen investigaciones que han nes con EEG y respaldan la idea de que la identificación de
mostrado la existencia de componentes más tempranos que el rostros y el reconocimiento de la expresión emocional facial
N170 que se dan a los 140-170, 120, e incluso a los 85 ms. ocurren por vías paralelas o relativamente independientes
posteriores a la presentación del estímulo y que, además, son (Granel, Damasio & Damasio, 1988; Parry et al., 1991). En una
sensibles a la expresión emocional (Streit et al., 1999; Eimer & evaluación conjunta mediante fMRI y ERP, Vuilleumier & Pour-
Holmes, 2002; Eger et al., 2003). Estos estudios concluyen que tois (en prensa) concluyen que la percepción de rostros con
el procesamiento de la expresión emocional precede al reco- contenido emocional requiere de una red interactiva de activi-
nocimiento facial. dad distribuida en el espacio y el tiempo, y que el procesamien-
Por otra parte, mediante el análisis de la potencia es- to emocional puede afectar aquellos sistemas cerebrales res-
pectral de las diferentes bandas de frecuencia de la actividad ponsables del reconocimiento de rostros y la memoria.
cerebral, se ha observado un aumento de las ondas theta en la
medida que se incrementan las demandas atencionales y/o la Discusión
dificultad de una tarea (Basar, 1999). Asimismo, en esta misma De acuerdo a la breve revisión aquí presentada, es
banda de frecuencia se ha observado una mayor sincroniza- posible extraer algunas conclusiones respecto de los aportes al
ción en la actividad hemisférica derecha durante la elaboración estudio de las emociones de las perspectivas en discusión:
de un estímulo emocional, así como un aumento de la activi- evolucionismo, psicofisiología y neurociencias.
dad de tipo delta, lo cual pareciera indicar que sólo estas ban- Desde la mirada evolucionista, las emociones han si-
das de frecuencia son sensibles al contenido emocional de un do consideradas como un patrón filogenético que se ha ido
rostro, correlacionándose la frecuencia theta con los compo- complejizando con la socialización. Esta consideración ha
nentes N2 del ERP y, la frecuencia delta, con P3 (Balconi & supuesto la necesaria búsqueda de modelos universales tanto
Lucciari, 2006). en la expresión y reconocimiento de la emoción, reportando
Una línea de investigación más reciente en relación a patrones comunes de alto acuerdo para las emociones bási-
las anteriores para la identificación de estructuras cerebrales cas. Esta condición permite sostener la idea de que, al menos
implicadas en la respuesta y reconocimiento emocional, co- para las emociones con altos grados de identificación univer-
rresponden a los estudios de imageneología cerebral, lo cuales sal, éstas serían una característica distintiva de la especie, la
han posibilitado extender de manera notable la investigación que puede ser modulada por la experiencia y socialización de
sobre las emociones a sujetos sanos. En efecto, los estudios los individuos. Dentro de este enfoque, la mayor parte de las
con imageneología funcional (fMRI) han permitido establecer investigaciones utilizan estímulos de imágenes estáticas de
16
Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C.
rostros con expresiones emocionales, careciendo de un con- de patrones emocionales y habilidades para la regulación de la
texto y temporalidad que los haga algo más semejante a la respuesta emocional, hay preguntas esenciales que quedan
situación real en que opera el reconocimiento de emociones, lo sin responder para una comprensión más compleja del fenó-
cual podría incidir en el reconocimiento que los sujetos pueden meno emocional: ¿cuáles son los mecanismos cerebrales que
lograr de los estímulos. están a la base de las emociones?, ¿cuáles son las estructuras
Por otra parte, la perspectiva psicofisiológica ha apor- críticas en la percepción y producción de la respuesta emocio-
tado información importante esencialmente en dos áreas. La nal?, ¿cómo se procesa la información emocional en relación a
primera ha permitido indagar en el fenómeno del reconocimien- otro tipo de estímulos, de carácter no emocional?, ¿cómo y
to de las emociones, no sólo desde el grado de acierto o dónde ocurre la integración de la información emocional con
acuerdo intercultural, sino además en ciertos mecanismos que otros procesos cognitivos?. En este sentido, es el aporte fun-
se elicitan a propósito de realizar la tarea de reconocimiento. damental de las neurociencias lo que ha permitido arrojar luz
Esto posibilita sostener que, para las emociones básicas, los sobre éstas y otras interrogantes. La perspectiva neurocientífi-
patrones psicofisiológicos activados pueden ser característicos ca y su desarrollo tecnológico han permitido encontrar patrones
de cada una de ellas, aportando así información respecto de su de activación del SNC que amplían y enriquecen la compresión
universalidad y distinción. Sin embargo, también es importante del fenómeno emocional, develando estructuras y procesos a
considerar lo planteado por Hagemann et al. (2003) en relación nivel de SNC. Esto ha permitido identificar la existencia de vías
a que la actividad fisiológica encontrada en la mayoría de los cerebrales específicas a través de las cuales se procesa la
estudios experimentales, presenta muchas similitudes en la información emocional, mostrando así como éstas están dadas
respuesta autonómica que surge durante distintos estados por un mecanismo primitivo y robusto que modula no sólo la
emocionales, lo cual no sería concluyente como una forma de interacción sino también la cognición (Bennet & Hacker, 2005).
caracterizar la expresión de emociones en su totalidad. El
El aporte de las neurociencias para al marco explica-
segundo aporte de los estudios psicofisiológicos, ha posibilita-
tivo del fenómeno de las emociones parece ser tremendamen-
do la exploración de diferencias individuales en estos meca-
te prometedor y es posible que permita resolver las limitacio-
nismos, entendiendo de este modo a la emoción más allá de
nes metodológicas que han sido criticadas en la disciplina. Por
un fenómeno reactivo que incide en la comunicación social.
un lado, el uso de técnicas de imaginería cerebral puede utili-
Las emociones se enmarcarían dentro de patrones o tenden-
zarse de manera simultánea con la presentación de estímulos
cias de regulación individual que dan lugar a una predisposi-
estáticos de expresiones faciales, o bien, se puede evaluar
ción a reconocer y expresar emociones de un modo particular y
situaciones de reconocimiento y/o expresión emocional más
que, además, son dependientes del desarrollo y su contexto de
complejas, con el debido control experimental de las situacio-
ocurrencia. La perspectiva de la autorregulación caracterizada
nes. Estos resultados permitirían ir dilucidando con mayor
desde la actividad psicofisiológica, permite ampliar el estudio
precisión la universalidad del reconocimiento de las emocio-
del reconocimiento y la expresión de las emociones más allá
nes. Asimismo, la aplicación de las neurociencias en conjunto
de la identificación de un patrón determinado, y universal. En
con el registro fisiológico de la experiencia emocional, o la
efecto, esta mirada habilita la identificación de estrategias
activación autonómica ante estímulos de distinta valencia
individuales en situaciones de interacción social más comple-
emocional; en conjunto con técnicas de localización de la
jas.
actividad cerebral, parece predecir la posibilidad de aunar las
No obstante los grandes aportes realizados desde
distintas propuestas experimentales que se han implementado
las líneas evolucionista y psicofisiológica en la caracterización
para el estudio de las emociones, que al ser tan diversas y
17
Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C.
variadas, a veces ensombrecen la comprensión del fenómeno. Blanchard, R., & Blanchard, D. (1989). Attack and defense in
rodents as ethoexperimental models for the study of
Finalmente, el aporte de las neurociencias al estudio de las
emotion. Progress in Neuro-Psychopharmacology &
emociones abre la posibilidad de resolver en un futuro próximo Biological Psychiatry, 13, 3–14.
el problema de la validez ecológica de la expresión de emocio-
Block, J., & Block, J. (1980). The role of ego-control and ego-
nes y su reconocimiento. Esto constituiría una posible vía de resiliency on the organization of behavior. In A.
Collins (Ed.), Minnesota symposium on child psy-
integración del fenómeno con otras mediciones realistas me-
chology: Vol.13. Development, cognition, affect and
nos intrusivas, que permitan dilucidar la complejidad y la inte- social relations (pp. 39-101). Hillsdale, NJ: Erlbaum.
gración de redes neurales, aspectos filogenéticos y periféricos,
Bradley M., Codispoti M., Cuthbert B., Lang P (2001). Emotion
que interactúan constantemente en el fenómeno emocional. and motivation: I. Defensive and appetitive reactions
in picture processing. Emotion, 1, 276–298.
En síntesis, es amplia la diversidad de patrones es-
tructurales y funcionales que se han vinculado al procesamien- Breauchaine, T. (2001) Vagal tone, development, and Gray’s
motivational theory: Toward an integrated model of
to emocional en el cerebro. El continuo desarrollo y perfeccio-
autonomic nervous system functioning in psychopa-
namiento de nuevas técnicas de evaluación, abre un panorama thology. Development and Psychopathology, 13,
183–214
de producción de conocimientos aún mayor, lo que refuerza la
necesidad de sistematizar las evidencias acumuladas en un Bruce, V. & Young, A. (1986) Understanding face recognition.
British Journal of Psychology, 77, 305-327
conocimiento más globalizante que integre paradigmas de
evaluación y mecanismos de funcionamiento de la actividad Cacioppo, J., & Berntson, G. (1994). Relationships between
attitudes and evaluative space: A critical review, with
cerebral.
emphasis on the separability of positive and negative
Referencias substrates. Psychological Bulletin, 115, 401–423.
Adolphs, R. (2003). Is the Human Amygdala Specialized for Calkins, S. (1997). Cardiac vagal tone indices of temperamen-
Social Cognition? Annals of the New York Academy tal reactivity and behavioral regulation in young chil-
of Sciences, 985, 326-340. dren. Development Psychobiological, 2 (31), 125-
135.
Adolphs, R., Damasio, H., Tranel, D., Cooper G. & Damasio, A.
(2000). A Role for Somatosensory Cortices in the Christie, I. & Friedman, B. (2004). Autonomic specificity of
Visual Recognition of Emotion as Revealed by 3-D discrete emotion and dimensions of affective space: a
Lesion Mapping. The Journal of Neuroscience, 20, multivariate approach. International Journal of Psy-
2683-2690. chophysiology, 51, 143–153.
Álvarez de Arcaya Ajuria, H. (2003). La comunicación no ver- Darwin, C. (1958). The Origin of Species. New York: Mentor.
bal. Interrelaciones entre las expresiones faciales in-
natas y las aprendidas. Gazeta de Antropología, 19. Darwin, C. (1965). The expression of the emotions in man and
[versión electrónica] animals. Chicago: The University of Chicago Press.
Barnett, S. A. (1966). Un siglo después de Darwin. Madrid: Davidson, R. J. & Cacioppo, J. T. (1992). New developments in
Alianza Editorial, S.A. the scientific study of emotion: an introduction to the
special section. Psychological Science, 3, 21-22.
Bennet, M. R. & Hacker, P. M. S. (2005). Emotion and cortical-
subcortical function: conceptual developments. Pro- Eger, E,, Jedynak, A., Iwaki, T. & Skrandies, W. (2003) Rapid
gress in Neurobiology, 75, 29-52. extraction of emotional expression: evidence from
evoked potential fields during brief presentation of
Bentin, S., Allison, T., Puce, A., Perez, E. & McCarthy, G. face stimuli. Neuropsychologia, 41 (7), 808-17.
(1996). Electrophysiological studies of face percep-
tion in humans. Journal of Cognitive Neuroscience, 8, Eimer, M. & Holmes, A (2002) An ERP study on the time
551-565. course of emotional face processing. Cognitive Neu-
roscience and Neuropsychology, l 13(4), 427-431
18
Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C.
Eisenberg, N., Fabes, R., Murphy, B., Maszk, P., Smith, M. & Gottman, J., Katz, L. & Hooven, C. (1996). Parental meta-
Carbón, M. (1995). The role of emotionality and regu- emotion philosophy and the emotional life of families:
lation in children’s social functioning: a longitudinal theoretical models and preliminary data. Journal of
study. Child Deveopment, 66, 1360-1384 Family Psychology, 10, 243-268.
Grossman, P., & Taylor, E (en prensa). Toward understanding
Ekman (2003). Photos from Emotions Revealed: 15 Photo- respiratory sinus arrhythmia: Relations to cardiac va-
graphs from Emotions Revealed, including neutral gal tone, evolution and biobehavioral functions. Bio-
and two each of seven different emotions. Consulta- logical Psychology.
do el 15 de Mayo, 2006 del sitio Web:
http://www.paulekman.com/illustration.php Hagemann, D., Waldstein, S., & Thayer, J. (2003). Central and
autonomic nervous system integration in emotion.
Ekman, P, (1993). Facial expression and emotion. American Brain and Cognition, 52, 79-87.
Psychologist, 48, 384-392.
Huffman, L., Bryan, Y., Del Carmen, R., Pedersen, F., Dous-
Elfenbein, H. & Ambady, N. (2002). On the universality and sard-Roosvelt, J.& Porges, S. (1998). Infant tem-
cultural specificity of emotion recognition: a meta- perament and cardiac vagal tone: assessments at
analysis. Psychological Bulletin, 128, 203-235. twelve weeks of age. Child Development, 3 (69), 624-
635.
Fabes, R. & Eisenberg, N. (1997) Regulatory control and
adult’s stress-related responses to daily life events. Izard, C. (1994). Innate and universal facial expressions: evi-
Journal of Personality & Social Psychology, 73, 1107- dence from developmental and cross-cultural re-
1117. search. Psychological Bulletin, 115 (2), 288-299.
Fanselow, M. (1994). Neural organization of the defensive James, W. (1884). What is Emotion? Mind, 9, 188 – 205. [ver-
behavior system responsible for fear. Psy- sión electrónica]
chonomicBulletin & Review, 1, 429–438.
Kopp, C. (1982). Antecedents of self regulation: A developmen-
Field, T., Woodson, R., Greenberg, R. & Cohen, D. (1982). tal perspective. Developmental Psychology, 18, 199-
Discrimination and imitation of facial expressions by 214.
neonates. Science, 218, 179-181.
Kring, A. & Gordon, A. (1998). Sex differences in emotion:
Fox, N. & Gelles, M. (1984). Face to face interaction in term Expression, experience and physiology. Journal of
and preterm infants. Infant Mental Health Journal, 45, Personality and Social Psychology, 74 (3), 686-703.
192-205.
Lang, P., Bradley, M. & Cuthbert, B. (1990). Emotion, attention,
Fox, N. & Porges, S. (1985). The relationship between devel- and the startle reflex. Psychological Review, 97, 377–
opmental outcome and neonatal heart period pat- 395.
terns. Child Development, 56, 28-37.
Le Doux, J. E. (2000). Emotions circuits in the brain. Annual
Gallardo, R. (2006) Naturaleza del estado de animo. Revista Review of Neuroscience, 23, 155-184.
Chilena de Neuropsicología, 1 (1), 29-40.
Linnemeyer, S., Porges, S. (1986). Recognition memory and
Gomez, P. Zimmermann, P., Guttormsen-Schar, S. & Danuser, cardiac vagal tone in 6-month-old infants. Infant Be-
B. (2005). Respiratory responses associated with af- havior and Development, 9, 43-56.
fective processing of film stimuli. Biological Psychol-
ogy, 68, 223–235. Loeches Alonso, A., Carvajal Molina, F., Serrano, J. & Fernán-
dez Carriba, S. (2004). Neuropsicología de la per-
Gomez, P., Stahel, W. & Danuser, B. (2004). Respiratory re- cepción y la expresión facial de emociones: Estudios
sponses during affective picture viewing. Biological con niños y primates no humanos. Anales de psico-
Psychology, 67, 359–373. logía, 20 (2), 241-259.
Gonzalez A. (2006). Aspectos psicológicos y neurales del en Masterson, F., & Crawford, M. (1982). The defense motivaton
aprendizaje del reconocimiento de emociones. Revis- system: A theory of avoidance behavior. The Behav-
ta Chilena de Neuropsicología, 1 (1), 21 –28. ioral and Brain Sciences, 5, 661–696.
19
Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C.
Movious, H. & Allen, J. (2005). Cardiac vagal tone, defensive- Russell, J., Bachorowski, J. & Fernandez-Dols, J. (2003). Fa-
ness and motivational style. Biological Psychology, cial and vocal expressions of emotion. Annual Re-
69, 147-162. view of Psychology, 54, 329 – 249.
Parry, F., Young, A., Saul, J., & Moss, A. (1991) Dissociable Schmidt, K. & Cohn, J. (2001). Human Facial Expressions as
face processing impairments after brain injury. Jour- Adaptations: Evolutionary Questions in Facial Ex-
nal of Clinical and Experimental Neuropsychology, pression Research. Yearbook of Physical Anthropo-
13, 545-58. logy, 44, 3–24.
Partala, T., Surakka, V. & Vanhala, T. (2006). Real-time esti- Silva, J. (2003). Biología de la Regulación emocional: su im-
mation of emotional experiences from facial expres- pacto en la psicología del afecto y la psicoterapia.
sions. Interacting with Computers, 18, 208–226. Terapia Psicológica, 22 (1), 163-172.
Phelps, E.A. & LeDoux, J.E. (2005). Contributions of the Spinella, M. (2005). Prefrontal substrates of empathy: Psycho-
Amygdala to Emotion Processing: From Animal Mod- metric evidence in a community sample. Biological
els to Human Behavior. Neuron, 48, 175–187. Psychology, 70, 175-181.
Phillips, M., Drevets, W., Rauch, S. & Lane, R. (2003). Neuro- Stamps, L., Porges, S. (1975). Heart rate condotioning in new-
biology of Emotion Perception I: The Neural Basis of born infants: Relationships among conditionability,
Normal Emotion Perception. Biological Psychiatry, heart rate variability and sex. Developmental Psy-
54, 504–514. chology, 11, 424-431.
Porges, S. (1973). Heart rate variability: An automic correlate of Stitfer, C., Fox, N., Porges, S. (1989). Facial expressivity and
reaction time performance. Bulletin of the Psychoso- vagal tone in five-and-ten-month-old infants. Infant
matic Society, 1, 270-272. Behavior and Development, 12, 127-137.
Porges, S. (1974). Heart rate indices of newborn attentional Streit, M., Ioannides, A., Liu, L., Wölwer, W., Dammers, J.,
responsivity. Merryll-Palmer Quarterly, 20, 231-254. Gross, J., Gaebel, W. & Müller-Gärtner, H. (1999)
Neurophysiological correlates of the recognition of fa-
cial expressions of emotions as revealed by magne-
Porges, S.W., & Bohrer, R.E. (1990). Analyses of periodic
toencephalography. Cognitive Brain Research, 7,
processes in psychophysiological research. In J.T.
193-205.
Cacioppo and L.G. Tassinary (eds.), Principles of
Psychophysiology: Physical, Social, and Inferential
Timberlake, W. (1993). Behavior systems and reinforcement:
Elements. New York: Cambridge University Press,
An integrative approach. Journal of the Experimental
708-753.
Analysis of Behavior, 60, 105–128.
Porter, F., Porges, S. & Marshall, R. (1988). Newborn pain
Tooby, J. & Cosmides, L. (1992). The psychological founda-
cnes and vagal tone parallel changes in response to
tions of culture. En J. Barkow, L. Cosmides, & J.
circumcision. Child Development, 59, 495-505.
Tooby (eds.) The adapted mind: Evolutionary psy-
chology and the generation of culture, pp. 19-136.
Rainville, P., Bechara, A., Naqvi, N. y Damasio, A. (2005).
NY: Oxford University Press.
Basic emotions are associated with distinct patterns
of cardiorespiratory activity. International Journal of
Tranel, D., Damasio, A. & Damasio, H. (1988) Intact recognition
Psychophysiology, Preprint version.
of facial expression, gender, and age in patients with
impaired recognition of face identity. Neurology, 38,
Rhudy, J., McCabe, K., & Williams, A. (en prensa). Affective
690-696.
modulation of autonomic reactions to noxious stimu-
lation. International Journal of Psychophisiology.
Vuilleumier, P. & Pourtois, G. (en prensa). Distributed and
[versión electrónica].
interactive brain mechanisms during emotion face
perception: Evidence from functional neuroimaging.
Rothbart, M. (1989).Temperament in childhood: A framework.
Neuropsychologia. [versión electrónica]
In G. Kohnstamm, J. Bates, & M. K. Rothbart, (Eds.).
Temperament in childhood (pp. 59-73) Chichester.
Yartz, A. & Hawks, L. (2002). Addressing the specificity of
England: Wiley.
affective strartle modulation: fear versus disgust. Bio-
logical Psychology, 59, 55-68.
20
Clase 13
7. Aprendizaje
8. Memoria
Lectura
Barco, A. (2010) La materia de los recuerdos: circuitos neuronales y cascadas moleculares. Mente
y cerebro. 40, 24-33.
Objetivos:
1. Explicar el aporte del estudio de lesiones cerebrales en el conocimiento del proceso de memoria
ANGEL BARCO
2. RETRATO Y DIBUJO ORIGINAL de Santiago Ramón y Cajal. En el dibujo del hipocampo se pueden apreciar
con gran detalle los diferentes tipos de neuronas que forman la estructura y las conexiones que establecen
entre ellas. Resulta sorprendente que, a partir del estudio morfológico de sus preparaciones, Ramón y Cajal
describiese el flujo de información en el hipocampo (señalado con flechas en el dibujo) cuando todavía no
se conocía cuál era el mecanismo de transmisión de la información en el sistema nervioso.
“facilitación a largo plazo” (LTF, del inglés nocemos hoy en día acerca de las
long-term facilitation), en vez de potenciación bases celulares y moleculares de
a largo plazo. Aunque ambas expresiones per- la memoria se lo debemos a este
sisten hoy en día, la semejanza entre los dos modelo animal. Pese a la diferencia
procesos (LTP y LTF) apoya la universalidad en número de neuronas y comple-
del principio de plasticidad hebbiana (así lla- jidad, parece que los mecanismos
mada por Donald Hebb). moleculares básicos que subyacen
Nuevos experimentos y el esfuerzo de mu- al aprendizaje y la memoria en este
chos investigadores han permitido demostrar molusco están altamente conser-
que existen distintos tipos de LTP y que, con la vados en mamíferos.
utilización de diferentes patrones de estimula-
Hace unos 40 años, Seymour Benzer jugaba en su laboratorio del formación de memorias a largo plazo, ya que las capacidades sen-
Instituto de Tecnología de California con unos tubos de vidrio, soriales e incluso la memoria a corto plazo permanecían intactas.
cuando ideó un sencillo método para identificar moscas mutantes Los mutantes recibieron los nombres de dunce (tonto), rutabaga
que no mostraran la innata atracción hacia una fuente lumino- (debido a lo errático de su vuelo) o amnesiac (que no necesita
sa. Con este experimento inició una nueva disciplina científica, traducción). Durante años no se supo qué genes estaban afectados
la genética del comportamiento, que tras décadas de progresos, en esos mutantes. Cuando los avances en genética molecular posi-
sigue produciendo sorprendentes resultados. Muchas horas de bilitaron, por fin, su identificación, se descubrió que correspondían
observación del comportamiento de las moscas Drosophila melano- a componentes de la cascada de señalización por AMP cíclico. Se
gaster, permitieron a Benzer y a sus discípulos diseñar pruebas de había ya observado que esa cascada de señalización intracelular
conducta algo más refinadas regulaba la plasticidad sináp-
y evaluar su comportamiento tica y aprendizaje en el caracol
sexual, sus ritmos circadianos marino Aplysia y desempeña-
e incluso estudiar el aprendiza- ba una función clave en los
je asociativo y la memoria (la mismos procesos en el cere-
asociación de un olor con un bro de mamíferos. Nuestras
choque eléctrico). A través de memorias pueden parecer
tales experimentos se identi- más complejas que las de una
ficaron los primeros mutantes mosca, pero están hechas del
con un defecto específico en la mismo material.
Electrodo
de registro 4. DESCUBRIMIENTO DE LA LTP
Electrodo
de estimulación EN EL HIPOCAMPO DE CONEJO.
Los experimentos de Bliss y
Ruta colateral
de Schaffer CA1 Lømo demostraron que en el
cerebro ocurrían cambios pro-
longados en la intensidad de
CA3 conexiones sinápticas específi-
Giro cas en respuesta a la actividad
dentado
Ruta de las en esas sinapsis. Denominaron
fibras musgosas Ruta perforante al fenómeno en cuestión,
que podían medir mediante
Pendiente del potencial de campo
después de entrenar el animal en una prueba nario celular de las sinapsis, los recuerdos más
de memoria causan amnesia, ya que bloquean duraderos implican la activación del núcleo
la consolidación del recuerdo formado. celular, la expresión de genes y la fabricación
Según ese modelo, si los recuerdos están co- de proteínas que estabilizan la potenciación
dificados en forma de cambios en la intensidad de las conexiones sinápticas o dan lugar a la
o fuerza de las conexiones entre neuronas, los formación de nuevas sinapsis, aumentando así
cambios operados dependerán a su vez de cam- la fuerza de la conexión entre neuronas con-
bios en la expresión génica en el núcleo de las cretas. De ahí que el que una memoria perdure
neuronas implicadas. Así, la potenciación a lar- o no, podría depender de que la actividad ini-
go plazo, de forma similar a la memoria a largo ciada en las sinapsis llegue o no al núcleo de
plazo, es bloqueada por inhibidores de la trans- las neuronas (véase la figura 6).
cripción o de la síntesis de proteínas.
Por tanto, mientras que los procesos de me- Rutas de señalización intracelular
moria a corto plazo, tales como el esfuerzo de implicadas en la formación de recuerdos
retener un número de teléfono hasta que en- En numerosas investigaciones de los últimos
contramos un bolígrafo, se restringen al esce- años se ha puesto de manifiesto la enorme
Por fin, en las pruebas de evitación pasiva o activa (derecha) se forma una
asociación entre un estímulo nocivo (un sonido intenso o una suave descarga
eléctrica) y el ambiente en el cual el animal recibe el estímulo, de forma que
preferirá en el futuro evitar ese ambiente o se sentirá inquieto en el mismo.
CORTESIA DEL AUTOR. MODIFICADO DE EMBO REPORTS, VOL. 7, N.O 8, PAGS. 768-773; SEPTIEMBRE 2006.
activación de un tipo especial de receptor de
glutamato, el neurotransmisor excitador más
importante en el sistema nervioso central de
mamíferos: los receptores de NMDA (NMDA-R).
Estos receptores poseen una particularidad que
los diferencia de otros receptores de glutama-
to. Mientras que los receptores AMPA abren
su canal en respuesta a este neurotransmisor,
en el caso de NMDA-R, el canal se encuentra
normalmente cerrado, debido a la presencia
de iones Mg2+ que bloquean el canal, incluso
en la presencia de glutamato.
Ahora bien, cuando la neurona se encuentra
despolarizada y simultáneamente los recep-
tores son activados por glutamato, los iones
de Mg2+ son expulsados del poro y dejan paso
P
libre para una mayor entrada de Ca2+, lo que CRE
CREB
EB
permite disparar una serie de reacciones en el
interior de la célula. Por lo tanto, para que se
produzca la entrada del ion calcio a través de
estos receptores debe producirse la coinciden- 6. DIALOGO ENTRE LAS SINAPSIS Y EL NUCLEO.
cia de dos eventos: la activación de la neurona Nuestro cerebro es plástico y nuestro comportamiento está condicionado por las
presináptica, para que libere el glutamato que experiencias pasadas. ¿Cuál es el papel de los genes en la memoria? ¿Dependen los
activa los receptores, y la activación de la neu- recuerdos sólo de cambios en los circuitos neuronales o también en expresión gé-
rona postsináptica, para que la despolarización nica? La respuesta es que tanto el genoma como el ambiente (las experiencias) son
libere el Mg2+ del canal y éste pueda conducir necesarios para la formación de los recuerdos. Durante el desarrollo del sistema ner-
Ca2+ ( figura 7). vioso, hay complejos programas génicos que permiten el establecimiento de sinapsis
Ese mecanismo molecular de coincidencia es en intrincados circuitos neuronales. Posteriormente, la actividad neuronal en respues-
responsable de iniciar los cambios plásticos en ta a señales externas se encarga de refinar tales circuitos, potenciando o eliminando
la intensidad de las conexiones sinápticas ob- conexiones. Este diálogo entre genes y sinapsis continúa en el cerebro adulto: la
servados en muchos circuitos cerebrales; entre actividad en la sinapsis da lugar a cambios en la expresión génica en el núcleo celu-
ellos, el hipocampo. El bloqueo o inactivación lar. A su vez, esos cambios en la expresión génica repercutirán en el comportamiento
de los canales descritos causa la inhibición de de las sinapsis ante estímulos futuros.
los procesos de potenciación a largo plazo en
circuitos importantes para aprendizaje y blo- e inserción de canales o receptores de neuro-
quea la capacidad de formar diversos tipos de transmisores, factores que regulan la síntesis
memoria en animales de experimentación. local de proteínas o su degradación, etcétera
La entrada de Ca 2+ a través de los recepto- ( figura 8).
res NMDA activa cascadas de proteínas con Especialmente relevantes parecen ser las
actividad quinasa que fosforilan distintos cascadas de fosforilación iniciadas por la pro-
substratos sinápticos y pueden dar lugar a un teína quinasa A (PKA) regulada por aumentos
reforzamiento prolongado, aunque transitorio, en los niveles de cAMP, las quinasas reguladas
de las conexiones sinápticas. Entre los substra- por calmodulina y calcio (CaMK) y la compleja
tos de estas quinasas nos encontramos cana- ruta de activación de la quinasa activada por
les iónicos, proteínas implicadas en el tráfico mitógenos (MAPK).
AC C/EBP
PP2A MOLECULAS
cAMP EFECTORAS
Factores de
c-fos tPA
PKA crecimiento BNDF
Ca2+CaM TK-R Bcl-2
Egr1 Sinaptotagmina IV
CN VIP
Ca2+CaM IGF-1
PP1 Ras Señales ICER Dinorfina
P13K E-caderina
CaMKIV de estrés
ATK PACAP
ERK CBP P
etcétera...
P P RSK RNAol CREB
CREB p38 MAPK
MSK CRE
Ac Ac
(CREM ATF-1) MAPKAP K2
8. LA RUTA DEL AMP CICLICO Y CREB. Procesos moleculares que subyacen a procesos de plasticidad
sináptica (LTP) relacionados con la formación de memorias. Estos procesos tienen lugar en dos escenarios
celulares principales: la sinapsis y el núcleo. La comunicación en ambos sentidos entre estos dos compar- BIBLIOGRAFIA
timentos, de las sinapsis al núcleo (ilustración izquierda) y viceversa (ilustración derecha), es esencial para COMPLEMENTARIA
la persistencia de los cambios sinápticos.
SYNAPTIC PLASTICITY AND
tadas e incorporadas de forma selectiva en las actividad de los circuitos que sirven de subs- M E M O R Y: AN E VA L U A -
sinapsis estimuladas para estabilizar los cam- trato a la memoria. TION OF THE HYPOTHESIS .
bios sinápticos, permitiendo el crecimiento de Los avances en biomedicina y el tratamien- S. J. Martin, P. D. Grim-
nuevas sinapsis o reforzando las ya existentes to de enfermedades van indisolublemente li- wood y R. G. Morris en
y, con ello, dando lugar a la formación de nue- gados a avances en ciencia básica. Este princi- Annual Review of Neu-
vos recuerdos. pio general resulta especialmente evidente en roscience, vol. 23, págs.
La repetición del estímulo favorece que la el campo de las neurociencias. En los últimos 649-711; 2000.
señal llegue al núcleo. Además, la acción de sus- decenios se ha producido un aumento enorme
tancias neuromoduladoras, tales como la do- de nuestro conocimiento acerca de la etiolo- MEMORY: FROM MIND TO
pamina o la epinefrina, liberadas en el cerebro gía de enfermedades neurológicas, en buena MOLECULES. L. R. Squire y
en respuesta a distintas condiciones (estrés o medida impulsado por el aumento paralelo E. R. Kandel. Owl Books,
distintos estados emocionales), pueden reducir de nuestro entendimiento de los procesos 2000.
el umbral a superar para que la señal alcance el moleculares y celulares que subyacen a la
núcleo, para así favorecer el establecimiento de función cerebral. THE MOLECULAR BIOLOGY
memorias fuertes, incluso en respuesta a una Unicamente entendiendo cómo y dónde se OF MEMORY STOR AGE: A
experiencia singular. Este mecanismo, que bien forman los recuerdos y elucidando los entresi- DIALOGUE BETWEEN GENES
podría explicar la formación de las memorias jos moleculares que subyacen a la plasticidad AND SYNAPSES. E. R. Kan-
fogonazo, se ve apoyado por el efecto facilita- neuronal será posible solucionar los problemas del en Science, vol. 294,
dor de estas sustancias sobre el fenómeno de causados por el mal funcionamiento o deterio- págs. 1030-1038; 2001.
potenciación a largo plazo observado en estu- ro del sistema, tales como los que se observan
dios electrofisiológicos. en la enfermedad de Alzheimer, en la adicción TIEMPO, AMOR, MEMORIA:
En nuestro breve repaso de los mecanismos a drogas, o en la senilidad. EN BUSCA DE LOS ORIGENES
celulares y moleculares que subyacen a la for- D EL CO M P O R TA M I EN TO .
mación de recuerdos nos hemos ceñido a sólo Angel Barco realizó su tesis doctoral en el Centro de J. Weiner. Galaxia Guten-
algunas de las moléculas y rutas implicadas. Biología Molecular (Madrid). Posteriormente, entró en berg, 2005.
Los estudios más recientes, con aplicación de el grupo de Eric Kandel, de la Universidad neoyorqui-
técnicas de proteómica y genómica, demues- na de Columbia, para trabajar en las bases molecula- EN BUSCA DE L A MEMO -
tran que las moléculas mencionadas repre- res de la memoria. En el año 2004, regresó a España, RI A: EL N ACI M I EN TO DE
sentan únicamente la punta del iceberg, una al Instituto de Neurociencias de Alicante (UMH-CSIC), UNA NUEVA CIENCIA DE LA
muestra de la compleja red de interacciones donde su grupo aplica una estrategia multidisciplinar MENTE. E. R. Kandel. Katz
intermoleculares que regulan la actividad de para investigar el papel de la regulación transcripcio- Editores, 2007.
la sinapsis y, con ello, la función neuronal y la nal en procesos de plasticidad sináptica y memoria.
9. Sistemas efectores.
Lectura:
Scholz, J. y Klein, M. (2011). El aprendizaje transforma el cerebro. Mente y Cerebro. 51, 10-15.
Objetivos:
3. Señalar las patologías que están asociadas con el deterioro de la sustancia blanca
Sustancia gris
Corteza
Circunvolución
del cíngulo
SCIENTIFIC AMERICAN / JEN CHRISTIANSEN (representaciones del cerebro); DEREK JONES, UNIVERSIDAD DE CARDIFF (ampliación)
Cuerpo calloso
Circunvolución
del cíngulo
Cuerpo calloso
Axón
Vaina
de mielina
Neurona
Cerebelo
Gracias a una vaina de mielina aislante, las fibras de las células ner-
viosas (axones) pueden transmitir las señales con mayor rapidez. De- Los nódulos de Ranvier
terminadas células de la glía, los oligodendrocitos, generan la mem- amplifican las señales
brana lipídica que envuelve el axón entre 10 y 150 veces. Otro tipo y las reenvían de inme-
de células, los astrocitos, pueden desencadenar el proceso ya que diato al siguiente nó-
son capaces de registrar el tráfico de señales sobre el axón. La vaina dulo. Las corrientes de
de mielina no envuelve el axón por completo, sino que esta queda iones actúan a través
interrumpida por los nódulos de Ranvier. Es en dichas ubicaciones ex- de la membrana de las
puestas donde puede generarse un potencial de acción a causa de la fibras nerviosas.
corriente de iones. Esta señal provoca a su vez nuevas corrientes que
circulan a toda velocidad a lo largo de la neurona hasta el siguiente
nódulo, donde se genera el siguiente potencial de acción. El estímulo
va prácticamente saltando de discontinuidad a discontinuidad, por lo
que los nódulos actúan a modo de amplificadores eléctricos. Nódulo de Ranvier
Canal
de iones
Ion sodio
SCIENTIFIC AMERICAN / JEN CHRISTIANSEN
Oligodendrocito Canal
de iones
de potasio
Axón
VARSHA SHUKLA, HIN
Vaina de
Impulso mielina
Axón de la
señal
11. Lenguaje
12. Conciencia
Lecturas:
Objetivos:
Objetivos:
CORNELIUS WEILLER
RESUMEN
tinua. Una convicción con la que, hasta hoy, solo en la localización anatómica del enlace. Su-
coinciden la mayoría de neurocientíficos. Así, puso que pasaba de modo ventral, es decir, más
las funciones cognitivas más relevantes no se o menos en la parte inferior del encéfalo, por SERIE
encuentran en una misma región, sino que las detrás de una estructura cerebral profunda, la PSICONEUROLOGÍA
regiones cerebrales se organizan según el con- ínsula. Tal y como se mostraría más tarde, otra DEL HABLA
texto y los requisitos de una tarea mediante re- vía desempeñaba un papel principal en las fun- Parte 1:
des bifurcadas cuyos componentes interactúan ciones de ambas regiones cerebrales: el fascículo Lengua y pensamiento
a través de fibras nerviosas. arqueado ( fasciculus arcuatus). Ese grueso cor- Enero 2012
El joven investigador describió hace unos 140 dón de fibra nerviosa une el área de Broca, situa-
Parte 2:
años un primer modelo de redes neuronales del da en el lóbulo frontal, con el área de Wernicke,
Entender la gramática
lenguaje. Supuso que existía una relación direc- sita en el lóbulo temporal. Los pacientes a los
Marzo 2012
ta entre los dos centros, lo cual permitía que que les falla ese enlace son incapaces de repetir
un niño aprendiese a hablar mediante la repeti- palabras que nunca han oído antes. En breve, la Parte 3:
ción. Tarea, por otro lado, sobre todo mecánica. vía nerviosa en cuestión posibilita que imitemos El camino de las palabras
¿Cómo debo mover los labios, la mandíbula, la lo que oímos. Mayo 2012
lengua, etcétera, para reproducir el sonido que Con todo, Wernicke sospechaba que esa red Parte 4:
acabo de oír? Aquello hablado, es decir, la repre- no era suficiente: las reflexiones desarrolladas Lenguaje figurado e ironía
sentación del movimiento en el área de Broca, se hasta entonces habían desestimado el signifi- Julio 2012
compara con las imágenes sonoras percibidas en cado de las palabras. Es cierto que, en la fase
el área de Wernicke. De esa manera, el niño ad- inicial, los niños hablan por pura repetición; Parte 5:
quiere el término a partir de una unidad fija de es más adelante cuando las regiones cerebrales Lenguas extranjeras
componentes sensoriales y motrices (un patrón). que procesan el contenido de lo que se ha dicho Septiembre 2012
Ese mismo patrón le servirá para reconocer una envían de forma directa impulsos lingüísticos Parte 6:
palabra y saber su pronunciación correcta. al centro motor. Por lo tanto, se requiere una ¿Robots parlantes?
El pionero neurocientífico, Wernicke, quien ampliación de una segunda vía que abarque Noviembre 2012
por aquel entonces trabajaba en Breslavia, erró zonas de procesos más elevados.
Si el lenguaje y el pensamiento abstracto representaran Wygotsky (1896-1934) simbolizó en el año 1934 esa reflexión
solo dos caras de una misma moneda, nuestro concepto con dos círculos que se solapaban con el fin de mostrar que
de «rosa» y su representación lingüística (la solo una parte muy concreta de los dos
palabra «rosa») serían idénticos: pensar en la procesos coincide. Según Wygotsky:
flor significaría activar la unidad lingüística aquí yace «la región del pensamiento
correspondiente. Carl Wernicke se opuso en PENSAMIENTO lingüístico o del lenguaje interior, de-
1906 a tal idea al asumir una propuesta de pendiendo de si uno lo mira desde la
Ludwig Lichtheim, que había postulado la re- perspectiva del pensamiento o desde
presentación independiente de los conceptos la perspectiva del lenguaje».
lingüísticos y conceptuales. En 1874, Wernicke SIGNIFICADO No obstante, el lenguaje no solo
DE LAS PALABRAS
manifestó: «El lenguaje no es idéntico al de- sir ve para expresar los pensamientos,
sarrollo intelectual; pensar y hablar son dos también repercute en ellos. «Como
procesos totalmente independientes el uno una especie de estructura que per-
del otro que incluso pueden interrumpirse HABLA mite a los humanos crear conceptos
entre sí». complejos, cual ser vivo sin lenguaje»,
Tal diferenciación psicolingüística perdura señala el lingüista Ray Jackendoff, de
desde su época. El psicólogo Lev Semionovich la Universidad Tufts.
JEAN-CLAUDE DUPONT
privaba al señor Leborgne lesión en otra zona del cerebro (y con el lóbulo
—apodado Tan— de su frontal intacto) no deberían, por consiguiente,
capacidad para hablar. presentar problemas de esa índole. Sin embargo,
&
GE
El área de Broca (rojo) y de carse desde una segunda versión. En el sistema
IS T
,S
EG
Wernicke (verde) van, por lo visual existen dos vías de trabajo. En este caso,
Ú N
A.
general, de la mano en la pro- la ruta dorsal «¿dónde?», que codifica la posición
FR I
ED
ducción del lenguaje. Se hallan espacial de un objeto, se diferencia de la ruta ven-
ER
ICI
entrelazadas por unas fibras tral «¿qué?», la cual procesa los atributos visuales
profundas. y, con ello, el contenido de lo percibido.
Si se transfiere, con las modificaciones perti-
nentes, tal repartición de tareas a las condicio-
nes de la elaboración del lenguaje, se consigue
una representación de cómo el lenguaje se in-
(viene de la página 61) tegra en el sistema general del cerebro. Su pro-
Según nuestra hipótesis, la comprensión de la cesamiento sigue los principios de organización
oración correcta debía incluir la vía de las áreas del cerebro.
de procesamiento del significado. Un denominador común en la función de
Observamos que la comprensión de la oración la vía dorsal sería, con independencia de la
requería áreas superiores del encéfalo: la corteza modalidad sensorial, la capacidad de analizar
asociativa. Por el contrario, la repetición de las elementos dispuestos de modo secuencial de
pseudopalabras activaba unas zonas cerebrales forma rápida y precisa: espaciales en la percep-
más cercanas a secciones basales (áreas prima- ción visual, temporales (sílabas o sonidos) en la
rias motoras y auditivas). Sin embargo, en gran percepción lingüística. Como base de este análi-
parte, la actividad se solapaba, de modo que sis sirven los patrones, las unidades sensoriales
resultaba difícil diferenciarla. y motoras almacenadas que se adquieren con
En un segundo experimento utilizamos imá- la actividad conjunta de las áreas cerebrales a
genes con tensor de difusión. Dicha técnica con- través de la vía dorsal. En el ámbito del lenguaje
siste en que un aparato de tomografía de espín podemos describir estos patrones como formas
nuclear determina la dirección del movimiento semánticas o, según Wernicke, conceptos. Ellos
de las moléculas de agua en el cerebro. Ya que pre- nos permiten reconocer y corregir palabras que
ferentemente se difunden a través de los axones, hemos oído mal o que apenas hemos escuchado,
se forma una imagen de la sección de unión, que así como corregir posibles irregularidades.
a su vez consta de múltiples líneas de señales.
Los algoritmos computacionales permiten Analogía con el sistema visual
extraer, de los datos, indicadores más precisos Los patrones de formación de palabras pueden
sobre la conexión de las fibras. Además, calculan ir más allá. Permiten preparar los elementos lin-
su recorrido anatómico más probable partiendo güísticos elaborados en la memoria de trabajo, de
del punto de origen (establecido previamente) modo que más tarde podamos recurrir a ellos.
hasta la meta. Nos basamos en las áreas activas Esto resulta importante sobre todo en las oracio-
del primer experimento. Obtuvimos una repre- nes complejas. La habilidad de linealizar estruc-
sentación de las secciones a través de las cuales turas jerárquicas desempeña aquí una destacada
se interconectan las áreas del lóbulo temporal función. Por ello, una gran parte de la gramática
y el frontal que participan en el procesamiento necesita recurrir a la vía dorsal.
del lenguaje. Análoga a la ruta visual «¿qué?» (ayuda a re-
Existía una clara separación entre las redes conocer objetos), la vía ventral se encuentra in-
El modelo de doble para la repetición de pseudopalabras y las invo- volucrada en la comprensión del lenguaje. La vía
lucradas en la comprensión del contenido de las ventral une regiones cerebrales que se encuen-
ruta se ocupa de
oraciones. Un sistema dorsal, que transcurre por tran activas en las tareas semánticas. Incluso
que también el el fascículo arqueado, unía las zonas que partici- aquí tiene lugar un fenómeno más que la simple
pan en la repetición de pseudopalabras. La com- combinación de representaciones sonoras y de
procesamiento prensión de oraciones cortas (su significado, la contenido: la estructura acústica, prefabricada
lingüístico siga los semántica) yacía, en cambio, en otras zonas del ló- en la corteza auditiva, se analiza en categorías
bulo temporal y frontal. Dichas partes se hallaban léxicas, semánticas y sintácticas. Es probable que
principios basales unidas por una vía ventral a través de la ínsula; las estructuras se basen en una gramática cogni-
en concreto, a través de la cápsula extrema. En tiva, es decir, un conocimiento sobre la combina-
de organización
este mismo lugar situó Wernicke la vía principal ción legítima de elementos léxicos. Ello permite
del cerebro de unión para el procesamiento del lenguaje. que se reconozcan relaciones estructurales de
SciLogs
frases. Casi todos los estudios de neuroimagen
muestran, con relación a la gramática, la activi-
dad de regiones conectadas por la vía dorsal y la
ventral. Preguntarse cuál de las dos es más impor-
tante resulta ocioso: abogamos por un modelo de
doble ruta flexible e interactiva.
Ciencia en primera persona
Tampoco debe caerse en el error de pensar
que ambas vías de unión explican el sistema lin- LUIS CARDONA PASCUAL
güístico por completo. Para hablar se requieren Ciencia marina
otras áreas modulares repartidas entre el lóbulo
parietal y el temporal y la mitad derecha del
cerebro. Aun así, la arquitectura de doble ruta ÁNGEL GARCIMARTÍN MONTERO
debe considerarse un principio de construcción
Física y sociedad
cerebral básico que va más allá de los sistemas
lingüístico y visual.
De hecho, el sistema de atención y el de con-
JOSÉ MARÍA VALDERAS
trol de los movimientos presenta una repar-
tición de tareas parecida. El último une la vía De la sinapsis a la conciencia
dorsal con regiones cerebrales que controlan BIBLIOGRAFÍA
sencillos movimientos en acción, mientras que COMPLEMENTARIA
una vía ventral enlaza áreas motoras necesarias JOSÉ MARÍA EIRÍN LÓPEZ
para la representación de un movimiento. DORSAL AND VENTRAL Evolución molecular
Así, pues, existe un principio común: el sistema STREAMS: A FRAMEWORK FOR
dorsal une áreas de la corteza cerebral próximas UNDERSTANDING ASPECTS OF
a las regiones corticales primarias y, con ello, pro- THE FUNCTIONAL ANATOMY CRISTINA MANUEL HIDALGO
porciona la base de un comportamiento estímulo- OF LANGUAGE. G. Hickok Física exótica
respuesta. Si, por el contrario, se trata de la per- y D. Poeppel en Cognition,
cepción del «¿qué?», el significado de una oración vol. 92, págs. 67-99, 2004.
o el objetivo de una acción, es decir, si se trata de MARC FURIÓ BRUNO
un pensamiento simbólico y abstracto, entonces VENTRAL AND DORSAL PATH-
Los fósiles hablan
es la vía ventral la que se pone en marcha. Desde WAYS FOR LANGUAGE.
un punto de vista anatómico, ello se expresa en las D. Saur et al. en Proceedings
regiones de asociación más complejas de la corteza of the National Academy
JORDI SOLÉ CASALS
cerebral. Junto con el desarrollo de áreas encefáli- of Sciences, vol. 105,
cas multimodales, es probable que fuera la sinergia págs. 1835-1840, 2008. Tecnología, ciencia y sociedad
entre tales lazos de unión la que proporcionó a los
humanos una gran flexibilidad de pensamiento y, HOW THE VENTRAL PATHWAY
con ello, una ventaja evolutiva decisiva. GOT LOST — AND WHAT ITS PABLO GONZÁLEZ CÁMARA
RECOVERY MIGHT MEAN.
Y FERNANDO MARCHESANO
Cornelius Weiller es director de la Clínica Universitaria de C. Weiller et al. en Brain Física de altas energías
Neurología de Friburgo. Numerosas ideas del artículo son & Language, vol. 118,
Y MÁS...
fruto de los años de debate con Mariachristina Musso, págs. 29-39, 2011. www.investigacionyciencia.es/blogs
Michel Rijntjes y Tobias Bormann.
RESUMEN
Sentido y forma
Durante largo tiem-
1 po se sostuvo que
el proceso lingüístico
neuronal separaba sin-
taxis y gramática. En las
D esde siempre, la neurolingüística se ha
centrado en los errores. Ello no sorpren-
de, si se tiene en cuenta que dicha disciplina
cuanto más talentosa fuese una persona, más
voluminosa sería la región cerebral correspon-
diente. Con ello, la falta de espacio empujaría
electroencefalografías, científica trata de esclarecer la relación entre los ojos hacia el exterior del cráneo.
los potenciales relaciona- dos sistemas de alta complejidad, a saber, el len- La suposición del anatomista y fisiólogo sobre
dos con los eventos (PRE) guaje y el cerebro. Se conoce que uno proviene un centro lingüístico en el lóbulo frontal chocó
ante un quebrantamiento del otro, mas su funcionamiento resulta todavía con la opinión de muchos contemporáneos y
de la norma gramatical un misterio. seguidores, entre ellos, el médico y antropólogo
se relacionaban con una Existen falsas creencias ampliamente exten- Pierre Paul Broca (1824-1880), quien pone nom-
actividad cerebral aislada. didas. Una de ellas pone sobre la mesa la supo- bre al área de Broca. Con todo, esa suposición
sición de que en el encéfalo se hallan centros todavía hoy se encuentra en los manuales de
Desde un punto de lingüísticos que dependen de la función de de- neurología, e incluso célebres investigadores,
2 vista lingüístico, en
los PRE no se muestra una
terminadas áreas del lóbulo frontal. Tal idea se
remonta a Franz Josef Gall (1758-1828), fundador
como el lingüista Yosef Grodzinsky, de la Univer-
sidad McGill en Montreal, o el neurocientífico
clara separación entre la de la frenología. Según cuenta una anécdota am- Kuniyoshi Sakai, de la Universidad de Tokio, la
información gramatical y la pliamente divulgada, uno de sus estudiantes no defienden. No obstante, una y otra vez han ido
portadora del significado. solo despuntaba de entre el resto de los alum- apareciendo eminentes adversarios de la teoría
nos por su extraordinaria memoria verbal, sino de la localización cerebral. Basándose en tra-
Los resultados sacuden también por... sus prominentes ojos. bajos propios, Sigmund Freud (1856-1939), en el
3 el modelo de análisis
del lenguaje hasta ahora
Tal y como hoy sabemos, esto último estaría
provocado por una enfermedad de las glándulas
libro que publicó en 1891, La afasia, se opuso
de manera vehemente a esa suposición. Por
vigente. Parece que el ce- tiroides. Sin embargo Gall suponía que ambos desgracia, sus argumentos se diluyeron sin ser
rebro no distingue entre fenómenos estaban relacionados: la capacidad escuchados, o fueron desprestigiados en debates
gramática y significado. de reconocer palabras y memorizarlas debía en- posteriores, siempre en el contexto del pensa-
contrarse en el lóbulo frontal. En consecuencia, miento psicoanalítico.
CUESTIÓN DE ORDEN
¿Cada aspecto del lenguaje se halla en el cerebro
tan bien clasificado como en un juego de cons-
trucción modular? Hoy en día se sabe que nuestro
encéfalo trabaja de un modo flexible.
Punto de vista tradicional nuestra intuición. Mientras que ante la frase «El SERIE
De dicha perspectiva de localización cerebral sur- niño van a la escuela andando» no dudamos en PSICONEUROLOGÍA
gió una idea que se mantuvo de manera pertinaz que contiene un error gramatical, la oración «Al DEL HABLA
y que ha sido defendida desde hace unos sesenta niño le encanta comer faldas verdes» nos resulta Parte 1:
años: la gramática se distingue, de modo fisio- gramaticalmente correcta, mas carece de sen- Lengua y pensamiento
lógico cerebral, de otros aspectos del lenguaje. tido. Parece lógico, pues, observar la gramática Enero 2012
Ese enfoque, en su día innovador, hoy por hoy se como un elemento distinto de otros aspectos
Parte 2:
antoja anticuado. Sin embargo, los resultados de del lenguaje. Ello podría esclarecer también su
Entender la gramática
las primeras investigaciones sí apuntaban hacia reputación de «aburrida» y «difícil».
Marzo 2012
procesos cerebrales separados para la construc- La neurociencia moderna partió, durante lar-
ción de frases y significado. Mas los nuevos ha- go tiempo, de la idea de que el cerebro humano Parte 3:
llazgos han hecho tambalear cada vez más tal seguía el principio de construcción modular en El camino de las palabras
hipótesis, hasta el punto de que en la actualidad el manejo del lenguaje. Tal supuesto se basaba Mayo 2012
renunciamos al modelo tradicional. en la observación de que la ruptura de signifi- Parte 4:
Como centroeuropeos, acostumbramos a cado provocaba una reacción cerebral distinta Lenguaje figurado e ironía
dividir el lenguaje en partes aisladas y bien a la que se producía ante las oraciones grama- Julio 2012
definidas. Distinguimos la gramática del signi- ticalmente mal construidas.
ficado, del vocabulario y de la pronunciación. En 1980, los neurocientíficos Marta Kutas y Parte 5:
El principio de construcción modular nace de Steven Hillyard, de la Universidad de California Lenguas extranjeras
la gramática tradicional grecorromana, la cual en San Diego, describieron que oraciones ines- Septiembre 2012
hace ya 2000 años diferenciaba entre la ense- peradas como «Él untaba el pan recién hecho Parte 6:
ñanza de la construcción de frases (sintaxis) con calcetines» (He spread the warm bread with ¿Robots parlantes?
y la enseñanza del significado lingüístico (se- socks) producían una señal concreta, la N400, en Noviembre 2012
mántica). Tal diferenciación se corresponde con la actividad cerebral de los probandos. En cam-
–5
en microvoltios
«calcetines»
Tensión
3
«mantequilla»
0 200 600 1000
CORTESÍA DE LOS AUTORES
Tiempo en milisegundos
0 400 800
Tiempo en milisegundos P600
13. Pensamiento
Lectura:
Objetivos:
Servicio de Neurología. Introducción. Las capacidades sociales humanas son evolutivamente tardías y únicas. Permiten una especialización que
Hospital Universitario de Basurto.
Departamento de Neurociencias.
mejora la disponibilidad de recursos y facilita la reproducción. Nuestra complejidad social descansa en circuitos y mecanis-
Universidad del País Vasco/Euskal mos específicos, que analizamos.
Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU).
Bilbao, Vizcaya, España. Desarrollo. A esos efectos, resultan operativos: el conocimiento del otro mediante la empatía, mecanismos específicos
que nos dotan de capacidad para detectar defraudadores, factores genéticos y bioquímicos, y el sistema nervioso autóno-
Correspondencia:
Dr. Luis Carlos Álvaro González.
mo. La empatía es el mecanismo básico de la sociabilidad. Reconoce niveles de complejidad (emocional, cognitiva, de
Servicio de Neurología. atribución), con diferenciación anatómica específica. Lo social va ligado a lo emocional, y esto a lo homeostático. Así, do-
Hospital Universitario de Basurto.
lor físico y social comparten matriz anatómica y terapias. Somos seres sociales de naturaleza biológica egoísta, que ajus-
Avda. Montevideo, 18. E-48013
Bilbao (Vizcaya). tamos gracias a una capacidad especial para detectar defraudadores, dominante sobre las de planificación o abstracción.
La oxitocina es el mediador neuroquímico prosocial esencial. La serotonina y la enzima MAO se consideran con capacidad
E-mail:
luiscarlosalvaro@yahoo.es antisocial, dependiente de la interacción con ambientes adversos. Finalmente, el sistema vagal más reciente filogenética-
mente y mielinizado, el del núcleo dorsal del vago, es requisito para la interacción social acogedora y lúdica.
Aceptado tras revisión externa:
14.10.15. Conclusiones. La neurobiología de lo social permite reconocer trastornos de esta conducta en lesiones estructurales (vas-
culares, de la sustancia blanca, demencias...), alteraciones del neurodesarrollo (autismo), enfermedades psiquiátricas
Cómo citar este artículo:
Álvaro-González LC. El cerebro (esquizofrenia) o trastornos de la personalidad. Existen posibilidades de intervención terapéutica (estimulación magnéti-
social: bases neurobiológicas de ca transcraneal, fármacos) prometedoras. La adición de factores culturales y ambientales a los neurobiológicos introduce
interés clínico. Rev Neurol 2015;
61: 458-70. complejidad ecológica, sin restar validez a lo expuesto.
las cosas, no se explica que formáramos grupos tan se precisa que las actuaciones individuales sean con-
extensos como los que surgieron en los humanos a sistentes, con memoria en el tiempo y con una defi-
partir del Neolítico, si no antes. Otros mamíferos nición y aceptación lo más precisa y universal posi-
cazadores, como los felinos, caninos o chimpancés, ble de aquello que sea adecuado y de lo erróneo.
no alcanzan a formar grupos tan numerosos. La ex- Así, llegamos al terreno de los códigos morales. És-
plicación habría que buscarla en la existencia de tos se desarrollarían gracias a la existencia de unos
competencia entre grupos humanos, que se habrían circuitos morales, que surgen como una búsqueda
convertido en la única especie con capacidad para de lo bueno o placentero frente a lo malo o doloro-
ponerse en riesgo a sí misma como consecuencia so, por tanto, en conexión directa con las emocio-
de esa lucha por recursos entre los diferentes gru- nes, con las que el cerebro social comparte también
pos. Ello conduce a un aumento progresivo del nú- funciones y sustrato biológico [5]. Así pues, otra
mero de individuos y de la cohesión dentro del gru- idea clave es que lo moral –que en su esencia es
po, como una forma de defensa contra grupos hu- emocional– y lo social van ligados.
manos vecinos, que usan las mismas estrategias si Si los códigos morales aparecen y se mantienen
no quieren perecer por la asimilación del vecino, es gracias a que existen mecanismos de reciproci-
que además es más distante genéticamente. Parece dad no sólo directa, sino indirecta. La convergencia
indudable que por razones evolutivas somos seres de intereses hace que sujetos diferentes colaboren,
de naturaleza tribal. entendiendo que el beneficio es siempre mayor que
Lo que convierte la socialización humana en di- el esfuerzo aportado. A cambio de lo aportado al
ferente, con todos esos rasgos, es la aparición de la grupo, se espera no sólo una compensación directa
consciencia, incluyendo no sólo la atención o arou- de A (donante) por B (receptor), sino compensacio-
sal, sino el conjunto de las funciones cognitivas. No nes tardías, diferidas, llamadas por Alexander de
se requeriría en los vegetales clónicos o, solo en reciprocidad indirecta [5,6]. Estos sistemas de com-
grado mínimo, en los insectos sociales. En cambio, pensación son los más complejos, propios de nues-
la consciencia resulta esencial a los efectos de so- tras sociedades. Una lectura biológica permite ver
ciabilidad más avanzada, por permitir la conscien- que conducen a implementar mecanismos igualita-
cia de sí mismo y con ello la de los otros, como se- rios a efectos de equilibrar las posibilidades de trans-
res afines, pero a la vez diferentes. Ello supone ca- misión de genes por la reproducción.
pacidad para entender, por un lado, la convergencia Puesto que la búsqueda de los intereses naturales
de intereses –que aportará ventajas individuales a y egoístas de transmisión genética conduce a la
efectos de la persistencia de los genes con la repro- competición entre individuos afines del mismo gru-
ducción–, pero también la competencia por unos po, en su modo natural triunfarían los sujetos con
recursos y un poder que potencien aquélla. más habilidades y poder, ya físico, ya mental o so-
La colaboración y la competencia dentro del cial. Lo jerárquico natural, otro rasgo de nuestra es-
propio grupo se facilitan enormemente gracias a la pecie, se ve limitado gracias a los códigos de con-
capacidad de predicción y de planificación. Somos ducta y normas sociales. Así, por ejemplo, la mono-
capaces de entender al otro, sus deseos, emociones gamia reduce las posibilidades reproductivas de in-
y pensamientos, lo que nos permite prever y dar dividuos aislados, mientras que medidas como im-
respuestas adecuadas a nuestros intereses. Esta ca- puestos progresivos o protección social facilitan la
pacidad de predicción y respuesta se organiza en el reproducción de los miembros con menos recursos.
tiempo, de ahí que éste se convierta en un concepto En suma, la socialización favorecería los intere-
fundamental en nuestra vida en sociedad. ses individuales, que en su esencia biológica son ge-
Requeriremos mecanismos para reconocer las néticos, reproductivos. Una consecuencia de la na-
emociones y pensamientos del otro, lo que supone turaleza de esta sociabilidad es que las normas mo-
empatía, pero también, por ser seres de esencia bio- rales serán contractuales, no utilitaristas, como quie-
lógica egoísta, buscadora de la transmisión de los ren las tendencias filosóficas más comunes [6]. Esto
genes propios, recursos mentales que nos permitan significa que sólo la amenaza ante el uso interesado
detectar las frecuentes conductas interesadas y e indebido de recursos sociales, o ante la omisión
tramposas de los sujetos fraudulentos. Estas dos ca- de la norma, hace que funcionen las sociedades com-
pacidades tienen circuitos neuronales diferenciados plejas. Que éstas lo hagan bajo supuestos de con-
que expondremos de modo sucesivo. ducta general altruista sólo será un hecho si existen,
La planificación, la capacidad de respuesta y la ya intereses genéticos directos y compartidos (la fa-
defensa de los intereses propios y del grupo llevan a milia, la tribu con lazos biológicos endogámicos),
la socialización. Desde el punto de vista del grupo, ya amenazas directas desde el exterior, que pongan
en riesgo la existencia del mismo grupo. Esta última estudios posteriores demostraran que los sujetos
situación sólo ocurre por el ataque o invasión de con mayor activación de esta área 44 fueran los que
otros grupos humanos, por lo que el riesgo o la ame- tenían puntuaciones más altas en las escalas de em-
naza deben ser neutralizados por el grupo entero. patía más usadas: el índice de reactividad interper-
La competencia, e incluso las guerras entre grandes sonal, tanto en la subescala de preocupación emo-
grupos humanos, puede entenderse desde esta pers- cional como en la de toma de perspectiva [11-13].
pectiva de competencia entre grupos que, a su vez, Las respuestas empáticas humanas incluyen
favorece el crecimiento y la cohesión intragrupal. también un componente cognitivo, que se corres-
Llegados a este punto, nos corresponde explicar pondería con el ‘entiendo lo que sientes’, en lugar de
las raíces neurobiológicas de la socialización, es de- con el ‘siento lo que sientes’ de la parte emocional
cir, el sustrato anatómico y funcional que nos con- de la empatía que acabamos de exponer. Entender
vierte en los seres sociales que somos, de base bio- las emociones de otra persona supone poner en
lógica egoísta, y de complejidad social y cultural al- marcha funciones cognitivas como la flexibilidad
truista, combinación que permite aproximar los in- mental y la teoría de la mente o mentalización
tereses entre sujetos de capacidades y recursos he- (mentalizing) [14]. A estos efectos, el área que se
terogéneos. activa preferentemente es la corteza frontal ventro-
medial (vmPFC; áreas 10 y 11 de Brodmann), como
se demuestra en los sujetos implicados en las tareas
Neurociencia del cerebro social mentales de comprensión emocional de terceros
(metacognición), e indirectamente por el fallo de
Empatía: tipos y funcionamiento las funciones de la teoría de la mente en los sujetos
con daños en el área ventromedial. En ellos, la ca-
La empatía sería aquella capacidad que nos permite pacidad de juicios morales elevados, que supongan
conocer las emociones y el pensamiento de nues- un componente utilitarista o del mayor beneficio a
tros congéneres vecinos, de modo que así podamos terceros, se ve claramente mermada [13,14]. Ejem-
organizar una respuesta, que será adecuada a nues- plos clínicos clásicos son la demencia frontotempo-
tros intereses de grupo e individuales [7,8]. El pri- ral y la esquizofrenia.
mer aspecto –conocer– hace referencia a la empa- El desarrollo filogénico y el ontogénico revelan
tía emocional propiamente dicha (capacidad para también las diferencias en esas formas de empatía:
reconocer e imitar las emociones de otros), mien- la emocional aparece en las aves y los roedores, en
tras que el segundo –responder– constituiría la em- tanto que la cognitiva no aparece hasta los simios y
patía cognitiva, que nos permite tener un perspec- los humanos [15]. De igual modo, en los niños re-
tiva o punto de vista, con lo que vamos un paso más cién nacidos existe ya contagio emocional, hasta el
allá del puro conocer de la empatía primera o emo- punto de que en la primera infancia el niño no dife-
cional. Se cree que estos dos sistemas funcionan de rencia las emociones propias de las ajenas, mientras
manera independiente [9]. que las funciones de la teoría de la mente precisan
La raíz o esencia de la empatía es emocional, al una infancia muy avanzada o la adolescencia para
permitirnos reconocer las emociones de quienes su desarrollo [16]. Estos hechos tienen una trasla-
nos rodean. Este sistema es específico de especie, lo ción histológica: la corteza de la empatía emocional
que significa que su activación no ocurre igual ante, carece de la capa 5 granular y tiene conexiones más
por ejemplo, los ladridos de un perro que ante la simples (corteza disgranular y unimodal), mientras
visión de un compañero con dolor. A estos efectos que las zonas ventromediales de la empatía cogniti-
de empatía emocional, sabemos que el área cerebral va tienen desarrolladas las seis capas neuronales y
más importante es el giro frontal inferior o área 44 son de conexiones más ricas o heteromodales. La
de Brodmann. Esta área se activa de modo intenso tabla I resume estas características.
ante el contagio y el reconocimiento emocionales. Conjuntamente con las áreas frontales citadas,
Se corresponde con el área F5 de los monos, en la otras zonas cerebrales son también capitales en la
que Rizolatti describió el sistema de neuronas espe- puesta en marcha de la empatía [17]. Así, por ejem-
jo. Éstas permiten reconocer e imitar actos motores, plo, entender los sentimientos de otros a través de
por lo que resultan básicas en el aprendizaje. Ade- la prosodia o tono de voz y de la expresión facial y
más, el sistema de neuronas espejo se activa en el gestos implica la activación del surco temporal su-
reconocimiento y la evaluación emocionales no sólo perior, el polo temporal, el giro fusiforme, la ínsula
pasivos (visión), sino también en los activos de imi- anterior y la amígdala, estructuras encargadas res-
tación emocional [10]. Por ello, no sorprende que pectivamente de la comprensión de la información
miento, en un intento de restituir el estatus social estadístico de los trastornos mentales (DSM). Se ca-
perdido. Se activaban el área motora suplementaria y racteriza por angustia desproporcionada ante situa-
la ínsula anterior de forma bilateral [34]. Área moto- ciones reales o imaginadas de separación de un ser
ra suplementaria/corteza cingular anterior e ínsula querido. Es común en trastornos diversos, como los
anterior forman la red ‘cinguloinsular’, relacionada de ansiedad generalizada, diversas fobias, trastor-
con estados emocionales negativos, como rabia y as- nos de pánico y estrés postraumático. Comparte
co. El área motora suplementaria se enciende cuan- con ellos hiperreactividad ante señales visuales so-
do la respuesta carece de beneficio o riesgo, mientras ciales negativas, específicamente caras. Ante estos
que la ínsula anterior lo hace cuando existe beneficio estímulos de valencia emocional negativa, aumenta
económico directo. En contraste, en otros estudios la activación de la amígdala. Se ha demostrado un
de respuesta a una injusticia, se observó la activación aumento del tamaño de ésta y de su conectividad
de sistemas de recompensa (estriado central y corteza con áreas visuales y somatosensoriales [38]. Esta
frontoorbitaria) [35], dato predictor de reiteración. conectividad exagerada sería marcadora de hiper-
Si algunos sujetos respondían de modo violento, respuesta y de predisposición mantenida. En cam-
en cambio, otros lo hacían con comprensión y per- bio, estudios similares han observado reducción del
dón. En los que optaban por esa opción, más re- tamaño de la amígdala [39]. El mayor tamaño se ha
flexiva y evaluadora, la activación preferente era la correlacionado con la dimensión de la red social del
unión temporoparietal bilateral, como área respon- sujeto [40] y sólo indirectamente con ansiedad por
sable de la toma de perspectiva (mentalizing), junto separación.
con la vmPFC, así como la corteza prefrontal lateral En la alexitimia, los sujetos son incapaces de re-
(dorsal y ventral) y la corteza cingulada anterior conocer y describir las emociones de terceros. Esta
dorsal (dACC), éstas con la función reconocida de situación lleva a rechazo social, que, a su vez, no es
control y planificación de conflictos cognitivos. Es- percibido por los sujetos con la carga emocional
tas zonas ‘del perdón’, más extensas, al incluir las de debida, de modo que así empeorarían el propio os-
mentalizing y las de control de conflictos, se de- tracismo y la marginación social. Carentes de capa-
muestran más activas en los sujetos con más capa- cidad empática, las posibilidades de interacción so-
cidad reflexiva y suponen una mayor activación, cial se reducen notablemente. En los pacientes alexi-
muy probablemente por la necesidad de frenar las tímicos no existiría la respuesta de alarma normal
áreas impulsivas de respuesta inmediata de repre- ante emociones negativas, como el aislamiento so-
salia [34]. Existen evidencias experimentales direc- cial. En la implementación de esta respuesta ya he-
tas que apoyan la función de la corteza prefrontal mos mencionado que una estructura esencial es la
lateral en el control de las conductas reactivas de dACC, que activaría las estructuras mediales fron-
represalia ante el aislamiento social. Esta zona, que tales y las comunicaría con las posteriores tempo-
funcionaría como un sistema de control o freno so- rales y las de la unión temporoparietal. Pues bien,
bre las respuestas emocionales y motoras directas en estos pacientes se ha demostrado un aplana-
que arrancan de la activación inicial de dACC, pue- miento de la respuesta de la dACC ante modelos de
de activarse mediante estimulación magnética trans- exclusión social [41]. Carecer del sistema de alarma
craneal en forma anódica. Pues bien, el estímulo de que responde ante amenazas y facilita la cohesión
la corteza prefrontal ventrolateral del hemisferio del grupo terminaría por excluirlos. De hecho, su
derecho conducía a una reducción significativa de hiporreactividad se constituye en un buen predic-
la agresión en un modelo de juego con inclusión/ tor del aislamiento de estos pacientes en la semana
rechazo social [36]. La estimulación de esta misma siguiente al estudio. La corteza cingular anterior se ha
zona demostró también que reducía el dolor de ex- propuesto como biomarcador de funcionamiento so-
clusión social, es decir, el que se experimenta en si- cial [42], lo que resulta muy atrayente, dado el ma-
tuaciones vividas como de marginación o injusticia yor riesgo de carencias y enfermedades tanto físicas
social [37]. Como el aislamiento social puede con- como mentales en los pacientes con alexitimia.
ducir a violencia (doméstica, escolar, laboral), se La relación entre riesgo de enfermar, longevidad
comprende el valor clínico de esos estudios. o bienestar físico y mental con estilos de vida se co-
noce desde hace tiempo. El factor más estudiado es
Empatía: respuestas inadecuadas el tipo de respuesta emocional, que, cuando es exa-
y detección de defraudadores gerada, se correlaciona con pobre pronóstico en to-
das esas variables de salud, tanto en los estudios di-
La angustia de separación es una entidad reconoci- rectos como en los indirectos a través de encuestas
da en sucesivas ediciones del Manual diagnóstico y a sujetos [43,44]. A estos efectos, el narcisismo ofre-
ce un buen ejemplo: se sabe que se correlaciona con experimentos del grupo de Adolphs, la amígdala,
riesgo alto de limitaciones a la salud y que, a su vez, que era la estructura propuesta para organizar la
las respuestas emocionales de estos sujetos son in- prioridad de respuesta, se ha demostrado que –sor-
tensas [45]. Se trata de personas que, ante el aisla- prendentemente– no lo es [50]. Comparando con-
miento social, muestran un encendido intenso de troles con pacientes afectos del síndrome de Ur-
áreas de matriz dolorosa ya mencionadas: la ínsula bach-Wiethe –en los que existe una destrucción y
anterior y la dACC. Se cree que la frialdad y el des- calcificación bilateral de la amígdala basolateral,
apego en las relaciones que muestran es un meca- con preservación del hipocampo y otras estructu-
nismo de evitación del riesgo de respuestas exage- ras neocorticales–, observaron que las respuestas
radas al dolor por aislamiento social al que estarían preferentes a caras humanas y a animales, con res-
predispuestos. La ínsula anterior y la dACC facili- pecto a objetos y a elementos ambiguos, se mante-
tan la descarga simpática y tienen conexiones que nían en los pacientes igual que en los sujetos. Se
activan el eje hipotálamo-hipófiso-adrenal de las han propuesto otras estructuras ejecutoras, como
respuestas de estrés, lo que puede explicar el mayor el núcleo pulvinar o diferentes áreas corticales.
riesgo de enfermar de estos pacientes. De igual modo, ante situaciones de amenaza y
Si el dolor social y el dolor físico comparten es- lucha por unos recursos limitados, en las que se den
tructuras anatómicas, resulta lógico utilizar estra- respuestas arcaicas impulsivas y agresivas, la amíg-
tegias terapéuticas comunes: hay ensayos en los que dala tampoco resulta central. En estos casos, social-
se ha tratado el dolor social con paracetamol du- mente reprobables por razones más culturales que
rante períodos de tres semanas. Se demostró una re- biológicas, si se establece un freno eficaz, es gracias
ducción de los sentimientos de herida por aisla- a la inhibición de la ínsula anterior derecha. Si, en
miento y de la activación de la matriz dolorosa de la cambio, éste es ineficaz, la respuesta impulsiva será
ínsula anterior y la dACC en la resonancia magnéti- mediada por amplias zonas subcorticales y cortica-
ca funcional [46]. Asimismo, se ha propuesto tratar les: ínsula anterior bilateral, tálamo, pálido, puta-
este dolor con técnicas eficaces contra el dolor físi- men y áreas bilaterales de la circunvolución frontal
co, como la relajación [45,47]. Desconocemos si tam- superior y media [51]. De este modo, la ínsula sería
bién se lograría una reducción de las conductas adic- un elemento regulador no sólo de situaciones de
tivas y compulsivas tan frecuentes en los narcisistas. conflicto psicológico o fisiológico, sino también de
En relación con la madurez emocional, el tama- las de interacción social y cognitiva.
ño de la amígdala se relaciona inversamente con Como seres sociales que somos, mostramos em-
las repuestas de neuroticismo (ansiedad, miedo) y patía y otras conductas que nos han permitido
las propias de personalidad de tipo A (hostilidad, mantener la cohesión de grupo, la sociabilidad y el
rabia). Un tamaño mayor supone menor activación progreso cultural del que goza nuestra especie. De
del eje hipotálamo-hipófiso-adrenal y una reduc- este modo, se ha facilitado la reproducción de la es-
ción de enfermedades vasculares e inmunológicas. pecie y su mantenimiento. Estas conductas – no ex-
Se entiende así que la amígala se haya propuesto clusivas de humanos– hacen referencia, por ejem-
como el primer centro de las conexiones mente- plo, a la capacidad para percatarse de quién es el
cuerpo y diana de las estrategias de educación emo- miembro dominante del grupo y conseguir su favor,
cional [48]. En este sentido, esta estructura esta- o para detectar a los defraudadores. De esta última
blece la saliencia o relieve emocional asociados a depende la distribución equitativa de los recursos,
un objeto o situación, que van a comportarse como por lo que resulta básica para la supervivencia. Pues
referencia social: mostrar un objeto con una sonri- bien, en experimentos con voluntarios normales se
sa o con miedo puede hacerlo atractivo o repelente demuestra que estamos dotados para percibir el
a un niño. La propia amígdala organizaría la res- fraude social mucho más que para el razonamiento
puesta emocional una vez establecida la valencia lógico [52]. Así puede apreciarse en las dos pruebas
del objeto [49]. mostradas en la figura. Nuestro poder de detección
Para orquestar una respuesta ante estímulos ex- de defraudadores resultaba básico para la supervi-
ternos, en un ambiente en el que son múltiples y vencia de la especie, por lo que, en términos evolu-
polivalentes, resulta esencial establecer prioridades tivos, surgió como consecuencia de la selección na-
de atención y respuesta. En este sentido, las mayo- tural, al favorecer la supervivencia del grupo. Esto
res amenazas pueden venir de la propia especie, de explica su presencia universal, poco influida por
otros animales, de objetos inanimados y de los am- factores culturales [53]. Este problema de los de-
biguos, en ese orden. De aquí que las prioridades de fraudadores ha estado muy presente en la mente de
atención sean también ésas. Pues bien, en recientes economistas, desde Adam Smith. Dado que el re-
cuencia de eventos vitales estresantes, muchas veces sujetos de otros grupos, con los que se competiría
consecutivos o en número elevado, de manera que por recursos. La compasión sería un mecanismo
lo heredado sería una diátesis o tendencia que pre- prosocial que implica, además de a la empatía emo-
cisaría el factor estresante o desencadenante para cional –siento lo que sientes– y a la cognitiva –en-
expresarse. En relación con la HTT, merece la pena tiendo lo que sientes–, a un tercer componente: el
añadir que la serotonina se considera el mediador de motivación o preocupación empática para ayu-
de los afectos negativos. Recientemente se ha impli- dar a otros [66]. De manera no sorprendente, en la
cado en los trastornos de ansiedad social, en los que, compasión se activan las áreas de la empatía emo-
mediante tomografía por emisión de positrones, se cional, en espejo respecto a las emociones del otro
ha encontrado un aumento de su síntesis presinápti- en la circunvolución frontal inferior, la ínsula y el
ca en varias áreas cerebrales [60]. polo temporal, así como las de la empatía cognitiva,
En referencia a la conducta de grupo, las tenden- fundamentalmente en la vmPFC y la unión tempo-
cias violentas tienen también una heredabilidad al- roparietal. Pero, además, el componente de motiva-
ta, tal como se sabe por estudios en gemelos univi- ción activa zonas específicas: la sustancia gris pe-
telinos. Cuando éstos son adoptados y criados en riacueductal y la sustancia negra del tegmento me-
ambientes diferentes, la heredabilidad puede expre- sencefálico, gracias a las que podemos comprender
sarse o no expresarse en rasgos violentos depen- el componente de dolor ajeno y responder con cali-
diendo del ambiente en el que crezcan, de modo dez y ternura [67,68].
que, si lo hacen en un ambiente violento o con ma- La oxitocina es conocida como la hormona que
los tratos infantiles, ello hará muy probable que se media en las conductas prosociales y afiliativas, en-
exprese el rasgo psicopático, y a la inversa. Si nos tre ellas la compasión, que sería una forma de emo-
referimos a trastornos genéticos específicos y su re- ción social compleja. La oxitocina se produce en los
lación con la conducta, merece la pena citar dos: los núcleos supraóptico y paraventricular del hipotála-
varones con síndrome de aneuploidía XYY y casos mo. Se acumula y libera en la hipófisis posterior. Ac-
con una mutación puntual del gen MAO-A. Los pri- tuaría como neuropéptido y también como hormo-
meros serían varones altos, con niveles elevados de na. Tiene áreas diana en la amígdala, el hipocampo,
testosterona, bajo coeficiente intelectual y tenden- el tegmento mesencefálico y zonas periféricas que
cias agresivas. Los casos con la mutación MAO-A regulan la respuesta autonómica, como el corazón,
(cambio de citosina por tiamina en la posición 936) el útero o la médula espinal. La oxitocina se ha rela-
tendrían un aumento de serotonina cerebral y, en cionado con el apego maternofilial, desde el mismo
consecuencia, tendencias agresivas, confirmadas en momento del nacimiento, en el que se libera en can-
modelos animales [61]. Estos pacientes están sobre- tidades masivas al líquido cefalorraquídeo y al to-
rrepresentados en instituciones carcelarias [62]. To- rrente sanguíneo [69]. Del mismo modo, facilitaría
dos estos datos han granjeado una enorme reputa- el apego paternofilial o de padres adoptivos, y se ha
ción al gen MAO-A, que se ha denominado gen ase- mostrado también como la hormona del amor ro-
sino, guerrero o de la ira, y se ha utilizado como ar- mántico, de la confianza [70] y del reconocimiento
gumento de defensa ante la justicia. De nuevo, estu- de caras [5]. Se trata de un péptico de nueve ami-
dios detallados confirmaron que sólo la interacción noácidos que se ha mantenido sin variación en la
del gen con factores externos como el maltrato in- escala zoológica a lo largo de más de dos millones
fantil podía llevar a rasgos psicopáticos [63]. Como de años de evolución. Su papel se extiende a reac-
ocurre con otras formas de comportamiento y per- ciones de estrés, de modo que, según el sexo, facili-
sonalidad, las influencias ambientales, las comparti- taría una u otra respuesta. En los varones sería más
das y, sobre todo, las no compartidas o específicas habitual la respuesta de lucha o ataque, en tanto que
de individuo –como puede ser el maltrato infantil– en las mujeres, las respuestas serían más compasi-
son decisivas a la hora de explicar la variabilidad ge- vas, como miembros que evolutivamente han facili-
nética [64]. Se ha demostrado que, en gemelos uni- tado la crianza y, con ella, los lazos sociales y las re-
vitelinos, las diferencias de comportamiento o in- laciones de amistad en el grupo. De ahí que las res-
cluso físicas, especialmente las que surgen a lo largo puestas femeninas tiendan a ser más proamistosas.
de la vida, pueden obedecer a mecanismos epigené- Las diferentes respuestas sociales dependientes
ticos, que actuarían por metilación del ADN [65]. del sexo han hecho prever respuestas diferentes a la
En el extremo opuesto de las conductas agresi- oxitocina en ambos sexos, que, no obstante, no han
vas se encuentra la compasión. Se trata de una con- confirmado estudios experimentales. El hallazgo más
ducta afiliativa que es común hacia individuos del consistente sería no una acción diferenciada depen-
propio grupo, en contraposición al ataque frente a diente del sexo, sino la capacidad de evocar compa-
que existe una limitación o alteración franca de la Sistema III Vagal no Evitación pasiva (inmovilización, Complejo dorsal:
sociabilidad y de las conductas afiliativas –autismo, (antiguo) mielinizada muerte simulada, síncope) núcleo dorsal del vago
estrés postraumático, esquizofrenia o trastorno por
ansiedad social [72,73]–, debe tenerse presente un
posible efecto diferencial según el objetivo o diana
de la conducta. sistema vagal mielinizado queda inactivo y en su lu-
gar toman protagonismo los sistemas inferiores,
Sistema autonómico y conducta social simpático o vagal de fibras finas amielínicas (Tabla
III). Las fibras mielínicas aparecen a partir del ter-
La función autonómica está ligada a la conducta. Es cer mes de vida fetal. Su número es igual al nacer
posible gracias a que aquélla depende de un sistema que en los adultos. Una alteración de su desarrollo
neural desarrollado filogenéticamente para permitir es uno de los factores que subyacen en patologías
las respuestas de conducta básicas en las que se basa por reactividad negativa exagerada (llanto incoerci-
la interacción social. A estos efectos, las primeras ble, mal apego) o por incapacidad para el contacto
experiencias conocidas se remontan a un siglo atrás, social más básico (autismo) en la primera infancia.
al conocerse que la respuesta cardíaca y respiratoria, Si la respuesta vagal –medida mediante porcentaje
definidas después como porcentaje de variabilidad de variabilidad cardíaca y arritmia respiratoria sin-
cardíaca y arritmia respiratoria sinusal, dependían usal– se normaliza, este dato puede considerarse de
de una respuesta vagal, sincronizada con aferencias buen pronóstico en esos trastornos [74]. El proceso
del mismo nervio. La variabilidad mostrada en esas central por el que se establece el tipo de contacto o
respuestas oscilaba en dependencia directa con fac- relación externa y, en consonancia con ella, la res-
tores externos, al ser interpretados éstos como ame- puesta vegetativa específica, se denomina neurocep-
nazantes o, por el contrario, como de aceptación, es ción. En él se implican estructuras corticales, como
decir, socialmente proactivos. La teoría que explica tendremos ocasión de explicar más adelante.
estos fenómenos se denomina polivagal, y ha sido Las dos porciones del nervio vago citadas tienen
auspiciada y defendida en diversos modelos experi- orígenes diferentes en el troncoencéfalo. La prime-
mentales por Porges desde 1995 [73-75]. ra, mielinizada y más reciente, arrancaría del nú-
Esta teoría supone tres niveles jerárquicos, de cleo ambiguo, mientras que la segunda lo haría del
concepción jacksoniana, de modo que la inhibición núcleo dorsal del vago, caudal y lateral respecto a
o disolución del primero o superior haría imple- aquél (Tabla III). La última, no mielinizada, estaría
mentarse por defecto a los dos inferiores. En el ni- presente en todos los vertebrados, mientras que la
vel superior, la activación del vago más reciente fi- primera sólo aparecería en las especies más recien-
logenéticamente, que es el más mielinizado, actua- tes y sociales. De aquí que el sistema dependiente
ría de freno sobre la función cardíaca y respiratoria, del vago mielinizado y núcleo ambiguo se conozca
al ser interpretada la situación externa como esti- también como ‘sistema de implicación social’ (so-
mulante. Si, por el contrario, la situación se vive cial engagement system). Por actividad del mismo
como amenazante, se experimentará o bien una lu- no sólo se frena la respuesta cardíaca, sino que se
cha/huida, mediadas por el sistema simpático, o ponen en marcha los sistemas de reparación y cre-
bien una congelación –con inmovilidad, simulación cimiento, se inhiben las repuestas de lucha/huida
de muerte o incluso síncope–, caso este en el que se mediadas por el sistema simpático y también las de
activa el sistema vagal más arcaico y menos mielini- estrés dependientes del sistema hipotálamo-hipófi-
zado. La activación del primer nivel es prosocial, so-adrenal, y, finalmente, se reduce la inflamación,
incitadora a la relaciones, incluso al juego, en un al modularse las respuestas inmunes mediadas por
contexto de acogida. En su ausencia, por una ame- citocinas. Son mecanismos facilitadores del desa-
naza real o simplemente interpretada como tal, el rrollo biológico y social plenos.
Esta función social del sistema polivagal, depen- ta (congelación) dependiente del sistema vagal ar-
diente de su parte mielinizada, requiere la activa- caico (no mielinizado). En situaciones de amenaza
ción simultánea de los grupos musculares necesa- se activa también la sustancia gris periacueductal,
rios para la interacción social. En concreto, los que que, al secretar opioides, explica el efecto analgési-
dirigen la mirada y el cuello, la expresividad propia co que existe en esos momentos.
de la musculatura facial, la contracción de la masti- El aislamiento y la disyunción social son genera-
catoria y fonatoria, la atención auditiva y la proso- dores de emociones negativas que alteran las fun-
dia o entonación emocional. De ahí que existan ciones autonómicas y la conducta. Este aspecto se
conexiones del sistema vagal del núcleo ambiguo ha demostrado en diferentes modelos animales ex-
con estos grupos musculares, cuyo desarrollo on- perimentales [75-77] y es extrapolable a situaciones
togénico depende, sobre todo, de los primitivos ar- humanas equivalentes. En estas situaciones se ve
cos branquiales, desarrollados especialmente en ma- afectada la neurocepción, es decir, el mecanismo
míferos. que permite la interacción social al distinguir los
Con la actividad prosocial se dirigen la mirada y ambientes amenazantes de los seguros. Es activada
la cabeza, ésta gracias al redireccionamiento cervi- por el sistema vegetativo y mediada por áreas corti-
cal; además, se contraen los músculos faciales para cales sensoriales, el sistema límbico, la amígdala y
expresar la emoción de relajación o aceptación y se la sustancia gris periacueductal. La disfunción de la
activan la musculatura masticatoria y bucolingual neurocepción se debe, sobre todo, a la incapacidad
fonatoria en el patrón adecuado para la prosodia. para frenar los sistemas defensivos: ocurre en pato-
Igualmente, se contrae el músculo estapedio, a la logías con carencias sociales (autismo o trastorno
vez que el resto de musculatura facial, para facilitar por ansiedad social) o en otras caracterizadas por
la audición de los sonidos agudos propios del len- miedo excesivo (fobias, trastornos obsesivo-com-
guaje humano, que se distinguirán más fácilmente pulsivos o estrés postraumático) [76,78,79]. Cursa-
en un fondo ambiental de sonidos graves. De aquí rán con respuestas maladaptativas fisiológicas exa-
que en las otitis no sólo se oiga peor, sino que la geradas (autonómicas, inmunológicas, de crecimien-
ausencia del reflejo estapedio dificulta la expresivi- to y reparación) que afectan al desarrollo social y a
dad emocional y la relación social [72]. Del mismo diversas áreas de salud del paciente.
modo, de lo expuesto puede inferirse y entenderse
que, en patologías de tipo autismo en las que no se Bibliografía
desarrollan relaciones sociales, existan frecuente- 1. Wilson EO. On human nature. Cambridge, MA: Harvard
mente alteraciones en la audición y la atención au- University Press; 1978.
ditiva, en la articulación del lenguaje, en la com- 2. Dawkins R. The selfish gene. Oxford: Oxford University Press;
2006.
prensión de la prosodia, en la expresividad facial y 3. Segerstrale U. Defenders of the truth. The sociobiology debate.
emocional, o en la misma masticación. Oxford: Oxford Paperbacks Editors; 2001.
La expresión facial es importante en la transmi- 4. Alexander RD. Darwinism and human affairs. London: Pitman
Editors; 1979.
sión de emociones y en el desarrollo social: trabajos 5. Alexander RD. The biology of moral systems. Foundations
recientes han demostrado que impactos emociona- of human behavior. Piscataway, NJ: Aldine Transaction,
les graves, especialmente en la adolescencia, dan Transaction Publishing Rutgers-The State University; 2009.
6. Álvaro LC. Neuroética (I): circuitos morales en el cerebro
lugar a una alteración en la capacidad expresiva y normal. Rev Neurol 2014; 58: 225-33.
comprensiva emocional del sujeto [76]. 7. Shamay-Tsoory SG. The neural bases for empathy.
Neuroscientist 2011; 17: 18-24.
Como se ha mencionado, el sistema vagal de in- 8. Sommer M, Rothmayr C, Dohnel K, Meinhardt J, Schwernerdt J,
teracción social depende en su activación o inhibi- Sodian B, et al. How should I decide: the neural correlates of
ción de estímulos externos, que inciden directa- every day moral reasoning. Neuropsychologia 2010; 48: 2018-26.
9. Shamay-Tsoori SG, Aharon-Peretz J, Perry D. Two systems
mente sobre áreas corticales receptivas. Así, se con- for empathy: a double dissociation between emotional and
sidera que son especialmente importantes el giro cognitive empathy in inferior frontal gyrus versus ventromedial
fusiforme –que reconocería caras y formas– y el prefrontal lesions. Brain 2009; 132: 617-27.
10. Rizzolatti G. The mirror neuron system and its function
surco temporal superior, que reconoce sonidos, por in humans. Anat Embryol 2005; 210: 419-21.
tanto, áreas del lóbulo temporal. Si los estímulos se 11. Swart M, Keysers C. Empathy for positive and negative emotions
interpretan como acogedores, se activa directamen- in the gustatory cortex. Neuroimage 2007; 34: 1744-53.
12. Dapretto M, Davies MS, Pfeifer JH, Scott AA, Sigman M,
te el núcleo ambiguo, gracias a las conexiones corti- Bookheimer SY, et al. Understanding emotions in others:
cales con él. Si, por el contrario, la vivencia es de mirror neuron dysfunction in children with autism spectrum
amenaza, se activarán la amígdala y, a través de és- disorders. Nat Neurosci 2006; 9: 28-30.
13. Kaplan JT, Iacoboni M. Getting a grip on other minds:
ta, los sistemas de huida/lucha del simpático, o bien mirror neurons, intention understanding, and cognitive
el sistema de inactivación de movimiento y conduc- empathy. Soc Neurosci 2006; 1: 175-83.
14. Gallagher HL, Frith CD. Functional imaging of ‘theory 37. Strobel A, Zimmermann J, Schmitz A, Reuter M, Lis S,
of mind’. Trends Cogn Sci 2003; 7: 77-83. Windmann S, et al. Beyond revenge: neural and genetic bases
15. Mitchell JP, Macrae CN, Banaji MR. Dissociable medial of altruistic punishment. Neuroimage 2011; 54: 671-80.
prefrontal contributions to judgments of similar and 38. Riva P, Romero-Lauro LJ, De Wall MC, Chester DS, Bushman BJ.
dissimilar others. Neuron 2006; 50: 655-63. Reducing aggressive responses to social exclusion using
16. Fellows LK, Farah MJ. The role of ventromedial prefrontal transcranial direct current stimulation. Soc Cogn Affect
cortex in decision making: judgment under uncertainty or Neurosci 2015; 10: 352-6.
judgment per se? Cereb Cortex 2007; 17: 2669-74. 39. Riva P, Romero-Lauro LJ, De Wall F, Bushman BJ. Buffer the pain
17. De Waal FB. Putting the altruism back into altruism: away stimulating the right ventrolateral prefrontal cortex reduces
the evolution of empathy. Annu Rev Psychol 2007; 59: 1-22. pain following social exclusion. Psychol Sci 2012; 23: 1473-5.
18. Sebastian CL, Fontaine NM, Bird G, Blakemore SJ, Brito SA, 40. Redlich R, Grotegerd D, Opel N, Kaufmann C, Zwitserlood P,
McCrory EJ, et al. Neural processing associated with cognitive Kugel H, et al. Are you gonna leave me? Separation anxiety
and affective theory of mind in adolescents and adults. Soc is associated with increased amygdala responsiveness and
Cogn Affect Neurosci 2012; 7: 53-63. volume. Soc Cogn Affect Neurosci 2015; 10: 278-84.
19. Schnell K, Bluschke S, Konradt B, Walter H. Functional 41. Milham MP, Nugent AC, Drevets WC, Dickstein DP,
relations empathy and mentalizing: an fMRI study on the neural Leibenluft E, Ernst M, et al. Selective reduction in amygdala
basis of cognitive empathy. Neuroimage 2011; 54: 1743-54. volume in pediatric anxiety disorders: a voxel-based morphometry
20. Leigh R, Oishi K, Hsu J, Lindquist M, Gottesman RS, Jarso J, investigation. Biol Psychiatry 2005; 57: 961-6.
et al. Acute lesions that impair affective empathy. Brain 2013; 42. Bickart KC, Wright C, Dautoff R, Dickerson BC, Barrett LF.
136: 2539-49. Amygdala volume and social network size in humans. Nat
21. Couto B, Sedeno L, Sposato LA, Sigman M, Riccio PM, Salles A, Neurosci 2011; 14: 163-4.
et al. Insular networks for emotional processing and social 43. Chester D, Pond RS, De Wall CM. Alexithymia is associated
cognition: comparison of two case reports with either cortical with blunted anterior cingulate response to social rejection:
or subcortical involvement. Cortex 2013; 49: 1420-34. implications for daily rejection. Soc Cogn Affect Neurosci
22. Roldan GE, Cerquetti D, Tenca E, Leiguarda R. The impact 2015; 10: 517-22.
of bilateral cerebellar damage on theory of mind, empathy 44. Eisenberg NI. Meta-analytic evidence for the role of the
and decision making. Neurocase 2011; 17: 270-5. anterior cingulate cortex in social pain. Soc Cogn Affect
23. Lee SE, Seeley WW, Poorzand P, Rademakers R, Karydas A, Neurosci 2015; 10: 1-2.
Stanley CM, et al. Clinical characterization of bvFTD due to 45. Van Heck GL, Den Oudsten BL. Emotional intelligence:
FUS neuropathology. Neurocase 2012; 18: 305-17. relationships to stress, health, and well-being. In Vingerhoets A,
24. Oishi K, Faria AV, Hsu J, Tippet B, Mori S, Hillis AE. Critical Nyklicek I, Denollet J, eds. Emotion regulation: conceptual
role of the right uncinate fasciculus in emotional empathy. and clinical issues. New York: Springer, 2008. p. 97-121.
Ann Neurol 2015; 67: 78-64. 46. Salovey P, Rothman AJ, Detweiler JB, Steward WT. Emotional
25. De Waal FBM. Morality, the social instincts and our fellow states and physical health. Am Psychol 2000; 55: 110-21.
primates. In Changeux JP, Damasio AR, Singer R, Christen Y, 47. Cascio CN, Konrath SH, Falk EB. Narcissists’ social pain seen
eds. Neurobiology of human values. Berlin: Springer Verlag; only in the brain. Soc Cogn Affect Neurosci 2015; 10: 235-41.
2005. p. 17-37. 48. Dewall CN, Macdonald G, Webster GD. Acetaminophen
26. Kim EJ, Sidhu M, Gaus SE, Huang EJ. Selective frontoinsular reduces social pain: behavioral and neural evidence. Psychol
von Economo neuron and fork cell loss in early behavioral Sci 2010: 21: 931-7.
variant frontotemporal dementia. Cereb Cortex 2012; 22: 251-9. 49. Van Damme S, Crombez G, Eccleston C. Coping with pain:
27. Matsuo K, Mizuno T, Yamada K, Akazawa K, Taisai T, Kondo M, a motivational perspective. Pain 2008; 139: 1-2.
et al. Cerebral white matter damage in frontotemporal dementia 50. Song Y, Lu H, Siyuan H, Xu M, Xueting LX, Liu H. Regulating
assessed by diffusion tensor tractography. Neuroradiology emotion to improve physical health through the amygdala.
2008; 50: 605-61. Soc Cogn Affect Neurosci 2015; 10: 523-30.
28. Vincent A, Buckley C, Schott JM, Baker I, Dewar DK, Detert N, 51. Meffert H, Brislin S, White SF, Blair JR. Prediction errors to
et al. Potassium channel antibody-associated encephalopathy: emotional expressions: the roles of the amygdala in social
a potentially immunotherapy-responsive form of limbic referencing. Soc Cogn Affect Neurosci 2015; 10: 534-47.
encephalitis. Brain 2004; 127: 701-12. 52. Wang H, Tsuchiya T, New J, Hurlemann R, Adolphs R.
29. Lanska DJ, Lanska MJ. Kluver-Bucy syndrome in juvenile Preferential attention to animals and people is independent
neuronal ceroid lipofuscinosis. J Child Neurol 1994; 9: 67-9. of the amygdala. Soc Cogn Affect Neurosci 2015; 10: 371-80.
30. Haidt J. The emotional dog and its rational tail: a social 53. Dambacher F, Sack AT, Lobbestael J, Arntz A, Brugman S,
intuitionist approach to moral judgment. Psychol Rev 2001; Schuhmann T. Out of control: evidence for anterior insula
108: 814-34. involvement in motor impulsivity and reactive aggression.
31. Feldmanhall O, Mobbs D, Dalgleish T. Deconstructing the Soc Cogn Affect Neurosci 2015; 10: 508-16.
brain’s moral network: dissociable functionality between 54. Philosophy Experiments. URL: http:// http://www.
the temporoparietal junction and ventro-medial prefrontal philosophyexperiments.com/wason/Default.aspx. [12.05.2015].
cortex . Soc Cogn Affect Neurosci 2014; 9: 297-306. 55. Massini M, ed. Philosophy and the sciences for everyone.
32. Young L, Camprodon JA, Hauser M, Pascual-Leone A, Saxe R. New York: Routledge; 2015.
Disruption of the right temporoparietal junction with transcranial 56. Krajbich I, Camerer C, Ledyard J, Rangel A. Using neural
magnetic stimulation reduces the role of beliefs in moral measures of economic value to solve the public goods
judgments. Proc Natl Acad Sci U S A 2010; 107: 6753-8. free-rider problem. Science 2009; 326: 596-9.
33. Castelli F, Frith C, Happe F, Frith U. Autism, Asperger syndrome 57. Cosmides L, Tooby J. Evolutionary psychology: a primer.
and brain mechanisms for the attribution of mental states to URL: http://www.cep.ucsb.edu/primer.html. [13.05.2015].
animated shapes. Brain 2002; 125: 1839-49. 58. Pinker S. How the mind works. London: Penguin; 1999.
34. Álvaro LC. El neurólogo frente al dolor en la demencia. 59. Cadoret RJ, Yates WR, Troughton E, Woolworth G, Stewart MA.
Neurologia 2012; 27: 290-300. Genetic-environmental interaction in the genesis of aggressively
35. November G, Zanon M, Silani G. Empathy for social exclusion and conduct disorders. Arch Gen Psychiatry 1995; 52: 916-24.
involves the sensory- discriminative component of pain: a 60. Caspi A, Sudden K, Moffitt TE, Taylor A, Craig IW, Harrington
within subject fMRI study. Soc Cogn Affect Neurosci 2015; HL, et al. Influence of life stress on depression: moderation by
10: 153-64. a polymorphism in the 5-HTT gene. Science 2003; 301: 386-9.
36. Will JG, Crone EA, Güroglu B. Acting on social exclusion: 61. Bouchard TJ. Genetic influence on human intelligence
neural correlates of punishment and forgiveness of excluders. (Spearman’s g): how much? Ann Hum Biol 2009; 36: 527-44.
Soc Cogn Affect Neurosci 2015; 10: 209-18. 62. Frick A, Åhs F, Engman J, Jonasson M, Alaie I, Björkstrand J,
et al. Serotonin synthesis and reuptake in social anxiety disorder. Metzler S, et al. Oxytocin enhances amygdala-dependent,
A positron emission tomography study. JAMA Psychiatry socially reinforced learning and emotional empathy in humans.
2015; 72: 794-802. J Neurosci 2010; 30: 4999-5007.
63. Brunner HG, Nelen MR, Breakefield XO, Ropers HH, 72. Fischer-Shofty M, Shamay-Tsoory SG, Harari H, Levkovitz Y.
Van Oost EA. Abnormal behavior associated with a point The effect of intranasal administration of oxytocin on fear
mutation in the structural gene for monoamine oxidase-A. recognition. Neuropsychologia 2010; 48: 179-84.
Science 1993; 262: 578-80. 73. Palgi S, Klein E, Shamay-Tsoory SG. Intranasal administration
64. Raine A. The anatomy of violence. The biological roots of oxytocin increases compassion toward women. Soc Cogn
of crime. London: Penguin; 2014. Affect Neurosci 2015; 10: 311-7.
65. Caspi A, McClay J, Moffitt TE, Mill J, Martin J, Craig IW, 74. Heinrichs M, Von Dawans B, Domes G. Oxytocin, vasopressin,
et al. Role of genotype in the cycle of violence in maltreated and human social behavior. Front Neuroendocrin 2009; 30:
children. Science 2002; 297: 851-4. 548-57.
66. Matteson LK, McGue M, Iacono WG. Shared environmental 75. Matsuzaki M, Matsushita H, Tomizawa K, Matsui H. Oxytocin:
influences on personality: a combined twin and adoption a therapeutic target for mental disorders. J Physiol Sci 2012;
approach. Behav Genet 2013; 43: 491-504. 66: 441-4.
67. Fraga MF, Ballestar E, Paz MF, Ropero S, Setién F, Ballestar M, 76. Schaaf RC, Benevides T, Blanche EI, Brett-Green BA, Burke JP,
et al. Epigenetic differences arise during the lifetime of mono- Cohn ES, et al. Parasympathetic functions in children with
zygotic twins. Proc Natl Acad Sci U S A 2005; 102: 10604-9. sensory processing disorder. Front Integr Neurosci 2010; 4: 4.
68. Zaki J, Ochsner KN. The neuroscience of empathy: progress, 77. Porges SW. The polyvagal perspective. Biol J Psychol 2007;
pitfalls and promise. Nat Neurosci 2012; 15: 675-80. 74: 116-43.
69. Goetz JL, Keltner D, Simon-Thomas E. Compassion: 78. Grippo AJ, Carter CS, McNeal N, Chandler DL, Larocca MA,
an evolutionary analysis and empirical review. Psychol Bull Bates SL, et al. 24-hour autonomic dysfunction and depressive
2010; 136: 351-74. behaviors in an animal model of social isolation: implications
70. Simon-Thomas ER, Godzik, J, Castle E, Antonenko O, Ponz A, for the study of depression and cardiovascular disease.
Kogan A, et al. An fMRI study of caring vs self- focus during Psychosom Med 2011; 73: 59-66.
induced compassion and pride. Soc Cogn Affect Neurosci 79. Gordillo F, Pérez MA, Arana JM, Mestas L, López RM. Papel
2012; 7: 635-48. de la experiencia en la neurología de la expresión facial de las
71. Hurlemann R, Patin A, Onur OA, Cohen MX, Baumgartner T, emociones. Rev Neurol 2015; 60: 316-20.
Introduction. Human social capacities are developmentally late and unique. They allow for a specialisation that enhances
the availability of resources and facilitates reproduction. Our social complexity rests on specific circuits and mechanisms,
which are analysed here.
Development. The following are put into operation for those purposes: knowledge of the other by means of empathy,
specific mechanisms that endow us with the capacity to detect defrauders, genetic and biochemical factors, and the
autonomic nervous system. Empathy is the basic mechanism in sociability. It has different levels of complexity (emotional,
cognitive, attribution), with specific anatomical differentiation. Social matters are linked to emotional ones, and this in
turn to the homeostatic aspects. Hence, physical and social pain share an anatomical matrix and therapies. We are social
beings of a selfish biological nature, which we adjust thanks to a special capacity to detect defrauders, which is dominant
over those involving planning or abstraction. Oxytocin is the essential prosocial neurochemical mediator. Serotonin and
the enzyme MAO are considered as having an antisocial capacity, which is dependent on the interaction with adverse
environments. Finally, the vagal system, which is more recent phylogenetically speaking and myelinated, that of the
dorsal nucleus of the vagus nerve, is a requirement for warm and leisurely social interaction.
Conclusions. The neurobiology of social matters makes it possible to recognise disorders affecting this behaviour in
structural injuries (vascular, of the white matter, dementias, etc.), neurodevelopmental disorders (autism), psychiatric
illnesses (schizophrenia) or personality disorders. There are a number of promising therapeutic interventions (transcranial
magnetic stimulation, drugs). The addition of cultural and environmental factors to the neurobiological ones introduces a
greater amount of ecological complexity, but without lessening the validity of what it outlined.
Key words. Behaviour genetics. Course. Empathy. Neurology. Social brain.
Barco, A. (2010) La materia de los recuerdos: circuitos neuronales y cascadas moleculares. Mente
y cerebro. 40, 24-33
Bareither, I. (2014). Historia de las imágenes cerebrales. Mente y Cerebro. 69, 40-47
Belmonte, C. (2006). Imágenes y sensaciones en el cerebro. Rev. R. Acad. Cienc. Exact. Fís.
Nat.(Esp). 100, 47-53.
Bethge, M., y Pawelzik K. (2013). El lenguaje de las neuronas. Cuadernos Mente y Cerebro.4, 4-11
García Segura, L. M. (2005). Ramón y Cajal y la neurociencia del siglo XXI.JANO EXTRA, N.º 1.583,
16-22
Gómez Gonzalez, B., y Escobar, A. (2006). Estrés y sistema inmune. Rev. Mex. Neuroci., 7(1), 30-38
58-62.
Rodríguez, A. R., Dominguez, S.; Cantin, M., y Rojas, M. (2015) Embriología del sistema nervioso.
Int. J. Med. Surg. Sci., 2(1), 385-400.
Sarmiento Rivera, L. F., y Ríos Flórez, J. A. (2017). Bases neurales de la toma de decisiones e
implicación de las emociones en el proceso. Revista Chilena de Neuropsicología, 12(2), 32-37
Schmidt, M. V., y Schwave, L. (2012). Las dos caras del estrés. Mente y cerebro, 52, 19-25.
Scholz, J. y Klein, M. (2011). El aprendizaje transforma el cerebro. Mente y Cerebro. 51, 10-15.