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base en competencias
16 Diciembre 2023
El objetivo del siguiente análisis es que podamos distinguir las diferencias en los
dos conceptos que son totalmente distintos, sabiendo que ambos son
remuneraciones por un trabajo desempeñado pero que varía al compensar a
alguien por el puesto en donde se encuentra, sin discriminar no podríamos
comparar la remuneración de un gerente general quien lleva las responsabilidad
de la empresa con el sueldo de alguien de limpieza y el otro tipo de remuneración
con base en competencias que significa que ambas personas pueden contar el
mismo puesto pero donde uno de los dos es multifuncional con destrezas y
aptitudes superiores a alguien más y por ende merece ser recompensado con un
poco más económicamente por su empeño para motivarlo.
Para entender las diferencias veamos un poco más a fondo que es cada uno de
los conceptos antes mencionados.
Es la parte del salario que corresponde a las características del puesto con
independencia de la forma de desempeñarlo y del grado de cumplimiento.
Corresponde al valor mínimo del nivel retributivo y queda reflejado en los
convenios colectivos.
La valoración de los puestos se realiza a partir del análisis de los puestos donde
no se trata de valorar el trabajo que desempeña una persona en su puesto (su
rendimiento), sino que se trata de valorar la actividad y la responsabilidad que
genera ese puesto de trabajo para valorarlo y poder establecer una escala salarial.
El comportamiento de la persona tendrá que ser valorado por el superior
inmediato, o los compañeros y tendrá sus consecuencias en su retribución
personal, pero con independencia del valor del puesto.
La asignación de niveles
Está basado en la clasificación según la descripción de niveles. En este sistema a
cada descripción le corresponde un nivel. Si a un puesto de trabajo le corresponde
una descripción, se le asigna el nivel de esa descripción. La compensación
depende del nivel del puesto de trabajo, es decir, los puestos de trabajo se
distribuyen por grupos según sus características y los grados están jerarquizados
desde los más complejos a los más simples. A medida que se concretan más las
características de los grupos, el sistema se complicará más, y se incrementarán
los costes de esta valoración. Es el más utilizado por las administraciones
públicas.
La comparación de factores
Está ideado por Benge y parte de la identificación de los factores esenciales que
forman parte de la composición de diversos puestos para luego valorar en
unidades monetarias cada uno de esos factores en cada uno de los puestos.
Teniendo en cuenta la remuneración de esos cargos clave, se le asigna lo que
corresponde a cada uno de los factores. Los demás puestos se jerarquizan de la
misma manera que en el método anterior y se le suma la parte de remuneración
según los factores que han sido necesarios.
Los pasos necesarios para aplicar este sistema son los siguientes:
La puntuación
Es el más utilizado y lo aplicó M.R. Lott. Es más complejo que la comparación de
factores, pero sus resultados son más precisos. En lugar de utilizar la valoración
en unidades monetarias asigna puntos. Se deben describir los factores más
relevantes. Esta descripción suele ser más detallada y se consideran los niveles
en los que se pueden graduar los factores y se les da un valor máximo según la
ponderación de cada uno de ellos. Esta información quedará recogida en el
manual de nivelación que será de aplicación para evaluar todos los cargos.
Método Hay
Edward Hay establece el método de guías y perfiles. Se trata de una combinación
del método de asignación de niveles y el de comparación de factores. Se utiliza
para los puestos administrativos y técnicos. Los factores que se valoran son la
habilidad, la resolución de problemas y la responsabilidad. Estos factores se
subdividen, considerando nuevos subfactores comunes a los distintos puestos de
trabajo.
Por ejemplo, en el sector tecnológico, donde los empleados deben estar al día de
los últimos programas informáticos y lenguajes de codificación, la retribución
basada en las competencias puede ser una forma eficaz de retener a los
empleados cualificados y garantizar que sigan siendo competitivos.
Algunos sectores en los que puede ser beneficiosa una retribución basada en la
cualificación son la tecnología, la sanidad, la ingeniería y la ciencia.
Además, las empresas que valoran mucho el desarrollo y la formación de sus
empleados pueden beneficiarse de la implantación de un sistema de retribución
basado en las competencias.
Al vincular la retribución a las habilidades y competencias, las empresas pueden
incentivar a los empleados a mejorar continuamente sus habilidades y
conocimientos, lo que puede beneficiar tanto al empleado individual como a la
empresa en su conjunto.
Ventajas:
Desventajas: